Resoluciones Congreso Partido Comunista 2020
Resoluciones Congreso Partido Comunista 2020
Resoluciones Congreso Partido Comunista 2020
Resoluciones
XXVI Congreso Nacional
Partido Comunista de Chile
De cara al Pueblo, y junto al Pueblo, las y los comunistas hemos debatido por varios
meses, sin dejar en ningún momento nuestras tareas de solidaridad, de lucha y de
compromiso.
No ha sido fácil. Pero la tarea la emprendimos sabiendo que había que superar múltiples
obstáculos. Asumiendo que sin dejar por nada las acciones urgentes de solidaridad con
nuestro Pueblo, nuestro debate congresal también ha sido necesario para servir mejor
a las causas nobles y justas que empujan las y los trabajadores de Chile, y las mayorías
nacionales que no han dejado de luchar.
Son de una objetiva riqueza de contenidos, tanto los informes de las estructuras
regionales y sectoriales, así como las resoluciones de cada una de las 12 comisiones del
XXVI Congreso Nacional. Estos cuerpos resolutivos y propositivos, presentan
importantes ideas y contenidos para el esfuerzo principal del periodo, cual es, asestar
una derrota estratégica a la derecha, a los neoliberales, a las oligarquías y los clanes
económicos, mediante la fuerza del pueblo movilizado.
Al respecto, es justo decir y reconocer que nuestro partido muestra un salto de calidad
en el análisis y construcción de su política, con crecientes capacidades para construir
una política pertinente para el periodo, y para la elaboración de un proyecto
emancipador y transformador de Chile y sus territorios.
El partido da cuenta de una riquísima discusión que refleja una creciente inserción de
masas en un movimiento social dinámico y en crecimiento, mostrando capacidades para
2
Nuestro debate y las conclusiones de este congreso serán, sin lugar a dudas, una
importante contribución para la hegemonía que debe alcanzar el movimiento popular
en el proceso de transformaciones.
En este sentido, El XXVI Congreso Nacional aprueba el Informe Político presentado por
el Comité Central al Congreso Nacional, lo valora, y destaca especialmente la tesis
principal que plantea la necesidad histórica de superar el neoliberalismo, impulsar una
definitiva victoria del Pueblo y una derrota estratégica a las oligarquías; las
transnacionales y el imperialismo, que sólo mediante un golpe de estado y una
transición pactada, han sometido a Chile a un experimento y un laboratorio que se ha
expuesto mundialmente como un modelo exitoso para los clanes financieros.
En esa dirección deben estar concentrados los esfuerzos centrales que el conjunto del
partido debe desplegar en este periodo de la historia de Chile, en el que el protagonismo
y la lucha del pueblo constituyen el factor decisivo para definir una nueva trayectoria,
donde los objetivos sociales a alcanzar son la igualdad, la plenitud de derechos sociales,
la justica social, la democracia participativa y la soberanía popular.
Asistimos a un cambio de época, a una nueva era en materia de luchas sociales en que
los trabajadores y las trabajadoras recobran a plenitud su condición de motor de los
cambios sociales y se disponen en tanto fuerzas motriz a desplegar una transformación
profunda de las estructuras políticas, económicas, culturales y sociales. Como lo ha
constatado de manera preclara este Congreso Nacional, en todas sus etapas, el sujeto
principal histórico son los trabajadores y trabajadoras, y junto a su organización sindical
deben ser el motor de cambios profundos que hagan irreversible el proceso de
emancipación y conciencia social.
3
Sin embargo, la consideración respecto del Sujeto Principal debe considerar un amplio
espectro de luchas, toda vez que los vertiginosos cambios en esta materia nos obligan a
reconocer la existencia de otros actores más allá de la clase trabajadora tradicional,
estamos hablando del amplio abanico de expresiones laborales diversas, el trabajo
doméstico, los cuidados, etc. En este sentido, es imprescindible darnos la tarea de
conocer e insertarnos con mayor profundidad en todas esas expresiones que hoy son
plurales y no singulares, siendo el territorio el espacio fundamental desde donde
hacerlo.
El proceso, desde el 18-O, ha anclado el discurso del apoliticismo, fenómeno generado
conscientemente por la derecha. Pero también hay expresiones diversas y heterogéneas
en el movimiento real de masas. A todo eso necesitamos tomarle atención, no con el fin
de omitir nuestra actuación, sino por el contrario, con el objetivo de entenderlo, integrar
a las fuerzas que lo sostienen y cuidar la forma en la cual nos relacionamos con las
organizaciones en donde se expresan este tipo de cuestiones. Considerar en ello que
nuestra cultura política es distinta y muchas veces incomprendida por esos actores.
El desarrollo del feminismo en Chile es una expresión histórica que ha marcado distintos
momentos de nuestro país. Nuestro Partido se funda en 1912, al calor de un contexto
de levantamiento de la clase obrera, en la cual también comienzan a desarrollarse las
primeras iniciativas de feminismo obrero. De la mano de Teresa Flores, entre otras
4
Nuestro congreso propone que el Partido Comunista de Chile se declare, dentro de sus
principios, como un partido feminista de clase, antipatriarcal, que aspira diariamente a
5
Luchamos por la autonomía económica de las mujeres, para lograr la igualdad salarial,
alcanzar dignidad laboral, pensiones dignas, y el pleno reconocimiento de la labor
productiva de las mujeres en todo plano y en toda realidad: ya sea esta en el plano
doméstico, fuera del hogar, en el campo, ciudad, en las distintas ramas productivas, y
bajo la diversidad de mujeres que componen nuestro territorio y sus naciones.
Tenemos que fortalecer nuestra política sobre disidencias sexuales y población LGTBIQ+,
dando cuenta de su realidad política, y de clase. Es clara la falta de oportunidades y
discriminación que vive la población LGTBIQ+ en el mundo del trabajo, en la educación,
salud, son temáticas en las que urge acción de nuestro partido.
Respecto a hechos de violencia al interior del partido, se valora la puesta en práctica del
protocolo de actuación frente a situaciones de violencia. Es un avance importante, de
reparación y de actuación acorde a nuestra política. Se propone seguir revisando este
instrumento, actualizarlo en nuevas manifestaciones de violencia de género. Se debe
actuar de manera temprana, con celeridad en las definiciones, y buscando esclarecer
todo tipo de responsabilidades que puedan estar contenidas en hechos de violencia de
género al interior del partido. El Partido Comunista de Chile debe ser un espacio seguro
para todas las compañeras, compañeres y compañeros.
Nuestro partido requiere una profunda educación en los temas de género, el abrazar
esta política debe constituirse en parte de la cultura comunista que se condiga con
nuestra larga tradición de lucha y participación de las mujeres en los procesos políticos
en nuestro país y en la historia partidaria.
La paridad de género debe ser una realidad en la vida de nuestro Partido y nuestra
Juventud.
Chile tiene una historia de violaciones de los derechos humanos desde el golpe de
estado de 1973 y desde la implantación de la dictadura cívico-militar. Aún en Chile
persiste la impunidad y la ausencia de justicia y castigo para los responsables de los
crímenes de lesa humanidad.
El gobierno de derecha presidido por Sebastián Piñera, en una reedición de las políticas
y conductas criminales de la dictadura pinochetista, inauguró desde el levantamiento
popular del 18 de octubre, un periodo oscuro de violaciones sistemáticas y masivas a los
derechos humanos. Los asesinatos por parte de las fuerzas de orden y seguridad, las
mutilaciones oculares, la tortura, la prisión y la represión han infringido dolor y
sufrimiento, pero no han logrado dañar la dignidad del pueblo de Chile, que sigue
luchando.
7
El Congreso Nacional del Partido Comunista declara que no descansará hasta que
Sebastián Piñera responda ante la justicia por su responsabilidad en las violaciones de
derechos humanos, y llama a la justicia internacional a perseguir penalmente sus
responsabilidades en los crímenes cometidos contra el pueblo de Chile.
La ruptura democrática que vive nuestro país, tesis que el Partido Comunista levantó
hace ya varios congresos nacionales, se caracteriza por un rechazo creciente de las
mayorías nacionales al sistema dominante, y un distanciamiento mayoritario hacia la
democracia procedimental que emerge y se abre camino con el consenso y la
democracia de los acuerdos como forma política de mantención del neoliberalismo y
sus secuelas de todo tipo.
El pueblo chileno exige una democracia sin restricciones y tutelas, una democracia
participativa, de carácter paritario, una democracia plurinacional y multicultural. Una
democracia con soberanía nacional, orientada a la satisfacción de todos los derechos
sociales, que reconozca en los y las trabajadores un sujeto de transformación social; se
sustente en las organizaciones sociales, las comunidades y la acción colectiva como base
de las transformaciones sociales.
8
Las acciones emprendidas desde nuestra bancada para empujar hacia la soberanía plena
de la Convención, superando el tercio que es una herencia del pinochetismo y de la
política de los consensos, son un camino justo y necesario, y debemos desplegar
nuestros esfuerzos para que esa tarea adquiera una dimensión nacional y popular.
Por otra parte, las alianzas políticas, por definición, responden al momento histórico y
político de las luchas del pueblo y de nuestro partido, y hoy deben ajustarse a la línea
de los partidos y movimientos con vocación anti neoliberales y anti patriarcales, es decir,
que estén por cambiar el modelo neoliberal en toda su extensión, sin relativizaciones ni
medias tintas.
Estas definiciones debemos plasmarlas en todos los planos, incluidos los procesos
electorales que se avecinan.
En este mismo sentido, Chile necesita una nueva doctrina militar, fuerzas armadas que
no sirvan al poder represor en contra del Pueblo; que no intervengan en definitiva como
poder que reprime y castiga. Este no es un problema de academias ni de expertos. Este
un asunto clave para definir efectivamente el sentido democrático de las fuerzas
armadas, en el marco de una situación en donde fuerzas económicas y políticas insisten
en involucrarlas en acciones represivas en contra del Pueblo.
El nuevo Estado debe terminar con la subsidiariedad y garantizar las pensiones, salud,
educación, vivienda, asegurando el derecho a un vivir en medioambiente protegido.
Esta evidente crisis del modelo, no puede ser interpretada como una batalla ganada. Las
derechas, el imperialismo, así como sectores socialdemócratas que han adherido a la
administración del neoliberalismo, seguirán actuando de forma activa para mantener el
control del poder e institucionalidad neoliberal, con propuestas políticas conservadoras
que actualicen sus formas de dominación. Estamos ante un escenario en que la disputa
se agudiza, y los adversarios y enemigos del cambio democrático y soberano que
impulsa el Pueblo, se resisten, utilizando todo tipo de acciones antidemocráticas.
Debemos acelerar nuestros esfuerzos para incorporar en Chile, el rol de los nuevos
actores cada vez más incidentes en flujos económicos mundiales, como es el caso de
China. En donde se respeten los intereses nacionales en las relaciones de estado a
estado, y las asimetrías realmente existentes, abriendo condiciones para la
industrialización y desarrollo del país y de toda la región.
Respecto del Pueblo Nación Mapuche se debe avanzar en los siguientes desafíos:
De igual manera, debemos impulsar una nueva reforma agraria que redistribuya la tierra
y asegure la propiedad colectiva y comunitaria de los recursos naturales, tanto para el
pueblo mapuche, como para los y las campesinas.
La Convención sobre los Derechos del Niño define al niño y la niña como todo ser
humano menor de dieciocho años. Su artículo 2.1 obliga a los estados parte a respetar
los derechos enunciados en dicha Convención y asegurar su aplicación a cada niño y niña
sujeto a su jurisdicción.
Los derechos consagrados en la Convención sobre los Derechos de la Niñez, suscrita por
el Estado de Chile, no han sido cumplidos en 31 años.
Se hace necesario involucrarnos mucho más en la lucha ideológica; en el debate de ideas. Todo
el Partido y la Juventud deben estar en esta tarea. Hoy vivimos tiempos en que la acción política,
en medida muy importante, pasa por la lucha ideológica. Es necesario entonces mejorar nuestras
comunicaciones con las masas; elevar la calidad de nuestros medios en todos los niveles;
incrementar nuestra acción en redes sociales y en los sistemas telemáticos. Necesitamos avanzar
hacia un sistema de medios que considere la transversalidad de las tecnologías y sus
potencialidades. Del mismo modo, elevar la capacidad del Partido y la Juventud en el variado y
amplio campo de la agitación y propaganda. Nuestra capacidad de argumentar; persuadir; generar
nuevos paradigmas, estar en los niveles de conciencia real y conciencia posible de las masas, son
asuntos de primer orden en el trabajo partidario. El neoliberalismo tiene un poder muy grande en
el sistema de medios hegemónico, y también los restauradores del capitalismo salvaje, en nuestro
país, se mueven con inmensos recursos económicos, ideológicos y comunicacionales. Pero surge
con fuerza el poder contra hegemónico en las redes sociales; en los territorios; en las protestas;
desde los sindicatos, en fin, hay buenas condiciones para avanzar.
Hay que darle más centralidad a la batalla por un nuevo sistema de medios, democrático, plural y
soberano.
Respaldamos las propuestas y acciones que realiza en esta dirección el Colegio de Periodistas y
sindicatos de trabajadores de la comunicación.
Es necesario realizar un encuentro partidario, de carácter nacional, para abordar este candente
tema y elaborar acciones y propuestas que ayuden al partido y la juventud.
Debemos asumir que los conflictos hoy existentes tienen relación con la vulneración de
las normas leninistas que han dado pie a la existencia de grupos de influencia, de
personalismos, (egos que se imponen), poniendo en cuestión los principios históricos
del Partido.
El partido debe cuidar su unidad de acción desincentivando actitudes personalistas que
en algunos casos generan conflictos tanto al interior de nuestra estructura, como en la
relación con los frentes de masas. Nuestro trabajo debe ser siempre colectivo y no
individualista.
Valoramos el llamado a la autocrítica, pero creemos que este Congreso debe hacerse
cargo de las soluciones, mandatando se adopten medidas concretas para abordar las
tensiones.
Un partido revolucionario como el nuestro no puede permitirse las prácticas donde se
acentúan diferencias personales, postergando la política o que se reemplacen nuestros
mecanismos dialécticos para enfrentar discrepancias políticas con lógicas ajenas a
nuestra cultura partidaria. Hoy enfrentamos la necesidad de hacer más vivos los
principios del centralismo democrático, dejando de lado los vicios que puedan
perjudicar la vida partidaria.
Prestar mayor atención en la relación Jota- Partido, dotar de mayor intercambio político,
es necesario abrir más espacios para la elaboración y coordinación política conjunta,
14
Así mismo, tenemos que generar una mejor vinculación con las acciones y el trabajo de
los dirigentes /as públicos y hacerles un acompañamiento político. Muchos dirigentes se
sienten solos/as desarrollando su trabajo y muchas direcciones sienten que no son
tomadas en cuenta por los dirigentes públicos. Mayor vigilancia y acompañamiento.
El momento político nos exige un crecimiento cuantitativo del partido, el cual debemos
saber direccionar con mucha formación y auto formación. Se requiere una mejor
definición del quehacer político de nuestras estructuras partidarias en el exterior.
Esa experiencia del Pueblo chileno, encabezada por Salvador Allende, sigue vigente.
Diversos procesos emancipadores en nuestro continente la consideran en su camino
hacia el socialismo, la independencia nacional y la integración de Pueblo a Pueblo. El
proyecto de nueva constitución que el presidente más democrático en la historia de
Chile consideraba plebiscitar, tiene hoy mismo un profundo sentido democrático en el
desafío hacia una nueva constitución.
Por otra parte, el Congreso Nacional ha considerado que la experiencia del gobierno de
la Nueva Mayoría, del cual fuimos parte, permitió instalar ideas y contenidos
transformadores en varios aspectos. Sin embargo, a poco andar, al interior de ese
gobierno se impusieron las posiciones neoliberales más retardatarias; lo que limitó no
sólo las reformas, sino que también una gestión en políticas públicas que no enfrentó
una serie de problemas sociales que derivaron en descontentos y desencantos
crecientes, y que en medio de la dispersión, fue lo que finalmente abrió la posibilidad
de un triunfo de la derecha.
Por otra parte, el Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile ha valorado con
sentido de futuro, el papel que juega y el liderazgo nacional que se fortalece y expone
nuestro compañero Daniel Jadue. La adhesión que recibe de diferentes sectores
populares, políticos y sociales, muestran que hay en Chile la necesidad de avanzar hacia
el fortalecimiento de su liderazgo nacional. Hoy, Daniel Jadue es alcalde de Recoleta, y
va a la reelección en esa comuna. Su partido apoya decididamente esa tarea de primer
orden. Es necesario que el compañero Daniel juegue un papel mucho mayor en las
elecciones que vienen; en la articulación de las fuerzas sociales y políticas anti
neoliberales; en el proceso constituyente; en la perspectiva no tan lejana de fortalecer
en todos los aspectos una alternativa presidencial que exponga efectivamente un
programa de gobierno anti neoliberal para Chile. Es importante, hoy, formar un equipo
de trabajo, constituir un diseño político-electoral y avanzar en la articulación social y
política de fuerzas que lo respalden. Todo en un proceso que vaya en la dirección de
aunar la mayor cantidad de sectores y fuerzas anti neoliberales que trabajen y respalden
esta batalla que, sin lugar a dudas, nos plantea considerar, efectivamente, un camino
16
que llegue hasta el final de lo que significa levantar una alternativa presidencial
altamente competitiva y representativa del Pueblo.
Trabajaremos porque nuestro compañero Daniel Jadue sea el candidato de las fuerzas
de izquierda y anti neoliberales. En definitiva, el candidato del pueblo de Chile.
Y las y los comunistas hemos estado ahí, con el Pueblo, y desde el Pueblo, porque somos
Pueblo.