La Fianza
La Fianza
La Fianza
2.CONCEPTO GENERAL
Una fianza es una garantía que busca asegurar el cumplimiento de una obligación. Sin
embargo, es un término que puede resultar equívoco, al hacer referencia tanto a una
garantía real como a una garantía personal.
1) En las garantías reales se compromete un determinado bien al cumplimiento
de una obligación, este es el caso de la prenda, la hipoteca, la anticresis.
2) En las garantías personales todo el patrimonio del garante está comprometido
al cumplimiento ejemplo: la fianza, el aval.
En pocas palabras es la obligación que uno contrae de hacer lo que otro promete, en el
caso de que éste no lo cumpla.
3.FIANZA EN EL CODIGO CIVIL
TITULO II
DE LOS CONTRATO EN PARTICULAR
CAPITULO XII
DE LA FIANZA
SECCION I
DISPOCIONES GENERALES
ARTICULO 916
I. La Fianza es el contrato en el cual una persona se compromete a responder por
las obligaciones de otra.
II. La Fianza es válida aun cuando el deudor no tenga conocimiento de ella.
4.ANTECEDENTES HISTORICOS
La Fianza es un contrato de garantía que nace muchos siglos antes de nuestra era en
tal virtud, se analizaran los antecedentes más remotos y trascendentales de la figura
jurídica en cuestión, los cuales sirvieron de base para su perfeccionamiento.
EN BABILONIA
En el código de Hammurabi existe un antecedente de la fianza en el año de 1730 a. C.,
se mandó a grabar el código en estelas de piedra con el fin de repartirlas por las
capitales del reino de Babilonia para el mejor conocimiento de sus leyes.
En este código se manifiesta una forma de fianza o contrato de garantía,
principalmente en la reglamentación de los esclavos, los cuales se consideraban un
objeto propiedad del dueño el cual podía matarlos sin recato alguno, lo mismo que
entregarlo en garantía de una deuda.
EN INDIA
Otro antecedente de la fianza se consigna en las Leyes de Manú, expedidas en los años
del 1280 al 800 a. C., formadas por doce libros que reglamentaban tanto al derecho
público como privado. La fianza se regulaba en leyes civiles, tanto en "aspectos
hereditarios (libro IX), como en la conducta de los reyes y de la casta militar (libro VII)".
EN ISRAEL
En este país la Fianza fue conocida en el año 922 a.C., prueba de ello se encuentra en
una de las parábolas del rey Salomón; que dice: "cualquiera que se convierta en fiador
de un extraño tendrá que arrepentirse".
EN ROMA
La Fianza ya se configuraba como tal y se derivaba de uno de los contratos más
trascendentales de la época, llamado stipulatio (fianza estipulatoria), caracterizado por
ser un contrato verbis de garantía y que se perfeccionaba con el uso de ciertas
formulas verbales, se consideraba un contrato accesorio de garantía que requería de
una obligación válida principal para existir.
La Fianza estipulatoria se definía como un contrato mediante el cual una persona
(fiador) se obliga a cumplir en el caso de que otra persona (fiado), sujeto pasivo de una
obligación garantizada por la fianza, no cumpla este concepto de fianza, era muy
avanzado para esa época, pues es muy similar al encontrado en el código civil actual.
Ahora bien, en Roma existieron tres formas de garantizar una obligación, mediante el
intercambio de una pregunta y una contestación, que eran: la sponsio, la
fideipromissio y la fideiussio.
1. La Sponsio: Correspondía a una promesa con matices religiosos, celebrada por
personas que se dedicaban exclusivamente al culto religioso, algo que no podía
ser utilizado por los peregrinos (el que va de paso).
2. La Fideipromissio: Esta institución surge como una evolución de la anterior, ya
que en ésta se permitía celebrar dicho contrato con extranjeros. Además de
esta figura, surgen ciertos beneficios para el fiador, gracias a diversas leyes.
3. La Fideiussio: También contrato verbis de garantía, esta institución surge
gracias a Justiniano, quien introdujo otro beneficio en favor de los fiadores,
llamado beneficium Excusionis, consiente en que el fiador podía exigir que el
acreedor persiguiera primero al deudor, antes de dirigirse a él para la
exigibilidad de su obligación como garante.
Por otro lado, en la misma Roma, en el catastrófico siglo III d. C., cuando cayó el
imperio Romano de Occidente, se reglamentó el principal de los derechos reales, la
propiedad; así se estableció que todo propietario podía protegerse de los daños que le
amenazaban desde otras propiedades, pidiendo al pretor que obligara a su vecino a
otorgar una fianza que garantizara el pago del posible siniestro. Este tipo de fianza se
conocía con el nombre de cautio damni infecti. Si se verificaba el daño temido, con la
evidente culpa o dolo del vecino, este tenía que responder por el perjuicio ocasionado
en cambio, si el daño era producido por fuerza mayor, el perjudicado no tenía derecho
a formular reclamación alguna.
Tanto en los tiempos remotos de Roma como hoy día, existen dos tipos de garantías:
reales y personales. Las primeras son la prenda y la hipoteca, derechos reales de
garantía; de lo anterior se desprende que en los tiempos clásicos de Roma eran muy
usuales y más eficaces que la garantía personal, pues para la celebración de un
contrato, el deudor podía garantizar el pago de las prestaciones mediante prenda o
hipoteca y ante el incumplimiento del contrato, el acreedor se allegaba los bienes
dados en garantía, para sí o para venderlos y del producto de esa venta se cobraba la
deuda. Por otra parte, las garantías personales servían para garantizar un crédito y
eran preferidas por la práctica jurídica, ya que con este tipo de garantía no existía un
desposeimiento de un derecho real perteneciente al deudor, sino que la garantía era la
solvencia de un tercero que respondía ante el incumplimiento del deudor. Sin
embargo, el procedimiento de cobro era más difícil que en caso de las garantías reales
aludidas. Cuando un deudor incumplía con la obligación garantizada por la fianza, el
acreedor requería en primer término al deudor y ante la persistencia de
incumplimiento, requería al fiador, quien debía cubrir el importe de la deuda. En esta
hipótesis surgía la figura de la subrogación, ya que el fiador, al dar cumplimiento a la
obligación garantizada se convertía en nuevo acreedor del deudor principal.
En tal supuesto, el nuevo acreedor privaba de la libertad a su deudor y lo llevaba a su
cárcel privada, con lo cual ejercitaba una figura jurídica de la época, llamada manus
injectio, consistente en que el acreedor exhibía a su deudor con las manos en el cuello
por las plazas públicas, avenidas principales etc., a fin de que algún conocido del citado
deudor respondiera por la deuda. Este acto se repetía tres veces, de modo que se
exhibía al reo una vez cada 20 días, haciendo un total de 60 días. Si nadie respondía
por el deudor en ese lapso, el acreedor podía vender al multicitado deudor en el país
de los etruscos y con el producto de la venta se cobraba la deuda, o podía matarlo. Si
eran varios los acreedores, se repartían de forma proporcional el producto de la venta
o del cadáver. este caso fue comprendido por la Lex Publilia, posterior a la ley de las
Doce Tablas.
En el 326 a. C. este duro sistema fue atacado severamente por la Lex Poetelio
Papiria,debido a una victoria de los pobres sobre los ricos, en la cual se suprimió el
encarcelamiento privado por deudas civiles; dicho principio aun no lo han reconocido
todas las legislaciones civilizadas, como Inglaterra, que todavía permite que un deudor
pueda ir a la cárcel por incumplimiento del pago de deudas civiles.
5.NECESIDAD DE GARANTIZAR OBLIGACIÓN
La Fianza tiene por objeto garantizar las obligaciones de terceras personas que hayan
contraído por lo que se concluye que la fianza existe imprescindible la existencia de
una obligación principal por la cual se dice que la fianza es un contrato accesorio que
está sujeto a la suerte del contrato principal. Garantiza el cumplimiento de una
obligación contraída por el deudor principal y las garantías adicionales son las que
ambas partes pueden pactar en el contrato.
CONSENSUAL: Queda concluido para producir sus efectos propios desde que
las partes hubieren manifestado recíprocamente su consentimiento.
7.REQUISITOS DE VALIDEZ
3. AUSENCIA DE VICIOS: es decir que en la fianza no haya error, dolo, mala fe,
violencia o lesión.
8.REQUISITOS DE EXISTENCIA
CONSENTIMIENTO: es decir, el acuerdo de voluntades entre el acreedor y el
fiador.
Los contratos de fianza son de forma gratuita movidas por la amistad o afinidad al
deudor. Por ende, existe la posibilidad dela mala fe del deudor de embaucar a su fiador
por el total de su deuda, y que será respondida con su patrimonio hasta completar el
pago total. Existe el riesgo de insolvencia de ambos sujetos pasivos y no poder
satisfacer la obligación.
11.CLASES DE FIANZA
ACREEDOR: Es aquel que tiene acción o derecho para pedir alguna cosa,
especialmente el pagado de una deuda o exigir el cumplimiento de alguna
obligación a otra persona (deudor).
DEUDOR: Es aquel que está obligado a devolver el préstamo y se compromete
a pagar vencido el plazo.
FIADOR: Persona que asume como garante frente al Acreedor de un tercero,
con la obligación de cumplir lo debido por el deudor cuando este no lo haga.
PRESTACIONES: La cosa o el servicio que un contratante da o promete a otro. Es
decir, el Fiador tiene la obligación de pagar la acreencia cuando el deudor no lo hace,
subrogándose (substituyendo al Deudor) al Acreedor.
14.DERECHO COMPARADO
CONTRATO DE FIANZA EN MÉXICO
Contrato de fianza en la Legislación Mexicana
Artículo 2794.La fianza es un contrato por el cual una persona se compromete con el
acreedor a pagar por el deudor, si éste no lo hace.
Legislación: Código Civil para el Distrito Federal
Contrato de fianza, Figura regulada por el Código Civil Federal (CCF), definida en su
artículo 2794 como el contrato por el cual una persona (fiador) se compromete con el
acreedor (beneficiario) a pagar por el deudor (fiado), si éste no lo hace. A pesar de
estar en tal codificación, la Ley Federal de Instituciones de Fianzas (LFIF) señala en su
artículo 2º que las fianzas que otorguen o celebren las instituciones de fianzas (IF), se
considerarán mercantiles para todas las partes que intervengan, ya sea como
beneficiarias, solicitantes, fiadas, contrafiadoras u obligadas solidarias, excepción
hecha de la garantía hipotecaria. Consecuentemente, la fianza es un acto de comercio
si es celebrado por tales instituciones, por lo tanto, el contrato relativo está sujeto a las
normas y principios generales fijados por la materia de comercio.
En este último caso, la fianza no es un seguro sujeto a los riesgos derivados de actos
inciertos, sino que es una garantía por la cual la Institución de Fianza buscará recuperar
el monto de reclamación que hubiese pagado al beneficiario. Por la trascendencia y
recurrencia que tienen las fianzas emitidas por las IF, el siguiente análisis se avocará
exclusivamente a ellas.
LEY DE CONTRATO DE FIANZA CÓDIGO CIVIL PARAGUAYO
Art.1486.- La fianza concluye por la extinción de la obligación principal, y por las
mismas causas que las obligaciones en general, y las accesorias en particular. La fianza
se extingue también, cuando la subrogación en los derechos del acreedor, como
hipotecas o privilegios, se ha hecho imposible por un hecho positivo o por negligencia
del acreedor.
Art.1487.- La segunda parte del artículo anterior sólo es aplicable respecto a las
seguridades y privilegios constituidos antes de la fianza, o en el acto en que ésta se
prestó y no a las que se dieren al acreedor después de la constitución de la fianza.
Art.1488.- La fianza quedará extinguida, aunque exista plazo, si el fiador falleciere
antes del vencimiento de éste, pero las obligaciones derivadas de ella, hasta el día de
su fallecimiento, pasarán a cargo de sus herederos.
Art.1489.- Cuando la subrogación en los derechos del acreedor sólo se ha hecho
imposible en una parte, el fiador queda libre únicamente en respecto a esa parte.
Art.1490.- La prórroga del plazo hecha por el acreedor, sin consentimiento del
fiador extingue la fianza.
Art.1491.- La extinción de la fianza por la novación de la obligación hecha entre el
acreedor y el deudor, tiene lugar, aunque el acreedor la hiciere con reserva de
conservar sus derechos contra el fiador.
Art.1492.- La reunión en una misma persona de la calidad de deudor y fiador, deja
subsistentes las hipotecas, fianzas y todas las seguridades especiales dadas al acreedor
por el fiador.
Art.1493.- La renuncia onerosa o gratuita del acreedor hecha a favor del deudor
principal, extingue la fianza, con excepción de las renuncias en acuerdo con
acreedores, aunque ellas importen la remisión de la deuda y aunque los acreedores no
se reserven expresamente sus derechos contra el fiador.
Art.1494.- Si el acreedor acepta en pago de la deuda otra cosa que la que le era
debida, aunque después la pierda por evicción, queda libre el fiador.
LEY DE CONTRATO DE FIANZA CÓDIGO CIVIL CHILENO.
¿Qué es la Fianza?
Señala el art. 2335 del Código Civil, que “La fianza es una obligación accesoria, en
virtud de la cual una o más personas responden de una obligación ajena,
comprometiéndose para con el acreedor a cumplirla en todo o parte, si el deudor
principal no la cumple. La fianza puede constituirse, no sólo a favor del deudor
principal, sino de otro fiador.” Sin perjuicio de lo anterior, la fianza no es una
obligación accesoria, sino un contrato accesorio, sin importar que sea judicial o legal,
según siempre se constituyen por contrato, no obstante, a que el origen de la
obligación que genera sea convencional, legal o judicial.
¿Cómo se extingue la fianza?
La Fianza se extingue por:
1.- Pago o dación en pago de obligación principal.
2.- Novación de obligación principal.
3.- Compensación de obligación principal.
4.- Remisión y confusión de obligación principal.
5.- Por relevo de fianza.
6.- Por subrogación según.
15.MARCO NORMATIVO
TITULO II
DE LOS CONTRATO EN PARTICULAR
CAPITULO XII
DE LA FIANZA
SECCION I
DISPOCIONES GENERALES
ARTÍCULO 917. (CAPACIDAD PARA SER FIADOR). - Sólo pueden ser fiadores
las personas que tengan capacidad para disponer de sus bienes.
II. Sin embargo, la fianza es válida cuando se la presta para garantizar la obligación
asumida por un incapaz.
II. Puede constituirse por sólo una parte de la deuda y en forma menos
gravosa.
I. El deudor obligado a dar una fianza debe presentar como fiador a una persona
que tenga capacidad de disposición, su domicilio en la jurisdicción del juzgado
donde debe darse y bienes suficientes para responder a la obligación.
II. La solvencia del fiador de costas se estimará solo según sus condiciones
rentísticas y el monto a que prudencialmente puedan ascender las costas.
SECCION II
I. El fiador no está obligado para con el acreedor sino a pagarle en defecto del
deudor, debiendo hacerse previa excusión en los bienes de éste.
5. La fianza es judicial.