Taller 10 Preguntas Cristologia

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 5

Nombre: Franklin Crespo Salvatierra

Materia: Cristología y Soteriología


Maestra: Lcda. Sandra Mendoza de Rivas
Carrera: Acción Pastoral 2020

1. ¿EN QUÉ SENTIDO ES EL CONOCIMIENTO DE JESUCRISTO IGUAL AL CONOCIMIENTO DE


OTROS TEMAS? ¿EN QUÉ SENTIDO ES DIFERENTE?

Debemos comenzar por reconocer que los conocimientos acerca de Jesucristo son al mismo
tiempo iguales a los conocimientos acerca de otras personas, y distintos a ellos.

En su condición de líder espiritual del cristianismo, Jesús es el objeto de nuestro conocimiento,


y también de nuestra fe. También produce conocimiento espiritual a través del Espíritu Santo
que habita en nosotros.

Los cristianos creen de manera universal que Jesús está vivo en el presente, centenares de años
después de su vida y muerte sobre la tierra, y que está en la presencia de Dios Padre en los
cielos.

Con todo, lo cierto es que esta persuasión es producto de lo que llamamos fe salvadora, por
medio de la cual la persona tiene un encuentro salvador con Jesucristo, y por medio del
arrepentimiento y la fe, es regenerada, convirtiéndose en una nueva criatura.

Entonces, el conocimiento de Jesús como Salvador conduce, por medio de la experiencia, a una
comprensión espiritual de la existencia personal de Jesús en el presente. De esta manera, el
conocimiento de Jesús es diferente al conocimiento de otras figuras históricas.

2. ¿EN QUÉ DIFIERE LA CRISTOLOGÍA ONTOLÓGICA DE LA CRISTOLOGÍA FUNCIONAL?

La Cristología ontológica define primariamente a Jesús por quién es.

La Cristología Funcional define primariamente a Jesús por lo que hizo.

Tradicionalmente, estos dos enfoques se han alineado con dos clases diferentes de teología las
cristologías funcionales insisten sobre todo en las acciones de Jesús sobre la tierra como
hombre, tienden a hacer resaltar su humanidad a expensas de su divinidad.

Sin embargo, uno de los misterios más profundos de la fe cristiana es la unión de lo divino y lo
humano en Jesucristo. No hay tema que suscitara más controversia que éste en los tiempos de
los Padres de la Iglesia.
3. ¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE LA EXPRESIÓN “UNIÓN HIPOSTÁTICA” CUANDO SE LA APLICA
A CRISTO?

Es la unión y descripción y de la unidad de la naturaleza


divina y la humana en la Persona única de Jesús. Para
tener una comprensión adecuada de esta doctrina,
dependemos de una comprensión total de cada una de
las dos naturalezas, y cómo constituyen esta única
Persona.

Las enseñanzas de las Escrituras sobre la humanidad de


Jesús nos muestran que, en la encarnación, Él se hizo
plenamente humano en todos los aspectos de la vida,
con excepción de la comisión real de ningún pecado.

La naturaleza humana de Jesucristo describe los diferentes


aspectos de los seres humanos, y también lo describen en el Nuevo Testamento emplea con
frecuencia la voz griega “pneuma”, “espíritu”, para describir al espíritu del hombre; esta voz se
emplea también con respecto a Jesús. Además, Jesús mismo la empleó acerca de su persona,
cuando en la cruz le entregó el espíritu a su Padre y lanzó su último suspiro (Lucas 23:46).

Contextualmente, la palabra “espíritu” (gr. pnéyma) debe significar aquel aspecto de la


existencia humana que continúa en la eternidad, después de la muerte.

Jesús murió como ser humano. Como Dios Hijo, vive eternamente con el Padre. En la
experiencia de muerte de Jesús vemos uno de los testimonios más poderosos a favor de la
totalidad de su naturaleza humana. Era tan humano que sufrió la muerte como un criminal.

Jesús era capaz de sentir las profundidades de la emoción humana. Como vemos en los
evangelios, sintió dolor, angustia, gozo y esperanza. Esto era cierto, porque compartió con
nosotros la realidad de ser almas humanas.

Por último, Jesús tuvo un cuerpo humano igual al nuestro. La sangre corría por sus venas,
mientras su corazón latía para sostener su vida en el cuerpo. Esto se indica con claridad en
Hebreos 2:14–18. En este poderoso pasaje se dice que la existencia corporal de Jesús en la
tierra hizo posible su expiación por nosotros.

4. ¿QUÉ SIGNIFICADO LE DIERON LOS PADRES NICENOS AL TÉRMINO HOMOÚSIA REFERIDO


A CRISTO?

El  Concilio afirmó  que  Jesús es  “homoúsia  hemín”, lo  cual significa que  tenía
en  su  humanidad  el  mismo ser  o  esencia  que  nosotros.

5. ¿CÓMO SE COMPARA EL SIGNIFICADO DEL TÍTULO “LOGOS” EN JUAN 1 CON SU


SIGNIFICADO EN LA FILOSOFÍA GRIEGA?
El evangelio de Juan es la cuarta sección del evangelio cuádruple, ya que da diferentes
perspectivas sobre la vida de Jesús de Nazaret.

El escritor Orígenes (185-254 a.C.) entendían que realmente no hay cuatro evangelios, sino que
hay un evangelio cuádruple.

El evangelio de Juan fue probablemente el último en ser escrito de los cuatro. Y fue escrito
tomando en cuenta lo que los primeros tres ya habían dicho. Esta es una razón por la que el
relato de Juan de la vida de Jesús es en muchos sentidos diferente de Mateo, Marcos y Lucas.

Logos es una palabra de origen griego que puede ser entendida de varias formas: puede
referirse a la argumentación por medio de las palabras, o también puede referirse al
pensamiento o la razón. Los dos significados se relacionan estrechamente.

El término fue empleado por primera vez por Heráclito (540-480 a.C.), para quien el logos era
la razón o la ley detrás del funcionamiento del universo. Es decir, para Heráclito el logos
explicaba el mundo y daba un principio de orden. Por lo tanto, era concebido como universal,
eterno y necesario. Este sentido sufrió transformaciones en cada época de la historia según las
ideas dominantes.

Para los filósofos y pensadores modernos, el logos se refiere a una abstracción racional, es
decir, al razonamiento, pensamiento o concepto absoluto.

El Logos como razón es un principio universal de la raza humana, y se construye en el lenguaje,


que es la expresión de todo razonamiento.

La palabra Logos se usa claramente el primer capítulo del evangelio de Juan, en el cual se
construye los cimientos de la teología cristiana. En su traducción al latín, esta palabra se
equiparó con verbum, que quiere decir 'verbo'.

El cristianismo de la antigüedad, en plena expansión hacia el mundo conocido, acudió también


la filosofía neoplatónica, el logos o verbum (como se tradujo en latín), correspondía a la
palabra creadora y eficaz de Dios.

6. ¿CUÁLES SON LOS SIGNIFICADOS POSIBLES DEL TÍTULO “¿HIJO DEL HOMBRE”, TAL COMO
LO USAN LOS EVANGELIOS SINÓPTICOS?

De todos sus títulos, el de “Hijo del Hombre” es el que Jesús prefería emplear al hablar de sí
mismo. Los escritores de los evangelios sinópticos lo usaron sesenta y nueve veces. La
expresión “Hijo del hombre” puede tener dos significados principales. El primer significado es el
de que es un ser humano. En ese sentido, todos somos hijos del hombre. Ese significado llegó
hasta la época de Jesús, al menos desde tiempos tan antiguos como los del libro de Ezequiel,
donde se emplea la fraseología ben Adam, con un significado prácticamente idéntico.1 De
hecho, esta frase puede funcionar como sinónimo para el pronombre personal de primera
persona singular, “yo” (véase Mateo 16:13).

Aunque el título “Hijo del Hombre” tenga dos definiciones principales, tiene tres aplicaciones
contextuales posibles en el Nuevo Testamento. La primera de estas aplicaciones es el Hijo del
Hombre en su ministerio terreno. La segunda aplicación se refiere a su sufrimiento futuro (por
ejemplo, Marcos 8:31). Esto le daba un significado nuevo a una terminología ya existente
dentro del judaísmo. La tercera aplicación es el Hijo del Hombre en su gloria futura (véase

Marcos 13:24, que se inspira directamente en toda la corriente profética salida del libro de
Daniel).

Esta divisibilidad es exclusiva. Jesús vino a la tierra, se aplicó a sí mismo el título de Hijo del
Hombre, y después hizo cosas como sanar al paralítico, y habló de su sufrimiento futuro y de su
muerte. Esta comprensión del Hijo del Hombre está separada de su venida en poder, gloria y
dominio para juzgar a los pecadores y tomar dominio, sobre todo. Por consiguiente, Jesús es el
Hijo del Hombre: pasado, presente y futuro

7. ¿POR QUÉ EVITABA JESÚS EL TÍTULO DE “MESÍAS” Y LES ORDENABA A LOS DISCÍPULOS
QUE CALLARAN CUANDO LO USABAN PARA REFERIRSE A ÉL?

De hecho, Jesús rehuía el título de “mesías”. Ésta es una de las cosas sorprendentes acerca de
su condición de Mesías. Por ejemplo, a la confesión de Pedro: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente”, respondió diciéndole: “Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo
reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos”

(Mateo 16:16–17). Jesús llegó incluso en esa ocasión a advertirles a sus discípulos que “a nadie
dijesen que él era Jesús el Cristo” (Mateo 16:20). Quería evitar el término, porque llevaba en sí
la connotación de un liderazgo político y militar, que no formaba parte de sus actividades con
respecto al reino durante su primera venida.

Esta manera de ver el término es evidente también en la forma en que Jesús se enfrenta a los
demonios. Lucas 4:41 dice: “También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú
eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el
Cristo.” Jesús no estaba dispuesto a dejarse arrastrar a un tipo de reinado mesiánico que
evitara la cruz.

8. ¿EN QUÉ SENTIDO ES ÚNICO JESÚS COMO MESÍAS?

El término griego “Xristós”, “Ungido”, traduce el hebreo “mashíaj”, que ha pasado a las
versiones modernas de la Biblia como “Mesías” o, más frecuentemente, “Cristo”

“Cristo” se convirtió en un nombre para designar a Jesús. Ningún otro título de Jesús se
convirtió en nombre suyo, sino Mesías, o Cristo. Por consiguiente, es preeminente entre todos
sus títulos.

Jesucristo, el Mesías único de Dios, no dejó de ser el Mesías cuando murió en la cruz, puesto
que en ella perfeccionó la salvación. Después, resucitó de entre los muertos y ascendió a la
presencia del Padre, donde ciertamente, sigue siendo el Mesías de Dios.

9. ¿QUÉ QUIEREN DECIR? LOS TÉRMINOS: “ADOPCIONISMO”, “KENOTICISMO” Y


“ENCARNACIONISMO”

 Adopcionismo: Doctrina nacida en España en el siglo VIII que afirmaba que Jesús, en
cuanto hombre, no era hijo de Dios por naturaleza sino por adopción.
 Kenoticismo: El “kenoticismo” enseña que la divinidad del Hijo de Dios se perdió o
disminuyó de alguna manera cuando el Señor tomó carne humana y entró en el
mundo.

 Encarnacionismo: Se suele referir al “encarnacionismo” en oposición a otras posiciones


cristológicas como el adopcionismo o el arrianismo. Según los “encarnacionistas”,
debido a la consustancialidad del Padre y el Hijo, este último no fue creado y por tanto
no tiene un origen temporal. Esta posición difiere de la arriana que afirma a Cristo
como la primera obra de la creación de Dios y por tanto niega la consustancialidad. La
venida a la Tierra de Jesucristo, según los “encarnacionistas”, habría sido una
Encarnación del mismo Dios Hijo (el Verbo, segunda persona de la Trinidad) y no se
trataría entonces de un ser humano normal ungido por Dios -postura adopcionista- o
de la encarnación de la primera criatura -postura arriana.

10. ¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DEL CONCILIO DE CALCEDONIA EN CUANTO A LA DOCTRINA


SOBRE CRISTO?

Controversia teológica: Hubo dos escritos que tuvieron profunda influencia.

1. La carta de Cirilo a Juan Antioqueno. Por tanto, confesamos que nuestro Señor
Jesucristo, el unigénito Hijo de Dios, es completamente Dios y completamente ser
humano, con un alma racional y un cuerpo. Nació del Padre antes de los siglos en
cuanto a su divinidad, pero al final de los días, Él mismo nació, por nosotros y por
nuestra salvación, de María la virgen en cuanto a su humanidad. Este mismo es
coesencial con el Padre en cuanto a su divinidad, y coesencial con nosotros en cuanto a
su humanidad, porque ha tenido lugar una unión de dos naturalezas, a consecuencia
de la cual nosotros confesamos un Cristo, un Hijo, un Señor.

2. León I Flaviano de Constantinopla. Por tanto, siguiendo a los santos padres,


confesamos uno y el mismo Hijo, quien es nuestro Señor Jesucristo, y todos estamos de
acuerdo en enseñar que este mismo Hijo es completo en su divinidad e igualmente
completo en su humanidad; verdaderamente Dios y verdaderamente un ser humano;
estando compuesto éste mismo de un alma racional y un cuerpo, coesencial con el
Padre en cuanto a su divinidad y coesencial él mismo con nosotros en cuanto a su
humanidad, siendo como nosotros en todo aspecto, excepto en el pecado ...
reconociendo que existe inconfundible, inalterable, indivisible e inseparablemente en
dos naturalezas, puesto que la diferencia entre las naturalezas no es destruida por
causa de la unión, sino al contrario; el carácter de cada naturaleza es conservado y
ambas se reúnen en una persona y una hipóstasis, no dividida ni desgarrada en dos
personas, sino uno y el mismo Hijo.

También podría gustarte