Los Señoríos Andinos
Los Señoríos Andinos
Los Señoríos Andinos
Según Riva Agüero y Antonio del Busto el colapso se debió al asalto de los collas aimaras. En efecto, “cayeron
sobre los constructores paleo quechuas (tiahuanacotas) unos bárbaros parientes identificados con los collas
o aimaras actuales, los cuales derrotaron a los paleo quechuas, destrozaron el imperio que habían construido
y los hicieron huir en distintas direcciones.” (Escalante Moscoso, 2018)
Por otra parte, Waldemar Espinoza siguiendo el mismo relato anterior indica que estos aimaras migraron del
sur del continente. “El estado de habla puquina denominado más comúnmente como Tiahuanaco, fue
asaltado e invadido por inmensas oleadas humanas procedentes del sur (Tucumán y Coquimbo) (…) tales
invasores a todas luces, no eran otros que los aimaras.” (Escalante Moscoso, 2018) Es probable que estos
aimaras escaparon de las condiciones climáticas del lugar y las presiones de otras etnias que les obligo migrar
al norte y con la ayuda de algunos pueblosd, comunidades descontentos lograron su propósito.
Teresa Gisbert de Mesa basada en el cronista Cobo indica, en cambio que los aymaras migraron del sur oeste
a la cabeza de un jefe llamado Cori “quien luego de levantar su capital en Chucuito pasó a las islas e inició
ofensiva contra los collas que eran puquina parlantes”. (Escalante Moscoso, 2018)
Según Dick Ibarra Grasso “los señorios aimaras serían los descendientes directos de la cultura tiahuanaco”.
Federico Kauffman Doig sugiere “que reinaba un estado de belicosidad general” y Lumbreras añadirá que los
señorios collas fueron resultado de su mismo ethos “pequeños reinos pugnantes” antiguos que conformaron
Tiahuanco.
Finalmente Carlos Ponce Sanjinez descartará toda causa externa, cataclismos o invasiones de migrantes, para
sostener la tesis de una implosión interna, “acaso una disgregación política en la que la metrópoli quedó
desligada de sus provincias” (Escalante Moscoso, 2018)
Lo cierto es que después del colapso de Tiahuanco se sucedieron 200 años de luchas intestinas que de acuerdo
a Escalante Moscoso terminaron en la configuración de los señorios a lo largo del altiplano. “Las invasiones
aimaras cada vez más abundante fueron desplazando a los tiahuancotas hacia los valles mesotermicos y la
élite migrando migrando hacia el norte la misma que más tarde iniciaria el nuevo imperio de los incas.”
(Escalante Moscoso, 2018)
Tiahuanaco, después de la crisis medioambiental, migratoria y pugna interna, quedó fragmentado en varias
etnias divididas en dos mitades: Urcusuyu al oriente del lago que se dedicaron principalmente al pastoreo y
Umasuyu al occidente del lago Titicaca dominado por agricultores y pescadores. Por un lado, se encontraban
los pueblos Collas alrededor del lago Titicaca, por el sur los Charcas y los llamados pueblos circundantes.
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GISBERT Teresa Libro I “Período prehispánico” En Historia de Bolivia, Editorial Gisbert y Cia S.A. La Paz,
2008 Pags 3-70.
Los pueblos aymaras más importantes eran los Collas (Hatuncolla y Paucarcolla), Lupacas, Pacajes, los
Canchis, los Canas y los Quiruas.
Estos pueblos desarrollaron la estrategia del control de los pisos ecológicos que consistía en generar
archipiélagos en los distintos niveles ecológicos que llegaban por un lado hasta la costa y por el otro hasta la
frontera con las tierras moxeñas.
Otro de los señoríos que no pertenecía a los collas circunlacustres y se encontraba al oriente eran los
Callahuayas. Era una zona rica en oro y especializada en la medicina y este fue el lugar de donde llevaron la
coca para el Imperio incaico.
La orilla oriental del lago estaba ocupada por los Soras al norte y los quillacas al sur. Los Soras abarcaban Paria
hasta Sipe Sipe y Tapacarí en Cochabamba. Los Quillacas eran pastores gobernados por la dinastía de los
Guarachi.
Los yamparas eran indios de arco y flecha, estaban ubicados en Yotala y Quilaquila en el departamento de
Chuquisaca pasando a Mizque en Cochabamba.
Los Chipayas viven en la desembocadura el río Lauca sobre el lago Coipasa. Se consideran descendientes de
los Chulpas, veneran al volcán de Sabaya y al Sajama. Se caracterizan por el tipo de vivienda circular formando
una cúpula
Según Bertonio, Tunupa es el dios de los Aymaras, es un personaje relacionado con el fuego y los fenómenos
celestes. Posteriormente Viracocha ocupa su lugar y Tunupa se constituye en un enviado. Al margen de
Viracocha y Tunupa existen otras deidades como Illapa, Dios del rayo y la Pachamama, la madre tierra. En la
península de Copacabana existía el dios del mismo nombre que tenía cuerpo de pez y rostro humano y era el
dios del lago Titicaca.
Las veneraciones más importantes eran a los cerros: Ilimani, Pucarani, Porco, Potosí. En Chuquisaca y parte
de Cochabamba se rendía culto a Tangatanga, era una trinidad representada en cerámica por un Dios de tres
cabezas.
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GISBERT Teresa Libro I “Período prehispánico” En Historia de Bolivia, Editorial Gisbert y Cia S.A. La Paz,
2008 Pags 3-70.
La facilidad de la conquista se debió a las peleas internas entre los gobernantes collas Cari Y Zapana que deribó
en la muerte de Zapana. Ambos querían ampliar su dominio sometiendo a otros pueblos y ambos recurrieron
a la ayuda del Inca Viracocha.
Estando Chuchi Capac gobernando el collasuyo, el Inca Pachacuti del Cusco decidió visitar a Chuchi Capac. Este
le esperó sin preparar ejército alguno pensado que era una visita de amistad, sin embargo, Pachacuti le pidió
rendirse o pelear el liderazgo. Esto genero la pelea que fue vencida por Pachacuti.
Los Aymaras se rebelaron al menos en dos oportunidades, uno inmediatamente después de la conquista
incaica aglutinada por los hijos de Chuchi Capac y el otro a la muerte de Pachacuti. Las dos rebeliones fueron
sometidas por el nuevo imperio Incaico.