Matemáticas. Cálculo Diferencial e Integral en RN
Matemáticas. Cálculo Diferencial e Integral en RN
Matemáticas. Cálculo Diferencial e Integral en RN
18 de febrero de 2004
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Prefacio
Estos Apuntes de Análisis Vectorial constituyen una guı́a personal a la asignatura de Análisis Vectorial
que se imparte en la E.T.S.E.T.B. en el curso 1-B de la carrera de Ingenierı́a de Telecomunicación
(Plan de Estudios 1992). Por tanto, en ningún momento pretenden ser una guı́a oficial, ni tan siquiera una
pauta a seguir respecto a como debe ser impartida la asignatura.
Están basados (aunque no integramente) en los apuntes que, sobre diversas partes del programa, habı́an
preparado principalmente los profesores M.C. Muñoz Lecanda y P. Morillo Bosch. Debemos agradecer
también la colaboración de otros muchos compañeros que han impartido esta asignatura y que, además de
hacernos valiosas sugerencias, han detectado erratas y errores que han sido ya corregidos (aunque somos
consciente de que todavı́a pueden quedar otros muchos por detectar). Entre estos profesores hemos de citar,
además de los anteriores, a E. Garriga Valle, X. Gràcia Sabaté, P. Martı́n de la Torre y G. Sáez
Moreno.
i
Contents
1 Topologı́a de Rn . Sucesiones 2
1.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.3 Sucesiones en Rn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
2.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2.2 Funciones de varias variables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2.4 Continuidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
3 Cálculo Diferencial en Rn 21
3.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
ii
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . iii
4 Curvas y superficies 46
4.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
4.2 Curvas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
4.2.1 Curvas en Rn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
4.2.4 Orientación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
4.3 Superficies . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
4.3.1 Superficies en R3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
5.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
6.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
6.3.2 Funciones definidas por integrales. Teorema de Leibnitz (derivación bajo el signo
integral) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
7.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
8.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
8.2.4 Caracterización de campos conservativos por medio del teorema de Stokes . . . . . . . 101
n
z }| {
n
A lo largo del curso se va a trabajar en el conjunto R := R × . . . × R, que es un espacio afı́n n-dimensional.
Esto significa que, una vez fijado un origen, Rn se identifica con un espacio vectorial, el cual se supondrá
dotado con la métrica euclı́dea (con lo que Rn es un espacio vectorial euclı́deo). Salvo indicación contraria,
se tomará la base canónica usual referida a un sistema de coordenadas cartesianas ortogonales; es decir,
la que está formada por vectores ortonormales que denotaremos {ei }i=1...n ≡ (e1 , . . . , en ). Los elementos
x ∈ Rn presentan, por consiguiente, una naturaleza dual, por cuanto se pueden considerar indistintamente
como puntos, que vendrán especificados por medio de sus coordenadas x ≡ (x1 , . . . , xn ), o como vectores,
que serı́an los vectores de posición de dichos puntos, en cuyo caso los valores de las coordenadas del punto
n
X
son las componentes escalares del vector de posición, esto es, x = x1 e1 + . . . + xn en ≡ xi ei . Finalmente,
i=1
n
X
0
0 n
el producto escalar de dos vectores x, x ∈ R se especificará poniendo hx, x i ≡ xi x0i .
i=1
• Coordenadas polares en R2 .
Se designan por (r, φ); con r ∈ (0, ∞), θ ∈ [0, 2π). La relación con las coordenadas cartesianas (x, y)
en R2 es
x = r cos φ , y = r sin φ
• Coordenadas cilı́ndricas en R3 .
Se designan por (r, φ, z); con r ∈ (0, ∞), φ ∈ [0, 2π), z ∈ (−∞, ∞). La relación con las coordenadas
cartesianas (x, y, z) en R3 es
• Coordenadas esféricas en R3 .
Se designan por (r, φ, θ); con r ∈ (0, ∞), φ ∈ [0, 2π), θ ∈ [0, π). La relación con las coordenadas
cartesianas (x, y, z) en R3 es
1
Chapter 1
1.1 Introducción
Antes de comenzar el estudio de las funciones reales de varias variables, es preciso hacer algunas consid-
eraciones sobre el espacio en que se definen, esto es, Rn . En términos más precisos, lo primero que se va
a hacer en este capı́tulo preliminar es una somera introducción a ciertas nociones topológicas 1 sobre Rn .
Concretamente, se presentarán las definiciones que generalizan algunos conceptos básicos bien conocidos en
la recta real R, como son las nociones de distancia entre puntos o de intervalo, entre otras. La exposición
concluirá analizando otras caracterı́sticas de Rn relacionadas con las sucesiones, que están en ı́ntima relación
con sus propiedades topológicas como, p. ej., la completitud.
n
1.2 Nociones de Topologı́a de R
Los dos primeros conceptos que se van a definir generalizan en Rn las nociones de valor absoluto y distancia
en R.
Comentario:
• Obsérvese que cuando n = 1 esta es precisamente la definición de valor absoluto, (luego es una buena
generalización de este concepto).
Proposición 1 ∀x, y ∈ Rn , ∀λ ∈ R.
1. kxk ≥ 0, y kxk = 0 ⇐⇒ x = 0
1 La Topologı́a es la parte de las matemáticas que estudia las propiedades de los espacios que son invariantes por transfor-
maciones que los “deforman” (sin “romperlos”) y, por tanto, independientes de los sistemas coordenados elegidos.
2
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 3
4. kx + yk ≤ kxk + kyk.
5. kx − yk ≥ kxk − kyk.
Pn
6. Si x ≡ (xi ), entonces |xi | ≤ kxk ≤ i=1 |xi |.
n
X n
X n
X
Pn
En efecto, se observa que ( i=1
2
xi z + yi ) ≥ 0, ∀z ∈ R. Haciendo A = x2i , B= xi yi y C = yi2
i=1 i=1 i=1
se tiene Az 2 + 2Bz + C ≥ 0 y por tanto la ecuación de 2o grado Az 2 + 2Bz + C, o tiene una solución real
doble, o no tiene ninguna, lo que implica B 2 − AC ≤ 0 que es la desigualdad buscada.
Las propiedades de la distancia se obtienen a partir de las de la norma y algunas de ellas son las siguientes:
Proposición 2 ∀x, y, z ∈ Rn .
2. d(x, y) = 0 ⇔ y = x.
( Dem. ) Inmediatas.
Se dice que (Rn , d) es un espacio métrico. Con estas definiciones, siguiendo la terminologı́a del Álgebra
Lineal, Rn es un espacio vectorial euclı́deo.
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En ambos casos, se denomina centro del rectángulo al punto de Rn cuyas coordenadas son las de los puntos
medios de los correspondientes intervalos; es decir,
a1 + b1 an + bn
c≡ ,...,
2 2
Comentario:
• Existen rectángulos que no son ni abiertos ni cerrados: son aquellos formados a partir de productos
cartesianos de intervalos abiertos, cerrados y/o semiabiertos indistintamente.
Una relación entre bolas y rectángulos está dada por la siguiente propiedad:
Proposición 3 1. Toda bola contiene un rectángulo y, a su vez, está contenida en un rectángulo, todos
con el mismo centro.
2. Todo rectángulo contiene una bola y, a su vez, está contenido en una bola, todos con el mismo centro.
( Dem. ) Evidente.
Comentarios:
• Como consecuencia de esta propiedad, a partir de un punto se puede construir una secuencia infinita
alternada de bolas y rectángulos, cada uno incluyendo al precedente, que tienen como centro dicho
punto.
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• Realmente, las nociones de bola y rectángulo son topológicamente equivalentes puesto que el paso de
una a otra se lleva a cabo por una mera “deformación” del espacio Rn , esto es, matemáticamente
hablando, por medio de un cambio de coordenadas (p. ej., de cartesianas a esféricas).
Definición 5 Un conjunto A ⊂ Rn se dice que está acotado si existe alguna bola o rectángulo que lo
contenga.
Definición 6 Se denomina entorno de un punto p ∈ Rn a todo conjunto E(p) (acotado) que contenga una
bola o rectángulo con centro en p.
A fin de poder hacer consideraciones de tipo topológico sobre conjuntos que no sean ni bolas ni rectángulos,
es necesario introducir nuevos conceptos.
1. Se dice que x es un punto interior de A si ∃Br (x) contenida en A (lo que implica que x ∈ A).
Se denomina interior de A, y se designa por Å o bien Int A, al conjunto formado por todos sus puntos
interiores.
(a) Se dice que x es un punto de acumulación de A si ∀Br (x) contiene algún punto de A, distinto de
x (lo que no implica nada sobre la pertenencia de x al conjunto A).
Se denomina acumulación de A, y se designa por A0 , al conjunto formado por todos sus puntos
de acumulación.
(b) Se dice que x es un punto aislado de A si es adherente pero no es de acumulación; esto es, ∃Br (x)
Tal que A ∩ Br (x) = {x} (lo que implica que x ∈ A).
Se denomina adherencia (también clausura o cierre) de A, y se designa por Ā, al conjunto formado
por todos sus puntos adherentes.
3. Se dice que x es un punto exterior de A si no es adherente; esto es, ∃Br (x) que no contiene ningún
punto de A (lo que implica que x 6∈ A).
Se denomina exterior de A, y se designa por Ext A, al conjunto formado por todos sus puntos exteriores.
4. Se dice que x es un punto frontera de A si ∀Br (x) contiene puntos de A y puntos que no son de A (lo
que no implica nada sobre la pertenencia de x al conjunto A).
Se denomina frontera (topológica) de A, y se designa por Fr A, al conjunto formado por todos sus
puntos frontera.
Comentarios:
• Todo punto interior, por su propia definición, es de acumulación, luego es adherente; esto es, Å ⊂ Ā.
Pero no todo punto de acumulación ha de ser interior necesariamente.
• Un punto frontera puede ser de acumulación (p. ej., los puntos frontera de un intervalo) o no, ya
que un punto aislado de un conjunto siempre es punto frontera. Por tanto, todo punto frontera es
adherente, pero no es interior (ni, por supuesto, exterior).
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• La adherencia de A se obtiene añadiendo a A todos los puntos frontera que no le pertenecen; es decir,
Ā ≡ A ∪ Fr A.
Ejemplos:
• La frontera de una bola es la esfera con el mismo centro y de igual radio. Si la bola es abierta, sus
puntos frontera no le pertenecen, si es cerrada sı́.
Int A = Ø Ext A = Rn − A Fr A = A
Proposición 4 Si x es un punto de acumulación de A, entonces toda bola Br (x) contiene infinitos puntos
de A.
( Dem. ) (Reducción al absurdo). Supongamos que exista alguna bola Br (x) que contiene sólamente n
puntos de A, a1 , a2 , ... , an . Sea r = min{kx − a1 k, ... , kx − an k}, entonces Br/2 (x) no contiene ningún
punto de A y, por tanto, x no es punto de acumulación de A.
Comentarios:
• Como consecuencia inmediata de este resultado se tiene que los conjuntos finitos no tienen puntos de
acumulación.
• No obstante, un conjunto infinito puede tener puntos de acumulación (p. ej.; si A = {1/n, n ∈ R},
entonces 0 es punto de acumulación de A), o no tenerlos (como el conjunto B = {1, ... , n, ...}).
Además, en un conjunto infinito de puntos aislados todos sus elementos son puntos frontera, pero
puede haber más de éstos que no son del conjunto, ya que si hay puntos de acumulación de A que no
pertenecen a A, éstos son también puntos frontera. (Como ejemplo, el lı́mite de una sucesión en R
estrictamente creciente (o decreciente) convergente es un punto frontera de la sucesión pero no es un
elemento de la misma (además es el único punto de acumulación del conjunto)).
Teorema 1 (Bolzano-Weierstrass). Sea A ⊂ Rn un conjunto acotado con infinitos puntos, entonces existe
al menos un punto de Rn que es punto de acumulación de A.
Proposición 5 ∀A ⊂ Rn , Int A, Ext A y Fr A establecen una partición de Rn ; esto es, todo punto de Rn
pertenece a uno, y sólo uno, de estos tres conjuntos; es decir,
1. Int A ∪ Ext A ∪ Fr A = Rn .
Se acaba de comentar y ver que los puntos frontera de un conjunto pueden pertenecerle o no. Basándonos
en esta observación vamos a introducir una nueva caracterización de los conjuntos de Rn .
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Rn − A ≡ {x ∈ Rn | x 6∈ A}
Proposición 6 ∀A ⊂ Rn .
1. Fr A = Fr(Rn − A).
2. Int A = Ext(Rn − A) y Ext A = Int(Rn − A).
1. A es cerrado.
2. A = Ā.
3. Fr A ⊆ A.
4. A0 ⊆ A.
Ejemplos:
• Las bolas y rectángulos abiertos (resp cerrados) son abiertos (resp. cerrados).
• Un conjunto finito de puntos aislados es cerrado.
• Un conjunto infinito de puntos aislados no necesariamente es cerrado, dependedesi tiene o no puntos
n
1
de acumulación: p. ej., sobre la recta los puntos de la sucesión A = 1+ .
n
• En R, N y Z son cerrados. Q no es ni abierto ni cerrado, ya que Fr Q = R.
Comentarios:
• Un conjunto no puede ser abierto y cerrado simultaneamente, salvo el vacı́o Ø y el total Rn que, por
definición, son abiertos y cerrados a la vez.
• Obviamente, hay conjuntos que no son ni abiertos ni cerrados (p. ej., un rectángulo formado por el
producto cartesiano de intervalos semiabiertos).
( Dem. )
[
1. Sea F una colección arbitraria de abiertos y sea S = A. ∀x ∈ S existe A ∈ F tal que x ∈ A, y
A∈F
como es abierto existe Br (x) ⊂ A ⊂ S, por tanto x ∈ Int S luego S es un abierto.
Contraejemplos:
Obviamente Int A ⊂ A ⊂ B.
Por otra parte, si x ∈ Fr A entonces ∀Br (x) contiene puntos de A y, por lo tanto, de B (dado que A ⊂ B,
luego x 6∈ Ext B y, como B es cerrado, eso implica que x ∈ B. De ahı́ Fr A ⊂ B.
n
1.3 Sucesiones en R
Comentarios:
• Se usa la misma terminologı́a y notación que para sucesiones numéricas. Ası́, las imágenes de la
aplicación se denominan términos o elementos de la sucesión. El término general de una sucesión
vectorial se designa por {xm }.
n
• Obsérvese que si xm ≡ (xm m
1 , . . . , xn ), entonces una sucesión de vectores en R induce n sucesiones
m m m
numéricas, que son las de las coordenadas: {x } ≡ ({x1 }, . . . , {xn }).
Definición 11 Sea {xm } una sucesión de vectores. Un punto a ∈ Rn es el lı́mite de la sucesión si, ∀ε ≥ 0,
∃ν ∈ N tal que si µ ≥ ν, entonces kxµ − ak < ε. Se usará la notación lim {xm } = a , o tambien
m→∞
m→∞
{xm } −→ a 2 .
Si una sucesión tiene lı́mite se dice que es convergente, si no lo tiene es no convergente o divergente.
Comentario:
• Nótese que la definición de lı́mite significa que, a partir del término ν-ésimo todos los términos están
contenidos en una bola abierta de centro en a y radio ε.
Las propiedades de las sucesiones de vectores son análogas a las de las sucesiones numéricas:
7. Si lim {xm } = a y lim {y m } = b entonces para la sucesión de los productos escalares se tiene que
m→∞ m→∞
lim {hxm , y m i} = ha, bi .
m→∞
8. Si lim {xm } = 0 y {y m } es otra sucesión tal que {kym k} acotada entonces lim {hxm , y m i} = 0
m→∞ m→∞
( Dem. )
1. Como en R.
2 Esta es la misma definición que para sucesiones numéricas cambiando el valor absoluto por la norma.
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3. Como en R.
4. Es una consecuencia de 2 y de la unicidad del lı́mite de las sucesiones numéricas.
5. Inmediata observando que, de acuerdo con la desigualdad triangular,
kxm + y m − a − bk ≤ kxm − ak + ky m − b|
6. Inmediata.
7. Obsérvese que
Comentario:
Igual que se hizo con las sucesiones numéricas, se define el siguiente concepto:
Definición 12 Sea {xm } una sucesión de vectores. {xm } es una sucesión de Cauchy si ∀ε ≥ 0, ∃ν ∈ N tal
que si µ, ρ ≥ ν, entonces kxµ − xρ k < ε.
Comentario:
• Nótese que esta definición significa que, a partir del término ν-ésimo todos los términos de la sucesión
están contenidos en una bola abierta de diámetro ε.
Proposición 12 {xm } es una sucesión de Cauchy si, y sólo si, lo son las n sucesiones numéricas compo-
nentes {xm
i }.
Con todos estos conceptos ya estamos en condiciones de explorar las relaciones entre las sucesiones
(convergentes) de vectores y las propiedades topológicas de Rn . De este modo, es posible establecer en Rn
propiedades análogas a las que ya se verificaban para la recta real R, como son el teorema de Bolzano-
Weierstrass 3 y, en particular:
Teorema 2 (de completitud de Rn ): La c.n.s. para que una sucesión {xm } sea convergente en Rn es que
sea una sucesión de Cauchy.
Siguiendo con las relaciones entre las sucesiones de vectores y la topologı́a de Rn , analizaremos, a contin-
uación, las dos siguientes propiedades:
Proposición 13 Sea A ⊂ Rn . ∀x 6∈ Ext A existe una sucesión {xm } de puntos de A cuyo lı́mite es x.
( Dem. ) Si x 6∈ Ext A entonces x ∈ Int A o x ∈ Fr A. En cualquier caso se puede construir una sucesión
1
de bolas B(x, ) cada una de las cuales contiene puntos de A (por definición de punto interior o frontera),
m
1
entonces basta tomar uno de ellos en cada bola xm ∈ B(x, ) y se tiene una sucesión {xm } ⊂ A que
m
obviamente tiene como lı́mite x.
Proposición 14 A ⊂ Rn es cerrado si, y sólo si, ∀{xm } sucesión de puntos de A convergente, su lı́mite es
un punto x ∈ A.
( Dem. ) (=⇒) Si A es cerrado y {xm } → x, con {xm } ⊂ A, entonces en todo entorno de x hay puntos
de {xm } (por definición de lı́mite), esto es puntos de A, luego x 6∈ Ext A y, por tanto, x ∈ A.
(⇐=) ∀x ∈ Fr A, de acuerdo con la proposición anterior, ∃{xm } ⊂ A con {xm } → x. Pero, por
hipótesis, toda sucesión de puntos de A convergente lo es a un punto de A, luego x ∈ A. Por consiguiente
Fr A ∈ A, luego A es cerrado.
Para concluir este capı́tulo preliminar, se va a introducir una última noción de topologı́a tendrá el mismo
papel en las propiedades de las funciones de varias variables que los intervalos cerrados de R en ciertos
teoremas relativos a funciones de una variable.
La propiedad que relaciona los conjuntos compactos con las sucesiones es la siguiente:
Proposición 15 K ⊂ Rn es compacto si, y sólo si, de toda sucesión de puntos de {xm } ⊂ K se puede
obtener una subsucesión convergente a un punto x ∈ K.
( Dem. ) (=⇒) Sea K compacto y {xk } ⊂ K. Suponiendo que la sucesión {xk } tiene infinitos términos (en
caso contrario es facil extraer subsucesiones convergentes), por el teorema 1, tiene un punto de acumulación
b, lo que implica que toda bola centrada en b contiene infinitos puntos de la sucesión.
3 Que enuncia que toda sucesión acotada tiene alguna subsucesión convergente.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 12
Para la bola B1/2 (b) elegimos un punto xh2 ∈ {xk }, con h2 > h1 .
Para la bola B1/3 (b) elegimos un punto xh3 ∈ {xk }, con h3 > h2 , y ası́ sucesivamente.
Obtenemos de esta forma una subsucesión {xhj }j∈N , en K, que tiene como lı́mite b y como K es cerrado
entonces b ∈ K.
2. Si K no está acotado entonces, ∀M ∈ R+ , ∃xm ∈ K con kxm k > M , luego se puede formar una
sucesión {xm } divergente que, por tanto, no tiene subsucesiones convergentes, contra la hipótesis.
Comentario:
• Aunque, como ya se ha señalado, en algunos teoremas sobre funciones en Rn los compactos tienen el
mismo papel que los intervalos cerrados en R, ambos conceptos no son equivalentes en R. En efecto, en
R todo intervalo cerrado es un compacto, pero no todo compacto es semejante a uno o varios intervalos
cerrados. La diferencia está en que en los intervalos cerrados todos sus puntos son de acumulación, en
los compactos no necesariamente (p. ej., un conjunto finito de puntos aislados es un compacto).
Chapter 2
2.1 Introducción
En el curso de Cálculo Infinitesimal se analizaron únicamente las funciones (reales) de una variable. Sin
embargo, en la naturaleza hay fenómenos para cuya descripción matemática se requieren funciones que
dependen de más de una variable y que, en Fı́sica, suelen denominarse campos. Ası́, p. ej.,
En este capı́tulo se va a hacer una presentación de este tipo de funciones, comenzando ya a estudiar
los conceptos analı́ticos con ellas relacionados, tal como se hizo en su momento con las funciones de una
variable. Concretamente, se empezará introduciendo las nociones de lı́mite y continuidad y, en los siguientes
capı́tulos, se abordarán las cuestiones relativas a la diferenciabilidad e integrabilidad de estas funciones.
(A partir de ahora, siempre que no se diga explı́citamente lo contrario, se toman los dominios de las
funciones abiertos a fin de evitar problemas de aproximación a los puntos frontera).
13
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 14
Igualmente, se denomina imagen de f al conjunto de puntos que son imagen de algún punto del dominio,
Im f = {y ∈ Rm | f (x) = y, x ∈ A}.
f : A ⊆ Rn −→ Rm
x ≡ (x1 , . . . , xn ) 7→ (f1 (x), . . . , fm (x))
Ejemplos:
Comentarios:
• Es evidente, a partir de lo expuesto en la definición, que el estudio de una función vectorial se reduce al
de sus funciones componentes. Por ese motivo, en adelante se prestará atención preferente al análisis
de las funciones escalares.
• Para una función vectorial con funciones componentes f = {fi }, se tiene que Dom f = ∩m
i=1 Dom fi .
Comentarios:
• Un campo escalar f : A ⊆ R → R tiene como grafica, en general, una curva en R2 cuya ecuación es
y = f (x); lo que se denomina expresión explı́cita de la curva. Igualmente, si f : A ⊆ R2 → R, la grafica
de f está en R3 y es, generalmente, una superficie cuya expresión explı́cita es z = f (x, y).
• Si se trata de una función de dos variables, un conjunto de nivel es, en general, una curva cuya ecuación
es F (x, y) = cte. Se dice que es una curva dada en forma ı́mplicita. En el caso de funciones de tres
variables, un conjunto de nivel es, en general, una superficie que, en forma ı́mplicita, se expresa como
F (x, y, z) = cte.
• Obsérvese que, en particular, para funciones de dos variables f ≡ f (x, y), las secciones obtenidas al
intersectar la gráfica de f con los planos paralelos al plano coordenado XY proyectan sobre las curvas
de nivel de la función (y análogamente sucede para funciones de más variables).
2 Los valores que toman estas funciones componentes en cada punto del dominio de f son, obviamente, las componentes de
m
un vector de R (de ahı́ el nombre de funciones vectoriales).
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 15
• El estudio de las secciones y superficies de nivel es útil con vistas a tener una idea aproximada de cómo
es la gráfica de la función.
Comenzaremos el análisis de las funciones de varias variables propiamente dicho estudiando el compor-
tamiento de una función en el entorno de un punto. La primera noción sobre este particular es la de lı́mite:
Una definición alternativa de éste concepto viene dada por la siguiente propiedad:
Las propiedades de los lı́mites de funciones de varias variables son análogas a las de las del caso de una
variable:
1 1 1
5. Si m = 1, lim f (x) = p 6= 0 y f (x) 6= 0, ∀x ∈ A, entonces está bien definida en A y lim =
x→a f (x) x→a f (x) p
6. Si m = 1, f tiene lı́mite en a y este es positivo (resp. negativo), entonces existe alguna bola perforada
con centro en a sobre la que f toma valores positivos (resp. negativos).
7. Si m = 1 y f ≤ h ≤ g en un entorno perforado de a, y lim f (x) = lim g(x) = b, entonces lim h(x) = b.
x→a x→a x→a
5
8. Si lim f (x) = p y lim g(x) = q , entonces lim f (x)g(x) = (p1 q1 , . . . , pm qm ) .
x→a x→a x→a
9. Si lim f (x) = p y lim g(x) = q , entonces lim hf (x), g(x)i = hp, qi.
x→a x→a x→a
11. Si f tiene lı́mite en a, entonces esta acotada sobre alguna bola de centro a.
12. Sean f : A ⊆ Rn → Rm y g: B ⊆ Rm → Rl , con f (A) ⊂ B, y tales que a es punto de acumulación de
A, b = lim f (x) es un punto de acumulación de B y lim g(y) = c, entonces lim (g ◦ f )(x) = c, siempre
x→a y→b x→a
que b 6∈ B ó g es continua en b 6 .
Definición 17 Sea f : A ⊂ Rn → Rm , y a ∈ Rn .
1. f tiene lı́mite infinito en a si, ∀L > 0, ∃δ > 0 tal que ∀x ∈ A − {a} que cumpla kx − ak < δ se tiene
kf (x)k > L. Se expresa lim f = ∞.
x→a
2. Si A es no acotado, f tiene lı́mite en el infinito si, ∀ > 0, ∃M > 0 tal que , ∀x ∈ A que cumpla
kxk > M , se tiene kf (x) − bk < . Se expresa lim f = b.
x→∞
3. Si A es no acotado, f tiene lı́mite infinito en el infinito si, ∀L > 0, ∃M > 0 tal que, ∀x ∈ A que cumpla
kxk > M , se tiene kf (x)k > L. Se expres lim f = ∞
x→∞
En el cálculo de lı́mites de funciones de varias variables no se dispone de técnicas análogas a las del caso de
una variable 7 . Ello obliga a desarrollar otros métodos de cálculo nuevos basados en los conceptos que se van
a exponer en este apartado. Dado que, según se ha visto en el primer punto de la proposición 17, el lı́mite
de una función vectorial se obtiene calculando el de sus funciones componentes, sólo vamos a considerar, en
adelante, el caso de funciones escalares.
En el apartado anterior hemos podido observar (proposición 16) que el lı́mite de una función en un punto
puede alcanzarse tomando una sucesión en el dominio que tenga como lı́mite ese punto, y analizando el
comportamiento de la sucesión de las imágenes. Es en este hecho en el que se va a basar la técnica que va
a ser desarrollada. Ası́, estudiaremos el comportamiento de la función en un punto acercándonos al mismo
por medio de una sucesión de puntos que estén sobre una lı́nea. Esta es la idea que subyace en la siguiente
definición:
1. Si c: I ⊂ R → A es una curva parametrizada 8 que pasa por a (esto es, c(t0 ) = a), se denomina lı́mite
de f en a según la curva c(t) al valor lim f (c(t)) (si existe) 9 .
t→t0
2. En particular, se denomina lı́mite direccional de f en a al lı́mite según la recta c(t) := a + tv; esto es,
al valor lim f (a + tv) (si existe).
t→0
Como caso particular, en el caso de funciones de dos variables, y con curvas (rectas) dadas en forma
explı́cita se tiene que, si f : A ⊆ R2 → R y a ≡ (x0 , y0 ) ∈ A un punto de acumulación de A,
1. El lı́mite de f en a según la curva y = g(x) (que pasa por a) es el valor lim f (x, g(x)) (si existe)
x→x0
2. En particular, el lı́mite direccional de f en a es el lı́mite según la recta y = mx + b (que pasa por a);
esto es, el valor lim f (x, mx + b) (si existe).
x→x0
Comentarios:
• Los lı́mites según curvas son la generalización al caso de varias variables, de la noción de lı́mite lateral
del caso de una variable.
A este respecto, podrı́a enunciarse un resultado análogo al correspondiente a lı́mites laterales en los
siguientes términos:
Proposición 18 lim f (x) = p si, y sólo si, los lı́mites según todas las posibles curvas que pasen por a
x→a
existen y son iguales a p.
Corolario 1 Si lim f (x) = p entonces los lı́mites direccionales según cualquier recta que pase por a existen
x→a
y son iguales a p.
• Teniendo ésto en cuenta, se puede asegurar que el lı́mite de una función en un punto no existe si se da
alguno de los siguientes casos:
1. Si el lı́mite según una curva depende de la curva elegida. En particular, si al hacer lı́mites
direccionales, no existe el lı́mite para alguna recta o su valor depende de m (esto es, de la recta
que se toma).
2. Si existiendo y siendo iguales todos los lı́mites direccionales, no existe o es diferente de los ante-
riores el lı́mite según alguna otra curva.
• Una manera de indagar si existe el valor del lı́mite en un punto para funciones de dos o de tres variables
consiste en hacer un cambio de coordenadas a polares (en R2 ) o a esféricas (en R3 ) y hacer r → 0 ( si
el lı́mite es en el origen 10 ).
Para concluir esta sección, hay que señalar que existen también los denominados lı́mites reiterados que,
para una función de dos variables, son los del tipo
cuyo valor, en caso de existir y ser el mismo, no tiene por qué coincidir con lim f (x, y). En particular,
(x,y)→(x0 ,y0 )
se tiene que:
8 Ver capı́tulo 4.
9 Obsérvese que se trata de un lı́mite de una función de una variable.
10 Si no, hay que hacer previamente otro cambio de coordenadas que lleve el punto en cuestión al origen.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 18
• Si lim f (x, y) = p, y existen lim f (x, y) y lim f (x, y), entonces existen los lı́mites reiterados
(x,y)→(a,b) x→a1 y→a2
de f y valen p.
• Puede ocurrir que exista lim f (x, y) y no existir alguno de los reiterados.
(x,y)→(a,b)
• Si existen el lı́mite de la función y los reiterados en un mismo punto, éstos han de coincidir.
2.4 Continuidad
En la sección anterior se ha tratado del concepto de lı́mite de una función en un punto, pero en ningún
momento se ha considerado la cuestión de si la función estaba o no definida en dicho punto. Esto da origen
al siguiente concepto:
1. f es continua en a si
2. f es continua en un conjunto B ⊆ A si lo es ∀x ∈ B.
1. f es continua en a si, y sólo si, lo son todas y cada una de sus funciones componentes.
1. f es continua.
(2 ⇒ 1) Sea a ∈ A y f (a) = b. Veamos que f es continua en a. Sean ε > 0 y Bε (b) la bola abierta
en Rm . Por hipótesis f −1 (Bε (b)) = U ∩ A, con U abierto en Rn . Como a ∈ U ∩ A y U es abierto, existe un
δ > 0 tal que
Bδ (a) ∩ A ⊂ U ∩ A ⊂ f −1 (Bε (b))
luego f (Bδ (a) ∩ A) ⊂ Bε (b), lo que implica que f es continua en a.
Ejemplo:
1
• Sea f : (0, ∞) ⊂ R → R dada por f (x) = , y V = [1, ∞) (que es cerrado en R). Se tiene que
x
−1
f (V ) = (0, 1] = [0, 1] ∩ (0, ∞), donde U ≡ [0, 1] es cerrado.
A continuación vamos a reseñar algunas propiedades de las funciones continuas, que son generalizaciones de
otras bien conocidas en el cálculo de una variable.
1. f (K) es cerrado: Hemos de probar que Fr (f (K)) ⊂ f (K) Sea y ∈ Fr (f (K)), sabemos que existe una
sucesión {y h } ⊂ f (K) tal que lim y h = y. Sea {xh } la sucesión en K tal que f (xh ) = y h . Por ser
h→∞
K compacto, existe una subsucesión {xhi } convergente en K, esto es, existe lim xhi que vale a ∈ K.
i→∞
Por ser f continua, la sucesión {f (xhi )} converge a f (a) en Rm . Ahora bien, f (xhi ) = y hi y la sucesión
{y hi } es subsucesión de {y h }, que tiene lı́mite y, por tanto, ambas han de tener el mismo lı́mite. Luego
y = f (a) ∈ f (K), lo que implica Fr (f (K)) ⊂ f (K), y f (K) es un conjunto cerrado.
2. f (K) está acotado: Si no lo estuviera, ∀h ∈ N, ∃xh ∈ K tal que kf (xh )k > h, y tendrı́amos la sucesión
{xh } en K que, como es un compacto, ha de tener alguna subsucesión convergente. Sea ésta {xhl } y
a ∈ K su lı́mite. Por tanto, puesto que f es continua, {f (xhl )} → f (a), lo cual es absurdo dado que la
sucesión no está acotada. Luego f (K) tiene que estar acotado.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 20
( Dem. ) Por el teorema anterior f (K) es un compacto, o sea cerrado y acotado. Sea h = inf f (K),
entonces h es un punto adherente de f (K), que es un cerrado, lo que implica h ∈ f (K) ⊂ f (K). Por tanto,
existe un x ∈ k tal que f (x) = h, luego f alcanza el ı́nfimo. Igualmente se demostrarı́a la existencia del
supremo.
( Dem. ) Basta considerar la proposición anterior y, en el segundo apartado, que f continua ⇒ kf k continua.
Las propiedades de las funciones uniformemente continuas son las mismas que en el caso de una variable.
1. f es continua en A.
13 Es la misma definición que para funciones de una variable, sustituyendo valor absoluto por norma y tiene, por tanto, la
Cálculo Diferencial en Rn
3.1 Introducción
En este capı́tulo se trata esencialmente de introducir la noción de derivada o, más exactamente, de diferencial
de una función de varias variables y sus propiedades. Como ya es costumbre, se busca generalizar el concepto
ya existente en el caso de una variable. Por ello conviene recordar que, en ese caso, hay dos maneras de
entender esta cuestión, que corresponden a otras tantas maneras de interpretar el concepto de derivada:
• la interpretación geométrica de la derivada como aplicación lineal que permite definir la recta tangente
a la gráfica de la función. En esta interpretación se apoya precisamente la aplicación de la aproximación
lineal de funciones.
Además de ello, se han de tener presente las propiedades analı́ticas de la derivada que la hacen tan útil
(reglas algebraicas, regla de la cadena, etc.).
Si para generalizar este concepto al caso de varias variables se sigue el primer método se llega a la noción
de derivada parcial o, más genéricamente, al de derivada direccional. Sin embargo, el resultado obtenido es
insatisfactorio por cuanto sus propiedades distan mucho de ser las esperadas (no se satisface la regla de la
función compuesta ni es adecuado para obtener aproximaciones lineales, como ya veremos). Sin embargo,
siguiendo el segundo método se llega también a las nociones anteriores y se obtiene un concepto plenamente
satisfactorio en lo referente a sus propiedades analı́tico-geométricas. Éste será, por tanto, el camino que
seguiremos en la exposición.
Finalmente, también se van a introducir los diversos operadores diferenciales: gradiente, rotacional,
divergencia y laplaciana, conceptos relacionados como son las nociones de campo conservativo, irrotacional
y solenoidal, y las propiedades más relevantes de estos operadores.
n
3.2 Diferenciabilidad de funciones en R
Recordemos que, en el caso de una variable, dada una función f : A ⊆ R → R y a ∈ A, se podı́a interpretar
la derivada de f en a como una aplicación lineal
fa0 : R −→ R
h 7−→ αh
21
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 22
df
con α = (a) ≡ f 0 (a) . La interpretación geométrica era que la imagen de esta aplicación daba una
dx
aproximación al valor f (a + h) − f (a); esto es, de forma más rigurosa,
Se sabe, además, que, si la función es derivable en a, la ecuación de la recta tangente a graf f en el punto
(a, f (a)) es precisamente
y = f (a) + α(x − a)
luego el valor de la aproximación f (a) + αh es la ordenada del punto de esta recta cuya abcisa es x = a + h.
Obsérvese que, el que esta recta sea tangente a la gráfica está determinado por el hecho de que la diferencia
R1 (h) = f (a + h) − (f (a) + αh) es un infinitésimo de primer orden cuando h → 0.
Todo esto daba origen a la siguiente caracterización de la derivada de una función en un punto:
1
En tal caso se denomina derivada de f en a al valor
f (a + h) − f (a)
f 0 (a) ≡ α = lim
h→0 h
Pretendemos generalizar estas ideas al caso de funciones de varias variables. Comenzaremos razonando
con funciones escalares de dos variables y después extenderemos los razonamientoa al caso general.
Sea f : A ⊆ R2 → R y a ≡ (a1 , a2 ) ∈ A. Siguiendo las pautas del caso de una variable, lo que se busca es,
en primer lugar, una aplicación lineal
Da f : R2 −→ R
h 7−→ Da f ( h)
tal que la imagen de esta aplicación dé una aproximación al valor f (a + h) − f (a); esto es, de forma más
rigurosa,
f (a + h) = f (a) + Da f ( h) + R1 (h) , (con R1 (h) = o(khk))
Si se designa por Ja f = (α β) la matriz asociada a esta aplicación lineal, la expresión precedente adopta la
forma explı́cita
f (a + h) = f (a) + Ja f ( h) + R1 (h) = f (a) + αh1 + βh2 + R1 (h)
y poniendo (h1 , h2 ) ≡ h = x − a ≡ (x − a1 , y − a2 ) y z ≡ f (x, y) se tiene que
es la ecuación de un plano en R3 tal que la condición R1 (h) = o(khk) hace que sea tangente a la graf f en
el punto (a, f (a)) ∈ R3 .
Si la función escalar es de más variables, todo es igual, salvo que la aplicación en cuestión es ahora
Da f : Rn −→ R
h 7−→ Da f ( h)
cumpliendo que
f (a + h) = f (a) + Da f ( h) + R1 (h) , (con R1 (h) = o(khk))
1 Que se obtiene directamente a partir de estas condiciones.
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y tiene por matriz asociada Ja f = (α1 . . . αn ), con lo que estaremos considerando un hiperplano en Rn+1 en
lugar de un plano en R3 , cuya ecuación tiene la expresión más general
n
X
z = f (a) + Ja f (x − a) = f (a) + αi (xi − ai )
i=1
y tal que la condición R1 (h) = o(khk) hace que sea tangente a la graf f en el punto (a, f (a)) ∈ Rn+1 .
Finalmente, si la función es vectorial, f = (f1 , . . . , fm ), todo lo dicho se aplica a todas y cada una de sus
funciones componentes; es decir, tendremos una aplicación
Da f : Rn −→ Rm
h 7−→ Da f (h)
y tales que la condición R1 (h) = o(khk) hace que sean tangentes cada uno de ellos a la correspondiente
graf fj en el punto (a, fj (a)) ∈ Rn+1 .
f es diferenciable en A si es diferenciable ∀a ∈ A.
Comentario:
Llegados a este punto, lo que queda por hacer es definir de manera unı́voca la aplicación diferencial, esto es,
determinar los coeficientes de su matriz asociada Ja f .
Para ello, partiremos de la condición de tangencia expresada en la ecuación (3.1). Teniendo en cuenta
que la existencia del lı́mite de una función en un punto obliga a la existencia e igualdad de todos los
lı́mites direccionales según cualquier recta que pase por el punto (corolario 1), se pueden elegir caminos de
aproximación al punto h = 0 que sean rectas de ecuación h = tv (con v un vector director de la recta) 2 y
como h → 0 ⇔ t → 0, se tendrá que cumplir que
f (a + tv) − f (a) − Da f (tv) 1 f (a + tv) − f (a) − tDa f (v)
0 = lim = lim
t→0 ktvk kvk t→0 |t|
donde se ha hecho uso de que Da f es una aplicación lineal. Esto implica que
f (a + tv) − f (a) − tDa f (v)
f (a + tv) − f (a) − tD f (v)
a
0 =
lim
= lim
|t| t
t→0 t→0
f (a + tv) − f (a)
f (a + tv) − f (a)
= lim
− Da f (v)
=
lim − Da f (v)
t→0 t t→0 t
y de aquı́ se obtiene que ha de ser
f (a + tv) − f (a) f (a + tv) − f (a)
0 = lim − Da f (v) ⇐⇒ Da f (v) = lim
t→0 t t→0 t
igualdad que, escrita en forma matricial es
1
α1 . . . α1n v1
f1 (a + tv) f1 (a)
.. .. = lim 1
.. .. ..
. . . . − . (3.2)
t→0 t
1 n vn
αm . . . αm fm (a + tv) fm (a)
Si ahora, en particular, se toma como recta de aproximación el primero de los ejes que, tomando como vector
director v = (1, 0, . . . , 0), tiene por ecuación h1 = t, h2 = . . . = hn = 0, se obtienen los siguientes coeficientes
de Ja f
fj (a1 + t, a2 , . . . , an ) − fj (a1 , . . . , an )
αj1 = lim
t→0 t
y tomando sucesivamente como rectas de aproximación el resto de los ejes se obtienen todos los demás
coeficientes que están dados por
fj (a1 , . . . , ai + t, . . . , an ) − fj (a1 , . . . , an )
αji = lim
t→0 t
Comentarios:
• Las derivadas direccionales (o parciales) son vectores si m > 1, o nmeros si m = 1; esto es, según se
trate de una función vectorial o escalar.
• La derivada direccional de una función escalar en un punto según un vector dado da cuenta de la
variación de la función en un entorno de dicho punto, en la dirección dada.
• La derivada parcial de una función de varias variables no es otra cosa que la derivada ordinaria respecto
a una de las variables, manteniendo las otras constantes; es decir, mide la variación de la función en la
dirección de esa variable. Ası́ pues, en muchos casos, se pueden calcular como derivadas ordinarias de
una función de una variable 5 .
• Una función escalar de n variables puede tener hasta n derivadas parciales en cada punto.
1. Existen todas las derivadas direccionales de sus funciones componentes en a y, en particular, sus
derivadas parciales en a.
2. Ja f es una matriz asociada a la diferencial de f en a, Da f .
Como obvio corolario de esta proposición y de acuerdo con la definición de derivada direccional (ecuación
(3.3) y la igualdad (3.2), se tiene que:
Da f (v) = Ja f (v)
(es decir, la derivada direccional de una función en un punto según un vector dado es la imagen de dicho
vector por la aplicación diferencial de la función en ese punto).
Comentarios:
5 En algunas ocasiones ésto no es ası́; p. ej., la función f (x, y) = x1/3 y 1/3 en (0, 0) tiene derivadas parciales iguales a 0, pero
no se pueden calcular derivando las funciones x1/3 y y 1/3 , dado que ninguna de ellas es derivable en el origen.
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• Es obvio que tomando otras derivadas direccionales en a que no fueran según los vectores de la base
canónica de Rn se obtendrı́a otra matriz asociada a la aplicación lineal Da f . La matriz jacobiana Ja f
es pues la matriz asociada a la aplicación lineal Da f referida a la base canónica.
• Obsérvese que los coeficientes de la matriz jacobiana son números cuyo valor, en general, cambia al
cambiar de punto. Esto pone de manifiesto que la aplicación diferencial depende del punto en cuestión.
• Nótese que esta proposición asegura la unicidad de la diferencial, ya que queda determinada por las
derivadas parciales que son, obviamente, únicas.
• El recı́proco de esta proposición no es cierto; esto es, la existencia de las derivadas parciales no garantiza
la diferenciabilidad, tal como queda puesto de manifiesto en los siguientes contraejemplos:
Ejemplos:
– f (x, y) ≡ x1/3 y 1/3 , en el origen a = (0, 0).
Tiene derivadas parciales:
no existe (como se comprueba, p. ej., haciendo el lı́mite direccional según la recta h1 = h2 , que
da ∞).
1 si x = 0 ó y = 0
– f (x, y) = , en el origen a = (0, 0).
0 si x 6= 0 y y 6= 0
Tiene derivadas parciales:
∂f f (t, 0) − f (0, 0) 1−1
(0, 0) = lim = lim =0
∂x t→0 t t→0 t
∂f f (0, t) − f (0, 0) 1−1
(0, 0) = lim = lim =0
∂y t→0 t t→0 t
pero no es diferenciable por no cumplirse la condición de tangencia, ya que
∂f ∂f
f (h) − f (0, 0) − ∂x (0, 0)x − ∂y (0, 0)y 0−1−0−0
lim = lim p = −∞
h→0 khk (h1 ,h2 )→(0,0) h21 + h22
A raiz de todo lo expuesto y a modo de conclusión, señalemos que el que una función sea diferenciable en
un punto es equivalente a que
1. Exista la aplicación lineal definida por la matriz jacobiana; lo que implica que existan las derivadas
parciales de la función en el punto en cuestión.
2. Se cumpla la condición de tangencia.
Dada una función f : A ⊆ Rn → R y a ∈ A, ha quedado pues claro, que las derivadas parciales de f en a,
si existen, definen un (hiper)plano en Rn+1 cuya ecuación general es
n
X ∂f
xn+1 = f (a) + (a)(xi − ai ) ≡ f (a) + Ja f (x − a) (3.4)
i=1
∂xi
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o, en forma vectorial,
∂f ∂f
0P = (a, f (a)) + λ1 (1, 0, . . . , (a)) + . . . + λn (0, . . . , 1, (a)) (3.5)
∂x1 ∂xn
Si la función es, además, diferenciable en a, dicho (hiper)plano es tangente a graf f en (a, f (a)).
6 ∂f
No es difı́cil darse cuenta de que el valor de cada derivada parcial(a) es la pendiente de la recta
∂xi
tangente en (a, f (a)) a la curva obtenida al intersectar graf f con el (hiper)plano
1. Se denomina (hiper)plano tangente a la graf f en (a, f (a)) al (hiper)plano de Rn+1 definido por la
diferencial de f en a (que tiene por ecuación las expresiones (3.4) y (3.5)).
Vamos a analizar seguidamente algunas condiciones para la diferenciabilidad. Para empezar estudiaremos la
relación entre diferenciabilidad y continuidad. De manera equivalente al caso de una variable se tiene que:
Comentario:
2
f (tv1 , tv2 ) − f (0, 0) v1 v22 v2
si v1 6= 0
D0 f (v) = lim = lim =
t→0 t t→0 2
v1 + t2 v24 v1
0 si v1 = 0
6 Basta con hacer un análisis en el caso de una función de dos variables.
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luego la función tiene derivadas direccionales en (0, 0), sin embargo el lı́mite de la función según la
curva x = y 2 es
y4 1
lim f (y 2 , y) = 4 = 6= f (0, 0) = 0
y→0 y + y4 2
y por tanto la función no es continua en (0, 0).
Sin embargo, existen resultados relativos exclusivamente a las derivadas parciales, o direccionales en
general, que dan condiciones suficientes para la diferenciabilidad. Los principales son los siguientes:
∂f ∂f
( Dem. ) Por simplicidad se probará para funciones de dos variables f (x, y). Si < k̃ y < k̃ en
∂x ∂y
todos los puntos de U , entonces
Sean la bola de centro a y radio ε, Bε (a), en la que como sabemos existen las derivadas parciales de f , y
h ∈ Rn tal que a + h ∈ Bε (a), se tiene
f (a + h) − f (a) = [f (a + h1 e1 ) − f (a)]+
+ [f (a + h1 e1 + h2 e2 ) − f (a + h1 e1 )]+
+ [f (a + h1 e1 + h2 e2 + h3 e3 ) − f (a + h1 e1 + h2 e2 )]+
+ −−−−−−−−−−−−−−−−−−−−−
+ [f (a + h1 e1 + ... + hn en ) − f (a + h1 e1 + ... + hn−1 en−1 )] =
∂f ∂f
= (c1 )h1 + ... + (cn )hn
∂x1 ∂xn
donde
c1 = a + λ1 e1 con 0 < λ1 < h1
c2 = a + λ1 e1 + λ2 e2 con 0 < λ2 < h2
...
cn = a + λ1 e1 + ... + λn en con 0 < λn < hn
de modo que
n n
X ∂f X ∂f ∂f
f (a + h) − f (a) = (a) + (ci ) − (a) hi
i=1
∂xi i=1
∂xi ∂xi
y como las derivadas parciales son continuas en a, se tiene que
!
n n
X ∂f X ∂f ∂f
f (a + h) − f (a) − (a)hi (ci ) − (a) hi
∂x ∂x ∂x n
i=1 i
i=1 i i X ∂f ∂f
lim = lim ≤ lim ∂xi (ci ) − ∂xi (a) = 0
h→0 khk h→0 khk h→0
i=1
luego f es diferenciable en a.
Comentario:
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• Se puede probar que la existencia y continuidad de las derivadas parciales en E(a) grantiza la existencia
y continuidad de todas las derivadas direccionales en los puntos de ese entorno.
Da (f g) = Da f g(a) + f (a)Da g
4. hf , gi es diferenciable en a y
m
X m
X
Da hf , gi = Da (fj gj ) = (Da fj gj (a) + fj (a)Da gj )
j=1 j=1
( Dem. ) Todas son inmediatas. Basta tener en cuenta que trabajar con las diferenciales es equivalente a
hacerlo con sus matricas jacobianas asociadas.
Definición 28 Sea f : A ⊆ Rn → R y a ∈ A, tal que existen todas la derivadas parciales de segundo orden
de f en a. Se denomina matriz hessiana de f en a a la matriz que tiene por componentes los valores de
estas derivadas parciales: ∂2f 2
∂x21
(a) . . . ∂x∂n ∂x
f
1
(a)
.. ..
Ha f ≡
2
. 2
.
∂ f ∂ f
∂x1 ∂xn (a) . . . ∂x 2 (a)
n
La definición de derivada parcial se puede iterar sucesivamente, obteniendose ası́ todas las denominadas
∂kf
derivadas parciales de orden superior de f , . En particular, se denominan derivadas cruzadas a
∂xi1 . . . ∂xik
las derivadas parciales de orden superior obtenidas derivando respecto a las mismas variables pero en orden
diferente.
Comentario:
• El orden en que se deriva para obtener las derivadas parciales de orden superior es relevante, ya que
no siempre se cumple que las derivadas cruzadas sean iguales.
Ejemplo: La función ( 2 2
xy xx2 −y
+y 2 si (x, y) 6= (0, 0)
f (x, y) =
0 si (x, y) = (0, 0)
tiene derivadas parciales en todo su dominio:
x4 y+4x2 y 3 −y 5
(
∂f (x2 +y 2 )2 si (x, y) 6= (0, 0)
=
∂x limt→0 f (t,0)−f
t
(0,0)
=0 si (x, y) = (0, 0)
5 3 2 4
(
x −4x y −xy
∂f (x2 +y 2 )2 si (x, y) 6= (0, 0)
= f (0,t)−f (0,0)
∂y limt→0 =0 si (x, y) = (0, 0)
t
2 2
∂ f ∂ f
Es decir que (0, 0) 6= (0, 0)
∂y∂x ∂x∂y
9 Por tanto, las derivadas parciales de orden k − 1 son diferenciables en U .
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 31
En relación con el problema de la igualdad de las derivadas cruzadas, vamos a estudiar a continuación
bajo qué condiciones se puede garantizar ésta o, lo que es lo mismo, cuándo la matriz hessiana es simétrica.
La respuesta a esta cuestión la da el siguiente teorema:
( Dem. ) Inmediata.
Comentario:
• Todas las funciones elementales son de clase C ∞ en sus dominios. Por consiguiente, cualquier combi-
nación lineal o composición (como veremos de inmediato) de ellas también lo es.
Una de las propiedades más relevantes de las funciones diferenciables es la generalización de la regla de la
cadena al caso de varias variables; esto es, la regla de diferenciación de funciones compuestas.
Da (g ◦ f ) = Df (a) g ◦ Da f (3.6)
( Dem.) Que f sea diferenciable en a significa que f (a + h) = f (a) + Da f h + R1 (h) con R1 (h) = o(khk).
Que g lo sea en b = f (a) significa que g(b + k) = g(b) + Db gk + T1 (k) con T1 (k) = o(kkk). Tomando
k = f (a + h) − f (a) = f (a + h) − b se tiene
pero Dg(f (a))R1 (h) = o(khk) trivialmente y, como h → 0 ⇒ k → 0, se tiene que T1 (k) = o(khk), luego
R1 (h) = o(khk), lo cual completa la demostración.
Comentarios:
• Como corolario de este teorema se tiene que, si f y g son de clase C k en E(a)) y E(b) respectivamente,
con f (E(a)) ⊆ E(b), entonces g ◦ f es de clase C k en E(a).
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• Dado que el segundo miembro de la expresión (3.6) es una composición de aplicaciones, puede enten-
derse como un producto de matrices (jacobianas)
Ja (g ◦ f ) = Jf (a) gJa f
Ası́, si
f : A ⊆ Rn −→ A ⊆ Rm g : A ⊆ Rm −→ Rp
;
x ≡ (x1 , . . . , xn ) 7→ (f1 (x), . . . , fm (x)) y ≡ (y1 , . . . , ym ) 7→ (g1 (y), . . . , gp (y))
con lo cual
∂h1 ∂h1 ∂g1 ∂g1 ∂f1 ∂f1
∂y1 (f (a)) ... ∂yn (f (a))
∂x1 (a) ... ∂xn (a) ∂x1 (a) ... ∂xn (a)
.. .. .. .. . ..
= ..
. . . . .
∂hp ∂hp ∂gm ∂gm ∂fn ∂fn
∂x1 (a) ... ∂xn (a) ∂y1 (f (a)) . . . ∂yn (f (a)) ∂x1 (a) . . . ∂xn (a)
esto es,
m
∂hk X ∂gk ∂fj
(a) = (f (a)) (a) (∀i = 1, . . . , n) (∀k = 1, . . . , p)
∂xi j=1
∂y j ∂xi
• La composición de dos funciones no diferenciables puede ser diferenciable. En tal caso su diferencial
ha de calcularse a partir de la expresión de la función compuesta, ya que no es aplicable la regla de la
cadena.
Ejemplo:
• La mera existencia de las derivadas parciales no garantiza la validez de este resultado, puesto que el
hecho de que dos funciones tengan derivadas parciales en un punto no asegura que su composición
también las tenga (a menos que la función sea diferenciable).
Ejemplo:
– Sean las funciones g(x, y) ≡ x1/3 y 1/3 y f (x) ≡ (x, x) y su composición (g ◦ f )(x) ≡ x2/3 . Ambas,
f y g tienen derivadas parciales en el origen:
∂g ∂g
∂x (0, 0) = 0 , ∂y (0, 0) = 0
∂f1 ∂f2
∂x (0) = 1 , ∂x (0) = 1
En geometrı́a analı́tica es frecuente dar la ecuación de una hipersuperficie por medio de una ecuación del tipo
F (x1 , . . . , xn ) = 0, denominada expresión implı́cita de la hipersuperficie. Un problema que se plantea es si es
posible siempre describir la hipersuperficie por medio de una expresión explı́cita del tipo xn = f (x1 , . . . xn−1 ).
La respuesta es negativa en ambos casos, como se pone de manifiesto con algunos ejemplos sencillos:
Ejemplos:
(m, n)), B ∈ M(m,m) (R) y C es una matriz columna de m componentes. La cuestión es si se puede
despejar el vector y como función de x. Para ello la c.n.s. es que det B 6= 0, en cuyo caso
y = B −1 (C − Ax) ≡ f (x)
∂F
(Obsérvese que B = ).
∂y
El siguiente teorema da condiciones para poder asegurar la existencia (local) de este tipo de funciones
explı́citas, analizando, además, su diferenciabilidad.
Teorema 8 Sean
F : W ⊆ Rn+m = Rn × Rm −→ Rm
(x, y) ≡ (x1 , . . . xn ; y1 , . . . , ym ) 7→ (F1 (x, y), . . . , Fm (x, y))
1. F(p) = 0.
2. F es de clase C1 (resp., de clase C k ) en U .
∂Fi
3. det (p) 6= 0 , (1 ≤ i, j ≤ m).
∂yj
Comentarios:
• Obsérvese que éste es un teorema de existencia local pues, en general, no puede asegurarse que exista
globalmente la función implı́cita.
• Este teorema da condiciones suficientes para que exista (localmente) la función implı́cita, asegura su
diferenciabilidad y permite calcular su diferencial sin necesidad de conocer explı́citamente la expresión
de la función implı́cita. En efecto:
Corolario 5 Con las hipótesis del teorema, los elementos de la matriz jacobiana Ja f se obtienen resolviendo
el sistema (lineal)
m
∂Fk X ∂Fk ∂fj
0= (p) + (p) (a) (k = 1, . . . , m ; i = 1, . . . , n) (3.7)
∂xi j=1
∂y j ∂xi
cuya solución es
∂F1 ∂F1 ∂F1 ∂F1 ∂F1
∂y1 (p) ... ∂yj−1 (p) ∂xi (p) ∂yj+1 (p) ... ∂ym (p)
.. .. .. .. ..
. . . . .
∂(F1 ,...,Fm )
∂Fm ∂Fm ∂Fm ∂Fm ∂Fm
∂fj | ∂(y1 ...yj−1 ,xi ,yj+1 ...ym ) (p) | ∂y1 (p) ... ∂yj−1 (p) ∂xi (p) ∂yj+1 (p) ... ∂ym (p)
(a) = ≡
∂xi | ∂(F 1 ,...,Fm ) ∂F 1 ∂F1
(p) . . . ∂y (p)
∂(y1 ...ym ) (p) | ∂y1 m
.. ..
. .
∂Fm ∂Fm
∂y1 (p) ... ∂ym (p)
que da lugar al sistema (3.7), el cual es compatible y determinado en virtud de las hipótesis del teorema
(concretamente la tercera). A partir de aquı́ la solución se obtiene de manera inmediata.
Comentarios:
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la ecuación (3.8) (y, por tanto, el sistema (3.7)) se puede expresar en la forma
∂F ∂F
(0) = (p) + (p) Ja f
∂x ∂y
de donde la solución es −1
∂F ∂F
Ja f = − (p) (p)
∂y ∂x
• Como caso particular, si F (x, y) es una función que cumple las condiciones del teorema de la función
implı́cita, lo cual permite despejar y = f (x) en un entorno de un punto p = (a, b) de su dominio,
entonces el resultado anterior conduce a:
∂F
∂F ∂F ∂f ∂f ∂x (p)
0= (p) + (p) (a) ⇒ (a) = − ∂F
∂x ∂y ∂x ∂x ∂y (p)
Este resultado es la generalización del teorema del mismo nombre en el caso de una variable.
( Dem. ) Se puede obtener como consecuencia del teorema de la función implı́cita (Véase también M.
Spivak, Cálculo en variedades). En efecto, considérese F: Rn+n → Rn dada por
F(x1 , . . . , xn ; y1 , . . . , yn ) := (x1 − g1 (y), . . . , xn − gn (y))
y sea el punto p ≡ ((g(a), a) ∈ R2n . Entonces:
Luego el teorema de la función implı́cita garantiza localmente la existencia de la función y = f (x) ≡ g−1 (x),
y es de clase C k en su dominio.
El cálculo de Dg(a) g−1 se hace obteniendo la diferencial en g(a) de esta función impl’ıcita, siguiendo las
pautas del Corolario 3.7.
Comentarios:
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• Obsérvese que éste es un teorema de existencia local pues, en general, no puede asegurarse que la
función inversa exista globalmente (p. ej., la función y = sin x sólo tiene inversas locales).
• El teorema da condiciones para que exista (localmente) la inversa de una función, asegura su diferen-
ciabilidad y permite calcular su diferencial sin necesidad de conocer explı́citamente la expresión de la
función inversa.
• La segunda de las hipótesis del teorema es condición necesaria para la existencia de inversa diferenciable
ya que, si g ha de tener inversa diferenciable, la aplicación lineal Dg(a) g−1 , ha de ser necesariamente la
aplicación lineal (Da g)−1 , luego Da g ha de ser necesariamente un isomorfismo y, por tanto, su matriz
asociada regular.
Sin embargo, la primera hipótesis no es necesaria para la existencia de inversa (hay funciones que sin
ser de clase C1 tienen inversa de clase C1 ).
1. g es diferenciable en U .
2. ∃g−1 en U .
3. g−1 es diferenciable en g(U ).
Ası́ pues, el teorema de la función inversa afirma que si g es de clase C k , k ≥ 0, con jacobiano no nulo
entonces g es un difeomorfismo local.
Ejemplos:
donde
∂(x, y) cos φ −r sin φ
J(r,φ) g = =
∂(r, φ) sin φ r cos φ
con jacobiano det J(r,φ) g = r.
• Coordenadas cilı́ndricas. La aplicación:
donde
cos φ −r sin φ 0
∂(x, y, z)
J(r,φ,z) g = = sin φ r cos φ 0
∂(r, φ, z)
0 0 1
con jacobiano det J(r,φ,z) g = r.
• Coordenadas esféricas. La aplicación:
donde
sin θ cos φ r cos θ cos φ −r sin θ sin φ
∂(x, y, z)
J(r,θ,φ) g = = sin θ sin φ r cos θ sin φ r sin θ cos φ
∂(r, θ, φ)
cos θ −r sin θ 0
con jacobiano det J(r,θ,φ) g = r2 sin θ.
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Para poder abordar otras aplicaciones geométricas del cálculo diferencial es preciso introducir ciertos con-
ceptos nuevos 10 . Todos ellos se referirán a funciones diferenciables 11 . El primero de ellos es el siguiente:
Se denomina gradiente de f a la función que asigna a cada punto el gradiente de la función en dicho
punto:
grad f : A ⊆ Rn −→ Rn
a 7→ grad f (a)
Notación:
Comentario:
• El gradiente sólo está definido para funciones escalares, pero la función gradiente es una función
vectorial
cuyas funcionescomponentes son, obviamente, las derivadas parciales de la función original,
∂f ∂f
grad f = ,..., .
∂x1 ∂xn
1. Si el gradiente de cualquier función escalar es una función vectorial de Rn en Rn , ¿toda función vectorial
de esta guisa es el gradiente de alguna función escalar.
La respuesta a la primera pregunta es negativa (aunque la justificación de ello queda aplazada hasta el
último capı́tulo, sobre el teorema de Stokes). Esto da origen al siguiente concepto:
Definición 32 Sea f : A ⊂ Rn → Rn .
2. Se denomina función potencial escalar de un campo vectorial conservativo f a cualquier función escalar
diferenciable ϕ: A ⊆ Rn → R de la cual sea gradiente; esto es, tal que f = ∇ϕ.
Comentarios:
• Es evidente que toda función escalar es una función potencial escalar de algún campo vectorial: su
gradiente. Sin embargo no toda función vectorial tiene asociada una función potencial escalar: sólo los
campos conservativos.
• Es evidente, por la propia definición, que dos funciones escalares que difieran en una constante son
funciones potenciales del mismo campo conservativo (o lo que es lo mismo, un campo conservativo
tiene infinitas funciones potenciales). Recı́procamente, dos funciones potenciales del mismo campo
conservativo difieren necesariamente en una constante.
• El que un campo vectorial sea gradiente de otro (esto es, conservativo) tiene interesantes interpreta-
ciones de carácter fı́sico-geométrico, cuyo análisis queda aplazado hasta el capı́tulo sobre las integrales
de linea en que volveremos a abordar este tema
Para poder contestar a la segunda de las cuestiones planteadas anteriormente es necesario recurrir al
concepto de derivada direccional introducido en el capı́tulo anterior. Entonces, a partir del corolario 3 se
tiene que la relación entre la derivada direccional y el gradiente de una función es la siguiente:
v1
n
∂f ∂f . X ∂f
Da f (v) = Ja f (v) = (a) . . . (a) .. = (a)vi = h∇f (a), vi
∂x1 ∂xn i=1
∂xi
vn
A partir de este resultado estamos ya en condiciones de obtener la interpretación geométrica del gradiente.
Proposición 29 Sea f : A ⊆ Rn → R una función diferenciable en a ∈ A y tal que grad f (a) 6= 0. Entonces:
1. grad f (a) indica la dirección en la cual la derivada direccional de f en a es máxima; esto es, la de
máxima variación de la función, creciendo en el sentido de grad f (a) y decreciendo en sentido opuesto.
El valor de dicha derivada es ±kgrad f (a)k (si se toman vectores unitarios 14 ).
14 Por convenio, esta es la elección que se hace en muchos los casos.
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2. La derivada direccional de f en a es nula si, y sólo si, dicha dirección es perpendicular a grad f (a)
El gradiente de una función en un punto tiene otras caracterı́sticas geométricas relevantes. Ası́, como
corolario de la proposición precedente se tiene:
Corolario 6 Sea f : A ⊆ Rn → R una función diferenciable en a ∈ A y tal que grad f (a) 6= 0. Entonces
grad f (a) es perpendicular a la superficie de nivel de la función que pasa por a.
( Dem. ) Es un resultado inmediato que se obtiene a partir del segundo apartado de la proposición anterior,
ya que sobre los puntos de una superficie de nivel la función es constante, por definición, luego a lo largo de
cualquier vector tangente a la superficie en a, la derivada direccional de f en a es nula y, por tanto, dicho
vector es necesariamente perpendicular a grad f (a).
Al igual que a todo campo escalar se le puede asociar una función vectorial “derivada” del primero (el
gradiente) que tiene un significado geométrico claro y da origen al concepto de campo conservativo; a un
campo vectorial se le puede asociar una nueva función vectorial y otra escalar que, de alguna manera, también
puede decirse que “derivan” de aquél y tienen, a su vez, interesantes propiedades.
Vamos a considerar, en este apartado, el primero de ellos. Aunque todas las definiciones pueden ex-
tenderse a Rn (n ≥ 3), sólo vamos a referirlas a n = 2, 3, que es el marco que va a interesarnos en este
curso.
Se denomina rotacional de f al campo vectorial rot f : A ⊂ R3 → R3 que tiene por funciones componentes
∂f3 ∂f2 ∂f1 ∂f3 ∂f2 ∂f1
rot f := − , − , −
∂y ∂z ∂z ∂x ∂x ∂y
Notación:
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Expresión explı́cita:
Comentario:
• Como el gradiente, el rotacional tiene también una interpretación fı́sico-geométrica, que está dada a
través del concepto de campo irrotacional: si f representa el campo de velocidades de un fluido (o
cualquier otro campo fı́sico) entonces, que el campo sea irrotacional significa que no tiene “remolinos”
15
. Obsérvese que esto no implica que las lı́neas de corriente no puedan ser cerradas.
Existen propiedades que relacionan los diversos operadores diferenciales. La primera de ellas se refiere al
gradiente y el rotacional y permite una primera comparación entre los campos conservativos e irrotacionales.
rot(grad ϕ) = 0
El recı́proco de esta propiedad no es cierto, a menos que se impongan condiciones adicionales, como se
verá en el último capı́tulo, cuando se estudien las aplicaciones del teorema de Stokes.
−y x
Ejemplo: La función f (x, y) := , es irrotacional, pero no tiene potencial escalar
x2 + y 2 x2 + y 2
x
(en todo su dominio), ya que, aunque la función ϕ(x, y) = − arctan cumple que gradϕ = f , no está
y
definida en los puntos del dominio de f tales que y = 0.
15 Al colocar en su seno una rueda con aspas, ésta se mueve a lo largo de las lı́neas de corriente, pero sin girar.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 41
En el apartado anterior se ha comentado que hay dos maneras de obtener funciones “derivadas” de un campo
vectorial diferenciable dado: una nueva función vectorial y otra función escalar. En el presente apartado
vamos a analizar la manera de obtener esta última.
Notación:
Comentario:
La propiedad que se va a considerar a continuación tiene relación con la siguiente cuestión: cuando se
analizó el gradiente de una función, se introdujo el concepto de campo vectorial conservativo como aquel
que era gradiente de un campo escalar y, en tal caso, dicha función escalar (no única) recibı́a el nombre de
función potencial escalar. Análogamente, ahora podemos cuestionarnos sobre los campos vectoriales que son
el rotacional de algún otro. Entonces:
Definición 37 Sea f : A ⊂ R3 → R3 .
2. Se denomina función potencial vectorial de un campo vectorial solenoidal f a cualquier función vectorial
diferenciable g: A ⊂ R3 → R3 de la cual sea rotacional; esto es, tal que f = ∇ ∧ g.
Comentarios:
• Es evidente que toda función vectorial es una función potencial de algún campo vectorial: su rotacional.
Sin embargo no toda función vectorial tiene asociada una función potencial vectorial: sólo los campos
solenoidales.
16 En algunos textos a los campos vectoriales con divergencia nula (o sin divergencia) se les suele denominar campos
solenoidales. No obstante, en este curso se reservará esa terminologı́a para referirnos a campos que, además verifican una
condición suplementaria que vamos a tratar de inmediato.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 42
• Teniendo en cuenta la proposición 30, en la cual se enuncia que el rotacional de un gradiente es nulo
(esto es, que todo campo campo conservativo de clase C 1 es irrotacional), es evidente que dos funciones
vectoriales que difieran en un gradiente (esto es, en un campo conservativo) son funciones potenciales
vectoriales del mismo campo solenoidal (o lo que es lo mismo, un campo solenoidal tiene infinitas
funciones potenciales vectoriales).
Recı́procamente, dos funciones potenciales vectoriales del mismo campo solenoidal difieren necesaria-
mente en un gradiente; es decir, en un campo conservativo 17 .
Los campos solenoidales pueden ser caracterizados por medio de su divergencia, tal como enuncia el
siguiente resultado, que establece una relación entre los operadores rotacional y divergencia:
El recı́proco de esta propiedad no es cierto, a menos que se impongan condiciones adicionales, como se
verá en el último capı́tulo, cuando se estudien las aplicaciones del teorema de Gauss-Ostrogadskii.
r
Ejemplo: La función f (x, y, z) := tiene divergencia nula, pero no tiene potencial vectorial (en todo
r3
su dominio).
Aparte de los operadores diferenciales introducidos (gradiente, rotacional y divergencia), otro operador muy
usual en las aplicaciones fı́sicas es el siguiente:
Definición 38 1. Sea ϕ: A ⊂ Rn → R una función dos veces diferenciable. Se denomina laplaciana del
campo escalar ϕ a la función escalar ∆ϕ := div (grad ϕ), esto es,
∆ϕ := ∇2 ϕ := ∇ · ∇ϕ: A ⊂ Rn → R
cuya expresión explı́cita es, consecuentemente,
∂2ϕ ∂2ϕ
∆ϕ = + . . . +
∂x21 ∂x2n
2. Sea f : A ⊂ Rn → Rn , con f = (f1 , . . . , fn ), una función dos veces diferenciable. Se denomina laplaciana
del campo vectoriar f a la función vectorial ∆f : A ⊂ Rn → Rn cuyas funciones componentes son las
laplacianas de sus funciones componentes:
∆f := (∇2 f1 , . . . , ∇2 fn ) := ∇2 f
Se deja como ejercicio comprobar, utilizando la regla de la cadena, que las expresiones de los operadores
diferenciales en coordenadas polares en R2 y cilı́ndricas o esféricas en R3 son las siguientes:
• Coordenadas polares en R2 :
∂f 1 ∂f
grad f = ,
∂r r ∂φ
1 ∂(rf2 ) ∂f1
rot f = −
r ∂r ∂φ
1 ∂(rf1 ) ∂f2
div f = +
r ∂r ∂φ
1 ∂2f
1 ∂ ∂f
∆f = r + 2 2
r ∂r ∂r r ∂φ
• Coordenadas cilı́ndricas en R3 :
∂f 1 ∂f ∂f
grad f = , ,
∂r r ∂φ ∂z
1 ∂(f3 ) ∂(rf2 ) ∂f1 ∂f3 ∂(rf2 ) ∂f1
rot f = − , − , −
r ∂φ ∂z ∂z ∂r ∂r ∂φ
1 ∂(rf1 ) ∂f2 ∂(rf1 )
div f = + +
r ∂r ∂φ ∂z
2
∂2f
1 ∂ ∂f 1 ∂ f
∆f = r + 2 2+ 2
r ∂r ∂r r ∂φ ∂z
• Coordenadas esféricas en R3 :
∂f 1 ∂f 1 ∂f
grad f = , ,
∂r r ∂θ r sin θ ∂φ
1 ∂(r sin θf3 ) ∂(rf2 ) ∂f1 ∂(r sin θf3 ) ∂(rf2 ) ∂f1
rot f = − , − , −
r2 sin θ ∂θ ∂φ ∂φ ∂r ∂r ∂θ
∂(r2 sin θf1 ) ∂r sin θf2
1 ∂(rf1 )
div f = + +
r2 sin θ ∂r ∂θ ∂φ
2
∂2f
1 ∂ ∂f 1 ∂ (sin θf ) 1
∆f = 2
r2 + 2 2
+ 2
r ∂r ∂r r sin θ ∂θ r sin θ ∂φ2
Proposición 32 (Con las adecuadas hipótesis sobre la diferenciabilidad con continuidad de las funciones
que intervienen):
7. (Linealidad de la divergencia):
∇ · (αf ± βg) = α∇ · f ± β∇ · g
∇ · (f ∧ g) = g · (∇ ∧ f ) − f · (∇ ∧ g)
(Dem.) Utilizar las propiedades de las funciones diferenciables y las expresiones explı́citas de los operadores.
Dado un campo conservativo f ≡ (f1 , . . . , fn ), el cálculo de una función potencial escalar puede efectuarse
de la siguiente manera: por definición la función potencial escalar ha de verificar que
∂ϕ
= fi
∂xi
luego la determinación de ϕ se realiza a partir de n integrales (indefinidas) del tipo
Z
ϕ = fi dxi
El resultado final está determinado salvo por una constante (he aquı́ la arbitrariedad en la elección de la
función potencial escalar a la que se acaba de hacer alusión). Sin embargo, lo habitual es fijar el valor de
la función potencial en un punto determinado (denominado origen de potencial), con lo cual aquélla queda
determinada unı́vocamente.
La manera de obtener un potencial vectorial para un campo solenoidal consiste en utilizar su definición,
lo que lleva a resolver un sistema de ecuaciones en derivadas parciales. A continuación se describe un método
para obtenerlo: Sea f : A ⊂ R3 → R3 , con f = (f1 , f2 , f3 ), un campo solenoidal con dominio A abierto. Se
trata de obtener un potencial vectorial g = (g1 , g2 , g3 ) de f ; por lo que el sistema a resolver es
∂g3 ∂g2 ∂g1 ∂g3 ∂g2 ∂g1
− = f1 ; − = f2 ; − = f3
∂y ∂z ∂z ∂x ∂x ∂y
1. Dado que se busca una solución particular, se puede tomar, p. ej., g1 (x, y, z) = 0.
2. Integrando la tercera ecuación se obtiene
Z
g2 (x, y, z) = f3 (x, y, z)dx + ϕ2 (y, z)
que integrada determina la función ϕ3 (y, z), salvo una función arbitraria φ(z), que puede tomarse
también nula.
Curvas y superficies
4.1 Introducción
Siguiendo con el estudio de las aplicaciones del cálculo diferencial con funciones de varias variables, se
dedicará este capı́tulo a introducir los conceptos geométricos relacionados con la descripción de curvas y
superficies en Rn .
4.2 Curvas
4.2.1 Curvas en Rn
Comenzaremos esta sección introduciendo los primeros objetos geométricos con los que vamos a trabajar
que son las curvas en Rn . Hay tres aproximaciones diferentes a este concepto:
(Se dice, en este caso, que la curva está dada en forma implı́cita).
3. Se denomina curva (parametrizada) en Rn a toda función vectorial
c: I ⊆ R −→ Rn
(4.3)
t 7→ (x1 (t), . . . , xn (t))
(Se dice, en este caso, que la curva está dada en forma paramétrica).
En este caso, es habitual denominar curva a la imagen de esta aplicación, esto es, a su representación
gráfica, C := Im c, y parametrización a la propia función c.
Comentarios:
46
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 47
• Para una curva dada existen infinitas parametrizaciones. No obstante, la mayorı́a los resultados sobre
curvas que se van a dar son independientes de la parametrización que se elija.
Ejemplo: Considérense las dos siguientes parametrizaciones de la recta bisectriz del primer y tercer
cuadrante en R2 :
c: I⊆R → R2 ; c: I⊆R → R2
(4.4)
t 7→ (t, t) t 7→ (t3 , t3 )
• En algunos casos no es posible dar una parametrización de toda la curva a la vez y hay que hacerlo
por trozos.
• Como caso particular de la definición precedente, están las curvas en R2 :
1. (Forma explı́cita): Se denomina curva en R2 a la gráfica de toda función escalar f : A ⊆ R → R;
esto es
C := graf f := {(x, y) ∈ R2 | x ∈ A, y = f (x)}
2. (Forma implı́cita): Se denomina curva en R2 a un conjunto de nivel de toda función escalar
F : B ⊆ R2 → R; esto es
c: I⊆R → R2
t 7 → (x1 (t), x2 (t))
esto es, C := Im c.
• El paso de una forma a otra no siempre es factible. Ası́, p. ej., con curvas en R2 siempre puede pasarse
de una expresión en forma explı́cita a otra en forma implı́cita (p. ej., poniendo F (x, y) ≡ y − f (x) = 0),
o en forma paramétrica (p. ej., haciendo x = t, y = f (t), o por medio de otras expresiones más
complicadas), pero no al revés 1 .
Ejemplos:
• Recta en R3 , que pasa por el punto (2, 1, 3) y tiene como vector director (1, 3, −1):
1. {(x, y, z) ∈ R3 | y = 3x − 5, z = −x + 5, x ∈ R}.
x−2 y−1 z−3
2. (x, y, z) ∈ R3 | = = .
1 3 −1
3. c(t) = (2, 1, 3) + t(1, 3, −1) = (2 + t, 1 + 3t, 3 − t), t ∈ R
• Elipse (intersección del cilindro x2 + y 2 = 1 con el plano z = x + y):
√ √
1. {(x, y, z) ∈ R3 | y = ± 1 − x2 , z = x ± 1 − x2 , x ∈ (−1, 1)}.
2. {(x, y, z) ∈ R3 | x2 + y 2 = 1, z = x + y}.
3. c(t) = (cos t, sin t, cos t + sin t), t ∈ [0, 2π)
Atendiendo a las caracterı́sticas geométricas de las curvas se puede establecer la siguiente terminologı́a:
Definición 41 1. Una curva es plana si su representación gráfica está en R2 . En caso de no ser ası́, la
curva se denomina alabeada.
2. Una curva es simple si su representación gráfica no tiene autointersecciones.
Si c: I ⊆ R → Rn es una parametrización, ésto equivale a que c sea inyectiva.
1 Traducido en términos geométricos, significarı́a que toda curva (de nivel o parametrizada) fuera la gráfica de una función
(a) es conexa.
(b) I = [a, b] (es un intervalo cerrado), y
(c) c(a) = c(b).
2. Una curva es regular para una parametrización dada, si todos sus puntos son regulares para esa
parametrización.
3. Una curva es regular a trozos para una parametrización dada, si I descompone en un número finito
de subintervalos en cada uno de los cuales la parametrización es regular.
Comentarios:
• Obsérvese que la recta que pasa por el punto c(t0 ) y tiene por vector director c0 (t0 ) es efectivamente
tangente a la curva en ese punto y, por tanto, también dicho vector lo es; ya que, por ser la curva
diferenciable en él, se verifica la condición de tangencia que es justamente
• Una curva parametrizada de diversas formas equivalentes puede ser regular (resp. diferenciable) en un
punto para una parametrización y no serlo para otra.
Ejemplo: Para las parametrizaciones dadas en (4.4), ambas de clase C∞ , en t0 = 0 se tiene respecti-
vamente c0 (0) = (1, 1) y c0 (0) = (0, 0).
No obstante, el concepto de regularidad (resp. diferenciabilidad) es intrı́nseco y está relacionado con
el hecho de que la curva tenga vector tangente en un punto dado; esto es, que localmente la curva
sea semejante a un segmento de recta en un entorno de dicho punto. Como consecuencia, los puntos
angulosos no son regulares.
Para curvas dadas en forma explı́cita e implı́cita, la noci´ de regularidad se obtiene a partir de la definición
dada:
1. Si C está dada en forma explı́cita mediante (4.1), p ≡ (x0 , f1 (x0 ), . . . , fn−1 (x0 ))) ∈ C y f es de clase
1
C
en un entorno E(x0 ), entonces p es un punto regular de C y un vector tangente a C en p es
df1 dfn−1
1, (x0 ), . . . , (x0 ) .
dx dx
2. Sea C dada en forma implı́cita mediante (4.2) y p ≡ (x0 , . . . , xn ) ∈ C. Si F es de clase C 1 en un
entorno E(p) y Jp F tiene rango máximo k − 1, entonces p es un punto regular de C y un vector normal
a C en p se obtiene a partir del teorema de la función implı́cita.
( Dem. )
c : I⊆R −→ Rn
x 7→ (x, f1 (x), . . . , fn−1 (x))
con x0 ∈ I tal que c(x0 ) = p, que es una parametrización de C de clase C 1 . Entonces c0 (x0 ) =
0
(1, f10 (x0 ), . . . , fn−1 (x0 )) 6= 0 es un vector tangente a C en p y la gráfica de f es una curva regular en
p, de acuerdo con la definición precedente.
2. Si el rango de F es máximo, o sea n − 1, quiere decir que n − 1 de las variables se pueden expresar como
función de la n-ésima y, por tanto, los puntos de C se pueden expresar como (x, f1 (x), . . . , fn−1 (x)) y,
según el apartado anterior, tendrı́amos una curva regular.
3
Un vector tangente se obtiene a partir del teorema de la función implı́cita (corolario 5).
Comentario:
• Como caso particular, si una curva en R2 está dada en forma implı́cita o explı́cita, un vector tangente
a la curva en un punto p se obtiene del siguiente modo:
– Forma implı́cita: Dada F (x, y) = 0, con F función diferenciable en p tal que ∇F (p) 6= 0.
En cada punto, ∇F (p) es perpendicular a la curva, de acuerdo con el corolario 6 y, por tanto,
cualquier vector perpendicular a éste es un vector tangente.
Consecuentemente, una curva dada en forma implı́cita en R2 es regular en un punto si la función
que la define es de clase C 1 en un entorno de dicho punto y su diferencial en el punto es no nula,
con lo cual su gradiente en dicho punto también lo es.
3 Para el caso de curvas en R3 , también haciendo el producto vectorial ∇F1 (p) ∧ ∇F2 (p) se tiene un vector tangente.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 50
Finalmente:
1. Se denomina recta tangente a la curva en el punto p a la recta que pasa por dicho punto y tiene como
vector director bf v.
Su ecuación vectorial es, por consiguiente,
x1 p1 v1
x = p + λv ↔ ... = . .
.. + λ .. (λ ∈ R)
xn pn vn
2. Se denomina (hiper)plano normal a la curva en el punto p al (hiper)plano que pasa por dicho punto y
es perpendicular al vector tangente v.
Su ecuación vectorial es, por consiguiente,
La manera de obtener explı́citamente la ecuación del plano tangente y de la recta normal a una curva en
un punto dado depende de la forma en que esté dada la superficie y, por tanto, dicho vector.
Otras aplicaciones relacionadas con curvas regulares son las dos siguientes:
• Un problema que tiene relación con el cálculo de vectores tangentes es el de la obtención del vector
tangente a la transformada de una curva, y se plantea del siguiente modo: Considérese una función
f : A ⊆ Rn → Rm diferenciable. Sea c: I ⊆ R → Rn , con c(I) ⊂ A, una curva diferenciable en t0 ∈ I, y
c0 (t0 ) su vector tangente en c(t0 ). Al realizar la composición
c f
C =f ◦c : I ⊆R −→ Rn −→ Rm
t 7→ (c1 (t), . . . , cm (t)) 7→ (C1 (t), . . . , Cm (t))
se obtiene una nueva curva que se denomina transformada de la curva c por la función f . Se trata
de calcular su vector tangente en el punto C(t0 ) = f (c(t0 )). Dado que estamos en presencia de
sendas funciones diferenciables, tiene sentido aplicar nuevamente la regla de la cadena para calcular la
diferencial de la función compuesta, con lo que, en representación matricial, se tiene que
∂f1 ∂f1 dc1 dC1
∂x1 (c(t0 ))) . . . ∂xn (c(t0 )) dt (t0 ) dt (t0 )
Jto C = Jc(to ) f Jto c ≡ .. .. .. ..
≡
. . . .
∂fm ∂fm dcn dCn
∂x1 (c(t0 )) . . . ∂xn (c(t0 )) dt (t0 ) dt (t0 )
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 51
luego pueden identificarse Jto C y Jto c con los respectivos vectores tangentes de C y c en los puntos
correspondientes, luego se concluye que
es decir, el vector tangente a la curva C en el punto c(t0 ) = f (c(t0 ) es el transformado del vector
tangente a c por la aplicación Dc(to ) f 4 .
• Otra aplicación relacionada con este tema es la siguiente: considérese una función f : A ⊆ Rn → Rm
diferenciable y una curva diferenciable c: I ⊆ R → Rn , con c(I) ⊂ A. La cuestión es determinar cómo
varı́a la función al pasar de un punto a = c(t0 ) (con t0 ∈ I) a otro a + h en sus inmediaciones que esté
situado sobre la graf c, esto es, a + h = c(t0 + λ). Dado que, como ya es sabido, una aproximación al
valor de la variación de una función en el entorno de un punto viene dada por medio de la diferencial,
la resolución del problema pasa por el cálculo de la diferencial de la función compuesta F = f ◦ c en
t0 . Para ello, dado que las funciones son ambas diferenciables, basta aplicar la regla de la cadena y
obtener
Dto (f ◦ c)) = Dc(to ) f ◦ Dto c
que no es otra cosa que la derivada direccional de la función en la dirección de la recta tangente a la
curva dada en el punto en cuestión.
4.2.4 Orientación
Dada una curva, en su representación gráfica se puede establecer un sentido de recorrido o, lo que es
equivalente, asignar un sentido a los vectores tangentes en todos los puntos de la curva. Esta idea se plasma
en el siguiente concepto:
Toda curva dotada con una orientación se dice que está orientada. Un arco de curva orientada se
denomina camino o trayectoria.
Definición 47 Sea una curva parametrizada regular c: I ⊆ R → Rn . Dada una parametrización, se denom-
ina orientación natural de la curva (respecto a la parametrización dada) a la definida por el sentido creciente
del parámetro que la describe; es decir, está dada en cada punto por el vector u=c’(t) 5 .
Comentario:
• Una curva simple tiene dos únicas orientaciones posibles: la natural y la opuesta.
4.3 Superficies
4.3.1 Superficies en R3
(Se dice, en este caso, que la superficie está dada en forma explı́cita).
2. Se denomina superficie a un conjunto nivel de toda función escalar F : B ⊆ R3 → R; esto es
(Se dice, en este caso, que la superficie está dada en forma implı́cita).
3. Se denomina superficie (parametrizada) a toda función vectorial
σ: D ⊆ R2 −→ R3
(4.7)
(u, v) 7→ (x1 (u, v), x2 (u, v), x3 (u, v))
(Se dice, en este caso, que la superficie está dada en forma paramétrica).
También, en este caso, es habitual denominar superficie a la imagen de esta aplicación, esto es, a su
representación gráfica, S := Im σ, y parametrización a la propia función σ.
Comentarios:
• Es interesante señalar que, contra lo que pudiera parecer, no toda superficie es inmersible en R3 (p.
ej., el plano proyectivo o la botella de Klein).
• Estas tres definiciones no son equivalentes. En efecto:
– (1) ⇒ (2): pues la gráfica de toda función escalar de dos variables f : A ⊆ R2 → R puede ser
considerada como la superficie de nivel de la función escalar de tres variables F (x, y, z) = f (x, y)−
z.
– (1) ⇒ (3): pues la gráfica de toda función escalar de dos variables puede ser parametrizada (p.
ej., (x, y, z) = (u, v, f (u, v))).
– La superficie de nivel de toda función escalar de tres variables F : A ⊆ R3 → R no siempre es la
gráfica de otra función escalar de dos variables (p. ej., la esfera (en R3 )).
Tampoco es, en muchos casos, parametrizable.
– Una superficie parametrizada no siempre es la superficie de nivel de alguna función escalar de tres
variables, ni la gráfica de otra de dos variables.
Sin embargo, usando el teorema de la función implı́cita (siempre que se cumplan las condiciones de
regularidad establecidas como hipótesis en dicho teorema), es posible demostrar que, localmente, las
tres concepciones de superficie dadas en la definición anterior son equivalentes.
• En algunos casos no es posible dar una parametrización de toda la superficie a la vez y hay que hacerlo
por trozos.
• Para una superficie parametrizada existen infinitas parametrizaciones. No obstante, la mayorı́a de los
resultados que se obtendrán son independientes de la parametrización que se elija (salvo cuando se
advierta lo contrario).
A este respecto, se tiene la siguiente definición:
Esto implica que ambas parametrizaciones representan la misma superficie; esto es, S = σ(D) = σ 0 (D0 ).
Ejemplos:
• Plano:
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 53
De manera análoga a como se hizo con las curvas, se puede establecer la siguiente terminologı́a:
Definición 50 Dada una superficie S (definida en uno o varios de los sentidos dados en la definición 48):
Atendiendo a las caracterı́sticas analı́ticas de las superficies se establece la siguiente terminologı́a (para
superficies parametrizadas):
Comentarios:
• Tal como ha sido definido, el resultado de hacer el producto vectorial fundamental depende de la
parametrización. Esto significa que un punto puede ser regular para una parametrización y singular
para otra y, por consiguiente, el concepto de regularidad parece que depende de la parametrización.
Realmente esto no es ası́ ya que, geométricamente, una superficie regular se caracteriza porque lo-
calmente se asemeja a un trozo de plano y, consecuentemmente, tiene vector normal en los puntos
regulares (por tanto, no tiene “pliegues” ni “esquinas” 8 ). Consecuentemente, éste es un concepto
intrı́nseco (independiente de la parametrización). En este sentido, la definición dada es imprecisa, pero
será suficiente para cubrir los objetivos del curso 9 .
• En caso de que la superficie esté dada en forma explı́cita o implı́cita, para asegurar la regularidad en
un punto basta con pedir que sean de clase C1 las funciones f (x, y) o F (x, y, z) respectivamente (y, en
este último caso, que el gradiente de F sea no nulo en dicho punto).
La interpretación geométrica de los vectores Tu (u0 , v0 ) y Tv (u0 , v0 ) y del producto vectorial fundamental
es la siguiente: si en D ⊆ R2 se consideran las rectas u = u0 y v = v0 , sus imágenes por σ, σ(u0 , v) y σ(u, v0 ),
son curvas en R3 que están obviamente contenidas en S = Im σ y reciben el nombre de curvas coordenadas
de la superficie. Entonces, Tv (u0 , v0 ) y Tu (u0 , v0 ) son respectivamente los vectores tangentes a dichas curvas
en el punto σ(u0 , v0 ) (como queda puesto de manifiesto por su propia definición).
Además, partiendo del hecho de que toda superficie regular es diferenciable y, por tanto, se verifica la
condición de tangencia, es posible demostrar fácilmente que:
1. Tu (u0 , v0 ) y Tv (u0 , v0 ) son vectores tangentes a la superficie en el punto x (esto es, el plano que
definen es tangente a la superficie en el punto en cuestión).
2. Consecuentemente, Tu (u0 , v0 ) ∧ Tv (u0 , v0 ) es un vector perpendicular a S en x y se denomina vector
normal a la superficie (en el punto correspondiente).
Se designa por n el vector normal unitario en x.
6 Obsérvese que implica que sea de clase C 1 .
7 P.ej., un cubo es una superficie regular a trozos.
8 Ası́, son superficies no regulares aquellas que no son diferenciables (esto es, tienen “puntos angulosos”) o bien aquellas para
Teniendo en cuenta los comentarios hechos sobre la relación entre las tres concepciones de superficie
dadas en la definición 48, se obtienen fácilmente las expresiones del producto vectorial fundamental (y, por
tanto, del vector normal) cuando la superficie está dada en forma explı́cita o implı́cita.
( Dem. )
También, tomando F (x, y, z) ≡ z − f (x, y), la superficie en cuestión es la superficie de nivel cero de F ,
por lo que basta tener en cuenta el corolario 6 para obtener el mismo resultado.
2. Basta tener en cuenta que ∇F , en cada punto, es perpendicular a la superficie de nivel de F , de acuerdo
con el corolario 6.
También, asumiendo que se cumplen las hipótesis del teorema de la función implı́cita, existe localmente
la función z = f (x, y) tal que F (x, y, f (x, y)) = 0. Entonces, a partir de dicho teorema se obtiene que
∂F ∂F
∂f ∂x ∂f ∂y
= − ∂F , = − ∂F
∂x ∂z
∂y ∂z
Finalmente:
Al igual que al estudiar las curvas diferenciables introdujimos las nociones de recta tangente y plano normal
a la curva en un punto, algo análogo se puede hacer cuando se trata de superficies.
De esta manera, teniendo en cuenta que, de acuerdo con los resultados de la sección 4.3.2, toda superficie
regular en un punto tiene bien definido un vector normal a la superficie en dicho punto, se define:
1. Se denomina plano tangente a la superficie en el punto a al plano que pasa por a y tiene como vector
caracterı́stico un vector normal a S en a.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 56
2. Se denomina recta normal a la superficie en el punto a a la recta que pasa por a y tiene como vector
director un vector normal a S en a (y, por consiguiente, es perpendicular al plano tangente).
La manera de obtener la ecuación del plano tangente y de la recta normal a una superficie en un punto
dado depende de la forma en que esté dada la superficie:
Forma paramétrica : (Ec. (4.7)). Un vector normal a la superficie es su producto vectorial fundamental
en a, luego la ecuación del plano tangente a S en a es:
∂(y, z) ∂(z, x) ∂(x, y)
0 = h(x, y, z) − σ(a), Tu (a) ∧ Tv (a)i = (x − a1 ) (a) + (y − a2 ) (a) + (z − a3 ) (a)
∂(u, v) ∂(u, v) ∂(u, v)
o, equivalentemente
(x, y, z) = σ(a) + λTu (a) + µTv (a)
Forma implı́cita : (Ec. (4.6)). De acuerdo con el corolario 6, un vector normal a la superficie es grad F (a),
luego la ecuación del plano tangente a S en a es:
∂F ∂F ∂F
0 = h(x, y, z) − (a1 , a2 , a3 ), ∇F (a)i = (x − a1 ) (a) + (y − a2 ) (a) + (z − a3 ) (a)
∂x ∂y ∂z
Dada una superficie, es intuitivo que, en un entorno de cada punto de la misma, se pueden distinguir dos
lados: uno “exterior” y otro “interior”. Una manera de señalar ambos lados es por medio de un vector en
cada punto que sea perpendicular a la superficie y apunte en el sentido deseado. Esta es la idea que subyace
en el concepto de orientación:
Definición 55 Sea una superficie regular S ⊂ R3 . Una orientación de la superficie es una función continua
que asigna a cada punto (u0 , v0 ) ∈ S un vector normal no nulo n(u0 , v0 ).
Una superficie dotada con una orientación se dice que está orientada.
Comentarios:
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 57
• Si se tiene una superficie parametrizada regular, lo habitual es tomar como vector unitario normal en
cada punto n = Tu ∧ Tv . Está claro, por tanto, que la orientación dependerá de la parametrización.
• Obsérvese que al dar un vector normal en cada punto de una superficie se están distinguiendo dos
sentidos: el del vector y su opuesto, cada uno de los cuales corresponde a una de las orientaciones de
la superficie. Por tanto, una superficie tiene, en un entorno de cada punto, sólo dos orientaciones, esto
es, dos lados 10 .
La propiedad anterior es, en general, sólo local, pues hay superficies que, al ser consideradas en su
totalidad, sólo tienen una cara 11 . Esto significa que, partiendo de un punto σ(u0 , v0 ), donde se tiene un
vector normal unitario n, existe algún camino cerrado en S tal que, al desplazar este vector a lo largo del
mismo, cuando se vuelve al punto de partida dicho vector ha cambiado su sentido y coincide con −n.
Las superficies que, consideradas en su totalidad, tienen dos lados reciben el nombre de superficies
orientables, en contraposición a las que sólo tienen un lado que son las superficies no orientables 12 .
Vamos a introducir, seguidamente, una serie de conceptos que serán muy utilizados en adelante.
En primer lugar, es importante señalar que en muchos de los enunciados de Análisis vectorial se usa el
término “frontera” (referido a un conjunto de puntos), no en el sentido topológico, sino en el geométrico;
es decir, se está haciendo referencia a los puntos, si existen, que delimitan geométricamente dicho conjunto,
(que formarán en muchos casos una curva, superficie o hipersuperficie en Rn ). Ası́ pues, hay que distinguir
entre la frontera topológica y la frontera geométrica o borde de un conjunto.
Comentarios:
• La definición anterior se puede extender a arcos de curvas en R3 o R2 , en cuyo caso se obtiene de forma
inmediata que el borde lo constituyen sus extremos, si los tiene.
13
• Obviamente ∂A ⊆ Fr A (pero no al revés) .
Hay ciertas cuestiones de gran relevancia sobre el tema de la orientación de los bordes de superficies y
regiones en R3 . Ası́ se tiene que:
Definición 58 En R3 , sean e1 , e2 , e3 los vectores de la base ortonormal (dextrógira) según los ejes X, Y, Z.
1. Sea S ⊂ R3 una superficie con borde C ⊂ R3 una curva de Jordan regular (o varias) 15
.
(a) Se denomina orientación positiva de la curva C a la que asigna a cada punto p ∈ C el vector
(Dp ϕ)−1 (e1 ).
(b) Se denomina orientación inducida sobre S por la orientación positiva de C a la que asigna a cada
punto p ∈ S el vector (Dp ϕ)−1 (e3 ).
Si la orientación del borde C de la superficie S es la negativa, la orientación inducida sobre S es
la opuesta.
2. Sea A ⊂ R3 una región con borde S ⊂ R3 una superficie regular (o varias). Se denomina orientación
positiva de la superficie S a la que asigna a cada punto p ∈ S el vector (Dp ϕ)−1 (e3 )
Comentarios:
• Es evidente que, del mismo modo que la orientación de la curva borde de una superficie induce una
orientación sobre ésta, el recı́proco es igualmente cierto y una orientación de una superficie con borde
induce otra sobre la curva frontera en cuestión.
En cualquier caso, la orientación inducida se obtiene por la popularmente denominada “regla de la
mano derecha”.
• Como puede observarse, la orientación inducida en el borde de una superficie S por la de la propia
superficie es la que corresponde a recorrer la curva de tal manera que S esté siempre a la izquierda 16 .
Esta orientación y su opuesta son, por consiguiente, independientes de la parametrización de la curva.
Definición 59 Sea A ⊆ Rn .
13 Por 3
ejemplo, en el sentido topológico, todos los puntos de una superficie en R son puntos frontera, y no sólo los puntos de
la curva que la delimita, que constituyen su borde.
14 Obsérvese que esto implica que ∂S = ∂ 2 V = 0.
15 La misma definición es obviamente válida para curvas planas que sean borde de regiones en R2 .
16 P. ej., una corona circular tiene por frontera dos circunferencias. En este caso, obsérvese que tomar la orientación inducida
Comentario:
La idea de “conectividad” juega un papel importante en el desarrollo de algunos de los conceptos que
van a ser tratados a partir de ahora. Básicamente, hay dos maneras (no equivalentes) de pensar en la
conectividad de un conjunto. La primera se basa en la conexión de puntos por medio de curvas simples y es
la siguiente:
Comentario:
( Dem. ) Sean y1 , y2 puntos de f (A). Existen x1 , x2 ∈ A tales que f (x1 ) = y1 y f (x2 ) = y2 . Por ser A
arco-conexo, existe una curva c tal que c(t1 ) = x1 y c(t2 ) = x2 . Entonces f ◦ c: [t1 , t2 ] → f (A) es una curva
tal que f ◦ c(t1 ) = y1 y f ◦ c(t2 ) = y2 . Luego f (A) es arco-conexo.
La segunda noción de conectividad utiliza curvas cerradas y se establece en los siguientes términos:
Ejemplos:
Definición 63 Dada una superficie S (definida en uno o varios de los sentidos dados en la definición 48),
S es una superficie arco-conexa (resp. simplemente conexa o múltiplemente conexa) si S es un conjunto
arco-conexo (resp. simplemente conexo o múltiplemente conexo).
Definición 64 Sea A ⊂ Rn .
2. A es un conjunto convexo si es estrellado respecto a todos sus puntos; esto es, ∀x, y ∈ A, el segmento
xy ⊂ A.
Chapter 5
5.1 Introducción
El presente capı́tulo está dedicado a analizar aplicaciones de tipo analı́tico de la diferenciabilidad de funciones
de varias variables. En concreto, se va a estudiar primero el problema de la aproximación local de funciones
por medio de la generalización de la fórmula de Taylor para, a continuación abordar el problema de la
identificación y cálculo de extremos (y puntos crı́ticos) de funciones en diversos casos.
Teorema 10 (de Taylor): Sea f : A ⊆ Rn → R y a ∈ A tal que f es una función de clase Ck en un entorno
abierto E(a). Si x ≡ a + h ∈ E(a) es un punto tal que el segmento ax ⊂ E(a), entonces
f (x) = Pk (f ; a) + Rk (f ; a)
n n
X ∂f 1 X ∂2f
= f (a) + (a)(xi − ai ) + (a)(xi − ai )(xj − aj ) + . . .
i=1
∂xi 2! i,j=1 ∂xi ∂xj
n
1 X ∂kf
+ (a)(xi1 − ai1 ) . . . (xik − aik ) + Rk (f ; a)
k! i ,...,i =1 ∂xi1 . . . ∂xik
1 k
n n n
X ∂f 1 X ∂2f 1 X ∂kf
= f (a) + (a)hi + (a)hi hj + . . . + (a)hi1 . . . hik
i=1
∂xi 2! i,j=1 ∂xi ∂xj k! i ,...,i =1 ∂xi1 . . . ∂xik
1 k
+Rk (f ; a)
61
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 62
( Dem. ) Véase J.M. Ortega, Introducció a l’Anàlisi Matemàtica. (Es como en el caso de una variable).
Comentarios
• Obsérvese que los coeficientes de los términos de primer y segundo grado del polinomio de Taylor son
los coeficientes de las matrices jacobiana y hessiana de f en a, respectivamente.
• Los teoremas de acotación del resto del caso de funciones de una variable se generalizan de manera
inmediata a este caso general.
Como consecuencia inmediata del teorema de Taylor se puede obtener el teorema del valor medio para
funciones de varias variables:
Teorema 11 (del valor medio): Sea f : A ⊆ Rn → R y a, x ∈ A tal que f es una función de clase C1 en A
y ax ⊂ A, entonces ∃ξ ∈ ax tal que
f (x) − f (a) = Jξ f (x − a)
( Dem. ) Se obtiene directamente a partir del teorema de Taylor, tomando el polinomio de orden 0 y la
expresión de Lagrange del resto de orden 1.
Antes de abordar el tema de la localización e identificación de los extremos de las funciones de varias variables,
es preciso efectuar un breve repaso sobre formas cuadráticas, ya que sus propiedades son esenciales en este
estudio.
Definición 65 Sea E un espacio vectorial (real y euclı́deo) dotado con un producto escalar. Sea (e1 , . . . , en )
una base ortonormal de E y A una matriz de orden n cuya expresión en la base dada es A = (aij ). Se
denomina forma cuadrática asociada a la matriz A a la aplicación
A : PEn → PRn
x= i=1 xi ei 7→ A(x) ≡ i=1 aij xi xj
es decir,
a11 ... a1n x1
. .. ..
A(x) = ( x1 ... xn ) .. . .
an1 ... ann xn
Comentario:
Se demuestra que las formas cuadráticas definidas se pueden caracterizar de la siguiente manera:
> λkxk2
si x 6= 0
A(x)
= 0 si x = 0
< λkxk2
si x 6= 0
A(x)
= 0 si x = 0
A efectos de cálculo, el principal resultado que se usa para discernir si una forma es definida o no y de qué
clase es el denominado criterio de Silvester o de los determinantes orlados (válido para formas cuadráticas
simétricas):
Proposición 39 (Criterio de Silvester:) Sea A una forma cuadrática simétrica asociada a la matriz A (de
orden n) 1 . Sean ∆i , i = 1, . . . , n, los sucesivos determinantes orlados de la matriz A 2 :
∆i > 0 , ∀i
(−1)i ∆i > 0 , ∀i
es decir, los signos de los determinantes orlados vayan alternándose de la siguiente manera:
Proposición 40 (Criterio de los valores propios:) Sea A una forma cuadrática simétrica asociada a la
matriz A (de orden n)
1 Esto es, si A = (aij ), aij = aji .
2 Estos son los determinantes de las sucesivas submatrices cuadradas a lo largo de la diagonal de A.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 64
1. La c.n.s. para que A sea definida positiva es que todos los valores propios de A sean estrictamente
positivos.
La c.n.s. para que A sea semidefinida positiva es que exista algún valor propio de A nulo y todos los
demás sean estrictamente positivos.
2. La c.n.s. para que A sea definida negativa es que todos los valores propios de A sean estrictamente
negativos.
La c.n.s. para que A sea semidefinida negativa es que exista algún valor propio de A nulo y todos los
demás sean estrictamente negativos.
3. En el resto de los casos es indefinida.
Definición 67 Sea f : A ⊆ Rn → R y a ∈ A.
1. f presenta un mı́nimo local en a si, ∃Br (a) ⊂ A tal que f (x) ≥ f (a), ∀x ∈ Br (a).
2. f presenta un máximo local en a si, ∃Br (a) ⊂ A tal que f (x) ≤ f (a), ∀x ∈ Br (a).
En cualquier caso se dice que f presenta un extremo local en a y, si las desigualdades son estrictas, se
denomina extremo local estricto (mı́nimo o máximo respectivamente).
Una primera caracterización de los extremos locales viene dada por la siguiente condición (necesaria):
( Dem. ) Si f presenta un extremo local en a entonces la función f restringida sobre cualquier recta
c(t) = a + tv (que pase por a), esto es, cualquier curva (f ◦ c)(t) = f (a + tv) presenta necesariamente un
extremo en el punto t = 0. Entonces
0 = (f ◦ c)0 (0) ≡ Da f (v) (∀v)
es decir, todas las derivadas direccionales en a son nulas luego, en particular, lo son las derivadas parciales
en a y, por tanto, Da f = 0.
Ası́ pues, la proposición precedente asegura que todo extremo local es un punto crı́tico, pero no al revés.
Entonces:
Comentarios:
• El nombre “punto de silla” se justifica porque puede demostrarse que, en un entorno del punto, existen
regiones en las que la función toma indistintamente valores mayores y menores que f (a).
Ejemplo: f (x, y) ≡ x2 − y 2 en (0, 0).
• Los puntos de silla son el equivalente, en varias variables, de la noción de punto de inflexión (con
tangencia horizontal) del caso de una variable.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 65
Analizaremos, a continuación las posibles condiciones suficientes que permitan discernir si un punto crı́tico
es o no un extremo local. En primer lugar se introduce la siguiente nomenclatura:
Cabe ahora interrogarse sobre cuando esta forma es definida (positiva o negativa) o no, y la relación que
este hecho pueda tener con el comportamiento de la función en a. La respuesta la da el siguiente resultado:
( dem. )
1. Haciendo el desarrollo de Taylor de f en a hasta el segundo orden, teniendo en cuenta que a punto
crı́tico de f ⇔ Da f = 0 ⇔ Ja f = 0 y que, de acuerdo con la proposición 38, Ha f (h) ≥ λkhk2 , se tiene
que
1
f (a + h) = f (a) + Ja f h + Ha f (h) + R2 (h) > f (a) + λkhk2 + R2 (h)
2
de ahı́
f (a + h) − f (a) 1 R2 (h) h→0 1
> λ+ −→ λ ≥ 0
khk2 2 khk2 2
luego, para h suficientemente pequeño, f (a+h) > f (a), por tanto f presenta un mı́nimo local (estricto)
en a, de acuerdo con la definición.
2. Igual que el caso anterior.
3. El razonamiento es similar al de los casos anteriores.
4. El razonamiento es similar al de los casos anteriores.
El siguiente resultado da un método operativo para identificar el carácter de los puntos crı́ticos. Su
demostración se basa (en parte) en la aplicación de las proposiciones anterior y 39.
1. Si todos los valores propios de Ha f son estrictamente positivos entonces f presenta un mı́nimo local
estricto en a.
2. Si todos los valores propios de Ha f son estrictamente negativos entonces f presenta un máximo local
estricto en a.
(a) Si hay valores propios de Ha f que son algunos positivos y otros negativos, entonces f presenta un
punto de silla en a.
(b) En todos los demás casos, f presenta un punto crı́tico degenerado en a.
Dado que es el caso con el que nos encontraremos más frecuentemente a lo largo del curso, vamos a
especificar alguno de los resultados anteriores para funciones de dos variables.
3. ∆2 = 0 No se puede asegurar nada y hay que hacer un estudio aparte. (Ej.: f (x, y) = (y − 3x2 )(y − x2 )
en (0, 0)).
Ejemplo: f (x, y) = 1 − x2 .
( )
∂f
∂x = 2x = 0 ⇔ x=0
∂f =⇒ Ptos. crı́ticos (0, y0 )
∂y = 0
Pero f (0, y0 ) = 1 mientras que ∀(x, y) ∈ Br (0, y0 ), f (x, y) = 1−x2 ≤ 0 = f (0, y0 ), luego (0, y0 ) son máximos
no estrictos, de acuerdo con la definición.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 67
En las dos siguientes secciones se analiza un problema menos general que el planteado anteriormente. Si antes
se trataba de localizar los extremos locales de una función en todo su dominio, ahora se trata de hallar los
extremos de la función sobre un conjunto de puntos del dominio, que estarán analı́ticamente especificados por
medio de una (o varias) funciones del mismo tipo que la original. Este problema tiene múltiples aplicaciones
fı́sicas y geométricas.
Comentarios:
• Obsérvese que las ligaduras seleccionan puntos en el dominio A de f : son aquellos que pertenecen a la
intersección de los conjuntos de nivel cero de las funciones g1 , . . . , gm .
• Los extremos libres de una función no son necesariamente extremos condicionados, ni recı́procamente.
Para determinar los extremos condicionados de una función la manera más directa consistirı́a en restringir
la función dada sobre los puntos del dominio definidos por las ligaduras. Teniendo en cuenta el comentario
precedente, la manera de llevar a efecto este procedimiento serı́a el siguiente:
1. Parametrizar la curva o (hiper)superficie definida por las ligaduras (ver capı́tulo 4).
Sin embargo el éxito de este método depende de la parametrización que se tome 4 y puede presentar problemas
si la parametrización elegida no es adecuada.
Para solventar el problema que se acaba de señalar, existe un procedimiento alternativo conocido como
método de los multiplicadores de Lagrange, el cual se basa en la aplicación del siguiente teorema:
( Dem. ) Se hará la demostración en el caso particular en que haya una sóla ligadura g(x) = 0.
Supóngase que se trata de un máximo (el mı́nimo se tratarı́a igual). Por ser a extremo condicionado,
g(a) = 0. Sea, entonces, S la superficie de nivel cero de g que pasa por a y c: I ⊆ R → Rn una curva en S que
pasa por a; esto es, c(t) ∈ S o, lo que es lo mismo, (g ◦ c)(t) = 0, con c(0) = a. Por ser ∇g(a) perpendicular
a las superficies de nivel se tiene que h∇g(a), c0 (0)i = 0.
luego ∇f (a) es perpendicular a todas las curvas en S, por tanto es perpendicular a S y, como sólo hay una
recta perpendicular a S en a, necesariamente ∇f (a) y ∇g(a) han de ser linealmente dependientes.
Comentarios
• En el caso en que sólo haya una ligadura g(x) = 0, la interpretación geométrica del teorema es que las
superficies de nivel de f y g son tangentes en los puntos extremos condicionados.
• El teorema sólo da una condición necesaria para la existencia de extremos condicionados; por tanto,
una vez resuelto el sistema hay que hacer un análisis para ver si los puntos hallados son realmente
extremos de la función restringida 5 .
En particular, si por algún razonamiento previo (de tipo geométrico, por ejemplo) se concluye que ha
de haber un número dado de extremos condicionados y por el método de Lagrange se obtiene el mismo
número de puntos candidatos, entonces estos son necesariamente los extremos condicionados buscados.
El método de los multiplicadores de Lagrange consiste, por consiguiente, en hallar los puntos x ≡
(x1 , . . . , xn ) que sean solución del siguiente sistema de n + m ecuaciones (con n + m incógnitas: las n
coordenadas xi y los m multiplicadores λj ) 6 :
m
X
F (x1 , . . . , xn , λ1 , . . . , λm ) ≡ f (x1 , . . . , xn ) − λj gj (x1 , . . . , xn )
j=1
e imponiendo que
D(x1 ,...,xn ,λ1 ,...,λm ) F = 0
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 69
– Por no tener la función f extremos condicionados a las ligaduras dadas (esto es, la función
restringida sobre las ligaduras es creciente o decreciente en sentido estricto).
Ejemplo: f (x, y) ≡ x2 y; g(x, y) ≡ 1 − xy = 0.
Parametrización de la ligadura: c(t) = (t, 1/t)
Función restringida: (f ◦ c)(t) = t.
Comentario:
1. f es diferenciable en K.
3. Determinar los valores que toma f en cada uno de los puntos obtenidos y en los vértices, si los hubiere,
y a partir de ahı́ obtener los extremos absolutos.
• f : A ⊆ R2 → R; K ⊂ A.
Con las hipótesis asumidas, Fr K está formada por un número finito de arcos de curvas diferenciables
que intersectan en un número finito de vértices.
En este caso, el segundo punto del procedimiento se traduce en un problema de extremos condicionados
con una sóla ligadura, para cada arco de curva.
• f : A ⊆ R3 → R; K ⊂ A.
Con las hipótesis asumidas, Fr K está formada por un número finito de superficies diferenciables que
intersectan en un número finito de arcos de curvas diferenciables que, a su vez, intersectan en un
número finito de vértices.
En este caso, el segundo punto del procedimiento se desglosa en dos partes:
1. Un problema de extremos condicionados con una sola ligadura para cada superficie.
2. Un problema de extremos condicionados con dos ligaduras para cada arco de curva.
Chapter 6
6.1 Introducción
En este capı́tulo se va a generalizar el concepto de integral, ya conocido para funciones de una variable, al
caso de funciones de varias variables (reales); esto es, el concepto de integral múltiple.
Asi como en una variable la integral de una función en un intervalo se interpreta como el área de la región
del plano R2 entre la gráfica de la función y el intervalo, para funciones de varias variables se puede hacer
una interpretación análoga y ası́, las integrales dobles (es decir, de funciones escalares de dos variables)
darán el volumen de una región de R3 entre la gráfica de la función y la región de R2 donde se integra.
Esta interpretación puede extrapolarse a integrales múltiples en general (esto es, de funciones de un número
arbitrario de variables).
De las tres aproximaciones existentes al concepto de integral, Cauchy, Riemann, y Lebesgue, estudiaremos
la segunda (Riemann), aunque debe advertirse que la teorı́a más completa al respecto es, por descontado, la
de Lebesgue.
Para acceder al concepto de integral múltiple en un rectángulo se sigue un proceso que es la generalización
del correspondiente al caso de una variable.
Comentario:
71
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 72
Dadas dos particiones P y P 0 de N , se dice que P es más fina que P 0 (o que P 0 es más gruesa que P)
si P 0 ⊆ P.
Una partición de un rectángulo divide éste en subrectángulos Nj . De este modo, P es más fina que P 0 si
todo subrectángulo de P 0 se obtiene por unión de subrectángulos de P. También es evidente que, dadas dos
particiones, siempre hay otra que es más fina que ambas (p. ej., la que se obiene al hacer la unión de ellas),
de la cual se dice que es un refinamiento de las anteriores.
Entonces:
(es decir, cualquier suma inferior es menor o igual que cualquier suma superior, independientemente
de la partición que se tome).
Consideradas todas las posibles particiones de un rectángulo, es obvio que el conjunto de las sumas
superiores e inferiores está acotado. En efecto, una cota inferior (el ı́nfimo) es la suma inferior correspondiente
a la partición trivial (el propio rectángulo), que es mv(N ), con m := min{f (x) / ∀x ∈ N }; mientras que una
cota superior (el supremo) es la suma superior en esta misma partición, M v(N ), con M := max{f (x) / ∀x ∈
N }. Entonces, el conjunto de las sumas inferiores y el de las sumas superiores también están acotados, luego
tienen supremo e ı́nfimo respectivamente. Ello permite definir:
Definición 75 Se denominan integral superior e integral inferior de f en N al ı́nfimo de las sumas superiores
y al supremo de las sumas inferiores de f en N , respectivamente:
Z Z
f := inf{S(f, P)} , ∀P f := sup{s(f, P)} , ∀P
N N
Puede probarse (por reducción al absurdo) que la integral inferior es menor o igual que la superior.
Entonces:
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Comentario:
• Para las integrales dobles, triples, etc., se emplea muy habitualmente la siguiente notación:
Z Z Z Z Z
f , f
N N
o también (Leibnitz) Z Z Z Z Z
f (x, y)dxdy , f (x, y, z)dxdydz
N N
Utilizando la misma técnica de demostración que en una variable, se prueba el siguiente aserto:
Para abordar la generalización del concepto de integral múltiple a regiones más generales, es necesario
introducir ciertas nociones previas.
A tiene medida cero si, ∀ε ∈ R+ , existe un recubrimiento por rectángulos cerrados, {Ni }, tal que
∞
X
v(Ni ) < ε
i=1
Comentarios:
• Es evidente que si un conjunto A tiene medida cero, entonces cualquier subconjunto B ⊂ A también
tiene medida cero.
• Es también obvio que la unión finita de conjuntos de medida cero tiene medida cero. Si la unión es de
un número infinito se tiene el siguiente resultado:
Teorema 14 La unión de un número infinito pero numerable de conjuntos de medida cero tiene medida
cero.
1 A la misma noción de integral se llega usando la generalización del concepto de suma de Riemann para funciones de varias
(Dem.) Si A = ∪∞i=1 Ai , como cada Ai tiene medida cero, se pueden tomar recubrimientos
P
{N1j } de A1 con v(N1j ) < ε/2
Pj 2
{N2j } de A2 con j v(N 2j ) < ε/2
...... ...... P ...... i
{Nij } de Ai con j v(Nij ) < ε/2
...... ...... ......
X X
con lo que v(A) = v(Ai ) < ε/2i = ε
i i
Ejemplos:
Definición 78 Sea un conjunto A ⊂ Rn . A tiene contenido cero si, ∀ε ∈ R+ , existe un recubrimiento finito
n
X
por rectángulos cerrados, {Ni }i=1,...,n , tal que v(Ni ) < ε
i=1
Comentarios:
(Dem.) Inmediato teniendo en cuenta que todo conjunto compacto se caracteriza porque de todo recubrim-
iento del mismo se puede extraer algún recubrimiento finito.
Ejemplos:
Proposición 47 La gráfica de toda función continua en un compacto K ⊂ Rn tiene contenido cero en Rn+1
(y, por tanto, medida cero).
ε
(Dem.) En efecto, f continua en K ⇒ f uniformemente continua en K, luego ∀ ∈ R+ , ∃δ ∈ R+ , tal
v(K)
que
ε
| x1 − x2 |< δ ⇒| f (x1 ) − f (x2 ) |<
v(K)
ε
por tanto, la suma de las áreas de los rectángulos es menor que v(K) = ε.
v(K)
2 Como casos particulares, en R, el conjunto de los números racionales Q tiene medida cero y, por consiguiente, también el
de los enteros Z y los naturales N.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 75
Existen ciertos tipos de funciones para las que puede probarse su integrabilidad. En concreto se tiene que:
(Dem.) La demostración es la misma que en el caso de una variable y se basa en el hecho de que toda
función continua en un compacto es uniformemente continua en él.
Teniendo en cuenta que contenido cero implica medida cero, se obtiene como corolario inmediato del
teorema precedente el siguiente resultado:
Hasta el momento sólo se han tratado integrales de funciones acotadas sobre rectángulos. Sin embargo, se
pueden considerar regiones de integración más generales, pero acotadas. Estos casos se reducen al anterior
siguiendo el procedimiento que, a continuación, se describe.
Proposición 49 Sea A ⊂ Rn una región acotada y f : A ⊂ Rn → R. Si FrA tiene medida cero y el conjunto
de puntos de discontinuidad de f en A tiene medida cero entonces f es integrable en A.
(Dem.) Es una consecuencia directa del teorema de Lebesgue y del comentario precedente.
Comentario:
• Es evidente que la extensión del concepto de integral que se acaba de dar es independiente del rectángulo
N elegido, ya que f˜ es nula fuera de A.
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Definición 80 Un conjunto A ⊂ Rn acotado se dice que es medible de Jordan si su frontera tiene medida
cero.
Z
En tal caso, la integral 1 (cuya existencia está garantizada en virtud de los enunciados precedentes)
A
se denomina medida, área o volumen de A.
Nota:
• En este curso, todas las regiones acotadas con las que se trabajará serán aquellas cuya frontera está for-
mada por (porciones de) gráficas de funciones continuas sobre compactos (e.d.; curvas, superficies,. . .)
que, eventualmente, intersectan entre sı́. Consecuentemente, todas ellas son regiones medibles de
Jordan.
Ası́, p. ej., en R2 , las únicas regiones que se van a considerar son las siguientes:
– Regiones de tipo I: están definidas como:
A := {(x, y) ∈ R2 | a ≤ x ≤ b , η1 (x) ≤ y ≤ η2 (x)}
– Regiones de tipo II: están definidas como:
A := {(x, y) ∈ R2 | c ≤ y ≤ d , ψ1 (y) ≤ x ≤ ψ2 (y)}
– Regiones de tipo III: Son, a la vez del tipo I y del tipo II, luego están definidas simultaneamente
como:
A := {(x, y) ∈ R2 | a ≤ x ≤ b , η1 (x) ≤ y ≤ η2 (x)}
= {(x, y) ∈ R2 | c ≤ y ≤ d , ψ1 (y) ≤ x ≤ ψ2 (y)}
Para dimensión n > 2 la generalización de estos tipos es obvia.
Es inmediato probar que, igual que en el caso de una variable, la integración de funciones de varias variables
tiene las propiedades de linealidad, monotonı́a y aditividad; esto es:
También, siguiendo las pautas de la demostración del correspondiente teorema para funciones de una
variable, se puede probar:
Teorema 16 (del valor medio). Sea A ⊂ Rn y f : → R una función continua en A. Entonces ∃x0 ∈ A tal
que Z
f = f (x0 )v(A)
A
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Igual que sucedı́a con el caso de funciones de una variable, existen funciones de varias variables que están
definidas por medio de integrales. En este apartado se va a hacer un rápido estudio de las principales
propiedades que conciernen a este tipo de funciones, ya que dichas propiedades van a ser inmediatamente
utilizadas para explorar nuevas caracterı́sticas de las integrales múltiples.
f : A ⊆ Rm −→ R
(x1 , . . . , xm ) 7→ f (x1 , . . . , xm )
con 0 < m ≤ n + 1. Se denomina integral dependiente de (n) parámetros a la función (si existe)
Z η2 (x1 ,...,xn )
ϕ(x1 , . . . , xn ) := f (x1 , . . . , xm )dxm
η1 (x1 ,...,xn )
Comentario:
1. A ≡ Dom f es compacto.
2. f es continua en A
3. ηi (i = 1, 2) son funciones continuas.
(pues |(α, y), (β, y)| < δ). Luego ϕ es uniformemente continua en [c, d] y, por tanto, continua.
Sobre la cuestión de la diferenciabilidad, analizaremos únicamente el problema del cálculo de las derivadas
parciales de estas funciones. El resultado al respecto es:
3 La demostración en el caso general difiere en cuestión de matices concernientes a los dominios de las funciones que intervienen
en la definición.
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Teorema 17 (de Leibnitz): En las condiciones de la definición 81, si se cumplen las siguientes hipótesis:
Entonces Z η2 (γ)
∂f (x, y)
ϕ01 (x) = dy
a ∂x
mientras que para ϕ2 se tiene que
"Z #
η2 (γ+h) η2 (γ)
ϕ2 (γ + h) − ϕ2 (γ)
Z
1
= f (γ + h, y)dy − f (γ, y)dy = (∗)
h h η2 (γ) η2 (γ)
y de ahı́ el resultado.
Comentarios:
El problema de la integración de este tipo de funciones va a ser tratado en el siguiente apartado, donde
se va a analizar el método de resolución de integrales múltiples por iteración.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 79
Vamos a abordar ya el problema del cálculo de integrales múltiples de forma práctica. A fin de simplificar
la exposición, estudiaremos con detalle el caso de funciones de dos variables, esto es, de integrales dobles, ya
que la generalización para un número mayor de variables es inmediata.
Comenzaremos enunciando el teorema de Fubini para integrales dobles en regiones de integración rect-
angulares.
Z d Z b
1. Si la función ϕ(x) := f (x, y)dy existe ∀x ∈ [a, b], entonces la integral ϕ(x)dx existe y
c a
Z Z b Z b Z d
f= ϕ(x)dx := f (x, y)dydx
N a a c
Z b Z d
2. Si la función φ(y) := f (x, y)dx existe ∀y ∈ [c, d], entonces la integral φ(y)dy existe y
a c
Z Z d Z d Z b
f= φ(y)dy := f (x, y)dxdy
N c c a
(Dem.) La demostración es larga. Daremos aquı́ una versión particular para el caso en que f sea una
función continua en N .
Z
Si f es continua en N , entonces f existe y ϕ(x) y φ(y) son funciones continuas en sus intervalos de
N
definición, de acuerdo con la proposición 53. Considérense, ahora, las funciones
Z tZ b Z bZ t
F (t) := f (x, y)dxdy , G(t) := f (x, y)dydx
c a a c
que están bien definidas por ser f continua y en virtud del lema anterior. Se observa que F (c) = G(c) y,
además, F 0 (t) = G0 (t), ya que, de acuerdo con el teorema de Barrow,
Z b
0
F (t) = f (x, t)dx
a
De ambas igualdades se deduce que F (t) = G(t) y, por consiguiente, que F (d) = G(d), que es el resultado
que se querı́a probar
4 Es habitual utilizar también la siguiente notación
Z b Z b Z d
ϕ(x)dx := dx f (x, y)dy
a a c
Interpretación geométrica:
El teorema de Fubini para integrales dobles en regiones de integración no rectangulares se enuncia como
sigue:
Z η2 (x)
1. Si A es una región de tipo I y la función ϕ(x) := f (x, y)dy existe ∀x ∈ [a, b] entonces existe
η1 (x)
Z b
también la integral ϕ(x)dx y se verifica que
a
Z Z b Z b Z η2 (x)
f= ϕ(x)dx = f (x, y)dydx
A a a η1 (x)
Z ψ2 (y)
2. Si A es una región de tipo II y la función φ(y) := f (x, y)dx existe ∀y ∈ [c, d] entonces existe
ψ1 (y)
Z d
también la integral φ(y)dy y se verifica que
c
Z Z d Z d Z ψ2 (y)
f= φ(y)dy = f (x, y)dxdy
A c c ψ1 (y)
3. Si A es una región de tipo III y las condiciones anteriores se verifican simultaneamente, entonces
Z Z b Z η2 (x) Z d Z ψ2 (y)
f= f (x, y)dydx = f (x, y)dxdy
A a η1 (x) c ψ1 (y)
Comentarios:
• El teorema de Fubini permite reducir el cálculo de integrales dobles al cálculo de dos integrales simples
iteradas; es decir, a integrar sucesivamente respecto a cada una de las dos variables, sin importar el
orden en que se haga, si se está en el caso 3. En este último caso es, pues, un teorema de invariancia
respecto al intercambio en el orden de integración.
• La generalización del teorema al caso de integrales de funciones de más variables es obvia: bajo las
condiciones correspondientes, la integral múltiple se obtiene integrando sucesivamente respecto a cada
una de las variables, sin importar el orden en que se haga, en el mejor de los casos. En este sentido,
el teorema de Fubini permite reducir el cálculo de integrales múltiples al cálculo de integrales simples
iteradas.
• En muchas ocasiones, evaluar la integral múltiple integrando en un cierto orden puede ser más fácil
que hacerlo en otro orden distinto. Incluso puede darse el caso de que realizar la integración en un
orden no sea factible (por no existir alguna de las integrales iteradas intermedias o por no saber hallar
alguna primitiva), pero sı́ lo sea en otro orden diferente.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 81
En el problema del cálculo de primitivas de funciones de una variable es muy habitual realizar cambios
de variables que reducen la dificultad de la integración, al cambiar la función del integrando por otra más
sencilla. Ası́, si f : R → R es integrable en [a, b] y g: R → R es una función de clase C 1 , se tiene que
Z b Z d Z d
0
f= (f ◦ g)g := F
a c c
Este es básicamente el enunciado del teorema del cambio de variable para integrales de funciones de una
variable.
Comentario:
• El resultado anterior es cierto aun cuando g no sea inyectiva, siempre y cuando ello suceda en un
conjunto de puntos de medido cero.
Interpretación geométrica:
Puede demostrarse que el valor absoluto del jacobiano |det(Jg)| de una transformación es una medida de
cómo dicha transformación distorsiona el volumen de la región de Rn sobre la que se aplica dicha transfor-
mación; esto es, v(g(A)) = |detJg|v(A).
g: A ⊂ R2 → R2
(u, v) 7 → (x ≡ x(u, v), y ≡ y(u, v))
Considérese un punto (u, v) ∈ A y otro, tan próximo a él como se desee, (u + du, v + dv) ∈ A. Tenemos
definido el rectángulo elemental N0 con dos vértices en estos puntos y lados determinados por los vectores
(du, 0) y (0, dv), cuya área es, pues, dA = dudv. Bajo la acción de g, esta región se transforma en g(N0 ).
Veamos cómo ha cambiado el área de N0 por efecto de esta transformación, calculando el área de g(N0 ).
Una aproximación al área buscada se obtiene del siguiente modo: calculando la imagen de (u+du, v +dv)
por medio de la aproximación lineal de g, se obtiene
du
g(u + du, v + dv) ≈ g(u, v) + Jg(u, v)
dv
∂x
(u, v)du + ∂x
x ∂u ∂v (u, v)dv
= + ∂y ∂y
y ∂u (u, v)du + ∂v (u, v)dv
5 En algunas versiones del teorema se añade la hipótesis de que |det(Jg(x))| =
6 0, ∀x ∈ A. Sin embargo, se puede demostrar
que, con el resto de las hipótesis sobre la función g:
si C := {x ∈ A | |det(Jg(x))| 6= 0}, entonces g(C) tiene medida cero (teorema de Sard),
lo cual hace que dicha hipótesis sea superflua.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 82
y, de este modo, se obtiene un paralelogramo con dos vértices en el punto (x, y) = g(u, v) y en el punto
imagen por la aproximación lineal, y lados determinados por los vectores
∂x ∂y ∂x ∂y
Tu := (u, v), (u, v) du , Tv := (u, v), (u, v) dv
∂u ∂u ∂v ∂v
Como ya es sabido, el área de un paralelogramo es, precisamente, el determinante de la matriz cuyos elementos
son las componentes de los vectores que delimitan sus lados, luego, en este caso, es
que es el valor aproximado del área de la región g(N0 ) 6 ; por consiguiente, se ha demostrado lo que se
pretendı́a 7 .
HechaZ esta observación, el resultado del teorema se justifica de forma inmediata. En efecto, se trata de
obtener f (x, y)dxdy en función de u, v. Observemos que (dx, dy) es la variación de la función g al
g(A)
pasar de evaluarla en el punto (u, v) al punto (u + du, v + dv). Por tanto, el producto dxdy determina el
área de la región transformada; esto es, dA0 , por lo que, basta tener en cuenta la expresión (6.1) para llegar
al resultado enunciado.
Ejemplos:
Se trata, ahora, de generalizar el concepto de integral impropia de primera especie del cálculo en una variable
al caso de integrales múltiples. La situación es la siguiente:
Definición 82 Sea A ⊂ Rn una región acotada y f : A → R una función acotada en A salvo enZ el entorno
Br (p) de un punto p ∈ A, y tal que f es integrable en cualquier región A − Br (p). La integral f es una
A
integral impropia (de primera especie). Entonces:
Z Z
1. La integral f existe y converge si existe el lı́mite lim f . En tal caso el valor de dicho
A r→0 A−Br (p)
lı́mite es, por definición, el valor de esa integral.
Z Z
2. La integral f existe pero no converge (diverge) si lim f =∞.
A r→0 A−Br (p)
Z Z
3. La integral f no existe si no existe lim f .
A r→0 A−Br (p)
6 Si el jacobiano es nulo significa que los vectores T y T son paralelos; es decir, la región se transforma en una curva en el
u v
entorno del punto en cuestión.
7 Para una región no elemental el resultado es el mismo, ya que las áreas totales se obtendrı́an integrando las áreas elementales
De manera análoga se generaliza el concepto de integral impropia de segunda especie del cálculo en una
variable al caso de integrales múltiples. La situación es, ahora, la siguiente:
Definición 83 Sea A ⊂ Rn una región no acotada y f : A → R una Z función de signo constante integrable en
cualquier región Br (p) ∩ A, para algún punto p ∈ A. La integral f es una integral impropia (de segunda
A
especie). Entonces,
Z Z
1. La integral f existe y converge si existe el lı́mite lim f . En tal caso el valor de dicho
A r→∞ A∩Br (p)
lı́mite es, por definición, el valor de esa integral.
Z Z
2. La integral f existe pero no converge (diverge) si lim f =∞.
A r→∞ A∩Br (p)
Z Z
3. La integral f no existe si no existe lim f .
A r→∞ A∩Br (p)
El caso general (integrales impropias de tercera especie) se generaliza de manera obvia, toda vez que es
conocido el procedimiento para una variable.
Chapter 7
7.1 Introducción
Continuando con la teorı́a de la integración de funciones de varias variables, si en el capı́tulo anterior se trató el
problema de integrar funciones escalares sobre regiones de Rn , en los dos capı́tulos que siguen a continuación
se van a tratar algunas situaciones que, de forma inmediata, nos llevarán a considerar la integración con
funciones vectoriales y, finalmente, nos conducirán a los teoremas fundamentales del Análisis vectorial. Estos
teoremas, que son debidos a G. Stokes, G. Green y K.F. Gauss-M.V. Ostrogadsky , establecen la vinculación
entre el Cálculo diferencial y el Cálculo integral en varias variables. Todos tienen importantes aplicaciones
fı́sicas y, de hecho, tienen su origen en problemas fı́sicos relacionados con la teorı́a de campos gravitatorios
y electromagnéticos, teorı́a del calor e hidrodinámica, por citar algunos.
Ası́, en este capı́tulo, se tratará la cuestión de la integración de funciones escalares, no sobre regiones
arbitrarias de Rn en general, sino a lo largo de curvas en Rn y el caso más general de la integración de funciones
vectoriales, a lo largo de curvas (ambos problemas tiene importantes aplicaciones fı́sicas y técnicas); es decir,
la noción de integral de lı́nea. Ello nos llevará, de forma natural, a retomar algunas cuestiones relacionadas
con los campos conservativos que habı́an quedado planteadas en la parte del curso sobre Cálculo Diferencial.
Tambi se introduciran las integrales de superficie de funciones escalares y vectoriales y sus propiedades y
aplicaciones.
Antes de entrar en la definición de integral de lı́nea, vamos a resolver el problema del cálculo de la longitud
de un arco de curva, puesto que estas cuestiones guardan una estrecha relación entre si.
El problema se resuelve como en el caso de curvas planas (ya estudiado en la asignatura de Cálculo
Infinitesimal).
1. Se denomina poligonal de c respecto a la partición P a la lı́nea compuesta por todos los segmentos
rectilı́neos que unen los puntos c(ti ), ∀i = 0, . . . , n.
2. Tomando particiones de I cada vez más finas, se obtienen poligonales compuestas por segmentos cada
vez más pequeños. Se denomina longitud del arco de curva c al lı́mite cuando δP → 0 de las longitudes
84
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 85
de estas poligonales (siendo δP el diámetro de la partición P; esto es, la longitud del subintervalo de
la partición más largo) 1 .
(Dem.) Sea P una partición de I cuyo diámetro es tan pequeño como se desee. Dos puntos t y t + ∆t de
esta partición definen un elemento de (arco de) curva que es el arco de curva comprendido entre los puntos
x = (x1 (t), . . . , xn (t)) y x + ∆x = (x1 (t + ∆t), . . . , xn (t + ∆t)), cuya longitud se aproxima por el segmento
de la correspondiente poligonal y es, por tanto,
p
∆l = (x1 (t + ∆t) − x1 (t))2 + . . . , (xn (t + ∆t) − xn (t))2
pero al ser las funciones xi (t) diferenciables, aplicando el teorema del valor medio del cálculo diferencial se
tiene que
xi (t + ∆t) − xi (t) = x0i (τ )∆t , τ ∈ (t, t + ∆t)
pero δP → 0 ⇒ ∆t → 0, entonces τ → t, y resulta
X q X Z b
L = lim ∆l = lim 0 2 0
x1 (t) + . . . , xn (t)2 ∆t = kc0 (t)kdt
∆t→0 ∆t→0 a
Comentario:
Definición 85 Sea c: I = [a, b] ⊆ R → A ⊆ Rn una curva regular (a trozos) y (x1 (t), . . . , xn (t)) una
parametrización de la misma. Se denomina vector diferencial de longitud de arco al vector
c0 (t)
(donde u = es el vector tangente unitario); con lo que
kc0 (t)k
Z b Z b
L(C) := dl = kdlk
a a
En el capı́tulo anterior hemos definido la integral de funciones escalares sobre regiones de Rn . Una situación
diferente pero particularmente interesante (por sus aplicaciones) se presenta cuando se tiene una curva en
el dominio de la función y se trata de integrar la función a lo largo de dicha curva. Este concepto surge, de
hecho, como una generalización de la expresión obtenida en el apartado anterior, que permitı́a determinar
la longitud de un arco de curva. Ası́, algunos problemas geométricos y fı́sicos que dan lugar a este tipo de
integrales son los siguientes:
• Cálculo del área de una superficie cuya base es la gráfica de una curva c(t) y cuya altura en cada punto
de la base está dada por una función f (x) (x ∈ R2 ).
1 La identificación que hace esta definición de la longitud de un arco de curva con la del lı́mite de las longitudes de poligonales
• Cálculo de la masa de un alambre cuya forma está dada por la gráfica de una curva c(t) y su densidad
es una función f (x) (x ∈ Rn , n = 2 ó n = 3).
Con vistas a la resolución de este tipo de cuestiones y para poder precisar qué se entiende por la noción
de integral de una función a lo largo de una curva, vamos a tomar como punto de partida el primer problema,
que es el que da una interpretación geométrica sobre la que razonar.
(Dem.) El área de cada elemento de superficie que se levanta sobre el correspondiente elemento de arco dl
es dS = f (x)dl = f (c(t))dl, luego integrando sobre todo el arco de curva considerado se obtiene el área total
buscada que, teniendo en cuenta la proposición 7.1, resulta ser
Z b q Z b
0 2 0 2
f (x1 (t), . . . , xn (t)) x1 (t) + . . . + xn (t) dt = f (c(t))kc0 (t)kdt (7.2)
a a
(Dem.) Trivial.
Comentarios:
• Ası́ pues, el cálculo de una integral de lı́nea de este tipo se reduce al cálculo de una integral ordinaria
(de una función de una variable) sobre un intervalo.
Como consecuencia, las propiedades de las integrales de lı́nea de primera especie son las de las integrales
(de Riemann) de funciones de una variable (linealidad, monotonı́a, aditividad del intervalo,. . .).
• Como caso particular, tomando la función f = 1 en la integral, se obtiene la expresión para calcular
la longitud del arco de curva c.
• El resultado de una integral de lı́nea (esto es, la proposición 55) no depende ni de la parametrización
de la curva ni de su sentido de recorrido (esto es, su orientación).
2 En tales casos, el cálculo explı́cito de la integral se efectúa por medio de la expresión (7.2).
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 87
Otra situación distinta pero relacionada con la anterior consiste en integrar una función vectorial a lo largo
de una curva definida en el dominio de la función.
Hay diversos problemas fı́sicos que dan origen a este tipo de integrales:
• En Mecánica: el problema fı́sico por excelencia que da lugar a estas integrales es el cálculo del trabajo
realizado por un campo de fuerzas sobre una partı́cula que se mueve a lo largo de una trayectoria.
• En teorı́a de fluidos: cálculo de la componente neta del campo de velocidades de un fluido, tangencial
a una lı́nea de corriente.
• En Electromagnetismo: cálculo del flujo de corriente eléctrica en un conductor lineal sometido a un
campo eléctrico.
Partiendo de la primera interpretación, vamos a dar una expresión analı́tica que permita efectuar ese
cálculo.
cuyo resultado, si f representa un campo de fuerzas y c una trayectoria, da (por definición) el trabajo
realizado.
Notación:
o también, de manera más explı́cita, si f = (f1 , . . . , fn ), teniendo en cuenta que dl = (dx1 , . . . , dxn )
Z Z
f · dl := f1 dx1 + . . . fn dxn
C C
A partir de esta definición se obtiene la expresión para el cálculo de estas integrales de lı́nea:
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 88
Comentarios:
• Como en el caso precedente, el cálculo de una integral de lı́nea de este tipo se reduce al cálculo de
una integral ordinaria (de una función de una variable) sobre un intervalo. Como consecuencia, las
propiedades de las integrales de lı́nea de segunda especie son las de las integrales (de Riemann) de
funciones de una variable (linealidad, monotonı́a, aditividad del intervalo,. . .).
• La interpretación del producto escalar que aparece en el integrando, en la proposición precedente, es
la siguiente: el campo vectorial f asigna, en cada punto c(t), un vector (en Rn ) que se multiplica
escalarmente por el vector tangente a la curva en dicho punto.
• A este respecto, debe tenerse en cuenta que el vector tangente en un punto tiene dos orientaciones
posibles. Entonces, para realizar la integral, debe tomarse aquella que coincide con el sentido en que
se recorre la curva.
• El resultado de una integral de lı́nea (esto es, la proposición 55) no depende de la parametrización de
la curva pero sı́ de su orientación, tal como se desprende del comentario anterior, (ya que al cambiar
el sentido del vector tangente varı́a el signo del producto escalar del integrando). Ası́ pues:
Proposición 58 La integral de lı́nea de un campo vectorial es una integral orientada, esto es, su valor
depende del sentido de recorrido de la curva 3 .
(Dem.) Trivial.
c0 (t)
donde u(t) := 0 es el vector unitario tangente a c.
kc (t)k
3 En particular, cambia de signo al cambiar la orientación de la curva por su opuesta.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 89
Dem.) Inmediata.
Comentarios:
• Esta expresión expresa el hecho de que la integral de lı́nea de la función vectorial f a lo largo de la
curva c es igual a la integral de lı́nea de la componente tangencial de la función vectorial f a lo largo
de dicha curva.
• Obsérvese que, para curvas simples, la mencionada componente tangencial f (c(t)) · u(t) define una
función escalar en Im c. Si la curva no es simple, esto no es ası́, pero, aun en este caso, sigue siendo
útil la interpretación dada.
Siguiendo con el tema que nos ocupa, es evidente que, dada una función vectorial y dos puntos en su dominio,
el resultado de evaluar la integral de lı́nea de esta función entre esos dos puntos depende, en general, de la
curva que los une. Sin embargo hay casos en que ésto no es ası́. Entonces:
n n
Z y 88 Sea una función vectorial f : A ⊆ R → R , cuyo dominio A es arco-conexo, y x, y ∈ A. La
Definición
integral f · dl es independiente del camino en A si su valor es independiente de la curva C que une los
x
puntos x e y.
Vamos pues a investigar que tipo de funciones vectoriales son las que tienen la propiedad de que su
integral de lı́nea entre dos puntos es independiente del camino. Para ello comenzaremos planteándonos la
siguiente cuestión: hay un aspecto de la integración de funciones de varias variables que hasta el momento
no ha sido analizado y es si existe alguna generalización en este ámbito del segundo teorema fundamental
del Cálculo de la teorı́a de la integral de funciones de una variable. Una respuesta (parcial) a esta cuestión
la da el siguiente teorema:
1. ϕ es de clase C 1 .
2. A es abierto y arco-conexo.
(esto es, sólo depende del valor de la función potencial en esos puntos).
Por ser A arco-conexo puede tomarse una curva regular cualquiera c: [a, b] ⊂ R → A ⊆ Rn , con x = c(a) e
y = c(b). Se construye, entonces, la composición de funciones:
c ϕ
F: [a, b] ⊂ R −→ A ⊆ Rn −→ R
t 7→ c(t) 7→ ϕ(c(t))
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 90
Por otra parte, F 0 es una función continua, luego el teorema fundamental del Cálculo permite expresar
Z b Z b
f (c(t)) · c0 (t)dt = F 0 (t)dt = F (b) − F (a) := ϕ(c(b)) − ϕ(c(a)) = ϕ(y) − ϕ(x)
a a
Si la curva elegida fuera regular sólo a trozos, entonces la integral se descompondrı́a en una suma (finita)
de integrales, para cada una de las cuales se aplicarı́a la misma técnica, llegándose al mismo resultado.
Comentarios:
• Nótese que, de acuerdo con el teorema 21, el valor de la integral de lı́nea entre dos puntos de un campo
conservativo es simplemente la diferencia de los valores de la función potencial escalar en esos puntos.
• En el caso de una variable, toda integral es evaluable, en principio, por medio del cálculo de primitivas.
Para campos vectoriales de varias variables la generalización de este procedimiento (que serı́a hallar
una función escalar de la cual fuera gradiente y aplicar el teorema precedente) no siempre es factible,
ya que no toda función vectorial es un gradiente, como ya sabemos.
De este modo, se acaba de probar que, bajo las hipótesis del teorema, todo campo vectorial conservativo
tiene la propiedad de que su integral de lı́nea entre dos puntos cualesquiera es independiente del camino.
Podemos, ahora, interrogarnos sobre la certeza del recı́proco de esta propiedad. La respuesta a la cuestión la
da el siguiente resultado (que enunciamos sin demostración), que es una generalización del primer teorema
fundamental del Cálculo:
Teorema 22 Sea f : A ⊆ Rn → Rn una función vectorial de clase C 1 , con dominio A abierto y arco-conexo
y tal que la integral de lı́nea de f entre dos puntos cualesquiera de A sea independiente del camino. Sea un
punto fijo p ∈ A; se define la función escalar ϕ: A ⊆ Rn → R como
Z x
ϕ(x) := f · dl (∀x ∈ A) (7.5)
p
(integral de lı́nea a lo largo de cualquier camino regular (a trozos) entre p y x). Entonces f es un campo
vectorial conservativo y
∇ϕ(x) = f (x)
Los dos últimos teoremas ponen de relieve la equivalencia entre el hecho de que un campo vectorial sea
conservativo y que su integral de lı́nea entre dos puntos sea independiente del camino. Esta es, por tanto
una caracterı́stica esencial para este tipo de funciones vectoriales. Sin embargo, vamos a ver que hay otras
condiciones equivalentes a éstas. Vamos a dar, a continuación, un primer listado de condiciones. Ası́, el
siguiente teorema resume y amplia lo expuesto hasta el momento.
Teorema 23 Sea f : A ⊆ Rn → Rn una función vectorial de clase C 1 , con dominio A abierto y arco-conexo.
Las siguientes condiciones son equivalentes:
1. f es el gradiente de algún campo escalar (esto es, tiene función potencial escalar):
f (x) = ∇ϕ(x)
En adelante se denominará campo conservativo a cualquier campo vectorial (de clase C 1 con dominio arco-
conexo) que satisfaga estas condiciones.
• (1) ⇔ (2): (1) ⇒ (2) es una consecuencia directa del teorema 21. (2) ⇒ (1) es el teorema 22.
• (3) ⇔ (2): Sea C un camino cerrado cualquiera en A. Realizando una partición de C en dos caminos
C1 y C2 , se tiene que:
I Z Z Z y Z x
0 = f · dl = f · dl + f · dl = f · dl + f · dl
C C1 c2 x C1 y C2
Z y Z x Z y
⇔ f· l=− f · dl = f · dl
x C1 y C2 x C2
y como el resultado es válido ∀c cerrado, lo es también ∀x, y y ∀C1 , C2 , lo cual quiere decir que la
integral de lı́nea entre dos puntos cualesquiera es independiente del camino.
El recı́proco se obtiene invirtiendo el razonamiento.
Teniendo en cuenta las propiedades que se acaban de analizar, dado un campo conservativo f ≡ (f1 , . . . , fn ),
el cálculo de una función potencial escalar puede efectuarse también por aplicación de la fórmula (7.5):
Z x Z x
ϕ(x) = f · dl = f1 dx1 + . . . + fn dxn
p p
El resultado depende, obviamente, del punto p elegido que es el origen de potencial y, por tanto, es en la
elección de dicho punto donde reside la arbitrariedad en la determinación de la función potencial en este
método.
Del mismo modo que el estudio de las integrales de lı́nea comenzó obteniendo previamente la expresión para
la determinación de la longitud de un arco de curva, nos introduciremos en el análisis de las integrales de
superficie deduciendo la expresión para el cálculo del área de una porción de superficie (parametrizada).
(Dem.) Sea el rectángulo elemental N ⊂ D con vértices en los puntos (u, v), (u + du, v), (u, v + dv) y
(u + du, v + dv), cuya área, por consiguiente, es dudv. Se trata de calcular el área del elemento de superficie
σ(N ), que denotaremos dS. Una aproximación al valor de dicha área se obtiene de la siguiente forma:
utilizando la aproximación lineal resulta que
∂x
∂u
u + du u ∂y
σ(u + du, v) − σ(u, v) ≈ J(u,v) σ − = ∂u du = Tu du
v v ∂z
∂u
∂x
∂v
u u
σ(u, v + dv) − σ(u, v) ≈ J(u,v) σ − = ∂y∂v
dv = Tv dv
v + dv v ∂z
∂v
de modo que, en el plano tangente a S en σ(u, v), se tiene un paralelogramo que, con vértice en σ(u, v), tiene
como lados los vectores Tu du y Tv dv, cuya área es una aproximación a dS y su valor es, por consiguiente,
dS ≈ kTu ∧ Tv kdudv
Como consecuencia de ésto, y teniendo en cuenta la definición de integral y la expresión explı́cita del producto
vectorial fundamental, dada en la definición 52, se obtiene de inmediato el resultado anunciado.
Comentarios:
• Con esta demostración se acaba de dar otra interpretación geométrica al producto vectorial fundamen-
tal: su módulo es el factor de amplificación entre el área de un rectángulo elemental en el dominio de
una superficie, y el área del elemento de superficie imagen de dicho rectángulo.
A partir de este resultado se pueden obtener las correspondientes expresiones para el cálculo del área
cuando la superficie está dada en forma explı́cita o implı́cita:
(Dem.) Basta tener en cuenta las expresiones del producto vectorial fundamental para estos casos.
Casos particulares:
• Si la superficie está dada en forma explı́cita y su gráfica está contenida en un plano paralelo al plano
∂f ∂f
coordenado XY (donde se halla el dominio de la función), entonces = = 0 y queda
∂x ∂y
Z
A(S) = dxdy
A
que es la conocida expresión para el cálculo del área de una superficie contenida en dicho plano coor-
denado.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 93
• Si la superficie está dada en forma explı́cita y su gráfica está contenida en un plano que forma un
ángulo α con el plano coordenado XY (donde se halla el dominio A de la función), entonces
A(A)
Z
dxdy
A(S) = =
A cos α cos α
Estamos ya preparados para introducir la noción de integral de una función escalar sobre una superficie. Al
igual que las integrales de lı́nea de funciones escalares eran una generalización de la expresión que daba la
longitud de un arco de curva, las integrales de funciones escalares sobre superficies lo son de la que determina
el área de una superficie. De cualquier modo, hay también toda una diversidad de problemas en Geometrı́a
y Fı́sica que dan origen a este tipo de integrales:
Expresión explı́cita
• Sea f = (f1 , f2 , f3 ). Teniendo en cuenta la expresión explı́cita del producto vectorial fundamental
(ecuación (4.8)), se tiene que
Z Z Z s
∂(y, z) 2 ∂(z, x) 2 ∂(x, y) 2
f dS := f (σ(u, v))kTu ∧ Tv kdudv = f (σ(u, v)) + + dudv
S D D ∂(u, v) ∂(u, v) ∂(u, v)
(Dem.) Trivial.
Comentarios:
• Como caso particular, tomando la función f = 1 en la integral, se obtiene la expresión para calcular el
área de la superficie.
• Si la superficie estuviera dada en forma explı́cita o implı́cita, la definición dada es aplicable sin ningún
problema, teniendo en cuenta todo lo expuesto en los apartados precedentes.
• El resultado de una integral de superficie de primera especie no depende de la orientación (es evidente)
ni tampoco de la parametrización de la superficie. En efecto:
1. T0 u ∧ T0 v = Tu ∧ Tv det Jg.
Z Z
2. Si existe f dS , también existe f dS y son iguales 4 .
σ(D) σ(D 0 )
(Dem.)
La noción de integral de lı́nea de un campo vectorial tiene también su analogı́a en el caso de integrales de
superficie.
El problema fı́sico que da origen a este tipo de integrales es el cálculo del flujo de un fluido que fluye
a través de una superficie que corta a sus lı́neas de corriente (esto es, la masa de fluido que atraviesa la
superficie en la unidad de tiempo). Un problema similar en teorı́a de campos es el cálculo del flujo de un
campo de fuerzas a través de superficies que cortan a sus lı́neas de fuerza.
Definición 91 Sea una función vectorial f : A ⊆ R3 → R3 y una superficie (parametrizada) regular (a trozos)
σ: D ⊆ R2 → R3 tal que S ≡ Im σ ⊆ A. Se denomina integral de superficie de la función vectorial f sobre la
superficie S o también integral de superficie de segunda especie a la siguiente integral (si existe)
Z Z
f · dS := f (σ(u, v)) · (Tu ∧ Tv )dudv
S D
Expresión explı́cita
4 Tomando f = 1 en este resultado, se obtiene como corolario que el área de una superficie es independiente de la
parametrización.
5 En la primera interpretación fı́sica que se ha dado de este problema, f representa el campo de densidad de momento lineal
del fluido (masa por velocidad dividido por volumen). El resultado de la integral es, por tanto, la masa neta de fluido que
atraviesa la superficie.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 95
• Sea f = (f1 , f2 , f3 ). Teniendo en cuenta la expresión explı́cita del producto vectorial fundamental
(ecuación (4.8)), se tiene que
Z Z
f · dS := f (σ(u, v)) · (Tu ∧ Tv )dudv
S D
Z ∂(y, z) ∂(z, x) ∂(x, y)
= f1 (σ(u, v)) + f2 (σ(u, v)) + f3 (σ(u, v)) dudv
D ∂(u, v) ∂(u, v) ∂(u, v)
(Dem.) Trivial.
Comentario:
• Si la superficie estuviera dada en forma explı́cita o implı́cita, la definición dada es aplicable sin ningún
problema, teniendo en cuenta todo lo expuesto en los apartados precedentes.
• Es evidente que el resultado de una integral de superficie de segunda especie depende de la orientación,
pues si se cambia ésta, cambia el sentido (y, por tanto el signo) del producto vectorial en el inte-
grando. Sin embargo, el resultado de una integral de superficie de segunda especie no depende de la
parametrización:
Proposición 65 Si σ: D ⊆ R2 Z→ R3 y σ 0 : D0 ⊆ R2 → R3 son
Z dos parametrizaciones regulares regularmente
equivalentes, entonces si existe f dS , también existe f dS y son iguales u opuestos dependiendo
σ(D) σ 0 (D 0 )
de la orientación 6 .
(Dem.) Igual a como se ha expuesto para las integrales de superficie de primera especie.
Dem.) Inmediata.
Comentario:
6 Tomando f = 1 en este resultado, se obtiene como corolario que el área de una superficie es independiente de la
parametrización.
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 96
• Esta expresión expresa el hecho de que la integral de superficie de la función vectorial f sobre S es
igual a la integral de superficie de la componente de la función vectorial f en la dirección normal a S.
• Obsérvese que, para superficies simples, la mencionada componente normal define una función escalar.
Si la superficie no es simple, esto no es ası́, pero, aun en este caso, sigue siendo útil la interpretación
dada.
Chapter 8
8.1 Introducción
Comenzaremos estableciendo el teorema de Stokes, se estudiarán sus peculiaridades y, como caso especial,
obtendremos el teorema de Green. También se utiliza este teorema para establecer la relación entre los
campos conservativos y los irrotacionales.
El siguiente paso será establecer el teorema de la divergencia o de Gauss-Ostrogadsky, sus casos partic-
ulares y su aplicación para caracterizar los campos solenoidales.
Hay que advertir que, aunque la mayorı́a de los conceptos que van a estudiarse se pueden desarrollar en
Rn en general, en este curso sólo interesan en R3 , y a ello nos ceñiremos.
El teorema de Stokes o del rotacional es el primero de los teoremas fundamentales del Análisis vectorial que
vamos a considerar. Aparte de sus implicaciones fı́sicas, la importancia analı́tica de este teorema radica,
entre otras razones, en que, a través de él se relacionan los dos tipos de integrales que se han definido para
campos vectoriales: las integrales de lı́nea y las de superficie de segunda especie. Más concretamente, el flujo
del rotacional de un campo vectorial a través de una superficie que tiene por borde una curva de Jordan,
y la circulación de dicho campo a lo largo de esa curva de Jordan. (De hecho, este teorema tiene su origen
en las leyes fı́sicas que relacionan el flujo y la circulación de los campos fı́sicos en esas condiciones). De esta
manera, el teorema da sentido geométrico al concepto de rotacional.
El teorema de Stokes se puede enunciar para el caso general Rn , (n ≥ 2), aunque en este curso sólo va a
ser utilizado en R3 y R2 .
97
I. Gracia Rivas, N. Román Roy, N. Urbizu Montañés Cálculo Diferencial e Integral en Rn . 98
2. S es una superficie regular (a trozos), orientada y orientable, tal que S̄ ⊂ A, y es una región compacta.
3. ∂S es una curva de Jordan regular orientada (o un número finito de éstas 1 ) tal que todos sus puntos
son regulares 2 .
Entonces I Z
f · dl = rot f · dS
∂S S
(Dem.) Véase, p. ej., J.E. Marsden, A.J. Tromba: Cálculo Vectorial, pp. 506-507), o también L.D.
Kudriàtsev: Curso de Análisis Matemático, vol 2, pp. 290-291).
Notación:
Si f = (f1 , f2 , f3 ), teniendo en cuenta la expresión explı́cita del rotacional, es habitual utilizar la siguiente
notación:
Z I
∂f3 ∂f2 ∂f1 ∂f3 ∂f2 ∂f1
− dy ∧ dz + − dz ∧ dx − dx ∧ dy = f1 dx + f2 dy + f3 dz
S ∂y ∂z ∂z ∂x ∂x ∂y C
Comentario:
• El teorema de Stokes establece, por tanto, la igualdad entre la circulación de un campo vectorial a lo
largo de una curva de Jordan y el flujo de su rotacional a través de una superficie limitada por dicha
curva (su borde).
Aplicaciones:
El teorema de Stokes tiene diversas aplicaciones fı́sicas y geométricas. Señalemos algunas de ellas:
• La primera aplicación que mencionaremos es su utilidad para resolver integrales de lı́nea de segunda
especie (en las que la función del integrando no tenga una primitiva fácil de evaluar), esto es, cálculo de
circulaciones. En ocasiones estas integrales de lı́nea, por aplicación del teorema, dan lugar a integrales
dobles más sencillas de resolver.
• Recı́procamente, en algunos casos simples, el teorema de Stokes puede ser también usado para el cálculo
de áreas de superficies por medio de integrales de lı́nea.
Vamos a discutir brevemente la aplicación del teorema de Stokes en superficies que no son simplemente
conexas pero que tienen por borde curvas de Jordan regulares (a trozos).
Con las hipótesis del teorema de Stokes, supóngase que S es una superficie no simplemente conexa cuya
frontera (geométrica) ∂S está formada por curvas de Jordan regulares (a trozos) C0 , Ci (i = 1, . . . , m). El
1 Esta situación será tratada en detalle inmediatamente.
2 Sino es este el caso, el teorema también se cumple si la superficie es de clase C 3 y el conjunto de puntos frontera singulares
es negligible; esto es, es un conjunto finito de puntos que está contenido en la unión de un número finito de curvas de clase C 1 .
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teorema de Stokes es aplicable a esta superficie, y la integral de lı́nea que en él aparece descompone en
suma de integrales de lı́nea sobre cada uno de los caminos que constituyen la frontera (geométrica) de S. El
resultado que se obtiene es Z I XI
rot f · dS = f · dl ± f · dl
S C0 i Ci
donde el signo + rige si las integrales curvilineas se evalúan tomando orientaciones opuestas para C0 y Ci y
el signo − en caso de que las orientaciones tengan el mismo sentido.
Obsérvese que el teorema no serı́a aplicable si la superficie no fuera simplemente conexa por faltarle
puntos aislados, ya que entonces su frontera geométrica incluirı́a también a dichos puntos, y no serı́a una (o
varias) curva de Jordan.
Una consecuencia inmediata del teorema de Stokes y de esta discusión es el siguiente resultado:
Ejemplo:
∗ Superficies cerradas
Como corolario inmediato del teorema de Stokes, se tiene el siguiente resultado general:
( Dem. ) Por ser S cerrada se tiene que ∂S = Ø; con lo que del teorema de Stokes se deduce directamente
que Z Z
rot f · dS = f · dl = 0
S ∂S
∗ Superficies no orientables
El teorema de Stokes no es válido para superficies no orientables. Para mostrarlo, analicemos el siguiente
ejemplo:
Ejemplo:
con D = [−1, 1] × [0, 2π]. Si se toma cualquier función vectorial f : R3 → R3 y se calculan las integrales
que aparecen en la fórmula de Stokes se obtiene que
Z Z Z Z
rot f · dS = f · dl + 2 f · dl 6= f · dl
S ∂S γ ∂S
donde γ es un segmento transversal a ∂S, que cruza la banda y es recorrido dos veces en el mismo
sentido. Realmente, si se toma una parametrización c del contorno de D (los lados de este rectángulo
en el plano U V ); esto es, ∂D = Im c, entonces Im(σ ◦ c) = ∂S ∪ γ.
Ası́ pues, el teorema de Stokes no es válido para esta superficie no orientable.
El teorema de Stokes es también aplicable a campos vectoriales en R2 , caso en el que presenta ciertas
peculiaridades, siendo por ello por lo que muchas veces se enuncia como un teorema diferente y recibe el
nombre de teorema de Green. Su enunciado es el siguiente:
Teorema 25 (de Green o de Stokes en R2 ): Sea una función f : A ⊂ R2 → R2 , con f = (f1 , f2 ), y una
región S ⊂ A tales que
Entonces I Z
∂f2 ∂f1
f1 dx + f2 dy = − dxdy
∂S S ∂x ∂y
donde la integral curvilı́nea se evalúa tomando la orientación positiva de ∂C.
(Dem.) Es un caso particular del teorema de Stokes, con la superficie plana. Véase también, p. ej., J.E.
Marsden, A.J. Tromba: Cálculo Vectorial, pp. 492-496.
Aplicaciones:
4 Si no es este el caso, el teorema también se cumple si la superficie es de clase C 3 y el conjunto de puntos frontera singulares
es negligible.
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• El teorema de Green tiene las mismas aplicaciones fı́sicas y geométricas que el de Stokes, pero además,
otras que le son peculiares. Una de ellas es el cálculo de áreas ya que el área de una región compacta
S con borde C se puede calcular tomando, por ejemplo, cualquiera de las siguientes funciones
Z I
f (x, y) ≡ (−y, 0) −→ A= dxdy = −ydx
ZS IC
f (x, y) ≡ (0, x) −→ A= dxdy = xdy
ZS C
I
1 1
f (x, y) = (−y, x) −→ A= dxdy = −ydx + xdy
2 S 2 C
es decir, se obtiene integrando las mencionadas funciones a lo largo del contorno de la superficie.
Este resultado es una muestra de la potencia del teorema, pues permite calcular el área de una región
operando únicamente sobre su contorno.
Como ya sucediera con el teorema de Stokes, como caso particular del teorema de Green puede presentarse
la situación de que el dominio A de la función f no es simplemente conexa pero tiene por borde curvas de
Jordan regulares (a trozos). Entonces el teorema también se puede aplicar siguiendo las mismas pautas que
en el caso de R3 .
Ası́, sea f : A ⊂ Rn → R2 , con f = (f1 , f2 ), una función de clase C 1 . Considérese una región compacta
S ⊂ A no simplemente conexa que tenga por borde gráficas de curvas de Jordan regulares (a trozos), C0 ,
Ci (i = 1, . . . , m). El teorema de Green es aplicable a esta región y la integral de lı́nea que en él aparece
descompone en suma de integrales de lı́nea sobre cada uno de los caminos que constituyen la frontera
(geométrica) de S. El resultado que se obtiene es
Z I XI
∂f2 ∂f1
− dxdy = f1 dx + f2 dy ± f1 dx + f2 dy (8.1)
S ∂x ∂y C0 i Ci
donde el signo + rige si las integrales curvilineas se evalúan tomando orientaciones opuestas para C0 y Ci y
el signo − en caso de que las orientaciones tengan el mismo sentido.
Comentario:
• También ahora se obtiene el (principio de deformación de contornos) (en R2 ) como corolario del teorema
de Green.
En el capı́tulo 3 se estableció la propiedad de que, bajo las adecuadas hipótesis de diferenciabilidad, todo
campo conservativo es irrotacional (proposición 30). Si el recı́proco de esta propiedad fuera cierto, los campos
conservativos y los irrotacionales quedarı́an identificados. Sin embargo, las condiciones para que ésto sea ası́
son más restrictivas. El resultado, que se obtiene como corolario del teorema de Stokes, es el siguiente:
(Dem.)
En este apartado vamos a considerar una aplicación de los anteriores resultados a la resolución de cierto tipo
de ecuaciones diferenciales.
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Proposición 68 La solución de una e.d.e. con función potencial escalar ϕ, está dada por ϕ(x, y) = cte (es
decir, geométricamente, las curvas de nivel de la función potencial escalar).
Dada una ecuación diferencial del tipo (8.2), el problema de analizar si es exacta y, por tanto, de obtener su
solución tal como enuncia la proposición precedente, puede ser planteado en términos de campos conservativos
del siguiente modo 5 :
Sea un campo vectorial f : R2 → R2 , cuyas funciones componentes son f = (f1 , f2 ), entonces, de acuerdo
con las definiciones dadas, la cuestión de que la ecuación (8.2) sea exacta es equivalente a que el campo f sea
conservativo, lo cual es, a su vez, equivalente a que se satisfaga el teorema 26. Entonces la pauta a seguir es:
Si la ecuación diferencial (8.2) no fuera exacta, entonces su solución no puede hallarse por el método
descrito. No obstante, aún en este caso puede reconducirse el problema al caso anterior. Ası́:
Definición 93 Dada una ecuación diferencial del tipo (8.2) no exacta, si existe una función µ(x, y) tal que
la ecuación
µ(x, y)f1 (x, y)dx + µ(x, y)f2 (x, y)dy = 0
entonces dicha función se denomina factor integrante de la ecuación (8.2).
6
Proposición 69 Con las condiciones de regularidad apropiadas µ es un factor integrante de la ecuación
f1 (x, y)dx + f2 (x, y)dy = 0
si, y sólo si,
∂(µf1 ) ∂(µf2 )
=
∂y ∂x
o, lo que es equivalente, si, y sólo si, µ es solución de la ecuación diferencial en derivadad parciales
∂µ ∂f1 ∂µ ∂f2
f1 + µ = f2 + µ (8.3)
∂y ∂y ∂x ∂x
El teorema tiene bastantes similitudes con el de Stokes, en el sentido de que aquellos relacionan integrales
de lı́nea de segunda especie, esto es, integrales simples, con integrales de superficie de segunda especie, esto
es, integrales dobles; mientras que éste relaciona estas últimas con integrales de volumen, es decir, integrales
triples. Concretamente, el flujo de un campo vectorial a través de una superficie cerrada y la integral de su
divergencia en el volumen limitado por dicha superficie. De esta manera, el teorema da sentido geométrico
al concepto de divergencia.
El teorema de Gauss-Ostrogadski se puede enunciar para el caso general Rn , (n ≥ 3), aunque en este
curso sólo va a ser utilizado en R3 .
Entonces: Z Z
f · dS = div f dV
S V
donde la integral de superficie se evalúa de forma que el resultado sea el flujo de f que sale de la región V ;
(esto es, tomando la orientación positiva de S que está dada por el vector normal que apunta “hacia afuera”
de V ).
(Dem.) Véase, p. ej., J.E. Marsden, A.J. Tromba: Cálculo Vectorial, pp. 532-534), o también L.D.
Kudriàtsev: Curso de Análisis Matemático, vol 2, pp. 286-287).
Notación:
Interpretación:
El teorema de la divergencia es aplicable a regiones cuya frontera geométrica esté constituida por un
número finito de superficies cerradas regulares (a trozos). Ası́, supóngase que V ⊆ A es una región compacta
cuya frontera (geométrica) está formada por superficies orientadas cerradas regulares (a trozos) S0 , Si (i =
1, . . . , m). El teorema de la divergencia es aplicable a esta región y la integral de superficie que en él aparece
descompone en suma de integrales de superficie sobre cada una de las que que constituyen la frontera
geométrica de V . El resultado que se obtiene es
Z Z XZ
div f dV = f · dS + f · dS
V S0 i Si
donde las integrales de superficie se evalúan tomando la orientación de la normal “exterior” (esto es, se
calculan los flujos “salientes”).
Aplicaciones:
• Este teorema es útil para resolver integrales de superficie de segunda especie (en las que la función
del integrando no tenga una primitiva fácil de evaluar), esto es, cálculo de flujos. En ocasiones estas
integrales de superficie, por aplicación del teorema, dan lugar a integrales triples más sencillas de
resolver.
• Recı́procamente, el teorema de Gauss-Ostrogadski puede ser también usado para el cálculo de
volúmenes mediante el cálculo de integrales de superficie. Esto puede hacerse tomando diferentes
funciones; por ejemplo:
Z Z
f (x, y, z) ≡ (x, 0, 0) −→ V= dxdydz = f · dS
ZV ZS
f (x, y, z) ≡ (0, y, 0) −→ V= dxdydz = f · dS
ZV ZS
f (x, y, z) ≡ (0, 0, z) −→ V= dxdydz = f · dS
V S
Z Z
1
f (x, y, z) ≡ (x, y, z) −→ V= dxdydz = f · dS
3 V S
Este resultado es una muestra de la potencia del teorema, pues permite calcular el volumen de una
región operando únicamente sobre la superficie que la delimita.
El teorema de la divergencia puede también formularse para campos vectoriales en R2 . Para ello, previamente
hay que dar la siguiente definición:
Definición 94 Sean f : A ⊂ R2 → R2 una función diferenciable y C una curva regular. Se denomina flujo
del campo f a través del arco de curva C al resultado de la integral (si existe)
Z
f · ndl
C
Entonces: Z Z
div f dS = f · ndl
D ∂D
donde el flujo a través de la curva se evalúa tomando la normal “exterior”, esto es, la del vector normal que
apunta “hacia afuera” de la región D.
Interpretación:
Como consecuencia directa del teorema de Gauss-Ostrogadski se obtienen diversas propiedades de los campos
solenoidales.
En primer lugar se puede discutir el recı́proco de la proposición 31, que establece una propiedad análoga
a la que enuncia que, bajo las adecuadas hipótesis, todo campo irrotacional es conservativo. El resultado
que se tiene es el siguiente:
1. f es de clase C 1 en V .
2. V es estrellado respecto a algún punto p ∈ V .
3. div f = 0.
Entonces f es solenoidal en V .
La segunda propiedad es análoga a la que establecı́a la equivalencia entre el concepto de campo con-
servativo y la propiedad de que la circulación de dicho campo fuera nula a lo largo de cualquier curva
cerrada.
9 La frontera geométrica puede estar constituida por varias curvas de Jordan si la región D no es simplemente conexa.
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Teorema 30 Sea f : A ⊂ R3 → R3 una función de clase C 1 . La c.n.s. para que f sea un campo solenoidal
es que Z
f · dS = 0
S
para cualquier superficie S regular (a trozos) cerrada, orientada (esto es, su flujo a través de cualquier
superficie de esta ı́ndole es nulo).
Comentario:
• Obsérvese que la región V ha de ser necesariamente compacta, ya que si no, no es aplicable el teorema
de la divergencia.
r
Ejemplo: Como ya se comentó en el apartado 3.4.3, la función f (x, y, z) := 3 tiene divergencia nula,
r
pero no tiene potencial vectorial (no es solenoidal) en todo su dominio. Obsérvese que en este caso no
se cumplen las hipótesis del teorema, ya que la función no está definida en el origen y, por tanto, para
cualquier región que lo contenga, su intersección con el dominio no es compacta.
La última propiedad es análoga a la que establecı́a la equivalencia entre el concepto de campo conservativo
y la propiedad de que la circulación de dicho campo entre dos puntos fuera la misma independientemente
de la curva que los uniera.
Teorema 31 Sea f : A ⊂ R3 → R3 una función vectorial de clase C 1 . La c.n.s. para que f sea solenoidal es
que su flujo a través de todas las superficies regulares (a trozos) orientables, orientadas con la misma ori-
entación, que tienen por frontera geométrica la misma curva de Jordan regular (a trozos) y son homeomorfas
entre si en A sea el mismo y su valor es
Z Z
f · dS = g · dl (8.4)
S C
3 3
donde g: A ⊂ R → R es el potencial vectorial de f (es decir, las integrales de superficie sólo dependen del
contorno).
(Dem.) Sean S1 , S2 dos de estas superficies y V la región de R3 que tiene por borde S1 ∪ S2 . Sea C la
curva tal que ∂S1 = ∂S2 = C. Aplicando el teorema de la divergencia
Z Z Z Z Z
f · dS + f · dS = div f dV = 0 ⇔ f · dS = − f · dS
S1 S2 V S1 S2
ambos flujos “salientes”, luego cambiando la orientación de una de las superficies y, con ello el signo de la
correspondiente integral, se obtiene el resultado 11 .
Comentarios
• Una de las aplicaciones de esta propiedad es simplificar el cálculo de integrales de lı́nea de segunda
especie sobre caminos cerrados, aplicando el teorema de Stokes, ya que, entonces, la integral de super-
ficie que aparece es de un rotacional, esto es, de un campo solenoidal, por tanto puede evaluarse sobre
cualquier superficie que tenga por contorno la misma curva y, en particular, se elegirá aquella sobre la
que sea más fácil evaluar la integral.
10 SiV no fuera estrellado respecto a ningún punto, se descompondrı́a en unión de subconjuntos estrellados, aplicándose a
cada uno el razonamiento anterior.
11 Mismo comentario que el anterior.
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A modo de resumen final, se puede establecer la siguiente tabla comparativa entre las propiedades de los
campos conservativos (o irrotacionales) y los solenoidales:
Conservativo Solenoidal
Irrotacional I∇ ∧ f = 0 Sin divergencia Z∇·f =0
Circulación (C cerrada) f · dl = 0 Flujo (S cerrada) f · dS = 0
C S
Circulación (C abierta) Sólo dep. extremos Flujo (S abierta) Sólo dep. contorno
Potencial escalar f = ∇(ϕ + k) Potencial vector f = ∇ ∧ (g + ∇ϕ)
Los conceptos de rotacional y divergencia de un campo vectorial se han definido utilizando las componentes
de la función, f = (f1 , f2 , f3 ), referidas a un sistema de coordenadas cartesianas. Esto es un inconveniente
ya que, al hacer cambios de coordenadas es de esperar, como ası́ sucede realmente, que cambie la expresión
de estos operadores. No obstante, éstos son conceptos intrı́nsecos (no dependen de las coordenadas) y,
utilizando los teoremas de Stokes y Gauss-Ostrogadski, se pueden dar definiciones de ellos que no dependen
de las coordenadas elegidas.
Estos hechos quedan recogidos en los siguientes teoremas (que enunciamos sin demostración):
Libros de teorı́a
1. J. de Burgos, Cálculo Infinitesimal de Varias Variables, McGraw-Hill, Madrid 1995.
2. J.E. Marsden, A.J. Tromba, Cálculo Vectorial, Fondo Educativo Interamericano, Barcelona 1991.
Libros de problemas
1. F. Bombal, L. Rodrı́guez, L. Vera, Problemas de Análisis Matemático. Tomo 1: Cálculo Difer-
encial, A.C., Madrid 1975.
Formularios y Tablas
1. M. Abramowitz, I.A. Stegun, Handbook of Mathematical Functions with Formulas, Graphs and
Mathematical Tables, Dover, N.Y. 1964.
3. M.R. Spiegel, Manual de fórmulas y tablas, Col. Schaum, McGraw-Hill, N.Y. 1986.
4. L.D. Kudriatsev, Curso de Análisis Matemático (vols. I,II), Mir, Moscú, 1983.
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