Manual Instruc M-37-B

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MARTILLOS NEUMÁTICOS MARCA LA+

MANUAL DE INSTRUCCIONES

Características:

Modelo: M-37-B
Peso: 8,5 Kg.
Longitud: 460 mm
Golpes por minuto: 1.650
Consumo de aire en l.p.m. a 5 Kg./cm2: 1.100
Pica o puntero de enmangadura: ∅ 23 x 14

Fabricante:

Equipos Mineros e Industriales, S.A.


Oialume Bidea, 18-1A
20115 Astigarraga (Guipúzcoa)
Tfno: 943 55 05 00 Fax: 943 55 05 12
ESPAÑA

RECOMENDACIONES DE SEGURIDAD

Como riesgos generales en la utilización de los martillos neumáticos se pueden citar: el


contacto involuntario con la herramienta durante su funcionamiento, las proyecciones
de partículas del material a extraer, las vibraciones que, eventualmente, pueden llegar a
lesionar las articulaciones y el nivel de ruido.

El empleo de dispositivos de retención montados en el extremo del cilindro del martillo


evita un posible rechazo del útil. El buen estado de estos dispositivos debe ser vigilado
constantemente, porque si llegaran a deteriorarse o romperse, pueden producirse
proyecciones de trozos de metal sobre el personal que se encuentra cerca. Se
recomienda no hacer funcionar jamás un martillo neumático en vacío, sin que lleve
adaptada su correspondiente herramienta y sin que ésta esté apoyada sobre un material
resistente.

El riesgo de proyección de fragmentos requiere disponer pantallas protectoras que aíslen


adecuadamente los puestos de trabajo contiguos.

Los operarios deben estar protegidos mediante casco, guantes y gafas de seguridad y se
recomienda utilizar protección auditiva.
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INSTRUCCIONES DE MANTENIMIENTO
Una adecuada conservación, limpieza, revisión y, eventualmente, la sustitución de
piezas desgastadas o deterioradas permite que el aparato obtenga el máximo
rendimiento, evita la puesta fuera de servicio prematura de las piezas, y contribuye en
gran medida a prolongar la vida de la herramienta.

REVISIÓN DE UN MARTILLO "LA CRUZ"

 DESMONTAJE
 Desmontar el portapicas y retirar la pica.
 Sujetar las partes planas del cilindro entre las mordazas de un tornillo de banco
sólido y bien fijado.
 Desmontar la empuñadura.
 Separar del cilindro la distribución completa y desmontarla.
 Retirar el cilindro del tornillo de banco y sacar el pistón.

 LIMPIEZA
 Limpiar cuidadosamente todas las piezas sumergiéndolas en un baño de petróleo
y secar soplando sobre ellas con aire comprimido. Separar previamente, llegado
el caso, el anillo de goma que lleva el cilindro y que realiza la función de
retención del portapicas.
Tener cuidado de no mezclar las piezas de los diferentes martillos en uso.
IMPORTANTE: El petróleo no es lubrificante, por lo tanto se debe eliminar.

 Engrasar con aceite fluido de buena calidad en cantidad suficiente pero


moderada. Otra opción es utilizar grasa vaselinada de buena calidad una vez por
turno de trabajo (1 cm3 aprox.) introduciéndola por el racor de entrada del aire
con ayuda de una bomba de engrase de caudal limitado.

 Usar a continuación el martillo.

 VERIFICACIÓN
1. Empuñadura:
 Una vez que la empuñadura esté bien limpia, comprobar el funcionamiento
del gatillo, y de las otras piezas de la admisión.
 Reemplazar eventualmente aquellas que estén defectuosas.
 Acoplar el racor de la empuñadura a la manguera de aire comprimido y
comprobar que la bola no deje escapar aire; en caso contrario, golpearla
ligeramente sobre su asiento.
 Si fuese necesario, repasar el asiento de la bola a mano para que se haga un
buen cierre.

2. Distribución:
 Tener cuidado de que los canales de paso de aire estén limpios y exentos de
grasa.
 Si la pastilla no está en perfecto estado, es decir, si los asientos de la
distribución la han marcado demasiado se deberá reemplazar.
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3. Cilindro:
 Tener cuidado de que los agujeros longitudinales, así como sus orificios
interiores y exteriores no estén obstruidos. Si contienen grasa o suciedad
limpiarlos con ayuda de brocas alargadas.
 Después de un tiempo de funcionamiento prolongado, comprobar que el
juego entre el pistón y el cilindro no sea demasiado grande y que el pistón
comprima siempre el "cojín" de aire en la parte delantera del cilindro. En
caso necesario, reemplazar el pistón, el cilindro o el casquillo de desgaste
solamente. Se apreciará claramente ya que en un cilindro completamente
limpio, un pistón nuevo cae directamente al fondo del cilindro, produciendo
el ruido característico de dos piezas de acero que se golpean.
 Cuando existe el "cojín" de aire, la caída del pistón es detenida al final de su
carrera con un choque suave.
 No debe olvidarse de limpiar convenientemente las ranuras exteriores del
cilindro, destinadas a recibir el anillo de goma (de seguridad para el
portapicas), deflector, etc.

4. Portapicas:
 Comprobar que el interior del portapicas que cubre el anillo de caucho
montado sobre el cilindro, no esté ovalado por golpes exteriores, ya que en
este caso no cumple eficazmente su función de seguridad.
 Comprobar que el juego entre el agujero del portapicas y la pica nueva, no es
demasiado grande, pues en caso contrario se debe reemplazar el portapicas.

 MONTAJE
 Engrasar ligeramente con aceite fluido el interior del cilindro y portapicas (la
calidad optima del aceite se ha descrito con anterioridad).
 Introducir el pistón en el cilindro y colocar las piezas exteriores como anillo de
retención, deflector, etc.
 Sujetar las partes planas del cilindro entre las mordazas de un tornillo de banco.
 Colocar sobre el cilindro la distribución completa.
 Poner especial cuidado en que las superficies de contacto estén bien limpias y no
presenten ningún golpe ni aspereza.

MARTILLOS ROMPEDORES

Para obtener una tensión correcta en los resortes de los bulones de acoplamiento
de los martillos LA+ SBR, apretar las tuercas a fondo hasta hacer que las espiras
del resorte se toquen y a continuación aflojar las tuercas dos vueltas
aproximadamente.

MARTILLOS PICADORES

Una vez montada la empuñadura se ha de dar un giro con una barra de 1 m de


longitud aproximadamente para que pueda comprimir el resorte y fijar todo el
conjunto de distribución, en prevención de vibraciones y posibles roturas.

Quitar el martillo del tornillo de banco y fijar bien a fondo el portapicas provisto
de la pica.
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RECOMENDACIONES PARA EL MEJOR RENDIMIENTO DE
LOS MARTILLOS "LA CRUZ"

1. Limpiar a menudo las tuberías y mangueras: la humedad del aire y el polvo son
perjudiciales para todas las herramientas neumáticas.

2. Limpiar al racor de la manguera antes de adaptarlo al martillo; así se evita la


introducción de cuerpos extraños en el aparato y sus consecuencias: funcionamiento
defectuoso, disminución del rendimiento, aumento de la reacción, agarrotamiento,
deterioro y desgaste de las piezas.

3. Engrasar, dos veces por lo menos por cada turno de trabajo, con aceite fluido de
buena calidad en cantidad suficiente pero moderada. Otra opción es utilizar grasa
vaselinada de buena calidad una vez por turno de trabajo (1 cm3 aprox.)
introduciéndola por el racor de entrada del aire con ayuda de una bomba de engrase
de caudal limitado.

4. Evitar el funcionamiento en vacío para asegurar una larga duración de todos los
órganos del martillo y al mismo tiempo evitar la rotura de las picas.

5. No ejercer con el martillo un esfuerzo de palanca.

6. No golpear sobre el martillo con un útil metálico, cualquiera que sea: maza, pico,
etc. Cuando el martillo se queda incrustado en el material que se extrae, el menor
golpe constituye una posibilidad de rotura. Los martillos así maltratados tienen su
vida considerablemente reducida.

7. Asegurarse de que el portapicas esté siempre atornillado a fondo y fijado por el


dispositivo de seguridad. La falta de sujeción del portapicas provoca reacciones y al
mismo tiempo vibraciones que impiden la buena conservación de las piezas que
componen los martillos. Por otra parte estas reacciones fatigan al operario.

8. No trabajar con un martillo incompleto pues cada componente tiene su razón de


ser: el anillo de goma para la seguridad del portapicas, etc...

9. Forjar y afilar la pica cuando se haya despuntado. Retirarla cuando la cabeza o


enmangadura no esté en correctas condiciones.

10. Enviar el martillo al taller para su revisión al menos una vez al mes, o en cuanto se
observe que alguna pieza está en mal estado o que la pica tiene deformada la cabeza.

La revisión periódica de los martillos es una condición primordial para su buen


estado de conservación, óptimo rendimiento y larga duración; la periodicidad de
estas revisiones variará según las condiciones de empleo y en todos los casos debe
ser mensual.

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