A Que Hueles
A Que Hueles
Otro titular, aun mas paradójico, llamó mi atención el jueves mientas leía el periódico en la
internet. El titular leía: Cristo llega a la Isla, y obviamente hacia referencia de la llegada de la
tan mentada película dirigida por Mel Gibson, La pasión del Cristo a Puerto Rico.
A mi parecer, todos estos elementos tienen algo en común. Y aunque a nivel individual no
podemos entrelazarlos por los lazos ordinarios de la lógica, resulta razonable amarrarlos a
través del prisma de la fe y la experiencia humana. Podriamos unir estos puntos distantes en
temas comunes: la crisis familiar, el dolor que causa un corazón lleno de rencores y como los
libera a través de la violencia, la muerte del ser humano a manos de su hermano, y la ausencia
de Dios en el corazón de la humanidad.
Pero vayamos mas alla en este esfuerzo y unamos estos puntos con la Palabra de Dios.
Dejemos que la Biblia nos haga mas preguntas acerca de esta realidad del siglo XX.
Y Juan lo simplifica contrastando dos personajes claves: María la hermana de Lázaro y Judas,
uno de los doce, el llamado Iscariote. Dos reacciones diametralmente opuestas frente a la
misma situación. Una que provoca vida y otra que se dirige a la muerte.
Juan es claro al decirnos que todo esto ocurre una semana antes la pascua, es decir una
semana antes de la muerte de nuestro Señor. Esta no es la ultima cena, sino la penúltima. Y
Jesús es invitado a una casa. La Biblia, específicamente los Evangelios, hacen referencia de
unos 12 hogares que Jesús visito: de Pedro, de Mateo, del magistrado, de Simón el leproso, del
jefe de la Sinagoga, una casa indeterminada, de un fariseo, de uno de los principales de los
fariseos, de Jairo, de Zaqueo, de Marta y la casa donde perfuman a Jesús.
No olvidemos que antes del templo, estaba la casa. Era en la casa, una estructura que por lo
general albergaba unas 40-50 personas (cuando se trata de personas adineradas), donde Jesús
ubica su actividad pastoral.
Como menciona el Dr. Juan Bek en el prologo de un libro titulado, La Iglesia Primicia del Reino:
"En el ministerio de Jesús, llama por ejemplo la atención la frecuencia con que visita a una
variedad de esas casas. Se queda y come en casa de amigos, de seguidores y de otros
protagonistas de sus actividades y vida diaria. Su predica y acción liberadoras ocurren no
solamente en el camino, en el monte, en el llano o al lado del lago, sino con mas frecuencia
están ligadas a su visita a varias casas."
San Juan nos invita a Betania, a la casa de Lázaro y sus dos hermanas. Suponemos que al
menos uno de los doce, o los doce lo acompaZaban. Suponemos también que había otros
invitados. Juan dice ‘que Marta servia mientras Lázaro se encontraba entre los invitados. De
repente algo poco usual ocurre, María se acerca a Jesús, pero no viene con las manos vacías.
Trae consigo medio litro de un aceite perfumado de nardo muy fino y muy caro. Algunos
estudiosos calculan que el costo de este perfume es igual a la suma del salario de un aZo
entero de cualquier obrero (sin las deducciones del seguro social!).
Y el observador nos describe que María tiene una intención particular. La fragancia que
contiene el frasco viene llenando la habitación de un olor particular. La gente se va quedando
en silencio. Todos en la espera, cautivados por lo que una mujer con un frasco de perfume tan
costoso hará, la miran. A medida que avanza, Judas calcula el costo de tan preciado perfume y
se imagina lo que podría hacer con las ganancias.
Un perfume tan caro debió estar también en un envase que llamaría la atención de cualquier
persona. La mayoría de ellos quizás había visto una cosa igual en el mercado (quizás en Plaza
las Americas!). Pero nunca tan cerca. Son de esas cosas que vemos en las vitrinas y sabemos de
antemano que estamos ante un articulo de un valor incalculable.
Y llegando hasta donde estaba Jesús, le remueve las sandalias signo de libertad-por que a los
esclavos no le era permitido usarlas-y derramo el perfume sobre los pies del maestro, los
ungió. Y como si esto fuera poco lo seco con sus cabellos.
Cuando nos medimos frente a María, la discípula de Jesús, no podemos evitar contrastar
nuestras propias vidas con su ejemplo. Su acto de desprendimiento nos invita a ir mas alla de
lo ordinario para ofrecerle a Dios, no solo lo bueno de nuestras vidas, sino lo mejor.
¿Quien no ha comprado un vestido nuevo, una ropa nueva, unos zapatos nuevos y lo tiene
reservado para una ocasión especial?. Cuando llega ese día especial, nos tomamos todo el
tiempo del mundo, nos preparamos, queremos lucir lo mejor que podamos y finalmente nos
vestimos con lo mejor que tenemos. María reconociendo su vida, no se preocupo tanto por
vestirse externamente, ella se vistió de humildad y de quebranto. No guardo nada para si. El
acto de secar los pies del maestro con sus cabellos es otra manera de pedir urgentemente la
ayuda del cielo y con ello dedicar toda su vida al servicio del Reino.
Hermano, hermana, joven, Iglesia ¿A qué huele tu vida?. El ejemplo de María nos dice que
todos tenemos algo de valor que ofrecerle a Jesús. Todos poseemos en nuestras vidas un
frasco de perfume de nardo muy fino y carísimo que debemos derramar sobre los pies del
maestro. La tradición bíblica hace referencia en mas de una ocasión a las oraciones del justo
como perfume de olor fragante que suben hasta donde esta Dios.
No cabe que vendrán los Judas con sus ideas descabelladas. Rogandonos que guardemos en
nuestro frasco el amor, el perdón y la armonía y en cambio ofrezcamos al mundo odio,
violencia y mas dolor. Mientras ellos dicen "ojo por ojo diente por diente" Jesús nos reclama
con autoridad "amad a vuestros enemigos". Sí, no cabe duda que es mucho lo que podemos
hacer con nuestra bondad, con todos nuestros dones, con todo nuestro amor. Pero de todas
las opciones la peor es guardarla egoístamente para nosotros, es confinarla, como aquella
genio de la botella, aun frasco bonito.
Pero digame usted si, ¿de que vale un perfume caro encerrado en un frasco si no perfuma?
¿de que vale la sal si no sala? ¿que provecho tienen nuestras vidas si no nos dedicamos a
sembrar la semilla preciosa del amor y del perdón, del arrepentimiento y de la armonía?. Si no
perfumamos la casa, ¿que nos queda?. Nos queda lo que hemos presenciado esta semana en
Puerto Rico: un desagradable olor a muerte. Hermano por eso nos preguntamos hoy ¿A qué
huele tu vida?.
Cuando pasa Cristo, cuando su presencia llega, la casa se perfuma. Como dice un cántico y
cuando El pasa TODO se transforma, se va la tristeza llega la alegría. Su muerte en la cruz,
aplaco el olor a muerte de la venganza, del odio y del rencor.
A una semana de la semana mayor, de la semana santa, nos preparamos y recordarnos que la
vida humana es mas digna cuando nos decidimos a perfumar aun a las personas y las
circunstancias menos agradables. Y mas digna aun cuando reconciéndonos, tal y como somos,
nos rendimos completa y absolutamente a los pies de nuestro Rey y Señor, del Mesías
prometido, aquel cuyo sacrificio hizo posible el perdón de los pecados y la salvación de
nuestras vidas perfumandolas de una vez y para siempre.
Por eso apelando a aquel titular, no basta con que Cristo llegue a Puerto Rico o cualquier
ciudad del mundo, es necesario que cuando llegue lo invitemos a nuestra casa. Abramos
nuestros corazones para que halla un cambio radial y precioso en nuestras vidas.
LO HIERE."
"Y de la madera de sándalo hizo balaustres para la casa de Jehová y para las
casas reales, arpas también y salterios para los cantores; nunca vino
semejante madera de sándalo, y ni se ha visto hasta hoy."
De este árbol podemos extraer una gran enseñanza para la vida del creyente
cristiano. El Rey Salomón escogió su madera para decorar el templo que le
construyó a Jehová y fue en su madera que se elaboraron parte de los
instrumentos musicales y sagrados del templo.
[2 de Crónicas 9:10-11].
Así como Salomón escogió la madera de este árbol para la construcción del
templo, también el cristiano fue seleccionado por Jesucristo quien es Rey de
Reyes y Señor de Señores, quien nos separa de las tinieblas a su luz
admirable, para santificarnos por medio de su sangre y para que seamos
instrumentos sagrados destinados para su alabanza y su adoración y para que
nuestros cuerpos sean habitación del Espíritu Santo.
El sándalo tiene características que nos hablan y nos enseñan a ser mejores
creyentes. Este árbol crece a gran altura y de él se extrae la madera más fina
y perfumada del mundo.
A este árbol se le atribuyen propiedades curativas y es considerado Patrimonio
Nacional de la India.
Durante la noche es fácil detectar en donde hay sembradíos de este árbol, por
el gran olor a perfume que expide. Todo lo que está a su alrededor se
contagia del olor a sándalo y hasta las bestias más salvajes y las serpientes
son atraídas e inoptizadas por su agradable perfume.
Dios espera de nosotros sus servidores, que seamos como el sándalo. Que
seamos perfume de olor grato y fragante no solo ante la nariz de nuestro
Creador, sino también de todos los que nos observan. Que en medio de las
tinieblas de este mundo nuestra fragancia a Gloria de Dios, perfume la vida de
los que se pierden.
Hay un gran misterio que se esconde en este árbol. Escondidas entre sus
ramas viven serpientes venenosas tremendamente atraídas por su poderoso
perfume. Ellas no pueden salir de este, porque el perfume es tal, que son
hipnotizadas.
Así como el hombre redimido viene a ser como un árbol de sándalo, que
aunque por su naturaleza pecaminosa en un tiempo anidaba en su corazón
todos los tipos de serpientes tales como: la ira, la codicia, la envidia. Todas
estas estaban colgadas del árbol de su vida, luego de recibir a Jesucristo como
su único Señor y Salvador, su perfume sigue siendo puro y no se deja
contaminar por el odio ni el rencor.
Recordemos que somos el templo de Dios viviente y que fuimos creados para
ser instrumento de alabanza y adoración para nuestro Señor y que debemos
presentarnos delante de él como un sacrificio vivo por su misericordia.
[ Romanos 12:1].
Jesucristo fue, es y será siempre en nosotros el más puro ejemplo de amor,
perdón y misericordia. Él quiere que aprendamos a amarnos los unos a los
otros sin fingimiento, que aborrezcamos lo malo y hagamos el bien.
"Se como el árbol de sándalo, que perfuma hasta el hacha que lo hiere."
Dios quiera que esta enseñanza nos penetre hasta el fondo de nuestras almas
SANDALO
Sándalo (heb. ‘almuggîm y ‘algûmmîm; ugar. ‘lmg; ac. elammaku; generalmente
se cree que las 2 palabras heb. se refieren al mismo árbol, puesto que la variedad
de formas se debería a una transposición de caracteres). írbol de Ofir cuya
madera habría sido usada en grandes cantidades para hacer las vigas del templo
de Salomón y de su palacio, y también para fabricar instrumentos musicales
(1Ki 10:11, 12; 2Ch 9:10, 11). No es posible lograr una identificación exacta de
este árbol. Algunos eruditos suponen que se trataba del sándalo rojo, que
produce una madera pesada, de grano fino y que alcanza una altura de unos 6
m. Su madera, negra exteriormente pero roja en su interior, tiene un olor
repelente para los insectos pero agradable para los seres humanos. El problema
es que no existe el sándalo en el Líbano. A pesar de ello, en el pedido inicial de
materiales para el templo que se le hizo al rey de Tiro, y que él debía enviar,
Salomón solicitó “madera del Líbano: cedro, ciprés y sándalo” (2Ch 2:8; cf 9:10,
11). Josefo le da a este árbol el nombre de pino. Por eso, otros eruditos sugieren
que se trata de una especie oriental de sabina o de un junípero griego. Bib.: PB
188, 189; FJ-AJ viii.7.1. Sanedrín. Véase Concilio.
-En segundo lugar, es muy evidente la figura del perdón. ¿Recordáis las
palabras de Jesús en la Cruz?…….. “Padre perdónalos; porque no saben
lo que hacen”. Me vuelvo a preguntar de que modo reacciono yo cuando
algo me hiere mucho. No sé como lo haces tú; pero si sé lo que me
cuesta a mi cuando la herida es muy fuerte. Tal vez no reaccione de
forma violenta, pero si es cierto que muchas heridas se van acumulando
en silencio en lo más profundo de mi alma, produciéndome unas raíces
de dolor y amargura que me estorban de muchos modos; esas son las que
sólo mi Señor puede arrancar, es algo que me cuesta, pero Él puede
hacerlo, hasta que de nuevo mi perfume de sándalo, vuelva a nacer de mi
interior.
-De algún modo, y sin tener nada que ver, el perfume de Sándalo, si
tiene algo que ver con el perfume del nardo, en lo de potente, delicioso,
y embriagador; me encanta aquello de….. “..Y la casa se llenó del olor
del perfume….” ¿Que rastro, huella y perfume vamos dejando a nuestro
alrededor y por la senda qué transitamos?.
Mi Señor….
Hazme como la madera del Sándalo, que resiste todos los tipos de
vientos, tempestades, olas fuertes, y mareas. Haz de mi siempre, una
hija tuya muy firme, y haz, ¡Por favor! Que el perfume que has puesto en
mi, delicioso perfume de Sándalo, dure siempre sin extinguirse jamás; y
aunque mi madera se seque, nunca se agriete, y el aceite que has puesto
en mi, jamás se agote.