Colmenares-Abner - 2000 - Villanueva - Un Arquitecto Moderno-Un Venezolano Integral

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

Carlos Raúl Villanueva: Un arquitecto moderno, un venezolano integral

“(…) siento entre nosotros, silenciosa y altiva, la presencia en este recinto de la diosa Arquitectura que
acaba de entrar por la puerta grande; nacida para servir al hombre y no para que el hombre se sirva de
ella, debe ser instrumento de perfección humana como elemento eminentemente catártico.”. Carlos
Raúl Villanueva

En 1929, Villanueva inició su carrera como arquitecto en Venezuela trabajando para el


Ministerio de Obras Públicas en Maracay. Apenas tenía un año de haber llegado por primera
vez al país. Había nacido en Londres y realizado todos sus estudios formales en Europa, desde
la primaria hasta la universidad. Obtiene el diploma de arquitecto en la Escuela Superior de
Bellas Artes de París en 1928. Era un extranjero en la tierra de sus ancestros, ávido por
descubrir sus raíces familiares y culturales. Así comienza la luminosa trayectoria del gran
arquitecto venezolano, quien habiendo sido educado en Francia, supo descubrir el espíritu
esencial de nuestro territorio y cultura; pudo introducir progresivamente al país rural de
principios del siglo XIX las ideas de la cultura urbana moderna eurocéntrica; y, proyectó el
conjunto de obras de arquitectura más notables de la modernidad venezolana.

La obra del arquitecto Villanueva describe un periplo de experimentación que se inicia con el
predominio del lenguaje arquitectónico de la tradición académica y ecléctica de la Escuela de
Bellas Artes francesa, y culmina con el manejo pleno del vocabulario esencialista del
“minimalismo moderno”. Su obra constituye un ejemplo paradigmático en el desarrollo y
consolidación de la arquitectura moderna, no solo en el contexto venezolano, sino también en
el contexto latinoamericano. Villanueva tuvo la capacidad de comprender el “espíritu
eurocéntrico de su tiempo”; conciliándolo con las realidades culturales y climáticas locales de
un país tropical subdesarrollado, para generar una arquitectura que, tal como se materializó en
la Ciudad Universitaria de Caracas (CUC), es una obra maestra del urbanismo, el arte y la
arquitectura moderna.

La arquitectura de Villanueva es plenamente moderna: se caracteriza sucintamente por la


experimentación como método de trabajo; la sensibilidad hacia los asuntos sociales; la
búsqueda de las leyes propias de los materiales y de las técnicas constructivas locales; la
indagación en las variables climáticas para acondicionar el espacio interior; la exploración de
la estética del espacio interior; la transformación continua de su lenguaje formal y la
conciliación entre las condiciones dominantes de la civilización moderna con las circunstancias
sociales de un país subdesarrollado y periférico.

La CUC es un documento material que testimonia la evolución de las ideas arquitectónicas de


Villanueva. El primer proyecto del conjunto, elaborado en 1944, refleja las ideas académicas al
tener una composición axial, simétrica y equilibrada; sin embargo, los primeros edificios
construidos en esta zona médica evidencian un primer distanciamiento del eclecticismo, al
aplicar criterios funcionales y una estética racionalistas. Posteriormente y a lo largo de 28 años
de incesante labor, el proyecto de la Ciudad Universitaria registra cambios notables, que dan
lugar a un esquema moderno, libre, sin monumentalismos, agrupando en zonas por densidades
y funciones los diferentes componentes de la universidad, en el cual las edificaciones se
adecuan a sus programas, con una gran libertad expresiva y logrando en el Aula Magna y la
Plaza Cubierta uno de los más excelsos ejemplos en el mundo de la “síntesis de las artes”.

Uno de los rasgos menos estudiados en la obra de Villanueva ha sido su trayectoria docente, en
la cual se constata de manera diáfana su dimensión social. No solo fundó en 1944 los primeros
estudios de arquitectura en el país (junto a un reducido grupo de profesores, casi todos
educados en Europa), sino también diseñó en 1957, la sede de la Facultad de Arquitectura y
Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela. La práctica docente de Villanueva fue una
actividad fundamentada en sólidos principios sociales, humanísticos y técnicos. Él transmitió
con mucho cariño y entusiasmo a sus discípulos nociones básicas para entender la arquitectura
como arte social por excelencia; como acto racional; como arte del espacio; como síntesis de
las artes; como respuesta climática y como un proceso continuo de experimentación y
aprendizaje. El mejor homenaje que podemos rendirle al maestro Villanueva, con motivo del
centenario de su nacimiento, será volver a revisar estos principios y retomarlos como referentes
permanentes para la formación de los nuevos arquitectos que requiere el país.

La figura de Villanueva nos remite a las grandes reservas morales del país, su visión de futuro
y su incansable vocación de servicio público nos revelan a uno de los más grandes intelectuales
que ha producido esta “tierra de gracia”, su legado contiene valores excepcionales que lo
ubican como uno de las mejores de Latinoamérica junto a figuras de la talla del brasilero Oscar
Niemeyer y del mexicano Luis Barragán.

Abner J. Colmenares
Decano FAU-UCV 1996-2002

Publicado en Nuevo Mundo Israelita, periódico publicado en Caracas, 29 de mayo a 5 de junio de


2000.

Una versión digital fue publicada en el portal de la Fundación Villanueva


http://www.fundacionvillanueva.org/base/ventana.php?origen=Array%5Borigen%5D&ubicacion=C%ADIV%AD4&palabra_clave=&q=&url
=CIV451.htm Visitado el 06-03-2020

Publicado en Blog Arqueo Arquitectural, versión revisada el 16-03-2020.


http://arqueoarquitectural.blogspot.com/2020/03/villanueva-un-arquitecto-moderno-un.html
El joven CRV, en las oficinas del MOP, Maracay, posiblemente entre 1929-1931, fotografía del Archivo histórico del MOP.
Tomada del sitio http://www.centenariovillanueva.web.ve/

Carlos Raúl Villanueva, 1970, fotografía de Paolo Gasparini, Tomada de Revista PUNTO 49, junio 1972
Fotografía aérea de la CUC, vista desde el oeste, foto de Paolo Gasparini, 1953

También podría gustarte