El Árbol de Diana de Alejandra Pizarnik
El Árbol de Diana de Alejandra Pizarnik
El Árbol de Diana de Alejandra Pizarnik
Por otro lado, encontramos en el poema una serie de oposiciones que se mantendrá
como una constante en la poética de Pizarnik. “me danzo y me lloro”, es un juego de
oposiciones que nos lleva a meditar sobre el sujeto que habla. “Ella”, su persona en la
fase pronominal del poema, será cada vez más compleja y veremos que el yo cambia
constantemente sin autodefinirse. La voz poética en este poema juega con los tres
pronombres para autodefinirse o explicarse. Ella es su espejo incendiado su espera en
hogueras frías/ su elemento mítico.
Por otro lado el espejo con su connotación de frialdad esta incendiado. Es el doble
reflejado en el símbolo del espejo, la otra cara, sus diferentes mascaras. Por otro lado,
“su espera en hogueras frías”, “su lado mítico”. Así mismo aparecen en el poema
figuras contrarias sinestesias; calor y frialdad, fragmento de palabras, collage de
imágenes que a veces suele ser difícil descifrar en el poema.
Sin embargo podemos percibir por los elementos simbólicos en este poema que se
trata de un poema erótico con una carga lúdica muy marcada desde el inicio del
mismo. La palabra ajena se apodera de la voz poética y lo observamos cuando la voz
poética nos remite ese momento en que “ella va sonámbula como dormida” como si
fuera un fantasma, “ella danza y llora sus funerales”, “sus distintas muertes”, que se
constituyen en el tema recurrente de la poética de Pizarnik. Ella es su espejo
incendiado. que sería
a la metáfora de la manifestación de pasión, erotismo de ese yo que se proyecta al
espejo.
En el poema número 6, la voz poética nos habla de esa otra que se desdobla en una
tercera persona, “ella”. la que se desnuda en el paraíso”. En un segundo verso que
parece ser parte del primero verso y parece truncado, “de su memoria” la voz poética
nos pone a reflexionar en el porqué de esta fragmentación.
En el tercer verso, nos dice que ella desconoce el feroz destino por lo que nos habla
de un futuro por llegar en el que la voz poética distanciada nos asegura que en el
devenir de esa “ella”, el destino será feroz, terrible no muy placentero como en el
primer verso . En el cuarto verso nos dice que ese destino también se encuentra
sumergido en el interior de la mente de esa ella. Luego nos dirá en el próximo verso
que esa ella tiene miedo de no saber nombrar y se nos deja en suspenso para luego
dejarnos saber que ese algo no existe. Es un verso ambivalente, lo que no existe.
Podemos ver en estos versos un fluir de emociones, conflictos y temores de la voz que
se desdobla a algo que finalmente solo está en su mente porque no es real.
El poemario El árbol de Diana, es un viaje profundo en el que la voz poética refleja sus
tantas “ellas “, manifestándonos sus miedos, sus emociones, sus confidencias y la
fortaleza de Pizarnik.