Monografia La Niñez Hoy
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Monografia La Niñez Hoy
El Niño de Antes
Antiguamente no se conocía la infancia, por esta razón no se trata de representarla. En la
sociedad, los infantes no existían, ni se les otorgaba ningún papel; hasta finales del siglo XIII
no aparecen niños caracterizados por una expresión particular, sino como hombres de tamaños
reducidos, ya que cumplían las mismas funciones que el adulto, como por ejemplo salir a
trabajar para tener su propio sustento; en este periodo el niño ha sido desvalorizado,
marginado y reprimido.
"La causa de los niños está mal definida, "porque se toma al niño como un objeto de estudio y
no como un sujeto en todo el sentido de la palabra".
La niñez como la etapa de desarrollo de la personalidad es una invención reciente, que nace
como producto de los cambios en el modelo de producción, organización y división del trabajo,
de los nuevos valores y creencias.
Durante la Edad Media la niñez abarca un periodo muy breve, desde el nacimiento y poco
tiempo después, según los casos, el niño se incorpora al mundo del adulto. Podemos decir, que
no existe la idea de desarrollo del niño y una concepción clara acerca de la educación para ser
incorporados a este mundo. En este sentido, la alfabetización de los niños, solo estaba
reservada para sectores privilegiados.
Mientras que en los sectores vulnerables, los niños eran desprotegidos y sobre ellos recaían los
castigos corporales, el abandono institucionalizado.
En la Edad Moderna aparecen los primeros escenarios de la infancia, hospitales, orfanatos,
escuelas; y dentro del ambiente familiar se manifiesta un sentimiento hacia el niño y se los
considera como a una criatura a la que hay que civilizar y educar. Por esta razón, los hijos de las
clases populares son enviados a instituciones donde se les enseña la doctrina cristiana y
aprenden oficios. Los niños sin familias son albergados en casas de expósitos, hospicios, asilos.
En la Edad Contemporánea el niño deja de ser un adulto en miniatura y obtiene un status
propio como grupo social. Podemos destacar también, que en este periodo se aleja la infancia
del mundo del trabajo y se expresa cierto afecto hacia los niños y con más exigencias y
ambiciones con respecto a su futuro, donde se acuerdan actitudes de tolerancia e indulgencia
con otras de severidad e intransigencia.
Los espacios de la niñez, comienzan a tomar cierta distinción y especialización, donde se
plantean los principios y mecanismos de la educación actual y socialización de la infancia; el
niño es un alumno escolar, es hijo que convive en una familia nuclear y es un niño que juega
con su grupo, y comparte juegos y juguetes específicos para la edad del desarrollo. Aunque,
podríamos decir que, los niños de antes jugaban más y con menos objetos, como por ejemplo:
una latita podría ser un carro, las muñecas no necesitaban hablar, no habían mundos virtuales;
se vestían como sus padres querían, no sabían de marcas y temían al reto y a la penitencia.
El niño de Hoy
Las transformaciones más generales de las relaciones entre adultos y niños, la importancia de
la socialización que proponen los medios, no solo en sus contenidos sino en las formas en que
construyen espectadores, usuarios o jugadores, y en los discursos mediáticos que ven una
infancia en peligro o una infancia peligrosa, subrayando la violencia como forma
de constitución de identidades.
Los niños se parecen al tiempo, esto evidencia que las características que cada niño tiene es
propia a la época en la que vive, esto lleva a confrontarlos con determinados problemas, con
instituciones particulares, con tecnologías y modos de entender la cultura que los moldearon y
ayudaron a devenir adultos.
Los niños de Hoy son muy diferentes a los de Antes en varios aspectos; tienen
otra conciencia de sí mismos, ya no se perciben como entidades inexpertas y dependientes de
los adultos, sino que se asumen como individuos independientes y capaces en muchas
situaciones de arreglársela solos.
"Equiparar el niño con el adulto tiende a descartar la fragilidad infantil y a dejar de lado la
cuestión de la responsabilidad de los mayores". Los niños asumen rápidamente este
nuevo posicionamiento y se comportan como "Grandes", esto despierta las quejas de los
padres, quienes los consideran como desafiantes, casi incontrolables, incapaces de respetar
nada ni a nadie, en definitiva son tan distintos a los de antes.
El trasfondo de la niñez moderna presenta un dibujo de " Niño Grande" que parece
autoabastecerse sin depender de otros; esto ocurre porque los niños ya no se perciben a sí
mismos como seres pequeños que necesitan del permiso del adulto y dependen absolutamente
de ellos para actuar, si bien es cierto que no todos los niños reaccionan del mismo modo ante la
nueva realidad y algunos pueden seguir manteniéndolas pautas de conductas esperadas; lo
cierto es que la nueva actitud, los nuevos niños no son como los de antes y no dudan en
imponerse frente a adultos que han perdido su autoridad, esta autoridad que les otorgaba
el poder de saber cosas que los niños desconocían.
Hoy los adultos y los niños se encuentran en pie de igualdad respecto de la información que
manejan e incluso hay sectores en los que los infantes aventajan a los mayores, por ejemplo
en computación, internet y manejo de aparatos electrónicos, etc. Con todo esto no se trata de
decir que la infancia ha desaparecido, que ya no hay niños, porque no sería verdad, lo que se
puede decir es que existe una decadencia de la infancia moderna, que ha cambiado hasta dar
lugar a esta "Nueva Infancia".
La infancia moderna que podía ser caracterizada como la "espera de ser adultos", la
preparación para la llegada de la adultez ha desaparecido, en su lugar se presentan "nuevas
infancias" que son infancias posmodernas que se distinguen por la demanda de inmediatez
acrecentada por la cultura mediática de satisfacción consumista, la idea de espera y de
iniciación a la adultez ha terminado; la infancia hoy, es un periodo que debe atravesarse lo más
rápido posible, son niños que con el control remoto en la mano se convierten en
"todopoderosos" capaces de recorrer los cientos de canales de la televisión por cable sin dudar
ni un instante y crecen adueñándose de experiencias y saberes que a los adultos les costó
tiempo procesar, son chicos curiosos que "saben todo" y con cinco años enseñan a sus padres
como usar una computadora.
La vida de la nueva infancia se juega detrás de una pantalla donde no hay que esperar, donde
todo está cuando y donde se quiere, canales infantiles en los que los dibujitos ya no se
trasmiten de cinco a seis de la tarde solamente, por lo que no es necesario esperar hasta la hora
de la merienda para verlos ya que están todo el día al servicio del niño televidente.
Son también los niños de la "adolentizacion temprana", aquellos que ingresan rápidamente en
el mundo "teen" con lo cual no dudan en vestirse, maquillarse y comportarse
como adolescentes aun cuando están iniciando la escolaridad.
La escuela tuvo mucho que ver con la delimitación de la infancia, tanto por la difusión de
un discurso psicológico que estableció de manera específica que debía esperarse de los niños,
como por la expansión de una idea de minoridad, incompletud, inmadurez que coloca a la
infancia en un lugar subordinado.
La pluralidad de infancias es un elemento a destacar, en contra de la visión escolar que tendió a
encerrar las experiencias infantiles en un armazón rígido que excluyo formas de ser niño o niña
que no encajaban en estos parámetros; pero además hay que destacar que en el último tiempo
se suceden discursos alarmantes, implacables sobre la infancia; la infancia en peligro por
las nuevas tecnologías; la infancia en crisis por la irrupción de los medios electrónicos y la
transformación de las familias. Cabe resaltar que si bien esta faceta de la infancia posmoderna
es lo que parece predominar.
No podemos olvidar que hay "otros niños" y "otras infancias" que son las infancias autónomas,
independientes pero porque sus protagonistas viven en la calle porque trabajaban desde muy
pequeños y porque en ellos la figura del adulto no tiene vislumbres de protección, a estas
infancias se las considera; la infancia abandonada, "La Infancia de La Calle".
En la misma vertiente se encuentran los "chicos y chicas de la noche", estos que han construido
una serie de códigos que les dan cierta autonomía económica y cultural; son niños pero no
infantes; no son dependientes sino independientes en la negociación diaria para lograr el
sustento. Podríamos decir que no es la infancia de la realidad virtual, de las redes de
computación y de los canales de cable sino "La Infancia de la Realidad Real"; aquella sobre la
que pesa la exclusión (física-institucional); son los nuevos analfabetos digitales.
Es la infancia "Sospechosa", considerada altamente peligrosa por la sencilla razón de que se
sospecha de su carácter infantil y se afirma que detrás de su máscara a la que se debe ternura
por ser niños biológicos, se encuentran los adultos pequeños dispuestos a todo, incluso a robar
o matar.
Todas las figuras que aparecen investidas de una falta de futuro y una falta de presente, son
infancias difíciles de asimilar para la institución escolar
El Niño y la Familia
Las instituciones sociales se ven atravesadas por las constantes transformaciones que se dan
con el desarrollo de las ciencias y la tecnología.
Después de la segunda mitad del siglo XX, la familia tradicional parece estallar y nuevas
conformaciones la van reemplazando; familias ensambladas; familias unipersonales; madres
jefas de familia; padres que se hacen cargo de tareas antes relegadas solo a las madres; parejas
homosexuales aceptadas socialmente.
Los niños de hoy suelen integrarse en distintas redes sociales y así queda tempranamente
ligada a estímulos de gran diversidad, aun la pertenencia familiar llega a multiplicarse ya que a
partir del divorcio el niño puede formar parte de dos grupos familiares.
La desintegración familiar manifiesta por la precariedad habitacional, ocupacional, o las
exigencias de la supervivencia velan que hay otras formas de des-integración más sutiles.
Muchas familias tienen tendencias a la pérdida de asimetría propia del vínculo entre padres e
hijos.
Los padres encuentran frecuentes dificultades para sostener su saber, para contener y regular a
los hijos por el empleo de modalidades horizontales.
Las familias simétricas adjudican al niño un saber intuitivo e innato que parece liberar a los
padres de las responsabilidades propias de la crianza.
Al mismo tiempo, merece ser valorado el respeto por el niño como sujeto, que es propio de
estas nuevas formas vinculares; el problema adviene en su exceso o distorsión cuando el niño
es idealizado como portador de un saber que superaría al del adulto, lo que provoca
un cambio en el rol de posiciones, esto puede dar lugar a formas de abandono y desprotección
no percibidos como tales.
La familia ha de ofrecer al niño una pertenencia inicial que requiere
asimetría, fusión, amparo extremo, luego, las formas de pertenecer podrán ligarse a aspectos
más discriminados.
Tipos de Niños
Los Niños Índigos
Un niño índigo es aquél que muestra una serie de atributos psicológicos con un patrón
de comportamiento no documentado aún que tiene factores comunes y únicos que sugieren a
quienes interactúan con los niños (los padres en particular) que deben cambiar la forma de
tratarlos y de criarlos para poder lograr un equilibrio adecuado. Ignorar estos nuevos patrones
de comportamiento es crear desequilibrio y gran frustración potenciales en la mente de estos
preciosos niños.
Podemos decir, que existen cuatro tipos diferentes de niños índigos, cada uno con un
propósito:
El humanista: está destinado a trabajar con las masas; serán los médicos, abogados, profesores,
comerciantes, ejecutivos y políticos del mañana, son niños muy sociables, no saben cómo jugar
con un juguete; son del tipo de persona al que hay que recordarles las cosas permanentemente.
El conceptual: están más interesados en proyectos que en personas serán los ingenieros,
arquitectos, diseñadores, astronautas, pilotos y militares del mañana, son niños muy atlético,
son controladores y la persona que más tratan de controlar es a su madre si son niños, y a su
padre si son niñas. Este tipo de Índigo tiene tendencia a la adicción, especialmente
a drogas durante la adolescencia. Sus padres deben vigilar estrechamente sus patrones de
comportamiento.
El artista: es mucho más sensible y su cuerpo a menudo es más pequeño, aunque eso no es una
regla general. Están más inclinados hacia el arte, son muy creativos y serán los profesores y
artistas del mañana.
El interdimensional: es mucho más grande que los demás índigos, desde el punto de vista de la
estatura. Entre los 1 y 2 años ya no les podrá decir nada. Ellos dirán: "Yo ya lo sé" o "Yo puedo
hacer eso", o "Déjame sólo". Son ellos quienes traerán nuevas filosofías y espiritualidad a este
mundo.
Los niños índigos se caracterizan de la siguiente manera:
Tiene gran sensibilidad
Tiene energía en exceso
Se distrae fácilmente o tiene bajo poder de concentración.
Necesita adultos emocionalmente estables y seguros a su alrededor
Se resiste a la autoridad si ésta no está democráticamente orientada
Prefiere otras formas de aprendizaje -para la lectura y las matemáticas en particular.
Puede frustrarse fácilmente porque tiene grandes ideas pero pocos recursos o personas
dispuestas a ayudarle a realizarlas
Aprende a un nivel exploratorio, y se resiste a memorizar mecánicamente o a ser un
mero oyente.
No dura mucho tiempo sentado a menos que esté absorto en un tema de su interés.
Es muy compasivo y tiene muchos miedos, tales como a la muerte y a la pérdida de sus
seres queridos.
Si experimenta fracasos o decepción a edad muy temprana, puede desistir y desarrollar
un bloqueo permanente.