Guerreros Valientes Como Hombres de Dios
Guerreros Valientes Como Hombres de Dios
Guerreros Valientes Como Hombres de Dios
1 Corintios 16:13-14: Velad, estad firmes en la fe, portaos varonilmente, y esforzaos. Todas vuestras
cosas sean hechas con amor.
Introducción: Los ministros no solo somos “Hombres” sino que somos “Hombres de Dios” y todo
lo que hablemos sobre la hombría debe ser redefinido bajo ese concepto. Lo que el mundo enseña
acerca de la hombría y lo que hemos aprendido antes de llegar a Cristo, está muy lejos de lo que
Dios habla en su palabra acerca de este tema. Podríamos hablar mucho sobre las cualidades de un
hombre de Dios, pero vamos a limitarnos a las cualidades de las que hace lista este pasaje. Estos
cuatro imperativos del verso 13 son bien conocidos por la sociedad antigua, especialmente por los
corintios que conocían bastante de la guerra ya que, sus habitantes habían peleado varias batallas
antes de ser conquistados por los Romanos y convertirse en una colonia romana. Una de tantas
era la guerra del Peloponeso 430 años A.C. enfrentó a atenienses y espartanos y los corintios eran
parte de los espartanos, así que conocían bastante de la guerra. Alerta, firmeza, valentía y
fortaleza.
I. Velad: No es la primera vez que Pablo hablar de estar alerta. Hechos 20:31. 1 Cor. 15:34.
¿Sobre qué debemos estar alertas como hombres de Dios?
A. Alerta sobre nosotros mismos 1 Timoteo 4.16 “ten cuidado de ti mismo; Hechos
20:28:
B. Orgullo: ministros fanfarrones, Proezas del ministerio, Autoanálisis, Autoridad:
Bernabé y Pablo hechos 13. Brecha generacional.
II. Firmeza en la Fe: El hombre de Dios debe estar claro en qué papel juega y ese es el de un
siervo que ha sido rescatado del pecado. Para servir donde Dios lo ha llamado y es Dios el
que se lleva toda la gloria.
A. El estar firmes en la gracia nos ayuda en nuestras debilidades. Cuando caemos.
B. Nos ayuda cuando nos sentimos importantes y merecedores de gloria por lo que
hacemos.
III. La Valentía debe ser redefinida: casi siempre es para el termino de la conquista. Cuando
hay un premio por delante y algo que alcanzar. Y todos nosotros somos valientes, por eso
estamos aquí. Pero yo quiero hablar de la valentía del Señor, la valentía para otros.
A. Valentía de despojarse a sí mismo de nuestro lugar, nuestro puesto, lo que
consideramos merecer. Fili 2.6,7,8.
B. Valentía del servicio y que mayor ejemplo que lavamiento de los pies de los
discípulos: todos estaban sentados a la mesa. Cada uno con su estatus. El discípulo
amado a su lado. Y Jesús renuncio a su puesto de autoridad para servir. Tomó el
puesto del siervo