El Trabajo Con Evidencias de Aprendizajes
El Trabajo Con Evidencias de Aprendizajes
El Trabajo Con Evidencias de Aprendizajes
Indagar qué han aprendido los y las estudiantes y qué han enseñado los y las docentes
en una determinada experiencia y también qué dicen ellos y ellas que han
aprendido/enseñado.
Visualizar cómo el o la docente planificó, desarrolló y evaluó los procesos de
enseñanza y de aprendizaje.
Dar cuenta de los procesos y resultados de la evaluación.
Obtener información acerca de la participación de los y las estudiantes en la
valoración de sus aprendizajes (desempeño individual e interacción grupal,
significatividad y relevancia de lo aprendido, logros alcanzados y aspectos a
mejorar/fortalecer, pertinencia de las estrategias implementadas, grado de satisfacción
con la experiencia, entre otros aspectos).
Para la instancia de evaluación del trayecto anual realizado en el trayecto anual, las
instituciones deberán seleccionar 6 (seis) evidencias de aprendizajes:
- 1 (una) correspondiente a Matemática.
- 1 (una) correspondiente a Lengua.
- 1 (una) correspondiente a Ciencias Sociales.
- 1 (una) correspondiente a Ciencias Naturales.
- 2 (dos) correspondiente a un campo de conocimiento o espacio curricular
diferente de los anteriores.
Por ello, nos parece importante tener presentes algunos criterios/condiciones que pueden
colaborar con la toma de decisiones acerca de cuáles evidencias elegir.
En primer término, hay que recordar que la selección a realizar incluye:
- Materiales que den cuenta de la actividad de enseñanza: planificaciones,
diseños, consignas, instrumentos de evaluación, etc.
- Evidencias de los aprendizajes de los y las estudiantes (considerando la
diversidad de posibilidades).
La selección de las evidencias de aprendizaje no constituye una simple cuestión
de quedarnos con algunas y descartar otras que tenemos, sino que se trata de
reflexionar para decidir cuáles son las evidencias que más y mejor información
van a darnos acerca de los aprendizajes de los y las estudiantes –en términos de
conocimientos, productos y desempeños, para poder cumplir el propósito de
indagar, conocer y comprender esos aprendizajes.
Una buena organización facilita la tarea. Una vez seleccionadas las evidencias
de aprendizajes con y sobre las cuales se va a trabajar, conviene sistematizar el
material. Para ello, es necesario organizar cada evidencia con su correspondiente
contextualización y con los testimonios de la enseñanza que le corresponden
(planificación, consignas de actividades, recursos, instrumentos de evaluación,
etc., según la evidencia de que se trate).