J. CHAMORRO - Lenguajes Poéticos y Musicales Del Siglo XX
J. CHAMORRO - Lenguajes Poéticos y Musicales Del Siglo XX
J. CHAMORRO - Lenguajes Poéticos y Musicales Del Siglo XX
f- 1cunno1
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño
Cuerpo Académico de Arte, Comunicación y Cultura
Universidad de Guadalajara
Mtro. Carlos Jorge Briseño Torres / Rector General
Mtro. Gabriel Torres Espinoza / Vicerrector Ejecutivo
Lic. José Alfredo Peña Ramos / Secretario General
ISBN 978-970-27-1387-6
Presentación ............................................................................................................ 7
[7]
Lenguajes poéticos y musicales del siglo XX
8
Presentación
9
Capítulo I
(13]
Mar(a Enrique/a Morales de la Mora
Jaime Rico Salazar2 asegura que fue Ana María Fernández, en 1930, la pri-
mera voz femenina importante en la interpretación de boleros. Agustín Lara
contó en su proceso artístico con intérpretes muy conocidas, como Amparo
Montes, Elvira Ríos, Rebeca y Toña la Negra, cuyas voces graves impusieron
un estilo lariano único.
Otras intérpretes destacadas en esta época de gran auge del bolero en
México fueron Eva Garza, Ana María González, Chela Campos, Esmeralda,
María Luisa y Avelina Landín, Chavela Durán y Marilú. En un apartado espe-
cial, destaco a las jaliscienses Lupita Palomera, María Victoria y las hermanas
Águila.
La presente contribución quiere brindar un merecido homenaje a la mu-
jer en la canción romántica, sobre todo a aquellas que incursionaron como
compositoras de boleros o como intérpretes de este género tan popular y lle-
no de belleza y significados, en un contexto social inclinado a exaltar sólo las
capacidades masculinas.
Ciudad Guzmán, una de las ciudades más importantes de Jalisco, está situada al sur
del estado, cerca de Guadalajara.
Jaime Rico Salazar, Cien A ños de Boleros, Centro de Estudios Musicales, Bogotá, 1988.
14
La mujer y el bolero en México: Consuelo Velázquez (1920-2005)
En las primeras décadas del siglo pasado, la mayoría de las mujeres mexica-
nas estaba limitada a su rol de ama de casa, a los quehaceres domésticos y a la
educación de los hijos. Sin embargo, en ciertos sectores de la sociedad, sobre
todo en la llamada clase alta, existía la costumbre de que aprendieran a tocar
el piano, como un "adorno" que resaltaba su feminidad, y recibían clases par-
ticulares en su domicilio. En este campo tenían posibilidades de crecimiento
artístico individual, pero nunca de desarrollo profesional, ya que la única
finalidad era lucir sus habilidades en reuniones familiares o impresionar a
quienes formaban parte de su mismo círculo social.
Culturalmente, siempre era el hombre quien le cantaba a la mujer, en can-
ciones románticas dirigidas a la belleza de unos ojos o al temblor de unos
labios. Y aunque los sentimientos amorosos eran compartidos, había pocas
mujeres que le cantaban al amor. Sin embargo, surgen trovadoras como María
Grever, que les abren el camino a otras mujeres como Consuelo Velázquez,
María Alma y Emma Elena Valdemar, en México; así como a Isolina Carrillo,
15
Mar(a Enrique/a Morales de la Mora
María Teresa Vera y Martha Valdez, en Cuba. Todas ellas aportan un nuevo
sentido a los temas amorosos, con bellas composiciones a las que les impri-
men el sentimiento de la existencia de ese "yo" femenino.
Iris Zavala habla del bolero "Amor", dedicado a la noviecita tímida,
la virgencita, la de ojos soñadores, tristes, y miradas pudorosas; una pie-
za musical llena de metáforas, donde el erotismo y el deseo sexual se ocul-
tan.3 Recordemos a Guty Cárdenas y a Ricardo López Méndez con el bolero
"Seducción", cuyo tratamiento inicia con Agustín Lara, que con mayor liber-
tad le canta al cuerpo de la mujer. Lara exalta el amor nocturno y hace explíci-
to lo que antes estaba implícito, empezando con el placer de la ficción amoro-
sa, contexto en el que la mujer compositora incursiona con gran éxito.
Consuelo Velázquez se preparó para ser concertista y pudo aplicar sus
conocimientos a la música popular, por lo que llegó a ser, además de una gran
pianista e intérprete de sus propias canciones, la máxima exponente de la
canción romántica en México.
Ella se percibía a sí misma como niña prodigio a quien la naturaleza ha-
bía dotado de un gran "oído musical". En 1994, en una entrevista radiofónica
en la XEB, comentó: "Nací con oído musical [... ] a la edad de cuatro o cinco
años yo no me quitaba del piano nunca [... ] dijeron 'a esta niña hay quepo-
nerla a estudiar' y me pusieron a aprender las notas." También se considera-
ba una profesional disciplinada que se exigía hasta el máximo y era muy dura
consigo misma.
Aun cuando el piano fue su pasión más grande y se entregó a él de ma-
nera absoluta, orientó su vocación hacia la música popular cuando su can-
ción "Bésame mucho" resultó un éxito. En la Antología de la canción mexicana,
Consuelo Velázquez expresa:
16
La mujer y el bolero en México: Consuelo Velázquez (1920-2005)
curé recordar una que más tarde se llamó "Bésame mucho", y digo que más
tarde porque hice la melodía, la memoricé y algunos años después le aco-
modé una cierta letra que dice "bésame, bésame mucho".
Esa "cosita", como ella la llamó, que se le ocurrió como descanso mental
en un día de estudio, llegó a ser un éxito internacional después de su estreno
en 1941, interpretada por Emilio Tuero, y ha logrado el mayor número de
grabaciones que una canción latinoamericana haya tenido en la historia de
la música popular. Asimismo, ocupó durante once semanas consecutivas el
primer lugar de popularidad en Estados Unidos y fue incorporada en ocho
películas estadounidenses y dos mexicanas. En 1999, precisamente en Puerto
Rico, fue nombrada "la canción del siglo".
"Bésame mucho" ha sido interpretada por Bing Crosby, Frank Sinatra,
Nat King Cole, Elvis Presley, The Beatles, Elton John, Charles Aznavour,
las orquestas de Glenn Miller y Ray Conniff, Pedro Vargas, Pedro Infante,
Amparo Montes, Fernando Fernández, Ana María González, Los Tres
Diamantes, Marco Antonio Muñiz, Eugenia León con Ramón Vargas, Luis
Miguel, Ornara Portuondo, Elena Burke, Benny Moré...... Sería interminable
la lista de cantantes, tríos, grupos y orquestas que la han incluido en su re-
pertorio y en cientos de grabaciones. Además, no conforme con ser la autora
de semejante éxito, Velázquez compuso otras canciones que enriquecen la in-
timidad de sus oyentes: "Amar y vivir", "Anoche", "Aunque tengas razón",
"Cachito", "Corazón", "Déjame quererte", "Enamorada", "Enamorado per-
dido", "Franqueza", "Orgullosa y bonita", "Qué divino", "Que seas feliz",
"Será por eso", "Te lo dije", "Verdad amarga" y "Yo no fui".
En estas canciones, doce de ellas boleros, está implícita una característica
de la temática del género, que resulta de la eterna búsqueda de los seres hu-
manos, de sus necesidades y satisfacciones; la dialéctica del sentimiento y la
supervivencia. En el bolero siempre están el amor -feliz o desgraciado- o
el desamor. Como dijera Carlos Monsiváis: "En las atmósferas bolerísticas la
idea de llorar quimeras (dolerse de lo imposible) es una ocupación de tiempo
completo."•
17
Mar(a Enriqueta Morales de la Mora
18
La mujer y el bolero en México: Consuelo Velázquez (1920-2005)
Yo procuro que cada letra sea un poema y no una tontería[ ... ] sus temáticas
eran producto de mi imaginación, pues nada de lo que dicen sus letras tenía
que ver con experiencias personales mías [... ] las hago basadas en todo lo
que observo del ser humano[ ... ] las únicas que he hecho, que he escrito para
personas, son las de mis dos hijos -"Chiqui chiqui", a Mariano, el mayor, y
"Cachito", a Sergio, el menor. 5
19
Mar(a Enrique/a Morales de la Mora
Corazón
"Ha sido para mí un misterio cómo mi madre se dio tiempo para ocuparse
primero de su esposo y de sus hijos y al mismo tiempo, milagrosamente,
seguir su carrera", expresa el arquitecto, pintor y escultor Mariano Rivera
Velázquez, hijo de la compositora, a la periodista Elena Poniatowska. Sus
palabras reflejan que la vida de esta gran mujer fue de plena realización, gra-
cias sin duda a un gran carácter y a una personalidad fuerte y decidida.
Consuelo Velázquez se unió en matrimonio con Mariano Rivera Conde,
director artístico de la RCA Victor de Nueva York, con quien procreó dos hijos;
20
La mujer y el bolero en México: Consuelo Velázquez (1920-2005)
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María Eruiqueta Morales de la Mora Intérprete: Los tres Diamantes
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21
Mar(a Enrique/a Morales de la Mora
22
La mujer y el bolero en México: Consuelo Velázquez (1920-2005)
Bibliografía
Carlos Monsiváis, "Consuelo Velázquez, las eternidades del instante", en Proceso, núm.
1474, enero de 2005.
23
La serenata en Guadalajara:
un espacio para el bolero
Baurnan, Richard, Store, Performance and Event. Nueva York: Cambridge University
Press, 1986.
[25]
María Enrique/a Morales de la Mora
26
La serenata en Guadalajara: un espacio para el bolero
10
Norma McLeod y Marcia Herndon, The Ethnography of Musical Performance. Norwood,
PA: Norwood Editions, 1980, p. 21.
·n lbid., pp. 179-180.
27
María Enrique/a Morales de la Mora
La serenata en Guadalajara
28
La serenata en Guadalajara: un espacio para el bolero
12
Entrevista con integrantes del trío Pácatelas, mayo de 2004.
13
Gabriel Saldíva, Historia de la Música en México. México: SEP-Ediciones Gernika, pp.353-
356.
29
Marra Enrique/a Morales de la Mora
Y digo que por información que está en el número de los registros de este
Santo Oficio, de que hizo presentaciones con el proceso dicho, haber profa-
nado los cánticos religiosos e himnos sagrados de que usa la Santa Madre
Iglesia, mezclando las palabras santas y sagradas encrucijadas, de noche, en
compañía de mucha gente extraviada y perdida.
Esto nos hace pensar que desde aquellos tiempos existía la costumbre de
cantar en la noche por las calles, práctica -quizá traída de España- que tiene
su origen en la época colonial, pues, como sabemos, en ese tiempo los maes-
tros enseñaban a tocar la guitarra y el arpa para acompañar las canciones.
Richard Bauman considera importante en el performance el comporta-
miento y la interacción social de los participantes, la comunicación con la au-
diencia, que en el evento musical es relevante; entiende la importancia de la
habilidad comunicativa y la responsabilidad de saber cómo se llevó a cabo
la comunicación mucho más allá de su contenido. Bauman resalta el poder
que tiene el ejecutante para controlar a las audiencias, poder ejercido, musi-
calmente hablando, por la habilidad técnica de la interpretación musical, la
seducción que provoca la calidad de su ejecución, la capacidad de interac-
tuar con quienes lo escuchan. Se pretende contextualizar el performance para
descubrir lo individual, los factores sociales y culturales que le dan forma y
significado, porque aunque existen patrones comunes estandarizados de su
estructura, no siempre son iguales.
La serenata tiene el poder, a través de los músicos, de "vencer" el corazón de
una mujer, por la interacción y el diálogo que se establece a través de la música.
Trinidad Orozco, músico tapatío, trovador itinerante y miembro del cuar-
teto Los Fresnos, expresa: "Casi por lo regular siempre el bolero, siempre las
canciones vencen el corazón de la mujer." 14 Don Trino, como le llaman, tiene
treinta años llevando serenatas por todos los rumbos de Guadalajara.
En la actualidad los jóvenes de esta ciudad reemplazan al grupo musical
con el estéreo de su carro a todo volumen, sustitución netamente urbana de
una serenata, que sin duda se debe a la falta de recursos para pagar un grupo,
o bien, a no contar con amigos que toquen la guitarra y que puedan acompa-
ñar la serenata.
14
Entrevista realizada el 6 de mayo de 2003.
30
La serenata en Guadalajara: un espacio para el bolero
Nishida Kitaró no cree que la tradición sea un legado o herencia que pasa de
una generación a otra, ni tampoco algo subjetivo; la define como "una energía
que trasmuta lo hecho en activo", 15 es decir, la relación entre el pasado y el
futuro coexistentes en el presente. Al ser la fuerza que activa lo hecho, puede
ser concebida como "principio constitutivo de la realidad histórica", en la que
debe unificarse el pensamiento (intelecto) y la sensibilidad (percepción). De
esta manera se explica el avance histórico del mundo, y "al ser tanto percep-
ción como intelecto, la tradición viene a ser fundamento de la construcción
social de la realidad".
Pero la tradición no es estática sino dinámica; avanza en la medida en
que le funciona a un grupo, pues permite su trascendencia indefinida. No
podemos pensar que las serenatas de hoy sean iguales a las de hace cincuen-
ta o cien años; por supuesto que han sufrido cambios: los contextos sociales
son diferentes, los conjuntos musicales se han diversificado con la inclusión
o supresión de instrumentos, los espacios urbanos han cambiado su estruc-
tura arquitectónica; casi han desaparecido las clásicas ventanas enrejadas de
las fincas antiguas, etcétera. Sin embargo, se conserva lo esencial: la música
romántica, las canciones -boleros sobre todo-, las horas de ejecución -des-
pués de medianoche-y los "usos", siempre sobre la base del amor o el des-
amor, la relación de pareja, la expresión de sentimientos íntimos a través de
la música.
Para Nishida, la tradición es de las colectividades mientras la costum-
bre (hábito) es más bien de los individuos; esto lo podemos aplicar al contex-
to tapatío. Según estas consideraciones, podríamos decir que la serenata en
Guadalajara es una tradición y no una costumbre, porque es una acción que
se da en la colectividad e involucra no sólo a los participantes directos (novio,
novia y músicos), pues aquello que se canta también tiene un significado en el
contexto de familia, colonia, barrio, etcétera.
Según Rafael Alcalá, 16 integrante del trío Los Trevi, uno de los más cono-
15
Agustín Jacinto Zavala, La Tradición y el mundo histórico en la filosofía tardía de Nishida
Kitaró. Zamora: Colegio de Michoacán, 1982.
16
Entrevista realizada en mayo de 2004.
31
María Enrique/a Morales de la Mora
Si No
17
Dato por comprobar en el registro del Sindicato de Músicos de la CROC.
32
La serenata en Guadalajara: un espacio para el bolero
20
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o
Pero, ¿qué se le canta a una mujer? ¿Qué canciones eligen los jóvenes
para llevar una serenata en Guadalajara?
18
Roger Abrahams, Toward an enactment centered theory of folklore. William R. Bascom
(editor), 1977.
33
María Enrique/a Morales de la Mora
¿Qué?
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35
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25
20
15
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5
o
34
La serenata en Guadal ajara: un espacio para el bolero
19
Norma McT .ead y Marcia Herodao Musir as culture Narwaad· Narwaad Editiaos 19SQ
20 Richard Bauman, Story, performance and event. Contextual studies of oral narrative.
Cambridge University Press, 1986.
35
Mar(a E11riqueta Morales de la Mora
significados, sino que el reto del etnomusicólogo será descifrarlos a partir del
conocimiento profundo de la cultura.
Como parte importante del trabajo de investigación de la serenata como
ocasión de performance, utilicé los resultados de las encuestas ya menciona-
das para realizar un análisis de los términos dominantes sobre la serenata,
siguiendo la metodología de Spradley,2' quien es el autor más adecuado para
el trabajo urbano, según recomendaciones de Chamorro22 y Béhague. 23
21
James P. Spradley, The ethnographic interview. Nueva York: Holt, Rinehard y Winston,
1979.
22
Arturo Chamorro, Sones de la Guerra: rivalidad y emoción en la práctica de la música puré-
pecha. Zamora: El Colegio de Michoacán, 1995.
23 Gerard Béhague, op. cit.
36
La serenata en Guadalajara: un espacio para el bolero
Bibliografía
37
Mar(a Enrique/a Morales de la Mora
38
Capítulo II
[41]
Jorge Mart(nez Zapata
Este nuevo camino fue tomado por la música brasileña debido a sus mo-
dernas armonías y sus letras, que, aunque populares, tenían un estilo mucho
más elaborado al que entonces se usaba. La colaboración de Jobim y Moraes
continuó, y cuando su música fue grabada en 1958 por Joao Gilberto -otro
24 Brito Brasil Rocha, "Bossa nova", en Balanro da Bossa e Outras Bossa, Augusto de
Campos (editor), Sao Paulo, Editora Perspectiva, 1986. El término bossa nova en el
campo musical es utilizado típicamente para designar un "nuevo estilo musical" que
surgió en la década de los cincuenta en Río de Janeiro. En el ámbito literario, la letra de
las canciones compuestas por Juca Chaves en los años sesenta, para hacer una sátira
del gobierno moderno de Juscelino Kubitschek, ejemplifica bien el sentido más gené-
rico del término bossa nova, como asociado a novedad, modernidad, invención reciente,
forma diferente de hacer o utilizar alguna cosa.
25 Julio Medaglia "Balanr;o da Bossa Nova", en Balan~o da Bossa e Outras Bossas. Augusto
Campos, op.cit.
42
La contribución armónica de Antonio Carlos Jobim al bossa nova
26
Dominique Dreyfus, O Viollio vadio de Baden Powell. Sao Paulo: Editora 34, 1999.
43
/orge Martínez Zapata
27
Luc Delannoy, Caliente: una historia del jazz latino. México: Fondo de Cultura Económica,
2001.
44
La contribución armónica de Antonio Carlos Jobim al bossa nova
Bibliografía
Campos, Augusto (editor), Balan~o da Bossa e Outras Bossas. Sao Paulo: Editora
Perspectiva, 1986.
Delannoy, Luc, Caliente: una historia del jazz latino. México: Fondo de Cultura
Económica, 2001.
Dreyfus, Dominique, O violíio vadio de Baden Powell. Sao Paulo: Editora 34,
1999.
Discografía
Antonio Carlos Jobim, The Man from Ipanema. Tres discos compactos, Verve,
1995.
45
Capítulo 111
Alejandro Mércuri
[49]
Alejandro Mércuri
50
Antecedentes históricos del tango y la milonga en Argentina
puede traducir como tocar, ya sea a persona, tierra, puerto u objeto. En castella-
no antiguo el vocablo tanguir está asociado a tañer o tocar un instrumento.
En la cultura japonesa tiene varias implicaciones:
Por todo esto podemos decir que el origen de la palabra y el origen del
arte creado en el Río de la Plata del siglo XIX al siglo XX, llamado tango, no es
el mismo. Aquí surge el primer problema de definición: de qué modo y en
qué fecha se unieron hecho y palabra en Argentina. Este problema se da al
mismo tiempo que surge el tango en Argentina.
Así vemos, de acuerdo con las crónicas y revistas de la época, que la pa-
labra tango en Argentina representa una especie aceptada por el público y que
confluyen con artes criollas como camperas, vidalita, tristes y estilos (y en el
interior, zambas, chacareras, gatos y cuecas) y con otras llegadas por el puerto
(cuadrillas, lanceros, valses, chotis, pasodobles, mazurcas y polcas).
Pero aquí surge otro problema desde la llamada teoría de la recepción:
no hay medios de difusión (ni discos, ni radio, ni televisión) para discernir la
magnitud de estos géneros. Además de los intérpretes, los únicos divulgado-
res son las ediciones importadas, algunas editadas en el país, y las crónicas.
51
A lejandro M t rcuri
rio" y "Un recuerdo". Hacia 1880 alcanzan notable divulgación en las ciuda-
des rioplatenses como baile, cuyo estilo el tango hará suyo para consolidarlo,
desarrollarlo y darle su personalidad.
El tango español se irradia desde Cádiz, aunque el inmenso trasiego cul-
tural entre España y Cuba colonial esté inspirado tanto por lo africano como
por lo andaluz. Según algunas hipótesis, es posible que la palabra tango haya
llegado desde Cuba (a España) y que los propios <lanzones de La Habana ha-
yan contribuido a gestar el tango andaluz.
También pasó lo mismo con la murga: surge de esta "ida y vuelta artísti-
11
co cultural entre España y la América hispana. Posee ritmo binario, con alter-
nancia de tonos mayores y menores, como la habanera (con la que se confun-
de); si bien es preferentemente cantado, también es bailado.
Llegado finalmente de Andalucía, el tango español desembarca triunfan-
te en 1868 en Buenos Aires y Montevideo.
Otro género es la milonga, su denominación es de origen negro y significa
11
lío o enredo"; por extensión, designa los lugares de baile. Sobre este géne-
11 11
El tango
Desde sus inicios se puede decir que el tango es tanto origen primordial (es
el alma del pueblo argentino y del Río de la Plata) como metafísico y social,
52
Antecedentes históricos del tango y la milonga en Argentina
53
Alejandro Mércuri
54
Antecedentes históricos del tango y la milonga en Argentina
Vicente Greco, Agustín Bardi, Eduardo Arolas, entre otros. En cuanto a la mi-
longa (que está entre los modelos que se sirven del tango), desaparece desde
finales de siglo XIX y resurge hasta 1930, con las obras de Sebastián Piana y
Homero Manzi.
Conclusión
55
Alejandro Mércuri
Bibliografía
Aranibar, E., Breve historia del tango. Buenos Aires: Maruique Zago, 1999.
Caseres Rodicio, E. (editor), Diccionario de la música española e hispanoameri-
cana. Madrid: SGAE, 2002.
Fernández Conte, N., Diccionario del Tango. Madrid: SGAE, 2001.
Ferrer, H., El siglo de oro del Tango. Buenos Aires: Maruique Zago, 1999.
Sadie, S. (editor), Diccionario Akal Grove de la música. Londres: Macmillan
Press, 2000.
The New Grove Dictionary of Music and Musicians. Washington: Macmillan,
1980.
56
Tango de Carlos Saura
(57]
Carmen V. Vidaurre Arenas
descubre un alter ego del propio Carlos Saura. Tango es también un filme domi-
nantemente intratextual, 28 en tanto que en él figura la autorreferencia explícita
y la crítica al cine dentro del cine, en la que Saura expone una reflexión profun-
da de su propia producción cinematográfica, de su teoría del arte, de su vida y
de la realidad afectiva que ha formado parte de su contexto.
Aunque son numerosas las películas a las que nos remite esta cinta, entre
las que se encuentran obras maestras del cine europeo y del propio director, se
destacan dos intertextos: La nave va, de Federico Fellini, y Carmen, del mismo
Carlos Saura. Tango nos remite insistentemente a estos filmes que lo afectan
de distintos modos, incluso en el nivel estructural de la obra, que de nuevo
hace referencia a un texto cultural 29 sumamente importante en la producción
de Saura: la ópera transformada en danza, y una estructura narrativa mítica
que proviene de la más célebre de la obras de Bizet en la tradición hispana,
Carmen, cuyo argumento constituye una verdadera obsesión en varios de los
filmes del realizador español.
Sin embargo, aunque son muchos los aspectos de esta película que se
pueden y deben estudiar, vamos a centrarnos exclusivamente en el que ahora
es objeto de nuestro interés: el tango. Se ha dicho que en este filme Saura pone
en pantalla una historia documental del tango, lo cual es inexacto, aunque
sin duda la cinta evidencia una investigación documental exhaustiva sobre el
género, ya que expone conocimientos y puntos de referencia histórica funda-
mentales sobre su origen y desarrollo. El tango tiene un origen y una historia
que con frecuencia son falseados o censurados, pues involucra aspectos que
la propia sociedad argentina, o al menos una parte de ella, se niega a recono-
cer. Voy a ejemplificar algunos de éstos, considerando el tango no sólo como
un género musical cuyo estudio histórico corresponde a los especialistas en
el área, sino como fenómeno cultural (que involucra formas de expresión de-
terminadas: cinéticas o de movimiento; cinésicas o signos corporales y ges-
tuales; sonoras, que incluyen letra en algunos casos; un taconeo, además de
58
Tango de Carlos Saura
59
Carmen V Vidaurre Arenas
60
Tango de Carlos Saura
un hombre y a una mujer bailando, sino a dos hombres. Las pruebas testimo-
niales, como fotografías de compadritos bailando entre sí, son numerosas. Y
aunque León Benarós fundamenta esta realidad en el machismo imperante
en los suburbios y en toda la sociedad de la época, una de las razones de
este hecho está en la fisonomía particular que tenía la sociedad bonaerense
de entonces. Buenos Aires era, a finales del XIX, una ciudad en expansión,
con un enorme crecimiento demográfico acelerado sobre todo por la inmi-
gración proveniente de muchos países. Había españoles e italianos, pero no
eran ajenos a esta corriente migratoria alemanes, húngaros, eslavos, árabes
y judíos. Todos ellos componían una gran masa obrera desarraigada, pobre,
con escasas posibilidades de comunicación debido a las barreras lingüísticas;
mayoritariamente estaba formada por población masculina, ya que se trataba
sobre todo de hombres en busca de fortuna, a tal grado que la población de
Buenos Aires estaba compuesta en 70 por ciento por hombres. Este hecho,
más que el machismo, explica en gran medida la práctica festiva de la danza
entre hombres.
Saura tampoco censura este aspecto histórico al incluir, en los números
musicales de su filme, tres ocasiones en que el tango es bailado, exclusivamen-
te, por parejas masculinas. En un caso, recupera incluso la propuesta contenida
en la cinta Querelle, de R. W. Fassbinder, la del duelo a cuchillos como danza
cargada de erotismo, pero Saura lo hace evocando más bien la descripción que
hace Jorge Luis Borges del duelo a cuchillos como una de las fuentes de inspira-
ción de las figuras y movimientos dancísticos del tango. Y, aunque la analogía
entre el duelo a cuchillos y la danza del tango es más un motivo literario del
que se vale el escritor argentino, resulta interesante constatar que algunas de
las figuras del tango sugieren dicha relación, en particular si consideramos, por
ejemplo, la que nos presenta a uno de los miembros de la pareja de bailarines
cayendo de espaldas, como en un desmayo, entre los brazos del otro, como cae-
ría, aunque de manera estilizada, uno de los contrincantes herido de muerte.
Además, los movimientos del tango constituyen un juego de competencias por
el dominio del espacio; el control del propio movimiento y la previsión del mo-
vimiento del otro; la manifestación de un reto al que se corresponde y en el que
se expresa, unas veces, un juego especular y, otras, la respuesta o superación de
un motivo que la pareja desarrolla; otras más, un complemento o un freno, una
desviación del movimiento iniciado por los bailarines; hay transiciones que
exigen la inmovilidad, la expectativa a la iniciativa del otro, pausas. Tal como
61
Carmen V Vidaurre Arenas
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Tango de Carlos Saura
63
Carmen V. Vidaurre Arenas
64
Tango de Carlos Saura
Y ocultan de mí,
Unos ojos soñadores,
Además de otros primores
Que producen sensación.
Los que dicen que soy chueca,
No me han visto en camisón.
65
Carmen V Vidaurre Arenas
tiempo no involucra a la mujer, pues en cada etapa de las distintas edades del
hombre habrá a su lado una mujer siempre joven.
Pudiera suponerse que este último detalle es un signo de las preferencias
del director, sin embargo también cumple con otra función semántica en el fil-
me: la mitificación y manipulación de lo temporal, fenómeno textual manifes-
tado también en el hecho de utilizar tangos, un género musical del siglo XIX,
para ofrecernos cuadros seleccionados de la historia de Argentina que abar-
can un largo periodo. Algunos de los protagonistas reaparecen con distintos
atuendos de época, lo que produce un efecto singular: el espectador percibe el
tango como un hecho vinculado a la historia de Argentina desde siempre, en
todas las épocas, pese a que en la cinta la historia se remonta al tiempo de la
inmigración, no antes, y los protagonistas no cambian, sino que se conviertan
en figuras eternas, en actantes de un mito que se repite con variaciones.
Respecto a la danza, Saura ofrece muestras de todas las variedades de
tango bailable: el tango canyengue de las primeras épocas, caracterizado por
una forma particular de pisar y por la distancia entre la pareja; el tango mi-
longa, que se baila sin ganchos, boleos y giros, con sentadas y taconeos; el
tango orillero del marginado; el tango de salón para una pareja diestra; el de
fantasía, que exige una coreografía previamente diseñada; el tango moder-
no, calificado como el más intelectual, caracterizado por la participación
masiva y la inclusión de elementos de danza contemporánea. Sin embar-
go, esta muestra no sigue un orden cronológico, prueba de ello es el caso
en que se interpreta "La Cumparsita", considerado el tango de los tangos,
que fue inicialmente una marcha compuesta por el joven estudiante de
arquitectura Gerardo Hernán Matos Rodríguez, entre fines de 1915 y prin-
cipios de 1916, para la comparsa de carnaval organizada por la Federación
de Estudiantes del Uruguay. La primera partitura se editó en Montevideo
en la Casa Arista y Lena en 1916 y al año siguiente en Breyer Hermanos de
Buenos Aires. Para estas fechas, el tango como baile había sido ya objeto
de censura, al menos en los espacios sociales más generalizados. Se ha-
bían prohibido ciertas figuras consideradas indecentes, como el corte y la
quebrada; se bailaba mesuradamente, no de manera rápida y picada; se pro-
curaba la mesura antes que la fantasía del lucimiento; era un tango liso,
aquietado, en el que la figura masculina llevaba el dominio y la femenina
seguía o variaba levemente el paso del compañero; tenía pocos ganchos,
giros y ochos, con repetidas pausas y leves saltos de hombros, sin presionar
66
Tango de Carlos Saura
el brazo del varón; era higienizado, por lo que la pareja procuraba no mi-
rarse sino hasta el final de la danza; sin molinetes, pero con sentadas breves,
mucho paso lateral acompasado y medias lunas, con la pareja en "paralela
de avance y retroceso"; más que de frente y con pocas "figuras de enlace";
sin muchas posiciones distintas de la figura femenina respecto a la mascu-
lina, nada de seducción en el abrazo, nada de reto. Todos estos tecnicismos
están presentes en el método para bailar tango de Nicanor Lima, un libro
publicado en 1916.
Lo que Saura nos ofrece es algo distinto cuando se escucha "La
Cumparsita": un baile lleno de ganchos, ochos, giros, cortes, e, incluso, un
paso montado sobre el pie del compañero que convierte la figura femenina
en la dominante de la danza. Todo esto en un filme en el que un tango
es también la vida y que recupera el aspecto narrativo que caracteriza al
género, donde lo descriptivo pasa a segundo término para ceder espacio
a la acción, al movimiento, que se encadena como en un relato o en una
representación.
La escena a la que nos referimos también ejemplifica la forma en que en
la película se filtran elementos propios del contexto social de su producción,
pues la figura femenina desempeña un papel mucho más activo, dominante
en ciertos momentos y protagónico en el conjunto, pese a encontrarse repre-
sentando una escena que se supone ocurre en una época en la que las conven-
ciones sociales dictaban otra conducta y reducían al personaje femenino a un
papel subordinado. Al mismo tiempo, en dicha escena se puede observar un
fenómeno claro de intertextualidad, que involucra variantes de una anécdota
que proviene de la ópera Carmen, en donde la protagonista muere asesinada
por uno de sus amantes, ambos involucrados en un triángulo amoroso que
convierte a dos hombres en rivales. De este modo, el filme traslada parte de la
estructura de un mito a un contexto distinto, histórica y geográficamente; sin
embargo, el mito es recreado de tal modo que resulta reconocible para el es-
pectador, con todas las implicaciones que esto conlleva. Observamos también
que dicha escena es seguida por la ruptura con un fenómeno presente a lo
largo de la película: la identificación de la ficción con lo "real", aunque dicha
realidad no sea sino otra representación, una ficción dentro de la ficción que
se supone es el contexto vital de los personajes (su realidad concreta y actual).
Esta ruptura se manifiesta cuando, luego de la representación del tango, se
muestra que el personaje femenino no muere, que el mito no concluye de la
67
Carmen V Vidaurre Arenas
68
Tango de Carlos Saura
venganza a través del poder absoluto que ejerce: es el director que adquiere
conciencia del valor de sus subordinados, que ha aprendido del pasado y en-
cuentra una solución adecuada sin arriesgar su propia actividad, ni el ejerci-
cio de su poder (jerárquico y creativo).
El filme también plantea el temor de ese director a que otros actúen en
forma violenta y se reproduzca el esquema del mito, con protagonistas dife-
rentes, llevándolo a un destino trágico.
Lo anterior, aunque abordado en forma muy esquemática debido a la
extensión requerida en este trabajo, se torna todavía más interesante si con-
sideramos los contextos sociales de producción de la película, el del propio
director y el del filme. Volvemos a descubrir que Saura le ha dado al musical
una dimensión muy alejada de aquella que el cine estadounidense plantea
como modelo de este género.
No poco significativo es que Carlos Saura haya trabajado con el tango,
cuyas letras tradicionales, aunque diversas, son percibidas por muchos como
letras que refieren una tragedia, como melodías que acompañan un drama
personal que cobra dimensiones míticas.
69
Por una cabeza: intertextualización y procesos de
codificación en textos cinematográficos
A Daniel Meyran
JO Nos gustaría señalar, corno un dato meramente adicional, que esta película tiene una
versión anterior: Profumo di donna, de Dino Risi (1974), protagonizada por Vittorio
Gassrnan, Agostina Belli y Alessandro Momo.
(71)
Juan Carlos Go11zá/ez Vida/
Consideraciones preliminares
Desde la perspectiva que nos interesa, la canción popular es, ante todo, un
campo suprarregulado de producción semiósica pluricódigo. 3 1 Este campo,
como cualquier otro, tiene sus particularidades esenciales, sustentadas en sus
códigos de simbolización constitutivos.32 La canción consta de varios códi-
gos, como son la lengua hablada, la lengua escrita, la música, etcétera. En
este sentido no es diferente a otros campos pluricódigos, como el cómic, los
dibujos animados y el teatro. Sin embargo, la pluricodicidad de la canción
tiene una característica muy específica: sus códigos se construyen siempre
por la asociación de sistemas de significantes de naturaleza diferente con un
mismo sistema de significados. Efectivamente, todos los planos de la expre-
sión de la canción convergen sobre el mismo plano del contenido. Si obser-
vamos con cierto detenimiento, el fenómeno no se produce en otros campos
de esta índole. En el cine, por ejemplo, existe la posibilidad de que sistemas
de significantes diferentes se asocien a una misma serie de significados, pero
existe también la posibilidad contraria; igual ocurre con un anuncio publicita-
rio televisivo, con el cómic ... pero no con la canción.
Para intentar demostrar esta afirmación, recurrimos a una anécdota per-
sonal. En los años de bachillerato se acostumbraba, entre los amigos, tararear
la canción" ¿Qué te ha dado esa mujer?" (de Blas Galindo) al que hubiera roto
con la novia y mostrara consternación ante el hecho. Hay que notar que sólo
se reproducía la melodía, con lo que el código lingüístico, en cualquiera de
sus variantes (oral o escrita), quedaba excluido. No obstante, se empleaba un
31
Preferirnos esta denominación a la de "sistema rnodelizador (o rnodelizante)", utili-
zada por los serniotistas soviéticos, muy particularmente por Yuri M. Lotrnan y por
Edrnond Cros. Pensamos que "campo suprarregulado de producción serniósica" hace
alusión, de una manera más clara, a las relaciones codiciales de los procesos de produc-
ción serniósica que tienen lugar en estas zonas especializadas de la cultura. La idea de
esta denominación surgió de las discusiones con José Ricardo Chávez Mendoza.
32 En un artículo publicado hace algún tiempo, nos ocuparnos de los aspectos estructura-
les de la canción popular. Sin embargo, visto a la distancia, en ese texto faltaron preci-
siones importates (en cantidad), por lo que ahora retornamos el punto (Vid. González
Vida!, 2002: 17-29).
72
Por una cabeza: intertextualización y procesos de codificación en textos cinematográficos
vehículo material -el tarareo melódico- para transmitir una serie de sig-
nificados. El receptor, que formaba parte de la misma convención, no tenía
problemas para decodificar el mensaje. Entonces, vemos que el tarareo, por el
hecho de pertenecer a un producto culturalmente reconocido, tiene un carác-
ter biplanar.
Si admitimos la convergencia de la que hablamos, es posible afirmar que,
cuando las circunstancias lo requieren, uno solo de los sistemas de significan-
tes compositivos de la canción puede hacerse cargo de la transmisión del sis-
tema semántico. Sin embargo, hay que dejar muy en claro que, dependiendo
del vehículo material, la organización del plano del contenido adoptará ca-
racterísticas particulares. Si la canción, como sucede la mayor parte del tiem-
po, pone en movimiento de manera simultánea varios códigos (como en el
momento en que se canta), estaremos ante unidades hipercodificadas, donde
la correlación codificante comprenderá niveles semánticos extendidos clara-
mente jerarquizados. La hipercodificación permite, de este modo, la distribu-
ción de ciertas unidades semióticas en códigos y subcódigos, y dicha distri-
bución está regulada por un conjunto de reglas "amplificadas" (en el sentido
de que se ocupan de porciones de contenido macroscópico) que tienen la fun-
ción de establecer el paso de los códigos de superficie a los códigos y subcó-
digos de segundo grado. En otros términos, el conjunto de reglas codiciales
garantiza la lectura de unidades semióticas de esta clase. 33 Al conjugarse el
código lingüístico oral, el musical y el melódico, hay una abundancia de re-
glas que, al incidir en el mismo sistema semántico, facilitan su interpretación.
En una versión cantada, además, los contenidos tienden a compactarse en
bloques que guardan una relativa estabilidad, ya que operan normas de in-
terpretación específicas dictadas por la circunstancia sociohistórica. Hay que
tener muy en cuenta que una canción se reproduce indefinidamente en lapsos
de tiempo específicos, e involucra situaciones concretas: estados de ánimo,
reacciones, condiciones espacio-temporales en que debe ser escuchada, etcé-
tera. De tal manera se generan las normas de interpretación referidas que, a
su vez, actúan en la compactación de algunos contenidos semánticos, porque
33
Un ejemplo de unidades hipercodificadas son las expresiones ritualizadas del tipo
"que le vaya bien", donde se implica un sentido de cortesía impuesto al sentido de
base.
73
Juan Carlos Gonzdlez Vida/
74
Por una cabeza: intertextualización y procesos de codificación en textos cinematográficos
identificaciones en este caso no son tan sencillas, sobre todo porque no hay
unidades claramente delirnitables en el plano de la expresión al modo en que
las percibirnos en el código lingüístico. Eco (1977: 213) afirma que, no obstan-
te que mediante este fenómeno se transmiten porciones vagas de contenido,
dicha transmisión resulta efectiva. Para constatar esto recordemos el ejemplo
del tarareo musical referido anteriormente.
El análisis que emprenderemos tiene como base la relación intertextual
entre el tango "Por una cabeza" y las películas Scent of a woman y Schindler's
list. El tango se presenta en su versión instrumental, y por ello creímos nece-
sarias las consideraciones precedentes .
75
f uan Carlos González Vida/
76
Por una cabeza: intertextuali zación y procesos de codificación en textos cinematográficos
Scent of a woman
77
Juan Carlos González Vida/
78
Por una cabeza: intertextualización y procesos de codificación en textos cinematográficos
mente y de manera efímera, por lo que se asume como una derrota. La ges-
tualidad de Slade en el momento en que parte la chica manifiesta el conjunto
sémico desencanto y derrota. La caracterización de este actor corresponde en
buena medida con la que se proporciona en el tango sobre el jugador.
Tal caracterización explica la manifestación de un elemento discordante
en el teniente coronel: el cabello. Se trata de un militar de carrera retirado,
que está orgulloso de haber pertenecido a las fuerzas armadas de Estados
Unidos y que, por consiguiente, traslada prácticas de esa institución a la vida
civil. Pero lleva el cabello largo, de manera opuesta a como lo hacen los mi-
litares. Lo que ha ocurrido aquí es que en la representación del militar se ha
superpuesto la representación del jugador pasional, lo que ha dado lugar a
esta imbricación semiótica. Dicho en otros términos, se ha recurrido a lo que
podríamos llamar una retórica a nivel de la imagen para la construcción del
aspecto físico del protagonista.
Ahora, la correspondencia entre la configuración de ambos actores (el del
tango y el de la película) no es total. Al final de la película, Slade modifica tanto
su rol actorial como su configuración: logra la conjunción con el triunfo, cuyo
beneficiario es un tercero (Charlie). En la secuencia de la sesión de la comi-
sión de disciplina del plantel donde estudia Charlie, nuevamente se plasma
la situación de juego, al asumir el militar el riesgo de suplantar a los padres
del muchacho para defenderlo (la relación sujeto-objeto nuevamente se halla
regulada por el azar). La introducción de los códigos de honor y de honestidad
(cuyo soporte es una rigidez moral a toda prueba) está en la base de la transfor-
mación que va de perdedor a ganador. El respeto por dichos códigos es lo que
romperá la cadena de derrotas (lo que no sucede en el tango). Slade se muestra
como un transgresor de normas importantes, pero no fundamentales. Cuando
se trata de normas universales -que si hablamos en un sentido estricto no
existen, pero que al menos asumen esa apariencia- la actitud del militar es
diferente, no intenta la transgresión. Esta transformación, dicho sea de paso, va
muy ad hoc con esa "filosofía" estadounidense del éxito. La relación conjuntiva
con este último objeto trae como consecuencia el establecimiento de una rela-
ción de equilibrio entre el teniente coronel y la sociedad; en adelante, su actitud
será de integración (este aspecto se muestra en el momento en que regresa a su
casa e intenta la conciliación con su sobrina nieta).
De acuerdo con la organización de los contenidos semánticos localizada
en ambos textos, el tango tiene una función redundante en la construcción del
79
Juan Carlos González Vida/
Schindler's list
Cubierta esta fase del análisis, podemos ser más breves al abordar el ínter-
texto de la canción en esta última película, en parte porque algunas explica-
ciones han quedado suficientemente claras -al menos eso creemos- y en
parte porque la codificación en este caso es más simple.
El tango se inserta en las primeras escenas, más específicamente en el
momento en que el protagonista, Oskar Schindler (Liam Neeson), se dispone
a entrar a un restaurante frecuentado por oficiales alemanes.
Para empezar, por su función este lugar es ajeno a Schindler: debe recu-
rrir al soborno para ingresar. Desde este momento se plantea una situación
de riesgo asumido, y se involucra, por lo tanto, el opósito éxito/ fracaso, que
mediante una hiponimia comprende la oposición ganar/ perder. Las situacio-
nes subsiguientes se derivan de esta situación inicial: el protagonista intenta
y logra establecer contacto con un oficial nazi de alto rango (se asume nueva-
mente un riesgo, porque el oficial alemán no lo conoce), luego consigue ser
incluido, durante la diversión, en el grupo de oficiales.
Así, la caracterización de este personaje no corresponde en nada con la
de los protagonistas de los textos precedentes (salvo en que se trata también
de un individuo que asume riesgos): se presenta como un ganador. De he-
cho, en su rol actancial logrará siempre la conjunción con el objeto de deseo
(triunfo en los negocios y posteriormente en el rescate de judíos), lo cual no
es raro si pensamos en la posición de enunciación del texto: desde la condena
al nazismo.
Como lo mencionarnos anteriormente, el texto de recepción elige o, me-
jor dicho, pertinentiza los contenidos aptos para la codificación del intertexto.
En este sentido, además del núcleo sémico del riesgo asumido, encontramos
el de la seducción: Schindler se vale de atenciones y de ciertos encantos per-
sonales para atraer a las personas que le interesan. Pero aquí ha cambiado el
80
Par una cabeza: intertextualización y procesos de codificación en textos cinematográficos
Comentario final
Cs = Nsa=>Nsl=>Ns2=>Ns3=>Ns4
Cs = configuración semántica
Nsa = núcleo sémico articulador
Ns = núcleo sémico
81
fuan Carlos González Vida/
S -;O
____azar_____
_ _ _ _querer_____
Sobre esta base, los sujetos (bajo la modalidad de sujeto audaz) buscarán
pasar de un estado de disyunción a un estado de conjunción con objetos es-
pecíficos mediante un hacer transformador que depende de lo fortuito. En lo
que concierne al tango y a la película de Brest (al menos a la secuencia donde
se inserta la canción), los programas narrativos guardan esta forma:
[ (S V O) -; (S V O) ]
[ (S V O-; (SAO) ]
82
Por una cabeza: intertextualización y procesos de coctificación en textos cinematográficos
83
Juan Carlos González Vida/
Bibliografía
Filmografía
Brest, Martín, Scent ofa woman. Estados Unidos de América: Universal Studios
& City Light Films (VHS), 1990.
Spielberg, Steven, Schindler's List. Estados Unidos de América: Universal
Studios&Amblin Entertainment (VHS), 1993.
84
Pcrr una cabeza: intertextualización y procesos de codificación en textos cinematográficos
Anexo
85
Capítulo IV
Introducción
[89)
Jorge Arturo Chamorro Esca/ante
así como "música y cantos citadinos" 35 un tanto más sofisticados. Bartok reco-
noce que en el canto popular siempre existirán influencias de forma, pero éstas
no se caracterizan por ser préstamos literales sino por la adaptación y asimila-
ción de materiales al nuevo ambiente social y cultural para asumir un carácter
más local. 36 Esto permite entender que la canción mexicana no puede concebir-
se como un todo homogéneo y uniforme, sino como una creación heterogénea
y contrastante. Es un hecho que la canción moderna de las ciudades, así como la
canción del medio rural, hoy en día presentan una mayor proporción de formas
alienadas o influenciadas, pero con un sello local.
Gérard Béhague advierte la existencia de heterogeneidad e influencias
múltiples en la producción de canciones en Latinoamérica, 37 refiriéndose a és-
tas especialmente dentro del contexto urbano del siglo XIX, en el cual comen-
zaron a cultivarse los géneros teatrales y la música de salón en las diferentes
clases sociales.
Algunos autores han denominado a cierto tipo de canciones como formas
de unificación, como fuerzas de protesta popular, tal como se puede rastrear
en Paulo Freire, quien nos habla de cuatro etapas que marcan la evolución de
las masas hacia una acción colectiva: que son concientización, unidad, mili-
tancia y resistencia. 38 Vemon L. Lidtke describe que el canto que tiene como
objetivo la unificación y la movilización popular; se caracteriza por su carác-
ter participatorio por el hecho de cantar de manera colectiva y muchos de los
cantos denotan un estímulo ideológico. 39 Desde este punto de vista se podría
decir que la nueva canción juega un papel importante como parte integral de
cada etapa del proceso de movilización popular. Según lo expresa Ema Lee
Carpio, la etapa de concientización involucra el proceso en el cual "los po-
35
Bela Bártok, Escritos sobre música popular. México: Siglo XXI, 1981, p. 66.
36 [bid., p. 77.
37
Gerard Béhague, "Popular Music" en Handbook of Latín American Popular Culture.
Wesport: Greenwood Press, Harold Hines y Charles Tatum editors, 1985, p. 4.
38 Paulo Freire, Pedagogy of the oppressed. Nueva York: Herder&Herder, 1970, p. 167.
39 Vemon L. Lidke, "Songs and Nazis: política] musical and social change in twentieth-
century Germany" en Essays on Culture and Society in Modern Germany. College Station:
Texas A&M University Press, 1982, p. 168.
90
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
40
Emma Lee Carpio, "Nueva Canción: too! for popular mobilization or exclusive, insti-
tutionalized musical protest?" (artículo inédito) Austin: University of Texas, 1988, p.3.
41
Zoila Gómez García y Victoria Eli Rodríguez, Música latinoamericana y caribeña. La
Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1995, p. 411.
Linn, Karen, "Chilean Nueva Canción: a political popular music genre" en Paciftc
Review of Ethnomusicology. Los Ángeles: UCLA Ethnomusicology Students Association,
vol. 1, 1984, p . 57.
91
Jorge Arturo Chamorro Escalan/e
43
Violeta Parra, Décima: Autobiografía en versos. Barcelona: Editorial Pomaire, 1976.
92
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
44
Jas Reuter, La música popular de México: origen e historia de música que canta y toca el pueblo
mexicano. México: Editorial Panorama, 1981, pp. 11-17.
93
Jorge Arturo C/ramorro Esca/ante
.., Américo Paredes, A Texas-Mexican Cancionero: folk songs of the Iower border. Urbana:
University of Illinois, 1976, p. 25.
94
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
95
Jorge Arturo Chamorro Esca/ante
darse por hecho, por lo que una opción útil en la búsqueda de posibles so-
luciones es indagar a través del proceso de composición musical. La postura
antropológica acerca de este proceso ha sido planteada por Alan P. Merriam,
quien sostiene la existencia de reelaboraciones musicales en toda cultura y
sociedad que mantiene vivas sus tradiciones de arte verbal. 46 Esta posición
puede tomarse en cuenta para observar el estado actual de la canción popu-
lar mexicana urbana, que echa mano de patrones rítmicos, tonalidad y armo-
nía, tanto mexicanos como de otras culturas, y así también incorpora formas
propias o copiadas de otros en cuanto a improvisación, con una fuerte carga
emocional. La postura de Merriam en cuanto a las reelaboraciones musicales
es aplicable al caso de muchas sociedades urbanas, y más aún, encuentro útil
la noción de reelaboraciones musicales para la cuestión de la canción mexi-
cana, que atraviesa actualmente una era de enfrentamiento entre tradición y
modernidad.
El proceso de composición es aplicable al estudio de la canción y música
populares, y se consideran, por ejemplo, los mecanismos de creación indivi-
dual o colectiva que forman parte de la industria musical. En la ciudad de
México esta industria se mantiene en la búsqueda de una producción sonora
altamente tecnificada, lo que bien podría considerase como un rasgo urba-
no. En esta dimensión, la producción musical se desarrolla en medio de una
permanente búsqueda de la calidad del sonido, grabado o amplificado. Esto
ensancha el horizonte de nuevas posibilidades para los modernos composi-
tores e intérpretes mexicanos. A partir de la década de los sesenta, los jóvenes
roqueros de Guadalajara, México, Tijuana y otras ciudades comenzaron a in-
troducir efectos electrónicos por medio de novedosos distorsionadores, que
modifican el sonido de las guitarras eléctricas, y otra serie de recursos elec-
trónicos, siguiendo así los patrones del rock estadounidense. Hacia mediados
de los setenta, los compositores y arreglistas que participaron en la difusión
de boleros y canciones populares echaron también mano de los recursos elec-
trónicos. Raymundo G. Mier sostiene que el desarrollo logrado dentro de la
música popular en la ciudad de México se manifiesta como una actitud que
96
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
97
Jorge Arturo Chamorro Escalan/e
que vivieron su juventud entre los años cuarenta y cincuenta, época que le
rinde culto a la nostalgia, al verso de los afectos y a los amores desdichados,
así como a la práctica del llanto reprimido. La mayoría de los famosos com-
positores de estas décadas sabían escribir música, aunque otros fueron ase-
sorados por copistas. Entre los antiguos compositores, que se distinguieron
por su permanente búsqueda en el terreno de la canción romántica, habría
que mencionar a Agustín Lara, Gabriel Hernández, María Grever, Gonzalo
Curiel, Consuelito Velázquez, Luis Alcaraz, Fernando Z. Maldonado, Gabriel
Ruiz, Paco Michel y Ricardo Palmerín; una generación más reciente es la de
Armando Manzanero y Mario Ruiz Armengol, pero todos ellos representan
al bolero y a la trova. La mayor parte del pueblo mexicano ha aprendido sus
canciones por oído y las interpretan en dúos con guitarras y algunos otros al
piano. Los textos de boleros y trovas se conservan impresos en panfletos, can-
cioneros, periódicos y revistas.
98
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
las canciones tocaban lo más profundo del sentimiento popular. Este tipo de
composiciones logró cierta aceptación entre el pueblo mexicano aunque por
la vía de los estados emocionales, particularmente a través de versos al amor
resentido y todas sus variantes, haciendo mayor énfasis en la sublimación del
falso culto a la mujer. Carlos Monsiváis hace patente el fuerte impacto social
que ha tenido la moderna canción amorosa, en la cual se representa a la mujer
mexicana como un símbolo de amor ficticio, ya que la temática amorosa ubica
a la mujer en la cumbre de un falso pedestal. 49 Esto es debido a que en la vida
real, la sociedad tradicional mexicana ha dado un lugar marginal a sus mu-
jeres. De esta manera Monsiváis nos revela la existencia de una producción
simbólica de canciones populares urbanas en México, cuyos contenidos se
dejan sentir por la vía de los sentimientos de nostalgia, pasión, decepción,
deslealtad y depresión. De cierta manera, vemos aquí lo que Herder señaló
como una tendencia de canciones con esencia nacionalista pero por la vía de
los sentimientos.50
Los contenidos y el impacto social de las canciones románticas urbanas
nos hacen pensar en la presencia de una ingenua identidad mexicana, que
usa como vehículo de engaño el verso inspirado en la explotación de las pa-
siones del pueblo. Quizá un avance menos ingenuo en el rastreo de la iden-
tidad se dio hasta la siguiente generación de compositores, que son los de la
nueva canción. De hecho, la postura de esta generación es contestataria y en
cierta forma opuesta al romanticismo del éxtasis amoroso; en consecuencia,
se orienta hacia el reconocimiento y denuncia de la realidad, y el abandono
de la transmisión de estados de ánimo.
La nueva canción mexicana fue creada como una rama de la nueva can-
ción latinoamericana, aunque cabría resaltar los aspectos particulares de los
estilos y contenidos que orientan a los compositores mexicanos. Los creado-
res de la nueva canción se identificaron como poetas y guitarristas de clase
49
Carlos Monsiváis, "La agonía interminable de la canción romántica", en Comunicación
y Cultura. México: Universidad Autónoma Metropolitana, núm. 12, agosto de 1984, pp.
24-26.
50
William A. Wilson, "Herder, Folklore and Romantic Nationalism" en Journal of Popular
Culture, vol. 6, núm . 4, primavera de 1973, pp. 819-835.
99
Jorge Arturo Chamorro Esca/ante
100
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
"La Bikina"
(Alejandro Roth-Rubén Fuentes)
Texto Progresión
Solitaria camina la Bikina Gm-B7
la ¡¡ente se oone a murmurar Em -G7
dicen que tiene una pena Cmaj7-D7-Em7
dicen que tiene una oena Am7
que la hace llorar Am7-D7
segunda parte
"Mi ciudad"
(Guadalupe Trigo-Eduardo Salas)
101
Jorge Arturo Chamorro Escalan te
"Plaza coyoacanera"
(Guadalupe Trigo)
Texto Armonizaciones
Nuestras sombras son gemelas Bm7-E7
al paso de piedras coyoacaneras Bm7-E7
en un llanto campanero Bm7-E7
se rompen silencios milenarios Bm7·E7
plaza Coyoacanera G·F
sonriera tu presencia milenaria G·F
pueblerina y cortesana G·F
52
Fonograma Guadalupe Trigo, poetas y lugares . RCA Víctor MKS-1979. Grabado durante el
concierto en la ciudad de México. Composiciones de Guadalupe Trigo y Mario Arturo
Ramos, EMMl, Intersong·EDlM editores, 1973.
102
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
53
Carlos Monsiváis, "¿A quién quiere dedicarle esta bonita melodía?: sobre la canción
popular de México" en ¿Qué onda con la música popular? México: Cultura SEP, Ediciones
del Museo Nacional de Culturas Populares, serie Encuentros 1, 1983, p. 14.
103
Jorge Arturo Cita morro Esca/ante
54 Patricia Oliart y José Llorens, "La nueva canción en el Perú", en Comunicación y Cultura.
México: UAM, núm. 12 de agosto de 1984, pp. 73-74.
55
Rina Benmayor, "La Nueva Trova: New Cuban Song", en l.Atin American Music RevieuJ.
Austin: University of Texas, vol. 2, núm. 1, primavera-verano de 1981, p. 13.
104
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
56
Rodrigo Morales y Jorge Juffresa, "Reflexiones sobre el canto nuevo" en ¿Qué onda
con la música popular? México: Cultura SEP, Ediciones del Museo Nacional de Culturas
Populares, serie Encuentros 1, 1983, p. 94.
105
forge Arturo CJ,amorro Esca/ante
106
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
ridad con Latinoamérica, algunos de los cuales tuvieron gran impacto entre
los jóvenes mexicanos de clase media de la década de los setenta en la ciudad
de México. Entre algunos de estos eventos habría que mencionar las Jornadas
por la Cultura Uruguaya en el Exilio (1977), las Jornadas por Chile (1977) y
los Festivales de Oposición (de 1978 a 1979).
El Comité Mexicano de la Nueva Canción nació como filial de la base
general de la nueva canción latinoamericana. Sin embargo, en la ciudad de
México en los setenta nacen otras microorganizaciones de compositores e in-
térpretes amateurs, como la Liga de Artistas y Compositores Revolucionarios.
Desafortunadamente estos grupos permanecieron activos sólo por un año.
"Canto de amor"
(Gabino Palomares)
Texto Armonización
Con mi angustia mi concha mi tristeza Dm-Dm7-Bbmaj7
me encontraste cargando una guitarra Gm7-Bb11 -A7
107
Jorge Arturo Chamorro Esca/ante
60
En el fonograma La Nopalera, Crece la Audiencia. Nueva Cultura Latinoamericana.
Productos Especiales ncl-lp-0025. Composiciones de Arturo Cipriano, José Manuel
Pintado, Gerardo Bátiz, Arturo Chamorro, Marco Antonio Morell, Mario Arturo
Ramos, J. Zalamea y Marcial Alejandro, México, 1978.
108
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
"Carta de otoño"
(José Manuel Pintado-Arturo Cipriano)
Texto Armonización
Ya no escribí, no fue maldad Am7
ni ganas de olvidarme del buzón Am7-E9aum
preguntarás, qué novedad Am7
no puede haber destierro en el amor Am7-Em9
61
En el fonograma Gabino Palomares, La Maldición de Malinche. Discos Pueblo DP-1028,
Difusora de Folklore. Composiciones de Gabino Palomares, México, 1979.
109
forge Arturo Chamorro Escalan te
sones mexicanos con rasgueo tradicional y en cierta forma también hace una
parodia del corrido.
En esta canción, Palomares toca los símbolos de la identidad mexicana, por
lo que su letra es un llamado a la conciencia mexicana nacionalista en franca
oposición a todo tipo de alineación cultural. En lo musical hace una parodia de
ciertos corridos mediante el uso de un metro triple con acompañamiento sim-
ple de tónica y dominante. Esta simple estructura tonal es incluida a lo largo de
un canto organizado en forma de versos convencionales de rima constante.
Texto Armonización
Del mar los vieron llegar A
mis hermanos emplumados A-D
eran los hombres barbados D
de la profecía esperada D-A
Oh maldición de Malinche A
enfermedad del presente A-D
¿cuándo dejarás mi tierra? D
¿cuándo harás libre a mi gente? D-A
110
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
62
En el fonograma La Nopalera, Tremendo Alboroto. Discos Arte YS-7003. Composiciones
de Arturo Cipriano, Roberto González, Arturo Chamorro, Gerardo Bátiz y Marcial
Alejandro. IARA-lntersong Editores, México, 1979.
111
/orge Arturo Chamorro Esca/ante
"El huerto"
Roberto González
Texto Armonización
Y con qué fin E
toda esta dialéctica en historia A-B-E
para qué ir al paraíso estando muerto A-C#m
para qué alcanzar la gloria estando vivo A-B-E
si la gloria está muy lejos de este huerto A-B-E
Todos juntos E
afirman los que saben de distancias A-B-E
llegaremos al final de la estructura A/C#m
escultura de cadáver y concreto A-B-E
a posarnos al final de la cultura A-B-E
Hay también E
quien afirma que tan sólo es sufrimiento A-B-E
soportable nada más en el olvido A-C#m
que el que canta va buscando a algún sediento A-B-E
para echarle encima su vaso vacío A-B-E
Yo no sé E
hasta dónde se resiente lo vivido A-B-E
que saberlo es simplemente estar ya muerto A-C#m
seguiré siempre cantando lo prohibido A-B-E
y gozando de los frutos de este huerto A-B-E
112
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
63
Roman Jakobson, "Linguistics and Poetics" en Style in Language. Cambrige, Mass. : MJT
Press, Thomas Sebeok (editor), 1960, pp. 350-377.
64
En el fonograma La Nopalera, Nueva Canción. Nueva Cultura Latinoamericana, NCL-
LP-0013. Composiciones de Arturo Cipriano, Marcial Alejandro y Roberto Cárdenas,
México, 1976.
113
Jorge Arturo C}tamorro Esca/ante
"La cerca"
(Roberto Cárdenas, Marcial Alejandro y Arturo Cipriano)
Texto Armonización
Una cerca es una cerca C#maj7-Bmaj7
y significa dueño Bmaj7-C#maj7
dueño de toda la tierra B-F#
frontera de tu infortunio C#-B
6S
En el fonograma La Nopa/era, Crece la Audiencia. Nueva Cultura Latinoamericana.
Productos Especiales NCL-LP-0025. Composiciones de Arturo Cipriano, Gerardo Bátiz,
Arturo Chamorro, Marco Antonio Morell, Mario Arturo Ramos, J. Zalamea y Marcial
Alejandro, México, 1978.
114
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
"Mañana mundana"
(Arturo Cipriano)
Texto Armonización
Hasta mañana Juana G9-Amaj7
sin prisa, sin risa sin nada Dm7-G7-Cmaj7
malicia, caricia fulana Cm7-F7-Bmaj7-E4aum.
marcada por tantos carmines Amaj7-Bm7-C#m
por tantas pasiones pagadas Dm7-G7-Cmaj7
tus dedos con falsos brillantes Cm-F
de noches y noches aladas F-D7
te llevas los miedos envueltos Amaj7-Bm7-C#m
abriendo los ojos al crimen Dm7-G7-Cmaj7
te llevas la historia forzada Cm-F
cubriendo tu vientre F
tu vientre obligada D7
66
En el fonograma El Corrido. Discos Roquefon, CDR-0002. Texto de Renato Leduc y música
de Marcial Alejandro. Publiservicios, México, 1982.
115
Jorge Arturo Chamorro Esca/ante
por Renato Leduc, se puede percibir cierta influencia que parece haber sido
asimilada y practicada por algunos compositores de la nueva canción.
Este es el caso de los versos libres expresados por Marcial Alejandro,
quien echa mano de un tipo de lenguaje referencial a la manera de Leduc que
se expresa en los siguientes términos:
116
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
"Canto mío"
(Marcial Alejandro)
Texto 1Armonización
Primera estrofa
No te vayas canto mío Am7-Am9-Bm7-E7
sigue dándome canciones Am7-Am9-Bm7-E7
sigue dándome razones F-Bm7
como la corriente al río Am7-Bm7
sin hacerte griterío Dm-Dm/C-Dm/8-Dm/Bb
pero con los dos pulmones Am7-E7
Segunda estrofa
No te vayas canto mío Am7-Am9-Bm7-E7
si eres mi cumbre y mi abismo Am7-Am9-Bm7-E7
si contigo el cataclismo F-Bm7
es mortal pero sonrío Am7-Bm7
y frecuento el desafío Dm-Dm/C-Dm/8-Dm/Bb
de negarse a ser el mismo Am7-E7
67
En el fonograma Marcial Alejandro, Canto Mío. Discos Roquefon, MA-512, COR-LP-0004.
Composiciones de Marcial Alejandro, 1983.
117
Jorge Artu ro Chamorro Escala11te
Tercera estrofa
Pero si llegara el día Am7-Am9 -Bm7-E7
en que hablar complicaría ídem
mis palabras y mi gente ídem
ese día hazte ausente ídem
Cuarta estrofa
Lárgate si me provocan Am7-Am9-Bm7-E7
si la extraña me derrota ídem
complicando al torturarme ídem
ahí déjame sin lengua ídem
porque si la vida mengua ídem
esquivando la ponzoña ídem
dejará de ser carroña ídem
o festín para los lobos ídem
reventar como mil globos ídem
es mejor que delatarme ídem
Quinta estrofa
Canto mío no te vayas Am7-Am9-Bm7-E7
pero si te vas la puerta Am7-Am9-Bm7-E7
déjala como entreabierta F-Bm7
para ver que tú no callas Am7-Bm7
que no tiemblas ni desmayas Dm-Dm/C-Dm/B-Dm/Bb
en la voz en la voz Am7-E7
del que esté alerta Am11
118
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
venes virtuosos como Eniac Martínez (del grupo La Nopalera y como acompa-
ñante de Marcial Alejandro), Marco Antonio Morell (compositor e integrante de
La Nopalera), Gerardo Tamez (compositor y acompañante de Gabino Palomares
y Los Folkloristas), Daniel Tuchman (compositor, acompañante de Gabino
Palomares e integrante del grupo Garabato), Javier Izquierdo (de La Nopalera),
Luis David Urreta (de Garabato), Roberto Villamil (con Maru Enríquez). En los
noventa surgen nuevos exponentes del arte de la guitarra en la nueva canción,
de manera especial habría que mencionar al grupo Mexicanto.
Entre los estilos más representativos de la ejecución de estos guitarristas se
podría mencionar el punteo de cuerdas y los rasgueos binarios y temarios, ins-
pirados en los mánicos que caracterizan a la música tradicional mexicana, como
el estilo de rasguear las vihuelas del mariachi, las jaranas jarochas, las guitarras
huapangueras y las guitarras de golpe de la tierra caliente michoacana.
Otros guitarristas prefirieron afiliarse a los estilos latinoamericanos, es-
pecialmente a los rasgueos intensos y sincopados de la nueva trova cubana,
para darle sentido a la poesía de protesta o denuncia popular. Esta forma
de rasgueos fue también concebida como modelo por los guitarristas ama-
teurs. Sin embargo habría que decir que la contribución de la nueva canción
mexicana se basó en la fusión de rasgueos, digitaciones y reelaboración de
los derivados del son mexicano, pero experimentado con nuevas posiciones
en la guitarra y nuevas progresiones de acordes. Por esta razón me inclinaría
a pensar en la presencia de un estilo mexicano en el acompañamiento de la
nueva canción, que se basa en una mezcla de rasgueos, digitaciones y pun-
teos, dentro del marco de una evidente estructura hemiolística. Esto es pro-
bablemente el resultado de la reelaboración del bolero y los sones mexicanos
que inició Guadalupe Trigo desde los sesenta.
Sin embargo no todos los guitarristas y compositores mexicanos parecen
haber seguido esta escuela. El caso de Eblen Macari nos demuestra que otros
compositores prefirieron incursionar más bien dentro de una etapa de moder-
nismo de la nueva canción mexicana. Macari 68 introduce propuestas sonoras
con diferentes efectos electrónicos, pero también sus creaciones muestran una
68
En el fonograma Eblen Macari, Un producto de los sesentas. EMI-Capitol, LME-065.
Composiciones de Eblen Macari, Óscar Reynoso, Jorge Manrique, José de Lara y Janet
Macari, México, 1981.
119
Jorge Arturo Chamorro Escalan te
clara tendencia hacia la música clásica, así como el gusto por el rock británico
de los sesenta. Macari manifiesta que los músicos urbanos de la época han
recibido como herencia y escuela la de The Beatles, basada en ciertos arreglos
orquestales que recuerdan el sonido de Eleanor Rugby y otras composiciones
de Lennon y McCartney, en donde se hacen escuchar cellos y violines.
Texto Armonización
Yo no nací en la Huasteca D-G
no en tierra caliente D-G
para bien o para mal D-G
nací en esta ciudad D-G
(interludio: D-D/C#-Em-Em/D-G-D)
Sureño de esta ciudad D-D/C#-D/B-G
un producto bitleano D-D/C#-D/B-G
ese fue mi folclor D-D/C#-D/B-G
haber nacido sin sello D-D/C#-D/B-G-G -G
120
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
"Presagio charro"
(Guillermo Briseño)
Texto Armonización
Charro en su nacimiento Am7
con presagio nacional Am7
arriaba lluvia a caballo Am7
con lazos de temporal Am7
y el presagio le decía Am7
que otros campos andaría D7
con ganado de metal C7-67-Bb7
69
En el fonograma Guillermo Briseño, Ausencias e Irreverencias. Polygram y Audiogra-
baciones, Editorial La Flor del Otro Día, LPGB-03. Composiciones de Guillermo Briseño.
Grabado en Monterrey y México, 1983.
121
Jorge Arturo Chamorro Esca/ante
Prometer en un armario D7
a la realidad D7
se hizo fantasma centenario D7
de fama internacional Am7
122
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
123
Jorge Arturo Chamorro Esca/ante
las más profundas raíces mexicanas hasta las creaciones que manifiesten una
nueva alternativa. Una parte importante de la producción de Agustín Lira se
hizo para obras de "teatro campesino", ofrecido a los braceros mexicanos en
California como una forma de protesta y de unificación de fuerzas campesi-
nas, en las que participó César Chávez. A mediados de los sesenta, este tipo
de expresión hizo surgir repertorios de nueva canción mexicana, presentando
recitales en huelgas y marchas de protesta, así como representaciones junto a
Luis y Daniel Valdez, y Felipe Cantú.
Las letras de Agustín Lira fueron sobre la experiencia de ser campesino
en Estados Unidos, y siempre con una clara invitación a la lucha para defen-
derse de las injusticias. Un ejemplo de esto es "La peregrinación", basada en
la marcha histórica a Sacramento, que inició en Delano, el 17 de marzo de
1966, y concluyó en el capitolio de Sacramento, el 10 de abril del mismo año.
El propio Agustín Lira menciona lo siguiente:
73 ldem.
124
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
"La peregrinación"
(Agustín Lira)
Texto Armonización
Y que yo he de decir Fm
que yo estoy cansado C7
que el camino es largo C7
y no se ve fin C7-Fm
Yo no vengo a cantar Fm
porque mi voz sea buena C7
ni tampoco a llorar C7
ni mal estar C7-Fm
Mi virgencita Fm
Guadalupana C7
oye estos pasos C7
que todo el mundo lo sabrá Fm
Los años sesenta fueron dedicados por Agustín Lira a las causas campesi-
nas de los mexicanos migrantes, pero en la década de los setenta y principios
de los ochenta su canción se enfocó hacia el sur. Así otras de sus canciones,
"Indio", se orienta hacia los problemas de Latinoamérica, y sus letras comien-
zan a mencionar a Nicaragua, Guatemala y El Salvador.
Otro exponente mexicano en Estados Unidos es Alejandro Álvarez,
oriundo de Tangancícuaro, Michoacán, cuya amplia labor en fábricas, cár-
125
Jorge Arturo Chamorro Escalan te
"Las confesiones"
(Alejandro Álvarez Chávez)
Texto 1Armonización
primera parte
Permiso he tenido yo A
a los miembros del jurado E
si no me fuese negado E
voy a dar mi confesión A
74
Fonograma La Banda del Pueblo/ The people's Band. Smokestax Records, Liberator Press.
Composiciones de Alejandro Álvarez Chávez, Chicago, 1984.
126
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
segunda parte
Acúseme A
de cantar lo prohibido E7
cantos que tienen sentido F#m
y son parte de mi ser Bm-E7
Acúseme A
de querer lo que no debo E7
sin saber por qué me atrevo F#m
a ir en contra de la ley E7
Acúseme A
de odiar a los poderosos E7
a los ricos ostentosos F#m
los ladrones con disfraz E7
Acúseme A
de ser un incorregible E7
un rebelde que es sensible F#m
a la injusticia social E7
Acúseme A
de la espalda del volteado E7
a un Jesús crucificado F#m
que ni me oye ni me ve E7
Acúsome A
de haber derramado el llanto E7
alguna vez que mi canto F#m
por mis penas olvidé E7
Acúseme A
de soñarme entre las rosas E7
cuando me rodea la odionda F#m
muralla de la prisión E7
Acúsome A
de perderme en el silencio E7
127
Jorge Arturo Chamorro Esca/ante
75 Francisco Alvarado Pier, "Huapango", notas del disco Los Cantores del Man te. Huapangos
y Fandangos. Ciudad Victoria: Gobierno del Estado de Tamaulipas, 1987.
128
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
76
Francisco Alvarado Pier, "El huapango y su individualización en el folklore" en
Memorias del Segundo Congreso de la Sociedad Mexicana de Musicolog(a. México: Sociedad
Mexicana de Musicología, 1988, pp. 105-112.
n Thomas Stanford, "The Mexican Son", en Yearbook of the International Folk Music Council.
Tulane University Press, 1972, p. 79.
78
En el fonograma La Nopalera, La Rabia Dominio Público. Discos Arte YS-7005. Compo-
siciones de Arturo Cipriano, F. Artieda, Gerardo Bátiz, Marcial Alejandro y Vida]
Rarnírez el Milongo. IARA-Intersong Editores, México, 1980.
129
Jorge Arturo C/Jamorro Escalan te
Comentario final
79
Fonograma Garabato, Nueva Canción. Discos Pueblo DP-1065, Difusora del Folklore.
Composiciones de Marcial Alejandro, Ramón Sánchez, René Lemus, Luis Urreta, Joel
Mendoza, Jesús Mendoza, Daniel Soberanes, Edmundo Lizardi, Daniel Tuchman y
Guadalupe Trigo, México, 1984.
80 Fonograma La Nopalera, La Rabia Dominio Público. Op.cit.
130
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
Bibliografía
Alvarado Pier, Francisco, "Huapango", notas del disco Los cantores del
Mante. Huapangos y fandangos. Ciudad Victoria: Gobierno del Estado de
Tamaulipas, 1987.
--"El huapango y su individualización en el folklore", en Memorias del
Segundo Congreso de la Sociedad Mexicana de Musicología. México: Sociedad
Mexicana de Musicología, 1988, pp. 105-112.
Bartok, Béla, Escritos sobre música popular. México: Siglo XXI, 1981.
131
forge Arturo Chamorro Esca/ante
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La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
Fuentes hemerográficas
133
Jorge Arturo Chamorro Esca/ante
Cabina Palomares, Hace como un año. Discos Pueblo DP-1061, Difusora de Fol-
klore, Composiciones de Gabino Palomares, Ramón Sánchez, Edmundo
Lizardi, Daniel Tuchrnan y José Ávila. México (1980).
La Nopalera, Nueva Canción. Nueva Cultura Latinoamericana, NCL-LP-
0013. Composiciones de Arturo Cipriano, Marcial Alejandro y Roberto
Cárdenas, México, (1976).
La Nopalera, Crece la Audiencia. Nueva Cultura Latinoamericana. Productos
Especiales NCL-LP-0025. Composiciones de Arturo Cipriano, Gerardo
Bátiz, Arturo Chamorro, Marco Antonio Morell, Mario Arturo Ramos, J.
Zalamea y Marcial Alejandro, México (1978).
La Nopalera, Tremendo Alboroto. Discos Arte YS-7003. Composiciones de Arturo
Cipriano, Roberto González, Arturo Chamorro, Gerardo Bátiz y Marcial
Alejandro. IARA-lntersong Editores, México (1979).
La Nopalera, La Rabia Dominio Público. Discos Arte YS-7005. Composiciones
de Arturo Cipriano, F. Artieda, Gerardo Bátiz, Marcial Alejandro y Vida!
Ramírez (el Milonga). IARA-lntersong Editores, México (1980).
Margie Bermejo, Las Cosas Sencillas. Radio Educación, SEP. Composiciones de
Marcial Alejandro, Paco lbáñez, José Agustín Goytisolo, Miguel Bermejo
y Mili Bermejo, México (1979).
Crystal. Discos Arte YS-7004. Composiciones de Gerardo Bátiz, Arturo
Cipriano, Cecilia Engelhart y Ronaldo Bastos. IARA-lntersong Editores,
México (1980).
Garabato, Nueva Canción. Discos Pueblo DP-1065, Difusora del Folklore,
Composiciones de Marcial Alejandro, Ramón Sánchez, René Lemus,
Luis Urreta, Joel Mendoza, Jesús Mendoza, Daniel Soberanes, Edmundo
Lizardi, Daniel Tuchman y Guadalupe Trigo, México (1984).
Ardentia, Maru Enriquez. Discos Roquefon CDR-0003. Composiciones por
Marcial Alejandro, Eduardo Lasagne, Pepe Elorza y Jaime López. México
(1983).
Marcial Alejandro, Canto Mío. Discos Roquefon, MA-512, CDR-LP-0004.
Composiciones de Marcial Alejandro (1983).
El Corrido. Discos Roquefon, CDR-0002. Texto de Renato Leduc y música de
Marcial Alejandro. Publiservicios, México (1982).
Guillermo Briseño, Ausencias e Irreverencias. Polygram y Audiograbaciones,
Editorial La Flor del Otro Día, LPGB-03. Composiciones de Guillermo
Briseño. Grabado en Monterrey y México (1983).
134
La nueva canción mexicana: dos décadas entre la protesta popular y la ideología de la nueva actitud
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Lenguajes poéticos y musicales del siglo xx en Latinoamérica.
Bolero, tango, bossa nova y nueva canción
se terminó de imprimir en noviembre de 2007
en los talleres gráficos de la
Editorial Pandora, S. A. de C. V.,
Caña 3657, Colonia La Nogalera
CP 44470 Guadalajara, Jalisco, México.