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113LIOTEC~ DE L MJ \S "-L L
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HISTORIA DE LA MAGIA
...
' .
EL MAGO PERDIDO
H 1 S T O n 1 A D ;e L A M A O 1 A
'
Un silencio, un paréntesis de siete años, que
no han p0dido llenar sus biógrafos, aparece ~n
esta ép.oca de su vida. ,
Rompe sus votos en 1848 y se casa ·con la se-,,
ñorita Nmtmi Cadiot, Una joven de diez y ·seis
años _que escribe con el pseudónim0 'de C/aude
Vignau . Publica en 185'1 un' recomendable Dic-
tionnaire de fa lifferature chretienne y vuelve al
celibato por haper obtenido su mujer l'a am~laoión
del matrimonio. ·
-Entregado a sí mismo empkza entonces su
existencia de mago, de ocultista y de foliculario.
Sucesivamente van apareciendo el Dogma y ri-
. tual de la magia superior, la Historia de la ·
Magia, la Clave de Jos grandes misterios y 1~
Ciencia de los Espíritus.
Esas obras que han sido tvaducidas a todos.
los idiomas, que llan sido saqueadas para la con-
fección de estudios análogos, que .han sido las
fuentes más abundantes para todas las exposi-
ciones místicas \
y ocultistas desde entonces a la
fecha, que han pasado sobre la literatura france-
sa, dignific ?lndo el misterio, e insp.irando infinitas
produccioBes ... le han llenado de gloria demasia-
do tarde, cugndo en .1875 acabó su vida, pobre,
triste, valerosa, sosteniéndola con un miserable
puesto de verduras, como tuvo que sostener la
suya, también en sus últimos instantes, el cél~bre
Max Stirner, el filósofo más alto de la anarquía y·
del egoísmo humano, el autor de El ú,nico y su
propiedad.
Alfonso Luis Constant, «El ,abate Constant»,
-7~
RAFAEL URBANO
...
-8-
/
LIBRO PRIMERO
CAPÍTUL O PRIMERO
ORIGE NES FABU LOSO S
a la in-
cebir un cfrculo sin circunferencia? El Zoha r torna
y sin incon venien te poarí a
versa esta parad ógica figura,
ia está en
decir del círculo de Pasca l. que la circunferenc
es a un
todas partes y el centro en ningu na. Pero no
za, a lo que comp ara el equili brio
cfrculo, sino a una balan
está en todas partes
uni':e rsal de las cosas . cE! equilibrio
el punto
-dic e-y por eso se ·encue ntra en todas partes
nos el
central del que pende la balanza.> Aquí hallar
Zoha r más fuerte y más profu ndo que Pasca l.
sínte-
61 autor del Zoha r contin úa su sueño sublime. La
ascien de
sis del verbo , formu lada por la figura humana,
levanta.
lentamente y sale de las aguas corno el sol que se
se hace la luz; cuand o la
Cuan do los ojos han apare cido;
palab ra se deja
boca se muest ra, creán se los espíri tus y la
r dfa de
óir. La cabeza entera se destac a, y este es el prime
el pecho,
la creación. Aparecen los •homb ros, los brazo s y
divina aparta con una
y el trabaj o empieza. La imagen
y monta - '
mano los mares y con la otra alza continentes
. Supo -
fiqs. Se agran da, se agran da, y sigue agran dando
dos los seres se multip lica-
tencia · gener atriz apare ce y ·te
la tierra y el
rán; ya está, al fin, de pié; pone un pié sobre
en el
otro sobre el mar, y cGmternplándose todo entero
a su
Océan o de la creaci ón, sopla sobre su reflejo, llama
re-ha dicho -¡y el
imagen, a la vida J Creer nos el homb
n poeta
homb re fué creado! No conoc ernos en ningú
llevada
nada tan bello come esta visión de la creación
huma nidad . El homb re es
a cabo por el tipo ideal de la
entaci ón
~sí ¡la somb ra de una somb ra!; pero es la repres
mano s
de la potencia divina. El también puede extender las
que la
de .Oriente a Occidente; la tierra se le entreg a para
el Adán primit ivo de
domine. Ved .a quí el Adán Kadrnon,
hacen un gi-
los cabal istas, el que, con el pensa mient o, le
- 20 ~
- !4-
- 27
CA.PITU~O 111
-34 -
i
-·
hat, les enseña los medios físicos y mora·les para consu-
mar la obra de su ~nsi"mismamiento y llegar gradu¡¡lmente
-
a la locura furiosa que sus brujos llaman estado divino . El
Upneck-hac, es el ¡mtepasa do de todas las gramma rias '
y el m~ento más curioso de las antigüed ades de la-
,LO$-C.Íl!.. ·Está dividido en cincuenta seccione s: es como
una noche obscura su1·cada por relámpa gos. Se encuen"
l
tran sentenci as sublimes y orácul0s falsos, .Alguna s. ve-
ces se cree estar leyendo el Evangel io de San Juan, cuan-
do se encuetran por ejemplo, en las seceione s undécima y
cuadrag ésimaoc tava, estas frases:
«El angel del fuego creador es la palabra de Dios. La
palabra de Dios ha producid o la tierra, los ·vegetales que
en ella se crían y el calor que los madqra. La palabra del
Creador es por sí misma el Creador y es su único hijo.»
Oiras veces, se encuentran ensueño s dignos de los he-
resiarca s más extr.avagantes:
«La materia no es más que una ·aparienc ia engañad ora:
el sol ; los astros, los elementos mismos son genios, los
- 37:_
-
-~ .
nuación de la ortod oxia masó nica , pág. 499. .
El Upn ek-h at a un meCiio más sencillo
para perder el
conocimiento y llegar al éxtasis: es mira
r con los dos ojos
el exterior de la nariz y perm anec er en
esta forma o más
bien en esta mueca, hasta lleg·ar a la conv
ulsió n del ner-
vio óptico.
Toda s esas prác ticas son dolo rosa s y
tan pelig rosa s y
ridículas que no las acon sejam os a nadie
; no duda mos que
se realicen, efectivamente, en un espa cio
de tiempo más o
menos largo , segú n la sens ibilid ad de los
sujet os, el éxta-
sis, la catal epsia y hasta el desv anec imie
nto letárgico.
Para proc urars e visio nes, para llega r a
los fenómenos
~ 40-
-42-
com0 ciencll!
En Egip to es dond e la Magia se comp lda
a perfe cto. Nada aventaja
universal y se formula en dogm
inas del mundo
ni' nada igual a, como resumen de las doctr
Hermes sobr e
antiguo, las poca s sente ncias grab adas por
re de tabla
una piédra preci osa y cono cidas bajo el nomb
la de las armo nías, ya
de esmeralda; la unidad del ser y
a prog resiv a y
aean .asce nden tes o desce nden tes: la escal
equilibrio y el
proporcional del Verbo; la ley inmutable del
rsale s: 'la re~
prog reso pro;:>orcional de la~ analo gías unive
la ineai da de la que
ladó n entre la idea y el Verbo dand o
máticas nece-
existe entre el Crea dor y el creado; las mate
das de un solo
saria s del infinito, prob adas por las medi
halla expr. esado por esta
rincón .de lo finito; todo eso se
sola prop osici ón del gran hierofante egipcio.
inferior, y lo
«Lo que es supe rior, es com0 lo que es
para formar
que está abajo es como lo que está en ' alto,
las maravillas de la cosa única:» · · ·
n sabia del
Viene desp ués la revelación y la descr ipció
gran medio de
Agente Crea dor, del fuego pantomorfo, ·del
l en una palab ra.
la potencia oculta, de la luz astra
el vient o la halle -
cE! sol es su padre, la luna su madre,
ema a del sol,
vado en sus entra ñas» . Asi que esta luz
de las influen-
recibe su forma y su m0vimienio regul·a r
- 43-
E ' L 1 p ff A S L E 1
(1) Para el estudio sobre los naipes pu ede ver se la hermo sa o::> ra
de D. )osé Brunet: Lo joch de Naips ó cartas, honra de la eru dición
española.- (R. U.)
-50-
LA MAGIA EN GRECtA
., .
l
•
e L' 1 p H A L . r, V 1
-28-
\ 1
-61-
idola tría. Se le ha
gún él, engendran tarde o temp rano la
los poetas, pero es
llega do a acu1sar, inclu so, de odiaF a
es Pitág oras nega-
únicamente a lo~ !}lalo s poetas a quien
ba el derecho a hacer verso s.
tu lira.»
«No haga s sona r tus verso s, si no canta
homb re no podía ignor ar
dice en sus símbolo&. Este gran
pens amie ntos subli-
la relac ión exacta que existe entre los
das, y sus mism os
mes y las bella s expre sione s figura
símb olos están lleno s de poesía.
coron as. »
«No deshojéis las flores que form an las
que no empe-
De este .nodo aconseja a sus discí pulos
hi¡en aque llo que
queñezcan nun.ca la g:loria y que no marc
de glori ficar .
el mund o parece tener necesidad
sejar el celibato
Pitág oras era casto, pe11o lejos de acon
dos hijos~ Cítase
a sus discí pulos , casó él mism o y tuvo
oras: preguntá·
una herm osa frase de la esposa de Pitág
tener trato con un hombre
ron!~ si la -muje r que acaba de
y que cuán to tiempo
no necesitaría algun as expia cione s·
entemente pura (!1ara
después podía cons idera rse !0 suflci
s. En segu ida-c onte s·
pode r acercarse a las cosa s santa
con otro hombre,
,tó-s i, &á sido con su marid o; si ha sido
,. ._ , jamá s.
esta pureza de
Con esta seve ridad de princ ipios , con
los miste rios de la na-
costu mbre s, 'es como .se inicia ba en
así es como se con- ,
turaleza en la escuela de Pitág oras, y
mism o para dirigi r
seguía el suficiente impe rie. sobre sí
ía esa facultad que
las fuerzas elementales. Pitág 0ras pose
que entonces se Ua-
noso tros deno mina mos doble vista y
sus discí pulos a la
. maba adivi naci( )n. Un día estaba con
el horiz onte: ' e Maes-
·orilla del mar. Una na.ve apare ció .en
is que yo sería rico
' ..
tro, le dijo uno de sus discí pulos , ¿creé
si me diera n el carga ment o de ese barco
? -Os sería bien
-68-
- 72
. ...... BO ·-
parece multi-
y el homb re, a image n de Dios, la modif ica y
plicar la.
el fuego sa-
Prome teo , dice la fábula, que había robad o
y por este
grado , animó figura s hechas con tierra y agua
ado por júpite r. Los espí-
crime n fué encadenado y fulmila
en sus libros más
ritus elementales , dicen los cabal istas
nacie ron en
secretos, son los hijos de la soled ad de Adán;
Dios no le
sus sueño s, cuand o aspira ba a la mujer que
había dado todav ía.
lment e, en
Pa racels o dice que la sangr e perdid a natura
1
puebla el am-
'
sueño, por los célibes de ambo s sexos ,
nte claramente
biente de fantasmas. Creem os indica r basta
, sin que sea
el origen , según los maes tros, de esas larvas
cuerp o aéreo
precis o explic arlo más. Las larvas tienen un
ban la-san gre
formasJo de vapor y sangr e. Por esto busca
ntaba n con el humo de
dispe rsa y en otro tiemp o se alime
s de las pesadi-
- los sacrif icios. Son los hijos mons truoso
os. Cuand o
llas impur as que se llama ban incúb os y sucúb
para ser vistos , es un vapor 1
están bastante conde nsado s
tienen vida pro-
colore ado por el reflejo de una image n: no
c~mo la som-
pia, pero reprod uce la vida del que los evoca
. Se manif iestan , es~eci almenle ,
bra reprod uce al ~uerpo
inmor ales que su
alrede dor de los idiota s y de los seres
iosas. La CQ-
aislam iento entrega a las costu mbres licenc
es muy débil,
hesi.ón de las partes de su cuerp o fantás tico
la llama viva, y sobre todo
por esto toman el aire libre,
cierto modo ,
la punta de las espadas. Se convie rten, en
sus padres,
'én apren dices vapor osos del cuepo real de
han creado o
puest o que viven la v.ida de los que les
De sueFte , que si se
que se los aprop ian al evoca rlos.
result ar real-
hiere sus cuerp os apare ntes, el padre puede
a realmente
mente herido , como el niño nonna to result
-82-
/
.(
-83 -
1
'\
LIBRO 11
' 1
FORMACIÓN Y REALIZA CIÓN DEL. DOGMA
CAPÍTULO PRIMERO
SIMBOLISMO PRIMITIVO DE LA HISTORIA
.
rias: cado vez que se construya una torre . habrá disputas
por la cúspide, y la tendencia de las multitudes será deser-
tar la base; para satisfacer todas ' las ambiciones habrra
que hacer la cúspide más ancha que la base, lo que
serra tan imposible que al menor soplo·de aire vendría al
s uelo.
La dispersión de los hombres fué el primer efecto de la
maldición lanzada contra los profanador es, descendien -
tes de Caín. Pero, a la Paza de l:ian, alcanzó especialmen-
te el peso de la maldición que debí-a hacer que su posteri-
dad fuese· anatematizada.
La castidad conservado ra de la familia caracteriza las
Iniciaciones jerárquicas : la profanación y la rebeldía son
siempre obsc.enas y tienden a la promiscuid ad infanticida.
Lo dfSh0nra de los misterios del nacimiento, el atentado
éontra los niños, eran el fondo de l0s cultos de la antigua
Palestina, entregada a los tenribles ritos de la magia negra.
El Dios negro de la India, el monstruos o Rutrem de for-
mas priapescas', reinaba con el nombre · Belfegor, Los tal-
mHndistas y el judío platónic0 Filón, cuentan cosas tim
vergonzos as del culto de éste ídolo, que al sabio juriscon-
~m lto Seldeno le p·arecen in'Creíbles.
_Era, dicen, un ídolo barbudo, con la boca abierta y que
tenía por lengua un gigantesco palo; se descubrían Jos fle-
Jes im¡:¡údicos anteresta figura y la presentaba n ofrendas es-
tercolarías. Lo¡;¡ ídolos de Moloch y de Ca mos, eran máqui-
ñas homicidas que unas veces deshacían a los niños con'
tra su pecho de bronce y otras les daban muerte con sus
::>razos puestos al rojo. ~ara n0 oir los ¡;,ritos de las vfctl·
mas, se bailaba delante de esos ídolos al son de trompe·
tas y tambores y las madres de las víctimas dirigían la
danza. -Ei:l incesto, la sodomía y la bestialidad era.n.de oso
-88-
/
se· p¡¡epara ,:_una segunda Babel y no está lejos la confu-
sión de las lenguas. "
El Ser es el Ser , la razón del Seu está· en el Ser. En el
pr_incipio, es el Verbo y el Verbo-Jogos~es la lógica
formulada en palabras, la razón hablada; el Ve~bo está en
Dios y el Verbo es Dios misrn0 manifestado en la inte-
li gencia. Est0 está por encima de todas las filosofías. Lo
que hay que creer, so pel'!a de no saber nuncá nada y caer
en la duda absurda de Pirro. El sacerd0cio guardador de
la re reposa completamente en esta base de la ciencia y
hay que saludar al principio divino del Verbo .eterno en su
enseñanza.
.·
9.4 -
1,
CAPÍTULO 11
EL MISTICISMO
lo:! respon den los goecia nos, es decir, los verdad eros ma-
nipuladores de la magia negra.
'-- La anarqu ía es el punto de partida y la característica
distintivq. del misticismo disidente; es impasible la con-
cordia religiosa entre los sectari os, pero ellos se entien-
den a maravilla sobre un punto: el odio a la autorid ad
jerárquica y legítima. En eso consis te realmente su reli-
gión, porque es el único lazo que ata a los unos con los
otros. Es siempr e el crimen de Caín; es la vulneración del
principio de la familia, es el ultraje infligido ' al padre, d.el
- cuál, todos los disidentes proclaman muy alto la embril!-
guez y cuya desnudez descub ren con risa sacríle ga .
Todos los místicos anarqu istas confunden la luz inte-
lectual con la lu.z astral; adoran la serpiente en vez de re-
verenciar la sabidu ría obediente y pura que le pone el pie
sobre la cabeza. Se entrega n a los vértigo s y alucinacio-
nes y no tardan en caer en los abismo s de la locura.
Todos los locos son visiona rios, y, según ellos, se les
puede creer taumatui:gos; pero como la alucinación es
contagiosa, sucede , o parece ocurrir , alreded or de los lo-
cos cosas inexplicables . De otra parte, los fenómenos de
la luz astral, proyec tada con exceso, son de tal naturale-
za que pueden descon certar a los semi-s abios.
Acumulada sobre los cuerpo s, les da, por la distensión
violenta de las ~oléculas, tal elasticidad, que, los kuesos
, se pueden torcer y los múscu los alargar se.
Se ·forman como tromba s de luz que suspen den los
cuerpos más pesado s y pueden sosten erlos en el aire du-
rante un tiempo propor cional a la fuerza de la proyección.
/ Los enfermos se sienten a p~nto de estalla r y solicitan au-
xilios por compr ensión o percusión. Los g0lpes más vio-
lentos y la opresió n más fuerte, estand o. equilibrada por
- - ·" 7 - 7
aullaban
~e aproximaban al círculo en tanto que les canes
lamentablemente en la campiña.
el prin-
Para poderlo todo· hay que osari o tod0: este era
cipio de los encan tamie ntos y de sus horro res.
se creían
Los falso s mago s se aliaban por el crimen y
n conse gui-
capac es de asust ar a los demá s, cuand o había
do asust arse ellos mism os.
horribles
Los ritos de la magia negra qued aron tan
las asoci a-
como los culto s impíos que produ jo. Tanto en
las civiliza-
cione s de malh echor es que consp iraba n contr a
os bárba ros. Es siem-
cione s antig uas, como en los puebl
re las mismas
pre el mismo amo a las tinieblas, son siemp
ienta s.
profa nacio nes, las mism as presc ripcio nes sangr
hechicero
La magia anárq uica es el culto a la muerte. El
de su razón , renun cia n
se aband ona a la fatalidad, abjura
hijo;>. Re-
la esper anza de la inmortalidad e inmola a sus
de crápula
nuncia al matrimonio hoJlesto y hace votos
de su locur a, se embriaga
estéril. Así goza de la plenitud
creer la todop ode-
·en su propia maldad hasta el punto de
acion sees
rosa, y trans form ando en realid ades sus alucin
infierno.
cree dueño de evoca r a su antojo la tumba y al
s desco nocid os y aun
Las palab ras bárba ras y los signo
es en ma-
los absolutamente insignificantes, son los mejor
icas ridícu-
gia negra. Se alucina más fácilmente con práct
o fórmulas
las y evoca cione s imbéciles que con ritos
genci a. Mr. Du
capac es de mantener despier-ta la inteli
de ciertos
Potet, afirma hal'>er experimentado el intlu)o
los signo s
signo s sobre los que se ·hallan en trance, y
ocult o con preca ución y
que traza de su mano en su libro
seme jantes a
~misterio, son análo gos si no absol utam ente
en las anti-
las ~upuestas firmas diabÓlicas que apare cen
lario mágic o. Las mismas
iluas ediciones del gran formu
- 100 -
.,.
BI gran'· misterio de la vida. y de sus pruebas, está re-
presentado en la es•fera celeste y en el ciclo del a·ño. Las
~ '
cuatro formas de la esfif.lge corr-esponden a los cuatw ele-
mentos y a lils cuatro estaciones. Las' figuras · simbólicas
del escuclo de Aquile's tienen, en Homero, una .significa-
ción análoga a la de los doce trabajos de HéFcu·Jes. Aqui~
les .habrá•de morirr,. como Hércules, desp.ués de haber ven-
cido a los elementos y · combatido contra los · dioses.
Hércules, ,vencedor de todos los · vicios qÍ.1e l'o s animales
que ha de combatir representan, sucumbe un ir.~stante al
más peligroso de todos, al amor; pero logra al fin' arrancar
de su pecho,.con {os girones de su ·c arne, la túnica ardo~0-
t
- N!J3 -- .
----" 106 -
~
la barbilla. Por debajo de esta· cabeza se ve el nombre de
.
yos con u¡:¡a ·c ola de escorpión y el sign0 de Sagitado bajo
115-
- 114-
CAP!TULO IV
por los padres y los doctores, todo ello con una armonía y
unas luminosid ades que aún no es dado al mundo com~
prender.
1
El.Zohar, que está a la cabeza de los lib¡¡os santos, abre
a la luz todas las prrofundidades y aclara todas las obscu~
ridades de las mitologías :antiguas y de las ciencias
guardada s primitivamente en el santuario . Verdad es que
hay que conocer el secreto de la clave para utilizarlo y que
aun para las inteligencias más pen_etrantes, pero no inicia~
das en el secreto, el Zohar es en absoluto incompreil~ihle
y aun ilegible. ·
Esperamo s que los leelores que siguen con atención
nuestros escritos sobre la Magia, encontrar án por sí mis~
mos este se·creto, y llegarán a su vez a descifrar primero,
a leer después este libró que contiene la lxpliéaci ón de
tantos misterios .
Siendo la iniciación la consecue ncia obligada de la je~
rarquía, principio fundamental de las_realizaciones mági~
cas, los or-ofanos, despu,és de haber ensayado inútilmente
forzar las puertas del santuario , adoptaron el partido de
poner altar frente altar, y de oponer las divulg.aciones ig~
norantes del cisma, a las reticencias de la ortodoxia . D~
los magos se <;onlaron historias horribles; los brujo11 y
las strygas hicieron recaer sobre ellos la responsab ilidad
de sua crímenes: eran unos bebedore s de sangre humana
y se comJan a los niños. Esta venganza de la ignoranci a
presuntuo sa contra, la ciencia discreta, ha tenido en todas
las épocas urt1éxito que ha perpetuado su uso. ¿No ha ha-
bido un miserable que se ha permitido imprimir en qna
sátira que había oído en cierto Club al autor de este libro
pedir se hicieran con la sangre de los ricos morc;:illas,
para alimentar al pueblo fqmélico? Cuanto mayor- es la
- 117-
© Biblioteca Nacional de España
L 1 p A L V 1
.taba en el ll]Undo. ..
Un· sel.lo especial caracteriza la iniciación dada a los to-
man os por Numa y es la importan'Cia típica concedida a la
mujer a ejemplo de los egipcio·s que a=oraban la' divini-
daq suprema bajq el nombre de :· Isis.
!}ara los griegós el dios de la injeiación e_s lacchos, el
ve11cedor de la India, el ~esplandeciente Andrógino de los\
cu'ernos de Ammon, ~1 Panthée que sos·tiene la copa de los
sacrjficios y haee desbordar en e!Ia el vino de la vida · uni-
versal; Iacchos, el del'rayo y el domador de tigres y leo-
nes·; pero· p~:ofanandd los secret,os de Jléicchos, es como las
bacantes han conseguida destrozar a Orfeo; lacchos, con
el nÓmbre romano de Bacchus, no será ym sino el dios de
(
lo enseguida y castigarlo.
En memoria de est¡;J ilus1re romana, la alta iniciación en
el culto a la patria y al hogar fué confiada a las mujeres,
con exclusión de los hombres. En aqnel ejemplo debían
1
aprender éstas que el verdadero amor es el que inspira
l.as mayores abnegacion es . Decíanlas que la verdad~ra
belleza del hombre está en el heroísmo y la grandeza; que
la mujer capaz de abandonar o traicionar a su marido,
marchita a la vez su porvenir y su pasado y, pone en su
frente la mancha imborrable de una prostitució n retros·
pectiva agravada todavía con un pe.rjurio. Dejar de amar
a aquel ·a quien ha entregado la flor de su juventud, es la
mayor desgracia que puede afligir el pecho de una mujer
honrada; pero declararlo en voz alta es renunciar a la pro-
- 124-
.
obedecen _con frecuencia a causas morales. Las revolucio-
nes se traducen en el aire, por grandes tormentas, el alíen-
to de los pueblos agita al cielo. El éxito marcha con las
corrientes eléctricas y los colores de la luz viva reflej11n
los movimientos del 11ayo. «La atmósfera está cargadll•
dice el pueblo con su instinto profético. Los arúspices y
los augures aprendían a ' le~r lbs caracteres que va trazan·
do por doquier la luz, y a reconocer las señales de lasco·
rrientes y de las revoluciones astrales.
Sabían por qué los pájaros vuelan aislados o juntos,
cuáles influencias les hacen ir hacia el Norte o el Mediodía.
hacia Oriente u Occidente, ~osa que nosotros, que nos
reimos de los_áugures, no sabemos. ¡La burla es tan fácil
y es tan difícil aprender bien!
126-
i
© Biblioteca Nacional de España
HIS10/l!A DE L A M -A O 1 A
"
Por este prejuicio que nos lleva a denigrar y a negar
todo lo que no comprendemos, algunos hombres de inge- ;
nio, como Pontenelle,_y algunos sabios como Kircher, han
escrito juicios tan temerar-ios sobre los antiguos, oráculos.
Para estos espíritus fuertes, todo son m~niobras y super-
cherías. Inventa~ est'ltuas articuladas, voces ocültas, ecos
combinados en los subterráneos de los templos. ¿Por qué
esta calumnia constante al s antuario? ¿Es qué no pudo
haber, entre los hierofantes de ·Ceres o Apolo, hombres
honrad,os y convencidos? ¿Acaso eran estos engañados
como los clemás? ¿Pero quién podría engañarlos constcm-
temente, duran te siglos y siglos, sin descubrirse? Porque
fas supercherías no pueden ser inmortales. Recientes ex-
perimentos demuestran que el pensamiento'puede transmi-
tirse, traducirse a escritura e Imprimirse por la sola fuerz11
de la luz astral. Misteriosas manos escriben todavía en
los. muros como e~ el festín de Baltasar. ;;Recordemos es-
tas juiciosas palabras de un sabio que no será, ciertamen-
te, de fanatismo ni de credulidad. Arago decía que, fuera
de las matemáticas p,u ras, era un imprudente quien pronun-
cillra la palabra imposible.
El calendario religioso de Numa está calcado en el de
los magos: es una serie de fiestas y misterios que recuer-
dan toda la doctrina secreta de los iniciados y que adap-
tan p~rfectamente los actos públicos del culto a las leyes
universales de la naturaleza. La disposición de los meses y
de los días ha quedado la misma bajo la influencia conser-
vadora de la regeneración cristiana.
Como los romanos de Numa, todavía santificamos por
medio de la abstinencia los días consagrados al recuerdo
de la generación y de la muerte; pero para nosotros el día
de Venus está santificado -gor la expiación del calvario. El
¡ .
- 127
- 128-
Las supers ticione s son formas religio sas que sobrev iven
a las ideas perdidas. Todas han tenido su razón de ser
en
una verdad que ya no se conoce o que ha sufrido trans-
formación. Su· nombre , dellatf n superster, signific a lo
que
sobrevive; son los restos materiales de las ciencias o
de
las opinion es antiguas.
Las multitudes, siempre más inst~ntivas que reflexivas,
se
ligan a las ideas por las formas , y difícilm ente cambia
de
costumbres. Cuand o se pretende comba tir las supers ticio-
nes, el pueblo cree siempre que se ataca a la religión mis-
ma; por eso San Grega rio, uno de los papas más grande
s
de la cristian dad, no quería que fuesen suprim idas las prác-
ticas. •Purific ad los templos, escribía a sus mision eros,
mas no los destru yáis, porque mientra s el pueblo
vea
subsistir sus antigu os lugare s de la oración : acudirá
a
ellos por costumbre, y lo ganar.éis más fácilmente para
el
C!JIIo del verdad ero Dios•.
•Los bretones, añade tan santo papa, celebran, en deter-
minados días, sacrific ios y festines. ¡Dejadles sus festine
s,
no suprimáis sus sacrific ios. Dejadles la alegría de
sus
fiestas, pero esta alegría pagana, conver tida dulce y pro-
gresivamente en cristian a!»
La relig·i ón conser vó incluso casi los mismo s nombre
s
- 129- 9
dejado.
Así, por ejemplo, la observancia de los números y de los
días, es una reminiscencia ciega del primitivo dogma má·
gico. El viernes, día consagrado a Venus, era mirado por
los antiguos com 0 un día funesto , porque recuerda los
misterios del nacimiento y de la muerte. Entre los judíos,
no se emprendía labor algun.a dicho día, pero se daba re·
mate a todo el trabajo de la semena, por ser la víspera del
día del sabbal o del reposo obligatorio. El número trece,
que sigue al ciclo perfecto de doce ·represen!a igualmente la
muerte después de los trabajo:;; de la vida . En el símbolo is-
raeli ta, el artículo rela1ivo a la muerte , es el trece. A conse·
''
cuen cia del desmembramien to de la familia de José en dos
tribus se reunieron trece invitados en la primera Pascua de
Israel , en la tierra de promisi0n, es decir, frece tribus a re-
partirse la cosecha de Canaan. Una de estas tribus fué ex·
terminada, y fué la de Benjamín, el más joven de los hijos
- 150-
- 155-
sazón
•
estaba todavía,
~n
•
Ja ,1 cuna, acaba de robar sus
bueyes, coge al niño y le sacude fuertemente paranacerle
confesar el l'atrocinio.
Entre los romanos todo se consideraba presagio. Un
guijarro con el que se tr.ope_z~ba, el g rito de un mochuelo,
ellaqrido de un perro, un vaso roto, una vieja que miraba'
. la;primera, un animal que se encontraba,. Estos vanos te-
.
rrores tenían· por fundamento esta ciencia grande de la
magia que- no desperdicia ningún 'indicio, y para la cua\,
.
·uFJ efectó desapercibido par~ ' el vulgo, se relaciona' con
una serie de {:a usas que .ella enlaza e'ntre sí. Sabe; por
eje~.plo, que las influencias afm0.sféricas que hacen aullar
1
· al perr0, son mortales para ci'ertos, énf~rmos; que la pre-
se,ncia y el acoso de lo ~ cuervos am,mcian cadávere~ aban-
do nados; 1o que siempre e's de siniestro augt¡rio . Los cuer-
vos frecuentan gustosos :l as regiones del suplicio y del cri-
. ,. ' ~ '
men. El paso de ciertas aves a'nuncia un invierno rigur0so,
otros, cen 'sus gritos pla,íiiide¡-0s I~C:!bre el mar, son el he-
r~ rde las tempestad~s. ' Lo ¿Úe la ciencia aualiria, la
ignorancia lo nota y lo gene~aliza: La primera encuentra
en.'t~d0S . l ?Jdqs advertencias· Óli)es, la segunda se inquieta
.por todo y· se a~usta á sí m_isma .
. Los r~má!los ~ra n tarhbién grandes observadores de ~ue
ños;. el artede . expli~arlos /
está
. unido ,'·
a la ciencia de la luz
~
fl 1 .S T O R J A ' D E. •L A. M :A. ·6
- 137 - -
verso: era una cúpula sobre una cruz; con una galería
cüadrada, y una muralla circular como el escudo ·de '
Aquiles. La tumba de Mausoleo era el pantaclo de la Venus
púdica y conyugal: tenía una forn';a lingámica. Su muralla
, era circular, l'a parte alta cuadrada; en el centro del cua-
drado se elevaba UI~a pirá.(llide truncada, sobr.~ la cual, ha-
bía un earro tirado por cuatro caballos dispuestos en
cruz. Las• pirámides eran el panlaclo de Flermes o de Mer-
curio. El Júpiter olímpico era el de Júpiter; los muros de
Babilonia y la fortaleza de Semíramis eran el pantaclo de ,
Marte': En fin, el templo de Salomón, ese panta.clo un.iver-
sal y absoluto que debía acabar con todos los otros, era
para el gentilismo el pantaolo terrible de Saturno. La filo-
sofía septenaria de la iniciación entre los antiguos podía
resumirse así: •
.. ., ' 1 ' ' o\; 1 ~ 1 ' ;, '
- 140 -
CAPÍTULO PRIMERO
1
1
il
1
Fig. 11.-Disputa entre San Pedro y San Pablo con Simón Mago
y calda de éste. (Grabado del siglo XV)
HIS TOR IA De L A M A (J 1A
"
todo el mundo sabe que. a la venida de Jesucris to, l0s
oráculos se callaron en todo el mundo y una voz gritó
sobre el mar: el gran Pan, ha muerto. Un escritor pagano
se enfada con estos asertos y declara que los oráculos no
se callaron, sino que ya no se encontró nadie que los ¡;on-
sultara. La rectificación es preci0sa y tal justificación es
más concluyente que la pretendida calumnia.
Hay que decir lo mismo de los prodigio s que fueron
desdeñados cuando se produjer on .Jos verdade ros mila-
gros , y en efecto, si las leyes superior es de la naturaleza
obedecen a la verdade ra superior idad moral, los milagros
se hacen sobrenat urales, como las virtudes que los pro-
ducen. Nuestra teoría no disminu ye en nada el poder de
Dios y la luz asti·al, obedecie ndo a la luz superior de la
gracia, represen ta realmente para nosotros la serpfente
alegórica que viene a colocar su cabeza vencida bajo e
pie de la reina del cielo.
-WI -
su cuer-
ha comu lgado con sus discíp ulos, tuvo que tener
de la boca.
po entero en la mano y poner la cabez a dentro
eau.
Esta broma de mal gusro se encue ntra en Rouss
Es fácil respo nder a esto, que el sofist a confu nde aquí
el orden sobre-
la ciencia con la fe y el orden natura l con
comunión
natura l o divino . Si la religió n dice que en la
naturales
de la cena, nues tro Salva dor tenía dos cuerp os
a dimen sión, y que el uno
de la mism a forma y de la mism
ho a protes -
se ha comid o al otro, la ciencia tendrí a derec
ro estaba
tar . Pero la religió n dice que el cuerp o del maest
divina y sacram ental en el signo,
conte nido de una mane ra
o la aparie ncia natura l de un . pedaz o· de pan .
que se
Una vez más se trata de creer o no creer; pero el
sobre la
ponga a razon ar y quiera diseut ir científicamente
mater ia, merec erá pasar por imbéc il.
nes
La verda d en la cienci a se prueb a con demostracio
unanim i· '
exacta s; le; verda d en religió n se !prueb a con la
el de·
dad de la fe y la santid ad de las obras . El que tiene
os, dice el Evang elio, puede
recho de perdo nar Jos pecad
es verda·
decir al paralítico: ~l.:.evántate y anda . La religió n
a de la re
dera s i rea liza la moral más perfecta. La prueb
son las obras .
sa de
El crislia nismo ha consti tufdo una socied ad inmen
la obedie n·
· homb res que tiene como principio la jerarq uía,
lo que se
cía como regla y la carida d como ley. Esto es
pregu nte. Si la cienci a res·
puede perm itir a la cienci a que
pero han fal·
ponde , según los docum en tos histór icos; sí,
palabras,
lado a la carida d. Os cojo por vuest ras mism as
a. ¿Con-
se podría respo nder a los 'intérp retes de la cienci
que se puede faltar a
fesáis que la carida d existe , puest o
ella?
¡La Carid ad! ¡Gran palab ra y gran cosa! Palab
ra que
- 148 -
- 155-
DEL DIABLO
•E L 1 A L E V 1
CAJlliT UL0
LOS ,U LTIMO S PA.GANOS
=:; ~99 =
© Biblioteca Nacional de España
e L 1 p lf )1 S L [; 1
1 '
azufre,:·-el · ~antane e's 1el 'mercHr('o, 11a'• l'lanur.a•·es la sa;Pde
loálf!ló.sb"fl!l_s·:I..;os :drago'9es :de la' Hla,r:ura tienen en el,lomo
p.utiltas ren ·f¡;¡rma de sierml¡.
¡ :.¡
" ~:fl , pqder áciclo de la sal; los
es 1 1
dragones d'e las monítañas tienen las escamas <le co'lor do-
,¡ '· !
• - 167 -
......, 168-
l.
© Biblioteca Nacional de España
f!JSTORJ.A D E t. .A M ' .A p 1A
-No quien> pmlerla, sino poseerla. ¿Pueaes.hacer algo
en mi 'favor?
-Secluj~ a Eva, q~e er:a ,Inocen1~,Y que hélblaba .todlits
lós días' familiarmente con el mismo 'I?Hos. Aunque ' 1 es~ ·
virgen sea cristiana, has de ~aber que he hecho' que cruci-
fiquen a Cristo .
1
..,¿Luego me la entrega rás? ''
-Toma este ungüento mágico; con él untarás el dintel
de su morada; de lo demás ~o -me encargo.
Ahora
. Justina duerme en su cuúto pequeño, casto y se•
' .
vero. Cipria no está ·a la puerta murmuran~o palabras sa-
crflegas y realizando horribles ritos; Satán se' d¡:!sliza has-
ta la"cabecera de la joven y le infunden sueños voluptuo-
sos con la imagen de Cipriano que cree encor.!r ar todavía·
a la salida de ia iglesia; pero esta vez ella le mira, le éscu- "
cha y ·le dice cosas q~e t~tban su cotazón; de repénte 1se
a~ita, se despierta y hace la señal de la cruz; e¡''demonio
desaparece, Y, el seductor, que está de centinela a la puer-
ta, espera· inútilmente !oda la noche.:· · ·
A la mañana stguiente tepite la~ eVcocaciones y dirig'e
amargos reproches a su cÓmplice infernal; 'é ste ctmffest¡
su impotencia. Cipriano J·é arroja vergonzosamente y ha-ce
que comparezca un diablo · de orden superior. El recién
llegado se transforma sucesivamente en doncella y. en
apuesto mancebo ·para tentar a Justlna con consejos y ca•
ricias· respectivamente. La virg'en va a sucumbir, pero el
buen ángel la guarda; besa el signo de fa cruz y arroJa,
al espfritu mal0. ', En'ronces C ipria no invoca al rey de los
iilflerhos. S atán acude en persona. Hace sufr,ir a :Justina
todos los dolores de Job y propaga una espantosa peste
en Antloqufa; al ..mismo tiemp~ impulsa a los oráculos,a
decir qÚe cesará' la pesre c~and·~ Justin~ aplaque a Vebus'
- 171-
17~ -
·,
.... •-.,
l"'
la fórmu la má-
peqUeño vertía ·vino, pronu nciab a después
e de un líquid o
gka y entonces se veía llena r al más grand
os, que no era
sangr iento que subía en ebull ición . Marc
que .Dios le había
sacerdote, quería demo strar con esto
Invita ba a todos
reve·s tido de un sacer docio milag roso.
la mism a ma-
sus discíp ulos a que realiz aran ante su vista
obten ían .un éxito_ seme-
- ravill á. Las mujeres, 's obre todo,
s y en éxtasis.
lante al suyo , después caían en convu lsione
a su demencia'
Maré os soplaba sobre ellas y les c<Dmunicab
y por el espíritu
· h.asta el punto de hacer las olvid ar por él
de religi ón todó recato y pudo r.
fué siempre
Esta intrus ión de la mujer en el sacer docio
de es111
~1 sueño de los falsos gnós ticos, porqu e nivela ndo
la anarq uía en la famili a y po-
. clase los sexos , intmd ucían
o de escán dalo. El
nian en medio de la socie dad un motiv
mate rnida 1 el d y
verda dero sacer docio de la mu)er es la
r . Los gnósti-
culto de esta religi ón del hoga r era el pudo
lo comp rendí an dema-
cos no comprendían esto o acaso
de la madre ,
siado , y extra viand o los in$tin tos religi osos
ía a sus deseos
romp ían la barre ra sagra da que se opon
licenc iosos .
franqueza del
No tenían, sin emba rgo , todos , la triste
exageraban por
impu dor. Algun os, como los Mont anist as,
la impracticable.
el contr ario la mora l con ·el fin de hacer
seduj eron el genio ex-
Mont ano, cuyas ásperas doctr inas
abandonaba con
tremado y parad oja[ de Tertu liano , se
se hoy sus so·
··Pris cila y Maxim ila·, sus profe tisas -diría
y éxtasis. No po·
nán;¡bulas - a toda clase de desen freno s
·día faltar a los autor es de tal~s exces os el natur al casti·
en el suicidio.
go, y así 'acab aron en la locur a furios a y
La locur a de los marc osian os era una cába
la profanada
lo había creado todo
y materializada; pretendíán que Dios
- 180 -
por medio de las letras del 'alfabeto ; pero estas jetras e¡:an
otras tantas emanaCiones divinas que .por mismas po- sí
seían 1~
potencia generatr iz de los seres; q11e las palabras
eran t0dopod erosas y operaba n virtud y realmente _pro-
digios. Todo esto es verdad en. cierto sentido, per.o no era
el de los sectario s de Marcos. Suplían las realidad es por
las alucinac iones y creían hacerse in:visibles, porque en el
estado de sonamb ulismo se transpor taban mentalmente a
donde querían. Para lo~ falsos místicos la vida se confun -
de a veces con el sueño, hasta que al fin este sueño triun -
fante supera a la realidad ; llega entonces el reinado com-
pleto de la locura.
La imaginac ión, cuya función natural es evocar las i!lJá ~
genes de las formas , puede también, en un estado de exal-
tación extraord inaria , producir las formas mismas, como
Jo prueban los fen"ómenos de embara.z os monstru osos y
muchos hechos análogo s que la ciencia oficial serra mejor
estudiase en lugar de negarlos co n obs·linac ión .
Tales son l as creacion es drsorden adas, que la religión
ha proscrito bajo el nombre de milagros diabólico s, y esos
eran los milagros de Simón, de ·los Menand rianos y de
-Marcos .
En nuestro tiempo tod avía , un falso gnóstico llamado
Vintras y - que resielió en Londres , hacfa aparecer · sangre
en los cálices vados y sobre las h0stias. profanad as.
Ese desdicha do caía entonces en éxtasis cbmo Marc0s,
Y profetizaba el trastorn o de 1·~ jerarquía y el próxjmo
triunfo de un pretendi do sacerdoci'o, todo de visiones , ex-
•pansiones libres y amor. No hay nada nuevo bajo el sol.
Después del panteísm o polimorf o de los gnóstico~. vie-
ne el dualismo de Manés. Así se formula en~ dogm a t~li
giosq la falsa iniciació n de los pseudo- mag0s de l'll p~r
- 181
- 184 -
18CI -
CAPÍTULO PRIMERO
LA MAGIA ENTRE LOS BÁRBAROS
vez! .. »
-Al te~Zmirtar estas palabras cayó sobre el lecho como
una masa inerte. Sus facciones .se agostaron súbitamente,
un hedor cadavérico invadió la estancia y ya no se vió
sino Jos restos desfigurados de .una joven muerta hacía
cinco días.
Al día siguien'te, t0da Ill ciudt~d se con~9vió con la no-
ticia del prodigio. La muchedumbre se ianzó al circo don-
de el hecho fué .públicamente relatado, 'i luego se trasladó
a la 1umba de Filinnia. La joven y,a no estaba, ,pero rué
- 1Cl4 -
- 198-
199
HISTORIA DE L A MAOI'A
- 206 ~
-216-
- 223-.
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CAPÍTULO 'V
MAGOS
- . 227-
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E L 1 V . 1
-.228 - ·
© Biblioteca Nacional de España
HI STOR IA DE LA M A O lA
- 2i9-
- 233-
C~PÍTULO VI
PROCESOS CÉLEBRES
Las socied ades del antigu o munclo pereci eron por
el
egoísm o materi alista de las castas que al inmovilizar
y di·
vidir·a las multitudes en una reprob ación sin espera
nzas
habían privad o al poder, cautiv o, entre las manos de
un
peque ño númer o de elegid os del m:)vimii!nto circula
torio
qu-e es el principio del progre so, del movimie~to y
de la
vida.' Un poder sin an tagoni smos , sin competencia y
por
consig uiente sin fiscalización, había sido funesto P?ra
las·
realez as sacerd otales ; por otra parte las repúbl icas habían
pereci do ert el confliCto de las liberta des que en ausenc
ia
de todo deber jérárq uico y fuertemente sancio nado
son
otras tantas liraníá s rivales las unas de las otras.
Pará
encon trar un medio establ e ent~e Jos dos abism os,
Jos
hierofantes cristia nos idearo n l!lna socied ad ded icada
a la
abneg ación con votos solem nes, proteg ida por reg)am
en•
tos severo s que sería recluta da por la in iciación y
que,
única depos itaria de Jos grand es secret os religio sos
y so·
ciales, hada las veces de los reyes y de los pontífices
sin
expon erse a las corrup ciones del poder. Ahí está el secre·
lo del reino de Jesucr isto que sin ser de este mundo
go·
bernar ía todás las grand ezas.
Estd idea presid ió h fundación de las grand es órdene
s
religio sas, en pugna con frecuencia, con las 'autori dades
-23 4-
-.240 -:-
- 243 -~
- 250-
le crefa ver
a Dios pri·
1
la tie·
sticio nes
conde nan siemp re a la inepci a y a la demen cia;
nada más
deplo rable y más fastid ioso, que la serie de
histor ias
de aparic iones diabó licas, en las que los
escrit ores
vulga res de la· histor ia de la magia han espig
ado con
exces o st<s comp ilacio nes. Pedro el Vener able,
vió ol dia·
blo tirars e de cabez a a las ·c etrina s; otro cronis
ta le reco·
noció bajo la forma de un gato que se parec ía
a un perro,
y que brinca ba como un simio ; un señor de Coras
a tenia
a sus órden es a un diabli llo llama do Orión , al
que se le
apare ció bajo la forma de una cerda prodi giosa
mente blan·
ca y desca rnada . Guille rmo Edelin , ·prior de San
Germá n
de los Padre s, declar a haber lo visto e bajo la
forma y se·
· · mejan za de un carile ro que le parec ía, en aquel
instan te,
· besar brutal mente bajo la cola en señal de r ::veren
cia y de
honor .:.
Much as desgraciada~ mujer es viejas , se acusa
ban de le·
nérle por amant e; el maris cal Trivu lcio murió de
terro r es·
grimi endo estoq ues y tablas contra .los diablo s
que él vd1
llenan do su habita ción; se quem aron por cente
nas dcsg-ra·
ciado s idiota s y locos que tuvier on comer cio
con el ma·
Jigno; no se escuc haba habla r más que de íncub
os y su·
cubos ; los jueces acogí an gravement..' revela cione
J. s que era
1 precis o fallar, enviá ndola s a los médic os, y la
opinió n pú·
~ .
blica ejercí a sobre ellos una presió n irresis tible
y la indul·
genci a para los hechi ceros expon ía a los magis
trados a
todos los furore s popal ares. Lil persec ución que
se hacía
a los locos , propa gaba la locura , y los madiá ticos
se des·
trozab an mutua men·te; !os golpe aban haslil matar
los, los
- 252 ,;....
- ~~--
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L 1 p H A L e " 1
de lps órganos, no tendría objeto. Si el espfrittJ, separc:do
de los sentidos pudiera hacer obedecer a la materia a su
gusto, los muertos ilustres serían los primeros que se nos
revelasen, con movimien tos armonios os y regulares ; en
vez de ésto, vemos movimien tos incoherentes y febriles
·que se producen tJirededor de seres enfermos, inteligentes
y caprichosos. Estos seres son imanes desconcertados,
que hacen desbarrar el alma de la tierra; pero cuando· la
tierra delira a consecuencia de la erupción de los seres
abortados, sufre ella también al atravesar una crisis que
ha de terminar con violentas conmociones.
Hay verdaderamente mucha puerilidad en ciertos hom·
bres que pasan por serios. Tal el marqués de Mirville que
atribuye al diablo todos los fenómenos inexplicables. Pero,
querido señor, ¿si el diablo tuviera el poder de alterar el
orden natural, no lo utilizaría inmediatamente, de manera
que lo trastocara todo? Dado el ~arácter que se le supone,
no se detendría ante ningún escrúpulo.-1 .~ h! me cont~s·
taríu, es que la potencia de Dios se opondría a ello-. Poco
a poco; el poder de Dios·se opondría o no se opondría. Si
se opone, el diablo no podría hacer nada; si no se opone,
el diablo quedaría el amo ... Mr. de Mirville nos dirá que
Dios lo pem:ite un instunte, el necesario para eng11ñar o
los pobres hombres, paru turbar su inteligencia, tan fuerte
ya como sabem0s. En este caso, efectivamente, no es el
di.:lblo el amo; es Dios quien sería. .. ¡pero no queremos ter·
minar la frase: ir más lejos sería una blasfemi<ll
No quieren comprenderse bien las armonías del ser que
se distribuye n por la serie, como di ce muy bien el m ~ nia·
co de fourier. El espíritu obra sobre los espíritus por el
Verbo. La materia recibe las huellas del espíritu y comuni·
c:.a con él por medio del organism o perfecto; la armonía de
- 256 "--
17
C.II.PfTULO PRIME RO
SACERDOTES Y PAPAS ACUSADOS DE MAG
IA
Hemos dicho que, despu és de las profan acion es e
impie·
dades de los gnóst icos, la Iglesia habfa prosc rito
la Ma-
gia. El proce so de los templ arios completó la wptur
a y, a
partir de esta época , obliga da a oculta rse para plane
ar en
la somb ra su venga nza, la Magia -prosc ribió a su
vez a la
Iglesia.
Más prude ntes que los heres iarcas que alzaba n públic
a·
mente altar frente a altar, entregáncjose asf ellos
mism os
al destierro y a la hogue ra, los adept os disim ularon
sus re- -
sentimientos y sus doctri nas; se unieron entre sí por
jura·
mentas terribles, y, sabien do cuánt o importa ganar
desde
luego una causa en el tribunal de la opinió'n, volvie
ron
contra los acusa dores y sus jueces las acusa cione
s sinies -
tras que pasab an ellos y denun ciaron al puebl e el
_sacer·
docie como una escue la de Magia negra .
En tanto n; asient a sus convi ccion es y creen cias
sobre
la base inconmovible de la razón , el homb re se apasi
ona
desgraciadamente igual por la verda d que por la
mentira,
Ypara los defen sores de una y otra las reacc iones·
son
crueles, ¿9uié n podrá hacer cesar esta guerr a?
Sólo el"
- 2."19 -
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E L 1 p H A .S L E 1
¡. espíritu de aquel que ha dicho: «No devolváis el mal por
1
el mal, sino triunfar del mal haciendo el bien>.
Ha sido acusado el sacerdocio católico de ser persecu-
tor, y, sin embargo, su misión es la del buen Samaritano.
Por eso ha sucedido a los levitas inhumanos que siguen
su camino sin sentir compasión del pobre herido de Jericó.
Ejerciendo la humanidad es como prueQan su consagra-
ción divina. Es, por tanto, una suprema injusticia arrojar
sobre elsacerdocio la mancha de los crímenes de algunos
que ostentaban torpemente tal investidura . Un hoiT.'bre,
sea quien sea, puede ser un malvado; un verdadero sacer·
dote es siempre caritativo.
Los falsos adept0s no lo e'ntendían así. El sacerdocio
cristiano, según ellos, estaba plagado de nulidad y usurpa-
ción después de la proscripción de los gnósticos. «¿Qué
es, en efecto-decían- una jerarquía en la que la conciencia
n0 constituye ya los distintos grados?> La misma ignoran-
cia de los misterios y la misma fé ciega lanzan al mismo
fanati~mo o a la misma hipocresía a los primeros jefes y
-264 -
- .
audaz ante los débiles y servil ante los poderosos, intri-
gante y libertino, y falto de fe y vicioso, no veía en la reli"
gión sino un instruméntb ~e impunidad y de rapiña. Para
hombre de tlll condición, fas virtudes cristianas eran un
obstáculo y la re del clero una dificultad que había que •
vencer; hubier(!, pues, querido formarse sa~er dotes a su
gusto y constitbirse un clero de hombres Ci'lpaces de todos
los lltenti'ldos y sacrilegios: este parece, efectivamente,' el
fin que se había propuesto el autor del grimorio de Ho-
norio.
Este grimorio no deja de tener importancia para los
amantes de la ciencia. A primera viata parece un tejido
de absurdos; pero para los iniciados en los s ign os y se-
cretos de la Cábala, un verdadero monumento. de la perJ,
versidad humana; en él se presenta al diablo como un ins·
trumento poderoso. Servirse de la credulidiild humana y
valerse del espanto que la domina para sujetarla a los ca-
prichos del adepto, tal es el secreto de esle grimorio; Irá-
tase de aumentar las tinieblas en los ojos de la mul!i;ud,
11mparándose con la antorcha de la eienci'a, que en mano.s
del audaz puede llegar a ser, en caso necesario, la tea del
incendiario o del verdugo. Imponer la fe con la esélavitud,
reservándose el poder y la libertad. ¿No es soñar, en efec·
to, con el reinado de Satán en la tierra? ¿Y habrá de ex-
- 267 ·-
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t. 1 p lf A L V
(1) Borrow.
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El resto Inmundo
De un viejo mundo: f
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LOS ALQUIMISTAS
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uni-
un rey de Franci a esiaba destin ado a ser el monar ca
camin o con la conqu ista de los
versal , había que abrirle el
us para que no
cora~ones y la convic ción de los espírit
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hiSTORIA De L A M A O 1 A.
'~27.-
- .551
a Dios por
bendición de vuest ra madre; ella y yo rogam os
ndió Graudier,
vuest ra alma. -Gra cias, padre mío, respo
a mi pobre
solam ente usted tiene piedad de mí, conso lad
muy 'enter-
madr e y servi rle de hijo. El teniente prebo ste
la parte que por oblig~
necido le dijo: Seño r perdo nadm e
s ofend ido,
ción tomo en vuest ro suplicio. -No me habéi
lir los debe-
respo ndió Grau dier, y estáis oblig ado a cump
res de vuest ro cargo .
arle pero
Se le había prom etido ahorc arle antes de quem
ésta le en·
cuand o el verdu go quiso tirar de la cuerd a,
cayó vivo al
redó, y el desgr aciad o cura de San Pedro
ruego.
y el padre
Los principales exorc istas, el padre Tranquilo
frenéticos
Lacta ndo, murieron poco despu és víctimas de
Surín que le suced ió perdió
accidentes nervi osos; el padre
ayuda do en la
la razón; Manonry el ciruja no que había
fantasma de
tortur a de Grau dier murió perse guido por el
una manera
la víctima. Labo urdem ont perdió a su hijo de
acia; las religi osas se
trágic a y él mismo cayó en desgr
de una enfer-
queda ron idiotas; verda d es que se tratab a
l del celo
medad conta giosa y terrible: la enfermedad menta
extremado y de la falsa devoc ión.
propias
La Provi denci a castig a a los homb res con sus
ias de sus
fallas y les instru ye por las triste s consecuenc
error es.
de Orau-
Apenas trans curri dos diez años de la muerte
dalos de Lou-
dier. se renov aron en Norm andía los escán
sacerdo-
dum. Unas religi osas de:Louviers acusa ron a dos
y uno de estos sacer dotes habla
tes de haber las embr ujado
tumb a para arranc ar
ya muerto; viola ron la majestad de la
los mis-
el cadáv er; los fenóm enos de la posición fueron
y que en Saint e-Bau me: Estas histéri -
mos que en Loudum
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hli5 TO RIA DE L A M A O 1A
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Mr. Bezuel, mareado por el olor del heno, cae de' la es-
calera y se lesiona un brazo; cree entonces, con la lógi-
ca de los sueños, que es ,su amigo q~ien le aprieta el br~zo
y, al despertar, con.tinúa sintiendo dolor, lo que se explica
naturalmente por el golpe recibido . Por los demás, los dis-
cursos del difunto, .son todos retrospectivos, npda dicen
de la muerte ni de la otra vida, lo que prueba una vez más
cuán infranqueable es la barrera que separa este . mundo
del otro.
' La vida en la profecía de EceG¡uiel está repr,esen1acla por
ruedas que giran unas dentro de otras; las formas elemen-
tales simuladas por lds cuatro animales, suben y bajah con
la rueda y se persiguen sin alcanzarse jamás como lo:;~
signos del Zodiaco. Nunca las ruedas del movimiento per-
petuo vuelven sobre sus marchas ; nunca las formas re-
troceden hacia las estaciones que dejaron alrás; par·a vol-
ver al punto de partida es necesario haber dado la vuell.a
al círculo en un movimiento siempre fijo y siempre nue-
·'
vo. En conclusión, que todo lo que se . nos pone de mani-
fiesto en esta vida es un fenóme no de esta vida misma, y
que no es dable en este mundo ni a nuestro pensamien-
to, ni a nuestra imag·inación, ni siG¡uiera a nuestras aluci-
naciones o a nuestros sueños , fra_nquear, aunque sólo
sea por un instante, las temibles barreras de la muerte.
- 1!"1 ...,...
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CAPÍTULO PRIMERO
AUTORES NOTABLES DEL SIOI'..O XVIII
Ci\P{TULO ll
(1) B l neófito de quien se habla en esta carta y que fué tomado por
un · cadáver, estaba en el estado de sonambulismo producido por el
magnetismo. A propósito del cenador en cuesti ón y de los efectos de la
armónica, puede consultarse un curioso trabajo Historia crítica del
magnetismo animal, por Delenze, 2.' edición, 1829. Contiene noticias
sabrosas acerca de la cadena y baterla magnética, los árboles magnetl·
zados, la m~slca, la voz del magnetizador y el instrumento que emplea.
Bl autor, además, es partidario del mesmerismo, lo que no hace sos·
pechosas sus doctrinas. (N. DBL A.)
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" A
!
1
caris parecía· sudar oro, pues lo iba derramand0 por to-
das partes. Pm: doquiera que iba, no hacía sino aparec~r;
y sus apariciones evan siempre bajo formas dis'tintas. En
un sitio c:pareeía como ·un anciano, en otros era todavía
joven . No fabricaba públicamente el OFO , pero lo hacía fa-
bricar a sus discípulos, a los cualés dejaba al separarse de
ellos, un poco de polvo de' proyección. Nada más compro-
bado ni mejor establecido que las transmutaciones opera-
das por los emisarios de Lascaris. Mr. Luis Figuier, de
su sabio trabajo sobre 1'0s alquimistas, no pone en duda
ni su importancia ni su verismo. Y como no hay nada tan
inexorable, en física sobre todo, como los hechos, habría
que sacar de éstos la c·onclusión de que la piedra filosofal
no es un sueño, si la inmensa tradición del ocultismo, las
mitologías antiguas y los trabajos serios de los más gran-
i:les hombres de todas las edades, no hubieran demostra-
do ya suficientemente su existencia y su reálidad.
•Un químico moderno, que se ha apresurado a publicar
su secreto, ha llegado a extraer el oro de la plata por un
procedimiento ruin0so, pues la plata que ha tenido que
destruir no le ha producido sino la décima parte de su va·
lor en oro. Agrippa, que no consiguió nunca descubrir el
disolvente universal, fué, .sin embargo., más feliz que nues-
tro alquimista , pues consiguió hallar en oro un valor equi-
valente al de la plata empleada; no había perdido por con-
s igui~nte, más que su trabajo, si es trabajo perdido el em·
pleadó en el descubrimiento de los grandes secretos de la
naturaleza.
Empeñar a los hombres, con el aliciente del oro, en pes-
quisas que los condujeran a la filosofía absoluta, tal pare-
.ce· haber s ido el objeto de las propagandas de Lascaris,
f
ya ::¡ue el estudio de los libros herméticos debía llevarles
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f.
- 696 --
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fenómenos
había ido a casa de Catal ina. para obser var los
profiri endo
y desco ntento de haber sido recon ocido , salió
ormar on su
amenazas que no realiz ó nunca. Los que transf
y de la
consp iració n, los conve ntícu los del viejo monje
salier a de ese proces o
vieja beata había n esper ado que
la reputa-
una duda o al me~ os un ridícu lo que empañara
ción del incorr uptibl e Maxim iliano .
la inaugu-
L11 profecía de Catal ina Theot , se realiz ó por
ión rápida de
ración del culto del Ser supre mo y la reacc
Ther~idor.
reunid o a la
Duran te ese tiempo, la secta que se había
<!scribía las revela-
hermana André , a la que un tal Ducy
gros. Su idea
ciones , contin uaba sus vision es y sus mila
el reino futu-
fija era la conse rvació n de la legitim idad por
, salva ron ellos en sueños
ro de Luis XVII; much as veces
ron tenerl o real·
al pobre huerfa nito del Temp le y creye
el trono de
mente salva do; antigu as profec ías prome tían
o. Santa
las lises a un joven que hubie se estad o c11utiy 1
rdo Tollar ol, Litehtem-
Brígid a, San1a Hildeg arda, Berna
mila grosa
berge r, anunc iaron todos una restau ración
anitas fueron
después de grand es desas tres. Los neo-jo
uador es de estas predicciones;
los intérp.retes y los contin
on sucesi vamen-
jamás los Luis XVI! los faltaro n, y tuvier
y no menos
te siete u ocho, todos perfectamente autén ticos
ncias de esta
perfectamente conse rvado s; es a las influe
o despu és las revela-
secta a lo que nosot ros hemo s debid
los prodigios
dones del paisa no Martí n (de Galla rdón) y
de Vintra s.
leas de
En ese círcul o magn ético, como en las asamb
Bretañ a, el entu-
cuáke ros o de tembl oroso s de la Gran
no en her·
siasm o era conta gioso y se transm itía de herma
André, la do· •
mano . Después de l.a muert e de la hermana
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H / ·S 1 O R 1 A DE L A- M A O 1 A
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de la vidtl
(!) M. Cahagne t, autor de las obr-as siguiente s: Arcanos
fu turá, Luz de los •IIUertos, Magia mavnétic a, Sautuari o del espirl
tismo y Revelaci ones de ultratum ba.
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(
.,
CAPÍTULO PRIMERO
LOS . MAGNETIZADORES MfSTICOS y LOS
MATERIALISTAS
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HIS70RIA Df? b A M A O 1 A
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hiSTORIA DE LA M A O 1 A
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'
Hace unos veinte años que Alfonso Esquirós, amigo
nuestro de la infancia, publicó, un libro de alta fantasía
titulado El Mago. Era por entohces lo más raro que podía
imagiq¡¡r el romanticismo ; el autor daba al Mago un serra-
llo de mujeres muertas pero embalsamada~ por un pro-
cedimiento que después había encontrado Gaunal. U n
androide de bronce que predicabá la castidad, un herma-
fo rclita enamorado de la luna con la que sostenía corres-
pondencia constante y muchas -otras cos a:;¡ de las que no
nos acordamos. Después :de la publicación de esta novela,
Alfenso Esquirós fundó una escuela de fantásticos en
magia, de la cu al, el representante !l'JáS disíinguido es En-
rique de Laage.
Enrique de Laage es escritor fecundo, ta1,1maturgo des-
conocido y fascinador hábil; en estilo es tan extraño como
las ideas de Alfonso Esquiró.s , su iniciador y maestro; así
pues, en su_libro Los resucitados, dice al hablar de uria
objeción contr_a el cri stianismo:
«Voy a coger esa objeción por el cuello y cuando la ...
suelte la tierra temblará sordamente, bajo el pes~ del ca-
dáver extrangulado .»
Es verdad qu,e no responde gran cosa a esta objeción;
¿pero qué queréis que se responda a una objeción extran-
'
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E L 1 p H A L V
-ado por
sol cuand o se pone, y trazar .en el papel prepar
usted o sus amigo s, los carac teres que le extrañ an.
, esíá
Esta luz corpo ral que eman a de la 1ierra y de ustecl
ada elas-
contenida en una envol tura flúidica de una extrem
se forma con la quinta es encia de
ticidad, y esta envol tura
sus espíri tus vitale s y 'de su sangr e.
volun -
Esta quinta esenc ia, toma de la luz por, la secret 9
usted
tad de usted un color determiQad0, se hace lo que
los carac teres se imprim en en el
desea que sea; enton ces
de los niños que no
papel como l0s signo s en los cuerp os
nació n de
han nacid o todav ía, bajo la influencia de la imagi
el pqpel
las madre s. La sangre que ve usted apare cer en
y transf igurad a. hlsted
es su misma sangr e enneg recida
pn Y, ¡;¡i conti-
se agota a medida que las escrit uras a ument
tará gua-
núa usted las exper iencia s, .su cereb r0 se· debili
en las
dualmente, su memoria desap arece rá; sentir á usted
es lancin antes y por
articu lacion es de los miem bros dolor
agoní a lenta,
fin morir á usted súbita mente o por una
para
acom pañad a de alucin acion es y cle demencias. Esto
el señor barón de Gulde nstub bé.
arán
Ahora direm os al conde de Ourc;hes: no le enterr
ucio-
vivo, pero arries ga la muerte con las mism as preca
nes que tóma para no serlo.
tie-
Las perso nas enterr adas vivas no pueden tener bajo
ión; sin
rFa más que un despe rtar rápido y de poca durac
por
embar go, pueden vivir allí much o tiempo, conse rvada
estad o de sonam bulism o
la luz astral de un comp leto
lúcido.
cuerp o
Enton ces sus almas están en la tierra, unida s al
almas
dormido con una caden a invisible; si se trata de
r la quinta esenc ia de la
ávida s y c~iminales, pueden aspira
natura l y
sangr e de las perso nas dorm idas con sueño
- 4ó~-
-467-
Francia:
18 junio 1815;
Viernes Santo.
· »Y cada uno de los cinco bFazos de la cruz, sobre la q4e
aquélla 'estaba extendida, representaba una de las cinco
partes del mundo; su cabeza reposaba sobre Europa y una
nube la envolvía.
»Y del lado del navío que miraba a Oriente, las tinieblas
no existían; y la quilla era detenida a la entrada de la ciu-
daq de Dios, sobre un arco triunfal que el sol ;iluminaba
con sus rayos.
»Y la misma mujer aparecía de nuevo, pero transfigura-
da y radiante. Y levantaba la puel\ta de un sepulcro; sobre
esta piedra estaba escrito:
-
tía de las locuras en contacto! nos declaró un día confiden-
cialmente que él era Luis XVII, vue!to a la tierra para una
obra de regeneración y que la mujer que vivía con él era
María Antonieta de Francia. Explicaba entonces sus teo-
rías revolucionarias hasta la extravagancia, como la últi-
ma palabra de las pl'etensiones violentas de Caín, destina-
-"- 470 -
(1) Lo curioso de todo esto es que el mismo Elipha Levi fué tam-
bién disclpulo de Ganneau. (N. del T.).
-471..,....
. -475 -
-476-
FIN
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\
1
[N D 1CE
LIBRO 1
1
LOS ORÍGENES MÁGICOS
LIP!RO 11
FORMACIÓN Y REALIZA CIÓN DEL DOGMA
LIBRO 111
SÍNTESIS Y REALIZACIÓN DIVINA DE L M AOISMO
POR LA REVELACIÓN CRISTI ANA
Páginas
LIBRO IV
LA MAGIA y LÁ CIVILIZACIÓN
LIBRO V
CAPÍTULO l. -Sacerdot es y papas acusados de
Magia.,.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259
H.-Aparic ión de los bohemios nóma-
das....... .......... .. .. . ..... . 272
111.-Leyl:mda e hi~torla de Raimundo
Lulio·.... ". ... . . . . • • . . . . . . . . . . . . . 287
!V.-Los alq¡jimi&t~s........... 299
, V. - ,Hechicero.s y magos célebres.. .. 31!Í
VI.-Proce sos de magia: . . . . . . . . . . . . 328
VIL-Oríge nes mágicos de la masonería. 352
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1 N D 1 e
LIBRO VI
LA MAGIA Y LA. REVOLUCIÓN
LIBRO VII
L A MAGIA EN EL SIGLO XIX
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