Perseverancia de Los Santos (Revisión)
Perseverancia de Los Santos (Revisión)
Perseverancia de Los Santos (Revisión)
HUMANA.
ESTUDIANTES:
Afirmaciones de la Biblia....................................................................................................5
que la seguridad del creyente pertenece enteramente a Dios, por lo cual, este puede vivir de
la manera que quiera, afirmando que una vez que Dios salva a alguien, dicha persona tiene
libertad de actuar según su parecer por el hecho de que la salvación es un don irrevocable;
una vez la persona sea salva, será salva por siempre. Aunque esto es parcialmente correcto,
Por otra parte, están los que afirman que la seguridad del creyente radica en el
individuo, asegurando que este puede caer de su estado de gracia en cualquier momento en
que peque. Ciertamente los que afirman esto siempre viven en incertidumbre, ya que existe
propia.
salvación y de la responsabilidad del creyente. Por este motivo, este ensayo se enfocará a
humana, aunque Dios también ayuda al creyente a perseverar. La Biblia afirma que la
salvación es un acto glorioso de Dios, pero esto no excluye al creyente de ser responsable
ante este precioso regalo. Por cual, se presentarán algunas evidencias bíblicas que respaldan
perseverancia.
La preservación y la perseverancia de los santos
Dios no solo ha decretado salvar a los elegidos, sino también preservarlos hasta la
eternidad. El Dios que sostiene todo el universo con el poder de su palabra (Col 1:17), de
igual modo mantiene seguro a cada cristiano. Las llamas del infierno pueden arder tanto
como la lava de un volcán que está a punto de hacer erupción, pero el creyente jamás será
La seguridad eterna del creyente depende totalmente del Dios soberano, ya que Él no
de todo el cosmos; Él es el Señor de toda la creación, por lo cual, ¿Quién puede arrebatar de
sus manos las personas que Él ha determinado salvar? La Escritura enseña claramente que
ninguna cosa creada en la tierra y en los cielos podrá hacerlo. Así que la preservación de
Todos aquellos que han nacido verdaderamente del Espíritu o están unidos a Cristo por
la fe, se mantienen seguros en Él por el poder de Dios, y, así perseveran en la fe hasta
que vayan a estar con Cristo cuando mueran.1
Esta preservación no radica en el poder del creyente, no depende de él. Dios ha elegido
desde antes de la fundación del mundo a ciertas personas para salvación, por ende, esto
glorificación. De este modo, los creyentes jamás podrán perder su patria celestial, ellos han
1
Jhon MacArthur y Richard Mayhue, Teología sistemática, trad. De Loida Viegas Fernández (Grand Rapids,
MI: Portavoz, 1997), 872.
sido predestinados para morar por la eternidad en la ciudad de Dios. Sería una locura pensar
que el cristiano puede mantenerse seguro por él mismo, ya que el hombre es tan inestable
como las olas del mar. Por eso, toda seguridad de su eterna salvación no radica en él, sino
en Aquel que lo ha llamado de las tinieblas a la luz admirable (1ª Pd 2:9). Dios preserva a
sus elegidos porque Él es inmutable, en Dios no hay fluctuación. Sus propósitos son
inviolables (Sal 33:11). Charles Ryrie declara lo siguiente: “La seguridad eterna es obra de
Dios que garantiza que el don de Dios, la salvación, una vez que se recibe es para siempre y
no se puede perder”.2
esto es un hecho real e innegable. La Biblia es un manantial de verdad, ella proclama esta
doctrina sin ninguna vacilación. Por tal motivo, es importante ver las afirmaciones que hace
Afirmaciones de la Biblia
La Biblia presenta una gloriosa afirmación hecha por el Señor Jesús, declarando en
Juan 10:28: “Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi
mano.” En primer lugar, este texto presenta que hay vida en Cristo, el ser humano no puede
hallar esta vida en sí mismo, la sentencia es que todo el que venga a Cristo vivirá. En el
Señor Jesús no hay muerte. Mientras que todos en Adán fueron sentenciados a muerte, en
Cristo cada creyente fue declarado vivo y este es el fundamento por el cual ellos no
2
Charles Ryrie, Teología Básica, trad. De Alberto Samuel Valdés (Miami, FL: Unilit, 1993), 146.
Galilea (6:37-39). Ningún lobo, ningún ladrón, ningún salteador, ningún asalariado, ningún
demonio, ni siquiera el mismo diablo, pueden arrebatar las ovejas de las manos de Jesús”.3
cielo. Esto es lo que el autor del libro de Hebreos declara: “por lo cual puede también
salvar perpetuamente a los que por Él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder
por ellos” (Heb 7:25). La preservación del creyente radica en que Cristo es un perfecto
Salvador, por ende, su salvación es perfecta. Así que el creyente vive para siempre, ya que
Cristo como Sumo Sacerdote vive eternamente comprometido con la protección del
creyente.
profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en
Cristo Jesús Señor nuestro” (Rom 8:39). Si el Señor ha decretado preservar al creyente,
nada en el camino de esta vida podrá lograr separar al creyente del amor de Dios. Tal como
lo expresa el teólogo Sproul: “Si Dios elige a su pueblo desde la eternidad, ciertamente los
elegidos permanecerán así para siempre”.4 Algo que es muy importante resaltar es que, a
pesar de esta maravillosa doctrina, esto no implica que el creyente no pueda caer en pecado
3
A. T. Robertson, Comentario al texto griego del Nuevo Testamento, trad. De Santiago Escuain
(Viladecavalls, Barcelona: Clie, 2003), 237.
4
R. C. Sproul, Todos somos teólogos (El Paso, TX: Mundo hispano, 2015), 263.
Lo que la preservación no es
La preservación, en primer lugar, no quiere decir que el creyente esté libre de
cualquier peligro espiritual; él tiene opositores activos que buscan su caída, tales como los
poderes del maligno que siempre viven asechándolo, especialmente Satanás quien es el
padre de la mentira y así como tentó a Eva, busca tentar a los creyentes. Del mismo modo,
el cristiano también debe de enfrentarse a este mundo caído que se declara enemigo de
Dios, pero a pesar de esto el consuelo del cristiano está en las palabras de Jesús: “No ruego
que los quites del mundo, sino que los guardes del mal” (Jn 17:15).
en pecado solo por el hecho de ser cristiano. Aunque David era un escogido de Dios, esto
no fue un impedimento para caer en pecado con Betsabé y planear un asesinato. Otro
ejemplo es el de Pedro que pecó hasta el punto de negar a Cristo. Pero esto no implica que
el Señor abandone a sus hijos, ciertamente ellos serán disciplinados, pero jamás
En tercer lugar, esto no significa que esta doctrina sea una licencia para que el
hombre pueda vivir en la inmoralidad, esto es una noción equivocada, ya que un verdadero
estudio de la Biblia jamás llevará al creyente a pensar de esa manera. De ninguna forma
esta doctrina es un incentivo para el pecado, tal como lo expresa el apóstol Pablo: “¿Pues
qué diremos? ¿Perseveraremos en pecado para que la gracia crezca? En ninguna manera.
Porque los que somos muertos al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?” (Rom 6:16). Uno
de los gloriosos resultados de esta doctrina es la perseverancia del creyente. Por lo cual, en
persevera en ellos, ya que Él perfeccionará la obra que ha empezado en cada cristiano (Fil
1:6). Así que Dios no abandona al creyente en sus propias fuerzas, tal como lo expresa
James M. Boice:
salgan del camino del cual Dios ya ha estipulado y solo los que han sido rescatados por el
preservado por el Dios todo Poderoso, esto no quiere decir que la soberanía de Dios elimina
Cada cristiano persevera en su caminar con Cristo, porque Dios lo preserva. Cuando
totalmente de Dios, esto no quiere decir que los creyentes son personas pasivas en su
peregrinaje por este mundo, como lo declara William Hendriksen en su comentario de Juan
10:28:
Mis ovejas que lo han llegado a ser porque mi Padre me las ha dado, se esfuerzan por
captar el sonido de mi voz. Lo hacen constantemente. Me obedecen con fidelidad,
5
James M. Boice, Los fundamentos de la fe cristiana, trad. De Marcela Robaina (Miami, FL: Unilit, 1996),
294.
colocando toda su fidelidad en mí. Yo las conozco, reconociéndolas como mías. Me
siguen a mí y se apartan de los extraños.6
El creyente se esfuerza por vivir una vida digna, él se mantiene firme hasta el fin
porque fue llamado a la santidad, despojándose de todo peso de pecado, mortificando cada
batalla de la fe, él no se mantiene inerte en su vida como creyente, ya que él fue llamado a
dar fruto. Esta idea es presentada de igual manera por Jhon Murray: “La perseverancia
aquellos medios que Dios ha ordenado para alcanzar su propósito salvador”. 7 Cada santo
pecar ¿Acaso no han leído lo que dice el apóstol Pablo en Colosenses? Él enfáticamente
pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría” (Col 3:5). El cristiano
debe ser la dedicación diaria del creyente. Cada día que un hijo de Dios pase en este
mundo, debe luchar con el pecado remante, aunque este haya sido destronado; él siempre
está activo, asechando, seduciendo, así que el cristiano es exhortado a prevalecer sobre él.
deseos de la carne” (Gal 5:16). Ese andar que menciona Pablo no es una opción. Así que el
cristiano está llamado a caminar firme en la obra de la santificación, y esto con la ayuda del
6
William Hendriksen, El Evangelio Según San Juan, trad. De José María Blanch (Grand, MI: Libros desafíos,
1981), 392.
7
Jhon Murray, La redención consumada y aplicada, trad. De Huberto Casanova (Grand Rapids, MI: Libros
desafíos, 2007), 151.
Espíritu Santo. Él debe dejar que el Espíritu Dios lo gobierne, el creyente no está llamado a
seguir sus impulsos pecaminosos. Este andar en el Espíritu implica que el creyente no será
dominado por su naturaleza caída. Aunque el creyente tiene una salvación segura, él está
salvación, él la tiene que cuidar como algo precioso, ya que este es el resultado de que ha
sido salvo. Ahora para finalizar es importante analizar que solo los verdaderos creyentes
la fe y amadores de Dios, pero la triste realidad es que sus vidas demuestran todo lo
Cristo y llegan por un tiempo, incluso, a apartarse de las inmundicias de este mundo, pero
ellos revelan que no son verdadero hijos de Dios (2ª Ped 2:20-22). Estas personas han
degustado de experiencias maravillosas dentro del pueblo de Dios, pero jamás fueron
Una persona puede imitar la vida cristiana en todo sus aspectos, pero el Señor de los
cielos ha declarado que solo aquellos que han nacido de nuevo verán el reino de Dios. Estos
regenerado es preservado por el Soberano Dios, de tal modo, que su salvación es segura,
nada creado en este mundo puede arrebatarlo de las manos de Cristo, ni lo alto, ni lo
profundo, puede separarlo del amor de Dios. Esta preservación no radica en el poder del
creyente, no depende de él. Dios ha elegido desde antes de la fundación del mundo a ciertas
personas para salvación, por ende, esto también implica que Él los guardará, ya que el
pueda vivir de una vida inmoral, ni que tampoco este excepto de cualquier peligro
espiritual, ya que el pecado remanente siempre está al asechando. Este mundo caído es un
acérrimo enemigo del creyente, de igual manera, Satanás ando como león rugiente mirando
a quien devorar.
Del mismo, que el creyente es preservado por Dios también el Señor lo ayuda a
perseverar en su caminar en este mundo, ya que Él terminará la buena obra que empezó en
cada cristiano, por lo cual, el creyente jamás se apartará de la fe. Aunque esto no quiere
decir que él queda excluido de ser responsable ante esta perseverancia, ya que él está
Hendriksen, William. El Evangelio Según San Juan. Trad. De José María Blanch. Grand,
Ryrie, Charles. Teología Básica. Trad. De Alberto Samuel Valdés. Miami, FL: Unilit,
1993.