COMUNIDAD EVANGELISTICA SIN ATRACTIVO

ENSEÑANZA N. 1

NINGUNO PUEDE VENIR A MÍ

Hoy vengo a dejarles una enseñanza muy hermosa, una enseñanza
que es muy poco predicada, un versículo donde muchos tiemblan
es más, es un versículo que se ha estado predicando poco, porque
realmente es una declaración que hace temblar, el versículo está
en el evangelio de Juan y nos declara esto:

Juan 6:44
 

Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le

trajere;
y yo le resucitaré en el día postrero.
Antes que Jesús hiciera esta declaración, había alimentado a 5000
hombres con dos pececillos y cinco panes, con esto había
demostrado con categoría su control total sobre la vida, era
suficiente para entender que Jesús era el mesías tan esperado de
los judíos, era suficiente para comprender que sólo en Él estaba la
vida eterna, la vida maravillosa, solo en Él, pero ellos
endurecieron su corazón y empezaron a crujir los dientes, se
empezaron a enojar, porque Él había declarado ser la fuente de
vida y que había descendido del cielo.

Los judíos líderes veían al Señor, como un simple hombre de una

región menospreciada de Nazaret, un lugar donde nadie se
levantaba así miraban a nuestro Señor Jesucristo y comenzaron a
murmurar y decían entre ellos: ¿No es este Jesús, el hijo de José,
cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo pues dice este,
del cielo he descendido?

Notemos que ellos estaban sumamente molestos porque había

dicho: Yo he descendido del cielo, ellos ven solo el contexto
humano del Señor Jesucristo y reclaman que conocen sus
antecedentes, que conocen su vida, expresiones:
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¿Cómo que del cielo si es de Nazaret? o ¿Cómo que de Dios?

Si sabemos que es hijo de José, que es hijo de María, a quienes
nosotros conocemos, es más conocemos la reputación de su
madre y de su padre también de una forma.
Entonces antes que Jesús les respondiera en el verso 44, el
versículo que hace temblar, les da esta respuesta: no murmuréis
entre vosotros, eso es increíble cuando dice:

No murmuréis entre vosotros, antes de hacer la gran declaración

primero les ordena ¡cállense! En otras palabras: “no hablen lo
que no entienden” ustedes no tienen capacidad de elegir lo que
quieren, ustedes no tienen la capacidad de decidir si recibirme o
rechazarme, la carne no puede acceder a la mente de Dios,
entonces les dice: “no murmuren “……..

Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le

trajere y yo le resucitaré en el día postrero.

Algunos puntos importantes que debemos considerar:

¿Quién hizo esta declaración?

¿Quién lo dijo?

No lo dijo Pablo, no lo dijo Pedro lo dijo nada más y nada menos

que nuestro grandioso, nuestro glorioso Señor Jesucristo, Dios
manifestado en carne, Él mismo hizo esta declaración, no fue
ninguno de los apóstoles y por eso hay que tomarle mucha
importancia a lo que nuestro Señor Jesucristo dice, por eso es que
no hay que dejar pasar de largo estas palabras; Él lo dijo:

Ninguno de vosotros, “ninguno puede venir a mí”

Entonces volvamos a pensar ¿A quiénes se lo dijo? a los

descendientes de Abraham a los hombres que tenían impresa la
ley, ellos enseñaban la Palabra de Dios, pero es increíble lo que
hace el Señor nos revela algo terrible: les está diciendo no importa
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cuánto conozcan y enseñen, ustedes tienen una condición, con

esta declaración, Jesús está revelando la total incapacidad del
hombre de acercarse a la salvación, de acercarse a la puerta de
salvación, aquí se revela cuan mortal fue la caída del hombre en el
Jardín del Edén.

En Génesis 3:24 Hay una revelación tan poderosa y es triste,

realmente la declaración es triste; es el resultado del pecado y dice
así:
Génesis 3:24

Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto

de Edén querubines, y una espada encendida que se
revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol
de la vida.

Este verso es bien claro y echó, Dios mismo echó a los padres de
la humanidad, Adán y Eva y puso guardia para que nadie por su
cuenta regresara; y si el Dios todopoderoso, echó al hombre de su
presencia, yo le pregunto; si Dios mismo el autor de todas las
cosas, el autor de la vida los echó de su presencia a causa del
pecado

¿Podrá el hombre regresar porque él quiere, a la presencia de

Dios?
¿Podrá regresar y entrar a su gloria por su cuenta, sólo porque se
le antoje?

La biblia en ningún momento registra que Adán hubiera dicho

después de haber sido expulsado, bueno hay guardias allá, pero no
importa, yo tengo privilegios, voy a entrar cuando quiera,
entonces Adán vino y entró otra vez a la gloriosa presencia del
Señor, en ninguna manera, nadie puede burlar la guardia de su
presencia, nadie entró con confianza a su gloria, Adan fue
destituido y así toda la humanidad, nosotros también fuimos
destituidos de la Gloria de Dios, como dijo Pablo cuando todos
pecaron y todos fueron destituidos de su gloria.
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Entonces una vez estás fuera, estamos fuera, la humanidad está

fuera de la Gloria de Dios, fuera de la presencia de Dios.
Entonces: ¿Cómo regresar? si nadie puede, hay guardias, nadie
puede regresar solo porque quiere, porque nosotros tenemos una
condición; no somos compatibles con su presencia, ¿cómo
regresamos de nuevo? Para volver a la presencia de Dios es
necesario una puerta, Jesús declaró en:
Juan 10: 9

Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y

entrará, y saldrá, y hallará pastos.

Se da cuenta, pero también dijo en Juan 6: 44

Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le

trajere;
y Yo le resucitaré en el día postrero.

Jesús está declarando ser la única fuente de salvación, el único

acceso a la presencia del Dios Santo y Poderoso es una puerta, lo
dijo en:
Juan 14: 6-7

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al

Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre
conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

Ahora, sabemos que la entrada al cielo es una puerta llamada:

Jesucristo, pero hay un problema, el problema es que nadie puede
llegar a esa puerta si Dios no lo quiere, la condición del hombre
es terrible, es más terrible de lo que pensamos y lo dice Pablo en:
Efesios 2: 4-6

Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor

con que nos amó, aun estando nosotros muertos en
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pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia

sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo
nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.

Pablo, claramente está diciendo que el hombre está muerto a

causa del pecado, no tiene facultad, no puede por sí mismo buscar
vida, solo Dios es el que da vida, el que designa. Así que;

“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no

le trajere y yo le resucitaré en el día postrero”

Hay enseñanzas religiosas que te hacen pensar, te hacen ver a un

Jesús lamentable, a un Jesús que está detrás de una puerta
rogándote a ti, rogando, que te está diciendo, por favor ven a mí,
entra en mí, y tú te haces el rogado, ¡no! si ahí está mi salvación,
yo cuando quiera la tomo. ! No! no es así, se da cuenta que
muchas veces en el pasado cuando no conocíamos mucho
decíamos: ¡ no respétenme! Dios respeta, yo tengo libre albedrío,
Dios respeta mis decisiones, Dios respeta lo que yo soy, así que
no te molestes, yo sé cuándo voy a ir; y el Jesús que tú piensas
está del otro lado de la puerta !No seas así! Por favor acéptame,
acéptame como tu salvador! ¿Tú piensas eso?

Es lo que te ha hecho pensar la religión, pero déjame decirte que:

“tú estás muerto” como dice Pablo, en pecado, muerto en pecado
y te digo una cosa un muerto no tiene capacidad de decidir, un
muerto no puede hacer nada por sí mismo, nada puede hacer, así
que ponte a pensar, Jesucristo no es alguien que está esperando
ahí temblando que le aceptes o no, “ninguno puede venir a mí”
acuérdate de esa expresión….. “nadie solo porque quiere”.

Quizás muchas veces has dicho, yo voy a regresar a la iglesia o

dices yo voy a buscar a Dios, hay que saber de quién está
naciendo realmente eso, si es de Dios o es de tu propia carne,
porque yo mismo dije un día, voy a buscar de Dios y nunca lo
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hallé, estuve metido en diferentes religiones y jamás hallé su

presencia, jamás sentí su gloria, no tanto quizás de sentir, pero a
lo que me refiero es de que no
percibí realmente lo que hoy percibo, después de haber escuchado
el glorioso evangelio.

Entonces, nosotros no pensemos que porque a veces decimos

entre familia, vamos a regresar, vamos a ir a una iglesia, vamos a
ir a un templo, pero no, ¡eso no significa que te vayas a encontrar
con la puerta de salvación!
Eso no significa que porque tú quisiste, ¿puede ser que Dios lo
ponga? Pero muchas veces pasa, que llegamos y nada en mucho
tiempo, ¡nos pasa! o sea no hay nada, no conocemos, nos
preguntan ¿somos salvos? y lo primero que nos viene es la duda
¿Será que soy salvo? es que nadie puede acercarse a la puerta de
salvación, sólo porque se le antoje o porque quiera.
Ojalá que ahora que hemos visto esto, que ninguno puede venir
a mí, sólo porque quiere no pienses que le estás haciendo
berrinche al Señor, porque el que decide sobre ti, realmente, el
que decide a quien resucitar es Dios.
Vamos a ver unos ejemplos claros, que el hombre no puede
volver porque quiere a su presencia. Génesis 3: 8-9 dice así:

Y oyeron la voz de Jehová que se paseaba en el huerto y

al aire del día y el hombre y su mujer se escondieron de la
presencia de Jehová entre los árboles del huerto más
Jehová Dios llamó al hombre y le dijo ¿dónde estás tú?
¿Dónde estás?

Entonces, notemos bien; Adán, uno de los claros ejemplos de la

gravedad del pecado, él hasta hace poco estaba en la misma
presencia del Dios Santo, pero a causa de su desobediencia ya no
tenía capacidad de permanecer en su presencia;
y lo que hace es esconderse de Él, de esconderse de Dios, la
muerte entró en él,
y ya no hay deseos para estar delante de Dios, el pecado lo alejó
de su gloria, no puede, lo primero que hace es esconderse.
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Entonces ¿Quién decide llamar? si Dios no llama a Adán no podía

dar la promesa pero ¿Quién realmente llamó? y dice así:

“Más Jehová llamó al hombre”

Se da cuenta, no es el hombre quien decide, es Dios el que toma

la decisión, aquí está claro, el hombre solo piensa en alejarse de
Dios a causa de la condición pecaminosa, todo está en las manos
de Dios. “Dios es el que busca, Dios es el que llama”

Otro ejemplo que podemos ver es en

Génesis 12: 1

Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu

parentela,
y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.

Abraham, era un pagano entre los caldeos, es más su papá se

llamaba; Taré, Josué, cuenta de que ellos eran servidores de
muchos dioses, estaban en servidumbre a dioses paganos, entre
ellos el dios luna, estaban sumergidos en el politeísmo,
prácticamente el padre de Abraham, Taré era un adorador, era un
servidor, pero no de Jehová, no de Dios ¿Sino de quién? pues de
dioses con minúscula, de dioses paganos y Abraham también
estuvo sumergido ahí y en ninguna parte la biblia dice que a
Abraham se le antojó decirle a su papá; ya me cansé de adorar al
dios luna, me cansé de ser politeísta y me cansé de ser idólatra
sabes que quédate, yo me voy a un lugar, yo me voy a una iglesia,
yo me voy a otro templo, es probable que haya dicho eso; pero lo
que se consiguió es ir a otro templo pagano, pero nunca a la
presencia del Señor claramente Dios visitó a Abraham y le dijo:

“sal de ahí y ven donde yo te diga “

Es increíble, cómo Dios ópera, uno no puede decidir buscar, Dios
busco, Dios llamó, Dios envió a Abraham. Es un ejemplo claro
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de la incapacidad del hombre, él hubiera estado sumergido en la

idolatría durante toda su vida, pero la diferencia es que Dios
mismo lo buscó y lo llamó a una esperanza maravillosa.

Veamos el llamamiento de una mujer, otro ejemplo, se trata de

Rebeca una mujer que participó en la historia de la redención, iba
a ser la esposa del hijo de la promesa llamado Isaac. Abraham
mandó a su siervo llamado Elezer, a buscar una mujer para su
hijo y fue a una ciudad pagana, Elezer, viajo y encontró un pozo
donde llegan las doncellas. Para buscar la esposa, se quedó ahí
esperando a ver qué pasaba, pero notemos que este movimiento
no lo está haciendo Elezer.
Elezer, es un varón que es sensible a la voz de Dios, que es
sensible a Dios a la voluntad de Dios. Entonces el teme y él mira
tantas doncellas que dice: ¿Cuál será? ¿Cómo conozco la que
Dios va destinar para mi patrón? ¿Cómo lo sé? entonces él hace
una oración que está en: Génesis 24: 14

Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu

cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere:
Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea
ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac;
y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi
señor.

Y dice: por favor, interviene Señor, porque yo no sé quién es esta

mujer, pero Dios antes que le sea llegada, Dios puso un instinto,
puso algo en el corazón de esta mujer llamada Rebeca.
Rebeca, decide salir de una forma como presintiendo que necesita
ir a un lado y dice: voy a ir a traer agua, mire lo que está
haciendo el Señor, cuando ella va a traer agua al pozo y lanza el
cántaro, mientras ella está jalando el agua, alguien ya está orando
y luego, ni siquiera había terminado la oración, cuando aún decía
estas palabras, la respuesta de Dios ya estaba hecha, ahí venía
Rebeca, impulsada por algo divino, por algo que Dios puso en
ella, esa mujer no conocía a Isaac, sin embargo decidió confiar y
se fue detrás de Elezer.
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El encuentro fue en un campo, donde Isaac había regresado de un

viaje y se puso a contemplar el horizonte y cuando mira, he ahí,
una mujer que iba a dar a luz a Esaú y a Jacob, imagínese; esa
mujer, era una mujer que se ponía anillos en la nariz, Dios hizo
que esa mujer llegara a los brazos de Isaac y así participar en la
historia de la redención, qué maravillosa historia acerca de cómo
Dios es el que atrae, no es que ella decidió hacerlo por su cuenta,
hubo una intervención divina en la oración y en su voluntad por
supuesto.

Moisés, estaba pastoreando ovejas y algo a lo lejos se estaba

quemando, era una zarza, Moisés ve quemándose la zarza luego;
piensa, eso es normal por acá y sigue trabajando pero le llama la
atención que hay algo sobrenatural, algo provocado por un ser
divino, entonces se pregunta: ¿y esto qué? Esa zarza es pequeña
ya se tendría que haber quemado y no se termina de consumir,
lleva mucho tiempo así, según mi experiencia esa zarza ya
tendría que haberse consumido; entonces le llamó la atención y
fue a ver qué es lo que estaba pasando, y sabemos que cuando
llega a la zarza, Dios le habla a Moisés.

Ahora le pregunto: si Moisés al estar pastoreando ovejas no

hubiese visto la zarza y que esta no se consumía ¿hubiera ido a
Dios? Nunca, Dios lo había preparado desde niño, lo vieron
hermoso y lo guardaron. Lea Génesis y Éxodo y se va dar cuenta
del ministerio de Moisés, él no llegó por su cuenta, Dios lo atrajo,
Dios lo preparó y Dios lo envió.

El rey David es un personaje conocido en las escrituras, él estaba

en su casa, era el más pequeño el menospreciado de la casa, el que
no tenía plantón de guerrero y lo mandaban a un trabajo mero
sucio que era de cuidar ovejas, estaba entre la caca, en el potrero
haciendo un trabajo de pastorcillo, en Israel, el oficio de pastor es
para gente de muy bajo nivel y ese trabajo hacia David.
Mientras David estaba haciendo este trabajo llega un profeta a
ungir a la casa de Isaí, todos los hombres salen por su cuenta y le
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dice a Isaí, tráeme a tus hijos y aparecen los hijos, entonces Dios
le habla a Samuel “No, no elijas tan rápido”, Yo Soy quien va a
elegir, no te fíes de la apariencia, yo veo el corazón, así que
pasaron todos los hijos y dijo: No, no es ninguno de estos, bueno
¿no tienes otro hijo Isaí? Pregunta el profeta Samuel, bueno
tengo otro que está en los campos con las ovejas, entonces
Samuel le dice; bueno, no me voy a ir hasta que me lo traigas,
entonces: ¿qué pasa? Que allá lejos aquel hombre que pasó
desapercibido, un día lo llamaron, alguien le gritó hey muchacho,
te busca un profeta, David llego y fue ungido y Dios uso
grandemente a David en aquel tiempo.
¿Y qué pasó con David? David, fue un hombre que participó
cómo parte del linaje de nuestro Señor Jesucristo participando en
su evangelio, el punto es aquí ¿quién lo halló?
Pablo expresa estas palabras: he hallado a David varón conforme
a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero, Pero ¿Quién lo
halló? , ¿Quién lo buscó? , ¿Quién lo mandó a traer? Fue Dios, a
David no se le ocurrió nunca, el que buscó fue Dios.
Creo que con el Antiguo Testamento ya tenemos varios ejemplos
de que Dios es el que llama, es más, podemos poner uno más, en
el arca ¿quién atrajo a los animales a la puerta de salvación? no
fue Noé, a Noé no le habría dado tiempo de ir acarrear tanto
animal y saber hasta en dónde estaban ¿quién fue? fue Dios el que
los metió a la puerta, Noé solo estaba esperando. ¿Cuántos
hombres entraron? los pocos hombres Dios decidió también, Él
los cruzó del otro lado de la puerta, entonces esto sucedió en el
Antiguo Testamento.

Ahora, en el Nuevo Testamento ¿quién buscó a los discípulos?

Andrés y Juan son los primeros discípulos ¿y qué pasa con ellos?
un día están escuchando a Juan el bautista y de repente pasa el
Señor Jesucristo por ahí; ellos se sienten atraídos por la palabra
que dice: He ahí está el cordero, entonces le siguieron; pero
¿quién los fue a recoger? Nuestro Señor Jesucristo.
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El que busco fue el Señor Jesucristo, Él atrajo a su presencia a

estos discípulos, luego, fue a buscar a Pedro, después fue a buscar
a Felipe, después fue a buscar a Natanael y así el Señor mismo
fue el que atrajo, fue el que buscó, ellos no lo buscaron.
Hay un ejemplo claro; Mateo llamado Levi, él era un hombre
que había sido exiliado en su propio país, porque era un cobrador
de impuestos y tenía que cobrarle a su propio pueblo, le trabajaba
y servía a Roma, Levi, era un hombre que vivía de esa forma. A él
no lo recibían en el templo, si un judío le servía a Roma, los
mismos judíos ya no lo recibían en el templo, si te vuelves
servidor de Roma, pierdes el derecho de llegar al templo donde se
invoca el nombre de Jehová. Así que Levi ya no tenía derechos, él
se dedicaba a servirle a Roma, él ya no tenía un Dios. Un día
mientras él estaba sentado en los banquillos, cuando menos se lo
esperaba contando impuestos, de repente; había alguien haciendo
la fila entre esa gente pagando sus impuestos y ya no le da nada, y
le dice: Levi, ven y sígueme, se da cuenta ¿quién buscó a Levy?
Fue Dios, Él es quien lo atrajo, le dijo ven conmigo.

A una familia, mientras lavaban sus redes, pasa un joven de 30

años que les dice: Mateo 4: 19 “venid en pos de mí, y os haré
pescadores de hombres” pero ¿quién buscó otra vez? Fue Dios.
Dios es quien busca.
Para que entendamos bien; una oveja es semi- ciega y depende de
su pastor, cuando una oveja se pierde, ella no tiene la capacidad
de regresar al redil, eso lo pone muy claro nuestro Señor
Jesucristo en una respuesta que les dio a los fariseos. A Jesús se
acercaban los publicanos y los pecadores, un día los fariseos se
acercaron y dijeron este a los pecadores recibe y con ellos come,
entonces el Señor les refirió esta parábola:

Que hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y pierde una, no deja

por aparte a las 99 y va en busca de la que se perdió y cuando la
encuentra la toma en sus brazos, la pone en sus hombros y la trae
gozoso, ahí está claro, la oveja no tiene capacidad de buscar a su
pastor, es el Buen Pastor el que tiene que ir a buscar a la oveja, la
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oveja si está perdida, ahí se quedó, no tiene capacidad, no tiene

facultades para buscar al pastor.

El pastor la fue a buscar, el pastor la curó, el pastor la cuido.

Entonces, eso es lo más grande de esta esta maravillosa

enseñanza, entender de que nosotros a causa del pecado, estamos
discapacitados y no podemos venir a Dios sólo porque queramos.

Quizás, tú has estado en una congregación como yo un día,

quizás, has sido músico, quizás, has sido ministro, pero tú mismo
te das cuenta que algo no está casando, algo no está funcionando
bien en tu vida y no te sacia, no encuentras el camino, está como
en duda tu salvación, falta un tornillo a esta maquinaria que
tienes, es por esto.

Amigo, esto es porque falta la predicación del evangelio, la

predicación del evangelio no son simples argumentos. El
Evangelio, es el llamamiento supremo del Dios glorioso, el
Dios bendito a los pecadores, a los que están muertos, a los
que no tienen activos sus sentidos para buscarle, desde que el
hombre cayó no tiene capacidad de buscar a Dios.

Por eso es que el Señor en la gran comisión que hemos escuchado

tanto, después de haber resucitado de los muertos dice: “Toda
potestad me ha sido dada, por tanto id y predicad el evangelio a
todas las naciones” ¿porque lo hizo? porque Él sabe que en la
predicación está el supremo llamamiento, está la regeneración, si
no hay evangelio no hay resurrección, no hay regeneración;
puedes estar tocando, puedes estar sirviendo, pero te digo algo; no
puedes hacer nada por el pecado, todo se hace en la carne, no
podemos trabajar, no podemos servirle a Dios en la carne no se
puede.

La Adoración es en Espíritu y es en Verdad, pero eso no sucede

hasta que llega el evangelio que nos regenera; es duro, quizás para
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ti es duro, quizás estés sirviendo, pero también te sientes vacío y

sabes que algo falta.

Había un hombre doctor de la ley, principal entre los judíos, era

el maestro de una nación, conocía bien la Palabra, él visitó un día
al Señor y el Señor le dijo:

“De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no

puede ver el reino de Dios”.

No puedes entrar a mi presencia, si no naces de nuevo.

Imagínense, es un maestro, y el Señor le dice que necesita ser
resucitado o necesita nacer de nuevo, ¿dónde quedamos nosotros?
¿Dónde quedas tú? por eso, es de que el Señor; nos llama, por
medio de su glorioso evangelio. Como te digo puedes estar
sirviendo, puedes estar cantando, pero si no hay regeneración no
hay servicio genuino, conozco a muchos ministros de alabanza
amigos míos y les he preguntado: ¿Eres salvo? Si murieras hoy,
¿a dónde fueras? Y me dicen: al infierno y ¡le estás cantando a
Dios!... es en la carne, no han nacido de nuevo, no han escuchado
el supremo llamamiento del Dios bendito. Hoy, el evangelio lo
han cambiado por payasos, kermesses, reuniones donde leen una
pequeña cita y de ahí se ponen a comer un banquete, más van por
la cena que por la Palabra, retiros donde supuestamente en tres
días ya cambiaste pero después resultas peor.

Amigo, como te he dicho puedes cantar, puedes alabar, puedes

saltar y a la vez sentirte miserable y vacío la razón es porque no
has sido regenerado, todo ha sido en tu carne y lo que es nacido
de la carne, carne es, lo que es nacido del Espíritu, Espíritu es, te
es necesario nacer, el evangelio, es la resurrección, sin evangelio
no hay resurrección. Así que ojalá, que después de esto, quede en
tu corazón, medita, realmente ¿ya he recibido el supremo
llamamiento del Señor a través del glorioso evangelio?
Realmente, ¿ya escuchaste el evangelio? el evangelio no es una
sopa instantánea, el evangelio es un proceso, realmente ¿ya lo
escuchaste? recordemos estas palabras que queden en tu corazón.
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“Ninguno puede venir a mí si el padre que me envió no le

trajere y yo le resucitaré en el día postrero”

Gloria al Señor, hermanos los que ya estamos en este evangelio,

solo quiero recordarles como dijo Pablo a los Filipenses, los que
ya están en este proceso, los que estamos avanzados.

“Ocupaos, inviertan su tiempo en vuestra salvación con

temblor, con reverencia, con temor ¿cómo? aferrándonos
al evangelio, sujetándonos a la Palabra, a la predicación de
esa forma es que nosotros debemos ocuparnos de nuestra
salvación no con jactancia sino con temor y temblor”.