TP 4 El Conde Drácula de Woody Allen
TP 4 El Conde Drácula de Woody Allen
TP 4 El Conde Drácula de Woody Allen
https://youtu.be/S3KdH2hbktQ
Cuestionario:
1- ¿Por qué va el Conde Drácula a la casa del panadero? ¿Qué lo seduce de él y su mujer?
2- ¿Cuál fue su mal cálculo? ¿Qué problemas le ocasiona su equivocación? ¿Porqué?
3- ¿Qué quieren los gorditos de sus vecinos? ¿qué propuesta le hacen?
4- En el cuento hay un juego de burlador burlado o de cazador cazado: ¿Cuál sería esa inversión y cómo se
produce?
5- ¿Qué elementos del cuento generan humor?
6- Inventa una historia en donde Frankenstein es confundido y no reconocido por el monstruo que es.
En algún lugar de Transilvania yace Drácula, el monstruo, durmiendo en su ataúd y guardando a que caiga la noche.
Como el contacto con los rayos solares le causaría la muerte con toda seguridad, permanece en la oscuridad en su caja
forrada de raso que lleva iniciales inscritas en plata. Luego, llega el momento de la oscuridad, y movido por instinto
milagroso, el demonio emerge de la seguridad de su escondite y, asumiendo las formas espantosas de un murciélago o
un lobo, recorre los alrededores y bebe la sangre de sus víctimas. Por último, antes de que los rayos de su gran enemigo,
el sol, anuncien el nuevo día, se apresura a regresar a la seguridad de su ataúd protector y se duerme mientras vuelve a
comenzar el ciclo.
Ahora, empieza a moverse. El movimiento de sus cejas responde a un instinto milenario e inexplicable, es señal de que
el sol está a punto de desaparecer y se acerca la hora. Esta noche, está especialmente sediento y, mientras allí descansa,
ya despierto, con el smoking y la capa forrada de rojo confeccionada en Londres, esperando sentir con espectral
exactitud el momento preciso en que la oscuridad es total antes de abrir la tapa y salir, decide quiénes serán las víctimas
de esta velada. El panadero y su mujer, reflexiona. Suculentos, disponibles y nada suspicaces. El pensamiento de esa
pareja despreocupada, cuya confianza ha cultivado con meticulosidad, exita su sed de sangre y apenas puede aguantar
estos últimos segundos de inactividad antes de salir del ataúd y abalanzarse sobre sus presas.
De pronto, sabe que el sol se ha ido. Como un ángel del infierno, se levanta rápidamente, se metamorfosea en
murciélago y vuela febrilmente a la casa de sus tentadoras víctimas.
_ ¿Vaya, conde Drácula, que agradable sorpresa! _ dice la mujer del panadero al abrir la puerta para dejarlo pasar.
(Asumida otra vez su forma humana. entra en la casa ocultando, con sonrisa encantadora, su rapaz objetivo.)
_ ¿Eclipse?
_Así es. Hoy tenemos un eclipse total.
_ ¿Qué dice?
_Perdóneme... debo... _Debo irme...Hem... ¡Oh, qué lío! _ y, con frenesí, se aferra al picaporte de la puerta.
_ ¿Un vaso de vino? Oh, no, hace tiempo que dejé la bebida, ya sabe, el hígado y todo eso. Debo irme ya. Acabo de
acordarme que dejé encendidas las luces de mi castillo... Imagínese la cuenta que recibiría a fin de mes...
_Por favor_ dice el panadero pasándole al conde un brazo por el hombro en señal de amistad_. usted no molesta. No
sea tan amable. Ha llegado temprano, eso es todo.
_Créalo, me gustaría quedarme, pero hay una reunión de viejos condes rumanos al otro lado de la ciudad y me han
encargado la comida.
_Esta noche haré pilaf de pollo_ comenta la mujer del panadero_. Espero que le guste.
_ ¡Espléndido, espléndido! - dice el conde con una sonrisa empujando a la buena mujer sobre un montón de ropa sucia.
Luego, abriendo por equivocación la puerta del armario, se mete en él_. Diablos, ¿dónde está esa maldita puerta?
_ ¡ja, ja! _ se ríe la mujer del panadero_. ¿Qué ocurrencias tiene, señor conde!
_Sabía que le divertiría_ dice Drácula con una sonrisa forzada-, pero ahora déjeme pasar.
_ ¡Oh, mira, mamá_ dice el panadero-, el eclipse debe de haber terminado! Vuelve a salir el sol.
_Así es_ dice Drácula cerrando de un portazo la puerta de entrada_. He decidido quedarme. Cierren todas las persianas,
rápido, ¡rápido! ¡No se queden ahí!
_No_ contesta amablemente la esposa_. Siempre le digo a Jarslov que construya uno, pero nunca me presta atención.
Ese Jarslov...
_Ya nos ha hecho esa broma, señor conde. Ya nos ha hecho reír lo nuestro.
_No puedo... de verdad. Por favor, créanme. Tan solo permítanme quedarme aquí. Estoy muy bien. De verdad.
_Sí, pero...
_ya sé, ya sé... parece raro y sin embargo aquí estoy, encantado. El otro día precisamente le decía a la señora Hess,
deme un buen armario y allí puedo quedarme durante horas. Una buena mujer, la señora Hess. Gorda, pero buena...
Ahora, ¿por qué no hacen sus cosas y pasan a buscarme al anochecer? Oh, Ramona, la la la la, ramona...
En aquel instante entran el alcalde y su mujer, Katia. Pasaban por allí y habían decidido hacer una visita a sus buenos
amigo, el panadero y su mujer.
_Por supuesto que no, señor alcalde. Salga, conde Drácula. ¡Tenemos visita!
_ ¡Qué raro es verlo a esta hora! De hecho no puedo recordar haberle visto ni una sola vez durante el día.
_ ¡Vamos! _ dice el panadero con un falso buen humor mientras llama a la puerta del armario_. Ya basta. Aquí está el
alcalde.
_Salga de ahí conde Drácula_ grita el alcalde_. Tome un vaso de vino con nosotros.
_ ¿En el armario?
_Sí, no quiero estropearles el día. Puedo oír lo que dicen: Estaré con ustedes en cuanto tenga algo que decir.
_ ¿Qué Drácula?
Así pasa el tiempo hasta que el alcalde, que ya no puede soportar esa situación, abre la puerta del armario y grita:
_ ¡Vamos, Drácula! Siempre pensé que usted era una persona sensata. ¡Déjese de locuras!
Penetra la luz del día; el diabólico monstruo lanza un grito desgarrador y lentamente se disuelve hasta convertirse en un
esqueleto y luego en polvo ante los ojos de las cuatro personas presentes. Inclinándose sobre el montón de ceniza
blanca, la mujer del panadero pega un grito: