Accion de Tutela Jaime Esteban

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Señor

JUEZ CONSTITUCIONAL (Reparto)


Ciudad
E.S.D.

Referencia: ACCION DE TUTELA


Accionante: JAIME ESTEBAN MOGOLLON VARGAS
Accionado: MEDIMAS EPS VINCULANDO AL
CONTRAINTERROGATORIO PROTECCION PENSIONES Y CESANTIAS,
RIESGOS PROFESIONALES SURAMERICANA

JAIME ESTEBAN MOGOLLON VARGAS, mayor de edad y vecino de


Cúcuta, identificado como aparece al píe de mi firma, actuando en causa
propia, en ejercicio de la ACCION CONSTITUCIONAL DE TUTELA del que
trata el ARTÍCULO 86 CONSTITUCIONAL; por medio del presente escrito
me permito solicitar ante Usted, mediante esta acción de tutela, la
protección de mis derechos fundamentales, AL DE PETICION, AL DEBIDO
PROCESO, IGUALDAD ANTE LA LEY vulnerados por la entidad de
MEDIMAS EPS VINCULANDO AL CONTRADICTORIO A PROTECCION
PENSIONES Y CESANTIAS DE CUCUTA, tal como lo narraré a
continuación:

HECHOS

El día 26 de noviembre del año 2017, me dirigía hacia el trabajo en mi


medio de transporte motocicleta en la avenida o redoma Demetrio
Mendoza, cuando una buseta de servicio público me atropella causándome
unas lesiones personales permanente.

Yo trabajo en almacenes Éxitos, lo cual me encuentro afiliado a riesgos


profesionales de suramericana y protección pensiones y cesantías.

Para el tiempo de los hechos duré incapacitado 540 días, pero aun
continúo con mi tratamiento y con la posibilidad de una incapacidad
definitiva según mi calificación y constancias medicas anexadas en la
presente tutela.

De tal manera que, a la fecha de hoy 05 de junio del 2020, la entidad de


RIESGOS PROFESIONALES SURAMERICANA, PROTECCION PENSIONES
Y CESANTÍAS Y MEDIMAS EPS, no me reconocen el pago de mi
incapacidad, teniendo en cuenta que he presentado diferentes solicitud y
certificaciones que acreditan que mi afectación motriz me da derecho para
continuar en tratamiento y recuperación Y A SU VEZ AL
RECONOCIMIENTO DEL PAGO DE INCAPACIDADES

PETICIÓN

Basado en los hechos narrados anteriormente solicito de manera


respetuosa se me reconozcan las siguientes peticiones:

PRIMERO: SE AMPARE LOS DERECHOS FUNDAMNTALES DE


PETICION, DEBIDO PROCESO E IGUALDAD ANTE LA LEY, por la
presunta violación de la entidad MEDIMAS EPS Y PROTECCIONES
PENSIONES Y CESANTIAS al no dar respuesta oportuna y el pago de mis
incapacidades afectando el mínimo vital y la dignidad humana ante los
gastos necesarios para mi subsistencia y de las personas que dependen de
mi

SEGUNDO: SE ORDENE EL PAGO INMEDIATO AL QUE HAYA LUGAR


por la incapacidad médica declarada por el médico de la junta médica
regional.

TERCERO: ADVERTIR A LA ENTIDAD RIEZGOS PROFESIONALES


SURAMERICANA, PPROTECION PENSIONES Y CESANTIAS, que se
abstenga de realizar dicha atención a sus afiliadas, ya que la misma afecta
de manera directa derechos fundamentales y congestionar el acceso a la
justicia toda vez que su actuar es temerario ya que dichas acciones
judiciales siempre se relacionan con derechos adquiridos los cuales la
entidad trata de ignorar.

ARGUMENTOS JURÍDICOS

Al entrar a estudiar este tema por la negación al derecho de petición de


acuerdo a lo consagrado en la constitución política de 1991, el decreto Ley
1755 de 2015.

De los hechos narrados se establece la violación del derecho de petición


consagrado en el Art. 23 de la Constitución Política ya que a la fecha no ha
sido respondida ni afirmativa, ni negativamente la petición.

Presupuestos de efectividad del derecho fundamental de petición.

Se ha precisado que el derecho de petición consagrado en el Artículo 23 de


la Constitución Política, es una garantía fundamental de aplicación
inmediata (C.P. art. 85), cuya efectividad resulta indispensable para la
consecución de los fines esenciales del Estado (Sentencia T-012 del 25 de mayo
de 1992, M.P. Alejandro Martínez Caballero.), especialmente el servicio a la
comunidad, la garantía de los principios, derechos y deberes consagrados
en la misma Carta Política y la participación de todos en las decisiones que
los afectan; así como el cumplimiento de las funciones y los deberes de
protección para los cuales fueron instituidas la autoridades de la
República (C.P. art. 2).( Las sentencias T-275/97, MP: Carlos Gaviria Díaz; y T-
1422/00, MP: Fabio Morón Díaz.)

De ahí, que el referido derecho sea un importante instrumento para


potenciar los mecanismos de democracia participativa y control ciudadano;
sin dejar de mencionar que mediante su ejercicio se garantiza la vigencia
de otros derechos constitucionales, como los derechos a la información y a
la libertad de expresión. (Las sentencias T-1089 de 2001, M.P. Manuel José
Cepeda Espinosa; T-1160A de 2001, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa y T-377
de 2000, M.P. Alejandro Martínez Caballero.)

Según su regulación legislativa, así como en el Decreto 01 de 1984,


(Artículo 309 de la Ley 1437 de 2011, Código de Procedimiento Administrativo y de
lo Contencioso Administrativo vigente.) el actual Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo establece que el ejercicio
del derecho de petición (Artículo 309 de la Ley 1437 de 2011, Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo vigente.),
entendido también como una actuación administrativa, debe someterse a
los principios de economía, imparcialidad, contradicción, eficacia y,
especialmente, publicidad y celeridad, según lo estipula el Artículo 3o. del
estatuto.

Tal como la anterior codificación, la vigente permite que las peticiones


sean formuladas tanto en interés general como en relación con los asuntos
de interés particular, y destaca la obligación de resolver o contestar la
solicitud dentro de los (15) días siguientes a la fecha de su recibo, salvo
algunas excepciones. (Según el Artículo 14 de la Ley 1437 de 2011, la regla general
contempla un término de 15 días para resolver las peticiones, pero en los casos de petición de
documentos este término se reduce a 10 días para responder y 3 para entregar; y en la consulta se
extiende a 30. Su parágrafo también señala que excepcionalmente, cuando no sea posible resolver
en los términos indicados, la autoridad debe informar de inmediato al solicitante de la dicha
situación, expresando los motivos de la demora y señalando a la vez el plazo razonable en que se
resolverá o dará respuesta.)

Entendido así, como garantía constitucional y legal, el ejercicio del derecho


de petición por parte de los ciudadanos, supone el movimiento del aparato
estatal con el fin de resolver la petición elevada e impone a las autoridades
una obligación de hacer, que se traduce en el deber de dar pronta
respuesta al peticionario.

Justamente, este deber esencial de parte de la administración, que se


deriva del mandato superior a obtener pronta resolución, ha sido
desarrollado y sistematizado por esta Corporación en conjunto con otros
elementos característicos del derecho de petición, que conforman su
núcleo fundamental.

La efectividad y el respeto por el derecho de petición, se encuentran


subordinados a que la autoridad requerida, o el particular según se trate,
emitan una respuesta de fondo, clara, congruente, oportuna y con una
notificación eficaz.

En relación con los tres elementos iniciales ( La sentencia T-1160A de 2011, M.P. Manuel
José Cepeda Espinosa, la Corte señala que la efectividad del derecho de petición consiste no sólo en el
derecho de obtener una respuesta por parte de las autoridades sino a que éstas resuelvan de fondo, de
manera clara y precisa la petición presentada.
La sentencia T-1160A de 2011, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, la Corte señala que la efectividad del
derecho de petición consiste no sólo en el derecho de obtener una respuesta por parte de las autoridades
sino a que éstas resuelvan de fondo, de manera clara y precisa la petición presentada.) - resolución
de fondo, clara y congruente-, la respuesta al derecho de petición
debe versar sobre aquello preguntado por la persona y no sobre un
tema semejante o relativo al asunto principal de la petición. Quiere
decir, que la solución entregada al peticionario debe encontrarse libre de
evasivas o premisas ininteligibles que desorienten el propósito esencial de
la solicitud, sin que ello implique la aceptación de lo solicitado.

Desde luego, este deber de contestar de manera clara y coherente, no


impide que la autoridad suministre información adicional relacionada con
los intereses del peticionario, pues eventualmente ésta puede significar
una aclaración plena de la respuesta dada.

Respecto de la oportunidad de la respuesta, como elemento connatural al


derecho de petición y del cual deriva su valor axiológico, ésta se refiere al
deber de la administración de resolver el ruego con la mayor celeridad
posible, término que, en todo caso, no puede exceder del estipulado en la
legislación contencioso administrativa para resolver las peticiones
formuladas.
Si bien en algunas oportunidades, la administración se encuentra
imposibilitada para dar una respuesta en el lapso señalado por el
legislador; en principio, esta situación no enerva la oportunidad o la
prontitud de la misma, pues la autoridad está en la obligación de explicar
los motivos y señalar un término razonable en el cual se realizará la
contestación.

En estos casos, el deber de la administración para resolver las peticiones


de manera oportuna, también debe ser examinado con el grado de
dificultad o complejidad de la solicitud, ejercicio que de ninguna manera
desvirtúa la esencialidad de este elemento, pues mientras la autoridad
comunique los detalles de la respuesta venidera, el núcleo fundamental del
derecho de petición, esto es, la certidumbre de que se obtenga una
respuesta a tiempo, se mantiene.

Asimismo, el derecho de petición solo se satisface cuando la persona que


elevó la solicitud conoce la respuesta del mismo. Significa que, ante la
presentación de una petición, la entidad debe notificar la respuesta al
interesado. ( Sentencia T-178/00, M.P. José Gregorio Hernández Galindo, la Corte conoció de
una tutela presentada en virtud de que una personería municipal no había respondido a una
solicitud presentada. A pesar de constatar que la entidad accionada había actuado en
consecuencia con lo pedido, se comprobó que no había informado al accionante sobre tales
actuaciones, vulnerándose así el derecho de petición. Igualmente, en la sentencia T-615/98, M.P.
Vladimiro Naranjo Mesa, la Corte concedió la tutela al derecho de petición por encontrar que, si
bien se había proferido una respuesta, ésta había sido enviada al juez y no al interesado. Y de
manera similar en sentencia T- 249 de 2001, M.P. José Gregorio Hernández Galindo.)

Cabe recordar que el derecho de petición, se concreta en dos momentos


sucesivos, ambos subordinados a la actividad administrativa del servidor
que conozca de aquél. En primer lugar, se encuentra la recepción y trámite
de la petición, que supone el contacto del ciudadano con la entidad que, en
principio, examinará su solicitud y seguidamente, el momento de la
respuesta, cuyo significado supera la simple adopción de una decisión
para llevarla a conocimiento directo e informado del solicitante.

De este segundo momento, emerge para la administración un mandato


explícito de notificación, que implica el agotamiento de los medios
disponibles para informar al particular de su respuesta y lograr constancia
de ello.

Sobre la obligación y el carácter de la notificación, debe precisarse en


primer lugar, que esta debe ser efectiva, es decir, real y verdadera, y que
cumpla el propósito de que la respuesta de la entidad sea conocida a
plenitud por el solicitante.

Esta característica esencial, implica además que la responsabilidad de la


notificación se encuentra en cabeza de la administración, esto es, que el
ente al cual se dirige el derecho de petición está en la obligación de velar
porque la forma en que se surta aquella sea cierta y seria, de tal manera
que logre siempre una constancia de ello.

La constancia que logre obtener la entidad de la notificación de su


respuesta al peticionario, constituye la prueba sobre la comunicación real
y efectiva que exige la jurisprudencia para perfeccionar el núcleo esencial
del derecho de petición, desde luego, siempre que la respuesta se ajuste a
las exigencias que líneas atrás fueron desarrolladas.
En síntesis, la garantía real al derecho de petición radica en cabeza de la
administración una responsabilidad especial, sujeta a cada uno de los
elementos que informan su núcleo esencial. La obligación de la entidad
estatal no cesa con la simple resolución del derecho de petición elevado
por un ciudadano, es necesario además que dicha solución remedie sin
confusiones el fondo del asunto; que este dotada de claridad y congruencia
entre lo pedido y lo resuelto; e igualmente, que su oportuna respuesta se
ponga en conocimiento del solicitante, sin que pueda tenerse como real,
una contestación falta de constancia y que sólo sea conocida por la
persona o entidad de quien se solicita la información.

PRUEBAS

*certificaciones de incapacidades

*historia clínica medicar duarte

*certificación de suramericana

JURAMENTO

Bajo la gravedad del juramento afirmo que no he presentado otra acción de


tutela por los mismos hechos y derechos respecto de la petición que hice el
día 30 de noviembre de 2019 y que de la que se pretende se conteste.

ANEXOS

Las mencionadas como pruebas y copia con anexos para la entidad


accionada y copia simple para el archivo del juzgado.

NOTIFICACIONES

ACCIONANTE –JAIME ESTEBAN MOGOLLON VARGAS, en la calle 19


número 14-48 del barrio la libertad tel. 3223186424- correo electrónico

ACCIONADOS- MEDIMAS EPS

ACCIONADOS- SURAMERICANA

ACCIONADOS: PROTECCION PENSIONES Y CESANTIAS

Atte.

JAIME ESTEBAN MOGOLLON VARGAS


Cc 1.090.533.060 de Cúcuta

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