RESUMEN TEXTO 33 DE ROBERT DREEBEN.

“LA CONTRIBUCIÓN DE LA ENSEÑANZA AL APRENDIZAJE DE LAS NORMAS: INDEPENDENCIA,

LOGRO, UNIVERSALISMO Y ESPECIFICIDAD”.

Las escuelas por sus características estructurales y los patrones de comportamientos que exhiben
los maestros, proporcionan a los alumnos una serie de experiencias que difícilmente podrán tener
en otros ámbitos, son las mismas que conducen a la adquisición de NORMAS por parte de los
alumnos como lo son la independencia, el logro, el universalismo y la especificidad. Si bien las
familias pueden ayudar a adquirir todas ellas, en la vida fuera de la misma, las normas suelen ser
diferentes, por lo tanto, es la escuela la que mejor logra adecuar, aunque no sea siempre eficaz,
las experiencias y sanciones de tareas, así como las disposiciones personales para la generalización
y especificación de principios normativos válidos en otras esferas de la vida pública. Es el aporte
que realiza la escuela a la inserción de los individuos a la vida pública, ayudando a lograr una
relación eficaz entre las disposiciones y las futuras actividades a desempeñar.

Por otra parte, el maestro, a diferencia de la familia, debe enfrentar los logros y mantener un nivel
de bienestar general, que la clase en grupo se sienta feliz de lo que aprende. Debe enseñar la
importancia de la relegación de las necesidades privadas y también su importancia ocasional.

Al aceptar las normas, los individuos las aceptan como parámetros legítimos para orientar su
propia conducta.

Al desarrollar, la adquisición de normas a través de la enseñanza, el autor, destaca que elige

desandar estas cuatro, porque son partes integrales de la vida pública y ocupacional de las
sociedades industriales o esferas adyacentes a la escuela.

El estatus de hombre adulto completo, requiere un empleo ocupacional y uno de los resultados de
la enseñanza es la capacidad de trabajar. La capacidad de conseguir un empleo implica no sólo
capacidades físicas y adecuadas, sino también, habilidades intelectuales psicológicas apropiadas
para hacer frente a las demandas del trabajo. La mayoría de las ocupaciones requieren que los
alumnos asuman la responsabilidad sobre la finalización y la calidad del trabajo y una rendición de
cuentas de sus defectos, al tiempo que deben realizar sus tareas lo mejor posible. Pero la vida
pública se extiende más allá del empleo ocupacional.

Muchos autores, desarrollan la transición de la familia a la ocupación e ignoran la contribución de

la enseñanza al desarrollo de las capacidades psicológicas necesarias para participar en otros
segmentos (no económicos), de la sociedad. La escuela forma una de las conexiones
institucionales entre la familia y la esfera pública de la vida adulta, una conexión organizada en
torno de las etapas del ciclo de la vida de sociedades industriales. Se puede deducir que si la
educación de los niños solo se realizara en la familia, la naturaleza de sus experiencias disponibles
en ese escenario no proporcionaría condiciones apropiadas para adquirir aquellas capacidades que
permiten a la gente participar completamente en la esfera pública. No es inevitable que la escuela
ofrezcan esas conexiones, pero lo hacen aunque haya otras opciones, como, los medios de
comunicación, que son difusores de conocimientos masivamente y logran producir cambios
psicológicos que llevan a cambios de conductas en los individuos; sin embargo, no orientan hacia
el empleo, quizá porque las primeras experiencias de los niños en las familias los predisponen a
ser sensibles a los agentes humanos y los medios de comunicación no proporcionan tales agentes.

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Tratando de demostrar la inevitabilidad de las escuelas, aborda cada norma en forma individual.

INDEPENDENCIA:

Tiene un significado ampliamente admitido, aunque no inequívoco; como hacer cosas por su
cuenta, ser independiente, aceptar la responsabilidad personal por el propio comportamiento,
actuar de modo autosuficiente y desempeñar tareas para las que, bajo diferentes circunstancias,
se puede esperar ayudar a otras personas. El alumno, cuando está en la escuela, se encuentra
separado de su familia, de la cual ha sido dependiente. Las características de las clases, los actos
del profesor y los actos de los alumnos moldean las experiencias en las que se aprende la norma
de la independencia. Además, los niños se encuentran separados del maestro y limitan su
dependencia de los adultos. Hay dos aspectos adicionales del funcionamiento de la clase que
llevan directamente a aprender la norma de la independencia: las reglas acerca del fraude y de las
pruebas formales. En el mundo exterior se condenan los actos ilícitos e inmorales; en la escuela el
fraude son las acciones conectadas con los objetivos instruccionales de la escuela y normalmente
implican una acción asistida cuando se espera una acción sin ayuda. Los alumnos deben aprender
a distinguir entre cooperar y defraudar (ej: copiar a otro alumno, plagio de un trabajo,
confabulación). Las normas de la escuela contra el fraude están ideadas para establecer el
contenido de los estándares morales, por otra parte la escuela concede el estigma de inmoralidad
a ciertos tipos de conductas por razones sociales distintas de la ética, es decir, cambia el carácter
de las relaciones sociales en que están implicados los niños. El maestro no tiene control sobre los
padres, pero intenta influirlos pidiendo su adhesión. Los niños deben hacer sus deberes sin ayuda,
espera que trabaje independientemente. La experiencia escolar es preparatoria para la vida
ocupacional. Los trabajadores no tienen prohibido pedir ayuda, pero la escuela contribuye al
desarrollo de la independencia, da una preparación psicológica para actuar independientemente y
que pueda desarrollar un grupo de tareas sin ayuda.

En segundo lugar, los exámenes y particularmente los de logro, resultan importantes para la
independencia, a los alumnos se los examina en condiciones controladas, pueden ser formales o
informales, sirven para evaluar el trabajo de cada alumno y que sea producto de su esfuerzo.

El examen representa una aproximación al establecimiento de la norma de la independencia, que

es diferente a la proscripción del fraude, aunque aparecen para reducir la posibilidad del esfuerzo
conjunto. Los maestros esperan que los alumnos hagan la mayoría de sus trabajos por sí mismos,
las tareas diarias les permiten practicar para el trabajo independiente; los exámenes garantizan
que los maestros recibirán muestras de los trabajos que los alumnos hacen por sí mismos.

La escuela no se olvida de los trabajos grupales y la cooperación, pero se le dificulta evaluar qué
puede hacer cada persona; si bien las escuelas proporcionan oportunidades a los alumnos para
que tengan experiencias cooperativas, el análisis individual es lo que cuenta.

LOGRO:

Los alumnos llegan a aceptar la premisa de que deberían realizar sus tareas lo mejor posible y
actuar en concordancia con ello. El concepto de logro, como el de independencia, tiene varios
referentes. Normalmente denota actividad y autoridad, haciendo competencia a algunos
estándares de capacidad. A su vez, se diferencia del concepto de independencia en que el logro
puede aplicarse a actividades que se realizan colectivamente.

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Las clases están organizadas en torno a actividades que asigna el maestro y evalúa y compara la
calidad del trabajo de sus alumnos. La resolución y evaluación de estas actividades fuerzan a los
educandos a enfrentarse con grados de éxito y fracaso los cuales pueden ser psicológicamente
problemáticos. Los alumnos deben enfrentar estos sentimientos, manteniendo la autoestima
frente a los continuos ataques que recibe. La enseñanza, por lo tanto, asegura a la mayoría de los
alumnos tanto las experiencias de triunfo como las de fracaso y en la medida en que obtienen una
gratificación de las actividades académicas, les enseña a aproximarse a su trabajo dentro de una
mentalidad que conduce al logro.

El fracaso, es quizás la condición más difícil que deben enfrentar los niños, debido a que requiere
el reconocimiento de que la premisa del logro, a la cual en parte se puede atribuir el fracaso, es un
principio legítimo para dirigir los actos propios. Sin embargo, las situaciones que llevan a convivir
con el fracaso personal, son epidemias de las sociedades industriales en las que muchas facetas de
la vida públicas están basadas en el principio del logro.

La escuela, proporciona experiencias distintas de las cognitivas, basadas en el principio de logro

pero difieren en algunas características. Estas experiencias no académicas dan al alumno la
oportunidad de tener éxito en actividades orientadas hacia el logro, aunque no sea capaz de hacer
bien las tareas en clase. Un ejemplo son los deportes competitivos.

En estas actividades el fracaso es colectivo, mientras que en clase sólo se permite la

responsabilidad individual. El ataque a la autoestima es menos grave en estas actividades
extraescolares.

La escuela, permite más oportunidades de experiencia de logros que la familia, pero también
cuenta con menos recursos para apoyar y proteger la autoestima frente al fracaso. La enseñanza,
contribuye al desarrollo personal asegurando que la mayoría de los alumnos no sólo habrán
cumplido tareas acordes con el parámetro de logro, sino que habrán tenido experiencias en un
creciente número de situaciones, cuyas actividades están organizadas de acuerdo con él.

UNIVERSALISMO Y ESPECIFICIDAD:

A diferencia de la independencia y el logro, la universalidad y la especificidad no son consideradas

como cosas nuevas. Los padres y los maestros aconsejan a los niños que actúen
independientemente y que hagan su trabajo bien; poco de ellos apoyan la idea de que la gente
debería reconocer de buena gana la similaridad de unos con otros en términos específicamente
categóricos ( universalismo), mientras que ignoran sus diferencias obvias; es decir, negando en un
sentido su propia individualidad ( especificidad).

La categorización por un lado, es contemplada como algo bueno cuando se contrasta con la
arbitrariedad, con el favoritismo o con el nepotismo y es tomada como algo malo cuando la gente,
la usa para omitir alguna consideración especial o cuando sienten que se pierde su
individualización en el proceso.

El contraste entre el universalismo y la especificidad provocan en la gente una postura de acuerdo

a su posición ideológica o a su interés propio.El universalismo tiene una variedad de significados
aunque no todos claros. Los individuos pueden ser contemplados como miembros de una o más

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categorías, es decir se lo trataría universalisticamente cuando se considera su similitud con otro de
su categoría y aun así recibe trato especial.

La norma de especificidad se confunde fácilmente con el universalismo, a pesar de ser diferentes.

La misma se refiere al alcance del interés de una persona por otra, a la obligación de continuar el
propio interés en una estrecha gama de características y asuntos, o extenderlos para incluir una
amplia gama. Cada persona incluirá lo que considere relevante para cada uno de acuerdo a las
actividades en que estén implicados.

El argumento del autor, es que la escuela contribuye a la aceptación de los niños de estas normas
que influyen en muchas áreas de la vida pública, en forma crítica, porque las experiencias
anteriores a la escuela de los niños en la familia están fuertemente cargadas de un trato especial y
consideración paternal. Por lo tanto, decir que un niño ha adquirido las normas de universalismo
significa que pueden llegar a ser tratados por los otros miembros de categorías , además de ser
tratados como casos especiales , como en la familia.

Categorización:

La escuela proporciona un número de experiencias que las familias no pueden suministrar por las
limitaciones de su composición y estructura social; una de estas experiencias es que no se dan en
la familia es el establecimiento de demarcación sistemática de las categorías de los miembros.
Primero se asigna a todos los alumnos de una clase la misma o similares tareas, los maestros les
hacen afrontar el mismo conjunto de demandas, se enfrentan al mismo maestro y a las
validaciones que imponen. En segundo lugar, la igualdad de edad, crea una condición de
homogeneidad acorde con la etapa de desarrollo: una igualación aproximada de las capacidades
de los niños que hace posible que los profesores asignan tareas similares. En tercer lugar, por
medio del proceso de promoción anual de grado en grado los alumnos cruzan las fronteras que
separan una categoría de edad de otra, con el paso de las sucesivas fronteras llega al conocimiento
de cada categoría de edad-grado, todo está asociado a un particular conjunto de circunstancias
(dificultades, maestros, materias, etc). Además los alumnos aprendan la relación entre las
categorías y como su posición actual se relaciona con las posiciones pasadas y futuras en virtud de
haber experimentado las transiciones. En estas tres vías, el grado (más eficientemente la clase
dentro del grado),homogéneo con respecto a la edad de sus miembros, con límites claramente
marcados, proporciona una base para el agrupamiento categórico que la familia no puede
fácilmente reproducir . Las experiencias de los miembros de un grupo de igual edad hace posible
que los alumnos adquieran una relativa perspectiva, una capacidad de absorber sus propias
circunstancias desde otros puntos de vista, esto les da ventaja para entender el lugar que ocupan.
La escuela proporciona circunstancias para hacer comparaciones entre los alumnos, en términos
categóricos más particulares que lo que lo hace la familia. De este modo aprenden qué diferencias
en las experiencias están subordinadas al principio de categorización.

Personas y posiciones:

Aunque la idea de categorización es central en la norma del universalismo, tiene aspectos

adicionales y derivados. Una es la distinción crucial y muy relevante en las sociedades industriales
entre la persona y la posición social que ocupa. Se espera que los individuos se traten
mutuamente en función de su posición social más que en función de su identidad individual. La

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enseñanza contribuye a la capacidad de hacer la distinción y tiene la obligación de hacerlo;
posibilitando que los alumnos descubran que los diferentes individuos que ocupan una posición
determinada, a menudo actúan de un modo ligado a la posición social, más que las diferencias
personas que lo ocupan. incluso Aunque todos los miembros de una clase dada se encuentren en
la misma circunstancia son iguales en edad y se parecen aproximadamente en las características
sociales, sin embargo, difieren en muchos aspectos como, sexo, raza, religión, etnicidad y
características físicas entre las más obvias. Su situación, por tanto, proporciona la experiencia de
encontrar que a los intereses comunes de las circunstancias compartidas, se les asigna una
prioridad que relega las obvias diferencias personales. El mismo argumento rige para los adultos.
En otras palabras, la enseñanza, permite a los niños distinguir, entre las personas y las posiciones
sociales que ocupan; una capacidad crucialmente importante tanto en la vida ocupacional como la
política.

Especificidad:

La escuela proporciona disposiciones estructurales que orientan a la administración de la norma

de especificidad en menor grado que en la familia. Dado que el número de personas y la
proporción entre adultos y no adultos es mucho mayor en las aulas que en la familia, la escuela
proporciona más agregados sociales con los que los alumnos pueden formar muchas asociaciones
casuales además de su estrecha amistad, en las que no intervienen más que una pequeña
proporción de sí mismos. Tanto el tamaño como la heterogeneidad de los alumnos se incrementan
en cada nivel sucesivo.Las oportunidades para estos contactos sociales, algo fragmentados, se
incrementan y diversifican. Si bien es cierto que los niños a medida que crecen forman relaciones
más específicas con los padres, salvo en la adolescencia, los recursos de la escuela exceden
ampliamente a los de la familia para proporcionar la base social para el establecimiento de
relaciones en las que están invertidos segmentos estrechos de la personalidad.

Igualdad:

Una faceta adicional del universalismo es el principio de igualdad o justicia es cuando los niños
comparan su suerte,sus ganancias y pérdidas, sus recompensas y castigos, privilegios y
responsabilidades con las de otros ; empiezan a expresar en su discurso empezado el término de
igualdad. Comparan sus castigos, si son demasiado severos o sus tareas muy pesadas. Si su
libertad es muy pequeña comparada con la de sus hermanos y amigos etcétera. la naturaleza de
las experiencias familiares y escolares en las que se definen como tales los problemas de igualdad-
desigualdad y en las que los principios subyacentes se asientan en las mentes de los niños. Dentro
de este escenario está regida en grado considerable por las peculiaridades y características
personales de los niños, la edad es una de las más importantes de estas características debido a la
importancia que para el desarrollo tiene la misma; constituyen la base en la función de la cual los
padres se comportan con sus hijos y hermanos. A medida que los niños crecen, sus circunstancias
y la de sus hermanos cambian. La base sobre la que se determinan lo que es justo y lo que no,
también cambia, absoluta y relativamente.

Los problemas que tienen las familias en las cuestiones de establecer la igualdad por edad, no
surge en la escuela, ya que la edad de los alumnos es constante. Los maestros no pueden tratar a
todos los alumnos idénticamente, pero pueden usar esa similitud de edad para establecer tareas

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similares y hacerles entender que todos están en la misma situación. ejemplos de desigualdad son
las notas, ante mismo esfuerzo distinta nota.

La igualdad, significa una valoración comparativa de las propias circunstancias, beneficios y

pérdidas, premios , castigos, derechos y obligaciones , privilegios y responsabilidades. El individuo
debe poder discernir cuando una situación es equitativa para el comparando.

la enseñanza, proporciona a través de las propiedades estructurales de su clase y el tratamiento

del maestro a sus alumnos , oportunidades de hacer comparaciones relevantes para definir las
cuestiones de equidad mucho más efectivamente que la familia.

Una advertencia conceptual:

La escuela a través de sus disposiciones estructurales y de los patrones de comportamiento de los

maestros proporcionan a los alumnos ciertas experiencias que en gran medida, no están
disponibles en otros escenarios sociales y estas experiencias,en virtud de sus características
peculiares, representan condiciones que conducen a la adquisición de normas. Aunque estas
experiencias están disponibles no debería inferirse que esta experiencia contribuye al aprendizaje
de tan sólo las cuatro normas antes nombradas, ya que los alumnos pueden carecer del necesario
apoyo social y psicológico de fuentes exteriores a la escuela o insuficientes recursos exteriores
para hacer frente a la demanda de la enseñanza. Hay razones externas a la escuela y pueden ser
suficientes para interferir, tanto en los resultados instruccionales como los normativos.

Las potencialidades para el éxito y el fracaso son inherentes a las tareas realizadas de acuerdo a
Los criterios del logro. La independencia se manifiesta a sí misma como competencia y autonomía
en algunos alumnos, pero lo hace como una pesada carga de irresponsabilidad e inadecuación en
otros. El tratamiento universalístico representa para algunos alumnos la justicia; para otros la fría
impersonalidad. La especificidad se puede contemplar como una relevancia situacional o una
negligencia social personal.

Esto no quiere decir que sea tan sólo la escuela la institución que pueda producir los cambios
necesarios, pero de las instituciones que tienen alguna pretensión sobre las vidas de los niños y los
adolescentes como: la familia, tarea infantiles, aprendizaje ocupacional, la iglesia, los medios de
comunicación; sólo las escuelas proporcionan las adecuadas, aunque no siempre eficaces,
experiencia y sanciones de tareas y disposiciones para la generalización y especificación de
principios normativos, en muchas esferas de la vida pública.