U10 PP 197 Marionetas

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Marioneta

Marioneta (palabra usada a menudo


para nombrar al conjunto de la
familia de los títeres, nombre
español del teatro de muñecos)1 es,
en su definición más técnica e
histórica,2 una figurilla hecha de
diversos materiales (madera, pasta,
trapo, metal, plástico, etc.) que
manipulada gracias a un conjunto de
hilos o cuerdas cobra movimiento.3
Está considerada por los
profesionales, estudiosos y artesanos
del ramo, el títere más difícil de
manipular y con una de las técnicas
más antiguas, teniendo su origen en
la marioneta de barra y a pesar de
que "como muñeco totalmente
movido por hilos sólo aparece a Marionetas en una tienda de Praga.
partir del siglo XVIII".4 nota 1

Índice
Origen del nombre
Historia
Grecia, Roma y Edad Media
Títeres en España
En la cultura
Teatrillos, retablos y «tutilimundi»
El guiñol
Personajes del guiñol
Siglo XX
Tipos de títeres
Títere de guante
Títere de peana
Otros tipos
Expresiones relacionadas
Sinónimos
Títeres payasos en un circo de marionetas sueco.
Teatros históricos
Museos
Véase también
Notas
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos

Origen del nombre


La palabra marioneta es de origen francés. Que da noticia de que «marionette» se llamaba al clérigo (titiritero) que usando
distintas voces, por lo general agudas, chillonas o en falsete (simulando ser femeninas), daba voz a los muñecos en
representaciones religiosas donde aparecía la virgen María;5 del mismo modo, cuando aparecían personajes malvados y brutales
usaba una voz grave pero igualmente falsa.

Por su parte, la palabra títere es onomatopéyica, y al parecer pudo tener su origen en el ti-ti que hacían los actores con el peculiar
tono de voz que da el uso de la lengüeta o alguna otra especie de pito durante las representaciones. Así lo explicaba en 1611
Covarrubias en su valioso y curioso diccionario:6

Títeres son ciertas figurillas que suelen traer extranjeros en unos retablos que, mostrando tan
solamente el cuerpo de ellos, los gobiernan como si ellos mismos se moviesen, y los maestros que están
dentro, detrás de un repostero y del castillo que tienen de madera, están silbando con unos pitos, que
parecen hablar las mesmas figuras; y el intérprete que está acá fuera declara lo que quieren decir, y
porque el pito suena "ti ti", se llaman títeres.

Sebastián de Covarrubias

Historia

Grecia, Roma y Edad Media


La técnica de muñecos manipulados con hilos era común entre los griegos, que
llamaban a esas figuritas neurospasta, palabra que viene a significar "objeto
puesto en movimiento por hilos", expresando así su naturaleza. Aristóteles habla
de ellos cuando dice que si "aquellos que hacen mover figuritas de madera tiran
el hilo que corresponde a éste o al otro de sus miembros, éste obedece al
momento, y se ve así cómo mueven la cabeza, los ojos, las manos, de modo que
parece una persona viva". También, ya en la cultura romana, habla de ellos
Horacio.7

La presencia de muñecos movidos con cuerdas en algunos primitivos grabados Grabado del siglo XII del Códice
europeos sugiere cierta posibilidad de transición entre las máscaras de las farsas Hortus Deliciarum (ca. 1150) de
Herrad von Landsberg.
atelanas de los romanos y la marioneta medieval. El erudito titiritero cubano
Freddy Artiles menciona como uno de los más antiguos, un grabado del siglo
XII del Códice Hortus Deliciarum (ca. 1150) del abate Herrad von Landsberg, en el que aparecen dos jóvenes jugando con
marionetas de hilos simulando guerreros que pelean sobre una mesa en una justa imaginaria (una puesta en escena gráfica de la
técnica de los bavastels).nota 2 8 También menciona Artiles otro grabado que muestra el taller de un titiritero fabricando los
muñecos y concluye que aquellas figurillas con el cuerpo entero y articulaciones sencillas podían considerarse herederas de las
marionetas romanas.9
Títeres en España
Los artistas que construían y manejaban los muñecos recibieron en España el nombre de titereros (así se lee en El Quijote) o
titiriteros. Como otros cómicos de la legua actuaban por lo general al aire libre, en corrales, o en los interiores de los mesones. En
el Siglo de Oro español la palabra titiritero amplió su campo semántico y empezó a aludir no sólo a los artistas de marionetas sino
también a los saltimbanquis, acróbatas, prestidigitadores y volatineros. Ello produjo una serie de connotaciones negativas para el
término "titiritero" que quedó asociado a aquellos que viven en los caminos y viven de sus diversas artes en el mundo de la
farándula. También se les confundía o asimilaba en muchos casos con el charlatán. La figura del charlatán del siglo XVIII es un
falso médico, con remedios falsos que lo curan todo. Encandilaban con su charla a los espectadores, tanto en espacios abiertos
como en los salones donde eran invitados; estas personas tenían a gala el desprecio de los conocimientos antiguos y aseguraban
que los suyos, más modernos, eran los que tenían valor. Eran profesionales de la palabra y con ella embaucaban y deslumbraban a
su público. Hasta tal punto se apoderaron de la palabra títere que con ellos surgió la titeretería, el arte o la ciencia de los
charlatanes.

Cervantes se refiere a esta forma teatral en dos ocasiones: en El retablo de las maravillas, entremés de 1615, y en los capítulos
XXV y XXVI de la segunda parte de Don Quijote de la Mancha, publicada aquel mismo año.10

En la cultura
En los siglos XVIII y XIX el universo del títere se enriqueció con una nueva
diversión: espectáculos realizados con la linterna mágica. Ello influyó sin duda
en que el arte de marionetas y títeres mereciera una especial atención entre
escritores y músicos de estratos cultos, que participaron en este mundo de
muñecos y le dedicaron su tiempo y su trabajo, aumentando la fascinación y el
entusiasmo con sus fantasías. Entre los abundantes ejemplos, pueden citarse:

Al poeta y dramaturgo alemán Goethe (1749-1832), que publicó 3


dramas con el título genérico Teatro moral y de marionetas recién
abierto.

A los músicos Gluck (1714-1787) y Franz Joseph Haydn (1732-


1809), que compusieron en Austria varias obras para teatro de
marionetas.

En el año 1846, la escritora francesa George Sand (Amandine


Aurore Lucie Dupin, baronesa Dudevant, 1804-1876), ayudada de
su hijo Maurice, creó su propio teatro de marionetas en el castillo de
Títeres de cuerda (más tarde
Nohant, en Francia (donde había pasado su infancia). Entre los dos
fabricaban los muñecos, Maurice esculpía las cabezas y la escritora conocidos como "marionetas") en el
confeccionaba los vestidos. Llegaron a tener más de 200. Capítulo XXVI del Quijote, según la
Colaboraron en este entretenimiento los distintos artistas Delacroix ilustración hecha por Gustavo Doré
(pintor, 1798-1863), Honoré de Balzac (escritor, 1799-1850), y los en la segunda mitad del siglo XIX.
músicos Georges Bizet (1838-1875), Musset y Liszt. Paralela y
simultáneamente fueron surgiendo locales de los que quedan
algunos documentados, como los del barrio de Montmartre en París,
Le Chat Noir (donde trabajaban con sombras chinescas ) y el «Petit-Théatre» (con marionetas de hilos). En
algunos de ellos se llegaron a poner en escena a autores de la talla de Shakespeare, Aristófanes y Cervantes.

Por su parte, y ya en el siglo XX, Manuel de Falla compuso en 1923 El retablo de Maese Pedro (con títeres y
escenografía de Hermenegildo Lanz y la colaboración de Manuel Ángeles Ortiz); además de otras
colaboraciones con los títeres gaditanos de la Tía Norica, una de las más valiosas colecciones de marionetas de
España.nota 3 Poco después, en 1930, culminando sus trabajos para los populares títeres de cachiporra,
Federico García Lorca escribió el Retablillo de Don Cristóbal.11

Teatrillos, retablos y «tutilimundi»


Teatrillo, teatrino y guiñol (por extensión) son algunos de los
populares nombres que en España recibe el espacio de
representación en el que los títeres viven sus historias.nota 4 12
Pequeño teatro a la italiana en miniatura, su estructura cumple la
función de escenario al aire libre, con un espacio para ocultar a
los titiriteros, consiguiendo así la ilusión de que los títeres tienen
vida propia.

En el siglo XVII se les dio a los teatrillos el nombre de retablo


Un teatrillo inglés en las calles de Thornton Hough por su similitud con los retablos de las iglesias, donde desde
(en el Merseyside), con una representación de los antiguo pintores o escultores representaban episodios de la
populares títeres de cachiporra Punch y Judy. historia sagrada, para que los fieles, en su mayoría supersticiosos,
analfabetos e incultos, pudieran visualizar pasajes religiosos. En
el capítulo XXV de Don Quijote Cervantes describe muy bien
uno de estos retablos, el de Maese Pedro:

"Obedeciéronle don Quijote y Sancho, y vinieron donde ya estaba el retablo puesto y descubierto,
lleno por todas partes de candelillas de cera encendidas que le hacían vistoso y resplandeciente. En
llegando, se metió maese Pedro dentro dél, que era el que había de manejar las figuras del artificio, y
fuera se puso un muchacho, criado del maese Pedro, para servir de intérprete y declarador de los
misterios del tal retablo: tenía una varilla en la mano, con que señalaba las figuras que salían."

Miguel de Cervantes

Mientras el nombre de "retablo" se popularizaba entre los titiriteros, los retablos


mecánicos (ingeniosos juguetes con muñecos movidos por mecanismos de
primitiva relojería) tomaron nombres sonoros italianos como «mundinovi» o
«tutilimundi»,12 luego castellanizados como "titirimundi" (en su origen, una
reunión de figuras movibles o una especie de cosmorama expuesto en un cajón
portátil, que se exhibían en las ferias.13

Recuperando esa cultura, Valle-Inclán, en 1910, escribió para marionetas unas


obras en que ciertos personajes eran satirizados y presentados como esperpentos.
Se representó la obra La cabeza del dragón que en 1926, sería incluida en la
trilogía del Tablado de marionetas para educación de príncipes.

El guiñol
El guiñol, teatro de títeres de origen francés, tiene dentro del mundo de los El Papamoscas, popular marioneta
del reloj de la catedral de Burgos,
títeres y marionetas un origen y características locales propios. Ha quedado
ejemplo de automátas de relojería,
noticia de que su creador fue Laurent Mourguet, un dentista (o sacamuelas) de la
herederos de los «tutilimundi» de las
ciudad de Lyon, que para entretener a sus pacientes y hacerles olvidar el dolor, ferias.
inventó unas historias que se representaban en su gabinete, con muñecos de
guante que se movían detrás de un mostrador. Esto ocurría hacia el año 1895,
poco después de haber estallado la Revolución francesa. Mourguet, que llegó a ser muy querido por los vecinos de Lyon, fue
perpetuado con un busto levantado en una plaza de la ciudad vieja.

Personajes del guiñol


Los personajes eran tipos populares, con sus aspiraciones, calamidades y
problemas, todo ello puesto en tono festivo y crítico para animar y entretener a
los espectadores, grandes y chicos. El personaje central se llamaba Guiñol
(Guignol), que acabaría dando nombre al conjunto.

Guignol es un canut, es decir un trabajador en una fábrica de hilos de seda.


Siempre va vestido con una chaqueta corta, un bonete y una trenza. Su mujer se
llama Madelon y va ataviada con un pañuelo a la cabeza. Hay un tercer
personaje llamado Gnafron que casi siempre está borracho; es zapatero y viste
un delantal de cuero y una gorra de seda. Estos tres personajes tienen sus
enemigos constantes que son el juez y el gendarme. La representación termina El personaje lionés Guignol.
siempre con los garrotazos que Guignol y sus compañeros dan al juez y al
gendarme, con gran contento del público. Por eso una de las características de
estas marionetas es el presentarse con una porra debajo del brazo. Las historias pueden variar en el contenido pero la estructura y
el final son siempre iguales y es así como los espectadores lo quieren. El final es siempre a garrotazos.

Siglo XX
En el siglo XX y los primeros años del XXI, títeres y marionetas se han usado
con frecuencia como instrumento de la libertad de expresión en la sátira política
y social, convirtiéndose en caricatura de los famosos, tanto en el ámbito de las
compañías de títiriteros como en el mundo de la televisión.

Tipos de títeres
Marioneta gigante frente al
Títere de guante parlamento rumano en Bucarest. Se
Los títeres de guante a su vez se diferencian en el manejo: trata del personaje Salvador creado
por la compañía de teatro urbano
Clásico: dedo índice para la cabeza, corazón y pulgar para los Carros de Foc, creada en 1994 y que
brazos (a veces también meñique y pulgar) tiene su sede en la localidad
Catalán: dedo índice, corazón y anular para cabeza y hombros, alicantina de San Vicente del
meñique y pulgar para los brazos. Raspeig.
Japonés: la cabeza lleva en su base una bola que se sujeta entre
los dedos índice y corazón y las manos van enganchadas
directamente en los dedos pulgar y meñique. El traje va colocado
posteriormente sobre la mano.
En sus orígenes, el espectáculo de títeres de guante era rudo y violento. En Sicilia, es
el teatro de Polichinela: elemental y enigmático rito de lucha y muerte, que recibe
otros nombres en distintos países: Punch y Judy en Inglaterra, don Cristóbal
Polichinela en España, Petruska en Rusia. En todos ellos el protagonista dialogaba
con el público y lo implicaba en una alegre serie de asesinatos que se extendían
desde los vecinos hasta los representantes del poder: el policía, el verdugo, y los
personajes sobrenaturales: la muerte, el diablo.

Variaciones: Un tipo de títere que se podría considerar como una variación es aquel
en que se puede abrir y cerrar su boca, gracias a que es de mayor tamaño y tiene la
Marioneta de guante
boca articulada; con la otra mano se mueve uno de los brazos del títere. Para mover
el otro brazo se necesita un ayudante.
Títere de peana
Los títeres de peana son aquellos que están sujetos a través de una varilla
colocada en su parte inferior a un soporte de madera, al cual que se le denomina
"peana". El movimiento de sus extremidades se consigue acompañado de
varillas.

Existen títeres de peana simple, generalmente para manipular personajes


humanos, y títeres de doble peana para animales.

En su versión más tradicional el títere de peana se desplaza sobre una pista Marionetas de peana.
situada por debajo del nivel del escenario y se mueve paralelo a la embocadura,
el movimiento se limita a izquierda/derecha y derecha/izquierda. De esta manera
los pies de la marioneta quedan al nivel del suelo de la escena.

Aunque también se conocen montajes teatrales que prescinden de la pista o rail y la marioneta se desplaza sobre una mesa o
tarima, así el movimiento de las marionetas, además de izquierda/derecha, incorpora también delante/detrás, así como el
desplazamiento diagonal.

Otros tipos
Muppets (o "bocones" en México, variante de los fantoches);14
Títere de hilos para mesa (marioneta de mesa);
Títere de varillas en siluetas (títeres javaneses);15
Títere de sombras (opacas o traslúcidas);
Siluetas (silueta articulada o títere "planista").16

Expresiones relacionadas
No dejar títere con cabeza. Expresión que se refiere a la destrucción
completa y minuciosa de alguna cosa.
En lenguaje figurado, la palabra títere se usa para referirse -
generalmente de manera despectiva o peyorativa- a una persona o
institución que no tiene capacidad de decisión o voluntad propias, y Títeres javaneses
que obedece a los designios o intereses de otros. Por ejemplo: La
fatal debilidad de carácter de Enrique III lo hizo fácil títere de su
esposa, quien era la que en verdad gobernaba.

Sinónimos
El término o concepto marioneta puede aparecer, tanto en el lenguaje cotidiano o popular como en contextos académicos y
oficiales, como sinónimo de:17

Títere
Guiñol
Fantoche (del italiano 'fantoccio'. Marioneta articulada de hilos; por extensión, personaje grotesco), es término
común en Galicia, Portugal, Brasil (como uso alternativo de boneco, es decir "muñeco") y otros países
iberoamericanos.18
O denominando a los «puppi» sicilianos y los polichinelas de la tradición de la comedia del arte italiana.19
También puede sustituir al término genérico "muñecos", en el contexto de teatro de muñecos.

Teatros históricos
Bread and Puppet Theatre (Estados Unidos)
Marionnettes des Champs-Élysées (Francia)
Royal de Luxe (Francia)
Teatro de Títeres de Obraztsov (Rusia)
Teatro real de Toone (Bélgica)

Museos
Museo Iberoamericano del Títere en Cádiz (España)
Museo Argentino del Títere en Buenos Aires
Museo Vivo del Títere en Maldonado (Uruguay)
Museo de Títeres de Valparaíso (Chile)
Museo Nacional del Títere (México)
Museo de Títeres de Lubeca (Alemania) Detalle de las piernas de "La
Museo Gadagne en Lyon (Francia) pequeña giganta", entre los titiriteros
Centro internacional del títere, en Tolosa (Guipúzcoa) de la compañía Royal de Luxe, en
Museo Internacional de Títeres de Albaida, en Valencia Londres, en mayo de 2006.

Véase también
Teatro de títeres
Unión Internacional de la Marioneta
Día Mundial de la Marioneta

Notas
1. La difusión de los modelos culturales franceses, y su influencia
lingüística a lo largo del siglo XIX en varias de las lenguas
principales de Occidente (como el inglés y el alemán) que carecían Marionnettes des Champs-Élysées.
de un término específico para designar el conjunto de muñecos del
arte titiritera, daría como resultado que la palabra francesa
"marionette" se haya universalizado para nombrar a los diferentes muñecos y técnicas que componen la historia
de los títeres, término de la lengua castellana con un significado más amplio y específico que el francés.
Marionette se aceptó con la misma grafía en inglés y alemán, desplazando la denominación general de muñeco
(el "puppet" inglés y el "pupen" alemán). Su aceptación como término comodín, usado popularmente en muchos
países europeos, además del hecho generalizado de que sea el francés la lengua de protocolo oficial en
instituciones internacionales, llevó a los creadores de la Unión Internacional de la Marioneta (UNIMA, «Union
Internationale de la Marionnette») fundada en Praga, Checoslovaquia, en 1922, a oficializar el término. Siguiendo
el mismo proceso, se escogió en 2003 la denominación de Día Mundial de la Marioneta para celebrar el arte de
la titerería. Sin embargo, por su carácter enciclopédico, los principales diccionarios sobre teatro en la órbita del
idioma español, no contienen la voz 'Marioneta' o la redirigen a 'títeres'. (Ver referencias en págs en la sección de
bibliografía). En cuanto al origen y etimología de muñeco: Los romanos usaban las voces «pupa - pupae» para
denominar a los objetos que ideológicamente podían tratarse como muñecos. Y así, en lenguas de la familia del
latín, como el italiano y el rumano, los títeres se nombran con palabras de raíz latina: "pupo" (títeres italianos) y
"pupazzo" (títeres rumanos). La misma raíz funciona en lenguas lejanas del latín como el inglés y el alemán
también usan esa raíz latina: "puppet" (títeres ingleses) y "puppen" (títeres alemanes).
2. La tradición de los bavastels se remonta al siglo XII, cuando aparecen documentados en los reinos hispanos los
títeres conocidos con ese nombre de resonancia levantina o catalana, aunque se les supone ascendencia
italiana y un posterior desarrollo en Francia, y más tarde en el resto de las cortes europeas. A pesar de la
prohibición del Corán de representar la figura humana, se concede a los titiriteros árabes la evolución y
perfeccionamiento técnico de aquellos bavastels, con su apariencia de muñecos de madera policromada y
cuerpo completo, que suspendidos en posición horizontal de gruesos cordeles les hacían bailar.
3. Hubo una experiencia titiritera previa el 6 de enero de 1923, festividad de los Reyes Magos, en Granada, en una
fiesta privada montada por Lorca, Adolfo Salazar y el artesano, titiritero y artista polifacético Hermenegildo Lanz.
En esa ocasión se representó una adaptación lorquiana del cuento andaluz "La niña que riega la albahaca y el
príncipe preguntón". (Referido en: Andrés Soria Ortega, "Una fiesta íntima de arte moderno en la Granada de los
años veinte", en Lecciones sobre Federico García Lorca (Edición de Andrés Soria Olmedo), Granada, 1986, pp.
149-178, 160-161 y 168-169.)
4. En su origen, se llamaba a estos teatrillos castillo o castillejo, por ser las primeras representaciones
generalmente historias guerreras medievales de las tomas de los castillos.

Referencias
12. de la Fuente, 2002, p. 375.
1. Huerta, 2005, p. 692.
13. Caro Baroja, Julio (1987). Álvarez Barrientos y Cea
2. Gutiérrez, ed. Los títeres en el teatro (Actas de las
Jornadas sobre teatro popular en España edición).
El Diccionario de la Real Academia Española
pp. 109-110.
tiene una definición para marioneta.
14. Página oficial del Centro internacional del títere,
3. Artiles, 1998, p. 118. Tolosa, Guipúzcoa (http://topictolosa.com/es.html)
4. Artiles, 1998, p. 119. (en euskera, español e inglés)
5. Artiles, 1998. 15. ARTILES, Freddy (1998). Títeres: historia, teoría y
6. Sebastián de Covarrubias Orozco Tesoro de la tradición. Barcelona, Plaza y Janés. pp. 124-128.
lengua castellana o española. Ediciones de 1994 de ISBN 8492260750.
Felipe C.R. Maldonado y Manuel Camarero, Madrid, 16. BODSON, Lucille (2013). «Títeres, nuevas tendencias y
Editorial Castalia. tecnologías en el siglo XXI» (http://secretariageneral.
7. Diccionario enciclopédico popular ilustrado Salvat ugr.es/pages/tablon/*/noticias-canal-ugr/titeres-nueva
(1906-1914) s-tendencias-y-tecnologias-en-el-siglo-xxi-conferenci
8. Lloret, Juliá y Casado, 2000. a-de-lucile-bodson#.VRG8OPyG_8k). Secretaría
General de la Universidad de Granada. Consultado
9. Artiles, 1998, p. 29. el 29 de enero de 2016.
10. Cervantes, Miguel de. Análisis de los capítulos XXV 17. CORRIPIO, Fernando (1985). Diccionario de ideas
y XXVI en el CVC. (http://cvc.cervantes.es/literatura/c afines. Barcelona: Herder. p. 848. ISBN 84-254-1515-2.
lasicos/quijote/edicion/parte2/cap25/nota_cap_25.ht
m). Consultado el 19 de marzo de 2015. 18. Artiles, 1998, pp. 62-70.
11. García Lorca, Federico (1963). Obras completas. 19. Artiles, 1998, p. 96.
Madrid, Aguilar S.A. p. 723.

Bibliografía
Amorós, Pilar; Paricio, Paco (2005). Títeres y titiriteros. Zaragoza: Pirineum. ISBN 84-932355-6-3.

Artiles, Freddy (1998). Títeres: historia, teoría y tradición. Barcelona, Plaza y Janés. ISBN 8492260750.

de la Fuente, Ricardo; Amezúa, Julia (2002). Diccionario del teatro iberoamericano. Salamanca, Ediciones
Almar. pp. 375-376. ISBN 8474550637.

Díaz González, Joaquín; Rubio Jiménez, Jesús (2004). Títeres. Valladolid: Fundación Joaquín Díaz. ISBN 84-
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Gómez García, Manuel (1997). Diccionario del teatro (http://books.google.es/books?id=Gyvrmz5K2toC). Madrid,


Ediciones Akal. p. 517 y 833. ISBN 8446008270.

HUERTA, Javier; PERAL, Emilio; URZAIZ, Héctor (2005). Espasa-Calpe, ed. Teatro español de la A a la Z. Madrid.
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LLORET, Jaume; GARCÍA, César Omar; CASADO, Ángel (2000). «Documenta títeres 1» (http://www.cervantesvirtual.c
om/obra/documenta-titeres--0/). Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Consultado el 29 de marzo de 2015.

VAREY, John Earl (1972). Los Títeres y otras Diversiones Populares de Madrid: 1758-1840 (http://www.tamesisbo
oks.com/store/viewItem.asp?idProduct=12322). Londres: Támesis. ISBN 9780900411342.

Enlaces externos
Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre títere.
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Marioneta.
Página oficial del Centro internacional del títere, Tolosa, Guipúzcoa (http://topictolosa.com/es.html) (en euskera,
español e inglés)
Varey, J. E.: Historia de los títeres en España : desde sus orígenes hasta mediados del siglo XVIII, y otros
enlaces bibliográficos (http://experimental.worldcat.org/kindredworks/Kindred?sn=43454841)

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Esta página se editó por última vez el 25 feb 2019 a las 14:17.

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