Caracteristicas de Seres Vivos y No Vivos

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Características, diferencias y ejemplos de seres vivos y seres no

vivos.

Seres inertes: características, ejemplos, diferencias con seres vivos

Los seres inertes, también denominados seres abióticos, son todos aquellos objetos o materiales
inanimados, ya sean naturales o artificiales. Son objetos sin vida que no nacen, ni mueren, ni establecen
relaciones, ni se adaptan al medio ambiente, ni se alimentan o se reproducen y son, por ende, inertes.
Los seres inertes son una parte fundamental de nuestro planeta y algunos son indispensables para
mantener la vida de los seres vivos o seres bióticos. Por ejemplo, el aire, el agua, el sol y muchos minerales
son indispensables para mantener la vida de los animales, los microbios y las plantas.

Los objetos inanimados pueden ser naturales o artificiales. Los primeros son los que se encuentran en la
naturaleza y que no son fabricados por los seres humanos; entre ellos están el agua, el sol, la tierra, las
piedras, etc.
Los segundos son aquellos construidos por el hombre como un lápiz, un coche, una casa, una mesa, un
sofá, etc.

Los seres inertes no están conformados por células, ni por fragmentos de ellas, como el ADN o el ARN.
Pueden ser de origen orgánico, es decir, estar formados por átomos de carbono, o de origen inorgánico,
como muchos minerales, sustancias naturales y/o artificiales.

En resumen, se puede decir que los seres inertes son todos aquellos objetos o sustancias que se
encuentran en nuestro planeta o fuera de él y que no tienen vida.
Pero la palabra “ser” quizá es un poco confusa, dado es un término bastante antropocéntrico (relacionado
con el hombre), por lo que tal vez sea mejor referirse a los seres inertes como “entidades” u “objetos”
inertes.

Características de los seres inertes


Los objetos inertes se caracterizan por no tener vida. En otras palabras, no pueden cumplir con ninguna de
las funciones vitales como son:

– Nacer
– Alimentarse
– Crecer
– Adaptarse
– Relacionarse
– Reproducirse y
– Morir
No están formados por células

Los seres inertes son objetos que no están conformados por células o partes de ellas; están formados por
estructuras carbonadas o por elementos inorgánicos que se encuentran en la naturaleza o que el hombre
utiliza para fabricar otros objetos inanimados.
Si bien el hombre puede fabricar y dar origen a un objeto inerte a partir de otro, estos, por sí solos, no se
“generan” o “nacen”. Por ejemplo, una piedra puede romperse en muchos pedazos por efecto de distintos
factores ambientales, pero la unión de esos pedazos forma la misma piedra original.

No se mueven
Otra característica de los seres inertes es la ausencia de movimientos propios. Estos solo se mueven si se
les aplica una fuerza de empuje o por el movimiento generado por la combustión con algún tipo de
combustible.
Por ejemplo, el agua por sí sola no se mueve, pero si hay una diferencia de altura el agua se moverá desde
un punto a otro hasta que esa diferencia desaparezca.

Estructura química variada


Los seres no vivos no tienen una estructura química distintiva entre ellos y, por lo general, son bastante más
simples. Por ejemplo, el agua está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, mientras que la
sal de cocina está compuesta por átomos de sodio y cloro. Las rocas son mezclas de minerales y elementos
inorgánicos.

Forma y tamaño invariables


Los seres inanimados no cambian su forma o tamaño por sí mismos. Por ejemplo, una taza de cerámica tendrá
la misma forma y tamaño por siempre, mientras un agente externo no altere su estructura, esto es, que se nos
caiga y se rompa.

No evolucionan
Los objetos no vivos no se adaptan a las condiciones externas. En algunos casos se degradan por las
condiciones externas. Por ejemplo, las rocas, con el pasar del tiempo y de las fuerzas de la naturaleza, se
pueden romper y formar arena o grava.
Los objetos artificiales, por otro lado, pueden ser diseñados de formas alternativas, pero eso forma parte de las
actividades humanas. Por ejemplo, el modelo de vehículo T de Ford no se adaptó a sí mismo para ser en la
actualidad un auto modelo S de Tesla.
No muestran reacción ante estímulos externos
En este sentido, los objetos no vivos no muestran un comportamiento defensivo o favorable ante estímulos
negativos o positivos. Por ejemplo, si golpeas un vehículo, este no se retira adolorido o ataca enfurecido.
No requieren de energía para sobrevivir
Aunque sabemos que un vehículo necesita de combustible para su funcionamiento, el vehículo puede existir
aun sin tener combustible.

No se multiplican
Los objetos no vivos no se reproducen, una entidad no viva no se regenera ni genera otra entidad idéntica. Por
ejemplo, en un estante con dos platos no aparecerá un tercero, a menos que una persona coloque el tercer
plato.

Ejemplos de seres inertes

Los objetos inertes, como se ha comentado, pueden ser naturales o artificiales, dependiendo de si son
productos de la naturaleza o de la manufactura del hombre.
Objetos inertes naturales
Entre los objetos inertes naturales están, por ejemplo, elementos, moléculas y estructuras como:

El agua, la luz, la atmósfera, el sodio, el potasio, el calcio, el magnesio, el fósforo, el hierro, el azufre, el
zinc, las piedras.

Entre estos objetos podemos resaltar la importancia del agua para los seres vivos, pues es un
conocimiento familiar para todos que este elemento compone hasta el 70% del peso corporal de un ser
humano, por ejemplo.
Todos los seres vivos necesitan el agua para mantener en funcionamiento de las células que los
componen. El hombre hace uso de ella no solo para mantener su cuerpo con vida, sino para obtener
energía útil para realizar otras actividades que le son propias en el contexto de la civilización.
Objetos inertes artificiales
Cuando nos referimos a objetos inertes artificiales, usualmente tiene que ver con aquellos objetos
fabricados por el hombre, bien sea mediante procesos artesanales o industriales. Ejemplo de estos
pueden ser:
Una casa, un automóvil, un televisor, un ordenador, un lápiz, un teléfono, una autopista, una taza, un
libro, una cortina, un cepillo de dientes, una maceta, un cuaderno, una bicicleta, un robot.

Diferencias de los seres inertes con los seres vivos

Las diferencias de un objeto inerte y un ser vivo no son difíciles de analizar, pues a simple vista es fácil
reconocer un ser vivo frente a una roca, por ejemplo.
Los seres vivos están formados por células. Estas células, a su vez, están formadas por moléculas, las
cuales están formadas por miles de átomos de elementos químicos distintos. En eso se parece un ser vivo
a un objeto inerte, pues toda la materia está formada por átomos.
Las células, sin embargo, se organizan molecularmente de tal manera que pueden cumplir con los
parámetros que conocemos como característicos de un ser vivo. Entre estas características de los seres
vivos destacan:

Nacen
Una célula siempre proviene de otra célula preexistente que le da origen, bien sea dividiéndose en dos
(mitosis) o fusionándose con otra para formar una célula nueva que contiene la mezcla del material
genético de dos células independientes.

Se alimentan
Para poder subsistir en cualquier ambiente, un ser vivo debe alimentarse, bien sea sintetizando su propio
alimento (autótrofos) o adquiriendo la energía a partir de otros seres vivos (heterótrofos)

Mueren
Una condición inherente a todos los seres vivos es el cese eventual de su existencia, pues tarde o
temprano estos mueren producto de la interrupción de las funciones de sus células.
Los objetos inertes no están formados por células. Estos no se reproducen, no crecen, ni se alimentan, ni
interactúan con el medio que los rodea.

Los cambios que puedan observarse en la estructura o la forma de un objeto inerte, digamos una roca,
usualmente son producto de la acción de otro elemento sobre estos, pero no de un evento “voluntario”
que implique modelarse de acuerdo con las condiciones cambiantes del entorno.
Las características de los seres vivos
Es relativamente sencillo afirmar que un ser humano, un árbol y una mariposa están vivos, en tanto que las
rocas no lo están. Pero…qué es la vida? En realidad no existe ninguna definición sencilla. Pero sí existen ciertas
propiedades que, tomadas en conjunto, distinguen a los seres vivos de los objetos inanimados. Es por esto que
los biólogos, antes que definir “la vida” prefieren enunciar una serie de características que se presentan en
todos los seres vivos (microorganismos, plantas y animales) y los hacen semejantes entre sí.
Estas características comunes o semejanzas entre todos los seres vivientes son:

1) Los seres vivos están compuestos por células

Según la Teoría Celular, que es uno de los conceptos fundamentales en Biología, todos los seres vivos
se componen de unidades básicas llamadas células y de sustancias fabricadas por éstas. Aunque los
seres vivos varían mucho en su tamaño y aspecto, pues cada especie tiene su tamaño y forma
propios, todos (excepto los virus) se componen de estos bloques fundamentales de construcción.
Algunas de las formas de vida más sencillas, como las bacterias, son unicelulares, o sea que consisten
en una sola célula. En contraste, el cuerpo de un hombre o el de una planta se componen de miles de
millones de células. En estos complejos organismos multicelulares, los procesos biológicos dependen
del funcionamiento coordinado de las células componentes.
Existen dos tipos o modelos de célula: la procariota, sin núcleo  y la eucariota, con un núcleo
verdadero.

2) Los seres vivos son sistemas abiertos

Los seres vivos se consideran sistemas abiertos porque


intercambian materia y energía con el medio. Por ejemplo, las
plantas no sobreviven si no reciben agua, sales, dióxido de
carbono y energía lumínica del medio; con estos elementos
elaboran sustancias orgánicas donde  almacenan energía química.
Los animales, por su parte, incorporan sustancias orgánicas del
medio, las que les proporcionan la energía química necesaria para
realizar sus funciones.
3) Los seres vivos crecen y se desarrollan

Todos los seres vivos aumentan de tamaño durante sus vidas. A este fenómeno se le llama
crecimiento.
El crecimiento es el resultado de que las células construyan  sus moléculas a una velocidad que
sobrepasa la velocidad con que las destruyen.
El crecimiento de un organismo unicelular se debe a un aumento de tamaño de su única célula. El
crecimiento de un organismo multicelular es el resultado de un aumento en el tamaño individual de
cada una de sus células, de un aumento en el número de sus células o de ambos.
Los seres vivos se desarrollan, además de crecer. El desarrollo incluye cambios que ocurren durante la
vida de un organismo, como la aparición de nuevas estructuras y/o funciones.  La vida de las personas
y muchos otros seres comienza con  una célula (la célula huevo o cigota) que después se reproduce y
desarrolla estructuras y forma corporal especializadas.

4) Los seres vivos tienen movimiento

Plantas de girasol

El movimiento es característico todos los seres vivos, aunque esto no implica necesariamente
locomoción (traslado de un sitio a otro), ya que las plantas y algunos animales viven fijos a un sitio,
pero aun así se mueven.
Muchos animales se mueven de manera evidente, es decir, caminan, brincan, reptan, nadan, corren o
vuelan. Aunque mucho más lentos y menos apreciables, las plantas también tienen movimientos. Por
ejemplo, los tallos y hojas del girasol se mueven lentamente en el transcurso del día respondiendo a
la posición del sol. Esos movimientos se llaman nastias. La materia en el interior de la célula vegetal
también está en movimiento continuo.

La locomoción o traslado puede resultar de diminutas prolongaciones de las células, llamadas cilias y
flagelos, de la contracción del músculo y del deslizamiento de las células, denominado movimiento
ameboide.
Unos cuantos animales, como las esponjas, corales y ostras, tienen etapas larvarias de nado libre,
pero no se mueven de un sitio a otro en la edad adulta. Pese a que estos organismos adultos
permanecen adheridos a alguna superficie, a veces tienen cilias o flagelos. Estas estructuras oscilan en
forma rítmica, con lo que mueven el agua circundante y permiten al animal obtener alimento y
satisfacer otras necesidades.
5) Los seres vivos responden a estímulos

Geotropismo negativo del tallo

La capacidad de los seres vivos de responder a estímulos se denomina irritabilidad. Se entiende por
estímulo a cualquier cambio que un ser vivo pueda detectar en el ambiente externo o interno. Son
estímulos, por ejemplo, cambios en la intensidad de la luz, cambios de temperatura, presión, o de
composición química del aire, el suelo o el agua.
En animales complejos hay células especializadas para responder a estímulos específicos; por
ejemplo, las células de la retina responden a la luz. En seres más sencillos no suele haber células
especializadas y todo el organismo responde a los estímulos. Por ejemplo, algunos seres unicelulares
reaccionan a la luz con un movimiento de retirada.
Los organismos tienen dos tipos de respuesta ante los estímulos: las innatas y las adquiridas. Las
innatas son las que se heredan, como los tropismos de las plantas (en la imagen se observa el
geotropismo negativo del tallo). Las adquiridas son las que se aprenden del contacto repetido con un
estímulo. Por ejemplo, un perro aprende a asociar el ruido de las llaves de su amo con su salida de
paseo.

6) Los seres vivos se autorregulan

La sed lleva a reponer el agua perdida por transpiración

A pesar del intercambio continuo con el medio y de las transformaciones que ocurren en su interior,
los seres vivos mantienen invariable su composición interna. Esta capacidad se llama homeostasis
(constancia del medio interno). Por ejemplo, los humanos mantenemos constante la cantidad de agua
de nuestro cuerpo, equilibrando la entrada con la salida. Para ello, regulamos las pérdidas por orina y
sudor, según la cantidad de agua ingerida, o viceversa.
7) Los seres vivos se reproducen

Un burro con su cría

En algún tiempo se pensó que los gusanos se formaban de la carne en descomposición o que los
sapos surgían del barro. Hoy se sabe que todo ser vivo sólo puede provenir de otro ser preexistente.
La reproducción es la capacidad de los seres vivos de generar descendientes. Existen dos tipos
fundamentales de reproducción: la sexual y la asexual. Ambas están presentes en plantas, animales y
microorganismos.

8) Los seres vivos se adaptan

Árbol en bandera

Adaptación es cualquier cambio que se produce en un ser vivo y mejora su capacidad para sobrevivir y
hacer frente a los cambios que ocurren en un ambiente dado. Los cambios pueden estar referidos a la
forma, al funcionamiento o al comportamiento de un organismo.
La adaptación individual es la que se produce en un organismo a lo largo de su vida. Por ejemplo, un
árbol crecerá inclinado si el viento sopla siempre en la misma dirección. Un animal que se lleva de una
zona templada a una zona fría puede desarrollar un pelaje más espeso. La escasez de alimento en una
zona puede hacer que un animal emigre a otra área. Estas adaptaciones individuales son provisorias
(hasta que el medio vuelva a cambiar) y no son heredadas por la siguiente generación.
La adaptación en las especies consiste en cambios permanentes  que ocurren a través de las
generaciones. Entre los mamíferos, por ejemplo, algunos están adaptados para vivir en tierra firme
(hombre, caballo), otros lo están para una existencia acuática (ballena, delfín) y otros están adaptados
para vivir en árboles (ardillas, monos). Este tipo de adaptación se alcanza de una manera muy
diferente a la adaptación individual, es decir, se hereda de un organismo a otro de la especie. La
adaptación de las especies es la consecuencia de la evolución.
9) Los seres vivos evolucionan

Evolución del caballo

La evolución es el proceso que permite la aparición de cambios heredables en las especies a través de
las generaciones. El estudio del registro fósil da prueba de que las especies actuales no son las mismas
que existieron en el pasado; muchas de ellas se han extinguido y otras se transformaron dando lugar a
la aparición de especies nuevas.

10) Complejidad

Los seres vivos son criaturas químicamente complejas, aunque estén constituidos, principalmente, por átomos
de cuatro elementos: carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno.

Al combinarse dan origen a moléculas orgánicas o macromoléculas como proteínas, carbohidratos y ácidos
nucleicos. Estas, a su vez, se organizan y originan las células, la unidad básica de la materia viva.

La materia que compone a los seres vivos se organizan en niveles, de lo más simple a lo más complejo, en los
siguientes niveles: Célula, tejido, órgano, sistemas de órganos y organismo.

11) Los seres vivos obtienen energía de diferentes fuentes

Todos sabemos que los organismos vivos necesitan alimentos para sobrevivir, pero no todas las formas de vida
comen lo mismo. Los autotrófos, organismos que se *auto alimentan*, crean sus propios "alimentos" a partir
de la energía del Sol, de la energía térmica de la Tierra, y otras formas similares de alimentarse.
Los heterotrófos, organismos que *se alimentan de otras formas de vida*, son organismos que se alimentan
por sí mismos, y consumen otras criaturas, plantas, o alimentos que viven fuera de ellos. En la Tierra, la
naturaleza suministra energía a las criaturas vivas a través de los siguientes tres mecanismos:

 Fotosíntesis
 Respiración
 Quimosíntesis
12) La-composicion-quimica-de-los-seres-vivos

Los seres vivos están constituidos por elementos químicos denominados bioelementos. De los
aproximadamente 100 elementos químicos que existen en la naturaleza, unos 70 se encuentran en los seres
vivos. De éstos, sólo unos 22 se encuentran en todos en cierta abundancia y cumplen determinadas funciones.  

Clasificación: 

Bioelementos primarios: 

C, H, O, N, P y S. Representan en su conjunto el 96 % del total. Bioelementos primarios: El hecho de que los


bioelementos primarios sean tan abundantes en los seres vivos se debe a que presentas ciertas características
que los hacen idóneos para formar las moléculas de los seres vivos.            
Sus compuestos presentan polaridad por lo que fácilmente se disuelven en el agua, lo que facilita su
incorporación y eliminación. 
El C y el N presentan la misma afinidad para unirse al oxígeno o al hidrógeno, por lo que pasan con la misma
facilidad del estado oxidado al reducido. Esto es de gran importancia, pues los procesos de oxidación-reducción
son la base de muchos procesos químicos muy importantes y en particular de los relacionados con la obtención
de energía como la fotosíntesis y la respiración celular. 

Bioelementos secundarios:

 Na+, K+, Ca2+, Mg2+, Cl-. Constituyen aproximadamente el 3,9%  de la materia viva. Aunque se encuentran en
menor proporción que los primarios, son también imprescindibles para los seres vivos. En medio acuoso se
encuentran siempre ionizados. - Oligoelementos o elementos vestigiales: Son aquellos bioelementos que se
encuentran en los seres vivos en un porcentaje menor del 0.1%. Algunos, los indispensables, se encuentran en
todos los seres vivos, mientras que otros, variables, solamente los necesitan algunos organismos. Incluyen el
hierro, cobre, zinc, flúor, yodo, etc. Son elementos que se encuentran en menor proporción en los seres vivos. Se
presentan en forma iónica. Dentro de ellos: 

Las biomoléculas: Los bioelementos se unen entre sí para formar moléculas que llamaremos biomoléculas, es
decir las moléculas que constituyen a los seres vivos (constituirán por lo tanto, las células). Las biomoléculas se
clasifican de la siguiente forma:   

Biomoléculas Inorgánicas: son aquellas que no tienen el elemento carbono en su estructura, o bien éste se
encuentra en baja proporción. Corresponden al agua, las sales minerales y los gases.

 EL AGUA: Es el compuesto líquido más importante para los seres vivos. La cantidad de agua varía entre los
diferentes organismos, así por ejemplo en las medusas el 95% de su estructura es agua, mientras que en los
tejidos humanos el porcentaje de ese compuesto varía desde el 20% en los huesos, hasta el 85% en las células
cerebrales.

SALES MINERALES: Las sales minerales son biomoléculas inorgánicas que aparecen en los seres vivos de forma
precipitada, disuelta en forma de iones o asociada a otras moléculas. Las sales se forman por unión de un ácido
con una base, liberando agua. En forma precipitada forman estructuras duras, que proporcionan estructura o
protección al ser que las posee. Ejemplos son las conchas, los caparazones o los esqueletos. Las sales disueltas en
agua manifiestan cargas positivas o negativas. Los cationes más abundantes en la composición de los seres vivos son
Na+, K+, Ca2+, Mg2+.
GASES: Algunas moléculas que están presentes en los seres vivos son gases y pertenecen por lo tanto a las
biomoléculas de tipo inorgánicas. Ejemplos son el oxígeno (O2) y el dióxido de carbono (CO2), que se
encuentran implicados en los procesos de respiración. 

Biomoléculas Orgánicas: Son los compuestos de carbono. Esto es, aquellos en los que el  átomo de carbono es
un elemento esencial en la molécula y forma en ella la cadena básica a la que están unidos los demás
elementos químicos. Son éstos los que caracterizan a la materia viva y la causa de las peculiares funciones que
realiza. La gran variedad de compuestos orgánicos que contienen los seres vivos se clasifican a partir de
criterios muy simples, tales como su solubilidad o no en agua, y otros. Siguiendo estos criterios, encontramos a
los glúcidos (o hidratos de carbono), los lípidos, los prótidos (o proteínas) y ácidos nucleicos. 

Las funciones que cumplen estos compuestos en los seres vivos son muy variadas, así los glúcidos y lípidos
tienen esencialmente funciones energéticas y estructurales; las proteínas tienen funciones enzimáticas y
estructurales (entre otras) y los ácidos nucleicos son los responsables de la información genética.  

Materia inerte y materia viva


En la naturaleza se puede encontrar dos tipos de materia:

 La materia inerte o inanimada está formada por materia inorgánica y no tiene vida. El agua, el suelo,


las rocas, etc. están formados por materia inerte. La materia inerte no tiene vida.
 La materia viva es la que constituye los seres vivos, y está formada por materia orgánica e inorgánica.
o La materia orgánica está formada por moléculas orgánicas producidas por los seres vivos. Estas
moléculas son complejas y contienen carbono, como por ejemplo, los glúcidos, las proteínas,
los lípidos, o los ácidos nucleicos.

o La materia inorgánica no contiene de carbono (salvo excepciones) y no está fabricada por los


seres vivos, sino por reacciones químicas que se producen en la naturaleza. Estas moléculas
son simples, como por ejemplo, las sales minerales, agua, etc.

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