GUÍA 3 - LENGUAJE - EL HOBBIT - Lectura - SEXTO

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Centro Educativo Rural San José de Castro GRADO:

SECRETARÍA DE EDUCACIÓN DEPARTAMENTAL NORTE DE SANTANDER 6º A – 6º B


Código DANE: 254051000821 - Decreto de Creación 000252 del 12 de Abril de 2005 – Res. 001715 - 03 – 11 - 2006
Corregimiento San José de Castro, Arboledas (N. de S.)

Sabiduría, Unión, Trabajo PERIODO:


SEGUNDO
29 AÑOS
1991-2020 AREA: HUMANIDADES / ASIGNATURA: LENGUA CASTELLANA FECHA:
GUIA 3: lectura EL HOBBIT ___ / __/20
LOGRO: Disfruta de la lectura, reconociendo en ella características y elementos de la narración.
D.B.A. Reconoce las obras literarias como una posibilidad de circulación del conocimiento y de desarrollo de su
imaginación.
ESTUDIANTE: MAESTRO: Daniel Eduardo Vega Becerra

“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”.


Miguel de Cervantes Saavedra.
EL HOBBIT (Fragmento)

Había tres criaturas muy grandes sentadas alrededor de una hoguera de troncos de haya, y estaban asando un carnero
espetado en largos asadores de madera y chupándose la salsa de los dedos. Había un olor delicioso en el aire. También
había un barril de buena bebida a mano, y bebían de unas jarras. Pero eran trolls. Trolls sin ninguna duda. Aun Bilbo, a
pesar de su vida retirada, podía darse cuenta: las grandes caras toscas, la estatura, el perfil de las piernas, por no hablar
del lenguaje, que no era precisamente el que se escucha en un salón de invitados.
—Carnero ayer, carnero hoy y maldición si no carnero mañana —dijo uno de los trolls.
—Ni una mala pizca de carne humana probamos desde hace mucho, mucho tiempo —dijo otro troll—. Por qué demonios
Guille nos habrá traído aquí; y además la bebida está escaseando —añadió, tocando el codo de Guille, que en ese
momento bebía un sorbo.
Guille se atragantó: —¡Cierra la boca! —dijo tan pronto como pudo—. No puedes esperar que la gente se quede por aquí
sólo para que tú y Berto se la zampen. Habéis comido un pueblo y medio entre los dos desde que bajamos de las montañas.
¿Qué más queréis? Y esos tiempos han pasado. Y tendrías que haber dicho 'Grracias, Guille', por este buen bocado de
carnerro gordo del valle. — Arrancó un pedazo de la pierna del cordero que estaba asando y se limpió la boca con la
manga.
En efecto, me temo que los trolls se comportan siempre así, aun aquellos que sólo tienen una cabeza. Luego de haber
oído todo esto, Bilbo tendría que haber hecho algo sin demora. O bien haber regresado en silencio. Y avisar a los demás
que había tres trolls de buena talla y malhumorados, bastante grandes como para comerse un enano asado o aun un pony,
como novedad; o bien tendría que haber hecho una buena y rápida demostración de merodeo nocturno. Un saqueador
legendario y realmente de primera clase, en esta situación habría metido mano a los bolsillos de los trolls (algo que casi
siempre vale la pena, si consigues hacerlo), habría sacado el carnero de los espetones, habría arrebatado la cerveza y se
hubiera ido sin que nadie se enterase.
(…) Bilbo se armó de coraje e introdujo la manita en el enorme bolsillo de Guille. Había un saquito dentro, para Bilbo tan
grande como un zurrón. "¡Ja!" pensó, entusiasmándose con el nuevo trabajo, mientras extraía la mano poco a poco, "¡y
esto es sólo un principio!"
¡Fue un principio! Los sacos de los trolls son engañosos, y este no era una excepción. —¡Eh!, ¿quién eres tú? —chilló el
saco en el momento en que dejaba el bolsillo, y Guille dio una rápida vuelta y tomó a Bilbo por el cuello antes de que el
hobbit pudiera refugiarse detrás del árbol.
—¡Maldición, Berto, mira lo que he cazado!
—¿Qué es? —dijeron los otros acercándose. —¡Que un rayo me parta si lo sé! ¿Tú, qué eres?
—Bilbo Bolsón, un saque... un hobbit —dijo el pobre Bilbo temblando de pies a cabeza, y preguntándose cómo podría
gritar como una lechuza antes que lo degollasen.
—¿Un saquehobbit? —dijeron los otros un poco alarmados. Los trolls son cortos de entendimiento, y bastante suspicaces
con cualquier cosa que les parezca una novedad.
—De todos modos, ¿qué tiene que hacer un saquehobbit en mis bolsillos? —dijo Guille.
—Y ¿podremos cocinarlo? —dijo Tom.
—Se puede intentar —propuso Berto blandiendo un asador.
—No alcanzaría más que para un bocado —dijo Guille, que había cenado bien—, una vez que le saquemos la piel y los
huesos.
—Quizá haya otros como él alrededor y podamos hacer un pastel —dijo Berto—. Eh, tú, ¿hay otros ladronzuelos por estos
bosques, pequeño conejo asqueroso? — dijo mirando las extremidades peludas del hobbit; y tomándolo por los dedos de
los pies lo levantó y sacudió.
LEXICÓN
ESCABECHE: Salsa o alimento guisado.
HOBBIT: Raza de pequeños seres antropomórficos, de alrededor de 90 cm, con pies peludos, glotones y de buen carácter.
—Sí, muchos —dijo Bilbo antes de darse cuenta de que traicionaba a sus compañeros—. No, nadie, ni uno —dijo
inmediatamente después.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Berto, levantándolo en vilo, esta vez por el pelo.
—Lo que digo —respondió Bilbo jadeando—. Y por favor, ¡no me cocinen, amables señores! Yo mismo cocino bien, y soy
mejor cocinero que cocinado, si entienden lo que quiero decir. Les prepararé un hermoso desayuno, un desayuno perfecto
si no me comen en la cena.
—Pobrecito bribón —dijo Guille. Había comido ya hasta hartarse, y también había bebido mucha cerveza—. Pobrecito
bribón. ¡Dejadlo ir!
—No hasta que diga qué quiso decir con muchos y ninguno —replicó Berto—, no quiero que me rebanen el cuello mientras
duermo.
—¡Ponedle los pies al fuego hasta que hable!
—No lo haré —dijo Guille—, al fin y al cabo yo lo he atrapado. (…)
—Y yo no lo permitiré, Guille Estrujónez —dijo Berto, y descargó el puño contra el ojo de Guille
La pelea que siguió fue espléndida. Bilbo no perdió del todo el juicio, y cuando Berto lo dejó caer, gateó apartándose antes
que los trolls estuviesen peleando como perros y llamándose a grandes voces con distintos apelativos, verdaderos y
perfectamente adecuados, Pronto estuvieron enredados en un abrazo feroz, casi rodando hasta el fuego, dándose
puntapiés y aporreándose, mientras Tom los golpeaba con una rama para que recobraran el juicio, y por supuesto
enfureciéndolos todavía más.
Bilbo hubiera podido escapar en ese mismo instante. Pero las grandes garras de Berto le habían estrujado los desdichados
pies, había perdido el aliento, y la cabeza le daba vueltas; así que allí se quedó resollando, justo fuera del círculo de luz.
De pronto, en plena pelea, apareció Balin. Los enanos habían oído ruidos a lo lejos, y luego de esperar un rato a que Bilbo
volviera o que gritara como una lechuza, empezaron a arrastrarse hacia la luz tratando de no hacer ruido. Tan pronto
como Tom vio aparecer a Balin a la luz, dio un horrible aullido. Ocurre que los trolls no soportan la vista de un enano
(crudo). Berto y Guille dejaron en seguida de pelear, y —Un saco, rápido, Tom —dijeron.
Antes de que Balin, quien se preguntaba dónde estaba Bilbo en aquella conmoción, se diera cuenta de lo que ocurría, le
habían echado un saco sobre la cabeza, y lo habían derribado.
—Aún vendrán más, o me equivoco bastante. Muchos y ninguno, eso es —dijo—. No más saquehobbits, pero muchos
enanos. ¡Eso es lo que quería decir!
—Pienso que tienes razón —dijo Berto—, y convendría que saliésemos de la luz.
Y así hicieron. Teniendo en la mano unos sacos que usaban para llevar carneros y otras presas, esperaron en las sombras.
Cuando aparecía algún enano, y miraba sorprendido el fuego, las jarras desbordadas y el carnero roído, ¡pop!, un saco
maloliente le caía sobre la cabeza, y el enano rodaba por el suelo. Pronto Dwalin yacía al lado de Balin, y Fíli y Kili juntos,
y Dori y Nori y Ori en un montón, y Óin, Glóin, Bifur, Bofur y Bombur incómodamente apilados cerca del fuego.
(…) Thorin llegó último, y no lo tomaron desprevenido. Llegó esperando encontrar algo malo, y no necesitó ver las piernas
de sus amigos sobresaliendo de los sacos para darse cuenta de que las cosas no iban del todo bien. Se quedó fuera, algo
aparte, en las sombras, y dijo:
—¿Qué es todo este jaleo? ¿Quién está aporreando a mi gente?
—Son trolls —respondió Bilbo desde atrás del árbol. Lo habían olvidado por completo—. Están escondidos entre los
arbustos, con sacos.
—Oh, ¿son trolls? —dijo Thorin, y saltó hacia el fuego cuando los trolls se precipitaban sobre él. Alzó una rama gruesa que
ardía en un extremo y Berto la tuvo en un ojo antes de que pudiera esquivarla. Eso lo puso fuera de combate durante un
rato. Bilbo hizo todo lo que pudo. Se aferró de algún modo a una pierna de Tom —era gruesa como el tronco de un árbol
joven—, pero lo enviaron dando vueltas hasta la copa de unos arbustos, mientras Tom pateaba las chispas hacia la cara
de Thorin. La rama golpeó los dientes de Tom, que perdió un incisivo. Esto lo hizo aullar, os lo aseguro. Pero justo en ese
momento. Guille apareció detrás y le echó a Thorin un saco a la cabeza y se lo bajó hasta los pies. Y así acabó la lucha. Un
bonito escabeche eran todos ellos ahora, primorosamente atados en sacos, con tres trolls enfadados (dos con quemaduras
y golpes que recordar) sentados cerca, discutiendo si los asarían a fuego lento, si los picarían fino y luego los cocerían, o
bien si se sentarían sobre ellos, haciéndolos papilla; y Bilbo en lo alto de un arbusto, con la piel y las vestiduras rasgadas,
no atreviéndose a intentar un movimiento, por miedo de que lo oyeran.
Fue entonces cuando volvió Gandalf, pero nadie lo vio. Los trolls acababan de decidir que meterían a los enanos en el
asador y se los comerían más tarde; había sido idea de Berto, y tras una larga discusión todos estuvieron de acuerdo.
—No es buena idea asarlos ahora, nos llevaría toda la noche —dijo una voz. Berto creyó que era la voz de Guille.
—No empecemos de nuevo la discusión, Guille —dijo el otro—, o sí que nos llevaría toda la noche.
—¿Quién está discutiendo? —dijo Guille, creyendo que había sido Berto el que había hablado.
—¡Tú! —dijo Berto.
—Eres un mentiroso —dijo Guille, y así empezó otra vez la discusión. Por fin decidieron picarlos y cocerlos, así que trajeron
una gran cacerola negra y sacaron los cuchillos.
—¡No está bien cocerlos! No tenemos agua y hay todo un buen trecho hasta el pozo —dijo una voz. Berto y Guille creyeron
que era la de Tom.
—¡Calla o nunca acabaremos! Y tú mismo traerás él agua si dices una palabra más.
—¡Cállate tú! —dijo Tom, quién creyó que era la voz de Guille—. ¿Quién discute, sino tú?
—Eres bobito —dijo Guille.
—¡Bobito tú! —respondió Tom.
Y así comenzó otra vez toda la discusión, y continuó más enconada que nunca, hasta que por fin decidieron sentarse sobre
los sacos uno a uno, aplastarlos y cocerlos más tarde.
—¿Sobre cuál nos sentaremos primero? —dijo la voz.
—Mejor sentarnos primero sobre el último tipo —dijo Berto cuyo ojo había sido lastimado por Thorin, creyendo que era
Tom el que hablaba.
—No hables solo —dijo Tom—, pero si quieres sentarte sobre el último, hazlo. ¿Cuál es?
—El de las medias amarillas —dijo Berto.
—Tonterías, el de las medias grises —dijo una voz que parecía la de Guille.
—Me aseguré de que eran amarillas —dijo Berto.
—Amarillas eran —corroboró Guille.
—Entonces ¿por qué dijiste que eran medias grises?—preguntó Berto.
—Nunca dije eso. Fue Tom.
—Yo no lo dije. Fuiste tú —dijo Tom.
—Apuesto dos contra uno, ¡así que cierra la bocal—dijo Berto, —¿A quién le estás hablando? —preguntó Guille.
—¡Basta ya! —dijeron Tom y Berto al mismo tiempo—¡ La noche avanza y amanece temprano. ¡Sigamos!
—¡Qué el amanecer caiga sobre todos y que sea piedra para vosotros! —dijo una voz que sonó como la de Guille. Pero no
lo era. En ese preciso instante, la aurora apareció sobre la colina y hubo un bullicioso gorjeo en la enramada. Guille ya no
dijo nada más, pues se convirtió en piedra mientras se encorvaba, y Berto y Tom se quedaron inmóviles como rocas cuando
lo miraron. Y allí están hasta nuestros días, solos, a menos que los pájaros se posen sobre ellos; pues los trolls, como
seguramente sabéis, tienen que estar bajo tierra antes del alba, o vuelven a la materia montañosa de la que están hechos,
y nunca más se mueven. Esto fue lo que les ocurrió a Berto, Tom y Guille.
J.R.R. TOLKIEN. El Hobbit. Barcelona. Ediciones Minotauro. 2008.
1. Completa la siguiente tabla.

LOS TROLLS
Comen

Hablan

Viven

Están
Hechos de
Descripción
física de un
Troll
2. Teniendo en cuenta los personajes del recuadro, identifica y escribe al frente a quien se refiere
cada uno de los siguientes fragmentos.

Los enanos Bilbo Los Trolls Thorin

a. (…) las grandes caras toscas,la estatura, el perfil de las piernas, por no hablar del lenguaje, que no
era precisamente el que se escucha en un salón de invitados.________________________
b. (…) Las grandes garras de Berto le habían esstrujado los desdichados pies, había perdido el aliento
y la cabeza le daba vueltas; así que allí se quedó resollando, justo fuera del círculo de luz.________
c. Un bonito escabeche eran todos ellos ahora, eran todos ellos ahora, primorosamente atados en
sacos (…)______________________________
d. (…)Saltó hacia el fuego, cuando los trolls se precipitaban sobre él, alzó una rama gruesa que ardía
en un extremo y Berto la tuvo en un ojo antes de que pudiera esquivarla. _____________________

3. Marca con una X la opción correcta para completar cada uno de los enunciados:
 Los tres trolls que se mencionan en la historia son:

Bilbo, Thorin y Guille. Berto, Guille y Tom.


Thom, Thorin, y Guille. Bilbo, Thorin y Tom.

 Según la historia, cuando llega el amanecer…

Los Trolls se van a dormir. Los Trolls deciden cocinar a los enanos.
Gandalf salva a todos los Trolls. Los trolls se convierten en piedra.

4. Responde las siguientes preguntas:


a. ¿Por qué crees que el narrador dice que nosotros, como lectores, seguramente sabemos que los
trolls se convierten en piedra cuando llega el alba?
b. ¿Qué crees que hacía Bilbo en el claro del bosque donde se encontraban los trolls? ¿Por qué se
quedaría allí al ver que se trataba de trolls, en vez de dar la alarma a sus amigos
c. ¿Por qué crees que Bilbo quiso robarle a los trolls? ¿A quién debe demostrarle algo?, ¿Por qué?
5. Explica el significado de la palabra zampen en la siguiente oración:
“No puedes esperar que la gente se quede por aquí, solo para que tú y Berto se la zampen”
6. Escribe un título diferente para el fragmento del Hobbit que leíste. Explica por qué escogiste ese
título.
7. Subraya en la lista las características de los trolls que justifiquen la siguiente afirmación:
“Los trolls son cortos de entendimiento”
Torpes Humildes Maliciosos De mala pronunciación
Carnívoros Apetentes Astutos
Ingenuos Alegres Despistados De lenguaje pobre
Bondadosos Lentos Agresivos
8. La palabra caníbal significa, ser que come carne de otros de su misma especie. ¿se puede decir
que los Trolls son caníbales? ¿Por qué?

9. Escribe un final para el fragmento del Hobbit que leíste. Para ello ten en cuenta lo siguiente: ¿cómo
crees que van a reaccionar los enanos cuando salgan de los sacos? ¿Bilbo dirá la verdad de lo que
sucedió? ¿Qué habría pasado si Gandalf no hubiera llegado?

10. Recrea, según tu imaginación, el escenario en el que se presentan los eventos relatados en la
lectura. Para ello dibuja el lugar y cada uno de los personajes, en él.

ORIENTACIÓN: Disfruta de la lectura y desarrolla los puntos en hojas, teniendo en cuenta escribir con orden, buena ortografía y letra
clara. No olvides marcar tu trabajo, colocando los datos de: AREA: Humanidades. ASIGNATURA: Lengua Castellana. GUIA NÚMERO: 3
– Lectura El Hobbit, NOMBRE DEL PROFESOR, NOMBRE DEL ESTUDIANTE, Centro Educativo: San José de Castro. Fecha. Las guías se
conservaran debidamente legajadas en la respectiva carpeta.

No olvides lavarte las manos frecuentemente, desinfectar todos los productos que se traigan y Cuidarte y cuidar a los tuyos.
POR FAVOR QUEDATE EN CASA.

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