Shah Magia Oriental

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COLECCIÓN ARCANO

Magia oriental

El bien conocido autor Idries Shan aborda en este libro un panoiama


de la magia oriental que atraeré por igual a los estudiosos de la
Antropología, al lector común o al interesado por el ocultismo. Reúne
materiales e información acerca de las prácticas mágicas judías,
babilónicas, egipcias, árabes, iranias, indias, tibetanas. chinas y
japonesas, que son inhallables en otras fuentes.
Pero el volumen no se agola en una reseña de carácter histórico, sino
que comprende también la descripción de conjuros, ritos y hechizos
de las diferentes culturas; de esta descripción surge claramente el
carácter universal de tales prácticas mágicas. Se destaca además la
influencia oriental en la magia europea.
En suma, el autor escudriña el pasado y el presente pero considera
que los denominados poderes sobrenaturales reflejan, acaso, fuerzas
hasta ahora poco conocidas y vislumbra la posibilidad de aprovecharlas
para alcanzar elevadas metas individuales y colectivas.

Ediciones Lidiun
¿I

Magia Oriental
Otros Ututos de esta serie:

Las propiedades ocultas de las plantas - W. B. Crow


Las piedras preciosas. Poderes enigmáticos y s:mbolismo -
W. B. Crow
Iniciación en la astrología - Preston Crowmarsh
Iniciación en la cabala mística - Alan Richardson
Nu.nerologia - Mary Anderson
Cómo leer el aura - W. E. Butler
La práctica de la meditación - Charles Bowness
Historia de la magia - Richard Cavendish
Las puertas astrales - J. H. Brennan
Siete: el número de la Creación - Desmond Varley
Talismanes y amulólos. Piedras del Zodiaco - William Thomas
y Kate Pavitt
El tarot - Frank Lind
SAYED IDRIES SHAH

Magia Oriental

Ediciones Lidiun
BUENOS AIRES
Titulo do la olwa original: "Oriental Magic .
Publicada por Oclagon Press, London.
Copyright © 1956 por Idrles Shah.
■ Traducción de Lydla Chaml.

Investigación complementarla, vorlllcación y matorioles inéditos


por Richard Drobutt, John Grant, Ibrahim Yusut Musa. Morag Murray y Amina
Ali-Shah.

Ilustraciones de Paulina O'Donovan e Idrles Shah.

Todos los derechos reservados.


Este libro no puede reproducirse, total o parcialmente, por ningún método
gráfico, electrónico o mecánico. Incluyendo los sistemas de fotocopia, registro
magnetofónico o de alimentación do datos, sin exproso consentimiento del editor.

Queda hecho el depósito que establece la ley N° 11.723.


© 1979 Ediciones Lidiun, Florida 336, Buonos Aires, República Argonflna.
IMPRESO EN LA ARGENTINA

Distribuidor exclusivo:
Librería "El Atoneo" Editorial.
ÍNDICE

PróloRo ......................................................................................................................... IX

Prefacio
I-i difusión de la magia ........................................................................................... XI

Capítulo I
1.a magia «-s international ....................................................................................... 1

Capitulo 2
Magia judia................................................................................................................. 10

Capitulo 3
Salomón: Rey y mago................................................................................................. 10

Capitulo 4
El Ocultismo en Babilonia ........................................................................................ 23

Capítulo 5
Magia egipcia.............................................................................................................. 32

Capitulo 6
La rima de los dos Nilos............................................................................................ 47

Capítulo 7
1 fakires y sus doctrinas ....................................................................................... 55

Capitulo 8
Lu contribución ¿rabo ............................................................................................... 71

Capítulo 9
Leyenda* de lo* hechicero* ....................................................................................... 70

vii
Invocando a los espíritus ........................................................................................ m

Capítulo 11
La magia irania .......................................................................................................... "

Capítulo 12
Los ritos mágicos del Atharva Veda ....................................................................... IM

Capitulo 13
India: los rílos do los sacerdotes-magos ................................................................. 113

Capítulo 14
La alquimia india en la actualidad........................................................................... '

Capítulo IS
¿Una nueva fuerza mental? ...................................................................................... 1^0
f*
Capítulo 16
Magia erótica.........................'...................................................................................

Capítulo 17
Las artes ocultas en China ....................................................................................... MI

Capítulo 18
Los magos del Tibet ..................................................................................................
Capítulo 19
Las artes mágicas en Japón ......................................................................................

llibtiografia
Las fuentes escritas de magia oriental y comentario* ........................................... 181

Notas ............................................................................................................................ I"

viii
PROLOGO
Por el Dr. LOUIS MARIN *

En el curso de los siglos, la organización de las disciplinas acadé-


micas que en Francia asociamos con Descartes se ha desarrollado tanto,
que hoy el método científico afecta a todos los asjtectos de los estudios
humanos.
El investigador que se encuentra ante un fenómeno nuevo, extraño
y luista vi momento incxplicado, ya no se desvía de su estudio. En nuestra
época, él lo toma muy en cuenta y lo mantiene en observación, con la
MpfñnM de encontrar alguna manera de explicarlo.
I M magia es un tema que hasta ahora fue considerado como ajeno
al ámbito* del estudio académico. Muy curiosamente, la magia siempre in-
trigó a los etnógrafos dada la singularidad de sus prácticas en todas partea
del mundo, mientras que al mismo tiempo la desaprobaban por consi-
derarla difícilmente susceptible de un estudio científico y repugnante
para la religión y el orden social. Sin embargo, la brujería estaba muy
difundida en el mundo occidental, incluso en la corte de Luis XIV y
en la época de Voltaire; aún hoy no ha muerto.
Siempre hubo cierta confusión entre religión y magia, y se pensaba
que la última era sólo una forma de religión primitiva. Aliora conocemos
mejor el tenm, y podemos distinguir entre religión, que es el sometimiento
a un Creador todopoderoso a quien elevamos nuestras plegarias, y magia,
que consiste en ritos que intentan gobernar a las fuerzas sobrenaturales,
cualesquiera que éstas sean, para que realicen la voluntad del hechicero.
Debemos admitir que casi todas las ideas religiosas de los pueblos
primitivos están comprendidas en la magia. Esto enfrenta al estudioso con
otra gran dificultad, porque requiere un notable esfuerzo de la imagi-
nación el poller situarse dentro de la mentalidad de los pueblos primiti-
vos, quienes, en su ignorancia acerca de las leyes de la naturaleza, se
vieron obligados a construir un sistema de ritos mágicos para su propia
protección.
Nosotros debemos tratar de descubrir el verdadero pensamiento de
los pueblos primitivos medíante la observación directa, sin permitir que
nuestra fantasía fluya librenwnte. Por muy atrasado que pueda parecer

• El Dr. Marín es miembro del Instituí de Fiance. Director de U Ecole d'Anthro-


pologic de Parto y Vicepresidente del International Institute oí Anthropology-
el pueblo particular cuya magia estudiamos, con frecuencia notaremos
que sus prácticas son reliquias, algunas de origen tan remoto que el mismo
practicante ya no comprende las palabras que pronuncia ni puede ex-
plicar los gestos que realiza.
Otra complicación es la que crea el hecho de que la mayoría de los
ritos mágicos son secretos debido a la reticencia de los iniciados. Lo oculto
presenta al investigador un obstáculo particularmente difícil de superar
cuando, como ocurre en casi todos los casos, las fórmulas mágicas se en-
cuentran en manos de una casta hereditaria de magos que consideran
los secretos como su herencia especial y propia. Por esto tos magos llegan
a convertirse en un grupo que, delibera/lamente, alienta la ignorancia
de sus seguUlores, quienes, a su turno, temen la ira de los iniciados si
llegan a revelar algo.
El hecho de que los ritos mágicos se parezcan entre sí en todas partes
del mundo conduce a la difícil cuestión de si surgieron primero en algún
lunar determinado, y de ser así, ¿por qué medios -préstamos culturales,
migraciones o invasiones— fueron ¡levados a regiones tan distantes?
Estas son las líneas de investigación que Idrles Shah siguió para el
estudio de la magia oriental. De origen afgano, pasó cinco años estu-
diando este tema en Medio y I^efano Oriente.
Su libro es una contribución seria al conocimiento y merece encon-
trar una amplia audiencia de lectores cultos.
PREFACIO
LA DIFUSIÓN DE LA MAGIA

Fue sólo a partir tie la era víctoriann que la ciencia arqueológica es-
tableció el hecho notable de que los principios mágicos do Asia Mayor
ejercieron gran influencia sobre comunidades de casi todo el mundo. Cons-
tituye una historia fascinante, también, el desplazamiento hacia el oeste
de los acadios prehistóricos, los pueblos turanios que Introdujeron las
costumbres asiáticas en los pueblos mediterráneos, fundando las civili-
zaciones de Asiriu y Itahilonia. Muchos de los asombrosos ritos tauma-
túrgicos de los imgos durante el desarrollo de la ¿poca presemita m
1
* se
encuentra en las Tablillas Maqlu ("Ardientes") y en la vasta biblioteca
del Bey* Asurbanipal
La "magia-medicina" (shamanismo) practicada por tribus turanias
relacionadas entre sí echó raices en el Este, en China y Japón. Estos ri-
tuales incluyen los fenómenos psíquicos familiares a los mediums occi-
dentales, y tienen analogía, nuevamente a través de la inspiración turanio-
mongol \ entre los fineses, los la pones e incluso los indios tanto de
America del Norte como de América del Sur. Naturalmente, no existe evi-
dencia documentada de la migración hacia Occidente de estos pueblos.
Cuidadosas deducciones llevadas a cabo dentro de los confines de una
cantidad de ciencias, han estublecido que es muy probnblo que tales mi-
graciones da bocho hayan tenido lugar.
Sin embargo, no fueron sólo los pueblos de origen tiiranlo los quo
practicaron las artes mágicas de sus mayores. Como lo demostraron el
Dr. Schiitte y otros investigadores en una de las más sorprendentes deduc-
ciones científicas *, los escandinavos prehistóricos, por ejemplo, here-
daron un conocimiento considerable de estos pueblos. Otro factor impor-
tante es el descubrimiento de que la comunicación prehistórica entre los
pueblos era mis fluida de lo que generalmente se supone. Es corriente
imaginar que las sociedades primitivas eran más o menos independientes
y se desarrollaban separadas entre si: algunas en montarías remotas, de-
siertos y planicies, otras en ciudades y villas. No es demasiado conocido
el hecho de que. además del comercio, el intercambio tanto intelectual
como social entre pueblos muy separados entre sí por factores culturales,
el lenguaje y la distancia, era considerable. La diferencia entre este con-

• Las rrfrrrnciAi figuran on las págl. 187 ■ 190.


tacto y In relación entre los pueblos que nos es familiar en la actualidad
es simplemente que los factores geográficos hacían que las comunicacio-
nes fuesen mas lentas. Las mismas consideraciones probablemente expli-
quen la mayor simpatía reinante entre los pueblos, dado que parece haber
existido menos hostilidad "inevitable" entre los diferentes grupos.
Durante siglos, quizas miles de aftos. la magia fluyó lenta pero pode-
rosamente a través de la raza humana. En su forma mis rítualística, este
fluir fue evidentemente desde el Este hacia el Oeste.
La leyenda celta dice que en algún momento durante los tiempos
del Antiguo Testamento, después de las supuestas migraciones turaniai.
las migraciones arias desde Asia Central pasaron a través de la zona de
lo que hoy llamamos Medio Oriente y Lgipto, absorbiendo, por cierto,
mitología y magia en el camino*.
Los griegos y romanos primitivos, también tuvieron su parte en la
adopción de h sabiduría mágica semita y egipcia, que luego trasmitie-
ron a Europa. Más tarde, la magia latina y griega fue una mezcla de
fórmulas y encantamientos que a menudo es referible a dichas rafees.
La ínterrelación de la magia de Egipto y los países linderos resulta
menos clara. Se piensa, no obstante (tal como lo señalamos mis adelante
en este libro), que Africa y mas tarde Arabia del Sur influyeron sobre
los magos del valle del Nilo.
Con el advenimiento de sistemas de pensamiento relativamente na-
cientes, tales como el Budismo, el Cristianismo o el Islam, las creencias
mágico-religiosas de los cultos más antiguos sufrieron una relegación alwra
familiar: sus deidades pasaron n ser espíritus inferiores e incluso sus sa-
cerdotes adoptaron una carácter i stica marcadamente m.í\ mágica y se-
creta:
La religión puede triunfal tolwe la religiún. pero el IJIIIIMI solo mullí
pilca loa métodos por loa cuales el rtontae luiu-a tiipmr tu miputrm- a a
travel del control sobre toa podereí KIIM matura les y protcajer tu .!. 1.1 ! ■!
descorriendo el velo del futuro. I-os rilo» ferretea de h fe desplau t. te
convierten en la magia prohibida de m toceaora. Sin dinars se UNIVÍMIMI
en espíritus del mal. como loa Dovui n deidades del Veda se convirtieron en
Dacvas o demonios del Aveita. como el «tillo del loro de los nntinui* lielireus
M volvió idolatría en los tiempos de lm pmfrtns, corno los dioses de (¡recia
y de Roma fueron demonios IU.I1I|¡II<H ¡m.» luí I'adres ('liitianm■

En algunos casos, los procesos desplazados subsistieron como ritos


puramente mágicos: tolerados c incluso adaptados a los cultos más nue-
vos. ¿Se debió esto, como algunos creen, a que existen ciertos secretos
conocidos por los sistemas más antiguos que realmente produjeron alguna
extraña evidencia de poder sobrenatural que podría ser empleado por la
humanidad para su propio beneficio? ¿O bien, tal como lo afirma la
teoría alternativa, se debió a que la magia se encontraba tan Íntima y
supersticiosamente enraizada en la mente del hombre, que el único cami-
no para controlarla era encauzarla dentro de canales "legalizados"?
Las religiones organizadas tendieron a absorber conjuros y encanta-
mientos, cuyo influjo sobre la gente estaba profundamente arraigado.
lint re los sudaneses del Sur y otros pueblos negros, yo mismo be com-
probado que el Cristianismo fue adoptado en forma paralela con la ma-
gia tradicional: sólo en casos aislados aquel suplantó a los demonios y
los poderes sobrenaturales. A menudo, también, los milagros de los he-
chiceros nativos anteriores simplemente fueron trasladados en el tiempo
y agregados a las nuevas creencias. Las evidencias acerca de esta idio-
sincrasia son abundantes y han sido exhaustivamente estudiadas en todas
partes.
Nos guste o no, en todo el mundo magia y religión están mas vin-
culadas que muchos otros fenómenos humanos. Si usted cree, digamos,
que es posible efectuar curaciones mediante el tacto, entonces usted cree
en la magia en su más amplia definición, y también en algunas formas de
religión. Por otra parte, se tu producido un asombroso desarrollo en el
pensamiento ocultista que puede ser percibido boy, sólo en sus comienzos.
I'M.i es la tercera posibilidad. La magia es un campo donde el estudio in-
tensivo y creativo puede demostrar que muchos de los denominados po-
deres sobrenaturales son, de hecho, reflejos de fuerzas hasta ahora poco
conocidas, las cuales posiblemente pueden ser aprovechadas para lograr
progresos individuales y colectivos. Esta es una parte de los fundamentos
M este libro.
Si en realidad existen ciertas verdades que fueron conocidas por
aquellos a quienes confusamente denominamos los "antiguos", solo hay ■
un medio para re-descubrirlas: el método científico. Y éste exige tamizar
y examinar cada hecho, cada insinuación, cada pista, en un camino In-
verso en la cadena de b trasmisión. En un contexto mágico, esto signi-
fica que debemos tener a nuestra disposición los materiales verdaderos
de los cuales deriva el ocultismo occidental. De allí que un rito que
figura, digamos, en una versión latina de la Clavícula de Salomónf ,
puede resultar ser meramente una trascripción de algún conjuro destinado
.1 combatir, quizás, una inundación en Asirla. Investigaciones posteriores
pueden demostrar que el conjuro se basaba sobre algo totalmente Irre-
levante. como por ejemplo, ln invocación del nombre de un supuesto
UolO cuyas iniciales, |>nr alguna feliz coincidencia, deletreaban la pa-
I i l i i i f | i u - significa \ < i (iiía" Y . i s í la investigación debe < n n t i n u . i r I
-

partir de un nuevo punto de vista. En consecuencia, si usted es un lector


«le lemas generales, un antropólogo o bien una persona intercsa<la por
lo i - i i ! i n . aquí puede hallar parte de los materiales. Estos, en general,
no figuran en ningún otro libro.

IDIUK SHAH

Xiii
CAPITULO 1
LA MAGIA ES INTERNACIONAL

Si un hombre ha acusado a otro de hechicería y no lo ha justificado, aquel


a quien ha sido imputada la hechicería debe ir al río sagrado y si el río
sagrado lo vence, aquel que lo acusó tomará su casa para tf.
Código de lUmurabi. circa 2000 A.C.

Cuanto mis profundizamos en el estudio de lo sobrenatural y sus


devotos, mis evidente resulta que tendencias de pensamiento similares
han hecho que las mentes humanas trabajen de manera convergente en
comunidades tan diversas que podrían pertenecer a mundos diferentes.
De atuerdo con el ocultismo, esta extraña identidad de creencias y
rituales mágicos significa quo existe una sola ciencia secreta, revelada
a los adeptos, y trasmitida ni resto de la gente. Los defensores de la
teoría de la trasmisión cultural sostienen que el ocultismo es solo una de
nquelias cosas cuya dispersión se produjo gracias ni intercambio social
natural de los pueblos.
Cualquiera fuese In verdad, el estudio de los hacedores de milagros
en diversos países constituye una de las ocupaciones más fascinantes. En
Pakistán, cerca de Chitral. vivió hace unos años un hombre santo, a
quien se lo creía poseedor de poderes místicos. Nadie quería pasar por
delante de su cueva por miedo de que él lanzara un hechizo demoniaco,
ya que todos creían que el hombre era familiar del mismo Satanás. Al-
gunas veces. los bandoleros de las fronteras, cuyas depredaciones los
llevaban cerca de donde el hombre vivía, lo vieron. Para ellos se con-
virtió en alguien cuya buena opinión era importante, para nsegurarse el
éxito en sus robos.
El poder de su nombre fue tal (se lo llamaba indistintamente Es-
píritu de las Montañas o Espíritu del Aire) que cuando murió, la cueva
se convirtió en un snntunrio. Cunndo pasé por allí me enseñaron ln ermi-
tn. Al igunl que sus equivalentes occidentales, él había coleccionado una
cantidad de serpientes disecadas, y una pila de figuras de cera pinchadas
con alfileres se amontonaba en un rincón de la cueva. Hasta el din de
hoy, devotos esperanzados rezan una plegaria o formulan un deseo sobre
un trozo de tela que luego atan a un árbol solitario que se encuentra
junto a la morada del santo. Está enterrado boca abajo para que ningu-
no de los demonios que pudieran habitarlo pase a través de la tierra, en

1
ti lugar donde lo encontraron, tal como es costumbre desde China hasta
Marrueco*.
Aproximadamente en la misma época, en la frontera indo-china, una
bruja famosa que parecía salida de Macbeth, prosperó como hechicera
y autora de toda suerte de milagros. Causó muchos y violentos disgus-
tas a la gente del lugar, ya que se decía que lo sabia todo acerca de las
vidas privadas de las personas, fueran o no de su predilección. Su mayor
placer, sin embargo, consistía en castigar a quienes hubieran causado
infelicidad a los demás, y por esta razón muchos la veneraban como una
santi. Esta Sita afirmaba tener más de ciento cincuenta años, afirmación
que -se decía— corroboraba también la vecina más anciana del lugar,
lai centenaria contaba que. hasta donde podía recordar, la imagen que
conservaba de Sita siempre había sido la de un ser decrépito y arrugado,
tal como aparecía un siglo mas tarde.
El método para convocar a la bruja era el siguiente: la gente con
problemas, los maridos sometidos por sus mujeres, las esposas cuyos ma-
ricos eran cmcles, los enfermos y los necesitados, se dirigían al techo de
sus propias casas, y pronunciaban tres veces el nombre de Sita. I MS
lechuzas locales, que actuaban como sus espíritus familiares, !■■ llevaban
el mensaje rápidamente. A la mañana siguiente, el ofensor caería enfer-
mo con fuertes dolores de cabeza. Simultáneamente, algún golpe de
but na suerte aparecería en el camino del invocante. 'Cuantío llegué a su
choza, rodeada de matorrales, provisto del pastel de frutas que pan-rta
s^r su mayor pasión, me pareció muy poco diferente de cualquier otra
anciana de aquella región del mundo. 1.a mayor parte <lcl tieni |Hi ella
h-bl6. bastante libremente, sobre el valioso trabajo que realizaba al ad-
vertir a las muchachas jóvenes sobre el verdadero carácter tie sus com-
pineros. Sí bien parecía tener mucha edad, sus ojni eran «-tiranamente
claros. En lugar de las espaldas encorvadas y las mejillas hundidas de
l.i bruja clásica, ella se conservaba erguitla y se movfa con mu agilidad
sorprendente. Parte de su monólogo, sin embargo, resultaba un lanío con-
fuso y cuando 1c preguntó acerca del modo con que óblenla efectos 10*
breniturales, me miró como a un niño Iruvicso y dijo que yo nunca podría
comprender.
Parecía no existir duda alguna de que Sita, como la mayoría de los
magos, creía realmente en sus poderes. Negaba que sus éxitos pudieran
ser atribuidos a la autosugestión por porte de sus clientes, si bien reco-
nocía que éste era un fenómeno bien conocido. También afirmaba que
había recibido todos sus conocimientos de su madre, y renegaba de los
libros ocultistas y de toda religión formal por tratarse de fraudes. Yo no
puedo decir que su personalidad fuera magnética, o dominante, o que
mostrara ninguna de las características extrañas que suelen percibir los
simples mortales en presencia del poder oculto. Lo único que en verdad
me impresionó de ella fue el hecho de que describió cosas que iban a
pas irme en el futuro, y que estas cosas posteriormente ocurrieron"*.
Que bien pudiera existir una continuidad de ciencia oculta trasmi-
tida entre los mongoles es algo aceptado por más de una autoridad en la
materia. Las prácticas shamanístas de los magos de China, Japón y otras
regiones del Lejano Oriente poseen un paralelismo claro con los ritos
de los esquimales y algunas tribus mongoloides americanas: un ejemplo
válido de esto lo constituye el estado de trance mediúmnico previo a la
profecía y la clarividencia que es común a todos ellos. India, México y
el antiguo Egipto rinden culto a la serpiente. La serpiente, de hecho, ci
uno de los símbolos más importantes, compartidos por la ciencia esoté-
rica más elevada del Viejo y Nuevo Mundo, lo cual fue utilizado como
argumento para sustentar la teoría de la Atlántida.
El dios-serpiente mejicano exigía no sólo el sacrificio humano, sino
también que se bebiera la sangre de la víctima. Cuando se capturaba
una serpiente salvaje y joven, ésta no se convertía en deidad hasta tanto
no se cclebroran seis sacrificios humanos en su nombre y presencia. Iji

• Eirtulmtilci-

u
LaafjaM SIBERIA ~1
r r i nafta

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II . DNI .. Turante

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CHINA
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ÍMíffi .Aiiii-n. . JIÍ .' I Tibet


N. y S. Amerita
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Europa Occidental fíxrmania
INDIA
í
í/ t i t i j : n . í
Maftsali,

ROMA. . BABILONIA:
GRECIA Acadiot
y Semitas

Africa Occidental t
4------------------ECIPTO

DIAGRAMA ESQUF.M ÁTICO OUK ILUSTRA LA SUPUESTA DIFUSIÓN


CHOCHA PICA DE LA MAGIA TUnANIA.
1. Zonas de población iiioutíólu-a-tiirunia (bastardilla)
2. Centros de sinlesii y redifusión mágica (mayúsculas)
3. Centros t uranio-mongólicos de desarrollo y i ni ilusión mágica (tkistarddla ma-
yúscula)
Periodo preüUaaico: (hasta el srglo vu DC)
sangre del sacrificio debía ser bebida por la serpiente, lo cual ie con-
fería valor mágico. Actualmente en la India el culto de la serpiente
está muy difundido; los encantadores de serpientes constituyen solo la
faceta popularizada de este importante culto. Las serpientes traen buena
suerte, protegen a las almas y n los tesoros ocultos, son la expresión
abierta del lenguaje oculto. Tanto en Uruguay -muy lejos al sur de
México— como en Konia —que queda a mucha distancia de la India-
pude encontrar rastros evidentes del culto de la serpiente. Como los he-
chiceros mejicanos, los sha manes de Turquía asiática deben someterse
a un entrenamiento rígido antes de alcanzar la etapa en la cual pueden
manipular y ponerse en contacto con las serpientes. Tanto en México
como en Turquía se aceptan los mismos criterios para comprobar cuán-
do una persona está lo suficientemente preparado como para oficiar el
ritual de la serpiente: los ojos deben estar bien abiertos, las pupilas con-
traídas como cabezas de alfiler. Es muy posible que este culto de la ser-
piente haya viajado con las migraciones humanas desde la India y Africa
hacia América del Sur. Todavía podemos encontrar peones guaraníes
(indios americanos) en el Rio de la Plata que conceden gran importancia
a las tallas de serpientes pintadas de rojo. La inspiración mejicana del
simbolismo de la sangre y el sacrificio resulta demasiado obvia para ser
desatendida.
En México los ritos de la serpiente tenían peculiaridades propias.
Tan grande era la competencia por el honor de convertirse en sujeto del
sacrificio, que con enorme dificultad se lograba impedir que las jóvenes
para lograr ser mordidas, acariciaran a las serpientes destinadas al ritual.
Los sacerdotes ciertamente no carecían de víctimas. En muchos casos,
a las familias que habían perdido de esc modo más de una hija los mis-
mos hechiceros les vendían amuletos ontiserpicnte. Como los odoradores
indios de serpientes, los mejicanos seguidores del rito acostumbraban
a cocinar la corno del reptil y comerlo, En ambas comunidades se supo-
nía que comer carne sagrada confería toda suerte de bendiciones y, es-
pecialmente, poderes ocultos.
Los tabúes y los ritos propiciatorios pueden constituir el origen de
numerosas supersticiones que permanecen entre nosotros aún hoy, tanto
en Oriente como en Occidente. En los antiguos templos de Egipto y
Crecía había siempre un punto que estaba prohibido tocar o sobre el cual
no se podía caminar. Este punto estaba dedicado o los dioses —en es-
pecial a los malignos— en agradecimiento por aceptar implícitamente no
molestar a la gente. La misma idea aparece en ciertas partes de Escocia.
Allí dejaban partes de tierra sin cultivar, las que llamaban "la parcela
del buen hombre", siguiendo la costumbre celta de llamar "bueno" a
aquello que temían. Los folkloristas se han ocupado mucho de la teoría
de que las hodos (o "seres buenos") eran, de hecho, todo lo contrario,
es decir, espíritus malignos propiciados de esto manera.
En Escocia, Irlanda y Gales, muchos de esos lugares fueron culti-
vados por instigación de la Iglesia. La tradición afirmaba que esto traería
tormentas y mala suerte, y se ha escrito que la labor tuvo que ser ¡n-

4

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I B
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terrumpida debido a las terribles tormentas y nevadas. Como resultado,


actualmente dichos lugares so conocen como "la tierra del demonio".
I i fraternidad —o conspiración— internacional de la magia es quizás
tan significativa en sus principios generales como en los ritos específi-
cos. Mientras que, por t jemplo, se acepta que la magia puede ser prac-
ticada de una u otra forma por ti mayoría tic las personas, siempre han
existido aquellos tie quienes la magia era competencia absoluta. Al formar
un cierto' sacerdocio de iniciados, el scert lo es una regla general. Una
secta ocultista moderna sintetiza esta necesidad casi primordial de se-
creto en uno de sus aforismos: "Conocimiento es l'odcr; Conocimiento
compartida es Poder perdido". Además tic los principios de secreto o
iniciación, otros rasgos comunes importantes son las palabras mágicas y
las vestiduras ceremoniales, l-os rituales, con ciertas excepciones, inclu-
yen alguna forma de sacrificio, real o implícito, y el empleo de simbo-
lismos: se expresan palabras mágicas (palabras de poder); se realizan
movimientos místicos; se emplean ciertos objetos, tales como armas o
talismanes. En un grado próximo en significación, aparece la preparación
do conjuros o encantamientos generalmente con contenido animal, vege-
tal o mineral, en este orden de importancia.
Aunque la creencia en seres sobrenaturales está muy generalizada
en todas las formas de la magia, no obstante muchos sostienen que los
verdaderos nombres y ritos, todo el bagaje de la magia en acción, trae
aparejados poderes especiales, capaces de producir resultados sobrenatu-
rales. La Vara Mágica, por ejemplo, es potente debido a su consagración,
y no ncccsariam'-'ntc porque conjura a un espíritu para realizar una acción.
Los objetos de la magia resultan conocidos para la mayoría de la
gente y, por cierto, para quienes lian estudiado el tema en alguna medi-
da. Asimismo, los rituales figuran en diversos trabajos escritos por
"adeptos" o comentados por oponentes. Ya lio mencionado la posible im-
portancia histórica y etnológica del estudio de los orígenes de las prác-
ticos ocultas. Todavía habrá cierto número de personas que no se inte-
resan por la teoría de la trasmisión cultural, pero que desean saber "qué
hay en la magia". I.a respuesta a esto es que. muy posiblemente, liay
"bastante" en ella. Qué es lo que hay, y a dónde conduce, es lo que de-
ben demostrar los investigadores.
¿Qué es lo que "había" en la alquimia? Entre otras cosas, en ella
estaba la química moderna, si bien lo que nos lia dejado es algo que yo
no puedo decir. La hipnosis, que actualmente no es solo un hecho acep-
tado sino también una técnica valiosa, proviene de la magia en forma
directa. Tampoco puedo decir qué es lo que "hay" en el espiritismo mo-
derno, descendiente del shamanismo de los mongoles. Pero hay algo que
es cierto: que la magia en sí misma, como la mera repetición de rituales
que están al alcance de cualquier lector, tiene poco valor para algunos.
De acuerdo con los ocultistas hindúes, tal como se describe en estas pá-
ginas, muchas formas de la magia y, en consecuencia, ciertos nsí llama-
dos milagros bien documentados, se explican a través de la existencia de
una fuerza inexplorada (akoc<¡), que parece tener cierta conexión con el
magnetismo. Tnmbién los escritores árabes islámicos, que legaron al
mundo la ciencia moderna, sospecharon la presencia do esta fuerza. A
los investigadores corresponde descubrir si existe o no.
El hombre es un "animal inventor de símbolos". Este hecho condujo
a los antropólogos a la conclusión de que la extraña similitud entre los
ritos misteriosos en comunidades sin un intercambio social evidente es
mera coincidencia. El hombre, afirman, es limitado por definición. La
esfera de sus experiencias, sus esperanzas y sus temores, sus deseos y
sus odios, es muy poco variada, dondequiera que se busque. ¿No sig-
nifica esto que debe llegar a conclusiones similares acerca de lo sobre-
natural, independientemente de que lo llame inspiración o comunicación
oculta?
El objetivo de este trabajo no es tratar de demostrar que toda la
magia tiene sus raíces en alguna revelación simple y original. No es
seguro, por cierto, que esto pueda ser demostrado alguna vez. No obstan-
te, enterrada en el folklore oriental, en manuscritos y leyendas no tradu-
cidos, en libros mágicos de escritores orientales, existe una vasta informa-
ción que arroja luz considerable sobre los orígenes de gran parte de
la miigiu que floreció en Europa hasta comienzos del siglo diecinueve
La magia se practica en la actualidad, tanto en Europa como en
Asia, pero no me propongo investigar aquí hasta qué punto está difun-
dida. Al mismo tiempo, es un hecho aceptado que el estudio de la magia
posee un interés histórico, cultural y etnológico considerable.
La magia es parte de la historia humana y algunas veces desem-
peñó un papel decisivo, como en el caso de Moisés en la corte del Fa-
raón. A menudo tuvo una importancia menor, aunque significativa. En
cualquier caso, no puede ser ignorada.
De acuerdo con las investigaciones de Sir Wallis Budge, muchas de
las características de la magia tal como aparecen en los textos occiden-
tales de invocación de los demonios y los espíritus de los muertos provie-
nen de fuentes orientales y, particularmente, mediterráneas. El círculo
mágico, desde el cual el mago invoca a los espíritus, fue rastreado hasta
Asiría, y es de gran importancia en casi todas tas ceremonias rituales de
esta naturaleza en el Lejano Oriente. El conocimiento de los nombres de
•1 4Difusión de los símbolos 2 de la cruz y el círculo en el uso mágico: 1. Signo del
Sello de Salomón. 2. Sello del Espíritu Ose, según el Grand Crtmoire. 3, Fórmula
árabe de exorcismo ('La Jlawl'). «1. Símbolo chino con constela clones, de un
talismán para la "felicidad". 5. "Sello de Dccarobia", del Grand Grimotre.
(Ver pig. 22.)

los espíritus y las palabras mágicas, familiares aún para los lectores jó-
venes de cuentos de hadas, está igualmente difundido, si no más aún,
Las "Palabras del Poder" 11 medíante las cuales Salomón convocaba a los
djinn #, formaban parte importante de la enseñanza en el antiguo Egipto.
La difusión de las imágenes de cera para realizar maleficios es tan
amplia como la de cualquier otra hechicería. Aún hoy se las emplea: yo
mismo lo he visto. Un ejemplo antiguo lo constituye un encantamiento
que figura en la tablilla bilingüe de Asurbanipal, originario de Acadia y
probablemente derivado de los ritos de las tribus mongoles de Asia Cen-
tral. Esta tablilla, proveniente del palacio real de Nínive, contiene veinti-
ocho conjuros e incluso en el año 700 A.C. se la consideraba como per-
petuadora de ritos extremadamente antiguos. Parte del encantamiento
dice lo siguiente:
Aquel que forja imágenes, aquel que embruja.
La figuro malévola, el ojo maligno.

* Ceñios. Algunos de los espíritus benéficos o maléficos que habitan la tierra,


quo son capaces de asumir diversas formas ■■ que ejercen poderes sobrenaturales
(Islam). ( N . de la T.)

21
La l"x« malévola. U lengua maligna.
El labio malévolo, la ItechiceiEa mil bábd,
I Espíritu de los cielos, conjúralosl
i Espíritu de la tierra, contúialos!

Todos estos temas son aún elementos corrientes de los procesos


mágicos.
La magia comparte con la religión más características de lo que la
mayoría de la gente se ha preocupado por analizar. El choque inevitable,
basado en la suposición de que los iguales se repelen, resulta más evi-
dente en las campañas organizadas contra la brujería llevadas a cabo por
instituciones tales como los tribunales de la Inquisición en España. Ya
sea por este motivo, o porque la Iglesia insistió en que los magos eran
siervos del Demonio, la magia en Europa adquirió una característica de
malignidad que no es tan notoria en otras partes. Los teólogos cristianos
sostenían que la propiciación de cualquier espíritu suponía una reduc-
ción automática de la fe que debiera ser reservada únicamente para Dios.
A partir de esta tesis y de ciertas referencias bíblicas, se dio por sentado
que la magia significaba culto al demonio. En esta actitud general, el
catolicismo se atuvo al precedente de los rabinos con relación al incre-
mento de las actividades mágicas entre los judíos.
24Talismanes orientales de la colección del autor: I. Amuleto moderno de pro-
tección (Palhan). 2 Amuleto árabe de protección (Turquía). 3. Talismán de
muier cristiano-ir-b> ccr.'.ri el Mil de Oto (Lltnno). 4. Talismán Mahdi

El segundo gran factor que, conscientemente o no, estimuló el estu-


dio de la magia en Occidente, fue la Iglesia católica. Obligada ¡x>r refe-
rencias del Antiguo y Nuevo Testamento a reconocer la existencia de
fenómenos sobrenaturales, incluyendo el poder de brujos y hechiceros.

22
los teólogos católicos hicieron frente a la brujería ("No dejaras a una
bruja con vida**. Ex. xxii, 18) lo cual convirtió al tema en digno de inves-
tigación, si no de estudio. Esta actitud con respecto a las ciencias ocul-
tas continúa en dicha Iglesia de una forma bastante similar a la del tiem-
po de la Inquisición española. De acuerdo con la Enciclopedia Católi-
ca la brujería existe definitivamente, como un hecho probado por la
Biblia.
Muchos de los manuscritos sobre la magia judía y salomónica que
se conservan actualmente en traducciones latinas y francesas, presentan
huellas evidentes de interpolaciones cristianas. Varios de los ritos de la
Clavícula de Salomón, por ejemplo, están "cristianizados" (casi segura-
mente por parte de sacerdotes) para brindar la impresión de que a tra-
vés de ellos es posible lograr resultados taumatúrgicos, con los agrega-
dos cristianos.
Entro los musulmanes y otras grandes religiones de Oriente, una
componenda dio lugar a la teoría de la división de la magia entre "per-
mitida" y "prohibida", división de alguna manera análoga a aquella de
magia "blanca" y magia "negra" de los occidentales.
No obstante, la magia fue, y aun es, algo que las religiones organi-
zadas no han ni absorbido ni destruido efectivamente. Como la religión,
su liase es sobrenatural: la apelación a una fuerza superior al hombre.
Do la fu en esta fuerza deriva el deseo de protección, seguido por el pe-
dido explícito de mayor poder sobre otros hombres, sobre los elementos
naturales, sobro "el destino" mismo.
I.as religiones y La magia comparten también las expresiones exter-
nas: los instrumentos del arte, los ropajes y las vestiduras. las fumigacio-
nes y la repetición de palabras, frases y plegarias. A partir de la fe en la
existencia del poder sobrenatural, aparece el deseo de entrar en relacio-
nes contractuales con dicho poder; de allí proviene el "Pacto". Existe un
contrato entro el hombre y Dios, entre el hombre y el espíritu. Los teólo-
gos do la Edad Media y posteriores se complacían en quejarse de que
los libros mágicos imitaban los ritos de la Iglesia; que buscaban realizar
pactos con el Demonio tal como Dios realiza pactos con los hombres.
Las investigaciones más recientes han demostrado 13 quo el elemento de
"contrato" de la magia es al menos tan antiguo como la magia misma y
por 1» tanto anterior a muchas de las grandes religiones organizadas quo
han llegado a nuestros días. Incluso hasta en el lugar consagrado dondo
so practican, la magia y la religión operan de manera análoga.

9
CAIMTULO 2

MAGIA JUDIA

No ka de hallar»* en ti. . . ni acornó por lar nube*, ni adivino, ni mago,


ni encantad or, ni comullof de espectro! o adivinos, ni evocador de mucrtoi.
Deuleronomw. «vifl. 10.

Según U tradición árabe, los judíos fueron los mas grandes magos
de todos los tiempos. También en Europa, durante la Edad Media, tanto
los judíos como los cristianos entre quienes vivían, se dirigían a algún
hechicero reputado de origen hebreo, seguros de que podía realizar mi-
lagros. I.os judíos, por su parte, frecuentemente describieron a Jesús como
un mago1*: pero esto no es relevante.
SI la magia hebrea es un producto original de este pueblo semita
sería casi imposible establecerlo sin conocer qué parte de su herencia
mágica era de origen foráneo. No existen dudas de que la practica de
la magia estaba muy difundida entre los judíos '•. Con justicia o sin
ella, literalmente miles de textos mágicos atribuyen sus raíces a origina-
les hebreos; Moisés mismo fue un mago en -cierto sentido de la palabra.
Do acuerdo con los samaritanos. toda la enseñanza de la magia
deriva de un libro: el Libro de los Signos, que Adán trajo consigo del
Paraíso para que le permitiera ejercer poder sobre los elementos y Us
cosas invisibles. Como el Libro de Razicl, este trabajo aún existe, si es
que se trata, por cierto, del mismo libro.
Se supone que Razícl, que significa "Secreto de Dios", fue el verda-
dero trasmisor do secretos. Su Libro afirma provenir tie Adán; en otra
parte se informa al lector que fue confiado a Noé, antes de entrar en el
.Arca. Como muchos otros libros mágicos, remonta su historia a Salomón,
hijo de David, gigante entre los hacedores de milagros. I ais investigacio-
nes bibliográficas han logrado bastante poco, hasta ahora, con respecto
a la reconstrucción de la historia del Libro de Razie!. Contiene numerosas
figuras y signos mágicos ■■ instrucciones para hacer talismanes y afirma
haber sido originalmente grabado en una tablilla de zafiro, si bien
en U actualidad sólo se dispone para su estudio de copias relativamente
recientes.

10
ccnüicnte intelectual de Salomón y de Moisés. Como en otros campos
de la investigación histórica, parecen existir pocas dudas acerca de que
algunos de los libros de los que se consideran típicos textos mágicos judíos
han sido, en el mejor de los casos, gravemente Interpolados. En otras opor-
tunidades, es posible que hayan existido sustituciones. Muchos investiga-
dores creen que gran parte del ritual mágico judío contenido en antiguos
manuscritos se ha perdido. Sucede que los hechiceros hebreos no sólo
debían enfrentarse con la hostilidad de los rabinos sino también con
la furia de los habitantes de los países en los cuales vivían, frecuente-
mente como una minoría de su raza. Es posible que los moros o los po-
lacos solicitaran una y otra vez su ayuda como propiciadores de lluvia;
pero bastaba con que algo anduviera mal para que fuesen culpados.
Entonces la ley de trasmisión, por la cual solo unos pocos podían ser
iniciados en los misterios, debe de haber evitado que se pusiera por es-
crito gran parte de la sabiduría mágica.
El Libro de Enoch " presenta la siguiente leyenda como explicación
de cómo llegó la magia al pueblo judío:
Dos ángeles (Uzzá y Azael —uno do ellos posteriormente adoptado
por los paganos árabes como dios y el otro como ángel—) fueron envia-
dos por Dios para tentar a los mortales, como prueba de la debilidad
humana.
Habiéndose enamorado ellos mismos de una mujer, fueron con-
denados al castigo divino. Uno de ellos cuelga de los ciclos, cabeza
al>ajo; el otro permanece encadenado, más allá de las Montañas Oscu-
ras; ¡éste fue, incidentalmcnte, quien enseñó a las mujeres a pintarse el
rostro!
Los Libros de Ilermes " —algunos dicen que constan de cuarenta y
dos volúmenes— fueron atribuidos al dios egipcio Thot; los magos judíos
sin duda los conocieron, tal como lo demuestran numerosas referencias. El
dios Thot es llamado Theuth por Platón, quien afirma que se trataba de
un hombre muy sabio que vivia en Egipto. Es sobre sus trabajos, nos han
dicho, que los antiguos egipcios basaron su religión y las prácticas mági-
cas ampliamente difundidas.
¿Quién era Thot o Theuth, y cuáles fueron sus descubrimientos mági-
cos? Cicerón recoge la historia y nos dice que fue un "legislador" teba-
no. I.as enseñanzas de los libros de Hermes (cuarenta y dos o 36.525,
según vuestra fuente de información) parecen, a primera vista, confusas,
místicas, contradictorias y mágicas. ¿Son egipcios? Esto ha presentado
serias dudas. Es posible que los libros de Thot hayan sido, como era cos-
tumbre, trascriptos, editados y trasmitidos de manera más o menos alte-
rada. Resulta obvio que en la actualidad contienen huellas del pensa-
miento cristiano, musulmán y gnóstico. Sin embargo, yo he conocido
sustentadores activos de la tesis de que se trata de escritos proféticos, y
algunos sostienen que su verdadero significado está envuelto en un sim-
bolismo esotérico. Si éste es el caso, se necesitaría toda una vida para
descifrarlos, sin contar con algún tipo de iniciación. De este modo. Thot
sigue siendo un libro casi cerrado.

25
de demonios y espíritus, infiernos y diablos, gano gran popularidad
en Europa durante el siglo xiv. Quizá sea este trabajo, y la escuela
cabalística que contribuyó a crear, lo (pie puede considerarse como el
mayor sostén de la fama de los judíos como magos en Occidente.
Es en las fuentes judías, o en los textos que se dicen de inspira-
ción judía, donde debemos buscar las raices de la mayoría de los ritos
propiciatorios y de sacrificio de lo que actualmente llamamos Gran Ma-
gia. Las fumigaciones y el incienso, los candelabros y los cuchillos, la
estrella de cinco puntas, incluso la mayoría de las palabras que se
emplean en las ceremonias, tienen su paralelo en los procedimientos
religiosos hebreos de manera similar a la parodia de la misa cristiana
por parte de los cultores de la Magia Negra.
El Libro de Magia Sagrada de Abramelin el Sabio es uno de los
muchos trabajos dudosos". Pese a su reputación de haber sido escrito
por un Abraham, hijo de Simón, y recién aparecido en 1458, podría
haber sido escrito por un cristiano. Aun así, su deuda para con la
tradición mágica hebrea resulta clara. Probablemente se trate, enton-
ces, de iin.1 mezcla: el trabajo du un cristiano iniciado en las artes
mágicas orientales. Sin brindar una traducción completa aquí, resulta
difícil ofrecer detalles precisos acerca de la naturaleza y el alcance de
este notable libro negro. Afirma que el original fue escrito en hebreo
y que se trata, tal como lo señala el titulo, de magia "sagrada" y no
"profana". De acuerdo con las creencias de la Gran Magia, el autor
declara que, mediante este libro, los ángeles y los demonios pueden ser
utilizados para bien o para mal porque, ¿no se trata del mismo libro
que fue entregado a Moisés, Salomón y otros? Sus procedimientos M U Í
similares n aquellos que encontramos en la mayoría de los libros de
magia: brinda instrucciones para formular encantamiento, para conjurar a
los (spíritus, para recobrar objetos perdidos, para producir amor u odio.
La tradición que comprometía a todo iniciado en este tipo de magia
a no comunicar a nadie parte alguna del libro trajo aparejado el con-
vencimiento de que quien llegaba a conocerlo "estaba listo para dio""*.
También a Salomón se atribuye el muy apetecido Crimoirum Ve-
rum, que tiene parte del material de la Clavicula de SalomónM, obra
que será analizada a su debido tiempo. Este pequeño volumen no solo
contiene "los verdaderos y auténticos secretos del Rey Salomón", ¡sino
que fue realmente descubierto en su tumbal Por medio de él, el hechi-
cero puede prepararse para el arduo ejercicio del Arte, puede cons-
truir diversos instrumentos que resultan esenciales para el arte verda-
deramente difícil de conjurar a los espíritus y puede convocar y des-
pedir a una gran variedad de seres poderosos. Si bien la carátula dice
que el trabajo fue recopilado y publicado por "Alibeck el Egipcio" en
1517 (en Menfis). es más probable que date del siglo xvni. y que haya
sido hnprtfO a partir de un manuscrito mucho más antiguo. No se co-
noce ninguna versión completa de este libro, si bien partes que no
figuran en esta edición aparecen claramente en textos italianos más
irodcrnos.

26
preuauos tic touo necmcero mcüicval era el titulado Magia ivegra Ver-
dadera, el cual, también, era imputado a fuentes hebreas. Deriva, de
hecho, de I M Clavicula de Salomón. Célebre porque se concentra sobre
encantamientos de muerte y obras de odio, puede haber sido copiado
de un mansucrito análogo a aquel del cual provienen todas las ver-
siones más recientes de la Clavíctda. De esta obra se conoce solo una
edición, y es muy rara: la edición de 1750. Como sucede con todos
los textos de hechicería, las copias pueden adquirirse únicamente u co-
leccionistas y solo de vez en cuando se las encuentra en alguna biblio-
teca. Hasta tanto estos textos sobre magia no sean más accesibles, a los
estudiosos del ocultismo no les será sencillo comparar la intcrrelación
entre cultura y mito que residía tie las prácticas mágicas tanto en
Europa como en Oriente.
Dos grandes fuerzas, además de los propios magos profesionales
fueron responsables de la difusión del estudio oculto de la magia orien-
tal en Occidente. En primer lugar, los investigadores árabes que, obe-
deciendo literalmente el mandato del Profeta que decía "Busca el co-
nocimiento, incluso tan lejos como en China", estudiaron y tradujeron
bibliotecas completas de libros hebreos y permitieron su lectura en
ándie. latín y griego a través de sus afamadas universidades en Espa-
ña. Eruditas occidentales portaron este conocimiento al norte de Euro-
pa, donde los estudios sobre ocultismo se arraigaron tanto como los
estudios «obre ciencias más terrenales.
Bien lejos de las narraciones sobre magia y sobre magos, enterrada
en trabajos poco conocidos sobre la vida y las costumbres de los he-
breos, existe otra fuente de la cual se puede obtener una gran cantidad
de datos: la Biblia. Durante los tiempos bíblicos, la magia judía reco-
nocía diversos tipos de agentes: adivinos, que veían visiones, observando
superficies pulidas, con la mirada fija (Cén. xiv, 5); gente quo pedía con-
sejo a ciertas imágenes —otro tipo tic adivino, como en Ezcq. xxl, 21—
madianítas (Num. xxii, 7), y adivinos entre los filisteos, como lo vemos
en 1 Sam. vi, 2.
Todo esto tiene su contraparte entre otras naciones orientales; en
gran medida su herencia mágica parece provenir de los mongoles tura-
mos que precedieron a los asirios en esa zona. Un adivino, según el rabino
Akiba, es una persona que decide sobre la buena o la mala suerte en
viajes, siembras y otras cosas similares. Diversas autoridades judias
sostienen que tas artes mágicas fueron aprendidas durante el cautiverio

í . n i n i griego eximido do un papiro,


njiio contiene los nombres hebreos de
■lelo arcángeles, a saber: Miguel, Ha-
*£¡A inri, Gabriel, Souricl, ZtizJcl. Dodakiel
y Sulicl.

27
xviii, 11 pareciera responder a esa definición. Sin embargo en Isa. ii,
6, xlvií. 13 y en otras partes, aparece una referencia a adivinos y pro-
bablemente astrólogos, lo cual demuestra que en el cuerpo principal de
magos existía una subdivisión. Los "grabadores" eran los especialistas
en hacer talismanes, con los cuales Europa se familiarizó mas tarde.
Cran parte de algunos textos occidentales sobre magia cstalw dedicada
a estos tal smanes y a su confección.
Hechizos, antihechizos, posesión por parte de los demonios y con-
flictos sobrenaturales: éstos son los ingredientes del mundo mágico de
los semitas. Mucha gente reconocerá ciertas prácticas como la lectura
intentada de la "escritura sobre el muro" o la interpretación de sig-
nos como evidencias de la actividad ocultista. Quizá menos obvios re-
sulten los antecedentes de la famosa batalla mágica entre Moisés
y Aaron y los sacerdotes-magos egipcios". Convertir bastones en ser-
pientes era un truco muy conocido entre los magos de aquellos tiempos
y aún se practica en el Egipto contemporáneo. Lo que realmente ocu-
rre es lo siguiente: presionando la cabeza del reptil, se lo somete a un
estado de rigidez cataléptica, de modo tal que parece una vara. Cuando
luego se lo arroja al suelo, el golpe lo despierta y rompe el estado
hipnótico. Esto fue lo que hicieron los egipcios. Como éste no es un
libro apologético, no es nuestro propósito analizar la cuestión de si el
Itastón de Aarón (que podría haber sido una serpiente similar) real-
mente devoró o no a la vara del oponente. Otras referencias a este
punto interesante pueden obtenerse de los trabajos de Maury, I<anc y
Thompson **.
La dcmonología judia, conformada por los demonios y los espíritus
malignos de todas las civilizaciones heredadas por Israel, constituye
una lectura impresionante. El rabino Mena jen sabía que los demo-
nios son tan numerosos quo si el ojo desnudo los hiciera visibles, harían
Imposible la vida del hombre. No todas las personas son igualmente
susceptibles a sus ataques; sin embargo, es a los rabinos a quienes
persiguen, para atormentarlos. La razón principal por la cual los rabi-
nos usan mantos es para mantener alejados a los demonios. Es posible
que las capas que todos los brujos han adoptado tuvieran cite carácter
protector en su origen.
El peor momento para ponerse en contacto con los espíritus es
durante la noche, cuando Igcret vuela en compañía de cientos de miles
de demonios inferiores excitados, todos dispuestos a hacer daño, y a
comprobar que este daño seu efectivo.
Durante la noche, continúa diciendo esta autoridad, nadie debiera
dormir solo, para no permitir que Lilít entre en acción. Lflit, por su-
puesto, es el Súcubo bíblico, que seduce a los hombres. En la Erudición
rabínica existe una variada literatura acerca de cómo este espíritu adop-
tó forma femenina y sedujo a Adán. Ella es un demonio de origen
acadio —Celal o Kiel-Gelal- y su nombre en hebreo y en inglés deriva
del a sirio Lil.
Una creencia entre los cabalistas judíos era que el esquivo Nombre
. .... >u .. " i . . . moa magia pouu realizarse, fero, igual que en el Libro
de Thot. este nombre sólo podía ser utilizado por los iniciados, so pe-
na de terribles castigos sobrenaturales. Escritores hebreos posteriores llegan
a afirmar que ese era el mismo Nombre que Jesús pronunciaba para
realizar sus milagros.
Allí donde se creía que abundaban los demonios, los magos y los he-
chiceros trabajaban constantemente. Parece posible que muchos de aque-
llos reputados como brujos fueran meramente excéntricos. A esta dis-
tancia, resulta difícil saber por dónde empezar para separar a los unos
de los otros. Tomemos por ejemplo, del vigésimo segundo capítulo del
Éxodo, la famosa línea "No dejaras que viva ninguna hechicera". ¿Qué
clase de hechicera es éslo del versículo 18? Algunos dicen que la palabra
hebreo kaalishefá utilizada allí significa solo "envenenadora", lo cual cam-
bia el significado ¡ K i r comphlo. Es similar a lo palabra veneficus, como
está traducida en I. i versión latina de la Septuaginta. I.a verdad pro-
dablemente la encontraremos al di terminar si una bruja era considerada
también una envenenadora, tanto en un sentido simbólico como reul.
I ' n i . n i l - - el siglo xvi se conocían varios casos de brujas que habían recu-
rrido al envenenamiento de la victima cuando fracasaban los métodos
mágicos. Uno de estos casos es el del asesinato de Sir Thomas Over-
bury.
Como liemos visto, la hechicería contaba con la desaprobación ex-
plícita de ia autoridad establecida de los hebreos. Pero, tal como muchas
otras cosas prohibidas, de lodos modos afectó la vida humana durante
ese periodo. Aquellos que no suscribían a las Escrituras, proveían adep-
tos para el culto. Incluso entre los creyentes, la historia demuestra
qui* los |)críodus de angustia y de duda vol cu ban a las personas devotas
lucia la brujería. Lo% teólogos reconocen este vínculo entre la reduc-
ción de 11 fe y d volverse hacia las artes "ocultas" (por ejemplo, la
magia) Y, por supuesto, la virtud de Job fin- probada mediante una
sucesión de desastres.
El IVuteronomio (xviü. 10) dice: "No ha de hallarse en ti quien
luga paiar a su hijo o su hija por el fuego, ni autor de adivinaciones, ni
agorero por las nubes, ni adivino, ni mago, ni encantador, ni consultor
de espectros o adivinos, ni evocador de muertos".
MUIIIM ' S según II Reyes xxi. hizo que su hijo pasase a través del
luego. En lo actualidad, los árabes a veces pasan sobre una llama, pan
alejar a cualquier espíritu maligno (pie pudiera seguirlos. El mismo rey
de Judá "observaba los tiempos, y utilizaba encantamientos, y trataba
con espíritus familiares y brujas**, realmente lodo un rey-mago.
Saúl. Rey de Israel. desalentado por el curso de los aconteci-
mientos y desilusionado ante la conducta de sus vasallos, había aban-
donado I t esperanza de recibir respuestas de Dios, y fue llevado a
consultar a la adivina de En-Dor. Sumido en sus problemas, había olvi-
dado que - 1 mismo a menudo liabia perseguido y matado a los magos.
La mujer le dijo que había visto a un anciano que usaba un manto
(no liay materialización real aquí, parece) cuya descripción fue reco-

13
nocida por el rey. Cayendo de rodillas, Saúl escuchó lo que parecía
haber sido la voz de Samuel —a quien oyó pero no pudo ver— que le
contaba acerca de su propia derrota y muerte. Este retorno a la prác-
tica tradicional de los reyes, de consultar — e incluso de mantener— a
magos y hechiceros, quizá sea muy censurable a la luz de las normas
monoteístas. Pero no puede decirse que carezca de precedentes. Desde
tiempos inmemoriales los magos, asi como también los practicantes de
otras artes, contaron con el patronazgo benigno de los monarcas. A
menudo nos encontramos con referencias que apuntan no solo al poder
que detentaban los magos, sino también a las grandes recompensas que
recibían. Quizás una de las mayores sumas pagadas a un adivino fue
la que recibió Elias —cuarenta camellos cargados de mercancías— cuan-
do lo consultó Bcnhadad. rey tie Damasco, para saber si la enfermedad
que padecía era o no fatal.
La gran corriente de la magia judia se extiende, en su forma mo-
derna, hasta mucho más allá de las orillas mediterráneas orientales. Un
descendiente de aquellos adivinos bíblicos fue el sorprendente Nostra-
damus, quien sigue siendo un enigma aun hoy. Tan poco increíbles
resultaban sus extrañas profecías que recientemente se realizó un filme
que demostraba que varias de ellas se habían cumplido.
Nacido en Provenza a comienzos del siglo xvi, se decía descendien-
te por su madre de un médico-astrólogo de hi corlo del rey Rene. Desdo
sus primeros años mostró aptitudes para la magia: "a la edad de die/,
años daba lecciones sobre temas ocultos a personas que lo doblaban
en edad" ... pese a la desaprobación de su padre, quien quería que
estudiase medicina.
Sea como fuere, Nostradamus M se convirtió en un hombre de apa-
riencia agradable, que lucía una barba, y en el oño 1525. cuando él
tenía veintidós, la ciudad fue asolada por la plaga y el hambre. Las
médicos eran escasos y él comenzó a poner en práctica una cura que
había creado. El resultado fue una sucesión do recuperaciones espec-
taculares. Nostradamus no quiso —o no pudo— explicar a los médicos
la base de la medicación, pero ellos sabían solo que poseía un polvo
secreto y que este polvo servía. Se le otorgó entonces un doctorado ho-
norario en medicina, y continuó con sus estudios sobre lo oculto.
Otra cosa extraña en él era que parecía haber desarrollado poderes
do presciencia. No existen indicaciones sobre cómo actuaban estos po-
deres. Naturalmente, era sospechoso de tener una alianza con Satanás;
durante las acusaciones, a las cuales no se dignó contestar, sobrevino
otra plaga, y Nostradamus fue acusado de haberla causado. Pero él salló
de ello, y llevó su polvo a lugares donde todos los médicos afamados
habían fracasado. Los ciudadanos, agradecidos, le acordaron una pensión.
Luego de haber combatido otra plaga en I.yon. de haber sido nue-
vamente acusado de brujería y de haber realizado numerosas predic-
ciones, Nostradamus fue llamado a lo corte del rey Enrique y nombrado
médico real. I JI única pista que poseemos para establecer los antece-
dentes posibles de sus estudios es el dibujo del horóscopo del rey y la

30
atirmacion ele que sus estudios se reterían principalmente n )u cabala,
aquella filosofía esotérica de los judíos.
La cabala fue estudiada —y sus resultados practicados— en secreto.
Su literatura, tal como la de los Sufis y otros filósofos de los dominios
do la así llamada "Gran Tradición", estaba profusamente adornada con
simbolismos, junto con la alquimia es ln materia más difícil de com-
prender para lus no iniciados, incluso por su terminología.
El poder, sostenían, se escondía de la publicidad, y debía ser obte-
nido en secreto y a través del secreto. Del mismo modo, su uso debía
ser secreto. Incluso las mismas enseñanzas se veían debilitadas cuando
eran impartidas a personas incrédulas: "conocimiento es poder; conoci-
miento compartido es poder perdido". Silencio, discreción, fidelidad,
esos eran los sellos distintivos de los estudiosos de la cabala.
Todo el bien emanaba de un punto, ni que los cabalistas llamaban
Dios. Igualmente, todo poder benéfico era alcanzado y ejercido solo a
través de este punto. El poder y las características de Dios estaban
divididos en diez categorías, las Sefirot.
Estos secretos esotéricos eran similares, y algunas veces iguales, a
los de otros sistemas, judíos y no judíos, durante el apogeo oriental y
occidental de las practicas ocultistas. Los gnósticos empleaban gemas
y cifras para ocultar aquello q u i - consideraban grandes verdades; algu-
nos grupos de "nuestros" enseñabau a sus discípulos que el simbolismo
de sus ritos les Itabía sido revelado en sueños por la divinidad, otros que
ellos eran» meros receptáculos de la quintaesencia del Saber, cristalización
de cones de sabiduría e iluminación. Como los judíos y otras culturas,
conocían multitudes de ángeles, buenos y malos; los sueños y los por-
tentos tenían su propio lugar, adecuado e inadecuado, según el caso.
Los platónicos creían en los "ángeles cuidos"; había tantos ángeles
en el mundo inferior como en el superior. Estos son los prototipos de
las apariciones y de los espíritus familiares. Existe la venganza de los
malvados y de los impíos; espíritus malignos deseosos y ansiosos por
causar daño y temor. Los gobiernan cuatro reyes dañinos que habitan
en lugares cercanos o la tierra, pero dentro do In tierra misma.
Otros dividen u estos espíritus malignos en nueve grados: los pri-
meros son dioses falsos que logran ser adorados y que requieren sacri-
ficios. Uno de ellos, decían, fue el que habló con Jesús y le mostró
todos los reinos del mundo. Una historia similar se cuenta acerca de
Mahoma y el espíritu maligno que trató de pervertir su misión. En se-
gundo lugar se encuentran los espíritus de la mentira, tales como los
que salieron de ln boca de Ahnb. En tercer lugar están los espíritus
de la iniquidad: el Génesis relata que Jacob dijo: "Los espíritus de la
iniquidad están en sus moradas; que mi alma no entra en su consejo" V
En cuarto término, según el pensamiento judco-cristiano más recien-
te, siguen los vengadores del mol. quicni s imitan milagros y sirven a las

• Ver. 5-6, do interpretación dudosa y muy diversamente traducidos. Si se Ice


"vasos de Iniquidad", esto puede entenderse como una referencia - i espíritus
malignos.
V de la T . )

31
brujas y los hechiceros: dicen que uno de ellos fue el que habló con
Eva. Su principe es Satanás, quien "seduce al mundo entero, hace gran-
des signos, y logra que el fuego descienda del cíelo a la vista del hombre".
Luego vienen aquellos espíritus que se unen al trueno y al relámpago,
corrompen el aire y provocan las pestes y otros males: los espíritus
que, pensaban, hablan ayudado a Nostradamus. Tienen poder sobre la
tierra y el mar, y controlan los cuatro vientos. Su príncipe es Mcrírim,
un demonio bullente y furioso llamado el "príncipe del poder del aire".
Francis Barrett —el último de los grandes magos confesos— escribió
a principios del siglo xix acerca de estos poderes y de las diversas for-
mas en que se revelun a los humanos; también escribió sobre profecías,
símbolos y signos y toda la gama de la magia occidental, casi totalmente
heredada de fuentes judías:
"El alma", dice el Magom, "puede recibir verdaderos oráculos e.
indudablemente, en menos nos cede profecías reales: allí aparecen luga-
res y hombres desconocidos, tanto vivos como muertos. Lo que va m
suceder nos es anticipado. Sin embargo, existen personas cuyo intelecto,
agobiado por los excesos del comercio carnal, está adormecido o su
imaginación es tan pobro que no puede recibir las formas y las repre-
sentaciones que fluyen del intelecto superior, lo cual significa, digo, que
esto hombre está totalmente incapacitado pañi recibir sueños y profetizar
por ellos "
Los sueños, entonces, son considerados por Barrett —como por mu-
chos de sus predecesores y cofrades de todo el mundo— como medios
validos para la trasmisión del conocimiento oculto. Algunos de los psico-
antropólogos más rnodernos incluso sugieren que es en el sueno donde
debemos buscar el origen mismo de la creencia humana en lo sobre-
natural. Los sueños bien pueden haber sido lo primero que llevó al
hombre a sospechar la existencia de otros mundos y seres con los cua-
les comunicarse. En los trabajos sobre magia de los judíos y otros pue-
blos figuran numerosos procedimientos para la "obtención do sueños",
y han desempeñodo un papel significativo en el ocultismo.

32
CAPITULO 3
SALOMON: REY Y MAGO

Ciertamente. Siloroóci f u e el mi» grande da ka magos. Tenia poder sobre


ka pitaros y Las bestias, y sobra ka hombrea. Jalda los mis importantes
basta ka que no lo eran. ¡Llamad, entonces, a ka espíritus y a ka genios
en su nombre, y con su SeOo: y triunfareis, U ésa es la Voluntad de Alai
M d f - . l i . ! ( . h i l u b (('«ir de loi Cenawnti), riuDiucrito persa dd año 1000
de la Urgirá.

Si existe algún puente entre las artes mágicas de Egipto, Israel y


Occidente, sin duda se trata de la colección de trabajos, métodos y tra-
diciones atribuidos a Salomón, hijo de David, tercer rey de Israel.
Tanto la Biblia como el Corán contienen referencias al rey-mago:
su vida se narra en las Mil y Una Noches y en incontables obras de
ficción y fantasia. En grimoríos europeos más recientes, su nombre
es empleado por el hechicero para convocar y dominar a Lucifer, y
obligar a este espíritu a devolver tesoros. Aparto de la masa de leyen-
das c historias apócrifas que datan del siglo i x antes de Cristo, ¿qué
es lo que podemos establecer acerca de la verdadera vida y actividades
de este hombre? Necesitaríamos un volumen entero para considerar solo
la vida mágica de Salomón, pero podemos encontrar algunos hechos
comunes. Debemos recordar siempre que algunos de los documentos
mágicos supuestamente derivados de textos del rey Salomón, pueden
de hecho ser obra de rabinos u otras personas con el mismo nombre.
Es difícil, por otra parte, probar que muchos de los textos no son fal-
sificaciones.
Los cronistas árabes, por encima de todos los demás, se destacan
por la atención que prestaron a la faceta ocultista de este hombre ex-
traordinario.
De acuerdo con la mayoría de ellos, Salomón no solo viajaba por loi
aires, sino que también lo hacía toda su corte, sobre la Alfombra Vo-
ladura original. Confeccionada con una cierta seda verde, esta ulfom-
bra era capaz de trasportar a cientos de personas a la vez, y era escol-
tada siempre por bandadas de pájaros. Una tradición judía afirma quo
la alfombra medía sesenta millas cuadradas (06540 m1) y que estaba
tejida con seda verde e hilos de oro.
Se suponía que el poder de Salomón sobre todos los espíritus y

IV
ciclismo:., y especialmente sobre ios genios (djan) derivaba de la pose-
sión de un anillo mágico, confeccionado con las joyas de los ángeles
gobernantes de los cuatro elementos. También se dice que dentro del
anillo liabi.i un trozo de una raíz maravillosa. Textos sobre magia publi-
cados bajo el nombre de Salomón que circulan aún boy brindan ins-
trucciones para confeccionar anillos semejantes. El Corán recoge la his-
toria (Sura xxi, 81, 82):
"Y enseñamos a Salomón el uso de los vientos que se movían a
su orden, hacia la tierra sobre la cual habíamos dc)>ositado nuestras
bendiciones... y sometimos a él algunos de los seres malignos, que
se sumergieron para él e hicieron otras cosas además". Una de sus es-
posas era hija de Faraón, rey de la Tierra de la Magia, y algunos comen-
taristas sostienen que fue a través de ella que le fueron revelados los
secretos.
A menudo se menciona la abubilla como el pájaro quo Salomón
utilizaba como mensajero; algunos manuscritos árabes contemporáneos
brindnn instrucciones para el empleo de los huesos y la "piedra de los
nidos" de esta ove, idénticas a las que se encuentran en grimorios
publicados durante la Edad Media, bajo el nombre de Salomón.
Me he encontrado con una antigua referencia a un pasaje oscuro
de la Biblia, que puede estar relacionada con la abubilla. En I Reyes
ÍI, 22, se nos dice que "Hadad" rogaba al Faraón que lo enviara lejos,
"para poder llegar a mi propia tierra". Los estudiosos ámbes afirman
que este Hadad es el mismo que el pájaro mágico lludud, al que se
refiere el Corán como mensajero de Salomón, que por cierto no era un
hombre, y que le trajo noticias de la Reina de Saba M.
Mb Secreto de Salomón, .1.1 Ummeíon.

Como quiera que fuese, en el Corán existen numerosas referencias


a los poderes mágicos de Salomón. "Y con toda seguridad otorgamos el
conocimiento a David y a Salomón... y Salomón se convirtió en here-
dero de David y dijo '¡Oh, hombres! Nos lian enseñado el lenguaje
de los pájaros y nos lian dado todas las cosas. Con certeza ésta es una
clara distinción'. Y los ejércitos de genios, y los civilizados, y los pája-
ros fueron congregados ante Salomón y desfilaron, I Insta (pie llegaron
ni valle de las Hormigas. Dijo una de las hormigas: 'jOh vosotras Hor-

34
migas? Dirigios a vuestras moradas y no dejéis que Salomón os aplaste sin
saberlo.'"»
Este pasaje, leído en su versión árabe original, muestra a Salomón
como conocedor del lenguaje de las aves, una ¡dea que está muy gene-
ralizada. El versículo agrega que Salomón oyó las palabras de la
hormiga y se rió, demostrando en consecuencia su capacidad para
oír y comprender lo que decían las hormigas.
La magia salomónica se relaciona también con ciertas facetas muy
importantes de observancia rituales comunes a casi todos los sistemas
mágicos. Mucha gente está familiarizada con el Sello de Salomón, la
figura por medio de la cual él podía atraer, amarrar y encerrar a los
espíritus. Mediante este sello el Genio de las Mil y Una Noches fue
confinado a una botella durante diez mil años. Hubo alguna confu-
sión entre la Estrella (sello) de cinco puntas de Salomón y la Estrella
o Escudo de seis puntas de David, considerada también como un talis-
mán poderoso contra el mal, y empleada como protección do la misma
manera que la Cruz. Ambas Estrellas se utilizan en diversos rituales
mágicos de origen árabe y judío.
lai antigua teoría egipcia del "Supremo Nombre de Dios" —una
Palabra de Poder— que es tan potente que no puede ser ni pronunciada
ni tan siquiera pensada, aparece en la magia salomónica. De hecho,
algunos escritores afirman que gran parte de los poderes del rey deri-
vaban de un anillo que tenía grabado el Nombre Supremo. Los escri-
tores árrabes y los judíos coinciden en esto; los primeros agregan que
el anillo estaba hecho de bronce y hierro.
El Tesfomenro de Salomón M, que se le atribuye pero cuya autoría
es imposible de probar, narra que él apeló al ángel Miguel para que
lo ayudara a subyugar a los demonios. El ángel le entregó un anillo mágico,
con un sello grabado. Armado de esta manera, Salomón podía conjurar
a todos los espíritus del mal y obtener de ellos información valiosa.
Esto se lograba "amarrando" al demonio con frases mágicas y obligán-
dolo a atraer a otro espíritu, que a su vez traería a otro, etcétera, hasta
que se hacía presente toda la multitud infernal. De esta manera Salo-
món podía preguntar o cada demonio su nombre y signo, y el nombro
con el cual debía ser convocado. Esta información conforma la mayor
parte do la Clavicula de Salomón, que también so lo atribuyo: obra
que apareció y reapareció en numerosos idiomas o través do los siglos.
Se trato, quizás, del grimorio más conocido.
En hebreo esta Clavícula se llami Maftéah Shrlomóh, mientras que
las versiones latinas generalmente se titulan Clavículae Salomon!*. La
obra se divide en dos partes, y abarca invocaciones, encantamientos y la
confección y el empleo de diversos tipos de talismanes en forma de es-
trellas de cinco puntas (pentáculos).
Un texto áral>c sobro magia, titulado Kitab al-'Uhud, es probable-
mente el mismo Libro de Asmodeo, que se menciona en el Zohar judío
cabalístico como el que fue entregado al rey Salomón por el espíritu
Asmodeo, y que contenía fórmulas para lograr la subordinación de los
demonios". Se eslabona con la Clavícula de Salomón, y ha tenido

35
una influencia considerable sobre los tratados de magia del Medio
Oriente.
Una gran cantidad de obras atribuidas a Salomón o bien existen
o bien son mencionadas en otros textos sobre magia. Una de ellas, de
importancia, es La Obra Divina, de la cual se dice que fue dictada
por ángeles, un libro de medicina y alquimia, que influyó enormemente
sobre los estudios árabes acerca de las Artes ocultas. Otros tratados,
que se han perdido, estaban referidos a temas diversos más filosóficos.
Otro, que dio lugar al nombre de Almadel que se emplea en muchos tex-
tos sobre magia, es el Séfer ha-Almadil hebreo, que trata sobre el circulo
mágico, esa figura indispensable dentro de la cual todos los magos se
refugian de la malignidad de los espíritus. La confección del círculo,
su ubicación y los signos que deben ser escritos dentro de sus anillos
concéntricos, constituyen una parte importante de la magia salomónica
y, por cierto, de la mayoría de los ritos mágicos de todo el mundo.
Existe la teoría de que el nombre del libro proviene del árabe Al-Mán-
dal ("El Círculo"). Es interesante señalar que algunos de los signos
que se emplean en la magia salomónica —círculos o sellos— poseen un
parecido más que superficial con símbolos análogos empicados en la
magia y la astrología chinas. Uno de los ejemplos más evidente de esta
analogía puede observarse en el simbolismo que se emplea paro marcar
constelaciones y estrellas tanto en el sistema judío como en el chino.
No tengo noticias de que este hecho haya sido observado o señalado
con anterioridad.
CAPITULO 4
EL OCULTISMO EN BABILONIA

Cayó, cayó Babilonia la grande y hn quedado hecha morada de demonios,


y guarida de todo pájaro inmunda y detestado.
Apocalipsis, xvili. 2.

Los demonios, los diablos y los poderes sobrenaturales dcscriptos


por los diversos pueblos de Asiría y Babilonia forman el arquetipo de
gran parte de la demonología que heredó Occidente (y partes de-Oriente
también). Como ya se mencionó anteriormente, muchos de estos espíritus
fueron traídos por los acridios * (quienes en realidad fundaron la cultura
babilonia) desde las lejanas estepas de la Alta Asia. Por ello encon-
tramos que muchos de los rituales y prácticas que fueron portados
hacia Occidente por los arios, los griegos v los romanos, por los árabes
y los judíos, derivaban do las actividades sobrenaturales que tuvieron
su origen en lo que hoy es la Husia asiática. Los mismos ritos y creen-
cias, en cierta medida, permanecen en su estado primitivo entre comu-
nidades do escaso desarrollo cultural de todo el mundo, principalmente
los siberianos, loe esquimales y otros pueblos mongoles. Otras civiliza-
ciones, tales como la china y la japonesa, los asirlos y los egipcios, adop-
taron y adaptaron los cultos a su propio estilo de pensamiento. Esta es
una de las respuestas a la debatida pregunta sobre si toda la magia
tiene, en alguna parte, una raíz común. No obstante, no constituye la
respuesta completa.
Las formas acadias (mongoloides) puras de esta magia so conser-
van aún en las tablillas bilingües de colecciones tales como la Biblio-
teca de Asurbanipal; otras tablillas muestran !a fusión con creencias
semitas y otras aún con las de los conquistadores de las regiones mon-
tañosas.
El gesto de levantar la mano era para los babilonios la señal del
comienzo de un rito mágico o religioso, concepto que persiste aún en
las señales de bendición en general, las cuales fueron descritas en deta-
lle por Ernest Crawley. Si bien las tablillas de Asurbanipal no fueron
recopiladas basta el siglo vn d. C.éstas datan de los primeros tiem-
pos de la llegada de los turamos (mongoloides) al Mediterráneo oriental.
* En el original so usa esta denominación, nún cuando más moderna y precisa
es
¿ilmerar. (N. de la T.)

37
LM tablillas son un tesoro de erudición mágica, dado que el rey
parecía tener la inania de coleccionar libros. Todo lo «pie se escribía
—y esto era en su mayoría temas sobre magia y ciencias ocultas- debía
ser copiado y llevado ante el rey. Existen incluso cartas (también ta-
blillas), en las cuales se solicita que cualquier texto de cualquier tipo
fuera copiado en arcilla y enviado al rey desde todos los rincones del
reino.
Asurbanipal mismo maldice n cualquiera que borre su nombre de
una tablilla: "que Asur y Bilit lo derriben con cólera y con furia y
destruyan su nombre y los de sus descendientes"**.
Algunas de las tablillas, es verdad, contienen plegarias y conjuros
dirigidos solo a un dios; pero la mayoría contiene los nombres de una
gran cantidad de espíritus-dioses individuales que son los antepasados
de nuestros espíritus del mal, como los que reconoce la Iglesia y que
fueron tan diligentemente perseguidos por los eclesiásticos.
Muchas de las tablillas se refieren a las influencias malignas extran-
jeras, y presentan oraciones y súplicas para contrarrestarlas. Se llevaban
a cabo ritos mágicos, y se hace mención especifica de los instrumentos
del arte, entre los cuales no faltan el incienso y ciertos tipos especiales
de madera utilizados para la ignición. El ofrecimiento de miel, dátiles
y granos constituye una parte importante del ritual, y es aquí donde en-
contramos la forma más antigua del círculo mágico, (pie se emplea en
todo el mundo para salvaguardar al mago y a sus ayudantes.
Algunas de las tablillas rtconuendan ciertas invocaciones, conjuros
y ofrecimientos para la curación de enfermedades. Como en los ritos
árabes y de otros pueblos semitas, ataban un nudo en una cuerda, y
luego lo aflojaban, para lograr «pie el enfermo recuperase la salud.
!,os babilonios tenían la fortuna de contar con ciertos procesos (pie
les permitían vencer a los eclipses; de otro modo las sombras permane-
cerían para siempre: para lograr esto, los sacerdotes repetían lo si-
guiente:
"Oh, Sibziana. En los Ciclos, ellos se inclinan ante ti; ltamman
el príncipe del Cielo y de la tierra, a tu orden la humanidad fue nom-
brada. |Da tú la palabra, y haz que el gran dios esté contigo! Da
tú mi juicio, toma mis decisiones. Yo. tu servidor Asurbanipal, el hijo
do su dios; cuyo Dios es Asur, cuya diosa es Asuritu. En el mal del
eclipse (pie ha ocurrido. En el mal de los poderes, de los portentos, mal,
no bien; que están en mi palacio y en mi tierra. ¡A causa del espectro
maligno que está ligado a mí, te he pedido y te he glorificado! |Accpta
que eleve mi mano! [Atiende a mi plegaria libre de mi maleficio!
[Desata mi pecado! Haz n un lado todo el mal que amenace mi vida.
I Haz que el Sidu favorable permanezca siempre junto a mi cabeza y
que, por tu voluntad, me permita vivir!"*4.
Sobre el origen y las funciones de los dioses y los espíritus de la
Mesopotamia, cuna de la civilización, se ha llevado a cabo una gran
cantidad de investigaciones serias. Pero resulta interesante señalar que
las funciones de los dioses como ayudantes de los magos han sido pasa-
das por alto en gran medida por los ocultistas. Sin embargo, el sistema

2-i
babilonio se basaba sobre el carácter sobrenatural y mágico de los
dioses y las relaciones de los humanos con ellos.
Codo victorio sobre un enemigo era registrada, junto con el díos-<s-
piritu con cuya ayuda hablan contado. Los dioses a menudo poseían
forma humana juntamente con facultades y sabiduría sobrehumanas.
Por otra parte, vivieron en el mundo; amaron y murieron como los
demás mortales. Se casaban, y representaban o las estrellas y los ele-
mentos, como los demonios y los espíritus de h verdadera hechicería.
Al morir, sus poderes se volvían absolutos. Cuando un discípulo les
elevaba una plegaria, podían expresar Palabras mágicas de Poder y tejer
conjuros de extraño misterio. Tormentas, inundaciones, terremotos y pes-
tes cron obra do los dioses iracundos: cuando estos cataclismos se hacían
sentir, los dioses debían ser apaciguados. No existía otro camino haciu
la seguridad y el rescate.
Enlil, el dios de la Tierra, era adorado en Nippur; Ea era el dios
de las profundidades. Uru-lci era el dios de la luna, Udu el dios del
sol. Marduk, el dios de la misma Babilonia, recibía toda lo reverencia
posible. Entro otros espíritus-dioses importantes se encontraba Eshidam,
en la ciudad de Cuthah, dios de aquellos que morían en el campo de
batalla.
Es menos lo que sabemos acerca do las diosas. Sus hijos se con-
vertían en dioses gracias a sus padres. La más importante do todas ollas
era Ishtar, la diosa semita de Lis Ixttallas, y deidad local de la ciudad
de Sippar. fin otros lugares era conocida como diosa del amor. Fue
Ishtar (piicn luego se convirtió en la Afrodita de los griegos y la Venus
de los romanos. Yo he visitado su santuario en Chipre, que una vez
fuera el principal lugar de peregrinaje del mundo antiguo. Allí, aun en
nuestros días, existen supersticiones mágicas referidas a ese enorme
lugar en ruinas cercano o la población local griego.
El centro do lo tierra era considerado como el dominio do los muer-
tos: la caverna so llamaba Arallu, Este lugar (que era algo asi como
un infierno a donde iba toda lo humanidad, buenos y malos) estaba
rodeado por muros muy altos y vigilado por demonios. No creían dema-
siado en la reencarnación, ya que el lugar so llamaba Mát lá tari ("lugar
de donde no so regreso"). Los muertos vivían en la oscuridad más com-
pleta y se alimentaban de polvo. Y a este lugar concurrían todos: no
existían ni recompensa ni castigo para los hechos de este mundo en el
más allá babilonio.
Los demonios eran criaturas horribles, en parte humanas y en parte
¿miníales, que probablemente fueron los prototipos de la demonología
occidental. Resulta interesante destacar que muchos de los demonios
esculpidos en el Lejano Oriente se parecen o estos del Cercano Oriente,
y probablemente tengan un origen similar, on la imaginación de las
tribus nómades de Asia Central. Estos Nedu (guardianes) poseían listas
de aquellos que debían ser llevados al infierno; sus "dientes [eran]
largos como colmillos, sus ojos grandes bolas centelleantes, sus garras
largas y afiladas". Tan pronto como una persona moría, los demonios del
Mát lá fííri se presentaban y se hacían cargo del cuerpo luego del funeral,
escoltándolo hacin la morada de la diosa Allatu (llamada AI-Lát por los
árabes; fue una de las imágenes destrozadas por el mismo Mahoma en La
Meca). El aspecto de Allatu era aterrador: tenia cabeza de león y
sostenía una serpiente en cada mano. El entierro del muerto debía
realizarse con gran cuidado, para evitar el peligro de quo el ánima (es-
kimmer) fuese capturada por un hechicero y empleada para embrujar
a los parientes vivos.
Esto panorama de la atmósfera de la vida babilonia resulta indis-
pensable para quienes intentan comprender los ritos y encantamientos,
a menudo complicados, que en aquellos días eran considerados como
esenciales para la humanidad.

Ritos do exorcismo

Allí donde existían demonios, y como se suponía que éstos estaban


preparados para atacar en cualquier momento a liombres y mujeres, la
necesidad de disponer do métodos para combatir dicha posesión era evi-
dente. Cuando un hombre pidió a Jesús que hiciera pasar a una piara
de cerdos el mal que había poseído a una persona, lo que le solicitaba
era la repetición de uno de los métodos corrientes de exorcismo semita,
Ln fórmula decimonovena de uno de los ritos de protección de Asurba-
nipal (actualmente en el Musco Británico en forma fragmentada), ofrece
las palabras de este rito:

(Que le aleje el demonio malvadol |Quc se posean los unos a los


otros! [sic] Demonio propicio, gigante propicio. |<pic pendren Su cuerpo!
■Espíritu de los cielos, conjúralo) |Espiritu de b tierra, conjúralo!

El gran sistema do magia caldco de las excavaciones de Nínive,


figura en los tres importantes trabajos mágicos de los acadios tuninios.
El primero se titulaba Espíritus Malignos y trataba exclusivamente sobre
las operaciones mágicas necesarias para repeler los ntnques de los demo-
nios y los espectros y, por supuesto, parn proteger a las personas do su
contacto.
El segundo libro, del cual no es mucho lo que se ha recuperado,
es una obra de medicina ocultista. El tercero contenía invocaciones e
himnos dirigidos a diversos dioses.
Como ya lo señaláramos, es posible que éstos fueran tres ritos dife-
rentes, un libro para cada tipo de sabio; los astrólogos y los adivinos,
los propios magos, los médicos y los filósofos. Así los cataloga Daniel.
Como ocurre con la mayoría de los escritos ocultistas, los originales, es-
critos en acadio —entonces lengua muerta— eran coasiderados más po-
tentes. I-os verdaderos conjuros e himnos eran recitados evidentemente
en acadio, ya que cada uno está acompañado por una traducción al
asirio, que era el idioma corriente en el momento en que fueron copiados.
La organización o el plan de un conjuro era simple, si bien la
interminable repetición de sus palabras era tediosa. De un análisis de

40
k Malerui Prima
de Ul Profundidades; Dion del Mar Primordial:
Al'SO (Ahí). TIAMAT (Tavlhe)
Lai aguas:
MAM I (Mummul. I.AKMO (Lakhamu).
EI mundo Inteligible
DIOSES-ESPÍRITUS ACADIO-
AS1IUOS

(Sar-lúsar)
ASSUR, Eiposa de Sctn.il

fel 1IEA (Ea)—


Tirmamenl DAVKINA
o: (Bahu).
(Fines
UKKO). (Fines
ANU (Na). WAINAMO
INKN).

Soberano del Universo


Organizado:

MULCE. Jmtl
' Bclit cia.
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HE (Baal), El
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Arabe: Mu
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Enemig Infierno.
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(SIN) losLuna
Encmii;as*:l
Cumplidora des.i.,..-.
Deseos*.
Diosa de las Brujas

I--------------------1
Jupiter:
TISKIIU (bhlar).
Tainmuz I — m — DU7.I
(Adonis).
-tMARDUK
(masc.)
/7.uiunit (fern.)

Cc—nanhh con
Silik-mulu-klii,
y ,uiJ logo al
I '#. ■ ,/; ; DE
Zona tiro.
r
NWUCM.
'St-nora DE ios Infirmas'.

los textos resulta evidente que las


verdaderos Palabras de Poder —el
"Abracadabra"- eran las frases
"[Espíritu de los Ciclos, conjúralo! (Es-
píritu de la Tierra, conjúralo!", que
siempre agregaban, lo mismo que
lo palabra Amanu —Amen— traducida
del acodio Kakama que tenía el

42
mismo significado de "verdad" o "así sea". Algunas veces ampliaban la
fórmula de las Palabras de Poder para apelar también a otros espíritus.
El contenido real del conjuro no parcela tener tanta importancia. De
iito modo, tenemos aquí el final de un conjuro de una persona que
desea protegerse de la brujería y que trata de ahuyentar al mal:

(Espíritu da los Ciclos, conjúralo! (Espíritu de b Tierra, conjúralo!


(Espíritu de Mul-Cebl. señor de las comarcas, conjúralo!
(Espíritu de Nin-Cebl. señora de bl comarcal, conjúralo!
¡Espíritu de Nin-data, poderoso guerrero de Mul-Cebl. conjúralo!
(Espíritu de Nusku, sublime mensajero de MuI-Crlal con.-úralol
(Espíritu de Eni-icna, primogénito de Mul-Cebl, conjúralo!
(Espíritu de Tiskhu, señora de los eterdtos. confúnlol
(Espíritu de Mermes, rey cuya vea es benéfica, conjúralo!
(Eipintu de Ulu, rey de b justicia, conjúralo'
(Espíritus, aicangelcs. grandes dioses, conjuradlo!"

¿Cómo encajan los dioses babilonios con la magia oriental como


totalidad? Este es el punto en el cual la muy controvertida cuestión,
la tradición persistente, de un clero esotérico supremo de magos parece
adquirir una forma vaga. Porque no solo los dioses y diosas del sistema
t ranio (antigua Babilonia) están conectados por adopción y abstrac-
tion con los poderes venerados por los sistemas fineses, arios y semitas ,
sino que en numerosos casos los ritos mágicos de estas y de otras nacio-
nes dependen de los poderes de aquellos dioses, como también los infi-
nitos espíritus relacionados con ellos. Aquí, también, nos encontramos
con la teoría del matta-akttca: la creencia en que existe una fuerza sobre-
natural difundida en la atmósfera y que es personificada como un poder
que se encuentra dentro de todos los hombres. Es hacia la concentra-
ción de esc poder esquivo, y su ayuda para influir sobre espíritus y dio-
ses. " ] ' i c se dirigen las actividades de los magos.
Se han realizado intentos por relacionar entre sí a los dioses de los
griegos, los egipcios. los babilonios y los hindúes, algunos más plausibles
rpie otros. Ese no es el objetivo de este libro; aunque ese tema toca
11 nuestra investigación en numerosos puntos. La referencia a la repre-
sentación esquemática de las deidades asirio-acadias y sus esferas de
jKxIrr. que ofrecernos en este trabajo, mostrará esta relación con mayor
claridad que las palabras en sí mismas.
La concentración del pensamiento entre los fineses, cuyos ritos
preliminares de inducción de frenesí he observado, se lograba de una
manera semejante a la de los indios e incluso a la de los sudaneses:

Según Ui creencia» finesas, lodos loi Immtires llevaban dentro de sí


di'Sde el nacimiento un espíritu divino que era su companero i t i * paral '.■
du-
rante toda b vida. Este espíritu se unía más a su sujeto en la medula en
que éste se separaba de las cosas terrenales para retirarse al s-iutuariu de
su alma. Esta era una fuente importante del poder del mago **.

Y. por supuesto, los de China y japón.

43
Aquí tenemos una analogía marcada con muchos sistemas místicos,
incluyendo el de los guru de la India y el principio suit de los árabes
ul ármeos.

El aspíralas a un éxtasis trascendental. TULLA INTOON, a un elevado


cstailo de excitación del alma, TULLA IIALLORHIN. en el cual él cobraba
serm-tanu con rl espíritu que lo habitaba y M identificaba por entero con 41 M.

Nuevamente el factor espiritista y nuevamente el principio do fre-


nesí c identificación de los derviches y fakires...

El utilizaba medios artificiales, drogas intoxicantes, por ejemplo [com-


parólo con los cultos migicos occidentales! con el objeto de alcanzar ese
estado de «citación, poique era tolo entonces cuando él lograba, por asi
decirlo, deificarse, y reo baa el homilía )c de loa genios y espintus oV la natu-
raleu .. . cata doctrina ... prevalecí* tamUén en los testos sobre magia
de los acadins [babilonios]. Esto constituye una afinidad de concepciones y
creencias que n de una gran Importancia, dado qua no te trola di una de
emu Idea» nalmalet que mrgen Indeitendienlemenle en medio de nacional
totalmente diferentes, (La bastardilla es mla.)«

¿De dónde, en esencia, provino este poder mágico? ¿Quién lo ense-


no, o lo inicio? ¿Cuál es, de hecho, la fuente del mana-akaca. Fuerza
Vital? Ks ftquí donde resulta esencial el conocimiento de la demonología
y la teología de las naciones prehistóricas.
Kntre los fineses, los magos concentraban sus invocaciones en torno
del espíritu de toda vida: Wainamoincn. "El fue quien me enseñó sobre
magia, él que fue el fundamento de toda vida, señor de las aguas, espí-
ritu del fuego. "En estos aspectos era casi idéntico al Hea acadio. Señor
de la Vida. Como el Thot de los egipcios, no sólo creó la magia sino
<pte brindó a los hombres el conocimiento de las Palabras do Poder.
Se cree que. en su concepción, era similar al Ka egipcio, y comparto
con él incluso la función relativamente menor de distribuir poder y bene-
ficencia a través del sudor de su cuerpo.
I AS poderes adquiridos por los magos escandinavos medíante su
consagración al Espíritu de la Tierra no difieren demasiado de la ttu-
maturgía tradicional de los magos de cualquier otra parte del mundo"":

I • iiinuiiTutitrn entró en la can que cataba llena de personal que con-


vrrnlun. Algunos, que vestían Lugos mantos, se sentaron en loa astenias,
lot cantores quedaron aturra, los ireilMlores debajo del portal, y habla Instru-
nimios musicales en tomo a toda l.i paml. Los magos se sentaron cerca
del hogar, cu el litio de honor. Entonces él tómenlo a trjei con|uios. Tan
pronto romo rinpezó a cantar, incluso los mrfores Cantores Sintieron que solo
podían emitir notas discordantes. Hasta sus manos parecían estar enfundada!
en guante! de piedra, y sintieron piedras whre sus cabezas, y sus cuellos como
amarrados con collares de piedra!.. . los hombres fueron arrojados dentro de
un trinco conducido por un gato de cstrafto colorido... que los llevó ai
Mural» de Im Espíritus M.-lMrnos... y cnanto él recitó nuevamente, a* tiro-
faron dentro del Golfo de la Tierra de los lipones, cuyas aguas ton la bebida
de los magos sedientos... Entonces él volvió a cantar: y la gente fue
lanzada dentro del golfo turbulento que devora. . , Entonces Lemmlnkainen
desnostró, por medio de sus ritos mágkos. que él pensaba que los bombees
de edad mediana y los jóvenes eran tontas...

La comparación con los rituales mágicos y religiosos ele otras nacio-


nes evidenció una buena cantidad de correspondencias entre los poderes
ocultos considerados como exclusivos de una u otra comunidad, o al
menos como inventados por ellas. En el mito y la leyenda de los súmero-
acadios, así como también en sus conjuros y encantamientos, las referen-
cias a las historias y los poderes de los dioses permitieron a los inves-
tigadores reunir una lista parcial que demostraba su relación mutua.
De estos hechos lian resultado algunas conclusiones interesantes.
La trinidad formada por el Ciclo, la Tierra y el Infierno fue con-
siderada como fundamental en los sistemas finés y caldco, como los
elementos que debían ser propiciados y cultivados como fuentes do
poder. Samas (el Sol, y en cierto modo un aspecto de la Tierra) estaba
conectado con el Ra egipcio. Aun más interesante resulta la conexión
del dios acadio Mulgc en el sistema semita y otros. Este espíritu, muy
solicitado con propósitos mágicos, es a la vez el núcleo de la magia
acadia y una figura central en diversos sistemas de lo sobrenatural.
Como Bel, era llamado Baal en la Biblia y Set entre los egipcios. Parn
los semitas babilonios, Mulgc era Belit, Señor (y algunas veces Se-
ñora)1* del Infierno: el Ilmarinen finés. Era el antiguo dios semita del
amor y do la guerra, la Piedra Negra fenicia, la Al-Lat do Arabia, quien
desposó a su propio hijo. Saturno. Era venerada c invocada como Ishtar,
o era a veces el demonio Astarot, el bienamado de los brujos. Denomi-
nada Afrodita por los griegos, esta diosa de los diversos nombres era
también conocida como Tislchu o Tammuz ("Que destruyo enemigos",
"que logra los deseos"); como Venus por los romanos, quienes lleva-
ron su culto hasta Gran Bretaña; novia de Adonis, el antiguo dios Duzi,
y como la hermana de la Nankí-Gal acadia, "Señora do los Infiernos".
Aquí nos cncontromos con las verdaderas raíces del sistema demonio-
espíritu-dios del cual se desprende gran parte de la magia oriental —y
occidental— tal como la conocemos en nuestros días. Los títulos, "que
destruye..., que logra...", constituyen una síntesis perfecta de los de-
seos de los magos.
Además do los dioses, la magia babilónica tenía conocimiento de
un nutrido conjunto de espíritus, generalmente relacionados con el mun-
do invisible y que conectaban a dicho mundo con la humanidad. Que
los dioses y los demonios estaban estrechamente aliados se demuestra,
por ejemplo, en el hecho de que la hija del dios acadio Anu (Dios del
Ciclo) tuvo una hija-demonio, Labartu, la Enemiga de los Niños. Todos
estos elementos, dioses, espíritus y planetas, estaban vinculados en un
sistema que dio origen a la astrología y, probablemente, a la Cabala
judía, la ciencia de la filosofía numerológica que afectó a numerosos
otros sistemas, incluyendo el gnóstico. Todos ellos influyeron profunda-
mente sobre la magia occidental.
*

30

45
I < >s genios o rsplrítus incluían a los siguientes, que tenían analogías
con tos de los semitas y otros pueblos: los ALU. destructores, cuyo do-
minio era el pecho del hombre; los EKIM. quienes trabajaban en los
intestinos y que poseían un Número Secreto (hasta ahora indescifra-
do) de cuarenta sexagésimos; los TELAL, o guerreros, que estaban
conectados de cierto modo con la mano y cuyo número místico perma-
nece ignorado aún **. los Staskim, los "Emboscadores", con la fracción de
cincuenta sexagésimos; los Utuq, antiguamente demonios malignos en
general. Además de éstos, se encontraban los ARDAT, o pesadillas; los
Súbucos (Lilith, Elil), los Uruku, duendes y gigantes Llamados Lommo.
Estos eran de alguna manera similares, pareciera, a los genios buenos
y malos de tos árabes. Muchos do los genios eran benéficos o malignos,
según cómo se los empleara. Esta forma de pensamiento parece conti-
nuarse, desde aqui hasta la magia occidental, con procesos para la
evocación de espíritus "que harán lo que tú desees". Los espectros, los
fantasmas y los vampiros pertenecen a la clase de Labartu. hija del dios
Ami. el Cielo.
CAPITULO 5

MAGIA EGIPCIA

Hrgirta, porque estás partido en dos, tu alma rati encogida, tu nomine


maldito está enterrado en el olvido, el silencio lo cubre y ha caldo.. .
Libro del derrocamiento de Apep, época de lot tolomeoi.

Que las prácticas mágicas de los judíos y los egipcios estaban rela-
cionadas, es un hecho demostrado a través de las numerosas referencias
a este tema que aparecen en libros sobre literatura y religión. Ademas
de este testimonio, también sabemos que los semitas —como los griegos,
los romanos y otros pueblos de la antigüedad— estaban firmemente
convencidos de la superioridad de la magia egipcia con respecto a la
taumaturgia de otras tierras.
Como nos lo revelan la Biblia y el Corán *', Moisés era uno de los
mejores discípulos extranjeros de los egipcios en la práctica del Arte.
Como ellos, usaba un báculo o cayado; como ellos, logró que se abrie-
ran las aguas. Incluso conocía algunas de las "palabras de poder" de
los sacerdotes faraónicos.
Cuando Moisés libró su famoso duelo mágico con los hechiceros
del Nilo, la magia era ya una parte integral y floreciente de la religión
egipcia. La realeza, los sacerdotes y el pueblo se hallaban inseparable-
mente ligados por la magia. ¿No fue el hijo mago de Ramsés II quien
desafió a Moisés con sus artes en el año t.100 A.C.? " líoscienlos años
antes, nos dice el Papiro de Westcar, el Sumo Sacerdote de la época
llevó n cabo un milagro idéntico al de la "partición de las aguas" de
Moisés.
Tan floreciente era la práctica de la magia en el Egipto del año
3000 AC. que el mismo nombre del pafs pasó a nuestra lengua como
un sinónimo de ella. Asi como la antigua palabra semita imga dio lugar
al término occidental magia, uno de los más arcaicos nombres con
que se designaba a Egipto (kemt, oscuní, negra) dio lugar a la ex-
presión Magia Negra, como traducción do Magia Egipcia. Egipto, por
supuesto, no fue llamado "Negro" por el carácter diabólico de su ma-
gia, sino por el color de su tierra después de las inundaciones cau-
sadns por los aguas del Nilo*1. Otro término, alquimia (en árabe al-
kimlyya) también deriva de este mismo nombre. En otras palabras.

47
los términos "Alquimia" y "Magia Negra" derivan del significado origi-
nal de "Arte de Egipto .
Con la posible excepción de la controversia sobre la Atlántida, se-
guramente no existe ningún pais sobre cuya historia antigua y activida-
des ocultistas se haya escrito tanto, y desde puntos de vistas tan diver-
sos. Según versiones incompletas sobre rituales que se llevaban a cabo
en el Valle de los Reyes y que fueron llevadas de regreso al desierto
por los beduinos árabes y adornadas desde entonces a través de todo
el Cercano Oriente, Egipto era implícitamente considerado como un
país poblado por una raza de hechiceros. Durante la Edad Medía,
esta idea, reforzada por las citas bíblicas y por los magos semitns, se
arraigó con firmeza en las mentes de los hombres. Aun durante el pe-
ríodo de las investigaciones científicas sobre las Pirámides y otros mo-
numentos faraónicos, los ocultistas occidentales rivalizaban entre sí para
descubrir misterios en to<lo lo que fuera egipcio. Naturalmente, esto
produjo una reacción. Un grupo de observadores, muchos de ellos con
un conocimiento real no mucho mayor que el de la escuela empirista,
denunciaron que la magia egipcia no constituía una realidad concreta.
La única "magia" de los egipcios, dijeron, era su religión.
I-a verdad, como do costumbre, se encuentra en el justo medio.
Sallemos que en el antiguo Egipto, magia y religión se hallaban ligadas
íntimamente. También sabemos, a esc respecto, que la mayoría do las
formas ¿le la magia tienen afinidad con los sistemas religiosos. Los pa-
piros y las inscripciones do las tumbas nos proporcionan numerosas
indicaí MIIH - S de que los ritos que resultan familiares a los estudiosos de
lo oculto eran conocidos en el antiguo Egipto, y probablemente origi-
narios de allí. Y esto sin mencionar eJ testimonio de los casi infinitos
volúmenes provenientes tic fuentes secundarias -los informes griegos,
.11. tin i y hebreos— que contienen procedimientos que muy posiblemente
incluyen algunos de aquellos practicados por los sacerdotes de Isis.
Amulrto del Alma

¿Realizaban milagros los sacerdotes egipcios? ¿Poseían, do hecho,


conocimientos que aún permanecen ocultos para nosotros? Aquellos que
desean creer on estas cosas dirán que sí. Aquellos que consideran como
verdad a las escrituras judías, cristianas y musulmanas, dirán que no
existe duda alguna. Otros tratarán simplemente do examinar las evi-
dencias e intentarán llegar a una conclusión propia.
En general, los ritos mágico-religiosos de este pueblo estaban refe-
ridos al mantenimiento de la prosperidad y a la seguridad del espíritu
en una vida futura. Entonces, los ritos deben examinarse sobre el
trasfondo histórico de la vida egipcia. La magia relacionada con el
poder y el éxito, asi como con la destrucción de un enemigo, forma
parte de un tipo ligeramente diferente. Esto último parece haber si-
do, en su origen, parte de los secretos mantenidos por los sacer-
dotes iniciados como una forma do magia política. Naturalmente, ése
era uno do los medios de los que disponía la realeza para asegurarse
de que la magia más poderosa perteneciera a su propio grupo. Más
tardo, como lo demuestra el descubrimiento do decenas de miles de
escarabajos sagrados y otros amuletos, la magia adquirió un aspecto
popular. Esta parecía ser la situación, si bien en la práctica existían
escasos magos reales oficiales.
Para poder intentar ponernos en el lugar de su pueblo, resulta ne-
cesario tener alguna idea sobre Egipto. El clima y la geografía —que
gobernaban tantos aspectos de la vida del pais— se han modificado
demasiado en los últimos cinco mil años. Dominándolo todo está, por
supuesto, el NÜo. Este hecho solo constituye uno de los principios esen-
ciales de la religión egipcia, como también de su magia, su arte y su
literatura. A los fines prácticos, el país consiste en una larga franja
de tierra cultivable. Por cerca de 1930 kilómetros, aproximadamente, esta
franja es recorrida por cadenas de montañas. Más allá, existe casi sola-
mente puro desierto. En el centro, fluye la corriente poderosa del Nilo.
depositando la tierra negra en cada una de las orillas: la tierra que
iba a brindar a la magia uno de sus nombres más corrientes.
Casi todos los productos vegetales que crecían en esta zona figuran
en los ritos mágicos que se llevan a cabo en Medio Oriente aún en
nuestros días. Las palmeras datileras, las acacias, tos sicómoros, el trigo,
la cebada y el mijo son considerados como algunos do los artículos más
poderosos del bagajo de un mago.
El Nilo crece todos los años entre el primero y el dieciséis do julio,
portando vida nueva a la tierra seca luego de muchos meses do calor
feroz. El aumento do su caudal en setiembre es la señal para el comienzo
do un festival en El Cairo: la Fiesta del Nilo:
"Los campesinos, cargados de provisiones-, dice Gastón M áspero
"vienen de todas partes y comen juntos... los sacerdotes abandonan los
templos y portan la estatua del dios [NÜo]... a lo largo de las riberas
del NÜo, al son de cánticos y música".
Los sacerdotes de los —primeros magos de Egipto— eran especial-
mente importantes en estos eventos. Parte del "salmo del Nilo" aparece
en un papiro que se encuentra en el Museo Británico:
Salva, Nilo... qua (a elavu a La Tierra para dar vida a Egipto... lo*
homines danzan de alegría cuando tú surges de lo desconocido. .. unot junto

31
a MÍO * vemos a los homines de Trim y a toa del Norte.. . cuando el cuerno
.11 MIMA que el Nilo ha crecido, le caul amo* con el arpa y latiendo I» pilmas.

Interpretada en términos mágicos, la crecida del río simbolizaba


el casamiento de Osiris con Isis: Osiris era el Nilo, Isis la Tierra, la
tierra negra de la zona.
I M egiptólogos modernos afirman que las practicas rituales mági-
ca* de los egipcios deben datar de la época pre dinástica o, incluso,
de la prehistoria41. La leyenda dice que Scm, hijo de Noé, vino a
Egipto a la edad de trescientos anos, ciento noventa años después del
Diluvio, y que gobernó el pals durante otros ciento sesenta y un años.
Durante este tiempo, floreció la magia en ese lugar. La tradición judía
sostiene, ¡un supuesto, que Noé también era un mago y qufl OJtlithl tnXOt
secretos le fueron revelados especialmente.
KN textos egipcios y griegos se narran innumerables historias sobro
los procesos egipcios para revivir a los muertos. Si bien es sabido que
los egipcios creían que el cuerpo resucitaría EN algún otro mundo,
también existen algunas referencias claras a que algunos de sus ritos
tenían por objeto revivir el cadáver. Desde luego, se afirma que esto
fue logrado no una, sino incontables veces. Lo que otorga interés a
IST . I cuestión es el hecho de que uno de los Faraones más afamados
por sus conocimientos mágicos hizo llevar a cabo este experimento
en su presencia. Su nombre era llerut. IT ;tf. hijo de Keops (Khufu) y vivió
cerca de ires mil años antes de Cristo 4*.
Khufu, dicen, se hallaba cierto día discutiendo con su hijo acerca
do los milagros. Hcrutataf dijo que los relatos estaban muy bien, poro
que muy poca gente había visto realizar esas cosas. Entonces prometió
a su pudre que le presentaría a un hombre que de veras podía realí/ar
el milagro de revivir no solo a un muerto, sino también a un decapitado.
Este mago era Teta, de quien TE tícela que tenía ciento diez años.
Era versado en secretos del famoso santuario de Thot; aunque aún hoy
no resulta claro de qué se trataba. Se preparó una expedición: el hijo
del Faraón viajó río abajo por el Nilo en una barca, luego en una
litera. Insta que llegaron a la morada ilr Teta.
El relato está lleno de detalles circunstanciales minuciosos, lo cual
panol demostrar que probablemente sucedió y que la leyentla no es
ineni imaginación. Nos dice, por ejemplo, que el sabio se hallaba re-
costado sobre una cama tejida (probablemente similar a los ntiRaribs
11 tu* aún se emplean). Los sirvientes friccionaban su cabeza y sus pies.
Luego sigue el relato sobro el cncutnatM mhr el príncipe y el mago,
durante el cual es entregada la invitación del Hoy y Teta acepta visitar
la capital. Apoyado sobre el brazo del príncipe, el sabio lo acompañó

í<* OHJ v (SUED Sello de rusas* II


(Ver pig. 32)
al lugar donde la barca se encontraba amarrada. Aquí solicitó que
también llevaran sus criaturas y sus libros, lo cual también se hizo.
Cuando llegaron al palacio, el rey ordenó a Teta entrar inmedia-
tamente. Tan pronto como le hubo sido presentado, Khufu le preguntó
a Teta por qué no se habían conocido antes. A esto el sabio rrspondió
que él acudía cuando se lo llamaba y no antes. "Me has llamado y
por ello he venida"
Entonces Khufu se dirigió al mago nuevamente: "¿Es verdad, de
acuerdo con lo que se me ha informado, que tú sabes cómo volver a
unir con el cuerpo una cabeza que ha sido cortada?" El anciano res-
pondió que podía hacerlo.
El rey pidió que le trajeran a algún criminal condenado, pero a
pedido del mago este fue sustituido por un ganso.
Cortó la cabeza del ave, y la dejo a uno de los lados de la colum-
nata, y el cuerpo del otro lado. Teta se puso de pie, y entonó algunas
"palabras de poder". Entonces la cabeza y el cuerpo comenzaron a
acercarse la una hacia el otro hasta que se encontraron, se unieron, y la
cabeza comenzó a graznar.
Luego de esta proeza, Teta hizo lo mismo con un ave de otra
especie; y, también seccionó la cabeza de un buey y logró unirla con
el cuerpo.
Esta historia, considerada superficialmente, pareciera señalar que,
poderoso como era, el Faraón Keops no tenía en su corte ningún mago
capaz do repetir esta hazaña. La historia demuestra, sin embargo, que
incluso durante la construcción de las Pirámides de Ciza, el poder má-
gico y político de Menfis —en aquel entonces sede del gobierno— estulta
en decadencia *\ Las ideas cultivadas en Tebas, situada lejos rio atajo,
so impusieron y la deidad tebana Amen-ra (Júpiter) se convirtió en
uno de los dioses egipcios principales. El poder de Tebas duró en total
tres mil años**.
Los efectos de la magia egipcia sobre Crecía fueron profundos. Por
ejemplo, el Papiro N° 75, de Reuvens, es un largo rollo que contiene
un texto demótico de veintidós columnas, cada una de las cuales con
mas de treinta líneas. En el dorso figura una traducción griega. Entre
los dibujos se encuentran una deidad con cabeza de asno que porta
un cetro, y una figura de Anubis, de pie junto a una momia dentro
de un sarcófago.
Leemans ha traducido el texto griego, el cual está atestado de ma-
terial mágico derivado de fuentes egipcias. Estos son brevemente sus
encabezamientos: ceremonias mágicas de gran poder taumatúrgico, |>or
medio del amor; la receta de una medicina de una persona llamada
Hermerio; una fórmula para lograr la felicidad y la fortuna en el
futuro; un método para producir un sueño, y luego dos mis con el
mismo propósito. Luego viene un rito mediante el cual el mago puede
consultar a una divinidad. Aquellos que son dados a accesos de ira
incontrolable pueden hallar su salvación a través de otro procedimiento
que se describe. Y aún continúan, casi interminablemente; desde la con-
fección de un anillo portador de éxito para cualquier empresa, hasta

51
o Diseño
magim
milite rl
féretro
de la
Sacerdot
isa Tu-
Ahuti
i Mu« . M i
i i . i i i i u i \'

24.703)

f* la Esfera
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marido
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figura de
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53
sacerdot siguiente
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esto para
quienes
hayan
estudiad
o los
rituales
mágicos
de
Occident
e, en
especial
los de la
tradición
judia. El
tono del
bien se dice que proviene del antiguo Egipto, resultara familiar a algu-
nos lectores:
"Para operar con ayuda de un nifio. con una lampara, un cuenco
y un hoyo, te invoco a ti, oh Zeus. Helios, Mithra, Serapi*. invenci-
ble, poseedor de la miel, pidre de la miel_____________ Permite que el Dios a
quien invoco venga a mí y no lo dejes partir hasta que yo lo despida..."
Luego prosigue el ritual: "... llena un vaso de latón con aceite, y unta
tu ojo derecho con el agua lomada de un bote que haya naufragado."
A pesar de los numerosos rituales mágicos registrados en trabajos
tales como el Libro de los Muertos y otros papiros, parece proteinic
que muchos de los que se empleaban en el antiguo Egipto sobreviven
solo como parte de ritos híbridos copiados por escritos áralK's, he-
breos y otros. Una razón es que algunos de los milagros presuntamente
realizados por magos egipcios no están catalogados entre sus propios
libros de conjuros. Asimismo es posible que muchos de los procedi-
mientos mágicos hayan perecido debido a la Ley de la Trasmisión, que
prohibía que fueran confiados a nadie que no fuera un adepto apro-
piado, y aun así, a pocos de ellos.
Gran parte de las prácticas mágico-religiosas egipcias se destacó
por el empleo de amuletos. El más familiar para la mayoría de las per-
sonas es el escarabajo sagrado: una figura, a menudo do arcilla o de
piedra, de uno de los tipos de escarabajos originarios de Egipto. Además
de ser un símbolo del dios del Sol (y por lo tanto, de la vida), el esca-
rabajo sagrado, ubicado sobro una tumba, adquiría el |xtdcr de devol-
ver la vida al difunto. Para resucitar a un muerto, todo lo que se nece-
sitaba además del escarabajo sagrado, era conocer las palatini* de poder
y recitarlas junto al cadáver.
El culto del escarabajo pasó a Grecia, de donde recibimos instruc-
ciones para recargar de poder al escarabajo antes de que éste lo pierda:
Toma la figura del escarabajo, colócala sobre una mesa de papiro.
Debajo de la mesa debe haber un trozo de tela de lino puro. Deteijo
de este lugar, un poco de midera de olivo, y colocada en el medio de
In mesa una pequeña naveta dentro de la cual ofrecerás mirra y ktjplii.
Y* ten a mano una pequeña vasija de crisólito dentro de la cual pondrás
ungüento de lirios, o de mirra, o do canela. Y toma el anillo y colócalo
dentro del ungüento, limpio y purificado, y ofrécelo, elevándolo, en la
naveta con mirra y kijplü.
"Deja allí el anillo durante tres días; luego sácalo, y ponió en lugar
seguro. Durante la celebración, ten a mano algunas hogazas de pan y
frutas de la estación. Luego de realizar otro sacrificio sobre ni mas de
vid. durante el sacrificio saca el anillo de dentro del ungüento, y úntate
con él. Debes hacerlo por la mañana temprano, y volviéndote hacia el
Este pronuncia las palabras escritas más abajo. El escarabajo debe estar
tallado sobre una esmeralda; perfóralo y pasa un alambre de oro a
través de él, y debajo del e$carat>ajo talla la imagen de la sagrada Isis,
y habiéndolo consagrado de este modo, úsalo."
Las palabras mencionadas eran: "Yo soy Thot, inventor y fundador
de la medicina y de las letras; ven a mí, tú que estas bajo la tierra.

55
Anulas. Dio» He los Mucrtus

elóvale a mf. gran espirita." Más larde se afirma que el procedimiento


solo podía tener lugar en determinados días: el 7 o, el 9°, el 10°, el 12°,
el l 1 el 16°, el 21". el 24" y el 25°. contando a partir del comienzo del
mes.
Dos características de la magia del antiguo Egipto que han llegado
hasta nosotros en los rituales occidentales nos muestran el núcleo de su
espíritu. Aún en los días de Ramses II (hace más de cinco mil anos) la
creencia en la mística Palabra do Poder estaba muy desarrollada: al
igual qua la magia misma, era considerada como un saber tan antiguo
quo no habla tenido otra fuente que In revelación por parte de los dio-
ses. Existen grandes probabilidades de que algunas do esas palabras
-las cuales aun entonces a veces se componian de sílabas ininteligibles—
entraran a Egipto como resultado de las conquistas mesopotámicas de
varios faraones. Otras, muy posiblemente, derivaban de la magia nubia,
que aún persiste en Africa.
La segunda característica está relacionada con la creencia mencio-
nada arriba. Para poder obligar a los espíritus y a los dioses a obedecer
su voluntad, tanto para bien como para mal, el mago debía estar armado
con las Palabras de Poder y con el conocimiento de los nombres de los
dioses. De esta manera, estaba capacitado para adoptar una actitud dic-

56
tatoríal con respecto a las deidades, no obstante poderosas. No había
objeción alguna con relación a la cantidad y a la potencia de los dioses
que podían ser "sometidos" u obligados a actuar bajo las órdenes del
' mago. En algunos casos, de hecho, el mago se identificaba tan intensa-
mente con los poderes del dios invocado, que asumía su nombre y
daba órdenes de su parte. Los estudiosos de la magia medieval europea
reconocerán este rasgo en algunos de los procedimientos de las ver-
siones occidentales de la Clavicula de Salomón, en los cuales el agente se
. comunica con el espíritu no con su propio nombre sino como el mismo
Salomón
Es posible suponer que las "Palabras de Poder" tienen afinidad con
la teoría semita del Supremo Nombre de Dios, el cual no puede ser
pronunciado ni siquiera por los iniciados. Se piensa que los egipcios
compartían con otros pueblos la creencia de que el nombre —tanto el
de una persona como el de un dios— estaba vitalmente conectado con
los poderes, los atributos y los elementos espirituales del nombrado.
¿Es solo por una cuestión de modestia que las mujeres de muchos pueblos
no dan su nombre a los extraños? Ellas son "la hija de fulano de tal"
o "la esposa de tal o cual hombre". Los antropólogos han estudiado
ciertas costumbres de amplia difusión, según las cuales algunas tribus
adoptan precauciones extraordinarias para evitar que el nombre real de
una persona sea conocido fuera do su familia inmediata. En algunos
casos, los nombres se cambian con frecuencia. Ya se ha escrito en abun-
dancia sobre este tema, y no puedo aventurarme a agregar más.
El nombre o la palabra mágica puede o no ser comprendido por
aquel que lo pronuncia, pero aun así posee su poder primitivo. Quizás
los egipcios no hayan dado origen u esta creencia, pero por cierto era
corriente entre ellos, como entre magos posteriores de diversas partes
del mundo.
En el musco del Louvre hay un papiro funerario mágico (pie data
de los tiempos de Ramsés II, en el cual palabras bárbaras aparecen
como nombres: "¡Oh Ualbpaga. Oh Kcmmaral jOh Kamalol ¡Oh Aama-
gooa! [El Uaná! ¡El Rcmul..."
Dado que palabras y frases similares aparecen en la mayoría de
los demás textos mágicos antiguos, es probable que ellas no significaran
para los sacerdotes más de lo que significan para nosotros. Siguiendo
esta línea de investigación, y suponiendo que algunas de las Palabras
de Poder provenían de tierras vecinas, el Vizconde de Rouge recopiló,
durante el siglo pasado, una lista de palabras -desafortunadamente iné-
dita— que parecía demostrar ciertas afinidades con dialectos hablados
por los nubios y otros pueblos.
En el papiro mágico du Harris figura un procedimiento mediante
el cual el invocante, utilizando ciertos nombres, asume realmente la
forma del dios Amsu. Aquí puede liaber un indicio.- Se podría argüir
que la identificación del mago con un espíritu o dios en palabras y
oraciones podría haber estado destinada a lograr que él se convirtiera
en dicho dios o espíritu. Cuando menos, él puede haber creído (pie podía
"pedir prestados" todos los atributos y poderes de la deidad nombra-
Osiris
(Ver pig. 35)

da, aunque fuera por un corto periodo. El ritual tiene por objeto pro-
teger a un navegante de cualquier monstruo o animal hostil que pudiera
aproximarse.
Tomando un "huevo duro" en una mano, el nombre dice: "Oh
Huevo del agua que se ha desparramado sobre la tierra M. esencia do
los monos divinos, grande arriba en los cielos y abajo en la tierra: que
dibit.is en los nidos que se encuentran en las aguas, he venido desda
ti y desdo el agua he estado contigo en tu nido, yo soy Amsu de Cop*
tos, yo soy Amsu, Señor de Kebu .

Así como los nombres contenían poderes mágicos en relación con


la vida sobre la tierra, también su potencia cm invocada en las cere-
monias fúnebres y los nombres se empleaban en los encuentros imagi-
narios entre el alma y los dioses del más allá. Ninguna alma podía esperar
recibir su justo merecido ni su admisión en los cielos hasta que hubiera
O por un examen minucioso, tal como lo describe en detalle el
de tos Muertos.
¿Qué podemos decir sobre el embalsamamiento y sobre el diseño
elaborado de las pirámides, que li.ui HQ • uiisnlcrados ionio aspectos
muy importantes de la magia del antiguo Egipto? Existe una gran varíe-

58
0
dad de trabajos sobre estos temas, en los cuales autoridades tales como
Flinders Petric y Wallis Budge describieron en detalle los ritos de
embalsamamiento y sus propósitos. Para decirlo brevemente, la razón para
preservar los despojos mortales era la creencia de que cierto contacto, si
bien muy tenue, ligaba al alma, al yo ( k a ) y al cuerpo después de la
muerte. Lenormant sostiene que existía la creencia fundamental de que el
cuerpo resucitaría algún día con su forma anterior, aunque purificada. Sín
embargo, está más difundida la opinión de que la momia era preservada
para alojar al Ka. De nuevo, los ritos simbólicos que se realizaban con la
momia -como por ejemplo, la ceremonia de "la apertura de la boca"—
parecían estar destinados a reflejar los hechos que se suponía le estaban
ocurriendo al alma en otro mundo. Se trataba en efecto, de un cierto
tipo de duplicación mágica de la vida futura del alma, según las líneas
conocidas de la magia simpática. Existe la posibilidad, también, de que
creyeran que ciertos órganos del cuerpo continuaban funcionando, aun-
que de manera diferente
Se han publicado diversos libros y opúsculos en un ¡nlento por
probar que las pirámides representan simbólicamente a la vez el Libro
de los Muertos y el supuesto Libro de Thot. Parece no haber dudas
de que las dimensiones de algunas de las pirámides, y su estructura
y planeamiento internos, están asociados con los conceptos místicos y
mágicos de la religión dinástica. Si constituyen o no la clave es un
tema que aún está sujeto a discusión. Todos los observadores conven-
cionales se inclinan a considerar el simbolismo de las pirámides como
proyecciones naturales de las creencias y la teología egipcias, antes bien
que como signos situados allí con algún propósito particular diferente
del de preservar al cuerpo de la profanación. En el estado actual del
conocimiento sobre las ciencias ocultas del antiguo Egipto, asumir cual-
quier otra actitud al respecto equivaldría a dar por sentado que los
sacerdotes-magos o sus reyes tenían la intención de trasmitir la sabi-
duría oculta a las generaciones futuras. Sin embargo, dado que no
existe indicación alguna sobre el deseo de hacer conocer su ciencia a
otros, ni mucho menos, la sospecha de que la dinastía faraónica pudiera
terminarse alguna vez, podemos preguntarnos sobre qué premisas so
asentaría tal suposición.
De acuerdo con lo dicho arriba, excluyo esas "revelaciones" sobre-
naturales tal como me fueron informadas por un ferviente estudioso del
ocultismo. A él le habla sido revelado en un sueño —y parcialmente
a través de un medium espiritista— que su "misión" consistía en ir a
Egipto y acampar a la sombra de las pirámides; en ese momento ellas
le harían conocer su poder y sus intenciones ocultas. Como en aquel
entonces gozaba de bienestar económico y estaba dispuesto a la aven-
tura hizo exactamente lo que se le había ordenado. El único resultado
obtenido fue que, como consecuencia de los gastos del viaje, perdió
toda su fortuna. Desgraciadamente, tampoco recibió revelación alguna.
Cuando regresó a Inglaterra, se encontró con que su negocio había que-
brado. No se puede negar, sin embargo, que la experiencia tuvo un
gran efecto sobre él.

60
Lat aranas que cantan

En U cadena de El Mcmin. cerca del Mar Rojo, cata el Jébel


Narkús. la Montana de la Campana. Sus rocas y picos están ubicados de
manera tal, que cuando el viento sopla desde una dirección determi-
nada, se oyen fuertes susurros "procedentes de las rocas". Esto proba-
blemente dio origen al espíritu de los antiguos egipcios al cual las
tribus árabes menos civilizadas le atribuyen el poder de hacer surgir
de la tierra las voces de los oráculos.
Muchos magos se declararon capaces de interpretar los susurros:

o 9

10

AMULETOS EGIPCIOS
1) El Ttth 10. Amuleto del Buitre
1) U Hebilla 11. El Collar de Oro
4. El <V de Horas 12. El Cetro de Papiro
5. La Escalen
5) El amuleto de Nefec
0) El amuleto del Shen
7) El ■muleto de U Protección
6. Amuleto de U Vida
7. Amuleto del Corazón
8. Amuleto de Lt Almohada
9. Amuleto del Eacaraba|o

61
eran las voces de los espíritus, epic decían a la humanidad qué es lo
que debía y lo que no debía hacer. De todos modos, el efecto sobre
el visitante, aun en este siglo, es sobrecogedor.
Historias similares se narran acerca de los sacerdotes egipcios, que
escuchaban a los oráculos de las Arenas que Cantan. Estas arenas aún
"cantan", y probablemente en un tiempo existió un sistema organizado
para interpretar sus sonidos. Esta idea nos ofrece un indicio acerca de
que algunas de las creencias mágicas de Egipto provienen original
mente del otro lado del Mar Rojo, así como sabemos que ciertos ritos
derivan de Africa Central. Eos habitantes del desierto tienen muchas
supersticiones relacionadas con las arenas quo cuntan, que pueden ser
tan antiguas como las egipcias. Si, por ejemplo, oímos el canto antes de la
luna nueva, la señal es buena para la tribu; si lo oímos después, la
señal es mala. Otra superstición se refiere a los viajes; si se prepara
uno, es necesario consultar a las arenas sobre el tiempo y sobre los
lugares que se han de visitar. Precisamente después de la guerra, mucha
gente me contó en Egipto, que un derviche libanes había predicho la
guerra en 1937 y que había advertido a los Senussi que se preparasen
para las campañas del Desierto Occidental.
Estas campañas conducirían, había dicho, a una cierta liberación
del yugo italiano. Todo esto —y mucho más- lo había oído de las
Arenas que Cantan.
Cerca del Kom el Hettam, el montículo de tierra arenisca que
marca el lugar donde una vez estuvieron los famosos palacios y tem-
plos de Amenofis III, hay dos colosos sentados. Al amanecer, uno de
ellos parece cantar. Algunos dicen que el sonido se asemeja más al de
una cuerda de arpa al romperse Por supuesto, existen numerosas expli-
caciones para este extraño sonido: una de ellas es que el coloso fue
construido por Memnon, quien tenía poderes maravillosos. Curaba mila-
grosamente a los enfermos, resucitaba a los muertos, y todos los días,
al amanecer, los vientos se aseguraban de que ciertas palabras fueran
repetidas por el coloso, en forma de saludo ( s a l á m a t ) . E incluso se
decía que cuando Memnon y algunos de sus Sumos Sacerdotes regre-
sen a Egipto, primero vendrán o conversar con esta Voz...
En oposición a esta historia decorativa y romántica, el difunto Sir
Gardiner Wilkinson explicó que había descubierto una piedra sobre el
regazo del coloso en cuestión. Ansioso por realizar una prueba por sí
mismo, trepó a la figura y golpeó la piedra con un pequeño martillo.
Sonó como cuando golpeamos sobre bronce. En consecuencia. Sir Car-
diner afirma que la estatua parece hablar .solo debido n ciertos golpes
sobre la piedra.
Sonidos metálicos similares pueden obtenerse golpeando partea di'
las rocas en Turnbridge Wells, especialmente la Bell Rock (Roca de la
Campana). Estos fenómenos conocidos en muchos países, son muy pro-
bablemente causados por factores puramente naturales, o bien se trata
de dispositivos colocados por ciertas personas como complemento de
ritos mágicos. En general, no se considera probable que exista ninguna
explicación cxtraflsica directa.

62
Mi - de Turn, comenzando .1 partir del 29 de agosto .'
(1° de Toth es 29 de agosto).

Pilmar MaMM Tuca» 1


«ni
Día la-tlo l*«Cl« CO "..p<.»o» a
1* B B B
2- n n B 30
3' XI \r XI 31
4* XI II M S - I ..-. I . I - . - 1
3* B B B
* M M B 3
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8» B B \l 3
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20.
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B
B
B
B
B
B
B
24
23
21
30. B 11 11 27

Al misino tiempo, su valor contó portentos fue señalado a me-


nudo. Se dice que allí donde Napoleón se abrió camino entre Sabnya
y Friixía. a cerca de tres kilómetros de Les Sechelles, hay una galería
dent* o de i n túnel, de 150 metros «ladrados de superficie y 297 metros
de largo. Cuando estas excavaciones estaban casi terminadas y los tra-
bajadores llegaron a mitad del camino en ambas direcciones, los escasos
ccnlliiiclros inlcnncdios fueron rotos con una piqueta, En eso momento
s;- oyó algo así como un fuerte gemido. Cuando le contaron a Napoleón
lo que habla ocurrido, palideció; un mago le había dicho que si alguna
vez ola o alguien oía cerca de ¿I un sonido semejante, el futuro no le
dep inri 1 mas que derrotas.
Por MI puesto, existe una explicación científica para este hecho. Pero
los ocultistas afirmarán que, para poseer validez como señal, no es abso-
lutamente necesario que el origen del fenómeno sea sobrenatural. No
obstante, cuando un tal Sr. Bakcwcl investigó la historia del túnel de

«3
Napoleón, redujo toda la cuestión a una diferencia de temperatura en
cierta parte del túnel.
Los magos egipcios prestaron una atención muy particular a los
momentos y las fechas mas apropiados para llevar a cabo operaciones
ocultas. La tabla anterior indica los días de buena o mala suerte, de
acuerdo con el calendario ritual del antiguo Egipto. Los días están
divididos en tercios; "B" significa que el período indicado es de buena
suerte; "M" señala los momentos que no se hallan bajo influencias
benéfica».
CAPITULO 6
LA TIERRA DE LOS DOS NILOS

M migo penetra en ¿1, y ¿1 est* lisio...


*

En el Sudán —esc territorio desparramado entre Egipto y Etiopía


cuya superficie es un tercio la de Europa— la magia, tanto blanca como
negra, aún prospera.
Me llevó má| de un año desentrañar y evaluar los tres tipos prin-
cipales de magia y hechicería de esta zona extraña pero fascinante.
Al norte, donde la Catarata de Haifa derrama el agua del Nilo sobre
Egipto Inferior, los templos y los monumentos atesoran la historia de
antiguas costumbres faraónicas que aún se reflejan en los hábitos de las
tribus locales. Al Oeste, entre Lis altas montañas de Nuba, coexisten
los propiciadores de lluvia, la magia negra, los recolectores de caucho
y los ju-ju.
Hacia el Sur, en el tint uro n ecuatorial que se encuentra más allá
del centro administrativo de Juba, nativos nilotas desnudos aún se ador*
ti.n i con el reptil sagrado, toman venganza mediante la magia y recu-
rren constantemente a los oráculos locales.
El obstáculo principal para reunir y analizar los rituales confusos
era más que una simple resistencia local. No era la primero vez que
un extranjero visitaba Nubia en busca de la sabiduría do los magos,
ni sería la última. En los lugares más frecuentados, por lo tanto, había
una corriente continua de guerreros o de sus esposas, que portaban
conjuros efectivos, o se ofrecían a conducirme hacia algún árbol sa-
grado. Algunos de ellos afirmaban que me harían conocer el procedi-
miento para liberar algún poder oculto en una planta milagrosa, a cam-
bio de un i».¡unió regulo. Por un arpón, por dinero o por una hojita
de afeitar era posible obtener millares de "conjuros" espurios de nativos
bien intencionados, mentirosos o claramente deshonestos.
Esto era algo que yo debía evitar, porque en Khartum y en Ondur-
mán, capitules gemelas de la bifurcación del Nilo. era corriente que los
viajeros compraran "secretos" a los nativos. Existe un mercado flore-
ciente y próspero de conjuros; tan desenfrenada es esta práctica, que
me vi obligado a llevar conmigo a un intérprete a ciertas zonas, para
explicar cuales eran mis intenciones.

■65
Lei dije a los jefes nuba que yo era un tipo do viajero diferente.
Mi trabajo, les expliqué, consistía en escribir libros para que aquellos
que vinieran después de mí pudieran conocer la historia y las costum-
bres de su pueblo; y aquí, en forma sorprendente, me encontré con una
audiencia bien dispuesta. La razón se debía, tal vez, no tanto a mis
poderes de persuasión, como al hecho de que actualmente muchos de
los adultos de las tribus de Sudán sienten que la atracción de las ciuda-
des afecta de modo profundo a los jóvenes. Cuando regresan, los mu-
chachos de la tribu parecen haber perdido el interés por las costumbres
locales, como si al madurar se alejaran de su gente. La sofisticación
recién encontrada a menudo les hace despreciar incluso esas cualidades
nobles que los mismos occidentales notan en la sociedad africana.
Una vez que encontré el modo de hacerles comprender estos pun-
tos, los Nubas, los Shilluks, los Nyam-Nyams y los Iladendoas se mos-
traron nnsiosos por explicar sus costumbres.
En el cinturón del Sur, no hay duda que la magia tiene la natu-
raleza de una creencia organizada. Con sus propios templos, ritos, socie-
dades secretas, órdenes y grados el médico hechicero parece poseer un
conjuro para cada ocasión y para cada emoción humana,
Entro los Nyam-Nyams, cuyo territorio está atravesado por zonas
administradas por franceses y belgas, algunos de los magos reciben su
rango hereditariamente. Inclusive, en muchos casos, candidatos jóvenes
presentan su solicitud de admisión en un círculo mágico, y luego del
aprendizaje son considerados aptos para ejercer como magos ampliamen-
te capacitados, con la posibilidad de practicar por su propia cuenta.
Hombres gallardos, robustos y erguidos, los habitantes negros del
Sur tienen algo de enigmático, al menos en lo que concierne a su estruc-
tura mental. Los encontramos muy adaptables a lo moderno: conducen
automóviles, aprenden inglés, adoptan el cristianismo. Sin embargo, en
la zona de las tribus, aun el nativo más modernizado muestra una
mezcla tal de costumbres occidentales y africanas, que algunas veces
no logramos determinar cuáles son sus sentimientos.
Una cosa, sin embargo, es evidente: la mayoría de ellos aún creo
en su propia forma de la magia.
Siempre que un aspirante se presenta ante un mago-médico para
entrenarse, se lo interroga minuciosa menta acerca do los motivos quo
to impulsan. Si las respuestas satisfacen al maestro —o al consejo mágico,
como puede ocurrir— será aceptado y deberá abonar una cuota regular.
Este pago es considerado como de gran importancia, no solo por la
cantidad de dinero en sí misma, la cual generalmente es pequeña (el
equivalente de un penique, más o menos), sino fundament díñenle a
causa del primer principio de la Nagua o hechicería.
La razón es que el "genio principal" de la Nagua —de quien emana
todo poder— exige sacrificios en forma de dinero, hojitas de afeitar
u otros pequeños regalos. Esto resulta extrañamente similar a la tradi-
ción occidental de los rituales mágicos medievales, en los cuales el
invocante ofrece sacrificios regulares o sus equivalentes. Del mismo
modo, cuando el mago-médico ( i r r a h ) lanza un conjuro o ejerce

66
su poder de cualquier modo a pedido de un cliente, 1c solicita a éste
una moneda; así también, las gitanas piden que se haga una cruz con
una moneda de plata en la palma de su mano para que su poder comien-
ce a actuar.
Una vez que logré convencerlos de que no intentaba utilizar la
magia en su territorio, pocos magos-médicos se mostraron reacios a
enseñar su ciencia n un extranjero. Varios de ellos estipularon que yo
no debería practicar el "arte" durante un período de cien días, a lo cual
accedí de inmediato. Tan seriamente trataban esta cuestión, incluso
cuando ya me habían enseñado los conjuros, que resultaba difícil creer
que quienes la practicaban pudieran no creer en la magia.
I. i iniciación comienza cuando el maestro conduce a su alumno a
un río y lo insta a bañarse B*. Juntos entran en una cueva o se retiran
a una pendiente, para ayudar al espíritu de la magia a entrar en sus
corazones. Esto apunta hacia alguna asociación tradicional con una
deidad acuática, hoy en día probablemente olvidada. Cuando pregunté
cuál era la razón para este rito, dijeron que no la sabían, pero todos
insistieron en que era fundamental.
Luego recogen una flor parecida a nuestra vellorita común, y se
la presentan al neófito. Después de enseñarle algunos conjuros simples,
el tutor lleva a su discípulo a una reunión de magos, para que observe
los rituales del arte,
Un coujuro típico para lograr la victoria es el siguiente: "Yo soy
un Mago, todopoderoso en el conocimiento de conjuros. Lo que yo digo
se convierte en verdad. Yo digo: "Trae la victoria a fulano de tal El
triunfara en todas las cosas.'" Entonces el mago pasa a detallar el
tipo de éxito deseado, embelleciendo en gran medida lis hazañas que
pronto v i n T i incidcadas al guerrero o al cazador.
El mago repite esto siete veces, sentado en cuclillas sobre la tierra
desnuda. Ante él hervía una marmita llena de agua; en su mano sostenía
el silbato sagrado.
"Al decir esto", explicaba el irrah al enseñarme el conjuro, "coloca
un silbato de madera en tu boca; luego sóplalo tres veces en dirección
a los puntos cardinales".
Uno de mis informantes, acuciado por el deseo de lograr que otro
hombre le temiese, mo llevó consigo a una expedición en busca do
ciertas plantas. Encontramos cuatro tipos diferentes do hojas; además,
el hombre recogió un puñado de nueces. Puso todo esto a hervir, junto
con grasa y con dos pequeñas varas descortezadas, dentro de una olla
sobre fuego de leña. Tan pronto como la mezcla hirvió el hombre co-
menzó a murmurar entre dientes constantemente: "Estas son hierbas,
tienen poder: las nueces amedrentarán a mi enemigo. Por el poder de
Nagua, las varas son fuertes, y golpearán a las nueces; el agua hiervo,
hierve como mi ira. Mi ira contra las nueces, mi ¡ra contra mi enemigo."
Dos días después, el hombre me informó que su enemigo le había
pedido perdón y solicitado que le quitara el hechizo. "¿Y cómo se hace?",
pregunté. "Untando el camino con las hierbas, que estaban enterradas.
por supuesto", fue la respuesta. "De otro modo, el se hubiese sentido
más que aterrado, porque mi ira era grande. Ahora ha prometido inclu-
so cazar para mí. y ayudarme con la tierra."
Entre este pueblo tan afecto a la magia, los hechizos amorosos
son muy solicitados. Un mago, que se ofreció a enseñarme a hacer uno,
me preguntó si estos hechizos también eran requeridos en mi país. La
mejor respuesta que pude darle fue que lo habían sido en otros tiempos.
"Si yo fuera allá, ¿podría ayudar a la gente con ellos?", preguntó curioso.
Yo me estremecí ante la sola imagen de este mago -si bien encantador
en su propia tierra— con una taza hecha con cuernos de gacela, faldón
de piel de reptil y collares de huesos, en medio de una metrópoli oc-
cidental.
El estaba por realizar uno, de todos modos, y me invitó a presen-
ciarlo, con toda la cortesía de un profesional hacia otro. Sería un proceso
realmente elaborado: primero dibujó un círculo en un lugar abierto,
luego puso a hervir la consabida olla suspendida por tres palos. Aden-
tro arrojó maníes pulverizados, carbón y arena. Mientras tanto, el mé-
dico-mago daba vueltas en torno de la olla, cuidando de no salirse del
circulo y sin apartar la vista de la mezcla. Cuando hubo (Lado alrede-
dor de diez vueltas, arrojó doce plumas de gallina sobre la superficie
burbujeante, una por una; completando la receta con cerca de un cuarto
litro de aceite. Tomando un pequeño tambor cubierto de piel, comenzó
a golpearlo con suavidad, alternativamente con la mano derecha y la
izquierda. Entonces llegó el conjuro. "Yo soy un mago, job. olla, tú con-
tienes las medicinas del amor, el conjuro del amor, de la pasión! Mi
corazón palpita como el tambor, mi sangre hierve como el agua." Hepitió
estas frases tres veces y luego, mirando fijamente la cocción, entonó:
"Cumple mi deseo, mi nombre es fulano de tal, y mi deseo es aquella
a quien amo."
Con la mayor solemnidad, me aseguró que si repelía este conjuro
tres noches seguidas, la bienamada se "ligaría" a él. Y esto IK> era lodo.
"Si hierves el agua hasta que no quede nada, y llevas contigo dos pizcas
del residuo envueltas en una lio ja, atraerás al sexo opuesto cada vez
que lo saques y lo tiendas ante tí".
Le pregunté si esto no produciría un efecto demasiado amplio.
"No", replicó, "porque no se sentirán atraídas hasta que completes el
conjuro: debes mirarlas, apretar ambos puños y juntarlos, mirar hacia
otro lado y cenar lentamente los ojos cuatro veces. Cada vez que lo
haces, resulta más efectivo."
Rara vez los legos practican estos conjuros. En primer lugar, por-
que no se les enseña el conjuro completo; en segundo lugar so
necesita un entrenamiento bastante largo para que estos hechizos den
buenos resultados. Los aspirantes al respetado rango de mago perseve-
ran en la observancia de tabúes y dictas por no menos de cuarenta a
sesenta días antes de recitar un conjuro.
Mientras dura el período de estudios, ningún discípulo piedc mirar
a una persona del sexo opuesto durante más de unos pocos segundos,
excepto después de las siete de la tarde. Come ciertas cosas de las
cuales se cree que confieren poderes mágicos, especialmente vegetales
de hoja verde, p.ivi.i de maní y, algunas veces, pequeñas aves. Usa un
sombrero de paja por las noches y a veces dos omamcnlos de plata,
semejantes a monedas perforadas, media piastra egipcia.
Con estos distintivos colocados del lado derecho de la cabeza o
del cuerpo, entra a una casa o camina por una senda dando un paso
largo y otro corto. Durante todo ese período, dedica media hora des-
pués de la caída del sol a tocar suavemente un tambor pequeño. Justo
antes del atardecer, contempla el ciclo durante cinco minutos por lo
menos. Cuando está en compañía, cierra los ojos y se muerde con fre-
cuencia el labio inferior. Se supone que debe hablar poco, cicepto con
aquellos a quienes ve actuar del mismo modo (pie él.
Las mujeres no practican la magia tanto como los hombres. De
acuerdo con las costumbres de la tribu, esto no se d i 1> a que ellas
sean menos adeptas, sino a que los hombres se resisten u ensenarles:
existe el temor firmemente arraigado de que. sí se aumenta el poder
de las mujeres, la posición superior de los hombres se vería amenazada.
Los tres cordeles —dos rojos y uno blanco— que usan los médicos
magos, no son usados por las mujeres, por miedo a ser detectadas
como brujas. En otros tiempos, me dijeron, muchas mujeres usab.m esa
insignia que se consideraba como un encanto poderoso. El aumento del
poder de sus hombrea, y las medidas adoptadas |>or los gobiernos euro-
peos contri la brujería, h in puesto fuera de uso a estas costumbres.
Curiosamenlc. si bien tienen la reputación de poseer, gracias a sus
secretos, la capacidad para destruir la vida, hasta donde pude inves-
tigar, las .11 i i v ni.n l i \ actuales de los ju-ju de Africa Central parecen
rst.tr dirigidas fundamentalmente a la "Mugía Blanca". La mayoría de
los magos sostiene que ttxla muerte se debe a la magia ejercida contra
el difunto desde alguna parte. No obstante, a pocos de ellos se los llega
a conocer jamás como conectados con la muerte.
Uno de los mejores métodos conocidos para obtener poderes má-
gicos según los hombres del Sur. es el "tabú del pescado". El aspirante
a mago pide a su CS|M>SU. a un pariente cercano o a alguna otra persona
(en ese orden de preferencia) que coloque un pescado ante él. Enton-
ces él parpade.i tres veces lentamente 'como si hubiera polvo en sus
ojos", frunce el ceno y ordena que el pescado sea retirado. O bien puede
simplemente tocarlo y no probarlo. 1.a razón para ello es que "los espí-
ritus que me impiden eonveitirme en mago son atraídos por el pescado,
se esconden dentro de él y penetran en mi cuerpo cuando lo como;
cuando rehuso comerlo, los espíritus se alejan".
Los orígenes de estas costumbres indudablemente pueden ser ras-
treados a través de la historia; sin embargo, esto significaría una gran
cantidad de investigaciones sobre la historia y las costumbres tribales
a través de un vasto territorio de África Central, tarca que sobrepasa
los alcances de cualquier hombre.
Ellos creen que cualquiera puede convertirse cn mago, pero que
ciertos individuos son más adecuados que otros. El hechicero ideal me

69
----------—« wniuNf uc eitaiura mediana, de tez mis bien ciara
uc oscura (posiblemente a causa de que parte de su magia proviene
• los abisinios coptos, cuya piel es mis clara) y de una edad qtir
oscila entre los treinta y los cincuenta años o los veintidós y los vein-
tiséis años. También prefieren a quienes tienen labios gruesos y rojos.
Yo estoy convencido de que en estas artes migicas a menudo existe
un elemento de autohipnosis. Sentado con sus ojos fijos sobre la super-
ficie de una olla con agua, la mirada del mago casi siempre parece quedarse
vacia, como si se encontrara en trance. Luego, mientras murmura con-
juros repetí da mi nte al son del tambor y camina en círculos balanceando
su cuerpo de un lado al otro, existe una atmósfera de vacuidad y aun
también de persistencia, que es muy compatible con el estado hipnoide.
Gran parte de la ciencia oculta de los etíopes se ha filtrado hacia
los sureños de la ribera. Un anciano me descubrió el aspecto y las con-
diciones de un "mago nato", lo que se aproximaba en mucho a ciertas
leyendas de Etiopía.
El mago, me dijo, puede o no saber que posee el poder. En cual-
quier caso debe ser mirado y observado, porque ha triunfado en la
vida y con un esfuerzo mínimo se puede convertir en un gran mago.
La leyenda dice que siempre lo encontrarás como un extraño; nunca
es un miembro de tu propia tribu, ni de tu propia familia, porque de
ser así, su magia no tendría utilidad alguna. El (o ella) es del sexo
opuesto: alto, delgado, juvenil, con las cejas muy marcadas y con "una
mirada fija".
Cuando uno ve a este hombre, debe aproximarse o hablarle con
algún pretexto "y de ello provendrán grandes ventajas". Aquí parece
haber cierta similitud con aquella figura extraña y legendaria del Medio
Oriente y de Asia Central: Khidhr, Elias o Enoch, contó se lo llama
a veces.
Cuando lleva a cabo su tarea, el mago típico rara vez usa nada
más (pie un taparrabo. Sin embargo, para todos los días se considera
necesario el uso de un sombrero de paja, con flechas en la parte anterior.
Para obtener el poder mágico, este hombre camina sobre una sepul-
tura, lleva cuernos perforados para trazar el circulo mágico y persevera
en la dieta y la concentración hasta que, un día, "Mungo" venga a él
y "esté listo". Este es el entrenamiento y el esfuerzo necesarios para
convertirse en un buen médico-mago en Africa.
IIungo es algo así como un ectoplasma. que se cree aparecerá en
algún lugar dentro del mago, tan pronto como la magia haya madurado
en él. Su posesión no es conocida por nadie excepto él mismo* -. Pa-
rece que este oonociniitnlo llega intuit iva mente acompiñado por un "sen-
timiento de pérdida del temor, una iluminación .
Pura resumir, un día. después de la dieta y el IUIIIIMHÍICO. de
contemplar ti cielo y de fruncir el ceño, una vez observados todos los
ritos, el aspirante percibe que está "listo para actuar". Estas ideas bá-
sicas aparecen en la migia nilota entre los Nyam-N'vam. los Sbillulcs
y otras tribus de Africa Central.
En contraste, las operaciones mágicas de los nubas de Kordofan

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—cu el lejano oeste sudanés— y de los. pueblos que bordean a Egipto,
se asemejan más a las formas egipcias del arte oculto.
En Kordofan, tambres y mujeres practican danzas rituales cuyo
proposito puede ser descrito como mágico. Igual que los hombres del
Sur, se aplican sobie el cuerpo un polvo blanco o cenizas de hueso.
En Taloda. las rahezas afeitadas y los latiguillos de rola de caballo
desempeñan un papel importante en las danzas rituales, que aquí llevan
a cabo en conjunto grupos de nombres de La tribu.
SI bien las creencias ocultas que datan de los tiempos dinásti-
cos aún se esconden en el Egipto moderno -y particularmente entre los
coplos-, es en las zonas fronterizas del norte de Sudán donde pueden
encontrarse las supersticiones y las prácticas de hace cuatro mil años.
Ninguna persona, hombre o mujer, puede ser vista sin el amuleto
tradicional de la fuerza, el Ilijab, o « I amuleto contra el Ojo del Diablo.
El polvo de las momias es muy preciado: bu ruinas de templos,
tales como las de Semita, cerca del Nilo. son lugares donde se supone
que se llevan a calm curas miliigrosas. l.os conjuros que emplean las
tribus nómades paro en pertenecer u una lengua que bien pudiera ser
la de los faraones. No existen dudas de que ellos mismos atribuyen la
eficacia de su magia a orígenes faraónicos.
En la zona de las antiguas minas de oro que una vez fueron traba-
jadas por los antiguos egipcios, los romanos, los griegos y los árabes,
se narran'numerosas historias sobre ciertos individuos de la tribu Hu-
dendoa. de quienes se dice que aprendieron las artes ocultas gracias
a una permanencia prolongada entre millares de murciélagos que vivían
en las minas aluminadas K1 .
Queda aún muclio por investigar antes de poder evaluar los efectos
do la magia africana; mientras tanto, todo lo que podemos ofrecer son
notas como éstas. ¿Produce milagros la magia de Africa Central? ¿Cum-
ple alguna función social útil? Yo no puedo (Lar una respuesta mejor
que la que me dio un oficial francés con treinta años de experiencia
ecuatorial "¿Qué puedo decirle, monsieur? Cuando se ha lonvivido con
algo, se lo ha visto diariamente durante toda la vida, esto provoca una
aceptación irritante de muchas cosas en las (pie nosotros mismos no
) > < > i l , n u. llegar u creer en Occidente."

Numerosas controversias se han destacado sobre la supuesta posesión


de poderes especiales y psíquicos por pirte de los africanos. Analizar
estos discusiones en mayor dctolte implicaría recolectar y tamizar gran-
des cantidades do material y do datos que no son relevantes a los fines
principales de este libro. En el capítulo sobre lo magia del antiguo Egip-
to, hemos visto que existen indicaciones de que los pueblos del sur del
Nilo des» mpeña ron un papel importante en la trasmisión de las artes
mágicas hacia el oeste Desde este punto, no hay más que un paso para
establecer una relación con cientos de ritos ocultistas que están en
uso o fueron practicados antes por otros pueblos nativos de Africa8*.
Todo lo (pie podemos liacer en este libro. \in embargo, es destacar las

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características principales de la magia de poblaciones afriean.it «pie se
encuentran aún más al sur que los sudaneses.
Los Kafires (del árabe Kafir, "infiel") poseen un rico bagaje de co-
nocimientos y creencias relacionadas con lo oculto. Como otros sistemas
mágicos, poseen ritos de adivinación, diagnóstico y cura de enferme-
dades y comunicación con los espíritus. Agreguemos a esto su fe en
amuletos y talismanes, más la práctica taumatúrgica, y obtendremos un
panorama de los supuestos poderes de los sha manes, magos-médicos —o
como quiera que se los desee llamar— de cualquier parte del mundo.
El retrato de un hombre, su efigie o inclusive su sombra, pueden
ser "trabajados" mediante la magia, dicen los Kafires, en concordancia
con los japoneses, los brujos británicos, los caldeos o los egipcios. Como
en el caso de las creencias semitas primitivas (y aun posteriores) las
enfermedades pueden ser trasmitidas a los animales; también se ofrecen
victimas propiciatorias en sacrificio. I.os hechiceros, como Teta y otros,
pueden revivir a los muertos, incluso desde sus tumbas. 1.a magia puede
brindar bienestar económico, pero el obstáculo aquí es «pie un hombre
que se enriquece rápidamente usando medios preternaturales se puede
ver envuelto en problemas, como los brujos de España o «le Inglaterra
en otros tiempos. Sus juicios, como los de aquéllos, tienen forma de
ordalías mediante el fuego o el agua, y a veces mediante el veneno,
como en Grecia. Los hechiceros Kafires, como en la época medieval,
creen que las brujas apetecen bebés humanos. Todas estas semejanzas,
y muchas más, están aquí para ser analizadas.
Si bien resultaría difícil establecer si estas y otras prácticas se ori-
ginaron en Africa o sí llegaron de otros continentes, no obstante yo
creo que los hechos interesantes son los siguientes: (i) que aquí pode-
mos observar rituales que aún se practican, aun cuando en otras partes
ya han desaparecido; (¡i) como la magia de otros países, también parece
haberse desarrollado independientemente y haber madurado en forma
paralela a la de otras tierras. Los magos-médicos usan distintivos espe-
ciales. Preparan brebajes de manera parecida a la de los magos orien-
tales y occidentales. Practican la adivinación a través de huesos y tic la
bola de cristal amazulu; el exorcismo y otros procedimientos |mra
desterrar a los demonios del cuerpo son comunes. ¿Itcsulla pmhihtc
que todos estos hechos sean mera coincidencia? Si lo es, el hecho es
suficientemente notable. Si no, resulta más que merecedor de una
atención profunda. Y esta atención deberá ser estimulante, no importa
si nos aproximamos al tema desde un punto de vista ocultista, cscéptico,
científico o místico. Pero eso será material para otro libro.
CAPITULO 7
LOS FAKIRES Y SUS DOCTRINAS

El lloml«e Perfecta i I ' I .I. tu podrí mnliinltf rl (Irurrollo de U furria


miiltca H . I.. ¡. ri, 4 su Esta rsiá CT-nír *U m los O neo O rea nos
Sectrtos: los I J I JI I . Estos son: rl Crotio ilel Corarán, el Centro del Eipl-
nlu. el Centro Secreto, rl Centro Oculto, el Centro Misterioso...
Shrik M m . i elAbluí Üectelo, ,!. i Poder Sufi, desarrollo de los Serrrfoi
di' l.i Via MíUifa (.UuUut-Tatiwt) di- Sluli Mnlümnud Owath. de la
Otilen N.MiOiInndiyy».

Occidente, que se enorgullece con alguna razón de haber resca-


ta* lo del olvido mucho* aspectos de la cultura y el conocimiento orien-
tales, ha sido profunda roen te influenciado por el Tasawtvuf, la doctrina
de los Fakires4*. Sin cmltargo. ¿cuántas personas aparte de un pu-
ñado de orientalistas, pueden decir de que se trata?
HI Yoga, el Shinto, rl Budismo, el Taolsmo y el Confuclanismo
tienen sus devotos en Europa y en America. Sin embargo el Sufismo
-la doctrina mística esencial de los árabes, los persas, los turcos y el
resto del mundo musulmán— sigue siendo el último libro cerrado del
misterioso Oriente.
¿Es el Sufismo mu religión? ¿Una ciencia oculta? ¿Un modo de
vida? Es. en ¡irte, toda* esas cm is y a la vez ninguna de ellas. Entre
los cuatrocientos milium s de seguidores del Islam, el Tasawwuf flétenla
un |- > ■ ! ■ I tal que no puede compararse con ninguna fuerza política, so-
cial o económica aquí ni en ninguna olni p.ute
Organizada de una manera setni-monástica, scmi-militar, esta filo»
«ifia sorprendente era compartida por componentes tan diversos como
los antiguos alquimistas árabes —los Hermanos de La Pureza—, los gue-
rreros; del Maluli y los más grandes [xietai clásicos pems. Bajo el influjo
de los Fakires (literalmente: "los humildes"), los derviches del Imperio
Turco asaltaron Viena. Impulsados por lo poesía mística (y también, se
dice, por el poder sobrenatural) del sufismo los afganos conquistaron
la India.
En la otra cara de la moneda, a la literatura y la cultura Sufis se
detic una iwrtc de la arquitectura y del arle descollante de Asta.
¿Cuales son los orígenes de este extraño culto, que aún r n la
actualidad los investigadores modernos reconocen como la fuerza mis
poderosa del Medio Oriente? A pesar de que existen numerosos trabajos
sobre este tema escritos en idiomas orientales, nada se sabe con entera
certeza sobre los verdaderos orígenes de este culto.
Los historiadores Sufis atribuyen su creación al mismo Mahoma. pero
se ha afirmado que este culto esotérico emana de los primitivos esfuer-
zos del hombre por liberar su yo de las cosas materiales'". Este es, de
hecho, el objetivo principal del movimiento. El Sufismo es un modo
de vida preciso y muy completo que establece como meta la realización
de lo que se cree ser la misión del ser humano en la vida.
El hombre, dicen los Sufis. es parte del Todo Eterno del cual ema-
nan todas las cosas y al cual todo debe retornar. La misión humana
consisto en prepararse para dicho retorno. Esto solo es pasible a través
do la purificación. Cuando el alma está correctamente acoplada al
cuerpo y ha obtenido un control completo sobro él, entonces el hombre
aparece en su forma perfecta; el Hombre Perfecto, por cierto posee una
gran semejanza con el super-hombre, poseedor do poderes asombrosos,
que figura en las aspiraciones del ocultismo tanto de Oriente como de
Occidente.
Existen pasos diferentes mediante los cuales el "buscador" se acer-
ca a ese fin. Organizado en Ordenes semejantes a las órdenes monásticas
de la Edad Media (de las cuales algunos sostienen que tomaron su
modelo del Sufismo), la primera condición para el enrolamiento es que
el aspirante debe "estar en el mundo, pero no pertenecer a él". Este
es el primer aspecto importante en el cual el culto difiere de casi todas
las demás filosofías místicas, dado que es fundamental que todo Sufi
dedique su vida a alguna ocupación útil. Puesto (pie su objetivo es el
de convertirse en un miembro ideal do la sociedad, naturalmente se
deduce que no puede aislarse del mundo y romper con él. Según las
palabras de una autoridad en la materia*1:

El hombfe esta destinado a vivir una vidí social. Su deber es pcrirunr-


cer con los demás hombres. Al servir al Sufismo, sirve ni Infinito, se sirve
a sí mismo y sirve a la sociedad. El no puede desprenderse de ninguna de
estws obligaciones y convertirse en un suíi o seguir lleudólo. La única disci-
plina que valo la pena es aquella que so logra en medio do la tentación. Un
hombre que, como un anacoreta, abandona el mundo y se aleja de toda
tentación y distracción no puede lograr el poder. Poique poder es aquel que
■0 obtiene cuando un hombre es arrancado del centro mismo de la debilidad
y la incertklumbre. |E1 asceta que vive una vida puramente monástica se
engaña a ti mismo!

Si bien la palabra "fakir" se utiliza en Occidente como sinónimo de


malabarista ambulante o do hacedor de maravillas, su significado real
es meramente "hombre humilde". La humildad del Buscador es el primer
requisito. Debe renunciar a la lucha por objetivos puramente munda-
nos hasta que logra situar la razón de su vida dentro de la perspectiva
correcta. En realidad, esto no es contradictorio, porque un hombre
puede disfrutar legítimamente de las cosas del mundo, siempre que haya
aprendido a emplearlas con humildad.

50
Lo que ha (lacio a los Sufis —en su papel de fakires o derviches-
ese halo de ¡nvulncrabilidad. infalibilidad y superioridad, es la aplica-
ción de esta doctrina. No existen dudas de que la concentración mental
que logran los Sufis es la causa de lo que podría ser clasificado como
verdaderas manifestaciones sobrenaturales. Existen ejemplos, registrados
con toda la precisión histórica que se puede esperar, del extraño poder
de algunos de estos hombres. Para abordar la cuestión lo más científi-
camente posible, se advertirá que muchos fueron los casos de falsos Sufis
que sólo jugaban con la credulidad de las masas. Por otro lado, decenas
de miles de personas imparcialcs están convencidas de que el Tasawwuf
puede otorgar un poder inusitado a algunos de quienes lo practican.
Aquí resulta necesario señalar, como en otras partes de este libro,
que tales manifestaciones, si existen, pueden ser solo la aplicación de
secretos cuya naturaleza aún no pudo llegar a comprender la ciencia
ortodoxa.
¿Cuáles son los milagros y los poderes que se atribuyen a los santos
Sufis? Si bien casi no existe fenómeno taumatúrgico quo alguna au-
toridad no haya atribuido a los derviches, algunos milagros" son
más característicos del culto que otros. El primero do ellos (en con-
formidad con la creencia de que el tiempo no existe) es la aniquilación
del tiempo convencional. Muchas y variadas historias, algunas de ellas
con el aval de historiadores meticulosos y precisos, se refieren a este
fenómeno.
Quizá la más famosa sea el caso del Sheik Shahab-cd-Din. El era
capaz de inducir, se dice, la apariencia de frutas, personas y objetos
a su absoluta vpluntacl. Narra la historia que una vez pidió al Sultán
de Egipto que colocara su cabeza dentro de una vasija con agua. Al ins-
tante, el Sultán se vio a sí mismo convertido en un marinero náufrago,
perdido en una tierra totalmente desconocida.
Fue rescatado por leñadores, se dirigió a la ciudad más cercana
(jurando venganza contra el Slieik cuya magia lo había colocado en
eso apuro), y comenzó o trabajar como esclavo. Luego de varios años,
obtuvo la libertad, abrió un comercio, se casó y se estableció. Empo-
brecido nuevamente, se vio obligado n trabajar como mozo do cordel
para mantener a su esposa y sus sido hijos.
Un día que se hulluba casualmente a la orilla del mar, decidió to-
mar un baño.
De inmediato, se encontró a sí mismo de regreso en el palacio
de El Cairo, nuevamente Rey, rodeado de cortesanos, con el rostro serio
del Sheik ante sus ojos. Toda la experiencia, que 1c pareció haber du-
rado años, habla tomado solo unos segundos.
Esta aplicación de la doctrina de que "el tiempo no significa nada
para los Sufis" se ve reflejada con un ejemplo famoso de la vida de Maho-
111,1. Cuenta el relato que el Profeta, al realizar su milagroso "Viaje
Nocturno", fue llevado por el ángel Gabriel al Ciclo, al Infierno y a
Jerusalem. Luego de cuatro discusiones y diez conferencias con Dios,
volvió a la tierra justo a tiempo para sostener una marmita con agua
eme se había volcado cuando el ángel se lo llevó.

75
Además de la no existencia del tiempo, el espacio desempeña un
papel poco importante para impedir que los Su Ib viajen a ilonde desean.
Se dice que un hecho corriente era b trasportación de muchos de los
maestros Sufis mis famosos. Los Sufis fueron vistos al mismo tiempo
en lugares distantes a miles de kilómetros. Kl Sheik Abdul Oudir Oclani
—uno de los más célebres hombres santos del Sufismo- decía haber
viajado miles ile kilómetros "en un instante" para poder estar presente
en el f i n " i ' nO un adepto.
Otras maravillas que se atribuyen a los iniciados son caminar sobre
el agua, y \olar distancias enormes a la visti de quienes qnedabm en
(ierra.
Ellos creen que los milagros, tomo (ales, tolo son povhli \ jura los
profetas, l'ero las maravillas (karámát) pueden ser i atizadas p<r una
gran cantidad de Sufis. Las actividades de los magos que g nendmentc
son algún tipo de engaño destinado a los crédulos, se denominan ívfií/-
ráf, es decir los trucos simples de encantamiento y los trabajos de
prestídigitación. La magia propiamente dithi. con lo cual se designa
a la taumaturgia mediante la ayuda de los espíritus, es u n í runa total-
mente diferente de la ciencia oculta ■>,

ORGANIZACIÓN DE LAS ORDENES

Las On lenes Místicas de este tipo establecen reglas rígidas para


los aspirantes al poder Sufi, dentro de un modelo »\( ihlcrido. A pule
de aquellos «pie siguen sotos el culto, todo* lo* nuevos reclutas deben
ser aceptados por un pir o maestro, de acuerdo con uní fórmula. Para
entrar en la Orden los hijos sigiu n los ¡visos de sus padre* quienes
a su vez siguen los de sus mayores, y solo aquellos que lian sido reco-
mendados por cicrtis personas responsables son aceptado* ionio dis-
cípulos en el primer grado, el de sátik. "buscador".
Las Ordenes, que llevan los nombre* tie sus fundadores (Naqsb-
bandiyya, Chishtiyya, QAdiríyya. etc.), están organizadas en grupos que
estudian con un maestro acreditado. 1.a prornoción de un grado al
inmediato superior tiene lugar mediante u n manifiesto o declaración
del maestro (let grupo al cual pcrtmrco el acólito. Con el pn>|>ó<iitn de
estudiar una rama particular del arte, los estudiantes viajan de Marrue-
cos a Java, o desde China hasta Libia, pira unirse al círculo (llalka) de
un maestro célebre. Luego, si éste lo apnu lu. < I candidato será acep-
tado a pruclin durante algunos meses. Llevando una vida de pobreza,
vestido quizás con ropas de azafrán y realizando tarcas serviles, durante
el período que abarcan sus estudios el aspirante debe permanecer adicto
a su maestro con una devoción que excede tn mucho aun a la disci-
plina más rigurosa de cualquier fuerza militar.
Debe tomar parte de Ins recitaciones rltudes de ciertas escrituras
sagradas y secretas, debe observar las Cinco Plegarias. Rituales y las
abluciones, el mes anual de ayuno desde el amanecer Iiast i la caída
del Sol y leer las obras de los maestros.
Las órdenes

Se conocen divenas Ordenes o Tatiqn ("Senderos') del Sufismo.


Todas remontan sus orígenes al mismo Mahoma, y también a sus com-
pnV ros. Se ha dicho «pie ellas se originaron en una fraternidad mística
de los seguidores mis inmediatos del Profeta, los As'háb as-Safá o Com-
pañeros del Banco. Estos hombres, «le l«>s cuales es poco lo que se sabe,
se dedieabtn a Lis buenas obras, la contemplición. el ayuno y la ple-
garia. Incluso la derivación aV su nombre está rodeada de misterio •*.
Sin embargo, las Norias más difundidas afirman que éste deriva de sus
rojws de lana (en árabe, siif significa lana) o de safa", pureza.
Actualmente, las órdenes principales son la Naqshbandiyya, la Chish-
tiyya, la Qadriyya y ln Siihirwurdiyyn. Cada una es Independiente, en
sí misma; ninguna es hostil pam con las demás? algunas veces compar-
ten hombres santos v prácticis; los objetivos de la buminidad. y par-
ticnlnrmente de los Sufis. son c-»si idénticos en todas ellas.
Existe una cantidad de otras Otthnes. desparra maclas desde Marrue-
cos Insta |ava. a tnvés de l i Indi i Afranistán o doquiera haya pros-
p-rado el Islamismo En fixíos los «aso*, los ritos y los escritos son alta-
mente simlróltcos y la admisión a una Orilcn depende del padrinazgo
y la iniciación.
lY.idicionalmriiie los Sufis ocupan un limar import inte pero inde-
finido tanto en la sociedad como en In historia. I-os Ocrvichc* del
Smlán eran —y aún lo son— una Orden Sufi orginizada como una enti-
dad militante y actualmente filintróp'ea. En los tiempos del Imperio
Otomano, las muy temidas tropas de choque de los jeníziros * eran una
fnitcrnidad militar Sufi. conectada con la Orílcn que hoy conocernos como
Naqrdihundiyyu. El solx-rnno «le Libia. Sayi-d Idris. «'ra el Jefe de una
Oran Sufi y la mayoría de sus subditos, si no lodos, se consideran
a sf mismos como Sufis. El Fakir «le lpi -esa Tea de la Frontera Nor-
oeste de la India"— es un líder Sufi. Estos hechos, brevemente rela-
tados, pueden conducir a la impresión de one existe un gran militarismo
en las diversas On lenes: quizas la explicación sea que los otros aspectos
del culto son menos conocidos en Occick'ntc; referirse a ellos fuera de
contexto serviría solo para confundir al lector.

Objetivos del Sufismo

La teoría del Sufismo sostiene que el hombre, en su estado ordi-


nario (parte animal, parte espíritu), es incompleto. Toda la doctrina y los
rituales Sufis están dedicados a la purificación del Buscador (Sálik) y por
consiguiente, a lograr que se convierta en un Insán-i-Kámil. es decir.
Hombro Perfecto u Hombre Integro o Completo. Esta teoría contempla
la posibilidad de que un hombre pueda lograr este estado de Integridad
por sí mismo, e incluso por medios diferentes del Sufismo. Aun así, sos-

• DEL PEM /)..» MW. -DMPARJOM D« U VÉDA".


- " TÍ- TI que el Sufismo es el camino establecido, con sus métodos pres-
cript o* y la guia de los Maestros que ya hin transitado el Sendero.
Cuando el aspirante alcanza el estado de integridad o perfección
que es la meta del culto, se encuentra en armonía con el Infinito y
aquellos esfuerzos c incertidumbres a los cuales él. como simple mortal
imperfecto, se lidiaba sujeto, ya no existen más. Este estado último de
logro, es conocido como Waal, "Unión".
La vida monástica, sin embargo, es fuertemente combatida por los
pensadores Sufi. Ellos sostienen que si un hombre priva a la sociedad
de sus servicios y de su actividad, su conducta es antisocial, y esto
contraviene el Plan Divino. En consecuencia, según las palabras del Pri-
mer Principio del Sufismo, el hombre debe "Estar en el mundo, pero no
pertenecer al mundo- *.
Por ello, las jerarquías de los hombres santos musulmanes Sufi se
conocen tanto por sus ocupaciones como por sus títulos. Uno de ellos
(Attar) era químico; otro (Hadrst Bahauddín Naqshband) era pintor,
etcétera. Ciertos reyes de la India y de Persia, al convertirse en Sufis,
encararon algún trabajo adicional para pagarse su propia manutención,
mientras conservaban su cargo de gobernantes sin por ello lomar nada
del tesoro para sí mismos.


La jerarquía invisible del Sufismo

El Qútub es el jefe supremo de todo el sistema: él es d más ilumi-


nado de todos los cofrades; ha alcanzado el grado de Waal (Unión con
el Infinito) y. según algunas versiones ejerce su poder sobre todo
el organismo Sufi. Otros dicen que el Qútub también tiene un po-
der político o temporal considerable. En cualquier coso, su identidad
es conocida por muy pocos. El so mantiene en comunicación solo con
los líderes de las Ordenes. Las conversaciones son telepáticas, o bien
por medio de "la aniquilación del tiempo y del espacio". Este último
fenómeno, dicen, significa que los Sufis que alcanzaron el grado de Wasl
son capaces de trasportarse a cualquier parte instantáneamente, en forma
física, mediante un proceso de descorporalizacion.
El Qútub es asistido por cuatro delegados, los A wind o Pilares, cuya
función consiste en mantener conocimiento acerca de los cuatro rinco-
nes de la tierra, ejercer poder sobre ellos c informar al qútub constan-
temente sobre el estado de los asuntos en todos los países." Subordinados
a los Awtad están los cuarenta Abdal ("aquellos que han cambiado
espirítualmente"), y por debajo de ellos, los setenta Nobles quienes a su
vez mandan sobre los trescientos Señores. I.os Sufi que no tienen un
puesto determinado dentro de esta jerarquía se denominan Santos o
raí.

• '¡Dar Dwmm B¿sfV As Dum** UabáAT


Acceso e iniciación

El acceso a una Orden se realiza a través de uno de los varios


centenares de ramas (I Íntica) —también conocidas como Círculos- que
florecen en todo el Oriente. Si bien las explicaciones de aspectos más
esotéricos del culto no son accesibles para nadie excepto los iniciados,
es importante señalar que éstos no mantienen en secreto su carácter de
miembros de una Orden.
En algunos lugares los hombres llevan a sus hijos jóvenes a presen-
ciar los ritos de la Orden; en consecuencia, a muchos de ellos, al crecer,
se les despierta curiosidad acerca del Sufismo; también puede decirse
que no es frecuente «pie el hijo de un Sufi no se una él mismo a una
Orden.
Cuando se presenta un candidato para ingresar al grado inferior
(Sálik: buscador), a veces se le permite estar presente en las reuniones
durante un cierto periodo, antes de ser presentado formalmente por sus
padrinos pira su enrolamiento. La aceptación por parte de un Jefe o
/'ir no significa necesariamente que la promoción se vaya a producir.
Esta es una de las facetas verdaderamente extraordinarias del Sufismo, en
contraposición con otras fraternidades místicas o secretas. La promo-
ción o elevación en la Orden o incluso la trasmisión del conocimiento
secreto, llega a una persona en forma automática cuando ésta está pre-
parada para ello.
El aspirante no progresará jamás si no está "Maduro" (Pukhta) pa-
ra la iluminación. Sin embargo, una vez quo ha sido iniciado, muy pro-
bablemente se encontrará en el Camino hacia el Éxito, y si se adhiere con
rigidez a los ritos y las prácticas de la orden, podrá obtener beneficios
de ello. En otras palabras, si. como a veces ocurre, una persona que no
está iniciada presencia una Halka Sufi. puede oír todo lo que allí se
dice, puede tomar parte de la repetición cíe todas las fórmulas sagradas,
puede incluso unirse a las deambulaciones rituales: pero no obtendrá
de todo ello ni iluminación, ni beneficio, ni comprensión alguna.
Un ejemplo notable de esto es el Monasterio do la Orden Maulavi,
en Chipre, donde cualquier persona puede presenciar las extrañas cere-
monias de los "Derviches Danzantes" y estos últimos no se sienten afec-
tados por los infieles, los no iniciados o los detractores. Se trata de su
fe inconmovible en que las ceremonias y la repetición de las fórmulas
sagradas (Dhíkr) son eficaces solo para los iniciados.
los recién llegados, una vez introducidos en el círculo de los Sufis.
generalmente presencian diversas sesiones de recitación, repetición do
frases sagradas, cantos q danzas, según la Orden de que se trote. En
relación con la música, algunas Ordenes la emplean pero otras ni si-
quiera permiten recitaciones, salvo en voz muy baja.
En un momento oportuno del proceso, el candidato es presentado
al Jefe del Circulo. Es posible que se le efectúen ciertas preguntas, con
el objeto de determinar su grado de adecuación. Si es aceptado, el Jefe
lo toma de las manos y le susurra en los oídos. El recluta es ronocide
entonces como un Buscador, y el único rito que debe cumplir aún para
completar su admisión en la Orden es el Gran Juramento. Kn osle, el
Sálik se compromete a obedecer a su l'ir, absolutamente y sin ninguna
reserva.
Si bien casi lodo Sufi que haya transitado el Sendero es un miem-
bro bien preparado de su Orden, existe otra forma de Sufismo. Esta, lla-
mada l'waysi. es practicada por aquellos que, si bien siguen los modelos
Sufi establecidos de disciplina y pensamiento, aún no están afiliados a
ninguna Orden. El nombre deriva de Uwáys al Qurani, del Yemen, un
contemporáneo de Mahoma de quien se dice se cncontralxi en contacto
espiritual con el Profeta, si bien minea .se encontraron persona luiente.
Dos hechos importantes del Sufismo están ejemplificados en esta
doctrina del Vtvnysl. Primero muestra el vinculo espiritual o telepático que
forma una parte significativa del culto. Del mismo modo (pie el tiempo
no tiene un sentido convencional para los Sufi, asi uno de ellos puede
comunicarse con otro que se encuentre a gran distancia o incluso que
ha va muerto. De allí que nos encontramos con lumbres santos que
solicitan inspiración o cooperación a otros a quienes a veces ni siquiera
lun visto jamás, o bien al espíritu de alguien que lia ce hemp > ha falle-
cido. En segundo lugar, los Sufis reconocen «pie alguien que no se
encuentra bajo las órdenes directas y constantes del Pir o maestro puede
llegar a transitar el Sendero. Al mismo tiempo, subrayan que estos casos
son raros.

El sendero Sufi

Luego de la aceptación por parte del Jefe de la halka, el Buscador


obtiene el título de Murid (discípulo) y debe entonces embarcarse en
la preparación rigurosa que lo conducirá a la Segunda Etapa: la de
Tariqat o potencialidad. Esta última constituye el prirmr grado real del
Sufismo y denota progreso (Spiritual.
Entre el Primero y el Segundo Crado. además de oliedcccr todas
las instrucciones del Maestro, el discípulo no debe omitir ningún punto
del acatamiento ritual del Islam. Ademas de leer ciertos liltros iwrscrip-
tos, dedica todo el tiempo que puede a la recitación de dhikr*1. Estas
fórmulas tienen por objeto remediar cualquier deficiencia en la fe o la
capacidad que pueda liaber sido detectada por el Pir. Este período es
considerado como la reconsagración n la tesis de "listar en el mundo,
pero no pertenecer al mundo", l-a intención y la meta de todo Buscador
en osla etapa es concentrarse sobre los pensamientos y In personalidad
del Pir. A su turno, el Pir vuelve sus pensamientos regularmente hacia
los de su discípulo, enviándole energía espiritual vital, para fortificarlo
en su bitalla contra el "Yo". Como "Yo" se conocen las cosas de la carne
que desvirtúan el verdadero progreso espiritual.
En la etapa de Muridi. el Buscador puede, también tomar parte
de las reuniones nocturnas de los Derviches (Sufis). en sus halka o
monasterios. Presentes en tales reuniones, y repitiendo los misnvo* dhikrs.
puede haber Sufis en diversas etapas de promoción. Pero esto no afee-
tina la ]>utencía de los dhikr ni el progreso individual de cada uno.
ilado que ellos sostienen que el misino dhikr puede ser de gran valor
en cada una de las etapas. Esto, por supuesto, lo determina el Pir.
Cuando el discípulo merece d título de Tnnqat —ya sea porque
tu Pir asi lo decide o porque él mismo ha alcanzado la etapa de saber
que ha progresado— transfiere su atención de los pensamientos de su
Eider a los del Fundador de la Orden. En este momento, no obstan-
te, el Líder mantiene sus propios pensamientos concentrados en su
discípulo, para reforzar sus poderes espirituales.
En esta etapa el discípulo, si su l'ir así lo decide, puede comenzar
a lli wi a cabo ciertas prácticas taumatúrgicas. Sus conocimientos sobre
ciencias mullas y fenómenos mágicos reales son I nmidrrables, pem pne
de utilizarlos solo si cuenta con el consentimiento del Pir.
Estos Sufis se encuentran ahora en la Etapa del Safar-alláh: el
Viaje hacia el Conocimiento. Deben concentrarse para lograr la unidad
con el espíritu del Fundador de la Orden, a quien ahora llaman Pir. en
lugar del 1 n'.i r de quienes son discípulos. En esta etapa, a éste lo lla-
man Shcik o Murshid.
A instancias del Murshid. viajan a países lejanos. No les está per-
mitido predicar el culto, a menos que sean interrogados y que sientan
que sus interlocutores son capaces de beneficiarse mediante dicho cono-
cimiento. Llevan a cabo peregrinajes a la Meca, a Medina, a Jerusalem
y a olios, santuarios. Esta etajKi generalmente lleva más tiempo que la
.interior.
Sin cmlsurgo. es subido y está registrado, que la promoción de una
ctupi inferior a una de las más elevadas puede tener lugar sin la inter-
vención del Murshid.
Después del lariqat viene la Tercera Etapa: el An'/, el C o n o t edor.
En este punto el Aspirante se dedica a lograr la unidad con los pensa-
mientos de Malmma \ se lia graduado más allá de la mente del Fun-
dador de la Orden. Esta parte del camino es conocida como Safar U -
Alláh: el Viaje hacia el Abandono de la Negligencia.
poderes ocultos y sobrenaturales son notables en la Etapa del
i .'H El espíritu ha sido (Mirificado totalmente de los aspectos físicos
y los anhelos perjudiciales. El Yo se encuentra bajo control. Todo lo
que resta es la Cima. El Crudo de Fana" o Aniquilación. Esto significa
la destrucción total de todos los pensamientos que separan al Buscador
del conocimiento pleno de lorias las cosas. Más allá de esto ya no podrá
llegar, excepto o la Quinta Etapa la cual supone un retomo a la vida
humilde para poder purificar a otros.

Loa milagros de los Suli

Kamaluddín. uno de los mas importantes hit orladores de los Sufi,


nos proporciona un ejemplo típico de resurrección de un muerto, hecho
que resulta familiar a los estudiosos de la Orden Naqshbandi.
Dice que Qaiyúm, un líder Naqshbandi. revivió a su nieta a pesar

81
do que su mucrlc labia sido certificada tres días antes. I I hombre santo
afirmaba que ella estaba viva. Fue solo cuando el cuerpo comenzó a
dar señales de descomposición (cosa que, dado el clima de la India,
se produce enseguida) que ¿1 simplemente la llamó por su nombre...
y la niña se sentó de inmediato, de acuerdo con lo que te afirma.
Sobre Rabia al-Adawiya, la mas conocida de las mujeres Sufi, que
vivió en el siglo octavo, nos han llegado informes de numerosos mi-
lagros.
Según lo expuesto, a los pocos que llegaron a conocerla bien, su
enseñanza principal consistía en que la oración y la recitación de las
formulas' sagradas eran el Acervo al Conocimiento y. e n e m i s e í l u -ncia.
al poder. Ella no se inclinaba a concentrarse en el uso generalmente
aceptado de la plegaria como un medio para obtener el perdón y la
salvación.
Se dice que, mediante la fórmula Lá-Máháitta-alláh ("No liay otro
Dios salvo Alá, el Único), ella podía encender fuego sin leños, obtener
alimentos sin salir de su casa y proveerse de suficientes cantidades de
oro como para cubrir sus necesidades por medios sobrenaturales.
Cuando era muy joven fue vendida como esclava. Un día, su amo
le dijo que había visto una lámpara que parecía suspendida sobre ella,
sin que nada la sostuviera. Esta experiencia lo preocupó tanto que
inmediatamente le dio la libertad, sin decir nada a nadie.
Los Sufi. además de observar las plegarias y las abluciones ritua-
les, emplean diversos dhikr que inducen la concentración mental para
producir fenómenos ocultos de casi todo tipo. Entro éstos se encuen-
tran la capacidad de aliviar el dolor y combatir la enfermedad, la tras-
portación a cualquier parte en un abrir y cerrar de ojos, el conocimiento
de los hechos futuros y también de los pensamientos de las personas,
aun si éstas no se encuentran presentes.

Los dhtkrs do los Sufl

Todas las recitaciones se llevan a cabo en un estado de pureza


ritual. Se lavan la cara, los brazos, los pies y la boca. Si el Buscador
ha dormido desde su último dhikr, debe bañarse. Cualquier otro tipo
de contaminación debe ser quitada mediante la inmersión completa.
Cencralmentc los dhikr se rezan durante las horas de la noche.
Cuando se desea un resultado sobrenatural, el dhikr debe dirigirse
a alguna faceta del poder Divino relacionada con el efecto deseado.
Es decir, si un Sufi desea curar una enfermedad, te prepara a sí mismo
mediante la repetición de un dhikr que consiste en el Nombre de Dios
que denota curación. Por este medio, el Sufi intenta juntar en su mente
un potencial tremendo de fuerza mental asociado con la curación. Esto
es proyectado hacia el objeto de su atención concentrándose al mismo
tiempo sobre el residía do deseado.
Cuando se solicita la ayuda de un Sufi para asegurar, por ejemplo,
el éxito en alguna aventura, él se purificará y pasará tres noches, que
culminarán i n jueves, recitando la fórmula Ya Fáiih ("Oh. Vencedor"),
uno de tus Atributos del Todopoderoso. F.l jueves (la noche "poderosa"
de la semana) la cuota computa de poder se habrá vigorizado en su
mente: esta, en todo caso, es la teoría. También puede dar a la persona
un talismán o amuleto con el dhikr escrito en él, para que lo use en
el brazo. Incluso en la actualidad, estos amuletos con dhikr son muy
corrientes en todas las clases sociales del Oriente musulmán, No es
infrecuente que los Sufis reciban la visita de algún miembro importante
de la Orden -quizás muerto hace tiempo- quien le aconseja sobre el
mejor rumbo a seguir en alguna cuestión que los desconcierta.
Al comienzo de su entrenamiento, los aspectos más esotéricos del
Sufismo le interesan menos al Buscador (pie el logro de progresos me-
diante la obediencia implícita a las fórmulas del culto. La raíz de todo
esc progreso es el dhikr. Ya sea (pie se (rate de un dhikr establecido
(si se encuentra bajo la guía de un Sheik) o uno seleccionado por si
mismo (si él es un Uwaysi que trabaja solo), su tarea consiste en repe-
tirlo con cuidado meticuloso en cuanto a la cantidad de veces y a ta
(recuriK I . I t nn [ i i e lo hace.
(

Cuando repiten la fórmula en forma de murmullo (ilhikr f a f i ) ,


emplean un rosario de noventa y nueve cuentas, una de ellas para cada
repetición. En el caso del dhikr dfali (repetición en voz alta) en general
no emplean el rosario. Cuando no se encuentra en una reunión de la halka
("circulo"^ el Aspirante se dirige a un lugar tranquilo, o pasa su tiem-
po de contemplación en un cuarto alejado destinado a ese fin.

También existe un ejercicio llamado flkr, que consiste en medita-


ción, es decir, la concentración sobre algún poder deseado o sobre la
inmensidad del Unis'crso. Cuando los Sufi se lian entregado a los dhikr
y a los fikr de manera tal que éstos se han convertido ya en una
segunda naturaleza, se impone la Forma Superior del Dhikr. Fita con-
sisto en el control y la concentración de la respiración: la mente se
concentra en una sola idea y se recita la fórmula del Dhikr original
o alguna otra, esta vez acompasando el ritmo a la respiración.
Cuando el Dhikr ha penetrado tan profundamente en la mente que
se lo repite en forma automática sin ningún esfuerzo consciente, se
emplea la "Forma Superior". De acuerdo con la doctrina, los Sufi han
logrado el dominio de los procesos del pensamiento y su vincuhción
con el cuerpo.
El proposito de esta Forma Superior es la producción del próximo
fenómeno, considerado de gran importúnela; el éxtasis. Mientras acep-
tan que el éxtasis puede llegnr sin los tlhikr, al mismo tiempo sostienen
que, por otros medios, no es tan simple alcanzarlo. En estado de éxtasis,
al que (Hiede seguir el de inconsciencia, la mente sufre una trasforma-
ción cuya naturaleza no describen. El verdadero éxtasis es conocido
bajo el término técnico wadjd. y abre el camino a la TCFFRAF (iluminación).
Aquí la mente y el alma se liberan del cuerpo, y el conocimiento y el
poder toman el lugar de los pensamientos ordinarios de los cuales la
mente ha sido purificada. En la Carden Chiditi emplean la música para

83
■iKiiKir el éxtasis; algunas órdenes afirman que sus miembros entran en
trance al mirar fijamente los ojos de su Sheik. Los llamados Derviches Dan-
/.ür' > llevan a cabo el fenómeno del trance y el éxtasis a través de
deambulaciones monótonas; esto es mas notorio en la Orden Maula vi,
muy popular en Turquía. En estado de éxtasis se cree que los Sufis
son capaces de superar todas las barreras del tiempo, el espacio y el pen-
samiento. Pueden provocar hechos aparentemente impoublc* solamente
a causa de que ya no se encuentran confinados por las barreras que
existen para las personas comunes. Es cierto que, en el estado actual
del conocimiento, algunas de sus actividades sobrenaturales son difí-
ciles de creer. Se observará (pie los principios generales que se encuen-
tran en muchos sistemas religiosos y prácticas ocultistas son extraña-
mente similares. I.os principios de liderazgo, discipulado y disciplina,
contemplación y concentración, pueden encontrarse en los ritos secretos
y en los no tan secretos de casi todos los pueblos.
Si intentamos analizar de una manera realmente científica los mila-
gros de los Sufi, los guru de la India, los magos-médicos africanos
y los hechiceros del Amazonas, la cuestión esencial no sera creer o no creer.
IVb'/remos admitir que no hemos demostrado fchacienlemcnle la inexis-
tencia del conocimiento esotérico secreto. Tampoco podemos explicar
las semejanzas en base a lu psicología, es decir, (pie estos ritos solo
simlxtlizan la lucha limitada y natural de los hombres \»>t alcanzar la
superioridad. La esfera apta para la investigación es extraordinariamente
amplia.

yo SOY

(Forma Sufi de Mirza Khan, Ansari)

¿Cómo puedo definir lo que soy?


Totalmente eiistrnte y rmpero inexistente, a través de í I. yo soy.

Todo lo que fuera del ser se hace nada.


El significado de esa nada. soy.

A veces un ponto rn el disco del sol;


Otras, una onda rn la superficie drl agua.

Ahora vuelo por los vientos de b asociación;


Ya soy un pa>ro drl mundo incorpóreo.

El nombre del hielo también me denomina:


Lo congelado en rl Invierno, rso también soy.

Me he rnvuello rn los cuatro elementos:


Yo soy la nulie rn la fas drl cielo.

De la H t m l ni llegue a la infinitud:
En verdad, nada raíste que yo no lea.

Mi vitalidad surge da la mi una fuente de k< vida;


Y yo soy La vea dentro de todas Lu bocas.
Y soy el oído de talos los oitlos;
Y UniMii U vista de lodo oto soy.

Soy h potencialidad de talas las COM:


Soy b prrcrpooo que cada uno lleva drnlro de si

MIvoluntad y proprm*>WI rSUn con Indos:


Con nú propMS actos. tainUcn. ntisleiho estoy.

I'nin' los | i . i . i i l c r n y los viciosos, soy malvado;


P ITO, raleado di-I him, beuelico soy.

LAS ONCE HEGLAS SEGUETAS DE LOS INICIADOS EN EL SUFISMO

Caracteristicaí de todas las Oíd mes Sufi son lai Itegbs establecidas por ti
fundador —y algunas veces completadas por sus lucesoreí— que rigen la conducta
y t i concentración de Los Buscadores. Estas son bs Reglas indispensables de la
OÍ dm N«|shrnndi:

13......< imcíencta de U Reoperation. La menta debe estar entrenada para estar **-
errtarnente consciente de lalo, incluso la respiración. Al mismo tiempo. U
■Mi delie btir ntmicanwntr con pensamientos sobre el Infinito (esencia y
i...... divinas).
14. Ventar en Nuestra Propia Tierra. Debe recordaría con frecuencia que el Sufi
ea un *via(ero" a lo brgo del Sendero Sufi.
15. i >lw ' i . . r loe Píe». Guando camina, el Muscador delie concentrar la vista sobre
■us pasos. El significado secreto de esto es que debe tener conciencia de
adórale se dirige, en un sentido metafórico.
16. Solttlod en Compañía. mente « 1 - 1 — - estar tan concentrada corno para que,
incluso en compañía de otros y en medio do distracciones, el Sufi pueda
conservar sus pensamientos punto* en su tarea.
17.................................... /lecori/ocirín. El Sufi i drl«e olvidar que es una
persona consagrada.
(I. I.m leí K\lo se lefteie a pk'.IW leeves que se emplean para puntuar laa
.. I - i , - de los dhikr
18. Ceau■<-«.< I.; La mente delie tener conciencia de que etisten numerosas
distrac-
ctortet. Estas deben ser combatidas.
19. fletogi miento. La concentra cuín debe lograrse mediante el pensamiento en
esta
i■ ■ i ■ 1 . r ■. y . i i . [u la taras.
0. Pauta del Tiempo. Durante bs pausas en su pensamiento, el Sufi debe reca-
pitular sus acciones y csnminiirlns.
20. Pausa de los Números. Conciencia de «pío so luí completado el número requerido
da repeticiones del dhikr.
21. Pauta del Corazón. Durante esta pausa, b mente se entrena para visualiiar el
coraron del Buscador como portador del Nombre de Atbh.
REPRESENTACIÓN ESQUEMÁTICA DEL SENDEHO SUFI
(TARIQA-SUFTYYA)

Conocida como el 1. Múdíix* (MiUgnal).


Sai» bi-Llah ti IIra!liado* tolo par lot prufrtas.
Sufi regresa ETAPA 5 / -Baqa
al mundo para Grado de Wmtl (Santi-
guiar a los lad). Estado de Matawut-
hombres. Taeafatn o "Equilibrio en-
tre lai dos fuerzas".
Venómenot oculta rdodonadoi
con lot tradoi del Sendero Sufi:

Karemot (Maravillas). ETAPA 4 / _ F„U AnulacAi. La Orna. La


Por ej.: caminar sobre Conocida como el / ,enlad y el Fasst se alcanzan me-
el agua, Safar ll-Auih. /,!....,,■ la soledad estricta y U me-
predicción del futuro. cí viaje hacia el / dilación. El Buscador está en camino
abandono de / de lograr la unidad con el Espíritu
la ncgliRcncia. / del Profeta.

3. Muatvanot ETAPA 3 / ~ Á r i t (CoiKXlmiriilo). Adquisición de


(Uumaturgia Etapa de Safer- I Poderes ocultos y espirituales,
sobrenatural). u-LUh: el Viaje
Por ej.: poder hacia el coco- / ■ Buscador cata en vías de lograr la
de volar. amiento / """dad con rl espíritu del Pir (fundador
de ta or.!...
El Sheiti (guia) proyecta poder espiritual
U mente del Buscador.
ETAPA 2
4 Sihe (Magia legal o "blan-
ca"¡ practienda con per-
miso del Sheik).
-Tarioat (PotencuUlail). I... verdadera primera
etapa del Sufismo. Dedicada a la unidad con d
espíritu del Sheik o AfuriW (gula espiritual).
Durante este período, rl Buscador sigue a su Sheik
en todas las cosas, adoptando ciegamente cicrtuí re-
citaciones y ejercicios r spirit nales.
Período de rededicación al lema de "Errar en el
mundo,
pero no pertenecer a él".
/ Uuridl (Discipulado). Aceptación por parte de un
marstro corno candidato adecuado para transitar el Sen-
dero Sufi.

— SéQik: I "Buscador", término genérico para los Sufis du-


rante el transito por el Send aro Sufi.
KIUTHAR
{'llwntnJCMNi* — Poder, cuoocinm-uto)

WAJD
(Estasis')

l)IIIKB-M)AH
( Ksmscsus dc Hrtp.rac.or. y Cartxrirt ración)
I HI IK II i-JAI.l
(Dhikr «i voz alta).

DIIIK.ll i-KIIAFI

(Representación de los paso* epic llevan a la Iluminación mediante los Ira


tipos tie dhikr (repetición) según la tradición secreta del Sufismo.)

OHCANr/ACIÓN DE I.A ORDEN CHISHTI


CRAN MAESTRO

Tilt (Jefe del Moruslerlo)


Sufis IWgiinos Sufis Internos: (I) Trabajadores.
(ortjuniudores y nd ml n 1st I adores de los (II) Asociados,
lli|i|.i - dreulos— locales). (iil) Reclusos.

Cinco llaluas. a cargo de luí Sufis Peregrinos, urganiudos en comunidades y


centros paia 1 > P>NTRIKH I I IM - IIII nación de la ciencia a través de asociados Laicos
en cada dudad y aldea dentro de la (unsdicoón del Monasterio.
ESQUEMA TEÓRICO DE LA JERARQUÍA SUFI UNIVERSAL

Santidad Esotérica.

QUTVB - □ Ele. Jefe de todo, lo* Sida.

Ptimer Imam Segundo Inmín


(-gula") (Alístenles del Qútul>)

O O O O
Los Cuatro Awatad (_ Pilares"*),
correspondientes a los cuatro pun-
tos cardinales.

O O O O O O O
Los Siete A Mal - delegados de los Awtad y respon*.iMr*
de los asuntos de los Siete Continentes.

O O O O O
Cinco Ami (Asistentes), que jyudan a los Alnl.il.

SctciiU NolJ.-».
M-i. representan a loa

Trescientos Jefes de tonas


menores que naciones.

aanlos, sin jurisdicción


(«ntortal.

Buscadores, que depenlen


de lea tantos

Laicos y afiliados.
CAPITULO 8
LA CONTRIBUCIÓN ÁRABE

En el nontlire de Subúmn. hijo de David (b paz sea con el) quien


sometió a Unios los genios: nqni y en el nomine del Rey Stib'msn, y
por su sello conn) jm.iinniio, comprométeme a IIUI el poder que me tlsrái
de b manera que yn crea b mejor, y a minti-nrr mi poder oculto de todos.
Juramento mágico: tAhro del Septuple Secreto, Primer Portal.

Es poco In que sabemos sobre las prácticas mágicas árabes con ante-
rioridad al advcninúciito del Islam en el siglo séptimo de esta era. De
acuerdo con la tradición árabe, Salomón dejó una gran herencia de con-
juros y p>HÍcres a ciertos iniciados, quienes guardaron los secretos en
(«sis apartados. Otros magos, arm idus con palabras mágicas, talismanes
y conjuros, ocuparon grandes cavernas llenas de tesoros y ejercieron
su poder contó una especie de círculo cerrado oculto, a través de todo
el mundo.
Antes del advenimiento del Islam, las tradiciones semitas compar-
tidas por los árabes, los judíos, los asirlos y otros, estaban sintetizadas
en los rituales y los simbolismos de la idolatría del Templo de La Meca:
la mística Kuibu. a lu (pie Malioma purificó y rededicó al monoteísmo
luego del éxito de su misión. Entre los trescientos sesenta dioses-espíritus
exaltados allí se encontraban Al-Lat. Manat. 'IV/. i y Hoba!': demonios
y dioses que "hrindultan oráculos y decidían sobre las costumbres de los
hombres". Sus sacerdotes provenían exclusivamente de la tribu de Quraish.
el clan real. Poseemos suficientes conocimientos acerca de los hechi-
ceros árabes preistámicos como para saber que sus métodos eran muy
semejantes a los de otras naciones semitas. Cuando la contribución árabe
se vuelve interesante es a partir del período posterior a que los clanes
conquistadores barrieran el desierto, y cuando la época de asimilación
con otros sistemas pasó a primer plano.
La historia de la magia árabe-islámica sigue el modelo de la civili-
zación árabe. Rajo el gobierno de los primeros califas de Siria. España
y Egipto, la elimine masa de material escrito proveniente de la heren-
cia de Roma. Grecia y las demás naciones conquistadas fue traducida
al árabe. Iaas eruditos, generalmente a expensas del Estado, sistema-
tizaron las enseñanzas de Aristóteles y otros escritores griegos, resu-
mieron historias antiguas, organizaron los códigos de leyes, religiones

89
y ética. En las florecientes universidades de Kaiiu.ni. el-Azhur, Córdulu y
Bagdad, los médicos realizaron trabajos dc medicina, magia y alqui-
mia. Las creencias mágicas dc los judíos y los caldeos fueron "conden-
sa das" y estudiadas.
¿Cuál era la actitud árube-musulmana con respecto a la magia?
Guiándose, como siempre, por el Corán, los sabios aceptaron la teoría
de que la magia, en una u otra forma, era una fuerza definida. Algu-
nos de los tratados sobre magia más interesantes del mundo provienen
de escritores árabes-musulmanes quo vivieron entre los siglos xn y xvi,
y fue en parte a través dc su trabajo conjunto con estudiosos judíos
en las universidades árabes de España que gran parte de lu sabiduría
oriental llegó a Europa.
Eajr-ed-Dín cl-Kazi (Hhazcs) dio lugar a uno de los primeros sis-
temas árabes dc magia. Según él, la magia (Sinr) se divide en tres
naw' o categorías:
En primer lugar, la magia caldea, que para él era en gran medida
un culto a las estrellas, incluía la astrología, y los espíritus atribuidos a
fuerzas provenientes de las estrellas.
En segundo lugar, prosigue, viene la verdadera magia de los espí-
ritus, que puede ser una forma de espiritismo en conjunto con la hipno-
sis. También se refería a la interacción del alma humana con su hués-
ped, el cuerpo, y los cuerpos do los demás. Los contactos con otros
espíritus humanos y su aplicación también forman parte dc esta sec-
ción. Finalmente, están los milagros, reservados solo a los profetas, dc
acuerdo con la fe musulmana.
Dice la leyenda que hubo una vez dos ángeles, Ilárut y Márut, que
aprendieron la magia y trasmitieron su conocimiento a la humanidad;
esta tesis es básica dc toda la magia árabe. También existen seres tales
como los djinn (genios), que pueden ser en parte espíritus y en parte
alguna otra cosa. Tanto los ángeles como los genios son mencionados
más de una vez en el Corán. Otra forma dc la magia tratada por los
árabes es el masj, el arte dc trasformar a los hombres en animales,
que en Occidente se conoto como lícantropía.
Los libros clásicos de investigadores árabes sobre mucltas materias
no ocultas registran creencias y procedimientos mágicos.
Autoridades tales como el historiador Tabari. hablan sobre magia.

Amuleto árabe para secar el paso o la


cu.l<::.' de un rival (sejpín Ibn
Khaldún).
en tanto la Filosofía Social de Iba jaldún menciona ciertos ritos que
el mismo vio y registró. Incluso los trabajos filosóficos de Al-Ghazzali,
padre de ti lógica moderna, establecen claramente que los sabios ára-
bes ban tratudo el tema con seriedad.
Ibu Jatdún, el filósofo social, nos proporciona uno de los ejem-
plos más tonificantes u imparciales sobre la actitud de un pensador
frente a las creencias mágicas. En sus trabajos, que datan del siglo xrv,
dice que existían dos tipos de magia (i) la Magia Pura y (2) la
Talismánica tífl.
El define la Magia Pura como una fuerza que proviene directa-
mente del mago, sin la intermediación de ningún "ayudante" ( n u n w i n ) .
En esta forma de ti magia, no existe ninguna cuestión de espíritus uti-
lizados o conjurados. Esto es quizás un eco de la creencia en el mana-
akasha, como fuerza oculta difusa y no canalizada, neutra respecto del
bien y el mal, algo así como una fuerza psicofísica en disponibilidad.
La segunda forma de magia, resumida en el termino Talismánica, implica
la necesidad de utilizar alguna otra fuerza, previo contacto con ella.
Ibn Jaldún fue el primero en señalar que existe cierto vínculo
entre el estado de hipnosis y la capacidad para hacer uso de algún tipo
de poder. Sostiene que el dibujo de la estrella de cinco puntas y otros
rituales deben excitar las emociones del mago a un grado sumo. Si
esto no ocurre, no se obtendrán resultados. Este es el primer comentario
científico-que se registra en el estudio de la magia.
Estos antecedentes de actividad intelectual intensa, que abarcan
el estudio de diversos sistemas, produjeron gran variedad de talismanes "
y otros elementos.
I.OS talismanes deben ser confeccionados en determinados momen-
tos. Deben contener uno o ambos de los metales mágicos: el hierro
y el cobre. Su simbolismo constituye una ayuda poderosa para forzar
la obediencia de los espíritus. Por ejemplo, aquellos que desean provocar
discordia, deben confeccionar un talismán cuadrado cuando la luna se
encuentra en Aries. En cambio, un talismán confeccionado en Aries,
pero de forma redonda, obligará a aparecerse al espíritu que conoce
el lugar donde so halla escondido un tesoro, y a divulgar su secreto.
La palabra ATIIORAY, que se encuentra bajo la égida de las Pléyades,
escrita sobre una tablilla de cobre, brinda a los marineros, los soldados
y los alquimistas poderes que van mucho más allá de lo común. IJÍS
edificios, los aljibes y las minas pueden ser destruidos mediante un
talismán mágico confeccionado con el mismo material y que lleve gra-
bados la palabra ADELAMEN y el signo de Tauro. También se cree
que tiene poderes para cualquier tipo de magia maligna. Los viajeros
llevan un talismán triangular de hierro, con la palabra ALCIIATAY bajo
el signo de Tauro dibujados en color negro; también es efectivo para
curar muchas enfermedades. La palabra ATHANNA, escrita junto con
el signo de Céminis sobre un trozo de hierro y cobre con la forma de
una media luna, ayuda a los sitiadores. Utüizado para la magia maligna,
este talismán puede destruir cosechas y resulta efectivo para las ven-
ganzas. La palabra ALDIMIACH, también bajo el signo de Céminis
y sobre un talismán confeccionado de la misma forma que el anterior,
es empleada para el amor y la amistad.
Se recomendaba dibujar con tinta negra sobre un papel blanco todos
estos signos, y llevarlos encima. Entonces, cuando la luna o el sol pasara
por el signo del Zodiaco apropiado, las virtudes latentes de los talis-
manes comenzarían a operar, y los beneficios requeridos serían percibi-
dos y sentidos de inmediato
Existen todavía otras variantes de esta ciencia astrológica: Almazán,
bajo Leo, provoca peleas entre hombres y mujeres. Es un mal signo para
los viajeros y promotor general de discordia. Algeliochc, también bajo
Leo, colocado en una posición fija, promueve el amor y la benevolencia,
Azobra, bajo Leo, es bueno para los viajes y para recuperar amores
perdidos. Alzarfa, de Virgo, trae buenas ganancias; Achureth, de Virgo
mantiene el amor y cura las enfermedades, pero no es bueno para los
viajes por tierra. Quienes deseen encontrar un tesoro, deben confeccio-
nar su talismán con el nombre de Agrafa, bajo Libra; Azubcnc, afín a
Escorpio, trae mala suerte en los viajes por mar.
Los talismanes de cobre y plomo confeccionados bajo el influjo
de Escorpio y grabados con la palabra Alchil favorecen la buena suerte
y los viajes en general.
Los siguientes talismanes árabes completan la lista que figura en
diversos libros de magia; durante un tiempo fueron muy corrientes en
Europa.
Allatha, la cola de Escorpio, trac mala fortuna para los viajes o para
emprender nuevas amistades, y asi se lo emplea en la magia del odio.
Abrahaya destruye las fortunas mal habidas e incita a las personas a
jugar. Abeida propicia las cosechas y ayuda a los viajeros pero, utili-
zado con intenciones malignas, provoca divorcios y discordias. Sada-
hecha, que viene bajo Capricornio, asegura la buena salud, mientras que
Zabodola cura ciertas enfermedades. Sadabeth es la Estrella de la For-
tuna, y su talismán debe ser usado por todos aquellos que pretenden

92
fidelidad conyugal. Sadalabra. junio con otros talismanes hostiles, es
útil para las venganzas, destruye a los enemigos y también provoca
divorcios. Alfarz, por el contrario, ayuda a encontrar una pareja y trac
buena suerte en general. Albolhan, gobernado por la fuerza de Piscis,
brinda seguridad en lugares extraños: es uno de los talismanes protec-
tores que emplean los magos mientras realizan su tarca. Promueve la
armonía y hace feliz a las parejas casadas.
La magia árabe es altamente simbólica. Muchos de los signos tra-
dicionales dc los brujos —el pentagrama, el Sello dc Salomón, el Es-
cudo de David, el Ojo de lloros y la Mano del dios de la Luna— son
de uso corriente por parte de los hechiceros árabes-islámicos.
Una creencia curiosa merece nuestra atención aquí. En el caso
de la svástica —símbolo del sol y dc la vida desde tiempos inmemo-
riales- los áiaba han decidido que su sola forma posee una virtud
especial, Si esta forma es vinculada a un significado que se le asigna
mediante la fuerza mental, entonces la fuerza se duplica. Si el signi-
ficado se triplica, así lo hace la fuerza, que se encuentra bajo las órde-
nes del mago a través del propio simbolismo dc la svástica u otro
elemento mágico. En un trabajo árabe del siglo xvn, Tilism wa'l Qutowa
("El Poder y los Talismanes -)*", encontramos una ampliación dc esta
teoría. Los cristianos, dice el autor anónimo, adoptaron como emblema
el signo de la Cruz. Ahora sabemos que desde tiempos remotos la Cruz
fue usada en la magia para representar al Sol y también que "contiene
dentro df sí virtudes dc una naturaleza incierta". Ya era poderosa antes de
Jesús. Después dc la Crucifixión fue adoptada y en consecuencia tiene
doble función y potencia. "lx> mismo ocurre con la Svástica"**.

Sud Árabe:
Síntesis Rusia Afganistán
Arabia
Améric Turkestan ,--- -s> China Nor-
a BABILONIA:
SEMITAS
EGIPCIOS
t occklentnl
Malasia
CRECÍA y Canea so
ROMA
t
Turquía

_L_

Cii

Norte Europa
y Occidental
Balcanes
España ^
Africa del-
Norte

Africa
Central

93
Esquema que ilustra la rcdifiMiotí araba «le las artel mágicas heredodus de las
civilizaciones del Cercano Oriente: siglo* viu ul XV D.C.

94
Se desconoce dónde se originó la Svástica. En China todavía es muy
corriente (con el nombre de toan) y se cree que fue adoptada bajo el
Budismo, lo cual posiblemente apunta hacia una fuente hindú: "la
acumulación de signos de la buena suerte poseedores de diez mil vir-
tudes es una de las sesenta y cinco figuras místicas de las que se cree
que se originaron en cada una de las famosas huellas de Boda" Tam-
bién es corriente en otras tierras que tienen tradiciones budistas. "Ha
sido identificada con el Martillo de Thor" —de donde posiblemente la
adoptaron los nazis alemanes como un símbolo "ario"— "el Zeus o Tro-
nador de los escandinavos."
El nombre que le damos actualmente deriva de dos palabras del
sánscrito: su ("bien") y asíí ("está"), lo cual significa "está bien".
Existen muchas variedades de la cruz svástica; entre ellas se en-
cuentra el emblema de la Isla de Man.
Los árabes han hecho diversas adaptaciones del símbolo de la svás-
tica a poderes, invocaciones y nombres. En una de ellas se observa la
fraso Ya Mi ("|Ob, Alíl"), Invocación ul Cuarto Califa y Compañero
de Mahoma. Esto es corriente entre los seguidores del rito shU, quie-
nes reverencian a este personaje. También, en Persia, el símbolo en
empleado para incluir la invocación persa a los Cuatro Califas: Ya Cha-
har Yar (~¡Oh, Cuatro Amlgost"). En este caso, como en el anterior, los
brazos (o piernas) de la figura dan la impresión de rotar en el sentido
de las agujas del reloj. Un calígrafo que conocía el significado de la
frase Chahar Ver preparó una versión de mi nombre pañi un sello, en
el cual había dos svásticas rotando en direcciones diferentes, (ai última
contenía mi título: Sayal Shah.
Esto en cuanto al aspecto talismán co de la contribución árabe.
Característica drl empico de los demonios y los espíritus -en oposi-
ción a la teoría de los talismanes o "segunda fuerza" de Ibn Jaluún—
es la complicada cuestión del hechizo del nudo.
En el Corán1" encontramos una referencia importante al empleo
de los nudos como vehículo para Us mildiciones:

El Amanecer:
Dices tú: 'Me refugio junto at Señor del Amanecer
Del mal de todo lo que El hs hecho,
Y del mal de lo oscuro cuando se difunde
Y del mal de aquellos que soplan sobre malos.
Y del mal del envidioso tonudo envidia.

Esto se refiere claramente a la antigua ciencia semita de los nudui


citada en las Tablas Ardientes (Maqlu):

El nudo de rila se lia aflojado, su brcliieerla se lia convertido n» nada, y


torios
sm hr rúxos llenan H desierto.

La tradición musulmana narra una curiosa historia acere i del Pro-


feta Mahoma, que ludiría sido rmbrujado por un hechicero judío mediante
este método. Se ataron nueve nudos en una cuerda, y cada uudo "amarra-
narraciones árabes e islámicas
c6 1 tradicionales
_§__ acerca dc las maravillas de la tierra de
los genios y del país de las
| liadas (Peristán). El método para
conjurar a los genios mediante talis-
J
A
Y manes está muy difundido. Para
decirlo con brevedad, si bien existen
Cuadrado inájlico para variaciones, este método consiste en
facilitar el naci- confeccionar un talismán y per-
miento de un unió. De Ijt
Liberación del fumarlo con incii nso. como primer
Error dc Al-Chazzall. I.os paso. Una vez hecho esto, el genio
números ion: es conjurado en nombre dc Salomón, y
4 0 8 amenazado con su cólera (por
3 5 7 ejemplo, con ser encerrado dentro dc
a
i a una botella dc metal) si no apa-
(Ver pac- 73) rece. Sí el conjuro se ha repetido la
cantidad necesaria de veces y se
ha cumplido con una serie de otros
ba" una maldición. Luego U requisitos, el genio so presentará
cuerda fue escondida en un y servirá al invocante".
aljibe. Nos Los teólogos musulmanes
informan que, gracias al discrepan bastante acerca dc la Palabra
aviso oportuno del arcángel de Poder y su utilización. Algunos
Gabriel, se pudo afirman que dicha palabra, si bien
descubrir el escondite del existe, no es conocida por nadie en la
maleficio. Eslos maleficios se tierra; de allí que la cuestión
anulan al des- de su empleo sea irrelevante. Los
alarse los nudos, uno por seguidores de Ibn Jaldún y de
uno; pero en este caso, Cébcr (dc quien se dice que escribió
según afirman los cro- quinientos libros sobre magia)
nistas, los nudos se sostienen que la Palabra ha sido
desataron solos a una orden revelada y que este nombre (Jrm-W-
del Profeta. Azam) es aquel que, por sí mismo,
Así como es posible provoca la obediencia de los genios.
"amarrar" el mal en los Estudiosos del ocultismo tales coma
nudos de una cuerda, Geber (ja afir Abu-Musa), sin
lo mismo jiodemos hacer embargo, establecen una diferencia
con el bien. Entre las tribus entre magia y hechicería. Esta últi-
de Asia Central, la ma (kahana) empica solamente
enfermedad so cura talismanes, sin utilizar el Nombre de
"soplundo sobre nudos", y Dios, el cual, afirman, no puede ser
existo todo un ritual empleado con fines maléficos.
relacionado con esto. Se hila Existen otros rastros de la magia
una cuerda de tres colores, egipcia y babilonia en el ocultismo
verde, azul y árabe, tal como llegó a Europa en la
rojo, todos los dias se ata un Edad Media. Quizás por estas
nudo en ella. Luego de siete
días, se la
entierra en algún lugar
inaccesible, y entonces la
enfermedad desaparece.
Muchas de las
narraciones de las Mil y Una
Noche- se basan en la
creencia mágica de los
árabes y los caldeos en los
genios y sus poderes.
Así como# los brujos
occidentales suponían que.
mediante la ejecución
de determinados ritos
podrían obtener los servicios
de un demonio pode-
roso, algo simibr cuentan las
influencias o a travos de conexiones con la India (posiblemente poi
ambas razones), los árabes sentían <pie el círculo mágico (al-nu'ntilal) era
necesario para proteger al oficiante de la ira de Satanás, considerando
a éste, por supuesto, como creador de la magia negra, y a Salomón de
la magia blanca.
Entre los escritores más conocidos, ya sea sobre la practica mágica
corriente o sobre su teoría, estaban At-Tabari (Tafsir). Er-Razi (Stafa-
tih) y Al-Zamakhsharí (Kashshaf). Los estudiosos occidentales del ocul-
tismo generalmente dejan de lado estos trabajos. De hecho, estos ma-
teriales no se encuentran traducidos correctamente a las lenguas occi-
dentales para su estudio.

76
CAPITULO 9
LEYENDAS DE LOS HECHICEROS

Vimos con nuestros propios ojos a uno de ellos hacer una imagen cíe una
persona para embrujarla. .. un demonio sale de su loca descienden
muchos espíritus malignos y la víctima es atacada por el mal especificado.
11*1 Jaklún: Muiiáddama (siglo *iv>.

El misterio de El-Arab

En In actualidad, las tribus árabes nómades del Hedjaz no son


supersticiosas en absoluto. El impacto rígido y poco imaginativo del
puritanismo wahabí, tal como se lo predica bajo el régimen actual, deja
poco lugar para nada fuera de una interpretación de la vida estricta-
mente literal. I-a única excepción que encontré allí —durante más de
un año de recorrer la región— fue la historia de EI-Arab. *
Cuentan que El-Arab fue, o bien un gran fraude, o bien un gran
mago, o bien el primer hombre que empho la electricidad. Apareció
hace trescientos o cuatrocientos años, con el aspecto de un anacoreta
errante, y buscó refugio en una pequeña población. Después de una
discusión durante la cual sus interpretaciones acerca de la teología re-
sultaron demasiado liberales para los residentes locales, fue arrojado
al desierto. Sin embargo, parece que El-Arab se había aficionado al
lugar. Desde las dunas lejanas, se dice que dírijía grandes deste-
llos de luz a los infelices habitantes, hasta que ellos, bastante a disgusto,
lo invitaron a volver al poblado.
No hubo más discursos religiosos. En cambio, El-Arab ("El Árabe",
único nombre con que se presentaba) pasaba su tiempo exhibiendo
sus relámpagos y explayándose en sus teorías. De acuerdo con sus
enseñanzas, el relámpago, como cualquier otra cosa, tenía una utilidad
real. Las cosas que no se emplean se desperdician. El, El-Arab. había
aprendido el modo de dominarlo y de someterlo a su voluntad. Cuando
lo acusaron de brujería, simplemente se echó a reír. Acostumbraba mos-
trar sus luces aprisionadas, como él decía, en tinajas de barro, a los
viajeros. Muy poco más se sabe sobre sus actividades, excepto esto:
cuando alguien estaba ansioso por recibir noticias de lugares lejanos,
El-Arab abría apenas una de las tinajas, y pedia a la luz que trajera
noticias, dirigiéndola en dirección al lugar desde donde debían provenir

78
Us novedades. Se observaba entonces un poco de humo, un chasquido agu-
do y la luz emitía un relampagueo desde la tinaja. Entonces el abría
otra tinaja ("a la cual la luz volvía más veloz que un rayo") y allí
dentro se vela una incandescencia verde. El-Arab Interpretaba todo
esto, y brindaba la información deseada, la cual siempre resultó ser
verdadera".
En su vida cotidiana no se observaba nada extraño. Y lo más curioso
era que los viajeros acostumbraban n seguir la luz cuando se perdían
en el desierto, y llegaban al poblado sanos y salvos.
Cuando murió, se decía que había vivido en el lugar durante cerca
de doscientos cincuenta años. Cosa insólita, generaciones y generaciones
crecieron a su lado sin encontrarlo demasiado extraordinario, con luces
y todo. Cuando murió, el golpe fue rudo para todos. Tal como es cos-
tumbre cuando muere un hombre respetado, su cuerpo fue enterrado
en el lugar, bajo las arenas del desierto, en una duna cercana al aljibe
del poblado. Cuando los dolientes regresaron a la villa, [vieron (pie la
cnsa de El-Arab huitín desaparecido! Las gentes del lugar no solo no
habían visto jamás nada parecido, sino que tampoco hablan oído hablar
de un fenómeno semejante. Y todavía hablan del asunto. Como me dijo
cierto hombre: "Puede parecer extraño, pero aun así. solo ha existido
an El-Arab. Dc haber habido tíos, es probable que el segundo hubiera
partido de la misma manera"
Desde un punto de vista científico, varías cosas llaman la atención
al estudioso de los cuentos orientales sobre magos. En primer lugar, lo
asombra el hecho de notar el escaso esfuerzo realizado por examinar la
ciencia mágica dc Oriente con el objeto de separar, hasta donde fuera
txisible, los hechos reales dc la fantasía. En muchos casos, en estas
historias parece haber un estrato subyacente dc verdad, particularmente
en aquellas que se refieren a magJS individuales. Esto no significa que
estas historias sean totalmente verdaderas: significa que aún hay mucho
por aprender dc la magia oriental. A troves dc la lectura dc los hechos
de hechiceros famosos y dc la conversación con las personas entre quie-
nes vivieron, llegamos a la conclusión de que, en general, los orientales
no son más fácilmente engañados que las personas dc otras tierras. En
el cuento que relatamos arriba, por ejemplo, los árah'.'s que lo repiten
no se conforman con maravillarse ante los milagros aparentes dc El-
Arab. La historia ha demostrado que se trata dc una raza esencialmente
práctica; de allí, tal como podría esperarse, están más interesados en
cómo obtuvo esc poder, y en la posibilidad dc repetirlo. Como se obser-
vará, ésta es la esencia de la actitud científica, más bien que la filosófica.
Naturalmente, los árabes de esa zona carecen incluso del conocimiento
científico básico para desarrollar una especulación más allá del alcance
semimedicval. Es su actitud, sin embargo, lo que cuenta.
A los fines de su estudio, en consecuencia, resulta interesante reunir
estos mismos cuentos dc brujería.

99
Sactoma de Bagdad

Sadoma era un mago muy solicitado en los tiempos de los primeros


Califas de Bagdad. Tenia la costumbre de viajar muchos kilómetros a
través del desierto, "para comunicarse allí con los espíritus". Muchas
veces se cruzó con viajeros a punto de sucumbir por falta de agua.
Se dice que. si bien él no llevaba consigo ningún tipo de alimento, siem-
pre era capaz de producir, por medios sobrenaturales, agua y frutas
Cira revivir a los moribundos. Existen varios registros de este tipo de
rujería. Uno de estos brujos, cuyo alimento le era llevado al desierto
por el pájaro mágico Hoc, familiar a los lectores de las MU y una noches,
podía dar de comer a los viajeros extraviados incluso si se encontraban
inconscientes.
Otros viajeros, aún hoy en día, relatan que, habiendo caldo en una
especie de sopor a causa de la falta de alimento, se durmieron. Cuando
despertaron, afirman, era como si hubieran visto en un sueño el camino
correcto a seguir, marcado sobre las arenas del desierto. Así recobraron
sus fuerzas. Más allá de la leyenda de Sadoma, es posible que el sub-
con* i . - i .tr se viera estimulado de alguna manera durante el sueno, y
que ese extraño sexto sentido que adquieren los hombres del desierto
baya acudido en su ayuda.
I-as emociones de cualquier tipo a menudo parecen elevar los pode-
res mentales en grado sumo. Esto, en todo caso, podría ser la explicación
do muchos de los fenómenos mágicos. Es corriente decir que la emo-
ción (codicia y ambición de poder) es lo que conduce al hombre a los
actos tei'irgicos. I .os psicólogos —y los historiadores— afirman que un
pequeño desequilibrio del cerebro es suficiente para hacer creer a un
hombro que puede controlar a la naturaleza, dado que lo desea por
encima de cualquier otra cosa. Esta teoría es lan buena como cualquier
otra. Sin embargo, es interesante destacar la actitud mágica hacia la
situación. 1.0S magos dicen que es solo cuando la emoción aumenta a
un nivel superior al normil que el homlire es capaz de elevarse sobre
el orden natural de las cosas, y «lar curso a sus designios tanto sobre
la naturaleza como los demás hombres. Nuevamente nos aproximamos
aqui a los estados sem irreligiosos y de frenes!.
Este es el modelo que sigue el cuento local del Altank-! —el Rio de
Oro— en el Tibet. La corriente, que desemboca en el Ir /J Sing-su-lay,
arrastra partículas de oro aluvial que son recogidas (' ntro de cueros
do cabra estacados en el agua. Pero la leyenda die:* que cierto mago
((betuno juró obtener el control del oro, de modo que solo pudieran
obtenerlo quienes lo merecieran.
Como resultado, nos cuentan, 11 mago hizo un pacto con el Dios
del R¡<>. Ahora, cada vez que el peligro acecha a la región, ti oro deja
de aparecer. Se afirma que durante varias contiendas con China, esta
desaparición del oro fue notada antes y después de los hechos.
Síltim. el brujo

Siltim, un hechicero árabe, habín cultivado el arte de adoptar cual-


quier formn que eligiese. Enamorado sin ser correspondido dc una
hermosa joven, su amor alcanzó alturas talcs, que se retiró a un lugar
solitario próximo a una ribera, para curar sus sentimientos.
Luego de dos anos, durante los cuales se dice que aprendió el
idioma de los peces y adquirió la capacidad de proyectar sus poderes
a voluntad, descubrió la manera de convocar a la joven, durante la
noche, Ella sentía que lo visitaba. Las narraciones dc sus sueños pudie-
ron haber resultado verosímiles, pero ella sostenía que el mago vivía
en un palacio maravilloso, mientras que todos sabían que ¿I no tenía
mis que una choza a orillas del río. Los parientes de la joven comen-
zaron a preocuparse, y uno de ellos se dirigió a la choza del ermitaño
para acusarlo de brujería. El lo admitió libremente, y declaró que tenia
el poder dc convertir su casa en un palacio de mármol. Tan pronto
como el visitante regresó para llevar el informe, la joven se esfumó
en el aire. Lo mismo ocurrió con Síltim. Esa historia es típica del ele-
mento "emoción-concentración" común a muchas ramas dc la magia.
En Oriente existen numerosas historias relacionadas con la búsque-
da del Elixir dc la Vida mediante el cual se obtiene la inmortalidad.
Muchas de ellas giran alrededor del corazón o del hígado, y algunas
son claramente simbólicas. El siguiente cuento, de gran |Xipularidad,
parece combinar elementos filosóficos y ocultistas, y puede estar basa-
do, de alguna manera, sobre algún hecho real.
Un terrateniente muy rico contrajo matrimonio con la hija de un
príncipe persa. Enseguida después de la boda, el marido pasó mucho
tiempo fuera del hogar, realizando peregrinajes. Una habitación de la
casa permanecía cerrada con llave.
Si bien se le había advertido que no debía espiar nunca dentro
del cuarto secreto, la joven esposa sentía que ya no podía contener su
curiosidad. Un día, mientras el esposo se encontraba en Siria, un cerra-
jero ambulante llamó a la puerta, y recibió el encargo dc abrir el cuarto
cerrado. La dama, muy excitada lo acompañó. Ante su horror, tan
pronto como intentó colocar la primera llave, el hombre cayó a sus
pies, lanzando terribles quejidos. Cuando los sirvientes acudieron al lla-
mado de su ama. encontraron muerto al cerrajero.
Cuando el esposo regresó, la princesa tuvo, por cierto, que admitir
su culpa. Entonces ¿I le contó que había comenzado a realizar experi-
mentos pura producir la panacea de lu vida eterna. De acuerdo con las
pruebas asentadas en un antiguo manuscrito, casi había logrado su pro-
pósito. Solo faltaba realizar una pequeña parte del cx|>crimcnto. pero
esta interrupción desafortunada (como sucede en la mayoría de los
ritos mágicos) había anulado y estropeado todo el trabajo. La parte
del proceso que faltaba era agregar el corazón dc un cerrajero.
I'ero esto no fue todo. En el lado izquierdo del pecho del hombre
muerlo se observó un» gran incisión. Dentro de la habitación secreta,
todo se había convertido en cenizas. Cuando la pareja se encontraba

101
mirando la devastación, se oyó una risa burlona que provenía del techo
La historia concluye melancólicamente: el esposo enloqueció, y lo mis-
mo ocurrió con la princesa tiempo después. Y cuando ambos murieron,
con una diferencia de meses, se descubrió que faltaban los corazones
de los dos cadáveres. Es por este motivo que en Teherán aún existe
una casa llamada la Mansión de los Tres Corazones Robados.
Los magos —especialmente cuando son estafadores ambulantes— a
menudo ponen el ojo sobre los asuntos locales, y desempeñan su papel
ayudando a aajaeloa que sufren de enfermedades y ambiciones tradi-
cionales. Durante la última época de hambre en la India, un brujo poco
conocido de Bombay —cuya teoría principal consistía en que la desnu-
de/ era afín con la santidad se hizo rico de la noche .1 la mañana.
Ciertos brebajes preparados por él con "polvo de leopardo del Hi-
malaya" —al menos, asi lo afirmaba— aseguraban a su poseedor pro-
tección contra el hambre y la enfermedad. De hecho, millares de
personas murieron, pero no el mago, quien pudo comprar arroz en el
mercado negro. Tampoco murió una mujer, quien informó sobre los
poderes del mago a cierto Maharaja. El principe declaró que nada se
podría hacer en su Estado hasta que le trajeran al mago.
Luego de prolongados intentos por persuadirlo, el hechicero fue
llevado ante Su Alteza, quien se encontraba reunido con iu corte. Cada
palabra que pronunció el mago fue aceptada como indudable. Cargado
de honorus y posesiones, perseveró hasta el fin en su prédica contra el
uso de ropas. La última vez que se supo de él, su autoestima habla
crecido tanto, que solo aceptaba hablar dos veces por día. Toda pala-
bra que pronunciaba era registrada con una pluma de oro.
California no es el único lugar donde pueden prosperar los cultos
extraños. Si el lector opina que Gran Bretaña también es inmune, le
sugiero leer los cacareos de aquellos que afirman ensenar la ciencia
esotérica "oriental" y que pueden o no saber algo al respecto.
Esta historia constituye material de primera clase para futuros mi-
tos y leyendas. A menos que el mago sea desacreditado, es probable que
sus proezas se hagan famosas.
Yo he podido reunir material sobre una leyenda de vampiros en
formación, que resulta inusualmente interesante.
En la India existen numerosas historias acerca de cierta "Mujer-
Vampiro Británica" de quien se dice que comía carne cruda y bebía
sangre humana toda vez que le fuera posible. ¿Es cierta esta historia?
¿O so trata solo do otro de esos cuentos sangrientos difundidos por los
agitadores antibritánicos (como el "terror do los bebés belgas" durante
la Primera Guerra Mundial)? La verdad se rncuentra en alguna parte
en medio de todas estas posibilidades. Lo cierto es que se trata de uno
de los ejemplos más clasicos del desarrollo de una leyenda que he
podido encontrar jamas.
Una viuda inglesa, cuyo esposo habla sido muerto en 1016, vivía
en Bombay y pasaba la temporada calurosa en las montañas. Se dico
que su aspecto exterior era bastante corriente Lo único destacable en
su actitud frente a la vida era que se consideraba irresistible para el
sexo opuesto. Pero incluso esto no es extraño.
Un Maharaja que se encontraba de vacuciunes en el misino lugar
montañoso, tenia la costumbre de ofrecer magnificas fiestas. Una noche,
luego de una de ellas, esta mujer ("Sra. W. ) y una amiga ("Sra. S")
volvían a casa en un ricksha". El ricksha que iba adelante de ellas
se estrello contra unas rocas, por haber tomado una curva a alta velo-
cidad. Hubo varios heridos. Las dos mujeres detuvieron su vehículo
y fueron a ver si podían prestar alguna ayuda. Ninguna de ellas, nótese
bien, se vio envuelta en el accidente ni sufrió herida alguna.
De regreso en el hotel, la Sra. S. notó que la boca dc su amiga
estaba cubiertu dc sangre. Mas tarde circuló la historia de que la
Sra. \V. había chupado la sangre dc una de las victimas: era una mujer-
vampiro. Ella murió unos meses mis tarde, y por lo tanto U leyenda lia
crecido, y probablemente continuara creciendo.
Sin embargo, por casualidad pude conocer a la Sra. S. y pregun-
tarle acerca de lo que sabía sobre todo el asunto. Esta es su historia:
"Esa misma noche preguntó n la Sra. W. por que* había sangro
en su rostro. En un primer momento ella me dijo que provenía dc una
de las víctimas y que le había manchado la cara por accidente.
Tres días mis tarde, sin embargo, cuando comenzó a circular el
rumor de que ella era una mujer-vampiro -repelido por los sobrevivientes
del accidente, no por mí-, se me acercó pam hacer una "confesión", y
dijo que pensaba regresar a Inglaterra para iniciar un tratamiento.
Le preguntó si era una mujer-vampiro, y me respondió que no. I i
verdad era quo, cuando niña, habla sufrido una enfermedad que la
obligó a comer emparedados de carne cruda. Se volvió tan afecta a este
tipo de alimentación, que nunca pudo comer carne cocida. Su módico
lo consideró como una costumbre mis o menos inofensiva, y lo atribu-
yó fundamentalmente a un estado psicológico. Así fue que continuó con
esta dieta. Cuando viajó a la India, notó que era muy difícil obtener
carne cruda, pese a que tenía gran necesidad de ella. Finalmente se
las arregló para abastecerse, pero en forma muy moderada y se acos-
tumbró a "racionar" tas porciones todo lo posible. Ella me dijo que no
había podido conseguir carne cruda desde hacia varias semanas; par
eso la noche del accidente, al inclinarse sobre uno de los heridos, la
vista dc la sangre fue demasiado para ella, y aproximó su rostro al de
él. como si fuera a besarlo. Un hindú que se encontralia presente y que
pudo haber conocido su afición por la carne roja, comenzó a liacer
circular el rumor."
En consecuencia, el vampirismo humano —sí es que alguna vez
existió— puede ser atribuido a una psicosis o a un apetito engendrado
a través del condicionamiento a la carne cruda. Que los hombres han
comido carne cruda es un hecho sabido. Un resurgimiento rebtivamentc
reciente dc esta práctica aparece en los relatos sobre el famoso rscocés
devorador de carne humana, Sawney Beane y su familia.
Es posible que la magia entrañe ciertos principios lundamenhdes;
pero entre los magos no existe unanimidad total con respecto a los
motivos para el empleo de palabras, elementos y escritos simbólicos.
I'ioh.ihlemcntc aún esté vivo y continúe desarrullando negocios pro-
ductivos cierto santón tibetano —él repudiaba el título do "lama"
con algo de desprecio— que vendía, por el equivalente de cinco chelines
un "Hollo para la Purificación del Alma". Este, decía, es esencial
para convertirse en un ser humano pleno, sin mencionar que gracias a él
podra estudiar o apreciar las maravillas de la magia. Célebre como he-
chicero, rehusaba hablar sobre sus conjuros, y negaba tener trescientos
cinco años de edad. "No escuches lo que la gente dice de mi", me
dijo, "porque no solo no tengo más de cien años: (yo aún no he na-
cido!"
El rollo, del cual poseo un ejemplar, consistía en hojas en blan-
co, que debían llevarse encima durante varios días antes de que el brujo
escribiera sobre elbs. Esto aseguraba la penetración del aura en el rollo, y
guiaba su mano. Yo debí permanecer parado detrás de él durante cer-
ca de quimc minutos antes de que mi rollo estuviese completo. Du-
rante todo este tiempo él mantuvo una conversación ininterrumpida
con alguien "que era habitante de un lugar a cuatro días de murcha
desde aquí, y de alguna manera confusa debido sin duda a los altos
vientos". El trabajo terminado fue envuelto con un trozo de piel seca
y atado con una tripa. Cuando regresó con el rollo a Inglaterra, me
fue muy útü como barómetro, ya que la tripa invariablemente se
humedecía* unas cuatro horas antes de que lloviera.
El santón me dijo que las vestimentas y los adornos de los ma-
gos -especialmente aquellos que predecían el futuro— eran en gran
medida "escaparates" destinado* 4 impresionar a quienes necesitan de
esc tipo de cosas, y he oído que en Occidente ocurre lo mismo".
Me aseguró que la única vestimenta genuína para un mago era la que
él usaba, y me rogó que me la probara para que pudiera sentir la
influencia benéfica que desde esc momento guiaría mi vida.
Sobre su cabeza lucía un sombrero en forma de panqueque, de
piel do leopardo nevado —pero ya no tan nevado— y on sus orejas gran-
des trozos de ámisar sin pulir. Un collar largo y pesado de esos mismos
trozos de ámbar alternados con piezas de jade en bruto rodeaba su
cuello, sobro una chaqueta muy sucia de color amarillo que le llegaba
hasta los tobillos. De su cintura colgaba un gran bolso de piel verde,
bordada en el mismo color, y salpicada con cuentas de vidrio rojo; del
borde colgaban flecos espesos de cuero. En los pies llevaba un par de
babuchas bordadas con las puntas levantadas y atadas con tiento. I-as
botas tic invierno colgaban de su cuello.
Se rehusó a desprenderse de los anillos de jade y ámbar que llevaba
en los dedos. Ellos, dijo, eran su "suerte" y destruían cosas tales como
los demonios de las montañas, diversos tipos de enemigos y los hom-
bres-lobos que atacaban a los viajeros.
I. . i s últimas palabras que me dijo fueron para advertirme contra
el lavado del cuerpo. "Puedes lavarte las manos, pero el cuerpo, jnmás."
En esto, al menos, parecía ser un devoto de su propia doctrina.

104
Én Egipto se narran numerosas historias sobre magos de la Edad
Media y sus intentos por encontrar el Elixir dc la Vida o la Piedra Filo-
sofal. Una de las más interesantes me fue relatada en El Cairo, y me
llamó la atención no tanto por su trama, sino por ciertos elementos que
contiene.
Diseminadas entre los escritos árabes y persas sobre alquimia y
magia, aparecen alusiones o la "cabeza de oro", pero en ninguno dc esos
trabajos aparece indicación alguna acerca de sus características. Aquí
encontré por fin una referencia definida a ella.
El Chirby, un famoso hechicero dc El Cairo, se dedicaba funda-
mentalmente a buscar tesoros ocultos. Con este fin, y gracias al consejo
de un anciano, aprendió a convertir arcilla en oro. Sin embargo,
esto solo se podía hacer una vez. Una vez convertida en oro, la cabeza
de arcilla se volvía oráculo, o era poseída por un espíritu. Uno dc sus
poderes consistía en señalar el lugar donde se encontraban los tesoros
escondidos.
Parece ser que El Chirby ya había utilizado la cabeza para reali-
zar predicciones comunes, y que ésta había proporcionado oráculos
sobre numerosas y extrañas cosas. En efecto, una vez convertida en oro,
la cabeza comenzó a hablar, "si bien sus ojos y sus labios permanecieron
inmóviles", y le dio al mago instrucciones precisas acerca de dónde buscar
el primer tesoro. De vuelta con él. El Chirby consultó a su oráculo.
Según el testamento del mago, la Cabeza so negó a revelarle más de
un tesoro por mes, El mago se dispuso a esperar. Pero nuevamente la
Cabeza lo engañó: le habló sobre el tesoro más enorme que ningún
hombre podría imaginar, |pero que estaba enterrado a doscientos cua-
renta metros en el fondo del mar! En el curso del altercado que siguió,
el Oráculo le arrojó una jarra a la cabeza del mago, quien cayó en
medio de la calle, atrayendo lo atención do los vecinos.
Este incidente terminó sin problemas, pero las peleas entre el espí-
ritu de la Cabeza y el mago se hicieron cada vez más frecuentes. En
Ea ciudad la gente pensaba que el hombre estaba loco. Un día, cuando
acertaba pasar por allí un joyero inofensivo, una jarra particularmente
pesada voló a través de la ventana dc la casa de El Chirby, y fue a dar
contra el cuello del joyero. El asunto llegó o los tribunales.
En su defensa, el mago rechazó el cargo dc agresión y habló sobre
la Cabeza. De todos modos fue sentenciado a seis meses de cárcel.
Cuando volvió a su casa, la Cabezo parecía haber adquirido mejores
modales. Le aconsejó hacer el Elixir de la Vida e incluso le brindó
detalles sobre los ingredientes y el método que debía emplear. Tiempo
después, este hecho llegó a oídos del magistrado que había sentenciado
al mago. Como hombre de ya más de setenta años, el juez no podía
permitirso ignorar un descubrimiento tal. A cambio de un perdón am-
plio y de un documento que declaraba que El Chirby estaba cuerdo
y era totalmente inocente, el mago le entregó un frasco de la preciada
medicina. Aquella misma noche, la Cabezo se dirigió al mago dc este
modo:
"Acabo tic saber que el magistrado ha tomado la poción. Esto sig-
nifica que tendrá, al menos, sesenta años mis de vida. Pero olvidé
decirte: ¡que se trata dc tus años! Tú morirás en la manan», tan pronto
como el Elixir del magistrado comience a actuar." Se dice que El Chir-
by apenas tuvo tiempo para escribir una confesión de todo el asunto
y de arrojar b Cabeza al Nilo, antes de caer muerto.

106
CAPITULO 10
INVOCANDO A LOS ESPÍRITUS

1 Abeljiid, llawwnc, lluui, llutti. ven lú. Espíritu: porque toy Salomón,
hijo de David, el que rnandi tobte los Genios y los Hombre»! |Ven, o te
aprisionare dnUro de una botella de metal'
A bu IMub. CaWarto de lot Ctmkn.

La convicción sobre la existencia de espíritus y otras fuerzas formi-


dables constituye solo el primer paso del deseo de invocarlos, someterlos
y obligarlos a hacer lo que el hechicero desea.
A los fines de su estudio era costumbre —al menos entre los escri-
tores antiguos— dividir este espiritismo en grupos o materias. Se podría
decir que los espíritus pueden ser clasificados en buenos y malos, en
almas humanas y espíritus que nunca tuvieron forma corpórea. Ademas,
algunos espíritus tienen el poder de asumir forma humana, otros forma
de ani miles, y otras formas mas atrrradoms. Pero este m-^totlo de
análisis, sí lo consideramos bien, contribuye poco al conocimiento real
del arte.
Lo ¡nicles.¡nie es que la Invocación en si misma —ya sea cristiana,
budista, árabe, egipcia o caldea— constituye un marco de referencia acep-
tado de métodos y de ideas: tersemos la consagración del operador, sus
instrumentos (si los hay) y. generalmente, el círculo mágico. Luego
tenemos la invocación real y la evocación. Cuando aparece el espíritu,
sigue la fase de las órdenes o las consullas. Finalmente viene la inevi-
table fase de despedirlos, sin la cual el operador puede ser perjudicado
por la aparición. Ccneralnscntc hay dos cosas que se consideran indis-
pensables: alguna conexión con la muerte o con un muerto y la posesión
de Las Palabras de Poder.
Desde nuestro punto de vista, gran parte de La importancia y el
interés de la invocación a los espíritus obedece a que una enorme pro-
porción de casi toda magia depende de la ayuda de seres sobrenaturales,
ya sea en forma de maldiciones o bendiciones o simplemente un poder
mágico por encima y mas allá del poder de otros. Incluso podríamos
definir la magia como el presunto arte de obtener poder a través de los
poderes sobrenaturales (espíritus). De ahí que los espíritus —o cual-
quier fuerza no identificada a la que convencional mente se llama de
esc nKxIo— constituyen el corazón mismo dc U magia, ya sea cererno-
ni.il. popular o supersticiosa.
Generalmente se nasa por alto el hecho de (pie el "espiritismo" —la
evocación de los espíritus de los muertos— tal como se lo conoce en
Europí y en America, es solo uru rama de la magia: una rama que
practican por tradición los medicos-brujos de Africa, los indios ameri-
canos y los chamanes de China y Japón * además de muchas otras
comunidades.
Se supone que Id evocación de los espíritus, especialmente los dé
los [hirientes muertos, implica una gran preparación y dedicación. Mien-
tras (pie se aceptó desde siempre que existen ulgunas personas (como
los mediums modernos) que obtienen esos poderes con facilidad, algunas
veces se olvida que los libros de los magos brindan explicaciones deta-
lladas sobre el método, el cual puede ser ejecutado incluso por las per-
sonas comunes.
En procedimientos atribuidos a los caldeos, algunas veces se consi-
dera ha necesario conocer la fecha de nacimiento de la persona que iba
a ser evocada. Si se disponía de un horóscopo, tanto mejor. Esto signi-
ficaba que el espíritu podía ser llamado en nombre de los planetas que
habían gobernado el nacimiento, y a la misma hora.
Luego el evocador meditaba en completo uist amiento durante un
periodo de cuarenta y ocho horas. Se elegía un día claro y luminoso.
Entonces, cii algún lugar destinado a la práctica dc la magia (el mago
generalmente usaba su propia habitación, alguna caverna o un santuario
en ruinas), se trazaba el círculo mágico. Dentro de su diámetro de
a pros i nudamente dos metros se encontraba el lugar tabú que protegía
al mago y donde no podía penetrar ningún genío maligno que quisiera
interrumpir. En el círculo, n menudo dentro de un anillo concéntrico,
se escribía con tizu el nombre de Dios.
En las rituales hebreos y otros posteriores, esto a veces tomaba la
forma de una cadena continua de palabras tales como AGLA-ELOHIM-
ADONAY o bien ALFA-OMEGA-TETHAGHAMMATÓN.
Dentro del círculo, también, se encontraban los instrumentos del
arte. Estos incluyen aceite, una espada con nombres tales como los cita-
dos inscriptos en ella, y un brasero ardiente para las fumigaciones. El
incienso era de la especie coincidente con el ángel del planeta. Todos
los verdaderos magos debían conocer las Palabras de Poder para lla-
mar a los espíritus: abracadabras del tipo Sabaoth para los hebreos.
Abraxas para los gnósticos y Anrehakatlia-sataiu, setientuta-batetsataíu,
de los antiguos papiros egipcios.
Una vez que el mago toma su lugar dentro del circulo y arroja
incienso al fuego —con lu seguridad de llevar consigo una estrella de cinco
puntas o un Sello de Salomón como protección— comienza a entonar el
siguiente tipo de invocación. Esta fue tomada dc un libro mágico greco-
egipcio traducido por Goodwin

* Compárese la relación entre espiritismo y "escritura automática", a. v. Chi-


iui: Etiilrititmo, Cap. 17. (n/ra.
Te llamo a ti que «caite la tierra y los huesos, y toda came y todo
espíritu, que fundaste el mar y sacudiste los cielos, que separaste la luz
de la oscuridad, la gran mente reguladora, que lo dispones todo, oro del
mundo, espíritu de 'espíritus, dios de dioses, señor de los espíritus, señor de
espíritus, inmutable AEON, IAOOUEI, escucha mi voz.
Te llamo a tí. soberano de los dioses. Zeus tronador. Zeus, rey, Adonai,
señor, laootiee. Yo soy aquel que te invoca en sirio, el gran dios. Zaaler. Iph-
pho. no desoigas la apelación hebrea, Ablanlhanatb. Abrasiloa.
Porque yo soy Sillhakhoofch, U-ufom. Mlasalolh. lao. leo. Nchouth.
Sabio-
thar. Both. Arbathiao. laoth. Sabaoth. Patoure. Tagoure. Baroulch Adonai,
Eloai, labraam. Barbarauo. Ñau, Siph".

La ventaja de este conjuro, nos han dicho, es que obliga al espíritu


A escuchar las instrucciones del hechicero, y a cumplir sus deseos. Otra
de sus ventajas consiste en que "encadena, ciega, produce sueños, ase-
gura favores. Puede ser empleado para todo lo que desees".
Este conjuro también resulta interesante porque mezcla términos
hebreos, griegos, sirios y de otros idiomas.
Tabla que muestra los úngeles que rigen las horas.
BQ (Ver pig. 93)

Otro procedimiento dice que el czorcista debe pararse dentro del


círculo, consagrarlo mediante la dedicación de todo el experimento por
medio de un discurso apropiado, y luego apelar al Espíritu Bueno que
desea que aparezca. Cuando está seguro de estar bien concentrado, y de
que su mente está libre de todo otro pensamiento, se dirigirá al espíritu en
voz baja. Primero debe pronunciar su nombre tres veces, y prometerlo que
ningún daño caerá sobre él. Entonces, "el espíritu debe aparecer*.
"Espéralo durante todo un minuto y si no aparece, repite la invo-
cación. Reza con seriedad durante el período de espera. Si el espíritu
no se materializa dentro de los cinco minutos próximos, puedes hacer
invocaciones más potentes.
Si el espíritu se presenta, salúdalo con cortesía, dile cuan feliz
te sientes de darle la bienvenida, y pídele que te ayude a resolver tus
problemas."
El espíritu informará entonces al mago cuáles son los mejores mo-
mentos para ponerse en contacto con él y puede darle un "nombre men-
tal" que empleará para convocarlo. Algunos escritores dicen que se le
debe pedir que firme con su nombre el Libro de los Espíritus y que
dé su signo además.
"Sí por alguna casualidad desafortunada convocas a un espíritu
maligno, la palabra 'BAST lo hará desaparecer. Esta es una palabra
de origen egipcio antiguo, que lo hará esfumarse sin causar ningún
daño."
Se considera importante pedirle al espíritu que se convierta en
ángel guardián. "No abandones el círculo durante dos minutos después
de la partida del espíritu. Luego reza una plegaria para agradecer que
haya acudido y que se haya ido, y que haya prometido ayudarte, exac-
tamente como lo deseabas cuando te preparabas para su llegada. Des-
truye el círculo y las figuras, no sea que un demonio o cualquiera de
sus espíritus familiares los utilice en t u contra, cosa que pueden hacer
sin dificultad. Si no destruyes c) círculo y un espíritu elemental lo usa,
aquel que lo utilizó antes no podrá jamás convocar a los espíritus
buenos".
Quizás el siguiente sea el registro más antiguo de una fórmula para
consagrar un círculo mágico; está tomada de la serie asiría Surpti73 de
tablillas:
| Proscripción I | Proscripción! Barrera que nadie puede traspasar.
Barrera de los dioses, que nada puede romper,
Barrera del cielo y de lo tierra que nada puede cambiar.
Que ningún dios puede anular.
Que ni dioses ni liombres pueden levantar.
Lazo sin escapatoria, hecho contra el mal.
Red de la cual nada puede liberarse, extendida paro el mal.
Sea el Espíritu maligno, o el Demonio maligno, o el Anima maligna,
O el Diablo maligno, o el Dios maligno, o la Arpia maligna,
O el Demon lo-II rujo, o el Vampiro, o el Duende-Ladrón,
O el Fantasma, o la Furia de la Noche, o la Asistente del Fantasma,
O la Plaga maligna, o la enfermedad de la Fiebre, o ct Mal impuro,
Lo que hayan atacado las brillantes agua de Ea,
Que el lazo de Ea lo atrape;
O "pir h.iw asaltado el .iliTurtilO de NlSltUl.
Que la red ile Nluba lo atrape;
O que haya rolo La barrera.
No Lo deje La barrera de Lea dioses.
La barrera del cielo y de La tierra, quedar libre;
O que no reverencie a los grandes dioses,
Que los grandes dioses lo atrapen.
Que los grandes dioses lo maldigan;
O que haya atacado la casa.
Quo n una moriuln cerrada lo obliguen a entrar;
O que ronde en circuios por todas partes.
Que lo encierren rn un lugar sin salida;
O que esté encerrado Iras Las puertas de la csua.
Que lo obliguen a entrar rn una casa un puerta de salida;
O que haya pasado a travel de puertas y cerrojo».
Que con puertas y cerrojos, con una larra incunmovilile Lo contengan;
O qua baya sopiado las bisagras y el umbral.
O que haya forxado el paso a través de b barra y el rrrrajn.
Que como agua lo viertan.
Que corno a una copa lo destrocen.
Que como a un mosaico Lo rompan;
O que pase por sobre La pared.
Que le corlen luí alas;
O que (esté) en una alcoba.
Que tu garganta le corten;
O que mire dentro de uru alcoba lateral.
Que su cara tea herida;
O que murmurr en una alcoba.
Que, su boca cierren;
O que vague roello por m*a alcoba superior.
Que lo mi.( . n i con una vasija cerrada;
O que al am.tneccr le vuelva oscuro.
Que al amanecer a un lugar soleado lo conduzcan. **

¿Qué ocurre si no aparece ningún espíritu, incluso después de una


concentración prolongada? La mayoría de los libros no contempla esla
posibilidad. Uno de ellos, sin embargo, nos dice que el fracaso significa
que se ha cometido algún error u omisión, que deben ser remediados.
Hay que repetir la experiencia una y otra vez, hasta que resulte exitosa.
Los egipcios de la época dinástica (v probablemente animó-
les), los babilonios y los asi ríos creían que el alma podía regresar a la
tierra. Bajo determinadas circunstancias, también, podía volver a habi-
tar el cuerpo. So practicaban ceremonias mágicas muy elaboradas, con
el objeto de que el alma se sintiera feliz y no tuviera necesidad de
regresar, con su consiguiente conversión en un espíritu desasosegado.
Estos espíritus eran invocados y se creía que podían ser utilizados en
rituales mágicos.
De la misma manera en muchas regiones de Africa, especialmente
en la parte central, conjuran a los espíritus de magos-rnédicos respetados
y muertos, para que ellos aconsejen a sus tribus durante épocas de
penurias. Conservan sus huesos remojados on la sangre de muertos re-

oa
cicntcs mezclada con miel, leerte y perfumes, y suponen que esto hace
que el alma retome a la tierra. Asi como en Egipto las ceremonial de
los espíritus se llevaban a cabo en sitios destinados a enterrar a los
muertos dentro de las pirámides, en todas partes los cementerios y los
lugares donde la muerte haya adquirido una forma violenta son consi-
derados como lugares especialmente aptos para este tipo dc exorcismos.
Otros espíritus, aparte de los de los muertos, pueden ser convoca-
dos de manera similar. I-a siguiente consagración cristianizada de un
círculo es típica de los ritos caldeo-semitas. Una vez trazado el circulo,
el invocante entona:

En nombre de b sagrada, tiendrta y glorióla Trinidad, procedemot a


comenzar nuestro traha|o, para lograr medíanle estos místenos aquello que
deseamos; consagramos entonces, en los Nombres ya citados, este trozo de
tierra para nuestra defensa, «le modo que ningún espíritu tea cual fuere pueda
violar estos limites, ni pueda causar daño ni detrimento a ninguno de los aquí
reunidos. (Era habitual que los magos estuvieran acompañados por uno o
mas ayudantes.)
Pero ellos deben ser obligados a permanecer ante el círculo y a contestar
con verdad nuestras preguntas, tal corno place a Aquel que vive por siempre
y que dice. Yo soy el AMa y el Omega, d Principio y el Fia, que es, que fot y
que sera, el Todopoderoso. Yo soy el Primero y el lAunao, (d que esta vivo
y estuvo muerto, y que vivir* por siempre: y que posee las Llaves de la
Muerte y del Infierno lBendice. Oh Señor! A esta criatura de la tierra den-
tro de U cual nos encontramos. (La tierra, como lodos los demás elementos,
llene su propio espíiilu. al que se llama Criatura de la Tierra.)
Confirma, Oh, Mm-., tu fuerza en nosotros, para que ni el enemigo ni
ninipina cosa maligna nos lleve al fracaso, por mérito de Cristo. Amen.

Además dc las invocaciones y las palabras dc poder, el mago debe


disponer de cierta información. Para comenzar, se encuentran los nom-
bres de las horas. Estos, tal como figuran en un texto de magia occiden-
tal, forman una extraña mezcla de nombres árabes, semitas y egipcios,
junto con algunos griegos. Son los siguientes, y es probable que, de hecho
se trate de los nombres de los espíritus de las horas:

Wmnni . w- i ii ■

Oía Ilota Noche


Yain 1 Beron
Janor 2 Barol
Nasliu 3 ! '
MI

Salla 4 Athar
Sadedah 5 Metho
n
ihanitu G
Outer 7 Netos
Thamie 8 Tafrao
Nerón 9 Satsiir
Jayón 10 Agle
Abai 11 Caler
va
Natalon 12 S.dam

H
Estos nombres son memorizados, y el apropiado se inscribe dentro
del circulo concéntrico exterior, junto con las palabras de poder, el
nombre de la Estación y el nombre del Arcángel de la hora. Los nom-
bres de las Estaciones son equivalentes a los nombres de los ángeles
de las estaciones: Primavera (Giracasa) equivale a Core, Amatiel y
Commissoros. Verano equivale a Cargatel, Tariel y Carie). Dos ángeles
gobiernan el Otoño: Tarquain y Guabarel. Invierno completa el ciclo con
Anabael y el ángel Cetatari.
¿La evocación será realizada en primavera? Si es así, el Signo de la
Primavera debe ser incluido en el círculo y en las invocaciones y también
el nombre de la tierra en primavera y los nombres del Sol y la Luna
en dicha estación. Ahora necesitamos cuatro grupos de informaciones
adicionales:

El Nombre del Signo de la Primavera: Spngligiicl


El Nombre de la Tlrrra en Primavera: Amada!.
El Nomine del Sol en Primavera: Abraym.
El Nombre de la lama en Primavera: Agmita.
Mastusignait
Nombre de li Tierra rn tfrtino en otoño
Festativi en Inixemo
Nombre del Sol Rahinnaru Ceremiah
Athenay
Nombre de la Lima AUagini Commuloil
Arm.ilui
Afíalerin

Signo del Verano: Tnhiel. Signo del Otoilu: Torquaret.


Signo del Invierno: Alturih.

Una vez que domina estos importantes nombres, el mago se purifica


con esta plegaria: "Purifícame con hisopo, oh. Señor, y estaré limpio;
lávame y estaré más blanco que la nieve".
A continuación se roela el círculo con el perfume adecuado (del que
hablaremos más adelante), y el exorcista se envuelve en un trozo de
tela de lino blanco, sujeta por delante y por detrás. En el momento
do vestirse díce:

Ansor. Amacon. Amides, Thcodoniai. Aniton: por los mentor de los


Angeles. Oh, Señor, me pondré las vestimenta! de la salvación; que eMo
que deseo se vuelva realidad, a través de ti, el mas sagrado Adonai. cuyo
reino perdura por los siglos de los siglos. Amén.

El texto cristianizado que estamos siguiendo, sí bien contiene la ma-


yoría de los signos rituales del sistema semita y de otros, ha agregado
l. i advertencia de que aquellos que deseen riquezas y poder o cual-
quier cosa material para ellos mismos, no serán capaces de convocar
a los espíritus. Este no es, sin embargo, el punto de vista habitual.
"En primer lugar el corazón y la mente deben estar limpios de deseos
y si la capacidad se emplea alguna vez para satisfacer fines egoístas y

'it
personales, el poder es dc ese modo rechazado. Solo aquellos que pue-
den tocar las alturas saben esto."
En la nigromancia encontramos que el Circulo Mágico y las pala-
bras dc poder aún están en uso. El método es a próxima da mentó el
mismo en ambos tipos de procedimientos. Cuando el hechicero asiático
Clu'nncungi y su hermana, la bruja Ñápala, conjuraron a los espíritus
malignos, ordenaron a Bokim que apareciera y les prestara su ayuda
infernal. Ellos cubrieron de negro una caverna profunda y luego traza-
ron el circulo, con Siete Tronos e igual cantidad de planetas dibujados
adentro. Incluso a estos hechiceros notables les llevó varios meses lograr
que Bokim apareciera. Cuando lo hizo, les garantizó ciento cincuenta
y cinco años de vida extra, y muchos otros dones más. Como la teoría
dc la "venta del alma" no es tan corriente en el Oriente, la única pena-
lidad que se suponía que debían sufrir los brujos era servir al demonio
durante ese período. Durante su trabajo, como en la mayoría do los
conjuros dc invocación, hicieron libre uso dc perfumes y otras fumi-
gaciones.
Cuando se invocaba a Saturno (es decir, cuando la operación tenía
lugar en la hora o el día de Saturno), el perfume que se arrojaba al
brasero era pimienta, con almizcle e incienso. Al quemarse, se veían espí-
ritus con forma de gatos o de lobos. Júpiter requería ofrendas dc plu-
mas dc pavo real, una golondrina y un trozo de lapislázuli. A las cenizas
se agregajw entonces la sangre de una cigüeña. Los espíritus de Júpiter
tenían la apariencia dc reyes, precedidos por pregoneros. Bajo la invo-
cación dc Marte, el fuego era alimentado con goma aromática, madera
do sándalo, incienso, mirra y la sangre de un gato negro. Para el Sol,
almizcle, ámbar, incienso, mirra, azafrán, clavo do olor, laurel y canela,
mezclados con el cerebro de un águila y la sangre de un gallo blanco •;
con esta mezcla se formaban bollos que eran colocados sobre las llamas.
Los espíritus invocados bajo la égida dc Venus requerían esperma de
ballena, rosas, coral y áloes mezclados con el cerebro y la sangre de una
paloma blanca. Se observará que muchos dc los puntos nombrados arriba
son análogos en diversas prácticas ocultas.
Para Mercurio se necesitaba incienso mezclado con el cerebro do
un zorro. Los fuegos debían encenderse "lejos de las habitaciones do los
hombres". Los espíritus de la Luna eran considerados como los más difí-
ciles dc propiciar. Aparecían como fantasmas dc rostros pálidos y lumi-
nosos, con ropas transparentes que los cubrían. Para invocarlos, el fuego
requería semillas de amapolas, ranas secas, alcanfor, incienso y ojos de
toro mezclados con sangre.

• El sicrificio del gallo lil.mco era la ceremonia de apertura de lai reu-


niones trimestrales de las brujas hasta el siglo xvu en Europa. El corazón le co-
respondfa a la iwuja "quo pudiera llevar a cobo el mayor acto de hechicería".
Este órgano, se decía, era el pasaporte hacia toda clase de experimentos. Pinchado
con alfileres y asado, inmunízala a la bruja do ser descubierta y denunciada. Redu-
cido a cenizas, era vendido a las brujas por hasta dos piezas de oro. Aparte de su
uso en brebajes mágicos, también era comido por los gatos de las hechiceras, para
preservar al ama de las garras de Satanás.

98
Método para invocar a Luridán

A los magos se atribuye el poder de invocar al espíritu Luridán


(Rey del Norte) mediante un método que, si bien es celta, parece deri-
var de la magia semita de los primeros tiempos.
En una noche de luna, se trazan con tiza dos círculos concéntricos
en un valle solitario. El círculo exterior debe medir por lo menos cinco
metros de diámetro, y el interior unos treinta centímetros menos. El
mago lleva en la cintura dos cueros de serpiente y otros dos en el
sombrero: todos ellos deben colgar hacia atrás. A uno de los costados
del círculo debe dibujarse una montaña ardiente y "alrededor de la
montaña deben estar escritos estos nombres: GLAURON + OPOTOK
+ BALK IN + OPOTOK + ARTHIN + OPOTOK + SNAKNAN
+ NALA + OPOTOK.
La montaña será consagrada con las palabras: OLFROM ANEPHE-
RATON, BARON BARATHON, NAH HALCE TOUR HEELA + + +"
Se supone que estas últimas tres cruces indican quo debe realizarse la
señal de la cruz.
Una vez hecho esto, el hechicero oírá ruidos terribles de espadas,
de trompetas que resuenan, etcétera. Entonces aparecerán cuatro pigmeos
que hablarán en gaélico, pero que sin embargo "traducirán" sus palabras
presumiblemente si se les pide que lo hagan.
-Se les debe preguntar si conocen a Luridán, y responderán afirma-
tivamente Entonces Luridán * aparecerá, bajo la forma de un pigmeo.
Ahora el hechicero debo "obligar" a Luridán (es decir, someterlo
a su poder), mediante la invocación de los Crandes Nombres que usó
antes. El espíritu dará al mago un pergamino con signos místicos ins-
criptos, el cual es un contrato para servir al adepto durante un año
y un día.
Entonces el hechicero despide al espíritu, mediante la famosa "fórniu-
la de despedida", y el espíritu se marcha. Si no se pronuncia la
fórmula, se creo que la aparición ocasionará problemas terribles a todos, y
en especial al mago. Sobre esto generalmente hacen hincapié los textos
mágicos.
Se dice que este procedimiento sirve también para invocar a los
espíritus Rahunicl, Seraphíel, Myniel y Franciel, quienes gobiernan el
Norte. Acndirán al llamado de un mago equipado con un pergamino
que contenga los dos sellos secretos de la Tierra, que use una piel do
oso puesta del revés, de modo que los pelos estén próximos a su pro-
pia piel. • .,

* "Luridán", nos dice otro testo, "dijo que él es un espíritu astral que resi-
dís en ) . ¡ t : . A ; i i ga I , tirmpm del Key S .iUmtón".

115
CAPITULO 1 1
LA MAGIA IRANIA

La destrucción de un enemigo se forja sobre una imagen do cera, derre-


tida y enfriada siete veces... en la antigüedad ellos creían que este
poder perduraba aún más allá de la sepultura.
Persia. Kiíflül Asrari Sihri Qart, 1326 A.H.

1.a figura de cera de una persona ubicada tunto a un cadáver provocaba


el nuil a ln persona inildila.
Asirla, Maqlu, tableta IV.

Persia debiera ser el mejor de todos los campos para el estudio de


la magia* de Medio Oriente. Pero las conquistas y las luchas religiosas
que afectaron a este pais situado como valla puesta entre Oriente
y Occidente durante los pasudos tres mil años, dieron como resultado
la perdida dc elementos que hubieran sido dc gran importancia. Es bien
sabido que los seguidores de Zoroastro posclan una colección de ritua-
les antiquísimos *. Algunos de estos han sido preservados en los libros
secretos dc sus descendientes, los Parsis dc la India contemporánea. La
conquista ánihe dc comienzos del siglo vn disipó numerosas huellas de
prácticas ocultas, y las sustituyó por creencias traídas del desierto árabe.
Hastros de las creencias sobrenaturales asirías y babilonias, que una vez
estuvieron tan arraigadas enlre los persas, se conservon, en general,
solo en bis zonas rurales, preservadas en forma dc encantamientos y
conjuros tribales.
Los trabajos sobre magia contemporánea son escasos en Persia,
aun hoy; es decir, son escasos en comparación con países tales como
Egipto y la India, donde so los puede adquirir libremente. Sin embargo,
cuando uno se encuentra con un manuscrito mágico persa, éste a me-
nudo lleva signos incuestionables de estudios y creencias ocultistas serías:
lo contrario dc lo que ocurre con los trabajos hindúes y egipcios, que
más frecuentemente son folletos de títulos seductores destinados a ob-
tener dinero dc los crédulos.
Por otra parte, los persas generalmente toman muy en serio a su

• Al mismo Zoroastro se le atribuye la autoría de 20.000 pares de versos


mágicos.

98
magia. La evidencia de esto figura en un manuscrito que me permitió
examinar un adepto sui generis. Juzgando según su caligrafía y su
fraseología, llegué a la conclusión de que este manuscrito de alrededor
Je cuatrocientas paginas debía tener aproximadamente doscientos años
Je antigüedad. Se titulaba Océano de los Misterios, no contenía ilustracio-
nes y, a diferencia de muchos escritos mágicos, mostraba signos de cierto
tipo de investigación.
Esta obra esta dividida en treinta capítulos y parece haber sido
adaptada de otro trabajo do naturaleza similar; el ejemplar analizado
tenia anotaciones de algún propietario anterior. Probablemente con el
objeto de evitar la censura de los maestros religiosos musulmanes, el
Prefacio contiene la advertencia de que "nada se puede hacer mediante
la Magia sin el consentimiento de Dios; y este consentimiento sólo
alcanza .1 quienes llegan a |i vnind mediante frf'rfflftl I niiM.li-iablrs
de la voluntad y del cuerpo".
Aparentemente, el primer capítulo está destinado a colocar al estu-
diante dentro de un marco mental de referencia apropiado con respec-
to a la magia. Las practicas sobrenaturales son consideradas como me-
dios para que aquellos que posean un entrenamiento especial puedan
realizar "en el trascurso de una sola vida, el trabajo de dos", un ejemplo
inusual de ahorro de tiempo que viene a demostrar, entre otras cosas,
que los orientales no son tan pacientes como se podría suponer.
El libro advierte que nadie podrá tener éxito en su trato con los
espíritus que guardan los secretos de la magia hasta haber dedicado
treinta días a la meditación, comiendo solo lo indispensable para man-
tenerse con vida. Tanto como sea posible, "la vista debe mantenerse
fija en el suelo", y si no se observan los cinco lavados rituales de manos,
pies, rostro, ojos y oídos, el castigo será el fracaso completo como mago.
Durante los primeros treinta días de dedicación, el invocante debe
pasar cierto tiempo "solo en una habitación a la cual no tengan acceso
las mujeres", para memorizar los nombres de los ángeles que guardan
los secretos mágicos. Durante esto tiempo, también, deberá preparar
ciertos amuletos. El primero es una mano que sostiene una luna en
cuarto creciente, hecho de plata y envuelto en algodón y seda. El sc-
undo, que no deberá mirar hasta pasados los treinta días, estará heclto
e arcilla y contendrá tres trozos cíe algodón de colores, cada uno "del
largo de tu dedo meñique". El tercer amuleto consiste en dos cuadrados
entrelazados, dibujados sobre papel blanco con tinta y pluma negras.
Estos son los amuletos que preservarán al mago del peligro. Mues-
tran cierta similitud con los antiguos amuletos caldeos, y los cuadrados
entrelazados pueden ser relacionados con el "Sello do Salomón",
Debe prepararse un manto realizado con retazos de telas, en el cual
predominen los colores amarillo-azafrán, el blanco y el azul. Para que
tenga el olor requerido, se lo perfuma con agua de rosas, y el mago se
lo pone antes de cualquier ceremonia mágica mientras pronuncia las
palabras. "RASHAN, ARSHAN, NABASH", las cuales, basta donde yo
sé, no se emplean en ningún otro ritual importante de Oriente.
El escritor del texto nos dice que es esencial que, durante los
rituales, la cabeza [>crmanczca cubierta y los pies desnudos. "No dejes
crecer tu barita inás allá del largo proscripto . Esta instrucción proba-
blemente esto conectada con la enseñanza islámica corricnto en Persia
de que la barba no deberá ser más larga que un puño cerrado.
Continúa el sabio: "Si deseas acelerar la iluminación que te llegará,
asegúrate dc usar este manto mientras meditas y también trata de sen-
tarte sobre una alfombra de pieles especialmente confeccionada".
El entrenamiento completo dura cien días: "treinta de abstinencia,
treinta do recuperación y treinta de ayuno desde el amanecer hasta el
crepúsculo, comiendo solo por la noche. Luego vendrán diez días du-
rante los cuales sentirás que el poder está llegando a ti".
Durante el período de ayuno, el mago deberá consagrarse. Esto
significa que debe decidir cuáles son sus metas y asegurarse con exac-
titud de lo que desea de su primera experiencia mágica. Aquí es impor-
tante scñulur que "si se permite a los perros acercarse al estudiante
durante los Cien Días, éstos destruirán su barakat (poder) do tal ma-
nera, que deberá comenzar dc nuevo, luego do unu inmersión completa,
y al comienzo do la Luna Nueva*.
Vestido, ayunado y preparado dc esta manera, el futuro hechicero
debe entonces escribir (en negro, sobre papel blanco, etcétera) lo que
desea hacer en forma do conjuros. Estos son conocidos como los "Kutub"
(libros) y él debe mirarlos por lo menos una vez al día, y preferente-
mente por la mañana y por la tarde.
Una tez preparado dc este modo, el mago se dirige a un lugar
donde no será molestado. Es el lugar del primer rito el que lo con-
vert uá en mago. Coloca siete piedras en el piso, "una sobre otra", y
comienza a caminar en círculo en torno dc ellas, repitiendo para si mismo
los nombres de los ángeles.
Tres cosas deberá traer a continuación nuestro héroe: arcilla fresca,
mezclada ton pasto y dos pequeñas vasijas, una con miel, la otra con
lamí dc cabra. Deberá mezclar todo esto en el medio del círculo, y
entonar la siguiente plegaria luego dc la undécima vuelta circular:
■■¡Nulir. I i ! jYo IDO uno a til iTo ordeno que vengas a mí, en el gran
nombre (pie conocía Salomón, el hijo de David, el gran mago, en cuyo
nombre hnblol"
Entonces el invocuntc ("sin buscar a Nulush") pronunciu la fór-
mula dc exorcismo:
"AsMuulu inna la íllaha illa Allah" (la repite dos veces) y luego
¡AudubiUahi min ash-Sluiitan cr-RajímT La última es para evitar que el
Demonio interrumpa los rituales.
El espíritu invocado acudirá, pero "no aparecerá bajo forma huma-
na a menos que se lo ordenes". Es de suponer que aquellos que no se
sienten capaces de enfrentarse con la verdadera forma encarnada del
espíritu, le ordenan realizar lo que desean, y luego regresan a casa.
Pero si el espíritu se materia liza, se le puede pedir que venga en
determinados momentos ¡ t a r a recibir las órdenes. Incluso so lo puede
inducir a penetrar en una botella (reminiscencia de las M i l y una
noches) y permanecer allí, mediante el siguiente procedimiento:
Toma la cola de un galo y colócala dentro de una pequeña botella
de metal junto con varías gotas de tintura de anil; la botella no debe
ser d« ningún material excepto bronce. Siendo de bronce, se conju-
rarán peligros. Quita la cola de g¿to, pero deja el añil dentro de la
botella.
Tan pronto como hayas repetido treinta y tres veces las palabras:
'En el nombre de Salomón, hijo de David, príncipe de los magos, yo
ordeno al Espíritu del Poder (nombra al espíritu) entrar en esta bote-
lla', el espíritu aparecerá y te rogará que le permitas regresar a su hogar
en paz. Di 'La Paz sea contigo y aprende Espíritu, «pie tu hogar es
ahora esta botella y que yo soy tu Amo, y que todo lo que yo diga
o haga será de tu interés y me prestarás tu ayuda*. Entonces el espíritu
entrará a la botella, en forma de una nubecita blanca.
Debes asegurarte de que la botella tenga un tapón bien ajustado,
que deberá ser de piorno y de ningún otro material. Pondrás el tapón
en el cuello de la botella dejando un espacio; dentro de éste verterás
brea hirvientc mezclada con savia de cedro.
Cuando desees hablar con el espíritu, llámalo y trátalo como a un
amigo. Entonces lo verás, a través do la botella, y él tendrá una cara
pequeña, como la de un ser humano, pero redonda".
Al espíritu se le debe liablar una vez por día y debe "permitírsele
realizar pequeños favores, como a un esclavo, porque éste es el modo
de hacerlo feliz; le agrada saber que es útil a su amo". Cuando el espí-
ritu ve que algún daño se aproxima a su dueño, lo llamara ("y sonará
como un grítito enfrente de ti") por el nombre de Salomón, hijo de
David. Si puedes, le permitirás regresar a su hogar cada iloee años. El
siempre volverá a ti si le quitas la pequeña tableta turquesa que tiene
escritos su nombre y sus funciones "y con la cual fueron investidos todos
los Ceñios por Salomón, y sin la cual no son libres_________".
Para memorízar el contenido entero de un libro, se le ordenará al
genio proyectarlo dentro de la mente del mago, y éste lo aprenderá mien-
tras duerme. Hay un catálogo completo do conjuros, encantamientos
y otros procesos que se pueden realizar con la ayuda de cualquier genio,
a menos que contradigan su naturaleza. Por "naturaleza" de los genios
se entiende que algunos poseen el Dominio del Fuego, otros del Aire,
etcétera.
Como es natural en una sociedad en la cual tales actividades eran
muy frecuentes, otros magos podrían tratar de dañar al hechicero. El
espíritu evitará esto, llamando cuando percibe que alguien teje un con-
juro contra su amo. También le dirá cómo contrarrestar esta magia:
mediante la confección de una imagen de arcilla o cera que se colocará
dentro de un bote en un pequeño estanque artificial; luego se hundo
el bote y se recitan ciertas imprecaciones mientras naufraga.
"En cuestiones del corazón", observa el autor, "es necesario actuar
con gran discreción, ya que existen ciertas cosas que son posibles y al
mismo tiempo reprobables; llevar a cabo tales tareas repugnará el honor
del espíritu, quien puede tratar de escapar antes de cumplir órdenes que
no le están permitidas". También podemos encontrar tesoros escondidos

119
on los lugares mas remotos de la tierra, nos dicen, "pero seguramente no
lo desearás, y verás que existen muchas otras cosas que querrás hacer
por medio de este genio, que contribuirán al bienestar de la humanidad
y que te sorprenderán, aun si antes has sido un hombre de hábitos
ejemplares y descoso de hacer el bien".
Las recreaciones de un hechicero persa, de todos modos, son deli-
ciosas. "Para volar: pronuncia tres veces el nombre del espíritu, dicien-
do: 'Deseo volar al Yemen', y te encontrarás allí en pocos instantes.
Si no escondes la botella bajo tu cuerpo, no podras regresar*'.
Parece ser que los magos deseaban vivir en bellos jardines, y la
técnica para ser trasportados a ellos es materia de varios pasajes Im-
portantes. Existen jardines hindúes y mongoles y aquellos Jardines des-
conocidos para la mayoría de la gente, pero reales para deleitar a los
pocos que encuentran la manera de llegar a ellos.
Es posible desatar tormentas, empobrecer a los ricos, ayudar a los
pobres viajeros a llegar a los oasis, convertir en hermosos a los feos
y viceversa; tocios los sueños de la vida pueden ser cumplidos . . . una
vez que posees un espíritu dentro de una botella.
l-os magos comunes, no obstante, no pueden mantener indefinida-
mente sus poderes mágicos si no los refuerzan. De allí la advertencia:
"El estudiante debe asegurarse de repetir sus ritos una vez al ano. o su
poder se debilitará. Si nota que el espíritu no se encuentra a gusto, debe
volver a un lugar solitario y repetir las palabras mágicas, usando sus
vestidos y del mismo modo que lo hizo la primera vez; luego volverá
donde se encuentra el espíritu y le preguntará: "¿Qué es To que te
aflige?"
Otro requisito indispensable es el secreto. "Bajo ninguna circuns-
tancia podrás revelar a nadie que eres capaz de gobernar a los espíritus.
Kvto no es solo a causa de que tales cosas no son bien vistas, sino
■torque de cu* modo perderías tu poder y no tendrías oportunidad para
volver a desarrollarlo hasta pasados veinte años."
Cualquiera que se embarque en un período de entrenamiento má-
gico jura llegar a un fin mezquino o indigno, se convertirá en indigno
para la sociedad humana o bien se purificará. "No esperes que el ejer-
cicio de la magia te deje inmutable; tus motivos y tus pensamientos,
a menos que los frenes; se profundizarán y cambiarán. No es un ritual
apto para los débiles de corazón y los faltos de coraje.*"
Este libro posee un aire agradable, casi festivo, que dista bastante
de los trabajos orientales tradicionales sobre el tema. Todo el ritual,
si os que asi podemos llamarlo, está simplificado y expuesto de manera
directa; si bien existen advertencias serias contra ciertas actitudes y
prácticas, éstas no son nada comparadas con las de trabajos posteriores
y los escritos mágico-religiosm de los antiguos semitas y ucadios.
I.os escritores modernos sobre temas ocultistas lo llamarían un
"ritual híbrido", por sus características semitas, hindúes y sumerias.
la cuestión de si es "espurio" o no. naturalmente depende del punto
de vista del critico. Sin embargo, esto se puede decir: muy probable-
mente no s.- trata de un trabajo original, y no representa un libro de

120
hechicería trasmitido que date de una gran antigüedad. Las
anotaciones
que aparecen en los márgenes indican que es posible que se trate
de un
texto usado por un grupo de magos independientes hace más de un
siglo.
S¡ bien nunca he visto otro ejemplar —ni he oído acerca de que
exis-
ta— estas notas marginales cuestionan ciertos pasajes y en cierto
lu-
gar, por ejemplo, el comentarista anónimo escribió "El jazmín es
mejor
que el pelo de cabra".
Un capítulo curioso contiene una serie de argumentos en
contra
dc la alquimia y llega al punto de afirmar que "jamás debe
intentarse
porque es un engaño, e incluso si no lo es, es algo que
originalmente
tenía el propósito de ser otra cosa, y esto desagrada por igual a los
espíritus y a Dios". Si bien la tesis de que los escritos sobre
alquimia
son alegóricos y se refieren a la depuración del alma humana es
familiar
para quienes conocen a fondo la filosofía árabe, sin embargo es
inusual
encontrar un libro mágico que condene el arte.
La magia persa, tal como se la conoce en la actualidad, contiene
elementos de los ritos de los mongoles, los chinos, los hindúes y
los ára-
bes, además de las creencias y las prácticas nativas. Una dc las
carac-
terísticas de un hechicero persa de la antigüedad era su creencia en
el
pájaro Huma que nunca bajaba a tierra, pero que volaba muy lejos y
traía noticias a los iniciados acerca do lo que ocurría en todos los
paí-
ses. El Huma, parece, no habla ninguna lengua humana. Como
Salomón,
es necesario aprender el idioma de los pájaros para poder
comprender
sus mensajes.
Se dice que un ejemplar dc uno de estos pájaros fue
encontrado
suspendido sobre el trono del Sultán Tipu en 1799. El Huma vuela
sobre
los vientos y recoge parte de su información dc los dio o espíritus
quo
se encuentran en todas partes.
Las casas más importantes de Persia tienen torres que atrapan
el
viento para enfriar las habitaciones del piso bajo cuando el clima
es
caluroso. Si el día es propicio, los dio bondadosos harán que los
vien-
tos soplen, a menos que los necesite el Huma durante uno dc sus
trán-
sitos periódicos a través del cielo.
Por ser tan viajero, y también por su edad incalculable, el
Huma
conoce la ubicación de la Fuente de la Vida, vigilada por magos y
protegida por innumerables genios y dio. Muchos creen que la
Fuente

121
está situada en las montañas persas. No hay duda de que a través
de los tiempos la gente realmente se ha abocado a la búsqueda de
la
Fuente. De aquellos que no regresaron se dice que la encontraron y
que
fueron muertos antes de poder probar una sola de las preciosas
gotas,
o bien que bebieron de ella y se trasformaron en seres puros que
no
desean volver a sus hogares.
Las montañas, tanto en Persia como en cualquier otra parte,
tienen
muchas asociaciones mágicas. El Kohi-Gabr (La Montaña de los Ado-
radores del Fuego) se alza empinadamente a una altura
considerable.
En la cima hay una ruina, de la que se dice que es todo lo que
quedó
de un antiguo templo del fuego. Allí persiste la esencia
concentrada de la
magia y mora una legión de genios especialmente dotados. El
"poder",

122
afirman, hace retroceder a quienes se aproximan. Hay algo casi
físico
en esto. Se narran historias de algunas personas que escalaron el
Koh
y regresaron dementes, lisiados o consumidos. Es posible que estas
le-
yendas sobrevivan desde los tiempos preislámicos, cuando los
segui-
dores dc Zoroastro probablemente hicieron circular tales rumores
para
poder practicar sus artes allí sin ser observados.
Sin embargo, no todos los que se acercan a las ruinas sufren
daños
o destrucción. Las jóvenes novias consideran como prueba suprema
de
amor que sus esposos trepen a las alturas y les traigan una piedra
de
tas ruinas.
No lejos de este lugar famoso hay otras montañas igualmente
ob-
jeto de creencias mágicas. Allí los magos que adoraban el fuego
acos-
tumbraban a colocar ofrendas de frutas para propiciar ciertos
espíritus
y ponerlos en cautiverio para que cumplieran sus mandatos.
Quienes
querían ver cumplido un deseo acostumbraban a escribirlo y
colocar
el mensaje en una fuente con frutas, para que los Magos los
llevaran
a las alturas. En la cima de una dc estas montañas crecía el Tobo, el
árbol dc la felicidad eterna. De él se dice que es semejante al del
Pa-
raíso, que se encuentra a la diestra dc Alá. Las grandes penas y
temo-
res son llevados por las hadas bondadosas a este punto, donde se
los
lavan y así los que sufren se liberan de la infelicidad.

123
St?*

CAPITULO 12
LOS RITOS MÁGICOS DEL ATHARVA VEDA

Una maldición con mil ojos se acerca, veloz, y buten a Quien me lia
maldecido: como un lobo busca la morada del pastor de ovcjai... abate
a quien me maldice, ¡Oh, Maldición!... ¡A él condeno a U muerte!
Veda IV. 6: 37.

Que el Atharva Ved» de los Brahmanes —111 "Obra Secreta"— es un


texto dc magia resultará obvio a partir dc li lectura dc las extractos
que presentamos aquí *.
Resulta más importante advertir que no se lo considern como un
trabajo de brujería o hechicería. Entre los ensalmos que incluye hay
varios que realmente maldicen a los magos, y otros que intentan armar
al Brahmán con poderes efectivos pira contrarrestar la magia de otros.
En consecuencia, desde el punto de vista de los Brahmanes, el Veda
es magia blanca o legítima. Es usual considerar que la diferencia entre
las dos magias está dada por el grado en que se alienta el mal; pero
el Atharva Veda Devi ■ la raíz misma del problema. Cuando un conjuro
puede causar tanto el bien como el mal según el propósito con que se lo
emplee, ¿estamos hablando de magia blanca o dc magia negra?**.

Según las creencias de los recopiladores del Veda, La magia no


solo existe sino que es legítima cuando la aplican los puros de corazón.
Esta es la razón principal por la cual durante siglos el Atharva Veda
solo podía ser leído por iniciados selectos.
Estos extractos dan lugar a un estudio interesante del alcance v los
propósitos dc la práctica de la magia entre los Brahmanes.

" Orlg'nalmcntc mcnmriz.idu* po* loa sacerdote» (brahmanes) y con b con-


dición de ser empleados solo después de los ritos de purificación y coma «ración,
los conjuros del muy mágico Atliarvn Veda son considerados eficaces por millones
de rdndúes. Llamado en su origen el "Drahma Veda" (Libio de los lliatimanes) su
categoría, de acuerdo con la teología hindú, es inferior a la de los Tres Vedas;
de allí el titulo de Cuarto Veda que algunas veces se le aplica.
La teoría de que la Magia 'Negra' esta relacionada con la adoración
de Satanás es una opinión posterior y cristiana que tuvo su apogeo durante la
Inquisición y el reinado lie monarcas tales como Jaime I de Inglaterra.

ltW
CONjvmo PABA LA INMORTALIDAD

[La Inmortalidad ica con ésiel El es un portador do la vida perenne del


Sol, liiiir.i y Agni lo han bendecido y lo condujeron a la inmortalidad. Bhaga
y Soma están con él, llevándolo a lo alto para prolongar sus dial.

No habrá ya peligro de la muerte:

Este mundo te guardará por siempre, (elévate!


¡El Sol, el Viento, la Lluvia, todos están contigo!

Tu cuerpo será fuerte y ninguna cníermrdad lo afectará.


La vida será tuya, lo prometo; ¡entra esta carroza antigua.
Imperecedera y ascendente----1

Tu corazón será fucile, tú debes apartarte de los otros.


Olvida a los muertos, ellos ya no son para ti.

Los perros gemelos multicolores de Yama. guardianes del camino,


no te seguirán (para tomar tu vida).

Sigue el sendero donde rl fuego tu guiará, la llama


l'u r if «adora, y este ardor celestial no te daiUra.

Savitar, el Salvador, te protegerá, te comunicará con


el Gran Vayu, del viviente, Indra; y la fuerza y el
Poder serán contigo: el espíritu de la vida
Perdurará pur siempre. Ninguna enfermedad te tocará. Todos los
[Poderes están contigo.
-
Mediante muchos esfuerzos te he rescatado: en lo sucesivo
No habrá peligro, ni muerte, ni rrifcrmedad.

Este conjuro, como los demos del Veda, son entonados por el Brah-
mán ante el hombre que desea la inmortalidad. El siguiente es empleado
cuando el Brahmán desea prolongar sus propios días
"Recibe este conjuro que lleva a la inmortalidad, ¡que no se corte
tu vida hasta la ancianidad! Te traigo aliento y vida nuevos: no te vayas
a la niebla y la oscuridad, ¡no te pierdas!
Ven hacia acá a la luz del viviente: te rescato hacia una vida de
cien otoños. Aflojando las ataduras de la muerte y la imprecación, te
confiero larga vida hasla muy lejos.
Del Viento, tu aliento he obtenido; del sol, tu ojo; tu alma afianzo
en ti; ¡quédate junto a tus miembros, habla articulando con tu lengua!
Con el aliento de las criaturas de dos y de cuatro patas soplo
sobre ti, como sobre Agni cuando nace. He reverenciado, ¡oh Muerte!
a tus ojos; he reverenciado tu aliento.
Esta persona vivirá y no morirá. ¡Lo suscitamos a la vida! Yo hago
un remedio para él. [Oh Muerte, no mates a este hombre!
A la planta 'animadora', la sin-daño-en-verdad, la victoriosa planta
salvadora invoco, para que él quede exento de di ños.

125
Ampáralo, no lo captures, déjalo ir; aunque él siempre será muy
tuyo, déjalo ]>crmancccr aquí con fuerza sin igual. |Oh Bhava y Sarva,
tened piedad, otorgad protección; alejad la desgracia y conferid la vida)
Ampáralo. Muerte, apiádate de él; déjalo incorporarse sin ayuda.
Hasta la ancianidad, durante más de cien anos, déjalo estar bien."

Conjuros e invocaciones para la salud

Como otros sistemas mágicos, el Atharva Veda sostiene que sí bien


ciertas plantas y árboles poseen poderes curativos y otros de natura-
leza sobrenatural, estas funciones solo pueden ser ejercitadas bajo deter-
minadas condiciones. El conocimiento del tipo de hierba que se ha de
emplear no es suficiente. La planta debe ser exorcizada, es preciso invo-
car a los espíritus que residen dentro de ella y observar los requisitos
habituales de pureza ritual y plegaría.
Del diagnóstico depende gran parte del tratamiento de la enfer-
medad. Los males específicos -la tos, la cojera, la ceguera— tienen sus
propios remedios. Las enfermedades provocadas por los demonios, sin
embargo, deben ser combatidas do acuerdo con las fórmulas que figu-
ran en el Veda ron esto fin.
SI se desconoce la causa de la enfermedad, se recurre a la panacea
universal. Quienes están aparentemente sanos llaman en su ayuda ya
sea a los elixires de la vida o a ciertos encantamientos que producen
inmunidad completa a todas las enfermedades.
En todos los casos, sin embargo, las plantas y los remedios mági-
cos deben ser nombrados con los términos adecuados. Este es el primer
paso, llevado a cabo por todos los magos hindúes que trabajan de
acuerdo con la disciplina del Atharva Veda:

Invocación a las plantas

Invoca mot y nombramos a las plantar mágica*: (plantas roías, planta*


blancas, hierbas marrones y negras: a todas ellas Invocamos! En verdad los
espíritus controlan lat enírrrnedades. i Hierbas cuyas raices están en lot
mares, hierbas cuya madre es la tierra, hierbas cuyo padre es el cielo!
¡Planta* y hierba* de los Cielos! (Vosotras eiorchtái* las en/errnedades
y los males que provienen del pecado!
Yo evoco i lu plantas trepadoras, a las pUntai que lucen foHifes exu-
berante*. Estas son la* hierbas que nos dan la vida: ella* so multiplican por
division (de sus vastagos), ellas son vigorosas, ellas poseen fuertes brotes.
|Oh plantas y hierbas! (Vosotras tenía el poder de rescatar a este *u-
tríente! Yo os invoco y os conjuro para que H remedio que preparara toa
poderoso y efectivo.

Entonces se juntan ciertas plantas. Muy a menudo su especie no


es tan importante como su aspecto. Las dolencias que provocan tume-
facciones se alivian mediante hierbas con raíces bulbosas. Quienes

100
padecen de ictericia so curan mediante la invocación a hojas ama-
rillas, etcétera.
Una vez que se ha obtenido el número adecuado de hojas y raices,
ya pueden ser nombradas, como en este ejemplo de una panacea para
todas las enfermedades:

Panacea para todas las enjcrmeilades

|Son estas plantas, cslns mismai dotadas de poder, las que liberarán
al sufriente! [En verdad yo se, Ub Hierbas, que vuestro señor es Somu y que
vuestro creador no es otro que Hnhaspatl! |UI sombra «pie está sobre noso-
tros, la que nos amedrenta, será superada!
Solicitamos ser libelados de las eidermed.ules. De las maldiciones y lai
asechanzas de Va runa pedimos libertad. ¡De las cadenas de Yama y de lu
corueciiencias de nuestros pecados contra los espíritus!
Hemos pecado contra los Dioses con el pensamiento o con la palabra:
|borrad de nosotros loa rateados, hacednos libres de toda enfermedad!

El Talismán de la Fuerza

Considerado como el mas potente dc todos los talismanes es el


tpie se confecciona con la madera del árbol shraktya, el clerodendrum
plilomaides. Se corta un trozo dc madera, luego se le da la forma que
representa el objeto do deseo. Por ejemplo, para lograr la victoria en
una b.itiitla. el que suplica le da a la madera forma de espada o de
lanza. En muchos casos, no obstante, se hace un simple disco que lleva
lincas radiales y representa el Cliakra, antiguo símbolo hindú del sol.
Teóricamente, a la madera dc este árbol se le atribuye una gran
variedad de virtudes, que abarcan casi toda la órbita de la ambición
humana. En los escritos secretos, sin embargo, su uso está general*
mente limitado a la protección, la fecundidad, la virilidad, la prospe-
ridad y la defensa contra la brujería. Una vez terminado, el talismán
se ata al brazo derecho. El himno que se dirige al talismán varía según
los efectos deseados, si bien la posesión misma de este talismán garan-
tiza muchos de los poderes asociados con sus virtudes tradicionales.
Este es el "conjuro de protección" que se emplea junto con el talismán.

Conjuro de protección del Talismán de Sraktya

Atado a su dueño, este talismán es todopoderoso. £1 vuelve a su posee-


dor fuerte y valiente, mata a los enemigos, trae fortuna a aquel que lo
posee. Es poderoso, también, contra toda magia. Este es el talismán que
uso ladra para matar a Vrstra. Destruyó a lot Asura y te convirtió en
amo del cielo y de la tierra, y con sss ayuda él superó las cuatro nsfiras
del espacio. S I , este talisman es destructor y VKlorioso. ¡Destruirá al «ssa-
migo y nos protegerá da él!
Esto el lo que Agnt y Soma dijeron. Indra. Brihaspali y Savifar. todos

127
coinciden rn esto Quienes me alxjurn ferio rrpcMo* y Ij m-snu fuerza
que emplean recaerá sobre eDos: (por U fuerza de rste talismán!
El Cielo. U Tierra, el Sol. los Sabios, lodos eMarán entre mi p>-rsoua
V. y el enemigo. Su fuerza recaerá sobre ellos: ipor la furria de este talismán'
Este talismán es para mi y para quienes lo usen como una arrrudur,i
poderosa. Asciende a las rsferai corno el Sol. se eleva en tos Celo», drs-
truye toda magia que me acecha. (Es una turna potente, y los Rakiha
caerán ante él!
Indra. Vnhnu. Sa vitar. Rudra. Agni. Praiapatf. Paiamrshllun, Vlra|.
Vayshvanara, todos ellos, los espíritus poderosos, catarán detrás del aaasslrto,
que está unido a) que lo usa corno una armadura poderosa.
Oh. árbol poderoso, potente como un rey de bs fieras, tú errs in*
guardián y mi ayuda, ail como la necesité, asi In obtuve. Y yo, al u».'r
este amuleto, soy como un tigre, como un toro, como un Iron: nada purdi*
tocarme, si uso este talismán. Aquel que lo use puede gobernaar a todos, y
ser su soberano. •
Confeccionado y hecho por Káshyapa, usado por Indra en rus batallas,
con certeza es Invencible. Por el poder de los espíritus rste amuleto mule-
plica su potencia mil veces más. ,<>!. Indra, tu látigo de cien relámpago-,
abátelo sobre quienes traten de abatirme, por virtud de este talismán!
Y esta grande y podrroao ulismán conduce a b victoria cada vez qui-
te lo usa. |Produce nidos, fecundidad, seguridad. Inicua fortuna!
(A todoi aquellos que nos amenacen desde <•! norte, el sur, ol est-'
y el oeste, alélalos. Oh, Indra!
Mi protección, como un escudo, ton el sol. rl día y b noche, los cielos
y b tierra. Mi protección ra Indra, y es Agni. Dhalar me dará tu protección
Todot lot espíritus que ciistcn no pueden superar bs defensas de In.l«»
y do Agm: ésta es b fuerza que está entre mi persona y rl enemigo. |Oh,
espíritus! (Dejadme envejrcrr y no me arrebatéis b vida en mi juventud!
Nada puede ocurrir a quien usa este talismán. ¡El es rl talismán dr b
in vul ñera ht 1 mI od I

SÍ el mago va a entregar el amuleto a otra persona, terminará


su recitado con Us palabras: "¡Este es el talismán todopoderoso! ¡Oh.
Indra, generador de prosperidad, vencedor de Vritra, señor de los ene-
migos, conquistador, guardián contra todo peligro, protege a este hom-
bre y bríndale tu ayuda, tanto de día como de noche!"
Algunas veces se realiza una ofrenda de manteca. Si se desea em-
plear este talismán durante la guerra, se enciende un fuego con flechas
rotas y se lo coloca delante del amuleto, para simbolizar la destruc-
ción del adversarlo #.

Medicina Oculta del Veila

De acuerdo con el Atlnrva Veda, h mayoría de las enfermedades


pueden ser rápidamente curadas mediante conjuros.

* Este ritual tiene una analogía cercana en b magia semita. Los baUlonioa
también realizaban una ceremonia de destrucción de símbolos guerreros como rito
de victoria; incluso también ofrecían manteca, invocando a Iih'ar, Shamadi y
Nergal (Zimmem, fíltualtofcln. 173).

10*
Coniuro contra las úlceras

! " M M * en el cuello (o dondequiera que te encuenden) ilesa pare-


ccrin. I Estas (on Us cincuenta y cinco úlceras, las sol enea y sirle úlceras,
y Its noventa y nueve úlceras; todas ellas desaparecerán!

Mientras la recitación continúa (y attO ¿Mal M I repetido M 'tenta


veces), " encienden cincuenta y cinco hojas de jxirastt con algunos
trozos de madera. Entonces se recoge en una taza la mayor cantidad
posible dc savia, y se la aplica sobre las úlceras. Mis adelante se hace
un ungüento con saliva dc perro, caparazones de moluscos y "aguijo-
nes dc insectos", con el cual se frota La parte afectada.
Pero quiza más atractivo ¡jara el público interesado en los conju-
ros sea éste, destinado a combatir todo mal. a evitar toda enfermedad
dc cualquier origen:


Conjuro contra toilo nuil

(Suéltame, poder maligno, por favor tuéltame a mi. víctima Infortunada


de l u niabeia! (Desame escapar de esta cosa maligna y ser fel-x de nuevo!
(S| no me lueltas. te abandonaré en la prosima encrucijada para que
sigas y poseas a otra personal
I Vete, sigue a otro, únete al hombre que es mi enemigo, cae ■obre él!

Todo este conjuro se complica por el ritual que complementa la


i. citación qua es repelida durante la noche, mientras se tamiza cereal I
seco, que luego es descartado. Al día siguiente el invocante arroja al
aguí tres pequeñas ofrendas de alimento como sacrificio al Espíritu
de los Mil Ojos.
Dirigiéndose a una encrucijada, esparce tres porciones de arroz
cocido como "cebo" para eme el mal establezca su nueva residencia den-
tro del cuerpo del enemigo al cual será asignado.

Conjuro contra el veneno

Según el Veda, el veneno puede ser combatido mediante este ri-


! i ' Primero se recita el conjuro, en voz baja, mientras se reverencia
a un ídolo que representa al dios-serpicnte Takshaka. Durante este
proceso, el paciente bebe una pequeña cantidad de agua, mientras se
lo rocía también con agua. Esta ha sido especialmente preparada me-
diante la inmersión de un trozo de árbol Krimuka. Luego una vieja
prendí dc vestir es calentada y sumergida dentro de otra vasija con
agiüi, (pie el paciente también debe beber. Algunos mezclan las dos be-
bidas con manteca depurada y lo baten todo con las puntas dc flechas
envenenadas. No es sorprendente que el paciente se sienta enfermo des-
pués dc estas ceremonias. Este es el conjuro que se recita:
Bráhmana. bebiendo del sagrado Soma, el de las diez cañeras y el de
I» din lucas, dejo t<n poder a todo \ emtio. Yo hv ai.imc.ado. a través

100
del aliento de lot cielot y U tierra, a través de todo el espacio, el poder
de este conjuro.
Carutamanl. ti aguda, bebtd rl veneno: pero no tuvo electo contra
éL De la misma manera, yo he desviado el poder del veneno, como se
desvia una flecha.
Oh, flecha, tu punta y t u veneno no tienen poder: igualmente, a todot
los que hacen y usan este veneno también los he vuelto impotentes. Hasta
los riscos sobre loi cuales crecen lai plantas venenosas te han vuelto impo-
tentes ante mi. Todo lo rrlativo a este veneno ha tido anulado iVmeno,
lu poder se ha idol

Conjuros contra la enfermedad y los demonios

El mago del Atharva debe combatir las enfermedades y los demo-


nios; las primeras en beneficio de sus clientes —frecuentemente anti-
guos reyes y sus familias—, los últimos porque pueden afectar adver-
samente el poder de su propia magia. El siguiente conjuro es considerado
cíectivo contra los dos tipos de amenazas y también contra las enfer-
medades causadas por los espíritus malignos. Representan un desafío for-
midable a las fuerzas hostiles. En primer lugar se confecciona un talis-
mán con madera del árbol gangida. sobre él se entona este conjuro:

Los profetas, pronunciando el nomine de Indra, dieron n i homhrr rl


Cangida. Desdo el comlrnxo fue convertido por los dimes tn tetm-ilin y
en destructor del Vlshknndha.
Protégenos, Cangida, porque buscamos sus tesoros: |en verdad los
dioses y los brahmanes lo hicieron una protección que nmil.i tus hierras
del mal!
Me he a pro rimad o al o|o maligno de los enemigot: |Oh t u de los mil
ofot, destruyelos a todott Cangida, lú eres nuestro refugio.
El Cangida me protegerá de los cielos, de la tierra, de las plantas, del
aire; y del pasado y del futuro. (Yo estaré protegido rn toda dirección!
[Que el todopoderoso y protector Cangida vuelva déhil e IrWmun
a toda la magia de lot di os es y de lot hombres!

Esta cita, además de su interés como conjuro de protección típico


de los hindúes, nos dice que el poder del árbol gangida es tal que
anula incluso los efectos de los conjuros de los dioses. Aquí notamos
la fusión de la magia con un poder casi propio, que parece existir inde-
pendientemente del poder "prestado" por dioses y hombres. Este vs un
punto que, creo, ha sido Insuficientemente destacado por muchos cslu-
díosos de las prácticas mágicas. Con frecuencia se ha señalado que el
hechicero típico en primer lugar apela a los dioses, para luego repu-
diarlos y amenazarlos si el conjuro no resulta. Esto ocurre, también, en
todos los conjuros de los judíos. ¿Se trata, con certeza, de una extensión
de l.i idea de que el dios o ser a quien se llama no es el último poder
invocado? En textos posteriores, donde las fórmulas cristianas sustituyen
a otras más antiguas, esto aparece claramente. De la misma manera,
entonces, se podría decir que los dioses o espíritus paganos invocados

130
para servir al hechicero actúan meramente como intermediarios o agen-
tes del poder mediante cuyo mandato se ejerce la magia.
¿Que es este poder superior? Puede o no referirse al subconsciente
anhelo de unidad propio del hombre. Esto da lugar a discusiones teológi-
cas, pero podría ser un campo fértil para el estudio, si solo los ocultistas
e incluso los antropólogos se aventuraran más allá dc la senda conocida;
es decir, si dejaran de contentarse con la mera catalogación de las
observaciones ajenas.
En un análisis final, debemos señalar que los encantamientos y los
conjuros no siempre son en si mismos efectivos para lograr resultados
positivos, Esto explica por qué en los textos mágicos figuran diversos
conjuros pura obtener los mismos rcsulludos,
En eso caso, si un conjuro no surte efecto, ¿se prueba con otro
y otro, hasta lograr la curación? Yo le hice esta pregunta al sacerdote
brahmán que me guió en el estudio de los códices mágicos del hin-
duismo El me respondió que este era un método occidental, empírico
y carente de lógica. De acuerdo con el punto de vista establecido, la
curación no solo es posible, sino cierta. Puede ocurrir, sin embargo, quo
ciertas influencias planetarias sean más adecuadas para un tipo de con-
juro que para otro. O pudiera ser que una clase de demonio provoque
una cierta enfermedad y otro demonio provoque una diferente. Estos
hechos debieran ser conocidos por tocios los practicantes de la medicina
oculta.
De .ifl¡ la gran variedad do conjuros y amuletos que se emplean
en las diversas circunstancias. Esto sacerdote citó entonces la siguiento
alternativa para exorcizar una enfermedad:

Eiorciamo del árbol llamado Varana

Esta enfermedad debe desaparecer molíante la fuerza divina del Varana;


asi también, los dioses uüercept.irin a rata enfermedad!
Yo impido d paso de esta enfermedad, por orden de Indra. y por
orden de Mitra, y mediante Varona y todos loa dioses.
Asi roano Vrrtra detuvo estas agua* siempre fluyentes, asi yo quitare
ta enfermedad de esta persona, con el poder de Agni Vaisvanara.

Ciertas plantas, así como también el agua y la cebada, son elemen-


tos importantes del poder de los hechizos y los amuletos. Con el objeto
de extraer el poder latente en estos objetos, éstos deben ser consagrados
y "sensibilizados".
El solo hecho de que el mago posea tales elementos mágicos en
su caía atraerá al poder oculto y aumentará su intensidad día a día.
Esta es la oración general que se recita sobre agua fresca y cebada:

Esta cebada fue arada con fueran, y se emplearon yus;o* de ocho


y de seis. EDa ahuyentara las dosswssa. Asi coa» el viento sopla hacia
aba^o, el sol brilla traerá abafo, hacia abato mana la leche de ta vaca asi
deta que las dolencias (que pueden curarse de este modo) pasen de largo.

131
El agua es curat rva. d agua ahuyenta a la enl-inied.vl. Las agua» cuan tralm
los males, estas aguas te curaran a ti.

Himno a las plantas

En el momento en que se recogen plantas frescas con propósitos


curativos, se entona este himno sobre ellas:

Invocamos a Las plantas marrones, blancas, moteadas, multicolores y


negras; ellas protegerán a esta persona de los —ales enviados por los dioses;
su padre es el cielo, su rnadre es la tierra, su rabt d océano. Las plantas
celestiales ahuyentan las enfermedad es del pecado.
Plantas que crecen por doquier, plantas que son arbustos, plantas que
tienen simples vainas, plantas enredaderas: a todas ellas invoco. Llamo a las
plantas que retoñan, a las plantas con peciolo, a las de ramas el I vid «las. a
las plantas creadas por los dioses, plantas vigorosas que dan via la al hombre.
[Con el poder que es vuestro, plantas poderosas, con rl poder y la
fuerza que ton vuestros, con dio rescatad, Oh Plantas, a este hombre de la
enfermedad1 En este momento yo preparo su medicina.
La giraste, la nághruha, la gioaafi. asi como la arvndhati. que suprime la
enfermedad, todas estas plantas están flortxiestdo, y a etbjs apelo para aliviar
a este hombre.
Las sabias pbntas vendrán aqui, ellas comprenden lo que digo, y (untos
guiaremos a eile hombre hacia la buena salud.
Ellas son el alimento dd fuego, las criaturas de las aguas, ellas crecen
y vuelven a crecer, plantas vigorosas y curativas, con millares de nomines,
todas juntas presentes aquí.
Plantas espinosas, rechazad el mal. Plantiis que actuáis contra Li IwuH*-
ria, venid, plantas compradas que piutegéii a homines y animales, venid.
Las parles altas, las partes finales, las partes medias de todas estas
plantas están impregnadas con miel, y todas días protegen contra La muerte
y d dolor.
Este talismán hecho de plantas es como mi tigre: protegerá contra
! i hostilidad y detendrá a la enfermedad.
Las enfermedades se alejarán flotando por los ríos...

Estas invocaciones continúan durante varias lineas mas. Invocando


todo tipo de dioses y poderes, hablando de ejemplos clásicos de la
mitología hindú, donde se perdían y ganaban grandes batallas, la voz
atronadora del mago continua su lucha inexorable por reunir a cuantos
poderes pueda invocar.
Mientras se mece hacia adebntc y hacia atrás sentado sobre sus
piernas, el Brahmán mueve la cabeza al ritmo de la recitación, y siente
que el poder proveniente de las plantas crece perceptiblemente dentro
de su cuerpo. Esto me fue descrito como una verdadera sensación física.

132
CAPITULO 13
INDIA: LOS RITOS DE LOS
SACERDOTES-MAGOS

Yo me he coru-igrado a alcanzar poder y conoc i miento en este mundo,


y elevación en el otro mundo...
Rifo de Invocación del A/bol Anicor*

Si bien las investigaciones comparativas acerca de los fundamentos


de la sabiduría oculta de Oriente y Occidente realizadas por estudio-
sos ímpurcíilcs no abundan, se ban establecido ciertos principios im-
portantes Tk los fines de este estudio. Quizas el más asombroso de todos
olios es la extraña similitud entro la escuela griega antigua, los ritos
de los cabalistas judíos y las misteriosas disciplinas de la India védica.
Originadas a partir de una aproximación mística a la realización de
milagros . 1 través de la magia, todoi Mttl BtCOolll timen rn nmiún
los ritos de purificación, los trajes ceremoniales, los conjuros y el asce-
tismo. La santidad de un nombre divino, cuya pronunciación estaba
reservada a ocasiones especiales, y los tres grados de la iniciación, for-
man otra piedra angular de la práctica oculta de todos estos sistemas.
¿Cuáles son las escuelas de magia de la India, y cómo alcanzan
sus objetivos? En primer lugar, en la India, como en cualquier otro
pals, abundan los charlatanes cuya meta principal es ganarse la vida
mediante la prest ¡digitación o los trucos para incautos; algunos de ellos
son ingeniosos en extremo. Pero una gran parte de la población se sus-
cribe, si no a la práctica, al menos a la fu en la magia. Aquellos cuya
ocupación fundamental consiste en el estudio y la práctica de la
ciencia oculta —como los sadhu y los faquires— se preparan a través
de una de las disciplinas más estrictas y austeras que registra la
historia humana.
Del mismo modo, sus "milagros" -que yo mismo he visto y he
intentado comprobar de la manera más científica posible— exceden en
alcance a cualquier otra cosa conocida.
Para decirlo brevemente, la ciencia oculta hindú se apoya sobre
i . creencia de que el podei Nfal toát fa ijoe cusir rn l.i tierra so
obtiene a través de los espíritus benignos. Como para los chinos, tales

133
seres pueden ser las almas de los difuntos o bien simples entidades
incorpóreas bajo cuya supervisión se encuentran las leyes de la naturaleza.
Sí, por ejemplo, deseamos interferir con la ley de la gravedad, debemos
invocar al espíritu guardián de dicha ley y rogarle que nos ayude. Este
tipo do experimento se encuentra entre los más elementales; tan asom-
brosos son los resultados que logran estos sadhu, que yo casi he llegado
a la conclusión de que debe existir alguna ley natural aún no descu-
bierta por los occidentales, que permite a quienes han adecuado su
mente a ella, llevar a cabo milagros aparentes.
Aquí tenemos un caso: yo induje a un mago hindú de considerable
importancia a que me mostrara ciertos trucos. El vino una noche a mi
cabana; vestía un pequeño taparrabo y no llevaba nada más que un
pequeño bastón con siete anillos, que es el distintivo de los ocultistas
de la India. Realicé varias pruebas. En primer lugar, después do ase-
gurarme de que no había ningún ayudante ni aparato cerca, le pre-
gunté si podía hacer que una silla se elevase del sucio y quedase suspen-
dida en el espacio. Frunciendo las cejas en un esfuerzo por concentrarse,
cerró los ojos y extendió sus dos manos en dirección a la silla más
voluminosa dc la habitación. En diez segundos —controlados con un
cronómetro— la silla se elevó en el aire y, moviéndose apenas, flotó
realmente en el espacio, a una altura de aproximadamente un metro
y medio del suelo. Yo me acerqué o la silla y tiré de las patos. Lo
silla bajó al suelo; pero tan pronto la solté, volvió a elevarse. Lo pre-
gunté al hombre si yo mismo podría elevarme junto con la silla. El
asintió con la cabeza. Tirando hacia abajo dc las patas de la silla —que
a esta altura dc las cosas parecía tener vida propia— me senté tj me
elevé en el aire junto con ella. Convencido de que detrás de todo esto
había algún tipo de hipnosis, le pedí que elevara por el aire todo el
mobiliario do lo habitación. Luego le pedí que trajera flores do un
jardín vecino y éstos aparecieron do inmediato.
En esc momento yo no tenía una cámara con flash. Dc hal>crlo
tenido, ésa hubiera sido la oportunidad para comprobar el fenómeno
de una vez por todas. Sin embargo, yo no podía creer que la hipnosis,
tal como la conocemos, estuviera detrás de todo este asunto. En primer
lugar, la inducción del estado hipnótico debió haber sido increíble-
mente rápida; en segundo término, incluso en el momento en quo so
producían los fenómenos, yo no podía resolverme a creer que eran
genuinos. Do ninguna manera yo parecía estar "en rapport" con el ma-
go, porque podía referirme con facilidad a la lista dc fenómenos que
yo había preparado de antemano y pedirle que los produjera. Pero lo
que finalmente acabó con mi sospecha de que el mago empleaba la hip-
nosis que nosotros conocemos, fue lo siguiente: le pedí que describiera
el contenido dc las próximas dos cartas que yo iba a recibir, y lo hizo
correctamente. Más adelante, lo pedí que me trajera de inmediato un
rifle que yo sabía que pertenecía a un vecino y que estaba en una
casa que se encontraba a unos seis kilómetros de distancia. Y el arma
apareció. A la mañana siguiente, mientras me desayunaba, el dueño
del rifle vino a buscarlo. Para esc entonces yo estaba demasiado con-

134
fundido como para pensar. El afirmó que la noche anterior habla
soñado que yo le había pedido el arma prestada. Dos años más tarde,
en Inglaterra, cuando ya seguramente se habían desvanecido los efectos
de la hipnosis, volvimos a comparar notas, y mi amigo confirmó que
el hecho realmente había sucedido. ¿Qué podía yo pensar? El mago
jamás me pidió pago ni recompensu alguoa, y yo nunca le di nada.
El vino, como dijo, "para demostrar los poderes que puede alcanzar
un hombre que sigue genuinamente el sendero de la virtud". Si esto
es hipnosis, seguramente se trata de una hipnosis de alto grado, que
incorpora algún tipo de hipnosis a distancia, telepatía, inducción de
sueños, hipnosis de un extraño en diez segundos y alguna precognición
del contenido futuro de una carta *•
Esta experiencia es representativa de una gran cantidad de expe-
rimentos que yo y varios otros estudiosos de la ciencia oculta hindú
llevamos a cal» durante un período de aproximadamente tres meses.
De este estudio surgieron amplios perfiles sobre la práctica mágica en-
tre los sadhu.
En primer lugar, parece ser posible —si no probable— que nume-
rosos magos hindúes están en condiciones ríales de producir fenómenos
<pio podrían ser clasificados como sobrenaturales. ¿Cuál es la natu-
raleza de sus poderes, y de dónde provienen? En común con varios
investigadores occidentales, tuve que llegar a la conclusión de que
debemos concebir la existencia de algún principio cuya utilización so
vuelve posible a través de las disciplinas de los sacerdotes-magos de la
India. Oculto quizá, dado que todo lo que no se comprende puede
ser denominado oculto, aunque es mucho más probable que se trate
do ciertas fuerzas relacionadas acaso con el magnetismo o la electrici-
dad, o con formas de éstos, cuyas funciones aún no comprendemos.
Después de todo, es muy poco lo que sabemos sobre la naturaleza
de la electricidad o del magnetismo, aun hoy. Sabemos cómo usar di-
chas fuerzas, y sabemos lo que ellas pueden hacer. Sín embargo, estas
fuerzas eran conocidas siglos antes de que se las comenzara a utilizar.
Lo que sitúa a esta "fuerza oculta" en una categoría ligeramente dife-
rente es el hecho aparente de su uso a través del control mental.
Por otra parte, bien pudiera ser que un día se desarrollen máqui-
nas que puedan controlar esto extraño poder o fuerza. Desde mi observa-

• El lector noturA que aquí parecen coexistir tres tipos de fenómenos "má-
gicos". Es posible que hubiera una foima de hipnosis instantánea y que ¿sin
pudiera ser inducida en cuestión de segúralo* o de minutos, a voluntad del mago.
En escasos momentos (es decir, cuando el mago nos libera) uno se sentina nue-
vamente normal, tal como ocurt.'A En segundo lugar, el conocimiento previo del
contenido de las cartas. Esto es difícil de explicar, pero no es una facultad desco-
nocida; solo, sospecho, una facultad no reconocida. Luego viene el problema de la
"proyección de la materia": cuando el rifle fue acarreado a través del espado, en
circunstancias misteriosas y mediante un poder desconocido. Es de Interés adicional
rl hecho de que el dueño del rifle parecía tener la impresión de que yo se lo
habla pedido prestado. Otros ejemplos de la magia hindú figuran en la Bibliogra-
fía. N» 75.

135
MWU u IK'I i IUUU Ue trance tic los practican!rs. mi propia opi-
nión es que rl mayor impedimento para el estudio objetivo de este
poder es la carencia de científicos dispuestos a someterse al riguroso
entrenamiento necesario para convertirse en adepto.
Es verdad que los sadhu afirman que su poder proviene exclusi-
vamente de los espíritus; que ellos, dentro de sí mismos, no poseen
capacidades especiales, excepto la de la concentración. Un hombre
puede, al mismo tiempo, creer que el fuego es un espíritu, y aun ser
capaz de utilizarlo a voluntad. Esto pareciera apuntar hacia la posibili-
dad real de la existencia de algún principio o fuerza cuya naturaleza no
comprendemos totalmente, y que es empleado por los magos hindúes.
Cualquiera que fuese la verdad subyacente de estos fenómenos,
los párrafos siguientes ofrecen detalles sobre la iniciación v la disciplina
de los sacerdotes Brahmanes según el tratado mágico Agruiiuidiifxiríkslmy.

Hilos e invocaciones del mago,


según el Agrushadaparíkshay

La primera parte de esta obra secreta de la ciencia oculta hindú


trata sobre los ritos que deben observar los padres de un niño desde
su nacimiento hasta que tiene edad suficiente como para recibir el
grado inicial de noviciado. El verdadero entrenamiento en los poderes
mágicos no aparece, sin embargo, hasta La tercera parte del trabajo;
este estudio comienza a la edad de veinte anos, cuando el joven Brahmán
abandona a su guru (maestro) y se sumerge en lo que |>odría deno-
minarse estudio Individual.
Con el titulo de grihasta, el joven mago da comienzo a una villa
rigurosa de rituales y tabúes, invocaciones y ayuno, plegaria y auto-
negación. Afortunadamente para ¿1, cada detalle de su vida futura está
planificado meticulosamente en el libro; porque ca<la omisión del me-
nor de los rituales implica la penalidad inexorable de demorar su evo-
lución espiritual.
Luego do dormir en el suelo, sobre una simple estera, debo levan-
tarse antes del amanecer. Tan pronto como se pone de pie debe pro-
nunciar el nombre de Vishnu, para pedirle a esta deidad ayuda y tundi-
ción. Luego sigue la Fórmula Suprema, que debo recitar en voz baja;

Draluna, Vishu. Shiva. vosotros, y d


Espíritu de los Espíritus de las Siete
Esferas: Yo os invoco, pidiéndoos
BJM el día amanezca.

A esto sigue la invocación de Brahma: "Brahma, ven a mí, entra


dentro de mí. Oh. Brahma, la tranquilidad y las bendiciones sean con-
migo. Brahma está en mi interior, yo estoy en paz".

na
t I <l,llM' 141 t ........

Viene inmediatamente después de la oración a Brahma:

SrAur, H mil grande de Indos, U has* de eodo y podre subyacente a


lodo. SrAor drl Universo. iniciador de toda vida: Tú me has mil mido, tú me
has ordenado elevarme y abriime camino en esta, mi vida diaria.

A continuación viene el periodo dc contemplación, tiue es una


hora dedicada a pensar exclusivamente en el bien y a planificar los
actos píos y l>ondadosos (pie se realizarán durante el día. Con la mente
así en sosiego y en calma, "Pronuncia entonces mil veces el nombre de
Vishnu".
Esto conduce al mago a sus abluciones rituales, que se hacen con
una vasija dc cobre o de bronce, mientras la mente sigue concentrada
sobre el espíritu de Vishnu.
Una vez terminado el baño, el gira en redondo lentamente nueve
veces, repitiendo los nombres Brahma. Shiva. Vishnu, luego nueve veces
mas y por fin otras tres veces.
Lu próxima parte del ritual es la invocación al Sol:

/inrkVícicífi al Sol

m |Tú eres el Sol) ¡Tú eres el Oso dr Brahma, el Ofo de Vishnu, el Ojo
da Shiva: por la mañana, por La tarde y por la noche! Mas precioso que nada
tú eres mu Joya entre la* Joyas, vigilante inapreciable de todo, suspendido
en el rielo. Estos son tus poderes: íertilixador de la vida, medida del Tiem-
[-................... de Un días, de Las M K i i r s . . ! . - l i t « « m m - i . , ! , ■ I , * a i - * , de las
estacione*, del tiempo todo.
Da los pLanecas eres el regente, el mas grande de todos. Destructor de la
oscuridad, |-.l.r «pie se eUterale sobre ÚKontal4rs mdlones de m lias, carrosa
dorada del universo, lácenla mi odoración!

Rito del Árbol

Eos ritos continúan con una invocación diaria al árbol. Este es


generalmente el ashvatta, y el mago se sienta a su sombra, mientras
repite las siguientes palabras:

|Oh, Tú. Ashvalla. Rey de los junglas, representación de los espíritus!


En tus raices veo a Mialuna, tu tronco es Vishnu, tus ramas están dedicadas
a Shiva, lEsto significa que tú eres en ti mismo la Trinidad de los Dioses!
Yo me he consagrado a alcanzar poder y cranocinuenlo en este mundo.
y elevación en el otro mundo. (Quienes te honren caminando en circulo* a
tu alrededor, lograrán estos objetivos!

Comenzando con el número sagrado de siete, el mago gira en torno


de la higuera santa mientras cuenta en múltiplos de siete. Debe ha-
cerlo por lo menos ochenta y cuatro veces.

137
Con esto concluye la Ceremonia del Árbol, después de lu cual se
visten ropas limpias, y se inicia un período de meditación y consa-
gración al sacrificio que el mago esta por realizar.

Ritos ile Sacrificio

La habitación especialmente destinada para el rito —o especial-


mente aseada para él— se oscurece. Sobre una mesa, que hace las veces
de altar, se coloca un jarro con agua y un pequeño plato con arroz
cocido. Sobre la mesa cuelga una lámpara con incienso encendido
y una cantidad reducida de pigmento amarillo, generalmente azafrán
o madera de sándalo.
El mago entonces bate las palmas o chasquea los dedos ante puer-
tas y ventanas, para "sellarlas" y evitar la entrada de espíritus malignos.
También traza un círculo imaginario ante la puerta.
Con barro y agua modela dos pequeñas imágenes: una de si mis-
mo y la otra para alojar a los espíritus del sacrificio cuando aparezcan;
durante unos momentos las suspende sobre una llama. De esta manera,
las imágenes contienen los cuatro elementos: Fuego, Tierra. Agua y
Aire.

Evocación del Espíritu

El mago se sienta en el suelo frente al altar donde ha colocado


las figuras. Cruzando las piernas, dedica unos pocos minutos a l.i re-
flexión. Con su pulgar derecho cierra el orificio derecho de su nariz;
luego pronuncia en voz alta dieciséis veces la palabra mágica "Yl'M"
A cada repetición de la palabra, el invocante se concentra sobre el
espíritu de los pltri. Debe inhalar con fuerza n través del orificio
nasal libre, mientras imagina que su cuerpo se desintegra y que él
queda como un espíritu puro c incorpóreo.
Una vez completadas las dieciséis o más repeticiones de la palabra,
cierra ambos orificios nasales con el pulgar y el índice de su mano
derecha. Conteniendo la respiración todo lo posible, entona seis veces
la sílaba mágica "RUM". Teóricamente, en este momento debe haber
alcanzado el estado en el cual no necesita respirar en absoluto. De
hecho, magos su generis me dijeron que "los espíritus aparecen aun
sí uno se ve obligado a respirar.
El paso siguiente consiste en repetir treinta y dos veces la palabra
todopoderosa "LUM". "Entonces tu alma abandonará el cuerpo, se
confundirá con el espíritu del pitri, y en poco tiempo regresará al cuer-
po. Una vez que estés completamente consciente, descubrirás que el
espíritu invocado ha aparecido y establecido su morada temporaria en
la figura que preparaste para él."
Con cuidado de no cometer errores, el mago side de su trance
repitiendo "UM" tres veces y "YUM" nueve veces. Con la mirada en
el humo del incienso, el estudiante invoca al espíritu:

138
¡Oh poderoso espíritu de los ptíri! |Oh Tú, grande y noblel jYo te be
invocado y tú apareciste! Te he provisto de un cuerpo para tí, un cuerpo
formado de mi propio cuerpo. ¿Estas aquí? Veo. mandicstate en este humo;
¡participa de esto que he ofrecido en sacrificio para til

El libro continúa diciendo cómo la forma del espíritu aparece en


t-1 humo y luego toma parte del arroz que se le ofrece. Entonces traerá
a cualquier espíritu que se desee, incluso los de los antepasados. Ellos
brindarán consejos y contestarán cualquier pregunta que se les formule.
Una vez que recibió "respuestas adecuadas sobro asuntos naturales
y sobrenaturales", el mago apaga la lámpara. Los espíritus —continúa
el texto— se quedarán por un momento, hablando entre sí, y de sus
conversaciones es posible obtener gran sabiduría. Una vez que se han
retirado, el mago puede volver a encender la lámpara y ponerse do pie.
En ese momento quitará las cubiertas dc las puertas y las ventanas
c informará a los espíritus malignos (que han sido obligados a perma-
necer dentro de los círculos mágicos) que son libres nuevamente. Solo
después de hacer esto, el mago puede comer.
Una vez finalizada su comida, se lava las manos, hace doce o más
gargarismos y come nueve hojas de alhahaca. Después de esto es pre-
ciso realizar alguna acción piadosa que generalmente consiste en dar
limosna a los pobres.
Entreoíos satlhu hindúes, se supone que a través dc rituales como
los descritos, el gi/ni o maestro alcanza poderes sorprendentes y supre-
n>os "Para él no existen los dioses, porque todos los dioses o espíritus
están por debajo dc él. El obtiene su poder de Un Ser Superior. Por
medio de su voz. él puede cambiar el curso dc los ríos, convertir mon-
tañas en gargantas, producir granizo, fuego, lluvia y tormentas. El poder
está en su bastón: el bastón dc los siete anillos (o nudos). Dentro
do un círculo mágico, él gobierna a todos los espíritus malignos del
mundo, por medio dc su bastón. Incluso las estrellas están bajo su
mando."
El círculo mágico del guru -que puede ser trazado en la arena
o simplemente en el aire con su bistón— es doble. Entre ambos círcu-
los hay tina sucesión dc triángulos entrelazados.

Lu extraña y poco conocida doctrina hindú del nkasha —espíritu


vital o poder cspirittuil— yace en el fondo de todos los fenómenos ocul-
tos descritos o intentados por la escuela hindú.
Para explicarlo con brevedad, si M posible ser breve con r«pecto
dc un tema tal, el akasha es esa fuerza dc la cual todos los espíritus forman
parte. También es la fuente de todo poder. Es, o ni menos así lo afir-
man los yogin, solo una sustancia o poder del cual deriva todo lo de-
más. Las leyes naturales, tales como la ley dc gravedad, o los procesos
vitales de hombres y plantas, obedecen a ciertas leyes; éstas no son
fenómenos distintos y diferentes: son simplemente fases del akasha. Un
mago hindú afirmaría que materia y energía son la misma cosa: solo

110
aspectos diferentes del akaslia, que es el principio del cual se componen
ambas. Las investigaciones recientes han confirmado esta opinión.
En un estado, el akasha da origen :i la vida animal; en otro, deter-
mina el movimiento de los planetas. Una forma o estado del akasha
puede trasformarse en otro. En consecuencia, anular la fuerza de la
gravedad es simplemente cuestión de cargar al objeto con una forma
más ligera del akasha. Si deseamos levantar una carga de diez toneladas,
es preciso cambiar el tipo de akasha que está presente en la carga. Si las
ۆcz toneladas son de acero, deberemos desviar el "akasha del acero" a
alguna otra parte.
La ciencia moderna, con la teoría atómica admite que toda materia
está compuesta del mismo material primario: la electricidad, Pero don-
de esta teoría oriental difiere de la ciencia occidental es en el punto
en el que los hindúes afirman que este material primario —akasha—
puede ser modificado mediante la mente, y no por métodos mecánicos.
Incidental men te, muy similar es el argumento filosófico árabe sobre la
trasmutación de los metales. El oro, sostenían los alquimistas árabes,
sólo se obtiene por la concentración de un intelecto místico adecuada-
mente preparado. Podía fabricarse con cualquier cosa, pero fabricar
un metal a partir de otro era más simple qua, digamos, hacer oro a
partir de madera.

140
CAPITULO 14
LA ALQUIMIA INDIA EN LA ACTUALIDAD

lOfo! Al que rl Sol le dio su matiz maravilloso; al que los que te pre-
cedieron, con abundante progenie, buscaron desde siempre: i que este
oro le rodee con su brillo! ¡Aquel que usa oro vivirá por siempre!T*

Una do Ins industrias más florecientes do la India moderna es la


enseñanza de la alquimia. Mientras que las enseñanzas de los manus-
critos tradicionules exigen un estudio concentrado sumado a unn buena
cantidad de rituales, los fabricantes de oro contemporáneos —al menos
aquellos que pretenden una conversión rápida— han desarrollado sus
enseñanzas*de acuerdo con líneas científicas seudomodernas.
Recientemente trascribí un documento perteneciente a un alquimista
hindú ;y que fue vendido a un conocido mío por la exorbitante suma
de - 1501 Si bien puede parecer que le estoy moviendo el piso (o el
mercado) al alquimista, en realidad no es ése el caso. Porque tuve
oportunidad tic encontrar al autor del procedimiento, a quien le prome-
tí que, siempre y cuando yo tuviera éxito y lograra hacer oro, lo envia-
ría media tonelada, libre de todo gasto, n cambio del permiso para
publicar la receta. El se mostró, es verdad, reacio a permitir la publi-
cación: pero cuando, en presencia de testigos, le dije que en realidad
no perdía nada (dado que él podía hacer todo el oro que quisiera a
muy bajo costo, por medio de su fórmula) y que él mismo había ase-
gurado que no necesitaba dinero (por la misma razón), era cuestión
de justicia que su descubrimiento fuera conocido por todo el mundo.
Aún no estoy muy seguro de que él realmente creyera que había hecho
oro. (|Yo no soy responsable de la calidad de su inglés!)

"Fórmula para la fabricación de oro"

"Introducción
En primer lugar, es preciso comprender que el oro solo puede ser
fabricado por los puros de espíritu y de cuerpo. En consecuencia, cuida
de que cada vez que lleves a cabo estos experimentos, estés en un
estado de completa pureza. Además, debes asegurarte de que haya luna

141
llena, y do que lo planta de Soma * que recojas sea fresca; debes cor-
tarla en el momento en que la luna se eleva, y la luz de la luna debe
brillar directamente sobre la planta. En ningún caso debes soslayar la
invocación al soma; debes cuidar también de guardar el jugo del soma
en completa limpieza dentro de tubos de ensayo esterilizados.
En la fabricación de oro debe evitarse la oxidación. Los diversos
procesos que daré a continuación tienen por objeto evitar pérdida de
metal y el diño del oro por esa causa. El mis común de todos es
cubrir los metales con carbono, el cual no solo quita el aire del homo,
sino que tiende a absorber el oxígeno liberado por los metales durante
la fusión. La unión entre los componentes de estos oros se logra revol-
viendo los contenidos con una varilla de carbono, lo cual permite la
mixtura sin el agregado de ninguna sustancia que pudiera contaminar
la composición química y modificar sus propiedades.
Para realizar pruebas experimentales, un pequeño horno, semejante
al que emplean en los laboratorios metalúrgicos, un par de guantes
gruesos y un yunque serán auxiliares sumamente útiles para quien es-
pera adoptar este Arte."

Aquí es interesante señalar el cambio abrupto desde los aspectos


sobrenaturales del ritual y la planta Soma, a la fraseología metalúrgica
posterior. El Soma tiene diversos usos en la magia de los Veda y figura,
también, en los textos mágicos de los iranios. Se cree que es el Asclcpias
Acida, o el Sacrostremma V¡mínale, identificado con el dios de la luna.
Continuemos con el texto del alquimista.

La preparador! enlosa de estos oros dependo de otra condición nú*:


rpie lot metales sean totalmente puros y exentos de hierro. Si esto no ocurre,
entonces los componentes mostraran el color requerido, pero serin
demasiado
duros, y tan quebradizos que resultara imposible convertirlos en hojas del-
gadas o alambres finos. Por lo tanto, es necesario verificar do antrmano si los
mclnk-i contienni hierro; al menor rastro do el, el metal sera descartado.

Luego sigue la Fórmula N9 1 (Ver tabla más abajo):

Toma un crisol grande y colócalo sobre unn honialla al rufo; en el


fondo del crisol coloca A. en una cantidad de tamaño del dedo meñi-
que sobre esto esparce B; cúbrelos con un poco de C; entonces refuerza
el fuego para que B se derrita; luego pon D y una cnnlidad similar de E;
mil adelante la misma cantidad de F Que l> que puliste de B. Deja que b
mezcla hierva, pero ten mucho cuidado de no inhalar ninguno de los gases
provenientes de E. Luego viértelo todo en otro crisol que debe estar perfec-
tamente limpio y, mediante la ayuda de C y H, el Oro se asentar* en d
fondo en forma de partículas negras que debes recoger y colocar en otro
crisol
y volver a fundir. Cuando se enfria, este :,¡ está listo para ser usado .

* An U o Cyanchum Viminalc.

142
Los ingredientes necesarios para esta receta figuran en un Indico
conciso.

A. Colofonia (resina negra) (Kala tal)* 8 panes


B. Limaduras dc hierro puro (Lolie ka biuida* ya reí) 2 „
C. Sulfuro rojo (La/ gam/aA)* 2 .,
D. Boras (Su/ioga)* 2
E. Arsénico rojo (Rcjalgar) (Lal Sankhiya*, Mainsil,
Mendal)* 2 ,.
P. Piala (C/wndi)' 2 .,
C. Jugo dc Soma, correctamente recogido 1 cucharadita lleca

Este es todo cl procedimiento: las palabras en bastardilla son tér-


minos indios originales usados en la fórmula. Sin embargo, puede
liabcr quienes no consigan producir oro a partir de esta receta. Para
ellos el precavido alquimista ha elaborado otro tipo de experimento.
"Es posible", me dijo, "que ciertas influencias sobrenaturales se opon-
gan a la personalidad del que experimenta. En ese caso, debo probar
con la Fórmula Número Dos".

Aquí está:

^ Procedimiento para la Fórmula N9 2


Derrito A en un crisol dc grafito sobre una llama dc gas o de aceito
(éstos son los mejores combustibles para usar). Entonces A debe ser cubierto
con carbón para evitar todo lo posible la oxidación y la absorción de gasea.
Una vez que A se derritió, delics vcilcr B dentro de tn olla y a travos del
carbón. Tan pronto como B entre en la olla, so producirá un enfriamiento
de los elementos, debido a la temperatura dc B. Tan pronto como B se funde,
se combina con A. Adora agrega C; y cuando C se haya combinado con la
masa, concéntrate en el hcclio de que obtendrá* oro. agrega el jugo de cinco
plantas de Sorna, retira el crisol del fuego y quila el carbón de la superficie.
Los elementos, que ahora son oro, deben ser vertidos en moldes de tamaño
conveniente. Debes revolver el líquido todo lo posible hasta el momento de
verterlo. Este inelal está listo para ser usado. (Antes do agregar Cill masa,
es preciso derretirlo separadamente en otro crisol.)

¿Quizás usted desee oro dc 22 kilates, de tono rojizo? En ese caso,


será mejor que pruebe con la Fórmula N v 3. Mientras tanto aquí tene-
mos la lista de ingredientes de la Fórmula Nv 2:

A. Cobre (100% puro) (taaba) 70 partes


B. Aluminio (100% puro) {ek sa/ed si halki dltat) S
C. Oro puro (lona) 25 „
D. Carbono (ek kism ka koila) 30 „
E. Carbón Ikoela) 30 .

* Palabras indias, en hindi y urdu.


Desde un examen superficial, la Fórmula N° 3 parece una fórmula
para obtener una aleación de cobre y platino:
800 partes
M ..
20 -
170 ..

Ingrediente* para la Fórmula 3

A. Cobre. 100% puro (Tante)


B. PUt i no, 100% puro (Ek ■■■■'■.! wab re bhari
C. Acido túngstico (Ek klMtn ka ¡tana)
D. Oro puro (Soria)
E. Fundente (Dhal picarte valí chis)
F. Agua alcalina (Saíilkhar kl pani)
C. Jugo de la pbnta de Soma

Método para hacer oro a partir de los ingredientes nombrados:

Derrote en un cr-sot (unto con un fundente. A, B y C, y luego granúlalo


de este modo: viértelo dentro de agua alcalina mientras se encuentra derre-
tido. Vuelve a fundir, agregando al mismo tiempo una Usa llena de jugo
de Soma, y luego agrega D. Una vea frío, d metal está listo para ser usado. ■

Es muy probable que estos procedimientos se hayan originado en


el tipo de aleaciones de oro que se emplean en Occidente para realizar
piezas de joyería resistentes a las manchas. En cuanto a la función del
Soma, dejamos que el lector juzgue por sí mismo. Pero al menos existe
una patente japonesa moderna que incluye molibdeno y tungsteno en
la fórmula para fabricar aleaciones resistentes al ácido.

Formula Alquímlca Hindú N f 4

Son necesarios los siguientes metales y otros ingredientes:

A. Cobre, 100% puro 100 partes


B. Metal de antimonio 8 ,.
C Oro puro S ..
D. Cenizas de carbón IS _
K Metal de magnesio IS „
F. Espato de cal 15

ProcciffnifcTifo para la Fórmula Nf 4


Derrote A en un criiol durante los últimos tres dlai de bina llena. Tan
pronto como haya alcanzado un cierto grado de calor, agrega II. Cuindo B
se haya derretido y fundido con A. agrega Ires o cuatro gotai de lugo de
Soma fresco. Luego agrega algo de D, E y F. Revuelve const anl emente con
una varilla de carbono, luego cubre la masa con carbón y dótala fundirse
durante 35 minutos. Cuando rste elemento se ha combinado completamente
con los demás ingrcdirniri, agrega C. y cuando C se ha fundido del mismo
modo con d resto de la masa, cubre todo con carbón, y dátalo derretir durante

12-\
otros cinco minuto» Entonce* rl metal rita l-rto púa ser usado, como oto.
Cuida de derretir separadamente a C antea de egresarlo a la masa.

Aún hay otros dos procedimientos mis. El primero, conocido como


Fórmula N° 5. debe ser llevado a cabo en invierno, durante las horas
de la noche. El segundo (Fórmula M° 6) es operativo en el caso de bu
personas que no han podido fabricar oro, siempre que sean solteras, que
dediquen sus operaciones al dios llanuman y que coloquen su estatua
(mitad hundiré, mitad mono) en "un lugar prominente dominando la
escena de las operaciones".

Ingredientes de la Fórmula Nff 5

A. Cohre 100 partes


1 Cinc 17 w
Estaño 17

C Oro puro 25

I > \Ugnesia 8

1 Sal amoniaco 60 ■
P. Piedra caliza 20

C. Crémor tártaro 10

II. Flores de jazmín 5


H

Método para fabricar oro mediante la Fórmula Nff 5

En primer lugar, se derrite A con una onza liquida de jugo de Soma;


luego M" agregan D. E. P y C. cada unii por separado en forma do ¡HIIVO.
Deban ser agregados gradualmente, mientras te bate y se cantan cantos de
guerras (ale) de los pvrÓhUa.

Quizas debamos aclarar aquí que los puróhita —sacerdotes reales


y consejeros de los antiguos reyes hindúes— cantaban himnos de batalla
que hoy se pueden encontrar entre las paginas del Atharva Veda
mágico *.

Pero volvamos al Procedimiento Número Cinco:


Toda la masa debe ser bit Ida durante un cuarto de hora. B (cinc y
eilnflo) se vierten luego, parlo por parte. falliendo siempre basta que lo

* El Atharva Veda se divide en doi partes: la magia Sagrada o legitima,


reconocida por los brahmanes, y la Hechicrila. Se dice que estas dos divisiones
se deben a dos autores quizás rrúticos: Bishag Atharva na y Chora Angiraia. Lo*
seguidores del Atharva Veda sostienen que, en propiedad, este libro debiera
llamarse Brahma Veda, y que los sacerdotal brahmanes Ortodoxos (casta supe-
rior) deben conoces y practicar sus ritos. Pero sieinpte existieron discusiones a
<-»[<■ rrtpnto otras personas sostienen que los braba manes deben conocer y prac-
ticar Iras tres Vedas. Sin embarro, es cierto que el Atharva Veda fue una fuente
importante de magia usada por los antiguos puróhita.

VI',
derritan; luego la masa M cubre con carbón durante más o menos 35 minutos.
Finalmente, se agrega el elemento C. y cuando también se baya fundido con
el resto es cubierto por encima, y luego de cinco minutes está listo para
usar. Debe cuidarse de derretir C separadamente antes de agregarlo a la masa.

El mas simple de los procedimientos es la Fórmula N° 6. del mismu


manuscrito. Aquí nada se dice acerca del Sorna, los jazmines o los ritos
de purificación. El procedimiento es aparentemente sencillo y emplea
menor cantidad de ingredientes. Pero bajo cierto análisis, no obstante,
toda la cosa parece ser poco mas que una aleación bastante honesta,
capaz de engañar solo a orfebres que no im (guiarían la existencia de ella
en un país como la India.

Fórmula N* 6

Toma los siguientes ingredientes: veinte partes de platino, b murria can-


tidad de plata, mas 240 partes de bronce, y consigue también 120 partes
de níquel.
Derrite estos elementos por vrp. i i .ulo en diferentes crisoles. Una vez fun-
didos todos, los mezclas; lurgo vierte la aleación en moldes, para su enfria
mentó Ahora usa d metal

El alquimista

Resulta interesante notar cómo la alquimia tradicional tic Oriente


se ha guarnecido con métodos modernos para producir el IÍJHI de ense-
ñanza de la alquimia al estilo del siglo veinte que he descrito. Igual-
mente fascinante es la narración sobre un alquimista que estaba menos
ansioso por vender sus conocimientos y que operaba al estilo antiguo.
Las siguientes notas son una transcripción de las experiencias de la
señora Morag Murray Abdullah (con su autorización). Ella es esco-
cesa, casada con un afgano, y ha vivido en Oriente durante más de
treinta aiíos

Aquil kkm «a un alquunista A primera vasta, resulta extufto que un


hombre que es rapaz de producir todo d oro que desea, viva rn una cueva.
La explicación de este hecho, como los dulces que los niños reservan para
el final, viene después.
Al principio, con U costumbre occidental de juzgar por las apariencias,
uno no se siente inclinado a confiar en Aquil Alto, de ras raza Pat run fuerte
y nerviosa tan «mocada en el Kliybrr, era delgado, lucia barlú y forbante
y su piel tenia el color de la caoba. Vestido con un par de pantalones rstre-
chos y no rl emanado blancor y uru vieja túnica militar. Aquil es un hombre
de pocas palabras.
Nuestro amigo común Ahmed le expbcó que habla traído t-inilgo a una
amiga muy Imponente de Inglaterra para visitarlo y aprender de él acerca
de la fabricación de oro. Ninguna de estas Inforrnaciones tuvo el poder de
conmover la inmovilidad de Aquil, y ni siquiera parecían interesarlo.

Itñ
Aquil se alzó de hombros y movió los labios: "haga tu gusto". El pri-
mer requisito fue tomar un baño y ponerse ropas limpias. El segundo, ti es
quo el ejemplo de Aquil constituía una indicación, era el silencio.
Ahmed y yo permanecimos fuera do la cueva hasta que Aquil apareció.
En silencio nos alcanzó una botella ordinaria a cada uno y comenzó a andar
n grandes trancos. Nosotros cerrábamos la marcha. Era un día caluroso, y nos
sentimos agradecidos cuando Aquil se Internó en la sombra de b selva, Ha-
Iliamos caminado ya unos tres kilómetros, cruzado una valla y las vías del
ferrocarril, y nos hablamos zambullido nuevamente dentro del bosque.
Después
de recorrer otros tres kilómetros, Aquil se detuvo.
Allí había algunas plantas, parecidas a dientes de león. Observarnos al
alquimista cortar los tallos y colocar dentro de su botella las goütas de Jugo
lechoso que logralia extraer de ellas, l-'uo un trabajo lento, pero pronto com-
prendimos que él esperaba que nosotros lo imitáramos. Durante las siguientes
dos horas vagabundeamos recogiendo el espeso jugo, con las manos pegajosas
y las gargantas resecas.
Nosotros dos hablamos juntado para ese entonces cerca de diez cm*
de jugo. Aquil se nos acercó, tomó nuestras botellas y agregó su contenido
a la de él. Entonces comenzamos el regreso.
Nada se dijo acerca de la sed. Cuando nos lavamos en el manantial cer-
cano a la cueva, yo traté dc beber un sorlio de agua. Aquil sacudió la calieza
violentamente. Sin duda él era un liombrc de hábitos por demás espartanos.
Sin emltargo. esto parecía ser parte del ritual. Como no nos decía nada, nos
sentimos obligados a observar y a aprender, ¡nosotros que pronto estaríamos
en condiciones de comprar lodo Londres!
Luego de permanecer sentado durante algunos minutos, aparentemente
en contemplación, Aquil nos indicó por señas que nos fuéramos n casa. A i ........ I
me dijo que él había oído que los alquimistas no hablan durante su trabajo,
porquo los espíritus guardianes del oro no deben saber que alguien lo está
fabricando. AI día siguiente al amanecer nos dirigimos a la cueva. El not
estala esperando, y nos condujo afuera, en dirección opuesta a la que
habíamos tomado el día anterior. Tres horas de marcha por la jungla nos
llevaron a un claro por el que corría un pequeño arroyo de agua helada. La
tierra do amlw» márgenes cstnlxi húmeda y tenía el color de la mosrazii.
Aquil
comenzó a recoger barro justamente debajo dc la superficie del agua; allí
el barro era de color amarillo crema. Nosotros juntamos cerca de un
kilogramo
cada uno, y luego lo unimos todo en una gran bola redonda, y la llevamos
de vuelta dentro de una tela anudada. Durante todo este tiempo. Aquil no
pronunció palabra alguna, ni hubo de su parte ningún signo audible de
expresiones mágicas.
De regreso en la cueva, vimos a Aquil hacer dos cuencos profundos
con el barro amarillo, cada uno do un diámetro aproximado do 15 cm. Luego
l> u s i i .1 auilrOS i i i t > . ' i sobre una tabla, y nuevamente fuimos despedidos.
Al día siguiente buho una larga caminata para juntar leña, pese a que
habla grandes cantidades cerca de la cueva. Noté que toda b madera era
dura y de color marrón oscuro, aunque provenía dc diferentes árboles.
El próximo ilLi debimos visitar una cantera de piedras, y recoger cierta
cantidad de ellas que debían ser grises, casi cuadradas y del tamaño de una
pelota de cricket.
Llegó otro día. Aquil nos Indicó por señas que prendiéramos un fuego
cerca de b cueva. Hicimos m i muro lemicircubr. cavamos un pequeño foso
y preparamos el fuego: primero pusimos papeles en los cuales habla
dibujados

147
unos cuadrados, luego la madera especial, luego carbón, y finalmente la sangre
seca de un chivo blanco.
La sangre debía ser pulverizada y mezclada con nuez moscada en polvo,
canela e incienso indio. Por una vez Aquil habló. El fuego, dijo, debía per-
manecer encendido sin cesar durante cuatro días. Si se apagaba, deberíamos
repetir todo el trabajo. Incluso el fuego mismo no podía ser encendido
hasta la primera noche de luna nueva. Ciertas cosas no debían ocurrir: una
era el grito del chacal; otra el chistido de un buho. Nos turnamos para
pasar la noche y atizar el fuego.
Se trazaron nuestros horóscopos, para aseguramos de que no exis-
tía ninguna conjunción poco auspiciosa que pudiera interferir. Aquil trabajó
mucho tiempo en esto. No obstante, parecía que todo iba bien. Entonces tomó
los dos cuencos y los colocó sobro un trozo de tela de lino de alrededor do
dos metros cuadrados, que estaba tendida en el suelo. Luego tomó cuarenta
metros de algodón y los cortó en tiras de tres centímetros de ancho, y las
colocó sobre el lino.
Mezcló el resto del barro con agua del arroyo (acarreada varios kilómetros
en una jarra nueva), hasta obtener una consistencia de crema espesa. Un
trozo de piedra del tamaño de un durazno grande fue colocado en uno
de los cuencos, junto con un trozo de plata del tamaño de un terrón de azúcar.
Sobre esto esparció dos cucharaditas de la "leche" que hablamos juntadb.
Todo el tiempo el alquimista miraba a los estrellas, ininterrumpidamente,
como un hombro que controla su reloj. Luego colocó el otro cuenco sobre
el que contenia In piedra, la plata y el jugo, y formó una especie de círculo
con los dos.
Todo ello fue envuelto cuidadosamente con ras largas tiras de algodón
empapadas en barro y duras como sí tuvieran cola do pegar.
Esto continuó hasta terminar con el algodón; la masa se liabía agrandado
mucho. Por último tomo torro común y lo puso alrededor del paquete, que
colocó en el centro del fuego. Sobre esto desparramó carbón encendido, y
comenzó la vigilia.
El "cuenco" debía permanecer al calor durante siete días y siete noches.
Afortunadamente no era necesario quedarse ante el fuego todo el tiempo, pero
debíamos mantener una vigilancia compartida constante. Esto se debía a que
"Satanás no puede fabricar oro, y si dejamos a este oro en preparación sin
vigilancia alguna, él podría venir y robarlo en su estado actual, y descubrir el
secreto". Incluso Ahmed y yo —los no iniciados— a esa altura liablamos adqui-
rido el hábito de observar ansiosamente a las estrellas. Mi excitación iba en
aumento. Aquil acabó con ella; todo experimento de este tipo debe llevarse
a cabo como una cosa natural: sin charla, sin risas, sin optimismo, sin dudas.
¡Y nada de comida ni de bebida durante el trabnjol
Los fatigosos días y noches pasaron. Aquil quitó la lióla roja del fuego,
y la colocó a un lado sobre una pila do arena, para enfriarla. Lograr el
grado adecuado de enfriamiento llevó doce horas. Cuando Aquil comenzó a
desenvolver el paquete, advertimos que no todo el algodón se liabía quemado,
debido al barro.
Una vez que los cuencos quedaron a la vista, vimos dentro de ellos un
trozo de metal amarillo. Aquil me lo dio y me dijo: "Lléveselo a un joyero
y vea si es oro".
Yo vacilé, pensando que debía haber algún truco, entonces él volvió
a entrar en la cueva, y trajo una bolsa grande de algodón. De ella extrajo
alrededor de otras cincuenta pepitas iguales a la que yo tenía en la mano.
"Estas son algunas, hay muchas más."

148
"Yo dude alguna vez, cotilo usted duda ahora. Me llevó treinta años
aprender esto. Treinta anos. . . dc agua y nueces, de bayas y hambre, de con-
templación y experimentación. Tuve (pie aprender a leer en los cielos, a
domesticar animales, a reconocer las señales. Todo lo (pie tenia cuando comencé
era una fórmula fragmentada, y tuve que completarla. En cuanto al descubri-
miento de los lugares donde se encuentran los ingredientes apropiados, eso
me llevó artos."
Le pregunté qué desealia hacer ahora. "¿Ahora? Han pasado cinco años
desde que perfeccioné el sistema y he estado haciendo oro desde entonces. No
puedo hacer ninguna otra cosa, ni tampoco lo deseo. ¿Pero cuál es la utilidad
de todo esto? Hice caso omiso dc todo aquello contra lo que me advirt.ó
mi viejo Maestro. Se convierte en una olveston. Mi felicidad consiste en
saber que puedo hacer algo que nadie, excepto unos pocos, han lo¡n.<lu.
Y no deseo otra cosa.
"¿Cuál es el lieneficio del oro? ¿Puede acaso devolver la vida? Yo soy
su esclavo. No puedo apartarme dc él. Esta es, amiga mía. mi historia. La
fascinación me tiene en sus garras. No puedo desprenderme del oro, y DO
lo haré¿ tampoco lo venderé ni dejaré que nadie más lo tenga. Tampoco sé
por qué esto es asf."
Llevé el mu ii un joyero, quien quisu comprarlo. Pero no era mió, nsi
quo se lo llevé dc vuelta a Aquil. El lo arrojó al fondo de La cueva como
si fuera un Iroso de carbón. "Regrese a Londres", me dijo. Hasta el momento
no tengo manera de saber cuál es la respuesta a todo esto.

Estafes la extraña historia que me refirió Morag Murray. Ella no


obtuvo nada ni del oro ni dc la historia: me la entregó, libremente,
para que la usase como descara. Y así es como la trascribo aquí.

149
CAPITULO 15
¿UNA NUEVA FUERZA MENTAL?
AKASHA Y MAGNETISMO

La supuesta relación entre hipnosis y magnetismo se encuentra nue-


vamente li.:j<> investigación. Es posible que las aseveraciones tradicio-
nales de los hechiceros orientales acerca de que existe una "fuerza vital"
mediante la cual es posible anular un fenómeno como la gravedad
tengan, de hecho, alguna sustancia. Esto, por supuesto, no es una afir-
mación de que las practicas mágicas tengan un respaldo científico: mas
bien significa que algunos de los temas que antiguamente se conside-
raban mágicos puedan entrar dentro de la esfera de leyes naturales
mejor comprendidas.
Pareciera que los siguientes fenómenos están relacionados con el
magnetismo y la electricidad:

22. El akasha (trota hindú de la "fuerza vital"') que puede vencer a te


gravedad.
23. La Ctaaciflti mediante d tacto.
24. Loa fenómenos hipnóticos.

M. J, Roucous se dedicó varios años en Francia id examen de las


características de la electricidad humana bajo condiciones científicas.
El afirma que el cuerpo humano es productor y planta de almacena-
miento de electricidad. La presencia de electricidad negativa, sostiene,
tiene relación con ciertos fenómenos notables de hipnosis y "curación".
Tomando una serie de "curanderos por la fe" de reputación reco-
nocida, Roucous descubrió que las puntas de sus dedos parcelan repe-
ler pequeños objetos cargados con electricidad negativa. En electrici-
dad, debemos recordar, los iguales se repelen.
En su último trabajo —Les Maladies et le Magnctisme- ¿1 dice que
esta electricidad acumulada bajo la piel es descargada al cuerpo del
paciento por el "curandero". De este modo, se remuevo una supuesta

• Concept oí similares a la idea del akasha ■parecen en vsriot otros sistemas


de pentimiento. La idea de mana de los polinesios es casi idéntica.

150
deficiencia dc electricidad subcutánea (el así llamado escudo eléctrico
protector):
"El cuerpo humano se asemeja a un maravilloso generador eléctri-
co, productor, acumulador, receptor y trasmísor, cuyo centro es el cere-
bro. El fluido positivo se descarga a través del sistema nervioso, po-
niendo en funcionamiento todo el sistema.. .*
¿Cómo se convierte una persona en curandera? Houcous sostiene
que tos curanderos "naturales" parecen ser aquellos que tienen una piel
anormalmente seca, lo cual estimula la acumulación de electricidad
subcutánea, la carga negativa, En las personas normales, esta carga se
elimina constantemente; la electricidad excesiva que el sistema ner-
vioso no necesita, simplemente "se escurre".
Los lectores, notarán de inmediato un reflejo de la tesis del akasha
de los yogin, quienes afirman que el fluido vital se almacena en el
cuerpo y en la mente, y es descargado sobre un objeto con el fin de
influir sobre él. l.os experimentos de Houcous, dc los que se afirma
fueron llevados a cabo bajo condiciones científicamente controladas,
parecen ser análogos a las actividades del akasha de los faquires.
No obstante, para establecer un fenómeno de ese tipo dentro de
limites científicos, es esencial la creación de experimentos fácilmente
controlables y que sean susceptibles dc ser repetidos con resultados in-
variables.
Según los partidarios dc Houcous. éste es uno do ellos; este expe-
rimento lio demuestra que el cuerpo humano emite una carga de elec-
tricidad negativa, pero se afirma que demuestra «pie algo aparente-
mente físico inlcractúa entre cuerpos humanos:

| M5)
»
Amuleto solar en forma de sváfltka. "que debe ser escrito 120.000 veces y arrojado
a un rio". Se dice que garantiza la realización de cualquier deseo.
De lndtr ¡olí

151
El sufrió se sienta ra una silla, mientras otras cinco o seis perso-
nas colocan sus manos, unas sobre otras, sobre su cabeza. El objetivo es
cargar al sujeto con electricidad negativa a través del "escurrimiento"
de la electricidad provista por las otras "baterías humanas". Pasados
varios minutos, es posible probar que el efecto dc la gravedad se ha
reducido. Dos de las personas, utilizando solo dos dedos, son capaces
de levantar al sujeto, con silla y todo.
Sin embargo, bajo estas condiciones el efecto no dura mucho. La
carga estática se escurre hacia tierra. Por tanto, la elevación del sujeto
debe tener lugar de inmediato.
La analogía con la levitaeión resulta inlcrcsanlc. ¿Por qué los faquires
se especializan en detener ciertas funciones corporales, tales como la
respiración? Esta teoría afirma que de este modo se ahorra electricidad
y se genera un acumulador, ya sea para producir efectos sobrenaturales
o mis frecuentemente, para "elevar" el funcionamiento cerebral a un
nivel superior al normal.
Los hipnotizadores, también, están familiarizados con ciertos fenó-
menos que permanecen inexplicados. Entre ellos se encuentra el si-
guiente, una prueba de susceptibilidad hipnótica:
El sujeto se para mirando hacia el Norte, de espaldas al hipnoti-
zador. Este extiende sus manos, con las palmas paralelas, hacia la esjul-
da del sujeto sin. por supuesto, tocarlo. El sujeto no puede ver lo que
ocurre. Lentamente las manos del hipnotizador se mueven paralelas
como si "frotaran" hacia abajo la espina dorsal del sujeto, y a una
distancia dc tres centímetros de él. I,os sujetos más susceptibles inva-
riablemente se tambalean hacia atrás durante este experimento.
Es importante destacar aquí que, si bien la mayoría de los hipno-
tizadores acompañan esta operación con sugestiones verbales de sueno
y do tambaleo hacia atrás, éstas no son necesarias, tal como yo mismo
lu l>e comprobado; las palabras simplemente íncrcntcnlan el efecto.
Houcous afirma que este fenómeno deriva del postulado de la "elec-
tricidad estática" y que el "aura" que se dice que rodea a los mediums
sensitivos es sólo la descarga constante de electricidad estática de la piel.
El trance hipnótico, entonces, concentra el cerebro, cargándolo con
electricidad corporal y puede cortar el abastecimiento del complejo
nervioso que sirve a los miembros y a los órganos.
Las investigaciones recientes del Profesor J. B. Rhine" de la Uni-
versidad dc Duke, que se relacionan con el supuesto efecto de la mente
sobre los objetos inanimados, pueden ajustarse a la teoría mencionada
arriba. Entre otras cosas se emplearon dados on miles de experimentos
controlados y se hicieron intentos por influir sobre MI caída simplemen-
te mediante un esfuerzo dc la voluntad. En términos de la teoría de
Roucous. el Dr. Rhine entrenaba a sus sujetos para que proyectaran su
electricidad cerebral hacia la interrupción dc la fuerza dc la gravedad.
En sus últimas investigaciones publicadas el profesor Rhine —cuya
integridad como investigador científico es incuestionable— demuestra
que tal influencia sobre objetos materiales a través de medios claramen-
te mentales es una posibilidad que no puede ser descartada.

152
Un campo de investigación totalmente nuevo se abre ahora: ¿cómo
establecer la naturaleza y el alcance dr esta fuerza, cómo instrurnentarla,
teniendo en cuenta su ubicación en el mas dificultoso de todos los me-
dios, ti cerebro humano?
Las investigaciones tpie Houcous lleva a cabo en París preanuncian
el primer paso: la construcción de una máquina electrocstática para
medir la naturaleza y el alcance de la electricidad humana y, particu-
larmente, la forma en que ésta se engendra y se descarga.
El obstáculo principal para este tipo dc investigación es que la gran
mayoría de los ocultistas se dividen en dos grupos: los "conversos", que
creen en las cosas porque desean creer —como una forma dc satisfac-
ción dc deseos— y los demasiado entusiastas, que permiten que su
entusiasmo los arrastre. Son estos últimos quienes a menudo se sienten
llamados a explicar sus "descubrimientos" a audiencias tan lamentable-
m< nte ansiosas por conocer maravillas que se sienten casi decepcionadas
si no se las premia con afirmaciones exageradas.
Por ejemplo: Louis dc Wohl labia brevemente sobre este proble-
ma en un libro reciente de artrologia. "Dibuja una carta, haz unos pocos
cálculos apresurados, y di tu discurso en una voz sugestiva y lenta. Y
ellos harán lo que les digas. Tú. tú mismo, dirigirás sus vidas. Con un
puñado de conocimiento y dos puñados dc actuación."¿Cuál es el remedio a esta
situación? A mi lurccer, no lo hay, como
no lo hay» tampoco para la projxig ición de la educación indiscriminada
sin una base tie cultura y sin el desarrollo del sentido común.
El único camino posible para tos estudiosos de lo oculto es operar
est riela mi nte sobre una base científica. ¿Y la ciencia moderna, que a
menudo lucha contra los estudios ocultistas (cuando se digna tomarlos
en cuenta), no debiera ser considerada como un enemigo? El solo hecho
de la existencia tic dc|>ósÍtos sin igual <le conocimiento acumulado por
la misma ciencia imnlerna significa que los estudiosos serios sobre lo
oculto dispotten de material suficiente para sus investigaciones.
¿Cómo encaja todo esto con el akasha. el magnetismo y lo demás?
Torneemos un ejemplo: durante la ilécud.i dc 1930 en la Universidad
tie Harvard (Estados Unidos), se llevaron a cabo una serie de extraños
experimentos I . 1 . facultades de Economía y Astronomía descubrieron
(pie parecía hal>er una correlación positiva entre ciertos fenómenos te-
rrestres y sobres Más precisamente, el Comité dc Investigaciones en
Ciencias Sociales de la Universidad financió un estudio que pretendía
demostrar que ciertas manchas solares estaban relacionadas con los
ciclos económicos. Por medio de estadíslicos, los gráficos most ru ron quo
la actividad de las manchas solares afectaba al mundo financiero. Las
condiciones económicas parecían reaccionar de ucuerdo con la cantidad
de rayos ultravioletas que traspasaban la barrera estratosférica.
Por lo que yo sé. con esto concluía la investigación. Los astrólogos
inmediatamente afirmaron que este hecho "validaba a la astrología'**.
l-o que parece haber comprobado en realidad es que el sol afecta a las
cosas de la tierra de maneras que el hombre en general no conoce a
fondo. Cómo y por (pié no se supo, y es difícil que se llegue a demostrar

153
a través de investigaciones futuras. En lo que se refiere a teorías como
la del akasha, esto indica que aún existen fuerzas que todavía no com-
prendemos por completo. ¿Quiénes realizarán esas investigaciones futu-
ras? Los ocultistas y los astrólogos, porque, con escasas excepciones, los
científicos ortodoxos por el momento no se encuentran demasiado inte-
resados en el tema. Sin embargo, ¿cuántos astrólogos realmente se preo-
cupan por estos problemas y otros similares? Probablemente sea lícito
decir que no muchos de ellos. Por cierto yo no estoy en contra de la
astrología como tal: de hecho yo escribo bastante sobre la materia. Pero
pienso que muchos astrólogos pretenden nadar entre dos aguas: mien-
tras que su tema de interés se basa en muchos aspectos en los mismos
principios empíricos que las demás ciencias durante ta Edad Media, por
otro lado luchan por obtener el reconocimiento entre las ciencias más
evolucionadas y que son capaces de brindar pruebas materiales más
seguras. Ahora, la cuestión es sí la astrología y otros estudios scmiocul-
tos afines se encuentran en condiciones o no de colocarse en pie de
igualdad con, digamos, la química. Si la respuesta es afirmativa, enton-
ces debieran estar organizados de manera similar en cuanto al pensa-
miento y la práctica, o al menos, debieran ser menos empíricos. Sí es
negativa, ¿se trata quizás de que los astrólogos están sacudiendo el
árbol equivocado?
A mí me parece posible que las artes semíocultas encuentren su
propio nivel sobre una base ligeramente diferente de la de la ciencia
materialista. Bien pudiera ser l.i extrema susceptibilidad de los astró-
logos y otros lo que los convierte en blancos tan atractivos para el
ataque de sus oponentes. Como lo saben todos los que han ido a la
escuela, no hay diversión alguna en fastidiar a quienes no se muestran
afectados. Aunque parezca fanfarronería, el mecanismo es el mismo.
Cualquiera que fuese la actitud correcta, persiste el hecho de que
fenómenos del tipo del akasha, o las manchas solares, o cualquier otra
cosa que parezca apuntar hacia fuerzas aún no comprendidas plena-
mente, merecen un análisis atento. Las personas que quieren creer que estos
fenómenos podrían tener un significado potencial vasto y una utilidad
posible son aquellos de entre quienes deben emerger los estudiosos c
investigadores serios.

154
CAPITULO 16
MAGIA ERÓTICA

Una ele las ramas más populares de la magia en la India es la


de la magia venerea. Esle término (conocido como strikármanl) abarca
toda forma conocida de asociación con el sexo opuesto. Los hombres con-
curren a consultar con los magos para obtener el amor de una mufer
con la que desean casarse; las mujeres para lograr tener un niño me-
diante encantamientos destinados a esc fin; los que ya están casados
invocan a los espíritus para apaciguar las discordias o para asegurar
la reconciliación.

Rito para desjtertar amor ajxisionado en una mufer

Este conjuro se recita, todas las veces posibles, durante el cuarto


creciente de la luna, y se cree que es umversalmente eficaz:

Con la :..[.■;•-«:.-I. . V , f|,vtu del ASM atravieso yo lu loc.iión, joh mujer,


amor, amor que provoca ansiedad, amor que te dominara, amor por mil
Esa flecha, vubndo en la dirección correcta, provocará en ti el deseo
ardiente. (.Tiene la punta de mi amor, su astil es mi determinación de po-
seerte!
SI, tu corazón está atravesado. La flecha lu dado en el blanco.
Por estas artes he superado tu resistencia, |tú has cambiado! |Ven a mi,
sumisa, sin orgullo, asi como yo no lo tengo, solo deseándome! (Tu madre
no podrá Impedir tu venida, ni tampoco podrá tu padre evitarla! Tú estás
por completo en mi poder.
|Ob, Mitra, Oh. Va runa, despajadla de su fuerza de voluntad! ¡Yo, solo
yo, ejerzo poder sobre el corazón y la mente de mi hícnnmadn!

Esta recitación es acompañada por la fabricación de una flecha,


tiue se bate a compás; esta flecha es el equivalente físico de la flecha
de amor imaginaría a la que se refiere el texto. Como sucede con otros
encantamientos de este tipo, el rito puede ser llevado a cabo por el
amante o por un hechicero empleado por él.

155
IIrehízo pata despertar la pasión en un hombre

Existe una gran cantidad dc estos conjuros. En general, siguen un


modelo similar a los que emplea el sexo opuesto. La diferencia principal
entre ellos es el hecho de que estos deben ser practicados por lo menos
siete veces, y que siempre se les ordena a las mujeres, por alguna razón,
no confiar sus actividades mágicas a otras mujeres.

Estoy poseída de •mor ardiente por eite hombre: y «te amor viene a
mi de A piara, ta siempre victoriosa.
iQoc el liombre me anhele, me drice, qne 10 deseo arda por mí! One
cite amor provenga del espíritu y penetre en él.
i Que me desee como nunca deseo nada antes! Yo lo amo, lo quiero: él
dclie sentir por mí el mismo deseo.
Oh, vosotros, los Marut, que él se llene de amor; Oh. Espíritu del Aire, llé-
nalo de amor; (Oh. Agni, haz que arda de amor por mil

También se emplea con frecuencia el siguiente encantamiento:

Por el poder y las Leyes de Varuna yo Invoco a la fuerza ardiente


del amor ra ti, para ti. ;EI deseo, el potente espirita de amor que todos los
dioses han creado en las aguas, al deseo invoco y empleo, para lograr tu amo»
por mi!
I. !; . n i magnetizó las aguas con esta fuerza amorosa. ,V ésta es. por lar
Leyes de Varuna, b que yo hago arder! (Repetir dos veces.)
■Tú me amaras, con deseo ardientel

El alejamiento también brinda numerosas oportunidades para el


ejercicio de la magia. En el caso de una esposa que abandona a su
mnrido, o de una mujer que prefiere a otro hombre, se repite este con-
juro, por lo menos cuarenta y nueve veces, por las noches, hasta 'tanto
ella vuelva":

Mélotlo para asegurar el regreso de una mujer

Yo he ordenado a los Ocios, a la Tierra, a toda b creación, que ta


Yo invoco mediante este poder, al espirito que tiene U facultad de
que traías las cosas se detengan. A través de Aguí, por Indos los medios
y bs manen» del retorno. |haz que {fulana de tal) regrese o mil Este conjuro
poderoso no puede rechazarse. (De cien y mil maneras, tú regresaras a mil

Como en ta mayoría dc los países, en la India la preocupación de


muchos individuos solteros es la de conseguir una pareja. De acuerdo
con el Atharva Veda, este hechizo es la simplicidad misma:

Conjuro para conseguir una etposa

Tomando una vara o bastón de bambú que tenga siete nudos, el


mago coloca en su punta un anzuelo tic metal, que representa simbóli-
camentc al Anzuelo ele Indra. El "cliente" se sienta en el suelo frente
al maestro, sin pronunciar palabra. El mago repite entonces el siguiente
conjuro:
Yo anas» la fama. U fuma uV ese» hombrea. Toano posesión de «te
poder en el nombre del cspinlu que acude, que rstá llegando, que ra está
aquí. |Oh, Indra, dame ru (uerzal
i Como lo* Aihvin tomaron a Surya, hita de Sa vitar, como novia, asi
el destino ha dopuesto que acuda una esposa para este hombre! (Indra, con
tu anzuelo de oro y de poder, (rae aquí una esposa para el. que la desea!

Aunque se supone que los no iniciados no deben practicar estos


ritos, se encuentran impresas y en circulación una gran cantidad de
versiones mas o menos correctas de los Veda. Muchas de ellas están
incompletas, pero todas contienen los conjuros de magia amorosa em-
pleados por millares de legos.
Uno de los favoritos para las mujeres que desean un esposo es el
siguiente:

Conjuro para conseguir un esposo

Yo busco un esposo. (Aquí tentada, con mí cabello suelto, estoy situada


como ante una procerióo gigantesca, buscando un marido para esta mujer que
no «I lene esposo!
|Oh Afyam.ni? Esta mu|.i ya no puede soportar las bodas de otras muje-
res. (Ahora, una ver. realizado este rito, las demás mujeres vendrán a celebrar
la fiesta de liodaí de ella!
El Creador sostiene a la Tierra, los planetas, lo* Cielo*. |Ob, Dhatar
(Creador), dame a mi un piel endiente, un esposo!

Hechizos contra rivales

Estos hechizos son muy numerosos. En general, siguen el mode-


lo establecido de identificación del invocante con algún supuesto poder
sobrenatural. Una vez recitada la declaración de que él (o ella) esta así
superdotado de fuerza mágica, se invoca al espíritu para ejercer sus
buenos oficios en favor del operador. Algunos hechizos incluyen el ri-
tual de desenterrar una planta que posea poderes adecuados. Este es
un hechizo que emplea una mujer contra una rival, para asegurarse de
que no contraiga matrimonio)

El poder de esta mujer, lu buena suerte, sus ventaja*, han pasado todos
a mi. Ella ya no lo* tiene. Como las montanas, ella se sentará rn la casa
de sus padres (es decir, no te casará).
Oh, Yanu. gran Rey, esta mujer será para ti. y para nadie más. (Tendrá
que permanecer en U casa de tu madre, de tu padre o de tu hermano!
Ella atenderá la casa solo pan ti. Rey Yama: a ti te la he presentado,
i Ella pennaneteii con tu familia hasta que se quede un cabellos!
Oh, mujer, tu fortuna he cubierto y he escóndalo, como dentro de una

157
profunda caja. Ello lo hago en nombre de Asila y de Káshyapa, y de Cayo,
lY pennaneceri escondida!

En el caso de una mujer que teme ser remplazada por otra en el


afecto de su esposo o de su pretendiente, se emplea este hechizo: desen-
terrando una planta de hojas crectus, la mujer recita ante ella la siguien-
te fórmula:

Hechizo contra una rival

En verdad yo desentierro cita planta, esta planta poderosa, con un cierto


propósito. Esta hierba posee un poder: el poder de alejar n las mujeres que
son mis rivales, el poder de obtener o retener u un marido.
Oh, plantas, tú cuyas hojas son tan erectas, tú tan plena de belleza, haz
que este hombre me pertenezca solo a mi. lliz desaparecer a mí rival: usa
el poder que posees y también el poder de los dioses (espíritus).
Yo soy más grande que la otra mujer, más importante y poderosa. Jun-
tas la ahuyentaremos, lejos, muy lejos de sus esperanzas.
Yo estoy llena do poder. Tú, Oh, planta, también eres todopoderosa
a este respecto. Juntas podremos fácilmente superar a esa mujer.
|Oh, hombre! Yo te he encantado por las virtudes de esta planta. Nada
ea mis fuerte que la fuerza que he invocado y colocado sobre ti. Tus pen-
samientos jamas se apartarán de mi: |cIlos me seguirán, como el agua sigue
ni curso, como el ternero sigue n su madre!

Una vez conseguido un marido o una esposa, de acuerdo con la


magia de los Veda el próximo paso lógico es este conjuro para asegu-
rar el nacimiento de un hijo:

He aquí que la simiente está mezclada, y éste es el camino hacia el nacimien-


to de un hijo; ésta fue la orden de Prajápatl. Prajápati, Anunuiti, Sinívali, ellos
lo han creado. |,§
n
nuapati hará que a otros les nazca una nina; a nosotros
nos dará un varón!

Conjuro para evitar los abortos


IAsi como la Tierra produce seres vivos, asi nacerá con ésito un niño!
|Tu embrión, como los de las montañas, será protegido, y el niAo nacerá
sin peligrosl

En el mismo capitulo encontramos recetas de magia del odio:

'-
Hechizo para volver estéril a una mujer

En una sociedad donde la poligamia es frecuente, el nacimiento


de un niño inevitablemente coloca a la madre en una posición mas
fuerte que la de las mujeres de la casa que no tienen hijos. En conse-
cuencia, la pérdida de importancia o afecto hace que muchas mujeres
deseen ser bis únicas con hijos entre todas las esposas.

158
Cuando el esposo trae a casa una nueva mujer, sus rivales en el
harén repiten este hechizo:

¡Oh, Jatavedas, impide que nazcan tos que están por nacer! |Tu vientre,
oh mujer, medíanle estas artes mágicas be hechizado, y está seco, y no
producirá erial iTú eres estéril, esta piedra tomo y ella representa tu este-
rilidad!

Al mismo tiempo, la mujer, que conoce los celos de la otra, for-


tificará su causa mediante el siguiente conjuro:

Conjuro contra los celos

Estos celos que sientes por mi, este sentimiento yo lo destruyo en este
momento. Yo logro que el fuego de los celos se apague, como el viento apaga
el fuego. |Tnn cierto como la muerte, tan cierto como quo los muertos están
muertos, asi esc odio también lia muerto! i He exprimido los celos de tu
corazón, como su esprime el agua de una vejigal

El mago —a quien generalmente se le paga de acuerdo con la


cantidad de conjuros que hace— urgirá a su cliente a asegurarse doble-
mente mediante el uso de diferentes hechizos con el mismo fin. Una
mujer cuyo marido parece perder interés por ella hará un conjuro para
que el amor regrese y quizás otro para aumentar su propia belleza.

Hechizo para aumentar la belleza

La Arati, demonio que causas mi fealdad, a ti te ahuyento. Toda la falta


de gracia que padezco será eliminada por los poderosos Voruna y Mitra.
Aryaman, cmMlcce mis manos, defame ser feliz. (La felicidad es el fin
con el cual la mujer fue creada!
(Por el espíritu do Savitar, que tocia falta de donaire desaparezca! (Todas
las cosas desagradables de la mente, o el cuerpo o la apariencia desaparecerán!
(Todos los defectos, toda falta do belleza, han sido eliminados!

Himnos de ¡a virilidad

ha virilidad es considerada como algo tan importante, que magos


especiales dedican su vida a estudiar la forma de producirla. Para
lograr este fin, durante la preparación de los conjuros se entonan him-
nos elaborados. Es probable que en este aspecto los elementos psicoló-
gicos desempeñen un papel preponderante.
Se utilizan dos plantas: la mucutiu pruritus y la raíz de la feronia
clephantum. Se las desentierra mientras se pronuncian las siguientes
palabras: "Oh hierba, tú has sido descuajada por toros" —simbolismo
característico que se encuentra en muclios de los rituales mágicos hin-

159
dues-- "¡lú tres un loro, pleno de fuerza lujuriosa; y para un toro así
hoy te desentierro!"
Para desenterrar la planta —que puede ser cualquiera de las dos
mencionadas— se emplea una reja de arado de hierro. A menudo se
recogen ambos lipos de plantas al mismo tiempo. So las machaca y se
las deja en agua, y la infusión obtenida se mezcla con un poco
Ce Lene. Sentado sobre una estaca, el paciente bebe la infusión, mien-
tras repite este conjuro de la Virilidad:

T» eres lu planta que Vuruna recogió pnrn si por Oandliarv.i, tú. hierba
pot rule y lujuriosa, que hemos desenterrado
Ushas. Suryj. hija pat i. todos están conmigo, (todos me darán la fuerza
poderosa que busco! Oh Indra. dame rite poj. r material que ttenc rl calor
del fuego Como el antílope, oh Hierba, tú nenrs toda la fuerza que cslstc,
como el l.i ■]!..■ o del gran s n i

Este himno finaliza con una invocación gráfica y suplicante de


todos los poderes de Indra. asi miados a la "fuerza lujuriosa de los
;.n¡mal-s".

160
CAPITULO 17
LAS ARTES OCULTAS EN CHINA

Es sublime ser el Amo del Mundo. ...


Emperador K'ien Lung (1764).

China, con la civilización viva más antigua que existe, se atribuye


un ritual y un sistema mágicos que (latan de la mayor antigüedad *.
Tres cosas caracterizan al ocultismo chino: la creencia difundida en
todas las clases sociales en la eficacia de las prácticas ocultas, la creen*
cia en que la mayoría dc los fenómenos están dominados por espíritus
específicos y el misticismo de Lao Tze.
El sistema mágico actual dc China —y de las comunidades chinas
que se ixtiendrn a través del Sudeste do Asia— se remonta a los oríge-
nes mongoles de la primitiva religión china (los cultos shintoístas), a
través de formas esotéricas del Taoísmo, hasta la forma actual que,
a su vez, luí tenido hondo indujo sohre el ocultismo dc Occidente.
Kl shamunismo y las prácticas de los médicos-brujos de las tribus
de Mongolia y los de sus comunidades afines, los esquimales, mues-
tran rastros dc ser los padres del Shinto chino, A su turno, el Shinto
viajó a Japón, y existen fenómenos extrañamente comparables conocidos
también en Europa; entre ellos se encuentran los poderes dc los me-
diums, la "escritura de los espíritus" y la forma dc ciertos hechizos.
El Shinto se estableció al parecer en Chini liuce unos tres mil años
y es una adaptación, realizada durante la Dinastía Chow, de las prác-
ticas mágicas dc los mongoles del norte.
Es de allí que tanto el sistema chino como el japonés derivaron su
concepción dc los espíritus, (pie están cuidadosamente organizados: pri-

• En la historia china podemos enenntrnr dos tipos fundamentales de hechi-


ceros: los "Wu (Magos) Oliciides" y los "Independientes" o sea aquellos cuyo
poder so basa en el apoyo popular, en oposición al apoyo oficial. Durante siglos,
los magos fueron empleados por el Estado. Su hostilidad para con los practicantes
independientes era tradicional r intensa.
Fue durante la Dlnastia ll.'n que los magi* de la corte alcanzaron su miyor
poderío. Desde los siglos xvti al in A.C. los Wu, tanto hombres corno mujer es,
ejercían considerable autoridad lobre los Emperadores. Cf.; Shu-Kin; Ku Yen-Wu;
¡i)i Chi Lull, etc.

161
mero viene la Inteligencia Suprema; por debajo dc illa están las Inte-
ligencias Angélicas (Celestiales); luego vienen los Espíritus de los Pla-
netas. Después los espíritus de los difuntos a quienes se les profesa
culto; se. los invoca en ritos mágicos con el objeto dc que cooperen
con las Inteligencias superiores, o dioses.
Confucio apareció en escena cuando el pueblo de China comen-
zaba a scntfr que esta forma de religión —animismo— tenía cierta nece-
sidad dc reajuste. Sus principios eran casi por entero especulativos y
filosóficos y fue contemporáneo de Lao Tze, pese a la diferencia en edad.
Lao Tze, por otra parte, trabajó por la reconstrucción de la filo-
sofía chin.; a través del misticismo, más bien que de la lógica. Como
bibliotecario imperial, tenía acceso a los libros de "filosofía antigua", que
parecen hiber ejercido una gran influencia sobre él, ya que los cita
- a menudo. Sus seguidores continuaron este vínculo con el pasado hasta
un punto en que los ritos mágicos y la taumaturgia constituían una
parte importante del sistema "antiguo" (Shinto).
En la filosofía china encontramos cuatro influencias fundamentales.
El Shinto, con sus deidades y sus ritos abiertamente mágicos, batalló
contra la negatividad del Budismo, importado de h India. Ninguna
de las dos filosofías obtuvo una victoria absoluta. Confucio, como Pla-
tón y Aristóteles, era un político destacado y un pensador ético, pero
sus preceptos no ejercieron una influencia suficientemente poderosa
como para superar a los cultos más antiguos. El sistema de Lao Tze,
basado en cierta medida en el Shinto, y que contiene todos los elemen-
tos para convertirse en un culto mágico, dejó de ser una reforma,
y sirvió como vehículo para las operaciones mágicas tradicionales dc
un Shinto ya muerto. Así es hoy.
En su libro sobre el Tao, Lao Tze se refiere con frecuencia al "Poder
del Tao" y a los "Secretos que contiene"; estas y otras frases igualmente
oscuras dieron lugar al desarrollo de las prácticas ocultas.
Si bien Confucio y Lao Tze se conocieron, y las crónicas registran
que se agradaron mutuamente, la rivalidad subsecuente entre las dos
escuelas creció hasta alcanzar las proporciones de una hostilidad casi
abierta, que en la actualidad resulta evidente.
Los confucianos no tienen nada que ver con las enseñanzas y las
prácticas del Taoísmo; repudian por igual las doctrinas místicas y los
ritos ocultistas. Los budistas, por otro lado, tienen sus propios sistemas
mágicos y místicos, que no se diferencian radicalmente de los del Tao,
al menos en apariencia.
Estás páginas se dedican fundamentalmente a los fenómenos ocul-
tos que practican y defienden los chinos de la escuela del Tao.
Notable para el estudio dc las prácticas mágicas es el hecho de que
muchas de las operaciones que figuran en los "Libros Negros" europeos
y dc las que se sobe que eran practicadas por hechiceros occidentales,
son análogas a las dc la magia china.
En el caso de la magia hindú, por ejemplo, no es posible encontrar
muchos vínculos con la hechicería europea. Sin embargo, un brujo chino

162
de la Edad Media y su equivalente occidental liien podría haber com-
prendido los motivos mutuos y asimismo ciertos rituales también.
Las varas de madera de sauce, las prácticas del zahori, los hechi-
zos realizados a través de imágenes de cera, las supersticiones relacio-
nadas con los constructores, y muchos otros puntos de contacto vienen a
la memoria inmediatamente. Aquí puede existir cierta conexión semita, ya
que la mayor parte de los ritos mágicos europeos provienen de libros
tales como la Clavicula de Salomón, la Espada de Moisés o los dos
Albertos, de todos los cuales se sabe que se originaron en los sistemas
judco-asirio-caldcos.
Es posible que algunos de los ritos hayan llegado a Europa a tra-
vés del impacto árabe en España e Italia. Por cierto, los hechiceros
ingleses y otros concurrieron a las famosas "escuelas de artes ocultas"
de España, para estudiar el sistema árabe. Y el antiguo contacto de
los árabes con China es bien conocido. Aún hoy, ciertas supersticio-
nes referidas a la no destrucción del papel (que fue introducido en
Europa por los árabes) son compartidas por árabes y chinos, pero
por ningún otro pueblo.

Los espejos mágicos


Carácter que significa "felicidad", escrito en forma de amuleto, eon
100 variaciones.

IJQS espejos mágicos se encuentran entre los elementos más impor-


tantes dcWArte en China. Ko Hung, una de las más altas autoridades
en la materia, los consideraba esenciales para la lucha constante contra

163
los demonios; debemos recordar que estos espíritus se encuentran en la
base dc casi todas las cosas. Solo se puede asegurar la protección con-
tra el mal. la muerte y la enfermedad si se combaten los demonios que
rigen estos fenómenos. El éxito, las riquezas y la victoria —las lla-
madas Ventajas Positivas— igualmente pueden ser logradas mediante la
cooperación de los espectros que las gobiernan.
El uso dc los espejos mágicos era doble: en ellos se reflejaba la
verdadera forma del demonio *, la cual solo se revelaba por compulsión.
Una vez que se lo podía ver, sus poderes se reducían y cesaban los
ataques al poseedor del espejo. La felicidad celestial también acompa-
ñaba al dueño dc uno de estos objetos inapreciables: como nos lo re-
fiere el Si-Kink Tsa-ki, con su ayuda un hombre podía convertirse en
Emperador.
Wang Tu, de la Dinastía Sui, publicó un raro folleto en el cual
describe las virtudes y la importancia del Espejo Mágico, ilustrado con
su propio espejo que recibió del mismo gran Hcu Shcng. "Cada vez
que lo tengas en tu mano", dice este sabio, "cientos de demonios hui-
rán". Decorado con un unicornio, animales de los cuatro confines del
Universo y otros símbolos místicos, tenía dibujada una representación
del Orden del Mundo según los taoístas. "Cada vez que el sol brilla
sobre el espejo, la tinta de estas inscripciones impregna las imágenes que
refleja, de modo que no puedan mostrar ninguna forma falsa."
Fue en el segundo año del periodo Ta-Yeh (600 D.C.) que Wang
Tu se dirigió a la tierra Chang-ngan para probar las virtudes dc este
objeto sorprendente.
El autor nos dice que la oportunidad se presentó pronto. Mientras
descansaba en una posada, supo que una joven misteriosa vivía allí, y
el posadero deseaba saber algo acerca de ella. Tomando el espejo, vio
un espectro reflejado en él, que no era sino la joven del misterio. Ella
lo rogó que no la matara por medio del espejo. Luego de confesar que
tenía mil años dc edad, admitió haber sido arrojada fuera por un demo-
nio que era su dueño, y que luego de varias aventuras había llegado
a esc lugar •*.
Decidida a morir, bebió algo dc vino, adquirió su verdadera forma
dc vulpeja, y expiró.
¿Cómo se fabrica un espejo mágico? Ningún libro chino de ninguna
época brinda la fórmula. Pero Shi Chen nos da una clave: cualquier
espejo suficientemente antiguo y dc gran tamaño, nos dice, al ser col-
gado de la pared de una casa, es capaz dc detectar a los espíritus. El
espejo debe permanecer cubierto hasta que se lo necesite y no debe
ser usado para ningún otro fin.
En China circulan innumerables historias acerca de las virtudes
dc estos espejos.

* Cf. «I Espejo Mágico: su fabricación y su empico, según Francis Barret:


The Magur or Celestial Intelligencer, Londres, 1801.
** Estos súcubos y sus habitas en Europa son escritos y analizados en las
Refl. 80 y 81. índice bibliográfico infra.

164
Amúlelos y encanlamientos

Los amúlelos se emplean más corrientemente en China que en


nin-
guna otra parte. Uno de los "libros reservados" de los escribas de
amuletos es el clásico de Koh Hung, quien escribió su Pao Poh-Tze en
el siglo cuarto. Los amuletos escritos, dice en el capitulo diecisiete,
son
especialmente eficaces para los viajeros, particularmente en las
mon-
tañas, donde frecuentemente residen los espíritus. La madera de
duraz-
nero, con sus propiedades mágicas, es el material que se emplea
para
la pluma mágica con la cual se inscriben los caracteres *, mientras
que
el pigmento consiste en pintura bermellón. Tan poderosos son
estos
amuletos que no solo vencen a todos los fantasmas y espectros,
sino
también a animales y hombres hostiles. Algunos de estos
talismanes
de protección tomaron la forma de cinco flechas, similares a los que
empleaban con el mismo fin los moros en España durante el
período
del dominio árabe.
Los amuletos se escriben en una extraña forma de escritura
cono-
cida como Escritura del Trueno o Caligrafía Celeste ••. Si bien mu-
chos de los caracteres se parecen a los caracteres chinos convencio-
nales, algunos de ellos no pueden ser interpretados mediante los
méto-
dos habituales, y tal vez parezcan sin sentido. Es interesante
señalar
aquí que el método chino de moda entre los escribas de amuletos
para
indicar las estrellas y los planetas se encuentran en varios de los
libros
de hechicería publicados en Europa durante la Edad Media Si
fueron
copiados de originales chinos, carecemos de los eslabones
intermediarios.
Las mujeres chinas usan mucho un triángulo de oro o plata,
con
dos espadas suspendidas de los ángulos exteriores. Este talismán,
creen,
contieno dentro de él toda la fortuna que cualquier mujer necesita
o
desea.
Los amuletos, cuando están escritos, son siempre de papel rojo
o amarillo. "Algunas veces se imprime o se escribe la figura de un
ídolo
sobre el papel, con tinta roja o negra. Luego este amuleto se pega
sobre una puerta o las cortinas de una cama, o se lo usa en el
cabello,
o se lo coloca dentro de una bolsa roja que se lleva colgada de un
ojal." n A veces se lo quem i, y sus cenizas son mezcladas con tó o
con
agua, que luego se bebe; de este modo, sus influencias penetran en
el
cuerpo. Muchas casas tienen ocho o diez amuletos de este tipo,
suspen-
didos de los aleros y otros lugares donde se supone que habitan las
influencias malignas.
El hábito de beber el agua en la cual se ha sumergido un
amuleto
también está muy difundido en Medio Oriente.

165
* Pura ti empico occideiit.il de las varillas mágicas (avellano de
los brujos,
madera de nogal, etcétera), ver Scot. Discovcic, 1665. y El Gran Crimorlo; para
la
"Fabricación de la Pluma del Arte", ver Museo Británico,
manuscrito N* 36674.
•* Para alfabetos occidentales y cabalísticos, cf. De occulta philosophia,
libro
IV (atribuido a Cornelio Agripa) y el ¡leptameron de Pedro de Abano,
1665.
••• Ibid.

J166
Las campanas son consideradas como amuletos poderosos, y tam-
bién se las emplea en los rituales mágicos que practican los brujos
chinos. Se cree que esta creencia en los poderes de las campanas pro-
viene de la India; por cierto estaba muy difundida en Arabia cuando
M ahorna prohibió el toque supersticioso de campanas, que había sido
importado dc Bizancio, y es aún conocido entre los yczidics o adoradores
del demonio en Kurdistán.
Provocar truenos por medio dc amuletos constituye una parte im-
portante del sistema mágico taoísta. Dichos amuletos deben contener
por escrito la representación dc los caracteres Trueno" y "Relámpago".
La intención aquí parece ser destruir a los espíritus que causan pro-
blemas o simplemente provocar truenos y tormentas para castigar a
alguien que lo merezca. Un ejemplo de la multivalencia dc los amuletos
del trueno aparece en una historia de Shun-yu Chi, en el siglo cuarto
D. C, tal como figura en el libro Historia dc la dinastía de Tsin °.

Km» Píng ej un lugar en Shensi donde Llu Jcu. mlentrní dormía una
noche, fue moid ido por una rata en el dedo mediano do IU mano izquierda.
Acudió a consultar a Shun-yu Chi, quien le dijo: "Esta bestia deseaba ma-
tarte, pero no tuvo éxito; yo ahora la mataré en represalia".
Y, luego de dibujar en tomo de su muñeca una linea ro|a y a tres pul-
gadas de ella el signo |=|3. de una pulgada cuadrada y dos décimos (este
signo
es el componente de los caracteres chinos que espresan trueno y relámpago)
le
ordenó dejar su mano al descubierto mientras dormía. A la manan.»
siguiente,
una gran reta yacía muerta junto a su cama.

Este signo es una modificación del que denota el retumbar y el


relampaguear del trueno y el relámpago, y aparece en muchos dc los
amuletos chinos.
Todo el sistema dc amuletos escritos y su combinación es extrema-
damente simple: solo nuestra falta dc familiaridad con los significados
de los signos chinos los hacen parecer incomprensibles. El conocimiento
de los símbolos fundamentales, y una lista de los signos de la "Cali-
grafía Celeste", cubre la mayoría de las formas que encontramos en
los amuletos corrientes. Constituyen excepciones los amuletos escritos
en escritura Iragmcntada y aquellos que han sido copiados de versiones
arcaicas.
La linca ci rva hacia abajo que figura en este tipo dc amuletos
es la versión del mago del signo corriente del arco, simbólicamente
empleado para destruir al espíritu u otra forma dc amenaza.
Los signos dc la felicidad y la dicha se emplean para combatir a
los supuestos males que pudieran acechar. Los signos dc larga vida, paz
y prosperidad tambión se emplean contra los espíritus y los poderes que
provocan la enfermedad, la adversidad y la pobreza. A partir dc esto,
es natural esperar que los signos de "asesinato" y "muerte por la espada"
aparezcan en talismanes de los cuales se cree que su misterioso poder
actúa en esta forma contra las fuerzas del mal.

167
El Sello "todopoderoso" de Lao Tze,
empleado en la magia laoista, "portador
de buena fortuna". Usado por los me-
diums psíquicos.
(Ver pags. HG y 147.)

En consecuencia, una combinación de algunos de estos ideogramas,


traducidos, resulta de este modo: "Asesinato, muerte por la espada (co-
mo un) relámpago, contra este espectro; (permite que vengan) felicidad
prosperidad y orden".
Además de esto, la inclusión de planetas —como por ejemplo, el
sol y la luna— aseguran la profundización del efecto; tanto la luna como
el sol son considerados muy poderosos en los amuletos.
La luz y el fuego son otros dos poderes potentes que aseguran
la victoria completa del amuleto contra cualquier cosa. Por esta razón
estos caracteres se emplean mucho. El signo del "Este" repetido mu-
chas veces, invoca todo el poder purificador del sol que sale por el
este, multiplicando, mediante su repetición, la fuerza de los rayos.
Estos poderes no se consideran simplemente como fuerzas abstrac-
tas. En el sistema taoísta, cada signo representa a un dios determinado.
Sostienen que el más importante de todos ellos es Chang Tao Lin, fun-
dador del culto. Por eso su apellido —Chang— aparece a menudo en
estos amuletos reputados de ser muy poderosos. La jefatura de la secta
mágica taoísta pasó por línea hereditaria a un descendiente de Chang,
que vive en el departamento Kwang-sin de la provincia Kiangsi; este
descendiente es muy reverenciado y lleva la autoridad del mismo Chang.
Su amuleto es quizás el más poderoso de todos y sirve para cual-
quier propósito: su acción depende de los deseos de su poseedor. Por
esta razón dos personas con el mísmo amuleto creerán que éste les brin-
dará, respectivamente, bienestar económico y alivio de la enfermedad.
Una tercera persona puede usarlo para asegurarse una cosecha abun-
dante, o una mujer puede llevarlo con la intención de dar a luz un
hijo varón.
Otra forma de amuleto consiste en oraciones escritas sobre tiras
de papel, en conmemoración de cierto hecho histórico relacionado con
el resultado que el mago desea. Así encontramos, por ejemplo, la frase
"Que el General Ki Kwang arroje sus flechas aquí"; el general era un
guerrero temible del siglo segundo D. C, cuyas campañas victoriosas
contra los hunos pasaron a ser leyenda. Por asociación de ideas (y por
ende, por supuesta asociación de fuerzas), a este talismán se lo consi-
dera inmensamente poderoso.
Los amuletos que no contienen los nombres de los dioses son más
escasos, pero existen. En todos los casos, tales talismanes deben conte-

J168
ner los caracteres shen o ting. La teoría subyacente es la de la "con-
currencia", ya que creen que el amontonamiento de muclias personas pro-
duce por sí mismo un cierto poder. Este poder concentrado es más fuer-
te que el de personas o espectros solitarios. Ya que no siempre el brujo
puede reunir una cantidad de personas para concentrarse sobre un
efecto deseado, puede lograr resultados similares si pone este deseo por
escrito. De nlll el empleo del carácter hiao o uxio, que significa "gri-
tado por mucins voces".
Para la fabricación de amuletos, es preciso observar otros requi-
sitos, además de escribirlos con pluma de madera de duraznero sobre
papel de color amarillo imperial. El primero de ellos es la recitación de
conjuros poderosos.
Al mismo ti mpo. el mago se concentra sobre un dios particular-
mente poderoso, por lo común una deidad del trueno. Un conjuro con-
siderado como muy efectivo si se lo repite siete veces mientras se fa-
fríca el amuleto, es el siguiente:

Coran 11) del Cielo, ojos del Cielo, núcleo de la luz Celestial, anula la
luz de li tierra, del sol y la luna; produce tu luz; pronto, pronto, haz que
espiritual mente poderosa la Ley y las órdenes de los Cinco Emperadores
sean
obedecidas.

Después de esto, el mago sopla vigorosa mente, sobre el talismán,


exactamente de la misma manera como los árabes preistámicos soplaban
sobre los nudos en los cuales habían "atado" a las fuerzas, en sus propios
conjuros de la muerte.
Para que un amuleto sea efectivo, es necesario cumplir con una
serie de otros requisitos: la pluma o el pincel deben ser nuevos, la
tinta "completamente pura" y tampoco debe haber sido usada antes. Los
magos realmente poderosos pueden forjar sus conjuros simplemente
escribiendo los caracteres en el aire con el dedo.
Los ejemplos históricos y legendarios de los hacedores de milagros
chinos son muchos. Uno de los más famosos fue el gran Ming Ch'ung-ycn,
mago de la Dinastía Tang. Se cuenta que fue probado de la siguiente
manera por el Emperador Kao Tsung.
Con el objeto de probar sus poderes, el Emperador hizo cavar
una cueva c hizo entrar en ella a algunos sirvientes, para que tocaran
música. Llamó a Ch'ung-ycn y le preguntó qué bien o qué mal presa-
giaba esa música, y si podía ltaccr que cesara.
Entonces Ch'ung-yen escribió dos conjuros sobre madera de duraz-
nero, los fijó en la tierra sobre la cueva c inmediatamente la música cesó.
Los músicos declararon que habían visto a un extraño dragón, que
los había atemorizado tanto que no pudieron continuar tocando."
Uno de los brujos más famosos de China fue Kiaí Siang, a quien
se le pidió que hiciera una demostración de su poder ante el rey de
Wu, y algunas de cuyas hazañas figuran en las obras de Koh Hung.
Habiendo expresado el monarca su deseo de comer pescado, el ma-
go cavó un pequeño hoyo, lo llenó con agua, y de allí sacó un excelente

MS
pez dc mar. Mientras lo cocinaban, Su Majestad se quejó dc que no
hubiera jengibre dc Szchewan para comer con el pescado.
Inmediatamente, continúa el cronista, Kiai Siang escribió un amú-
lelo, que encerró en una vara dc bambú verde, y se la tendió a uno
de los correos del rey, a quien se le había ordenado cerrar los ojos y
partir enseguida. Tan pronto lo hizo, el mensajero "sintió que se encon-
traba en una tierra lejana; compró el jengibre, y volvió a cerrar los
ojos". En un instante se encontraba de regreso en la corte, justamente
cuando el pescado estaba a punto *s.
No es demasiado sorprendente que, respaldados por una enorme
cantidad dc historias similares —que en casi todas partes son creídas
implícitamente— decenas de millares dc amuletos estón en uso entre
los chinos.

Espiritismo

En el siglo xi.x se describió por primera vez la extraña semejanza


existente entre los fenómenos mediúmnicos chinos y occidentales M.
Confín.ni.is a las clases intelectuales, estas prácticas estaban dedicadas
principalmente al descubrimiento dc hechos futuros, en particular rela-
cionados con la necesidad de tomar un determinado curso dc acción.
Cuando el mótodo de comunicación era la "escritura automática",
se emplea flu un pincel de madera dc duraznero *. Debía estar fabricado
con una rama que. en el árbol, mirara hacia el este; antes dc cortarla,
se pronunciaba una fórmula mágica, compuesta por cuatro lincas, y
cada una de ellas por cuatro sílabas; "Pincel mágico, poderoso, portador
cada día de poder sutil, yo te corto, para que digas todo".
Luego se gralxt la jialahra que significa "espíritu dc las nubes" sobre
la corteza del árbol, del lado opuesto al de la rama. Después las pala-
bras "Revelación Maravillosa dc los Misterios Celestes" se graban de-
bajo dc los primeros jeroglíficos. I. i rami elegida se curva de modo
tal que uno dc los extremos forme un gancho. Una vez fijada a un
Irocito de madera de unos quince centímetros de largo, se la coloca
en manos del hombre o la mujer elegidos como medium.
Todos los participantes en esta ceremonia deben encontrarse en
estado dc pureza ritual, con ropas limpias y en ayunas. Se colocan dos
mesas largas una al lado de otra en el sitio donde tendrán lugar las
operaciones. Una de ellas sostiene el "altar", y sobre él se coloca vino,
frutas y dulces; la otra mesa se espolvorea con arena roja, y se la em-
pareja para asegurar la legibilidad de los caracteres que el "pincel del
espíritu" trazará sobre ella.
Para completar estas operaciones (antes de la caída de la noche)
el mago oficiante escribe sobro una tarjeta su plegaría al Gran Bodhi-
suttva Real, donde declara que los sacrificios están listos y pide que
los espíritus sean enviados. Se agrega meticulosamente en este papel la

* También »r emplea ron frcoiencia la madera de nuce.

14»
ubicación exacta de la casa, junto con el nombro de la persona que
hará las preguntas, con el objeto de que el espectro pueda llegar
sin
ninguna dificultad.
Esta tarjeta, junto con una cantidad de papel dorado, es llevada
entonces a un santuario dedicado a esa deidad, y quemada allí.
Una
vez de regreso en la casa, el propietario debe escribir su nombre y
su
dirección con claridad sobre otra tarjeta, que se fija a la puerta.
Cuando cae la noche, varios de los participantes se dirigen
hacia
la puerta, queman papel dorado y hacen varias reverencias para
dar la
bienvenida al espíritu con la debida ceremonia.
En ese momento se ejecuta una corta pantomima. El espíritu
invi-
sible es conducido al salón, se encienden velas e incienso en su
honor,
y se aproxima una silla a una de las mesas, para que tome asiento.
Mientras se lleva a cabo esta ceremonia, el medium se acerca a
la
mesa cubierta de arena. El largo de la ramita se sostiene entre am-
bas manos, mientras que la punta toca la superficie de la arena.
Sigue
la súplica al espíritu, más o menos de esta forma "Gran Espíritu, si
ya has
llegado, por favor escribe 'estoy aquí' sobre la arena de esta mesa".
Inmediatamente después de que el medium termina de hablar,
el
pincel traza en la arena el signo solicitado. Entonces todos los
partici-
pantes piden al espíritu que permanezca sentado, y también se le
ofrece
una silla a la Deidad que se supone que lo trajo. Todos se ínalinan
ante las sillas vacías, y ofrecen un sorbo de vino y trozos de papel
dorado.
El ritual propiamente dicho siempre comienza de la misma
manera.
El medium invoca al espíritu con las palabras: "Gran Espíritu,
¿cuál
era tu augusto apellido, cuál era tu honorable nombre, qué oficios
des-
empeñaste, y bajo qué dinastía viviste sobre la tierra?"

Amúlelo médico, revelado en una sesión china.
{Ver págs. 149-153)

De inmediato el "pincel mágico" escribe las respuestas sobre la


arena;
de este modo la sesión ha comenzado. Llega el momento de las
pregun-
tas individuales, que son escritas sobre un trozo de papel y
quemadas
junto con una hoja de papel dorado. Al quemarse cada trozo, las
res-
puestas aparecen sobre la arena. El final de cada respuesta se
indica
mediante la expresión "He terminado"; frecuentemente las

171
respuestas tie-
nen forma poética. Si los participantes no comprenden algún
mensaje,
el pincel lo vuelve a escribir sobre la mesa, hasta que es descifrado.
Cuando alguien lee correctamente el mensaje en voz alta, el pincel
escribe
"Está bien". Después de cada respuesta, se alisa la arena
preparándola
para la próxima.

172
Durante todo este procedí miento, se observan las más estrictas
reglas del decoro; si alguien muestra cualquier signo, por pequeño que
fuera, de irrcvcrancia o de impaciencia, el pincel rápidamente escribe una
reprimenda.
Dado que el medium mantiene el pincel en equilibrio entre sus
dos palmas vueltas hacía arriba y parece no ejercer ningún control sobre
él, la explicación de este fenómeno por medio del razonamiento ordi-
nario parece dificultosa. Todos los observadores occidentales que han
estado presentes en sesiones de este tipo no aciertan a comprender có-
mo es que el pincel escribe, particularmente porque, de la manera en
que lo sostiene, le sería muy difícil al medium manipularlo.
Se considera de la mayor importancia que, mientras se prepara
y alisa la arena para la próxima respuesta, todos los participantes agra-
dezcan humildemente al espíritu por su gentileza y por su ayuda. Tam-
bién se elogia su capacidad poética. Con verdadera modestia, el pincel
responde a estos cumplidos escribiendo palabras tales como "absurdo"
y otras fórmulas corteses de agradecimiento.
Pasada la medianoche, el espíritu comienza a escribir frases en las
cuales solicita permiso para retirarse. Invariablemente se le pide que
se quede "un ra ti to más". Su respuesta es que debo "retirarse cuanto
antes". También agradece al grupo por su gentileza y hospitalidad.
Cuapdo resulta evidente que ya no se quedará, los participantes
dicen a coro: "Sí hubo alguna falta de respeto o de atención, Gran
Espíritu, te rogamos que nos perdones por este pecado". Entonces lo
"conducen" a la puerta, acompañado por más cantidad de papeles do-
rados incinerados y se lo despide con zalemas y reverencias.
Se dice que el mejor de todos los Ki (pincel mágico) es el que
se corta de la parte oriental o sudoricntal del árbol. Es preciso ordenar
a la rama que brinde informaciones claras y concisas. A veces tiene una
punta bifurcada, como las varas de los zahoríes; estos pinceles están
pintados de rojo y miden aproximadamente cuarenta y cinco centímetros
de largo. Ciertas variaciones del ritual permiten reemplazar la arena
roja por cenizas de incienso o de afrecho. Algunas veces, cuando la
rama es bifurcada, el medium sostiene uno de los brazos mientras otro
participante sostiene el otro. Cuando no se lo emplea, el pincel es guar-
dado con gran ceremonia envuelto en seda u otro material similar,
siempre de color rojo. Existen muchos finamente tallados. El sentimien-
to general es que un instrumento capaz de trasmitir información acerca
de los respetados espíritus del otro mundo, debe ser tratado con la
dignidad que obviamente merece.
La "vida" sorprendente que parece adquirir el pincel una vez que
el espíritu asume su control, solo es comparable a los movimientos de
las varas de madera de sauce o de avellano en manos de un zahori
experimentado.
El motivo de la averiguación del verdadero nombre y el oficio
del espíritu es que pudiera suceder que un espectro o un demonio
indeseables asiera el pincel y escribiera mensajes engañosos; pero

173
estos espíritus son incapaces dc "personifictr" a un espíritu lxmdudoso
y pueden ser identificados por su firma.
Cuando tiene lugar un fraude de esc tipo, rara vez dura mis que
unos pocos momentos, ya que el espíritu verdadero expulsa espontá-
neamente al demorúo.
En sesiones como éstas se registran muchos acontecí micntus est ra-
nos. En algunos casos aparece una deidad poderosa que declara su
presencia c indica que tiene necesidad dc ciertos sacrificios ante su al-
tar. Grandes hombres del pasado se comunicaron de este modo y se
obtuvieron su firma y sus mensajes por medio de pinceladas de tinta
roja sobre una hoja dc papel. Para este proposito se llegó a emplear
un pincel ordinario, cuando el "poder'' del espíritu visitante era muy
fuerte.
Si se desea consultar con un dios en particular, se introduce su
imagen en la casa donde se llevará a cabo la sesión, y se lo honra con
ofrendas durante unos días antes de la fecha fijada para la interroga-
ción. Se considera mucho más difícil conjurar a los dioses por medio
del pincel que a los espíritus de los humanos difuntos, que están, de
alguna manera, más conectados con la tierra.
T-hirnan contra U plagi. "rrvcUIo por los espíritus'.

En China, los mediums del K i no conforman una clase especial.


A menudo se elige una persona al azar para que sostenga el pincel má-

174
gico. Pero los interpret es de las escrituras sobre arena o papel son muy
estimados. Debido a la naturaleza complicada de la caligrafía china,
relativamente pocas personas están en condiciones de interpretar con
exactitud los garabatos apresurados del pincel. Se cree que este arte
data de tiempos muy remotos y existen registros de una gran cantidad
de predicciones logradas por este medio.
Una de ellas figura cn un pequeño libro de la época Tang y su
autor es Li Síun*5. Su titulo —Sobre hechos extraños recopilados y es-
critos— está ampliamente justificado en este extracto:

Cuando el gran Ministro de Estado y príncipe feudal tie Weí era solo un
oficial secundario en Ping-cheu. de improviso un hombre del lugar, llamado
Wang, se presentó cortésmenlc ante la puerta de su mansion para solicitar
una entrevista.
El principe lo invitó a sentarse y él le dijo que era un hombre que
podía descubrir cosas del mundo invisible. Como el príncipe no demostrara
gran Interés, el visitante lo invitó a colocar una mesa en la habitación prin-
cipal de la casa, con unas hojas de papel, un pincel, Incienso y agua. Entonces
le pidió que bajara la cortina de estera que colgaki solwc la puerta y que
prestara atención, cn silencio, a lo que iba a suceder.
Después de un rato, Wang dijo "Ahora veamos", y encontraron ocho
grandes caracteres sobre el papel, con una explicación en escritura ordinaria,
que decía lo siguiente: "Tu rango sera el del Ministro mas importante; vivirás
Imt.fcl.i sesenta y cuatro años'.
Entonces Wang pidió permiso para retirarse y jamás se averiguó a
dónde
fue. Durante el Período Hwichang (8-»1-847 D.C). el príncipe aparece regis-
trado tres veces como un noble del más alto rango oficial. Murió en llai-iun.
exactamente a la edad que Wang le hibia pronosticado.

El Emperador Shi Tsung de la Dinastía Ming, que reinó desde


1522 hasta 15ÍT7. regía la mayoría de los asuntos de la corte por medio
de la escritura de los espíritus, a pesar del hecho de que, cn general,
los gobernantes de esa Oísa se oponían a tal tipo de adivinación.

La danza del demonio

En China se reconocen diversas formas de "posesión por parte de


espíritus malignos"; la mayoría de ellas se aproximan en mayor o menor
medida a la posesión por los espíritus del ocultismo semita y medieval.
Fenómenos del tipo que ahora se atribuyen a los "poltergeists" son co-
munes, tanto cn hechos recientes como en las referencias históricas. La
danza del demonio, sin embargo, resulta interesante poique posee varias
características extrañas a la posesión demoníaca tal como se la conoce
cn todas partes.
Los bailarines del demonio pueden ser tanto voluntarios como invo-
luntarios. Es decir, pueden ser personas llevadas al éxtasis frenético
por un espíritu hostil, o bien profesionales o aficionados que se inducen

1.5
3
a sí mismos deliberadamente a un estado de frenesí con el
propósito de
realizar adivinación.
La danza misma se asemeja al estado inducido por los Obeah
do las Indias Occidentales, o los Nyam-Nyams del sur del Sudán.
Si una familia china considera que la solución de un determinado
pro-
blema necesita ayuda o información sobrenaturales, llama a los
baila-
rines del demonio profesionales.
Como en las demás costumbres chinas, es indispensable llevar
a cabo
el ritual correcto. Se prepara un gran banquete, que los bailarines
consumen en primer lugar, mientras se quema incienso y todos los
pre-
sentes se ajustan a un estado mental conducente a la concentración
sobre
la pregunta que será formulada.
Durante la comida el dueño dc casa brinda al bailarín
principal
toda la información relevante sobre el caso. Puede tratarse dc que
esté
indeciso acerca del tipo de esposo que debe buscar para su hija, a
que
desee saber dónde se encuentra escondido un tesoro. En otras
oportu-
nidades, puede tratarse dc una persecución por parle dc fantasmas,
a la que los amuletos no pudieron poner fin.
Acompañando a los bailarines hay un conjunto de músicos
equi-
pados con tambores, campanas, címbalos y otros instrumentos.
Estos
comienzan a tocar, al principio muy lentamente; luego el ritmo
comien-
za a acelerarse en forma constante, y así las volteretas dc los
bailarines
se tornan más rápidas: describen pasos y giros complicados, y se
en-
ciende más incienso. Las contorsiones de los bailarines llegan a un
final repentino y dramático, cuando el bailarín principal cae
pesada-
mente al suelo.
Durante esta ceremonia, que puede durar entre veinte y
cincuenta
minutos, nadie pronuncia una palabra. Como en el caso de los
"dervi-
ches danzantes" de la Orden Mevlcvi, el bailarín se incorpora
después
de unos minutos de completo silencio. En este momento ya puede
reci-
bir las preguntas, que le son formuladas dc a una por vez. Como
las
respuestas algunas veces son extremadamente rápidas, es habitual
tener
un escriba a mano para registrarlas, en especial cuando se refieren
a
medicinas para enfermedades, en las cuales la lista puede ser larga
y detallada.
Los diferentes grupos de bailarines tienen sus propios
métodos para
inducir el estado de trance. Algunos exigen determinados
alimentos,
como por ejemplo, un lechón completo que es ingerido
directamente de

176
la olla por el bailarín, mientras dos niños pequeños le sostienen
ambas
manos. Otros son tan prósperos que no acuden a las casas dc sus
clien-
tes, sino que deben ser visitados en su propio domicilio y
propiciados
con regalos muy costosos. Sus métodos y sus rituales varían de
una pro-
vincia a otra.
Los bailarines del demonio dc Manchuria, tanto hombres
como
mujeres, son particularmente temidos y respetados. "Al solicitar su
ayuda", dice una autoridad en el tema, "el interesado lleva consigo
obsequios dc incienso y papel moneda para honrar a los demonios,
ade-
más de valiosos presentes de pan, ropas rojas y sedas del mismo
color.
Estos "bailarines'' ni danzan n¡ hacen sonar tambores ni campanas, sino
que se sientan y comienzan a moverse lentamente, como si tuvieran esca-
lofríos. Cuando llegan al paroxismo, le dicen a su paciente que vuelva
o su casa y que coloque una taza del lado exterior dc una ventana,
donde el espíritu dejará la medicina adecuada. Al mismo tiempo el supli-
cante debe comprometerse a venerar al demonio particular cuyo poder
e intervención ha sido invocado, y también a contribuir en la construc-
ción de algún templo en los alrededores".
iniciación y las prácticas del sacerdocio mágico taoísta se basan
sobre grados de especialización, es decir, los Wu (magos) se dividen
entre los que se dedican a la adivinación, el exorcismo, la tcúrgia o el
sacrificio. En este sacerdocio se admiten tanto hombres como mujeres,
si bien es costumbre que el oficio sea hereditario. Pocos de ellos publí-
citan sus poderes: los clientes acuden, por así decirlo, por recomenda-
ción, y tratan a los magos con gran respeto, llamándolos "honorable
señor", "Maestro Mago" u otros títulos igualmente, honoríficos.
La abrumadora mayoría dc los candidatos a la orden mágica sacer-
dotal han estado asociados durante años con sus padres en las prácticas
ocultistas, de modo que la ordenación final los encuentra en posesión de
conocimientos considerables. Solo resta llevar a cabo la iniciación, y
ésta es confiada a cualquier mago respetado, antes que u un pariente.
Durante los siete días que preceden al rito, el candidato debe
aislarse ep una celda, y abstenerse de comer pescado, carne, cebolla,
puerro y ajo, y dc beber alcohol. Durante este período, permanece en
un estado de pureza y limpieza, y repite conjuros y encantamientos. To-
do el proceso está descrito minuciosamente en uno de los libros del Li Ki.

El domine siipciior, citando desea i-alizar sacrificio en las estaciones


del ano, observa una vigilia. Vigilia significa recogimiento o concentración (do
las cualidades vitales de su espíritu e inteligencia). Es una concentración
de lo que aún no esta concentrado, y que debe efectuarse. El hombre superior
no lleva a cubo una vigilia a menos que deba realizar un acto importante, o
un culto. Fuera do la vigilia, no es necesario tomar precaución alguna contra las
cosas materiales, ni delien reprimirse los deseos o la lujuria. Pero aquel que
so propone seguir esto camino debe protegerse do las cosas objetables y con-
trolar sus deseos y su lujuria. Sus oídos no oirán música. La frase del S/iu King
con respecto a que el hombre que hace vigilia "no oyó música" significa que
él no debe aventurarse a dirigir su atención hacia mas dc una dirección.
El no ticno pensamientos vanos en su mente, sino quo so adhiero estric-
tamente a los principios del Tao. Sus manos y sus pies no efectuarán movi-
mientos desordenados: se moverán estrictamente de acuerdo con las prescrip-
ciones rituales. Tal es la vigilia del hombre superior, que Implica el dea-
rrollo de Us mis altas facultades del espíritu vital y de su intelecto. La
vigilia es rigurosa durante tres días, y menos rigurosa durante el resto de
los siete días. La fijación de estos atributos en la concentración deseada signi-
fica el perfeccionamiento del espíritu vital, después del cual él podrá entrar
en comunión con los dioses.

El último día dc la vigilia se celebra la ceremonia dc la iniciación.


Durante tres días se han realizado ofrendas ante el altar taoísta, en

178
1 I J 4

V vi/

CARACTERES USADOS EN LAS INVOCACIONES MÁGICAS CHINAS


(Caligrafía Oléale)
25. "Ve».- 6) -Nubes-
26. "Ven" 7) 'Trueno"
27. "Dragón" 8) "Desciende"
28. "Elévale en el aire" 9) Los Cinco Elemento!
29. -Eaasfait.-
(Ver peg. 145.)

honor de los (dolos que ullf se adoran. En un momento determinado,


i'l iniciado penetra cn el recinto del santuario, vestido con sus ropas
sicerdotales. descalzo y con un cmhlema del sol sobre la cabeza. Si
< 1 lugar donde realizó su vigilia no es el templo mismo, su viaje hacia ¿I
t'oberá realizarlo sin que sus pies toquen el suelo; generalmente, nl-
p.ulcn lo lleva sobre los hombros. SI toca la tierra, el poder concentrado
Jurante b vigilia pasará al suelo y todo quedará anulado.
Una vez dentro del templo, el sacerdote principal, des par ra nía ndo
arroz, amuletos escritos y agua sobre el piso, interroga al iniciado con
el objeto de averiguar si ha llegado ul grado adecuado de abstracción
Jel mundo material. El debe contestar afirmativamente todas las pre-
guntas.
Pasada b prueba, comienza a ascender por b escalera de espadas
acompañado por música de címbalos y tambores y bs notas plañideras
del cuerno de búfalo. Cuando desciende de esta ordalía (aunque bs
ispadas no tienen filo) se lo considera iniciado y es entonces un sacer-
dote de U orden.
La ceremonia finaliza cuando el neófito se aproxima al altar, hace
s mar una campanilla, c informa a los dioses (pie ya es un mago (Wu).

niluales e instrumentos de la magia china

Antes de analizar bs vestiduras y los métodos de los hechiceros,


1*1 importante señalar la inmensa fe cn b eficacia mágica do las espa-
das que es común a casi todas bs formas de b magia. En China, b

179
espada se emplea fundamenulrnenle en el exorcismo de los espíritus
del mal. sin embargo, como en otros sistemas, las espadas mágicas de-
ben ser sometidas a un tratamiento especial y también pueden desem-
peñar una gran variedad de funciones en el ritual.
Las dagas dc madera de duraznero y los kien de doble filo se
encuentran entre las armas mis valiosas para destruir a los demonios.
También la espada que una vez perteneciera a un famoso guerrero es
consideriuta muy eficaz. En su defecto, se consagra la hoja de hierro
o dc madera en nombre de la espada celebre a la cual se supone que
representa. Frecuentemente se envuelve la empuñadura con una tela
de color rojo. Cuando no se encuentra en uso, se la guarda en telas
de seda, con la debida ceremonia. A menudo se usa como amuleto una
pequeña figura de una espada, confeccionada con madera de sauce,
que recuerda a la imagen árabe de la Espada maravillosa do All que
usan los aáyid (descendientes de M a liorna) en el Yemen. Cuando se
emplea madera de sauce, ésta debe ser cortada el quinto día del quinto
mes. cuando el sol se encuentra en su apogeo. Los arboles dañados
por rayos gozan dc favor especial parn todo tipo de propósitos mágicos.
Para asegurarse la protección contra todo mal, estas espadas se
cuelgan de la puerta, se las lleva en el pecho o en el cinturón, y se las
decora con borlas o redecillas rojas. También se emplea la madera
dc morera; en Chchkiang el poder dc estas espadas se considera tan
grande <juo puede matar a un mago perverso, sí se lo golpea con ella.
l-is espadas 1 techas con monedas son muy potentes para todos
los fines mágicos. Se han realizado muchas especulaciones acerca de
la razón de esto, hasta donde es posible dar razones para algunas
prácticas mágicas. I-a moneda circular china, con un agujero cuadrado
en el centro, se dice que so ttsemeja a las guarniciones do ciertas espa-
das. Dc allí que varias monedas, conformando una espada, posean un
gran poder de protección.
monedas (preferentemente todas deben ser del mismo reinado)
se fijan sobre una vara dc hierro que termina en una empuñadura con-
vencional. Veinte ¡i veinticinco monedas se ensartan y sujetan a lu vara con
un hilo, de modo que sus bordes se superpongan. Se hacen dos hileras, para
formar las dos "caras des filo". La empuñadura puede estar compuesta por
una pila de rnonedas, asi como también la guarnición y el pomo. Las
monedas se sujetan con un cordón dc seda roja. A veces se decora la
espada con borlas, cordones y redecillas (estas últimas para atrapar
a los demonios). La potencia atribuida a estas armas es tal, que el sim-
ple hecho dc blandirías es suficiente para lograr el efecto deseado.
Tal como podría esperarse, la ciencia de las espadas tiene muchas
variaciones. Algunas dc ellas llevan grabados sobre su hoja conjuros
poderosos que uumentan su poder, como por ejemplo el siguiente:

Km puño esta Eran capada del Ciclo para destruir a los espectros en sus
cinco formas; un golpe de esta divina hoja dispersa a una mulada de estos
•aets.
Ella la fórmula atribuida a Fu lli, el primero de los solwranos
legendarios de los cinco que establecieron el orden humano. Otro con-
juro, escrito sobre la hoja de madera de sauce de una espada o una
daga es el que sigue:

Poder sobre le* lot U n espír.tm. i»*l«-r para hacer que lid.» I»« cms
ni. rilan, el mas grande de ludas los poderes.

Algunas espadas pueden operar por sí mismas. De un sabio taoísta


se deeia que poseía una de este tipo para destruir a los demonios.

Cada vez que deseaba hacerlo, coloco lu su espada en un cuarlo vado,


escupía agua sobre elb. y en tono amenazador le ordenaba dittmlr a los
espectros. Entonces el dcjuln la habaacinn cerrada, sin permitir que nadie
entrase hasta ti día siguiente, cuando b sangre manchaba el piso por todas
partes.

El autor de este libro * afirma no haberse dejado embiiucar por


este truco: ningún demonio puede tener sangre. En consecuencia, dice,
se trataba del agua convertida en sangre. Esta metamorfosis, sostiene,
es relativamente simple, y no del tipo de cosas que supone matar a los
dernorúos.
Además de los Wu oficialmente iniciados, existe una enorme clase
de magos autodesignados. Con sus poderes logrados a travos de estu-
dios privados, a menudo no son menos respetados por la mayoría de
la gente, si bien cuentan con la enconada oposición del laoístno esta-
blecido. Los taoístas, n su vez, son condenados por los confucianos
como herejes, animistas y adoradores del demonio. Si bien aquellos
no siempre afirman poseer poderes de invisibilidad c invutncrahilidad.
los confucianos sostienen que los trabajos de exorcismo de los taoístas
son simples fraudes; se les atribuye el empico de la magia negra y los
poderes ocultos para fines ilícitos.

Vestiduras ceremoniales de los magos (Wu)

El "Vestido Rojo" (Kang-i) es la ropa principal que usan pura llevar


a cabo cualquier trabajo importante de magia. Se trata de un trozo
cuadrado de tela de seda, con un corte en tino de los lados |>aru formar
la abertura delantera y un agujero redondo en el centro puní pasar la
cabera. No tiene mangas y generalmente está bordado con representa-
ciones simbólicas de árboles, montanas, dragones y las espirales de
la tormenta. Alrededor del Armg se cose un liorde más amplío de seda
azul. En el lugar del cuello a menudo se coloca una cinta ancha de
seda, cuyas puntas cuelgan hacia adelante. Esto es la "Túnica del
Universo", cuyo nombre, sin embargo, también indica a una ves-
tidura mágica secundaria. Esta es la ropa de los sacerdotes asistentes
o de los magos que ofician ritos de menor importancia.
Confeccionado con seda o algunas veces con algún otro tejido, tie-

ir.s

181
do amplias mangas y cierra en la parlo delantera por medio do cintas
colgantes. Bordados sobre ¿1 están los dragones, los octógonos y las
tortugas místicos, tradicionalmente asociados con la magia taoísta.
Todos los magos de la escuela taoísta usan el mismo tipo de adorno
en la cabeza. Cuando ofician un rito, el cabello está recogido en lo
alto de la cabeza (en recuerdo de la moda imperante antes de que la
trenza fuera obligatoria), y por encima llevan un gorro redondo. Sobre
éste se coloca una representación en metal dc los rayos del sol, la "Cús-
pide Áurea" del gorro negro. Existen muchas variaciones dc las ropas
sacerdotales en uso, pero los ortodoxos sostienen que solo las vestiduras
aceptadas ¡ « i r tradición son lo sutu icntrmente ¡xxlcrosus como p ú a
concentrar el verdadero poder mágico en favor del Wu genuino.

Ritos y prácticas de las magas

Lo mismo que sus equivalentes masculinos, las mujeres Wu (lla-


madas Señoras Wu, Wu Femeninas, etcétera) pueden ser tanto aficio-
nadas como profesionales. Común a ambos tipos es un grado extraño
de concentración en sus rituales y la fe absoluta en sus propios poderes.
I i - mujeres son muy solicitadas como mediums. Una vez en estado
do trance, la maga puede hablar con las voces de los espíritus o sim-
plemente murmurar palabras ininteligibles que deben ser interpretadas
por expertos, del mismo modo que los mensajes trazados por el pincel
mágico necesitan traducción especial (Mira ser comprendidos por los
mortales.
Como ocurre con los fenómenos occidentales dc este tipo, se cree
qui! determinados espíritus entran en comunicación con la medium du-
rante el estado de trance. Al mismo tiempo, es frecuente que el espíritu
sea el dc una dama muy conocida (ScAora Tzse), a quien se ha con-
sultado en China durante siglos. I-as mediums generalmente trabajan
entre miembros dc su mismo sexo e incluso los niños se convierten rápi-
damente en adeptos durante las sesiones de invocación a la Señora Tzse.
En un informe de Ch en Kwah ■ se dice que este espíritu algunas veces
so materializa:

Durante la noche de ta primera luna llena del ano, es costumbre recibir


ti espíritu de Tsse-ku. Para ser exactos, esta practica no se limita solo al
primer mes: ella puede ser conjurada en cualquier momento. Cuando yo era
joven, vi i niños jugando que Li invocaban por pun diversion.
Entre mis propios parientes te corrió la voz de que, una vez llamada,
ella rehusaba retirarse, y como esto ocurrió en mas de una oportunidad, ellos
no volvieron a convocarla.
Durante «1 periodo King-yu (1034-1038), la familia de Wang Lun,
doctor en la Corte de los Cultos de Sacrtftcso. se encontraba invocando ■
Tzse-ku, coando un espíritu descendió y se introdujo dentro de una de las
jóvenes del departamento de Us mujeres, y se identificó corno una esposa
secundaria del Emperador Supremo (del Cielo). A partir de entonces. U
Joven comenzó a escribir composiciones literarias de belleza exquisita, que
aún ahora circulan por rl mundo bato el titulo de Colección de la Mujer
Inmortal.
Ella escribía en varia estilos diferentes, y manifestaba la mayor capa-
cidad artística en el uso del pincel. Pero jamii escribió lo* caracteres cuadrados
o en forma de sello que se emplean en este mundo. Como Wang I.un era un
victo amigo de mi padre, yo tenía oportunidad de visitar a sus futo* y her-
manos menores, y asi fue como vi su caligrafía personalmente.
En aquella casa el espíritu mostraba tu forma algunai veces: de la cintura
para arriba, era una mujer atractiva, pero la parte inferior de tu cuerpo siempre
ta encontraba velada como por una nube. Ella tocaba maravilosamente el laúd,
y su vos era tan dulce y agradable que todos cuantos 1< escuchaban olvidaban
■ut preocupaciones. Una vez, una de bu mujeres de la casa le preguntó 11
podía viaja' con rila en una nube. Contestó que sí, y en ese momento una
uulic blanca apareció en ano de los patios. La fovea trató de montar sobre
la nube, pero esta no pulo soportar ni peso. Entonces el espíritu le dijo:
"hay un poco de tarro en tiu zapatos, quítatelos y monta de nuevo". Así lo
hiao la tov.-n, y un zapatos parecieran andar lentamente hacia la ha lx t ación. Al
descender, ella le dijo: "Puedes irte ahora, esperaremos otro día". Poco despoes
la joven contrajo matrimonio, pero el espíritu no acudió a ella en su nuevo hogar.
De las visitat del espíritu no resultaba nada especialmente bueno ni malo.
Todas bs tradiciones escriuu relacionadas con ellas brindan numeroso detalles:
ÉV lo que yo mismo he visto, esto no es más que un resumen.

Se dice qua la invocación al espíritu de la Señora Tzsc gana popu-


laridad día a día. Su atributo mas difundido es la capacidad de escribir
magnífica literatura. Pero el espíritu también 'Conoce el arte de la me-

183
dicina y la adivinación, y juega a las damas lan bien como el mejor
jugador del reino*.
¿Cómo se invoca a este espíritu? Dfl acuerdo con las costumbres
tradicionales, puede acudir a travos de un medium o bien puede ser
conjurado en forma dc una pequeña muñeca y pedírsele que conteste
preguntas.
La última operación se realiza dc la siguiente manera:
El decimoquinto día del primer mes —a veces también cualquier
otro día en que se desee consultar con el oráculo— la mujer toma una
espumadera dc las que se emplean para cocinar y también un amuleto
del tipo de los que se cuelgan en las puertas. Este es pegado a la espu-
madera, y sobre él se dibuja una cara humana. Se cortan ramas de
sauce para formar los brazos y las piernas dc la muñeca. Luego se
viste a la figura con ciertas ropas.
Todas las mujeres -o solo una— llaman a la Señora Tzse. y hacen
una ofrenda dc alimentos c incienso ante la figura. Pasados unos pocos
minutos, en la mayoría dc los casos se dice que la muñeca se vuelve
más pesada: el espíritu ha penetrado en ella. Entonces se formulan
preguntas, que la Señora contesta. Esta costumbre tiene sus análogas en
muchas partes dc China, bajo diferentes denominaciones: se consultan
escobas, bandejas y otros artículos domésticos para solicitar consejo al
espíritu conjurado a través de ellos.
Quienes desean proyectar su espíritu hacia la tierra dc los muertos,
lo intentan mediante la repetición dc las siguientes frases: ■Hermana
San-ku, Señora Sze-ku. por favor guíame hacia la tierra del Yin. ¿Qué
es lo (pie deseo dc allí de la tierra del Yin? Deseo encontrar a un pa-
riente cercano. Cuando lo haya encontrado, deseo liablar con él unas
pocas palabras: luego tráeme de regreso pronto, a la región del Yang".
La repetición incesante de esta fórmula se cree que asegura que la
invocante sea trasportada a la tierra de los difuntos, donde puede en-
contrar a su pariente, y luego traída dc regreso sin problemas M.

Las magas do Amoy y los


conjuros mediante imágenes

En Amoy, las magas fabrican un tipo muy especial de imagen


que tiene por objeto albergar a un espíritu conjurado, y que puede ser
empleado por ella para cualquier fin.
Se hace una pequeña muñeca con madera de duraznero (la made-
ra que contiene la magia vital: shen). Para hacer la muñeca, so corta
la madera durante las horas dc la oscuridad o dc cualquier obro modo
que permita evitar que recaigan sospechas de brujerías sobre la mu-
jer. La figura se talla después dc cierto tratamiento. Este consiste en
esconder la madera en alguna parte dentro o cerca dc la casa do una
mujer preñada. Allí permanece hasta que el niño nace, pero la madre
no debe conocer su existencia.
Una vez nacido el niño, la bruja recupera la madera y la talla
mientras pronuncia conjuros para invocar a un espíritu que vendrá a
habitar la figura. La muñeca se hace lo mas parecida posible al niño
recién nacido, y debe ser de su mismo sexo. Luego se la esconde detrás
dc un altar taoísta, dc modo que los conjuros que se expresen ante éste
tengan efecto también sobre la figura. En otros casos, la bruja misma
invoca al espíritu frente a su propio altar, detrás del cual se encuentra
la efigie.
Esta operación es considerada Magia Negra porque, en cuanto el
espíritu penetra en la figura, abandona el cuerpo del niño cuya ima-
gen representa. O bien, el niño puede resultar contrahecho o deficiente
mental. Por estas razones estas prácticas son detestadas por los confu-
cianos y por mucha otra gente.
Se llama ■Operación para Extraer la Vida" o "Método para Co-
crcionar a un Espíritu". Los peligros de ser descubierta no parecen sino
numentar el valor del rito. Se cree absolutamente que, una vez comple-
tado, el espíritu permanece dentro de la figura y puede contestar a
cualquier pregunta. Otro método para emplear una imagen es el si-
guiente:

Primero se deja la Imagen expuesta al rodo durante cuarenta y nueve


noches, cuando después de realizadas ciertas ceremonias se cree que ha reci-
bido el poder de hablar. I-a imagen se coloca sobre el estómago de la mujer
a quien pertenece, y por medio de ella la mujer pretende ser una medium
para comunicarse con los muertos. Algunas veces envía la imagen al mundo
de los espíritus para buscar a una persona cuyo consejo inteligento le interesa.
Entonces se transforma en un elfo o duendo y parte ostensiblemente a llevar
su
mensaje. El espíritu de la persona entra en la imagen y brinda ln información
que desean los parientes vivos.
La mujer no pronuncia palabra alguna, y el mensaje parece provenir
de la imagen. Las preguntas se dirigen a la medium, y las respuestas parecen
salir de su estómago; probablemente se emplea algún tipo de ventriloquismo
y el hecho de que la voz parece proceder del estómago indudablemente da
lugar al engaño. De todos modos, existen muchísimas de estas mediums: las
viudas que desean comunicarse con sus esposos fallecidos o bs personas que
desean cualquier Upo de información acerca del futuro, invariablemente re-
curren a ellas.

Hechizos de muerte

Una forma común dc hechizo de muerto tal como se la emplea


en China puede ser citada aquí como típica. La mayoría dc las casas
y todos los pueblos tienen una tableta consagrada al nombre dc la deidad
local. Sobre ella se coloca un trozo de papel que contiene el nombro
tie la persona que se intenta matar, con la aclaración de que "ya está
muerta". En ese caso el espíritu creerá que la persona ya ha fallecido
y se preparará para la llegada dc su alma id Cielo. Tal será la fuerza
dc esta creencia entre los espíritus encargados dc recibir las almas de los
muertos, que, concentrándose en esta tarea, atraerán al alma fuera del
cuerpo de la persona nombrada y en consecuencia ésta morirá.

185
Por supuesto, si el sentenciado se entera de que su nombre ha sido
colocado ante el espíritu, cn muchos casos morirá de puro miedo. Este
es un caso interesante de analogía con la magia simpática y los meca-
nismos de la maldición de todo c) mundo.

Propiciación de lluvia

Existe la creencia de que es posible hacer llover mediante la inci-


neración de la imagen de una persona deforme o que padezca de algún
otro mal igualmente patético. La idea que sustenta esta creencia es que
el Cielo sentirá piedad y provocara la lluvia para aliviar su dolor.

Inmortalidad
i
Como todos los demos pueblos, los chinos siempre se han intere-
sado en grado sumo por la posibilidad de asegurarse la vida perpetua.
Muchos creen que lo lograran mediante el siguiente procedimiento, pero
éste no siempre funciona satisfactoriamente:
Se captura un insecto de color plateado —el lepisma (o lepisma
Saccturina)— y se le hace comer un trozo de papel sobre el cual se
lian escrito los caractrres Shen-Htien. Esta fórmula, que significa "es-
píritu ilo la inmortalidad", so cree que hará que el cuerpo del in-
secto adquiera matices multicolores. Cualquiera que coma el lepis-
ma preparado de este modo estará protegido contra la muerto para
siempre. Los magos que recomiendan esto método advierten que "puede
llevar varios meses encontrar el insecto apropiado, cuyo cuerpo reac-
cione correctamente y que adquiera diversos colores".

184
CAPITULO 18
LOS MAGOS DEL TIBET

El Tibet, mis que ninguna otra región del mundo, ba sufrido tal
inundación de tergiversaciones, distorsiones c invenciones por parte de
la literatura occidental, que no tiene parangón en ningún otro tiempo
y lugar. Cuando leemos en los relatos de los supuestos viajes de auto-
res de sillón, los extraños cuentos sobre magia, misterio y milagros
espirituales que parecen conformar la vida ti beta na, no podemos dejar
de recordar los mapas fantasiosos de los antiguos cartógrafos: cuando
no conocían con certera las características de algún lugar, llenaban el
espacio con leyendas tales como "Esta es la Tierra de los Dragones".
El Tibet, es cierto, es uno de los últimos paises donde el Budismo
florece sin demasiadas interferencias foráneas. Su historia budista, sin em-
bargo, demuestra que, cn cuanto a su desarrollo cultural, se encuentra
muy por detrás de lugares tales como Bamlyan, en Afganistán, donde
(antes de ser reemplazado por el Islam) tuvo lugar gran parte del desa-
rrollo del arte y la teología budista fuera de la India. El Tibet no
es impenetrable. Es' mucho más fácil entrar y ganar la confianza de
loj Lamas que penetrar cn la Meca —como yo lo sé por experiencia—
o tomar fotografías de la Tumba del Mahdi cn Sudán. Docenas de occi-
dentales no-budistas han viajado por el Tibet: pero ningún no-musul-
mán tuvo acceso a la Meca.
La segunda característica que debernos recordar acerca del Tibet
es su extensión. Los occidentales que han estado allí, en casi todos
los casos, han pasado la mayor parte del tiempo en Lhasa o cn lugares
que los ti beta nos llaman "de fácil acceso" desde dicha ciudad. Han via-

C
do desde la India, Bhutan, Nepal y China. Algunos han entrado por
ruta de Kashmr. Pero muy ¡tocos —si es que ha habido alguno- atrave-
saron las zonas del esto y el nordeste hacia Turkestan Orientol y Mon-
golia. Sin embargo, es cn esos mismos lugares donde prevalecen los
aspectos más importantes de la magia de los Lamas y los Bou.
El Budismo es una importación relativamente reciente en el Tibet.
Existen, es verdad, monasterios enormes y ricamente dotados, y millo-
nes de devotos. En el territorio occidental del país, se dice que una
de «-ida ocho panMM BJ un monje, una monja o un acolito de la Joya

187
del Loto. Esta parte dc la población ha sido profundamente afectada
por las ideas religiosas a través de la propaganda budista durante los
quinientos y tantos anos desde que la religión vino de la India y desde
que la cantidad de religiosos se vio aumentada por las migraciones de
monjes afganos durante y después de la conquista musulmana de Afga-
nistán.
'Sin embargo, si bien el Tibet es llamado "El País Más Religioso
del Mundo", ésta es en cierta forma, una expresión inadecuada. Desdo
un punto de vista puramente antropológico, el país está lejos do cons-
tituir una unidad. En primer lugar, existe lucha constante entro los tres
elementos de la congregación budista: los "Budistas Puros", que cons-
tituyen el clero establecido, el público laico y el tantrismo, que en los
últimos treinta anos ha aumenta tío considerablemente su poder.
La religión budista esublccida, aquí como en todos los países que
profesan esta fe. tiene poco dc magia y de taumaturgo sobrenatural.
Se dedica la vida a la contemplación y al perfeccionamiento del alma
como prerrequisito para la reencarnación. No hay atajos en el camino
del Nirvana y las ambiciones de este mundo no están hechas para los
budistas devotos ortodoxos. ¿Por quó razón, entonces, recurrirían a la
magia? Por el contrario, la magia en todas sus formas no solo cuenta
con la desaprobación del clero tíhctano establecido, sino quo además,
está expresamente prohibida. Y los verdaderos budistas toman muy en
serio su religión. Este es el motivo por el cual el lector debe desestimar
dc inmediato cualquier historia supuesta acerca dc los milagros de los
lernas que profesan la fe budista en el Tibet.
A su vez, los laicos aún se encuentran afectados en alguna medida
por creencia* que, en parte, derivan del animismo primitivo prebudista
(el fio») y en purtc, dc la forma tántricu del lamaísmo, una runa del
rito ortodnu» I .o n [..unas, de cualquier escuela, tienden u su!>cstimar
a los no iniciados y los dejan seguir las prácticas mágicas que figuran
en los JUICOS libros de los cuales disponen, El acceso a los libros do
conocimiento más elevado y de significados esotéricos os limitado, no
solo por su escasez sino también por las dificultades de su comprensión.
Prolsalilemente con mucho la nuiyor purtc de la población se en-
cuentra lujo la conducción "espiritual" del Lamaísmo no ortodoxo y en
particular del Bon. Dc éste puede decirse que se parece mucho a
la religión taoísta y shamanista que fue tratada en el capitulo sobre
China. Con sus creencias en la posibilidad de convocar a los demonios,
en los poderes del mal y del bien, en la importancia de las palabras
dc poder y los poderes sobrenaturales de sus sacerdotes, el Bon es
quiza el culto mágico mejor organizado del mundo. Como los budistas
contra (pílenos despliegan batallos físicas y psicológicas, los bon tienen
sus propios Grandes Lamas, sus ejércitos y sus templos,
Muchos de sus lugares para el culto, sus monasterios y palacios,
están emlicllecidos con un lujo que liaría parecer ordinario el palacio
del Dalai lama. A diferencia de los budistas, ellos repiten el credo
(Om A/oni padme hum) al revés: ¡Sltihem-padmi-mo! De nuevo, a dife-
rencia de sus vecinos. eBos creen en el acto tic quitar la vida, y desde

184
Amúlelo pan atraer el
bienestar económico
pa-
ra quien lo uso.

tiempos inmemoriales practican sacrificios humanos cn sus ritos propi-


ciatorios. Sus sacerdotes empican talismanes contra la enfermedad y los
demonios, para hacer que la cosecha crezca o se marchite, para provo-
car y anular el amor, para volver a su portador invencible y rico, listos
amuletos, como los de los pueblos salvajes de Asia Mayor, consisten
cn piezas consagradas de hueso, cabello, dientes y metal. Tanto los
iniciados como los laicos practican en gran medida la adivinación y los
augurios. Existe una extraña similitud entre sus ritos de propiciación
del Espíritu de los Infiernos (Yama) y el culto del dragón, y los ritua-
les de la Misa Negra de la brujería europea.
En un ritual típico de lo sacerdotes magos del Bon, el jefe se
sienta cn un claro solitario, rodeado por sus cofrades do menor jerar-
quía. En el medio del lugar, rodeado por pequeños recipientes con
incienso encendido, se alza el altar ante el cual ofrecen carne, lana y
piel de yak al Espíritu que desean conjurar. Se sopla tres veces el
cuerno de hueso. La congregación entona la invocación al demonio y
sus criaturas, siguiendo al Sumo Sacerdote: ¡Yamántakal, que se repito
tres veces y luego otras tres. Se supone que todos deben concentrarse
sobre la imagen de la deidad, la cual, cn los templos del Bon, general-
mente tiene la forma de una efigie enorme y aterradora: un monstruo
con cabeza de toro, colmillos y cuernos, con cuerpos humanos pisotea-
dos bajo sus patas, con calaveras y cabezas humanas como ornamento,
y rodeado por lenguas de fuego.
El Bon cree que la deidad aparecerá y tomará parte del ali-
mento, lo cual es una señal de (pie su homenaje ha sido aceptado.
Entonces el Jefe eleva una plegaria al espíritu, en la cual lo expresa
los deseos de la gente, y éstos so cumplirán. Quienes no bagan todo lo
posible por aportar con su contribución personal a la participación en
la fuerza del espíritu sufrirán penas terribles c incluso pueden llegar a
perder la vista o alguna otra facultad.
H H. n i . asi como también el I ..i i h . i í m i i o y el Dudi- i m i >-n i -rnc-
ral. no intenta conseguir adeptos. Si alguien no se encuentra entre los
iniciados carece en absoluto de importancia. Existe un documento inte-
resante acerca de una reunión bon que data del siglo sexto de la
era cristiana, y que es típico de estos ritos ocultos: "Los adeptos (tibe-
tanos) se reúnen una vez al año para renovar el juramento de fidelidad.
Sacrifican ovejas, perros y monos: primero les quiebran las patas y luego

11K¿
los matan ... Una vez congregados, los hechiceros convocan a los dio-
ses del ciclo y de la tierra, a los ríos y montañas, al Sol, a la Luna, a las
estrellas y a los planetas..."™.
Con la enorme presión de este tipo de propiciación demoniaca
corriente a lo largo de gran parte del territorio, el budismo común
devoto oficial se encuentra rodeado por los ritos tántricos y mági-
cos. Se han realizado diversos intentos por combatir esta amenaza
a la que se dice, dio comienzo Asanga durante el siglo vi y que
está sintetizada en el muy difundido trabajo Yogacluira Bhumi Shastra.
Los demonios y los dioses menores de los ciclos han sido invocados
y adaptados del Budismo ortodoxo para servir como genios de los tan-
tras. La reencarnación, tal como la conciben los devotos pero iletrados
laicos del Tibet budista, muy frecuentemente se encuentra lejos del
ideal que imaginan sus seguidores cn Occidente. Con frecuencia nos
encontraremos con una persona de nuestro conocimiento que lleva a cabo
una acción hostil (por lo tanto, prohibida) contra otra persona, com-
pletamente firme cn su creencia de que el jamás hubiera tenido tal
pensamiento poco caritativo si esa otra persona no le hubiera causado
daño en una vida anterior.
La contribución budista ortodoxa a la magia oriental cn tanto y en
cuanto afecta a nuestro estudio, es mucho mas filosófica que los ritos
familiares de pensamiento mágico de Oriente, con excepción del Sufis-
mo. Para comenzar, la consagración es un hecho común al Budismo
tibetano y a los ocultistas, considerada esencial para lograr la concen-
tración mental que todos desean. Como otros pensadores de lo sobro-
natural, los libélanos dan gran significación a la higiene mental (aun-
que no ocurre otro tanto con la higiene física)*.
lar mente debe purificarse hasta que pueda recibir impresiones que
le permitan ser más adecuada para la absorción eventual en el Nir-
vana, o aniquilación dentro del Espíritu del Todo. ¿De dónde pro-
viene este poder? En parte, de esc pequeño trozo de fuerza psfquica
de la misteriosa "estación inalámbrica" que está en ciertas montañas
lejanas, a la cual todos los espíritus deben regresar, y de la cual están
destinadas a reemanar, efl fnnn.i H MM m i c .mudos, MStl que- se
compltte el proceso de purificación; el Nirvana perpetuo es el premio.
Estas vibraciones, que guiarán al anacoreta, son perceptibles en
todo el mundo. Ellas guían al iniciado, pero dejan al ignorante cn su
ignorancia. La difusión de esta doctrina no forma parto de las funcio-
nes del hombre consagrado, a menos que su posición en la vida sea
tal que lo convierta en algo necesario.
Aquellos que han logrado la casi-pcrfccción reciben un anillo de
los Lamas de alta jerarquía, los Doctores del Budismo. Ellos no deben
creer, sin embargo, que alcanzarán la perfección total en una sola vida:
* El Mim I R siempre debe purificarte antes de llevar a cabo cualquier
operación r ■ ■ - > \', • % veces debe asegurarse de que incluso sus sirvienles
hayan hecho lo mismo. A veces la purificación dura nueve días, e incluye la
prohibición del conlado con mujeres y la abslinencia de comer pescado y carne
de venado (Kef. N» 90).

190
eso solo ocurrió cn el caso tic] propio Gautama. En esta etapa es posi-
ble solicitar el relevo de l.t dura vida monástica, con el objeto de
viajar por todas partes, para adquirir méritos que pesen más que los
pecados.
Sin embargo antes de abandonar el monasterio, por lo general se
le advierte que seguramente volverá, imperfecto y angustiado, a rc-
¡iprcndcr mucho de lo que perderá a través del contacto con los morta-
les comunes. Aquí, la filosofía esotérica del Lamaísmo difiere radical
mente del Sufismo, si bien los orientalistas superficiales se deleitan
en aseverar que eiiste una identidad total do pensamiento entre ambos
sistemas.
En el momento de 'regresar desde una vida de perfección a la vida de
la imperfección", el mentor retira dos piedras drl anillo, Li primera repre-
senta la pérdida que sufrirá, como ya se dijo; la segunda a causa de que
se supone que "dudó del consejo recibido" acerca de (icrinaneccr cn
el monasterio. Una vea aprendida la lección, cuando el monje regresa
a la congregación, bu piedras vuelven a su sitio, y entonces el anillo
permanece en el dedo para siempre, "incluso en el fuego de la cre-
mación".
Sin embargo, si el Lama llega al grado máximo de ixrrfccción, se lo
embalsama y su cuerpo es pintado de color dorado; luego se lo sitúa
para siempre detrás de un biombo enrejado; en esc caso, se coloca
el anillo encima de él. Entonces, "lodos los «pie miren esos restos glo-
riosos, y especialmente el anillo, bajarán la cabeza avergonzados y
humillados ante tal poder y tal grandeza, y murmurarán una plegaria
para (pie el alma pueda continuar teniendo aquello (pie logró tan
penosa y lentamente cn éste, el más torturante de todos los mundos,
comparado con el cual los primeros doce anos de vida monástica son
livianos corno una pluma".
En la explicación sobre el Sendero de los Grandes Maestros existe
más de una indicación de lu elusiva idea de un sacerdocio secreto univer-
sal; esta explicación fue trascripta por la Señora Morag Murray Abdullah
de un original ti bet a no que se encontraba en un monasterio femenino que
visitó, y que gentilmente me prestó para citarlo aquí *'.

Los nursKos «le los poderos místicos, quienes eligieron apartarse del
mundo, pueden asistir par medio de la contempUctón, ■ personal que so hillan

191
muy Irtoi Mientras que loi que regresaron como muaonerus y fracasaron, pot
cualquier ratón, y aii volvieron a la fuente de todo conocimiento terreno,
a menudo están incapacitados para seguir asistiendo al mundo. No hay más
que olvido para ellos. Y están contentos, deben contentarse, con las incon-
sistcncias del inundo. Una vea transitado con éxito el Sendero del Olvido, lo cual
puede llevar anos, el viajero es capaz de ver a todo el mundo tendido bajo él Po-
drá ver lo que llegara a ler terremoto, guerra, hambre, y puede comentar por
adelantado a mitigar, mediante sus pensamientos, «■! SUFNRRMCNLN hum'no
engendrado por ello...

Parte del entrenamiento para esta suerte de diagnóstico espiritual


de la enfermedad del paciente, consiste en permanecer a la intemperie,
sobre una colina, día y noche durante una semana; la colina sera ventosa,
y el ejercicio se hará durante el invierno. Tres veces por día, el novicio
debe empapar una tela en agua helada y envolver su cuerpo con ella.
Luego se lo permite secarse mediante "el calor interno generado por su
concentración . Si la tela no se seca, o el lama siente frío, significa que
lia habido ulguna falla en su concentración; en eso caso debo volver
a repetir el proced i miento. La rigurosidad de este entrenamiento no
es ciertamente para atraer a nuestros magos más impacientes ni aun
a filósofos cultos de ti |M> más occidental. Allí donde reinan paciencia
y resistencia tales, por el contrario, hay poco lugar para los rituales
más breves que tienen por objeto producir poder rápidamente. El entre-
namiento'da por resultado una criatura gentil y muy diferente de los
feroces magos bon «pie bien pueden encontrarse a pocos kilómetros
dc alU.
"Entre los verdaderos Lamas del Tibet se cuentan algunos de los
últimos reales seguidores de bs enseñanzas de su maestro." Uno podría
esperar de ellos que fueran escépticos con respecto a los extranjeros, y
que estuvieran encerrados en sus fortalezas montañosas, indiferentes
a los gestos amistosos. En cambio me encontré con (pie eran como niños
gentiles confiados y descosos de oír lo que yo podía contarles acerca
del mundo exterior En un primer momento, cuando venimos dc Occi-
dente, donde la diplomacia no está confinada al servicio diplomático,
uno duda dc su sinceridad; parecían demasiado confiados, como si
mostraran una cortesía superficial para esconder algo menos afable por
debajo. Esta, por supuesto, era una impresión personal, hasta que des-
cubrí (pie no tenían ningún pensamiento poco generoso hacia nadie,
ni por dentro ni por furia. Aquí me refiero a monjes dc hace una déca-
da. Cuando escuchaban narraciones acerca de las maravillas dc nuestro
mundo (pie ellos jamás verían, no mostraban signos de celos, ni Siquiera
do incredulidad, si bien yo pronto iba a saber que ellos tenían ideas
muy definidas acerca de Occidente. De acuerdo con mi experiencia,
ellos no pensarían más en romper una promesa que en ser inhospitala-
rios; la hospitalidad para ellos, como para los afganos y los árabes, cons-
tituye casi una religión.
"Los Lamas ti beta nos están convencidos dc que ellos pueden, me-
diante el solo poder de la plegaria, superar cualquier invasión, sea ésta
espiritual o de otro tipo: es el poder de las palabras mágicas Om Moni

192
Vadme Hum." Cuando les hablé de la guerra, me dijeron que solo
van a la guerra aquellos que son de desgraciado espíritu y que por lo
tanto lo merecen, y es algo predestinado para ellos. "Si nosotros, que
tenemos tan poco, podemos hacer lo poco que hacemos, seguramente
ustedes, las personas allende los mares, que poseen todo lo material, como
usted dice, pueden crear belleza".
Desde el punto de vista mágico, una de las cosas más interesantes
de las prácticos tibetanas es, indudablemente, el rito del paso sobre
el fuego. La capacidad para caminar sobro carbones encendidos aparece
en la India, Polinesia y otros puntos del Lejano Oriente. Pero dado
que mí única experiencia personal dc una demostración de este tipo
se limita a los tibetanos, solo comentaré este hecho y remitiré a los
lectores que deseen material para corroborarlo, a los textos de quienes
han registrado su propia experiencia.
Tanto los del Bon (animistas y propiciadores del demonio) como los
Lamas, consideran el caminar sobre fuego como una parte importante
dc sus rituales. ¿Por qué motivo esta actividad figura en los circuios
budistas, donde no se alienta la práctica de la magia? Porque implica
demostrar los niveles de autodisciplina que pueden alcanzar los inicia-
dos. Un hombre que puede superar sus desventajas naturales tanto
como para poder pisar carbones encendidos es, obviamente, alguien
que ha logrado que su mente domine a la materia. La teoría del
Bon —si no la práctica— es muy diferente. Caminar sobre el fuego
constituye, fundamentalmente, una ceremonia de propiciación que so
lleva a cabo porque el dios de! fuego exige un homenaje. En agradeci-
miento por éste, otorga a quienes creen en él el poder resistir el calor.
En ambos casos es posible que se induzca algún tipo dc disociación
mental afín con la hipnosis; sin embargo, parece existir algún otro
factor: porque mientras que una persona hipnotizada por la vía normal
quizás fuera capaz de resistir el dolor producido por el fuego, debemos
considerar la cuestión del daño físico real. Ninguno dc los lamas y
sacerdotes bon o quienes vi caminar sobre fuego mostraron signo al-
guno dc dolor o de herida, lo que nos deja solo la posibilidad dc la
hipnosis colectiva, de la cual hemos oído mucho aunque podamos pro-
bar muy poco, como en e! caso del truco hindú de la cuerda.
Durante uno de los rituales bon, además de los sacerdotes, nu-
merosos candidatos a la ordenación fueron conducidos a través de un
camino de fuego. Ninguno de ellos resultó lastimado; podría ser que
existiera algún truco para llevar a cabo todo esto, En común con
ritos análogos de otras partes, esta ceremonia tiene un significado de
prueba para los aspirantes que desean llegar al sacerdocio, como una
forma de ordalía.
Otro pequeño factor que puede resultar interesante destacar aquí,
es que se ha dicho que en muchos casos los que caminan sobre fuego
presentan las manos y los cabellos chamuscados, pero ninguna marca
en la planta de los pies.
La experiencia que yo presencié tuvo lugar en un gran claro. El
fuego i s (a ha en un foso de un metro de profundidad por un metro de
ancho y tres de largo. En el foso se habían colocado piedras lisas y una
gran cantidad dc madera y ramas apiladas en la parte superior; luego
se encendió el fuego, que permaneció ardiendo por cerca cíe seis horas.
Entonces desparramaron carbón por encima, y alisaron la superficie.
Talismán par* la victoria.

Había una multitud dc alrededor de doscientas personas obser-


vando la escena. Se destacaba un sacerdote bon, muy arrugado, lleno de
amuletos y caracterizado por la increíble suciedad de su cara y sus
manos y el estado andrajoso de su capa dc piel de oveja. Bajo las
pieles, que se quitó, tenía un taparrabo sostenido alrededor del cuerpo
y quo pasaba por entre sus piernas. En las manos llevaba una vara
que medía cerca de cuarenta centímetros de largo y terminaba en un
penacho de pequeñas plumas. El sacerdote caminó sobro el fuego, pri-
mero tres veces en dirección de las agujas del reloj, luego cinco veces
en dirección opuesta, mientras alzaba y bajaba las manos hacia la ho-
guera, que estaba aún muy caliente. Murmurando plegarias o conjuros,
comenzó a golpearse las piernas con la vara, primero una, luego la otra.
A la señal dc un cuerno de hueso, diez hombres se abrieron paso
lentamente entro la multitud, y se alinearon frente al mago. A medida
que cada uno de ellos se inclinaba, recibía dos toques dc vara en los
hombros. No se oía sonido alguno. Parecía casi haber algo preternatural en
el aire. El calor del fuego y del sol era insoportable. Varias de las
personas que observaban, vencidas quizás por la emoción o por el calor,
cayeron al suelo; nadie lo tomó en cuenta: todos los ojos estaban cla-
vados en la figura siniestra del sacerdote.

194
En fihi india, mientras el hechicero cntonnba un cántico con voz
nasal, los hombres cruzaron la masa ardiente, y al llegar al final del
camino, pisaron dentro de un pequeño cuenco con agua.
Entonces el anciano sacerdote comenzó a danzar cn medio del foso.
Cuando terminó, se dirigió a la gente -los no iniciados— para invitar-
los a tomar parte del rito, nombrando todos y cada uno de los grandes
poderes que conferia el Dios Sol por este acto dc devoción.
Solo tres hombres y dos mujeres aceptaron el desafío; uno de cada
sexo poseía rasgos evidentes de raza india, más bien que mongólica.
Otra vez la misma ceremonia de correr alrededor del fuego, las
mismas salutaciones y elevación de las manos, los conjuros, y esta vez
los primeros diez hombres sumaron su canto al del hechicero. Encabe-
zados por las dos mujeres, que eran prácticamente cmjnijadas por el
hechicero, los cinco transitaron el camino de fuego sin contratiempos.
Notó que sus rostros estaban bañados do sudor y que jwirccfan estar
mortalmrnte asustados. Cuando llegaron al final del camino, examiné sus
pies; difícilmente podía dejar de hacerlo, ya que loS mostraban a todos,
y su alivio era tal, que resultaba conmovedor.
No habla señales de quemaduras, ni en sus pies ni cn ninguna
parte dc sus trajes de algodón o de piel dc yak.
No pudo obtener ninguna otra información acerca do cómo se
hacía esto. Otra persona, que presenció un ritual similar llevado a cabo
en una provincia india y en el cual tomaron parte cuatro británicos, es-
cribió:
Los cuatro británicos (un escocés, dos irlandeses y un infles) continua-
ban mostrando sus pies ■ los demás huespedes varios días después de La
ceremonia... Rogaron al anciano que les revelara el secreto, y yo me uní
■ Sus ruegos. Ni siquiera quiso aceptar las 500 libras que le ofrecimos por
el secreto, pero dijo que n los cuatro deseaban acompañado a su templo el
les ensenarla todo... ninguno de ellos pudo ir. Lo único que el anciano les
confió lúe que solo las personas que poseían un poder psíquico desarrollado
podían salir ilesos do La crperi encía. Este poder era algo que "ustedes'' acep-
tarían algún dia naturalmente, "aun cuando desearan en el fondo de nu cora-
iones no ser obligados a ello". Este poder era prácticamente desconocido en La
mayoría de los lugares (especialmente en la "India materialista"', como la
llamó)
debido a la carencia de fe verdadera, en oposición a la hipocresía.
Dijo que era posible entregar a aquclloi que no poseían el poder talis-
manes y amuletos que los capacitarían para caminar solire el fuego y para
muchas otras cosas; pero ¿por qué habrían de tenerle*, si con ello no Iwne-
ficiarian a su alma?

Evident emente este sacerdote pertenecía al culto budista ti bet ano


ortodoxo.
Con estos talismanes, "los ignorantes, con la posibilidad de con-
centrar sus mentes inferiores sobre cosas tangibles -ponític no podrían
llegar a absorber cosas espirituales— podrían derivar poder de los sím-
bolos y secretos (que se encuentran cn los talismanes) debido a que
existen algunos tipos dc espíritus que los ayudarían".
Cuando le preguntaron acerca del "verdadero" poder que hacia
innecesarios los talismanes, el sacerdote respondió: "La concentración
y la meditación son capaces, a su tiempo, de lograr todo lo necesario.
Primero la mente debe aprender a no pensar en nada. Esta es otra ma-
nirá de decir que no debe haber pensamiento consciente de ningún
tipo. Esta es la parte más difícil. Una vez que se logra, el estudiante
recibe ayuda. En esta etapa muchas personas recibían impresiones
mentales, que no eran nada mis que fantasías de su mente, que trataba
de restablecer el proceso del pensamiento. Si estas fantasías no son
identificadas como tales, y 'expulsadas*, permanecerán por toda la vida
con esa j K 'rsona y matarán a su espíritu. También parecerán enviar men-
sajes, que podrían ser de los demonios del mal". Cuando se le pregun-
tó cómo sabía una persona cuándo estaba iluminada, contestó que uno
lo veía y lo sentía, y que cn adelante el mundo invisible se convertía en
algo que, de hecho, era la realidad, pero solo una realidad diferente
de la que vivían los seres ordinarios; sin embargo, tiene una sustancia
y una gran cantidad de analogías.
Contrariamente a la idea muy difundida en ciertos círculos de Occi-
dente, entre los riberanos no existen paralelismos en cuanto a la práctica
del "espiritismo". Existe, es verdad, una forma de shamanismo (prácti-
cas de los magos-médicos) entre los adeptos del Bon, animistas propiciado-
res ile los demonios, de los (pie ya he hablado. Sus "sesiones son de alguna
manera semejantes a las de las taoístas. e implican el conjuro de
los espíritus. Pero el contenido de las revelaciones de los espíritus es
completamente diferente, cu general, de las que se producen cn Occi-
dente. Tienen mucho menos que ver con la materialización de los muer-
tos y están más conectadas con lo que se denomina "entidades" o "es-
píritus" que, aparentemente, no han tenido forma corpórea. También,
la comunicación con los espíritus se emplea con propósitos diferentes:
para el éxito de las cosechas y para alejar a los demonios de la enfer-
medad, como en las plagas; para el logro de ambiciones mundanas y
para solicitar consejo sobro qué hacer con respecto a determinados
problemas. No hay indicio de los bienintencionados pero cn general
insignificantes salutaciones usuales en Occidente entre consultantes y pa-
rientes "difuntos". Una do las razones de esto es que la creencia en la reen-
carnación y la trasmigración es tan universal, que se supone que los
parientes muertos ya están, con toda seguridad, en proceso de regreso
a otra vida en la tierra, y fuera de contacto por medios espiritistas.

196
CAPITULO 19
LAS ARTES MÁGICAS EN JAPÓN

Como en muclios otros países, las prácticas ocultas de Japón tienen


dos formas principales: cn la primera, que consiste en ceremonias alta-
mente ritual izadas provenientes de) culto Shinto nacional, los especia-
listas tienen una preponderancia indisputada. En la "magia baja" (ma-
jinái), los conjuros, las maldiciones y las formas de magia simpática son
empleados con frecuencia por el pueblo en general. Además del culto
Shinto nacional, se conoce la existencia entre los elementos budistas
de ciertas sectas secretas que practican la magia. En los tres casos
existen tanto semejanzas con la magia occidental como elementos pres-
tados por las creencias arcanas chinas.
La fuente principal de la magia Shinto es indudablemente el Norito,
las colecciones manuscritas realizadas en el siglo x y que presentan
evidencias de orígenes mucho más remotos. Como muchos de los reitera-
tivos rituales de la India y de Bibüonia, estas ceremonias no resultan
tan atractivas para los estudiosos occidentales como podrían serlo. Por
otra parte, los códices contienen material de estudio muy valioso.
Diversas coincidencias notables en la práctica son evidentes incluso
en el más superficial de los análisis. Como en la magia occidental, china
y judía, las espadas desempeñan un papel importante. El arroz se em-
plea para mantener alejados a los espíritus malignos y éste es el origen
de la costumbre europea de utilizarlo cn las bodas. Las joyas y los
talismanes remplazan a la estrella de Salomón, pero su uso es muy
semejante. Los famosos poderes inherentes a las gemas son considera-
dos y descriptos.
La tesis semita de que la magia (particularmente la llamada
Negra) significa adoración del Demonio es desconocida para los japo-
neses, como para muchos otros pueblos. La magia es "Buena" o "Mala"
según lo sean las intenciones de quien la practica. Por cierto no creen
en la teoría que el Demonio busca robar el alma de un hombre a
cambio de un pacto mediante el cual le garantiza compartir el poder
satánico. Es verdad que existen los espíritus, y aun los demonios. Pero
estos espíritus ( k a m i ) están más bien relacionados con la teoría del

197
"espíritu vital' tic lus hindúes que, digamos, con la dcmonnlogía cristiana
organizada.
Esto no significa que no exista la brujería. La hechicería, y el
hecho de causar mal a los demás, está tanto reconocida como conde-
nada por decreto imperial. Al mismo tiempo, hay una creencia signifi-
cativa en que aquel que practica la brujería puede morir por ella;
esto se parece a la ansiedad desplegada por las brujas occidentales de la
antigüedad y su preocupación por idear métodos para impedir que
los demonios las dañaran.
Uno de los procedimientos corrientes de los textos mágicos japo-
neses contiene un ejemplo interesante sobre lo que podría llamarse
"concentración de la emoción". Un perro hambriento (se cree que los pe-
rros tienen alguna significación oculta especial) es atado ante un plato
con comida, lux emoción del hambre es llevada a un grado más alto
cuando se cambia la comida por otra más apetitosa. Cuando su sen-
timiento se ha "concentrado" de esta manera, el perro es decapitado.
En ese momento se piensa que la cabeza contiene la esencia de la
conce ni ración, Resulta interesante destacar dos cosas: primero, que
durante miles de años el hombre practicó el ayuno como medio para
aclarar y agudizar la mente. Quienes han ayunado con regularidad
—por cualquier motivo— invariablemente afirmaron que de veras se
produce una sensación de concentración de poder. Esta puede ser la
razón de este rito mencionado. Por otra parte, excluyendo la posibilidad
de que el procedimiento sea simplemente sádico, parece estar relacio-
nado con la teoría (corriente cn la India, entre otros lugares) de que
existe una fuerza relacionada con el cerebro que es capaz de ser con-
centrada. Algunos pueblos intentan cultivarla mediante la plegaria o los
encantamientos. Quizá los japoneses piensan que por este método puede
ser engendrada y conservada, cn combinación con la decapitación del
animal.
Talismán chino para
atraer al dinero
(-plata").

¿En qué otra parte se concentra este poder misterioso? Do acuerdo


con las fuentes japonesas, cn los árboles. Todos los árboles tienen su
propio espíritu, el cual es parte de su vida. Nadie puede decir qué
forma adopta esc espíritu o fuerza. Sin embargo, creen Implícitamente
que si alguien molesta al espíritu introduciendo un clavo en la corteza
del árbol, el espíritu buscará venganza. Cuando el clavo llega hasta la

198
mismn savia, el espíritu sale. Esta es la oportunidad del mago. Vestido
de blanco, repite al espíritu una solicitud de que "persiga y fastidie
a fulano de tal", o cualquier otro conjuro que desee. Se lia dicho que
la razón por la cual el mago se viste de blanco es para lograr una iden-
tificación simbólica con el espíritu. Si bien esto es muy posible, también
puede indicar un estado de consagración por parte del mago, y la pureza
ritual que se supone debe ser el estado de todos los que desean entrar
cn comunicación con el mundo de los espíritus.
¿Cuáles son los objetivos principales de la magia japonesa? No difie-
ren mucho de los que encontramos en casi todos los rituales mágicos
de cualquier parte del mundo. Existen ritos para propiciar a los demo-
nios hostiles, para superar la magia de hechiceros rivales (tanto cn
beneficio propio como en el do los clientes), amuletos y conjuros para
excitar el amor y el odio, para curar enfermedades y para provocar la
preñez, para fertilizar las tierras, para asegurar riquezas, venganzas, in-
visibílidad y poder.
Muchos de los procedimientos pueden ser colocados cn la categoría
de "magia simpática". El siguiente es un caso típico, para la restaura-
ción de la virilidad:
Sobre un papel se dibujan ciertos órganos. Luego se realiza la
siguiente mezcla: vinagre, sake (licor de arroz), porotos de soja, aceite,
tintura negra para los dientes, agua y tuétano. Se hierven los siete ele-
mentos y se le agrega el dibujo. Una vez que toda la mezcla haya
hervido durante cierto tiempo, se obtendrán los resultados deseados. Es-
te hechizo se recomienda a las mujeres que desean que sus maridos se
vuelvan más constantes. Se emplean muchos otros hechizos, medíante los
cuales se busca la ayuda do Shoki, el espectro devorador do demonios.
Shoki, la versión japonesa del Chung-Khwei chino, interviene cn los
casos de posesión demoníaca, así como también para ayudar a las per-
sonas a quienes los demonios han vuelto indiferentes a sus cónyuges.
El más poderoso de los hechizos eróticos japoneses se hace con
tritones, quemados y reducidos a cenizas. Estas se pulverizan y se las
divide en dos porciones. Una de ellas permanece con el mago y la otra
se esconde entre las posesiones personales de la bienamada o se espar-
ce sobre su cabello.
El uso de restos de reptiles cn las prácticas de magia erótica
y hostil está muy difundido. En Europa Central existía una creencia
común de que los huesos calcinados y pulverizados de las ranas produ-
cían efectos similares a los descriptos. Los hechiceros árabes —que comple-
tarán este panorama aquí— consideran que si los huesos servirán para
el amor o para el odio depende de si se hunden o flotan cuando se los
arroja al agua. Si se hunden, serán poderosos en la magia hostil; si
flotan, se los empleará para realizar hechizos eróticos.
La difusión de otro tipo de hechizo erótico demuestra que el
japonés no se conforma con amar o ser amado a la distancia: el objeto
de su amor debe aparecer de inmediato ante él. Para ello recurre a un
poema especial, "Esperando a orillas del Matsuo .
El invocante puede proceder de diversas maneras. Puede escribir

199
la mitad de la oda en un trozo de papel y fijarlo sobre el lado norte
de algún objeto. ¿Por qué el norte? Esto puede estar relacionado con las
tesis hindúes y otras del mana-akasha, que dicen que el norte es magnéti-
camente poderoso y que el magnetismo no es simplemente un fenómeno
físico, sino una manifestación del mana o fuerza mental mediante la
cual actúa toda magia.
Volviendo a nuestro amante: a los tres días de fijado el papel con
la mitad del poema mirando hacia el norte, la persona deseada se verá
obligada a venir a buscarlo. El hechizo se completa (y la bienamada
presumiblemente queda "ligada") cuando se escribe el resto del poema
después de su llegada. Los versos son los siguientes:

lísperntido n orillas del Mutsuo


En este sereno alardcccr...
Por tí que no vienes.
Yo ardo de deseo:
Vehemente como el fuego de las calderas.

Sin embargo, las opiniones parecen estar divididas acerca de la


certeza de la llegada del ser amado. Esto se nota mejor en la siguiente
variación, la cual no solo invoca a la dama (o al caballero, como bien
pudiera ser el caso), sino que informa al invocante de las oportunidades
ipie posee.
Se recita el poema tres veces sucesivas, sin tomar aliento. También
hay otros requisitos: el hombre o la mujer deben entrar a la madru-
gada cn una habitación habitualmente en desuso; el suplicante se quita
las sandalias y las coloca del revés en la habitación; luego cierra la
puerta DJ. Entonces se dirige al balcón, y coloca su mano sobre el cora-
zón. Cerrando los ojos, repite tres veces los versos del poema.
De acuerdo con ciertos autores, en esc momento oirá una voz que
le dirá si la persona deseada acudirá a no.
Aquí notamos un reflejo de diversas creencias interesantes que exis-
ten cn Egipto y cn otras partes, relacionadas con las sandalias invertidas.
Se cree que si se colocan en una habitación las sandalias de una mujer,
con las sucias hacia arriba, ella discutirá con su esposo. Los zapatos
pueden apuntar cn cualquier dirección excepto el lado de la casa orien-
tado liacia la Meca.
¿Cuál es el significado del rito de las sandalias? Existen dos posi-
bilidades fundamentales. Tanto los árabes como los mongoles creen que
las impresiones plántales y los pies en general tienen una relación má-
gica especial con el individuo. De ser nsí, esto sugeriría que el hecho-
de invertir las sandalias de la mujer egipcia afectaría a su personalidad
interior ("mágica"). En el caso del rito japonés, el invocante índica la
perturbación de su mente mediante el simliolismo de los zapatos.
l a otra explicación me fue dada por un amigo chino que conocía
el hechizo de las sandalias: "Según los magos ortodoxos existen dos
formas de magia: 1) la magia elaborada mediante las propiedades
mágicas de las cosas y las palabras descubiertas por el hombre y 2 ) la

200
201
Drtcrivciontt
intlivklualti

A) Amuleto pant
asegurar la protección
II) Amuleto para
asegurar la felicidad
30. Talismán para
la vida prolongada
31. Talismán para
el ¿Uto
C
D
DESCRIPCIÓN
GENERAL:
AMULETOS EN
CALICRAFlA
CHINA

202
magia producida mediante ritos que han sido revelados al hombre por
espíritus y dioses. La sandalia es un objeto que realmente posee poder
mágico, y éste es el punto dc vista 'oficial'. Los magos se cuidan bien
de distinguir entre ambas fuentes, porque el margen de error posible con
relación a la magia dc origen humano es más alto, y ellos no desean
perder su reputación".
El amuleto del perro es otro objeto poderoso. Las geishas, entre
otras personas, propician este método, y se lo encuentra cn todas las
islas como objeto dc uso diario.
So enrollan en forma dc cuerda dos trozos de papel muy fino, y con
esto se forma una figura lo más parecida posible a un perro, retorciendo
y anudando la "cuerda". No existe una forma tipo, por lo que depende
do la habilidad dc quien lo hace que el objeto terminado se parezca
o no a un perro. El resultado muy frecuentemente se asemeja a esos
conejos ipie los occidentales hacen con pañuelos para divertir a los
niños.
Sin embargo, existen dos convenciones artísticas (o mágicas) para
el modelado: una pata debe estar alzada, y la cola debe ser larga.
Una vez situado sobre una pequeña repisa (el kamidaná) destinada
al uso sobrenatural, una de las patas posteriores dc la figura es atrave-
sada con una aguja. Tan pronto como hace esto, la mujer se dirige al
perro, prometiéndole que lo aliviará de su "tortura" cuando llegue el
amado. Afjcmás, le dará comida y vino (dc arroz) Resulta innecesario
decir que. si el hechizo surte efecto, es preciso cumplir las promesas.
Ln figura cid perro tiene aún otro uso, mediante el cual se con-
vierto en aliado en relación con los invitados. El invitado so encuentra
en una habitación próxima. La joven (la anfitriona) se dirige hacia la
puerta, donde está el perro, y le pregunta si la persona piensa que-
darse mucho tiempo o no. "El invitado que tiene la intención de partir,
lo hace dc inmediato; el (pie desea quedarse expresa su intención al
momento." **.
En japón, la magia hostil —tan frecuentemente ligada a la magia
erótica, dado que amor por una persona puede significar odio por
otra— tiene una manifestación interesante cn el amuleto enterrado. Si
una persona camina sobre uno de ellos, será afectada por él. Esta es,
brevemento, la teoría, la que tal vez esté relacionada con la creencia
de quo el pic que toque la tierra bajo la cual está escondido el amuleto
es especialmente sensible a las fuerzas mágicas.

Alguien que intenta matarte mediante la hechicería ha enterrado aquí


un objeto mágico, convencido de que t ú rnurfns sobre él.

Tal fue la deducción dc una autoridad llamada para investigar, en


el antiguo Japón**.
Se dice que el objeto mágico (que es una mezcla simbólica de
objetos con fuerza mágica que será detallada más abajo) es enterrado
con el fin dc que la víctima, al caminar sobre él lo "sensibilice" con par-
te de su ser. En esc momento el objeto pasa a tener una relación espe-

203
cía! —un vínculo— con la victima. Como resultado de ello, el mago lo
desentierra durante la noche y lo somete a tortura, que la víctima sen-
tirá cn su propio cuerpo.
Este, sin embargo, no es el método normal, si es que podemos utili-
zar este término cuando hablamos de magia. Es más probable que aquí
se haya producido una confusión con el tipo de hechizo de la figura de
cera. De existir alguna relación entre ambos, es posible que el método
del amuleto enterrado sea un derivado de la maldición mediante la
imagen de cera. Leemos que, una vez cuando se sospechó acerca de la
presencia de una maldición enterrada,

MichiniiRii hizo remover la (ierra y se encontrnron dos trozas de cacha-


rros de barro, atados junto* en cruz y envueltos en papel amarillo retorcido
como una cuerda.

En u n texto japonés figura una verdadera descripción de cómo


llevar a cabo este hechizo:

Toma un trozo limpio de una vasija de barro. Inscribe en él el nomlire


de la persona (victima) y el signo chino de 'detener'* *. Colócalo dentro de
papel amarillo, átalo en cruz, y entiérralo a tres pies de profundidad en un
lugar por el cual esa persona pase con frecuencia.

Para preparar estos encantamientos, los hechiceros japoneses general-


mente especifican que se deben emplear caracteres chinos y no japoneses.
La mayoría de los caracteres chinos que figuran en este libro son
usados tanto por los chinos como por los japoneses para preparar hechi-
zos y talismanes. En el caso de los amuletos escritos para obtener felici-
dad o dinero, los japoneses siguen la costumbre china de utilizar papel
de color amarillo.

* El signo que denota "detención" es empleado aquí simplemente para detener


a alguien. Los hechizos de odio que implican daño o muerte requieren la palabra
china adecuada; compárense bs ilustraciones de este capitulo con las del capitulo
sobre la magia en China.
Fuente de información: ver 95 de mi Bibliografía.

204
BIBLIOGRAFÍA
Las fuentes escritas de magia
oriental y comentarios

Grimorios

CALI* a
Ld siguientes "Libros Negros" do los hechiceros contienen indicios do los
nln-ilri mágicos ra Id ros o procedimientos a los que se atribuye or if en caldeo:
Séftr RgtUl (El Libro de Razie!) Museo Britinko. N*
Ciimorto .ml.....|.. al Papa llonooo II. Paris: 1700 y 1800

SOniu'iN

I --i Crimorim y ..,..„ „i ><* que contienen !. llamada magia salomónica


los stpaiesslea:
Tlie Key (Clavicle) of Solomon. (Tr. Mnlhers. Londres, 1888.)
Ars Noioriii, de Holier! Turner (Mniimcrito Museo lit It Juico, 3048).
I)r Novem Candan» s ,!.!■„>■. i
Trne Blat* Magic.
I.emegctuu (Ttie I.rHrr Key), Miitin Ilrilau'io. 2731 (1170).
Kl Crimorlo de Honorio. Roma. 1760.
Kitab-ebUhud (Manuscrito árabe).
Speculum Salomon is.
Semphoras.
Sept em S.g-lla Planet i mm
Anelli Negrornanlici del Silomonc.
Verum Chiddaicuiu Vinculum.
Beschwrr ungen der 01 y mom ben Ceisler.
Salomóme TrttsssottsM.
De Tribuí Figuro Spiriluum.
Liber Pentaculortim.
Officii* Sptntmim.
I l l i ' > n i n i l . . ad Fdmm i.m

Muchos de estos (ra ha ¡o* están fundamentalmente compuestos por «(tractos


de la Clavicula iU Seiemxón: algunos son. casi con certeza, fall ideaciones. De todos
modos, esiste una confusión fiecuente en cuanto * si el Salomón a quien se
refieren es el Rey o uno de los numerosos escritores rahlnicos que llevan ese
nombre.
Muchas versiones de estos libros, sin embargo, y los primónos que siguen
a continuación, han sfdo en algún momento usados como libros de autoridad entre los
hechiceros. La mera posesión de manuscritos de este tipo significaba IJ muerte
cn los tiempos de la Inquisición española y otras.

Egipto:

Como en el caso de la magia caldea, los rituales egipcios parecen haber influi-
do cn gran medida sobre la magia de Occidente y de Medio Oriente. Al mismo
tiempo, hay muy pocos trabajos existentes que afirman tan siquiera inspiración
egipcia directa en su totalidad. Los trábalos de los egiptólogos Wallis Budge
y Flinders Petrie contienen referencias a los papiros e inscripciones mágico-reli-
giosas.
Los antiguamente bien conocidos y muy usados grimorios que citamos a con-
tinuación contienen rastros de influencia egipcia, o bien afirman ser originales
egipcios:
El sabio de las pirámides.
El l'bro de Honorio.
El Arbatel de la Magia.

Hebreos:

Los fuentes europeas y árabes abundan cn libros que contienen una inspira-
ción hebrea real o atribuida. En algunos de ellos —como en varios de los ante-
riores— se citan como autoridades a los magos caldeos, salomónicos y otros. Por
esta razón, debe necesariamente haber cierta duplicación en cualquier bibliografía.
Generalmente hay coincidencia en que los grimorios más empicados cn Europa
tienen contenidos que los señalan como derivados u originales de los judíos. Los
textos de inspiración gnóstico, egipcia, caldea y árabe posiblemente se filtraron
a través de la España dominada por los árabes, a las partes más occidentales de
Europa, donde en general, primero se los conoció en su versión latina.
La siguiente lista comprende los principales trábalas sobre magia negra y
blanca conocidos colectivamente como los Libros de los Magos. Uno o más
de estos volúmenes formaba parle esencial del repertorio de todos los brujos y
brujas. En casi todos los casos se trata de trabajos clandestinos. Los ejemplares
que conocemos se encuentran principalmente en bibliotecas tales como el Museo
Británico, la Biblioteca Nacional de París y la Biblioteca del Arsenal, de la
misma ciudad.
Las escasas reediciones y las ediciones francesas son extraordinariamente difí-
ciles de conseguir, y los precios son elevad ísimos.

El Arbatel de la Magia.
Enchiridion del Popa León 1IL
Arte Paulina.
El Almadel.
The Book of Sacred Magic of Abramclin the Mage. (Mathers, Londres, 1898.)
Crimorium Verum (Plaingicre, Paris, '1517').
Gran Grimoire (El Dragón Rojo). París, 1822.

206
Heplameron do Pedro de Abano.
Los Cuatro Libros dc b Oculta Filosofía (atribuido a Comelfo Agripa) tr. ingl
Londres, 1783. *

El material bibliográfico concerniente a otros textos o comentarios sobre


lo oculto, con referencia particular a las tradiciones y los ritos orientales, figuran
cn el texto dc este libro, o en forma de notas de pie de página. Además, inclui-
mos cn esta sección una lista selecta do trabajos útiles.
Es relativamente escaso el material que existe en idiomas europeos acerca
do la magia asiática y sus teorías. Los trabajos antropológicos, casi sin excepción,
no so interesan por cotejar las practicas mágicas con la literatura acerca del tema. De
lodos los que existen, apenas es posible encontrar alguno: se han realizado muchos
trabajos de valor, pero casi todos so encuentran enterrados en los periódicos y
los folletos de las sociedades de eruditos. Algunos trabajos uluaacadémicos son dema-
siado pesados para la mayoría de la gente e intentan abarcar un campo de estudio
demasiado amplio. A menudo se recopilan los hechos y se los apila uno encima de
otro, hasta que resulta imposible llegar a "comprobar" nada.

Sufismo:

Los siguientes son los trabajos más importantes sobre el Sufismo, y su versión
completa solo existe en áralw o en persa Esta lista abarca las obras clasicas funda-
mentales de los hombres santos Sufi:
\
32. Ihya Ulum ed-Din.
Sheik Abu-Hamid Mohammed 33. Al-Munqidh min ad-Dalal.
AL-C1IA/XAI.1: (c. 1056-1111)
} 34.
35.
Ibtida el-Hidaya.
Kimiyya cS-Saadat.

[bn cl-Arabf: (1104-1210) Risail.


Mullah Nur-ed-D¡n
36.
Ahd-er-ltahmán DJAMI:
(1414-1492) } 37.
Nafaliat el Uns.
Lawaih.

38. Salman o Abdal.


39. Yusuf o Zubikha.
40. Baharistan.

}
Sheik Farid-ed-Din
ATTAR: (1140-1234) 1, Tadkhirat cl-Awliya.
2. Mantiq ut-Tuyur.
Maularía Djalal-ed-Din
RUMI: (1207-1273)
} 41. Mathnavl-l-Maanavi.

}
Abu el-Muwahih 42. Dlwan-i-Mawlana-Rum.
ash-Shadhili
Qawaiün Hikam el-Ishraq.

}
Sheik Maslihuddín
SAADI, de Shiraz: (1184-1201)
43. Gulistan.
44. Bostan.
45. Risa'iL

Í207
Sheik Mohammed SHABISTARI: Cubhan-i-Rax.
(Siglos xiii-nv)

I wad )a Shams^d-Din HAH/. Diwan.


d« Shiru: (1300-1388)

Lu» siguientes libros publicados rn MIKMTU » europeos contienen material va-


boto acerca del Sufismo y los Kaktresi

Shah. Sirdar 1. Ali. Itlamli Sufinn, Londos. 19T8.


Asín Palacios. M.. El MUlico Murciano Abenarabí, Madrid. 1925.
Smith. M.. Early Mysticism In the Near and Middle Earl, landres. 19.11.
Massignon. L.. Terfiníque d# la Mullique Musulmane. Parí». 1928.

Magia judia:

Caster. M. (Traductor). SuW of Motes. Londres. 1800.


Werner, W, Sippurlm. fine Sammlung fudischer Volktsagen, Mutlum, La-
genden, U5.F.. Praga. 1848.
Van Dale. De Origine ec Ftogrettu Idototatriae, Amstel. 1090.
Davies. T. W, Magic and Divination among the llebrewt, landres.
1898.

Aalrla y Babilonia:

Thompson. H. C. Devilt end I ' , , ! Spirttt of Babylonia, lambes, 1903.


Thompson. R. C. Reports of the Magician* ami Attrulogris ••! .Vinrur/i
and Babylon. Londres. 1900.
King, L- W . Babylonian Magic and Sorcery. I . . . . ! , . . . 101».
Fossey. C, La Magte Attyrlenne, Paris, 1902.
I.aurent, A., La magle et la Divination cites let Chaldéo-Asiyrurnt,
Paris. 1894.
Lenormant. F.. ScJcnrlc OceWfr Magle Ches let Clutlde\ns, Pa"*, 1871.

India:
Henry, V, La Magia dam rinda Antique, Paris, 1904.
Hatch. W. )., Land Piratet of India, Londres. 1928.
Marques-Riviere, J.. L'lnde Secrete et ta Magia, Partí. 1037.
Carrington, II., Hindu Magic. Londres, 1909.
Barbe, P.. "Indian Death-Spell", ¡ourn. Asiatic Soc Bengal, XV. 1848.
351 y sig.
Shah. S, Occultism, Londres. 1052.
ILighunathji. K. (Traducción), Manirama, the Book of Fate, Romlhtv,
1886.
Jacoiliot, L.. OcciaV Sciraca m India, 1884.
Nsna-Prajisam Pillai. Pet tonal Magnetism and Occultism, Madras, 1911.
Base. EL. AddhaSart, em rOcculHsme dent rinde. Paris. 1683.

208
China:
Shen Chung-tae, Symbols of the V i Km*. Shangai. 1934.
Obot. P. "Magie des Chinou". Nasom Corscernaní les CnuuHi. Wei-
saar. 1803.
De Croc*. J. J. Rdigioui System of Chine, Lerdeo. 1898.
Legge. ;.. The Yí-Kmg (Sacred Boob of the Eeast, ed. par Prof. Mas
Multer). Oxford. 1882.
Do l l 1 1 ! i /. C. Let Croyancei religieusei dti premiers Chinoit, Acad, des
Sciences, Bruselas. 1887.
Douinais, A. y Paulus. A., f> Culi* Jet Morís dans le Celeste Empire,
Musee Cuimet. Paris, 1893.

Egipto:
Grasa. W. V. . Ltt Magi* Córale. París, 1922.
Budge, A. Watus. Egyptian Magic, Londres, 1899.
Graff. P . EiuaVs tmr la SorceUerie: Mémoires Presente, 4 f/n.r./uf
f El Cairo. 1897.
Knight. A. E. AmerKei; Account of the Cods, Amulets and Scarabs
of the Ancient Egyptians, Londres, 1915.
Petrie. W. M. F., Egyptian Festivals ami Nile Shrines, Brit. Scbool of
Arch, in Egypt, Studies, 1011.
Wiedemann, A., Afagie und Zauberet im alten Aegypten, 1005.
Lesa, F.. Lrr Mogie dans VEgypte antique de Yancien Empire Jusqu' á
Upoque copte. Paris. 1925 (3 Vols.).

Iran:
Donaldson. B. A.. The Wild Rite. Londres, 1938.
AhduBah b. Muh_. b. I lusa I n . KhauMi+Auat, Copenhaguen. 1920.
nenvratilr. E. I.RI Mages dans Tancien Iran, Eludes iranUmnei,
XV, Paris, 1038.
Will lams- Jackson, A. V., Die Iranltche Religion, Estrasburgo. 1001.

Tibet:
Boo va lot. C. L'Asie Inconnue, Paris. 1910.
Shah, A.. Four Vean in Tiber. Benares. 1908.
David Ned. A.. Mystiques et Uegtctens du Thibet, Paris. 1929 (hay trad.

Schlagintwert. E.. BuddhUm m Tibet, landres. 1881.


Wadded. I. A.. Buddhism of Tibet, Londres, 1895.
Koppen. C. K. Die lamattche Hierenhkt und Kirche, Berlin, 1859.
Itockhill, W. W., Ethnology of Tibet. Washington, 1895.

Arabia (Africa del Norte)


Ibn al-Walisliiyya. Kilab Shauq el Mmtakham, El Cairo. 1350.
Westermarck. E.. Ritual and Belief In Morocco, Londres. 1928.
Hammer (Ed.). Aweteiv Alphabets, 1922.
I■"•<•. K . Mstgif et BeitgUm. ArgrL 1909.

209
Japón:
Chiknshige, M.. Alchemy and other Achievements of the Ancient Orient,
Tokio. 1936.
Aston. W. O, en Folklore, Vol. XXIII. 1912.
Hildburgh, \V. L., cn Man, Vol. LXVII. 1915-1917.
Aston, W. G., Shinto, Londres, 1907.
Lowell, P., Occult Japan, Loudres, 1895.

Magia oriental en general


y estudios comparativos

Lenoimant, La Science Occulte en Asia, Paris, 187-1-1875 ( 2 Vols.).


Thimmy, R., La Magie aux Colonies, Paris, 1935.
Tcheraz. M., Armenian Magic, Actas del IX Compr. Orient., II, 826.
Budge, F. W.p Lives of Mabá Seyón and gabra Krestos,
Cimlette, J. D., Malay Poisons and Charm Cures, 1915.
Skeat, W. W.. Malay Magic, Londres. 1900.
Marinas, Albert. Quclques problemas de métbode dans Ictude dc la
magic. Bulletin de la Sacíete Royale d'Anthropologic et do la
Préhistoírc. Mcr.xplas, 1933.
Sayce, A. II., The Religiont of Ancient Egypt and Babylonia, Edim-
burgo. 1902.
Collanez, H.. Boole of Protection, Frowde, 1912.
Davies, M., Magic, Divination and Demonology among the llebrcios
and their Neighbours, Londres, 1898.
Thompson, R. C, Semitic Magic, "Luzac's Oriental Religions Series".
Vol. 3. Londres, 1908.
Daiches, S., Babylonian Oil Magic in the Talmud ami later Jewish Litera-
ture, Londres. 1913.
Cooke, J. T., Inquiry into Psychic and Nervous Forces, Dublin, 1905.

210
NOTAS

1
Lenormant. C. "Chaldean Magic", Set. Occ. cn Asie, Ed. Inglesa. Londres,
1877, p«g. 380.
- Tablillas Maqlu ("Ardientes"), en: Tallquist. K.. Die Assyr. Beschworungsse-
rie "Maqlu", Leipzig. 1895.
1
"Hemos comparado los datos del sistema de estos libros con el pasado
preiranio, ln magia de los medos y la mitología finesa, y asi hemos llegado a com-
probar la existencia de una familia independiente dc religiones que deben ser
denominadas turanias. religiones que no tienen mas culto que la magia, y que
proceden de la antigua reserva del naturalismo demonológico."' Lenormant, op. dt.,
loe. cít.
* Schütte, C, ap., Scot. Geogr. Mag, XXXVI. 4, págs. 244 y sígs.
6
Stewart Blacker, L. V.: tesis inédita sobre los orígenes de los arios, con-
sultada por ct autor, 1953.
Y Lea. II. C, Hlti. of the Intjuisit. in the Middle Ages. 1887-88 (3 vols.).
Y "Key of Solomon" (Lei Clavicules), anón.. París, 1817.
8
WincMcr, M.. Die Gesetze Ilammurabis, Leipzig, 1902, pig. 10.
0
Manuscrito inédito, cortesía de la Sra. M. M. Abdullah.
>*» El último "adepto" que dejó su libro mágico testamentarlo fue Francis
Barrel!: The Magus, Londres. 1801.
>> Hekau (Palabras de Poder), es el Cap. 24 del Libro de lot Muertos (Book
of Ote Death, traducido y editado por Wnllis Budge, Londres, 1895 y 1902). Cf. Tal-
mud: ZERAIM, Bcrakholh, 19A, 56A.
Catholic Encyclopaedia, Vol. XV, págs. 674 y sigs. (1907-1912).
IS
Por ejemplo. Investigaciones llevadas a cabo n partir de quo el estudio
de la magia en Europa dejó dc estar cn manos dc La Iglesia exclusivamente.
M En el Talmud y en otros textos. Cf. SAN., 106B, SOTAH, 47B.
i * Jewish Encyclopaedia, s. v. Magic, New York. I901-L906.
> 8 Book of Enoch (Apócrifo), traducido y editado por Odenburg. H.. Cam-
bridge, 1928. Ver también ídem, editado por Charles. Oxford. 1012.
' T En el siglo i de la era cristiana, un rabino realmente capturó n ochenta
brujos que practicaban la magia en Ascalona, y los (rundo ahorcar a. todos en el
mismo día.
Ibid., fx, 7.
M» Ménard, I... Hermes Trismégiste, París. 1866.
to fhg 7,ohar, traducido como Le Llore de la Splendeur por J. de Pauly, Pa-
rís. 1906-1911.
"l The Book of Sacred Magic of Abramelin the Mage, traducido y editado
por MacCregor Mathers. S. L., Londres, 1898.
Cf. Scfer Haziel: Museo Británico. Manuscrito No 3826 Sloane; y Bloch,
History of the Development of the Kabala, Treves, 1894.

211
« Anónimo Us ventables Clavicules (Cnmorium Vetum). LLM (?Roma).
"15I7-.
" mtm va. 12.
m Thompson, C J. S . SesmMic Magic. Londres. 1908 Matsry. La Uegie et
CAstTxAoeie, Pans, 1880. Lana. Mamar* and Customs. Londres. 1836 (2 Volt.).
** Noatradame. Michel de, Lea V rayar Centuries de M. M. Non rod anua.
Rouen. 1049.
■I Danelt. F.. The Maguí o Ceíertiul Inlellegencar, Londres, 1801.
Coren, Sura 27, verso 15.
» IWd.. 27:22.
»• Fleck, F.. WisamrcM'i Reisa, II, 3. 1822.
Safra de-Ashmttiai, frrcucntemente citado en el Zohar (q. v.) nano "The
Book of Atrnodeus. given to King SolotnorT (III. 1MB y T7A), The Magic Book
of Asxnodeus" (III. 43A) y bato otros títulos similares, por ejemplo. Ibid.. II.
128A. III. I9.V
« Crawley. E, Oath. Curse end Bletttng. Londres. 1934.
■I La biblioteca, que contenía mjlares de libra, fue desenterrad* en Ku-
yunjik, Nlnlve.
■* Tablillas de Asiur-banl-rnd, en Smith, S. A.. Die KeUtchri/ttexte Asurbani-
pals. 1887.
» Lenormant. La Magia Ches les Cluddéens. París. 1874. págs. 254-5.
" Ibid
»* ibid.
— Kalcvola de los fiíUandeaes. I. 12.
a
* l-.i mayoría de los espíritus-dioses tienen una naturaleza dual y sr los
conoce como masculinos lujo un nombre y como femeninos luto otro.
•" Se piensa que estos números ineiplicables están relacionad o* con la Cáhab.
« Coren, sunt 20. ven. 43-40.
4>
En 1903 un tal Sharp llevó una estatua de este mago al Museo Bri-
tánico. Fue Identificado en 1903.
41
En el sistema mágico-religioso egipcio, asi como también en el tornero
y en el caldeo, la idea de pecado y de castigo en una vida futura no CSMIM muy
desarrollada. La magia se dividía en forma social más bien que cipirtliul. I . .
magia legitima formaba parte de la religión; la ilegitima constituía un crimen y el
castigo era la muerte mediante el suicidio obligatorio.
M Máipero. C, lint Anc. des PeupUs de l'Orient. Parí*. 1875, pág. 39.
** Elliot Smith (ver Hef. N» 47. más abafo), al analizar esta cuestión OtM
un asiatomista. coincide con otras autoridades en que rustió una migración étnica
continua desde el interior de Africa hacia el antiguo Egipto.
En este extracto de las obras de otro egiptólogo (Reí. N« 48. más abajo) es
posible encontrar otras evidrnciai de la vasta difusión de idear puramente africa-
rvii "... hacia fines de b Era Paleolítica es posible que migraciones étnicas simi-
lares. hava'< Invadido el Norte de Africa. Favorecidos por condiciones cUmitkas
diferente! de las actuales, sentaron las bises de un nut rato pr oto-etiope que llegaba
desdo el Mar Rojo hasta el Atlántico y todos esos pulses donde dejaron sus burdos
Instrumentos a lo largo de grandes cursos de agua que ahora se encuentran secos."
*• La Pirámide de Keops fue construida alrededor del ano 3733 A. C.
«T Elliot Smith. C. Anc. Egyptians and their influence upon the Civilization
of Europa. Londres, 1911. pág. 113.
" Ciuffrída-Ruggen. Prof. V, en Mass, 1915, N> 32
** Capart, C. Lessons mm Egyptian Art. paga. 300 y sags.
- Pbrf.no. apud Eusebia. Praep Evang. V, 7.

212
*> Cf. "IUo del Lucífugo'. VerilúbU CUvinde du Boi Saloman
** Clubs*. F. J.. U Papyrus Magique ItaerU. Paris. I860.
M Musco Brrtaiueo. Pa poo N* 10.474. frrsum.bierner*e aqui 11. U." ngnt-
'•que "muy desafortunado".
w
Chalas. F. J.. U Coumdrier, pig. 24 y sigi. donde este dU figura corno
~L". como en «! Papyrus Sail let, IV.
"'■ En lot palles arnbcs y scmil.ii de Mrdiu Orienle se cree que el agua
destruye a la magia, especialmente si se trata de agua fluyente.
M
Akbar Jan, Tasawwuf-l-Azim, manmerilo itetta, siglo xvti.
aT
Do estas minas le dice que son las verdaderas Minas del Key Salomón,
construidas por los <f/inn (genios) y cuyos pudeies mágicos aún persisten allí. Yo
examiné algunos de estos trabajos, y record* Us palabras del Corán: "Y a Salomón
Le enseñamos el empleo de los vientos... y sonicf irnos a ¿1 algunos de los mal g-
nos. quienes se sumergieron por tí e btcieron otras cosas ademas." (Caté*. Laa
Hormigas, sal. 81-83).
Un inleiesanle trabajo pionero sobre rale teaaa es el que realiso H Pet-
u/ i " , ' , .-i. una obra poco cooooda que trata sobre los rituales áfrica not en Cet-
deña (/ai Rct.gtone Primitiva in Sardegno, 1012),
** Esta palabra se emplea, incorrectamente por supuesto, para designar a
los prestidigitad mes errantes de la India. Otra vulgarización similar es la de la
jialahra "mago", que se emplea generalmente para designar a prest id igitadoreí o
tltisionlitns.
M
Místicos y hacedores de milagros de este tipo eran conocidos en Arabía
incluso antes de Mahorru. 1.a mayoría de los Sufis sostiene que el culto proviene
del mismo Ad>n y que es realmente la Única "tradición secreta" verdadera del ocul-
tismo mayor.
* Akbar Jan. op , .t
" Shedch Shahabuddin Suharawardi. Atoar!/ dUemtf y Chayath el Lugkat
« Ver Cap. 8. s. v. S.hr.
" Farid-ud-Dui Atlar. Tmdklilrmt el-AM Uym
« Estos son algunos "dhikr- típicos: La flauta toa ta Qúxowata lUa-Bdláhm
(No hay Poder ni Justicia rrt.ii .pie en Alá); "Afflgh/Iru'Un" (En Al* busco mi
lleftigio); "AllalfthAklmr" (Alá es más Cmndo ipiu Todo lo demás).
00
La VUla de Ihn Sina [ Avlcena ) os una «le las principales obras má-
gicas de ese |>erlodu que aún se conservan.
" En I» Argentina me encontró con un ejemplo iutcrrsanle del alcance de la
difusión de las fórmulas mágicas o dliikr árabes. En Buenos Aires vi un pequeño
relicario sobre rl cual había grabadas bs siguientes paUbras:
OJALA
OJAL
OJA
OJ
O
Esta es una versión clara de un "abracadabra'*, ya que me fue deacrkpto
como un amuleto que usan las jóvenes que desean conseguir un esposo, Cuando
los árabe! estuvieron en España, como lodos saltemos, la palabra ojalá (del árabe
inshalláh, "quo Alá all lo quiera") pasó al idioma español. Aún se ln emplea
mucho; por ejemplo. "Ojalá que suceda tal y tal cusa". Sin embargo, en España
no la he oído empleada como hechizo o confino l > mayoría de los españoles
y btinoa roer «canos ignoran el orinen filológico de La palabra "oíala"
«■ Anónimo: Tálusn tos7 OttapsM ("Los Talismanes y el Poder"), manus-
crito sin fecha que se encuentra en la Biblioteca Turca de Nicosia.

I VI
■• Por supuesto, generalmente M comidera a la svástica como un timbólo
rolar.
*• Corán, Sura. 113.
" Ver Shah, Occultüm. Raler. 1050, s.v. Arabian Magic, uno de esos proce-
sos en detalle.
•» Kenyon, Sir F. C. Palaeography of Greek Papyrus, Londres, 1889. pig. 123.
" Zimmcm, H., The Surpu Scries. Alte Orient, 1905-1906.
T4 Atharva-Veda: Sacre 1 Books of the East Series, editado por Miiller y
traducido por Bloomfíeld, Londres, 1892, Vol. XVII.
" Slinh. Golden East, Londres, 1931, págs. 185 y sigí.
Atharva-Veda, op. cit.. XIX, 25.
n
Rhine, Prof. j. B., Reach of the Mind, Londres, 1951 [trad, cap.: El alcance
de la menfe].
Louis de Word, Stars of War and Peace, Rider, 1952, pig. 232.
E. C. Bennet, S. K . Astrology, vidornia, 1045. Cap. 14. pigs. 127 y sigs.
•o y «i Bulfinch, Age of Chivalry, Parte I, Cap. III. pig. 50; Alfonso de
Spina, Fortolitum Fldei. 1458, pigs. 281 y sigs.; y Padre P. Sinlstrari, Demonality.
pa/Ágrafos 29 y sigs.
« Social Life of the Chinese. II. 308.
Shen, Sien Ch'iuen, Cap. 0.
•« Doolittle. Rev. J., China Mail, 1860, y Yulo, Marco Polo, I, págs. 290
y siguientes.
** Ll Siim: Chi i Ki: "Cosai extrañas compiladas y escritas", Dinastía Tang.
•* Khu i Shwoh. Discourses upon the Dissipation of Doubt.
Mung Khi Fih Tian, Cap. 21, II, pigs. 5 y sigs., citado por De Cmot,
J. J. M , Religious System of China, Leydcn. 1892,
« Eitel, Notes and Queries on China and Japan, II, 20. Citado por De
Croot. J. J. M.. Religious System of China, Leyden, 1892.
"> Bushell, S. W., en Tram. R. Asiatic Soc.. 1880, 441.
■* Book of Overthrowing Apep, 24:19. Book of the Dead, LXIV; Naville,
Destruction des Hommes, Tronr. Soc. Btbi. Arch.. Iv. 16: 70.
•I Manuscrito inedia de la Sra. M. M. Abdullah, por cortesía de li autora.
°» Dc Becker, J. E„ Nlglitlett Cif», 1905, pig. 41.
« Ihíd.. pág. 145.
o* Do Visser, M. W„ en Tronr. Asiatic Soc. of Japan, Vol, XXXVII, pig. 18.
« Aston, W. C, en Folklore, Vol. XXIII, pág. 191.

214
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Orn.r.il Piran 428. Tapiales. Prov. <le II». A»
el illa 20 .le Noviembre de 11(70
rn una tirada de 3000 rlcmplaro

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