Mitología Griega y Egipcia

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Mitología Griega y

egipcia.
Mitología Griega:
La mitología nos ayuda con la
realidad y los viejos mitos legitiman los fundamentos de la
cultura. Los mitos que nos llegan del pasado se forjan
también cada día en el presente. Hechos por desgracia
cotidianos, nos traen a la memoria mitos ancestrales. Porque,
cuando una mujer anciana se calienta con la luz de la llama
de una vela y muere entre el frío, la soledad, la obscuridad y
el incendio, el dios Cronos Saturno vuelve a devorar a uno de
sus hijos. Cuando un solo niño se siente en la pobreza y se
avergüenza de su hambre, el dios Cronos insiste en devorar a
sus hijos o cuando una familia es desahuciada por orden de
un banco, de nuevo Cronos devora a su hijo. Lo mismo
ocurre, cuando una mujer africana huyendo, se ahoga
intentando alcanzar nuestras costas, en ese preciso instante
el dios Cronos reanuda su cruel tarea. Pero es que además
de personas, Cronos devora hospitales y universidades,
también escuelas.

¿Pero quién es Cronos? En la mitología griega, Cronos es


hijo de Urano (el cielo) y de Gea (la tierra) que destronó a su
padre y que casado con su hermana Rea, asumió el reino de
los dioses, pero conociendo que estaba destinado a ser
derrocado por uno de sus hijos decidió devorarlos a todos
nada más nacer. Sin embargo, su sexto hijo, Zeus escondido
por su madre, se salvó y tras abrir el vientre de su padre
liberó a sus hermanos y tras una guerra cruel y prolongada
consiguieron definitivamente derrotar a Cronos, más conocido
como Saturno en la mitología romana.
En el antiguo mito registrado por Hesíodo, Crono guardaba
un intenso rencor contra Urano. Este se había ganado la
enemistad de Gea, madre de Crono y los demás Titanes,
debido a que luego de haberlos engendrado, los retenía en el
seno de su madre y no permitía que vieran la luz. Gea creó
una gran hoz de pedernal y reunió a Crono y sus hermanos
para convencerlos de que matasen a Urano. Solo Crono
estuvo dispuesto a cumplir su voluntad, así que Gea le dio la
hoz y le hizo tender una emboscada. Cuando Urano se
encontró con Gea, Crono lo atacó con la hoz y lo castró. De la
sangre que salpicó en la Tierra surgieron los Gigantes, las
Erinias y las Melias. Crono arrojó al mar la hoz y los genitales
amputados de Urano. A su alrededor surgió del miembro una
espuma de la que emergió Afrodita Por esto, Urano juró
venganza y llamó a sus hijos titanes por exceder sus límites y
osar cometer tal acto.
En una versión alternativa de este mito, un Crono más
benévolo derrocó al malvado Titán serpiente Ofión. Al hacerlo
liberó al mundo de su esclavitud y por un tiempo gobernó
justamente.

Tras derrotar a Urano, Crono volvió a encerrar en el tártaro a


los Hecatónquiros y los Cíclopes, a quienes temía, y los dejó
bajo la custodia de la monstruosa carcelera Campe. Subió al
trono junto a su hermana Rea como reyes de los dioses. Esta
época del reinado de Crono se denominó la edad dorada,
pues la gente de entonces no necesitaba leyes ni reglas:
todos hacían lo correcto y no existía la inmoralidad.

Crono supo de Gea que estaba destinado a ser derrocado por


uno de sus propios hijos, como él había derrotado a su padre.
Por ello, aunque fue padre con Rea de los dioses Deméter,
Hera, Hades, Hestia y Poseidón, se los tragaba tan pronto
como nacían. Cuando iba a nacer su sexto hijo, Zeus, Rea
pidió a Gea que pensara un plan para salvarlos y que así
finalmente Crono tuviese el justo castigo a sus actos contra
su padre y sus propios hijos. Rea dio a luz en secreto a Zeus
en la isla de Creta y entregó a Crono una piedra envuelta en
pañales, también conocida como Ónfalos, que este tragó
enseguida sin desconfiar creyendo que era su hijo.
Rea mantuvo oculto a Zeus en una cueva del monte Ida en
Creta. Según algunas versiones de la historia, Zeus fue
criado por una cabra llamada Amaltea, mientras una
compañía de Curetes o Coribantes, bailarines armados,
gritaban y daban palmadas para hacer ruido y que así Crono
no oyese los llantos del niño. En otras versiones Amaltea no
era una cabra sino una ninfa, y colgó la cuna de Zeus en un
árbol, de forma que quedara suspendido entre la tierra, el mar
y el cielo (sobre los que gobernaba su padre, Crono). Incluso
en otras versiones, Zeus era criado por su abuela Gea; por
una ninfa llamada Cinosura, a quien en agradecimiento Zeus
subió entre las estrellas tras su muerte; o por Melisa, hija de
Meliseo, rey de Creta que junto a sus hermanas Ida y
Amaltea escondieron al pequeño Zeus en una caverna del
monte Ida, en la Isla de Creta y lo alimentaron con miel y la
leche de Amaltea.

Cuando creció, Zeus usó un veneno que le dio Gea para


obligar a Crono a regurgitar el contenido de su estómago en
orden inverso: primero la piedra, que se la dejó a Pitón bajo
las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales,
y después al resto de sus hermanos. En algunas versiones,
Metis le daba a Crono un emético para obligarle a vomitar los
niños, y en otras Zeus abría el estómago de Crono. Tras
liberar a sus hermanos, Zeus liberó del tártaro a los
Hecatónquiros y los Cíclopes, quienes forjaron para él sus
rayos, el tridente para Poseidón y el casco de invisibilidad
para Hades. En una gran guerra llamada la Titanomaquia,
Zeus y sus hermanos y hermanas derrocaron con la ayuda de
los Hecatónquiros y los Cíclopes a Crono y a los otros
Titanes. Tras esto, muchos de ellos fueron encerrados en el
tártaro, si bien otros no (como Rea, Metis, Epimeteo,
Menecio, Hécate, Océano y Prometeo entre otros cuantos).
Gea engendró al monstruo Tifón para vengar a los
encarcelados Titanes, pero Zeus terminaría venciéndolo.
Los relatos sobre el destino de Crono tras la Titanomaquia
difieren. En la tradición homérica y hesiódica, fue encarcelado
con los demás Titanes en el tártaro una interpolación en
Trabajos y días indica que Crono fue luego liberado por
voluntad de Zeus, y que desde entonces fue rey de las islas
de los Bienaventurados.21 Píndaro muestra la influencia de
esta versión en algunos versos.22
En una versión libia relatada por Diodoro Sículo (siglo I a. C.),
se dice que Crono o Saturno, hijo de Urano y Titea —que,
según esta versión, inicialmente era mortal y posteriormente
fue divinizada con el nombre de Gea—, reinó sobre Italia,
Sicilia y el Norte de África. Diodoro cita como evidencia los
picos de Sicilia que su época eran llamados Cronia. Crono,
junto a los Titanes, luchó y terminó derrotando a su hermano
Júpiter, que reinaba en Creta, y a su cuñado Hamón, que
reinaba en Nisa, una isla del río Tritón, en algún lugar de
África. Crono tomó a su hermana Rea de Hamón para que
fuera su propia esposa. A su vez, Crono fue derrotado por
Baco o Dioniso, el hijo de Hamón, quien designó al hijo de
Crono y Rea, Júpiter Olimpo, gobernante de Egipto. Baco y
Júpiter Olimpo unieron entonces sus fuerzas para derrotar a
los Titanes que quedaban en Creta, y a la muerte de Baco,
Júpiter Olimpo heredó todos los reinos, convirtiéndose en
señor del mundo.23

Crono es nombrado en los Oráculos sibilinos, particularmente


en el libro III, donde Crono, Titán y Jápeto, los tres hijos de
Urano y Gea, reciben cada uno un tercio de la Tierra, y Crono
es nombrado rey de todos. Tras la muerte de Urano, los hijos
de Titán intentaron destruir a la descendencia masculina de
Crono y Rea tan pronto como nacían, pero en Dódona Rea
dio a luz en secreto a sus hijos Zeus, Poseidón y Hades,
enviándolos a Frigia para ser criados al cuidado de tres
cretenses. Tras saber esto, sesenta hombres de Titán
encarcelaron a Crono y Rea, provocando que sus hijos
declarasen y libraran la primera de todas las guerras contra
ellos. Esta versión no menciona nada de la muerte de Urano
a manos de Crono o del intento de matar a sus hijos.
Mitología Egipcia:
Según el mito heliopolitano, en el principio del tiempo tan sólo
existían inmensas masas de aguas turbias cubiertas por
absolutas tinieblas, una oscuridad que no era la noche, pues
ésta no había sido creada todavía, era el océano infinito
conocido por los egipcios como el océano primordial Nun, que
contenía todos los elementos del cosmos. Pero aun así no
existían ni el Cielo ni la Tierra, tanto los hombres como los
dioses aún no habían sido creados. No había vida ni muerte.
El espíritu del mundo se hallaba disperso en un caos
inmenso, hasta que, tomando conciencia se llamó a sí mismo;
así nació el dios Ra el dios del Sol.

Ra estaba solo; así que decidió crear de su aliento a Shu (el


viento), y de su saliva según la mitología creó a Tefnut (La
humedad), y les ordenó que viviesen al otro extremo del Nun.
Después Ra hizo emerger un espacio seco donde pudiese
descansar; a aquel espacio seco le llamó tierra, y a la Tierra
que emergió le llamó Egipto. Y como surgió de las aguas,
viviría gracias a éstas; así que hizo que las aguas estuviesen
en la Tierra; así nació el Río Nilo.

Ra fue creando la vegetación y los seres vivos a partir del


Nun para llenar el vacío de la Tierra. Entre tanto, Shu y Tefnut
tuvieron dos hijos, a los que llamaron Geb (El dios de la
Tierra) y Nut (La diosa del Cielo). Geb y Nut se casaron; así,
el cielo yacía sobre la tierra, copulando con el. Shu, celoso,
los maldijo y los separó sosteniendo al cielo sobre su cabeza
y sus hombros, y sujetando a la tierra con sus pies. Otras
versiones cuentan que al estar Geb y Nut juntos el cielo y la
tierra estaban unidos sin dejar espacio para la creación del
dios Amón Ra, así que este le pidió a Shu que separara a sus
hijos sosteniendo a Nut sobre su cabeza y sus hombros,
desde aquel momento el viento yacía en medio del cielo y la
tierra; aun así, Shu no pudo impedir que Nut tuviera hijas, las
estrellas, así dando origen a la bóveda celeste.

Sin tener conocimiento alguno de lo ocurrido con Geb y Nut,


Ra había enviado a uno de sus ojos a buscar a Shu y Tefnut
para que le dijese lo ocurrido. Pero cuando el ojo regresó sin
obtener lo que buscaba, otro ojo había ocupado su lugar. El
primer ojo comenzó a llorar, hasta que Amón Ra lo colocó en
su frente, creando así al Sol. De las lágrimas de aquel ojo que
cayeron a la tierra nacieron los primeros hombres y las
primeras mujeres, que poblaron la tierra de Egipto.

Todas las mañanas, Amón Ra recorría el cielo en una barca


que flotaba sobre Nut, que ya cubría el cosmos dividiéndose
en las aguas sobre el firmamento, y las aguas del abismo.
Aquella barca de Amón Ra viajaba por el cielo transportando
al Sol, iluminando así a la Tierra por un periodo de tiempo de
doce horas hecho por los egipcios. Cada noche, Nut se
tragaba él sol, pero éste se regeneraría la mañana siguiente,
y Ra continuaba su viaje por la Duat, el equivalente del
Infierno egipcio, dónde debía cruzar por doce puertas, una
por cada hora de la noche, éstas estaban custodiadas por la
serpiente enemiga de Amón Ra, Apep (O Apofis en griego) la
serpiente, cuyo objetivo era acabar con el sol, Ho la Maat (El
orden cósmico) si atravesaba la Duat, volvía a nacer de Nut el
sol, y Amón Ra lo volvía a transportar por el cielo durante
otras doce horas, dando origen a un nuevo día.
Los egipcios consideraban a los gatos como manifestaciones
de la diosa Bastet y, cuenta la leyenda, que Egipto se rindió
ante los persas cuando estos portaron gatos en sus escudos,
ya que los persas sabían que los egipcios eran capaces de
rendirse antes de lastimar a algún gato. Sekhmet se
representa generalmente con la cabeza de un león y el
cuerpo de una mujer hermosa. Los leones eran bestias muy
poderosas en el sur de Egipto. Como la diosa más poderosa
del Bajo Egipto, Sekhmet era vista como poseedor de la
fuerza y el poder del león, Bastet y Sekhmet.

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