El Camello y La Pulga
El Camello y La Pulga
El Camello y La Pulga
Doña pulga, que montada iba sobre él, al instante se apea y dice arrogante:
El camello respondió:
Preguntas
Es voz común que o más del mediodía en ayunas la zorra iba cazando, Halla una
parra, quédase mirando de la alta vid el fruto que pendía. Causábale mil ansias y
congojas no alcanzar las uvas con la garra, al mostrar a sus dientes la alta parra
negros racimos entre verdes hojas.
Miró, saltó y anduvo en probaduras, pero vio el imposible ya de fijo, entonces fue
cuando la zorra dijo:
Preguntas
R/ uvas
- ¿Un lobo? ¡Y! Mas hallo un embarazo: si no tenéis más fincas que él sus dientes y
tú los pies para escapar valientes,
Preguntas
R/ el lobo
R/ Es abandonado
Así se lamentaba de su suerte; pero, luego que advierte que a la pocilga alguna gente
avanza en guisa de matanza, armada de cuchillo y de caldera, y que con maña fiera
dan al gordo cochino fin sangriento, dijo entre sí el jumento:
"Si en esto para el ocio y los regalos, al trabajo me atengo y a los palos".
Preguntas
R/ ¿Maldecía su destino?
- "Insensato, despierta; ¿no ves que ahogarte puedes, a poco que te muevas? Por ti y
otros canallas a veces me motejan, los unos de inconstante, y los otros de adversa.
Reveses de fortuna llamáis a las miserias; ¿por qué?, si son reveses de la conducta
necia.
Preguntas
R/ dormir
R/ de 2 arboles
R/ al pozo
EL RENACUAJO Y LA RANA
-¡Deberías avergonzarte!
Para que te enteres, cuando yo era un renacuajo, era más hermosa que tú; no tenía
esa horrible cola.
Preguntas
R/ Deberías avergonzarte
R/ En un tronco de árbol
LA LUCIÉRNAGA Y EL SAPO
Una ingenua luciérnaga se paseaba por el jardín. Muy cerca de ella, un sapo se
moría de envidia al ver su suave brillo. En cuanto la tuvo a su alcance, la atrapó
entre sus patas. Ya casi muerta de asfixia, la luciérnaga preguntó:
- ¿Por qué me haces esto? ¿Qué te he hecho yo para que me trates así?
PREGUNTAS
R/ envidia
R/ el brillo de la luciérnaga
Preguntas
R/ por un camino
R/ el agua
EL PASTOR BROMISTA
Cada vez que salía con su rebaño, un pastor gritaba con desesperación:
Al escucharlo, los otros pastores acudían en su ayuda, Pero siempre era una falsa
alarma y el pastor bromista se burlaba de ellos. Un día oyeron en el campo los gritos
de costumbre, pero los pastores, cansados de acudir en vano, no hicieron nada.
Sin embargo, esta vez la desesperación era real: el lobo había aparecido y, al no
tener la ayuda de sus compañeros, el bromista acabó bajo las garras del animal.
Preguntas
R/ la mentira
Preguntas
3. Atrapar el águila con sus garras al gallo ganador, quien quedo como
rey?
R/ el gallo perdedor