Fundamentos Bíblicos Del Shalom Final

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Encarnando

Ahora Vistazos
del Futuro:
Fundamentos Bíblicos
del Shalom

Preparado por:
Robert J. Suderman
Agradecemos el encuentro de las iglesias
anabautistas del Cono Sur de América Latina por
su invitación que impulsó el desarrollo de este
librito, y al Comité de América Latina del Concilio
de Ministerios Anabautistas (CIMLAC) por su
ayuda con el financiamiento para el Cono Sur,
incluyendo este librito.

Encarnando Ahora Vistazos del Futuro:


Fundamentos Bíblicos del Shalom
15 Congreso Anabautista/Menonita del Cono Sur
Campamento Ejército de Salvación

Material presentado en
La Angostura, Chile, América del Sur
Enero 23-27, 2013

Preparado por: Robert J. Suderman


Iglesia Menonita del Canadá
Traducción al Español: Romualdo Carrillo
Introducción y Estructura:
Es un gran honor haber sido invitado a estar con ustedes esta semana.
Confío que estos tiempos juntos glorificarán a Dios, fortalecerán a la iglesia y
estimularán el Shalom (paz) en nuestro mundo atribulado.

Quiero enfocarme en tres enseñanzas bíblicas esenciales que son el corazón


de la capacidad de la iglesia de vivir su proclamación y vocación como una
comunidad del Shalom.1

1) Una Iglesia del Shalom entiende la naturaleza del Mal (p. 2)


Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo,
contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Efesios 6:12:

2) Una Iglesia del Shalom entiende el Amor a los Enemigos (p. 11)
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os
maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os
persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos;
Mateo 5:43-48; Lucas 6:27-38:

3) El Manifiesto de Pablo: La Política de la Iglesia (p. 22)


Solamente os ruego que os comportéis como es digno del evangelio
de Cristo,
Filipenses 1:27:

1 Todas las citas bíblicas en esta presentación son de la Versión Reina Valera Actualizada,1989.

1
Una Iglesia del Shalom entiende la naturaleza del Mal
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este
mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes
(Efesios 6:12).

Ustedes podrían pensar que es extraño que yo empiece con este versículo como
un fundamento esencial para entender la paz bíblica. Lo hago como resultado de
análisis contextuales que hemos experimentado en muchas partes del mundo (en
Latinoamérica se refiere con frecuencia al “análisis de coyuntura”). En muchos
de nuestros viajes alrededor del mundo, hemos entablado conversaciones con
líderes de la iglesia. Hemos oído y visto sus esfuerzos profundos y sinceros para
entender sus diversos contextos, para comprender qué está pasando y cómo
el evangelio puede hablar a sus realidades. Hemos notado dos elementos muy
visibles y comunes:

a) Hay un sentido predominante que las cosas no están funcionando como


deberían; que las buenas intenciones a menudo no funcionan como se
planean. Existe una sensación de algunos “poderes cósmicos” que se
interponen a las buenas cosas (estos “poderes” pueden estar arraigados
en los valores de la religión, economía, política, sistemas familiares u otras
influencias). Algunas de estas influencias se ocultan detrás de máscaras,
otras veces están a la vista para que todos las observen y las conozcan. Son
percibidas de diferentes maneras, pero siempre su presencia es real.

b) Existe confusión en la iglesia y entre cristianos acerca de cómo entender


la presencia de estas influencias y poderes a la luz de la vivencia y el
discipulado cristianos. ¿Por qué lo bueno no prevalece? ¿Por qué el mal
tiene la ventaja tan frecuentemente? ¿Cómo podemos deshacernos de
estas cosas?

Yo creo que esta afirmación en Efesios nos ayuda a entender la naturaleza


del mal y cómo debemos enfrentarlo. Al hacerlo, esta afirmación resalta uno
de los factores vitales de entendimiento en nuestro esfuerzo de ser un pueblo
del Shalom.

Hagamos un estudio más minucioso:

a) Este pasaje muestra tensión, conflicto y hostilidad. Las palabras lucha,


maldad, tinieblas, y contra (5 veces) son indicaciones que las tensiones son
severas y no deben tomarse a la ligera.

2
b) El pasaje identifica la amplia gama de enemistad y resistencia que están
alineadas contra los propósitos de Dios y la iglesia: principados, potestades,
gobernadores de las tinieblas de este mundo, huestes espirituales de maldad.
Esta lista se aumenta aún más en toda la epístola: diablo (4:27; 6:11), la
corriente de este mundo (2:2), el príncipe de la potestad del aire (2:2), el
espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia (2:2) y principados y
potestades (3:10). A esta lista ya impresionante, el versículo 1:21 agrega (o
resume) otra lista: todo principado y autoridad, poder y señorío, y todo nombre
que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero.

Esta lista de fuerzas opositoras es muy extensa, apuntando a la realidad


que la presencia del evangelio y la comunidad del evangelio shalom son
una presencia dentro de hostilidad predominante, enemistad y artimañas
insospechadas y subversión de las intenciones del evangelio.

c) La lista extensa de resistencia es, sin embargo, yuxtapuesta por un objetivo


aún mayor, que es la reconciliación de Dios, enfáticamente resumido en el
versículo 1:10 con el uso tripartito de panta: todas las cosas en El; todas
las cosas en los cielos; todas las cosas en la tierra. Justo cuando parecer
no haber límite alguno al impacto dominante de las fuerzas de maldad en
nuestras vidas y en la historia humana, tampoco existe duda ni límite alguno
al propósito redentor y unificador del enfoque de Dios que abarca todo. Esto
también domina todo e incluye todo. El todas las cosas tripartito se envuelve
dentro de una referencia bipartita a en Cristo y en El, definiendo así el poder
que logrará finalmente el unir todas las cosas.

d) La referencia en Efesios 6:12 a sangre y carne es primordial:

i) Introduce a los humanos, la historia humana y la realidad humana a


las dinámicas de la lucha. No es simplemente una lucha por encima
de nosotros o apartada de nosotros. No es una lucha en el aire entre
“dioses”. Es una lucha humana aún si no es contra humanos. La lucha
es nuestra (v.12). El hecho de ser una lucha humana es concretamente
indicado en 6:10-11. Allí tenemos el llamado a la fortaleza y el poder, y el
llamado maravilloso a la comunidad humana de Dios, la iglesia, a ponerse
la armadura de Dios para meterse en la lucha que enfrenta. Es una lucha
de la comunidad humana de Dios contra las fuerzas resistentes a su
marco de entendimiento y a sus actividades.
ii) La referencia a sangre y carne une a toda la humanidad en solidaridad
consigo misma. No nos divide. En última instancia, nuestra lucha no es
contra humanos o humanidad. Siempre es por el bien de los humanos. Los
humanos no son el enemigo. Toda la humanidad es víctima de enemigos

3
comunes. Esta verdad genera solidaridad y unidad en toda la humanidad
en lugar de dividirnos en campamentos hostiles. La lucha no es nosotros
(humanos) contra ellos (humanos); es entre nosotros (toda la humanidad)
y ellos (fuerzas ideológicas de maldad que colonizan y controlan nuestras
inclinaciones y tendencia hacia la maldad). Esta noción es sumamente
importante en cualquier esfuerzo de ser Iglesia de Paz.
e) Necesitamos decir algo de los lugares celestiales. Algunas traducciones
tienen lugares altos. De todas formas, la tentación es creer que no es una
lucha humana terrenal sino la lucha de fuerzas por encima de nosotros,
entre poderes que no son humanos. Como esta referencia ha sido
interpretada con frecuencia como una lucha extra-histórica, no ha sido vista
como una prioridad a criaturas históricas como nosotros. Algunas veces
se ha interpretado como una lucha de espíritus en un mundo más allá de
nuestro alcance y participación. Tal interpretación requiere un comentario.

i) Las palabras para el sustantivo cielo (uranus) y el adjetivo celestial


(epuranios) son usadas 8 veces en Efesios (1:3, 10,20; 2:6; 3:10,15; 4:10;
6:9,12). Cada vez se usa el plural: cielos (sustantivo) y celestiales (adjetivo).
ii) Los ocupantes de los cielos/celestiales son muchos. Por ejemplo, hay:
bendiciones espirituales, nosotros, y Cristo (1:3); todas las cosas (1:10);
Dios y el Cristo resucitado (1:20); nosotros (la iglesia), Dios y Cristo
(2:6); principados y potestades (3:10); cada familia (3:15); nuestro Señor
común (6:9); las espiritualidades de maldad (6:12). Hay otra afirmación
interesante: para llenarlo todo, Cristo tuvo que ascender por encima de
todos los cielos (4:10), indicando que los cielos no son al final el lugar de
autoridad de las intenciones de Dios.
iii) Las palabras cielos y celestiales, entonces, no son equivalente a la
definición contemporánea religiosa popular de cielo. Estos lugares están
muy atestado de demasiados habitantes diversos como para encasillarlos
en esta definición popular.
iv) Aunque las traducciones les gusta añadir palabras como lugares a
celestiales (lugares celestiales), esta palabra no se encuentra en el texto
griego. Esto no se refiere a un “lugar” que de algún modo es confinada
por la geografía. Es muy fluido para ser eso. Aparenta ser más como
un “mundo” o una “realidad” que un “lugar”. Por ejemplo, nuestras
bendiciones espirituales (1:3) están simultáneamente con nosotros y con
los celestiales. Varias veces los celestiales están yuxtapuestos con y tierra
(1:10; 3:15), indicando que aunque este mundo pueda estar reflejado y
presente en la tierra no es equivalente a ella, y aunque está localizada en
otro mundo, su presencia y actividad son terrenales.

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v) Este mundo parece ser el hogar de fuerzas espirituales de bondad y
maldad que trascienden simplemente la tierra pero que tienen influencia
e impacto muy directos en la tierra y las criaturas históricas en la tierra.
El sentido es que los humanos son impactados, frecuentemente sin saber,
por poderes y fuerzas que son más grandes que ellos mismos. Estas
pueden ser fuerzas de ambos: maldad/muerte y fuerzas buenas de vida,
por ejemplo la resurrección como la de Cristo.
vi) El sentido es que la historia, y aquellos implicados en hacerla, son
influenciados por un mundo de maquinación, ideología y suposiciones que
son traducidas en poder para la maldad y/o para el bien en la tierra y en
la historia humana. Nuestra lucha no es contra los que hacen la historia (o
piensan que lo hacen). Nuestra lucha es contra las fuerzas que lideran a
los que hacen historia para mover la historia en una dirección de maldad y
hacia propósitos que son impíos.
vii) Hay un sentido, en este pasaje, que los hacedores de la historia que
mueven la historia hacia direcciones no divinas, posiblemente no son
conscientes de lo que hacen. Ellos pueden estar pensando que están
haciendo bien, pero en cambio están ciegos e inconscientemente
implementando un complot maligno más allá de ellos mismos. También
está el sentido que los en Cristo han recibido el talento de discernir la
realidad de este control colonizador y de llamar la atención hacia eso.
Hemos recibido esta bendición de los celestiales (1:3). Somos parte ya de
los celestiales y entendemos que emana de allí (2:6). Tenemos experiencia
de primera mano de la multiforme sabiduría de Dios que está diseñada
para contraatacar las maquinaciones de maldad (3:10). Nuestra tarea
y vocación es ahora enseñar este entendimiento a los gobernantes y
autoridades que están presentes con nosotros en los celestiales pero
que continúan alimentándose de fuentes de sabiduría diferentes (3:10).
La iglesia tiene la tarea pedagógica de exponer la sabiduría divina de los
celestiales instruyendo a gobernantes y autoridades acerca de esta fuente
de sabiduría. Esta sabiduría alternativa guiará los esfuerzos de hacer
historia en otra dirección. Esta tarea tiene sus orígenes en los cielos pero
necesita ser llevada a cabo en la tierra, en las historias reales que estamos
construyendo, y con la gente que cree que son hacedores de historia hoy
en día, por ejemplo, con todos.

5
La evidencia más amplia:
Nos hemos enfocado en un versículo. ¿Es esta una forma justa de hablar acerca
de fundamentos “bíblicos” de paz?

Este versículo nos muestra una evidencia importante encontrada también en


otras partes de la Escritura, lo cual aumenta su importancia y sus implicaciones
para la iglesia cristiana. Con unas pocas observaciones será suficiente.

1) Efesios 6:12 es precedido y seguido inmediatamente por la evidencia que


la lucha indicada en el v.12 es una lucha histórica. Fortaleceos y estad
aferrados de la fuerza de su poder afirma el v.10. Tomad toda la armadura
de Dios para resistir al diablo, dice los versículos 11 y 13. La descripción de
la armadura necesaria y suficiente para la lucha es fundamental. Contiene
verdad y justicia y el evangelio de paz (vs. 14-15); fe, salvación, el Espíritu y
la Palabra de Dios (vs. 16-17); oración, vigilancia, perseverancia y osadía (vs.
18-19); paz, gracia, amor y fe (vs. 23-24); y, si, hay cadenas de persecución
y prisión (v. 20) cuando los principados reaccionan a la lucha. Es una
descripción extraordinaria de la lucha, con armas de ataque y defensa. Pero
sin excepción son armas que respetan a los otros humanos en la lucha como
personas dignas de la vida pero que necesitan ser retadas a cambiar sus
lealtades. Son armas que se concentran en el mundo de lo que no es carne
y sangre para que la carne y sangre puedan ganar nueva vida y perspectiva.
Es un escenario asombroso de paz y de la vocación de una Iglesia de Paz. Es
una lección esencial para los defensores del Shalom.

2) Pero la evidencia es más amplia que su contexto literario inmediato. En la


carta, el autor ha dibujado algunas de las implicaciones importantes de esta
lucha. Cambiará relaciones, económicas, sociales y políticas – simbolizado por
la reunión de enemigos judíos y gentiles en una nueva humanidad (2:13-22),
haciendo así la paz (2:14). Cambiará el concepto de matrimonio y familia,
en el cual los esposos y las esposas se someterán mutuamente el uno al otro
(5:21), en el cual los padres y los hijos no se provocarán a ira sino que se
honrarán y respetarán mutuamente (5:21-6:4). Cambiará la estructura social
de la sociedad cuando los señores y los esclavos se traten como iguales y
vivan en solidaridad recíprocamente (6:5-9). Estos hacedores de historia
funcionan de manera diferente y en consecuencia la historia toma un nuevo
rumbo, todo porque lo que no es carne y sangre ha sido transformado.

3) Aún más ampliamente, esta enseñanza de la carne y sangre no es poco


común en las enseñanzas del apóstol Pablo en lo concerniente a las
relaciones entre la iglesia cristiana y el estado pagano (Romanos 13:1-7).
Cuando nosotros entendamos las lecciones de carne y sangre, entonces

6
los gobiernos paganos entenderán su propia subordinación a las leyes de
Dios, como lo harán los cristianos. La iglesia verá a los gobernadores como
personas y entenderá su solidaridad con ellos. Pero la iglesia continuará
su tarea y vocación de dar a conocer la riqueza de la multiforme sabiduría
de Dios a los gobernantes y autoridades (Efesios 3:10). La iglesia no se
entregará a una obediencia incuestionable a los gobernantes cuando están
bajo el control de los poderes de las tinieblas, aun cuando la iglesia se
someta. La obediencia le pertenece a Dios más que a alguna autoridad
humana, como Pedro y los otros apóstoles lo predicaron (Hechos 5:29). Y,
claro está, esta enseñanza de carne y sangre nos hace recordar las palabras
de Jesús cuando le responde a Pilato, diciendo:

Mi Reino no es de [ek] este mundo; si mi Reino fuera de [ek] este


mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a
los judíos; pero mi Reino no es de aquí [enteuthen] (Juan 18:36).
Las palabras traducidas como de repetida tres veces, refleja a Efesios
6:12. De habla de origen y contenido, esto es, el Reino de Jesús no refleja
la sabiduría y las suposiciones de este mundo, porque se origina en otro
mundo. El Reino de Jesús no representa lo que se conoce como lo que forma
los reinos de este mundo; está hecho de otros materiales. Jesús no niega
que esta lucha (o la de sus discípulos) está en este mundo, pero indica que
su reino ni es criado por este mundo, ni nacido en este mundo, ni formado
de este mundo. En otro lugar, Pablo nos recuerda:

No os conforméis a este mundo; más bien, transformaos por la


renovación de vuestro entendimiento, de modo que comprobéis
cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta
(Romanos 12:2).

4) Las dinámicas identificadas en Efesios 6:12 son también parte de los


testigos del Antiguo Testamento, de hecho son basadas en él. La necesidad
de la lucha contra las manifestaciones de maldad se pronostica en Isaías
59:17; 11:5, y en la literatura inter-testamentaria (Sabiduría 5:17-20). Ser
fuerte en el Señor (6:10) es mencionado y repetido en otro gran guerrero,
Josué (Josué 1:6, 7, 9, 18) y en la potencia del evangelio de paz (Isaías
52:1,7). Sin embargo, hay diferencias significativas. Isaías y Sabiduría
entienden que la armadura será utilizada por Dios porque la gente ha
fallado en vivir su llamado. Efesios ahora viste a la iglesia misma con la
armadura de Dios. Josué usa inmediatamente su poder para ordenar a
su ejército a invadir la tierra de otras tribus (Josué 1:10 y sig.). El poder
de lo que no es carne y sangre es también indicado en la tentación de

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la monarquía (I Samuel 8) donde la gente escoge un reinado a pesar de
las advertencias de Samuel y de Dios. Esta escena culmina con la frase
desgarradora:

Aquel día os lamentaréis a causa del rey que habréis elegido, pero
entonces Jehová no os responderá. (I Samuel 8:18).
Lamentablemente, parece ser que nuestras decisiones también crean fuerzas
que generan su propio impulso, el cual a su vez se desarrolla en lo que Efesios
llamaría principados. Esto también es parte de la realidad que Efesios 6
intenta describir al quebrar este ciclo de lógica, ideología, acción e impacto.

Mientras que las fuerzas del no carne y sangre representadas en Efesios


6:12 aparentan ser uniformemente negativas, el Antiguo Testamento sugiere
que algunas fuerzas del bien pueden también provocar acciones sin que la
persona involucrada esté consciente totalmente que ha sido utilizada como
vehículo del bien. Un ejemplo es la representación que el profeta Isaías hace
de la interacción de Dios con su ungido –Ciro- un emperador pagano quien
sin saber llega a ser un vehículo para las intenciones divinas de liberación:

Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano


derecha para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de
reyes; para abrir puertas delante de él, puertas que no se cerrarán:
Yo iré delante de ti y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré
puertas de bronce y haré pedazos cerrojos de hierro. Te daré los
tesoros escondidos y los secretos muy guardados, para que sepas
que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre. Por
amor de mi siervo Jacob, de Israel, mi escogido, te llamé por tu
nombre; te puse un nombre insigne, aunque no me has conocido.
Yo soy Jehová y no hay ningún otro. No hay Dios fuera de mí. Yo
te ceñiré, aunque tú no me has conocido, para que se sepa desde
el nacimiento del sol hasta donde se pone, que no hay más que
yo. Yo soy Jehová, y no hay ningún otro. Yo formo la luz y creo las
tinieblas, hago la paz y creo la adversidad. Sólo yo, Jehová, soy el
que hago todo esto. (Isaías 45:1-7).

Efesios 6:12 y el Shalom:


Notarán que Efesios 6:12 no incluye la palabra “paz”. En un estudio de esta
palabra, este pasaje no aparecería. Aún así es un concepto clave y fundamental
para nuestro entendimiento de la paz y los deseos de paz de Dios.

¿Cuáles son las lecciones que necesitamos aprender de este pasaje para

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garantizar que se haya entendido como elemento fundamental de ser una
comunidad del Shalom? Permítanme hacer varias observaciones.

1) Es importante identificar la función básica de este versículo. ¿Es


principalmente cosmología: para identificar un universo de múltiples estratos
y las funciones de cada uno? No, no lo es. Aunque haya cosmología en
Efesios y este versículo pueda ser usado para entender parte de ella, no es
el propósito principal de este pasaje. ¿Es antropología: para enfocarse en
la forma como los humanos son ensamblados? No, tampoco lo es, aunque
pueda contribuir a una comprensión antropológica. ¿Es principalmente
sicología o filosofía o ideología o historia? Aunque haya sutilezas que
valgan la pena explorar con cada una, no son las funciones primordiales del
pasaje. Sugeriría que esta es eclesiología teológicamente informada,
cristológicamente enfocada y éticamente dirigida. Es una afirmación
de la experiencia de vida real de vivencia en comunidad del Reino de Dios,
en el contexto de un imperio y de mundo paganos. Es una afirmación de
fe y confianza en la soberanía de Dios, una afirmación de los senderos
escogidos por Cristo, el Ungido de Dios, y una expresión de esperanza para
la comunidad del Shalom deseosa de ser obediente a su Señor. Como tal,
es directamente aplicable y esencial a nuestros deseos de ser iglesia fiel al
Príncipe de Paz.

2) Este versículo contesta la pregunta crónica de cómo es que la gente


buena puede ser usada como peones en los avances de las acciones y/o
sistemas malignos. No cuestiona la sinceridad y las buenas intenciones de
los humanos. Responde a cómo es que las esperanzas más sinceras son
estropeadas tan frecuentemente.

3) Este pasaje nos recuerda lo serio e insidioso de la naturaleza de pecado


y maldad: en la vida de la gente, los sistemas, las instituciones y las
tradiciones. La maldad no es un juguete con el que jugamos y luego
guardamos. Su impacto perdura y nos impacta de formas que no
entendemos en su totalidad, y de maneras que no hemos escogido. Aquí
no hay un indicio de mejoramiento simple y progresivo – si sólo hacemos
las cosas correctas. Aquí no hay una simple torre de Babel que podamos
construir para tomar el lugar de Dios. Estas son lecciones importantes de
entender para ser un pueblo del Shalom.

4) Este pasaje aclara el cómo es que la fidelidad puede coexistir con el pecado:
sin ser destruida por él y sin claudicar su deseo de ser fiel.

5) Este pasaje indica que Dios es Dios y que nosotros no lo somos. Hay un

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poder más allá de nosotros que no está bajo nuestro control y no está
a nuestra entera disposición. No tenemos la última palabra. Esta es una
lección importante que todas las comunidades de paz deben aprender.

6) Este pasaje, junto con la descripción de la armadura y la batalla que sigue,


nos enseña que shalom como un destino requiere shalom como una vía.

7) Este pasaje nos enseña cómo es posible ser no-violento en un contexto


de violencia y maldad supremas. De hecho, nos enseña no sólo cómo sino
también por qué es tan crucial ser así.

8) Este pasaje nos enseña acerca de la relación entre iglesia y estado –sin
importar si es un estado “cristiano” o pagano. Con frecuencia asumimos
que Romanos 13 es el único y principal texto que tiene que ver con este
tema. No lo es.

9) Este pasaje enseña que la vocación fundamental de una comunidad del


Shalom es pedagógica. Ideologías colonizadas por otras fuerzas deben ser
transformadas en tendencias comprometidas con el Shalom.

Conclusión:
La sabiduría de este versículo es que la solidaridad entre seres humanos es
inquebrantable, irrompible y absolutamente fundamental para nosotros al
considerar nuestra fidelidad a Dios en Cristo. A los ojos del Dios que nos creó a
todos, la humanidad es una y como pueblo de Dios debemos poseer esta verdad
y vivirla. Cuando entendamos la solidaridad humana como no negociable ante
los ojos de Dios, podremos entender mejor, entre muchas voces que pregonan lo
contrario, lo que significa ser una comunidad del Shalom.

10
Una Iglesia del Shalom entiende el Amor a los
Enemigos
Oísteis que fue dicho: “Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.”
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os
maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan
y os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los
cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos y llover sobre justos
e injustos. Si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis?
¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros
hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los
gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en
los cielos es perfecto (Mateo 5:43-48)
Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced
bien a los que os odian; bendecid a los que os maldicen y orad por los
que os calumnian. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la
otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. A cualquiera
que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo
devuelva. Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así
también haced vosotros con ellos. Si amáis a los que os aman, ¿qué
mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si
hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los
pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis
recibir, ¿qué mérito tenéis?, pues también los pecadores prestan a los
pecadores para recibir otro tanto. Amad, pues, a vuestros enemigos,
haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y vuestra recompensa
será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es benigno para con
los ingratos y malos. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro
Padre es misericordioso. No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis
y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os
dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro
regazo, porque con la misma medida con que medís, os volverán a
medir (Lucas 6:27-38)
El amor al enemigo es un componente esencial en la comprensión cristiana del
shalom bíblico y un fundamento esencial de nuestra vocación como iglesia.
Los textos paralelos en Mateo y Lucas usan la palabra amor 10 veces. En cada
una, la palabra griega agape es usada. Esto es importante porque hay otras
opciones. El lenguaje griego usa cuatro palabras para expresar la acción (verbo)
de amar: agapao, fileo, erao y storgeo. Sólo agapao y fileo se encuentran en

11
el Nuevo Testamento. Aunque no sea posible ser definitivo acerca de todos los
diferentes significados y matices de estas palabras, en general es aceptado que:
a) Agape es la forma que expresa más claramente el amor que es
incondicional, indiscriminado y potencialmente de sacrificio;
b) Fileo es la forma que expresa preferencias y familiaridad en las relaciones,
no necesariamente en familias, sino también entre amigos;
c) Eros es la forma que se relaciona frecuentemente con la pasión (incluyendo
pero no sólo la pasión sexual) y emoción intensa;
d) Storgeo es la forma usada para describir casi exclusivamente las relaciones
cercanas usualmente familiares –especialmente las relaciones entre
padres e hijos.

Es significativo que los pasajes que hablan del enemigo usan agape [agapao
– en forma de verbo] y no las otras opciones disponibles. Esta forma de ver a
los enemigos no depende de un comportamiento correcto del enemigo, ni de
una acción recíproca, ni de sentimientos de confianza, ni de evidencias de una
relación exitosa, ni de un afecto. Tal amor es incondicional e indiscriminado,
como es el amor de Dios a nosotros. Es de sacrificio –con la voluntad para hacer
lo que sea necesario, y no sólo lo posible, para amar. Agape, antes que nada, se
encuentra en el amor y la misericordia de Dios hacia el injusto. Esto es lo que
Dios es y es así como podemos ser pueblo de Dios. De la misma manera, agape
se cimienta en el poder de Dios actuando en nuestra voluntad y podemos decidir
actuar de acuerdo con sus características. Este amor es un acto para optar, no es
impuesto o involuntario.

Los textos citados nos dan información adicional acerca del amor.

1) En Mateo, una respuesta importante del agape a los enemigos es la oración:


orad por los que os persiguen. Esto sugiere que una de las cosas más
efectivas que podemos hacer con los enemigos es reconocer que sus seres
y acciones están en las manos de Dios, más allá de nuestro control. Ellos
también son criaturas de Dios y reconocemos eso al ponerlos en las manos
de Dios por medio de la oración.

2) En Mateo, el énfasis de agape es su naturaleza indiscriminada. Dar agape


no depende de si el enemigo merece ser amado, ni es una señal de estar
de acuerdo con él. El sol de Dios sale sobre justos e injustos. Es una acción
indiscriminada de parte de Dios. El sol y la lluvia pueden hacer prosperar
lo malo y premiar a la injusticia. Esta no es una bendición que indica que
Dios aprueba lo malo e injusto. Prosperidad no es necesariamente una
señal de la bendición de Dios. Es sólo una señal del agape de Dios al

12
bueno y al malo, al injusto y al justo. Los publicanos y gentiles también se
beneficiaban del agape de Dios. Son beneficiarios aun cuando su propio
amor sea parcial y discriminante. Agape no es discriminatorio y nuestro
amor tampoco debe serlo.

3) La versión de Lucas amplía nuestro entendimiento considerablemente.


Agape es hacer el bien a quien nos odia; bendecir a los que nos maldicen;
orar por los que abusan de nosotros; prestar sin esperar la devolución;
ser misericordiosos; no juzgar a los otros o condenarlos; perdonar y dar;
ser bondadoso con el ingrato e impío. Cada una de estas instrucciones
se afirma con un tono entrecortado, resaltado por diecisiete verbos en
segunda persona del tiempo presente imperativo. Pero a pesar de [o por
causa de] estos imperativos, el tono indica que nuestras acciones sean
aún indiscriminadas y sean el fruto de decisiones que tomemos. Estas
acciones son voluntarias y por consiguiente pueden darse como mandato.
La emoción no puede ser un mandato pero la toma de decisiones si puede
serlo. Nuestras acciones no están determinadas por comportamientos,
rasgos característicos o por la respuesta de otros. Nuestras acciones son
determinadas por nuestro deseo de reflejar el carácter de Dios quien ha
mostrado que esto es lo que Dios quiere. Estas son decisiones que hacemos;
no son decisiones en manos ajenas.

Aborreciendo al enemigo
En Mateo, Jesús muestra un contraste fuerte: amar a su prójimo… aborrecer a
su enemigo. Aparentemente hay reglas de ética que el público da por sentado
porque ellos han escuchado que fue dicho. Esto nos hace preguntar: ¿Quién
ha estado diciendo esto? Aunque el enemigo está presente en el Antiguo
Testamento,2 no hay el menor mandato bíblico de odiar al enemigo. Por el
contrario, el Antiguo Testamento revela un amplio rango de pensamientos
y experiencia acerca del enemigo. Es importante revisar, aunque
brevemente, algo de esta diversidad.
No te regocijes cuando caiga tu enemigo, ni cuando él tropiece se
alegre tu corazón (Proverbios 24:17);
Si el que te aborrece tiene hambre, dale de comer pan, y si tiene sed,
dale de beber agua; pues, haciendo esto, harás que le arda la cara de
vergüenza, y Jehová te recompensará (Proverbios 25:21-22).

2 El Antiguo Testamento y los libros apócrifos inter-testamentarios mencionan al “enemigo” casi 200 veces;
el Nuevo Testamento sólo usa la palabra 9 veces.

13
Estas son palabras suaves acerca del enemigo. El apóstol Pablo utiliza Proverbios
25:21-22 para enfatizar su idea que no deberíamos ser vencidos por el mal, sino
vencer con el bien el mal (Romanos 12:21), un perfil que también refleja las
enseñanzas de Jesús.

El Salmo 109 también nos recuerda esa lucha de la que Jesús y Pablo están
hablando:

Porque boca de impío y boca de engañador se han abierto contra mí;


han hablado de mí con lengua mentirosa. Con palabras de odio me han
rodeado y pelearon contra mí sin causa. En pago de mi amor me han
sido adversarios; pero yo oraba. Me devuelven mal por bien y odio por
amor (Salmos 109:2-5).
Vemos aquí reacciones de lo impío contra lo divino. El impío odia y ataca; él
responde al amor y a la oración con acusaciones y mentiras. Ellos recompensan
el bien con mal y el amor con odio. Este pasaje es una descripción del enemigo.
Lamenta el hecho que lo bueno sea el blanco de la impiedad. El pasaje es testigo
de experiencias reales y estas experiencias son lo opuesto a las enseñanzas
de Jesús y Pablo. Sin embargo, el punto más importante del pasaje no es que
debamos odiar los enemigos. Es que los enemigos nos odian, a pesar del amor
demostrado, las oraciones ofrecidas y lo bueno que se ha hecho en su favor.

También hay un lenguaje más fuerte contra el enemigo en el Antiguo


Testamento. Tal vez, el Salmo 139 es lo más próximo a la referencia de Jesús de
odiar al enemigo:
De cierto, Dios, harás morir al impío. ¡Apartaos, pues, de mí, hombres
sanguinarios! Blasfemias dicen ellos contra ti; tus enemigos toman
en vano tu nombre. ¿No odio, Jehová, a los que te aborrecen, y me
enardezco contra tus enemigos? Los aborrezco por completo, los tengo
por enemigos (Salmos 139:19-22).
Dios tiene enemigos. Eso es muy claro. El salmista dice que la respuesta humana
apropiada a los enemigos de Dios es odiarlos por completo. Se asume que tal
odio perfecto es una forma apropiada y aceptable de demostrar el compromiso y
la lealtad a Dios. El salmista continúa:

Examíname, Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis


pensamientos. Ve si hay en mí camino de perversidad y guíame en el
camino eterno (Salmos 139:23-24).
El salmista está seguro que un examen de su corazón por parte de Dios revelará

14
el odio completo a los enemigos de Dios. También está seguro que este odio será
entendido como una señal positiva de lealtad al pacto.

Esta solidaridad al pacto del salmista con Dios significa que “su enemigo es mi
enemigo”. Los tengo por enemigos aquellos que se levantan contra Dios, los
enemigos que toman en vano tu nombre.
El asunto aquí no es el odio al enemigo, sino la indivisible solidaridad con Dios.
Por cierto, la solidaridad es tan fuerte que el salmista se atreve aconsejar a Dios
de lo que sería una respuesta apropiada de Dios: De cierto, Dios, harás morir
al impío. El salmista entiende su rol como partícipe del pacto de ser el odio
completo hacia los enemigos de Dios.
No cabe duda que tales referencias bíblicas jugaron un papel importante al
modelar las suposiciones de la gente en la Palestina de Jesús.

También debemos mencionar otra dinámica viva durante el tiempo de Jesús.


Algunos eruditos creen que otra fuente de esta enseñanza de Jesús puede ser la
comunidad de Qumran en el desierto de Judea quienes produjeron los famosos
Manuscritos del Mar Muerto. Uno de estos manuscritos, ahora conocido como
el “Manual de Disciplina” o la “Regla de Comunidad”, esboza las expectativas
de los miembros de la comunidad. En este manual la palabra “odio” es usada
muchas veces aunque la palabra “enemigo” no se menciona. Una de las
expectativas es el amor al prójimo y el eterno odio a los hombres de la fosa (1
QS 9:21). En otro lugar, el manuscrito instruye a sus adeptos a Amar a todos
los hijos de la luz, a cada uno según el destino que Dios estableció para él.
Detestarán a todos los hijos de las tinieblas (Manual de Disciplina: sec. 1).3
Sin importar cuál sea el origen del odio al enemigo, es claro que la realidad
del enemigo estaba vivo en la Palestina de Jesús. El testimonio del Antiguo
Testamento contra los enemigos y las enseñanzas de la Comunidad de Qumran
era de conocimiento general en la Palestina de Jesús. No es sorprendente que la
característica inherente del pueblo era el odiar a los impíos.

3 El siguiente cita de la REGLA DE LA CONGREGACIÓN DE LOS HABITANTES DEL DESIERTO DE JUDÁ


(Manual de Disciplina, 1QS)
sec. 2 añade un tono a este “odio” a lo impío: He aquí lo que tienen que observar los que deseen vivir
según la Regla de la Comunidad para buscar a Dios, para practicar el bien delante de sus ojos. Siempre
de acuerdo con lo que él prescribió por boca de Moisés y de sus siervos los profetas. (Observará esto)
para amar todo lo que él escogió y odiar todo lo que él despreció, apartándose de todo mal y siguiendo
estrictamente toda obra buena. (Los que vivan según esta Regla lo harán) para practicar la verdad, la
rectitud sobre la tierra; para no caminar más en la obstinación de un corazón culpable; para no seguir los
atractivos de miradas impuras practicando toda clase de maldad.
Amarán a todos los hijos de la luz, a cada uno según el destino que Dios estableció para él. Detestarán a
todos los hijos de las tinieblas, a cada uno según su culpabilidad, de acuerdo con la venganza de Dios.

15
La idea que el agape es la manera más apropiada de tratar a los enemigos
es innovadora. Los eruditos no han encontrado este mismo mandato en otra
parte de la Biblia,4 en tradiciones orales judías, en la filosofía griega o en la
comprensión gnóstica. Parece ser una construcción única del carpintero de
Nazaret.5 Vivir y entender las implicaciones de este mandamiento, un tanto
brusco, es un elemento principal del shalom bíblico.

¿Quién y qué es el enemigo?


Mateo indica que el enemigo es el que nos persigue, el malo y el injusto.

Lucas define enemigos como aquellos que os odian, os maldicen y os calumnian.


Ellos son los que los hieren en la mejilla; los que se llevan su abrigo y sus
pertenencias. Aquellos que mendigan también son beneficiarios de agape, a pesar
de estar en una categoría diferente, dado que ellos no han hecho daño aparente.

¿Podemos ser más precisos acerca de los enemigos a los que Jesús se refiere? En el
contexto del Judaísmo palestino del primer siglo hubo varias categorías de enemigos.

i) Como se refleja en los manuscritos de la Comunidad de Qumran, algunos


de los odiados son en realidad o potencialmente de la comunidad misma.
Estos son personas quienes no viven de acuerdo con los estándares de
las expectativas de la comunidad. Ellos no son santos ni rectos por una
cantidad de razones. Ellos son los impuros y los profanos.

ii) Sin duda alguna, el enemigo fue también la presencia extranjera,


especialmente el opresor romano. Palestina era un territorio ocupado. Estaba
controlada por gobernadores foráneos, reyes designados y un militarismo
continuamente presente y fuerte. La ocupación no era una pequeña
molestia. Era una presencia dominante de opresión en el judaísmo palestino
del tiempo de Jesús. Hay una pista de esto con el que te obliga a llevar
carga por una milla (Mt. 5:42) –posiblemente un soldado romano.

4 II Samuel 19:6 menciona el “amando a los que te aborrecen y aborreciendo a los que te aman”. Sin
embargo, “amando a los que te aborrecen” se ve como la traición del Rey David quien está más preocupado
por la muerte en batalla de su hijo Absalón que de la victoria obtenida en la batalla aunque con mucho
sacrificio. Es algo que él no debería haber hecho.
5 Piper, John: Love your Enemies [Ama a tus enemigos] (Crossway: Wheaton, Illinois, 2012), p. 63. “Por lo
tanto es la característica peculiar del mandamiento de Jesús de amor al enemigo lo que constituyó el criterio
único según el cual los elementos parenéticos no cristianos asimilados dentro de la tradición parenética
de los primeros cristianos”. Comparar con William Klassen: (El amor al enemigo y la no retaliación en el
Nuevo Testamento ed. Willard Swartley; John Knox Press, 1992), p. 6 “...el elemento novedoso en Jesús es
la forma de enfocar todo en la fórmula precisa “ama a tus enemigos” como un mandato. Por ahora nadie
ha encontrado tal uso antes de ese momento”. La tesis de Piper es que muchos otros dichos (tradición
parenética) que ganaron prestigio en la iglesia primitiva (Romanos 12 es uno de los mejores resúmenes)
tienen sus raíces en esta fórmula precisa de Jesús.

16
iii) Muchos podrían haber visto aquellos colaborando con los romanos como
enemigos. La alusión frecuente a publicanos como pecadores sería un
ejemplo de esto.

iv) Otra categoría de enemigo sería lo que llamamos un elemento criminal.


El mejor ejemplo de esto podría ser la historia del Buen Samaritano, y el
hombre quien cayó en manos de una banda de ladrones (Lucas 10:30-37).
Aunque estos ladrones podrían tener motivaciones políticas, tales acciones
de robo no eran aceptables.

v) Había un concepto arraigado que veía mucha gente como malos. Para algunos
estos incluían a los samaritanos. Las comunidades del Qumran y los zelotes
habrían considerado a aquellos que apoyaban la vida corrupta del Templo
como malos. Para otros (los fariseos) había un grupo definido más general que
era profano ante sus ojos. La oración del fariseo en Lucas 18:11, agradeciendo
a Dios porque no soy como los otros hombres: ladrones, injustos, adúlteros, ni
aun como este publicano, es una indicación de tales categorías.

El amor al enemigo
El mandamiento de Jesús a agapao toda esta gente es una parte crucial de
nuestro entendimiento de ser una comunidad del shalom. El modelo de tal
amor es Dios, quien permite que la lluvia caiga y el sol resplandezca igualmente
sobre los enemigos de la voluntad de Dios y sobre aquellos que están alineados
con ella. La afirmación de Pablo indica esto claramente: Mas Dios muestra su
amor [agape] para con nosotros, en siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros (Romanos 5:8). Dicho de otra manera, agape no depende ni espera
la reconciliación del pecador. Es expresado e impartido libremente cuando aún
éramos pecadores. Tal es la misericordia y perfección a la cual Jesús llama a su
comunidad también.

La Evidencia más amplia:


La evidencia más significativa de amor al enemigo que trasciende los dichos
de Jesús es, por cierto, la vida y muerte del mismo Jesús. El agape por el
enemigo que Jesús enseñó fue puesto en evidencia cuando él entregó su vida
por sus enemigos y murió en la cruz –siendo aún pecadores. Esta evidencia da
credibilidad a la veracidad de la enseñanza.

En otras partes del Nuevo Testamento encontramos enseñanzas


sorprendentemente similares de Pablo y Pedro. Ellos dan instrucciones muy
similares de vivir en presencia de lo malo (Romanos 12, 1ª Pedro 3:9-11, 1ª

17
Tesalonicenses 5:15). Aunque estos pasajes no hacen mención de enemigo,
es claro que están luchando con el impacto de una persecución severa y la
respuesta apropiada a los perseguidores. Las recomendaciones a la luz de la
persecución son un reflejo de lo que Jesús enseñó y practicó. Estas enseñanzas
aparentan ser como fórmulas, insinuando que hubo un paquete conocido de
material circulando en la iglesia primitiva. Una parte de este material tiene que
ver con el trato a los perseguidores y los que hacen mal. Algunos sugieren que
los dichos de Jesús, respecto a amar a sus enemigos fueron un resumen posterior
de lo que la iglesia había entendido de la vida y enseñanza de Jesús. Es más real
asumir que estas afirmaciones expresadas como fórmula en la iglesia primitiva
tienen una base común en una enseñanza notable de Jesús: concretamente,
que los enemigos son también beneficiarios del agape de Dios y debemos
seguir este paradigma divino. La afirmación en su forma simple – ama a tus
enemigos- por el contrario, no se encuentra en alguna otra parte. Es en parte
algo misterioso que no se encuentre, dado que parece ser el resumen profundo
de las enseñanzas, la vida y la muerte de Jesús, el Señor.

Aunque no haya una réplica precisa de la afirmación de Jesús, Jesús no se vio a


sí mismo yendo más allá de lo que él consideraba ser un buen judaísmo basado
en la torah. Las clausulas en la ley para los extranjeros, las viudas y los extraños
subrayan la comprensión de Jesús de amar al enemigo. Las clausulas legales
de ciudades de refugio, en las que personas acusadas de crímenes y actitud
anti-torah se les daba refugio son antecedentes del entendimiento de Jesús. En
el Salmo 23, Dios prepara la mesa en presencia de mis enemigos. Como se citó
anteriormente, Proverbios 25 enseña que el enemigo hambriento se le debe dar
alimento y a los sedientes se les debe dar de beber. En Isaías, el siervo sufriente
se hace cargo de los pecados de muchos y luego sufre y muere por esos pecados.
Este paradigma de Isaías estaba muy vivo en la mente de Jesús y sus seguidores.
Y llegó a ser mucho más fundamental a los ojos de los autores del Nuevo
Testamento posteriores a la cruz y la resurrección.

Las dos historias transcendentales del Antiguo Testamento –el éxodo y el exilio
– son también testimonio del trato a enemigos. Con un enemigo –Egipto- Dios
libera a su pueblo de la opresión del enemigo. Con el otro enemigo –Babilonia-
Dios llevó a su pueblo hacia el campamento de opresión del enemigo. En ambos
casos, Dios es soberano, el enemigo no puede obstaculizar las intenciones de
Dios a largo plazo, y el pueblo de Dios es llamado a confiar en Dios y a serle
fiel. Estas dos historias transcendentales juegan un papel significativo en la
forma en que el Nuevo Testamento presenta la experiencia de Jesús y la iglesia.
Jesús es presentado varias veces como el nuevo Moisés dirigiendo su pueblo a
nuevas fronteras de liberación, y como el siervo sufriente, demostrando lo que

18
significa vivir en continuo exilio. El estatus de extranjero del pueblo de Dios
–no del mundo sino en el mundo– es una realidad persistente de exilio en el
Nuevo Testamento. Tanto Abram (Hebreos 11:9) como Moisés (Hechos 7:29)
son identificados come extranjeros en sus tierras. La realidad y el potencial de
continua liberación en la venida del Reino de Dios es una realidad continua
de éxodo. En ambas narraciones, la soberanía de Dios sobre sus enemigos es
proclamada, la victoria sobre sus enemigos está asegurada y el pueblo de Dios
es llamado a confiar, amar y a ser obediente.

Jesús se mete en el debate acerca de cómo tratar a los enemigos. Él se alinea


con el amor a los enemigos y el sacrificio por los enemigos. Estas dos opciones
están basadas en el testimonio del Antiguo Testamento.

El Amor al Enemigo y el Shalom


¿Cuáles son las lecciones que nosotros como comunidad del shalom debemos
aprender de estos pasajes?

1) La mayoría de la actividad de paz hoy en día se preocupa principalmente en


la efectividad a corto plazo. ¿Esto funciona? ¿Tiene éxito?

La teología de paz no es simplemente una estrategia para el éxito. Ni


es simplemente una estrategia para tratar la violencia, la injusticia y las
realidades corruptas de nuestro mundo. Si así fuera, nuestro mayor enfoque
sería su eficacia y el éxito a corto y a largo plazo.

La teología de la paz está basada primeramente en el carácter de Dios y


en esas partes de Dios que nosotros como una iglesia estamos llamados
a imitar. La teología de la paz es nuestro intento de discernir la mente de
Dios cuando se relaciona con la violencia, la injusticia, la corrupción y las
desigualdades de nuestro mundo. El amor indiscriminado, incondicional y
de sacrificio al enemigo es característico de quién es Dios y cómo Él trabaja.
Además, es una de esas características que estamos llamados a imitar al ser
perfectos como Dios es perfecto.
2) La consecuencia del amor al enemigo declara la solidaridad indivisible a
toda la humanidad. El agape de Dios rechaza hacer la línea divisoria en la
arena entre el fiel y el infiel. Somos llamados a imitar el compromiso a la
solidaridad humana. Notaremos que es el mismo resultado que se resaltó en
el pasaje de Efesios 6:12.

3) El amor al enemigo no sólo declara la solidaridad perdurable de la


humanidad consigo misma, sino también declara la solidaridad eterna de

19
Dios con la humanidad. El compromiso de Dios al agape para beneficio de
toda la creación y toda la humanidad no depende de las respuestas al amor
de Dios. El apóstol Pablo expresa esto en todo el capítulo 8 de Romanos y
termina diciendo:

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles


ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir, ni lo
alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar
del amor [agape] de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro
(Romanos 8:38-39).

4) El amor al enemigo también nos recuerda que Dios es Dios y nosotros


no lo somos. Hay algunas responsabilidades que son atribuidas
exclusivamente a Dios y no a nosotros. El juicio (en el sentido de final), la
venganza y la salvación son tres de estas. Nuestro mandamiento de amar
al enemigo quita de nosotros cualquier autoridad de juicio final o una
responsabilidad de venganza.

5) El amor al enemigo da rienda suelta a la creatividad. Demanda medidas


alternativas en el trato al enemigo. Me acuerdo de una experiencia que
tuvimos en Mindanao, al sur de Filipinas. Las fuerzas armadas del gobierno
se les ordenó (desde Manila) ir en contra del MILF (por su sigla en inglés
“Frente de Liberación Moro Islámico”) a la mañana siguiente. El General
Ferrer, encargado de la zona de conflicto, nos invitó a su oficina improvisada
esa tarde, antes de la hora límite inminente. El no estaba de acuerdo
con la orden que había recibido desde Manila. Queríamos escuchar sus
pensamientos y pienso que él buscaba alternativas que pudiera considerar.
Sus tres teléfonos celulares estaban en constante actividad: llamadas,
mensajes de texto. Se sentó callado por un momento, con el celular en
la mano, la cabeza baja y dijo solemnemente: “Con una llamada de 15
centavos puedo empezar la guerra ahora mismo”. Después de un corto
silencio, continuó, casi hablando consigo mismo: “La guerra es fácil; es la
paz la que es difícil”.

El amor al enemigo nos previene de tomar el camino “fácil”. La creatividad


de Jesús es evidente: si te obliga a caminar una milla, camine dos; si te
quiere poner a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa. El amor
al enemigo genera alternativas creativas por dos razones: primero, nos
tomamos el tiempo para buscarlas creativamente y segundo, no estamos
equipados ni preparados para una respuesta violenta.

20
6) El amor al enemigo nos ayuda evitar dos tentaciones que todos encaramos.

a) Una tentación es pretender que la enemistad no existe, para llamar lo


malo “bueno” y al conflicto “paz”. El profeta Jeremías advierte contra
esta tentación que todos encaramos - desde el profeta hasta el sacerdote
(Jeremías 6:13). Su pecado es decir: “Paz, paz”, ¡pero no hay paz! (Jer.
6:14). Es una forma de curar la herida de mi pueblo con liviandad (Jer.
6:14). Este es un optimismo sin fundamento. Hay tanto conflicto entre
nosotros. Camuflar el mal no es el camino a la paz. Somos llamados a que
enfrentemos con transparencia las realidades que nos confrontan.
b) La otra tentación es convencernos que no hay opción más que confrontar
el mal con mal. Este es un pesimismo sin fundamento. Camuflar la
presencia y el potencial del amor tampoco es el camino a la paz. A pesar
del mal que es evidente por doquier, hay un Dios de amor y hay un pueblo
de Dios comprometido a imitar ese amor. Si se necesita algo más que
amor, esa es una prerrogativa de sólo Dios. No nos corresponde. Somos
llamados a reconocer la realidad de la enemistad y a extender el amor
al enemigo como Dios lo demuestra diariamente. Pablo sucintamente
trata estas dos tentaciones resaltando la sabiduría de Proverbios: No seas
vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal (Romanos 12:21).

Conclusión:
La solidaridad de Dios con nosotros es firme e inquebrantable. Se ofrece
indiscriminadamente a todos. Pero no nos hace ser pequeños dioses. No se nos pide
usurpar las prerrogativas que son únicamente de Dios. La solidaridad de Dios con
nosotros es un ejemplo de la forma que debemos ser solidarios los unos con los
otros –de hecho, con toda la humanidad. La solidaridad es una de las claves para
entender la sabiduría del amor al enemigo. Comer del fruto del Jardín del Edén y
construir la Torre de Babel son ejemplos de malentender la solidaridad de Dios con
nosotros, nuestra solidaridad con Dios y nuestra solidaridad los unos con los otros.

El amor a los enemigos es posible cuando los reconocemos como seres


humanos afines y como criaturas igualmente amadas por Dios. Mateo usa la
palabra griega telios (algunas veces traducida como perfección) para describir el
potencial humano al agape (Mateo 5:48). Telios es la palabra que habla acerca
del “fin” y la “consumación”. Al “fin” del tiempo, será evidente que agape
será extendido al enemigo, porque esto es como Dios es. Al pueblo de Dios –la
iglesia- se le solicita alinearse con el futuro ahora y empezar a vivirlo ahora. De
esta manera otros podrán ver más claramente hacia dónde se dirige la historia y
se podrán sincronizar con ella también. Cada congregación está destinada a ser
el argumento demostrativo del Reino del shalom.

21
El Manifiesto de Pablo: La Política de la Iglesia:
Solamente os ruego que os comportéis como es digno del evangelio de
Cristo,… (Filipenses 1:27).
Me gusta referirme a esta sucinta frase de Filipenses como el “Manifiesto
de Pablo”. Nos invita a ponerle atención más centrada en la iglesia como
comunidad política del shalom. Las luchas contra principados/poderes y el
mandato de amor al enemigo presuponen un contexto eclesial. Ellos asumen
que hay una comunidad de discípulos de Jesús que quiere vivir en este mundo
como una comunidad del Reino de Dios y bajo el señorío de Jesús, el Mesías. Si
usamos el lenguaje político de “reino” y “señorío”, es evidente inmediatamente
que la vida y la conducta de esta comunidad pueden, algunas veces, estar
opuestas a los “reinos” y “señores” que nos rodean. Queremos explorar esta
dinámica predecible de la tensión potencial más adelante en esta presentación.
Entendiendo profundamente esta tensión es fundamental para apropiarnos de
nuestra vocación como comunidad del shalom.

Comencemos otra vez investigando más profundamente el Manifiesto de Pablo:

Solamente os ruego que os comportéis como es digno del evangelio de


Cristo,… (Filipenses 1:27).
Pablo escribe esta carta desde la prisión –un interesante sitio para inspirar
esperanza. Uno de sus propósitos al escribir a esta comunidad es ayudarles a
discernir qué es lo mejor… (1:10). Mejor dicho, la carta es un recurso para
discernir la fidelidad en un mundo hostil. El fundamento de tal discernimiento
es “ue vuestro amor [agape] abunde aún más y más en conocimiento y
en toda comprensión, (1:9). Esta afirmación es importante. Indica que el
conocimiento [epignosis]” y “toda comprensión [aesthesis] forman la base
del agape mientras se viva en un mundo hostil. La palabra griega epignosis
es usada en el Nuevo Testamento exclusivamente para referirse a lo que es
revelado por Dios, por ejemplo, el conocimiento divino. La palabra aesthesis
[estética] indica un entendimiento adquirido por experiencia humana. Es decir,
la acción de agape no es ciega. Es bien informado por medio del conocimiento
revelado y la experiencia humana.

En este contexto de agape discerniendo fidelidad en un mundo hostil, Pablo


enuncia su manifiesto: que os comportéis como es digno del evangelio de
Cristo….
1) Cuando agape se practica poniendo mucha atención al conocimiento y al
entendimiento, subraya lo que se ha indicado anteriormente –que agape

22
es un producto de la voluntad. Las decisiones de agape están basadas en
convicción y compromiso.

2) La frase, comúnmente traducida como viva su vida o comportarse, es la raíz


griega para “políticas” [politeuomai]. Lo podemos traducir Conduzca sus
políticas como es digno del evangelio de Cristo.
a) Esta raíz es usada en varias partes del Nuevo Testamento, pero siempre
como sustantivo –refiriéndose a ciudadanía (Lucas 15:15; 19:14; Hechos
17:6,8; 21:39; 22:28; Efesios 2:12; Filipenses 3:20; Hebreos 8:11).
Filipenses 1:27, por el contrario, es la única parte en que es usada como
verbo para hablar de la forma como nos comportamos políticamente. El
uso intencionado de esta palabra, por el autor, nos recuerda que nuestras
vidas son de hecho actos políticos y como tales necesitan estar alineadas
con las políticas del evangelio de Cristo. En este sentido más amplio, nada
es “apolítico”. Aún la decisión de ser “apolítico” es una opción “política”
de vivir en sociedad.
b) Filipenses 1:27, entonces, no es cualquier manifiesto. Es el manifiesto
político de Pablo que enseña que agape, bien informado por el
conocimiento divino y la experiencia humana, ayudará a determinar qué
es lo mejor. Nuestro comportamiento “político” será medido por ser digno
del evangelio de Cristo o no.

Política digna del evangelio de Cristo


El manifiesto paulino, por cierto, plantea la pregunta: ¿A qué se parece el
comportamiento político que es digno del evangelio de Cristo?

Hay múltiples señales en el resto de la misma carta que nos dan algunas pistas:

1) La carta llena referencias al encarcelamiento, privación, sufrimiento y posible


muerte (1:13-14; 1:17; 1:29-30; 2:17; 3:8; 4:22). Esto es significativo porque
estas experiencias nos conectan directamente a las políticas que Jesús escogió
–que terminaron en muerte (2:8). Confiar a Dios las consecuencias de nuestra
obediencia es una parte de las políticas del evangelio.

2) El modelo primario de las políticas del evangelio es dado en el capítulo 2:1-11:


i) La solidaridad de Jesús entre su humanidad y la nuestra (vs. 6-7);6
ii) El ejemplo de Jesús de no hacer nada motivado por interés personal o
presunción (v.3-4);

6 Madre Teresa decía: “Si no tenemos paz, es porque nos hemos olvidado que pertenecemos el uno al otro”.

23
iii) El ejemplo de humildad de Jesús considerando a los otros antes que a
nosotros mismos (v.3)
iv) El conocimiento de Jesús de ser igual a Dios no es para ser aprovechado
por él (ni por nosotros) (v. 6);
v) El acto de Jesús de humillarse y despojarse a sí mismo por obediencia a
Dios (v.8);
vi) La obediencia de Jesús, hasta la muerte y muerte de cruz (v.8);
Estos son ejemplos concretos de las políticas que son dignas del evangelio
de Cristo. Pablo hace un llamado a la iglesia a tener el mismo sentir (2:2,5).
Más allá de esta carta hay, por cierto, un gran número de historias y ejemplos
que resaltan los comportamientos que serían dignos de las políticas del
evangelio de Cristo:

1) Desacatando normas culturales y religiosas por el bien de samaritanos y


mujeres;
2) Permitiendo que la mujer gentil con flujo de sangre tocara su manto;
3) Ayudando a un hombre que ha sido asaltado al lado del camino;
4) Recogiendo trigo en el Sábado para satisfacer el hambre;
5) Sanando a los enfermos y enfrentando a los demonios de la cultura;
6) Mandándole a sus discípulos que guardasen sus armas;
7) No dejando que la multitud lo convirtiera en rey;
8) Discerniendo lo que pertenece a César y lo que no lo es;
9) Desafiando la corrupción y la visión del templo con actos dramáticos de
transformación;
10) Comiendo y bebiendo con publicanos y pecadores;
11) No haciendo una escena de oración pública para su propio
engrandecimiento;
12) Alimentando a las multitudes.

Esta lista puede continuar. Cada uno de estos ejemplos, entendidos en su


contexto, es una forma profunda de tratar suposiciones religiosas, culturales,
sociales, económicas y políticas de su contexto. Vale la pena explorar cada una
de ellas, pero no lo podemos hacer en este estudio tan corto.

Más allá de estos actos particulares que esbozan para nosotros las políticas dignas
del evangelio de Cristo, debemos notar los alineamientos y no-alineamientos,

24
más generales, con las políticas de sus días. J.H. Yoder, por ejemplo, ha hecho un
bosquejo de las respuestas de Jesús a las opciones políticas principales de sus
días y no vamos a repetirlas aquí en detalle.7 Yoder indica cómo las políticas de
Jesús retaron las opciones políticas de sus días:
a) La alianza religiosa con el Imperio ocupante –representado por las
tendencias de los saduceos;
b) La separación social, cultural y política de los desafíos propuestos por el
Imperio y las tradiciones de ocupación –representado por las tendencias
separatistas de los fariseos;
c) Escapismo y separación física de las maldades de una sociedad corrupta
–representado por el aislamiento de las comunidades de Qumran en el
desierto de Judea;
d) Resistencia revolucionaria armada contra las fuerzas ocupantes –
representado por los judíos zelotes, herederos de los macabeos del segundo
siglo antes de Cristo.

Yoder indica que mientras Jesús es atraído por apartes de la agenda de cada una
de estas opciones, al final, él las rechaza por no ser dignas del evangelio que él
estaba proclamando.

La naturaleza eclesial de las políticas del evangelio no ha sido enfatizada lo


suficiente en estos resúmenes y demanda que se acentúe más claramente. En el
Evangelio de Marcos (considerado el primer evangelio escrito), Jesús define la
naturaleza del evangelio [las buenas nuevas] de una forma simple pero profunda
(Marcos 1:14-15). Su definición tiene sólo dos puntos:
a) El tiempo [kairos] se ha cumplido;
b) El Reino de Dios se ha acercado (ha llegado).

La simple definición de evangelio a su vez requiere dos respuestas:


a) Creer (confiar) que esto es verdad;
b) Arrepentirse para que nuestras vidas se alineen con la llegada del Reino.

Esta definición de evangelio son las primeras palabras de Jesús en público, como
se escribió en el Evangelio de Marcos. Debe tomarse en serio.

Con la misma importancia está la primera acción de Jesús escrita en el

7 Yoder, John H. Politics of Jesus (Eerdmann’s Publishing House: Grand Rapids), 1972; 1994); en Español
Jesús y la Realidad Política (Ediciones Certeza: Buenos Aires), 1985.

25
Evangelio de Marcos. No es coincidencia que este primer acto siga muy
de cerca, pisándole los talones, a las primeras palabras (Marcos 1:16-20).
Empieza a promulgar el evangelio que Jesús acababa de pronunciar. La
acción es la de convocar una comunidad la que funcionará como un heraldo
del evangelio, tanto en lo que proclama y en cómo vive su vida comunal. En
otras palabras, tenemos en Jesús esta relación íntima entre las buenas nuevas
que el Reino de Dios ha llegado y la respuesta estratégica de organizar una
comunidad de la presencia del Reino de Dios.

Hoy diríamos que la primera respuesta evangélica de Jesús al evangelio es una


respuesta eclesial. O como dice Pablo: la política que es digna del evangelio
de Cristo es una política comunal. Esta comunidad del Reino iniciada por Jesús
llegaría a ser conocida como iglesia más adelante. La iglesia es llamada a confiar
que el Reino de Dios ha llegado de cierta manera; es llamada a alinear su vida
con la llegada del Reino; y por lo tanto su vocación o política es de ser una
comunidad –una señal del Reino de Dios es la tierra. O sea que la política de la
iglesia es digna del evangelio de Cristo cuando funciona efectivamente como la
iglesia del Reino que Cristo vino a proclamar.

La política de la iglesia como una comunidad del Reino, por cierto, nos plantea
la siguiente pregunta: ¿Qué significa vivir de acuerdo con el Reino como Jesús
lo deseó? Este también es un tema que requiere más tiempo y espacio del que
podemos dar en esta corta presentación.

Sin embargo, me gustaría dar voz a un recurso que de alguna manera es


oscuro para nosotros. Es la voz que viene de Bretaña, en los días cuando la
amenaza nazi era evidente, pero aún la Segunda Guerra Mundial no había
comenzado. Es la voz de un teólogo congregacionalista, un profesor de Nuevo
Testamento en Oxford y Cambridge. Él fue uno de muchos teólogos quienes
en ese contexto intenso estaban discutiendo el rol potencial del pacifismo
entre nubes de tormenta de guerra. Nos anima notar que durante esos días de
nacionalismo apasionado, algunos teólogos –un grupo llamado “El Concilio de
Grupos Pacifistas Cristianos” –estaban luchando por encontrar una perspectiva
alternativa a las voces nacionalistas y la guerra que dominaban el concepto
popular alrededor de ellos. Es la voz de C. H. Dodd, un respetado erudito bíblico
de sus días. Dodd lanza la pregunta que hemos hecho anteriormente: ¿Cuáles
son algunas de las características del Reino de Dios como se establecen en el
Nuevo Testamento? Voy a resumir [y parafrasear] su respuesta aquí.8

8 The Theology of Christian Pacifism C. H. Dodd; in The Bases of Christian Pacifism eds. C.E. Raven , C.H.
Dodd; and G.H.C. Macgregor (The Council of Christian Pacifist Groups, 1938), p.10-11;

26
1) El objetivo del Reino de Dios se expresa en las palabras que todos sean uno
(Juan 17:21). Las políticas del Reino intentan trascender todas las divisiones
de sangre, idioma y nacionalidad que intenta separar y dividir la humanidad.
La vida del Reino prefiere percibir a toda la humanidad como un cuerpo, del
cual la Iglesia debe ser una señal visible, en la que cuando un miembro sufre
todo el cuerpo es afectado.
2) El método por el cual tal unidad se logra no es la coerción (lo cual viola
la humanidad) sino la reconciliación. Reconciliación no es acomodar los
intereses de algunos, sino descubrir los intereses, sentimientos y acciones
que son comunes a toda la humanidad y que nos enfrenta el uno contra el
otro. Esto permite la creación de una nueva humanidad (Efesios 2:15) que
trae paz en lugar de división.
3) La creación de esta nueva humanidad es el trabajo del agape divino: energía
del bien, bien más allá de la justicia y gracia al que no lo merece. Este
trabajo se expresa a menudo por el perdón, que no es más que el poder de
empezar una nueva vida.
4) El agape divino es orientado también a los individuos. La sociedad, aún en
tiempos de guerra, debe reconocer el derecho de los individuos a diferir de
las políticas prevalecientes. En el Reino de Dios, cada individuo se cuenta
como alguien por quien Cristo murió (I Corintios 8:2).
5) El acto agape de Dios –en la cruz- indica que en el Reino de Dios “Dios
reina desde el madero”. La resurrección es una señal indudable del poder de
agape para volverse a crear a sí mismo.
6) En el Reino de Dios todos somos hijos e hijas del mismo Padre celestial y
todos somos hermanos y hermanas.
7) No es necesario malgastar palabras para probar que la guerra, por su misma
naturaleza, contradice profundamente cada uno de estos seis puntos.

Dodd ha captado bien la esencia eclesial del evangelio del Reino de Dios. Esta
afirmación atrevida que viene desde la intensidad de nacionalismos sublevados,
en momentos cuando el temor y la amenaza del enemigo predominaban, es una
remembranza de la vocación eclesial al shalom.

27
Conclusión:
El principio y el final del texto bíblico –el jardín del Edén y la Nueva Jerusalén-
deja poca duda del deseo de Dios al principio (creación) y al final (eschaton).
Las esperanzas de Dios para la creación y para toda la humanidad pueden ser
resumidas brevemente por la palabra shalom/paz. La paz está en el centro de
las intenciones eternas de Dios. El deseo de paz es la esencia de la actividad
continuada de Dios en el mundo. Cuando sea y donde sea que el reino de Dios
sea indiscutido –por ejemplo, cuando el Reino de Dios llegue a estar presente en
su totalidad- habrá paz. El evangelio de Dios [las buenas nuevas] es que la paz
es posible. Dios ha formado un pueblo y los llamó a ser los primeros frutos de la
paz que se quiere. La vocación de la iglesia es un llamado a la paz. Dios nos ha
indicado, por medio de Jesús, cómo un Reino comprometido con la paz en un
mundo todavía imperfecto puede asemejarse. Dios nos acompaña con su Espíritu
Santo, dándonos el poder y el entendimiento para discernir cómo vivir mejor esta
vocación de paz.

Dios es un Dios de paz; el Reino de Dios es un Reino de paz; el Mesías de Dios es


un mensajero de paz; el Espíritu Santo es un Espíritu de paz; el evangelio de Dios
es un evangelio de paz; el pueblo de Dios está llamado a ser pueblo de paz.

La paz requiere que comprendamos profundamente las fuerzas que se oponen


a ella. La paz requiere que rompamos el ciclo de odio y violencia con el amor a
nuestros enemigos. La paz requiere que entendamos nuestro llamado comunal
a vivir de acuerdo con el reino de Dios ahora. La paz requiere agape, y el amor
requiere un compromiso indiscriminado, incondicional y de sacrificio con su
trabajo por la justicia. La paz requiere una confianza inquebrantable en la
solidaridad de la humanidad bajo Dios.

Permitámonos vivir nuestra vida en una manera digna del evangelio de Cristo…
(Filipenses 1:27).

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Notas
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