Julis Santana-Actividad 10
Julis Santana-Actividad 10
Julis Santana-Actividad 10
Presentación
Nombre:
Julis Vanessa Santana Ramírez
Matricula:
2018-09973
Asignatura:
Teoría De La Personalidad
Clave
PSG-207
Facilitadora:
Olgarina Delgadillo Méndez
Tema:
Informe sobre los efecto de las diferentes hormonas en la personalidad a lo largo del
ciclo vital (durante la pubertad, tanto en niños como en niñas, en mujeres que atraviesan
la menopausia.
ACTIVIDAD
10
Fecha:
13 de diciembre 2020
Teoría de la personalidad
Actividad 10
Introducción
En esta actividad estaré desarrollando un informe sobre el efecto de las diferentes
hormonas en la personalidad a lo largo del ciclo vital durante la pubertad, tanto en niños
como en niñas, en mujeres que atraviesan la menopausia, etc.
La personalidad se basa en las cualidades y rasgos que define y hace única a cada
persona.
Pubertad es el nombre que se le da a la época en la que comienzas a desarrollarte y
cuando tu cuerpo pasa por cambios que te convierten de niño en adulto.
La menopausia es la época de la vida de una mujer en la cual deja de tener
menstruaciones.
A continuación más información en el siguiente informe.
1. Redacta un informe donde expliques y des una valoración personal del
efecto de las diferentes hormonas en la personalidad a lo largo del ciclo vital
(durante la pubertad, tanto en niños como en niñas, en mujeres que
atraviesan la menopausia, etc.).
Las hormonas tienen que ver mucho con la personalidad intercambia al cerebro lo que
nos resulta la diferencia en nuestra conducta.
Cada hormona juega un papel en el cambio de nuestra personalidad, porque vienen
hacer sustancias químicas que la producen determinadas glándulas y se desplazan por
nuestro cuerpo a través del torrente sanguíneo.
Ejercen un papel importante en el control de muchas funciones del cuerpo
Dependiendo de nuestras necesidades de nuestro organismo se liberan a un ritmo que
viene dispuestas por estas.
Podemos ver que la testosterona la asocian a la dominancia y una conducta antisocial.
Donde cambian de acuerdo con las respuestas ante situaciones sociales
Luego viene la oxitocina que nos relaja y reduce el temor y mejorar el apego mutuo,
Cuando la hormona está expuesta temprana influye bastante en el comportamiento
consecutivo.
El hecho de que la mujer pierde su menstruación en un momento determinado de la vida
es algo perfectamente conocido desde la más remota antigüedad. Ya en el Génesis se
menciona la pérdida de la impureza mensual y en los papiros egipcios se señala a las
mujeres menopáusicas como mujeres blancas, en contraposición a las rojas que eran las
que menstruaban. También Abraham, en el Génesis, conocía el fallo de la reproducción
cuando consideraba las pocas posibilidades de descendencia en las parejas que tenían
mucha edad.
Hipócrates menciona en sus escritos el cese de las menstruaciones y Aristóteles en el
año 322 a.n.e. describió en su historia Animalium que la menstruación cesa alrededor de
los 50 años. En el siglo VI a.n.e. Aecio de Amida describe que la menstruación cesa en
la mujer en un periodo nunca anterior a los 35 años y por lo común hacia los 50. Otros
escritos coinciden con esa etapa, como por ejemplo John Freíd que en 1729 describió
que el cese de la menstruación se llevaba a cabo alrededor de los 49 años. Esto, ya de
por sí señala que la edad de la menopausia que muchos autores modernos creían que se
iba haciendo más tardía, se ha mantenido invariable desde tiempos remotos.
Desde entonces la edad de presentación de la menopausia no ha cambiado
significativamente. Esta se produce de forma fisiológica entre los 45-55 años. El
promedio de menopausia, en la mayoría de los países que llevan registros de salud, es
de 48 años. En Venezuela es de 48,7 años ± 4,6 años al igual que en Cuba y en la
mayoría de los países de América Latina. En España según estudios, es a partir de los 50
años.
En la literatura antropológica clásica, son escasas las referencias a este umbral de
transición. Las investigaciones han resaltado fundamentalmente, la etapa fértil o la
vejez, aunque aparecen algunas menciones genéricas en relación con la capacidad de
concebir o el rol de la mujer dentro del grupo. Por ejemplo, hay descripciones referidas
a los iroqueses, pueblo de linaje matrilineal, donde las "matronas", mujeres de edad
madura, presumiblemente menopáusicas, disponen de poderes considerables, en
relación con las mujeres más jóvenes, aun cuando no lleguen al ejercicio del poder
político, ni a la igualdad con los hombres en el proceso de decisión.
Asimismo, en las sociedades árabes las familias conforman un grupo fuertemente
jerarquizado, cuya autoridad reposa en el hombre. La mujer cumple un rol subordinado
y limitado a las tareas domésticas y a la procreación hasta que finaliza su ciclo fértil.
Este es el momento en el cual, adquiere poder y predominio frente a las otras mujeres
más jóvenes de su familia, que quedan a partir de ese momento subordinadas a sus
decisiones.
En otras culturas, priman las concepciones sobre regulación y equilibrio de fluidos
corporales, o ideas de contaminación y pureza que demuestran la presencia de tabúes en
relación con la menstruación que colocan a la mujer en situación de "peligrosidad" e
impureza.
Tal es el caso de las mujeres amenorréicas Samo del África negra, que en virtud de una
concepción humoral hipocrática ligada a la teoría frío-calor -que hace referencia al
carácter esencial del elemento- se les ubica en una posición escandalosa al asociarlas
con los hombres, ya que las mujeres sin sangre menstrual no producen por ellas mismas
calor, condición que consideran propia del ser femenino.
Hacia mediados de la década de los años 70, la medicina buscaba demostrar el carácter
universal del llamado síndrome menopáusico y sus manifestaciones sintomatológicas.
En este modelo los datos provenían de poblaciones occidentales que concurrían a la
atención clínica. Los primeros trabajos interculturales, con una perspectiva opuesta,
planteaban la diversidad de síntomas y su correlación con las influencias individuales y
culturales en un contexto socioeconómico-político determinado.
En estudios realizados con mujeres, se reconoce la variabilidad y dispersión en la
percepción y experiencia de la menopausia con relación a los significados
socioculturales adscriptos a esta. Llaman la atención respecto al lugar que ocupa el
cuerpo en este proceso, que no es siempre central ni prioritario para la mujer.
Estas primeras investigaciones que focalizaban las diferencias, a partir del estudio de
listas de síntomas e índices de actitud, comienzan a plantear la inexistencia de
manifestaciones sintomáticas en algunos grupos.
En las sociedades latinoamericanas también se ha acelerado el cambio poblacional. En
las décadas pasadas ha crecido apreciablemente la proporción de personas mayores de
60 años, y en este grupo, es mayor la cantidad de mujeres. El resultado general de este
proceso es la conformación de una población fundamentalmente adulta, con los efectos
que esto tiene en la modificación de las necesidades sociales y el consecuente cambio en
los roles y funciones de la mujer.
Por otra parte, la mayor longevidad femenina conlleva el riesgo de asociarse a una
mayor frecuencia de enfermedades crónicas. La discapacidad puede representar una
tragedia a escala personal, y un desafío para la sociedad que debe proveer servicios de
salud y de previsión adecuados, en una marca biológica de vejez, donde se espera que la
energía decline y la salud se deteriore.
Una vez iniciado el ciclo menstrual de 28 días, es común que la mujer experimente dos
fases distintas en sus cambios de ánimo: la fase folicular y la lútea. La primera
corresponde a los días previos a la ovulación y se caracteriza por el predominio del
estado de alerta, el deseo e instinto sexual a modo de estimular la
fecundación. Justamente por ello la mujer tiende a sentirse más atractiva y de buen
ánimo.
En el caso de no producirse el embarazo, la segunda fase se caracteriza por un aumento
de la temperatura corporal, tensión mamaria, distensión abdominal, retención de
líquidos, tránsito lento y constipación, sequedad genital, labilidad emocional y cambios
en el apetito.
Hacia los 45 años se da comienzo a la menopausia, etapa de la vida en la mujer en la
que la menstruación cesa y que puede durar cinco o más años. En algunas mujeres estos
cambios traen aparejados gran desasosiego, irritabilidad e insomnio. Otros síntomas
relacionados al ánimo que puede experimentar la mujer son la ansiedad y la depresión.
La pubertad en hembras y varones
Cuando tu cuerpo alcanza una edad determinada, tu cerebro libera una hormona especial
que inicia los cambios de la pubertad. Se denomina hormona liberadora de
gonadotrofina o GnRH (por sus siglas inglesas). Cuando la GnRH llega a la hipófisis
(una glándula del tamaño y la forma de un guisante que se encuentra justo debajo del
cerebro), ésta libera dos hormonas más en el torrente sanguíneo: la luteinizante (LH, por
sus siglas inglesas) y la foliculoestimulante (FSH, por sus siglas inglesas). Tanto los
hombres como las mujeres tienen estas dos hormonas en el cuerpo, pero, dependiendo
de si eres chico o chica, estas hormonas actuarán en distintas partes de tu cuerpo.
En el caso de los chicos, las hormonas viajan por el torrente sanguíneo y envían a los
testículos la señal de que deben empezar a producir testosterona y esperma. La
testosterona es la hormona que provoca la mayoría de los cambios en el cuerpo de los
chicos durante la pubertad. Para que un hombre se pueda reproducir, es necesario que
produzca espermatozoides.
En el caso de las chicas, la FSH y la LH se dirigen a los ovarios, que contienen óvulos
que han estado allí desde el nacimiento. Estas hormonas estimulan a los ovarios para
que empiecen a producir otra hormona llamada estrógeno. El estrógeno, junto con la
FSH y la LH, hacen que madure el cuerpo de una chica, preparándolo para el embarazo.
Por lo tanto, esto es lo que está sucediendo realmente durante la pubertad - todas esas
sustancias químicas moviéndose por el interior de tu cuerpo y haciendo que dejes de ser
un niño para transformarte en una persona adulta con niveles hormonales adultos.
Generalmente la pubertad comienza en algún punto comprendido entre los 7 y 13 años
en las chicas y entre los 9 y 15 años en los chicos. Sin embargo, algunas
personas inician la pubertad un poco antes o un poco más tarde.
Todos somos diferentes, de modo que cada persona entra en la pubertad y la pasa a su
propio ritmo. Ésta es una de las razones de que algunos de tus amigos todavía tengan
aspecto de niños, mientras que otros se parecen más a los adultos.
A medida que crezcas de estatura, tu cuerpo también experimentará otros cambios.
Ganarás peso y, conforme te vayas haciendo más corpulento, también empezarás a
percibir cambios en tu silueta.
Los hombros de los chicos se ensancharán, su cuerpo se hará más musculoso y su voz se
volverá más grave. A algunos chicos, pueden crecerles un poco los pechos, pero
generalmente esto remite hacia el final de la pubertad.
El cuerpo de las chicas normalmente se vuelve más curvilíneo. Se les ensanchan las
caderas y se les desarrollan los senos, empezando con una leve hinchazón bajo el pezón.
A veces puede desarrollarse un pecho más deprisa que otro, pero la mayoría de las veces
ambos se acaban igualando. Con todo este crecimiento y desarrollo, las chicas pueden
notar un aumento de la grasa corporal, así como un escozor ocasional bajo los pezones
cuando los senos empiezan a crecer - se trata de algo completamente normal.
Climaterio y menopausia
El climaterio es un acontecimiento fisiológico de la vida de la mujer, que se manifiesta
de una forma evidente en el aparato genital por la pérdida de la función reproductiva,
pero ese cambio incluye numerosos procesos que ocurren simultáneamente en diferentes
órganos y sistemas. Los efectos de la insuficiencia ovárica son diferentes para cada
mujer, y las necesidades terapéuticas y preventivas son cambiantes en función del
tiempo transcurrido, sensación de bienestar o malestar y medio ambiente.
La preservación de la salud femenina es un objetivo fundamental de la medicina. Cada
mujer merece un análisis pormenorizado de la totalidad de la historia clínica y estado de
salud, considerando la probabilidad de que el proceso de envejecimiento requiere un
tratamiento individualizado al margen del hecho fisiológico menopausia/climaterio.
Durante el climaterio, sucede el último sangrado menstrual, al cual médicamente se le
llama menopausia. Este es el cambio de un estado reproductivo a un estado no
reproductivo.
Normalmente se utiliza este término como calificativo para las mujeres, pero es
incorrecto, ya que la menopausia es solo un instante, en el cual ocurre la última
menstruación. El climaterio es una etapa de la vida, que dura 30 años, y la menopausia
es un momento que sucede normalmente a la mitad de la vida.
La menopausia es un estado fisiológico de la mujer, parte del proceso natural de
envejecimiento, caracterizado por el cese de la secreción hormonal ovárica, dando lugar
a cambios que afectan el aparato urogenital, sistema cardiovascular y óseo. La
Organización Mundial de la Salud (Sistema Nacional de Salud, 2003) define la
menopausia como el cese permanente de la menstruación, tras un periodo de doce meses
consecutivos de amenorrea, sin otra causa aparente patológica ni psicológica. Se reserva
el término de perimenopausia para el periodo de tiempo que precede a la última regla y
los doce meses posteriores, y posmenopausia para todos los años que siguen tras la
última regla.
Existen tantos conceptos de climaterio como autores que estudian el tema, por ejemplo:
Crisis vital evolutiva en la vida de la mujer -procesos corporales, emocionales, que
coinciden habitualmente con la menopausia o aparece a continuación de esta-. La crisis
vital transcurrirá para cada mujer de acuerdo con sus valoraciones culturales, su historia
familiar, su formación educativa, religión, moral y ética. Crisis que resolverá cada una,
de acuerdo con su historia personal y el entorno social que la rodee y contenga en ese
momento.
Paredes Pérez señala que el climaterio es una etapa de transición de carácter involutivo,
durante la cual desaparece la menstruación, se pierde la capacidad reproductiva, se
producen signos de des feminización y tienen lugar ciertos cambios psicológicos, todo
esto como consecuencia directa de la disminución progresiva de la función ovárica.
Es una etapa del desarrollo humano que marca la transición entre la edad adulta y la
vejez. Por lo tanto, se puede dividir de la siguiente manera: los primeros diez años (35 a
45) el climaterio temprano, los segundos diez años (45 a 55) el climaterio peri
menopáusico, y los últimos diez (55 a 65) el climaterio tardío.
Si se entiende el climaterio como se menciona anteriormente, que es lo aceptado por la
Sociedad Internacional de Menopausia, se entenderá que al menos los primeros años no
está acompañado de ningún síntoma en la mayoría de las mujeres. Esto no quiere decir
que no se estén dando cambios en el funcionamiento del organismo femenino que
desembocarán en la pérdida definitiva de la función de los ovarios; son precisamente
esos cambios, los que van a impactar al resto del cuerpo.
Los ovarios, contraparte femenina de los testículos, tienen como misión la liberación de
células llamados óvulos para la reproducción, y por tanto la perpetuación de la especie;
acoplado a esta se encuentra la producción de hormonas sexuales como el estrógeno y
progesterona
que preparan el organismo para el proceso de la reproducción. Es por eso por lo que
cuando los ovarios fallan se altera no solo el proceso reproductivo, frecuentemente
manifestándose como trastornos menstruales, sino que modifica la influencia de las
hormonas sexuales, especialmente estrógenos, sobre el resto del organismo. Un ejemplo
de esto es cómo el esqueleto de jovencitas que pasan por periodos largos de ausencia de
menstruación se desarrolla menos que el de quienes no sufren ese tipo de trastornos. Se
comprende así que la producción de hormonas por el ovario repercute en todo el
organismo femenino, y la falta de producción de estas impactará a todo el cuerpo.
Signos y síntomas del climaterio
En medicina son importantes los signos y los síntomas para llegar a un diagnóstico de lo
que sucede en el organismo, y desarrollar un plan o ruta crítica de estudios para
confirmarlo, que permita la certeza del tratamiento adecuado. Dependerán entonces de
la etapa del climaterio en que se encuentre la mujer, los signos y síntomas que
manifieste. Una vez que los síntomas se presentan, lo que habitualmente sucede en la
segunda década del climaterio, llamado climaterio peri menopáusico, se inicia la etapa
temprana de la sintomatología climatérica. Muchas mujeres (hasta el 80 % de acuerdo
con estadísticas estadounidenses y entre el 40 y 76 % de acuerdo con estadísticas
mexicanas) experimentan "bochornos", uno de los síntomas más característicos de que
se está perdiendo o se ha perdido la producción hormonal en los ovarios. Estos
bochornos, o un equivalente como pueden ser episodios de sudoración nocturnos,
pueden aparecer aun antes de que desaparezca la menstruación, especialmente los días
previos a que llegue esta.
Tanto los bochornos como los episodios de sudoración tienen como origen un desajuste
en el funcionamiento de las estructuras del sistema nervioso, encargadas de regular el
control de la temperatura y los vasos sanguíneos, por lo que se han llamado cambios
vasomotores.
Aunque no todas las mujeres los padecen, estos trastornos que la mayoría sufre no
tienen nada de imaginarios como popularmente se ha dicho, y que se conoce mucho de
lo que hay detrás de estos, especialmente los niveles cada vez menores de estrógeno que
alteran el balance de los neurotransmisores.
Si bien es cierto que ninguna mujer se muere de bochornos, estos alteran
significativamente la calidad de vida de quien los padece, y si tiene vida de pareja,
también su compañero y hasta su familia, se ven afectados, ya que pueden alterar la
calidad del sueño al presentarse a cualquier hora del día o de la noche, ocasionando
incomodidad y despertar frecuentes.
Es común que el bochorno tenga una duración entre 30 segundos a 5 minutos, comience
con una sensación de calor, acompañada de aumento de la temperatura, especialmente
en la parte superior del tronco, la cara y el cuero cabelludo, seguida de enrojecimiento
de estas partes y a continuación inicio de sudoración, para finalmente terminar con
escalofrío.
Conclusión
El mecanismo neural que facilita la ocurrencia de estas acciones en el tiempo es la
plasticidad cerebral. Las hormonas, en su condición de factores epigenéticos, influyen
en la conducta mediante los procesos de plasticidad, y provocan dos efectos principales:
el organizador y el activador. El primero se refiere a la capacidad de las hormonas de
influir en la estructura del cerebro de manera permanente durante el desarrollo, desde el
período fetal hasta el final de la adolescencia, aunque algunos estudios sugieren que este
efecto se mantiene más allá del período de la pubertad. El activador se relaciona con la
activación de células diana para facilitar conductas en contextos específicos. Se trata de
influencias transitorias, puntuales, que dependen de la concentración de las hormonas en
cada instante. Solo conociendo la compleja relación entre el sustrato neural, las
condiciones hormonales y el grado de maduración del sistema nervioso en general, y del
cerebro en particular, se pueden diseñar estrategias terapéuticas correctas. El
desconocimiento de estas interrelaciones lleva al riesgo de trabajar solo con la
subjetividad del paciente y desconocer sus potencialidades y limitaciones.
La pubertad es el nombre que usamos para referirnos al período en el que el cuerpo de
un niño empieza a desarrollarse y a cambiar para convertirse en un adulto. Durante la
pubertad, tu cuerpo crecerá más rápidamente que en cualquier otro momento de tu vida,
excepto cuando eras un bebé. En aquel entonces, tu cuerpo creció muy deprisa y
aprendiste muchas cosas durante la pubertad harás eso y muchos más. Con la diferencia
de que esta vez no llevarás pañales, no te entretendrás con sonajeros ¡y tendrás que
vestirte tú solo!
Todas las personas somos diferentes, de modo que tiene sentido que no nos
desarrollemos todos de la misma manera. No hay dos personas que estén exactamente
en el mismo punto cuando entran en la pubertad, y todo el mundo cambia a su propio
ritmo.
Reflexión personal
En esta reflexión cabe destacar que las hormonas están controladas por el hipotálamo
que es el encargado de la actividad endocrina, existe una relación entre la concentración
de receptores de las hormonas en el cerebro y la facilidad con que se establecen lazos de
distintos tipos entre las personas. La oxitocina la hormona encargada de provocar
contracciones uterinas y estimular la subida de la leche.
Con respecto a la pubertad entre varones y hembras hay que hablarle a los niños y niñas
con originalidad desde el inicio sin muchos rodeos sobre su cuerpo y los cambios que
van a tener en su cuerpo.