Principios Del Entrenamiento

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PRINCIPIOS DEL ENTRENAMIENTO

Mg. Luis Erdociaín

En el proceso de entrenamiento interactúan diversas leyes. Las mismas son


biológicas, pedagógicas, lógicas, etc., y son directa consecuencia de los progresos
que día a día aparecen en los conocimientos que tenemos de la fisiología del
ejercicio, la metodología del entrenamiento y las diferentes ciencias que estudian
este fenómeno. De dichas leyes se han derivado principios - normas,
fundamentos, máximas,- de una validez significativa que se deben tener en cuenta
para la estructuración del proceso de entrenamiento. Es fundamental el rol que
tienen el entrenador y el preparador físico en su aplicación. Las capacidades
físicas y las habilidades motrices se adquieren plenamente si el planteamiento
metodológico se adapta al deportista con una adecuada COMUNICACIÓN,
INSTRUCCIÓN, IMPLEMENTACION Y RESPETO de las leyes biológicas y de la
personalidad del hombre. Existe una saludable corriente para hallar las pautas que
permitan la aplicación de la MEJOR METODOLOGÍA al MEJOR RENDIMIENTO
DIDÁCTICO. Demasiadas veces hemos escuchado hablar de la necesidad de
crear un clima de trabajo, de la aplicación de cargas óptimas para cada individuo,
de los problemas de comunicación o de la falta de planificaciones científicas.

Creemos absolutamente que la solución a la mayoría de los problemas que


se plantean en el campo del entrenamiento deportivo se encuentra en el
respeto al espíritu y las normas que emanan de los PRINCIPIOS DEL
ENTRENAMIENTO.

A los efectos de facilitar su comprensión los dividimos en: Principios Pedagógicos


y Principios del Entrenamiento

4.1.- PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS

Son aquellos referidos a la aplicación efectiva, consciente y compleja de las leyes


del proceso formativo y educativo.
Estos no son conceptos teóricos. Son herramientas cotidianas y deben estar
impregnados de una gran practicidad y aplicabilidad. Asimismo, no deben ser
considerados en forma aislada (a pesar de las clasificaciones que se introducen
para su mejor comprensión), sino que se los debe concebir como una totalidad
indisoluble e interinfluenciada en sí misma. Los principios se refieren a todos los
aspectos del entrenamiento, determinan el contenido de métodos y medios, así
como la organización de aquél. Continuamente deben ser referencia para la
consecución de los objetivos propuestos y fundamentalmente, revisados uno a
uno cuando los niveles “meseten” o cuando estemos perdiendo el rumbo de
nuestra tarea, acosados por los denominados factores perturbadores.

Para esclarecer su comprensión hemos dividido a los principios del entrenamiento


en:

Motivación Conciencia

Salud PRINCIPIOS PEDAGOGICOS Progresividad

Individualización Sistematización Multilateralidad


4.1.1.- Principio de la motivación
Motivar significa estimular la acción.
Creemos que este principio es el primero que deben respetar el entrenador, el
preparador físico y, en definitiva, todo el grupo de trabajo.
Cuando más intensa es la necesidad, más intensa la motivación. Cuanto mayor es
la motivación, mayor el interés. Es así que la motivación y la indiferencia son, en
cierta manera, conceptos contrapuestos. El atacar el problema de la motivación,
es atacar el desinterés, la indiferencia del individuo.
En la medida en que percibimos o sentimos que aquello que hacemos no nos
permite alcanzar metas propias y satisfacer nuestras necesidades, dejamos de
dirigir nuestra energía hacia ello, nos desinteresa y bajamos nuestro nivel de
rendimiento.
Si un preparador físico desea lograr el mayor rendimiento de sus dirigidos, debe
saber cómo debe de estimularlos a un mayor esfuerzo.
A fin de lograrlo debe conocer sus propósitos, sus objetivos personales y que
piensan de su deporte. Debe conocer también sus aspiraciones y el alcance de
su ambición
Asimismo, tiene gran importancia para el preparador el saber tratar a sus dirigidos
según su especial modo de ser. Las personas somos diferentes.

Las sugerencias que siguen los ayudarán a infundir en los deportistas ese impulso
de más que les llevará hacia el logro del mayor rendimiento:

A- Fijarles objetivos claros, bien definidos, razonablemente elevados, pero


factibles. Estar bien seguros de que los comprenden y aceptan.
B- Al revisar los objetivos con sus dirigidos, estimúlenlos para que den ideas,
sugerencias y repasen con ellos los problemas que pueden encontrar. Al
involucrarlos, dejándolos participar en el aporte de ideas relacionadas con sus
objetivos, generalmente actuarán con más ahínco en el logro de los resultados
convenidos.
C- Dé a sus dirigidos la seguridad de que usted cuenta con ellos... y confía en
ellos.
D- Respalde y defienda a sus dirigidos cuando sea necesario, especialmente
en público.

4.1.2.- Principios de conciencia y actividad.


Pensamos que la conciencia que tengamos del proceso en el que estamos
involucrados es directamente proporcional a la actividad que desarrollaremos
en el mismo. Mientras más profundo y vasto sea ese conocimiento tanto más
amplia si el deportista comprende la esencia de los fenómenos y los procesos que
se desarrollan dentro de él y en su entorno.
Aplicar este principio significa estimular al deportista para que adquiera
conscientemente una cultura deportiva, que pueda elaborar en forma profunda a
que objetivos responde su actividad, que pueda, gradualmente, colaborar a
planificar la estructura de su entrenamiento, a actuar con su mayor independencia
en la competencia y en la toma de decisiones. La participación creadora del
deportista optimizará decididamente los niveles de rendimiento.
Todo ello no se debe presuponer que el individuo lo tiene claro. Por el contrario se
lo debe educar e influenciar en el difícil proceso de la dependencia a la
independencia; de la imposición externa a la propia e interna, de la inconsciencia a
la conciencia.

Algunas de las formas prácticas en que este principio es aplicable podrían ser las
siguientes:
- Elaborar los objetivos y la implementación de los mismos en forma
conjunta con el deportista.
- Darle participación, en forma progresiva, al deportista en la planificación
del entrenamiento.
- Concebir la evaluación del rendimiento pensando en la “toma de
conciencia” del deportista.
- En ese sentido realizar regularmente controles de rendimiento.
- Educar al deportista para que “piense” junto con el entrenador o
preparador físico.
- Educar en la metodología del desarrollo de las cualidades físicas, la
interpretación de las técnicas de movimiento, los principios biomecánicos,
etc. Plantear tareas “extraentrenamiento”.
- Evaluar con el deportista la evolución del rendimiento y sus causas, la
conducta en competencia, la disposición frente al entrenamiento, etc...
- Bregar por el permanente “esclarecimiento” de objetivos.
- Cuidar los niveles de comunicación con el entrenador y demás integrantes
del equipo.
- Definir, conjuntamente, los criterios a seguir frente al entrenamiento futuro.

4.1.3.- Principio de la individualización.-


En el entrenamiento deportivo es fundamental observar la correlación entre las
posibilidades del organismo o la psiquis del deportista y las exigencias que se le
formulan. Cuando la carga de los entrenamientos o la emergente de las
competencias no se corresponde con las posibilidades físicas, coordinativas y/o
psíquicas del deportista puede ser ineficiente y, muchas veces, perjudicial al
mismo. Los objetivos, los medios y las tareas de la preparación se deben
seleccionar considerando: a) La edad; b) El sexo; c) Las posibilidades
funcionales; d) El estado de preparación; e) El estado de salud; f) Las
peculiaridades del carácter. (Ozolin, 1983)

Solo el estudio y análisis de las particularidades del deportista nos permitirá


determinar los aspectos débiles o fuertes de su preparación; observar las
adaptaciones que se producen y efectuar las modificaciones pertinentes.
Es imprescindible tener en cuenta las condiciones de vida, trabajo, estudio,
descanso, los intereses y aspiraciones del deportista.

La base fundamental para realizar este principio es la confección de planes


individuales de entrenamiento (Ozolin 1983). A lo que me permitiría agregar: UN
RESPETO ABSOLUTO A LAS DINÁMICAS INDIVIDUALES DE CADA CASO.

Harre (1973) propone el respeto de las siguientes reglas que influyen


notablemente en la carga individual:
La Edad.- El niño y el joven poseen un organismo en continuo crecimiento. El
entrenamiento en esta franja etaria debe ser fundamentalmente variado, por
permitir adecuados niveles de intensidad sin que sufran un esfuerzo excesivo
músculos, articulaciones, etc.
La Edad de Entrenamiento.- La carga irá aumentando en la medida que avance
la antigüedad de entrenamiento. Los jóvenes talentos deportivos no deben ser
sometidos, aunque tengan iguales y a veces mejores rendimientos que los
deportistas con varios años ya de entrenamiento, a similares cargas.
La Capacidad Individual de Rendimiento.- Aún entre deportistas que alcanzan
idénticos rendimientos es disímil la capacidad de absorber cargas y los tiempos de
recuperación.
El Estado de Salud.- Un problema de salud, una lesión, un período de
rehabilitación o convalecencia incidirá decididamente en el plan de entrenamiento
y en la distribución porcentual de los porcentajes de la carga. Un error
fundamental es hacer participar a un deportista en mal estado de salud o en
proceso de rehabilitación en el entrenamiento con sus compañeros. El límite de
carga que, en este caso, soportan los órganos y sistemas funcionales debe ser
cuidadosamente evaluado entre el deportista, su entrenador y el médico.
Características Constitucionales.- La práctica nos demuestra constan-temente
que se pueden alcanzar iguales rendimientos con diferentes estructuras de carga.
El tipo de constitución individual, los ritmos de crecimiento y las características del
sistema nervioso deben ser tenidos en cuenta. El mejor modo de hacerlo es
comparando constantemente la carga con el nivel de rendimiento. La observación
del deportista y el mantenimiento de adecuados niveles de comunicación con el
mismo, sus compañeros y familiares nos ayudarán a detectar las características
individuales.
La Recuperación.- En la aplicación y distribución de las cargas es necesario
tomar en cuenta diferentes aspectos que perjudican los procesos de recuperación
entre sesiones de entrenamiento, como asimismo considerar la carga que significa
el stress emergente de diferentes situaciones personales. A saber: trabajo,
escuela, exámenes, familia, obligaciones sociales, trayectos, nutrición irregular,
horas de sueño, etc.
El Sexo.- A partir de la prepubertad se producen diferentes evoluciones en la
constitución física y la capacidad específica de rendimiento entre los sexos. La
estructuración anatómica, la composición corporal y orgánica, el ciclo menstrual
(con la consiguiente modificación hormonal) influye en la capacidad de
rendimiento y de carga de las mujeres. En general se advierte un aumento de
esas capacidades en las dos semanas postmenstruales. Después de haber dado
a luz se recomienda esperar 5 meses para retomar los entrenamientos en forma
liviana y 10 a 12 meses para el entrenamiento con objetivos de rendimiento.

4.1.4.- Principio de Sistematización


Es inconcebible desde el punto de vista lógico que el tiempo y el esfuerzo que
requieren el entrenamiento para el rendimiento se realicen fuera de un proceso
sistemático. Sistema presupone un orden o una organización; por ello:
a) Un correcto diagnóstico.
b) Adecuada fijación de objetivos.
c) Correlativa programación.
d) Ajustada realización.
e) Evaluación del proceso y control de resultados.
f) Continuo ajuste programático.

Estos son los parámetros fundamentales a tener en cuenta, advirtiendo que el


principio de la sistematización en sí mismo invariable. Sin embargo es la
organización sistemática de la metodología de una determinada disciplina
deportiva la que debe estar sujeta a cambios continuamente y permanentemente
actualizada con relación a los factores que posibiliten el desarrollo del rendimiento
deportivo. Son reglas para la estructuración práctica de este principio:
- Una adecuada planificación y periodización del deporte.
- Prestarle atención al orden de los ejercicios. Antes de que un deportista ejecute
un ejercicio de difícil coordinación se deben implementar previamente
ejercitaciones que creen condiciones físicas y técnicas adecuadas.
- Establecer una base sistemática para los resultados deportivos. El obtener un
resultado máximo individual antes de una edad o un tiempo lógico para ello con
motivo, por ejemplo, de una temprana especialización, puede ser un obstáculo
para un posterior éxito deportivo.
- En todo momento conocer el desarrollo del estado de rendimiento del deportista.
- Definir un aspecto fundamental en cada unidad de entrenamiento.
- Planificar y estructurar el entrenamiento de una forma clara y comprensibles.

4.1.5.- Principio de la Multilateralidad a la Especialización


Es comúnmente aceptado que un desarrollo multilateral es lo deseable para el
niño que comienza su entrenamiento deportivo, base indiscutida para su posterior
especialización. Sin embargo, muchas veces hemos observado un
desarrollo extremadamente rápido de jóvenes talentos. Es en tales casos donde
debemos evitar la tentación de programar un entrenamiento que estructure una
especialización temprana. También muchas veces hemos visto la obsesión por
obtener resultados antes de tiempo, sometiendo a los jóvenes a cargas demasiado
altas y específicas adelantándose a sus posibilidades de adaptación. Un
entrenamiento forzado puede provocar rápidos éxitos deportivos, pero el descenso
no se hará esperar motivado por el agotamiento del sistema nervioso central y
otras disfunciones orgánicas. La base del entrenamiento la constituye el
entrenamiento multilateral. El mismo supone la interdependencia entre todos los
sistemas del hombre y entre los procesos fisiológicos, coordinativos y
psicológicos.

La relación entre el entrenamiento multilateral y el especializado tiene que ser


cuidadosamente planificado, considerando el hecho de que en el deporte
contemporáneo existe una tendencia a bajar la edad promedio en que el
rendimiento máximo debe lograrse. Debemos reflexionar que obedece más a la
pasión de algunas personas allegadas al deportista o a importantes intereses
económicos.
A continuación se ofrece una tabla comparativa en tal sentido que es meramente
orientativa dado que es la edad biológica y no cronológica la que nos indica la
potencialidad de desarrollo, sumada al tiempo de práctica en dicho deporte.

Edad de comienzo, especialización y máximo rendimiento en algunos


deportes.

DEPORTES COMIENZO ESPECIALIZAC. MAX. RENDIMIENTO

Atletismo (Veloc.) 10-12 13-14 18-23


Basquet 7-8 10-12 19-25
Futbol 7-8 13-14 18-24
Gimnasia (F) 6-7 10-11 14-18
Natación 5-7 10-12 16-20
Pesas 11-13 15-16 21-28
Tenis 6-8 12-14 20-2

4.1.6. Principio de la Progresividad.-


Este es un principio que además de su normativa específica, nos puede servir de
ejemplo de que los principios, pedagógicos y de la carga, se enlazan, se
complementan o se fusionan. Demostrando, quizás, que dicha calificación tiene
fundamentalmente fines didácticos. Desde el punto de vista pedagógico el
principio de la progresividad nos recomienda:
Ir de lo simple a lo complejo
De lo fácil a lo difícil
De lo conocido a lo desconocido
En cambio, si lo observáramos al principio desde el punto de vista de la carga,
(Donde también se lo denomina aumento progresivo de la carga – Harre -; ó de la
gradualidad - Ozolin.) está referido a la elevación gradual de la carga en el
entrenamiento.
Sin duda, la falta de respeto a este principio ha provocado el abandono temprano
del deporte de muchos atletas que no pudieron soportar física o psicológicamente
el desmedido incremento de las cargas desmotando o causando lesiones
irreversibles en los deportistas.
Sin embargo el incremento en el rendimiento del deportista tiene una directa
relación con la elevación de la carga de entrenamiento. Asimismo el
estancamiento en la carga conlleva irremediablemente a la “meseta” del
rendimiento, e incluso a su disminución.
Por ello los estímulos del entrenamiento deben provocar un grado óptimo de
fatiga. Si eso se efectiviza el organismo responderá adaptándose.
Una elevación coherente de la carga presupone:
* Aumento en la frecuencia de los días y sesiones de entrenamiento.
* Aumento progresivo del volumen.
* Aumento progresivo de la intensidad.
* Aumento de la densidad (disminución de las pausas)
* Aumento de la complejidad o cambio en la estructura o técnica de
movimiento.
* Aumento de las exigencias de precisión, ambientales, de agonismo, de
presión, etc..

3.1.7.- Principio de Salud


Este principio el único autor que lo ha señalado es Jorge De Hegedus, en su libro
La Ciencia del Entrenamiento Deportivo. Y es evidente que no podría faltar en una
enumeración de los principios pedagógicos. Si lo que buscamos con el
entrenamiento es alcanzar objetivos formativos y de desarrollo no es posible que
por mala praxis, falta de planificación, o - lo que es peor -, por el suministro de
substancias inadecuadas, atentemos contra la salud del deportista. Y esta es una
responsabilidad de todo el equipo de trabajo (Médico, entrenador, preparador
físico, kinesiólogo, etc.).
Otro aspecto ha considerar en el deporte moderno, donde los atletas, cada vez
más, tienen una especialización y competición temprana. Ello ha provocado,
muchas veces abandono de los estudios, “trabajar” solo de deportistas, pasar
largas temporadas en los centros de alto rendimiento, etc.- afectando seriamente a
la salud social. Se debe velar por lo que el deportista hace en su tiempo libre,
procurando que no abandone sus estudios y que se prepare para una salida
laboral una vez que finalice su carrera deportiva.

4.2.- PRINCIPIOS DE LA CARGA


Son aquellos basados en las leyes del entrenamiento que regulan y optimizan las
diferentes fases de adaptación biológica a las cargas a que es sometido el
deportista.

Entrenamiento Incremento Ondulatorio


a largo plazo de la Carga de la Carga

Variabilidad PRINCIPIOS Repetición


DE LA CARGA

Continuidad Relación óptima Especialización


entre la Preparación
Gral y la Especial

4.2.1. Principio de Incremento de la Carga

Para lograr un efecto de entrenamiento, el estímulo debe superar un cierto umbral


de esfuerzo. Su base biológica es la Ley de Arnold-Schultz.
En el cuadro que sigue se ejemplifican los diferentes tipos de estímulos y sus
efectos. La condición necesaria para la creación del fenómeno de adaptación es la
superación de un umbral crítico de entrenamiento.

El estancamiento de la carga significa, irremediablemente, estancamiento en el


rendimiento deportivo. Esta afirmación vale tanto para principiantes o campeones.
Cuando se mantiene el nivel de cargas, estas paulatinamente, van perdiendo su
efecto adaptador y contribuyen muy poco al nivel de rendimiento.

Las acciones más importantes para efectivizar este principio son:


Aumento de la frecuencia de entrenamiento (hasta utilizarse varias
sesiones diarias)
Aumento del Volumen de la carga por unidad de entrenamiento.
Aumento de la intensidad
Aumento de la densidad (relación trabajo-pausa)
Aumento de la complejidad técnica
Aumento de la complejidad y de las exigencias volitivas

Viru divide las cargas de entrenamiento de la siguiente manera


a) Cargas excesivas, superan el límite de capacidad funcional
b) Cargas entrenables, provoca adaptaciones en la dirección de los objetivos
propuestos
c) Cargas de mantenimiento, insuficientes para provocar adaptaciones, pero aptas
para evitar la pérdida del nivel de entrenamiento.
d) Cargas de recuperación, insuficientes para evitar la pérdida de nivel, pero con
efecto positivo para favorecer la recuperación
e) Cargas inútiles, que no tienen ningún efecto

LEY DE ARNOLD-SCHULTZ
Perjudicial
MAXIMA TOLERANCIA

Estímulos
demasiado
fuertes por
Efecto encima del
óptimo umbral
Efecto de Estímulos
UMBRAL fuertes por
encima del
Sin efecto umbral
Estímulos
débiles
hasta
Estímulos umbral
inferiores
al umbral

4.2.2. Principio del Aumento Ondulatorio de la Carga

La tendencia de ese aumento gradual de las cargas se manifiesta de una manera


más natural con un diseño ondulatorio. Tanto las experiencias empíricas como las
comprobaciones científicas, testimonian que la oscilación en la aplicación de la
dinámica de carga es una característica fundamental del deporte moderno, tanto
en los ciclos pequeños (microciclos), intermedios (mesociclos), como en los más
prolongados (macro ó megaciclos).
Este principio se explica por el alto nivel de exigencia que se formula en el
entrenamiento contemporáneo. Donde las cargas altas deben ser precedidas de
cargas intermedias (preparatorias) o bajas (de descarga o recuperación) para
asegurar que alcance la deseada supercompensación. Esto es fundamental tanto
desde el punto de vista estrictamente fisiológico, como de la fatiga psíquica o
mental. Existen diferentes ondas, correspondientes a las fases o periodos
mencionados. Pequeñas (Microciclos); Medias (Mesociclos) y Grandes
(Caracterizan a la orientación de la carga en los diferentes períodos del
entrenamiento).

3
3 2
3 2 1 4
2 1 4
1 4

Sistema ondulatorio en un macrociclo de 12 meses

Incremento de la carga

Existen diferentes manera de instrumentar el incremento de la carga:


a) Incremento lineal, con aumentos pequeños. Se puede seguir utilizando
mientras se obtenga rendimiento.
b) Ondulatorio, la carga se va aumentando progresivamente y luego se incluye un
período de descarga, para favorecer la aparición de la supercompensación
c) De choque, caracterizado por cargas muy altas, que decrecen por la fatiga que
producen su intensidad regularmente.

Carga Carga Carga


Alta 3 Alta 3 Alta 1
Media 2 Media 2 Media 2
Baja 1 Baja 1 4 Baja 3

Incremento lineal Increm. ondulatorio Increm. de choque

4.2.3. Principio de la Variabilidad.-


El entrenamiento contemporáneo exige muchas horas de entrenamiento. La carga
del entrenamiento (el volumen, la intensidad, la repetición de los ejercicios o el
stress de competición), es cada vez mas alta. Las cargas repetidas, la abrumadora
cantidad de sesiones (durante muchos años), pueden provocan en el deportista
una sensación de monotonía y aburrimiento que redundará en una falta de
motivación para llevar a cabo las tareas de entrenamiento, y afectando al
rendimiento. Se suma a esta circunstancia, digamos psicológica, las carga sobre
determinados núcleos articulares o sectores del organismo aumentando la
posibilidad de lesiones por sobreuso.

Para contrarrestar estos efectos se recomienda:


- Poseer un amplio repertorio de ejercicios (utilizables para fines similares.
- Variar las dosificaciones de los ejercicios.
- Variar los métodos de entrenamiento
- Cambiar el escenario de entrenamiento o preparación física.
- Modificar la dinámica de la entrada en calor o vueltas a la calma.
- Incluir momentos jugados o de pequeña competencias.

4.2.5. Principio de Trabajo-Recuperación.

Los procesos de adaptación se producen ante estímulos importantes y crecientes.


Debe existir una relación óptima entre los ejercicios que se realizan y las
posibilidades fisiológicas del deportista para que el entrenamiento tenga funciones
anabólicas (de construcción) y no catabólicas (de destrucción).
Es por ello que los medios de restablecimiento o regenerativo que se implementen
simultáneamente con las cargas, o con posterioridad a la aplicación de las
mismas, deben ser debidamente planificados y cumplimentados si es que
pretendemos que se puedan volver a aplicar nuevas cargas.
Los estímulos superado un determinado umbral son seguidos de un estado de
fatiga. Entendiendo por esta a la disminución reversible de la capacidad del
deportista de realizar los ejercicios con el volumen, intensidad, estructura del
movimiento y/o precisión que los mismos exigen.
Ello se produce por:
- La musculatura no recibe el aporte energético que necesita (disminución de los
depósitos de glucosa o de ácidos grasos)
- Elevación de los niveles de acidez
- Desplazamiento del equilibrio irónico.
- Desequilibrio en el ritmo respiratorio.
- Cansancio del Sistema Nervioso Central ante actividades prolongadas que
exigen alto grado de precisión o concentración.
- Presión psicológica ante determinados rivales, escenarios deportivos,
condiciones meteorológicas, exigencias tácticas, reiteradas falta de éxito en
acciones de entrenamiento o competencia.

La recuperación se hace efectiva en cada caso, de diferentes manera, a saber:


- Alimentación, hidratación.
- Descanso o pausa (activa o pasiva)
- Descanso Mental (diferentes métodos de relajación)
- Otros Medios (masajes, baños, electroterapia, etc.)

Existe un claro heterocronismo del proceso de supercompensación en virtud del


sistema energético utilizado y de la intensidad de las cargas.
Los tiempos de recuperación se prolongan (hasta 5-7 días) cuando la carga incide
marcadamente en el equilibrio electrolítico hormonal, o cuando se afecta a la
proteína de las miticondrias.
Los tiempos pueden hasta duplicarse en principiantes y deportistas poco
entrenados

4.2.6. Principio de Repetición.-

Este principio se basa en la proposición fisiológica de la necesidad de acciones


repetidas para la formación de relaciones reflejo-condicionales, así como la
reorganización y perfeccionamiento de los órganos y sistemas. La repetición nos
garantiza la fijación de la habilidad motriz, la estabilidad de la misma y con ello el
rendimiento.

Sin repetición de los ejercicios no hay perfeccionamiento deportivo

Por supuesto que la repetición debe ser la óptima. Para ello se debe:

• Realizar la repetición de los ejercicios en forma correcta.


• Respetar la relación trabajo recuperación.
• El número de repeticiones es de dosificación individual.
• Los ejercicios más sencillos admiten un mayor número de repeticiones
e intervalos de descanso más breves, ... y viceversa.
• No deben ser prolongados los ejercicios que impliquen velocidad, fuerza,
precisión o una elevada intensidad.
• Solo aquellas acciones que se denominan técnicamente admiten su
ejecución en condiciones de agotamiento creciente.
Es fundamental para la adecuada dosificación de los ejercicios, de las cargas, de
los intervalos de descanso la utilización por parte del deportista del diario de
entrenamiento.
Sabemos que la adaptación del metabolismo es relativamente rápida (2-3
semanas); los cambios morfológicos exigen más tiempo (4-6 semanas como
mínimo); y las estructuras reguladoras del sistema nervioso central requieren un
tiempo más largo de adaptación (varios meses).
Este principio se debe articular en forma óptima con el de variabilidad.

4.2.7. Principio de la Continuidad


El entrenamiento deportivo requiere que se realice con continuidad, mediante un
sistema determinado. El aprendizaje y perfeccionamiento técnico-táctico, así como
el entrenamiento de las capacidades condicionales y la educación de las
capacidades coordinativas, son tareas básicas del entrenamiento deportivo, que se
logran únicamente cuando se cumple con el principio de la continuidad en los
estímulos.

El aprendizaje y perfeccionamiento técnico-táctico, está íntimamente ligado al


proceso de formación de nuevos estereotipos dinámicos motores y una de las
condiciones importantes para su formación, es la ejecución reiterada de las
acciones motrices.

Los nuevos gestos deportivos pueden formarse solamente en la base de los


adquiridos anteriormente, al igual que cada habilidad motriz requiere el dominio
previo de otras. Por eso es conveniente elaborar un orden determinado para la
formación de hábitos motores, que garantice el dominio consecutivo de las
diferentes destrezas.

Este principio nos exige concebir al entrenamiento como un proceso continuo. El


mismo no se debe interrumpir para evitar que las adaptaciones logradas
involucionen, y todo el tiempo y esfuerzo empeñado se dilapiden. Asimismo, si el
entrenamiento se suspende por lesiones, por conflicto en las relaciones, por la
cultura de determinadas disciplinas (Por ejemplo: el rugby y el hockey, en nuestro
país), debe ser considerado por entrenador y preparador físico y tomado en
cuenta en la programación y dosificación de las tareas.

En el entrenamiento moderno hasta los periodos de recuperación asumen forma


activa (por que es más eficiente), y se planifican cuidadosamente , dado que son
el presupuesto para la aplicación de nuevas cargas.

Sus características fundamentales son:


a)El proceso de entrenamiento transcurre a lo largo del año (y durante muchos
años consecutivos), con el objetivo de perfeccionarse en el deporte elegido.
b)La influencia de cada ciclo de entrenamiento se concreta sobre la “huella”
(referido a los cambios efectivos operados), del anterior.
c) Como ya lo hemos mencionado los intervalos de descanso asumen formas semi
activas y debe ser incluidos en la programación.

El deportista debe procurar conservar lo logrado, presupuesto fundamental


para el subsiguiente perfeccionamiento

4.2.8. Principio del Entrenamiento a largo plazo


El entrenamiento a largo plazo es el único que asegura un verdadero y real alto
rendimiento.
Se inicia la actividad deportiva entre los 8-9 y los 12 años (varia según el deporte
elegido) y se necesitan entre 8 y 15 años, a veces más, para acceder al deporte
de élite.
Fase de la iniciación deportiva

Edad: 8-9 a 12 años


Tiempo de dedicación 2 o 3 veces por semana con 1 ½ hora de duración
Es la fase de la Preparación de Base

Etapa previa a la especialización


Edad: 12 a 15 años
Tiempo de dedicación 3 veces por semana con 2 hora de duración
Características del entrenamiento
Desarrollo armónico
Desarrollo de la habilidad motora
Desarrollo de la técnica de base
Formación multilateral
Orientación

Etapa inicial de la especialización


Edad: 15 a 18 años
Tiempo de dedicación 5 veces por semana con 3 hora de duración (en algunas
disciplinas se inicia el entrenamiento en doble turno
Características del entrenamiento
Elevación de los niveles iniciales
Fijación de los hábitos motores
Mejora de la técnica

FASE DE LAS MAXIMAS POSIBILIDADES


Etapa de la Optimización
Edad: 19 a 21-23 años
Tiempo de dedicación Para el alto rendimiento 5-6 veces por semana con 4-6
hora de duración
Características del entrenamiento
Elección y dedicación definitiva de la disciplina
Optimización del entrenamiento en las preparaciones físicas, técnicas,
tácticas y psicológicas
Características de la etapa
Los resultados como juveniles y los avances en los niveles de rendimiento perfilan
al deportista a ingresar en lo que denomina Platonov: Período de las posibilidades
óptimas. Se inicia el dificil comienzo de la competición internacional

Etapa de las marcas máximas


Edad: 22-24 a 27-28 años
Tiempo de dedicación En el alto rendimiento absoluta dedicación al
entrenamiento y la competencia
En pretemporadas de preparación: 5-6 veces por
semana con 4-6 hora de entrenamiento diario,

Características del entrenamiento


Máxima intensidad y volumen específico
Máximo número de picos competitivos
Mayor número de competencias
Características de la etapa
Se entra de lleno en lo que Platonov denomina periodo de posibilidades óptimas y
se inicia la búsqueda de los máximos resultados
FASE DE LA LONGEVIDAD DEPORTIVA
Etapa de mantenimiento

Edad: 27-28 años en adelante


Tiempo de dedicación En pretemporada: 6 veces (doble sesión) por semana
con 3-5 hora de duración
Características del entrenamiento
Mantener el nivel aptitudinal general
Disminución del volumen general
Reestructuración de los medios y métodos de entrenamiento
Preservar los altos valores adquiridos
Características de la etapa.-
En esta etapa es fundamental evitar desarreglos en la vida privada (el jugador
lleva muchos años de entrenamiento, y aparece una tendencia – en virtud del
menor compromiso competitivo- de abandonar hábitos de vida higiénica, como son
alimentación, sueño nocturno, control de peso, etc.)

4.2.9. Principio de la Periodización


La carga en el entrenamiento fluctúa. La búsqueda del deseado estado de forma
deportiva tiene fases diferentes donde, en la faz de desarrollo, se incrementa la
carga; en la de competición la misma se estabiliza u oscila levemente, y en la de
recuperación disminuye.
Las características que asumen los procesos de adaptación con sus fase de
aumento, estabilización y disminución, requieren que el entrenamiento adopte una
determinada estructura. Esta se dividirá en ciclos de entrenamiento grandes como
los periodos o fases de desarrollo (período preparatorio), estabilizadores (período
competitivo) y reductores (período de transición); ciclos de entrenamiento medios
(mesociclos) y ciclos pequeños (microciclos).
El Principio de la Periodicidad es el encargado de instrumentar este fenómeno.
Los diferentes ciclos que lo operativizan hacen que este principio también se
denomine de la ciclicidad. Los ciclos se suceden con continuidad, en una serie de
fases preelaboradas, y que en el plano concreto se hace realidad en las sesiones
de entrenamiento.

Cada ciclo inmediato es la repetición parcial del anterior y simultáneamente


manifiesta la tendencia del desarrollo del proceso de entrenamiento, o sea se
diferencia del anterior, por la modificación de medios, contenidos, métodos, etc. (
L.Matveev).

Resolver esta aparente dicotomía es la tarea del entrenador. La relación óptima


entre los principios de la multilateralidad, individualización y especialización; entre
la los de variabilidad y repetición; entre la carga y la recuperación se concretan se
operativizan en este principio

4.2.11. Principio de la relación óptima entre la Preparación


General y la Especial.
Los avances científicos (en fisiología, psicología o pedagogía) nos han
demostrado la correlatividad y vinculación existente entre la especialización
deportiva y el desarrollo multifacético general del deportista. El éxito en la
especialización coincide regularmente con el perfeccionamiento amplio de las
posibilidades del deportista, y no sólo en la práctica exclusiva de la modalidad o
disciplina elegida. Sin embargo estas interacciones pueden ser tanto positivas
como negativas. (Cuando el desarrollo de una de las capacidades acelera el
desarrollo de las demás... o las perjudica).

Al llevar a la práctica este principio es indispensable tener en cuenta:

a) La inseparabilidad de la preparación general y la espacial, como partes


igualmente necesarias en el entrenamiento deportivo. Ninguna de ambas se
puede excluir en el diseño del mismo, aunque los porcentajes variarán con
relación a los objetivos de cada etapa.
b) La reciprocidad entre los contenidos de ambas preparaciones. La preparación
general, digamos, “se especializa” a medida que avanza la preparación especial
del deportista.
c) La necesidad muchas veces de admitir el enfrentamiento o el conflicto entre
ambos tipos de preparaciones, y que el entrenador deberá jerarquizar para
solucionar las necesidades coyunturales o respetar los objetivos prospectivos.
A lo largo de la carrera deportiva diferente será la distribución de ambas
preparaciones. En general se admite lo expresado en el cuadro siguiente:

Alto Rendimiento

PREPARACIÓN

ESPECIFICA
Perfeccionamiento

PREPARACIÓN

GENERAL
Entrenamiento
de base

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 %

Relación aproximada entre la preparación general y especial en las


diferentes edades.

Edades General Especial

11-13 70-80 % 20-30 %


14-16 60-55 % 45-40 %
16-18 45-40 % 55-60 %
18-20 35-40 % 50-65 %
20 30-15 % 70-

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