Tesis Craneos Complutense
Tesis Craneos Complutense
Tesis Craneos Complutense
Madrid, 2001
ISBN: 84-669-1689-X
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El Director:
VºBº
Agradecimientos
En el camino aprendí...
En el camino aprendí
que llegar alto no es
crecer
que mirar no siempre
es ver
ni que escuchar es oir
ni lamentarse es
sentir
3
ni acostumbrarse es
querer.
En el camino aprendí,
que andar solo no es
soledad
que cobardía no es
paz
ni ser feliz, sonreir
y que peor que mentir
es silenciar la verdad.
En el camino aprendí
que puede un sueño
de amor
abrirse como una flor
y como esa flor
morir,
pero en su breve
existir
es todo aroma y
color.
En el camino aprendí
que la humildad no es
sumisión
la humildad es ese
Don
que se suele
confundir:
no es lo mismo ser
servil
que ser un buen
servidor.
Índice.........................................................
5
I.Introducción. Pág. Nº 8.
III.III.Instrumental.Pág. nº41.
VI.Consluciones.Pág. nº260.
VII.Bibliografía.Pág. nº263.
8
I.Introducción........................................
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I.Introducción
El interés por los restos óseos humanos a lo largo de la historia ha resultado de gran
importancia para el conocimiento de la estructura de las poblaciones. La antropología
prehistórica se empieza a divulgar en España en el siglo XIX, por la influencia que ejerció el
antropólogo francés Paul Broca padre de la Antropología física. Influencia que llevo al
español Pedro González de Velasco a seguir sus pasos creando en 1864 la Sociedad Española
de Antropología y un Museo con el mismo nombre
La historia, nos demuestra una vez más, el interés del hombre por conocer sus
características morfológicas y su interrelación con el medio. Pronto se empezaría a estudiar al
ser humano desde distintas perspectivas, a través la paleohistoria, las enfermedades del
pasado, la evolución del ser humano, la relación con el medio y los posibles cambios que
pudieran darse en ese proceso. El interés por las exhumaciones arqueológicas y el afán por
coleccionar huesos para su estudio, marca las directrices en la creación de grandes
colecciones como la de Terry de Smithsonian Institution, la de Todd del Museo de Historia
Natural de Cleveland, la colección de Broca del Museo de París y la colección de Olóriz en la
antigua facultad de Medicina de San Carlos.
visigodas y medievales sobre la que existe una amplia bibliografía, con el único propósito de
conocer las características morfológicas particulares de la Península Ibérica.
El Dr. Olóriz, tras varios años de estudio consiguió obtener una colección de
cráneos españoles, donde se determinaron una serie de índices métricos con el propósito de
resolver muchos puntos oscuros sobre la distribución racial de España. Con ello elaboró una
serie de tablas, donde situó la dolico-hipsicefalia en el sur y sur-este, la braquicefalia en
Cantabria y Extremadura. En un trabajo posterior por Hoyos Sainz retomó el trabajo
efectuado por Olóriz, y observo que el grupo dolicocéfalo no era homogéneo y las dos zonas
braquicéfalas no tenían iguales caracteres. Tras su investigación tomaron la decisión de
relacionar las tres principales dimensiones de la calavera llamadas relaciones modulares (la
establecida entre un diámetro y el total de los diámetros craneales). Con ello obtenían los
conceptos por la longitud antero-posterior, de largo y corto; por el diámetro transverso
máximo, de ancho o estrecho, y por el vertical basio-bregmático, de alto y bajo. Combinando
cada relación con las otras dos, aparecen los valores métricos condensadores de las
expresiones morfológicas que en su caso definen seis: bajos, estrechos y largos; bajos, anchos
y cortos; altos, estrechos y largos, y altos, anchos y corto. Los altos, anchos y largos darían
los megalocranios o macrocraneos, y los bajos, estrechos y cortos, la nano o microcrania.
Con su trabajo llegó a establecer un boceto de la distribución geográfica de los caracteres
métricos de las calaveras españolas, pero no de las relaciones morfológicas entre la población
Peninsular.
En 1981 Garralda intento obtener una visión global del panorama peninsular
estudiando 13 poblaciones utilizando como método el análisis de ocho variables
caracterizadas por Martín Saller 1957. En 1985 Rua, realizó un trabajo con numerosas
variables craniómetricas para intentar diferenciar un grupo en concreto (la población vasca)
del resto de las zonas peninsulares. Con este mismo principio son muchos los autores que han
intentado ver las características particulares de una determinada población. Hay que tener en
cuenta el estudio realizado por Philippe du Souich et al en 1991, sobre aspectos
paleodemográficos en poblaciones españolas. Ellos estudiaron 961 individuos adultos de
diversas épocas y yacimientos. De la edad del Bronce encontramos el Cerro de la Encina
(Monachil, Granada); Fuente Amarga (Galera, Granada); Castellón Alto (Galera, Granada);
Cuesta del Negro (Purullena, Granada); Cerro de la Virgen (Orce, Granada); Terrera del
Reloj (Dehesas de Guadix, Granada). De la edad de Hierro tendríamos Son real (Alcudia,
Mallorca), Talayótico avanzado Siglos VI-II a.C.. Edad media seria la Olmeda (Pedrosa de la
vega, Palencia), siglos VII-XIII y la Torrecilla (Arenas del Rey, Granada), siglos IX-X al
XIII-XIV. De edad moderna Wamba (Valladolid), siglos XV-XVII. Edad contemporánea fue
Linares (Jaén) siglo XX. Fue Sokal et al en 1987 cuando realizaba un análisis craneométrico
general de todo el continente europeo, quien reconoció que la Península Ibérica estaba sub-
representada. Esta sub-representación podría ser debida a que los estudios hasta ahora
realizados, son sobre poblaciones muy determinadas de comarcas muy específicas asociados
arqueológicamente a determinadas culturas y a una posible migración foránea.
Además de la variabilidad que puede existir a nivel individual y poblacional existe
otra fuente de variación, las diferencias que aparecen en ambos sexos.
Esta fuente de variación es tan importante, que a nivel estadístico se consideran grupos
independientes (Van Vark y Schaafsma, 1992). Dichas diferencias vienen definidas
genéticamente, aunque hay una serie de factores que pueden modular la expresión fenotípica
de esa respuesta diferencial frente a las condiciones ambientales.
El dimorfismo sexual constituye un fenómeno muy complejo. Según Frayer y
Wolpoff 1985, un factor ambiental como el nutricional jugaría un papel muy importante en
la expresión de las diferencias entre varón y mujer. Una variación en la capacidad de
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respuesta ante una situación socioeconómica adversa puede ser una consideración a tener en
cuenta cuando se intenta interpretar diferencias sexuales en el tamaño corporal.
Según algunos autores (Frayer y Wolpoff, 1985; Pucciarelli et al., 1993), las
mujeres tendrían mayor capacidad de respuesta frente a situaciones ambientales adversas,
presentando un patrón de crecimiento más estable frente a las condiciones del medio, en
cambio los varones manifiestan una mayor dependencia de dichas condiciones y en casos de
déficit nutricional quedaría reflejado con una disminución en el crecimiento (Larsen 1987).
Si las condiciones son malas los varones se adaptan peor que las mujeres y por tanto hay
menos diferencias entre ambos sexos y por consiguiente menos dimorfismos sexual.
Otros autores, sin embargo, (Wolfe y Gray, 1982; Borgognini y Massali, 1985;
Stinson, 1985), muestran que sólo existe un soporte muy débil que apoye la teoria según la
cual los varones están menos protegidos frente al ambiente que las mujeres. Incluso hay
autores que afirman que el dimorfismo sexual no está asociado a diferentes tipos de actividad
económica tal y como proponía Frayer (1980), sino que refleja demandas funcionales sobre
diferentes partes del cuerpo en ambos sexos (Collier, 1993), tal y como se obtiene en algunos
trabajos (Quevedo y Trancho, 1995). De este modo las diferencias sexuales encontradas
estarían correlacionadas con la realización de un patrón de actividad física diferencial en
varones y mujeres (Ruff, 1987).
En general, el dimorfismo sexual parece estar influido por factores culturales,
nutricionales y medioambientales (Hall, 1982; Bogin, 1988), los cuales no afectan al
crecimiento y al tamaño de ambos sexos por igual. Otros autores consideran que la influencia
de los factores genéticos puede ser superior a la de los parámetros ambientales o culturales
(Eveleth 1975; Frayer y Wolpoff, 1985).
Debido a la importancia que presenta el estudio del dimorfismo sexual, se han
tratado todo tipo de temas, tanto en el estudio de identificación antropológico forense en
población actual, en restos prehistóricos, en homínidos fósiles, en primates y en
investigaciones sobre diferencias en el comportamiento (Armelagos y Van Gerven 1980;
Gray y Wolfe, 1980; Trinkaus 1980; Hamilton, 1982; Frayer y Wolpoff, 1985; Relethford y
Hodges, 1985; Borgognini y Repetto, 1986; Van Vark et al., 1989; Godfrey et al., 1993;
Plavcan, 1994; Josephson et al., 1996; Arsuaga et al., 1997). Aunque uno de los usos más
comunes que se ha dado a la medida del dimorfismo sexual es como índice de presión
ambiental, es decir, como una medida de la adaptación biológica de ambos sexos al ambiente.
La existencia de dimorfismo sexual en el esqueleto constituye la base de la
determinación sexual a partir de restos óseos adultos (MacLauhlin y Bruce, 1986).
Es bien conocido que varones y mujeres muestran patrones diferentes en su
crecimiento y desarrollo (Marrodan, 1995). Las diferencias morfológicas están bien
delimitadas al final del crecimiento aunque los distintos parámetros (determinación del
crecimiento, incremento puberal, etc.) sean los mismos, la génesis masculina y femenina del
sujeto condiciona una serie de pequeñas diferencias; por ello, con objeto de establecer
relaciones entre los rasgos definitorios de uno y otro sexo se analizan tanto los parámetros
que permiten apreciar el tamaño y maduración global como los que indican proporciones y
armonía segmentaria (Fernández Rico; M. 1987). Son numerosos los factores que van a
influir en el grado en el cual anatomía, fisiología, y el comportamiento se expresen
fenotípicamente (Stini, 1985). El sexo de un resto óseo se puede estimar mediante métodos
de diagnóstico visual, basados en caracteres cualitativos morfológicos basados únicamente en
el criterio del investigador, o mediante técnicas métricas que estiman parámetros
cuantitativos, siendo más objetivo hasta el momento el análisis discriminante (Van Vark y
Schaafsma, 1992). Por lo tanto es necesario no utilizar los mismos patrones métricos entre los
dos sexos, sino crear en la medida de lo posible funciones discriminantes capaces de
diferenciar estadísticamente varones y mujeres.
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Para la determinación del sexo algunos autores han utilizado el cráneo (Giles y Elliot
1963; Giles 1964; Leguebe 1981; Townsend et al 1982) y para la mandíbula (Potsch-
Scneider et al 1985). Si nos basamos en estudios paralelos en embriología Hamilton et al
(1975), afirman, que el cráneo durante el desarrollo está inducido por el sistema nervioso
central y crece con el, y que a medida que se va osificando se va frenando el crecimiento del
cerebro. Esta osificación no paraliza en ningún momento el crecimiento del cerebro sino que
están coordinados finalizando su desarrollo al mismo tiempo. Esta coordinación se ve
afectada cuando por algún motivo hay defecto de cierre de las suturas craneales
repercutiendo en el desarrollo del cerebro.
Si el cerebro y el cráneo presentan este paralelismo inferido por el sistema nervioso
central, que al mismo tiempo controla el sistema endocrino, que es a su vez factor esencial
durante el desarrollo ya que marca las diferencias entre ambos sexos. Esto corrobora las
diferencias entre varón y mujer cuya base principal seria un factor genético (la propia
herencia que dicta la existencia de dos sexos), que en cierto momento del desarrollo del
individuo puede verse modificado por un factor externo (ambiente) y aumentar en cierta
medida esa manifestación genética a la que estaba expuesto el individuo desde un primer
momento.
Lo cierto es que la población esta formada por varones y mujeres y éstos en conjunto
forman un acervo genético particular y dependiendo del aporte de otros genes que puedan
alterar más o menos a dicha población, ésta presentará unos patrones antropométricos
propios, con características comparables con otros grupos de igual procedencia biológica o
genética.
La colección del Museo de antropología forense no es más que otro intento de
coleccionismo de huesos para su posterior estudio y clasificación. Si la comparamos con las
colecciones anteriormente citadas presenta parecida envergadura en cuanto al número de
esqueletos. El material óseo que en él se expone cuenta con una colección de 2000 cráneos de
diferentes lugares de la Península Ibérica, proporcionados en su gran mayoría por
arqueólogos y juzgados de primera instancia de comarcas españolas. Cronológicamente
abarcan varios siglos (V al XX), esto hace, que la muestra de nuestra colección presente un
número de individuos muertos en edades jóvenes, cuya causa del fallecimientos fuera debida
a epidemias que arrasaron la población en un siglo determinado o muertos por escaramuzas
bélicas de la época y también como diversos trabajos sobre biodiversidad muestran, que la
esperanza de vida del hombre era mucho menor que la actual por razones socioculturales
sobre todo médico-sanitarias.
Este tipo de recopilaciones óseas realizadas por diferentes instituciones presenta un
conjunto de individuos formado casi exclusivamente por cráneos. El hecho de que nuestro
trabajo este basado sólo en cráneos no es por los mismos principios a los que llevaron a
Broca, Olóriz, Gall 1835, Puech et. al 1989...donde pensaban que el cráneo era el mejor
elemento para el estudio de la diversidad humana somatologicamente. Para nuestro estudio
ha sido representativo el número del que disponíamos, ya que hasta el momento, la muestra
de esqueletos completos en la Escuela de Medicina Legal y en concreto en el Museo no era
muy numerosa, en cambio el conjunto de cráneos era muy significativo para su estudio y
sobre todo por la diversidad geográfica que presentaban.
Nuestro principal objetivo, no es solamente clasificar estadísticamente a una
determinada población por ser la mejor herramienta que poseemos hoy en día para
determinar a los grupos humanos y compararla con estudios anteriores, con el fin de evaluar
el grado de homogeneidad entre las series. Si no también, al poseer una muestra lo
suficientemente amplia y diversa, es intentar ver las características morfológicas propias de la
población española. Ver si existen diferencias entre las poblaciones que la componen,
observar la divesidad genética y si en algún momento existió un aislamiento reproductivo
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II.-Objetivos.....................................................
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II.OBJETIVOS
III.-Material y Método....................................
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III.Material y Método
Fuenterrabia de San Sebastián y Álava. La provincia de Toledo está representada por Toledo
capital y los pueblos: Carpio de Tajo, Escalona, Pueblanueva, Candeleda, Miguel Esteban y
Yuncliyos. Tenemos datos de Casas Ibáñez (Albacete), también de Segovia (Coca, San
Frutos, Sepúlveda, San Esteban de Cuellar, Fuentidueña, Honrrubia y Segovia capital). De la
provincia de Cuenca se han estudiado Cuenca capital y el pueblo de Valverde de Jucar.
Tenemos datos del Ferrol(A Coruña); de Asturias (Gijón, Serin y Cangas de Onis). De
provincia de Badajoz estudiamos los pueblos de Mérida y Zalamea de la Serena. De la
provincia de Guadalajara: Pobo de Dueñas, Termancia y Alcocer. Poseemos datos de
Santander ( Santander capital y de los pueblos: Santillana del Mar e Izara).De la provincia
de León hemos analizado restos procedentes de los Montes de León, León capital y de los
pueblos: Boñar, La Bañeza, Castrocalbon. De Ciudad Real: Socuellanos y Valdepeñas. De la
Provincia de Soria: Agreda, Tiermes, Castillos de Robledo y San Pedro de Caracena.
Tenemos de la provincia de Palencia representación de Palencia capital y del pueblo Aguilar
de Campoó; de Burgos estudiamos restos óseos de los pueblos: Cueva Zarra y Silos.
Representando a la provincia de Logroño se ha estudiado los pueblos de Haro y Zarraton.
Poseemos datos de Valencia (Valencia capital el pueblo de Aspe y el pueblo
Albalat(Alicante)). De la Comunidad Autónoma de Murcia poseemos una muestra de la zona
de Cartagena. De la provincia de Valladolid estudiamos San Benito el Real. También restos
del archivo judicial que junto con los datos obtenidos de la zona de la Almudena,
representarían la muestra más moderna de la colección.
Para el análisis vimos que era necesario agrupar a todas aquellas poblaciones que
presentaran un acercamiento geográfico, siempre y cuando, no existieran diferencias
estadísticamente significativas entre las mismas, indicando en cada caso la serie a la cual
pertenecían. En la provincia de Soria tuvimos que separar Tiermes y Agreda de las restantes
zonas de esta porción geográfica al observar que existían diferencias estadísticas entre ellas.
En la Comunidad Autónoma de Aragon separamos Huesca y la Aljaferia (Zaragoza). Al
estudiar la Comunidad Autónoma de Andalucía analizamos Beas de Segura (Jaén) y Alcalá la
Real (Jaén) por separado del resto de las poblaciones andaluzas por presentar diferencias
estadísticas importantes. Hubo otras poblaciones como las provincias de Logroño, Palencia,
Valladolid y Burgos, en las cuales no se apreciaban diferencias estadísticamente
significativas en el estudio comparativo; ahora bien, al no poseer un número elevado de
individuos de cada una de ellas las agrupamos llamándolas población “X” sin especificar
ninguna de las Comunidades Autónomas. (Tabla nº1).
Comunidad Autónoma de Castilla y León: Región que fue habitada por iberos, celtas y
ligures, sin sufrir las invasiones de fenicios, griegos ni cartagineses. Más adelante fue una
provincia romana, alcanzó importancia bajo el gobierno visigodo y fue conquistada por los
árabes. Se convirtió entonces en escenario de constantes escaramuzas que alteraban
incesantemente sus fronteras. Integrada por nueve provincias (Ávila, Burgos, León, Palencia,
Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora). La Comunidad castellana y leonesa ocupa
la mitad septentrional de la Meseta, estando delimitada por la Cordillera Cantábrica, al norte;
los Montes de León, al noroeste; la Cordillera Central, al sur; y la Cordillera Ibérica, al este.
No posee al oeste ningún límite natural, siendo la frontera con Portugal la que la delimita.
Como consecuencia de esta localización geográfica, el 67 por 100 del territorio se
encuentra situado en altitudes superiores a los 500 metros y el 31,6 por 100 por encima de los
mil, situándose la altitud media de la región en torno a los 800 metros.
Con Fernán González (950), Castilla se convirtió en un condado hereditario,
todavía vasallo de León, hasta que en el 1029 entró en posesión de Sancho III de Navarra y, a
su muerte, pasó a manos de su hijo Fernando I, primer rey de Castilla. Fernando integró en su
reino a León y los territorios musulmanes pero, a su muerte, el reino fue de nuevo dividido
entre sus hijos Sancho y Alfonso.
La unión definitiva sucedió en 1230, con Fernando III el Santo. Tras años de
luchas internas, la situación quedó consolidada con la unión de Castilla y Aragón bajo los
Reyes Católicos aunque, como Isabel murió antes, los dos reinos permanecieron separados
hasta que Carlos I ascendió al trono.
La última vez en la que la personalidad del antiguo reino de Castilla pareció
resurgir con fuerza fue a principios del siglo XVI con la Guerra de los Comuneros que,
aunque traspasó los límites geográficos de Castilla, tuvo allí su centro principal.
• Palencia:
Como le ocurrió al resto de la meseta norte, no fue dominada por los romanos hasta
que no hubieron caído el sur y el este de la Península. La guerra celtibérica ocupo un periodo
de tiempo desde el 154-133 a. C.:
Los romanos atacaron a los celtiberos en el 154 a. C. al mismo tiempo atacaron a los
vacceos pueblo autoctono que ocupaba una situación estratégica en el paso del suministro de
cereal hacia el territorio celtíbero.
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La guerra significó terribles pérdidas para los vacceos: muertes y cosechas destruidas
durante veinte años además de la pérdida de independencia política. Tras la caída de
Numancia (Soria), Palencia pasó a ser parte de la Hispania Citerior.
La romanización tuvo lugar a pesar de que los vacceos no se sometieron fácilmente.
En varias ocasiones se sublevaron contra el abuso de los gobernantes romanos. En el año 74
a. C. Pompeyo cercó Pallantia y sus legiones incendiaron la ciudad. Pallantia nombre original
de Palencia se sublevó de nuevo en plena conquista de las Galias por parte de César.
Volviendo una vez más a sublevarse en el año 16 a.C.
Sin embargo la romanización acabó por imponerse. Se construyeron ciudades como
Pisoraca, cerca de la actual Herrera de Pisuerga, que debe su origen al establecimiento en sus
tierras de la Legión IV Macedónica; Lacóbriga, cerca de la actual Carrión de los Condes; y
Pallantia. Hay que distinguir entre la Pallantia arévaca (la actual Palenzuela) y la Pallantia
vaccea (precedente de la actual Palencia) rápidamente romanizada y que ya alcanzó
importancia a mediados del siglo I.
Con el dominio romano mejoró la agricultura y se introdujo la propiedad privada.
A partir del siglo II las ciudades decaen y las villas cobran auge. El siglo III destaca
por las crisis sociales y el auge de las villas.
Se concentra la propiedad y se crean latifundios.
Los siglos IV y V se conocen principalmente a las invasiones de los pueblos
bárbaros.
Los visigodos establecieron su reino en tierras hispanas tras la caída del Imperio
Romano. Su preferencia por zonas rurales y escasamente pobladas, hicieron de la futura
Castilla su territorio por excelencia.
Son de especial importancia sus necrópolis, y entre ellas la de Herrera. Pallantia fue
otro importante núcleo visigótico.
La basílica de San Juan de Baños, fundada por Recesvinto es un hito en la
arquitectura visigótica. La mayor parte de los visigodos penetró en Hispania después de su
expulsión de la Galia. Se establecieron preferentemente en la Meseta, entre el Ebro y el Tajo.
Su monarquía era electiva, lo que ocasionaba frecuentes guerras civiles. La unificación con
los hispanorromanos se produjo con su conversión al cristianismo (III Concilio de Toledo,
589). La derrota de los suevos (411) y de los bizantinos (625), les permitió crear un solo
reino peninsular.
importantes del mundo, y a 5 kms de la ciudad, el Archivo General del Reino de España en
Simancas, donde se guarda una voluminosa documentación de la historia de España desde la
Edad Media hasta el siglo XIX. Situada en medio de campos de rica producción cerealista.
Entre sus edificios, podemos encontrar monumentos como son la Iglesia de San
Pablo, el Colegio de Santa Cruz, el Colegio de San Gregorio (Museo Nacional de Escultura),
la Catedral, obra de Juan de Herrera, la Iglesia de San Pedro, y por último, como edificio
importante, la Universidad. Otras importantes muestras arquitectónicas son iglesias y
edificios religiosos: el convento de los Padres Agustinos, el de las Descalzas Reales, las
Huelgas Reales, la Iglesia de La cruz, la Magdalena, Nuestra Señora de Las Angustias, San
Benito el Real, San Felipe Neri, San Lorenzo, San Martín, San Miguel, San Salvador, Santa
Ana, Santa María la Antigua, Santiago, etc.
• Soria: Asentada en la margen derecha del río Duero, y dominada por altos cerros.
A fines del siglo IV a.c. se unieron el sustrato ibero y la cultura celta. La importancia de esta
cultura en estas tierras queda atestiguada por los vestigios arqueológicos que se conservan:
Termes, Uxama, Ocilis (el actual barrio de Villavieja en Medinacelli) y sobre todo
Numancia. Los rituales celtíberos han sobrevivido en Soria hasta la actualidad.
En Tiermes, El yacimiento de Tiermes se ubica en el suroeste de la provincia de Soria,
dentro del término municipal de Montejo de Tiermes, al Norte de la Sierra de la Pela, que
hace de divisoria de aguas de las cuencas hidrográficas de Duero y Tajo. Se inscribe en el
borde meridional de la submeseta Septentrional, en un emplazamiento geográfico, estratégico
y defensivo que aprovecha la topografía escarpada que ofrecen los materiales mesozoicos del
secundario. Tiermes ocupa una plataforma rocosa, con disposición elipsoide, en una altura
que oscila entre los 1165 y 1233 metros, en la margen izquierda del río Manzanares. El hecho
de que Tiermes no fuese destruida a la vez que Numancia (Soria) se mantuviera fortificada
hasta comienzos del siglo I a.C. provocó su resistencia. A partir del 93 a.C., Roma ya
dominaría sin apenas problemas en la zona, si se exceptúan las guerras de Sertorio, 80-72
a.C. Tras la sumisión de la Meseta, la romanización comenzó lenta pero eficazmente, y
Tiermes quedó adscrita al Convento Jurídico de Clunia, según señala Plinio. La caida del
Imperio Romano provocó que Tiermes perdiese la importancia que había desempeñado. En el
yacimiento puede visitarse también la necrópolis visigoda y la ermita (con hermosos capiteles
en el pórtico, alguno de ellos del Maestro de Silos). En la actualidad municipio de Montejo
de Tiermes, Soria, que todavía pertenece a la Comunidad de Villa y Tierra de Ayllón, quedan
las impresionantes ruinas de una ciudad celtíbero-romana llamada por algunos Termancia, en
gran parte rupestre y una de las fundamentales de la Celtiberia, con la bella ermita románica
de Santa María de Tiermes.
Cuellar:
Con Alfonso VI de Castilla en el año 1085, todo el espacio geográfico situado
entre los ríos Duero y Tajo empieza a ser repoblado mediante la fundación de villas, a las que
se daba un extenso territorio que ellas debían repoblar. Una de estas villas es la de Cuéllar,
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que durante la Edad Media se configura como la cabeza de una comunidad de villa y tierra
que abarcaba una extensión de 1203 Km2 y que llegó a tener hasta 80 lugares poblados, cuya
existencia se haya podido comprobar. Alfonso X ratifica la concesión del Fuero Real a
Cuéllar. 21 de Julio de 1256.
La Villa de Cuellar cuenta con más de 700 años de antigüedad, pues su origen se
remonta al siglo XII. Esta Comunidad aglutinó diferentes poblaciones que se unieron en aras
de conseguir intereses comunes. El Concejo de Cuellar era uno de uno de los más grandes
concejos que surgieron al sur del Duero tras la Reconquista. Estas comunidades formaban
como un “islote jurídico autónomo, dentro de la administración territorial del país”. El Rey
regia la comunidad municipal mediante un delegado de su autoridad. Eran como un pequeño
estado con su fuero propio y mancomunidad de obligaciones. El territorio se daba al Concejo
como se daba un territorio a un conde a un obispo o a un monasterio.
Coca:
De la edad de Bronce (1.800-1.600), en el segundo milenio a.C aparecen varias
puntas de flecha que ponen en relación esta presencia con otros hallazgos campaniformes de
los alrededores. No sería un establecimiento permanente sino itinerante. Podemos hablar de
un núcleo estable organizado y jerarquizado de población en la Primera Edad del Hierro
(800-500 a.C.) siendo sus principales actividades económicas la agricultura cerealista y la
ganadería. En la Segunda Edad del Hierro, a partir del 500 a.C., la ciudad de Cauca de los
textos clásicos, es una de las ciudades más prósperas de valle del Duero. Tiene entre 6 y 8 mil
habitantes, un urbanismo plenamente desarrollado, unos órganos de gobierno independientes,
y una economía diversificada (incluyendo el comercio). Es, como el resto de ciudades
vacceas, una ciudad-estado dirigida por una aristocracia guerrera, muy potente política y
militarmente y, gracias a su particular situación estratégica, fácilmente defendible al
encontrarse entre los profundo tajos de los ríos Eresma y Voltoya. Completa esta defensa
natural con una potente muralla.
Roma logra doblegar su resistencia en el año 151 a.C. sólo por medio de un cruel
engaño que está narrado por Appiano que eleva la cifra de sus habitantes a 20.000. Poco
después, en el 134 a.C., Escipión, de paso hacia Numancia, permite repoblar de nuevo la
ciudad. Nuevamente destruida en las Guerras Sertorianas (74 a.C.) logra rehacerse
económicamente en los siglos posteriores.
El Bronce de Montealegre constata como Cauca en el siglo II ya gozaba del
privilegio de ser municipio romano.
Durante los siglos IV y V, Cauca tendrá una notable importancia en el contexto de
Hispania. Numerosas villas romanas en sus alrededores atestiguan la existencia de una rica
economía agrícola. Es ahora cuando aparece aquí asentada una rica aristocracia romana que
llegará a regir los destinos del imperio en su tramo final: Teodosio el Grande es el reflejo del
dominio en Roma de este clan hispano.
Tras el asentamiento visigodo en la ciudad, pocas noticias tenemos de Coca.
Perteneció, más tarde, tanto a musulmanes como a cristianos, fue conquistada por Almanzor
y posteriormente por Alfonso VI en 1.086. En estas fechas se funda la Comunidad de Villa y
Tierra de Coca, de la que dependerán 17 aldeas repobladoras y se rodea la ciudad de una
extensa muralla.
En el siglo XIV posee 7 parroquias, entre ellas la iglesia de S. Nicolás y las de Sª
María. En el XV pertenece a D. Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana. Por un
intercambio entre éste y Alonso de Fonseca, Coca pasa a propiedad de este último quien
inicia la construcción del castillo, lo que sucede a partir del 1453. Varios miembros de la
familia Fonseca se hayan enterrados en la iglesia parroquial bajo unos excelentes sepulcros
renacentistas.
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Sepúlveda: Fue otorgado en 1013 por el Conde don Sancho y que la ciudad fue repoblada de
gallegos, cántabros y asturianos. Se extiende sobre una enorme peña que asoma al río
Duratón. Fue pieza clave para Castilla durante varios siglos.
En los alrededores de Sepúlveda y en un radio de pocos kilómetros, abundan
castillos medievales, iglesias románicas, ermitas sobre riscos... Edificios, todos ellos,
alineados a lo largo del río Duratón.
• Burgos: La Provincia de Burgos tiene una superficie total de 14.309 Km², lo que
supone un 2,83% del territorio nacional y el 15,19 del regional. Cuenta con cerca de 360.00
habitantes de los cuales 170.000 se concentran en la capital.
El clima puede clasificarse como de región continental atenuado con una
temperatura media anual de 11,1°C, siendo la temperatura media más alta la del mes de Julio
con 21,7°C y la mínima en el mes de Enero con 3,1°C.
Sus precipitaciones medias anuales oscilan entre 400 y 600 milímetros anuales,
distribuidos a lo largo de todo el año con un mínimo bastante fuerte en verano y otro
invernal muy atenuado.
Restos arqueológicos demuestran su poblamiento desde tiempos inmemoriales en
épocas prehistóricas, con primeros poblamientos hace unos 100.000 años. Ya fue
asentamiento de pueblos procedentes de la civilización del Vaso Campaniforme con restos
fechados hace 4000 años en el llamado cerro de San Miguel. Fue lugar bajo el dominio de la
tribu del pueblo prerromano de origen céltico de los turmogos y cercano sitio a la
importantísima calzada en tiempos romanos que iba de Burdeos hacia Astorga.
En el año 884, por expreso mandato de Alfonso III de Asturias, Diego Porcelos,
segundo conde de Castilla, repuebla la ciudad de Burgos y nace como bastión defensivo
contra las incursiones bélicas de los ejércitos del Islam, construyéndose un castillo junto
asentamientos ya nombrados por los cronistas árabes en el año 863 que llamaron “Burchia” o
“Burdgia”.
Capital primero del condado de Castilla, como tal, se desarrolló protegida por una
muralla y con poblamientos en la falda del cerro dominado por su castillo. Varias eran
las puertas de acceso a esta ciudad cruce de caminos por su privilegiada posición geográfica
y parada obligada del Camino de Santiago. Su puerta principal, era la puerta Santa María,
situada junto al río Arlanzón, aun existente en la actualidad.
En el siglo XIV, el comercio burgalés se vio favorecido por el Camino de Santiago y por la
cercanía a los puertos del Cantábrico, con lo que en los siglos XV y parte el XVI, Burgos
dominaba el comercio exterior castellano con ingleses, franceses y con Flandes. La lana,
hierro del País Vasco, aceite, vino, cuero, joyas, especies... enriquecieron la ciudad.
Con los tiempos Barrocos, la ciudad de Burgos conoce tiempos de menor
prosperidad. Las guerras religiosas con Flandes y el traslado de la corte a Madrid, así como
un descenso demográfico debido a las pestes y la hambruna hacen que la actividad
económica descienda y se estanque su desarrollo produciéndose incluso un retroceso que
duraría incluso durante todo el siglo XVII.
A partir de mediados del siglo XVIII con los Borbones, se marcará el perfil
urbano que aún se conserva en la actualidad.
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Comunidad Autónoma de Aragón: El Valle Medio del Ebro fue con prontitud objeto de la
atención de los romanos. En el siglo III a.C. desaparece la influencia cartaginesa. Los
romanos de inmediato comenzarían la lenta tarea de hacerse con el control del interior
peninsular y con esa intención, de las tierras que hoy son Aragón. Cuenca del Ebro estuvo
ocupada mayoritariamente por árabes yemeníes o «árabes del sur». En torno a ella, ya en la
Marca Media, se extendían asentamientos de beréberes; los encontramos en Albarracín,
Teruel, distrito de Santaver, Medinaceli, Ateca y Molina. Tal componente étnico marcará el
desarrollo histórico de la Marca Superior: se verá libre de las revueltas beréberes ocurridas en
el resto de al-Andalus en el 740, pero será frecuentemente escenario de los enfrentamientos
entre árabes del norte y árabes del sur. Así, los yemeníes del valle del Ebro estuvieron
ampliamente representados en las rivalidades del 742 entre árabes baladíes (llegados a la
Península en el momento de la conquista) y sirios (llegados al mando de Balg para sofocar la
rebelión berebere; pertenecen al grupo de árabes del norte); durante el emirato dependiente
mostraron constantemente su hostilidad a los gobernadores qaysíes y la Marca asistió a la
sucesión de gobernadores de uno y otro partido.
Esta comunidad, frontera natural con Francia por los Pirineos Centrales. Aragón
cuenta con numerosos espacios naturales protegidos y es el último refugio de animales en
extinción, como el quebrantahuesos. Uno de los rasgos más característicos del medio físico
aragonés es el agua, que forma multitud de lagos glaciares o ibones, que surgiendo en
sorprendentes cascadas, talla en las rocas de alta montaña impresionantes hoces, gargantas y
cañones.
El contraste lo ofrece la árida depresión del Ebro que ofrece el medio natural a
especies adaptadas a la estepa, como la avutarda. A oriente se erige el Moncayo, la sierra
mas elevada del Sistema Ibérico, donde se encuentra la Laguna de Gallocanta, un paraíso
para las aves acuáticas.
• Zaragoza. La capital de esta comunidad, cruzada por el caudaloso río Ebro, es una de
las ciudades más monumentales de España. Su herencia histórica desde los romanos o la
España musulmana se puede apreciar en sus calles o museos. Zaragoza es una de las ciudades
españolas más grandes y monumentales. Fundada hace unos 2.000 años, albergó en su tierra
a íberos, romanos, godos y árabes que dejaron en ella su herencia. Su fisonomía está también
muy marcada por importantes edificios barrocos.
Su tierra está bañada por el Ebro, el río más caudaloso de España, que cruza y embellece
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la misma capital.
Entre las obras mudéjares conservadas en la Aljafería destacan las efectuadas por
el rey Pedro IV (1336-1387), y las techumbres del palacio de los Reyes Católicos. Del siglo
XIV datan la iglesia de San Martín y algunas estancias del palacio real con sus bellos alfarjes,
puertas y ventanas, que pueden contemplarse tras su reciente restauración.
• Huesca
Huesca, situada a los pies de los Pirineos, ofrece parajes naturales y monumentos
medievales de increíble belleza.Esta región de tanta solera, integrada por nueve provincias, es
la más extensa de cuantas integran la Península Ibérica y Europa. Más conocida es la ciudad
ibera, cuyo rastro pervive en el nombre que la tribu le dio: Bolscan y Olscan, que en romano
significaría Osca, en árabe Wasqa, y el habla local hizo que Uesca y Huesca. O el jinete
lancero de monedas iberas, hoy en el escudo y símbolos de la ciudad. Y materiales que se
conservan, con tesoros de todas las épocas, en el Museo Arqueológico. El auge de Bolscan se
certifica en el interés de Roma. En la época latina, destaca Quinto Sertorio (siglo I a.C). Osca
fue el centro de su estado. Romanos son restos conservados en museos, sillares en Casco
antiguo y Diputación (porches) y hallazgos en toda la ciudad, que fue amurallada, con temas
y notable trazado urbano. Pero el declive imperial trajo las invasiones del norte (s.V). Los
visigodos habitaron en esta zona (restos de Apiés) pero dejaron escasa huella. La ocupación
musulmana rindió Osca (s.VIII), donde convivieron cristianos y árabes: murallas, mezquitas
( la catedral conserva un arco), y empuje cultural, comercial y agrícola basado en el mejor
recurso local, el agua. Lejano el Califa y Carlo Magno, hubo conflictos de leyenda como
Roldán, guerrero que saltó a caballo entre las peñas que presiden la ciudad. Llegan crisis y
epidemias que continuaron en siglos inmediatos, con milagrosas defensas como el Santo
Cristo ( Catedral), imagen que sudo y protegió a Huesca. Unida España y hasta el XVIII, la
ciudad alternó declive y pujanza, mostrada en el pantano de Arguis y el proyecto de canal de
la Hoya. De época tan diversa son obras de renacimiento y barroco, Ayuntamiento, San
Lorenzo, San Vicente, Santo Domingo y San Martín, ermitas (Loreto, Cillas, San Jorge),
conventos.
monasterios y obras urbanas e intentó una independencia para Asturias que acabó en
destierro.
Los siglos XII y XIII son de crecimiento y desarrollo comercial. Alfonso VI y
Alfonso VII protegerán foralmente los derechos de Oviedo: se regulará la elección de
municipios y jueces, nuevas leyes impulsarán el tráfico comercial, los mercados, la sanidad y
otros muchos aspectos de la vida cotidiana en una creciente pujanza que atraerá, por ejemplo,
a una importante colonia de comerciantes y artesanos franco-gascones. Las destartaladas
murallas de Alfonso II crecen y se ensanchan bajo órdenes de Alfonso IX (1264) defendiendo
la urbe. Pero sucesivos enfrentamientos armados particularmente en los siglos XIV y XV.
Como el efectuado en el 1394 causando con su creciente ambición que Enrique III destruyera
Gijón.
• Almería:
En el sudeste de España, con una extensión de 8.774 km², es cruzada por montañas y
valles que le dan un relieve atractivo por su desigualdad. Tiene más de 200 km. de litoral,
rocoso y pintoresco, elevado en su mayor altura en el Cabo de Gata, con rocas de materiales
volcánicos. Su temperatura media anual es de 19.3°C. Inviernos apacibles y veranos secos y
cálidos. Sus principales pueblos son Adra, El Ejido, Berja, Albox, Huércal-Overa, Níjar y
Roquetas de Mar. Sus principales fuentes de riqueza están en la minería (oro, plata y plomo),
en la producción de naranjas, uvas y en el moderno sistema de invernadero (los campos de
Almería se conocen como “mar de plástico”) que ha revolucionado su agricultura. Desde el
siglo VIII a.C. se constata en la costa andaluza la existencia de un gran número de
asentamientos fenicios, especialmente entre Cádiz (Gadir) y Almería. Las fuentes antiguas
(griegas, cartaginesas y romanas) sitúan en el Sudeste a los mastienos (siglos V y IV a.C.) y a
los bastetanos o Bástulos (siglos III-II a. C.), cuyo nombre deriva de una de sus principales
ciudades, Basti (Baza). Bari (Villaricos) es una de las ciudades en las que Ptolomeo ubica a
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este último pueblo, el cual se extendía desde el Estrecho de Gibraltar hasta Castilla. Estos
pueblos vivían en centros relativamente urbanizados y amurallados, de los cuales el más
destacado es el Cerrón de Dalías. Estaban organizados en monarquías que dominaban un
pequeño territorio. Las poblaciones costeras de tradición fenicia, continúan con sus
actividades comerciales con el norte de África y el Mediterráneo y expanden su área de
influencia con la colonización agrícola de los territorios circundantes. Pero
arquitectónicamente quizás sea la ciudad andaluza que mejor ha conservado su herencia
musulmana.
• Cádiz:
Cádiz, fundada por los fenicios, es una de las más antiguas ciudades de España. Está
situada en el extremo más meridional de España, separada de África por el Estrecho de
Gibraltar. La provincia de Cádiz es montañosa. En el noreste de la misma, se alzan las sierras
de Algodonales, la Mota, Líjar, Grazalema y Santa Margarita. Más al sur se hallan las sierras
del Aljibe y Líbar. Abundan los terrenos bajos pantanosos y sólo se destacan en el horizonte
las pirámides de sal de las salinas de San Fernando.
• Granada: Situada al pie del macizo montañoso más alto de España, (cuyo pico más
alto, el Mulhacen, llega a 3.478 metros). La que fue por tanto tiempo capital de Alandalus, o
la Andalucía mora. Situada en la Andalucía Oriental, último reducto árabe reconquistado por
los cristianos (1492),
En el núcleo urbano, los cármenes (típica construcción granadina) de El Albaicín,
y los edificios religiosos de La Cartuja, Catedral, Capilla Real, San Jerónimo y San Juan de
Dios, junto a los palacios, componen una diversa y rica arquitectura. A las afueras, en alto, el
Sacromonte tierra convertida en una ciudad de cuevas, donde vivieron los gitanos durante
siglos, y aún lo hacen algunos, elaborando una magnifica artesanía..
Granada, a lo largo y ancho de los 12.500 km² de su contrastada geografía, es
vértigo en la altura Penibética, la mayor de la Península (Mulhacén, 3.478 m.; Veleta, 3.393
m.) o asomado al acantilado de su costa. Posee un paisaje que va de la nieve al mar pasando
la sierra de La Alpujarra (baños termales en Lanjarón) y un abundante bosque. Si Almuñecar
y Salobreña sobresalen como ciudades playeras por excelencia, no lo son menos Motril y
Castell de Ferro ni las más extensas, Albuñol y La Rábita.
Historicamente lo más importante en destacar sobre esta provincia es la Guerra de
Granada (1481-1492). Esta fue la última etapa de la Reconquista de la Península Ibérica. La
guerra se planteó a largo plazo con campañas dirigidas primero contra las comunicaciones
exteriores del reino Nazarí de Granada y posteriormente contra su capital. Los
enfrentamientos comenzaron en 1481. En 1483, el rey Nazarí Boabdil, que había sido
apresado, se declaró vasallo de los reyes cristianos Isabel y Fernando a cambio de su libertad.
Este fue un episodio de la hábil política, de los Reyes Católicos, dirigida a explotar los
enfrentamientos de la familia reinante entre el propio Boabdil , su padre Muley-Hacén y su
tío el Zagal. Las ciudades más importantes conquistadas por los cristianos fueron: Alora
(1484), Ronda (1485), Loja (1486), Málaga (1487). Después de la caída de Baza (1489), el
Zagal se rindió y entregó a la Corona de Castilla Almería y Guadix. La campaña final
comenzó en la primavera de 1491 y concluyó el 2 de enero de 1492 con la entrada en la
capital.
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Estos mismos fueros fueron la base de la Ordenanza del Común de la Villa de Segura
y su tierra en el 1580.
En los siglos XV XVI hay una gran expansión de la industria y Beas junto con Baeza
y Sevilla eran los tres centros más importantes de producción de paños de Andalucía.
Desde la segunda mitad del siglo XVI hasta mediados del XVIII la población debió
mantenerse prácticamente estacionaria. En 1810 con la guerra de la Independencia los
franceses saquean e incendian los municipios. Perteneció al Campo de Montiel (Castilla)
hasta principios del XIX. En este siglo se establece el olivar, ello trae consigo la necesidad de
mano de obra. Aumentado su producción en el siglo XX con la incorporación del ferrocarril
Baeza-Utiel y después el pantano del Tranco de Beas.
dejo de ser recinto fortificado, desplazándose la población hacia la ladera oriental. Este hecho
provocó que durante el siglo XIX la antigua ciudad quedara prácticamente despoblada
sufriendo su máxima destrucción con la invasión francesa ya que fue utilizada como fortín de
armas. De su estructura como ciudad nos interesa la Abadía. Parroquia de Santa Maria la
Mayor, se asienta sobre una antigua mezquita, donde a su vez se instaló la iglesia gótica que
mandó construir el rey Alfonso XI. La iglesia actual fue levantada entre el 1530 y 1627. Con
la invasión francesa se convirtió en fortificación y a su retirada la incendiaron; el abandono
de la misma fue en aumento siendo finalmente por decisión municipal convertida en
cementerio. En su lado Norte se sitúan dos Aljibes y un tercero en el lado sur. Durante las
labores de limpieza del cementerio de la Mota en 1992 se descubrió el aljibe del cual se
extrajeron los restos para este trabajo. Tiene estructura cuadrangular con cubierta de bóveda y
unas dimensiones de 5x5x5. Es de origen musulmán pero fue utilizado posteriormente como
fosa común donde los cadáveres se encontraban amontonados y totalmente esqueletizados.
Junto a los restos humanos aparecieron metales ( de hierro y de oro, medallas y crucifijos de
bronce), vidrios, telas ( aunque en estado malo corresponden a brocados, jubones, chalecos,
túnicas monásticas..), madera ( labrada y trabajada finamente en forma de cuentas de collar),
vidrio (en forma de pulseras, cuentas)... que pudieron formar parte de su ropaje y adornos.
Debido al tipo de enterramiento y al número de individuos hallados la primera hipótesis
barajaba que podía ser muerte por epidemia. En 1997 se encontró monedas pertenecientes al
siglo XIX de nueve, 8 y 4 reales correspondientes al reinado de Carlos IV. Se consultaron las
actas de Cabildo del siglo XIX, los libros de defunciones, entradas y salidas de enfermos del
hospital, con ellos se llego a la conclusión que la población existente en tales aljibes eran
individuos que habían muerto por la epidemia del cólera que azoto a la comarca entre junio y
septiembre de 1834.
que iba de Titulcia a Segovia, se pueden contemplar restos visibles junto a la ermita de Santa
María Nativitas, un puente de un sólo arco de medio punto, que es la obra de esta época más
destacada y mejor conservada de toda la provincia, Colmenar de Oreja se puede comparar
con la “Aurelia” romana, Móstoles era llamado por entonces “Metercosa”.
Durante el periodo visigótico, la zona más relevante de Madrid debió ser el barranco
en la calle de Segovia, donde se han encontrado cementerios de esta época. Con los
musulmanes Madrid se fue formando y de ellos surgió su nombre que tiene relación con su
subsuelo arenoso y los conductos subterráneos creados por los árabes.
Madrid sufrió varias conquistas y reconquistas por parte de los cristianos y
musulmanes, hasta que fue definitivamente incorporada a los dominios cristianos en el año
1083. En el siglo XII a Madrid se la denomina “Villa del Oso y el Madroño” y fue una de las
primeras ciudades de Castilla a la que se le concedió Fuero. Durante el reinado de los Reyes
Católicos, Alcalá de Henares goza de una gran riqueza y de mayor esplendor cultural. Felipe
II eligió a Madrid como capital de España en el año 1561. Las mayores mejoras que se
hicieron en la ciudad hasta la época, fueron realizadas por Carlos III, denominado el Alcalde
de Madrid, él la transformó completamente, la urbanizó y modernizó. En los movimientos
políticos de principios del siglo XIX, el pueblo de Madrid participó activamente, el más
conocido es el levantamiento del 2 de mayo de 1808, para expulsar a los franceses de la
ciudad. A finales de siglo aparece el Madrid de la Restauración. En 1919 empieza a funcionar
el Metro cuyo recorrido era de la Puerta del Sol a Cuatro Caminos. En 1931 el rey Alfonso
XIII tiene que abandonar la ciudad al implantarse la II República.
En la Guerra Civil, Madrid fue una de las ciudades más torturadas que sufrió un largo
asedio de las tropas nacionalistas.
Durante las décadas de los 50 y 60 la ciudad creció rápida y desmesuradamente,
comenzando la industrialización y el desarrollo que la ha llevado donde está hoy.
En los años 70 a 90 Madrid sufrió grandes cambios, nace la Comunidad de Madrid,
los pueblos del llamado “cinturón” crecen enormemente, se crean o afianzan multitud de
zonas industriales e incluso se crea un nuevo municipio, el de Tres Cantos. Nacen nuevas
universidades, la última en 1997, la Universidad Rey Juan Carlos I, en Móstoles.
En 1358 varias ciudades próximas a Haro se reúnen en esta ciudad para crear una
hermandad de “mutua defensa”, con el objeto de protegerse de los numerosos saqueos a que
se estaban viendo sometidas en aquella época, pues había refriegas fronterizas, pleitos
sucesorios y bandas de ladrones que asolaban la comarca.
En los siglos XIV y XV, durante la guerra que mantuvieron Pedro el Cruel y
Enrique de Trastámara por el Reino de Castila, la villa pasó a poder de los Trastámara y
posteriormente a Navarra, hasta que en 1430, Juan II de Castilla la donó a don Pedro de
Velasco, con el título de conde de Haro, por la ayuda recibida en su lucha contra Juan II de
Aragón. A lo largo del siglo XIX Haro se ve envuelto en los acontecimientos de la época,
fortificándose durante la guerra de Independencia y posteriormente con motivo de la guerra
de Sucesión. En 1833, con motivo de la de la creación de la provincia de Logroño, dejó de
pertenecer administrativamente a Burgos, y un año después, se convirtió en uno de los nueve
partidos judiciales, con 30 pueblos en su jurisdicción. En 1890 se instala la luz eléctrica.
Jerez de la Frontera y Haro son las dos primeras ciudades españolas que alumbran sus calles
y plazas con la tan esperada electricidad. Todos los años llegaban a esta región comisionados
franceses para catar, seleccionar y comprar vinos. Este comercio se vio estimulado por el
tratado francoespañol de 1882, por el que se redujeron las tasas aduaneras. Con el tiempo se
quedó en Haro cierto número de franceses que fundaron bodegas al modelo francés. Este fue
sin duda el momento que se corresponde con el esplendor económico harense, es el momento
de la estación de ferrocarril, la luz eléctrica, el teléfono, la inauguración de la Estación
Enológica y la apertura del Banco de España.
• Toledo:
Del periodo visigodo la existencia de una ciudad como Toledo y su contorno
inmediato, sede política, cultural y religiosa de este pueblo, sólo repercutió aquí en el lógico
cambio de costumbres y en las novedades de régimen político y administrativo introducidas a
toda la población. El derecho germánico sustituirá al romano, y la religión cristiana afianza
su introducción en la generalidad de la población.
La antigua capital del reino es ciertamente uno de los tesoros arquitectónicos de
España, con un impresionante patrimonio monumental. Toledo fue también hogar del insigne
pintor El Greco, por lo que en esta bellísima ciudad se podrán apreciar sus obras.
Toledo es uno de los centros más importantes de la historia medieval española. El
primer documento histórico sobre su existencia lo aporta Tito Livio, quien la describe como
una pequeña ciudad fortificada. Y es que la fortaleza ha sido siempre un importante
parámetro de historia, todavía evidente, pues se pueden aún apreciar los muros que la
rodean, y si ello no les hubiera sido suficiente para defenderse de los enemigos, ahí están las
espadas Toledo, mundialmente conocidas
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Toledo fue capital de España en época gótica, después paso a Valladolid, hasta
1560 en que pasó la capitalidad a Madrid. Ello explica la arquitectura medieval tan
impresionante que posee.
• Albacete: De la capital no se tiene noticias hasta el siglo IX. Se sabe, por algunos
hallazgos de cerámicas, que el origen de Al-Basit -la llanura- es musulmán, y que era una
pequeña alquería, muy próxima a Chinchilla, plaza de la que dependió durante casi toda la
Edad Media. En la historia de esta provincia, y en general, en la historia de la Edad Media
española, tiene un gran peso la figura de don Manuel, hermano del rey Alfonso X, que había
logrado un importante señorío tras la conquista de los reinos musulmanes levantinos. El señor
de Villena inicia una ingente labor de repoblamiento, con la esperanza de triunfar allí donde
el rey y la Orden de Santiago habían fracasado. El señorío de Villena, más tarde marquesado,
padeció no pocas vicisitudes en los siguientes siglos. Es en 1380, cuando Albacete se separa
definitivamente de Chinchilla y consigue la condición de Villa. El final del marquesado de
Villena se inicia en 1475, con la sublevación de Alcaraz. Durante cinco años, las tierras
albaceteñas fueron escenario de un conflicto bélico entre los partidarios de Isabel y Fernando
de Castilla y los de Juana la Beltraneja apoyada por el marqués. Finalmente, los Reyes
Católicos y sus partidarios ganaron la contienda, y la Corona se apropia de todas las villas,
expropia el Marquesado y las encomiendas de la Orden de Santiago, y hace sentir el peso de
la nueva política. La nobleza, aún la perdedora es compensada con creces y las ciudades ven
recortados sus fueros y privilegios. En 1833 se configura, con algunas variantes, la actual
provincia de Albacete y a esta villa como su capital. Sin embargo, Albacete no lograría el
rango de ciudad hasta 1862, por decreto de Isabel II.
• Guadalajara:
La provincia de Guadalajara fue poblada hace miles de años, como lo demuestra el
metacarpiano de Homo Sapiens neanderthalensis hallado en la estratigrafía de la Cueva de
los Casares, en Riba de Saelices. Del primero de los periodos en que sé divide la Prehistoria,
el Paleolítico, se han encontrado huellas en forma de industria de piedra torpemente tallada,
tanto en las orillas del río Henares, como en las del río Linares, y en las altiplanicies de
Campisábalos, lo que prueba la existencia del hombre en remotísimas épocas. De la Edad del
Bronce más concretamente aparecen numerosos poblamientos en torno a las orillas del río
Henares, encontrándose habitáculos con fondo de cabañas de usos múltiples. Ya en la Edad
del Hierro, que corre desde el siglo VIII a.C., encontramos en Guadalajara los suficientes
yacimientos como para poder afirmar que estuvo muy poblada, sobre todo en los valles altos
de la provincia, como lo demuestran los castros de Riosalido y Santamera (en el Salado), de
Pelegrina (en el Dulce).
Los celtíberos formaron la gran civilización que ocupa las tierras de Guadalajara
inmediatamente antes de los romanos. Las excavaciones arqueológicas realizadas por el
marqués de Cerralbo a principios de este siglo nos dieron a conocer esta cultura, que tuvo su
apogeo entre los siglos VI al III a. de C. Aunque los romanos llamaron celtíberos a todos los
pueblos que ocupaban el norte peninsular en torno al Ebro, la realidad es que formaban
muchos grupos culturales diversos, independientes entre sí, extendidos por la Celtiberia
Ulterior (en la que destacaron los arévacos y los pelendones, más célticos, más guerreros, que
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sucumbieron antes de rendirse al romano, y que ocuparon lugares como Sigüenza, Atienza,
Termancia, etc.) y por la Celtiberia Citerior, en la que aparecieron los bellos (por el valle del
Jalón) y los titos, más al sur, por Molina. También en esta demarcación encontramos a los
lusones, extendidos en un territorio muy concreto de la actual serranía del Ducado, en torno a
pueblos como Luzaga o Luzón que heredaron de ellos su nombre. Estuvieron más influidos
por los iberos y opusieron menos fuerza a la dominación romana. Aún quedan otras tribus
consideradas celtíberas como los olcades, que ocuparon Caesada (Hita) tierras de Cuenca.
Durante la época romana la zona de Guadalajara actual perteneció a la Hispania Citerior, que
tras la reorganización de Augusto pasaría a ser incluida en la Hispania Tarraconense. La
influencia de Roma a partir de la definitiva conquista se centra en los cambios de la
explotación agrícola, minera, comercial, y en la construcción de grandes vías de
comunicación, de puentes, etc.
Apenas han quedado huellas de los visigodos, como cultura dominante en el plano
político durante unos dos siglos en Guadalajara.
Quizás la más importante aportación de los árabes a la historia de Guadalajara fue
precisamente la creación de su capital: se estima que la ciudad, tal como hoy se encuentra
situada, se debe al capitán bereber al-Faray, quien allá a mediados del siglo IX se destacó por
su valor en campañas contra los cristianos, y aquí en Guadalajara fue designado como jefe de
la zona ó marca fronteriza. Desde el siglo VIII incluso, hasta el momento de la reconquista
definitiva a finales del XI, Guadalajara y su tierra se vieron sometidas a las frecuentes
incursiones de los ejércitos castellanos, que nunca persiguieron una conquista definitiva, sino
que buscaban solamente la algarada, el pillaje y el desgaste y desmoralización del enemigo.
Los ejércitos cristianos pasaron hacia el Tajo y el Henares a través de los puertos fáciles de la
sierra (Somosierra, Miedes, etc), bajando por los valles de los ríos serranos que abocaban a
las orillas derechas del Tajo y Henares. La mal llamada Reconquista de Al-Andalus por parte
de los reinos cristianos del norte, se vio protagonizada en tierras de Guadalajara por el reino
de Castilla, y sus diversos reyes, aunque también intervinieron en la misma, en algunos
territorios orientales, los reyes de Aragón.
Conquistada por Alfonso VI y su capitán de mesnada Alvar Fáñez Minaya en 1085,
recibió en 1133 un Fuero de Alfonso VII, y posteriormente en 1219 Fernando III la concedió
el llamado “Fuero largo”. Recibió de inicio un amplio alfoz de más de 1000 kilómetros
cuadrados de superficie, y con unas 50 aldeas divididas en dos zonas: la del Campo y la de la
Alcarria. Sus límites eran, según el Fuero Viejo, Daganzo, Daganiel, Alcorcos, Anorcinos,
Pezuela, Escariche, Hontova, Peñalver, Irueste, Brihuega, Archilla, Ciruelas, Trijueque y
Galápagos.
Esta ciudad fue sede de la familia Mendoza durante los siglos XIV al XVII, como
hemos visto, marcando una progresiva influencia, y creando en su entorno una corte de
nobles e hidalgos que ocuparon puestos en su Tribunal de Justicia, en sus Contadurías y otras
instituciones administrativas propias. Especialmente durante el siglo XVI surgió en su
derredor un denso y lucido plantel de escritores, poetas, historiadores y pensadores que
lograron para Guadalajara en aquellos días el título de la Atenas alcarreña.
La Edad Moderna se inicia con la llegada al poder en Castilla y Aragón de los
Reyes llamados Católicos, Isabel y Fernando, quienes con gran decisión y constancia inician
una reforma del Estado que se convierte en centralizado y ejerce a todos los niveles su
autoridad directiva. La anulación del poder de las grandes familias no es completa, pero el
golpe de gracia a los señoríos prepotentes está dado. Eso no quiere decir que la
señorialización desaparezca. Muy al contrario. A partir de ese momento se inicia un nuevo
movimiento de ampliación de los señoríos, pero adquiridos por compra al Estado, que
dispone de toda la tierra.
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Los primeros pasos del Renacimiento alcarreño fueron dados por el marqués de
Santillana, don Iñigo López de Mendoza. Él puso en sus palacios arriacenses una gran
biblioteca, a la que añadió obras raras de autores griegos y latinos, que hizo copiar en
ediciones propias especialmente miniadas con sus escudos. Estudioso de la antigüedad
clásica, toda su vida se colma de actitudes que tratan de imitar a los antiguos. Le siguen luego
una pléyade de figuras, algunos formando parte de su propia corte alcarreña.
La lucha sobre el suelo español de todas las grandes potencias europeas, que a
comienzos del siglo XVIII quieren dibujar un nuevo mapa continental, se concreta en la
llamada Guerra de Sucesión, que sembraría de desgracias el territorio de la provincia de
Guadalajara entre los años 1703 a 1711 en que se desarrolló. Las tropas aliadas del
Archiduque Carlos, pretendiente por el imperio austriaco al trono español, realizaron en las
ciudades alcarreñas todo tipo de desmanes, especialmente de destrucción y saqueo. La ciudad
de Guadalajara, tras el paso de estas tropas en los meses de julio y agosto de 1706, quedó con
buena parte de sus edificios quemados, y empobrecidos sus habitantes. También las tropas
borbónicas, en su andar por la Meseta, pasaron por Guadalajara, consumiendo reservas de
alimentos. Muchos habitantes huidos, la ciudad comenzó su auténtico declive ochocentista.
Que no pudo recuperar ya a pesar de las inmediatas mercedes fiscales hechas por el gobierno
borbónico.
La instalación en Guadalajara de una Real Fábrica de Paños supuso una vigorosa
inyección de revitalización económica. En 1719, y a instancias del barón de Ripperdá, se
instaló en el palacio de los marqueses de Montesclaros, atrayendo enseguida múltiples
operarios de todas partes de España, y aun muchos holandeses y europeos.
III.III.-Instrumental.
•Compás de espesor. Consta de dos ramas de acero en forma de hoz abierta articulados por
su extremo recto. En el extremo donde la parte curva se une a la recta va una regla con escala
milimétrica sujetada a la rama derecha permitiendo su deslizamiento.
•Calibre. Regla de unos 25 a 30 cm de longitud con una escala milimetrada en ambos lados.
Posee un brazo superior fijo que forma ángulo recto con la escala milimétrica y un brazo
móvil, paralelo al primero que corre a lo largo de la regla-escala.
•Mandibulómetro. Consta de una pequeña tabla osteométrica, donde se articula una tablilla
que puede desplazarse. La mandíbula se sitúa sobre el plano de la tabla osteométrica
levantando la tablilla articulada que se apoya sobre los cóndilos mandibulares de la rama
ascendente.
•Cranióforo cúbico. Utiliza un soporte de reglas de acero dispuestas en forma cúbica. El
cubo puede cambiar de distintas posiciones ofreciendo distintas normas.
Foto nº 2: Calibre
Foto nº 4:Cranióforo
Las variables métricas seleccionadas para este trabajo fueron aquellas que resultaron ser las
más adecuadas para los objetivos que buscábamos. Teniendo en cuenta que los puntos
anatómicos seleccionados para las diferentes medidas, estuvieran presentes conservándose
proporcionalmente bien, dado que el estado de los cráneos, bien por la forma de extraerlos o
por el trasladado al Museo, impide la toma de determinadas zonas por la fragilidad de las
mismas. Por otro lado era necesario encontrar expresiones que tuvieran mayor poder
discriminatorio a la hora de separar ambos sexos.
En la obtención y descripción de los puntos craneométricos y en las medidas
mandibulares, como en los índices craneales, se ha seguido fielmente el método de Martín-
Saller, 1957, con la variante, que no han sido analizadas todas las medidas por el descritas,
por considerarlas prescindibles y que iban a aportar escasa información en la determinación
morfológica. Se ha tenido en cuenta el protocolo diseñado por W.W. Howells (1973),
P.Arturo del Rio ( 2000).
Por criterio internacional se ha tomado como referencia el lado izquierdo sin tener en
cuenta a aquellas medidas que solo podían ser obtenidas en el lado derecho.
Se ha considerado toda la variabilidad posible encontrada, por la propia variación de
la edad y por los procesos osteodegenerativos. En muchos casos en zonas donde la región
anatómica se veía alterada por fractura traumática o por alteraciones patológicas muy
marcadas, es únicamente en estos casos, cuando no se ha efectuado una determinada medida.
44
Tabla nº2: Relación de las variables craneales y mandibulares utilizadas en este trabajo.
Alar(al).
El punto más lateral localizado en el margen anterior de la abertura nasal. Este punto
debe marcarse en ambos lados, derecho e izquierdo, de la abertura nasal.(Figura nº1)
R. Martin (1928 y 1957).
Alveolar (alv).
Es un punto del paladar donde el plano medio sagital corta una línea imaginaria,
trazada tangente a los bordes posteriores de la apófisis alveolar del maxilar. Cuando la línea
tangente a los bordes posteriores de la apófisis alveolar del maxilar resulta posterior al borde
medial posterior del palatino, en este caso el punto se considera en dicha línea, en el plano
medio sagital, a la altura de la proyección teórica del paladar.(Figura nº 2).
R. Martín (1928 y 1957).
Auricular(au).
Basion (ba).
Es un punto del borde anterior del agujero occipital (foramen magnun), en la línea
media, en la posición señalada por el vértice de la superficie triangular en la base de cada
cóndilo, es decir, la posición media desde las crestas que bordean esta área.
Martín distingue dos localizaciones:
46
Bregma (b).
Dacrion (dk).
Ectoconquio (ek).
Ectomolar(ecm).
Es el punto más lateral en la superficie lateral de la cresta alveolar. Este punto está
generalmente localizado en el margen alveolar del segundo molar maxilar.(Figura nº:2 ).
R. Martín (1928 y 1957).
47
Eurio (eu).
Es el punto más lateralmente localizado en los lados del neurocráneo. Siempre caen
sobre uno de los parietales o sobre la parte superior del temporal.(Figura nº:2 ).
R. Martin (1928 y 1957).
Glabela (g).
Gnation (gn).
Es el punto más bajo del margen inferior del cuerpo mandibular en el plano medio
sagital. Con frecuencia el gnation no es el punto más inferior de la mandíbula, que suele
estar situado lateralmente al mismo.(Figura nº: 3).
(Martin, 1957).
Gonion (go).
Es el punto de unión del borde inferior del cuerpo de la mandíbula con el borde
posterior de la rama mandibular, es decir, el punto más bajo, más posterior y más externo del
ángulo mandibular.
Para la determinación de la anchura bigoniaca se debe emplear el punto más lateral
del ángulo.(Figura nº:3 )
(Martin, 1957).
Infradental (id).
Lambda (la).
Maxilofrontal (mf).
Nasion (n).
Nasoespinal (ns).
Martín lo define como la proyección sobre el plano medio sagital del punto más
inferior del borde de la apertura piriforme.
Según Del Rio Muñoz, (2000), lo sitúa en el punto donde la sutura intermaxilar, que
asimilamos al plano medio sagital, corta una línea teórica trazada entre el punto más bajo del
borde de la escotadura nasal del maxilar de cada lado. No debe tomarse la medida en el
extremo de la espina nasal anterior. Si la espina nasal anterior esta muy desarrollada el punto
se situa en la misma línea imaginaria, si esta inclinada hacia delante y hacia abajo el punto se
localiza en el margen superior.(Figura nº: 3).
R. Martín (1928 y 1957).
Opistion (os).
El punto del margen inferior del borde posterior del agujero occipital en la línea
media.
Para Martin es el lugar donde el plano medio sagital intercepta el borde posterior del
agujero occipital frente al basión.
49
Para del Rio Muñoz es el punto más anterior del borde posterior del agujero occipital
en el plano medio sagital.(Figura nº: 2).
R. Martin (1928 y 1957).
Opistocraneo (op).
Definido como el punto más saliente de la parte posterior del cráneo, localizado en el
plano medio sagital. Casi siempre cae sobre la escama superior del hueso occipital, y sólo,
ocasionalmente, sobre la protuberancia occipital externa. Localizándose arbitrariamente en el
medio del segmento esférico.(Figura nº: 3).
R. Martín (1928 y 1957).
Prostion (pr).
Zigion (zy).
presentación9
os
eu
ba
· zy
alv
zm o
presentación9
51
la
op
III.-IV-2.b.-1.Variables craneales:
Anchura máxima del cráneo perpendicular al plano medio sagital donde quiera
que esté localizado, por encima de la línea temporal, que une la extremidad posterior de la
52
apófisis cigomática y la línea temporal inferior del parietal, y de la parte más posterior e
inferior de esta última, es superior al área de las raíces posteriores de los arcos zigomáticos y
a la apófisis mastoide. (Figura nº:5 ).
Instrumento: compás de espesor.
(Martin 1957; Arturo del Rio, P 2000).
3.Anchura bizigomática.(V3).
La anchura máxima entre los arcos cigomáticos, donde quiera que se encuentre,
perpendicular al plano medio sagital.(Arturo del Rio, P 2000).
En ocasiones un arco cigomático suele aparecer roto, se realizará una lectura
aproximada proyectando imaginariamente la trayectoria del arco ausente, después se tomará
una medida desde la línea media hasta el arco presente y se doblará, si ambas coinciden
puede darse por válida la medida. En nuestro caso cuando esto sucedía, no hemos tomado la
medida. (Figura nº: 5).
Instrumento: calibre y compás de espesor.
( Martín 1957).
4.Altura basion-bregma.(V4).
6.Longitud basion-prostion.(V6).
7.Anchura máxilo-alveolar.(V7).
8.Longitud máxilo-alveolar.(V8).
9.Anchura biauricular.(V9).
La menor anchura exterior obtenida entre las raíces de las apófisis cigomáticas,
donde quiera que se encuentre. (Figura nº: 6).
Instrumento: calibre.
(Martín 1957).
13.Altura nasal.(V13).
14.Anchura nasal.(V14).
15.Anchura orbital.(V15).
16.Altura orbital.(V16).
Longitud de una línea teórica trazada entre el borde superior e inferior de la órbita,
perpendicular a su anchura, a la que bisecciona. (Figura nº: 8).
Instrumento: calibre
(Martín 1957).
18.Anchura interorbital.(V18).
20.Cuerda parietal.(V20).
Instrumento: calibre
(Martín 1957).
21.Cuerda occipital.(V21).
24.Longitud mastoide.(V24).
v
g
v
v
op
presentación9
vpresentación9
57
v
v
presentación9
v
presentación9
58
v17
v18
v16
v15
presentación9
v v
presentación9
59
v24
presentación9
III.-IV-2.b.-2.Variables mandibulares:
25.Altura mentoniana.(V25).
28.Anchura bigoniaca.(V28).
Es la distancia entre ambos gonion siendo estos los puntos más externos de los
ángulos mandibulares. (Figura nº: 11).
Instrumento: calibre
(Martín 1957).
29.Anchura bicondílea.(V29).
La distancia entre ambos condilion; en su fracción más externa. (Figura nº: 11).
Instrumento: calibre
(Martín 1957).
34.Ángulo mandibular.(V34).
v
vpresentación9
v v
v
presentación9
62
III.IV.2.C.- Índices.
Fue Retzmus en 1843, quien ideó este índice para expresar en cifras los cráneos que
eran largos y estrechos.
(Anchura máxima X 100) / longitud máxima
I5.índice orbitário
(Altura orbital X 100) / anchura orbital
Tomamos la clasificación descrita por Martín, 1957:
I6.índice nasal
(Anchura nasal X 100) / Altura nasal
Tomamos la clasificación descrita por Martín, 1957:
Leptorrino X – 46,9
Mesorrino 47 –50,9
Camerrino 51– 57,9
Hipercamerrino 58 - X
Dolicuránico X – 109,9
Mesuránico 110 –
114,9
Braquiuránico 115– X
III.V.-Caracteres cualitativos.
III.V.1.-Determinación de la edad.
Suturas craneales
.I.Sutura Coronal. La
Dividimos en C1, C2, C3
.II.Sutura sagital. La
Dividimos en S1, S2, S3,
y S4.
.III.Sutura Lambdoidea.
La dividimos en L1,L2 y
L3.
.IV.Sutura témporo-
-parietal. La dividimos
En T1,T2 y T3.
Figura nº14: En ella se expresan los diferentes puntos que se han observado para la
determinación del cierre de las suturas ectocraneales. Meindl y Lovejoy en 1985.
presentación9
Cada sutura fue dividida en 20 zonas. A cada fase de cierre se le asignaba un valor del 0 al
20. Donde:
Valor 0: la sutura aparecía completamente abierta.
Valor 1: en la sutura aparece algo de cierre, de forma aislada y puntual.
Valor 2: se aprecian dos puntos de cierre en la sutura craneal.
Valor 3: aparecen tres puntos en los cuales se observa un cierre de las suturas que ya empieza
a ser significativo.
Valor 4 al Valor 20: la obliteración es completa. La zona esta completamente fusionada. En
función de los puntos que aparecen fusionados en cada una de las suturas, estos se suman y se
analiza la sinostosis de cada región.
68
Tabla nº5: Intervalos de determinación de la edad por el cierre de las suturas craneales
(Meindl y Lovejoy en 1985).
Z33 ← 0 → Z40
Z34 ← 1-2 → Z41
Z35 ← 3-6 → Z42
Z36 ← 7-11 → Z43
Z37 ← 12-15 → Z44
Z38 ← 16-18 → Z45
Z39 ← 19-20 → Z46
•El tamaño del cráneo y la capacidad de su cavidad son menores en la mujer que en el varón.
•La frente está inclinada hacia atrás en el varón, siendo más recta y continuando hacia los
huesos nasales de forma más suave en la mujer.
•La articulación fronto-nasal es angulosa en el varón y curva en la mujer.
•Los arcos superciliares son más agudos en la mujer, y los rebordes más cortantes.
•Las apófisis mastoides son más pequeñas en la mujer.
•La protuberancia occipital externa está más desarrollada en el varón.
•La raíz posterior de la apófisis piramidal en el varón forma un reborde bien definido,
extendiéndose algo más allá del conducto auditivo externo.
•La mandíbula es más robusta en el varón, estando las regiones goniales más desarrolladas
(Simonin, 1973; Brothwell, 1987).
•La rama ascendente es más ancha y prolongada en el varón, con una apófisis coronoides
mejor desarrollada.
•El maxilar inferior en el varón es más grueso, con crestas de inserción muscular acentuadas.
•Cuando la mandíbula es menos pesada, los dientes de menor tamaño y más altos podemos
estar hablando de características femeninas.
•Las apófisis geni están más desarrolladas en el varón.
Durante las dos últimas décadas ha sido constante el flujo de trabajos en los que se
han contemplado, desde diversos puntos de vista, los llamados caracteres no métricos o
descriptivos del cráneo.
Para algunos autores este tipo de análisis “de visu” efectuado por el experto, no
dejaba de ser conceptuado demasiado subjetivo. Para otros, estas variantes morfológicas son
consideradas como el instrumento ideal en el cálculo de la distancia biológica entre
poblaciones, con la ventaja respecto a los caracteres métricos tradicionales, que no depende
de factores como el sexo y la edad (Gibbon, 1984). Lo más atrayente de esta suposición
radica en el hecho de que se posibilita el estudio de rasgos discretos sin tener que determinar
primero el sexo y así, los restos esqueléticos de individuos entremezclados, en los cuales el
sexo no puede determinarse sé efectúen trabajos sobre el cálculo de la distancia, basándose
en algunos caracteres descriptivos. Además, la ausencia de diferencias sexuales permite una
muestra mucho mayor al comparar poblaciones. Efectivamente como nos afirma Gil Martin y
Antonio Brandi 1987, la ausencia de diferencias sexuales en las frecuencias de aparición de
los rasgos no métricos es una suposición subyacente a la utilización de estos rasgos para el
cálculo de medidas de divergencia entre poblaciones humanas.
La bibliografía nos aporta trabajos relacionados con la variabilidad intrapoblacional
de los caracteres no métricos del cráneo, haciendo especial referencia al dimorfismo sexual y
a la asimetría existente a escala individual, (Peyre, 1979; Berry, 1975; Vecchi, 1968, Cossedu
1979).
Berry et al 1967 estudiaron la ausencia de diferencias sexuales en las frecuencias de
los rasgos no métricos en el hombre. Para ello agruparon todas las muestras que estaban
analizando en dos grupos masculino y femenino, y calcularon la distancia θ 2 (la MMD)
entre los sexos. Berry concluyo en la falta de existencia de diferencias significativas, hecho
70
que siguió afirmándose en estudios posteriores. Más tarde Jantz, 1970, Finengan, 1972;
Corruccini, 1974; Zegura 1975 y Cesnys 1982, encontraron diferencias significativas. En
estos trabajos se sugerían soluciones para contrarrestar el problema del dimorfismo sexual en
los análisis de poblaciones basados en rasgos no métricos (excluir los rasgos dimórficos y
unir los sexos para las restantes variantes -Jantz 1970; tomar si es posible igual número de
individuos de cada sexo para cada muestra,- Finnengan 1972; separar los sexos en los
estudios poblacionales, igual que se hace con los análisis métricos, -Corruccini, 1974; hacer
un sumatorio de ambos sexos para todas los rasgos que no muestren dimorfismo sexual y
utilizarlas las muestras masculinas y femenina por separado para aquellas variantes que si
presentan dimorfismo sexual,- Gaherty, 1974, pero estas determinaciones, salvo la sugerida
por Corruccini 1974, presentaban inconvenientes tanto desde el punto de vista biológico
como desde el punto de vista metodológico.
Por supuesto, también hubo estudios (Berry, 1975; Ossenberg, 1976; Perozonius,
1979b; Cosseddu et al, 1979) en los que, a pesar de encontrar diferencias sexuales
significativas en las frecuencias de ciertos rasgos, se concluía que estas diferencias no
invalidaban la suposición de Berry y Berry 1967. Asi, Ossenberg 1976 concluía que, aunque
existen diferencias entre los dos sexos para la frecuencia de ciertos rasgos, el error que se
introduce por utilizar las submuestras masculinas y femeninas por separado, puede ser más
grande que la distorsión debida al componente sexo en las muestras conjuntas, por lo que se
podían utilizar las frecuencias de varones y mujeres conjuntamente sin modificarse mucho las
medidas de divergencia por un posible componente sexual. Del mismo modo, Perizonius
1979b, afirmaba, que ha pesar de la diferencia sexual encontrada, no era lo suficientemente
significativa como para llegar a la conclusión de que futuros estudios de rasgos discretos, los
sexos deban de estudiarse por separado, como pensaba Corruccini.
Como se puede comprobar, los resultados de los análisis sobre la veracidad o no de la
ausencia de diferencias sexuales en las frecuencias de los rasgos discretos y la posibilidad de
juntar las frecuencias de ambos sexos masculino y femenino en los estudios poblacionales,
son muy contradictorios.
La existencia de caracteres epigenéticos desde que sé empezó a utilizar en los estudios
sobre diversidad poblacional, sigue siendo hoy en día, un tema en discusión por muchos
autores, ya que encierra muchos interrogantes sobre su origen morfológico. No estando claro
si dicho origen es enteramente genético, ambiental o genético modificado por factores
externos como el ambiental. Es cierto el hecho de que algunas de estas características
presentan frecuencias muy diferentes en las poblaciones humanas y entre sexos, de aquí que
haya sido utilizado para establecer distancias biológicas entre grupos (Brothwell, 1987).
La ausencia de diferencias sexuales en las frecuencias de aparición de los rasgos no
métricos es una de las suposiciones subyacentes a la utilización de estos rasgos para el
cálculo de medidas de diferencia entre poblaciones humanas. Efectivamente Searle 1954.
demostró que, en el ratón, no existían diferencias entre sexos para las frecuencias de la
mayoría de los caracteres no métricos. Lo más atrayente de esta suposición radica en el hecho
de que se posibilita el estudio de los rasgos discretos sin tener que determinar primero el sexo
y, así, los restos esqueléticos de individuos entremezclados, en los cuales el sexo no se puede
determinar, también se pueden incluir en los estudios poblacionales basados en la variación
epigenética. Además, la ausencia de diferencias sexuales en la aparición de las variantes
permitiría juntar los dos sexos obteniéndose, de este modo, una muestra mucho mayor que si
una determinada población se comparase con otra utilizando rasgos métricos.
Se registraron los caracteres no métricos correspondientes al cráneo (Figuras cuyos
números son: 5,6,7,89,10,11,12,13,14), siguiendo la metodología de G.Hauser and G.F.De
Stefano 1989 y Finnegan 1978. Los códigos del carácter analizado fueron: 0 = ausencia; 1=
71
presente una sola vez en la zona observable ; 2= presente dos veces en la zona observable y
3= presente tres veces en la zona observable. Se han escogido 31 variables no métricas.
Fotografía nº 5:
Agujero mastoideo.(8B)
Fotografía nº6:
Fotografía nº7:
Fotografia nº8:
Canal hipogloso.(9B).
74
Fiotografía nº9:
Agujero parietal.-(13B).
Fotografía nº10:
presentación9
75
Fotografía nº11:
Sutura metópica.(26B).
Fotografía nº12:
Sutura supranasal.(29B).
76
Fotografía nº13:
Fotografía nº14:
León
Burgos
Barcelona
Tarragona
Menorca
Mallorca
Jaén
. Granada Meseta Norte
IV.-Resultados.............................................
83
IV.Resultados
Cantabria P. Vasco
Asturias La Rioja
Galicia
Castilla León
Cataluña
Aragón
Madrid
Extremadura Castilla la Mancha Comunidad
Valenciana
Murcia
Andalucía
Tabla nº7: Distribución de la muestra por poblaciones y sexo. El diagnóstico del sexo se
estableció en función del criterio establecido en material y métodos.
Frecuencias Porcentajes
SEXO POBL Frecuencias Porcentajes acumuladas acumulados
Porcentajes Frecuencias
EDAD Frecuencias Acumulados Acumuladas
Porcentajes
Grupos de
edad <30 30-39 40-50 >50 Total
dudoso 0 0 2 1 3 Frecuencia
0 0 0,31 0,16 0,47 Porcentaje
0 0 66,67 33,33 Porcentaje por fila
0 0 0,79 0,99 Porcentaje por
columna
Grupos de
edad <30 30-39 40-50 >50 Total
varon 45 111 162 55 373 Frecuencia
7 17,26 25,19 8,55 58,01 Porcentaje
12,06 29,76 43,43 14,75 Porcentaje por fila
40,91 61,67 64,29 54,46 Porcentaje por
columna
IV.4.1.-Análisis general.
Tabla nº11: . Caracterización métrica en la serie masculina. En ella se expresan los valores
máximos, mínimos, desviación estandar y la varianza.
Tabla nº12: Caracterización métrica en la serie femenina. En ella se expresan los valores
máximos, mínimos, desviación estandar y la varianza.
V33 0 , , , , ,
V34 0 , , , , ,
i1 17 71,82 78,16 74,61 2,16 4,67
i2 17 68,36 76,70 73,58 2,47 6,09
i3 17 90,30 105,22 98,67 3,66 13,38
i4 2 48,48 55,83 52,16 5,20 27,00
i5 14 83,87 107,58 96,98 7,90 62,43
i6 15 28,00 51,02 39,02 6,36 40,44
i7 2 120,00 126,20 123,10 4,38 19,23
i8 15 62,50 87,18 75,75 7,20 51,88
i9 0 , , , , ,
i10 0 , , , , ,
V25 0 , , , , ,
V26 0 , , , , ,
V27 0 , , , , ,
V28 0 , , , , ,
V29 0 , , , , ,
V30 0 , , , , ,
V31 0 , , , , ,
V32 0 , , , , ,
V33 0 , , , , ,
V34 0 , , , , ,
i1 2 71,58 75,58 73,58 2,83 8,01
i2 2 69,47 70,35 69,91 0,62 0,38
i3 2 93,08 97,06 95,07 2,82 7,93
i4 1 52,36 52,36 52,36 , ,
i5 2 93,55 104,48 99,01 7,73 59,72
i6 2 33,33 40,18 36,76 4,84 23,43
i7 1 145,45 145,45 145,45 , ,
i8 2 74,63 75,00 74,81 0,26 0,07
i9 0 , , , , ,
i10 0 , , , , ,
En las siguientes tablas se expresan los resultados obtenidos del estudio estadístico de
todas las variables empledas en cada sexo. En ella se observan los valores máximo, mínimo,
desviación estándar y la varianza.
Tabla nº28: Caracterización métrica perteneciente a la población del archivo judicial (LAF-
1990)). En ella se expresan valores máximos, mínimos, medias, desviación estándar y
varianza de cada una de las variables observadas. Para varones.
Tabla nº29: Caracterización métrica perteneciente a la población del archivo judicial (LAF-
1990)). En ella se expresan valores máximos, mínimos, medias, desviación estándar y
varianza de cada una de las variables observadas. Para mujeres.
V11 0 , , , , ,
V12 3 91,00 93,00 92,00 1,00 1,00
V13 3 50,00 51,00 50,50 0,50 0,25
V14 3 19,00 19,50 19,17 0,29 0,08
V15 3 29,00 33,00 30,67 2,08 4,33
V16 3 26,00 33,00 30,33 3,79 14,33
V17 3 87,00 91,00 89,33 2,08 4,33
V18 3 22,00 22,50 22,17 0,29 0,08
V19 3 110,00 113,00 111,67 1,53 2,33
V20 3 118,00 120,00 119,00 1,00 1,00
V21 3 92,00 92,00 92,00 0,00 0,00
V22 3 32,00 35,00 33,33 1,53 2,33
V23 3 24,00 26,00 25,00 1,00 1,00
V24 3 31,00 32,00 31,67 0,58 0,33
V25 0 , , , , ,
V26 0 , , , , ,
V27 0 , , , , ,
V28 0 , , , , ,
V29 0 , , , , ,
V30 0 , , , , ,
V31 0 , , , , ,
V32 0 , , , , ,
V33 0 , , , , ,
V34 0 , , , , ,
i1 3 72,78 74,18 73,61 0,74 0,55
i2 3 72,22 73,89 72,88 0,89 0,79
i3 3 97,74 101,53 99,02 2,17 4,73
i4 1 52,85 52,85 52,85 , ,
i5 3 89,66 106,67 98,77 8,57 73,48
i6 3 37,62 38,24 37,95 0,31 0,10
i7 2 128,26 128,89 128,57 0,44 0,20
i8 3 72,73 78,13 75,05 2,78 7,72
V11 0 , , , , ,
V12 2 90,00 92,00 91,00 1,41 2,00
V13 2 51,00 58,00 54,50 4,95 24,50
V14 2 18,00 20,00 19,00 1,41 2,00
V15 1 32,00 32,00 32,00 , ,
V16 2 30,00 31,00 30,50 0,71 0,50
V17 2 87,00 91,00 89,00 2,83 8,00
V18 1 22,00 22,00 22,00 , ,
V19 1 107,00 107,00 107,00 , ,
V20 2 105,00 113,00 109,00 5,66 32,00
V21 2 93,00 96,00 94,50 2,12 4,50
V22 2 32,00 34,00 33,00 1,41 2,00
V23 2 22,50 23,50 23,00 0,71 0,50
V24 2 28,00 28,00 28,00 0,00 0,00
V25 0 , , , , ,
V26 0 , , , , ,
V27 0 , , , , ,
V28 0 , , , , ,
V29 0 , , , , ,
V30 0 , , , , ,
V31 0 , , , , ,
V32 0 , , , , ,
V33 0 , , , , ,
V34 0 , , , , ,
i1 2 73,30 81,87 77,58 6,06 36,77
i2 2 67,05 71,35 69,20 3,04 9,24
i3 2 87,14 91,47 89,31 3,06 9,37
i4 1 58,18 58,18 58,18 , ,
i5 1 93,75 93,75 93,75 , ,
i6 2 31,03 39,22 35,13 5,78 33,47
i7 0 , , , , ,
i8 2 66,18 73,44 69,81 5,13 26,36
Variabl
e N Mínimo Máximo Media Std Dev Varianza
CC 8 1198,67 1552,16 1329,98 134,15 17997,00
V1 9 161,00 184,00 173,22 7,01 49,19
V2 8 122,00 137,00 129,38 5,13 26,27
V3 6 116,00 125,00 119,17 3,31 10,97
V4 8 120,00 134,00 126,75 4,77 22,79
V5 8 89,00 98,00 93,25 3,01 9,07
V6 4 84,00 87,00 86,00 1,41 2,00
V7 4 55,00 59,00 56,25 1,89 3,58
V8 3 35,00 42,00 39,67 4,04 16,33
V9 9 105,00 116,00 112,22 3,90 15,19
V10 7 52,50 70,00 63,36 6,14 37,73
121
V8 0 , , ,
V9 1 116,5 116,5 116,5
V10 0 , , ,
V11 1 90 90 90
V12 1 92 92 92
V13 1 56 56 56
V14 1 22,5 22,5 22,5
V15 1 33,5 33,5 33,5
V16 1 35 35 35
V17 1 90,5 90,5 90,5
V18 1 22,5 22,5 22,5
V19 1 105 105 105
V20 1 106,5 106,5 106,5
V21 1 91 91 91
V22 1 40 40 40
V23 1 30 30 30
V24 1 34 34 34
V25 0 , , ,
V26 0 , , ,
V27 0 , , ,
V28 0 , , ,
V29 0 , , ,
V30 0 , , ,
V31 0 , , ,
V32 0 , , ,
V33 0 , , ,
V34 0 , , ,
i1 1 75,5813953 75,5813953 75,5813953
i2 1 70,3488372 70,3488372 70,3488372
i3 1 93,0769231 93,0769231 93,0769231
i4 0 , , ,
i5 1 104,4776119 104,4776119 104,4776119
i6 1 40,1785714 40,1785714 40,1785714
i7 0 , , ,
i8 1 75 75 75
V8 0 , , , , ,
V9 3 117,50 128,00 123,17 5,30 28,08
V10 1 66,00 66,00 66,00 , ,
V11 1 94,00 94,00 94,00 , ,
V12 3 96,00 105,00 99,33 4,93 24,33
V13 1 54,00 54,00 54,00 , ,
V14 3 20,00 25,00 21,67 2,89 8,33
V15 3 31,00 34,50 32,83 1,76 3,08
V16 3 28,50 32,00 30,17 1,76 3,08
V17 3 94,00 101,00 96,67 3,79 14,33
V18 3 23,00 26,50 25,00 1,80 3,25
V19 3 107,00 116,00 111,33 4,51 20,33
V20 3 102,00 122,00 112,33 10,02 100,33
V21 3 89,00 100,00 96,33 6,35 40,33
V22 1 38,00 38,00 38,00 , ,
V23 1 23,00 23,00 23,00 , ,
V24 3 34,00 37,00 35,00 1,73 3,00
V25 2 32,00 34,00 33,00 1,41 2,00
V26 2 27,00 38,00 32,50 7,78 60,50
V27 1 14,50 14,50 14,50 , ,
V28 2 93,00 103,00 98,00 7,07 50,00
V29 2 116,00 121,00 118,50 3,54 12,50
V30 2 30,00 33,50 31,75 2,47 6,13
V31 2 47,00 51,00 49,00 2,83 8,00
V32 2 66,00 70,00 68,00 2,83 8,00
V33 2 74,00 76,00 75,00 1,41 2,00
V34 2 128,00 140,50 134,25 8,84 78,13
i1 3 70,00 73,26 71,24 1,76 3,11
i2 2 69,95 73,26 71,61 2,34 5,49
i3 2 99,26 100,00 99,63 0,52 0,27
i4 1 50,77 50,77 50,77 , ,
i5 3 86,36 96,77 91,96 5,25 27,56
i6 1 37,04 37,04 37,04 , ,
i7 0 , , , , ,
i8 1 60,53 60,53 60,53 , ,
i9 2 62,81 63,79 63,30 0,70 0,48
i10 2 61,84 68,92 65,38 5,00 25,04
V7 0 , , , , ,
V8 5 39,50 46,50 42,80 3,53 12,45
V9 9 111,00 125,00 119,44 5,22 27,22
V10 5 64,00 75,00 68,60 5,86 34,30
V11 1 96,00 96,00 96,00 , ,
V12 9 88,00 102,00 97,11 4,10 16,80
V13 5 50,00 61,00 56,60 4,62 21,30
V14 7 16,00 21,50 18,86 2,44 5,98
V15 9 30,00 34,00 32,44 1,10 1,22
V16 9 25,00 34,00 30,78 3,15 9,94
V17 9 86,00 95,00 93,89 2,98 8,86
V18 9 23,00 27,00 25,11 1,60 2,55
V19 9 104,00 120,00 112,89 6,41 41,11
V20 7 105,00 125,00 110,14 7,38 54,48
V21 7 93,00 100,00 96,29 2,63 6,90
V22 7 34,00 37,00 35,86 1,18 1,39
V23 9 23,00 29,00 26,11 2,42 5,86
V24 7 28,00 32,00 29,57 1,72 2,95
V25 0 , , , , ,
V26 0 , , , , ,
V27 0 , , , , ,
V28 0 , , , , ,
V29 0 , , , , ,
V30 0 , , , , ,
V31 0 , , , , ,
V32 0 , , , , ,
V33 0 , , , , ,
V34 0 , , , , ,
i1 7 67,89 78,82 74,03 4,55 20,69
i2 7 64,74 73,68 69,32 3,81 14,49
i3 7 85,21 108,53 93,92 7,65 58,45
i4 2 51,20 51,20 51,20 0,00 0,00
i5 9 78,79 103,13 94,80 8,53 72,73
i6 3 29,09 40,00 34,94 5,50 30,21
i7 0 , , , , ,
i8 7 65,71 78,38 71,26 5,81 33,72
V11 0 , , , , ,
V12 6 89,00 99,00 91,92 3,64 13,24
V13 2 54,00 57,00 55,50 2,12 4,50
V14 4 15,00 20,50 18,38 2,50 6,23
V15 4 27,00 31,00 29,25 2,06 4,25
V16 4 28,00 32,00 30,13 1,65 2,73
V17 5 85,00 96,00 89,40 4,04 16,30
V18 5 20,00 28,00 22,80 3,11 9,70
V19 4 106,00 111,00 108,00 2,16 4,67
V20 6 102,00 112,00 108,33 3,88 15,07
V21 5 82,50 101,00 93,50 7,48 56,00
V22 4 35,00 38,00 36,00 1,41 2,00
V23 4 25,00 29,00 26,38 1,80 3,23
V24 5 26,00 31,00 27,80 2,17 4,70
V25 0 , , , , ,
V26 0 , , , , ,
V27 0 , , , , ,
V28 0 , , , , ,
V29 0 , , , , ,
V30 0 , , , , ,
V31 0 , , , , ,
V32 0 , , , , ,
V33 0 , , , , ,
V34 0 , , , , ,
i1 6 66,67 73,53 70,75 2,59 6,70
i2 5 67,78 74,71 70,42 2,62 6,89
i3 5 96,77 101,67 100,17 2,02 4,06
i4 1 57,96 57,96 57,96 , ,
i5 4 96,77 118,52 103,42 10,15 103,05
i6 2 27,78 31,58 29,68 2,69 7,22
i7 0 , , , , ,
i8 4 67,11 82,86 73,42 6,96 48,50
Tabla nº64: Caracterización métrica perteneciente a la población del pueblo de Santa Maria
de Agreda (Soria-Comunidad Autónoma de Castilla León). En ella se expresan valores
máximos, mínimos, medias, desviación estándar y varianza de cada una de las variables
observadas. Para varones.
Tabla nº65: Caracterización métrica perteneciente a la población del pueblo de Santa Maria
de Agreda (Soria-Comunidad Autónoma de Castilla León). En ella se expresan valores
máximos, mínimos, medias, desviación estándar y varianza de cada una de las variables
observadas. Para mujeres.
V10 0 , , , , ,
V11 2 91,00 92,00 91,50 0,71 0,50
V12 3 94,00 95,00 94,50 0,50 0,25
V13 3 49,50 53,00 50,93 1,83 3,36
V14 3 19,00 22,50 20,83 1,76 3,08
V15 2 32,00 33,00 32,50 0,71 0,50
V16 3 29,00 32,00 30,33 1,53 2,33
V17 3 92,00 96,00 94,33 2,08 4,33
V18 2 23,00 24,00 23,50 0,71 0,50
V19 3 105,00 110,00 108,00 2,65 7,00
V20 3 102,00 110,00 106,67 4,16 17,33
V21 3 85,00 110,00 97,67 12,50 156,33
V22 3 33,00 37,00 35,00 2,00 4,00
V23 3 26,00 30,00 27,67 2,08 4,33
V24 2 34,00 35,00 34,50 0,71 0,50
V25 2 28,00 29,00 28,50 0,71 0,50
V26 0 , , , , ,
V27 2 14,00 14,00 14,00 0,00 0,00
V28 2 91,00 92,00 91,50 0,71 0,50
V29 2 114,00 114,50 114,25 0,35 0,13
V30 2 33,00 34,00 33,50 0,71 0,50
V31 2 44,50 45,00 44,75 0,35 0,13
V32 2 57,00 58,00 57,50 0,71 0,50
V33 2 86,00 87,00 86,50 0,71 0,50
V34 2 125,00 125,00 125,00 0,00 0,00
i1 3 74,86 78,31 76,48 1,73 3,01
i2 3 71,04 75,90 73,09 2,52 6,36
i3 3 94,81 96,92 95,54 1,20 1,43
i4 0 , , , , ,
i5 2 93,75 96,97 95,36 2,28 5,18
i6 3 35,85 45,45 41,02 4,84 23,47
i7 0 , , , , ,
i8 3 77,14 81,08 79,00 1,98 3,91
i9 2 75,11 76,32 75,71 0,85 0,73
i10 2 51,72 51,74 51,73 0,01 0,00
IV.4.3.INDICES.
% %
Hipereureno X – 44,9 ..... ......
Eureno 45 –49,9 20,8% 5,55%
Meseno 50– 54,9 75% 58,82%
Lepteno 55 –59,9 4,16% 41,17%
Hiperlepteno 60 - X ....... 5,88%
155
_Variable DIMORFISMO
V1 4,26%
V2 4,31%
V3 6,45%
V4 5,20%
V5 4,06%
V6 4,09%
V7 5,65%
V8 3,66%
V9 5,26%
V10 4,85%
V11 3,60%
V12 3.60_%
V13 4,91%
V14 5,54%
V15 3,35%
V16 1,29%
V17 4,32%
V18 6,08%
V19 3,98%
V20 3,56%
V21 2,93%
V22 3,93%
V23 3,19%
V24 12,00%
V25 12,00%
V26 12,00%
V27 7,00%
V28 9,07%
V29 5,86%
V30 3,37%
V31 2,18%
V32 8,41%
V33 -0.46%
V34 1,14
158
IV.V.-Análisis Multivariante:
Aragón.serie 1 ♦♦♦
V18(Anchura Restantes
interorbital) poblaciones
Aguilar de Campoó ♦♦
Aragón serie 1 ♦♦
CC (Capacidad craneal):
Las mayores diferencias estadísticas se observan entre las poblaciones de Valencia,
Segovia y “Andalucía serie 1”con el resto de las comarcas. La Comunidad Autónoma de
Aragón serie 2 muy parecida a Tiermes(Burgos) y al país Vasco. Madrid parecida a Asturias,
Soria y Toledo pero con diferencias estadísticamente significativas con Cataluña y Murcia.
Variables craneales:
población vasca. Hay diferencias estadísticamente claras entre Beas de Segura con Soria y
Ciudad Real.
V20(Cuerda parietal).
Existen diferencias estadísticamente significativas entre Beas de Segura y el resto de
las comarcas estudiadas. Los vascos serían muy parecidos a Toledo y “X”.
V21(Cuerda occipital).
La comarca Beas de Segura es la que mayor media manifiesta con diferencias
estadísticas con el resto de las poblaciones analizadas.
La población vasca se acerca a Soria y Cataluña.
V22(Longitud del foramen mágnum).
No existen diferencias estadísticas, aunque la población que mayor longitud aporta es
la vasca pero muy parecida a Laf y León.
V23(Anchura del foramen mágnum).
No existen diferencias estadísticamente significativas en la muestra analizada.
V24(Longitud mastoide).
Se observan diferencias estadísticamente significativas entre Beas de Segura y
Murcia. El resto de las poblaciones son muy parecidas. La población vasca se acerca algo a
Beas de Segura pero no presenta diferencias con las demás poblaciones.
Variables mandibulares:
IV-V.1.b.-Serie masculina:
Tabla nº93: Sólo se expresan a aquellas poblaciones que presentan diferencias
estadísticamente significativas para cada una de las variables estudiadas.
Grado de significación estadística entre las poblaciones: ♦♦♦:Diferencias muy significativas
♦♦: Diferencias significativas
♦: Algo de diferencias entre las
series
Huesca ♦♦ ♦♦ ♦♦
Cataluña ♦♦ ♦♦ ♦♦
“X” ♦♦ ♦♦ ♦♦
V18(Anchura Restos de
interorbital) las
poblaciones
Aguilar de Campoó ♦♦
Aragón serie1 ♦♦
León ♦ ♦
Aragón serie1 ♦ ♦
Para la Capacidad craneal (CC) existen diferencias estadísticamente significativas
entre Guadalajara cuya variable aparece con mayor volumen craneal que el resto, con
Cataluña que es la menor, siendo esta parecida a Cuenca y a Murcia.
•Variables mandibulares:
IV-V.1.c.-Serie femenina:
Tabla nº93: Sólo se expresan a aquellas poblaciones que presentan diferencias
estadísticamente significativas para cada una de las variables estudiadas.
Grado de significación estadística entre las poblaciones: ♦♦♦:Diferencias muy significativas
♦♦: Diferencias significativas
♦: Algo de diferencias entre las
series
Aragón.serie 1 ♦♦ ♦♦ ♦♦ ♦♦
Tiermes ♦♦ ♦♦ ♦♦ ♦♦
Huesca ♦♦ ♦♦ ♦♦ ♦♦
Badajoz ♦♦ ♦♦
V18(Anchura Restantes
interorbital) poblaciones
Beas de Segura ♦♦
Huesca ♦
Tiermes ♦
León ♦
Para V13 (Altura nasal), León, Murcia, “X”, Tiermes y Santander, las cuales son
las que mayor altura presentan, tienen diferencias estadísticamente significativas con Beas de
Segura y Aljaferia que son las de menor altura. En la comunidad de Aragón serie 1 existen
diferencias entre las localidades que la forman, como ocurre, en la comunidad de Andalucía
serie 1 y en la provincia de Soria.
En V14 (Anchura nasal), Beas de Segura aparecería como la de mayor anchura
junto con Soria y Badajoz y las menores Cuenca y Murcia. En la provincia de Soria, Agreda
presenta diferencias con Soria capital.
V15 (Anchura orbital), Beas de Segura seria parecida a Soria, habiendo
diferencias estadísticamente significativas con Murcia, Cuenca y Santander.
V16 (Altura orbital), Beas de Segura junto con Laf, son las de mayor altura orbital
y expresan diferencias con el resto. Y las de menor altura como son Cuenca y Huesca
también presentan diferencias estadísticamente significativas con el resto de las poblaciones
analizadas.
V17 (Anchura biorbital). Existen diferencias entre Tiermes y Agreda con
Aljaferia, Santander, Soria, Ciudad Real y Cuenca que son las de menor anchura biorbital.
V18 (Anchura interorbital). Aparecen dos grupos donde el primero esta formado
por Beas de Segura (Jaén), Huesca Tiermes y León con una mayor dimensión apreciándose
diferencias con el segundo grupo que es el resto de las poblaciones estudiadas.
V19 (Cuerda frontal), Beas de Segura presenta diferencias estadísticamente significativas con
el resto. Y Cuenca, “X” y Ciudad Real también siendo estas las de menor longitud observada.
En V20 (Cuerda parietal), Existen diferencias entre Beas de Segura, Aljaferia y
toda la comarca de Aragón con el resto, sobre todo con Soria, Agreda, Ciudad Real, Badajoz
y Cuenca que son las menores.
Para V21 (Cuerda occipital), Beas de Segura ofrece mayor longitud que el resto
de las poblaciones, con diferencias estadísticamente significativas con las demás comarcas
estudiadas. Después seria Soria y Agreda apareciendo diferencias con el resto sobre todo con
Laf, Huesca y Cuenca que son las que menor medida presentan.
V22 (Longitud del foramen mágnum).No se aprecian diferencias. Lo mismo
ocurre con V23 (Anchura del foramen mágnum).
En el análisis para V24 (Longitud mastoide), aparecen diferencias entre Agreda y
Huesca con Cuenca y Murcia.
•Variables de la mandibulares:
No teníamos muestra suficiente para realizar un análisis de la varianza en la serie femenina.
I7.Existen diferencias claras entre Beas de Segura que seria la menor Dolicuránica
con el resto de las comarcas que son Braquiuránicas.
I8. No presenta diferencias entre ellas.
anchura máxima del cráneo aparecen diferencias entre los grupos por edad 40-50 y <30. En
la anchura bizigomática todos los individuos con edades menores de 30 años presentan
diferencias estadísticamente significativas con el resto de la población con edades mayores de
30 años. En la Altura basion-bregma aparecen diferencias entre los grupos 30-39 y <30, lo
mismo ocurre con la Longitud de la base del cráneo. En la longitud basion-prostion no
aparecen diferencias entre los cuatro grupos de edad señalados, de la misma manera que no
aparecen diferencias estadísticamente significativas en longitud máxilo-alveolar, altura facial
superior, altura nasal, cuerda occipital, longitud del foramen magnum, anchura del foramen
magnum, altura del cuerpo mandibular, anchura bigoníaca, anchura bicondilea y ángulo
mandibular. En la variable anchura máxilo-alveolar, aparecen diferencias entre >50 con el
resto de los grupos de edad En la anchura frontal mínima observamos diferencias entre los
grupos formados entre 50-50 y <30, En la anchura frontal máxima entre >50 y <30. En la
anchura nasal se puede apreciar mayor variabilidad respecto a la edad, habiendo diferencias
estadísticamente significativas entre todos los grupos de edad. Esto mismo se puede observar
en la variable estudiada anchura orbital, altura orbital, cuerda frontal y cuerda parietal
aunque, en esta última las diferencias entre <30 y los grupos 30-39 y 40-50 son casi
despreciables, En la anchura biorbital, anchura interorbital y en la longitud mastoide, las
diferencias aparecen entre el grupo de menor edad y el resto, Y por último en la variable
altura mentoniana las diferencias estadísticamente significativas son entre los grupos de
menor edad (<30 y 30-39) con el grupo caracterizado de mayor edad >50, no existiendo
diferencias en las edades intermedias. En las siguientes tablas se expresan los resultados
obtenidos por grupos de edad, donde aparecen la media y N (número de individuos
estudiados).
Tabla nº98:
Tabla nº100:
Tabla nº101:
Tabla nº102:
Tabla nº103:
Tabla nº104:
Tabla nº105:
Tabla nº106:
Tabla nº 107:
Tabla nº108:
Tabla nº109:
Tabla nº110:
Tabla nº111:
Tabla nº112:
Tabla nº113:
Tabla nº114:
Variable V34.
Media N Edad
121.000 5 <30
123.889 9 30-39
127.694 18 40-50
124.667 3 >50
Tabla nº115:
Variable I1 Variable I2
Media N Edad Media N Edad
184
Tabla nº116:
Variable I3 Variable I4
Media N Edad Media N Edad
Tabla nº117:
Variable I5 Variable I6
Media N Edad Media N Edad
185
Tabla nº118:
Variable I7 Variable I8
Media N Edad Media N Edad
A 130.715 65 <30 A 73.669 81 <30
Tabla nº119:
Variable I9 Variable I10
Media N Edad Media N Edad
A 130.715 65 <30 A 48.780 1 <30
Tabla nº120: Frecuencias de aparición de los distintos intervalos de cierre de las suturas
craneales de la bóveda craneal izquierda.
Tabla nº121: Frecuencias de aparición de los distintos intervalos de cierre de las suturas
craneales de la región antero-lateral izquierda.
-----------+--------+--------+
Frecuencia Varón | 354 | 21 | 375
Porcentaje | 55.14 | 3.27 | 58.41
Porcentajes por fila | 94.40 | 5.60 |
Porcentaje por columna | 58.22 | 61.76 |
-----------+--------+--------+
Frecuencia Mujer | 254 | 13 | 267
Porcentaje | 39.56 | 2.02 | 41.59
Porcentajes por fila | 95.13 | 4.87 |
Porcentaje por columna | 41.78 | 38.24 |
-----------+--------+--------+
Total 608 34 642
94.70 5.30 100.00
IV.V.5.-Análisis discriminante.
También se han estimado por un lado las funciones que en el método por pasos
correspondían al cráneo de forma global, y por otras áreas que determinaban restos
fragmentarios (Cara, bóveda, maxilar, temporal y occipital).
IV.5.5.a.-Funciones discriminantes:
Para el grupo de variables: V1; V2; V19 y V20. La variable que expresa mayor
discriminación es V1 (Longitud máxima del cráneo), después V2 (anchura máxima del
cráneo); V19(cuerda frontal) y por último V20(cuerda parietal).
A.-Fijamos el sexo:
En el quinto grupo de variables para la edad y sexo en varones, las variables más
discriminantes son V13(Altura nasal) y V25(Altura mentoniana).
El porcentaje de correspondencia para el grupo de edad >50 es del 100%, para <30
es del 66,67% y para el grupo 40-50 del 57,14 % siendo muy bajo en el intervalo de edad 30-
39.
En el noveno grupo de variables para la edad y sexo mujer la variable que más
discrimina es V15(Anchura orbital).
CARA
F7 Varon ⇒-129.19834 + 1.44670 V17 + 0.38210 V18+ 1.65963 V10 +0.00106 V13
F8 Mujer ⇒-114.49335 + 1.35167 V17 + 0.35314 V18+ 1.57988 V10 + 0.0006969 V13
Total . .
Función N Varones Mujeres
F1 30 88% --------
F2 30 ---- 88%
F3 491 89% -------
F4 491 ---- 94%
202
BÓVEDA
Total . .
Función N Varones Mujeres
MAXILAR
Funciones discrimianates del maxilar: El valor mayor de cada una de las funciones
determinara el sexo en cada uno de los individuos.
Función Función Discrimiante
F1 Varon ⇒ -170.79698 + 1.72495 V7 + -0.08499 V8 + 2.60023 V6
F2 Mujer ⇒ -157.76908 + 1.62114 V7 + -0.02189 V8 + 2.49306 V6
Total . .
Función N Varones Mujeres
F1 62 98% --------
F2 52 ---- 88%
203
OCCIPITAL
Funciones discrimianates del occipital: El valor mayor de cada una de las funciones
determinara el sexo en cada uno de los individuos.
Total . .
Función N Varones Mujeres
MANDÍBULA
Total . .
Función N Varones Mujeres
F1 30 88% --------
F2 30 ---- 88,%
F3 268 ---- 100%
F4 268 ----- 100%
F5 268 90%
V17
V18 n
V19
V20 n
V21
V22 n
V23 n n
V24
V25
V26 n n n n
V27 n n n n
V28 n
V29 n n
V30 n n n n n
V31 n n n n n
V32 n n n n
V33 n n
V34 n n n n n
V19 V20 V21 V22 V23 V24 V25 V26 V27 V28 V29 V30 V31 V32 V33 V34
CC
V1
V2
V3
V4 n
V5 n
V6
V7 n n
V8 n n
V9
V10
V11 n n n
V12 n n
V13 n n n n
V14 n n n n
V15 n n n n n
V16 n n
206
V17
V18 n n
V19 n
V20 n n n
V21 n n n n
V22 n n n n
V23 n n n n n n
V24 n n n
V25 n n
V26 n n n n
V27
V28 n n n n
V29 n n n n n n
V30 n n n
V31 n n
V32 n n n
V33 n n n n n
V34 n n n n
Figura nº17: Distribución de las variables más discriminantes por grupos de edad.
208
numeración Martín y Saller 1957). Los valores en negrita indican las diferencias
significativas entre los grupos utilizados en el apartado III.VI.2 de material y método y
nuestra colección.
Tablas nº164: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara los varones de la población Vas (Vascos del apartado
III.VI.2 de material y método).
Sepúlveda Tiermes
Variable Prob>|T| Prob>|T|
--------- --------- ---------
V1 0,003 0,0424
V2 n.s n.s
V3 n.s 0,0001
V4 n.s n.s
V5 n.s n.s
V9 0,0106 0,0001
V10 n.s 0,0074
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0167 0,0001
V14 n.s 0,0001
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0001
V19 n.s n.s
V20 n.s 0,0003
V21 n.s 0,0201
Tablas nº165: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara las Mujeres de la población Vas(Vascos del aparado
III.VI.2 de material y método).
Sepulveda Tiermes
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0318 0,0349
V2 0,0001 0,0001
V3 n.s n.s
216
V4 n.s 0,0132
V5 n.s n.s
V9 n.s 0,0002
V10 0,0001 0,0197
V12 0,0001 0,0001
V13 n.s 0,0005
V14 0,0004 0,0004
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0016
V19 0,0122 n.s
V20 n.s n.s
V21 n.s n.s
Tablas nº166: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las
estudiadas por otros autores. En esta tabla se compara los varones de la población Tar
(Tarragona del apartado III.VI.2 de material y método).
Tablas nº167: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara las mujeres de la población Tar(Tarragona del
apartado III.VI.2 de material y método). Se expresan en negrita los valores donde aparecen
diferencias estadísticamente significativas.
Tablas nº168: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara los varones de la población Can(Cantabria del
apartado III.VI.2 de material y método) .
Sepúlveda Tiermes
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s n.s
218
V2 0,0055 0,0001
V3 n.s 0,0001
V4 n.s n.s
V5 0,0246 0,0286
V9 n.s 0,0001
V10 0,0357 0,0001
V12 0,0001 0,0001
V13 n.s 0,0015
V14 0,0013 0,0001
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0001
V19 n.s n.s
V20 n.s n.s
V21 n.s n.s
Tablas nº169: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las
estudiadas por otros autores. En esta tabla se compara las Mujeres de la población Can
(Cantabria del apartado III.VI.2 de material y método).
Sepúlveda Tiermes
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0001 0,0214
V2 0,0002 0,0002
V3 0,0248 n.s
V4 n.s n.s
V5 n.s n.s
V9 n.s 0,0037
V10 0,0001 0,009
V12 0,0001 0,0001
V13 n.s 0,0002
V14 0,0001 0,0001
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0088
V19 0,0042 n.s
219
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,01 0,0003 0,0042
V2 0,00 0,0001 0,0016
V3 n.s n.s n.s
V4 0,02 0,0001 0,0335
V5 n.s , n.s
V9 0,00 , n.s
V10 0,00 n.s n.s
V12 0,00 0,0001 0,0001
V13 0,01 n.s 0,0398
V14 0,00 n.s n.s
V15 0,00 0,0001 0,0001
V16 0,00 0,0002 n.s
V19 0,01 0,0001 n.s
V20 n.s 0,0025 n.s
V21 n.s 0,0001 n.s
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0069 0,0357
V2 0,0009 0,0016
V3 n.s n.s
V4 0,037 n.s
V5 n.s n.s
V9 0,0141 n.s
V10 n.s 0,015
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0001 n.s
V14 0,0001 0,0001
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,017
V19 n.s n.s
V20 0,0022 n.s
V21 n.s n.s
Tablas nº171: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara las mujeres de la población Cat1(Catalanas-Turbon
1981 del apartado III.VI.2 de material y método).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0292 0,0001 0,0001
V2 0,0036 0,0001 0,0004
V3 n.s n.s n.s
220
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0012 n.s
V2 0,0001 0,0203
V3 n.s n.s
V4 n.s n.s
V5 n.s n.s
V9 n.s 0,0228
V10 n.s n.s
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0001 0,0035
V14 0,0001 0,0189
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0073
V19 n.s n.s
V20 0,027 n.s
V21 n.s n.s
Tablas nº172: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara los varones de la población Mes(Meseta Norte del
apartado III.VI.2 de material y método).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s 0,0001 0,0011
V2 0,0012 0,0001 0,0022
V3 n.s 0,0411 n.s
V4 n.s 0,0001 0,0034
V5 n.s , 0,0071
V9 0,0001 , 0,0081
V10 n.s 0,0012 0,0097
V12 0,0001 0,0001 0,0001
V13 0,0001 0,0079 n.s
V14 0,0001 0,0113 0,0094
V15 0,0001 0,0001 0,0001
V16 0,0021 n.s n.s
V19 n.s 0,0001 0,97
V20 n.s 0,0049 n.s
V21 n.s 0,0001 n.s
221
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0007 0.0042
V2 0,0034 0.0039
V3 0,0031 0.0167
V4 0,0004 n.s
V5 n.s n.s
V9 0,0001 n.s
V10 0,0001 0.0001
V12 0,0001 0.0001
V13 0,0015 n.s
V14 0,0001 0.0001
V15 0,0001 0.0001
V16 0,0001 0.0002
V19 0,0001 0.0053
V20 0,0002 0.0347
V21 n.s n.s
Tablas nº173: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara las Mujeres de la población Mes(Meseta Norte del
apartado III.VI.2 de material y método).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s 0,0001 0,0001
V2 0,0107 0,0001 0,0013
V3 n.s 0,0296 n.s
V4 n.s 0,0001 0,0039
V5 n.s , n.s
V9 0,0001 , 0,0001
V10 0,0339 0,0001 0,0001
V12 0,0001 0,0003 0,0001
V13 0,0001 0,0001 0,0004
V14 0,0001 0,0255 0,0018
V15 0,0001 0,0002 0,0001
V16 0,0157 n.s 0,1508
V19 n.s 0,0001 0,0736
V20 n.s 0,0001 0,0192
V21 n.s 0,0001 0,0429
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0001 0,0015
V2 0,0001 n.s
V3 n.s n.s
V4 n.s n.s
V5 0,0391 0,0141
V9 n.s 0,0079
V10 0,0001 0,0287
222
Tablas nº174: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara los varones de la población Bar(Barcelona del apartad
III.VI.2 de material y método).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s 0,0023 0,0187
V2 0,0092 0,0006 0,007
V3 n.s n.s n.s
V4 0,0116 0,0049 n.s
V5 0,0097 , n.s
V9 0,0001 , 0,0292
V10 0,0001 0,0097 0,0265
V12 0,0001 0,0004 0,0001
V13 0,0001 0,0023 n.s
V14 0,0001 n.s 0,0326
V15 0,0001 0,0001 0,0001
V16 0,0001 n.s n.s
V19 0,0397 0,0001 n.s
V20 n.s 0,0075 n.s
V21 n.s 0,0001 n.s
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0437 n.s
V2 n.s 0,0492
V3 n.s n.s
V4 n.s n.s
V5 n.s n.s
V9 0,0002 n.s
V10 0,0002 0,0003
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0287 n.s
V14 0,0001 0,0001
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0001
V19 0,0459 n.s
V20 0,0001 0,0169
V21 n.s n.s
223
Tablas nº175: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara las Mujeres de la población Bar(Barcelona del
apartado III.VI.2 de material y método).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0012 0,0001 0,0001
V2 n.s 0,0002 0,0032
V3 n.s 0,0056 0,0137
V4 n.s n.s n.s
V5 n.s , n.s
V9 0,0004 , ,
V10 n.s 0,0001 0,0003
V12 0,0001 0,0005 0,0001
V13 0,0002 0,0001 0,0023
V14 0,0001 n.s n.s
V15 0,0001 0,0001 0,0001
V16 0,0006 0,0008 0,0001
V19 0,008 0,0001 n.s
V20 n.s 0,0008 0,0007
V21 n.s 0,0001 n.s
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0019 n.s
V2 0,0001 n.s
V3 n.s n.s
V4 n.s n.s
V5 0,0304 0,0124
V9 , ,
V10 0,0007 n.s
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0181 0,0571
V14 0,0001 0,0067
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0001
V19 n.s n.s
V20 0,0001 n.s
V21 n.s n.s
Tablas nº176: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara los varones de la población Gran1(Granada del
apartado III.VI.2 de material y método).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s 0,0001 0,0001
V2 0,034 0,0002 0,0032
V3 n.s 0,0056 0,0137
V4 n.s 0,0323 n.s
224
V5 0,0075 , n.s
V9 , , ,
V10 0,0008 0,0001 0,0003
V12 0,0001 0,0005 0,0001
V13 0,0009 0,0001 0,0023
V14 0,0001 n.s n.s
V15 0,0001 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0008 0,0001
V19 n.s 0,0001 n.s
V20 0,0041 0,0008 0,0007
V21 0,005 0,0001 n.s
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0019 n.s
V2 0,0001 n.s
V3 n.s n.s
V4 n.s n.s
V5 n.s 0,0124
V9 , ,
V10 0,0007 n.s
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0181 n.s
V14 0,0001 0,0067
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0001
V19 n.s n.s
V20 0,0001 n.s
V21 n.s n.s
Tablas nº177: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara los varones de la población Gra1(Torrecilla-Granada).
Beas de Archivo
Mota Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s 0,0137 0,0185
V2 n.s n.s n.s
V3 n.s n.s n.s
V4 n.s 0,0006 0,028
V5 n.s , n.s
V9 0,0001 , 0,0002
V10 0,0128 0,0004 0,0016
V12 0,0001 0,0035 0,0001
V13 0,0001 0,0014 0,0001
V14 0,0001 n.s 0,0113
V15 0,0001 0,0001 0,0001
V16 0,0001 n.s 0,0472
V19 n.s 0,0001 n.s
V20 n.s 0,0001 0,0192
V21 0,0036 0,0001 n.s
225
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s n.s
V2 n.s n.s
V3 n.s n.s
V4 n.s n.s
V5 n.s n.s
V9 n.s 0,045
V10 0,0083 n.s
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0004 0,0078
V14 0,0001 0,0016
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0001
V19 n.s n.s
V20 0,0003 n.s
V21 n.s n.s
Tablas nº178: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara las mujeres de la población Gra1(la Torrecilla-
Granada).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 0.0001 0,0172 n.s
V2 n.s 0,002 0,0123
V3 n.s n.s n.s
V4 n.s 0,0004 n.s
V5 n.s , n.s
V9 0.0007 , 0,045
V10 0.4799 n.s n.s
V12 0.0001 0,0016 0,0001
V13 0.0001 0,0233 n.s
V14 0.0001 n.s 0,0253
V15 0.0001 0,0001 0,0001
V16 0.0440 0,0119 n.s
V19 0.0009 0,0001 n.s
V20 n.s 0,0013 n.s
V21 0.4382 0,0001 n.s
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s n.s
V2 n.s n.s
V3 n.s n.s
V4 n.s n.s
V5 n.s n.s
V9 0,001 n.s
V10 0,0179 0,0025
V12 0,0001 0,0001
226
Tablas nº179: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara los varones de la población Gra2(Granada-edad de
Bronce).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s 0,0004 0,001
V2 0,0124 0,0001 0,0016
V3 n.s n.s n.s
V4 n.s 0,0074 n.s
V5 n.s , n.s
V9 0,0001 , 0,0001
V10 0,0018 0,0001 0,0005
V12 0,0001 0,0005 0,0001
V13 0,0001 n.s 0,0001
V14 0,0001 n.s n.s
V15 0,0001 0,0004 0,0001
V16 0,0008 n.s n.s
V19 n.s 0,0001 n.s
V20 n.s 0,0001 n.s
V21 n.s 0,0001 0,0393
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0411 n.s
V2 0,0001 n.s
V3 n.s n.s
V4 n.s n.s
V5 n.s n.s
V9 n.s 0,0113
V10 0,0015 n.s
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0001 0,0005
V14 0,0001 0,0055
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0029
V19 n.s n.s
V20 0,0056 n.s
V21 n.s n.s
227
Tablas nº180: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara las mujeres de la población Gra2(Granada-Edad de
Bronce).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s 0,0003 0,004
V2 0,0124 0,0001 0,0011
V3 n.s n.s n.s
V4 n.s 0,0001 0,0233
V5 n.s , n.s
V9 0,0001 , n.s
V10 0,0018 0,0026 0,0141
V12 0,0001 0,0001 0,0001
V13 0,0001 n.s 0,0334
V14 0,0001 n.s 0,062
V15 0,0001 0,0002 0,0001
V16 0,0008 0,0001 0,0207
V19 n.s 0,0001 n.s
V20 n.s 0,0033 n.s
V21 n.s 0,0001 n.s
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0064 0,0333
V2 0,0002 0,0006
V3 n.s n.s
V4 0,0207 n.s
V5 0,0237 n.s
V9 0,0038 n.s
V10 0,0001 0,0001
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0001 n.s
V14 0,0001 0,0001
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 n.s
V19 0,0341 0,0479
V20 0,0009 n.s
V21 n.s n.s
Tablas nº181: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara los varones de la población Alcalá la Real (1999).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0055 n.s n.s
V2 n.s 0,0214 n.s
V3 0,0001 n.s n.s
V4 n.s 0,0005 0,0234
V5 0,0012 , n.s
228
V9 0,0001 , 0,0001
V10 0,0075 n.s n.s
V12 n.s 0,0001 0,0025
V13 n.s 0,0001 n.s
V14 0,0007 0,0076 n.s
V15 0,0024 0,0001 n.s
V16 0,0162 0,0255 n.s
V19 n.s 0,0001 n.s
V20 0,0007 0,0001 n.s
V21 0,0001 0,0001 n.s
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0102 0,0002
V2 0,0013 n.s
V3 n.s n.s
V4 n.s n.s
V5 0,005 0,0057
V9 0,0007 0,0001
V10 0,0204 n.s
V12 n.s 0,0162
V13 n.s n.s
V14 0,0001 n.s
V15 0,002 n.s
V16 0,0001 n.s
V19 n.s n.s
V20 n.s n.s
V21 0,0017 n.s
Tablas nº182: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara las mujeres de la población Alcalá la Real (1999).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0055 0,0045 0,032
V2 n.s 0,0043 0,0179
V3 0,0001 n.s n.s
V4 n.s 0,0001 0,0026
V5 0,0012 , 0,0067
V9 0,0001 , 0,0001
V10 n.s n.s n.s
V12 n.s 0,002 n.s
V13 n.s 0,0001 n.s
V14 0,0007 n.s n.s
V15 0,0024 0,0001 n.s
V16 0,0162 n.s n.s
V19 n.s 0,0001 n.s
V20 0,0007 0,0001 n.s
V21 0,0001 0,0001 n.s
229
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s n.s
V2 n.s n.s
V3 n.s n.s
V4 0,0002 n.s
V5 n.s n.s
V9 0,0001 0,0007
V10 n.s n.s
V12 n.s n.s
V13 0,0026 0,0113
V14 0,0001 0,0008
V15 0,0259 0,0369
V16 0,0001 0,0001
V19 0,0177 0,0369
V20 0,0081 0,0097
V21 n.s n.s
Tablas nº183: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara los varones de la población Mal2(Mallorca-Malgosa
1992).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s 0,0002 0,0005
V2 0,0347 0,0002 0,0032
V3 0,0004 0,0002 0,0004
V4 n.s 0,001 0,0414
V5 n.s , n.s
V9 0,0001 , 0,0015
V10 0,0033 0,0001 0,0007
V12 0,0001 0,0001 0,0001
V13 0,0001 0,0128 0,0001
V14 0,0001 n.s n.s
V15 0,0001 0,0064 0,0001
V16 n.s 0,0074 n.s
V19 n.s 0,0001 n.s
V20 n.s 0,0001 n.s
V21 n.s 0,0001 n.s
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0197 n.s
V2 0,0001 n.s
V3 0,0092 n.s
V4 n.s n.s
V5 n.s n.s
V9 n.s n.s
V10 0,0025 n.s
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0001 0,0025
230
Tablas nº184: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara las mujeres de la población Mal2(Malgosa-1992).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0088 0,0007 0,0071
V2 0,0035 0,0001 0,0016
V3 n.s 0,0385 n.s
V4 n.s 0,0003 n.s
V5 n.s , 0,0475
V9 0,0004 , 0,0286
V10 n.s n.s n.s
V12 0,0001 0,0002 0,0001
V13 0,0001 n.s 0,0235
V14 0,0003 n.s n.s
V15 0,0001 0,0062 0,0001
V16 n.s 0,0001 0,0571
V19 0,0332 0,0001 n.s
V20 n.s 0,0017 n.s
V21 n.s 0,0001 n.s
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0144 n.s
V2 0,0008 0,0015
V3 0,0017 0,0145
V4 n.s n.s
V5 n.s n.s
V9 0,0002 n.s
V10 0,0333 0,0035
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0001 n.s
V14 0,0001 0,0004
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0291
V19 0,0044 0,0219
V20 0,0076 n.s
V21 n.s n.s
231
Tablas nº185: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara los varones de la población Bur(Burgos).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s 0,0002 0,0007
V2 0,0032 0,0001 0,0007
V3 n.s 0,0242 n.s
V4 0,0022 0,0001 0,0017
V5 n.s , 0,9028
V9 0,0001 , 0,0002
V10 0,0077 0,0002 0,0012
V12 0,0001 0,0002 0,0001
V13 0,0001 0,0007 0,0001
V14 0,0001 0,0331 n.s
V15 0,0001 0,0014 0,0001
V16 0,0008 n.s n.s
V19 n.s 0,0001 n.s
V20 n.s 0,0001 0,035
V21 n.s 0,0001 n.s
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0262 n.s
V2 0,0001 0,0337
V3 n.s n.s
V4 n.s n.s
V5 n.s n.s
V9 n.s 0,0394
V10 0,0052 n.s
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0009 0,0111
V14 0,0001 n.s
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0028
V19 n.s n.s
V20 0,0012 n.s
V21 n.s n.s
Tablas nº186: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara los varones de la población Bur(Burgos).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s 0.0001 0,0001
V2 0.0138 0.0001 0,0017
V3 0.0001 0.0001 0,0001
V4 n.s 0.0067 n.s
V5 n.s . n.s
V9 0.0001 . 0,0001
232
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Variable Prob>|T|
V1 0,0018 V1 n.s
V2 0,0001 V2 n.s
V3 0,0001 V3 0,0001
V4 n.s V4 n.s
V5 n.s V5 n.s
V9 n.s V9 0,026
V10 0,0001 V10 0,0295
V12 0,0001 V12 0,0001
V13 n.s V13 n.s
V14 0,0001 V14 0,0013
V15 0,0001 V15 0,0001
V16 0,0001 V16 0,0002
V19 n.s V19 n.s
V20 0,0001 V20 n.s
V21 n.s V21 n.s
Tablas nº187: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara los varones de la población Mal1(Son Real).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s 0,0001 0,0001
V2 0,0075 0,0001 0,0012
V3 0,0024 0,0005 0,0011
V4 0,003 0,0001 0,002
V5 0,0001 , n.s
V9 0,0001 , n.s
V10 0,0495 0,0015 0,0038
V12 0,0001 0,0005 0,0001
V13 0,0001 0,0042 0,0001
V14 0,0001 n.s n.s
V15 0,0001 0,0005 0,0001
V16 0,0007 n.s n.s
V19 0,0583 0,0001 n.s
V20 n.s 0,0001 n.s
V21 n.s 0,0001 n.s
233
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0004 n.s
V2 0,0001 n.s
V3 0,0146 n.s
V4 0,0698 n.s
V5 0,0004 0,0022
V9 n.s n.s
V10 0,0299 n.s
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0001 0,0044
V14 0,0001 0,0295
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0027
V19 n.s n.s
V20 0,0214 n.s
V21 n.s n.s
Tablas nº188: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara los varones de la población Cat1(Cataluña Central).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s 0,0001 0,0001
V2 0,04 0,0002 0,0036
V3 n.s 0,0034 0,0081
V4 n.s 0,0005 0,0245
V5 0,0286 , n.s
V9 0,0001 , 0,0002
V10 0,0209 0,0006 0,0022
V12 0,0001 0,0001 0,0001
V13 0,0002 0,0001 0,0004
V14 0,0001 n.s n.s
V15 0,0001 n.s 0,0001
V16 0,0001 n.s 0,0281
V19 n.s 0,0001 n.s
V20 n.s 0,0001 n.s
V21 n.s 0,0001 n.s
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0001 0,025
V2 0,0001 n.s
V3 0,0395 n.s
V4 n.s n.s
V5 n.s 0,0246
V9 n.s 0,0427
V10 0,0131 n.s
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0049 0,0274
V14 0,0001 0,0106
V15 0,0001 0,0003
234
Tablas nº189: Diferencias entre las poblaciones por nosotros estudiadas y las estudiadas por
otros autores. En esta tabla se compara las mujeres de la población Cat1(Cataluña Central).
Beas de Archivo
Tiermes Segura Judicial
Variable Prob>|T| Prob>|T| Prob>|T|
V1 n.s 0,0001 0,0011
V2 0,0034 0,0001 0,0015
V3 n.s n.s n.s
V4 n.s 0,0001 0,007
V5 n.s , 0,0391
V9 0,0007 , 0,0439
V10 n.s 0,0088 0,0252
V12 0,0001 0,0005 0,0001
V13 0,0001 0,0274 n.s
V14 0,0001 n.s n.s
V15 0,0001 n.s 0,0001
V16 0,0123 n.s n.s
V19 0,0146 0,0001 n.s
V20 n.s n.s 0,0413
V21 n.s 0,0001 n.s
Mota Sepúlveda
Variable Prob>|T| Prob>|T|
V1 0,0007 0,0045
V2 0,0008 0,0015
V3 n.s n.s
V4 0,0021 n.s
V5 n.s n.s
V9 0,0009 n.s
V10 0,0002 0,0003
V12 0,0001 0,0001
V13 0,0001 n.s
V14 0,0001 0,0002
V15 0,0001 0,0001
V16 0,0001 0,0001
V19 n.s 0,0373
V20 0,0001 0,0001
V21 n.s n.s
235
Tabla nº190: Frecuencias absolutas, tanto de presencia o ausencia de los rasgos discretos
analizados en el presente trabajo.
Tabla nº191: Frecuencias observadas en los rasgos discretos por otros autores.
Tabla nº192: Frecuencias observadas en los rasgos discretos por otros autores.
Tabla nº193: Frecuencias observadas en los rasgos discretos por otros autores.
con 6B(articulación fronto temporal) los porcentajes son prácticamente iguales, con 10B
(perforación canal condilar) las diferencias son muy pequeñas, con 13B (agujero parietal)se
distribueyen respecto a las frecuencias de aparición de la misma manera como con 30B, algo
con 20B (canal palatino menor accesorio) y con 29B.
5B (hueso escotadura parietal), con 6B (articulación fronto temporal) los
porcentajes son prácticamente iguales esta misma distribución puede comprobarse con 10B
(perforacion canal condilar) y con 7B (Pterion en X), con 8B (agujero mastoideo) existe una
relación directa, algo con 12B (agujero espinoso abierto) y con 14B (agujero supraorbitario
completo).
6B vemos que esta variable de rasgos discretos esta en cuanto a su presencia
de aparición relacionada con 7B (Pterion en X) y con 14B (agujero supraorbitario completo)
donde son prácticamente iguales respecto a su frecuencia.
7B (Pterion en X) vemos que en la frecuencia de variables cruzadas en la tabla
dos por dos esta variable esta relacionada con 12B y algo con 18B,
8B (agujero mastoideo), si estudiamos este rasgo no métrico de forma
individual su aparición esta algo coordinada con 15B (incisura o agujero frontal).
9B (duplicación canal hipogloso) estaría correlacionada con las variables 10B
(perforación canal condilar), algo con 11B (agujero oval incompleto) y 14B(agujero
supraorbitario completo), en cambio con 19B (agujero infraorbital accesorio) el porcentaje de
presencia de ambas variables es prácticamente igual.
10B (perforación canal condilar) observamos que esta relacionada esta
variable no métrica con 20B (canal palatino menor accesorio), con 29B( y con31B aparecen
prácticamente con las mismas proporciones.
11B (agujero oval incompleto) presenta cierta conexión con 14B, con 18B
(conducto etmoidal posterior) los porcentajes son muy similares
12B (agujero espinoso abierto), esta variable estaría correlacionada con 18B,
algo con 29B, con 30B.
13B (agujero parietal) es muy parecida su frecuencia de aparición en el cráneo
con 15B (incisura o agujero frontal), en cambio la relación que se puede ver con 29B no es
tan significativa.
14B (agujero supraorbitario completo), encontramos una relación respecto a
su presencia en el cráneo con 29B, con 30B, y un poco con 31B.
15B (incisura o agujero frontal), podríamos decir, que este rasgo discreto su
existencia en el análisis estaría algo relacionada con las variables 29B y 30B.
20B(canal palatino menor accesorio) se distribuiría en el estudio en cuanto al
tratamiento estadístico de la misma manera que con 30B.
Beas de Segura(Jaén):
Archivo Judicial.
Mota(Jaén).
Cuellar.
Sepúlveda.
Tiermes.
Entre todos los factores estudiados no hay ningún carácter no métrico que se
repita de forma significativa entre las series. Es decir no hay ningún carácter epigenético que
explique la variabilidad total entre las poblaciones analizadas.
242
Discusión......................................................
243
Discusión
presentación9
V.2.-Análisis discriminante.
transversal) pueda cambiar con la edad, según los datos obtenidos, nos ha dejado gratamente
sorprendidos, ya que, hasta la fecha no hay datos en los cuales este reflejado estos resultados.
Pudiera ser debido a las inserciones musculares, que estas, al insertarse en el hueso, la fuerza
de la gravedad con la edad, hace estrecharse al diámetro transversal. Otra causa podríamos
encontrarla en la deglución, ya que con la edad trae como consecuencia el estrechamiento del
piso de las fosas nasales aumentando el diámetro sagital.
Autor Población Nº de % de
variables Precisión
Hanihara (1959) Japonesa 4 85,6
Gilles (1970) Blanca 3-6 83,2-85,9
norteamericana
Gilles (1970) Negra 3-6 84,8-86,9
norteamericana
Steyn e Iscan (1998 Blanca sudafricana 5 81,5
Del Rio (2000) Española 1-4 76,6-88,9
Presente estudio Española 100%
Para poder hablar de los resultados obtenidos, pensamos que seria necesario ver
por separado cada método que ha sido utilizado para la determinación de la edad.
En el estudio de las suturas craneales tras haber analizado cada uno de los
métodos propuestos para dicho estudio y elegir el método de Meindl y Lovejoy (1985),
comprobamos que el porcentaje de acierto era suficientemente aceptable, según el criterio
establecido ya que no conociamos la edad, para lo grupos de edad que se habían determinado,
concretamente hasta un 50% de acierto, tanto para el estudio de las suturas de la bóveda
izquierda como para la región anterolateral izquierda.
252
V.4.-Rasgos discretos:
somos conscientes que para tal fin, se necesitaría un número muestral muy elevado, más del
doble de los que se han estudiado hasta el momento.
migración por parte de los vascos a esta comarca de Beas de Segura después de las
migraciones del Neolítico, hechos que no podemos afirmar ya que en los archivos históricos
de Beas de Segura no hay indicios de este tipo de poblamiento. Pero hay datos como los
trabajos efectuados sobre el haplotipo 22, que muestran que estos genes se encuentran
presentes tanto en la población vasca como en el pirineo Catalán, datos que nos ayudaría a
considerar, junto al análisis métrico, si en Beas de Segura pudieran existir estos mismos
genes. Otra posible aclaración seria, tal vez, que en las dos poblaciones no se haya visto
modificada su estructura por genes externos de emigraciones foráneas y conserven las
mismas características somatológicas a pesar del distanciamiento geográfico. Lo cierto de
estos resultados es que podrían dar un paso hacia la consideración de rasgos físicos propios
de población mediterránea, que es la clave para poder considerar la presencia y frecuencia de
determinados caracteres en las series peninsulares (C.Botella el al. 1991).
Al realizar el análisis de la varianza por sexo y Test de Duncan y ver las posibles
diferencias en cada variable entre las poblaciones que forman la muestra. La capacidad
craneal no se distribuye igual al comparar la población general como por sexos, lo mismo le
ocurre a V6 (longitud basion-prostion). Para la distribución de V8 (longitud máxilo-alveolar)
y V9 (anchura biauricular), los varones vascos se acercan más a Santander y León en cambio
en el análisis general a Badajoz y Valencia. Puede ser debido a que las mujeres de Badajoz y
Valencia sean más robustas para estas variables. En V9 (anchura biauricular) ocurre algo
parecido, Beas de Segura es prácticamente igual a la población vasca, pero en el estudio
realizado en la muestra femenina estos se acercan más a Tiermes y Guadalajara.
Por otro lado observamos como ciertas variables en las que no se encontraban
diferencias entre las comarcas, al introducir el sexo si. En V23 no aparecen diferencias en el
estudio general en cambio se observa que si existen diferencias en el estudio por sexo. Estas
diferencias son debidas a que los varones de Badajoz y León son más gráciles en cuanto a la
métrica en esta variable y las mujeres de Guadalajara y Murcia más robustas que el resto de
la población, igualando la media en el estudio general. En cambio en V10 (altura facial
superior) no hay diferencias en la serie masculina, en cambio en el análisis general si, por lo
tanto la variabilidad encontrada es debida a la robustez de las mujeres de Badajoz y Cuenca.
256
Poblaciones homogéneas
Respecto a las variables:V2,
V3,V7,V13 y V20 Variables:
.V2
Zona Norte .V3
.V7
.V13
Zona Sur .V20
Poblaciones homogéneas
Respecto a las variables:V2,
V3,V7,V13 y V20
Cuando efectuamos la selección de las poblaciones con las que poder comparar
nuestra colección, teníamos claro que tenia que ser con aquellos trabajos que trataran de
demostrar parecidos objetivos ya que la selección de las variables seria similar. Pero nos
encontramos con el problema de la falta de homogeneidad en la metodología, cada autor
había tomado como referencia las variables que más le interesaban e incluso el método para
estimar los mismos parámetros eran distintos. Estos inconvenientes intentamos suplirlos al
escoger todos aquellos trabajos que nos proporcionaran suficiente información en la mayoría
de las variables. Si este criterio no era suficiente, al menos que se poseyera información de
dos o más variables sobre el cráneo. Esto ha hecho que no contemos con el mismo número de
variables e índices con cada población con la que hemos comparado ni tampoco se ha podido
comparar en todas ellas ambos sexos.
La serie masculina se ha comparado con 66 poblaciones junto a las 56 para la
serie femenina. El número de variables utilizadas, como ya se ha indicado anteriormente no
era el mismo. Con 21 poblaciones se ha valorado la longitud máxima del cráneo, longitud de
la base, anchura máxima del cráneo, anchura frontal máxima, altura basion-bregma, cuerda
sagital frontal, cuerda sagital parietal, cuerda sagital occipital, anchura bizigomática, altura
de la cara superior, anchura de la órbita, altura de la órbita, anchura nasal y altura nasal, en
cambio con las restantes solamente se han podido valorar la longitud máxima, la anchura
máxima y la altura basión-bregma. Al observar la serie masculina apreciamos la existencia de
diferencias estadísticamente significativas con Linares en cuanto a la anchura frontal
máxima, presentando nuestra serie mayor anchura. Con la población vasca estudiada por Rua
1985, las diferencias estadísticamente significativas han sido solamente con Beas de Segura,
el Archivo Judicial (población actual), Castillo de la Mota (Alcalá la Real, Jaén), Sepúlveda y
Tiermes, donde las mayores diferencias se encontraban con Beas de Segura , siendo estos
257
últimos más grandes en todas las variables estudiadas, pero a pesar de las diferencias en
tamaño, nuestra población vasca junto con Beas de Segura (Jaén) son las de mayor longitud
máxima del cráneo y anchura frontal siendo la menor altura basion-bregma como también
pudo comprobar Morant (1929), Garralda y Mesa (1986) y C. Laureza Fox et al (1995). Por
lo tanto como ya fue formulado por Aranzadi en 1922 y Fuste en 1966, la población vasca y
en este caso también la población de Beas de Segura, presentan la cara poco prominente pero
muy larga con una nariz extremadamente larga y estrecha lo cual ha sido descrito en
poblaciones vivas (Rebato 1987; Rebato y Calderon 1988). Esto reafirma aun más el hecho
que las diferencias puedan ser debidas a la metodología empleada, ya que, la población vasca
que forma parte de este estudio se acerca a la población de Beas de Segura, en cambio con el
estudio efectuado por Rua es donde existe mayor diversidad e cuanto al tamaño pero no a la
forma. Es importante detallar que de todas las poblaciones que hemos utilizado en la serie,
son siempre las mismas poblaciones las que presentan diferencias estadísticamente
significativas, siendo estas diferencias en todas las variables seleccionadas menos en V5
(longitud de la base del cráneo) y V9 (anchura biauricular). La población romana estudiada
por Pons 1949 expresa valores estadísticamente diferentes (altura de la cara menor que
nuestra serie) con mayor proporción con Beas de Segura. Los estudios efectuados por Galera
y Garralda sobre la comarca de Santamaria de Hito ocurre exactamente lo mismo,
presentándo nuestra población medias superiores (mayor anchura y altura de la cara), estos
mismos resultado podemos apreciarlos con la colección del archivo judicial. diferencias. Con
los estudiados por Turbón en 1981 sobre la población catalana de la edad de Bronce,
obtenemos diferencias estadísticamente significativas con Tiermes, Mota Beas de Segura y el
archivo judicial, presentado mayor longitud máxima del cráneo en la población catalana, pero
todas las variables de indican la forma de la cara, en nuestras series son de mayor longitud.
Estas diferencias son tan elevadas que podríamos pensar que se trata de zonas geográficas
europeas diferentes donde la colección en estudio supera muy significativamente a todas las
medias. Pero al realizar una T de student exclusivamente con las poblaciones que expresaban
diferencias estadísticas, estas disminuían, comportándose de la misma manera que la
población general. En el análisis efectuado con la muestra estudiada por Anna Roca-
Fontanals años 1500-1000 a.d c; las mayores diferencias estadísticas las observamos con
Tiermes, Beas de Segura y Castillo de la Mota. Estas poblaciones también ofrecen
diferencias estadísticamente significativas con la población medieval descrita por Prevosti y
Prevosti 1951, con diferencias en cuanto a la longitud del cráneo y anchura máxima del
cráneo, siendo la población en estudio mayor métricamente (más largos y anchos), pero con
menor longitud de la cara. Al comparar con Torrecilla siguen apareciendo las mismas
diferencias estadísticas que observamos con Prevosti et al. Lo mismo ocurre con la población
granadina estudiada por Jiménez 1987. Con Alcala la Real presentada por Caballin A. y
Fernández Guadalupe (1999), las diferencias estadísticamente significativas son con Tiermes,
sobre todo en las variables correspondientes a la cara, donde puede apreciarse mayor longitud
de la cara en de Alcalá la Real. Con Beas de Segura, Archivo Judicial y Sepúlveda las
diferencias encontradas son también en las variables que expresan la morfologia de la cara
aunque no tan significativas como con Tiermes. Con L´illot de Porros, las mayores
diferencias las observamos en Castillo de la Mota, comprobando una vez más que dichas
diferencias son en las variables relacionadas con la forma de la cara, siendo las que indican
la anchura mayores en L´illot, pero las de longitud aparecen con mayor media en la zona del
Castillo de la Mota (Jaén). Los estudiados por Souich en Palacios de la Sierra, difieren
mayoritariamente con Tiermes, en prácticamente todas las variables menos en aquellas que
indican la longitud del cráneo. Las diferencias encontradas con Beas de Segura son tanto en
las variables que indican longitud y anchura, pero no en la anchura nasal y altura de la órbita,
siendo el cráneo de Beas más grácil por presentarse métricamente más pequeño, que la
258
población de Palacios de la Sierra. Con el resto de las poblaciones que hemos incluido en este
estudio comparativo no se aprecian diferencias estadísticas en el análisis de la varianza y el
test de Duncan que hemos aplicado.
En la serie femenina las poblaciones con diferencias estadísticamente
significativas en el estudio comparativo son las mismas que en las observadas en los varones.
Vemos como nuestra población presenta mayor longitud máxima del cráneo pero menor
anchura máxima del cráneo y anchura bicigomatica que los vascos estudiados por Rua, como
en las poblaciónes: romana de Pons, la población de la edad de Bronce de Turbon, la
medieval de Prevosti y Prevosti. Por otro lado la longitud de la cara es menor como la
anchura. Es decir nuestra población comparada con otros estudios vendría a tener un cráneo
mas alargado pero más grácil en relación a la morfología de la cara.
Al comparar con los datos de Hoyos Sainz (Tabla nº194:), vemos que en la serie
maculina sus valores son superiores a los nuestros tanto en la altura facial superior, anchura
nasal, anchura de la orbita y la altura de la orbita. En cambio para la altura facial presenta
datos inferiores. Por lo tanto nuestra colección es más grácil con respecto a la población
analizada por Hoyos.
En la serie femenina las diferencias estadísticas son las mismas que las
encontradas en la serie masculina, con la excepción que aparecen diferencias respecto a la
longitud máxima del cráneo siendo nuestros valores superior, en cambio la anchura máxima
del cráneo es menor en nuestra colección. Estos datos indicarían que la colección estudiada
por Hoyos es más robusta (más grande) en cuanto a las variables que indican la anchura de la
cara, siendo la población presentada en este trabajo más alargada y grácil (pequeña) en
relación a la forma de la cara. No descartamos que las diferencias estadísticas observadas
pueden ser debidas al método métrico utilizado y a las diferencias en cuanto al tamaño. Si
tenemos en cuenta el tipo de población, ya que la serie estudiada por Hoyos es
contemporánea, efectuamos un analisis unicamente con las series contemporaneas: Almudena
y Archivo judicial. Las diferencias siguen siendo en la longitud máxima del cráneo, en la
anchura máxima del cráneo, anchura de la órbita y altura de la orbita, como también siguen
siendo menores los valores obtenidos en nuestra población. Es decir, las diferencias no están
practicamente en el tipo de población comparada, da igual que sea medieval o actual sino
probablemente sean al método empleado por cada uno de los autores. Con ello nos
adelantamos a decir que el método es primordial a la hora de efectuar la selección de las
variables y la distribución de las mismas.
Al comparar con la población vasca de Aranzadi ocurre lo mismo que con Hoyos
Sainz, las diferencias estadísticas son las mimas e incluso la altura nasal aparece en nuestra
población con un valor inferior. Entonces comparamos con las poblaciones de edad
cronológica contemporánea y ocurría lo mismo. Si en nuestro propio estudio la población
vasca se comportaba igual que Beas de Segura (Jaén), efectuamos un análisis entre la
población de Aranzadi y Beas de Segura en ambos sexos. En dicho análisis vemos que el
valor métrico es prácticamente el mismo, incluso la altura de la órbita es mayor en Beas de
Segura, siendo nuestra población vasca estudiada incluso más grácil que la de Aranzadi.
Estos datos afirman aun más que las diferencias son mas bien por el procedimiento utilizado,
y que la robustez de la población de Beas de Segura es similar a la población vasca y en
concreto la serie femenina.
En el estudio comparativo con Del Rio, (2000), como ya se indico, estimamos
solamente población actual. Al poseer la mayoría de los cálculos estadísticos de este autor,
realizamos un análisis de contrastes de medias con un “p- valor t”en primer lugar para
varianzas iguales y después para varianzas desiguales. Se estudiaron 34 variables de las
cuales en la altura nasal existían diferencias estadísticas entre Laf y la población del Rio con
p valor=0,00054 y también en la altura mastoide (P=0,000015). Con la Almudena las
259
V.VI.-Aplicaciones forenses.
adultos, debido a que los caracteres morfológicos que determinan a cada sexo no se
manifiestan hasta alcanzar la edad puberal. Además, hay que considerar que el dimorfismo
sexual en la especie humana no es muy acusado y las dimensiones corporales en promedio en
las mujeres son alrededor del 90% de las de los varones (Stewart, 1954; Trinkasus, 1980).
Esto significa que la distribución existente entre los varones y las mujeres coincide en mayor
o menor grado. Este solapamiento constituye un área de incertidumbre donde en los extremos
de la campana de distribución nos encontramos restos que pudieran clasificarse
erróneamente, Varones gráciles (pequeños) o mujeres robustas (grandes).
El dimorfismo no es constante depende de cada población y de su medio de vida y
actividad.
Esta complicación se acentúa aún más cuando nos encontramos los restos
craneales fragmentados o mal conservados. Donde la identificación en el campo de la
antropología forense es primordial.
En el análisis biométrico todas las variables en el cráneo y en la mandíbula
analizadas mostraron un dimorfismo sexual significativo, siendo los varones los que
presentaban los valores superiores. En general la zona más dimórfica fue la mandíbula, pero
la variable que se encontraba presente en la mayoría de las funciones discriminante fue la
longitud máxima del cráneo. Los porcentajes de correspondencia eran en algunas funciones
del 100%. Dato muy significativo a la hora de identificar fragmentos craneales en el ámbito
forense.
El estudio de las sinostosis craneales fue también altamente significativo, sobre
todo comprobar que la asignación por edad prácticamente había sido correcta al aplicar
funciones discriminantes por edad y ver la existencia de una relación entre ciertas variables
con la atribución de los estadios de las suturas por intervalos en la bóveda y la región antero
lateral. Esto permite al estudio realizado por zonas y áreas craneales asignar a un
determinado sexo una edad, que podríamos detallar como correcta.
261
VI.-Conclusiones............................
262
VI.-Clonclusiones.
.- Primera: Los cráneos del Museo de Antropología Forense Paleopatología y
Criminalistica han sido catalogados, como inventariadas cada una de las piezas, con un
número correspondiente a la población seguido de una serie de dígitos que hacen referencia
al sexo, cronología, tipo de exhumación, año en el que fue desenterrado, transporte y
diligencia.
.-Octava: Dentro de las aplicaciones en el campo Medico Legal. Todos los estudios sobre
poblaciones elaborados de forma morfométrica es de gran interés para la investigación en la
rama de la Antropología forense, al poder incluir a un individuo o una serie de individuos
dentro de un grupo determinado respecto a la étnicidad, raza y sexo.
a.-La elaboración de funciones discriminantes que permita discernir entre ambos sexos al
100% como las obtenidas en este trabajo es muy importante y significativo para la
identificación de los restos óseos en el área de la Antropología forense en las actuaciones
judiciales.
b.-El estudio morfológico para la edad junto con la clasificación entre sexos, ha permitido
que ciertas variables discriminen de igual forma para la edad y sexo con una exactitud
medico legal del 100% en los grupos de edad <30 y >50.
264
VII.-Bibliografía..........................
265
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