Arte Musical en El Salvador
Arte Musical en El Salvador
Arte Musical en El Salvador
hueso.
SIGLO XIX
1841 nacen las bandas militares
Uno de los primeros músicos centroamericanos fue:
José Escolástico Andrino: (Guatemala, ca. 1817; San Salvador, 1862) es un
compositor, violinista y escritor de Guatemala. José Escolástico Andrino estudió
violín y composición con su hermano mayor, el virtuoso del violín Máximo Andrino.
Después de completar su formación se trasladó a La Habana, Cuba, donde fue
violinista en la orquesta del Teatro de Tacón. Volvió a Guatemala y hacia 1845 se
radicó en San Salvador, El Salvador. Aquí fue organista de catedral y maestro de
violín, y más tarde incluso llegó a funcionario del gobierno local salvadoreño.
Andrino es el primer compositor centroamericano de quien se conoce una obra
concertante para instrumento solista y orquesta, en este caso un juego de
variaciones sobre un tema propio. Como compositor, Andrino se caracteriza por el
dominio del estilo de los períodos clásico y romántico temprano, mientras que sus
villancicos presentan influencias de la música folklórica de Guatemala.
Otro músico que surgió en este siglo fue el salvadoreño:
Rafael Olmedo Artiga: fue uno de los músicos mas importantes a nivel nacional e
internacional con los que ha contado El Salvador en los últimos años.
Compositor y violinista reconocido a nivel internacional, nació en San José
Guayabal el 12 de marzo de 1837, hijo de don Manuel Trinidad Olmedo y doña
Juliana Artiga. Estudio en la escuela Nacional de Música de San Salvador, en el
instrumento en el que se especializo fue el violín.
Con la llegada de Gerardo Barrios surgen las danzas de salón los teatros que
reúne a las elites y gente culta para bailar. Barrios visitaba seguido la ciudad de
San Miguel, donde asistía a bailes y recepciones; es durante estos bailes y
recepciones donde conoce a la señorita Adelaida Guzmán Saldos con quien
contrae matrimonio.
La música que influencio en El Salvador fue el romanticismo europeo.
Nacen los siguientes géneros musicales:
Música Marcial (Bandas militares).
Música de concierto.
Música ritual indígena (cofradías, fiestas patronales, historiantes).
Los instrumentos más populares del siglo 19 fueron el violín y piano.
SIGLO XX
Surge la Escuela de música salvadoreña, así como también la influencia de
Alemania e Italia.
Directores más famosos:
Banda Supremos Poderes (1841-1915)
Juan Aberle (1915), italiano compuso la Música del Himno Nacional.
Paul Muller (1922), alemán: exige a los músicos la ejecución de
instrumentos de cuerda como de viento.
Richard Hüttenrauch (1930-1936) alemán: Director Europeo de orquesta.
Cesare Perotti (1936-1941) italiano.
Alejandro Muñoz Ciudad Real: primer director músico salvadoreño, estudio
en Roma e introdujo a los rusos.
Nacen las Academias privadas de música así como también nace la Radio
Nacional inicialmente con sus siglas AQM que significa el nombre del presidente
de esa época llamado Alfonso Quiñonez Molina, en su programación podíamos
escuchar música Cubana, colombiana y mexicana con géneros como el mambo,
tango y bolero.
La primera orquesta en el país que fusiono todo fue Orquesta Verdi (1907)
Otras orquestas creadas en esos años fueron:
Orquesta Lirica Vicentina (1912)
Orquesta Lita Mia (1960)
Orquesta Internacional
Marimba Orquesta Atlacath
Lito Barrientos: fue un músico salvadoreño que fue a estudiar música a Colombia
y gano premio y así entro la Cumbia a El Salvador. Surgen las Academias
especializadas de música.
Francisco López Navarro: fue un director y violinista vicentino.
Domingo Santos: director Escuela de Música.
1950
Viene un Rumano llamado Ion Cobicec; y fundan la Academia de música trayendo
materias y diplomados especializados en música.
Era el mes de agosto de 1950, prepara base en ese entonces la Temporada de
Opera auspiciada por el Supremo Gobierno y Don Rodolfo Goldschmidt, en ese
mismo año había sido contratado por el Ministerio de Cultura el artista rumano Ion
Cubicec, para ocupar una cátedra de armonía, contrapunto y composición en la
Escuela de Música. Sabedores los señores organizadores de la Temporada de
Opera, de la existencia del señor Cubicec y conociendo sus buenas referencias
como Director Sinfónico y de coros, se aprovecho esta oportunidad haciéndole
una invitación para que ensayara los coros de la operas: Fausto, Aida y Haensel y
Gretel.
Después de haber presentado con bastante éxito la temporada, el señor Cubicec,
vio que con un poco de esfuerzo se podía hacer en El Salvador un Coro Nacional
permanente y demostrando un entusiasmo sorprendente, incito a los pocos
aficionados que asistían a esas representaciones para formar un coro que fuera el
orgullo del país. Así fue que el nueve de Septiembre de ese mismo año, reunidos
por primera vez en el local del Jardín de Niños "Decroly" se fundó el llamado por
aquel tiempo CORO NACIONAL integrado por 30 personas, hombres y mujeres de
distintas edades.
1970-1982
Tradicional / Folclore / Indígena
María Mendoza de Baratta (Compositora) Cuscatlán típico: Pianista,
Musicóloga, Precursora del folklore cuscatleco. Nació en San Salvador, El
Salvador, el 27 de febrero de 1890 y murió en la misma ciudad el 4 de junio de
1978. Fueron sus padres el doctor José Ángel Mendoza y doña María García de
Mendoza, conocida pianista de su tiempo.
Morena Celarie (Baile): Morena Celarié (barrio San José, San Salvador, 20 de
abril de 1922 - Puerta del Diablo, Panchimalco, 22 de abril de 1972) fue una
bailarina salvadoreña de danza folclórica.
Pancho Lara (El Carbonero): Francisco Antonio Lara Hernández, popularmente
conocido como "Pancho Lara" (n. Santa Ana, El Salvador; 3 de diciembre de 1900
- San Salvador, El Salvador; 5 de mayo de 1989) fue un músico y compositor
salvadoreño
En 1926 compró su primera guitarra y junto con un grupo de amigos, vecinos de
San Jacinto, formó la marimba “Chinteña”, fue así como continuo con la creación
de sus canciones.
Paquito Palavachini: Francisco "Paquito" Palaviccini (Santa Ana, 28 de febrero
de 1912-San Salvador, 24 de febrero de 1996) fue un compositor y cantante
salvadoreño, conocido también como Paquito Palaviccini. En reconocimiento a su
carrera musical, fue nombrado, Hijo Meritísimo de El Salvador, en 1992, por la
honorable asamblea legislativa de El Salvador.
Palaviccini creó el ritmo del XUC, inspirado en la música autóctona salvadoreña.
Sus composiciones más célebres: Adentro Cojutepeque, El Xuc, El Carnaval en
San Miguel, Santa Ana mía, El Café de mi tierra, Usulután, Cocotero Sonsonateco.
1990
Grupo Adrenalina: La banda Adrenalina nace en el año 1992 en los pasillos de la
escuela Alemana, la música se convierte en su pasión y el grupo empieza a
ensayar de manera regular “con el permiso de los profes”. Adrenalina se
convertiría luego en el grupo de rock más importante de la década de los noventa.
Entre sus primeros integrantes estaban Aarón Starkman, en el bajo, y Carlos
Walter, en la guitarra. Carlos cuenta que sus influencias eran The Doors, Jimmy
Hendrix, Eric Clapton, The Police, U2 y Tesla. Luego Aarón y Carlos reclutan a
Moisés Anaya para que se haga cargo de la guitarra, en ese momento el grupo
comienza a tocar en el bar La Luna, Casa y Arte.
La Pepa: La pepa fue una banda de El Salvador, fundada en el 1999 por el bajista
Ivan Patino. La alineacion original es conformada por Ivan Patino en Bajo, Cesar
Magana en la voz, Juan Gómez y Edwin Ruiz en las guitarras y Sandro Valladares
en Batería. En el 2002 La pepa lanzo su primer disco HASTA CUANDO? en el
cual la banda muestra su nueva alineación musical agregando a Octavio Salman
después la lamentable muerte de Sandro Valladares, y también la salida del
guitarrista Edwin Ruis. Este disco es editado de forma independiente pero luego
lanzado bajo el sello Mexicano Vaquita Records (ludell records) en México DF.
Este disco marca la primera etapa de esta banda salvadoreña. Luego a la salida
de Octavio Salman, llega Juan Carlos Chavarria grabando el segundo disco
titulado INSTINTO. Esta producción nunca fue lanzada debido a la abrupta
disolución de la banda en el 2004.
Los Redd: R.E.D.D. es una banda salvadoreña de Rock Latino y de Ska2 que
publicó su primer disco en el 1996,2 el líder de la banda es Diego Selva (bajo).
La banda comenzó en 1992 con dos hermanos (Diego y Luis Selva) que se
agruparon con algunos amigos y empezaron a hacer covers de diversas bandas
como: Sex Pistols, Ramones y The Rolling Stones, su primer álbum fue editado en
inglés llamado Losers of the eleven (1996), un disco que hablaba más que todo
sobre ecología1 con su sencillo Sweet Summer Love.
Hasta que se declara la República de El Salvador en 1841 se registran iniciativas
para la institucionalización de la música, como es el caso de la fundación de la
primera banda marcial, que estaría dirigida por músicos europeos y se convertiría
en Banda de los Supremos Poderes en el siglo XX. Años después, por iniciativa
del Obispo Viteri y Ungo, llegó al país el violinista guatemalteco José Escolástico
Andrino para fundar la primera escuela de música (1845) y la primera orquesta
sinfónica, conocida como Sección Filarmónica (1847). Andrino escribe las
primeras sinfonías salvadoreñas y forma virtuosos como el violinista Rafael
Olmedo. El segundo momento de impulso a la música se dio bajo la
administración del general Gerardo Barrios (1859-1863), quien estimuló la
creación de bandas regimentales en distintos puntos del país al asignar un rubro
especial en el presupuesto de la nación para estas agrupaciones. El repertorio,
generalmente constituido por danzas de salón y marchas, atrajo públicos diversos
a las plazas de las principales ciudades. El último cuarto de siglo marca un tercer
período5 que inicia con la fundación de las sociedades filarmónicas de San
Salvador (1875) y de San Vicente (1858). La capital ostentaba una intensa vida de
concierto con las bandas militares como su oferta más popular y con las veladas
para la sociedad ilustrada que, entre recitales de canto y poesía, llenaban las
escenas del Teatro Nacional y del Teatro Colón.
El siglo XIX está marcado por las preferencias estéticas del público salvadoreño
hacia el Romanticismo musical europeo, que ponderaba el mundo emotivo del
artista. En particular, la afición local se inclinaba por la ópera. La enseñanza
musical especializada, a pesar de iniciativas encomiables, no consolidó un
esfuerzo continuo y sistematizado que proveyera el nivel académico para la
formación de compositores; sin embargo, se observan buenos resultados en la
formación de instrumentistas por parte de maestros como Andrino, Aberle y Goré.
Hay que decir que este juicio deriva únicamente de las críticas periodísticas y que
la interpretación musical solo puede valorarse a partir de una fuente sonora que
permita el análisis comparativo de la ejecución con la partitura original. La
composición de música salvadoreña sentó sus bases en el siglo XIX, pero, a
diferencia de países como México, Cuba o Brasil, distaba aún de incorporar
rasgos propios que le distinguieran del modelo europeo. Se observa una presencia
constante de mujeres en la ejecución del piano y en instrumentos de cuerdas
frotadas y pulsadas, así como en el canto y la composición de formas menores.
Se distinguen tres áreas principales de producción musical decimonónica:
La música marcial, propia de las bandas militares, cuyo repertorio abarcaba
marchas, danzas, oberturas y fantasías de ópera.
La música de concierto, que despuntó con la orquesta de Escolástico
Andrino, y que incluyó presentaciones de solistas, grupos de cámara,
bandas y orquestas sinfónicas en veladas de teatros y residencias
particulares.
La música ritual indígena, que mantuvo una fuerte presencia en todo el
territorio nacional en sincretismo con el santoral y las festividades de la
Iglesia católica.
SOCIEDADES ORQUESTALES
El movimiento orquestal tuvo un segundo frente en la Sociedad Orquestal
Salvadoreña dirigida por el italiano Antonio Gianolli. Este músico arribó al país con
la Compañía Lombardi que perdió sus posesiones en el incendio del Teatro
Nacional acaecido en 1910. Mientras una parte de su elenco abandonó el país,
Gianolli decidió quedarse y dirigir esta orquesta que, entre 1912 y 1930, desarrolló
una intensa actividad de concierto. En ocasiones compartía escenario con la
Banda y Orquesta de los Supremos Poderes. Sus invitados eran los mejores
solistas y directores, como la pianista Ángela García Peña, el violinista Francisco
López Navarro, Juan Aberle y Ciriaco Alas.
Otra agrupación sinfónica surgió en la década de 1940 supliendo el vacío de la
orquesta de Gianolli y alcanzó grandes vuelos artísticos con repertorios e
iniciativas innovadoras. Esta fue la Orquesta Sinfónica Salvadoreña dirigida por
Humberto Pacas, quien había estudiado violín y piano en los conservatorios de
Guatemala y México. La gestión y financiamiento de este conjunto fue garantizado
por la Sociedad Patrocinadora de la Orquesta Sinfónica Salvadoreña cuyos
directivos, además de su poder económico, se destacaron como activistas del
desarrollo artístico del país: Orlando de Sola, Mema Dueñas y Rodolfo
Goldschmidt, entre otros.
El trabajo de la Orquesta Sinfónica Salvadoreña abarcó varios campos además de
las temporadas de concierto. También realizó los primeros conciertos didácticos
para público infantil que se conocen en la historia salvadoreña. La Sociedad
Patrocinadora desarrolló paralelamente a la orquesta un programa de recitales con
virtuosos de renombre internacional como los violinistas Yehudi Menuhim,
Ruggiero Ricci, el guitarrista Andrés Segovia, el violonchelista Ricardo Odnoposoff
y el pianista Claudio Arrau.
Entre las tres agrupaciones La Banda y Orquesta de los Supremos Poderes, la
Sociedad Orquestal Salvadoreña y la Orquesta Sinfónica Salvadoreña sostuvieron
la actividad sinfónica durante la primera mitad del siglo XX. Dos de ellas, con el
soporte financiero de las asociaciones civiles, y una, perteneciente al estado y por
ello más estable, subsistirían hasta la actualidad, aunque con cambios ostensibles.
LA MÚSICA POPULAR
En este período surgen formas y soportes para la producción y transmisión de la
música que generaron una audición masiva de la misma, contribuyendo al
posicionamiento de nuevos géneros populares. La transmisión radial y la
comercialización de discos propiciaron la difusión e influencia musical de Cuba,
Colombia y también de México.
En El Salvador de principios de siglo predominaron dos tipos de formación
musical: los grupos de cuerda frotada y los conjuntos mixtos de marimba. Las
danzas de salón (valses, mazurcas, pasodobles, etc.) continuaban como repertorio
obligado de los primeros; las marimbas, por su parte, incorporaron gradualmente
otros instrumentos para ajustarse al modelo orquestal de la Sonora Matancera, la
Orquesta de Dámaso Pérez Prado y otras que pusieron de moda el tango, el
mambo y el bolero.
En la ciudad de San Vicente dos conjuntos de cuerda abrieron el siglo, la orquesta
Verdi creada en 1907 y la Orquesta Lírica Vicentina creada en 1912 bajo la
dirección de Octavio Miranda. A finales de la década del veinte, la rivalidad entre
ambas concluyó con su fusión en la Orquesta Verdi Lírica Vicentina. Para la
década de 1960, cuando esta orquesta grabó el LP «Lita mía», ya se había
reducido a diez músicos, pero mantenía el repertorio de danzas de salón de
autores nacionales.
Las agrupaciones generadas por las marimbas que adquirieron mayor popularidad
en el país fueron la Orquesta de Lito Barrientos y la Orquesta Internacional Polío
que, junto a otras, realizaban giras por Centro y Sudamérica, llegando incluso a
Europa, como es el caso de la Marimba Orquesta Atlacatl. En otros países, las
orquestas salvadoreñas presentaron conciertos, grabaron discos y algunas
ganaron premios como el «Congo de oro» del Festival de Barranquilla, obtenido
por Lito Barrientos y su grupo.
FORMACIÓN Y CREACIÓN
Aunque hay datos escasos sobre la enseñanza especializada de la música en esa
época, se conoce que la escuela de música dirigida por Juan Aberle en 1901 con
sede en el teatro Nacional, cedió la dirección al violinista vicentino Francisco
López Navarro en 1911. Años después, el presidente Pío Romero Bosque contrató
un grupo de músicos italianos para convertir la escuela en conservatorio, proyecto
fallido al parecer por falta de recursos lo que obligó a los italianos a buscar
mejores oportunidades en Guatemala. Solo los hermanos Perotti permanecieron
en el país: Cesare tomó las riendas de la Banda de los Supremos Poderes y
Emiliano continuó al frente de la escuela hasta 1931 cuando otro vicentino célebre,
Domingo Santos, asumió la dirección a su llegada de Roma donde realizó estudios
de composición. Con la incorporación de Santos y su equipo, formado por la
pianista Natalia Ramos, el violinista Juan Amaya y el contrabajista Cecilio Orellana
entre otros, se introdujo el estudio de la armonía, la instrumentación y el piano,
además el plan de estudios contó con un diseño más integral y con peso teórico.
Por otra parte, los espacios privados y las clases particulares de música
proliferaron; las escuelas de canto del tenor Fernando Meléndez del Valle, la de
Humberto Pacas y la dirigida por Pedro Guillén en Santa Tecla eran algunas de
las más cotizadas. Ángela García Peña, los hermanos López Navarro (Francisco y
José), Adriano La Rosa, Antonio Gianolli y otros músicos locales y extranjeros
presentaban sus alumnos en los teatros Colón, Nacional y Apolo.
El único músico que recibió formación profesional en el campo de la composición
en la primera mitad del siglo fue Domingo Santos, con excepción de los europeos
residentes como Juan Aberle, Antonio Gianolli y Adriano la Rosa. Con estudios en
el Instituto Nacional de Música de Roma, Santos produjo obra de factura orquestal
impecable que abarca obra sinfónica, de banda, piezas para solista y otras
escritas bajo los principios del Romanticismo italiano. Los demás compositores
realizaron estudios musicales, mas no especializados en composición. La gran
mayoría no tuvo acceso a procesos formativos completos, lo que justifica su
inclinación por las pequeñas formas, como sus homólogos del siglo XIX.
MÚSICAS TRADICIONALES
Después del momento álgido de valoración de las expresiones musicales
indígenas y tradicionales gracias a la actividad desarrollada por María de Baratta,
el tratamiento del tema folclórico dio un giro. El trabajo de Baratta se valora por ser
un registro escrito y fotográfico de la música de algunos pueblos indígenas del
territorio salvadoreño, aunque su notación (transcripción de la música al
pentagrama) adoleció de las limitaciones propias de quien aproxima la expresión
original a los parámetros de la escritura musical tradicional. Pero, aun así, la
manifestación que Baratta expuso y difundió con sus escritos y acciones era la
materia prima, la creación original de los indígenas. Lamentablemente, el aprecio
por esa expresión original decayó ante las múltiples estilizaciones folclóricas y
piezas costumbristas que poblaron las aulas escolares, los actos oficiales y otros
eventos. Las canciones de Cándido Flamenco (La suaca), Lito Barrientos (Son
guanaco), Lidia Villavicencio Olano (Día de la cruz), Pancho Lara (El carbonero),
Francisco Palaviccini (Adentro, Cojutepeque) y de la misma María de Baratta (Can
calagui tunal), algunas de ellas coreografiadas por la bailarina Morena Celarié, se
convirtieron en el único referente de la música local que conocieron los escolares
salvadoreños de la segunda mitad del siglo xx. Esto generó desconocimiento
sobre todos los demás géneros y sobre el aporte musical de los pueblos
originarios.
Las décadas de 1970 y 1980 trajeron una revaloración de la expresión tradicional
y originaria, que focalizó los problemas sociales de los indígenas y de las
comunidades rurales, y recreó sus contenidos musicales en canciones originales y
arreglos del folclore local y andino. Es el caso de bandas como Mahucutah,
Tepehuani, Yolocamba I Ta y Güinama. El boom del activismo cultural de la
década de 1990 también afectó las expresiones musicales de pueblos originarios y
músicas tradicionales en general. Se realizaron festivales y encuentros en distintos
puntos del país organizados generalmente por la red de Casas de la Cultura de
CONCULTURA (ahora Secretaría de Cultura de la Presidencia). Las fiestas
patronales adquirieron una mayor promoción tanto desde el Estado, como por
parte de los comités de apoyo de las Casas de la Cultura, atrayendo la mirada de
locales, extranjeros y de salvadoreños residentes en el exterior. La prensa escrita
y los programas relacionados con el tema cultural pasaron a calendarizar y difundir
esas y otras festividades. Con ello, el interés por lo autóctono y el folclore permeó
la vida cultural capitalina trayendo a las fiestas agostinas, actos oficiales y otros
eventos, las expresiones y creaciones artesanales tradicionales.
No obstante, la aparente atención del gobierno y de la sociedad por las
expresiones culturales originarias y tradicionales, se descuidaron los procesos de
transmisión de las antiguas expresiones y poco se abonó al fortalecimiento de las
aún existentes. Todo esto, aunado a la emigración, al empobrecimiento y la
intolerancia de muchas iglesias hacia el legado cultural de los pueblos indígenas,
minó la participación, generó apatías y debilitó su papel cohesionador e identitario.
TRANSMISIONES MUSICALES
Los medios de comunicación como la radio y la televisión jugaron un importante
papel en la difusión y conocimiento masivo de los artistas nacionales. Desde la
apertura de la AQM en 1923, la emisora estatal experimentó numerosas
transformaciones que cambiaron su nombre, mejoraron su proyección y que
también atentaron contra la libertad de expresión, como sucedió durante la
dictadura de Maximiliano Hernández Martínez. Para 1944 existían siete emisoras
de radio; la siguiente década es considerada por David Rivas como la «época de
oro» de la radio en El Salvador. Junto a la transmisión de radionovelas y
comedias, se crearon programas musicales de música clásica y popular
conducidos por renombrados artistas como el violoncelista Nicolás Arene y el
cantante Eduardo Fuentes. La YSP La Voz de Cuscatlán introdujo el programa
Centroamérica Infantil conducido por Pancho Lara; la YSR transmitía conciertos
de las orquestas de Lito Barrientos y la Barahona; YSHQ La Voz del Progreso y
YSAX La Voz Panamericana abrieron espacio a la música clásica. Algunos de los
patrocinadores más fuertes fueron CAESS con su programa Concierto de K-Listo
Kiovatio, Cerveza Pílsener con la transmisión en vivo de conciertos desde el bar
Lutecia, la productora de lácteos La Diadema, patrocinadora de conciertos de la
Orquesta de los Hermanos Polío. Según Daniel Rivas, la crisis que vivió el sector
radial en los años sesenta se debió principalmente a la crisis económica de finales
de los cincuenta y al surgimiento de la televisión, lo que generó el despido de los
elencos dramáticos y orquestas, además del cierre de programas en vivo que
fueron sustituidos por enlatados extranjeros (Rivas, 2007). No obstante, la radio
creció hasta alcanzar 61 estaciones en 1965: destacan Radio Popular, Radio
Femenina y Radio Continental, que después se convirtió en Radio Clásica,
emisora especializada en el género académico. Rivas afirma que en esta década
comenzó la especialización de las emisoras que se dedicaron a franjas
poblacionales específicas y, además, la consolidación de grupos radiales como
Radio Cadena Sonora, Circuito YSR, Radio Cadena Universal y de gremios como
la Asociación Salvadoreña de Radiodifusores (ASDER), fundada en 1964.
Por su parte, la transmisión televisiva comenzó en El Salvador por iniciativa del
sector privado cuando Boris Esersky fundó el canal el 6 en 1956; le siguieron el
canal 4 en 1959 y el 2 en 1965. En esta etapa se abrieron espacios para artistas
nacionales como Eduardo Fuentes y Doris Elizabeth en Televariedades Pílsener, y
también para los clásicos en Concierto, programa conducido por el violoncelista
Nicolás Arene. Es hasta 1972 que surgen las primeras estaciones de televisión
educativa, los canales estatales 8 y 10. La producción de programas educativos
dio oportunidad de contratar compositores y músicos para ilustrar y amenizar la
programación, así como artistas escénicos y de la plástica.
2. Música religiosa: para algunos podría ser extraño que este género sea
parte de la música típica de El Salvador. En este territorio, las creencias
espirituales tienen un significado importante, incluso desde la época de la
colonia. Si quieres dejarte llevar por melodías religiosas, podes disfrutarlas
en iglesias como la que está en el Paseo del Carmen, Santa Tecla y
también en la impresionante catedral del centro histórico, dos bonitos
lugares en San Salvador. Esta música es entonada por coros de sopranos y
tenores o interpretadas por organistas dedicados; por lo que apreciar este
arte es apreciar la música en vivo de San Salvador.
4. Salsa: al igual que el género del tango, la salsa es una música tradicional
muy intensa y emocional, que evoca romanticismo y alegría. Tiene sus
orígenes igualmente en el Caribe, pero aquí, como la cumbia, ha adquirido
un sabor melodioso muy especial al formar parte de la música típica de El
Salvador. La salsa se caracteriza por su fina instrumentalización, por su
ritmo inconfundiblemente latino y por ser música particularmente bailable. Si
vas a algún club en la Zona Rosa, en la calle de Istmania o en el paseo El
Carmen en Santa Tecla, puedes gozar los pasos emocionantes de la salsa,
donde puedes disfrutar de música en vivo en San Salvador.
4. Alfredo José y La Colección: su éxito “El botecito” sólo es uno de los hits
de este conjunto salvadoreño que brilla en cada una de sus presentaciones
con su pegajoso merengue. Además de sus más de 22 años de trayectoria
artística, son sus conciertos los que más cautivan al público, gracias a la
interacción con los fans, quienes reciben su dosis de “medicina”.
5. Salsalvador All Stars: la salsa no para” es una de las frases que sigue
esta orquesta, una de las más importantes del género en Centroamérica.
Para este diciembre la audiencia puede disfrutar de sus temas, entre estos
“Cúrame con salsa”, “Cantante enamorado” y “Cómo duele”, sin olvidar su
versión de “Hacer nuestro el universo”.
9. Teffy España y sus Bellas Indomables: mucho ritmo y mucha curva hay
en este conjunto conformado por sensuales chicas, ellas siguen
promocionando su más reciente material musical “Tu boquita”, puedes ver
el video en Youtube.
10. Jhosse Lora y Jhosse Lora Jr: junto a la orquesta Salvadoreñísima, padre
e hijo interpretan temas de Jhosse Lora, sin olvidar las nuevas canciones
que gustan al hermano lejano.
1. Radio EXA FM
Escúchala en línea: http://www.miradio.com.sv/
En el dial: 91.3 FM
Radio EXA FM es una de las radios del Grupo Radio Corporación, una empresa
que agrupa a seis de las radios más importantes de todo El Salvador. En el caso
de EXA FM, es una de las radios más populares entre la juventud salvadoreña,
siendo una de las más escuchadas en todo el país.
La clave está en la variedad de su programación, la cual agrupa la música más
popular del momento, además de franjas juveniles y programas de interés para los
de corazón y espíritu aún joven.
Tiene un completo staff de locutores con experiencia en los medios y quienes
poseen una gran popularidad, lo que le da un plus a la radio para convertirse,
desde hace algunos años, como la más popular en El Salvador.
2. VOX FM
Escúchala en Línea: http://www.voxfm.com/
En el dial: 94.5 FM
Nacida en 1996 y con más de 20 de años programando la mejor música y más
variada programación, Radio VOX FM es la otra radio más importante de El
Salvador, producto de su tradición y de haber sido la preferencia musical de
muchas generaciones.
Al igual que Radio EXA FM, VOX FM cuenta con un staff de locutores con mucha
experiencia en los medios de comunicación, renovándose año con año con
nuevos talentos con la misma energía y chispa que caracteriza a esta estación.
Ahora, se ha convertido en la escuela radiofónica más importante de El Salvador,
siendo la cabina por la que muchos de los ahora locutores ya consagrados del
país han pasado y donde han perfeccionado su talento.
3. Radio YSKL
Escúchala en Línea: http://www.radioyskl.com/
En el dial: 104.1 FM y 770 AM
Pero, si de tradición en radio hablamos, ninguna como la Radio Cadena YSKL, la
cual tiene más de 60 años de vida, los cuales la acreditan como la tercera radio
más importante de El Salvador y una de las preferidas por la sociedad adulta
salvadoreña.
Radio YSKL tiene una variedad programación que abarca todas las edades,
aunque su mayor impacto lo tiene entre las personas adultas de El Salvador.
Además, es una de las radios que aborda con mucha intensidad temáticas
políticas, económicas y sociales con programas de entrevista y análisis.
4. Radio QueBuena
Escúchala en Línea: http://www.quebuena.com.sv/
En el dial: 88.9 FM
Fundada en 1995, Radio QueBuena es otra de las más experimentadas en el dial
salvadoreño de la actualidad, aunque con algunos cambios en su perspectiva en
los últimos años, producto de un intento por modernizarse y llegar a más
audiencia.
Originalmente, Radio QueBuena nació con la apuesta de música más popular. Sin
embargo, poco a poco ha ido abriéndose a música alternativa y a nuevas
propuestas rítmicas, lo que la ha potenciado enormemente y le permite
mantenerse como una de las preferidas de los salvadoreños.
5. Radio La Chévere
Escúchala en Línea: https://radios.com.sv/radio-la-chevere/
En el dial: 100.9 FM
Radio La Chévere es una estación con una apuesta por la música tropical y
grupera, siendo una de las radios con una temática definida con más trayectoria
en El Salvador y que ha sabido mantenerse en la preferencia de los salvadoreños
a pesar del paso de los años.
Radio La Chévere transmite 24 horas de forma ininterrumpida, permitiéndole
alcanzar público en otros países, donde los salvadoreños que residen en el
exterior la mantienen entre sus preferidas y la sintonizan constantemente.
6. Radio 102Nueve
Escúchala en Línea: http://www.102nueve.com/
En el dial: 102.9 FM
La Radio 102Nueve es considerada la radio predilecta de el Joven Adulto,
atrapando una audiencia más contemporánea con mucha música alternativa y con
una oferta de bandas que sale de lo común en El Salvador.
Además, cuenta con una franja muy completa de programas de interés y
radiorevistas, las cuales le permiten mantenerse entre las mas preferidas por los
adultos contemporáneos de El Salvador.
De igual forma, es una de las radios que ha abierto espacios de discusión y
entrevistas sobre temas de interés social como la política o la economía,
ampliando aún más su margen de audiencia y dándole mucha más fuerza en los
últimos años.
7. Radio Láser
Escúchala en Línea: http://www.laser.com.sv/
En el dial: 90.1 FM (Láser Español) 92.9 FM (Láser Inglés)
Siempre en la onda de las radios para los jóvenes adultos o adultos
contemporáneos, Radio Láser es otra de las grandes preferidas de los
salvadoreños. Posee dos estaciones: Radio Láser en Español y Radio Láser en
Ingles, en dos operadoras diferentes del dial.
Uno de los programas con más audiencia en El Salvador es precisamente parte de
Radio Láser Español: Antología, un espacio en el que, durante una hora, de lunes
a viernes, se comparte música sin interrupciones de un solo artista de épocas
como los 70, 80, 90 y 2000.
8. Radio Fuego
Escúchala en Línea: http://radiofuego.megavision.com.sv/
En el dial: 107.7 FM
Radio Fuego es una radio que pertenece al Grupo Megavisión, misma corporación
que tiene en su nido a Meganoticias 21 y Canal 19. Radio Fuego tiene la
peculiaridad de especializarse en música romántica, siendo su punto fuerte en su
programación.
Radio Fuego transmite también las 24 horas del día y se ha posicionado como la
estación líder en música romántica, siendo la preferida para aquellos que buscan
vivir la pasión e intensidad del amor a través de la música.
9. Radio La Femenina
Escúchala en Línea: http://www.femenina.com.sv/reproductor/
En el dial: 102.5 FM
Siguiendo en la misma línea de otras radios como Radio 102Nueve y Radio Láser,
Radio La Femenina es una de las estaciones del dial enfocadas en la juventud
contemporánea de El Salvador, convirtiéndose en una de las preferidas y más
escuchadas en todo el país.
Contiene una franja de programación con secciones y radiorevistas de interés, así
como también espacios de entretenimiento y entrevistas, los cuales se combinan
con la mejor música alternativa a nivel nacional e internacional.