Xavier Zubiri, Vida y Obra

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

12/10/2020 https://www.zubiri.net/vidaobra.

html

Xavier Zubiri, vida y obra

Xavier Zubiri Apalategui es uno de los pensadores más originales de nuestro tiempo. Su filosofía, situada en
la senda abierta por Husserl y por Heidegger, desemboca, más allá de la conciencia y de la existencia, en la
aprehensión primordial de realidad. Esto le permite a Zubiri una nueva idea de la inteligencia, y una nueva
idea de realidad. Es justamente la raíz de una nueva filosofía. Desde el análisis de la inteligencia sentiente,
Zubiri ha podido abordar prácticamente todos los grandes temas de la filosofía clásica: desde la materia hasta
la libertad, desde la evolución hasta el problema de la voluntad, desde la historia hasta el problema de Dios.
Una gran síntesis filosófica que aún espera ser comprendida más exhaustivamente, aplicada a nuevos campos
de saber, y conducida a nuevos niveles de radicalidad filosófica.

Xavier Zubiri nació en San Sebastián (Donosti), en el año


1898. Tras estudiar en el Colegio de Santa María de esa
ciudad (1905-1915), el joven Zubiri inicia sus estudios de
filosofía y teología en el Seminario de Madrid. En esa ciudad
reside como estudiante externo, en una pensión, y allí recibe
las primeras influencias decisivas para su
formación como filósofo. Especialmente
importante es el encuentro con José
Ortega y Gasset, a comienzos del año
1919. Ortega introduce a Zubiri en las
principales corrientes del pensamiento
europeo, y especialmente en la fenomenología de Husserl, un punto de referencia capital
para entender la evolución posterior del pensamiento de Zubiri. Ortega había señalado que
con Husserl se iniciaba en la historia de la filosofía una tercera metáfora, más allá de la
metáfora antigua del ser humano como trozo del universo, pero más allá también de la idea
moderna de la conciencia como continente del mundo entero. Husserl pretende una vuelta,
más allá de las grandes teorías metafísicas antiguas y modernas, a las cosas mismas, para obtener desde
ellas los elementos de una filosofía libre de presupuestos no justificados. El análisis husserliano de la
conciencia muestra la constitutiva referencia del polo noético de la misma a su polo noemático, del sujeto al
objeto. Esta intencionalidad de la conciencia impide su sustantivación, y abre a los ojos de Ortega, y también
del joven Zubiri, la posibilidad de un nuevo horizonte para el filosofar.

Entre los años 1920 y 1921 Zubiri estudia filosofía en el Instituto Superior de Filosofía de la
Universidad Católica de Lovaina. Durante el mes de noviembre del año 1920 se traslada
brevemente a Roma, donde obtiene su doctorado en teología. En Lovaina Zubiri se
encuentra con profesores como L. Noël, interesados en aprovechar todas las posibilidades
del pensamiento de Edmund Husserl. La filosofía de Husserl, que en aquél momento está
transformando el panorama filosófico europeo, es el objeto de la memoria de licenciatura
que Zubiri presenta en febrero del año 1921 en Lovaina, y que se tituló Le problème de le
objectivité d'après Ed. Husserl. I: La logique pure. El 21 de mayo de ese mismo año, Zubiri
presenta en la Universidad Central de Madrid su tesis doctoral de filosofía, dirigida por
Ortega, y titulada Ensayo de una teoría fenomenológica del juicio. Esta tesis, publicada con
algunos cambios en el año 1923, constituye la primera obra sobre Husserl en lengua no
alemana, y en ella Zubiri va tomando una posición personal dentro del movimiento fenomenológico, que
podría llamarse "objetivista". Por otra parte, en el mismo año 1921 Zubiri fue ordenado sacerdote en
Pamplona.

En el año 1926 Zubiri gana por oposición la cátedra de Historia de la Filosofía de la Facultad de Filosofía y
Letras en la Universidad Central de Madrid. Un magnífico grupo de pensadores, dispersados después por la
guerra civil, comparten en aquellos años las aulas con Zubiri: Ortega y Gasset, Adolfo Bonilla San Martín,
Manuel B. Cossío, Julián Besteiro, Manuel García Morente.... En el año 1929 Zubiri se traslada a Friburgo de
Brisgovia, con el objeto de ampliar sus estudios, y allí sigue cursos con Husserl y con Martin Heidegger. La
https://www.zubiri.net/vidaobra.html 1/4
12/10/2020 https://www.zubiri.net/vidaobra.html

reciente publicación de Sein und Zeit había convertido a Heidegger en el continuador y


radicalizador de la fenomenología de Husserl. La conciencia de Husserl era desfondada,
mostrando que la constitutiva imbricación entre el ser humano y el mundo se da ya en la
misma "ex-sistencia". El existente humano, enfrentado a la nihilidad y a la muerte,
comprende que las cosas son, pero podrían no ser, y así se le desvela el ser de las cosas.
Esta desvelación descubre ciertamente el ser de las cosas (y no el propio ser), pero
solamente tiene lugar en el existente humano, quien por ello consiste en ser el "ahí del
ser", el Dasein. Zubiri asume de un modo entusiasta esta radicalización de la
fenomenología, pero al mismo tiempo permanece crítico ante las ideas de Heidegger, como
tuvo ocasión de manifestárselo al filósofo alemán en alguna ocasión. La pregunta
heideggeriana por el ser a partir de la nada refleja, para Zubiri, la pervivencia de ideas filosóficas de origen
teológico que han caracterizado a toda la modernidad. Más allá del ser, dirá Zubiri, está la realidad
aprehendida en el contacto inmediato con las cosas.

Posiblemente estos intereses coinciden con algunos de sus estudios de aquellos años. En
1930 Zubiri se encuentra en Berlín, donde conoce, entre otros, a Einstein, Schrödinger,
Zermelo, y Jaeger. Gran parte de sus esfuerzos en estos años están dedicados a estudiar
los nuevos avances en la física, y a sus consecuencias para la filosofía. La nueva física de
Einstein y de Plank está revolucionando el panorama del conocimento. Las teorías especial
y general de la relatividad cuestionan la imagen clásica del espacio y del tiempo, que ahora
aparecen vinculados directamente a la masa y al movimiento. Pero la idea misma de
materia se transforma definitamente al aparecer la nueva mecánica cuántica. La evolución
filosófica de Zubiri no permanece ajena a estos cambios, sino que pretende integrarlos en
su pensamiento. De hecho, Zubiri pensaba que estos cambios en el mundo científico, paralelos a otros que
por aquél entonces sucedían en el mundo del arte y en toda la cultura, necesitan un instrumental filosófico
completamente nuevo, el cual solamente podrá alcanzarse si los descubrimientos de Husserl y Heidegger son
llevados a un nuevo nivel filosófico.

En el año 1931, Zubiri se reincorpora a su cátedra en Madrid. Son años agitados en la política nacional, a
partir de la proclamación, en abril de ese año, de la Segunda República española. En estos años Zubiri
elabora algunos de los trabajos más decisivos para entender su trayectoria filosófica posterior. Como
catedrático de historia de la filosofía, Zubiri puede emprender una revisión de la historia del pensamiento
occidental, para problematizar en ella algunos de sus supuestos más inveterados. Los grandes conceptos de
la filosofía occidental, como la sustancia, el ser o el lógos, comienzan a ser cuestionados. A partir del año
1935 Zubiri se encuentra en Roma, adonde se traslada para obtener la secularización. En marzo de 1936
contrae matrimonio en Roma con Carmen Castro Madinaveitia, hija de Américo Castro. La estancia en Roma
la aprovecha Zubiri para realizar estudios de lenguas orientales, especialmente con el P. Deimel, del Pontificio
Instituto Bíblico. Al estallar la guerra civil, la permanencia del matrimonio en la Italia fascista va haciéndose
más difícil; nuevo traslado, esta vez a París, donde Zubiri imparte algunos cursos en el Institut Catholique, y
estudia lingüística con Benveniste. Allí permanece hasta el final de la guerra civil española y el comienzo de la
guerra mundial, con la consiguiente invasión de Francia por las tropas nazis.

El regreso a España no le resulta fácil al matrimonio Zubiri. A pesar de que Zubiri


recibe su cátedra, el obispo de Madrid fuerza su alejamiento de la ciudad. Zubiri
acepta la posibilidad que se le ofrece de emprender la docencia en Barcelona. Sin
embargo, pronto comprueba la imposibilidad de ejercer libremente el pensamiento
en el ambiente universitario de aquella época, y en el año 1942 solicita una
excedencia administrativa, que significa de hecho su alejamiento definitivo de la
universidad. Regresa a Madrid, donde imparte cursos privados. Poco después, en
1944, se publica la primera edición de Naturaleza, Historia, Dios, una de las obras
más influyentes en la filosofía española del siglo XX. En el año 1946 realiza un
breve viaje a los Estados Unidos, donde imparte una conferencia en la universidad
de Princeton sobre Lo real en matemáticas. En el año 1947, y patrocinada por el
Banco Urquijo, se funda en Madrid la Sociedad de Estudios y Publicaciones,
presidida por Zubiri. Esta sociedad se convierte en el nuevo foro intelectual en el
que Zubiri podrá exponer y discutir su pensamiento con un grupo creciente de
discípulos, entre los que cabe mencionar a intelectuales como Pedro Laín Entralgo o
José López Aranguren. La publicación de un Homenaje a Xavier Zubiri en el año 1953 señala el comienzo de
un reconocimiento público. Sin embargo, su pensamiento filosófico permanece desconocido fuera de un
ámbito muy restringido. Durante años, Zubiri apenas publica. Sin embargo, sus cursos orales reflejan la
creciente maduración, desde el año 1944, de una filosofía propia, que hunde sus raíces en lo que Zubiri llama
https://www.zubiri.net/vidaobra.html 2/4
12/10/2020 https://www.zubiri.net/vidaobra.html

la impresión de realidad. Esta impresión de realidad, que expresa la radicalización zubiriana de la


"comprensión del ser" de Heidegger, le sirve a Zubiri para ir delineando su alternativa a los grandes conceptos
filosóficos clásicos. La filosofía clásica, piensa Zubiri, ha "sustantivado" y "entificado" la realidad, al tiempo
que consecuentemente "logificaba" la intelección. Ahora Zubiri propone, frente al lógos antiguo y moderno, la
inteligencia sentiente; frente a la sustancia antigua y el sujeto moderno, una nueva idea de la realidad como
estructura sustantiva, de la que surge una nueva visión no subjetual de la persona humana. Toda esta nueva
propuesta filosófica alcanza su primera expresión en un difícil libro: Sobre la esencia, publicado en el año
1962.

Más asequible al gran público, y de enorme popularidad entre los estudiantes de


filosofía, fue el siguiente libro de Zubiri, sus Cinco lecciones de filosofía, en las que
sin embargo Zubiri se abstiene de presentar su propio pensamiento. En el año 1970
dos gruesos volúmenes recogen un segundo Homenaje a Xavier Zubiri, en el que se
da cita una gran parte de la intelectualidad española del momento. Dentro de la
Sociedad de Estudios y Publicaciones se crea, en el año 1971, el Seminario Xavier
Zubiri. En este Seminario, Zubiri tuvo la oportunidad de discutir su pensamiento con
sus discípulos más cercanos, quienes asisten también a la matización y a la
evolución ulterior de sus ideas. En este tiempo, Zubiri comienza a estudiar
sistemáticamente la inteligencia humana, preparando su obra cumbre. Pero otros muchos temas ocupan
también su interés: la antropología filosófica; los problemas del espacio, del tiempo, y de la materia; la
estructura dinámica de la realidad. Y también la filosofía de la religión y la teología, temas sobre los que
ofrece un curso en la Universidad Gregoriana de Roma, en el año 1973. En el año siguiente, el Seminario
Xavier Zubiri inicia la publicación de Realitas, de la que aparecerán tres gruesos tomos en los que los trabajos
de Zubiri y sus discíulos van conociendo la luz pública. Y la figura de Zubiri comienza a gozar de algunos
importantes reconocimientos públicos. En el año 1979 la República Federal de Alemania le concede la Gran
Cruz al Mérito (Das Grosse Verdienst Kreuz), y en el año 1980 recibe el doctorado honoris causa en la
Universidad de Deusto (Bilbao). En el año 1982 Zubiri recibe, junto con Severo Ochoa, el premio Ramón y
Cajal a la investigación.

Ahora bien, la gran novedad filosófica la representa la publicación, en el año 1980, del primer volumen de su
obra definitiva: la Inteligencia sentiente. Al primer volumen, Inteligencia y realidad, le siguen Inteligencia y
logos (1982) e Inteligencia y razón (1983). En esta trilogía Zubiri no sólo aclara muchas dudas abiertas en
Sobre la esencia, sino que posibilita una comprensión sistemática de su pensamiento desde su filosofía más
madura. A partir de la Inteligencia sentiente, todas las preguntas sobre el presunto "realismo ingenuo" de
Zubiri quedan definitivamente resueltas. La realidad es la formalidad de las cosas en la aprehensión, y no una
zona de cosas "allende" la misma. Desde este punto de vista, Zubiri puede afirmar, contra toda la filosofía
moderna, que los colores son perfectamente reales, porque se actualizan en nuestra aprehensión visual como
algo que es "de suyo" independiente de nuestra aprehensión. Ahora bien, esto no decide nada sobre lo que
los colores sean allende la aprehensión. Esto es precisamente lo que la razón tiene que investigar. Y es que la
formalidad de realidad constituye el punto de partida de la pregunta por la realidad profunda de las cosas. No
se trata de un salto ni de un puente, sino de una profundización en la realidad. Por eso mismo, Zubiri puede
afirmar que la ciencia no es una simple acumulación de conceptos construidos para manejar las cosas. La
ciencia es mucho más: es un ingente esfuerzo de profundización en la realidad ya actualizada en la
aprehensión. Sin embargo, la obra de Zubiri sobre la inteligencia no pretende ser una filosofía de la ciencia,
sino un análisis de la intelección humana en todas sus formas, desde las científicas hasta las artístísticas,
desde las más elaboradas hasta las más cotidianas y banales.

En el año 1983, con las fuerzas mermadas por la enfermedad, Zubiri


comienza la preparación de un nuevo libro, El hombre y Dios, que ya
no podrá terminar. El 21 de septiembre fallece en Madrid. Sus
discípulos, agrupados en el Seminario Xavier Zubiri y, después, en la
Fundación Xavier Zubiri, inician la publicación de sus obras. La primera
de ellas es El hombre y Dios (1984), publicada por Ignacio Ellacuría,
uno de sus más estrechos colaboradores. A esta obra le siguen otras
muchas, que poco a poco van posibilitando el acceso del público a una
obra que permanecía en buena medida solamente accesible a sus
discípulos más cercanos. Así se publican Sobre el hombre (1986),
Estructura dinámica de la realidad (1989), Sobre el sentimiento y la
volición (1992), El problema filosófico de la historia de las religiones
(1993), Los problemas fundamentales de la metafísica occidental (1994), Espacio, tiempo, materia (1996), El
problema teologal del hombre: cristianismo (1997), El hombre y la verdad (1999). En el año 2000 se
https://www.zubiri.net/vidaobra.html 3/4
12/10/2020 https://www.zubiri.net/vidaobra.html

publicaron los Primeros Escritos (1921-1926), en el año 2001 Sobre la realidad, y en el año 2002 Sobre el
problema de la filosofía y otros escritos (1932-1944). Aunque aún restan algunas obras por ver la luz, hoy ya
es posible conocer el pensamiento filosófico de Xavier Zubiri y aprovechar todas sus posibilidades para una
vida intelectual -como diría Zubiri- "a la altura de los tiempos".

https://www.zubiri.net/vidaobra.html 4/4

También podría gustarte