1-Número y Sist. Numeración PEP

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 11

IES Nº 9-030 “DEL BICENTENTENARIO”

Matemática I – PEP
NÚMERO Y SISTEMAS DE NUMERACIÓN
¿Qué es el número?
El número, piedra angular de todo el edificio matemático, aparece íntimamente vinculado a los más
diversos aspectos de la vida cotidiana. Sin embargo, si a una persona medianamente culta y hábil, inclusive en
el cálculo operatorio, se le preguntase ¿qué es el número?, probablemente la respuesta sería una mezcla de
extrañeza ante la aparente trivialidad de la pregunta, o bien, la clásica tautología: un número es un número, o
tal vez, un ejemplo concreto o peor aún, es posible que haga referencia a la escritura (símbolo que lo
representas) de un número como el número mismo. Para la Matemática la pregunta es profunda y compleja,
su análisis va más allá del terreno puramente matemático y preocupa, por igual, a lógicos y filósofos.
La génesis del número se pierde en el origen remoto de los primeros núcleos humanos. Aparece allí el
número como noción primaria, estrechamente vinculada a los objetos materiales y, como resultado de la
percepción directa del cambio producido al añadir un objeto a otro, o al quitar o agregar elementos a un
conjunto de varios objetos.
La concepción del número se amplía cuando el hombre adquiere la técnica de contar, operación que
requiere cierto grado de evolución mental. Pero, fue necesario que la inteligencia humana alcanzase un nivel
superior de desarrollo, para que la idea concreta de número diese lugar a su concepción abstracta. Advertir
que una yunta de bueyes o un par de personas, son ejemplos concretos del número dos, requiere un refinado
proceso de abstracción, operación que marca, sin duda, un paso importante en el desarrollo de las facultades
intelectuales.
A esto sucedió el largo proceso histórico, a través del cual el concepto de número se amplió con la
creación de las reglas del cálculo y las sucesivas extensiones que lo llevaron a su forma actual. Se plasma así el
número como objeto de estudio de la matemática.
En consecuencia, al igual que todos los objetos matemáticos, el número es un concepto abstracto,
gestado en la mente y que podemos explicar como la propiedad en común que presentan dos o más
conjuntos con igual cantidad de elementos.
Destacando de manera intuitiva e informal sus dos aspectos: cardinal y ordinal, seguramente recuerdas
que el concepto de número cardinal surge como respuesta a la pregunta: ¿cuántos elementos tiene un
conjunto? En él se prescinde de la naturaleza de los elementos y del orden en que se presentan. Se basa en la
idea de correspondencia, y nace como atributo característico de los conjuntos finitos entre los cuales puede
definirse una biyección.
El número ordinal nace, en cambio, de la operación de contar. Al contar se le asigna a cada elemento del
conjunto, un número; esto, implica una ordenación entre los elementos del mismo, y el número que
corresponde a cada elemento, es el ordinal del conjunto.
TÉCNICAS DE RECUENTO
Necesidades sociales que resuelven las técnicas de contar
Las técnicas de contar son universales, y se han encontrado en todas las sociedades estudiadas hasta
ahora. Estas técnicas han dado origen al concepto de número y a la Aritmética. Surgen ligadas a la necesidad
de:
• comunicar información referente al tamaño (la numerosidad) de las colecciones de objetos (memoria
de la cantidad), anticipar el resultado de la reunión de dos o más colecciones (recurso para anticipar)
(cardinal de la colección);
• indicar el lugar que ocupa o debe ocupar un objeto dentro de una colección ordenada de objetos
(ordinal del objeto).
A partir de esas necesidades sociales se desarrollan diferentes técnicas de recuento que han ido
evolucionando a lo largo de la historia. En nuestra sociedad se utiliza predominantemente una técnica de
recuento con palabras, aun cuando se conservan vestigios de otras varias técnicas.

Lic. y Prof. E. Sergio Alonso y Prof. Leandro Quiroga


-1-
IES Nº 9-030 “DEL BICENTENTENARIO”
Matemática I – PEP
Cada colección de "objetos numéricos" vamos a llamarla "conjunto numérico". El hecho de que dos
colecciones de objetos sean coordinables se expresa diciendo que representan el mismo número. De este
modo los números no son objetos concretos como pueden ser una mesa, un perro, etc.; sino que son "objetos
ideales" o abstractos.
Técnica de recuento para obtener cardinales
Las técnicas de recuento actuales se basan en la existencia de unas “palabras números” que se recitan
siempre en el mismo orden. Estas palabras números forman un conjunto bien ordenado (hay un primer
elemento y un siguiente para cada una de ellas). Para obtener el cardinal de un conjunto se realizan las
siguientes acciones:
• Se adjudica a cada elemento del conjunto contado una palabra numérica distinta y sólo una en el
orden habitual: uno, dos, tres,..., treinta.
• Una vez acabada la fase anterior, la palabra adjudicada al último elemento del conjunto contado, se
repite, haciendo referencia con ella a toda la colección (treinta) y designando el número de elementos o
cardinal del conjunto.
Observamos que podemos contar (hallar el cardinal de un conjunto) porque sabemos de memoria una
sucesión ordenada de palabras: uno, dos, tres, etc., y las recitamos siempre en el mismo orden. La tarea más
complicada de los recuentos consiste en adjudicar a cada objeto del conjunto una palabra numérica distinta y
sólo una. Ello requiere definir un orden total en el conjunto contado, orden que podemos definir a voluntad,
sin que se modifique el resultado final. Para contar se requiere una coordinación entre la palabra y la mano o
la vista, y a veces, se usan técnicas auxiliares, marcando, por ejemplo, cada punto contado. Al terminar de
contar, la última palabra, hace referencia, no sólo al último objeto señalado, sino también a todo el conjunto,
esto es, se trata de una "propiedad" que se predica de todo el conjunto. Por tanto, cada palabra numérica que
se pronuncia tiene un doble significado: es el ordinal del elemento correspondiente en la ordenación que se
va construyendo, y es el cardinal del conjunto formado por los objetos ya contados hasta ese momento.
Aprender las palabras numéricas y cómo repetirlas en el orden correcto es aprender el recuento
intransitivo, mientras que aprender su uso como medidas de conjuntos es el aprendizaje del recuento
transitivo. "Si aprendemos un tipo de recuento antes que otro no tiene importancia cuando nos interesan los
primeros números. Pero lo que es seguro, y no carente de importancia, es que tenemos que aprender algún
procedimiento recursivo para generar la notación en el orden: adecuado antes que hayamos aprendido a
contar transitivamente, ya que hacer esto consiste, bien directa o indirectamente, en correlacionar los
elementos de la serie numérica, con los miembros del conjunto que estamos contando. Es posible que alguien
aprenda a contar intransivamente, sin aprender a contar transitivamente. Pero no a la inversa."
Técnicas auxiliares del recuento
Cuando estamos contando los elementos de un conjunto, necesitamos distinguir en cada paso el
subconjunto ya contado, del no contado. Las técnicas auxiliares que se utilizan son:
 Trazar mental o físicamente un camino a seguir cuando vamos contando los objetos.
 Marcar los objetos ya contados.
 Separar manual o mentalmente los objetos contados de los no contados.
 Sustituir la colección de partida por otra que tenga el mismo cardinal, contando esta última.
El uso de una u otra técnica auxiliar depende de:
 el número de elementos del conjunto contado;
 la configuración geométrica del conjunto;
 el tipo de objetos que constituyen el conjunto contado;
 la accesibilidad de los elementos del conjunto (objetos físicos al alcance de la mano, objetos físicos al
alcance de la vista pero no de la mano, objetos evocados mentalmente);
 la movilidad de los objetos.

Lic. y Prof. E. Sergio Alonso y Prof. Leandro Quiroga


-2-
IES Nº 9-030 “DEL BICENTENTENARIO”
Matemática I – PEP
Todas estas técnicas auxiliares tienen que ir precedidas de una primera coordinación entre la mano o la
vista y la emisión de la palabra. Es decir, hay que aprender a emitir cada palabra al mismo tiempo que la
atención se fija en un objeto.
Técnicas de recuento para obtener ordinales
Para obtener el ordinal de un elemento se utiliza la sucesión de palabras: uno, dos, tres, ... o la sucesión
de palabras: primero, segundo, tercero, etc. que llamamos "palabras numéricas ordinales". El resultado del
recuento se expresa indistintamente mediante unas u otras palabras. Se dice de un elemento que es el décimo
quinto o que es el quince. A medida que se avanza en la sucesión de palabras numéricas se utilizan cada vez
menos las palabras ordinales.
Dado un conjunto totalmente ordenado y un elemento de dicho conjunto, podemos usar diversas
técnicas para determinar el número ordinal:
 Se recita una de las sucesiones de palabras numéricas (ordinales o cardinales)
 Se adjudican dichas palabras a los elementos del conjunto siguiendo el orden establecido.
 La palabra que le corresponde a dicho elemento es su ordinal.
Como podemos ver, a diferencia de lo que sucede en la determinación de cardinales, para asignar un
ordinal, el orden viene fijado de antemano.
Para obtener el ordinal de un elemento no es absolutamente necesario tener previamente definido un
orden total en el conjunto, sino que basta con saber qué elementos son anteriores al que nos interesa. En
cambio para calcular cardinales el orden en que se elijan los elementos es irrelevante.
Orden de ordinales y cardinales
Decimos que un ordinal es ‘anterior’ a otro si al recitar la sucesión numérica en el orden habitual, la
palabra numérica correspondiente al primer ordinal se recita antes que la correspondiente al segundo ordinal.
Por ejemplo, el ordinal ‘cuatro’ es anterior al ordinal ‘nueve’ porque, a la hora de contar, la palabra ‘cuatro’ se
dice antes que la palabra ‘nueve’, la primera palabra es anterior en el tiempo a la segunda.
Decimos que un cardinal es ‘más pequeño’ que otro, o ‘es menor’ que otro, si al emparejar los
elementos de dos conjuntos que los tengan por cardinales respectivos, en el segundo conjunto quedan
elementos sin pareja. Por ejemplo, el cardinal ‘cuatro’ es más pequeño, o menor, que el cardinal ‘nueve’
porque si emparejamos cuatro tazas con nueve platos quedarán platos sin taza. Esta última definición lleva
implícita la idea de que todos los conjuntos que tienen el mismo cardinal pueden emparejarse sin que quede
ningún elemento sin pareja.
Estos dos órdenes, el ordinal y el cardinal, son equivalentes, es decir, que si un ordinal es anterior a otro
los cardinales correspondientes a esas mismas palabras numéricas cumplen que el primero es más pequeño
que el segundo; y recíprocamente. En general, decimos que el número a ‘es menor’ que b, entendiendo que
eso significa que el ordinal a es anterior al ordinal b y que, al mismo tiempo, el cardinal a es más pequeño que
el cardinal b.
Principios que subyacen en las técnicas de contar
El análisis de las diversas técnicas de contar pone de manifiesto los principios que subyacen en ellas, es
decir, los aspectos conceptuales que es necesario entender y tener en cuenta para contar correctamente. En
el caso de la técnica de contar para obtener cardinales son los siguientes:
• Principio del orden estable. Las palabras numéricas uno, dos, tres, ... deben recitarse siempre en el
mismo orden, sin saltarse ninguna.
• Principio de la correspondencia uno a uno. A cada elemento del conjunto sometido a recuento se le
debe asignar una palabra numérica distinta y sólo una.
• Principio de irrelevancia del orden. El orden en que se cuentan los elementos del conjunto es
irrelevante para obtener el cardinal del conjunto.

Lic. y Prof. E. Sergio Alonso y Prof. Leandro Quiroga


-3-
IES Nº 9-030 “DEL BICENTENTENARIO”
Matemática I – PEP
• Principio cardinal. La palabra adjudicada al último elemento contado del conjunto representa, no sólo
el ordinal de ese elemento, sino también el cardinal del conjunto.
En el caso de la técnica de contar para obtener ordinales los principios que la dirigen son el del orden
estable y el de la correspondencia uno a uno referido únicamente al propio elemento y a los anteriores a él.
Aquí el orden en que sean elegidos los elementos del conjunto para adjudicarles las palabras numéricas ya no
es irrelevante de cara a la obtención del ordinal correspondiente.
Una técnica de recuento sin palabras se caracteriza por la existencia de un conjunto de objetos
numéricos, que sirven para contar. A cada elemento del conjunto contado se le asocia un objeto numérico
distinto y sólo uno, construyendo un subconjunto de objetos numéricos, cuya presentación es la respuesta a la
pregunta, ¿cuántos hay? Esto pone de manifiesto que lo que subyace en un recuento, la parte común a todos
ellos, es el establecimiento de una correspondencia uno a uno entre el conjunto contado y un subconjunto
numérico de referencia, tanto si los elementos de este último son objetos físicos, palabras, partes del cuerpo
humano, etc. El conjunto de objetos numéricos debe estar "naturalmente estructurado", y constituye lo que
llamaremos un "sistema numeral" o sistema de representación numérica.
El paso del recuento sin palabras al recuento con palabras
Las etapas necesarias para pasar de una técnica de recuento con objetos al recuento con palabras son
las siguientes:
• Comparar el conjunto que se quiere contar con un conjunto de referencia, formado por objetos
visibles o evocables por los demás. El principio de la correspondencia uno a uno permite pasar de una
comunicación poco precisa del cardinal de una colección a una comunicación precisa de la misma,
representándola mediante un conjunto de los objetos numéricos (muescas, guijarros, cuentas, etc.).
• Comparar con un conjunto de referencia ordenado (partes del cuerpo humano, objetos
diferenciados) para poder establecer el ordinal de cada elemento dentro de un conjunto. La presentación
sucesiva de los objetos diferenciados siempre en el mismo orden, principio del orden estable, permite
comunicar el ordinal de un elemento.
• Utilización indistinta de los conjuntos de referencia ordenados para la obtención de cardinales u
ordinales. Cada uno de los objetos numéricos, al estar diferenciado de los demás, puede recibir un nombre
distinto.
• Descubrimiento de que basta nombrar el último elemento del conjunto numérico ordenado con el
que se ha establecido la correspondencia uno a uno para transmitir la información deseada, tanto en
contextos cardinales como ordinales: principio cardinal.
Estos principios avanzan cuando al usar un conjunto numérico ordenado, ya no es necesario presentar
todo el conjunto con el que se ha establecido la correspondencia, ni enumerarlo. Con hacer referencia al
último objeto es suficiente pues el interlocutor puede evocar todos los elementos anteriores (sobreconteo).
En nuestro conjunto numérico habitual tiene un conjunto ordenado de palabras: uno, dos, tres, cuatro,
etc. Si alguien dice que tiene cinco objetos, su interlocutor entiende la información porque se imagina un
objeto para el uno, otro para el dos, otro para el tres, otro para el cuatro y otro para el cinco. Es decir, la
transmisión de dicha información numérica está dependiendo del hecho de tener almacenada en nuestra
memoria esa sucesión de palabras, de forma que cuando nos dicen una de ellas somos capaces de recordar
todas las anteriores.
Técnicas abreviadas de contar
Las técnicas de contar exigen mucho tiempo cuando los elementos a contar son muchos. No es extraño,
por tanto, que se intente hacerlas más breves. Algunas situaciones permiten acortar el proceso de contar,
partiendo de una colección de objetos de cardinal conocido al que se añaden o suprimen elementos para
obtener el cardinal de la colección modificada. Las formas más importantes de abreviar los recuentos son las
siguientes:
 Contar de dos en dos, de cinco en cinco, etc., aprovechando nuestra capacidad de reconocer
directamente los cardinales de conjuntos pequeños.

Lic. y Prof. E. Sergio Alonso y Prof. Leandro Quiroga


-4-
IES Nº 9-030 “DEL BICENTENTENARIO”
Matemática I – PEP
 En algún momento aparece también el sobreconteo o el descuento: ambas técnicas presentan las
siguientes variaciones en cuanto a su aplicación:
 Contar hacia delante o hacia atrás, desde un cardinal dado. Por ejemplo, si tenemos un conjunto de
dieciocho objetos y nos dicen que añadamos algunos más, no volvemos a contar todo para saber el
cardinal del nuevo conjunto, sino que contamos los nuevos objetos adjudicándoles las palabras
‘diecinueve’, ‘veinte’, ‘veintiuno’, etc. De la misma manera, si queremos suprimir unos cuantos
objetos de un conjunto de dieciocho vamos adjudicando a los objetos suprimidos las palabras
‘diecisiete’, ‘dieciséis’, etc. y la última palabra numérica indicará el cardinal del conjunto final.
 Contar hacia delante o hacia atrás desde un cardinal dado hasta otro cardinal también dado. Esta
técnica se usa cuando queremos saber cuántos objetos hay que añadir o quitar a un conjunto de
cardinal dado para obtener otro cardinal conocido, o bien, qué diferencia existe entre dos conjuntos
de cardinal dado. Por ejemplo, si nos preguntan cuántos objetos hemos añadido a un conjunto que
tenía dieciséis y ahora tiene veinticuatro objetos, podemos decir: diecisiete, dieciocho, diecinueve,
veinte, veintiuno, veintidós, veintitrés, veinticuatro, al mismo tiempo que vamos levantando dedos.
Al final tendremos ocho dedos levantados que nos dan la respuesta a la pregunta inicial.. Del mismo
modo, si nos preguntan cuántos objetos hay que quitar para pasar de tener catorce a tener once,
podemos decir: trece, doce, once, al mismo tiempo que levantamos dedos. Los tres dedos
levantados nos dan la respuesta a la pregunta.
 Contar hacia delante o hacia atrás, desde el cardinal dado, tantas veces como indique el número de
objetos a añadir o suprimir, respectivamente. Por ejemplo, si a un conjunto de veinticuatro
elementos le quitamos cinco elementos podemos decir: veintitrés, veintidós, veintiuno, veinte,
diecinueve, a medida que vamos quitando efectivamente esos objetos o levantando dedos. El hecho
de quitar los cinco objetos o tener cinco dedos levantados nos indica que la cuenta ha terminado y el
resultado es diecinueve.
Como hemos podido ver, algunas de estas técnicas abreviadas necesitan, además de la colección
habitual de palabras numéricas, una colección suplementaria de objetos numéricos. Esta colección referencial
de apoyo suelen ser los dedos, pero podría ser cualquier otra: palotes, fichas, etc.
LOS NÚMEROS NATURALES. DIFERENTES USOS
La noción de número natural y sus usos
Como resumen de las secciones anteriores podemos decir que contar es poner en correspondencia uno
a uno los distintos elementos de un conjunto (contado) con un subconjunto de otro conjunto (contador,
sistema numérico de referencia o sistema numeral).
Los elementos del conjunto numérico pueden ser objetos físicos (piedrecillas, semillas, marcas en una
varilla o en un segmento, partes del cuerpo), palabras, símbolos, etc. Pueden también ser imaginados por una
persona, es decir, ser representaciones internas de objetos para realizar comparaciones o cálculos. Pero tanto
si son perceptibles, como mentales, el uso básico que hacemos de ellos es contar y ordenar.
En una primera aproximación, podemos decir que los números naturales son cualquier sistema de
"objetos" (símbolos, marcas, materiales concretos, palabras,...), perceptibles o pensados, que se usan para
informar del cardinal de los conjuntos y para ordenar sus elementos, indicando el lugar que ocupa cada
elemento dentro del conjunto. El sistema más común es el de las palabras: cero, uno, dos, tres,..; y los
símbolos, 0, 1, 2, 3,...
El número natural responde a la cuestión, ¿cuántos elementos tiene este conjunto? (recuento del
número de elementos) y en estas circunstancias se habla de número cardinal.
Para hallar el cardinal de un conjunto se le pone en correspondencia biyectiva con una parte del
conjunto de los números naturales, pero fijándose sólo en el número atribuido al último elemento que se
cuenta. Los números naturales también se pueden usar para ordenar un conjunto y entonces se habla de
número ordinal.

Lic. y Prof. E. Sergio Alonso y Prof. Leandro Quiroga


-5-
IES Nº 9-030 “DEL BICENTENTENARIO”
Matemática I – PEP
La noción de número natural surge de la fusión de los conceptos de número cardinal y ordinal,
identificación que se realiza mediante el:
Postulado fundamental de la aritmética: "El número cardinal de un conjunto coincide con el número
ordinal del último elemento, y es siempre el mismo cualquiera que sea el orden en que se haya efectuado el
recuento"
El número cardinal resulta de considerar, no un elemento, sino todo el conjunto, prescindiendo de la
naturaleza de los elementos que lo componen y del orden en que se consideran. El número ordinal resulta de
prescindir de la naturaleza de los objetos y teniendo en cuenta solamente el orden. La reflexión sobre el
cardinal y ordinal y sobre las operaciones que se realizan sobre ellos permite identificar una misma estructura
operatoria, lo que lleva a hablar del “número natural”.
Algunos autores consideran la medida como un contexto de uso diferente de uso de los números
naturales, hablando incluso del “número de medir”. Pensamos que este uso es equivalente al de cardinal. Al
medir una cantidad de magnitud tomando otra como unidad se trata de determinar cuántas unidades (o bien
múltiplos y submúltiplos) hay en la cantidad dada. De manera equivalente, hablar del cardinal de un conjunto
se puede ver también como “medir” el tamaño o numerosidad del conjunto considerado tomando el objeto
unitario como unidad de medida.
TIPOS DE SISTEMAS DE NUMERACIÓN Y ASPECTOS HISTÓRICOS
Necesidad de aumentar el tamaño de las colecciones de objetos numéricos
La aparición en el Neolítico de sociedades estatales y del entramado administrativo que una sociedad de
este tipo conlleva plantea la necesidad de:
• obtener el cardinal de colecciones formadas por muchos objetos (colecciones muy numerosas).
• recordar los cardinales correspondientes a muchas colecciones.
 La contabilidad de un Estado exige la representación de números grandes y el almacenamiento de esos
números de forma que sean fácilmente localizables.
Pero eso supone:
• la invención de muchas palabras numéricas o la utilización de muchos objetos numéricos para
representar grandes números;
• la búsqueda de sistemas de representación de los números que permitan al receptor del mensaje
entenderlo con rapidez;
• la búsqueda de sistemas de representación de los números que permitan guardarlos en memoria de
forma duradera, accesible y ocupando poco espacio;
Para resolver estas exigencias, las diferentes sociedades han creado sistemas de numeración
compuestos por un pequeño número de signos que combinados adecuadamente según ciertas reglas sirven
para efectuar todo tipo de recuentos y representar todos los números necesarios a esas sociedades. Para ello
se han basado en dos principios:
• Los signos no representan sólo unidades sino también grupos de unidades. A cada uno de esos grupos
de unidades se le llama unidad de orden superior. Al número de unidades que constituye cada unidad
de orden superior se le llama base del sistema de numeración.
• Cualquier número se representa mediante combinaciones de los signos definidos en el sistema de
numeración.
Algunos ejemplos de sistemas de numeración escritos
Vamos a referirnos ahora a diversos sistemas de numeración escritos, todos ellos de base 10, pero que
han sido construidos a partir de principios diferentes.
Sistema jeroglífico egipcio
Se basa en la definición de símbolos para la unidad, diez y las potencias de diez.

Lic. y Prof. E. Sergio Alonso y Prof. Leandro Quiroga


-6-
IES Nº 9-030 “DEL BICENTENTENARIO”
Matemática I – PEP

A partir de ahí los números se representan repitiendo (aditivos) esos símbolos todas las veces que haga
falta. Por ejemplo, el número 243688 se representaría de la siguiente manera:

Sistema chino
En el sistema chino no sólo se tienen símbolos para la unidad, diez y las potencias de diez sino para
todos los números intermedios entre uno y diez

De esta manera se evitan repeticiones fastidiosas pues los números que preceden a las potencias de la
base indican cuántas veces deben repetirse éstas. Por ejemplo:

Este sistema incorpora un principio de tipo multiplicativo (mixtos o híbridos), es decir, el número
representado ya no es la suma de los valores de los signos que lo componen, sino una mezcla de sumas y
productos.
Sistema hindú
En el norte de la India y desde el siglo III a. C., existió un sistema de numeración escrito cuyos primeros
símbolos eran los siguientes:

Pero además este sistema también tenía símbolos específicos para los números

Lic. y Prof. E. Sergio Alonso y Prof. Leandro Quiroga


-7-
IES Nº 9-030 “DEL BICENTENTENARIO”
Matemática I – PEP
y para escribir, por ejemplo, el número 5436 se escribía el símbolo que representaba al número “5000”
seguido del que representaba al “400”, el del “30” y, por último, el del “6”. Se trataba por tanto de un sistema
de tipo aditivo.
Por otro lado, para realizar las operaciones construían una tabla de calcular dibujando rayas verticales
sobre la arena de manera que las fichas, según en qué casilla se situasen, significaban unidades, decenas,
centenas, etc. Si colocaban tres fichas en la casilla más a la derecha significaba tres unidades. Si las colocaban
en la casilla siguiente significaban tres decenas. Pero en algún momento se les ocurrió dibujar las nueve
primeras cifras en las casillas en lugar de utilizar fichas. Así, por ejemplo, el número 7629 lo representaban de
la siguiente manera:

Como consecuencia los símbolos que representaban los números del 1 al 9, se utilizaron regularmente
en los cálculos mientras que los que representaban decenas, centenas, etc. no se utilizaban porque eso venía
indicado por la casilla en que se encontraba la cifra (A los signos del 1 al 9 se les suele llamar cifras o dígitos).
Aparece así una notación posicional en la que el significado de la cifra se complementa con la posición que
ocupa. La cifra situada en la casilla de la derecha del número anterior significa 9 mientras que situada en la
siguiente casilla significaría 90 y en la siguiente 900. Naturalmente, cuando faltaba una unidad de un orden
determinado se dejaba la casilla correspondiente vacía.
Podría pensarse que el paso de este tipo de notación a una en que se eliminasen las barras verticales es
inmediato. Sin embargo, este paso no se dio hasta varios siglos después pues exige definir un signo para el
cero y esto es algo que muy pocas culturas han hecho. La razón es difícilmente inteligible para nosotros,
acostumbrados desde niños a la existencia del signo 0, pero tenemos que comprender lo artificioso que
resulta crear un símbolo para indicar el vacío, la nada, la no existencia de algo. Si algo no existe no hace falta
apuntarlo. El vacío se indica mostrándolo, no rellenándolo con un signo. La idea de inventar un signo para
indicar la no existencia de unidades o la existencia de un lugar vacío es una idea sorprendente y se les ocurrió,
por fin, a los matemáticos hindúes a principios del siglo VI d. C., lo que les permitió prescindir de las barras
verticales a la hora de representar los números. A partir de entonces un número, por ejemplo el 9100 se
representó así:

Cuando los árabes conquistaron el norte de la India conocieron este sistema de numeración y al darse
cuenta de lo mucho que facilitaba los cálculos lo adoptaron. Las cifras que vienen a continuación
corresponden a la grafía habitual en el Califato de Bagdad.
Nuestro sistema de numeración escrito es, por tanto, una invención hindú que, posteriormente, fue
asumida por los árabes, los cuales la difundieron por todo su imperio. Los contactos comerciales y culturales
de Europa con el mundo árabe propiciaron la difusión de este sistema en la Europa occidental donde entró en
competencia con el sistema de numeración romano. Lentamente fue ganando adeptos hasta que a finales del
siglo XVIII quedó definitivamente implantado.

TIPOS DE SISTEMAS DE NUMERACIÓN


Los ejemplos anteriores nos muestran la existencia de diferentes tipos de sistema de numeración que
ahora vamos a definir con más precisión.
a) Sistema aditivo regular
En este sistema se definen símbolos para la unidad, la base y las potencias de la base. El número
representado se obtiene sumando los valores de los signos que componen su representación. El sistema
egipcio es un ejemplo de sistema aditivo regular de base 10.

Lic. y Prof. E. Sergio Alonso y Prof. Leandro Quiroga


-8-
IES Nº 9-030 “DEL BICENTENTENARIO”
Matemática I – PEP
b) Sistema multiplicativo-aditivo regular (también llamado híbrido)
En él se definen símbolos para la unidad, la base, las potencias de la base y todos los números
comprendidos entre la unidad y la base. El número representado se obtiene multiplicando cada potencia de la
base por el valor del símbolo que le precede y sumando los resultados junto con las unidades. Un ejemplo de
este tipo de sistemas es el sistema chino de numeración que es un sistema multiplicativo regular de base 10.
c) Sistema posicional regular
En este sistema se definen símbolos para la unidad y los números comprendidos entre la unidad y la
base. También se define un símbolo, el cero, que además de indicar la no existencia de unidades, señala
cunado un número cualquiera ha sido multiplicado por la del sistema. De allí que se hable cero operativo. Es
por esto que no se definen símbolos específicos para la base ni para las potencias de la base, representándose
éstas por medio de combinaciones de los símbolos de la unidad y del cero. En estas condiciones, cada uno de
los signos que componen la representación del número, dependiendo del lugar que ocupa, hace referencia a
las unidades o a una determinada potencia de la base. El número representado se obtiene de la misma
manera que en un sistema multiplicativo. Nuestro sistema de numeración escrito es un ejemplo de sistema
posicional regular que recibe el nombre de sistema de numeración decimal dado que se funda en base 1
Reglas de los sistemas de numeración posicionales
Las reglas de los sistemas de numeración posicional ordenada se pueden sintetizar de la siguiente
manera:
1. Elegido un número b >1 como base del sistema de numeración, se utilizan b símbolos, llamados
cifras o guarismos (0, 1, 2, ..., b-1) que representan el cero y los primeros números naturales.
2. Cada b unidades simples o de orden 0, forman una unidad de 1º orden, y se escribe a la
izquierda de las unidades simples o de orden 0. (Principio del valor relativo de las cifras)
3. Se continúa el proceso como en 2.
4. Cuando no hay unidades de un orden (carencia de unidades) se expresa mediante un 0 en la
posición correspondiente.
5. La base b1 se representa por 10(b) (es la unidad de 1º orden); la unidad de segundo orden, b2 se
expresará como 100(b); la de tercer orden b3 como 1000(b) (Si el sistema es base 10).
Teorema fundamental: Existencia y unicidad de la expresión de un número n en base cualquiera b
Dado un número natural b (que se llama base del sistema de numeración), todo número natural n∈N se
puede expresar de manera única mediante el siguiente polinomio:

n  a1.bn  a2 .b n1  ...  an1b  an


donde a1; a2 ;;an1;an , son números naturales menores que b.
Ejemplo: 3.241(5)
n = 3 x 53 + 2 x 52 + 4 x 5 1 + 1 x 5 0
n = 3 x 125 + 2 x 25 + 4 x 5 + 1 x 1
n = 375 + 50 + 20 + 1
n = 446(10)
SISTEMA DE NUMERACIÓN POSICIONAL
Las reglas antes mencionadas, permiten resumir las condiciones que debe cumplir un sistema de
numeración para ser posicional regular en los siguientes principios:
Principios Básicos
 Posicionalidad: Dado un número de dos o más cifras, cada cifra representa un valor relativo a la posición
que ocupa en el número.

Lic. y Prof. E. Sergio Alonso y Prof. Leandro Quiroga


-9-
IES Nº 9-030 “DEL BICENTENTENARIO”
Matemática I – PEP
 Regularidad: Las unidades se agrupan de forma regular para dar lugar al canje por unidades de orden
inmediato superior.
Principios Complementarios
 La cantidad de signos o símbolos disponibles para escribir números, coincide con la base del sistema, es
decir, base dos implica dos símbolos, base diez permite disponer de diez símbolos.
 Uno de los símbolos representa el cero operativo.
Cambios de base en los sistemas de numeración
Para comprender las reglas de los sistemas de numeración posicionales ordenados, entre los que se
encuentra el sistema decimal de numeración habitualmente usado, es conveniente realizar y analizar las
tareas de paso del sistema de numeración base 10 a otras bases distintas, tanto menores que 10, como
mayores, y viceversa:
Paso de la escritura en base 10 de un número n a la base b
En primer lugar habrá que determinar la cifra de las unidades (o orden cero), para lo cual habrá que
dividir n entre b; el resto será la cifra de la unidades de la nueva expresión. Para hallar la cifra a colocar en la
posición de primer orden se divide el primer cociente obtenido por b y se toma el resto; y así sucesivamente.
Ejemplo: El número 235(10), expresado en base 5 será 1420(5)

Paso de la escritura de un número n en base b a base 10


Basta expresar la escritura de n en forma polinómica (en forma de potencias de la base b) y realizar las
operaciones indicadas en base 10; el resultado será la escritura de n en base 10.
Ejemplo: El número 2034(5) será el 269(10) ya que:
2034(5)= 2 x 53 + 0 x 52 +3 x 51 + 4 x 50 = 269(10) (haciendo las operaciones en base 10)
Características de nuestros actuales sistemas de numeración escrito y oral
a) Sistema de numeración escrito
Las características analizadas acerca del sistema de numeración escrito, pueden sintetizarse en los
llamados principios básicos y principios complementarios explicados anteriormente.
b) Sistema de numeración oral
La numeración oral no respeta los principios que caracterizan a la numeración escrita. Así, el número
3418 no lo leemos como "tres cuatro uno ocho" sino como "tres mil cuatrocientos diez y ocho", que no
permite reconocer las posicionalidad del sistema, dado que si escribimos las palabras números puestas en
juego, obtendríamos las siguiente yuxtaposición de numerales: 3.000400108.
Las irregularidades dependen del idioma y en castellano son las siguientes:
• Once, doce, trece, catorce y quince. En un sistema regular se diría: dieciuno, diecidos, diecitrés,
diecicuatro y diecicinco.
• Veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta, setenta, ochenta, noventa. En un sistema regular se diría:
dos dieses (o dos decenas), tres dieses, cuatro dieses, etc.
• Quinientos en lugar de cinco cientos

Lic. y Prof. E. Sergio Alonso y Prof. Leandro Quiroga


- 10 -
IES Nº 9-030 “DEL BICENTENTENARIO”
Matemática I – PEP
• Algunas de las potencias de diez no tienen una denominación específica, sino una denominación
compuesta por los correspondientes a otras potencias. Así, por ejemplo, la potencia 104 le
correspondería un símbolo compuesto: diez mil. Lo mismo sucede con otras potencias de la base (105
se dice cien mil, 107 se dice diez millones, 108 se dice cien millones, etc.), lo que hace que las potencias
mil (103) y millón (106) se conviertan en bases auxiliares.
• La palabra 'billón' tiene un significado ambiguo. En España y otros países de origen latino quiere decir
'un millón de millones' (1012), mientras que en los países de tradición anglosajona la palabra
equivalente significa 'mil millones' (109).
c) Sistema de numeración oral ordinal
Se usa para nombrar a los ordinales, aun cuando también puede usarse para ello el sistema oral
habitual. Los símbolos de este sistema de numeración son los siguientes: primero, segundo, tercero, cuarto,
quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno, décimo, undécimo (o décimo primero), duodécimo (o décimo
segundo), vigésimo (20), trigésimo (30), cuadragésimo (40), quincuagésimo (50), sexagésimo (60),
septuagésimo (70), octogésimo (80), nonagésimo (90), centésimo (100), ducentésimo (200), tricentésimo
(300), cuadringentésimo (400), quingentésimo (500), sexcentésimo (600), septingentésimo (700),
octingentésimo (800), noningentésimo (900), milésimo (1000), millonésimo (1.000.000). Según esto el ordinal
783 se diría septingentésimo octogésimo tercero. Hoy en día, bastantes de estos términos han caído en
desuso.
ESTRATEGIAS Y TÉCNICAS PARA ENSEÑAR MATEMÁTICAS EN LOS PRIMEROS AÑOS
Los planes de matemáticas en los primeros años de escolaridad deben incluir actividades relacionadas
con los números, formas, unir y separar las cosas, relaciones espaciales, medidas y patrones, y predicción.
Hay tres niveles de conocimiento numérico: la memorización, el reconocimiento de número y la
correspondencia uno a uno.
Memorización de números
Enseñar a los niños de los primeros años a contar comienza poniendo a su disposición actividades
relacionadas con el conteo de memoria, lo que significa decir el nombre de los números, pero sin saber nada
acerca de lo que significan. Muchas canciones y juegos de dedos hacen hincapié en los números, y una
maestra puede tomar cualquier canción que los niños sepan y convertirla en una canción de contar de
memoria.
Reconocimiento de números
El reconocimiento de los números es una habilidad de nivel superior al conteo de memoria y se refiere a
la capacidad de reconocer visualmente y nombrar los números. Enseñar a los niños a reconocer los números
de una manera funcional podría ser crear un juego llamado “Búsqueda de números”. Este juego se puede
jugar dentro y fuera del aula. Consiste en pedir a los niños que miren alrededor y encuentren números. El
profesor realiza un seguimiento de la cantidad de números que la clase encuentra durante el juego en
diferentes ambientes. Esta información se coloca en una tabla para que los niños miren y hagan
comparaciones de más, menos, pocos, muchos, etc.
Correspondencia uno a uno
La comprensión de la correspondencia uno a uno es la capacidad de hacer coincidir un número verbal o
escrito con un elemento. El dominio de la correspondencia uno a uno permite que un niño cuente al tocar los
objetos que se están contando. El desarrollo de esta habilidad requiere práctica significativa como contar el
número de platos, vasos y servilletas, a medida que el niño los pone sobre la mesa para la merienda o el
almuerzo, contar cuántas escaleras sube y baja, la cantidad de pasos que se necesitan para caminar de una
habitación a otra o cuántos crayones hay en la caja. Los niños pueden contar casi todo lo que hacen durante el
día.
Referencia bibliográfica: Proyecto Edumat-Maestros Director: Juan D. Godino
http://www.ugr.es/local/jgodino/edumat-maestros/

Lic. y Prof. E. Sergio Alonso y Prof. Leandro Quiroga


- 11 -

También podría gustarte