12 Abril Miguel Poradowski Teología Negra
12 Abril Miguel Poradowski Teología Negra
12 Abril Miguel Poradowski Teología Negra
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tiana" (T. N., pág. 24). "Para ser cristiana, la teología blanca debe-
ría dejar de ser teología blanca y transformarse en teología negra,
renegando de la blancura como forma adecuada del existir humano y
afirmando la negritud como la intención de Dios para la humani-
dad" (T. N , pág. 25).
James Cone sostiene que Dios está exclusivamente con el negro y
por consiguiente contra el blanco (T. N., pág. 21). J. Cone no alcanza
a comprender que Dios no está ni con negro, ni con blanco, ni con
amarillo o rojo, sino con el "justo", es decir con la persona que
respeta la Ley de Dios, y que este "justo" puede ser negro o blanco
o de cualquier otro color.
La T. N. está completa y exclusivamente al servicio de la revolu-
ción de los negros: "Todo obrar que impida la lucha por la autode-
terminación negra —Poder Negro— es anticristiano y obra de Sa-
tanás" (T. N., pág. 25). "La situación revolucionaria obliga a la
teología negra a dejar de lado todos los principios abstractos acerca
de lo "recto" o "equivocado" del curso por seguir. Sólo un princi-
pio guía el pensamiento y el obrar de la teología negra: una entrega
sin reservas a la comunidad negra..." (T. N., págs. 25, 26).
La T. N. tiene como finalidad excitar y rebelar a los negros con-
tra los blancos. Escribe James Cone: "... la revolución está en mar-
cha. Con la seguridad de que Dios está de nuestro lado, empezamos
a prepararnos para lo inevitable: el encuentro decisivo entre la exis-
tencia blanca y la negra. Los llamados blancos a "conservar la calma
y hablar" carecen de sentido" (T. N., pág. 28). "Ahora no permitire-
mos que unos blancos cualesquiera traten de enfriar las cosas con su
ética piadosa; encenderemos y aumentaremos nuestra hostilidad y la
llevaremos adelante hasta que la copa rebose" (T. N., pág. 28). " Y
pues maduramos nuestra decisión en medio de la vida y la
muerte, del ser y del no ser, el papel de la teología negra es articular
esta decisión apuntando con el dedo a la revelación de Dios en la
lucha negra por la liberación" (T. N., pág. 28).
La T. N. es contraria a la reconciliación entre los blancos y los
negros (T. N., pág. 11), contraria también a la asimilación e inte-
gración de los negros en la sociedad blanca (T. N., pág. 29). Al con-
trario, la T. N. es, para los negros, "una teología de la superviven-
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tes" (T. N., pág. 41). La experiencia negra es "... poder de amarnos
a nosotros mismos porque somos negros; disposición y prontitud para
morir si los blancos quisieran obligarnos a conducirnos de otra ma-
nera" (T. N., pág. 41). "La experiencia negra es el sentimiento que
lo embarga a uno cuando, atacando al enemigo, arroja una bomba
Molotov contra un edificio de propiedad blanca y contempla las
llamas que lo envuelven. Por supuesto, no ignoramos que librarnos
de la maldad incluye mucho más que quemar algunos edificios; pero
por algo hay que empezar" (T. N., pág. 41).
"La experiencia negra es fuente de teología negra porque ésta
trata, precisamente, de relacionar la revelación bíblica con la expe-
riencia del hombre negro... y esto significa que la teología negra no
puede hablar de Dios y de su acción... sin identificar a Dios con la
liberación de la comunidad negra" (T. N., pág. 41, 42).
La "historia negra" constituye la segunda fuente de la T. N. Aquí
el autor se refiere a la historia de los negros en tos Estados Unidos,
"... a la manera en qué los negros fueron traídos a esta tierra y en
ella tratados" (T. N., pág. 42). Se recuerda los abusos por parte de los
blancos y los malos tratos que sufrieron los negros, para fomentar hoy,
con estos recuerdos del pasado, el odio del negro hacia el blanco.
La T. N. "... no puede ignorar la historia de las inhumanidades
blancas perpetradas contra ... el negro" (T. N., pág. 42). "Historia
negra... empezó cuando el primer negro decidió que estaba harto del
dominio blanco. Empezó cuando las madres negras decidieron matar
a sus hijos antes que verlos crecer en la esclavitud... Son los esclavos
que envenenan a sus amos... Esta es la historia que la teología negra
ha de tomar en serio antes de empezar siquiera a hablar de Dios y del
pueblo negro" (T. N., pág. 42). "Como el Poder Negro, la teología
negra tampoco es nueva. Nació cuando los ministros de las Iglesias
tomaron conciencia de que dar muerte a los amos de esclavos era
cumplir la obra de Dios" (T. N., pág. 42).
"La teología negra centra su mirada en la historia negra como
fuente desde donde interpretar teológicamente la obra de Dios en el
mundo, porque la acción de Dios es inseparable de la historia del
pueblo negro. Nadie entenderá la teología negra si no tiene con-
ciencia de que su existencia se nutre en una comunidad que vuelve
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(T. N., pág. 48). La Biblia, pues, tiene sólo el valor de un mensaje
de la liberación del hombre; una liberación exclusivamente de ca-
rácter político; es decir, de la independización de un pueblo del do-
minio del otro pueblo, como ha ocurrido con el pueblo de Israel, sa-
cado por Moisés del Egipto (T. N., págs. 48 y 49). De ahí la con-
clusión: "Leyendo el relato de la acción de Dios en el mundo, re-
gistrado en la Escritura, la comunidad del siglo x x logra la experien-
cia de lo que es la acción de Dios en el mundo de hoy" (T. N., pá-
gina 49).
En el último lugar, como fuente de la TN, el autor coloca la
tradición, pero también da a ésta un sentido muy especial, pues,
para él, la tradición es sólo "... la reflexión teológica de la Iglesia
sobre la naturaleza del cristianismo, desde los días del cristianismo
primitivo hasta el presente" (T. N., pág. 49); es decir, no tiene nada
que ver con la revelación divina, pero sí tiene relación con las Es-
crituras, con el Nuevo Testamento, el cual, según el autor "es resul-
tado de ella" (T. N., pág. 49).
Para James Cone la tradición tiene valor sólo hasta el siglo iv,
pues la "Iglesia constantiniana ya no es una Iglesia de Cristo" (T. N.,
pág. 50). Más todavía: "La teología negra está convencida de que el
espíritu del evangelio auténtico muchas veces se refleja mejor en la
tradición "herética" que en la "ortodoxa" (T. N., pág. 52). La tra-
dición tiene valor solamente en la medida "... en que su interpreta-
ción del evangelio incluye la liberación política, económica y social"
(T. N., pág. 52). "A la teología negra sólo le interesa la tradición
cristiana que es útil en la lucha negra por la liberación" (T. N., pá-
gina 53).
Veamos ahora lo que el autor nos dice respecto a la norma de T. N.
"La norma teológica es el principio hermenéutico que adquiere ca-
rácter decisivo cuando se trata de especificar la manera en que se
usarán las fuentes, mediante evaluación de su importancia y distin-
ción de los datos salientes de los que no lo son" (T. N., pág. 53). "La
teología negra trata de crear una norma teológica que esté de acuerdo
con la condición negra y con la revelación bíblica. Por otra parte, la
norma no tiene que ser norma privada de un teólogo particular, sino
brotar de la comunidad misma. Y esto significa que, para la comuni-
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El significado de la revelación.
En el tercer capítulo el autor vuelve al "significado de la reve-
lación". Empieza con una breve presentación de la enseñanza de la
teología protestante sobre la revelación, recordando las posiciones: de
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(3) Aquí el autor cita una frase de su libro «Black Theology and
Black Pcrwer».
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pueblo blanco" (T. N., pág. 87). Y agrega: "Los pensadores blancos
son incapaces de percibir la negritud de Dios porque su blancura
satánica es una negación de la esencia más propia de la divinidad"
(T. N., pág. 87).
La T. N. no acepta el concepto de Dios como Padre de todos los
hombres, todas las razas, todos los pueblos, enseñado por Cristo; más
bien quiere acaparar a Dios sólo para los negros, como tantas veces
lo hacían otras teologías y en nuestros tiempos lo actualizó el pan-
teísmo hitlerista. "El pueblo negro quiere saber de qué lado está
Dios y que decisión ha tomado acerca de la Revolución Negra"
(T. N., pág. 93). "Jamás aceptaremos a un Dios que está de parte
de nadie, lo que encierra que ama a todos, a pesar de ser lo que son,
y que trabaja... para reconciliar consigo a todos los pueblos" (T. N.,
pág. 93). "La teología negra no puede aceptar una concepción de
Dios que no lo muestre como estando con los negros y, por ende,
en contra de los blancos" (T. N., pág. 93). "De nada sirve un Dios
que ama a los blancos al igual que a los negros" (T. N., pág. 93).
"Lo que necesitamos es el amor divino cual se expresa en el Poder
Negro, que es el poder del pueblo negro de destruir a sus opresores"
(T. N., pág. 93). "Según la teología negra, es una blasfemia decir
que Dios ama al pueblo blanco, a no ser que el amor se interprete
como ira y actividad de Dios contra los blancos y contra cuanto la
blancura representa en el mundo" (T. N., pág. 94). "La teología negra
sólo aceptará un amor de Dios que implique participación en la des-
trucción del enemigo blanco" (T. N., pág. 96).
¿Cómo está concebido, por la T. N., este "Dios Negro"?
"A la teología negra no le interesa debatir los méritos filosóficos
y teológicos de la aseidad de Dios, a no ser que podamos relacionarla
con la emancipación de los oprimidos" (T. N., pág. 99). Eso quiere
decir que a la T. N. no le interesa saber algo de Dios como tal, sino
exclusivamente en relación con la revolución negra, a la cual Dios
debería servir.
La T. N. habla de la inmanencia y de la transcendencia de Dios,
pero sólo en relación con la revolución negra: "La inmanencia de
Dios significa que Dios sale siempre a nuestro encuentro en una
situación de liberación histórica" (T. N., pág. 100). "Dios no es otra
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cosa sino nuestra experiencia de liberación" (T. N., pág. 100). "Para
el pueblo negro, esto significa que Dios ha asumido la negritud
comprometiéndose en las dimensiones de la lucha negra por la
liberación" (T. N., pág. 101).
"La trascendencia de Dios impide que deifiquemos nuestras pro-
pias experiencias, lo que nos llevaría al panteísmo" (T. N., pág. 101).
Y explica en qué consiste esta trascendencia: "Dios es siempre más
que la experiencia que de él tenemos" (T. N., pág. 101). "La tras-
cendencia se refiere al propósito del hombre cual viene definido por
el infinito en la lucha por la liberación" (T. N., pág. 102).
La T. N. no acepta ni la enseñanza de Cristo sobre el sufri-
miento, ni "la teología de la Cruz": "La teología negra no puede
aceptar una concepción de Dios qué, siempre de manera indirecta,
implique aprobación del sufrimiento humano" (T. N., pág. 105).
James Cone cita a Alberto Camus (y parece que lo aprueba): "Si
Dios es omnipotente y permite el sufrimiento humano es un ase-
sino" (T. N , pág. 103.
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(5) Para James Cone ser libre quiere decir estar en armonía con el
partido (comunista) (T. N.» pág. 122). El autor cita las palabras del prota-
gonista del libro de J . P. Sartre «La edad de la razón».
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muerte" (T. N., pág. 140). Ni más ni menos. El autor es bien claro:
"La comunidad negra está hoy dispuesta a hacer algo con respecto
al Cristo blanco, a fin de que no se interponga en el camino de
nuestra revolución ni lo obstaculice" (T. N., pág. 140), pues la fina-
lidad de iodo es el bien de la comunidad negra; Dios, Cristo, Iglesia
son sólo los medios usados por la T. N. para este fin.
"La teología negra tiene que probar que la descripción de Jesús
como Mesías Negro, del reverendo Albert Cleage (6) no es un pro-
ducto de mentes 'distorsionadas' por su condición oprimida, sino la
única afirmación de nuestro tiempo plena de sentido cristológico"
(T. N., pág. 144). "La enseñanza de Jesús acerca del reino es el
aspecto de su mensaje más radical y revolucionario" (T. N., pág. 147).
"Jesús es el Oprimido por excelencia, cuya obra consiste en liberar
a la humanidad de la inhumanidad. A través de él, los oprimidos son
liberados para ser lo que son. Este, y sólo éste, es el significado de la
finalidad de Cristo, la que tanto ha sido camuflada con debates acerca
de su humanidad y divinidad" (T. N., pág. 147).
La pasión, muerte y resurrección de Cristo están explicadas por
la T. N. de una manera muy sencilla; pues la cristologia de la T. N.
está determinada por el interés actual de la comunidad negra: "¿Cuál
es la importancia que tiene él (Cristo) para la comunidad negra de
hoy? "... es lo que ha de determinar ... nuestra cristologia" (T. N.,
pág. 149). "Si Cristo no es negro como lo somos nosotros, entonces
la Resurrección tiene muy poca importancia para nuestros tiempos"
(T. N., pág. 150). "La definición de Cristo como negro es capital
para la cristologia si en verdad creemos en su presencia continuada
hoy" (T. N., pág. 150). "Toda afirmación acerca de Cristo hoy que
no acierte a tomar en consideración la negritud como factor decisivo
de su persona, es una negación del mensaje del Nuevo Testamento.
La vida, la muerte y la resurrección manifiestan que Cristo es el hom-
bre para los demás" (T. N., pág. 150). "La definición de Cristo como
negro significa que está en oposición complete con los valores de la
cultura blanca. Cristo es el centro de la copernicana revolución negra"
(T. N., pág. 151). "La copernicana revolución negra significa exaltar
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como bueno lo que los blancos han ignorado o han mirado como
malo" (T. N., pág. 151). "El Cristo Negro es quien concita en el
pueblo negro el ímpetu rebelde, a fin de que, en el momento opor-
tuno, la comunidad negra esté capacitada para responder a la comu-
nidad blanca colectivamente, con su 'bad nigger corporativo, embis-
tiendo y golpeando al enemigo del hombre" (T. N., pág. 152).
A lo largo de los dos mil años de la historia del cristianismo nadie
se atrevería abusar de una manera tan blasfema de la persona de
Cristo como lo hace la T. N.: "Si Cristo no es negro, entonces ¿quién
y qué es él? Se podrá decir que es el Hijo de Dios, el Hijo del
Homhre, el Mesías, el Señor, el hijo de David y cantidad de otros
títulos. Pero la dificultad que estos encierran no se halla precisamente
en su incapacidad para, describir la persona de Cristo, sino en que son
títulos del siglo primero" (T. N., pág. 152).
"Habrá blancos que pregunten si la teología negra cree que Cristo
fue realmente negro" (T. N., pág. 153). "Cristo no fue blanco en
ningún sentido de la palabra, literal o teológico. Por consiguiente, el
reverendo Cleage no anda muy equivocado cuando pinta a Jesús
como un judío negro; y ciertamente pisa sólido terreno teológico
cuando lo describe como el Mesías Negro" (T. N., pág. 153).
James Cone sugiere que si Cristo es negro, la actual revolución
marxista en Estados Unidos, promovida por la lucha de razas, tiene
carácter de la lucha por el "Reino de Dios": "La aparición de Jesús
como el Cristo Negro significa también que la Revolución Negra es
el reino de Dios hecho realidad en los Estados Unidos" (T. N.,
pág. 154). "El reino de Dios es un acontecimiento negro. Es el pue-
blo negro diciendo 'no* a los blancos" (T. N., pág. 154).
"Para Jesús, el arrepentimiento es una condición previa para
entrar al reino. Pero hay que señalar que el arrepentimiento nada
tiene que ver con la moralidad o con la piedad religiosa en el sen-
tido blanco... Significa reconocer la importancia del acontecimiento
del reino y a él jugarse hasta la última carta" (T. N., pág. 155). Es
decir, que quien toma parte en la revolución es un "arrepentido",
pues lucha por el reino de Dios (identificado con la revolución).
"Comparó Jesús el reino con un grano de mostaza y con el fermento
en la masa de pan. Ambas imágenes muestran un comienzo pequeño
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Consideraciones finales.
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