Anijovich Una Introducción A La Enseñanza para La Diversidad Cap 3 Proyectos
Anijovich Una Introducción A La Enseñanza para La Diversidad Cap 3 Proyectos
Anijovich Una Introducción A La Enseñanza para La Diversidad Cap 3 Proyectos
Denles a los alumnos un conjunto de hechos y suelten la soga. Ellos especulan, crean nuevos
conceptos, aplican los viejos, prueban, rechazan, piden más evidencia. Y cuanto más puedan
hacer que los alumnos expresen este proceso en palabras, más conscientes estarán los alumnos
de la manera en que están aprendiendo a razonar, a probar, a rechazar, a aceptar y a ayudarse
unos a otros a aprender. BATEMAN, Walter1
En la literatura sobre educación se ha escrito mucho sobre cómo planificar por proyectos, desde
1918 en que Kilpatrick trató de llevar a la escuela algunas ideas de John Dewey, pero aquí lo
desarrollaremos desde el enfoque de atención a la diversidad. En este sentido, creemos que es
importante resaltar sus características diferenciales porque nos permiten visualizar ideas nuevas.
Para planificar por proyectos, se hace necesario integrar elementos esenciales que en otras
propuestas suelen considerarse aisladamente, o se los deja en el plano de la abstracción y del mero
enunciado, o a veces se los mantiene relegados o son simplemente ignorados. Así, hay tres aspectos
que se intentan asociar internamente y en un mismo haz: los intereses individuales con los colectivos,
los saberes más generales con los particulares, y los conocimientos y prácticas anteriores con los
nuevos.
En efecto, los proyectos se conciben como una construcción colectiva donde no sólo importan las
tareas de orden grupal y coordinación del conjunto sino también son fundamentales aquellas en las que
sobresalen las competencias y la creatividad individual. Estas formas cooperativas de la enseñanza
estarían mal diseñadas si no se pensasen desde la necesidad de desarrollar formas de trabajo
consensual donde el empeño, entusiasmo e implicación personal de los alumnos son centrales para
alcanzar las metas propuestas. Lo anterior se engarza con la necesidad de definir claramente los
objetivos y de considerar aspectos de la vida cotidiana que sean importantes para los alumnos, tales
como resolver problemas, descubrir y despejar interrogantes, superar incertidumbres, o elaborar
productos finales de distinta índole. Y justamente, que sea un trabajo cooperativo y ligado a un entorno
determinado posibilita que se encaren múltiples tareas dirigidas a alumnos con diferentes estilos de
aprendizaje, intereses, niveles de pensamiento, tipos de inteligencias y sensibilidades.
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Pero además, la solución concreta de problemas reales exige síntesis cognitivas, competencias
que trasciendan el marco de una disciplina, ofreciendo una alternativa a la fragmentación del
conocimiento mediante la exploración e integración de varios saberes. Así se promueve la transmisión
de contenidos valiosos en forma significativa; por un lado, reelaborando los saberes anteriores y más
recientes en función de su discusión y puesta en práctica para una resolución adecuada; y por otro,
permitiendo que los alumnos elijan caminos optativos para aprender, demostrar lo aprendido y —cosa
no menor—, darse márgenes indispensables de creatividad para alcanzar los fines proyectados.
Seguramente, muchos de los pasos que planteamos en el texto ya son conocidos por el lector
interesado en tanto forman parte de los modos habituales en que se planifica la tarea docente. Por lo
tanto, algunos sólo serán simplemente mencionados a modo de recordatorio, para así, en cambio,
poder detenernos y profundizar en aquellas etapas del proceso que consideramos innovadoras y que
responden al enfoque de la diversidad.
1- Seleccionar contenidos
2- Seleccionar un eje organizador temático
3- Determinar los objetivos
4- Indagar los conocimientos previos de los alumnos
5- Dar un nombre al proyecto
6- Planificar diferentes rutas de abordaje de los contenidos
7- Determinar marcos y estrategias organizativas
8- Seleccionar recursos
9- Elaborar los materiales necesarios
10- Construir instrumentos de evaluación
11- Establecer el cronograma
12- Implementar y monitorear el proyecto
13- Evaluar
14- Documentar la experiencia
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Desarrollaremos cada uno de los pasos:
1-Seleccionar contenidos
Identificar los contenidos de las diferentes disciplinas que se pueden incluir en el proyecto.
Confeccionar un mapa conceptual que permita visualizar la totalidad de los contenidos a
desarrollar.
Seleccionar los contenidos considerando la siguiente distinción:
1) Los contenidos básicos que deben ser aprendidos por todos los alumnos.
2) Los contenidos de ampliación, es decir, aquellos que expanden los relacionados con el eje
organizador. Así, permiten extender las habilidades, aumentar la cantidad de textos,
complejizar la ejercitación, diversificar los ejemplos.
3) Los contenidos de profundización, que ahondan en el eje organizador, permiten establecer
relaciones con otros campos del saber, pueden incluir contenidos que no forman parte del
programa de estudios. Este tipo de contenidos pueden proponerse para los alumnos más
talentosos o bien para los interesados en el tema.
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3-Determinar los objetivos
Hacer un relevamiento del saber de los alumnos acerca del eje organizador elegido.
Decidir un nombre, tarea que puede ser realizada sólo por el docente o bien junto con los
alumnos.
La siguiente grilla permite combinar tipos de actividades que se pueden desarrollar en marcos
organizativos diversos y las distintas clases de actividades.
Recordamos que esta grilla deberá ser utilizada luego de haber realizado un diagnóstico de aprendizaje
de cada uno de los alumnos.
Ampliación
Profundización
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7-Determinar marcos y estrategias organizativas
8-Seleccionar recursos
Hacemos referencia a los recursos tecnológicos y materiales disponibles, tanto aquellos que
tendrá que poner el docente al alcance de los alumnos como los que estos mismos deberán
conseguir para el trabajo. Hablamos a modo de ejemplo de herramientas de diversa índole: textos,
películas, diarios, revistas, música, pinturas, fotos, museos, la biblioteca del barrio, juegos,
grabadores, paneles, fichas.
Es necesario preparar con antelación el material didáctico como consignas de trabajo, guías
didácticas o murales interactivos (se desarrolla en el capítulo 5) para estimular a los alumnos en el
desarrollo de la autonomía. Una forma de enriquecer y hacer más productivo este material consiste
en que los docentes trabajen cooperativamente, distribuyéndose por grupos según la naturaleza y
afinidad temática de los proyectos que se encaren. Sugerimos además la preparación de un
instructivo del proyecto para entregar a los alumnos, una hoja de ruta que les permita saber cuáles
son los objetivos y qué tipo de trabajo se espera de ellos, junto con la presentación de los
elementos disponibles para su realización.
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11- Establecer el cronograma
13- Evaluar
Aplicar los instrumentos de evaluación elaborados. Esta evaluación contemplará una mirada
sobre la totalidad del proyecto, sobre la marcha del proceso y la producción de los alumnos.