Teologías Bíblicas de La Misión Johannes Reimer
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Teologías Bíblicas de La Misión Johannes Reimer
L a misión cristiana desea seguir el plan de Dios y como tal dependerá de lo que
Dios revela en la Escritura, la fuente última de toda energía transformadora en
la vida (1 Timoteo 3:16). En consecuencia, una teología cristiana responsable de la
misión se basará en las Escrituras. La misión cristiana tiene fundación y motivación
bíblica, o bien no es cristiana. La naturaleza, las fundaciones, los objetivos, los
motivos y la práctica de la misión en la iglesia de Jesucristo se definen en la Palabra
de Dios. La misionología responsable buscará en la Biblia para definir la naturaleza
de su tema.
Es fácil ver cuán difícil puede ser este esfuerzo. Incluso una visión superficial de
las publicaciones sobre la teología bíblica revela cuán poco común son las
explicaciones sobre la misión. Para la mayoría de los eruditos del Antiguo
Testamento, la misión no es un tema del Antiguo Testamento.1 Incluso los
estudiosos del Nuevo Testamento discuten la validez de la Escritura para una
teología de la misión.2 ¿Sus dudas son justificadas? ¿O puede ser que su incapacidad
para leer la Biblia como un documento misionero es posiblemente motivado por una
definición predeterminada de la misión? Este último parece ser el caso. Otros leen la
Biblia como un “gran relato” de la misión de Dios. 3 La misión en la Biblia es un
asunto de debate y controversia en los círculos teológicos académicos. La reacción
de los practicantes de la misión hacia la academia escéptica es un flujo de
publicaciones acerca de la teología bíblica de la misión, añadiendo a la incertidumbre
conocer a Dios.14 Pero, ¿la ausencia de una práctica de envío justifica el descuido del
Antiguo Testamento en asuntos de misión? Y esa definición de misión ¿es suficiente
para cubrir las visiones y los conceptos bíblicos sobre la misión? ¿Cambiaría nuestra
perspectiva si consideráramos la sugerencia del Vaticano II: una definición inclusiva
de la misión que describe la obra de Dios en el mundo? 15 Eso creo. Es en el Antiguo
Testamento donde encontramos toda la información fundadora de quién es Dios,
cómo se revela en la historia humana y qué es su propio envío. 16 Él define el destino
de su propio pueblo en medio de las naciones y en el interés de las naciones. 17 Los
autores del Nuevo Testamento derivaron su teología misionera de su Biblia que era
el Antiguo Testamento. Parece correcto, entonces, consultar el Antiguo y el Nuevo
Testamento para una apropiada comprensión bíblica de lo que es la misión. La
reducción de una parte automáticamente resultará en una comprensión estrecha de
la misión. La teología bíblica de la misión requiere observar la misión desde la
perspectiva de toda la Biblia desde “Génesis ... hasta Apocalipsis” como afirma
correctamente Philipp Steyne.18
De ninguna manera es esto un esfuerzo simple. No podemos entrar en la Biblia
como un “almacén de la verdad”19 donde se puede escoger y elegir lo obvio. Los
textos bíblicos han sido escritos por diferentes personas en diferentes épocas y
reflejan sus actuales contextos históricos y políticos. La verdad bíblica debe ser
entendida antes de ser transferida al oyente moderno.
Enfoques Confesionales
Tradicionalmente, el fundamento bíblico de la misión ha seguido un patrón
confesional. La definición de la misión y la práctica de la misión estaban
dogmáticamente predeterminadas por un texto confesional, desarrollado en un
contexto histórico. David J. Bosch examina los paradigmas históricos de misión de
la iglesia occidental en su Opus magnum Transforming Mission24 y concluye que la
comprensión misionera de las iglesias en ciertos tiempos siguió un diálogo interactivo
entre la iglesia, sus creencias actuales y el contexto dentro del cual la Biblia es
interpretada. Incluso Bosch nombra ciertos relatos bíblicos como centrales para las
épocas particulares de la historia de la misión. En la opinión de Bosch, Juan 3:16 es
el texto central para el tiempo patrístico y el paradigma de la misión ortodoxa, Lucas
14:23 para el romano-católico medieval,25 Romanos 1:16 para el paradigma
misionero de la Reforma Protestante26 y 2 Corintios 5:14 por el tiempo del
renacimiento europeo. 27
Se hace obvio que la búsqueda de la verdad bíblica en tales lecturas confesionales
de la Biblia está ampliamente definida por los retos contextuales en el tiempo y el
espacio. Por ejemplo, la situación de los cristianos en el ambiente hostil del Imperio
Romano es diferente de la situación de la Iglesia Católica Romana de la Edad Media
con su dominio en todos los asuntos de la vida. Y la batalla por la fe correcta de los
reformadores creó una agenda de misión diferente que el de los tiempos de la
expansión colonial europea. Es el contexto el que establece la agenda, y la iglesia en
su entendimiento confesional reacciona al contexto, definiendo qué es la misión o
qué podría ser. Se busca una justificación bíblica para corresponder con un
entendimiento que ya está en operación. No es difícil ver cómo esa teología bíblica
se vuelve biblista. En lugar de preguntar lo que dice la Biblia, los promotores de la
misión cristiana pidieron pruebas bíblicas para sus propias teorías preestablecidas.
Leer un texto solo para encontrar evidencia es potencialmente peligroso, como
Wright argumenta con razón. 28 Esto reduce nuestros conceptos de misión hasta una
cierta definición y acción, excluyendo asuntos potencialmente importantes de
nuestra reflexión. 29
Enfoques Misio-Históricos
La Biblia es un texto histórico. Y como tal lleva historias de las obras de Dios
en la historia. Parece correcto, por lo tanto, examinar la Biblia como un texto
histórico que busca el fenómeno de la misión en las diferentes fases de la historia,
estableciendo patrones históricos de salvación de la misión de Dios en el mundo, o,
en otras palabras, atando significado a través de la salvación a la historia de Dios con
la humanidad. Un gran número de académicos siguen este enfoque.30 Este enfoque
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ofrece enormes posibilidades, pero al mismo tiempo crea una serie de problemas.
Hay que mencionar dos de estos problemas.
Primero, está la cuestión de una definición práctica de lo que es la misión. En
los textos históricos, solo encontrarás lo que buscas. Todos los autores siguiendo el
modelo misio-histórico, tendrán que predefinir la misión. La monografía de Eckhard
Schnabel, Urchristliche Mission (Misión Cristiana Temprana) es un caso concreto. 31
Schnabel define la misión como el envío, regresando al término latino missio. 33 En
su opinión, la misión es “acción intencional”. 34 Schnabel sigue en esto a DuBose35 y
muchos otros. Pero, ¿por qué esta definición? ¿Cómo se justifica? El autor, ¿está
haciendo las preguntas correctas? Schnabel, y con él todos los demás autores que
siguen patrones históricos de misión, basan sus términos iniciales en los Evangelios,
Jesús y sus discípulos, y luego regresan a la Escritura para buscar el desarrollo de la
“idea evangélica de la misión” en el tiempo y el espacio. Este enfoque de salvación-
histórica es típico para este grupo de estudiosos. Todos ellos suscribirían a una
especie de teología de salvación-histórico. Y todos ven la salvación como el término
central de la misión de Dios en la Biblia. Ya a finales del siglo XIX, Gustav Warneck,
el padre de la misionología protestante, siguió este modelo. 36 Los autores pueden
variar en acentuar uno u otro aspecto de la misión, pero en principio todos ven un
desarrollo progresivo de la misión como el envío de la particularidad a la
universalidad, desde la única nación de Israel a todas las naciones del mundo. 37
Pueden distinguir entre el mensaje misionero de salvación, objetivo y acción como
sugirió Harold R. Cook,38 descubriendo el mensaje de misión en toda la Biblia y la
acción predominantemente en el Nuevo Testamento; sin embargo, es la totalidad de
la Escritura la que lleva la noción básica de la salvación de Dios a las naciones.
Pero, ¿qué es la salvación? ¿El tema se desarrolla constantemente tanto en el
Antiguo como en el Nuevo Testamento? Correlacionar la salvación y la misión al
referirse a Jesús y su concepto del evangelio del reino en una relación restaurada
entre Dios y la humanidad es un punto de partida útil, pero ¿cubre todos los aspectos
de lo que la vida bajo el gobierno de Dios puede contener?
Leslie Newbigin sugirió observar la misión en correlación entre dimensión e
intención,39 ampliando la idea bíblica de la misión. Según él, la dimensión misionera
cubre toda revelación de Dios en el universo, mientras que la intención misionera se
refiere a los actos salvíficos específicos de Dios. David J. Bosch, quien sigue un
enfoque similar, encuentra que es enormemente difícil definir la misión en la Biblia,
e intercambia la misión es con una vaga la misión como. 40 Y Christopher Wright examina
los indicativos e imperativos de la misión, buscando entender a Dios con una misión, la
humanidad con una misión y por último la iglesia con una misión. 41
72 Johannes Reimer
Enfoques Canónicos
Al examinar la misión, la lectura histórica de la Biblia no es suficiente, porque
puede inducir al lector a pasar por alto la estructura canónica y la unidad de toda la
Escritura. Partes principales de los textos bíblicos son de naturaleza teológica y deben
ser leídas como tanto. El mensaje del texto es más central que las imágenes históricas
o el lenguaje.
Por lo tanto, varios eruditos sugieren consultar el Antiguo y el Nuevo
Testamento canónicamente, tomando en consideración la intención de textos
particulares dentro del conjunto del canon dado. Eckhard Schnabel, por ejemplo,
busca la misión en la Torá, los libros históricos, los salmos y las profetas, subrayando
ciertos aspectos de la naturaleza salvífica de Dios (Torá), el propósito (libros
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Enfoques Sistemáticos-Teológicos
Algunos eruditos examinan la Biblia sobre temas doctrinales como la salvación,
la reconciliación, el envío, la bendición, etc. Legrand, por ejemplo, desarrolla su
teología bíblica de la misión a lo largo de la noción de la liberación.49 Su intento es
válido y revela mucho acerca de la teología centrada en la liberación en la Biblia.
Pero, como dice el propio Legrand, una teología de la misión centrada en la
liberación no cubre totalmente el alcance de la misión en la Biblia. 50 Stuhlmueller, en
contraste, busca en la Biblia un entendimiento de la salvación universal como el
término central de la misión de Dios en el mundo. 51 Peters sigue con salvación en la
perspectiva cristológica52 y Kane y Steyne siguen los patrones de la comunicación de
salvación en la Escritura.53 Alfred Neufeld examina el conocimiento de Dios como
un tema central de la misión en la Escritura.54 Walter C. Kaiser sigue las promesas
de Dios en el Antiguo y su cumplimiento en el Nuevo Testamento como misión 55 y
Waldron Scott demuestra la validez de la justicia como una noción central de la
misión.56 Steven Bevans y Roger Schroeder incluso desarrollan una teología
sistemática poniendo la misión en el centro de sus consideraciones.57
74 Johannes Reimer
Enfoques Religio-Fenomenológicos
La misión implica el desarrollo y la expansión de la religión. Algunas
investigaciones leen la Biblia con un interés en el crecimiento de la religión, siguiendo
la vieja escuela de fenomenología religiosa. Una de las publicaciones más recientes
es la obra de Reinhard Achenbach, buscando el diálogo interreligioso como un poder
formativo en la misión como se describe en la Biblia.61 El diálogo interreligioso es,
de hecho, un tema importante en la teología de la misión de hoy. El desarrollo de
teologías comunes, por ejemplo, requiere una base bíblica. Es deseada dar una mirada
cercana a esos asuntos en la Biblia.
Una perspectiva religio-fenomenológica en sí misma, por supuesto, todavía no
establecerá una base bíblica para la misión. Debe ser lo que lo llama Achenbach, una
perspectiva bíblica.
Enfoques Contextuales
Desde los años sesenta, los teólogos del mundo mayoritario han cuestionado de
gran manera la perspectiva occidental sobre la teología y, posteriormente, la misión.
Como resultado surgió la teología contextual, una teología de la praxis y para la
praxis; es decir, hacer la teología siguiendo una nueva epistomología en la que el
análisis de la praxis fue puesto antes de la reflexión teológica. Aquí la teología fue
hecha en contexto, analizando las preguntas de la vida real y los desafíos del pueblo
y luego buscando consecuentemente respuestas y soluciones en la Biblia y la
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tradición. La reflexión teológica que sigue un análisis del contexto, que se hace de
manera inductiva, evita las trampas de una teología académica que saca sus
conclusiones solo del razonamiento académico y, a menudo, pierde la relevancia del
día a día. También ayuda a evitar las lecturas de las Escrituras dirigidas por
denominaciones y la cosmovisión del mundo.
La teología contextual se celebró como una puerta abierta para leer de nuevo la
Escritura desde la perspectiva de la vida de los pobres y necesitados.62 La lectura de
la Biblia en un contexto y en una comunidad de aquellos que necesitan ayuda y
asistencia puede liberar a la iglesia para ver la revelación de una perspectiva diferente.
Como resultado, se desarrollaron varias teologías bíblicas de la misión. El trabajo de
Legrand es un ejemplo. Él lee su Biblia en busca de una teología de la liberación,
porque trabaja en un contexto de opresión.63 Del mismo modo, Gustavo Gutiérrez,64
Leonardo Boff65 y otros teólogos contextuales de diferentes países del mundo
escribieron sus teologías de liberación desde el contexto de las necesidades
apremiantes de los pobres en América Latina o en sus propios contextos. Africana,
negra, femenina y otras teologías desarrollaron a través de los años usando un
enfoque similar.
La primacía de la praxis en la teología contextual garantiza la relevancia, pero
también pone sobre la mesa la cuestión de una teología incompleta. El peligro de la
parcialidad y la incompletitud de la teología, incluso el sincretismo, ha sido
ampliamente discutido. Un punto en el caso es la llamada teología local propuesta por
Robert J. Schreiter en su libro Construyendo Teologías Locales.66 El peligro del
sincretismo está a la mano, como lo reconoce el propio autor,67 y las voces
evangélicas han señalado claramente hacia él.68
Notas
1. Siegbert Riecker da un excelente resumen de trabajos sobre la misión en el
Antiguo Testamento en, Mission im Alten Testament? Ein Forschungsbericht mit
Auswertung (Frankfurt, Alemania: Lembeck 2008).
2. Oberva la discusión en Eckhard Schnabel, Urchristliche Mission (Wuppertal:
Brockhaus 2002); en Inglés: Early Christian Mission. Vol. 1. (Downers Grove:
IVP 2004).
3. Por ejemplo, el estudiante Inglés del Antiguo Testamento Christopher J.H.
Wright, The Mission of God. Unlocking the Bible’s Grand Narrative (Downers
Grove: IVP 2006).
4. Hans-Ulrich Reiffler, Handbuch für Missiologie: Missionarisches Handeln aus
biblischer, historischer und sozialwissenschaftl. Perspektive (Nürnberg, Alemania: VTR,
2005), 77.
5. Gerhard Rosenkranz en Reiffler, Handbuch, 77-78.
6. Ibid. Peter Beyerhaus advirtió en 1969 que no se debía usar el termino sin
crítica por el peligro de perder su significado, especialmente en movimientos
conciliados ecumenicos.
7. David J. Bosch, Transforming Mission: Paradigm Shifts in Theology of Mission
(Maryknoll: Orbis, 1991), 1-2; Reiffler, Handbuch, 78.
8. Hans-Werner Gensichen. Glaube für die Welt: Theologische Aspekte der Mission
(Güterslo, Alemania: Gerd Mohn, 1971), 27-29. Repetido por by David J.
Bosch, Transforming Mission, 4-6.
78 Johannes Reimer
Mission Theology for the Third Millennium, eds. Charles Van Engen, Dean
Gilliland, y Paul Pierson (Maryknoll: Orbis Books, 1993), 439-440.
30. Trabajos acerca de la misión: John R.W. Stott, John Osewalt, Roger Hedlund,
Charles Scobie, Alfred Neufeld, Paul Biels, Walter Kaiser y David Bernett.
31. Eckhard Schnabel, Urchristliche Mission (Wuppertal, Alemania: Brockhaus,
2002).
32. Ibid: 11.
33. Ibid: 10-11.
34. Ibid: 10.
35. Francis DuBose, God who sends (Nashville: Broadman Press, 1983).
36. Gustav Warneck, Evangelische Missionslehre: Ein missionstheoretischer Versuch, 5.
Bde. 2. Auflage (Gotha, Alemania: Perthes, 1897).
37. Consulta por ejemplo: Hans Kasdorf, “Missionsgedanke im Alten Testament,”
en Fundamentum 4 (1980), 54-62; 1 (1981), 48-55; 2 (1981), 50-57.
38. Harold R. Cook, An Introduction to the Study of Christian Mission (Chicago:
Moody, 1954), 51-64. Consulta también: W. Peters, Missionarisches Handeln und
biblischer Auftrag: Eine Theologie der Mission, 3. Auflage (Bad Liebenzell,
Alemania: VLM, 1977); Richard De Ridder, “The Old Testament Roots of
Mission,” en Exploring Church Growth, ed. por Wilbert R. Shenk (Grand Rapids:
Eerdmans, 1983), 171-80; Arthur Glasser, Announcing the Kingdom: The story of
God´s Mission in the Bible (Grand Rapids: Baker, 2003); Wright, Mission of God,
2006.
39. Lesslie Newbigin, The Gospel in a Pluralist Society (Grand Rapids: Eerdmans,
1989), 121.
40. Bosch, Transforming Mission, 8-11.
41. Wright, Mission of God, 62-68.
42. Schnabel, Urchristliche Mission, 20.
43. Wright, Mission of God, 34-37.
44. Schnabel, Urchristliche Mission, 52-97.
45. Paul A. Beals, A People for His Name. A Church-based Mission Strategy (Pasadena:
WCL, 1995), 38-49.
46. Roger E. Hedlund, The Mission of The Church in the World: A Biblical Theology
(Grand Rapids: Baker, 1991), 19-148.
47. Siegbert Riecker, Ein Priestervolk für alle Völker: Sendungsauftrags Israels für alle
Nationen in der Tora und den Vorderen Propheten, SBB 59 (Stuttgart, Alemania:
Katholisches Bibelwerk, 2007).
48. A. B. Jongeneel, Philosophy, Science and Theology of Mission in the 19th and 20th
centuries: A Missiological Encyclopedia, Part I (Frankfurt, Alemania: Peter Lang,
1995), 106-116.
49. Legrand, Unity and Plurality.
50. Ibid., 5-6.
80 Johannes Reimer
Preguntas de Estudio
1. El autor alerta al lector que antes de que uno se asiente en una teología bíblica
de la misión, uno debe definir lo que se entiende por “misión”. Intente su
propia definición de la misión en este momento de su viaje:
2. ¿Cuál es la importancia de tomar nuestro entendimiento de misión de todas las
Escrituras, en oposición a la selección de unos cuantos “pepitas de misión” del
Antiguo y del Nuevo Testamento? (Por ejemplo, Génesis 12:1-3, Mateo 28:19-
20).
3. Al recomendar un enfoque inductivo y una lectura comunitaria para llegar a
una teología bíblica de la misión, el autor parece implicar que aquellos que no
son teólogos profesionales también pueden llegar a una teología bíblica de la
misión. ¿No deberían dejar esas tareas difíciles a los “profesionales”?