Colmenares-Abner - 2000 - Villanueva - Un Arquitecto Moderno-Un Venezolano Integral
Colmenares-Abner - 2000 - Villanueva - Un Arquitecto Moderno-Un Venezolano Integral
Colmenares-Abner - 2000 - Villanueva - Un Arquitecto Moderno-Un Venezolano Integral
“(…) siento entre nosotros, silenciosa y altiva, la presencia en este recinto de la diosa Arquitectura que
acaba de entrar por la puerta grande; nacida para servir al hombre y no para que el hombre se sirva de
ella, debe ser instrumento de perfección humana como elemento eminentemente catártico.”. Carlos
Raúl Villanueva
La obra del arquitecto Villanueva describe un periplo de experimentación que se inicia con el
predominio del lenguaje arquitectónico de la tradición académica y ecléctica de la Escuela de
Bellas Artes francesa, y culmina con el manejo pleno del vocabulario esencialista del
“minimalismo moderno”. Su obra constituye un ejemplo paradigmático en el desarrollo y
consolidación de la arquitectura moderna, no solo en el contexto venezolano, sino también en
el contexto latinoamericano. Villanueva tuvo la capacidad de comprender el “espíritu
eurocéntrico de su tiempo”; conciliándolo con las realidades culturales y climáticas locales de
un país tropical subdesarrollado, para generar una arquitectura que, tal como se materializó en
la Ciudad Universitaria de Caracas (CUC), es una obra maestra del urbanismo, el arte y la
arquitectura moderna.
Uno de los rasgos menos estudiados en la obra de Villanueva ha sido su trayectoria docente, en
la cual se constata de manera diáfana su dimensión social. No solo fundó en 1944 los primeros
estudios de arquitectura en el país (junto a un reducido grupo de profesores, casi todos
educados en Europa), sino también diseñó en 1957, la sede de la Facultad de Arquitectura y
Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela. La práctica docente de Villanueva fue una
actividad fundamentada en sólidos principios sociales, humanísticos y técnicos. Él transmitió
con mucho cariño y entusiasmo a sus discípulos nociones básicas para entender la arquitectura
como arte social por excelencia; como acto racional; como arte del espacio; como síntesis de
las artes; como respuesta climática y como un proceso continuo de experimentación y
aprendizaje. El mejor homenaje que podemos rendirle al maestro Villanueva, con motivo del
centenario de su nacimiento, será volver a revisar estos principios y retomarlos como referentes
permanentes para la formación de los nuevos arquitectos que requiere el país.
La figura de Villanueva nos remite a las grandes reservas morales del país, su visión de futuro
y su incansable vocación de servicio público nos revelan a uno de los más grandes intelectuales
que ha producido esta “tierra de gracia”, su legado contiene valores excepcionales que lo
ubican como uno de las mejores de Latinoamérica junto a figuras de la talla del brasilero Oscar
Niemeyer y del mexicano Luis Barragán.
Abner J. Colmenares
Decano FAU-UCV 1996-2002
Carlos Raúl Villanueva, 1970, fotografía de Paolo Gasparini, Tomada de Revista PUNTO 49, junio 1972
Fotografía aérea de la CUC, vista desde el oeste, foto de Paolo Gasparini, 1953