SPA 1998-09-27 1 El Verdadero Tabernaculo CAYPR 1

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EL VERDADERO

TABERNÁCULO

Domingo, 27 de septiembre de 1998


Cayey, Puerto Rico
NOTA AL LECTOR
Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y
exacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lo
tanto, cualquier error en este escrito es estrictamente
error de audición, transcripción e impresión, y no debe
interpretarse como errores del Mensaje.
El texto contenido en esta conferencia puede ser
verificado con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para
propósitos personales de estudio hasta que sea publicado
formalmente.
EL VERDADERO TABERNÁCULO

Dr. William Soto Santiago


Domingo, 27 de septiembre de 1998
Cayey, Puerto Rico

M uy buenos días, amados amigos y hermanos


presentes, y a todos los que están a través de internet
y diferentes medios de comunicación. Que las bendiciones
de Jesucristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes
y sobre mí también, y nos permita en esta ocasión entender
Su Palabra, Su Programa, correspondiente a este tiempo
final. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y
amén.
Es para mí una bendición grande estar con ustedes
nuevamente en esta ocasión, para compartir con ustedes
unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra
de Dios correspondiente a este tiempo final.
Un saludo también para nuestros hermanos hebreos
mesiánicos y su ministro. Que Dios les bendiga
grandemente, que Dios en esta ocasión les hable también
directamente a vuestras almas, y así les edifique, al igual
que a todos nosotros.
En esta ocasión quiero leer en Hebreos, capítulo 9, lo
que San Pablo nos enseña con relación a la Obra de Dios;
4 Dr. William Soto Santiago
nos dice San Pablo en el capítulo 9, verso 1 en adelante:
“Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de
culto y un santuario terrenal.
Porque el tabernáculo estaba dispuesto así: en
la primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el
candelabro, la mesa y los panes de la proposición.
Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo
llamada el Lugar Santísimo,
el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto
cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una
urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que
reverdeció, y las tablas del pacto;
y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el
propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora
hablar en detalle.
Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del
tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para
cumplir los oficios del culto;
pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una
vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por
los pecados de ignorancia del pueblo;
dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún
no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo,
entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese
en pie.
Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el
cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden
hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica
ese culto,
ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de diversas
abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas
hasta el tiempo de reformar las cosas.
El verdadero Tabernáculo 5
Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de
los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto
tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta
creación,
y no por sangre de machos cabríos ni de becerros,
sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en
el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
Porque si la sangre de los toros y de los machos
cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los
inmundos, santifican para la purificación de la carne,
¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el
Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios,
limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que
sirváis al Dios vivo?
Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto,
para que interviniendo muerte para la remisión de
las transgresiones que había bajo el primer pacto, los
llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
Porque donde hay testamento, es necesario que
intervenga muerte del testador.
Porque el testamento con la muerte se confirma; pues
no es válido entre tanto que el testador vive.
De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin
sangre.
Porque habiendo anunciado Moisés todos los
mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre
de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana
escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo
el pueblo,
diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha
mandado.
Y además de esto, roció también con la sangre el
6 Dr. William Soto Santiago
tabernáculo y todos los vasos del ministerio.
Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y
sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas
celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales
mismas, con mejores sacrificios que estos.
Porque no entró Cristo en el santuario hecho de
mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para
presentarse ahora por nosotros ante Dios…”.
Que Dios bendiga Su Palabra en nuestras almas y nos
permita entenderla.
Nuestro tema es: “EL VERDADERO
TABERNÁCULO”, o sea, el verdadero Tabernáculo de
Dios, el verdadero Templo de Dios.
Para poder comprender este misterio del verdadero
Tabernáculo de Dios o Templo de Dios, necesitamos
comprender algo muy importante. Podemos mencionar
ocho tabernáculos:
• Tenemos el Tabernáculo o Templo que está en el
Cielo.
• Tenemos el tabernáculo o templo que construyó
Moisés, y también el que construyó Salomón (y vamos a
colocar esos dos templos o tabernáculos como el segundo
o el número dos).
• Y tenemos la raza humana como un Templo o
Tabernáculo de Dios.
• Y tenemos al pueblo hebreo, a Israel, como un Templo
o Tabernáculo de Dios.
• Y tenemos la Iglesia del Señor Jesucristo como el
Templo o Tabernáculo de Dios.
• Y tenemos a Jesús como el Templo o Tabernáculo
de Dios. Por eso Jesús dijo en una ocasión: “Destruid este
El verdadero Tabernáculo 7
templo, y en tres días yo lo levantaré (o sea, lo restauraré)”1.
• Y tenemos a cada hijo e hija de Dios, que como
individuo es un templo o tabernáculo de Dios. San Pablo
dijo: “¿No sabéis que vosotros sois templo de Dios, templo
del Espíritu de Dios?”2.
• Y tenemos el tabernáculo de David.
Así que tenemos aquí ocho tabernáculos mencionados;
y templo o tabernáculo lo que significa es ‘casa de
morada’, ‘casa’ o ‘la casa de morada de Dios’.
Y ahora, vamos a ver estos templos o tabernáculos,
para ver el verdadero Tabernáculo de Dios.
Siempre el templo o tabernáculo de Dios es identificado
por la presencia de Dios en él, y el Nombre de Dios está
en él. Y ahí podemos ver que en el Cielo, en el Templo
que está en el Cielo, allí está Dios, y allí está Su Nombre
presente.
Y ahora, en el templo o tabernáculo de Dios como la
raza humana, encontramos que Dios ha estado en medio
de la raza humana, y por consiguiente Su Nombre ha
estado en medio de la raza humana.
Ahora, tenemos que entender que un templo para Dios
consta de atrio, lugar santo y lugar santísimo.
Y ahora, la raza humana como Templo de Dios tiene
como Atrio todos los gentiles, tiene como Lugar Santo
Jerusalén y todo el territorio de - o el territorio de Israel
como Lugar Santo, y luego Jerusalén como el Lugar Más
Santo, o sea, el Lugar Santísimo; porque en Jerusalén
estaba colocado el templo de Dios, y en Jerusalén estará
el Mesías sentado sobre el Trono de David reinando sobre
el pueblo hebreo y sobre todas las naciones. Así que ahí
1  San Juan 2:19
2  1 Corintios 3:16, 6:19
8 Dr. William Soto Santiago
tenemos, como Templo la raza humana, tenemos las tres
partes importantes: lugar del Atrio: todos los territorios
del planeta Tierra entre los gentiles; luego el territorio de
Israel como Lugar Santo; y el territorio de Jerusalén como
el Lugar Santísimo.
Y, vean ustedes, por eso el Nombre de Dios estuvo
allí en Jerusalén, en el templo. Y ahora, ¿en qué parte
del templo estaba el Nombre de Dios? Estaba sobre
el propiciatorio, donde estaba la Shekinah, el Ángel de
Jehová, el Ángel del Pacto. Y vean, en el libro del Éxodo,
capítulo 23, dice [verso 20]:
“He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te
guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he
preparado.
Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas
rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque
mi nombre está en él.
Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que
yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los
que te afligieren.
Porque mi Ángel irá delante de ti (¿Y los llevaría a
dónde? A la tierra prometida)…”.
Y ahora, estando el Ángel de Jehová en el templo allí
en Jerusalén, en el lugar santísimo, el Ángel de Jehová,
el Ángel del Pacto, en la Luz de la Shekinah, el Dios de
Abraham, de Isaac y de Jacob, que le apareció a Moisés
y le dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de
Jacob”3…
Y ese Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob ¿estaba
dónde? Luego estaba en el templo que construyó Moisés
y luego en el templo que construyó Salomón, en el lugar
3  Éxodo 3:6
El verdadero Tabernáculo 9
santísimo, sobre el propiciatorio, y por consiguiente allí
estaba el Nombre Eterno de Dios; porque el Nombre de
Dios ¿está dónde? En el Ángel de Jehová.
“He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te
guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he
preparado.
Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas
rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque
mi nombre está en él”.
Y ahora, el Ángel de Jehová o Ángel del Pacto es
el mismo Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob en Su
cuerpo teofánico de la sexta dimensión. Y así como todo
cuerpo en esta dimensión tiene un nombre (todo cuerpo de
todo ser humano), ahora, en la sexta dimensión, que es la
dimensión de la teofanía, todos los que están viviendo en
esa sexta dimensión tienen su nombre, tienen un nombre;
y el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto, pues tiene Su
Nombre, que es el Nombre Eterno de Dios, el cual fue
dado a Moisés en esas cuatro consonantes: YHWH.
Y ahora, para ese Nombre luego ser manifestado en
esta dimensión terrenal, tiene que hacerse carne el Ángel
del Pacto, el Ángel de Jehová; y cuando se hizo carne dos
mil años atrás, y fue el Verbo hecho carne, allí tenemos que
la “Y” y la “H”, de esas cuatro consonantes, fue usada en
el Nombre de Redención que el Ángel de Jehová, el Ángel
del Pacto, usó en Su manifestación en carne humana.
Y ahora, encontramos que Jesús podía decir: “Antes
que Abraham fuese, yo soy”4. O sea que el Yo soy que le
apareció a Moisés estaba allí presente en carne humana, y
estaba allí manifestado el Nombre de Redención de Dios,
para llevar a cabo la Obra de Redención. Por eso el nombre
4  San Juan 8:58
10 Dr. William Soto Santiago
Jesús, que es el nombre Josué en hebreo, representa o
significa ‘Salvador’ o ‘Redentor’.
Y ahora, podemos ver que es en la manifestación del
Ángel de Jehová, del Ángel del Pacto, haciéndose carne,
el Verbo haciéndose carne, que viene la manifestación del
Nombre de Dios.
Y ahora, Jesús podía decir: “Yo he venido en nombre de
mi Padre”5. Y también Él podía decir: “Padre, glorifica Tu
Nombre”; y Dios dijo: “Lo he glorificado, y lo glorificaré
otra vez”. San Juan nos da testimonio: en el capítulo
(vamos a ver) 12 de San Juan, verso 21, dice:
“Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz
del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez”.
Lo glorificó en la Primera Venida del Verbo hecho
carne, la Primera Venida de Cristo, como Cordero de
Dios; y lo glorificará otra vez en la Segunda Venida de
Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de
reyes y Señor de señores, en Su Obra de Reclamo. Es en
la Venida del Verbo hecho carne que el Nombre de Dios es
glorificado.
Y ahora, podemos ver que tiene que venir a Su Templo,
porque ese es el lugar donde está Su Nombre.
Y ahora, la promesa de Malaquías, capítulo 3, dice,
verso 1:
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el
camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo
el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a
quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de
los ejércitos”.
Ahora, vean, el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto,
que es el mismo Dios en Su cuerpo teofánico, está
5  San Juan 5:43
El verdadero Tabernáculo 11
prometido para venir; y antes de Él venir, dice que enviará
Su mensajero delante de Él.
Y dos mil años atrás, la Venida del Ángel del Pacto hecho
carne en medio del pueblo hebreo fue la manifestación del
Ángel de Jehová en carne humana en la persona de Jesús;
y antes de aparecer Jesús manifestado en Su ministerio
terrenal, vino Juan el Bautista precursando, preparando al
pueblo para Su Venida. Ahora, Juan el Bautista fue este
precursor que vino delante del Mesías, preparándole el
camino.
Y ahora, en la ocasión en que Juan el Bautista bautizó
a Jesús, vino el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, el
Espíritu Santo, y entró a Su Templo humano llamado
Jesús, y habitó en ese Templo, y ahí fue manifestado; y
por medio de ese Templo llevó a cabo las grandes obras
correspondientes a la Primera Venida de Cristo.
Y las personas que venían a Jesús pidiéndole un favor,
clamando por misericordia, estaban viniendo delante del
Templo humano de Dios, donde estaba el Nombre de Dios
colocado para la Obra de Redención. Así que vean ustedes
lo que estaba sucediendo allí.
Ahora, en el templo que el pueblo hebreo tenía en
aquellos días, no tenían el propiciatorio; tampoco tenían
la Columna de Fuego allí, en el lugar santísimo de ese
templo que construyó Herodes; pero en el que construyó
Moisés y el que construyó Salomón sí estaba el arca del
pacto, estaba también el propiciatorio con los querubines,
y también estaba la Columna de Fuego en medio de esos
dos querubines; pero no así en el templo que construyó
Herodes.
Ahora, vean ustedes que para construir un templo
para Dios, la persona tiene que ser ordenada por Dios,
12 Dr. William Soto Santiago
para poder morar la Shekinah, la Columna de Fuego, el
Ángel de Jehová, el Ángel de Pacto, y estar colocado ahí
el Nombre Eterno de Dios.
Ahora, hemos visto que tenemos aquí ocho templos,
ocho tabernáculos; y, vean, todos estos siete tabernáculos
representan al Tabernáculo que está en el Cielo, ese Templo
de Dios, que tiene el lugar del Atrio, Lugar Santo y Lugar
Santísimo; y todos estos otros templos o tabernáculos
representan el Templo de Dios, que está en el Cielo.
Y ahora, el Templo de Dios tiene Atrio, que es esta
dimensión terrenal; tiene Lugar Santo, que es la sexta
dimensión, o sea, el Paraíso; tiene Lugar Santísimo, que es
la dimensión de Dios, la séptima dimensión, donde mora
Dios, y donde está Su Trono, y donde está Su Nombre.
Juan vio esa dimensión, Juan vio a Dios sentado sobre
Su Trono, cuando él en el capítulo 4 del Apocalipsis subió
al Cielo. Dice:
“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta
en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta,
hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las
cosas que sucederán después de estas.
Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un
trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.
Y el aspecto del que estaba sentado era semejante
a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del
trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.
Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi
sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos
de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.
Y del trono salían relámpagos y truenos y voces;
y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las
cuales son los siete espíritus de Dios.
El verdadero Tabernáculo 13
Y delante del trono había como un mar de vidrio
semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono,
cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás”.
Ahora, vean aquí cómo tenemos también las tres partes
aquí mostradas a Juan el apóstol: tenemos donde está el Trono,
luego tenemos la parte del Lugar Santo y luego tenemos el
Atrio, donde está el mar de vidrio semejante al cristal. Y ahí,
vean ustedes, está todo representado, para luego todo eso
materializarse, manifestarse, en medio de la raza humana.
Y ahora, podemos ver que todo lo que sucede aquí en
el planeta Tierra, en este misterio de estos templos…, de
los cuales hemos hecho mención:
  • el templo o tabernáculo que construyó Moisés y el
que construyó Salomón,
• la raza humana como Templo,
• Israel como Templo,
• la Iglesia como Templo,
• Jesús como Templo,
• cada hijo de Dios como templo,
• y el tabernáculo de David, o sea, la casa de David
como templo.
Y ahora, tenemos en estos templos el reflejo del Templo
que está en el Cielo.
Y ahora, así como Moisés tomando la sangre que él
llevó de la becerra bermeja, y luego la sangre también del
macho cabrío, el día de la expiación, y esparció sobre el
propiciatorio, hacia el este, siete veces…; encontramos
que eso que Moisés hizo allí…; y luego también salió al
lugar santo con la sangre, y también colocó sobre el altar
de oro, y luego también llevó la sangre, más adelante, al
atrio, y colocó también en el altar de bronce, y así por el
estilo; todo esto nos habla del Programa de Redención por
14 Dr. William Soto Santiago
medio de la Sangre de Jesucristo nuestro Salvador.
Y vean ustedes cómo la raza humana como Templo
necesita que esa Sangre de Cristo sea aplicada sobre todo
ser humano, para que pueda vivir eternamente.
Y ahora, la raza humana como Templo tiene Atrio, que
eso es de Adán hasta Jesús; o hasta Juan el Bautista; pero
podemos decir hasta Jesús, hasta que apareció Jesús, pues
Jesús estuvo en el Atrio, y por eso el Sacrificio de Cristo
fue efectuado en medio de la raza humana.
Luego tenemos el Lugar Santo de la raza humana como
Templo; y ese Lugar Santo es de Cristo hasta este tiempo
final, en donde finalizan las siete etapas o edades de la
Iglesia gentil. O sea que las siete etapas de la Iglesia gentil
es el Lugar Santo de la raza humana como Templo, y es
también el Lugar Santo de la Iglesia del Señor Jesucristo
como Templo espiritual.
Y el Atrio de la Iglesia, pues es todo aquel que pertenece
al tiempo de Cristo hacia atrás, pero que fue un creyente
en Cristo; Cristo representado en el Antiguo Testamento
en los tipos y figuras: creyeron en el sacrificio del macho
cabrío (que representa a Cristo), creyeron también en el
sacrificio del cordero pascual (que representa a Cristo) y
creyeron en todos esos sacrificios que el pueblo ofrecía de
Adán hasta Cristo, que eran tipo y figura del Sacrificio de
nuestro amado Señor Jesucristo. Todos ellos vivieron en el
Atrio de la Casa de Dios.
Y ahora, vean ustedes cómo de Cristo hacia acá, con el
Sacrificio de Cristo efectuado, ya se pasa al Lugar Santo.
Y al lugar santo no podían entrar todas las personas:
solamente entraban los sacerdotes y el sumo sacerdote.
Y ahora, el Lugar Santo de la raza humana y para la raza
humana, vean ustedes, es la Iglesia de Jesucristo pasando
El verdadero Tabernáculo 15
por esas siete etapas; porque la Iglesia de Jesucristo es un
Templo para morada de Dios en Espíritu Santo, como nos
dice San Pablo en su carta a los Hebreos: en el capítulo
3, verso 1 en adelante, o verso 5 en adelante (para no leer
mucho), dice:
“Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios,
como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;
pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos
nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el
gloriarnos en la esperanza”.
Y ahora, vean ustedes, así como Moisés fue fiel en toda
la Casa de Dios…: él ministró en la Casa de Dios como
la raza humana, y también en la casa de Dios como el
tabernáculo que él allí levantó, y en la Casa de Dios como
el pueblo hebreo; porque el pueblo hebreo es la Casa de
Dios, es un Templo, un Templo que representa el Templo
de Dios que está en el Cielo.
Por eso también Israel, el pueblo hebreo, tiene Atrio,
tiene Lugar Santo y Lugar Santísimo; tiene el pueblo
hebreo, como Atrio: todo el territorio de Israel, como
Lugar Santo: tiene a Jerusalén, y como Lugar Santísimo:
el templo.
Pero ya el templo no lo tiene; por lo tanto, necesita que
Dios coloque en la tierra de Israel el Templo verdadero
que estará durante el Reino Milenial. Y ahora, ese será
el Lugar Santísimo de Israel, y ese Templo estará en
Jerusalén.
Ahora, hemos visto que también la Iglesia del Señor
Jesucristo, siendo un Templo, tiene Atrio, Lugar Santo,
Lugar Santísimo.
Y ahora, los santos del Antiguo Testamento, vean
ustedes, pertenecen al Atrio; los santos de las siete etapas
16 Dr. William Soto Santiago
o edades de la Iglesia gentil pertenecen al Lugar Santo;
y los santos de la Iglesia de Jesucristo de la Edad de la
Piedra Angular pertenecen al Lugar Santísimo.
Y ahora, encontramos que al lugar santo entraban
los sacerdotes, incluyendo el sumo sacerdote; no podían
entrar otras personas, solamente el sumo sacerdote, los
sacerdotes y los levitas.
Y el sumo sacerdote llevaba del atrio, por el lugar santo,
la sangre de la expiación, hasta llegar al lugar santísimo,
el día de la expiación. Y eso es lo mismo que Jesucristo,
el Sumo Sacerdote, ha estado haciendo en el Cielo, en el
Templo que está en el Cielo, y ha estado haciendo en el
Templo espiritual, que es Su Iglesia.
Y ahora, al Lugar Santo del Templo espiritual de Cristo
entran los sacerdotes y el Sumo Sacerdote. Y por eso es
que en Apocalipsis, capítulo 1, verso 5 en adelante, dice:
“… y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los
muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos
amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él
sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén”.
Nos ha lavado con Su Sangre, nos lavó de nuestros
pecados, y nos ha hecho para nuestro Dios (¿qué?) reyes
y sacerdotes de un Nuevo Orden Sacerdotal: del Orden de
Melquisedec.
Y por eso es que los lavados con la Sangre de Cristo,
encontramos que, al pertenecer a ese Orden del Templo
que está en el Cielo, ofrecen a Dios ofrendas y sacrificios
de alabanzas para nuestro Dios; y oran, y piden a Cristo, el
Sumo Sacerdote, por sus familiares y por otras personas,
para que la misericordia de Dios sea extendida desde el
Templo que está en el Cielo para los demás seres humanos.
El verdadero Tabernáculo 17
Y ahora, vean ustedes cómo este Orden Sacerdotal es
un nuevo orden, el cual nada tiene que ver con el orden
sacerdotal de Aarón y sus descendientes, nada tiene que
ver con el orden sacerdotal levítico; porque el orden
levítico, el orden de Aarón, es terrenal: para el templo que
tuvo el pueblo hebreo aquí en la Tierra, y para ministrarle
al pueblo hebreo las bendiciones divinas.
Pero quitado el templo y quitado el sacrificio (el
cual fue quitado delante de Dios a la mitad de la semana
número setenta6, con el Sacrificio de Cristo), Dios tiene
un nuevo Sacrificio, el cual había sido representado en el
sacrificio del macho cabrío y también del cordero pascual
y demás sacrificios que el pueblo hebreo ofrecía a Dios;
ahora ya Dios no acepta sacrificios de animalitos por el
pecado, porque ya el Cordero de Dios quitó el pecado del
mundo, y ha sido colocada Su Sangre en el Propiciatorio
del Templo celestial, del Templo que está en el Cielo.
Por lo tanto, ya ninguna persona se puede acercar a
Dios por medio del orden antiguo, sino por medio del
Nuevo Orden, del cual Jesucristo es el Sumo Sacerdote; y
nos ha hecho para nuestro Dios sacerdotes; y en el Templo
que está en el Cielo es que la labor de ese Orden Sacerdotal
es efectuada, y en medio del Templo espiritual de Cristo,
que es Su Iglesia.
Y ahora, viendo que hay un nuevo orden, hay un cambio
de ministerio: del sacerdocio terrenal que el pueblo hebreo
tenía, un cambio de ese sacerdocio terrenal al Sacerdocio
celestial del Templo que está en el Cielo; y ese Sacerdocio
es manifestado en la Tierra en el Templo espiritual de
Jesucristo, que es Su Iglesia. Ya Dios no acepta otro orden
sacerdotal.
6  Daniel 9:27
18 Dr. William Soto Santiago
Con la Venida del Mesías, el Ángel del Pacto, el Ángel
de Jehová (que es el mismo Melquisedec que le apareció
a Abraham, que es Rey de Salem y Sacerdote del Dios
Altísimo)7, comenzó aquí en la Tierra el Nuevo Orden
Sacerdotal, para ser manifestado aquí en la Tierra; el cual
es el Orden Sacerdotal del Templo que está en el Cielo, el
cual siempre ha existido, y del cual Cristo, Melquisedec,
es el Sumo Sacerdote. Y no hay otro. Porque el sumo
sacerdote terrenal, Aarón, cuando murió Aarón, pues vino
un hijo de Aarón y ocupó su lugar: hubo un cambio de
sacerdote por causa de la muerte; y así venían cambiando
de un sacerdote a otro sacerdote, viniendo a ser siempre
el sumo sacerdote el sucesor del que había muerto; y así
hubo cambio de sacerdotes; pero siempre él, la posición del
sumo sacerdote, era la que tenía que ver con el sacrificio
del macho cabrío y también de la becerra bermeja, de los
cuales la sangre era llevada al lugar santísimo del templo
establecido en medio del pueblo hebreo.
Y ahora no se requieren ya sacrificios, ni un sumo
sacerdote del orden terrenal de Aarón, del orden levítico,
ni se requieren sacerdotes para ministrar en el Templo
celestial, sino que tenemos un Sumo Sacerdote en el Cielo:
Jesucristo, Melquisedec; y Él tiene muchos hijos, que son
los redimidos con Su Sangre.
Así como el sumo sacerdote tomaba la sangre de la
becerra bermeja y hacía la expiación por los sacerdotes,
así Cristo ha hecho la expiación por todos Sus hijos, por
todo el Orden Sacerdotal del Templo que está en el Cielo;
y ese Orden Sacerdotal del Templo que está en el Cielo
está compuesto por los primogénitos de Dios, escritos en
el Cielo desde antes de la fundación del mundo.
7  Génesis 14:18-20
El verdadero Tabernáculo 19
Y así como Dios escogió al pueblo hebreo para ser un
pueblo, una nación, de sacerdotes; ahora el Israel celestial,
que es la Iglesia de Jesucristo, es esa nación celestial de
sacerdotes del Templo que está en el Cielo, del Orden de
Melquisedec.
Ahora, podemos ver que el orden de Aarón era
temporal. El orden sacerdotal levítico era temporal, en lo
que llegaba a manifestarse en la Tierra el Orden celestial
Sacerdotal de Melquisedec.
Y ahora, vean cómo Cristo nos dice por medio de
San Pablo; en el capítulo 9, verso 20 en adelante, dice
[Hebreos]:
“… diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os
ha mandado.
Y además de esto, roció también con la sangre el
tabernáculo y todos los vasos del ministerio.
Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y
sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas
celestiales fuesen purificadas así (las figuras de las cosas
celestiales; o sea que todo lo que estaba en el templo, allí,
que fue purificado así, con sangre, es tipo y figura de las
cosas celestiales); pero las cosas celestiales mismas, con
mejores sacrificios que estos”.
¿Y cuáles son las cosas celestiales mismas? Pues los
escogidos de Dios, los hijos e hijas de Dios.
“Porque no entró Cristo en el santuario hecho de
mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para
presentarse ahora por nosotros ante Dios…”.
Y ahora, Cristo nos ha redimido con Su Sangre, nos
ha lavado con Su Sangre preciosa, nos ha rociado con Su
Sangre, así como hizo el sumo sacerdote allá e hizo Moisés
20 Dr. William Soto Santiago
allá en el templo. Vean que Moisés es el único profeta que
entra al templo, tanto al atrio como al lugar santo, como
también al lugar santísimo. Ninguna otra persona podía
entrar, excepto el sumo sacerdote.
Y ahora, Cristo es representado en Moisés y también
en Aarón. Por eso es que Cristo lleva el Nombre de Dios,
y Él entra al Lugar Santísimo del Templo que está en el
Cielo.
Y ahora, ¿cómo recibió el sumo sacerdote el Nombre de
Dios?; porque el sumo sacerdote… Vean, hay dos lugares
donde está el Nombre de Dios en el templo: en el lugar
santísimo, sobre el arca del pacto, sobre el propiciatorio,
en medio de los dos querubines de oro, porque allí está
el Ángel de Jehová, que tiene el Nombre Eterno de Dios;
porque es el mismo Dios en Su teofanía, en Su cuerpo
teofánico.
Y ahora, el sumo sacerdote es el hombre donde está
el Nombre Eterno de Dios; en una lámina de oro tenía
escrito “Santidad a Jehová”; ahí está el Nombre de Dios:
escrito en la frente del sumo sacerdote en una lámina de
oro. Era el que podía entrar al lugar santísimo, pues llevaba
el Nombre de Dios en su frente, y llevaba la sangre de la
expiación y las vestiduras correspondientes.
Y ahora, vean que el sumo sacerdote representa a
Cristo, el cual podía decir: “Antes que Abraham fuese, yo
soy. Abraham deseó ver mi día; lo vio, y se gozó”.
Y ahora, Él es el que entra al Cielo, al Lugar Santísimo
del Templo que está en el Cielo; y permanece allí haciendo
intercesión, de etapa en etapa, por todos los que tienen
sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida
del Cordero, los cuales pertenecen a ese Templo celestial;
porque nuestra ciudadanía es celestial: somos ciudadanos
El verdadero Tabernáculo 21
celestiales, no terrenales. Nuestra ciudadanía terrenal es
en cuanto a que hemos nacido en esta Tierra, pero nuestra
alma y el espíritu que hemos recibido de Cristo viene del
Cielo.
Y ahora, San Pablo en su carta a los Efesios, capítulo
2, nos dice en los versos 19 al 22, y el verso 10 también…
Vamos a ver, el verso 10, dice… Verso 6 en adelante,
vamos a ver, dice:
“… y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos
hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
para mostrar en los siglos venideros las abundantes
riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en
Cristo Jesús.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y
esto no de vosotros, pues es don de Dios;
no por obras, para que nadie se gloríe.
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús
para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano
para que anduviésemos en ellas”.
¿Somos qué? “Hechura Suya, creados en Cristo Jesús
para buenas obras”. O sea que es una Nueva Creación la
que Dios está llevando a cabo por medio de Jesucristo. Una
Nueva Creación, eso es la Iglesia del Señor Jesucristo. Y
cada persona que ha nacido de nuevo, ha sido hecha una
nueva creación cada persona. Y Cristo es el principio, el
primero, de esa Nueva Creación. En Apocalipsis, capítulo
3, verso 14, dice que Él es el principio de la Creación de
Dios, de esa Nueva Creación, de esa nueva raza que Él
está creando, la cual es un Templo para Dios.
Y ahora, esa Nueva Creación recibe un nuevo cuerpo
teofánico, un cuerpo de la sexta dimensión, llamado un
cuerpo teofánico, igual al cuerpo teofánico de nuestro
22 Dr. William Soto Santiago
amado Señor Jesucristo, en el cual Él apareció en el
Antiguo Testamento, desde el Génesis hasta el libro de
Malaquías.
Y ahora, encontramos que luego se hizo carne y habitó
entre los seres humanos, y así se creó el Atrio, que es el
cuerpo físico; porque el ser humano está compuesto de
atrio, que es el cuerpo físico; lugar santo, que es el espíritu;
y lugar santísimo, que es el alma.
Y ahora, el Atrio de Jesús como Templo de Dios es el
cuerpo; y el Lugar Santo es el espíritu o cuerpo teofánico,
que está dentro de Él; y el alma pues es Dios, el cual está
ahí dentro.
Y ahora, podemos ver que la Iglesia de Jesucristo,
siendo el Templo de Dios, tiene también los que como
individuos son templo de Dios.
Y ahora, veamos, en Efesios, capítulo 2, verso 19 en
adelante, dice:
“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de
Dios (y esa Familia de Dios es el Templo de Dios),
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y
profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo
mismo,
en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo
para ser un templo santo en el Señor;
en quien vosotros también sois juntamente edificados
para morada de Dios en el Espíritu”.
Ahora, vean, así como Cristo está construyendo
ese Templo espiritual, que es Su Iglesia, también cada
miembro de Su Iglesia como individuo va creciendo como
un templo espiritual; él es un templo como individuo,
y pertenece a la Iglesia de Jesucristo, que es el Templo
El verdadero Tabernáculo 23
espiritual de Cristo para morada de Dios en Espíritu Santo.
Y ahora, ese Templo, que es Su Iglesia, encontramos
que ha ido creciendo de edad en edad. Y en este diagrama
encontramos el Lugar Santo de ese Templo, que son las
diferentes etapas de Cristo hasta el final de la séptima edad
de la Iglesia gentil, bajo la Dispensación de la Gracia.
O sea que el Lugar Santo del Templo espiritual de
Cristo, de la Iglesia de Jesucristo, corresponde y está bajo
la Dispensación de la Gracia; y por eso el Mensaje de la
Dispensación de la Gracia cubre todas las siete etapas o
edades de la Iglesia gentil. El Mensaje de la Dispensación
de la Gracia gira alrededor de la Primera Venida de Cristo
como el Cordero de Dios quitando el pecado allá en la
Cruz del Calvario, como el Cordero de Dios llevando a
cabo la Obra de Redención en la Cruz del Calvario. Y vean
ustedes cómo Cristo ha estado construyendo Su Iglesia,
Su Templo espiritual.
Y un templo no está perfecto para ser dedicado a
Dios si no tiene el lugar santísimo, donde Dios morará en
toda Su plenitud, donde Dios se manifestará en toda Su
plenitud y donde Dios colocará Su Nombre; porque fue
en el lugar santísimo donde estaba el Nombre de Dios;
porque el templo es una casa para morada de Dios, donde
Dios coloca Su Nombre.
Y ahora, es importante entender estas cosas, porque así
como el Nombre de Dios estuvo en el templo que construyó
Moisés, y estuvo en el templo que construyó Salomón (allá
en Jerusalén), y estuvo en el sumo sacerdote (en la frente
del sumo sacerdote, escrito en esa placa o lámina de oro;
y era un nombre escrito como sello); ahora, en el Templo
de Jesucristo, que es Su Iglesia, Él colocará Su Nombre
Eterno, pues Él dice que Él tiene un nombre nuevo.
24 Dr. William Soto Santiago
Ahora, este es uno de los misterios del Reino de Dios
para ser revelado en el Día Postrero. Vean, en Apocalipsis,
capítulo 2, nos habla de un nombre nuevo, verso 17;
capítulo 2, verso 17, de Apocalipsis, dice:
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a
las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná
escondido…”.
¿Dónde estaba el maná escondido? En el lugar
santísimo del templo que construyó Salomón, como
también del templo que había construido el profeta
Moisés. ¿Y dónde tiene que estar ese Maná escondido en
el Templo del Señor Jesucristo? En el Lugar Santísimo de
Su Templo espiritual, y el Lugar Santísimo es la Edad de
la Piedra Angular.
“… y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita
escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino
aquel que lo recibe (y el que lo recibe será el Vencedor)”.
Ahora, no dice: “… y aquellos que lo reciben”, como
hablando de muchos, sino: “… el cual ninguno conoce
sino aquel que lo recibe”, hablando de uno: del Vencedor,
que recibirá esa Piedrecita blanca, en la cual viene un
nombre nuevo.
Esa Piedrecita blanca es la Segunda Venida de Cristo:
la Venida del Ángel de Jehová, del Ángel del Pacto, del
Ángel Fuerte, del Ángel que era diferente a los demás; del
Ángel de Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 en adelante, el
cual desciende del Cielo envuelto en una nube, con el arco
iris sobre Su cabeza, y con Sus ojos como llama de fuego,
y en Su mano trae un Librito abierto. Ese es el Ángel de
Jehová, el Ángel del Pacto, Jesucristo descendiendo en el
Día Postrero en y con Su cuerpo teofánico.
Él es el Ángel que apareció en febrero 28 de 1963 con
El verdadero Tabernáculo 25
los siete ángeles de la Iglesia, los siete ángeles mensajeros
de las siete edades de la Iglesia gentil: Él es este Ángel
que era diferente a los demás. Él es el Ángel que tiene el
Séptimo Sello, Él es el Ángel que tiene la Segunda Venida
de Cristo, la Venida del Ángel del Pacto, el cual viene con
el Nombre Eterno de Dios; porque el Ángel del Pacto,
el Ángel de Jehová, es el que tiene el Nombre Eterno de
Dios.
Y ese es el Ángel que guio al pueblo hebreo, que libertó
al pueblo hebreo y que los llevó a la tierra prometida.
Ese es el Ángel que se hizo carne, y habitó en medio del
pueblo hebreo, y fue conocido por el nombre de Jesús. Ese
es el Ángel que ha estado haciendo intercesión en el Cielo,
porque Él es el Melquisedec del Antiguo Testamento, Él
es el Sumo Sacerdote del Templo que está en el Cielo;
y para el Día Postrero Él vendrá en medio de Su Iglesia
manifestado.
Él ha estado manifestado en Espíritu Santo en medio
de Su Iglesia, de etapa en etapa, en cada ángel mensajero
de cada edad. ¿Y todo eso ha sido dónde? En el Lugar
Santo del Templo espiritual de Cristo, donde ministran los
sacerdotes, en donde también ministra el Sumo Sacerdote.
Y Cristo siendo el Sumo Sacerdote, vean ustedes,
ministró en el Atrio, ministró en el Lugar Santo…; y
ministra en el Lugar Santo de Su Iglesia, que son las siete
etapas o edades de la Iglesia gentil, ministra por medio de
Sus siete ángeles mensajeros; y también puede ministrar
por medio del último mensajero que Él tendrá en la Edad
de la Piedra Angular: por medio de él podrá ministrar en
el Atrio, en el Lugar Santo y en el Lugar Santísimo.
¿Por qué? Porque habrá bendición para personas que
no podrán entrar al Lugar Santo, porque no pertenecen
26 Dr. William Soto Santiago
al Orden Sacerdotal de Melquisedec, no pertenecen a
los escogidos, los primogénitos escritos en el Cielo, en
el Libro de la Vida del Cordero; por lo tanto, no podrán
entrar al Lugar Santo, y tienen que permanecer en el lugar
del Atrio; esas son las vírgenes insensatas. Y también los
que en el tiempo final, durante la gran tribulación, darán
sus vidas por Cristo; y ahí incluye a gentiles y a hebreos,
que obtendrán vida eterna, pero que no pertenecen a
ninguno de los escogidos de las siete etapas o edades de
la Iglesia gentil, pero hay lugar para ellos. Por eso Dios
extiende Su Tabernáculo sobre ellos8: el Atrio; y por eso
en Apocalipsis, capítulo 15, aparecen sobre el mar de
vidrio mezclado con fuego.
¿Y dónde estaba el mar de bronce en el templo? Estaba
en el atrio. Pertenecen, entonces, a la parte del Atrio, y no
al Lugar Santo del Templo espiritual de Cristo.
Y ahora, el salmista David decía: “Que esté yo en Tus
atrios”9; él deseaba estar en los Atrios de la Casa de Dios.
Él también dijo que Dios lo escondería en Su Tabernáculo
en el día del mal10. Y vean ustedes, el salmista preguntaba
también acerca de quién habitaría en la Casa de Dios: el
limpio de manos y puro de corazón11; y esto se obtiene por
medio de la Sangre de Jesucristo, la limpieza de nuestros
pecados.
Y ahora, Cristo, siendo el Sumo Sacerdote… El sumo
sacerdote, vean ustedes, en el día de la expiación él tenía
que ministrar en el atrio; era el que sacrificaba tanto la
becerra bermeja (o el becerro bermejo) para la expiación

8  Apocalipsis 7:15
9  Salmos 84:2, 84:10
10  Salmos 27:5
11  Salmos 24:3-4
El verdadero Tabernáculo 27
de él y de los sacerdotes, como también sacrificaba el
macho cabrío de la expiación. Le tocaba al sumo sacerdote
hacerlo en el atrio, y luego pasaba por el lugar santo, y
luego entraba al lugar santísimo.
Y ahora, podemos ver que Cristo, nuestro amado
Salvador, siendo el Sumo Sacerdote, ha estado ministrando
tanto en el Atrio como en el Lugar Santo, tanto del Templo
celestial como de Su Templo espiritual. Y en este tiempo
final es que, así como Cristo entró con Su Sangre al Lugar
Santísimo del Templo que está en el Cielo…; pero miren,
había pasado por el Atrio primero, al estar aquí en la
Tierra; luego pasó por el Lugar Santo, al ir a donde estaban
los santos del Antiguo Testamento; y luego pasó al Lugar
Santísimo, a la séptima dimensión.
Y ahora, ese mismo orden es el que Cristo lleva a
cabo en Su Templo espiritual. Ya ha pasado por el Atrio;
y luego lo hemos visto en el Lugar Santo de Su Templo
espiritual, a medida que ha estado construyendo Su
Templo espiritual; y para este Día Postrero pasa con Su
Sangre al Lugar Santísimo de Su Templo espiritual. Y
con la Obra que Él realiza ahí, en Su Templo espiritual,
efectuando ahí la limpieza de nuestros pecados en el Día
Postrero, de los escogidos del Día Postrero: terminará Su
Obra; y en el Cielo entonces Él terminará Su labor sobre
el Propiciatorio, y saldrá de ese lugar en el Cielo, y hará
Su reclamo de todo lo que Él ha redimido con Su Sangre
preciosa.
Y luego ya el Templo que está en el Cielo y el Trono de
Dios en el Cielo se convertirá en un Trono de Juicio, porque
ya no habrá Sangre sobre el Propiciatorio del Templo que
está en el Cielo. Y el único templo desde donde habrá
misericordia de parte de Dios para ser manifestada será el
28 Dr. William Soto Santiago
Templo espiritual de Cristo, que es Su Iglesia; y desde ahí
será que se efectuará toda intercesión, y desde ahí será que
se pedirá a Dios. Y la representación del Templo que está
en el Cielo, ¿estará dónde? En ese Templo espiritual, que
es la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y Jesucristo estará en Espíritu Santo manifestado en
toda Su plenitud, obrando en Su Templo espiritual, en Su
Iglesia, como Sumo Sacerdote, con Su Nombre Eterno,
Su Nombre Nuevo, que Él recibió en el Cielo. Él lo tendrá
manifestado en ese ministerio de Sumo Sacerdote que ha
estado operando en el Lugar Santísimo.
Por eso ahí, en el Lugar Santísimo del Templo espiritual
de Cristo, Él no podrá tener un mensajero de una de las siete
edades de la Iglesia gentil, para ministrar por medio de él
en el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual; porque el
ministerio que ministró en el lugar santísimo del templo
que construyó Moisés: vean ustedes, el ministerio de
Moisés ministró allí, y es un ministerio dispensacional, y
luego el ministerio de Aarón. Luego, en el Templo que está
en el Cielo, el ministerio fue un ministerio dispensacional,
el ministerio de Jesús, el mensajero de la Dispensación de
la Gracia, de la sexta dispensación.
Ahora vean cómo ministra en el Lugar Santísimo del
Templo de Dios un ministerio dispensacional: el ministerio
de Moisés. Y luego, por cuanto Dios le dio a Moisés a
Aarón como su ayudante, entonces encontramos que en
Aarón estaba un ministerio que podía operar en el lugar
santísimo; no así en sus hijos y en los demás sacerdotes,
hasta que Aarón murió y le sucedió uno de sus hijos.
Y ahora, podemos ver que para el Templo que está en
el Cielo solamente hay un ministerio de Sumo Sacerdote
operando allí: es el de Jesucristo, Melquisedec.
El verdadero Tabernáculo 29
Y ahora, ese ministerio de Melquisedec tiene que
operar en la Iglesia de Jesucristo, en una manifestación
grande en el Lugar Santísimo, y tiene que ser por medio
de un profeta dispensacional.
Y el único profeta dispensacional que para el Día
Postrero aparecerá en la escena será el profeta de la
Dispensación del Reino, con un Mensaje Mesiánico: el
Mensaje Mesiánico de la Segunda Venida de Cristo;
porque no hay otro Mensaje Mesiánico para la Iglesia de
Jesucristo y para el pueblo hebreo, sino el Mensaje de la
Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de
Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra
de Reclamo.
Y ahora, con ese Mensaje Mesiánico de la Segunda
Venida de Cristo es que Jesucristo, como Sumo Sacerdote
del Templo que está en el Cielo, viene a Su Iglesia en la
Edad de la Piedra Angular y ministra por medio de Su
Ángel Mensajero, que es el profeta de la Dispensación del
Reino, con el Mensaje Mesiánico del Evangelio del Reino,
el cual gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo, o
sea, de la Segunda Venida del Ángel de Jehová, del Ángel
del Pacto, manifestado en el Día Postrero.
Y ahora, este misterio de la Venida del Ángel del Pacto,
del Ángel de Jehová, para el Día Postrero, es el misterio
más grande de todos los misterios de Dios. Es el misterio
que fue abierto en Apocalipsis, capítulo 8, y cuando fue
abierto el Séptimo Sello, hubo silencio en el Cielo como
por media hora. Este es el misterio de la Segunda Venida
de Cristo, el misterio de la Venida del Ángel de Jehová,
del Ángel del Pacto.
Algunas personas no han comprendido que la Primera
Venida de Cristo fue nada menos que la Venida del Ángel
30 Dr. William Soto Santiago
del Pacto, del Ángel de Jehová, del Dios de Abraham, de
Isaac y de Jacob, que libertó al pueblo hebreo; el Ángel de
Jehová, el Ángel del Pacto, en el cual está el Nombre de
Dios, el cual es el Verbo, el cual creó todas las cosas y por
medio del cual encontramos que son sostenidas todas las
cosas; el cual se hizo carne: “En el principio era el Verbo,
y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el
principio con Dios. Por Él fueron hechas (o sea, creadas)
todas las cosas”. Fuera de lo que Él creó, nadie creó otra
cosa. “Por Él fueron hechas todas las cosas, y sin Él nada
de lo que ha sido hecho fue hecho”.
Él es el que en el principio creó los Cielos y la Tierra.
En Génesis, capítulo 1, verso 1, dice: “En el principio
creó Dios los cielos y la tierra”. ¿Quién? Dios, el Verbo,
que era con Dios y era Dios.
O sea, el que creó todas las cosas fue nada menos que
el mismo Dios en Su cuerpo teofánico, fue nada menos que
un hombre de la sexta dimensión, el cual es el mismo Dios
en Su cuerpo teofánico, el cual es el Dios de Abraham, de
Isaac y de Jacob. Y ahora, se hizo carne, el Verbo se hizo
carne (San Juan, capítulo 1, verso 14), y habitó en medio
de los seres humanos, en medio del pueblo hebreo; y fue
conocido por el nombre de Jesús.
Y ahora, tenemos la promesa en Apocalipsis, capítulo
19, que el Verbo regresará. Dice… Apocalipsis, capítulo
19, verso 11 en adelante, dice:
“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo
blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero,
y con justicia juzga y pelea.
Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su
cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que
ninguno conocía sino él mismo”.
El verdadero Tabernáculo 31
Y ahora, vean ustedes, dice:
“Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su
nombre es: el Verbo de Dios”.
Es el Verbo de Dios viniendo en el Día Postrero; y viene
con un nombre que nadie entendía, que nadie conocía sino
Él mismo.
O sea que ahora, para el tiempo final, el Verbo, el
Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, viene con un nombre
que nadie conoce. O sea que, así como vino dos mil años
atrás el Verbo hecho carne con el nombre Jesús…, el cual
ya es un nombre que todos conocen como el nombre de
la Primera Venida de Cristo, como el nombre de la Venida
del Verbo hecho carne en medio del pueblo hebreo como
Cordero de Dios, quitando el pecado del mundo allá en la
Cruz del Calvario; ahora, para el Día Postrero, el Verbo,
el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, regresa con un
nombre que ninguno entiende sino Él mismo.
Y ahora, dice:
“Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo,
blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.
De su boca sale una espada aguda, para herir con
ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro;
y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios
Todopoderoso.
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este
nombre: Rey de reyes y Señor de señores”.
Con el nombre que Él viene, vean ustedes, Él se
manifiesta como Rey de reyes y Señor de señores. Él viene
con el Nombre que usará como Rey de reyes y Señor de
señores, sentándose sobre el Trono de David, para reinar
sobre el pueblo hebreo. Él viene como Hijo del Hombre e
Hijo de David.
32 Dr. William Soto Santiago
Ahora, este Nombre, vean ustedes, es el Nombre de
la Piedrecita blanca; pues la Piedrecita blanca es Cristo;
Él es la Piedra del Ángulo, la Piedra Angular que los
edificadores desecharon en Su Primera Venida.
Y siendo que Él es esa Piedrecita blanca que viene con
un nombre nuevo que ninguno entiende sino aquel que lo
recibe, Él es esa Piedra no cortada de manos que vio el
profeta Daniel en el capítulo 2, verso 34 al 45, el cual le
interpretó al rey Nabucodonosor ese misterio de la Venida
de esa Piedra, lo cual —conforme a la promesa divina—
es la Venida del Mesías en el Día Postrero, la Venida del
Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, la Venida del
Ángel de Jehová, del Ángel del Pacto, con el Nombre
que Él usará en el glorioso Reino Milenial como Rey de
reyes y Señor de señores, como Hijo del Hombre e Hijo de
David.
Ahora, veamos que ese Nombre viene en esa Piedra; Él
viene con ese Nombre, esa Piedra, que es Cristo, el Ángel
del Pacto; el Ángel de Jehová, el Ángel Fuerte, el Ángel
que era diferente a los demás, viene con ese Nombre que
ninguno entiende.
Ahora, el nombre Jesús todo el mundo lo entiende:
sabe que lo tuvo un joven carpintero de Nazaret, en el cual
estaba la manifestación de Dios en toda Su plenitud; era
la manifestación del Ángel de Jehová hecho carne con el
nombre Jesús, el Nombre de Redención; todo el mundo
sabe que significa ‘Salvador’ o ‘Redentor’.
Pero ahora, esta Piedrecita —Cristo en Su Segunda
Venida— viene con un nombre nuevo, que ninguno
entiende.
¿Y acaso Cristo tiene un nombre nuevo? ¿Y no se lo
dijo a Sus discípulos? Cuando Dios dijo… Cuando Jesús
El verdadero Tabernáculo 33
dijo: “Padre, glorifica Tu Nombre”, y Dios dijo: “Lo he
glorificado, y lo glorificaré otra vez”; esa segunda vez es
el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo y Nombre Eterno
de Dios.
Ahora, ¿realmente Jesucristo tendrá un nombre nuevo?
Bueno, si Él lo tiene, Él lo puede decir; y si Él lo dice,
entonces todos decimos que verdaderamente Él tiene un
nombre nuevo.
Ya aquí dice que la Piedrecita tiene un nombre nuevo;
pero ahora, también dice que el Jinete del caballo blanco
de Apocalipsis 19 viene con un nombre que ninguno
entiende. Por lo tanto, no es el nombre Jesús; es un nombre
que ninguno entiende.
Vamos a preguntarle a Jesús si Él verdaderamente
tiene un nombre nuevo. Si Él estuviera aquí presente,
todos le preguntaríamos: “Jesús, ¿Tú tienes un nombre
nuevo?”. Pues miren, ya Él nos contestó esa pregunta. En
Apocalipsis, capítulo 3, verso 12, dice:
“Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de
mi Dios (o sea, una columna es una persona importante
en ese templo), y nunca más saldrá de allí; y escribiré
sobre él el nombre de mi Dios (esa es una bendición muy
grande para ese Vencedor), y el nombre de la ciudad de mi
Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de
mi Dios, y mi nombre nuevo.
¿Lo dice o no lo dice Él? Él es el que dice que tiene
un nombre nuevo; y Él es el que dice que esa Piedrecita
blanca viene con un nombre nuevo; y Él es el que dice
que ese Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19 viene
con un nombre que ninguno entiende: “… y su nombre es:
el Verbo de Dios”. Es la Venida del Verbo, la Venida del
Ángel de Jehová, la Venida del Ángel del Pacto.
34 Dr. William Soto Santiago
Y solamente Él puede venir manifestado en el Día
Postrero en un profeta dispensacional. Y si encontramos ese
profeta dispensacional, encontraremos la manifestación
del Ángel de Jehová, del Ángel del Pacto, viniendo en
el Día Postrero; y viniendo con un nombre nuevo, que
ninguno entiende sino aquel que lo recibe. Y el que lo
recibirá será ese profeta de la Dispensación del Reino, que
viene con el Mensaje del Evangelio del Reino, el cual es el
Ángel del Señor Jesucristo.
Por eso fue que Juan el apóstol quiso arrodillarse y
adorar a los pies del Ángel de Jesucristo en dos ocasiones:
Apocalipsis, capítulo 19, verso 6 al 10; y Apocalipsis,
capítulo 22, verso 6 al 9.
Ahora, vean, Juan el apóstol dice: en el capítulo 22,
verso 8 en adelante, dice:
“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después
que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies
del ángel que me mostraba estas cosas.
Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy
consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que
guardan las palabras de este libro. Adora a Dios”.
Este Ángel es un profeta, por eso viene dando
testimonio de las cosas que han de suceder. Y él se
identifica como un consiervo de los profetas. Y si es un
consiervo: “No hará nada el Señor, sin que antes revele
Sus secretos a Sus siervos Sus profetas”12. Y si él es un
consiervo, es un profeta como los demás profetas, pero es
un profeta dispensacional.
Por eso es que por medio de ese profeta, Jesucristo
como Sumo Sacerdote tiene Su última manifestación en
medio de Su Iglesia, en la Edad de la Piedra Angular,
12  Amós 3:7
El verdadero Tabernáculo 35
en donde efectúa la última parte de Su Obra, haciendo
intercesión desde el Cielo y reflejándolo en Su Iglesia, en
la Edad de la Piedra Angular, así como estuvo haciendo
intercesión durante las siete etapas o edades de Su Iglesia.
Y ahora, vean ustedes, solamente en la manifestación
del sumo sacerdote era que el Nombre de Dios estaba
colocado en la frente.
Ahora vean cómo en la frente es colocado el Nombre
Eterno de Dios; el sumo sacerdote lo llevaba. Y en la
Obra en que Cristo en el Día Postrero estará manifestado
como Sumo Sacerdote entrando al Lugar Santísimo de Su
Templo espiritual, construyendo ese Lugar Santísimo y
manifestándose en él, donde ninguna otra persona puede
ministrar, sino Jesucristo el Sumo Sacerdote por medio
de Su Ángel Mensajero…; porque en ese lugar nadie más
podía entrar, y menos ministrar en ese lugar.
Por eso es que el ministerio de Jesucristo —el Sumo
Sacerdote del Templo que está en el Cielo— siendo
manifestado en la Tierra a través de Su Ángel Mensajero
en la Edad de la Piedra Angular, en el Lugar Santísimo
de Su Templo espiritual, es un ministerio que ocasionará
que los muertos en Cristo resuciten en el Día Postrero y
nosotros los que vivimos seamos transformados.
En la Obra que Él hará ahí, en donde se completará el
número de los escogidos de Dios, y donde Él terminará
Su labor de Sacerdote y se convertirá en el Juez de toda la
Tierra; vean, ahí es donde se hace el entrelace de Sacerdote,
de Sumo Sacerdote, a Juez de toda la Tierra, y de Cordero
a León; es ahí, en la manifestación de Cristo, el Ángel del
Pacto, por medio de Su Ángel Mensajero, en la Edad de
la Piedra Angular. Y es ahí donde Él coloca Su Nombre
Nuevo, como era colocado el Nombre de Dios en la frente
36 Dr. William Soto Santiago
del sumo sacerdote, que entraba al lugar santísimo una vez
al año (o sea, un día en el año: el día 10 del mes séptimo
de cada año).
Y ahora, encontramos que todo este misterio
correspondiente al Lugar Santísimo no podía ser revelado
a la Iglesia de Jesucristo en edades pasadas, porque era el
misterio que giraba alrededor de la Venida del Ángel del
Pacto, de la Venida del Ángel de Jehová con Su Nombre;
porque el Nombre siempre lo tiene y lo trae el Ángel del
Pacto, el Ángel de Jehová. “No le seas rebelde; porque
Él no perdonará vuestra rebelión, porque mi Nombre está
(¿dónde?) en Él”.
Y ahora, con la manifestación del Ángel del Pacto, del
Ángel de Jehová en el Día Postrero, viene la manifestación
del Nombre de Dios, el cual trae el Ángel del Pacto, el
Ángel de Jehová. Y con la revelación de Su Venida en
el Día Postrero, el misterio de Su Venida es abierto a la
Iglesia de Jesucristo; y con ese misterio abierto a la Iglesia
de Jesucristo, la Iglesia de Jesucristo recibe la fe para ser
transformada y raptada, y cada miembro de Su Iglesia
como individuo; porque la fe de rapto está ¿dónde? En
el Séptimo Sello, que es revelado por medio de los siete
truenos de Apocalipsis, capítulo 10; y los Siete Truenos
son la Voz de Cristo, la Voz del Ángel Fuerte que desciende
del Cielo, clamando como cuando ruge un león y los siete
truenos emitiendo sus voces.
Él es el que también trae el Libro de los Siete Sellos
abierto ya en Su mano, y lo da a comer a Juan el apóstol,
allá en la visión apocalíptica; tipo y figura de Cristo, el
Ángel del Pacto, dándole a comer ese Título de Propiedad
a Su Ángel Mensajero, al profeta de la Dispensación del
Reino, en el Día Postrero.
El verdadero Tabernáculo 37
Siendo ese el Título de Propiedad, al ser traído a la
Tierra, es traído a la Tierra para la restauración de todos
los escogidos de Dios, de todos los hijos e hijas de Dios; de
todos los primogénitos de Dios escritos en el Cielo, en el
Libro de la Vida del Cordero, desde antes de la fundación
del mundo; para, los escogidos de Dios, los sacerdotes del
Orden de Melquisedec, ser restaurados a la vida eterna,
y su sacerdocio ser manifestado en este planeta Tierra,
en ese glorioso Reino Milenial de nuestro amado Señor
Jesucristo.
Por eso es que en Apocalipsis, capítulo 5, verso 9 en
adelante, dice:
“… y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres
de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste
inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de
todo linaje y lengua y pueblo y nación;
y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes,
y reinaremos sobre la tierra”.
Reinaremos sobre la Tierra como reyes y sacerdotes;
o sea que habrá un nuevo orden sacerdotal: el Orden de
Melquisedec, establecido en la Tierra en el glorioso Reino
Milenial de nuestro amado Señor Jesucristo.
En Apocalipsis, capítulo 20, verso 4 al 6, dice:
“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron
facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por
causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios,
los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y
que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos;
y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que
se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera
38 Dr. William Soto Santiago
resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre
estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y
reinarán con él mil años”.
¿Y reinarán con Él cuántos años? Y reinarán con Él
(con Cristo) mil años; y serán sacerdotes de Dios y de
Cristo. ¿Ven el Nuevo Orden Sacerdotal? Es el Orden
de Melquisedec, al cual todos nosotros pertenecemos
al ser redimidos por la Sangre de nuestro amado Señor
Jesucristo. Nos ha redimido con Su Sangre y nos ha
hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes de ese Orden
celestial. Así que podemos ver ahí cómo será el glorioso
Reino Milenial.
Y todos estarán bajo el Nuevo Pacto; ya no estarán bajo
el Pacto que ha tenido el pueblo hebreo en la Dispensación
de la Ley. Es el Nuevo Pacto, que para el pueblo hebreo
será establecido, el cual ya ha sido establecido para el
Israel celestial, que es la Iglesia del Señor Jesucristo.
Bajo ese Nuevo Pacto es que nosotros estamos: bajo
la Sangre del Nuevo Pacto, que es la Sangre de nuestro
amado Señor Jesucristo; y el pueblo hebreo entrará bajo
ese Nuevo Pacto: bajo la Sangre de nuestro amado Señor
Jesucristo.
Ahora, hemos visto que pronto el pueblo hebreo
entrará a ese Nuevo Pacto.
El pueblo hebreo, aunque todavía trata de permanecer
bajo la Ley; miren, aunque ha permanecido bajo la Ley,
aparentemente han estado guardando los mandamientos
de Dios y todo, pero la sangre del Pacto Antiguo, vean
ustedes, encontramos que no la tienen; y tampoco tienen
la sangre de la expiación del macho cabrío; y por eso el
juicio divino ha estado cayendo sobre el pueblo hebreo
por estos dos mil años que han transcurrido, y el pueblo
El verdadero Tabernáculo 39
hebreo no sabe por qué tantos problemas han venido sobre
la nación hebrea. Y por poco Hitler, Mussolini y Stalin
exterminan a la nación hebrea.
Es que el Nuevo Pacto comenzó con la Sangre del
Nuevo Pacto, con la Sangre de Cristo, y el pueblo hebreo
no entró; y por no entrar, ha tenido todos esos problemas.
Y ya, bajo la sangre del Antiguo Pacto, ya Dios no trata con
el pueblo hebreo. Así que vean todo el problema que ha
estado teniendo el pueblo hebreo al no moverse al Nuevo
Pacto, bajo la Sangre del Nuevo Pacto, que es la Sangre
de Jesucristo, el Cordero de Dios y el Macho Cabrío de la
Expiación.
Cristo, cuando habló en la última cena y tomó el pan,
dijo: “Este es mi cuerpo, que por vosotros es partido”. Y
cuando tomó la copa, dijo: “Esta copa es la Sangre del
Nuevo Pacto, que por vosotros es derramada”13.
Y ahora, vean ustedes, un Nuevo Pacto ha comenzado
de Cristo hacia acá.
El pueblo hebreo solamente tiene, solamente dos mil
años de atraso. Dos mil años de atraso tiene el pueblo
hebreo, ¿por qué? Porque a la mitad de la semana setenta
Dios detuvo Su trato con el pueblo hebreo; a la mitad de
la semana se detuvo, y comenzó el Programa de una nueva
dispensación: la Dispensación de la Gracia, y comenzó
todo el Programa de un Nuevo Pacto: bajo la Sangre
de Cristo. Y el pueblo hebreo ha estado ignorando esta
realidad; o sea que el pueblo hebreo ha estado ciego, Dios
cegó a Su propio pueblo; San Pablo nos dice que Dios los
endureció.
Romanos, capítulo 11, dice San Pablo; capítulo 11,
verso 25 al 29, dice:
13  Mt. 26:26-28, Mr. 14:22-24, Lc. 22:19-20, 1 Co. 11:23-26
40 Dr. William Soto Santiago
“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este
misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros
mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento
en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los
gentiles…”.
O sea, hasta que haya entrado hasta el último de los
miembros de la Iglesia de Jesucristo; hasta que haya
entrado hasta el último miembro del Israel celestial; hasta
que haya entrado hasta el último miembro de este Orden
Sacerdotal celestial. O sea, hasta que haya entrado hasta la
última persona escrita en el Cielo, en el Libro de la Vida
del Cordero, y sea la Sangre de Cristo hecha efectiva en la
persona; hasta que entre hasta el último de los escogidos
de Dios. O sea, hasta que entre hasta el último de los
sacerdotes del Orden de Melquisedec, y de los reyes
celestiales.
Y ahora, cuando entre el último, eso será que habrá
entrado la plenitud de los gentiles: habrá entrado hasta el
último de los escogidos de la Iglesia de Jesucristo de entre
los gentiles.
La Iglesia de Jesucristo está compuesta por hebreos y
por gentiles también. Por eso San Pablo dice que no hay
ni griego, ni judío, ni gentil: todos son uno en Cristo14.
Hay escogidos de Dios, primogénitos de Dios, de entre los
hebreos y también de entre los gentiles. Por eso es que San
Pablo nos dice en su carta a los Gálatas, dice, capítulo 6,
verso 15:
“Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada,
ni la incircuncisión, sino una nueva creación”.
Y la Nueva Creación viene por creer en Cristo como
nuestro Salvador, lavar nuestros pecados en la Sangre de
14  Gálatas 3:28
El verdadero Tabernáculo 41
Cristo y recibir Su Espíritu Santo, y así obtener el nuevo
nacimiento; y así la persona es una nueva criatura; una
nueva criatura de esa Nueva Creación de hijos e hijas de
Dios, que Dios está creando, la cual es Su Iglesia; ella
tiene los miembros de esa Nueva Creación.
Y cuando entre hasta el último, se habrá completado la
Iglesia de Jesucristo; y se habrá completado así el grupo de
los escogidos del Lugar Santísimo del Templo espiritual
de Cristo.
“… y luego todo Israel será salvo, como está escrito:
Vendrá de Sion el Libertador,
Que apartará de Jacob la impiedad.
Y este será mi pacto con ellos,
Cuando yo quite sus pecados”.
Ahora, vean:
“Y este será mi pacto con ellos (o sea, el Nuevo
Pacto),
Cuando yo quite sus pecados”.
Dios quitará los pecados del pueblo hebreo, ¿por qué?
Porque el pueblo hebreo, a causa de no tener sacrificio
ni templo, sus pecados no han sido cubiertos: están
sobre ellos, y han estado de edad - de etapa en etapa. Y
por eso, a causa de que la paga del pecado es muerte15:
ha demandado el juicio divino sobre el pueblo hebreo el
pecado del pueblo hebreo.
Y ahora, para el Día Postrero, para el tiempo final, Dios
quitará sus pecados; y esto será cuando entre la plenitud
de los gentiles y entonces Cristo se revele al pueblo
hebreo; y entonces ellos dirán: “Este es al que nosotros
estamos esperando”. Lo recibirán en Su Segunda Venida;
lo recibirán: recibirán al Ángel del Pacto, al Ángel de
15  Romanos 6:23
42 Dr. William Soto Santiago
Jehová, con un nombre nuevo.
Ellos nunca recibieron la Primera Venida del Ángel del
Pacto en carne humana con el nombre Jesús; pero ellos le
recibirán con el Nuevo Nombre, y después comprenderán
la historia de Su Primera Venida con el nombre Jesús. Y
entonces, sus pecados serán (¿qué?) quitados; el pecado
de incredulidad, con el cual y por el cual rechazaron y
pidieron la muerte de Cristo: y Su Sangre (la Sangre
de Cristo) fue sobre ellos, sobre sus manos fue hallada
la Sangre de Cristo. Ellos dijeron: “Su sangre sea sobre
nosotros, y sobre nuestros hijos”16; o sea que pidieron el
juicio sobre ellos y sobre sus hijos, porque la Sangre del
justo Jesús requirió la venganza del Dios nuestro sobre el
pueblo hebreo.
Pero en este tiempo final le será otorgada la misericordia
de parte de Dios, desde el Templo de Jesucristo aquí en la
Tierra; y Cristo desde Su Trono en el Cielo extenderá Su
misericordia en la manifestación de Cristo en Su Templo
espiritual aquí en la Tierra en el Lugar Santísimo.
¿Desde dónde era extendida la misericordia para el
pueblo hebreo, en el templo de Moisés y el templo de
Salomón? Desde el lugar santísimo. Y por eso es que se
requiere que el Templo espiritual de Cristo tenga el Lugar
Santísimo, y esté en funcionamiento ese Lugar Santísimo:
para desde ahí revelarse Cristo al pueblo hebreo y
extenderle Su misericordia al pueblo hebreo.
Por eso durante las siete edades de la Iglesia gentil
trataron de convertir el pueblo hebreo a Cristo, y ninguno
de los mensajeros pudo, ni las demás personas que trataron
de convertir el pueblo hebreo a Cristo.
El pueblo como nación, a Cristo, nunca ha sido
16  San Mateo 27:25
El verdadero Tabernáculo 43
convertido; aunque hubo, en diferentes etapas de la
Iglesia de Jesucristo y también en nuestro tiempo, muchos
hebreos que han creído en Cristo como su Salvador; eso
es como individuos; pero como nación, el pueblo hebreo
será convertido a Dios, a Cristo, en el Día Postrero, o
sea, en el séptimo milenio, en la etapa de la Edad de la
Piedra Angular, donde Cristo estará revelándose tanto a
Su Iglesia como también —luego— al pueblo hebreo.
Ahora:
“Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por
causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son (muy)
amados por causa de los padres.
Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de
Dios”.
Ahí hemos visto claramente que Dios tendrá
misericordia del pueblo hebreo; y eso es para este tiempo
final, para la Edad de la Piedra Angular. Pero todavía
el pueblo hebreo necesita esperar a que se complete el
número de los escogidos de Dios de la Iglesia del Señor
Jesucristo.
¿Y cómo se va a completar ese número? Bueno, de
edad en edad: los de la primera edad se completaron en la
primera edad; y así, de edad en edad se ha completado el
número de los escogidos de Dios de cada edad. Y para este
tiempo final, en la Edad de la Piedra Angular se completará
el número de los escogidos de Dios correspondientes a
este tiempo final.
Ahora, hubo un territorio en donde se cumplió
cada edad y donde estaban los escogidos de cada edad,
los sacerdotes del Orden de Melquisedec, que serían
limpiados con la Sangre de Jesucristo, el Cordero de Dios
y Macho Cabrío, y también Becerro o Becerra Bermeja. O
44 Dr. William Soto Santiago
sea, la sangre de esos sacrificios representa la Sangre de
Jesucristo nuestro Salvador, para limpiar de todo pecado,
expiar, a todos los sacerdotes del Orden de Melquisedec;
que son también reyes, como Cristo es Melquisedec: Rey
y Sacerdote: Rey de los Cielos y de la Tierra, y Sacerdote
del Templo que está en el Cielo, Sumo Sacerdote.
Por eso también nosotros, como hijos del Rey
Melquisedec, somos sacerdotes de ese Orden celestial y
somos reyes también del Reino celestial; somos reyes de
los Cielos y de la Tierra también, con Jesucristo, el Rey de
reyes y Señor de señores.
Vean cómo ese Orden Sacerdotal de Melquisedec
tiene al Sumo Sacerdote Jesucristo, y también a todos
los escogidos de Dios como sacerdotes del Orden de
Melquisedec.
Así como los sacerdotes del templo eran descendientes
de Aarón, el sumo sacerdote, ahora los descendientes del
Sumo Sacerdote celestial son los sacerdotes del Templo
de Dios.
Hemos visto este misterio del Templo, del verdadero
Templo, del verdadero Tabernáculo de Dios; y hemos visto
lo que son estos tabernáculos o templos que hemos visto,
como el templo de Moisés o tabernáculo que construyó
Moisés, y templo que construyó Salomón; cuando fueron
construidos y dedicados a Dios, entró Dios en la Columna
de Fuego17.
Para este tiempo final, al ser terminada la construcción
de este Templo espiritual, de la Iglesia de Jesucristo: entrará
Jesucristo, Dios, el Ángel del Pacto en toda Su plenitud en
Su Iglesia, en Su Templo, en la Edad de la Piedra Angular,
en el Lugar Santísimo; y estará manifestado ahí sobre el
17  Éxodo 40:34-35; 1 Reyes 8:10-11, 2 Crónicas 5:11-14
El verdadero Tabernáculo 45
Propiciatorio, en medio de los Dos Querubines de Oro, de
lo cual hablaremos en la próxima actividad, pues el tema
de la próxima actividad es: “LOS QUERUBINES DESDE
DONDE DIOS HABLA”, y vamos a ver ahí cómo será en
este tiempo final y en el Reino Milenial, y luego por toda
la eternidad; porque este Orden Sacerdotal es para toda
la eternidad. Y el orden levítico, el orden de Aarón, era
temporal, pero este Orden es para toda la eternidad.
Ahora:
• Hemos visto el templo o tabernáculo que construyó
Moisés y el templo que construyó Salomón.
• Hemos visto a la raza humana como Templo.
• Hemos visto a Israel como Templo de Dios también.
• Hemos visto a la Iglesia como Templo de Dios.
• Hemos visto a Jesús como Templo de Dios. Él dijo:
“Destruyan este templo, y en tres días lo levantaré”.
• Hemos visto a cada hijo de Dios como individuo
como templo de Dios; porque “vosotros sois templo de
Dios (dice San Pablo), y el Espíritu de Dios mora en
vosotros”.
• Y hemos visto el templo o tabernáculo de David como
templo de Dios también, para el glorioso Reino Milenial.
Y ahora, lo más importante que nosotros necesitamos
comprender es la Iglesia del Señor Jesucristo como
Templo de Dios, y cada uno de nosotros como templo de
Dios como individuo.
Ahora, ¿dónde Dios completa el número de Sus
escogidos? En la Edad de la Piedra Angular. ¿Y dónde
se cumple la Edad de la Piedra Angular? Eso es muy
importante.
¿Dónde estaba el lugar santísimo del templo de Dios
que construyó Moisés y el que construyó Salomón? En el
46 Dr. William Soto Santiago
oeste; en el oeste estaba el lugar santísimo. Por lo tanto, en
el Templo que Jesucristo está construyendo encontramos
que comenzó por el este: la tierra de Israel, Medio
Oriente; y continúa del este hacia el occidente, del este
hacia el oeste; o sea, de la tierra de Israel: pasa de la tierra
de Israel a Asia Menor, de Asia Menor pasa a Francia, y
de Francia pasa a Hungría, de Hungría pasa a Irlanda y
Escocia, de Escocia pasa a Alemania, de Alemania pasa a
Inglaterra, de Inglaterra pasa a Norteamérica; y ahora, de
Norteamérica, pasa a la América Latina y el Caribe.
Durante las siete edades de la Iglesia gentil encontramos
que el Lugar Santo fue construido con gente de Asia
Menor, de Europa y de Norteamérica; y ahora el Lugar
Santísimo es construido con latinoamericanos y caribeños.
Ese es el misterio de los latinoamericanos y caribeños en el
Programa de Dios: que con latinoamericanos y caribeños
es que Él construye la Edad de la Piedra Angular, el Lugar
Santísimo de Su Templo espiritual. Por eso el llamado de
la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final se efectúa en
la América Latina y el Caribe.
Y miren ustedes, en Cantares dice la esposa, novia:
“No echéis de ver en que soy morena, porque el sol me
miró”18. La Segunda Venida de Cristo está representada en
el nacimiento del Sol de Justicia19.
Y ahora, si juntamos todos los colores que tiene la
piel de los latinoamericanos y caribeños, ¿qué color sale?,
¿qué color obtenemos? El color piel canela, o sea, el color
moreno. Y ahí tenemos, en Cantares, el tipo y figura de la
Iglesia de Jesucristo para el Día Postrero también.
También dice que el rey…: “El rey (dice) me metió en
18  Cantares 1:6
19  Malaquías 4:2
El verdadero Tabernáculo 47
su cámara, la cámara del vino, y su bandera fue sobre mí
amor”20, pues es la Edad del Amor Divino. Y la Cámara
del Rey es la Edad de la Piedra Angular, como la cámara
del rey en el templo, ¿cuál era? El lugar santísimo. Y ahí
estaba el Rey de Israel: el Ángel de Jehová, el Ángel del
Pacto, que libertó al pueblo hebreo. ¿Dónde estaba? En Su
cámara, el lugar santísimo, que era el lugar en donde no
había luz, excepto la Luz de Dios, la Luz de la Shekinah
sobre el propiciatorio, en medio de los dos querubines (de
lo cual hablaremos en la próxima actividad).
Ahora vean ustedes cómo el Lugar Santísimo del
Templo espiritual de Jesucristo corresponde al oeste, o
sea, a la tierra latinoamericana y caribeña. En la misma
forma en que Moisés construyó el templo, y Salomón
construyó el templo, Jesucristo ha estado construyendo Su
Iglesia, Su Templo espiritual: el Nuevo Templo, el Templo
que permanecerá por el Milenio y por toda la eternidad.
Ese es el Nuevo Templo para el glorioso Reino Milenial y
para toda la eternidad, y representa el Templo de Dios que
está en el Cielo; por lo tanto, las cosas del Templo de Dios
serán manifestadas en ese Nuevo Templo, en Su Iglesia.
Hemos visto este misterio de EL VERDADERO
TABERNÁCULO, del verdadero Templo de Dios para el
Milenio y para toda la eternidad, el cual será colocado en
este planeta Tierra.
Ahora, hemos visto que ese Templo espiritual es creado,
construido, conforme al diseño del Templo celestial, y por
consiguiente pertenece al Templo celestial. Somos parte
de ese Templo celestial, que estará manifestado aquí, en
este planeta Tierra, durante el Reino Milenial y por toda la
eternidad.
20  Cantares 2:4 / Reina-Valera 1909
48 Dr. William Soto Santiago
En la próxima actividad veremos lo que son los dos
querubines de oro, colocados en el templo de Moisés y el
templo de Salomón en el lugar santísimo; y veremos en el
Templo: en el Templo de la raza humana, y en el Templo
de Israel como nación, y en el Templo de la Iglesia, y
en el templo o tabernáculo de David, veremos esos dos
querubines; y veremos quiénes son esos dos querubines; y
también veremos quiénes son esos Dos Querubines en el
Templo de Dios que está en el Cielo.
Así que para la próxima actividad tendremos el tema:
“LOS QUERUBINES DESDE DONDE DIOS HABLA”.
En esta ocasión hemos visto: “EL VERDADERO
TABERNÁCULO”. Y hemos visto ocho tabernáculos;
siete de ellos representan a uno: representan al Templo o
Tabernáculo de Dios celestial.
Y ahora, ¿dónde nos encontramos nosotros? Pues nos
encontramos en EL VERDADERO TABERNÁCULO
DE DIOS: la Iglesia del Señor Jesucristo aquí en la Tierra,
que representa el Templo o Tabernáculo de Dios celestial.
Vean dónde está la representación del Templo celestial
de Dios: está aquí en la Tierra, y es la Iglesia del Señor
Jesucristo.
Y ahora, ¿en qué parte de ese Templo se encuentra
usted? Pues yo me encuentro en la Edad de la Piedra
Angular, en el Lugar Santísimo de ese Templo espiritual.
¿Y ustedes? También se encuentran en ese lugar. Ahí nos
encontramos todos nosotros.
Ahora, los que se quedaron en la Dispensación de
la Ley se encuentran en el Atrio; los que se quedan en
la Dispensación de la Gracia se encuentran en el Lugar
Santo; y los que pasan a la Edad de la Piedra Angular se
encuentran en el Lugar Santísimo del Templo espiritual
El verdadero Tabernáculo 49
de Jesucristo, donde se estará manifestando todo lo que
está en el Lugar Santísimo del Templo celestial de Dios,
lo cual veremos con más detalles en la próxima actividad,
titulada: “LOS QUERUBINES DESDE DONDE DIOS
HABLA”. Y vamos a ver cómo Dios estaría hablando de
en medio de los Dos Querubines de Oro desde Su Templo
espiritual.
Bueno, que las bendiciones de Jesucristo desde Su
Templo o Tabernáculo celestial sean sobre todos ustedes
que están en el Templo espiritual de Cristo, en la Iglesia de
Jesucristo, y se materialicen en cada uno de ustedes y en mí
también; y pronto se complete el número de los escogidos
de Dios en el Templo espiritual de Cristo, en la Edad de la
Piedra Angular; y pronto los muertos en Cristo resuciten
en cuerpos eternos, y nosotros los que vivimos seamos
transformados, y seamos llevados a la Casa nuestro Padre
celestial en el Cielo, a la Cena de las Bodas del Cordero en
el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén
y amén.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que
Dios les guarde; y adelante sirviendo a Cristo en EL
VERDADERO TABERNÁCULO, en Su Iglesia, en
tiempo presente, o sea, en la edad presente, que es la Edad
de la Piedra Angular.
Vamos por aquí a tener nuevamente a Félix Caro
para continuar, y así despedir también la actividad de la
mañana, y luego prepararnos para la próxima actividad.
No sé qué hora tienen por ahí… 1:10 en el mío; ya en
el mío ya el tiempo no trabaja. Hace algún tiempo, pues,
está detenido. Así que para mi reloj y para mí aquí, el
tiempo ya no es más (en el mío). Pero sigue corriendo el
tiempo, y algún día será así también literalmente para la
50 Dr. William Soto Santiago
raza humana: el tiempo no será más, cuando Cristo salga
del Trono de Intercesión.
Bueno, vamos a dejar por aquí a Félix Caro con
nosotros, para continuar con algún cántico, y luego ser
despedidos en oración; y luego regresaremos, ya a las
3:00 de la tarde estaremos nuevamente, para continuar y
ver la bendición tan grande que Dios nos ha dado en este
tiempo final.
Nosotros todavía no entendemos ni… (vamos a decir)
ni una décima parte de las bendiciones tan grandes que
Dios nos ha dado en este tiempo final; pero poco a poco
vamos entendiendo, a medida que vamos recibiendo la
Palabra de Dios.
Ya veremos en la tarde estas grandes bendiciones que
Él tiene para nosotros en este tiempo final, en adición a las
que ya hemos visto en esta ocasión.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que
Dios les guarde, y continúen pasando un día lleno de las
bendiciones de nuestro amado Señor Jesucristo.
“EL VERDADERO TABERNÁCULO”.

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