Conocer A Dios en El Desierto
Conocer A Dios en El Desierto
Conocer A Dios en El Desierto
1. Introducción.
El Salmo fue escrito en uno de los peores momentos de David. Absalón, su hijo se había sublevado
y puesto a su favor gran parte del pueblo y políticos, él tuvo que huir al desierto. David conocería
como nunca antes la traición. Su hijo le daría vuelta la espalda y la gente se iría con el que
usurparía el trono.
En los desiertos nos conocemos más nosotros, conocemos a las personas que nos rodean.
Estaremos ahí solos teniendo que enfrentarlo. Dos caminos nos resentimos y viviremos por el
resto de la vida despotricando, quejándonos hablando mal o “Conocemos a Dios”. Satanás tratara
de hundir tu bote. Querrá sacar provecho de los desiertos que te toquen pasar.
¿Qué es un desierto? Perdida trabajo, injusticia vivida, una enfermedad, estar lejos de tu familia.
A. En medio de la adversidad él declara su fe: “Dios, Dios mío eres tú” (vs.1)
“Mi Dios”, lo hace personal. El desierto hará que sea tu propia experiencia. Una cosa es conocerlo
por lo que leí, o me contaron, otra cosa es que me pase a mí. Y descubra que es mi Dios
No se queja. Tiene una fe viva y activa: Hablamos con un Dios que existe.
Palabras como:
Tenaz: Que se pega o se prende a una cosa y es dificultoso de separar. Firme, porfiado en un
propósito. Se me vino la imagen del chicle.
“Te anhelo en tierra seca y árida”. Cualquiera en esas circunstancias se daría por vencido, en el
desierto no hay agua. Pero yo voy a encontrar tus aguas (Juan 7:37).
Búsqueda: no circunstancial, sino como buscas el aire luego de haber estado bajo el agua por
varios minutos.
David enseña que la alabanza no es la consecuencia del favor de Dios, sino de una relación con
Dios.
Este pasaje indica el deleite de bendecir a Dios porque sólo él sacia el alma.
El hombre es un ser incompleto. El diablo lo sabe y por eso nos abre un gran abanico de
oportunidades. El hombre es un ser tripartito, y lo espiritual es saciado con lo espiritual.
David está convencido que Dios tiene lo mejor. El desierto solo se ocupar de recordarnos nuestras
limitaciones. Hacernos creer que nunca saldremos. “No salgo más” así piensa la mente de la
persona en problemas. Pero así como Dios nos sació, lo seguirá haciendo (vs.7).
5. Su Victoria en Dios (vs.9-11).
Pero no permitió que la amargura contaminara su alma. Qué fácil es amargarse ante las traiciones:
la separación matrimonial, la traición de socios de negocios, amigos, etc.
Sos un inútil, fracasado, no vas a salir adelante, no serás prosperado, te vas a morir, nadie te ama.
Estas son mentiras del diablo sobre nuestras vidas, pero Dios cerrará su boca. Él nos dará la
victoria.