Principios Que Regulan El Codigo Procesal Civil

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PRINCIPIOS QUE REGULAN EL PROCESO CIVIL.

Son las reglas básicas que rigen la tramitación del


proceso, son los mandamientos procesales que están
reconocidos por la doctrina y por la legislación
procesal universal.

Un Principio es un axioma que plasma una


determinada valoración de justicia de una sociedad,
sobre la que se construyen las instituciones del
Derecho y que en un momento histórico determinado
informa del contenido de las normas jurídicas de un
Estado.

El término “principio” se utiliza sólo en ciencias exactas


(Lógica, Matemática) en las ciencias sociales como el
Derecho existen “fundamentos”. Pero, por el amplio
uso en la doctrina de la palabra “principio” refiriéndose
a un fundamento nuestro ordenamiento jurídico
procesal sigue también esa corriente, haciéndose
notar que nos referimos a un fundamento.

Muchos de los principios establecidos por el Código


Procesal Civil, se encuentran contenidos en la propia
Constitución Política del Estado y la L. Nº 025 del
órgano Judicial.

PRINCIPIOS CONTENIDOS EN EL CODIGO


PROCESAL CIVIL.

Según el Artículo primero del Código Procesal Civil, el


proceso civil se sustenta en los siguientes principios:

1.- Oralidad. La oralidad es la forma de desarrollar el


proceso, sin perjuicio de la escritura en los actos
establecidos por la Ley.

Consiste en que los actos procesales se realizan a


viva voz, normalmente en audiencia y, reduciendo las
piezas escritas a lo estrictamente indispensables. En
todo caso, el principio de oralidad no es exclusivo ni
excluyente, dado que, si bien ahora se pretende que
prime la oralidad sobre la escritura, en ningún
momento se debe restar importancia a la utilidad de la
escritura en los casos que así lo requieran, sobre todo
a efectos de dejar constancia de lo actuado en
determinado proceso, para conocimiento público y
verificación de las partes.

La oralidad se concreta en las pruebas personales,


esto es, aquellas en las que interviene como fuente
probatoria una determinada persona, pues su
intervención en el proceso se hace, como regla
general, a través del mecanismo de la palabra hablada
(así, tanto para el interrogatorio de las partes como la
prueba testifical.

El principio de oralidad sufre limitaciones en varios


casos por ejemplo en la recepción de prueba por
informe o en la interposición de recursos.

2.- Legalidad. La autoridad judicial, en los procesos


deberá actuar con arreglo a lo dispuesto en la Ley.

El Principio de legalidad procesal civil es un axioma


jurídico en virtud del cual el juez no puede juzgar con
ley establecida posteriormente a la pretensión del
accionante, a no ser que le favorezca. Si bien su
actividad jurisdiccional debe estar enmarcada en las
reglas de procedimiento establecidas en el mismo
Código, no significa que deba limitarse a ello, sino que
necesariamente debe ampliar su visión hacia las
disposiciones establecidas en la Constitución Política
del Estado (CPE) y en los instrumentos internacionales
sobre Derechos Humanos. Es decir que debe actuar
conforme al Bloque de Constitucionalidad, a fin de
asegurar el derecho a un debido proceso civil, justo y
equitativo para las partes. En mérito del Principio de
Constitucionalidad que debe observarse en todo
proceso judicial, procurando que las actuaciones
procesales sean conforme a los postulados
constitucionales.

3.- Dispositivo. El proceso se construye en función al


poder de disposición de la pretensión de los sujetos
implicados en la tutela jurisdiccional.

El principio dispositivo es aquel en cuya virtud se


confía a la actividad de las partes procesales tanto el
estímulo de la función judicial como la aportación de
los materiales sobre los cuales ha de versar la
decisión del juez.

Por este principio, el demandante puede retirar su


demanda antes de su contestación, desistir de ella, por
acuerdo con el demandado (transacción, conciliación),
por abandono de ambas partes (rebeldía, extinción por
inactividad). Depende del ejercicio por las partes, de
las oportunidades de actuación procesal previstas en
la norma jurídica, en virtud de este principio se hace
recaer en los litigantes (las partes o sujetos
procesales), por una parte, la tarea de estimular e
iniciar la función jurisdiccional y, por otra, la de
suministrar los materiales probatorios sobre los que
deberá tratar la decisión del juez.

4.- Dirección. - Consiste en la potestad de la


autoridad jurisdiccional para encaminar las
actuaciones procesales de manera eficaz y eficiente, y
ordena a las partes, sus apoderados y abogados al
cumplimiento de las disposiciones legales.

Permite encaminar al juez el proceso por el sendero


procesal fijado de antemano por el derecho procesal.
Asimismo, de acuerdo al Código Procesal Civil, es
menester que el juzgador garantice sujeción plena a
las normas del ordenamiento jurídico vigente, en
observancia del Principio de Legalidad descrito.

Conviene tener presente que mediante este Principio


de Dirección Judicial del Proceso, la autoridad judicial
queda compelida a impulsar de oficio -cuando
corresponda- el trámite de la causa, adecuar la
exigencia de las formalidades a los fines del proceso,
interpretar y aplicar a las leyes según los preceptos y
principios constitucionales -con el deber imperativo de
tramitar con carácter preferencial los procesos-,
expedir sentencia cumpliendo los requisitos que la
misma debe contener y, en el caso de la expedición
estimativa de medidas cautelares, exigir apariencia de
buen derecho (bonus fumus iures), evitando el peligro
en la demora (periculum in mora).

5.- Inmediación. - Permite a la autoridad


jurisdiccional, el contacto personal y directo con las
partes en las audiencias, con la prueba y los hechos
que se alegan en el proceso, excepto en los actos
procesales que deban cumplirse por comisión fuera de
la jurisdicción de Juzgado.

Por el Principio de Inmediación, el nuevo Código


permite a la autoridad jurisdiccional el contacto
personal y directo con las partes en las audiencias, así
como en la producción de prueba y la demostración de
los hechos alegados en el proceso, “excepto en los
actos procesales que deban cumplirse por comisión,
fuera de la jurisdicción (se refiere a la competencia)
del Juzgado”, vale decir, en territorio distinto al de su
competencia.

6.- Concentración. - Determina la conjunción de la


actividad procesal en el menor número posible de
actos, para evitar su dispersión.

Todos los actos procesales deben realizarse sin


demora, procurándose concentrar en una misma
audiencia todas las diligencias que fueren menester. El
Principio de Concentración básicamente determina la
reunión de la mayor cantidad de actividad procesal
desarrollada por las partes, en el menor número
posible de actos; precisamente para evitar la
dispersión procesal que muchas veces ocasiona una
perjudicial fragmentación del proceso en diligencias
accesorias que obstruyen una correcta apreciación de
las pruebas propuestas y producidas válidamente
durante su sustanciación.

De esta forma se trata de resguardar de mejor forma


los materiales probatorios que se acumulan para ser
sometidos a valoración por la autoridad jurisdiccional.

Este principio, halla su complemento en el Principio de


Eventualidad, que exige realizar actividades conjuntas
dentro de un mismo plazo, aun cuando sean
excluyentes, contrarias e incompatibles. El principio de
concentración en relación a la actividad probatoria,
comporta que ésta se desarrolle en una sola
audiencia, o de ser imposible, en varias próximas en el
tiempo, a fin de que no desaparezcan de la memoria
del juez los actos orales que él ha presenciado.

7.- Publicidad. - La publicidad exige como condición


indispensable la difusión de la actividad procesal,
salvo que la autoridad judicial decida lo contrario
cuando la Ley lo determine.

Establece como suprema garantía de los litigantes


que, todos los actos procesales, sean conocidos no
solamente por las partes sino por todos en general.

Por el Principio de Publicidad se exige como condición


indispensable de la sustanciación de los procesos
civiles la máxima difusión de la actividad procesal
desplegada por las partes.

8.- Saneamiento. - Faculta a la autoridad judicial para


adoptar decisiones destinadas a subsanar defectos
procesales en la tramitación de la causa, siempre que
no afecten los principios del debido proceso y de la
seguridad jurídica, de manera que se concluya la
tramitación de la causa con la debida celeridad
procesal.

El Principio de Saneamiento faculta a la autoridad


judicial adoptar decisiones destinadas a subsanar
defectos procesales en la tramitación de la causa,
siempre que no afecten los principios del debido
proceso y de la seguridad jurídica, de manera que se
concluya correctamente la tramitación de la causa; ello
significa que la autoridad jurisdiccional se encuentra
determinada a resolver las cuestiones que puedan
impedir o entorpecer el pronunciamiento final y
enmarcado en ley sobre el fondo de la causa.

9.- Gratuidad. - El proceso civil es gratuito, siendo


ésta la condición para hacer realidad el acceso a la
justicia en condiciones de igualdad.

Este principio pretende que en la administración de


justicia los procesos no sean objeto de gravosas
imposiciones pecuniarias a las partes que intervienen
en ellos, ni que por razón de su duración y costo sean
accesibles sólo a cierto grupo de personas en
desmedro de los intereses de grupos vulnerables o de
escasos recursos.

Ciertamente, esta previsión intenta luchar contra la


discriminación de que pueden ser objeto muchas
personas por carecer de recursos económicos para
llevar adelante un proceso civil en todas sus
instancias. Es una forma de contrarrestar las
desigualdades que provocan perjuicios a los
justiciables cuando reclaman por la vulneración de sus
derechos subjetivos e intereses legítimos a través de
las vías que la misma ley prevé. Tiende a lograr el
ahorro de tiempo y de gastos monetarios en la
administración de justicia
El impulso procesal de oficio, la oralidad, la
acumulación de acciones, son medidas para conseguir
la economía procesal. Este principio está establecido
en la propia Constitución Política del Estado en su
artículo 180 cuando señala que la gratuidad,
publicidad, celeridad y probidad en los juicios son
condiciones esenciales de la administración de justicia
y encomienda al órgano Judicial la responsabilidad de
proveer defensa legal gratuita a los indigentes, así
como servicios de traducción cuando su lengua
materna no sea el castellano.

10.- Celeridad. La economía del tiempo procesal está


edificada sobre un conjunto de institutos orientados a
conseguir una pronta solución de las contiendas
judiciales, impidiendo la inercia de las autoridades
judiciales, partes, abogadas y abogados, y servidores
judiciales. El Juez no podrá aplazar una audiencia o
diligencia ni suspenderla salvo por razones que
expresamente autorice el presente Código.

En virtud del Principio de Celeridad, se entiende que la


economía del tiempo procesal está edificada sobre un
conjunto de institutos orientados a conseguir una
pronta solución de las contiendas judiciales, extremo
que se encuentra estrechamente relacionado con el
derecho a ser juzgado en un plazo razonable
(elemento del debido proceso), impidiendo la inercia
de las autoridades judiciales, partes, abogadas y
abogados y servidores judiciales.

La conminatoria a que el Juez no pueda aplazar una


audiencia o diligencia ni suspenderla, salvo por
razones que expresamente autorice el presente
Código, está dirigida a efectivizar la celeridad procesal
como condición esencial de la administración de
justicia, quedando así proscritas las suspensiones de
audiencias o diligencias pertinentes, sin que el Código
lo autorice, o circunstancias de fuerza mayor,
debidamente justificadas, así lo ameriten.

En virtud a este principio, los jueces y tribunales deben


dirigir y resolver los casos sometidos a su
conocimiento dentro de los plazos previstos por ley y,
para el caso de no estar normados, desarrollar los
actuados procesales dentro de un término razonable,
por cuanto sus dilaciones indebidas y retardaciones
injustificadas atentan los derechos fundamentales de
las partes.

11.- Interculturalidad. La autoridad judicial en el


desarrollo del proceso deberá considerar que el
ejercicio de los derechos individuales y colectivos,
permiten la convivencia de una diversidad cultural,
institucional, normativa y lingüística.

Es importante prestar atención al Principio de


Interculturalidad que se ha incorporado al nuevo
Código. En mérito al mismo, la autoridad judicial,
durante el desarrollo del proceso, deberá considerar
que el ejercicio de los derechos individuales y
colectivos permite la convivencia de una diversidad
cultural, institucional, normativa y lingüística. Este
principio se encuentra en directa referencia al carácter
plurinacional del Estado boliviano, que implica el
reconocimiento de distintas culturas, pueblos y
naciones ancestrales de carácter indígena originario
campesino, cuyos miembros son sujetos de iguales
derechos que todos los demás, por lo que merecen
igual tutela judicial en caso de encontrarse
involucrados en una controversia sometida a
conocimiento de la jurisdicción ordinaria. Asimismo, la
diversidad normativa y lingüística implica el debido
resguardo del derecho al traductor o intérprete, que,
como una de las garantías judiciales previstas en la
Convención Americana sobre Derechos Humanos,
situación que debe ser observada en los procesos
civiles en que sea necesario.

12.- Transparencia. Los actos procesales se


caracterizan por otorgar a las partes información útil y
fiable facilitando la publicidad de los mismos, con el
objeto de que la jurisdicción cumpla con la finalidad de
proteger derechos e intereses que merezcan tutela
jurídica.

La Transparencia constituye uno de los principios


rectores de todo proceso y también del proceso civil,
por ella los actos procesales deben caracterizarse por
otorgar a las partes información útil y fiable, facilitando
la publicidad de los mismos con el objeto de que la
jurisdicción cumpla con la finalidad de proteger
derechos e intereses que merezcan tutela judicial
efectiva.

En consecuencia, este principio está dirigido a


garantizar la eficacia del derecho de acceso a la
información de los justiciables, respecto de las causas
o procesos judiciales que fueren instaurados en su
contra y, en este sentido, se debe precisar que el
derecho de acceso a la información pública es un
derecho humano fundamental, protegido por tratados
de derechos humanos que obligan a los países a
respetarlo y preservarlo. El derecho de acceso a la
información, es considerado una herramienta
fundamental para el control ciudadano del
funcionamiento no solo de la gestión pública, sino en
especial para el control de la corrupción en la
administración de justicia, a través de la información
de derechos y garantías judiciales que conforman el
debido proceso. Es un requisito fundamental para
garantizar la transparencia y la buena gestión de las
autoridades judiciales. El pleno ejercicio del derecho
de acceso a la información es una garantía
indispensable para evitar cualquier abuso de
funcionarios públicos judiciales y promover la
transparencia en el ámbito judicial, previniendo
corrupción y autoritarismo.

13.- Igualdad procesal. La autoridad judicial durante


la sustanciación del proceso tiene el deber de
asegurar que las partes, estén en igualdad de
condiciones en el ejercicio de sus derechos y
garantías procesales, sin discriminación o privilegio
entre las partes.

Por el Principio de Igualdad Procesal durante la


sustanciación del proceso, la autoridad judicial tiene el
deber de asegurar que las partes estén en igualdad de
condiciones en el ejercicio de sus derechos y
garantías procesales, sin discriminación o privilegio
entre las partes. En sentido jurídico, esto significa que
las partes del proceso civil tienen los mismos derechos
y obligaciones, las mismas oportunidades, los mismos
plazos procesales, debiendo, en definitiva, ser tratados
procesalmente de la misma manera en sus
proposiciones y alegatos.

14.- Eventualidad. Exige realizar actividades


conjuntas, dentro de un mismo plazo, aun cuando
sean excluyentes, contrarias e incompatibles.

15.- Contradicción. Las partes tienen derecho a


exponer sus argumentos y rebatir los contrarios.

Este principio de Bilateralidad o Contradicción que se


deriva del principio constitucional de la inviolabilidad
de defensa en juicio (artículo 119, parágrafo II
constitucional) y que, según el Código, significa que
las partes tienen derecho a exponer sus argumentos
(de ataque o defensa) y rebatir los contrarios; en otras
palabras, implica la exigencia institucional de conferirle
a las partes iguales oportunidades para el ataque y
defensa de sus intereses, se relaciona íntimamente
con el principio de igualdad procesal.

16.- Verdad material. La autoridad judicial deberá


verificar plenamente los hechos que sirven de motivo a
sus decisiones, para lo cual deberá adoptar las
medidas probatorias necesarias autorizadas por la Ley,
aun cuando no hayan sido propuestas por las partes.

Consiste en sentenciar sólo sobre las cosas litigadas


en la manera en que hubieran sido demandadas
sabida que fuere la verdad por las pruebas
desarrolladas en el proceso, declarando probada o
improbada la demanda. Da lugar a que la sentencia
se convierta en cosa juzgada, en verdad jurídica, nadie
la puede cambiar ulteriormente.

El Principio de Verdad Material estaba reservado para


el ámbito administrativo, penal, se extiende a materia
civil, puesto que la autoridad judicial deberá verificar
los hechos que sirven de motivo a sus decisiones,
adoptando las medidas probatorias necesarias
autorizadas por la Ley, aun cuando no hubieren sido
propuestas por las partes, haciendo uso de su facultad
potestativa, lo cual no implica ninguna forma de
producción de prueba de oficio, sino solo llevar a la
práctica la dirección judicial del proceso. De este modo
los juzgadores asumen en el proceso un rol activo,
solo con la finalidad de promover la búsqueda de la
verdad material sobre los hechos que son objeto de
juicio y que deben ser valorados en forma íntegra para
“mejor resolver”.

17.- Probidad. Exige en la actuación de las


autoridades judiciales, partes, representantes,
auxiliares de la jurisdicción y terceros que intervienen
en el proceso, de conducirse en los actos procesales
con buena fe, lealtad y veracidad.

Probidad es honradez, es la conducta imparcial y recta


que deben cumplir los administradores de justicia y en
suma todos los sujetos procesales en los procesos en
los que les corresponda intervenir. El incumplimiento
de la misma da lugar a sanciones a los infractores. Los
jueces son responsables de sus actos penal y
civilmente. (Prevaricato (CP, 173), por cohecho pasivo
(CP, 173 bis) y otros delitos (CP, 174, 177).
IMPORTANCIA DEL DERECHO PROCESAL CIVIL.

Su importancia radica en la realización del derecho


sustancial, así como otorgación de seguridad jurídica a
favor de todos y cada uno de los miembros de la
sociedad con la solución de conflictos. Es el medio
idóneo para dirimir, mediante el juicio del órgano
jurisdiccional un conflicto de intereses en el ámbito del
derecho civil, el proceso es un instrumento jurídico de
realización del derecho y aún con sus defectos no
existe un amparo más eficaz de la condición individual
a efectos de preservar el Estado de Derecho de un
país.

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