Tema#7 OBLIGACIONES PROFECIONALES DE LOS COMERCIANTES

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TEMA #7 OBLIGACIONES PROFECIONALES DE LOS COMERCIANTES

Toda persona como sujeto de derecho y obligaciones ocupa un sitio en la


sociedad y se identifica enteramente a fin de evitar confusión y precisar sus
cualidades jurídicas para comportarse, tiene derechos desde que vive en el
Estado y su actividad física intelectual y moral, determina una de las
características más importantes de su patrimonio privado.

De cierto modo, podemos señalar la firma individual, esta es la firma en


sentido subjetivo conforme al artículo 26 de C; los comerciantes deben usar su
propio nombre en las relaciones de la actividad mercantil, y ese nombre constituye
un elemento valorizante del fondo de comercio, si no tiene asociado o no tiene si
no un participante no puede usar otra firma o razón de comercio que su apellido
con o sin el nombre, pudiendo agregarle todo lo que crea útil para la más precisa
designación de su persona o negocio, pero no podrá hacer adicción alguna para
creer la existencia de una sociedad, como dice Vivante “ el nombre puede ser
usado por el comerciante como nombre comercial para distinguir su actividad
personal, como firma para distinguir sus obligaciones contraídas por escrito, como
denominación, para distinguir sus mercancías, como marca de fábrica, para
diferenciar su establecimiento. En todos los casos el nombre quiere significar que
se trata de una sola individualidad, de una sola energía comercial, se usa a modo
de un signo constante para comunicar el crédito de que es capaz a las
obligaciones que asume, a los productos que hace circular, a los establecimientos
que explota”.

Además de la firma del comerciante individual, las firmas o razones


sociales, de las sociedades de personas, en relación a la sociedad en nombre
colectivo, o sea, aquella en la que todos los socios son ilimitadamente
responsables, debe tomarse en consideración los artículos 27,227, y 331C, según
el artículo 27 y también el artículo 227, la firma de la sociedad en nombre colectivo
a falta del nombre de todos los socios, debe contener, por lo menos el de alguno
de ellos con una mención que haga conocer la existencia de la sociedad, la firma
no puede contener otros nombres que los de los asociados personalmente
responsables artículo 30, lo dispuesto en este artículo no impide que el
causahabiente de una firma comercial pueda usarla con el aditamento que es
sucesor; en las sociedades de personas el crédito y la confianza en las
operaciones de la misma radican sobre el conocimiento de sus componentes
estando aflorados a la experiencia, probidad y fortuna de los socios solidariamente
responsables a fin de evitar engaños.

Por consiguiente estas firmas sociales deben formarse con el nombre de


uno o varios de los socios solidariamente responsables con el aditamento que
haga conocer la compañía, siendo generalmente lo acostumbrado en el comercio
la frase “& Compañía”. La sociedad anónima es designada por el nombre de la
empresa debiendo ir procedida o seguida de palabras, escritas en todas sus letras
legibles sin dificultad, Compañía Anónima o Compañía en Comandita por
Acciones por Acciones y de la enumeración del monto del capital social artículo
230c de c.

En el caso de la llamada firma derivada, distinta de la firma original o propia,


de tal modo que la firma originaria es aquella que inicialmente usa un comerciante
para su actividad ejemplo: comercial Pérez hermanos; y la firma derivada es la
que se adhiere, ejemplo Los corredores o el comprador de una firma. La ley
ordena en este caso agregarle a la firma una expresión que indique que es
sucesora, Comercial Pérez hermanos sucesores. Según el artículo 29, el
causahabiente de una firma mercantil puede usar la firma de su causante,
indicando que es sucesor, en esta hipótesis, se habla de firma derivada, ya que no
se habla de una firma formada por el actual titular del fundo si no por su antecesor,
en una firma de esta índole prevalece el elemento objetivo ya que el nombre
incluido en ella no caracteriza al causahabiente que puede ser a título particular o
universal, sino al fondo de comercio sin el cual no se puede ceder la firma
mercantil articulo 30C d C.

Por otra parte, la legislación Venezolana emplea otro término para


individualizar el fundo de comercio, La Ley de propiedad industrial regula entre las
marcas comerciales aquella que tiene por objeto distinguir una empresa, negocio,
explotación o establecimiento mercantil, industrial, agrícola o minera, dicha marca
conforme al artículo 27, primer aparte, de la ley de referencia, por eso la firma del
código de Comercio debe considerarse como la individualización subjetiva del
comerciante, aunque tal individualización se hace en parte mediante referencia al
fondo de comercio.

También en la denominación comercial puede figurar, pero solo


excepcionalmente, un nombre. Según el artículo 28 de la Ley de Propiedad
Industrial, por vía de excepción, podrá registrarse como si fuere una denominación
comercial cualquier nombre o signo distintivo en que tenga interés una persona
aunque ese interés no sea comercial. No obstante, según el artículo 33 ordinal 10
de la misma ley, no podrán adoptarse ni registrarse como marcas el nombre
completo o apellido de una persona natural si no se presenta en una forma
peculiar y distinta, suficiente para diferenciarlo del mismo nombre cuando lo usen
otras personas, y aun en este caso, si se trata del nombre de un tercero si no se
presenta con el consentimiento de este.

La denominación comercial, como las demás marcas, se registran en el


Registro de Propiedad Industrial, que depende del Ministerio de Fomento, se ha
pedido por muchos la unificación de este registro con el registro de Comercio o por
lo menos una coordinación entre ambos para evitar inscripciones contradictorias,
de todos modos en lo relativo a la inscripción de la firma, el artículo 28, Código de
Comercio, exige que toda nueva firma debe distinguirse claramente de las
existentes y que estén inscritas en el Código de Comercio. Esta regla rige incluso
cuando un comerciante adopta como firma su propio nombre y apellido, el cual, sin
embargo, es idéntico a otro ya registrado como firma mercantil, en este caso debe
agregarse al apellido y nombre alguna enumeración que lo distinga claramente de
la razón de comercio precedentemente inscrita.

En cierto modo, las marcas de fábrica y de comercio, radicalmente se


diferencian, la primera indica la procedencia de la mercancía, su fabricante, sus
productores y va impresa sobre la misma o sobre su embalaje a los intermediarios
entre los productores y los consumidores, a aquello que ayudan al tráfico
comercial, vale decir, a los comerciantes que las revenden y con lo cual distinguen
su procedencia, gozan de protección oficial conforme a la Ley Venezolana de
marcas de fábrica, comercio y agricultura, estas enseñas, emblemas, y marcas de
fábrica y de comercio, son característicos elementos incorporales del fondo de
comercio valorativos del mismo y gozan de protección legal contra las
imitaciones , falsificaciones etc.

En nuestra legislación Venezolana tenemos la Ley de Propiedad Intelectual,


el organismo ejecutor es el Servicio Autónomo de Propiedad Industrial (SAPI) que
es un instituto adscrito al Ministerio del Poder Popular del Comercio que ejerce la
competencia que sobre la propiedad intelectual le corresponde al Estado
Venezolano en materia de Derecho de Autor de obras literarias, científicas o
artísticas; marcas y patentes. El Estado otorga Certificados de Registros a los
propietarios de marcas, lemas y denominaciones comerciales que se registren; y
patentes a los propietarios de los inventos o mejoras, que también se registren; de
tal modo, la ley de Propiedad Intelectual, establece cuales productos pueden ser
patentables y cuáles no, los productos patentables se relacionan con productos,
maquinas, herramientas nuevas, o aparato de uso industrial, o de aplicación de
uso medicinal, técnica o científica, inversiones, mejoras a productos o
procedimientos entre otros. Por consiguiente la ley también establece sus
limitaciones e indica cuales no pueden ser patentadas tales como; las bebidas y
artículos alimenticos, los medicamentos y preparaciones farmacéuticas, así como
las preparaciones, reacciones o combinaciones químicas, en el ámbito comercial
no puede ser patentables sistemas, combinaciones o planes financieros
especulativos, inventos contrarios a la ley, salubridad, moral o buenas costumbres;
el registro de una marca también tiene sus limitaciones, y no podrá usarse
símbolos patrios, o palabras comunes, o palabras que puedan sugerir ideas
inmorales o comercio ilícito.

Al mismo tiempo podemos hacer referencia de la protección de los signos


distintivos.
La firma o razón social pertenece a los llamados signos distintivos. A estos
pertenecen también las marcas comerciales a que se refiere el artículo 27 de la
Ley de Propiedad Industrial, concepto que comprende todo signo, figura, dibujo,
palabra o combinación de palabra, leyenda o cualquier otra señal que revista
novedad, usados para distinguir los artículos producidos por el comerciante y
aquellos en los cuales comercia y también como hemos visto su propio negocio,
además regula el lema comercial que es la marca que consiste en palabra, frase o
leyenda.

Los signos distintivos están protegidos por la legislación penal y la


legislación civil, en lo que concierne a la protección penal, prevista en particular,
por las marcas, hay que tomar en consideración los artículos 338 y 339 del Código
Penal, y los artículos 97 y siguientes de la Propiedad Industrial, que tienen relación
al Código Penal carácter subsidiario; en materia civil, dado que respecto de los
signos distintivos existe un derecho absoluto de exclusiva, es aplicable la primera
parte del artículo 1185 del Código Civil según el cual en caso de dolo negligencia,
la violación del derecho subjetivo da origen a una acción por daños y perjuicios.

La competencia prohibida; la violación de los signos distintivos se hace


normalmente con fines de competencia, en primer lugar los actos de competencia
prohibida o ilícita lo constituyen justamente aquellos en que un competidor se sirve
de un signo distintivo, por ejemplo, la firma o marca de otro, con el fin de
desvirtuar su clientela, en segundo lugar los actos de competencia prohibida los
forman los de la llamada competencia desleal y en tercer lugar lo ocupa los actos
de competencia prohibida lo constituyen aquellos mediante los cuales se viola una
prohibición contractual, por ejemplo, un contrato entre dos competidores se ha
reservado para cada uno una determinada zona para vender sus productos y
luego uno de ellos vende los suyos en la zona destinada para el otro.

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