Estudiante Las Ciencias Agógicas
Estudiante Las Ciencias Agógicas
Estudiante Las Ciencias Agógicas
PROFESOR
UNIVERSIDAD DE LA AMAZONIA
FLORENCIA CAQUETÁ
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Había una vez un ladrón malvado que, huyendo de la policía, llegó a un pequeño pueblo llamado
Sodavlamaruc, donde escondió lo robado y se hizo pasar por el nuevo maestro y comenzó a
dar clases con el nombre de Don Pepo.
Como era un tipo malvado, gritaba muchísimo y siempre estaba de mal humor. Castigaba a los niños
constantemente y se notaba que no los quería ni un poquito. Al terminar las clases, sus alumnos
salían siempre corriendo. Hasta que un día Pablito, uno de los más pequeños, en lugar de salir se
le quedó mirando en silencio. Entonces acercó una silla y se puso en pie sobre ella. El maestro se
acercó para gritarle pero, en cuanto lo tuvo a tiro, Pablito saltó a su cuello y le dio un gran abrazo.
Luego le dio un beso y huyó corriendo, sin que al malvado le diera tiempo a recuperarse de la
sorpresa.
A partir de aquel día, Pablito aprovechaba cualquier despiste para darle un abrazo por sorpresa y salir
corriendo antes de que le pudiera pillar. Al principio el malvado maestro se molestaba mucho, pero
luego empezó a parecerle gracioso. Y un día que pudo atraparlo, le preguntó por qué lo hacía:
- Creo que usted es tan malo porque nunca le han querido. Y yo voy a quererle para que se cure,
aunque no le guste.
El maestro hizo como que se enfadaba, pero en el fondo le gustaba que el niño le quisiera tanto.
Cada vez se dejaba abrazar más fácilmente y se le notaba menos gruñón. Hasta que un día, al ver
que uno de los niños llevaba varios días muy triste y desanimado, decidió alegrarle el día dándole él
mismo un fuerte abrazo.
En ese momento todos en la escuela comenzaron a aplaudir y a gritar
- ¡Don Pepo se ha hecho bueno! ¡Ya quiere a los niños!
Y todos le abrazaban y lo celebraban. Don Pepo estaba tan sorprendido como contento.
- ¿Le gustaría quedarse con nosotros y darnos clase siempre?
Don Pepo respondió que sí, aunque sabía que cuando lo encontraran tendría que volver a huir.
Pero entonces aparecieron varios policías, y junto a ellos Pablito llevando las cosas robadas de Don
Pepo.
- No se asuste, Don Pepo. Ya sabemos que se arrepiente de lo que hizo y que va a devolver todo
esto. Puede quedarse aquí dando clase, porque, ahora que ya quiere a los niños, sabemos que está
curado.
Don Pepo no podía creérselo. Todos en el pueblo sabían desde el principio que era un ladrón y
habían estado intentado ayudarle a hacerse bueno. Así que decidió quedarse allí a vivir, para ayudar
a otros a darle la vuelta a sus vidas malvadas, como habían hecho con la suya. Y así, dándole la
vuelta, entendió por fin el rarísimo nombre de aquel pueblo tan especial, y pensó que estaba muy
bien puesto.
Autor:
Objetivo: Al finalizar el curso, el alumno diferenciará los conceptos generales de la pedagogía y los
derivados de las ciencias agógicas como andragogía, antropagogía, hebegogía, paidogogía,
heutagogía, hebegogía, gerontogogía, infopedagogía, etc.
Índice
1. Generalidades de la andragogía
2. Concepto de adultez
5. La antropagogía
6. El hecho andragógico
9. Principios éticos
1. Generalidades de la andragogía
Comprendemos, sin pretensión pero con espíritu crítico, que contribuir a la creación de una ciencia es
difícil, pues se trata de ordenar, clasificar e interpretar hechos que conduzcan al establecimiento de
un cuerpo de principios básicos que orienten su aplicación racional en el campo que es objeto de su
estudio. Ahora bien, si crear una ciencia es tarea ardua, más complejo aún es estructurarla cuando ya
existe una, a la cual se le atribuye el estudio y explicación de un fenómeno específico. Es el caso de
la pedagogía, definida concretamente como la "ciencia de la educación".
Mientras la educación ha sido interpretada (dentro de las muchas y variadas concepciones) como la
formación de hábitos, costumbres, destrezas, habilidades y adquisición de conocimientos durante los
primeros años de la vida del hombre, era natural que se definiera como "un proceso por la el cual la
sociedad forma a sus miembros a su imagen y en función de sus intereses", o sea, que la educación
como instrumento del que se vale la sociedad adulta servía para transmitir los bienes culturales y
modelar la conducta de las nuevas generaciones "a su imagen y semejanza"; sólo la niñez, la
adolescencia y la juventud eran beneficiarios de su acción con miras a su preparación plena e idónea
para enfrentar la complejidad de la vida adulta.
Bajo esta concepción limitada y restringida, el proceso educativo propiamente dicho finalizaba al
concluir este período lógico, y la educación se circunscribía dentro de estos límites, por cuanto desde
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tiempos remotos se sostenía que la capacidad de aprender era posible durante los primeros años de
la vida del hombre. Ahora bien la educación como proceso concebido para la infancia, la niñez y la
adolescencia, se ha venido practicando empíricamente desde que el hombre existe. En una u otra
forma, la especie humana ha sido la única en transmitir de generación en generación sus
experiencias, sus ideales de vida y sus valores espirituales, precisamente más que la inteligencia y
otras manifestaciones psicológicas. Esta capacidad, su educabilidad, es la distinción fundamental
entre el hombre y las demás especies animales.
Etimológicamente significa "educación del niño". De ahí que hayan fracasado todos los intentos por
constituir el nombre de esta ciencia sobre el supuesto de que no comprende en toda su extensión el
proceso completo del hecho educativo. Lo anterior, obedece a juicio nuestro, a que los teóricos
trataron la educación en un marco restringido, sin profundizar sus alcances ni interpretar sus
perspectivas, metas y objetivos en toda su amplitud: la educación como una actividad circunscrita a
una sola etapa de la vida y no como un proceso permanente a través de todas las edades y fases de
la vida humana.
Vivimos bajo el signo del cambio. Somos testigos y agentes de una profunda transformación en el
campo de la ciencia, de la técnica y de todos los aspectos que conforman el saber. Las leyes
cambian, las verdades se relativizan, y, por lo tanto, los conceptos se renuevan. La educación está
inmersa en el amplio juego de la dinámica del cambio; no puede aislarse del acontecer que domina la
vida humana. Esta situación repercute, y muy hondamente, en el concepto sobre educación.
En nuestros días se entiende la educación como un proceso global que abarca la vida del ser
humano en su extensión. El hombre empieza a educarse en el vientre materno y termina su
educación con la muerte, y, aún después que fallece, puede seguir influyendo en la formación de sus
semejantes. Este proceso exige una formulación científica de la educación, la estructuración de
sistemas renovados y la adopción de técnicas adecuadas en función de un rendimiento eficaz en la
realización del hombre para satisfacer sus múltiples y variadas aspiraciones.
Dentro de este concepto de educación permanente del hombre, la Pedagogía limita su campo al
estudio de la acción de educar al individuo en los primeros años de su vida y, en consecuencia, le es
imposible extender su operatividad a la etapa en que él alcanza su plenitud vital o adultez.
Esta nueva concepción de la educación ha llevado a muchos pensadores a formular ideas o criterios,
de si existe o si se realiza una verdadera educación durante los primeros años de la vida. Muchos
creen que lo que ayer se llamó educación no es más que adiestramiento, porque hay quien opina que
la verdadera educación comienza después "del proceso de domesticación y desarrollo de las
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capacidades intelectuales que lo hace apto para vivir gregaria o independientemente como ser
humano".
"... solamente el hombre puede ser educado, pero es preciso adiestrarlo primero. El hombre debe
adquirir primero aquellas habilidades requeridas para generar conocimientos. La obtención de
habilidades constituye el adiestramiento. No es educación. Enseguida, el hombre debe aprender la
manera de usar estas habilidades para generar conocimientos y poner en práctica para satisfacer sus
necesidades. El uso de las habilidades es educación".
Para Parker aprender a leer es adiestramiento, pero decidir qué leer o por qué leer es educación.
Esto nos lleva a meditar sobre el proceso educativo referido en particular a la educación de adultos,
debido a que la obra antes citada está referida a la educación de los niños y éstos están
imposibilitados para explicar por qué deciden o por qué leen una versión determinada a menos que
se aquello que satisfaga su curiosidad infantil.
Solamente el adulto está en capacidad de decidir qué leer y por qué lo hace. Algo más: la adopción
de decisiones gracias a las capacidades lógicas, es atributo de la adultez humana, aplicable a
situaciones variadas que conforman su vida de relación, como son la vida familiar, del trabajo, de la
política, sindical, recreativa, etc.
El niño, y por extensión el adolescente, es una realidad concreta y dinámica diferente al adulto. Esta
realidad ase diferencia en el tiempo y el espacio. Ambos son biológica, psicológica, ergológica y
socialmente distintos en estructura y comportamiento.
Por cuanto los principios pedagógicos son inaplicables en la educación del adulto, atribuimos a la
andragogía la obligación de estudiar su realidad y determinar las normas adecuadas para dirigir su
proceso educativo.
2. Concepto de adultez
Nadie niega que la adultez sea un fenómeno objetivo. Pero hay que definirlo y explicar en qué
consiste. Etimológicamente la palabra adulto, de la voz latina "adultus", significa crecer. El
crecimiento de la especie humana, a diferencia de las demás, se manifiesta de manera ininterrumpida
y permanente desde el punto de vista psico – social y no biológico, que finaliza en un momento dado
al alcanzar el máximo desarrollo de su fisiología y morfología orgánica. Se la podría definir como la
plenitud vital al que arriban los seres vivos en un momento dado de su existencia siendo variable
según las especies biológicas. En muchas, este estado aparece temprano y, en otras, más tarde. El
período de crecimiento y desarrollo se prolonga considerablemente en la especie humana y, a
diferencia de las demás, se desenvuelve en etapas sucesivas, en forma relativa, hasta alcanzar
progresivamente la adultez.
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El hombre se hace adulto no por la yuxtaposición de un aspecto de su personalidad sobre los otros,
sino por un proceso de integración de sus diferentes estados tanto biológicos, psicológicos y
mentales, así como ergológicos, sociales y jurídicos.
Hemos dicho que la adultez es plenitud vital. Al aplicarla al ser humano debe entenderse como
capacidad de procrear, de participar en el trabajo productivo y de asumir responsabilidades
inherentes a su vida social, para actuar con independencia y tomar sus propias decisiones con entera
libertad. Precisamente, el tránsito de la dependencia, a la que fatalmente está sometido el niño y el
adolescente a la vida autónoma en lo económico y en lo social, que lo integra en la sociedad, es lo
que da fisonomía y distingue la vida del adulto del período anterior de su existencia.
Para la Real Academia de la Lengua una persona adulta es aquella que ha llegado al término de su
adolescencia, o que ha logrado mayor crecimiento o desarrollo, o que ha alcanzado su mayor grado
de perfección.
Esta definición genérica no explica el proceso que conduce a la edad adulta. El crecimiento, siendo
integral, no se desenvuelve uniformemente en los diferentes aspectos de la personalidad del
individuo; así, por ejemplo, su desarrollo biológico culmina antes de finalizar su adolescencia y,
aproximadamente alrededor de los 16 años, recién adquiere su adultez psicológica y ergológica.
Asimismo, pensar que el adulto alcanza el más alto grado de perfección, tampoco precisa el concepto
de adultez, por cuanto el ser humano jamás llega a ser perfecto. Creemos más ajustado, no obstante
la vaguedad de la expresión, considerar que adulto es aquel que ha alcanzado el mayor crecimiento y
desarrollo.
Para Knwles "ser adulto significa estar dirigido por sí mismo". La diferencia fundamental entre el niño
y el adulto está referida al concepto de sí mismo; la personalidad de aquel es un apéndice de éste y
toda la conducta del niño gira alrededor de la vida del adulto; Sólo es capaz de tomar decisiones y
autodirigirse alcanza la meta.
Esa sencilla definición es incompleta; hace énfasis en el aspecto psicológico, la autodirección, que es
un factor entre otros que conforman la adultez. Verner señala que precisar el término "adulto" obliga a
ciertas consideraciones relativas a la edad, la madurez psicológica es el rol social. Para este autor la
edad cronológica no es un criterio adecuado ni determinante; la edad como indicador de la adultez es
variable y hasta sin sentido. Considera más apropiado aceptar el criterio de la madurez psicológica si
fuese factible medirla con precisión. En su concepto el rol social, que conlleva responsabilidades
desde el punto de vista económico y cívico, identifica mejor la adultez. Mientras el niño es un sujeto
que no contribuye inmediata y directamente a satisfacer las necesidades de la sociedad, el adulto, en
cambio, forma parte de la población económicamente activa y cumple un rol productivo que le
capacita para bastarse a sí mismo y actuar independientemente en sus múltiples manifestaciones de
vida.
Se presentan tropiezos o inconvenientes al querer definir la adultez humana en igual forma a como se
define en las demás especies zoológicas y botánicas, tomando como punto de partida la edad
cronológica. Esto es un error. La adultez en el ser humano es un proceso acumulativo y variado. En
las especies botánicas y zoológicas es fácil distinguir y precisar este hecho, porque en ellas sé solo la
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adultez biológica. En cambio, en el ser humano se llega a la plenitud vital en etapas sucesivas y en
diferentes edades.
a. Adultez biológica.- Así podríamos hablar de una adultez biológica caracterizada por el
total desarrollo anatómico y fisiológico de los órganos y de su capacidad de funcionamiento.
Lo más significativo, tanto en los seres humanos como en las demás especies, es su
capacidad de reproducción que, en los primeros, se hace presente entre los 11 y 15 años de
edad con la aparición de manifestaciones fisiológicas, en el hombre y en la mujer, de su
capacidad génesis.
Casi todas las normas legales establecen la edad de 16 años como punto de partida para que el ser
humano se incorpore a la fuerza laboral, condicionando la jornada de trabajo a un horario de seis
horas diarias, previa autorización paterna.
En este período, las aptitudes intelectuales y físicas han madurado suficientemente para que las
personas subsistan con independencia y capacidad. Su intervención en los problemas laborales,
políticos y ciudadanos, manifiestan su madurez psicológica, ergológica y además su adultez
sociológica propiamente dicha. La propia sociedad y al referirnos a ella estamos indicando a la
sociedad adulta plena, reguladora del ordenamiento de la vida comunitaria, confiere a los adultos
jóvenes el derecho de intervenir en los problemas políticos al concederle el derecho de elegir a los
poderes que representan al Estado. A la mujer se le otorga, en muchas legislaciones, la facultad de
contraer matrimonio sin la autorización de los mayores, cumplidos los 18 años de edad. La
orientación de la vida del hombre, su organización, su desenvolvimiento y, en general, la construcción
de su destino, dependen de la responsabilidad con que se adopten las decisiones propias. Esto
significa madurez social.
La adultez social implica también ideología política. La posesión de ciertos criterios sobre el orden
económico y social encauza su comportamiento cívico, ajustando su conducta a los procedimientos
normativos existentes, sin que ello signifique aceptación o resignación frente a los mismos. El adulto
joven que ha alcanzado la madurez social (adultez social) está en condiciones de promover la
renovación. La inconformidad es característica humana, que incide en el progreso. Cuando el ser
humano actúa de acuerdo a una concepción de la realidad para organizar su conducta y resolver los
variados problemas de su vida en comunidad, podemos decir que ha alcanzado su madurez social.
Y, por último, nos referimos a la adultez jurídica, que ya no es potestativa del hombre como individuo,
sino de la sociedad, que la determina y otorga. De esta manera la carta fundamental en la mayoría de
los países, concede el hombre derechos y libertades, le impone deberes y le señala
responsabilidades entre los 20 y 21 años de edad.
La educación del hombre ha sido y es un imperativo esencial para su existencia desde el momento
mismo en que su inteligencia sustituye a su instintividad.
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Cuando el instinto es insuficiente para asegurar la subsistencia de la especie humana y la inteligencia
surge en su auxilio, desde ese mismo momento el hombre empieza a educarse y a educar.
Posiblemente la educación del adulto, en un sentido taxativo, haya tenido lugar antes que la de los
niños. Cuando el hombre trata de explicarse los fenómenos naturales, sus relaciones con sus
semejantes, la importancia de la vida, etc., entonces empieza, en el vivir cotidiano, a ser educado,
prácticamente, para luchar por su supervivencia contra la propia naturaleza, las instituciones y hasta
en contra de sus semejantes.
Las razones que justifican la educación de adultos podrían responder a las condiciones del hombre
como individuo, como ser social y como ser económico. Desde el punto de vista individual: la persona
siente y tiene necesidad y formula intereses; desde el punto de vista social: no se debe ni progresa
individualmente sino con la ayuda de sus semejantes que configuran la vida social: desde el punto de
vista económico: interviene el proceso productivo, material o espiritual, de su especie. Pasaremos a
explicar estas razones:
La adolescencia, como etapa posterior a la niñez, y que precede a la vida adulta, fluctúa entre un
mundo de anhelos y la realidad, o sea entre el idealismo y el pragmatismo. Dijimos que la adultez
psicológica se caracteriza por una toma de conciencia de la realidad y de los niveles de aspiración.
Una cosa es desear o querer algo y otra es lograr su cumplimiento.
Los intereses de la vida adulta son variados y variables. En cada etapa de la vida del hombre
aparecen múltiples intereses. Algunos surgen de su actuación en la vida social o en el trabajo: otros
nacen como imperativos de su vida psicológica individual. La educación de adultos debe ofrecer una
amplia gama de servicios para la satisfacción de esos intereses.
Generalmente los conocimientos adquiridos en los primeros años de la vida pierden con el tiempo su
valor. Muchas verdades del ayer pierden hoy su vigencia como resultado de la investigación y
experimentación científica en la búsqueda, descubrimiento y dominio de las leyes de la naturaleza. El
hombre necesita adquirir y renovar conocimientos para no marginarse del progreso o evitar la rutina.
A este respecto Furter, Buitrón y otros, nos dicen:
Nuestra época se caracteriza, entre otros hechos, por la explosión demográfica y por la explosión del
saber. La primera es característica de los países en vías de desarrollo y la segunda de los
avanzados. Esto repercute en la educación de adultos y particularmente en la estructuración de los
contenidos programáticos de los sistemas regulares de enseñanza. A medida que aumentan los
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conocimientos, lógicamente debería aumentar el contenido de los programas y por consecuencia el
tiempo de estudio. Esto exige planear y dar un carácter prospectivo a los programas escolares.
b. La incapacidad del sistema regular para satisfacer los niveles de aspiraciones de la población
Si grave es que el sistema regular sacrifique la formación del individuo por la formación, como dice
Schwartz, más grave es que la falta de expansión del sistema regular no satisfaga por su insuficiencia
las aspiraciones de la población a educandos en diferentes niveles. A la deserción y repetición en la
enseñanza elemental, media y superior del sistema regular, se suma la baja calidad de esa
enseñanza. La educación de adultos tiene que afrontar esa realidad para rescatar al hombre de su
ignorancia y orientarlo por los senderos del progreso.
Para Hutching el tiempo libre y la rapidez del cambio son hechos esenciales en la vida del hombre.
Sostiene que el primero hace posible la constante educación del hombre para ajustarlo al cambio
acelerado de nuestra época y de la venidera. Cita a Toynbee al que considera optimista de la
perspectiva histórica, al señalar éste que "el ocio es un don", y que el uso creativo del mismo ha sido
la fuente principal de todo progreso humano más allá del nivel primitivo".
Todo cambio sea social, económico o político, requiere una adaptación del individuo y de la
comunidad humana a nuevas situaciones. El cambio existente en una sociedad; es el tránsito de un
estado a otro; la sustitución de lo viejo por lo nuevo. La sociedad y el individuo son agentes y objeto
de tal ruptura, social. El desarrollo económico, social o político diversifica la vida del hombre por ser
un proceso que se expande irregularmente en espacio y tiempo.
La educación de adultos, bien entendida y administrada, puede servir no solamente para aminorar las
tensiones del cambio social y para comprenderlo positivamente, sino para evitar la atomización de
culturas y sociedades, mediante la formación de individuos integrados en la cultura de cada país y,
más aún, en la cultura universal.
La economía de la educación sostiene que ésta no es solamente una inversión sino un consumo de la
que necesita y se beneficia el hombre en su desarrollo. El adulto requiere educarse cada día más.
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económica y ergológica del hombre. Este proceso científico se manifiesta en forma constante,
ascendente y acelerada. No se detiene. Los aspectos informativos y formativos de la educación no
siguen el ritmo de ese desarrollo, por lo cual la permanencia del hombre en las tradicionales
escuelas, liceos y universidades está delatando el afán de un simple adiestramiento más que de una
amplia educación que haga posible afrontar la problemática complejidad de la vida adulta.
Cuando el niño llega a la vida adulta encuentra un mundo cambiado, una sociedad diferente, en los
cuales, los conocimientos que le impartieron y las conductas que se le impusieron pierden
significación. La dinámica de la ciencia y la tecnología genera cambios en la estructura del trabajo.
Cada descubrimiento científico conlleva una nueva tecnología y, en consecuencia, una redistribución
profesional deriva tal hecho un aumento en el número (aspecto cuantitativo) y en la calidad (aspecto
cualitativo) de los conocimientos que el adulto necesita asimilar, no solamente para ajustar su forma
de trabajo, sino para transferirlos a otra actividad profesional.
b. La planificación y ejecución del desarrollo requiere cada vez más la intervención directa de los
recursos humanos de un país.
El desarrollo económico y social es algo concreto que se puede planificar, ejecutar y evaluar en
condiciones determinadas, intervienen diferentes sectores de la sociedad: los que conciben el
desarrollo (planificadores), los que dirigen su ejecución (técnicos medios) y los que lo ejecutan
prácticamente en diferentes áreas de la actividad humana.
La acción concertada entre estos tres sectores es fundamental y decisiva en toda política de
desarrollo, a fin de informar y formar los recursos humanos que intervienen en él. La concientización
del adulto para que comprenda el desarrollo, se identifique con él y participe en su realización no
olvidemos que el desarrollo entendido funcional e integralmente lo hace el adulto, requiere de
programas educativos destinados a este fin.
5. La antropagogía
"La naturaleza del hombre indica que puede continuar aprendiendo durante toda su vida. La
evidencia científica demuestra que tienen capacidad para hacerlo. Concediendo a los primeros años
su increíble y enorme importancia en el desarrollo mental, los de la madurez no dejan de tener
también su oportunidad. Sabemos que el embrutecimiento y el estupor pueden experimentarse en
cualquier época de la vida. La manera de permanecer humano es continuar aprendiendo".
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La antropagogía es un término que se deriva de las voces griegas antropos = hombre y ago = guiar
o conducir. Se define de la siguiente manera:
La Antropagogía comprende el estudio de la educación del niño, del adolescente y del adulto. Se
estructuraría sobre dos pilares: la Pedagogía (Paidos = niño y Ago = guiar o conducir) y la
Andragogía (Andros = hombre, persona mayor y Ago = guiar o conducir). La primera sería la ciencia y
el arte de la educación de los niños y, por extensión, de los adolescentes y la segunda la ciencia y el
arte de la educación de los adultos.
Esta concepción conduce a estructura la organización del sistema educativo de la siguiente manera:
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media
Patrullas de Cursos de
tránsito postgrado
Legiones Asociaciones
alfabetizadoras sindicales de
padres, etc.
Brigadas Cursos
conservacionistas variados, etc.
Empresas
juveniles y otros
6. El hecho andragógico
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En el hecho Pedagógico intervienen factores biológicos, históricos, antropológicos, psicológicos y
sociales; igualmente en el hecho andragógico los mismos factores y otros, como son los ergológicos,
económicos y jurídicos, condicionan la vida del ser humano.
Desde el punto de vista bio – psicológico, el adulto, como sujeto de educación actúa en un ambiente
físico y social determinado, sometido a la acción de factores ecológicos diversos; tiene necesidad de
vivienda, alimentación y vestido; se protege de la acción de la naturaleza, lucha contra ella, la
modifica y la aprovecha. Su organismo ha alcanzado su desarrollo antropométrico, anatómico y
fisiológico, con una morfología determinada, con fuerza física, con rasgos psicosomáticos
transmisibles y que en su conjunto conforman su individualidad.
Desde el punto de vista histórico – antropológico ha seguido un proceso continuo en el tiempo. Como
tal está enraizado a la propia historia de la humanidad que puede ser la historia de su educación
como individuo y como especie a través de ella el hombre encadena de generación en generación, y
en particular la educación del adulto, por una parte tiene un sentido histórico y por otra un sentido
humano.
Desde el punto de vista social, actúa en la sociedad, que constituye su ambiente natural. Individuo y
sociedad son unidad indivisible. El hombre no puede desarrollarse no vivir aislado de los demás. El
comportamiento del hombre es la respuesta a estímulos del medio en cual vive, Si bien estos
estímulos provienen del medio físico, otros se originan en la vida de relación del individuo son sus
semejantes, lo que determina su conducta social. La vida en comunidad implica ya un proceso
educativo. Razón tiene Viera Pinto cuando dice:
"El simple hecho de ser miembro sano de la comunidad (no un deficiente mental) implica el estar
siempre en proceso de educarse".
Desde el punto de vista de la capacidad productiva del hombre, el proceso educativo comprende lo
ergológico. Toda educación conlleva fines culturales; pero entendida en su más amplio sentido, se
dinamiza en el hecho andragógico y condiciona la capacidad de trabajo, como actividad dinámica que
modifica la propia estructura de la sociedad. El proceso ergológico y el desarrollo económico son
factores determinantes del hecho educativo. Precisamente una de las diferencias fundamentales
entre la educación de los niños y la de los adultos surge del campo ergológico. La organización del
trabajo da origen a distintas ramas profesionales en las que actúan los grupos humanos según sus
aptitudes y diferencias individuales. A la vez la organización del trabajo establece las relaciones de
producción entre los hombres.
Quizá este factor influye decisivamente en la formulación de una filosofía política en la cual se
inspiran los fines de la educación del hombre en cualquier período de su vida. Aunque al principio los
fines de la educación, y en particular los de la educación de adultos, deben ser enunciados con miras
a promover el bienestar del hombre, los contenidos políticos deberían servir de instrumentos para
alcanzar esos fines. Es decir, el hecho andragógico no puede ignorar el "Homo Faber" que mediante
el trabajo promueven el progreso de la humanidad.
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7. El proceso y funcionalidad del hecho andragógico
Existe un adulto como realidad bio – psicosocial y ergológico. Esta realidad (adulto) es susceptible de
educabilidad durante toda su vida (millones de adultos de diferentes edades son sujetos de educación
en la actualidad).
La sociedad exige para su propia supervivencia y desarrollo educar a sus miembros. El hecho
andragógico adquiere dimensión práctica en la acción de la formación del adulto. Es el proceso de
orientación individual, social y ergológica para lograr sus capacidades de autodeterminación. Es
posible que la practicidad de conducir este proceso en función de necesidades y problemas de un ser
autónomo permita establecer las diferencias fundamentales de la educación del niño y del
adolescente y la del adulto.
A diferencia del que se realiza con los niños puede tener un carácter bidireccional o monodireccional.
Los fines de este proceso difieren en intencionalidad, funcionalidad. El acto pedagógico tiene lugar en
los primeros años de la vida y se caracteriza por el propósito deliberado de moldear las estructuras
psicológicas del niño o adolescente con ideas o patrones de conducta que aquel elabora "a su
medida y antojo" para modelar o estructurar la personalidad del educando a su capricho o semejanza.
En el adulto este proceso es diferente, por cuanto el propio proceso de maduración de permite
aceptar o rechazar deberes y donde el adulto ha acumulado alguna experiencia interviene
racionalmente en las decisiones sobre su propio destino y el de la sociedad. El adulto tiene
capacidades lógicas par apreciar lo que le conviene o no distinguir el bien del mal; tiene juicio crítico
para entender la conducta de otro adulto, competir con él, o asumir la actitud apropiada en un
momento dado de su vida; por eso, cuando busca en la educación un refugio forzoso ya sea como
consecuencia de las presiones, necesidades y motivaciones, para evitar la frustración praxiología
andragógica.
La Andragogía tiene una práctica que se deriva de sus fundamentos teóricos. Si el fin de la
andragogía es educar al adulto, es lógico pensar en una praxiología andragógica que interprete sus
principios y los aplique. La aplicación de los principios de la Andragogía está dirigida a los problemas
teleológicos de la educación de adultos, a la metodología del proceso educativo, a la organización del
trabajo docente, a los sistemas de evaluación del aprendizaje y otras muchas cosas que
conformarían una política andragógica al servicio del desarrollo de los recursos humanos de la
comunidad.
No vamos a particularizar ninguno de estos aspectos. Menos debatir cuáles son los valores o los fines
sobre los que ha de orientarse la práctica de la educación de adultos en una sociedad determinada.
Tampoco plantearemos los métodos a utilizarse en el proceso enseñanza – aprendizaje en que el
adulto, como sujeto de la educación, participa en forma directa o indirecta. Son problemas técnicos
que si tienen importancia no tienen nunca carácter primario con relación a la definición de una política
andragógica. Pero en última instancia, para garantizar la efectividad de una praxiología andragógica,
deben lograrse dos cuestiones fundamentales:
Estructurar el sistema educativo dentro de la concepción de educación permanente sobre dos pilares:
El pedagógico, destinado a la educación de las generaciones nuevas y el andragógico a continuar
ese proceso, reafirmarlo y desarrollarlo en función humana y social del hombre.
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8. Principios de la pedagogía activa
Son un conjunto de axiomas que se traducen en reglas prácticas para todo responsable de formación
y que ha de respetar. El Dr. A. Carrard ha sido el primero que formuló los principios en forma
explícita, tales como:
A continuación se resumen los diez principios fundamentales de la Pedagogía activa, de acuerdo con
el compendio que hiciera Pierre H. Giscard.
1. Enseñanza concreta.
Dispensar las nociones teóricas con ocasión del ejercicio práctico a ellas ligados. Utilizar la
forma experimental siempre que sea posible.
2. Enseñanza activa
Aprender haciendo
Hacer descubrir las cosas por sí mismo.
Promover la discusión.
3. Enseñanza progresiva
Esperar que los temas vistos hayan sido asimilados antes de pasar al siguiente.
Ir de lo simple a lo complejo.
4. Enseñanza repetitiva
Repetir el ejercicio varias veces al día.
Volver a hacerlo al día siguiente antes de pasar al ejercicio que sigue.
5. Enseñanza variada
6. Enseñanza individualizada
7. Enseñanza estimulante.
Conseguir que los esfuerzos sean sostenidos hasta que sean coronados por el éxito.
8. Enseñanza cooperativa
Promover el espíritu de ayuda mutua y de solidaridad entre los alumnos antes que el espíritu
de emulación.
Favorecer el trabajo en grupo.
9. Enseñanza dirigida.
9. Principios éticos
Sabido es que las grandes reglas morales rigen las acciones de formación, lo mismo que toda
actividad humana y ello tanto más imperiosamente cuanto que dichas acciones tienen por objeto
otros hombres. Pero si bien se reconoce sin dificultad el deber de tener en cuenta ciertos principios
éticos en la formación, resulta mucho más difícil definir dichos principios de modo preciso. Sin
pretender codificar reglas de manejo tan delicado como las de la ética, a continuación se resumen
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tres principios básicos (principios morales de formación) que parecen desprenderse de las
declaraciones de los especialistas.
El hecho de que dichos principios se caractericen por una serie de prohibiciones (no hacer esto no
hacer aquello...) que constituyen otras tantas barreras para los formadores, de muestra la
imperfección y el carácter primario del código propuesto. Código que se limita a prohibir, pero que es
incapaz de decir lo que hacer para que la formación sea no solamente legítima, sino positiva en el
plano moral.
a. Principio de competencia.
b. Principio de respeto.
c. Principio de lealtad.
Proscribir los métodos y técnicas de formación que llevan consigo el riesgo de "manipulación
de consciencias".
No comunicar a nadie ni utilizar para otros fines las informaciones obtenidas sobre el personal
formado, con ocasión de su formación.
El aprendizaje se dirige a actividades que exige su rol o a actividades de desarrollo en ese rol.
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Coincidencia de su necesidad de actualización.
Tiene experiencia – cultura – libertad – autonomía – responsabilidad, debe por tanto tratarse
como adulto.
Involucra toda su persona al aprender, inteligencia, vida emocional, axiología personal, etc.
Andragogía
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La Andragogía (del griego ἀνήρ "hombre" y ἀγωγή "guía" o "conducción") es el conjunto de técnicas
de enseñanza orientadas a educar personas adultas.1. La andragogía también es considerada la
ciencia que ayuda a organizar los conocimientos de los adultos.
Actualmente se considera que la educación no es solo cuestión de niños y adolescentes que son
también parte de educación permanente. El hecho educativo es un proceso que actúa sobre el
humano a lo largo de toda su vida, porque su naturaleza permite que pueda continuar aprendiendo
durante toda su vida sin importar su edad cronológica.
Bernard (1985) ve la Andragogía como una disciplina definida al mismo tiempo como una ciencia y
como un arte; una ciencia que trata los aspectos históricos, filosóficos, sociológicos, psicológicos y
organizacionales de la educación de adultos; un arte ejercido en una práctica social que se evidencia
gracias a todas las actividades educativas organizadas especialmente para el adulto.
Índice
1 El andragogo
2 Orígenes
3 Principios
o 3.1 Participación
o 3.2 Horizontalidad
o 3.3 Flexibilidad
4 Características
5 Aportes
6 Logros
7 Andragogía y Pedagogía
8 Véase también
9 Bibliografía
10 Referencias
11 Enlaces externos
El andragogo
Manuel Castro Pereira en su obra Conformación de un modelo de desarrollo curricular experimental
para el postgrado de la universidad nacional abierta con base en los principios andragógicos (1990),
al referirse al adulto que facilita el aprendizaje de otros adultos, escribe:
El andragogo es un educador que, conociendo al adulto que aprende, es capaz de crear ambientes
educativos propicios para el aprendizaje. En su acepción más amplia, el andragogo es el ser de la
relación de ayuda educativa al adulto.
Orígenes
Alexánder Kapp, un maestro alemán, utilizó el término andragogía por primera ocasión en 1833 al
referirse a la escuela de Platón.
Eduard C. Lindeman es otra de las grandes figuras en la generación de conceptos de la educación
para adultos y en la formación del pensamiento de la educación informal. Fue el primer
norteamericano en introducir este término en dos de sus libros.
Lindeman identifica desde un enfoque sistémico un esquema con lo que él supone son las claves del
aprendizaje de los adultos:
Principios
Se debe tener en cuenta que la Andragogía se basa en tres principios: participación, horizontalidad y
flexibilidad. (Félix Adam), a saber:
Participación
La participación se requiere porque el estudiante no es un mero receptor, sino que es capaz de
interactuar con sus compañeros, intercambiando experiencias que ayuden a la mejor asimilación del
conocimiento. Es decir, el estudiante participante puede tomar decisiones en conjunto con otros
estudiantes participantes y actuar con éstos en la ejecución de un trabajo o de una tarea asignada.
Horizontalidad
La horizontalidad se manifiesta cuando el facilitador y el estudiante tienen características cualitativas
similares (adultez y experiencia). La diferencia la ponen las características cuantitativas (diferente
desarrollo de la conducta observable).
Flexibilidad
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Es de entender que los adultos, al poseer una carga educativa - formativa, llena de experiencias
previas y cargas familiares o económicas, necesiten lapsos de aprendizaje acordes con sus aptitudes
y destrezas.
Características
La teoría de Knowles establece seis supuestos relacionados con la motivación en el aprendizaje de
adultos:
1. Necesidad de saber. Los adultos necesitan conocer la razón por la que se aprende algo.
2. Autoconcepto del individuo. Los adultos necesitan ser responsables por sus decisiones en
términos de educación, e involucrarse en la planeación y evaluación de su instrucción.
3. Experiencia previa. (incluyendo el error) provee la base para las actividades de aprendizaje.
4. Prontitud en aprender. Los adultos están más interesados en temas de aprendizaje que tienen
relevancia inmediata con sus trabajos o con su vida personal.
6. Motivación para aprender. Los adultos responden mejor a motivadores internos que a
motivadores externos.
En Colombia Carlos Vasco reeditó el concepto en el sentido de la necesidad de incluir a los adultos
en la educación. Felipe Garcés insiste en que el concepto de Andragogía no es adecuado porque
sólo hace alusión a los varones. Garcés propone el concepto de Antropogogía, en tanto esta palabra
recurre al griego (Ανθροπος, ου) 'antropos', que alude a la humanidad y no sólo al varón.
Ernesto Yturralde Tagle en contra-posición al cambio de término mencionado por Garcés, manifiesta
que Andragogía es el adecuado, porque alude conceptualmente al hombre como sinónimo de ser
humano. Yturralde sostiene que la Andragogía es "la ciencia y el arte de instruir y educar
permanentemente al ser humano, en cualquier período de su desarrollo psico-biológico y en función
de su vida natural, ergológica y social" como lo planteara Félix Adam en 1977.
Carlos Wagner, Facilitador ecuatoriano define a la Andragogía como el proceso sistemático de
aprendizaje cognitivo, significativo y emocional de un adulto para beneficio personal y de la empresa
en donde trabaje.
Los apoyos de la Andragogía en las actividades del ser humano son innumerables. Hay autores que
la mencionan como una estrategia a considerar en el proceso de enseñanza universitaria y, por
supuesto, en los procesos de capacitación en las empresas, debido a su particularidad de primero
entender las necesidades de los participantes en un proceso de enseñanza-aprendizaje y luego
tomarlas en cuenta al momento de diseñar los contenidos y las estrategias de interacción Maestro-
Estudiante-Contenidos.
Aportes
- Marcon Antonio Pérez [2]
- Néstor Fernández Sánchez (2001) UNAM [3]
- Ernesto Yturralde [4] [5] [6] [7] [8] [9]
-Ariana Cadenas [10]
- Néstor Fernández Sánchez (2009)[11]
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Logros
Personal: El hecho de enfrentarse a nuevos retos, implica necesariamente una sinergia de esfuerzos
centrados en lograr de manera efectiva la meta trazada. Una vez obtenidos los resultados se
enriquecen las experiencias de aprendizaje. Indicio en el cumplimiento fuerte de un Proyecto de Vida.
Profesional: La adquisición de nuevas habilidades y destrezas representan, un camino para mejorar
efectivamente el desempeño laboral en las distintas áreas del conocimiento; fortaleciendo el espíritu
creativo e innovador en pro de la obtención de resultados efectivos.
La principal característica es la horizontalidad, es decir que el facilitador y el participante tienen las
mismas condiciones, los dos tienen conocimientos; capacidad de ser críticos y de análisis de los
contenidos otorgados y comprenderlos; pueden participar sin complicaciones; tienen conciencia de
sus deberes, derechos y responsabilidades; pueden llegar a realizar un debate con la utilización de
un criterio formado ya que cada uno de los participantes tiene la madurez necesaria.
Para que se dé la Andragogía en la persona adulta, hay que tomar en cuenta si ésta es analfabeta o
no, por cuanto en Andragogía al hablar de adulto se lo entiende como un universitario, un profesional,
alguien con cierto grado de instrucción.
El adulto sujeto de la Andragogía puede ser:
1. Una persona que vive y actúa en la sociedad sin la tutela de otros, es decir, vive bajo su propia
responsabilidad.
2. Un ser racional que además ha alcanzado su madurez, al cual se puede educar mientras tenga un
mínimo de facultades cerebrales superiores.]
Se considera a la Andragogía como la disciplina que se ocupa de la educación y el aprendizaje del
adulto, a diferencia de la Pedagogía que se aplica a la educación del niño. El Andragogo es el guía, el
facilitador que planifica, administra y dirige. Como estrategias metodológicas utiliza la enseñanza, el
aprendizaje y el autoaprendizaje. Al ser, tanto el facilitador y como el participante, personas adultas
comparten experiencias.
Andragogía y Pedagogía
Ernesto Yturralde expresa:
Andragogía es al adulto, como Pedagogía al niño. Los procesos de aprendizaje varían de acuerdo a
las edades. En edades tempranas los niños se someten al sistema educativo, mientras que los
adultos, con mayor o menor intensidad, buscan el conocimiento para su inmediata aplicación práctica
que les permita generar cambios o mejoras entre otras cosas en sus actividades, tareas, oficios o
profesiones. Se reconocen dentro de la Pedagogía a la Paidagogía, la Pedagogía, la Hebegogía,
la Andragogía y la Gerontogogía. Hoy se confirma que el individuo se mantiene en un permanente
proceso de aprendizaje. Yturralde reitera el concepto de Antropogogía definido por Félix Adam
como: "La ciencia y el arte de instruir y educar permanentemente al ser humano, en cualquier período
de su desarrollo psico-biológico y en función de su vida natural, ergológica y social". Yturralde insiste
en que no basta proveer de educación únicamente a las juventudes como tradicionalmente se ha
hecho. Es fundamental el crear sistemas de Educación Continua para lograr el desarrollo de las
sociedades, permitiendo a través del aprendizaje permanente el mejoramiento de las condiciones de
vida del individuo dentro de estas sociedades, como un proceso de mejoramiento continuo. El
desarrollo de los pueblos y sus niveles de competitividad se fundamentan en la competitividad del
individuo.
Ernesto Yturralde Tagle
Pedagogía. Dirigido a menores de edad. No pueden tomar sus propias decisiones. Deben aceptar
obligatoriamente la enseñanza conductista aplicada, La mayoría no se sienten cómodos. Los
exámenes son sobre la base de memorización. Poca o casi nada investigación. Solo se aprende lo
que el profesor le permite conocer. No se integran en grupos para realizar labores investigativas. No
se califican actividades grupales como objetivo principal. Lo negativo se castiga. Se amenaza a los
alumnos si no obedecen órdenes. Se premia un modelo pre establecido unilateralmente como bueno.
El profesor no espera aprender de sus estudiantes. Es importante la calificación en conducta. Muchos
estudiantes no comprenden porque están en el colegio. No les a agradan la mayoría de las materias.
Para animar al estudiante se utilizan dinámicas cuando los temas se presentan aburridos o
complejos. Es un sistema educativo obligatorio.
Magíster José Oñate B. Especialista en Andragogía
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Semejanzas:
En el proceso educativo las dos ciencias hacen de los mismos elementos: estudiante, objetivo
de la educación, el ambiente donde se desarrolla el acto educativo.
Educación de adultos
Pedagogía
Heutagogía
Enseñanza
Aprendizaje
BIOGRAFÍA DE KNOLWES
Malcolm Knowles
Información personal
Nacimiento 24 de agosto de 1913 o 24 de
24
abril de 1913
Condado de Park, Estados Unidos
Fallecimiento 27 de noviembre de 1997
Fayetteville, Estados Unidos
Causa de la
Accidente cerebrovascular
muerte
Nacionalidad Estadounidense
Educación
Universidad de Harvard
Educado en
Universidad de Chicago
Información profesional
Universidad de Boston
Índice
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1 Biografía
2 Teorías pedagógicas
3 Obra
4 Referencias
5 Enlaces externos
Biografía
Nació en 1913 y creció en el estado de Montana (Estados Unidos). Tuvo aparentemente una infancia
feliz. Su padre fue veterinario y desde la edad de cuatro años solía acompañar a su padre a visitar
granjas y ranchos.
Mientras iba y venía de esos lugares, decía Knowles "nos involucramos en serias discusiones sobre
todo tipo de temas, como el significado de la vida, el bien y el mal, religión, política, el éxito, la
felicidad y todo de cuanto un chiquillo tenía curiosidad". Continúa hablando sobre él: recuerdo
claramente que me sentía más como un compañero que como un inferior. Después de su opinión, mi
padre solía preguntar mi punto de vista sobre el tema y eso me hacía sentir que respetaba mis
razonamientos (Knowles 1989).
Malcolm Knowles obtuvo una beca en Harvard y tomó cursos de filosofía (donde fue notablemente
influenciado por las lecturas de Alfred North Whitehead), estudió también literatura, historia, ciencias
políticas, ética y derecho internacional.
De nuevo, las actividades extracurriculares fueron relevantes en su vida. Fue presidente del Club
Liberal de Harvard (Harvard Liberal Club), Secretario General de la Liga de Naciones Modelo de
Nueva Inglaterra (New England Model League of Nations), y Presidente de la Phillips Brooks House
(Agencia de Servicio Social de Harvard).
Teorías pedagógicas
En la segunda mitad del siglo XX fue tal vez la figura central que engloba la educación para los
adultos en los Estados Unidos. Introdujo la teoría de andragogía como el arte y la ciencia de ayudar a
adultos a aprender. Consideraba que los adultos necesitan ser participantes activos en su propio
aprendizaje. Knowles manifestaba que los adultos aprenden de manera diferente a los niños y que los
entrenadores en su rol de facilitadores del aprendizaje deberían usar un proceso diferente para
facilitarlo. En su obra La Práctica Moderna de Educación de Adultos: Andragogía contra Pedagogía
de 1970, presentó su Modelo Andragógico.
En 1950 fue Director Ejecutivo de la Asociación para la Educación de los Adultos en los Estados
Unidos de Norteamérica (Adult Education Association of the United States of America).
Obra
Algunas de sus obras más destacadas son:
Knowles, M. S., & Knowles, H. F. (1955). How to develop better leaders. New York:
Association Press.
Referencias
BIBLIOGRAFÍA
Bowe, Brian J.; Hoewe, Jennifer; Zeldes, Geri Alumit (2012). An Andragogical Approach to
Developing Dialogic Learning through Wikis. Middle East Media Educator vol. 1 issue 2.
Knowles, Malcolm; Holton, E. F., III; Swanson, R. A. (2005). The adult learner: The definitive classic in
adult education and human resource development (6th edición). (en inglés)
CIBERGRAFÍA
https://conceptodefinicion.de/andragogia/
https://psicologiaymente.com/desarrollo/andragogia
www.yturralde.com/andragogia.htm
https://my.laureate.net/faculty/docs/.../Andragogia.Fundamentos.pdf
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