Influencia de La Competencia en Fijacion de Precios
Influencia de La Competencia en Fijacion de Precios
Influencia de La Competencia en Fijacion de Precios
Capítulo 7
Influencia de la competencia
en la fijación de precios
1. Introducción.
2. Situaciones competitivas.
3. Comportamientos competitivos.
4· Guerras de precios.
s. Fijación de precios basada en la competencia.
6. Gestión de la información sobre precios de la
competencia.
7. Modificaciones de precios.
8. Reacciones a las modificaciones de los precios.
1. 1ntrod ucción
El tercer factor determinante del precio de venta es la competencia, en la que inclui-
mos al conjunto de empresas que rivalizan en el mercado ofreciendo productos semejan-
tes o alternativos al de nuestra empresa. La competencia restringe la discrecionalidad a
la hora de fijar el precio y estrecha a un marco más reducido las posibilidades o los dis-
tintos precios que se pueden fijar para un producto o servicio (véase figura 7.1).
El estudio de la competencia pierde relevancia cuando la demanda del producto es
inelástica, y adquiere una extremada importancia cuando es elástica.
Por otra parte es fundamental la estrategia competitiva que escoja una empresa con
la fijación de precios basadas en la competencia. Según Porter (1987) las clásicas
estrategias competitivas genéricas son:
FIGURA 7.1
EL PAPEL DE LA COMPETENCIA COMO FACTOR QUE INCIDE SOBRE EL INTERVALO
DE PRECIOS POSIBLES
Límite superior
Vl
o
·¡:;
~ COMPETENCIA
Cl.. Indicador
Q)
-e Comparativo
Vl
~
Q)
.2:
S::
Q)
-e
~
ro
u
Vl
LJ.J
Límite inferior
a) Los efectos de la variación de los precios son muy visibles y, por lo tanto, pue-
den producirse rápidas reacciones de la competencia.
b) Normalmente conduce a una guerra de precios que, sin duda, es perjudicial para
todas las empresas, aunque favorece, indudablemente, al consumidor.
e) Las empresas muestran gran sensibilidad a la variación de precios. Explicare-
mos más detenidamente este apartado.
2. Situaciones competitivas1
La competencia se realiza, normalmente, entre empresas que pertenecen a un
mismo sector industrial. Los distintos sectores industriales no poseen la misma confi-
guración en lo que respecta al número de sociedades existentes, sus tamaños, poder y
grado de diferenciación de sus productos. Por lo tanto, el grado y la forma de compe-
tencia es diferente de un sector a otro.
Las distintas situaciones competitivas que podemos encontrarnos se reducen a las
cuatro siguientes: monopolio, oligopolio, competencia monopolística y competencia
' Cravens, D.W. y Woodruff, R.B. (1986): Mercadotecnia en acción. Vol. 3. Addison·Wesley, USA, pp. 571-574.
Gestión de precios
pura. Cada una de estas situaciones competitivas suponen una problemática especial
con respecto a la fijación de precios.
a) Monopolio
b) Oligopolio
e) Competencia monopolística
Se conceptualiza como cualquier forma de mercado intermedia entre los dos casos
de mercados extremos o polares: la competencia perfecta y el monopolio (Suárez, 1992,
p. 65). La situación competitiva de competencia monopolística (competencia imper-
fecta) se produce cuando en un sector industrial existen muchas firmas pequeñas, nin-
guna de las cuales tiene un poder suficientemente grande para convertirse en líder de
precios. Las empresas no compiten en este mercado en función del precio, sino dife-
renciando el producto o servicio según la marca, el diseño, el envase, los servicios, etc.
Los productos ofertados, aunque son sustituibles unos por otros, están perfecta-
mente diferenciados y tienen una demanda propia. Por tanto, la curva de demanda para
cada empresa suele ser distinta de la curva global del mercado, es decir, existen dife-
rentes precios aunque no se compita basándose en él.
En los países de mayor desarrollo industrial la mayoría de las industrias son aligo-
polios o forman una competencia monopolística (Cravens y Woodruff, 1986, p. 574).
En cualquiera de estos dos casos, las empresas tienen la facultad de elegir sus precios
(diferencia con la competencia perfecta), pero, al mismo tiempo, los precios deben
tener un nivel competitivo (diferencia con el monopolio).
La competencia perfecta (Suárez, 1992, pp. 65-66) es una forma utópica o ideal del
mercado en la que se dan las hipótesis o supuestos siguientes: atomicidad del mercado,
homogeneidad del producto, libertad de entrada en la industria, información perfecta,
perfecta movilidad de los factores productivos, conducta racional, ausencia de exter-
nalidades y universalidad de los mercados.
La competencia pura se caracteriza por la existencia de muchos pequeños vende-
dores, no siendo ninguno lo suficientemente fuerte para poder influir en los precios.
Además, las diferencias entre sus ofertas son inapreciables para un gran número de
compradores. Por lo tanto, cada uno de los vendedores tiene una pequeña participa-
ción en el mercado.
Gestión de precios
3· Comportamientos competitivos
Los comportamientos competitivos se definen como las actuaciones que adopta
una compañía para hacer frente a las acciones previstas o efectuadas por las organiza-
ciones concurrentes.
Según Lambin y Peeters (1981, pp. 297-298), podemos agrupar los comportamien-
tos competitivos en cinco categorías:
a) Comportamiento independiente
b) Comportamiento acomodaticio
miento acomodaticio se plasma en acuerdos, que pueden ser explícitos o tácitos. Con-
viene precisar que los acuerdos de precios entre empresas, son ilegales, aunque en
algunos sectores oligopolistas se hacen de forma tácita, por ejemplo se ha denunciado
en España a las empresas petroleras por este motivo.
e) Comportamiento adaptativo
Una empresa posee un comportamiento adaptativo cuando sus decisiones son con-
secuencia de las de las compañías competidoras, es decir, reacciona frente a las accio-
nes previas de otra empresa concurrente. Algunas empresas modifican los precios de
sus productos o servicios ante una modificación anterior de un competidor. Este com-
portamiento puede desembocar en guerras de precios.
d) Comportamiento anticipativo
e) Comportamiento agresivo
Competidor
Más débil Neutral o más fuerte
Muy costosa IGNORAR ACOMODARSE
Reacción de precios
Justificada en costes ATACAR DEFENDER
Si el competidor es más débil y la reacción de precios puede ser muy costosa una
buena opción puede ser ignorar el cambio de precios que ha hecho ese competidor y
no modificar nada. Si el competidor es fuerte, aunque la reacción de precios sea cos-
250 Gestión de precios
tosa puede ser necesario acomodarse, esto significa ajustar activamente la estrategia
competitiva propia para minimizar los efectos de la amenaza. En tercer lugar, pode-
mos usar una respuesta de ataque nosotros e iniciar una guerra de precios si está jus-
tificada en los costes y los competidores son más débiles. Sin embargo, si el que ini-
cia la modificación de precios es una empresa fuerte y la reacción de precios puede
estar justificada en costes, se recomienda defenderse y convencer al atacante de que se
retire para evitar una guerra de precios que pueda serie perjudicial a medio o largo plazo.
4· Guerras de precios
Una guerra de precios consiste en una competencia fuerte entre empresas en las que
a una reducción de precios de un competidor, le sigue una reducción de precios aun
mayor de otro competidor. Si el primero vuelve a reducir de nuevo los precios se
podría iniciar una nueva ronda de reducciones, todo esto conlleva a una minoración
paulatina de los márgenes comerciales que pueden llegar a amenazar la supervivencia
de las empresas (Nagle y Rolden, 2002).
Las guerras de precios, normalmente, no son deseadas por las empresas que inte-
gran un sector o una industria. Si bien estas guerras se ponen en marcha fácilmente,
son muy difíciles de frenar. A veces en el corto plazo pueden ser buenas para obtener
mayor cuota de mercado e incluso rentabilidad, pero al largo plazo las consecuencias
pueden ser desastrosas. Sin embargo, estas aseveraciones, según Chevalier ( 1993;
citado en Velasco, 1994, p. 141), precisan algunas matizaciones. En primer lugar, las
guerras de precios, en algunas ocasiones, permiten a ciertas empresas conseguir obje-
tivos importantes y mejorar su rentabilidad y participación en el mercado. En segundo
lugar, todas las empresas de un mismo sector no se encuentran en la misma situación
competitiva para afrontar una guerra de precios; siempre existen empresas mejor posi-
cionadas que pueden obtener grandes beneficios de una guerra de precios, que muchas
veces serán aquellas que pueden reducir en mayor cuantía su estructura de costes, así
bajan precios, pero también costes y por tanto los márgenes no disminuyen.
Según Raju y Zhang (2010, pp. 87-88) el hacer una guerra de precios o no se debe
basar en el análisis incremental del punto de equilibrio, que se resume en la siguiente
fórmula:
A _ Vq - (1-cm)Vc d d
uq- , on e,
cm- Vp+(l-cm)Vc
El análisis de esta fórmula indica que puede ser positiva para una organización una
guerra de precios, si el aumento de ventas necesario para seguir en el punto de equili-
brio es pequeño. Si el margen de beneficio inicial es alto, sólo se necesita un pequeño
incremento de las ventas derivada de la reducción de precios. También a partir de la
disminución de los costes marginales provocada por las ventas adicionales, se puede
indicar que las guerras de precios son más probables en sectores que pueden obtener
grandes economías de escala. Suele ocurrir que en los sectores con productos muy
diferenciados es más difícil que se den guerras de precios, porque los consumidores
necesitan grandes incentivos para cambiar de marca y eso suele provocar un punto de
equilibrio más alto.
Los objetivos que se pueden alcanzar con una guerra de precios son los siguientes:
Las razones para iniciar una guerra de precios pueden ser variadas:
También las guerras de precios son utilizadas con frecuencia en periodos de crisis
donde las ventas bajan y los mercados se reducen. Esta estrategia, puede tener efectos
beneficiosos si se aplica durante un período corto de tiempo, pero en caso de prolongarse
demasiado puede acabar en un desastre empresarial. Beneficiando a los clientes con pre-
cios mucho más competitivos pero condenando a muerte a las empresas, sobre todo a las
más pequeñas, a las que menor capacidad financiera y menor poder de mercado tengan.
Esta situación puede conducir a un deterioro mayor de las empresas, con efectos muy
negativos sobre su «salud fmanciera» y el propio mercado de trabajo a corto plazo.
252 Gestión de precios
Puesto que muchas compañías tratarán de reducir costes a toda costa (http://www.
elblogsalmon.com/sectores/el-nuevo-cancer-empresarial-la-guerra-de-precios).
La efectividad en la utilización del precio como arma competitiva por parte de una
firma está en función, normalmente, de su poder y tamaño en relación con las compe-
tidoras. En un mercado estable, en el que las organizaciones que compiten tienen un
poder similar, una disminución del precio de una empresa ocasiona a menudo una gue-
rra de precios, mediante la cual, las compañías buscan a toda costa mantener su parti-
cipación en el mercado. Los resultados no suelen ser buenos para ninguna de las
empresas participantes en la guerra.
Sin embargo, el precio puede convertirse en una buena herramienta de competición
cuando una firma presenta ventajas competitivas en relación a alguna variable como,
por ejemplo, el coste. Si esta empresa baja los precios, las empresas competidoras que
soportan costes mayores pueden no encontrarse con posibilidades de responder a esta
medida. Por lo tanto, si la demanda es muy elástica, las ganancias derivadas de un gran
aumento en el volumen de ventas pueden ser cuantiosas.
En definitiva, una utilización eficiente del precio como arma competitiva está
unida a un estudio cuidadoso de nuestras posibilidades pero, igualmente, a la previsión
de las respuestas de las empresas competidoras y también de los consumidores.
ejemplo es el grupo Fagor, que tiene como primera marca de electrodomésticos Fagor
y como segundas marcas Edesa o Aspes.
Recopilar la información
Para operar adecuadamente en un mercado hay que conocer los precios y estrate-
gias de precios de los competidores. En los mercados muy competitivos los directivos
vigilan las tiendas y publicidad de sus competidores para ajustar sus precios y reaccio-
nar rápidamente a sus promociones. La recopilación de datos de precios y su transfor-
mación en información útil requiere un proceso formalizado.
Algunas fuentes potenciales de datos sobre precios de competidores son:
Comunicar la información
ción de tu propia empresa sobre intenciones, capacidades o planes futuros, siempre que
no se pierda la ventaja de ser el primero en un nuevo mercado. Nagle y Holden (2002)
ofrecen algunas recomendaciones sobre como comunicar información de precios.
Es importante anunciar con antelación las subidas de precios con dos objetivos
primordiales:
l. Dar tiempo a los competidores para analizar si a ellos les interesa una subida de
precios, y así unirse al incremento.
2. La empresa puede volverse atrás si los competidores no se unen al incremento.
3. Puede reducir el incremento inicialmente planteado si los competidores apues-
tan por una menor subida que la planteada por la empresa.
El problema de esta práctica es que puede ser considerada como colusión (ponerse
de acuerdo para fijar precios), práctica que se considera competencia desleal y por
tanto es ilegal. Muchas empresas por tanto, realizan estas comunicaciones no de forma
pública sino privada.
Por otra parte, también es útil evitar amenazas manifestando claramente la volun-
tad y capacidad de una organización para defender su mercado, este tipo de comuni-
caciones pueden evitar guerras de precios. Mensajes como «Si lo encuentra más barato
le devolvemos la diferencia», o «le mejoramos el precio», son mensajes publicitarios
que van en este sentido, y que pueden desincentivar a los competidores a iniciar dichas
guerras de precios.
7· Modificaciones de precios
La revisión de precios, por iniciativa de una compañía u obligada por las acciones
de la competencia, puede conducir a la adopción de una de las siguientes decisiones:
l. Mantener el precio
El mantenimiento del precio es una decisión que puede venir justificada por diver-
sas razones:
2. Reducción de precios
La reducción del precio es una acción ofensiva clásica y, además, muy visible en el
mercado. Las empresas que toman esta iniciativa suelen ver contrarrestadas estas medi-
das por las organizaciones competidoras y, en muchos casos, inducen a una guerra de pre-
cios. Por otra parte, la disminución de precios puede ser llevada a cabo como una medida
defensiva frente a las reducciones de precio por parte de las empresas concurrentes.
Kotler (1992, p. 550) señala que las situaciones que pueden conducir a que una
empresa tome la iniciativa de disminuir sus precios, aunque su acción provoque una
guerra de precios, son las siguientes:
a) Exceso de capacidad
Cuando una compañía puede fabricar en mayores cantidades con los recursos dis-
ponibles y no puede colocar en el mercado los excedentes con otras acciones comer-
ciales (sobre el producto, publicidad, fuerza de ventas, etc.), puede optar por disminuir
el precio del producto, con el objetivo de incrementar sus ventas.
han bajado sus precios y han realizado nuevas ofertas e incluso creado nuevas empre-
sas para competir con estas low-cost.
Hemos señalado que la subida de precios tiene efectos negativos en la clientela; por
esta razón se puede recomendar a una empresa que tenga la sensibilidad de justificar
esta subida frente a sus clientes. La forma de llevarla a cabo puede ser utilizando los
medios de comunicación o la fuerza de ventas, siempre de forma persuasiva.
Para finalizar este apartado debemos indicar que, frente a una elevación de coste,
no siempre nos vemos obligados modificar el precio, ya que disponemos de acciones
alternativas como:
Influencia de la competencia en la fijación de precios 259
Hemos visto que la revisión de precios puede conducir a la toma de decisiones diver-
sas (modificar o no los precios). Hay que precisar que la modificación de precios, espe-
cialmente la disminución de los mismos, ocasiona con mucha frecuencia la reacción de
los competidores. Las empresas bien gestionadas deben prever la virulencia y los efectos
de estas acciones competidoras para elegir la alternativa más favorable a sus intereses.
Las condiciones que propician una reacción más importante son un mercado en el
que compiten un número reducido de empresas, una gran homogeneidad de los pro-
ductos ofrecidos y unos compradores expertos y bien informados.
Cuando una empresa realiza una acción de precio, las reacciones de los competí-
dores pueden ser instantáneas o diferidas. Normalmente, los competidores reaccionan
260 Gestión de precios
de una forma más rápida fre~te a acciones de precio que frente a acciones sobre otras
variables (especialmente las variables estratégicas).
Un aspecto complementario a la forma de reacción consiste en medir el grado o la
intensidad de la reacción (Lambin y Peeters, 1981, p. 299). Una medida cuantitativa
de la intensidad viene dada por la elasticidad.
Siendo Z una variable de marketing cualquiera, y llamando «A» al competidor que
realiza una acción de marketing, y «B» al competidor que reacciona, la elasticidad de
reacción (EzstzA) tiene la siguiente expresión:
E _ % variación Zs
ZBIZA - 01 • • _. Z
-¡o vanacwn A
Por ejemplo, si una compañía (A) baja su precio en un 25%, y otra empresa com-
petidora (B) reacciona rebajando su precio en un 10%, la elasticidad de reacción
(EPBIPA) de la empresa B con respecto a la acción sobre el precio de la firma A se
expresa de la siguiente forma:
-10
EPBIPA =--=O, 4
-25
Cuando una empresa A efectúa una acción sobre una de las variables del marke-
ting-mix, la reacción de la competencia, en función de las variables utilizadas como
respuesta, puede ser simple, múltiple o completa (Lambin y Peeters, 1981, p. 301). La
reacción es simple cuando se utiliza únicamente una variable de respuesta, es múltiple
cuando se utilizan dos o más variables de respuesta, y es completa cuando en la reac-
ción de la empresa competidora se emplean la totalidad de las variables que compo-
nen el marketing-mix. También cabe distinguir entre reacción directa o indirecta,
según se responda en relación a la misma variable con que se llevó a cabo la acción
competidora o en relación a otra distinta.
Una compañía, antes de tomar la decisión de reducir sus precios por debajo de la
competencia, debe estudiar la situación de las empresas concurrentes en el mercado
(estructuras de costes, rentabilidades, etc.) y, basándose en esta información, analizar
Influencia de la competencia en la fijación de precios 261
y prever las posibles acciones que pueden llevar a cabo para contrarrestar ese precio
bajo de la organización competidora.
La empresa que fija los precios por debajo de la competencia debe analizar y cuan-
tificar las respuestas de los competidores siguiendo un esquema como el descrito en la
figura 7.2.
FIGURA 7.2
REACCIONES DE LA COMPETENCIA FRENTE A UNA ACCIÓN DE PRECIOS
Simple
NO
~ 1 1
REACCIÓN
ACCIÓN
DE
PRECIOS
~
- DIRECTA Múltiple
Completa
~ REACCIÓN
Simple
...... INDIRECTA -
Múltiple
Frente a una medida de fijación de precios por debajo de la competencia, las empre-
sas concurrentes pueden reaccionar o no. Lógicamente, es fácil colegir que una parte más
o menos importante reaccionará ante esta acción, y otra parte no modificará su compor-
tamiento. El porcentaje de fmnas que elijan una u otra alternativa estará en función de su
situación en el sector, cuota de participación, grado de poder, estructura de costes, etc.
Las formas de reacción de las empresas competidoras pueden ser diversas (véase
figura 72):
En segundo lugar, pueden actuar sobre una variable, distinta del precio, de las que
componen el marketing-mix (reacción indirecta): publicidad, distribución, etc.
Por último, pueden responder con dos o más variables de marketing diferentes del
precio (reacción múltiple).
Las organizaciones que deciden responder a una disminución de precios con una
medida similar disponen de tres alternativas: disminuir los precios en la misma canti-
dad, en una cantidad inferior o en un montante superior. Debemos advertir que cuando
una empresa lleva a cabo una acción de precios, suele dar publicidad a esta medida,
motiva a sus vendedores, etc., es decir, difícilmente se puede llevar a cabo una acción
de precios sin incidir, aunque sea rrúnimamente, sobre las restantes variables comer-
ciales. Cuando decimos que las empresas concurrentes efectúan acciones de precios,
únicamente estamos haciendo referencia a que la variable fundamental de reacción es
el precio, y las demás son colaterales.
Como vemos, tratar de cuantificar y valorar cuáles van a ser las reacciones de la
competencia frente a acciones de fijación precios por debajo de la competencia es una
tarea ardua y difícil. Sin embargo, este análisis de resultados previos se hace impres-
cindible si no queremos encontramos con desagradables sorpresas, es decir, que una
medida que tomemos se tome perjudicial para nuestros intereses.
En el otro extremo, cuando en un sector una compañía adopta la medida de redu-
cir significativamente el precio de sus productos, las firmas concurrentes, antes de
efectuar sus acciones de respuesta, deben analizar a su competidor en los siguientes
ténninos (Cravens y Woodruff, 1991, p. 611):
• ¿La reducción del precio llevada a cabo es una buena estrategia, desde nuestro
punto de vista, teniendo en cuenta la calidad de los productos, imagen de marca,
etc., del competidor?
• ¿La estructura de costes de la firma competidora le posibilitará mantener en el
futuro el precio bajo?
Solución:
Situación actual:
a) Parece claro que habrá un número de empresas, con una participación determi-
nada, que no responderán a la acción de disminución de precios. Estas empre-
sas, normalmente, perderán cuota de mercado en favor de la firma Gallata y de
las empresas competidoras que respondan a la acción de bajada de precios.
b) Las empresas que reaccionan de forma directa, es decir, con la variable precio,
pueden tomar la medida de bajar el precio en los mismos valores que Gallata,
en una cifra inferior o en una cuantía superior. Generalmente, si una firma baja
los precios, pero quedan situados en un nivel superior al de Gallata, ésta última
aumentará su cuota de participación. Por el contrario, si la bajada de precios es
superior a la de Gallata, es esta empresa la que debe sufrir una pérdida de cuota
de mercado. Si el nivel de precios es similar, cabe suponer que se mantenga la
cuota de mercado sin variaciones.
e) Las reacciones indirectas, es decir, con variables de marketing diferentes del
precio, deben ser analizadas y valoradas en función de los efectos que producen
en las cuotas de participación de las empresas concurrentes. Indudablemente,
pueden producirse aumentos y disminuciones de las cuotas de las compañías
competidoras, pero también es posible que dichas cuotas no experimenten nin-
guna modificación.
d) Hemos dicho que, ante una bajada de precios, se produce normalmente una
reacción por parte de un grupo de empresas que compiten en un sector. Muchas
acciones de marketing contribuyen a incrementar las cifras de negocio de ese
sector. Las disminuciones de precios, unidas a otras variables (publicidad, dis-
tribución, etc.), son uno de los factores claves en la expansión de la demanda.
Por tanto, debemos evaluar cuidadosamente cómo se incrementa la ·demanda
global del sector como consecuencia de las acciones de precio y las reacciones
directas e indirectas de las empresas concurrentes.
e) Suponiendo que el examen realizado arroje las siguientes cifras:
- La demanda global del sector se va a incrementar en un 10%.
- La cuota de participación de Gallata se estima que aumentará en un 40%.
Gestión de precios
La posible reacción de los competidores no debe ser el único factor que debe tener
en cuenta una empresa que valora una modificación de precios. Igualmente es impor-
tante, a nuestro entender, prever cuál va a ser la reacción de la demanda frente a esta
acción de precios.
Sin embargo, esto se toma muy dificultoso, ya que los consumidores visualizan las
modificaciones de precios de formas distintas (Kotler y Dubois, 1989, pp. 502-503).
Las reacciones de los consumidores también están influenciadas por sus percepcio-
nes. El comprador es más sensible a los precios de productos caros o de compra
corriente que a los de compra ocasional. Por otra parte, la reacción del consumidor
ante los precios es menor cuando el producto incluye servicios añadidos a la venta
(entrega a domicilio, instalación, reparaciones, mantenimiento, etc.).
En este apartado analizamos qué decisiones debe tomar una empresa ante los cam-
bios de precios realizados por un competidor.
Una disminución de precios por parte de un competidor, cuando los productos no
están diferenciados, no deja posibilidad de elección; la única decisión posible consiste
en reducir también el precio para no perder la participación en el mercado. No suce-
dería lo mismo en el caso contrario, es decir, frente a una subida de precios se podría
considerar la conveniencia o no de seguir los precios del competidor.
La decisión estará fundamentada en un análisis previo que tenga en cuenta las
siguientes reflexiones:
4. 0 ¿Las restantes empresas del sector van a reaccionar? ¿Cuáles van a ser las for-
mas de respuesta?
Conceptos clave
Competencia: Conjunto de empresas que rivalizan en el mercado ofreciendo pro-
ductos semejantes o alternativos al de nuestra empresa.
Monopolio: Forma concreta de mercado caracterizada por la existencia de un
único oferente o vendedor y numerosos compradores.
Oligopolio: Forma concreta de mercado caracterizada por la existencia de un
grupo reducido de vendedores poderosos y numerosos compradores.
Competencia monopolística (competencia imperfecta): La situación competi-
tiva de competencia monopolística se produce cuando en un sector industrial existen
266 Gestión de precios
muchas firmas pequeñas, ninguna de las cuales tiene un poder suficientemente grande
para convertirse en líder de precios.
· Competencia perfecta (pura): Forma utópica o ideal del mercado en la que se dan
las hipótesis o supuestos de atomicidad del mercado, homogeneidad del producto,
libertad de entrada en la industria, información perfecta, perfecta movilidad de los fac-
tores productivos, conducta racional, ausencia de extemalidades y universalidad de los
mercados. Se caracteriza por la existencia de muchos pequeños vendedores, no siendo
ninguno lo suficientemente fuerte para poder influir en los precios.
Comportamiento competitivo: Actuaciones que adopta una compañía para hacer
frente a las acciones previstas o efectuadas por las organizaciones concurrentes. Este
comportamiento puede adoptar distintas modalidades.
Comportamiento independiente: Una firma adopta un comportamiento indepen-
diente cuando en sus decisiones no tiene en cuenta, ni a corto ni a largo plazo, las
acciones y/o reacciones de los competidores.
Comportamiento acomodaticio: Este tipo de comportamiento se da cuando una
empresa trata de evitar al máximo el enfrentamiento con sus competidores en un sector.
Comportamiento adaptativo: Una empresa posee un comportamiento adaptativo
cuando sus decisiones son consecuencia de las de las compañías competidoras, es
decir, reacciona frente a las acciones previas de otra empresa concurrente.
Comportamiento anticipativo: Una empresa con comportamiento anticipativo se
adelanta con sus acciones a las decisiones y reacciones de la competencia, lo que
indica que ha previsto o conoce el comportamiento de las firmas concurrentes.
Comportamiento agresivo: Supone la adopción de una actitud anticipativa, acom-
pañada de la puesta en práctica de la estrategia que sea más perjudicial o desfavorable
para los competidores.
Líder de precios: El líder de precio es aquella o aquellas empresas cuyos aumen-
tos de precios sirven como indicador para todas las demás empresas competidoras. La
existencia de un líder de precios presenta la posibilidad de que existan los «seguido-
res de precios». La decisión a que se enfrentan las empresas seguidoras consiste en
rechazar o aceptar el precio líder.
Precio proporcional o precio ajustado (PAj): Nivel de precio establecido en fun-
ción o proporción de la calidad del producto.
Proyectos sugeridos
• Identificar tipos de comportamientos competitivos a través de acciones reales
desarrolladas por las empresas en el mercado.
• Para un determinado sector, identificar la posición que ocupan distintas empre-
sas en función de cómo se sitúan sus niveles de precios con respecto a sus com-
petidores.