Apoyo Psicológico para Pacientes Con Vih

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TALLER

APOYO PSICOLÓGICO PARA EL


PACIENTE CON VIH / SIDA

Facilitadora: Lic. Sandra E. López C.


CENTRO CRISTIANO DE CAPACITACIÓN Y ADIESTRAMIENTO ADVANCE
MÓDULO 4
ENTREGA DE RESULTADOS
TRAS LA ASESORÍA POST-PRUEBA
Es recomendable que sea el mismo trabajador de la salud que ordenó la prueba de VIH o brindó la
asesoría inicial, quien proporcione la asesoría post-prueba, independientemente de que el resultado
sea negativo o positivo. No obstante, si lo considera necesario, podrá buscar apoyo en otro miembro
del equipo de salud que esté capacitado para ello.

El asesor debe ayudar al usuario a adaptarse a una situación según el resultado de la prueba de
laboratorio, hacer una incorporación cognitiva y emocional del diagnóstico y desarrollar un plan de
actividades acorde con una vida sana. En esta asesoría se deben considerar dos posibilidades:
cuando el resultado de la prueba es negativo y cuando es positivo.

Estructura general para la entrega de un resultado positivo o negativo


A continuación, se presenta una estructura general que servirá de orientación para mantener una
sesión de entrega de resultado de una prueba de VIH, independientemente de si es positiva o
negativa. Es conveniente que la sesión, se maneje con flexibilidad y que responda a las necesidades
del usuario y sus rasgos de personalidad.
1. Recepción.

Para la recepción del usuario, se debe seguir el mismo procedimiento de la asesoría


pre-prueba.
2. Evaluación del tiempo transcurrido.

Tras un saludo cordial se le realizarán al usuario preguntas que permitan comprobar


las hipótesis que se generaron en la última sesión, así como explorar el estado
emocional del usuario en los días anteriores:
 ¿Cómo se sintió desde la última entrevista?
 ¿Qué pensó en torno a la prueba y su resultado?
 ¿Qué pensamientos tuvo en estos días?
 ¿Qué ha pensado respecto a la sesión de hoy?
3. Reafirmación de la información general de la primera entrevista.

Se pide a la persona que exprese si tiene alguna duda de la sesión anterior. Cuando
se pregunta al usuario si mantiene alguna duda sobre la información anterior,
precisando los puntos que sean necesarios y aclarando dudas, se puede conseguir una
disminución de la tensión emocional, aprovechando el impulso que da la ansiedad
para lograr una mejor entrega del resultado.
Independientemente del resultado de la prueba, es oportuno insistir en un cambio de
actitudes frente a las conductas sexuales y la sexualidad en general, insistiendo sobre
el uso correcto y continuado del condón, ya sea masculino o femenino.
4. Adecuación de la información con el resultado.

El asesor hará una introducción recordando el significado del resultado que vaya a
entregar, positivo o negativo. Incluir brevemente la explicación sobre los modos de
prevención de una infección o reinfección y los cuidados que se debe seguir en caso
de que su prueba sea positiva. Por las respuestas emocionales del usuario, se
observará si está preparado para recibir el resultado de la prueba.
5. Entrega del resultado:

Concluidos los pasos anteriores se entrega el resultado.

Entrega de un resultado negativo


Se sugiere que la entrega de un resultado negativo se haga del modo más directo y en el momento
en que la ansiedad del usuario sea la óptima (no muy impaciente, no muy depresivo). Cuando el
resultado de la prueba de anticuerpos para VIH es negativo, se hace indispensable hacer de todas
formas una asesoría.

Esto se basa en que posiblemente el usuario, en el curso de la asesoría pre-prueba, podía estar muy
tenso, siendo posible que parte de la información que se suministró no se fijara en la memoria.
1. Objetivos de la asesoría post-prueba con resultado negativo.
Esta asesoría cumple con los siguientes objetivos:
 Dar el resultado.
 Discutir el significado del resultado.
 Buscar un cambio en las conductas de riesgo preexistentes.
 Evitar que el usuario se infecte con posterioridad a la intervención.
 Facultarlo para que se proteja y que ayude a otros a protegerse.
 Reforzar aquellas conductas que le han mantenido libre de infecciones.
2. Acciones a realizar en la asesoría post-prueba con resultado negativo.
La importancia de la asesoría cuando se entrega un resultado negativo recae en que a
través de la misma se deben realizar las siguientes acciones:
 Verificar lo que el usuario entiende por este resultado y trabajar la falsa
sensación de seguridad que se tiene cuando se recibe un resultado negativo.
 Si es necesario, hablar y trabajar la importancia sobre pruebas alternas y
sucesivas.
 También es importante mencionar que su resultado negativo no siempre
significa que no esté infectado, ya que aún puede encontrarse en el período
de ventana y la prueba aplicada no ha sido capaz de detectar la presencia de
anticuerpos del VIH en la sangre.
En estos casos es recomendable repetirse la prueba a los tres meses. Un resultado
negativo en su prueba tampoco significa que la pareja sexual no esté infectada.
 Reforzar nueva y completamente la información sobre relaciones sexuales
seguras.
 Hacer ver al usuario que, de seguir manteniendo comportamientos
riesgosos, podría infectarse por el VIH u otra infección, por lo que es
conveniente que se plantee modificar aquellos comportamientos que lo
expongan al riesgo de infectarse.
 Tomar conciencia de lo que podría llegar hacer una infección por VIH y
reflexionar sobre lo que es una seroconversión.
 Conocer los medios de transmisión y de prevención de este virus.
 Recomendar al usuario tomar medidas preventivas, con énfasis en el uso
del condón, masculino o femenino, para que asuma una sexualidad
responsable y se informe cuando sea necesario.
 Es conveniente insistir en que un resultado negativo no significa que sea
inmune al VIH, y por lo tanto debe evitar conductas de riesgo. Del mismo
modo, se le puede plantear el compromiso de transmitir a otras personas la
información recibida.
 Durante una entrega de resultado negativo, es de importancia garantizar que
la comprensión de la información permita establecer un compromiso con
respecto a la prevención.
 Es conveniente aprovechar el momento para entregarle material
informativo y educativo sobre prevención de las ITS/VIH y los derechos de
las personas con VIH, así como dejar abiertas las puertas de la institución
para visitas posteriores.
Finalmente, se debe concluir la sesión haciendo arreglos para la próxima cita (si es
necesario) y con una despedida cordial. El asesor igualmente, debe documentar lo
ocurrido durante la sesión, recordando que se trata de información confidencial.

Entrega de un resultado positivo a una persona que recibió asesoría


pre-prueba
Comunicarle a una persona un resultado positivo al VIH, requiere comprender la situación y
conocer las posibles reacciones anímicas, que esta pueda tener ante la noticia.

Entregar un resultado positivo no es fácil, es posible que el asesor trate de presentarlo con rodeos
para hacerlo aceptable. Sin embargo, suele ser inaceptable para el usuario, de manera que no existe
la forma de convertirlo en “aceptable”; si se trata de presentarlo así, el usuario puede concluir que
si el terapeuta no puede enfrentarlo y, si es así, ¿cómo hará él? Por lo tanto, el resultado se debe dar
claramente, sin rodeos, pero sin brusquedad:
1. Objetivos de la asesoría post-prueba, con resultado positivo. Esta asesoría
responde a los siguientes objetivos de trabajo:
 Dar el resultado.
 Orientar a la persona en el manejo de su seropositividad (ayudar al usuario
a adaptarse a su nueva situación).
 Permitirle expresar sus sentimientos.
 Hacer frente a la posible crisis.
 Evaluar la necesidad de pruebas subsiguientes.
 Promover cambios conductuales que eviten la transmisión del VIH.
 Dejar establecido el vínculo entre el equipo de trabajo y las personas con
VIH.
2. Procedimiento para la entrega de un resultado positivo:
A continuación se sugiere el procedimiento y detalles a considerar para dar a conocer
al usuario el resultado positivo de una prueba de VIH.
a. Aspectos previos a la entrega:
 Es preferible que al obtenerse el resultado, el trabajador de la salud
que ordenó la prueba de VIH o brindó la asesoría pre-prueba sea
quien dé la asesoría post-prueba. Sin embargo, si lo considera
necesario podrá buscar apoyo en otros miembros del equipo de salud
capacitados.
 El asesor debe contar con el tiempo necesario para suministrar el
resultado. Hay que tener en cuenta que no es fácil estandarizar un
tiempo para esta intervención.
 Para una mayor seguridad en el manejo de la situación, el asesor
podrá hacer uso de las informaciones obtenidas en la primera
entrevista, dado que estas le ofrecen un perfil sobre la personalidad
del usuario (angustia, indiferencia, confusión, miedo, agresividad,
etc.).
 Establezca una buena comunicación con la persona con VIH.
 Averigüe si tiene alguna pregunta con relación a la información
recibida durante la asesoría pre-prueba.
 Deje que la persona señale el momento oportuno para revelar el
resultado.
b. La entrega del resultado:
 Cuando se ha identificado el momento propicio, dé el resultado de la
prueba en un tono directo y neutral, desde una perspectiva afectiva,
sin prejuicios, no relacionando la sero-positividad con la muerte.
Demuestre su empatía con la persona con VIH.
 Espere la respuesta del usuario antes de continuar.
 Después de un período de ajuste preliminar, se le deberá dar a la
persona una explicación clara y verdadera de lo que la noticia
significa.
 Permita a la persona ver el resultado.
 Suministre información escrita sobre el VIH/sida.
 Informe de grupos de apoyos existentes en el área.
En sesiones posteriores, la persona con VIH determinará el contenido de la
sesión. En caso que no lo haga, es importante abarcar temas como: las redes
de apoyo, la asistencia médica, el auto cuidado, las conductas sexuales
seguras, etc.

 La entrega cognoscitiva: “¿Qué significa realmente la prueba?”


• Explore la comprensión que tiene la persona acerca del
significado del resultado de la prueba. Para ello es útil
formular preguntas abiertas, que den el espacio necesario a la
persona a expresar lo que conoce.
• Aclare el significado del resultado de la prueba.
• Conteste a las preguntas de una manera clara y sencilla.
 La entrega emocional: “¿Cómo es posible que esto me esté
sucediendo a mí?”
 Proporcione un ambiente no amenazador para expresión de
los sentimientos.
 Normalice las respuestas: haga saber a la persona orientada
que sus respuestas son las esperadas.
 Reconozca y dé validez a los temores, el dolor y otros
sentimientos, diciendo, por ejemplo “sé que esto es penoso”,
“es comprensible que se sienta así”.
 Demuestre una esperanza realista.
 Es posible que la persona con VIH presente reacciones de
negación ante el resultado, incluso puede expresarse con
enojo o agresividad. El asesor no debe tomarlo como algo
personal, ya que es parte del proceso de duelo o pérdida. Más
bien debe permitir la exteriorización de esos sentimientos.
 Recuérdele a la persona con VIH que el difícil período de
ajuste al resultado de la prueba es transitorio. Esto es
importante para que la persona no tome una decisión drástica,
como intentar suicidarse o infectar a otros. Puede ser útil
hablar de cómo otras personas han manejado esta situación.
 Explore cualquier sensación de culpabilidad en relación con la
infección.
 Determine la existencia de la depresión y pensamientos
suicidas. Se debe dar tiempo suficiente (alrededor de una
hora), para la aclaración de todo tipo de dudas por parte de la
persona con VIH. La información confusa puede aumentar la
depresión, no se deben transmitir falsas promesas por falta de
conocimiento. Es importante saber respetar los momentos de
silencio y esperar las preguntas de la persona con VIH.
 La entrega en términos de comportamiento: “¿Qué debo hacer
ahora?”
 Aclare el concepto de las actividades sexuales seguras.
 Discuta la negociación del uso correcto y continuo del
condón, tanto masculino como femenino.
 Discuta las posibilidades en cuanto al embarazo y el parto.
 Discuta otros temas relacionados con la salud: re-exposición
al VIH, infecciones de transmisión sexual, consumo de
alcohol y drogas, nivel de estrés, estilos de adaptación,
higiene, alimentación, deportes, etc.
 Sondee las posibles respuestas de negación por parte del
usuario.
 Programe una visita médica de seguimiento.
 Desarrolle un plan de salud, fijando metas específicas y
realistas. Esto debe incluir fechas y lugares concretos.
 La entrega interpersonal. “¿A quién le debo contar? ¿Cómo,
cuándo y qué debo contarles?”
 Discuta el impacto que tendría el hecho de informar a otras
personas: compañeros sexuales, familia, amistades y
empleadores.
 Ayude al usuario a tomar decisiones acerca de una
revelación.
 Fomente el uso de diferentes estrategias para mantener la
intimidad.
 Estimule al usuario a mantenerse activo en la comunidad y a
desarrollar una red social de apoyo y minimizar las
consecuencias negativas potenciales.
c. Recursos y referencias.
Identifique recursos adicionales para el usuario.
 Fuentes de información.
 Servicios de salud.
 Servicios sociales de orientación y asesoría, líneas de auxilio, etc.
 Servicios relativos al abuso de las sustancias.
 Servicios legales.
 Servicios sociales de apoyo y otros servicios que pueden ayudarle a
mantener su plan de salud.
 Proporcione información escrita acerca del VIH/sida.
 Programe visitas para complementar y dar seguimiento a la asesoría
ofrecida (hasta un máximo de cinco citas).
d. Cierre y documente la sesión.
Finalmente, se debe concluir la sesión haciendo arreglos para la próxima
cita y con una despedida cordial. El asesor igualmente, debe documentar lo
ocurrido durante esta sesión, a modo de análisis y aprendizaje, teniendo en
cuenta que esta información es absolutamente confidencial.

Primera entrevista con una persona que llega con un resultado


positivo y no recibió asesoría pre-prueba
En ocasiones, se llevan a cabo pruebas de detección del VIH sin que el usuario haya recibido la
asesoría pre-prueba y la primera entrevista. Se considera que este tipo de usuarios conforma un
grupo peculiar por el comportamiento que puedan presentar, por lo que deben ser atendidos con
mucho detenimiento.

Ante esta realidad, el trabajo estará dirigido a modificar las ideas, preocupaciones o emociones
negativas por otras, positivas y útiles, que reduzcan la angustia de la persona con VIH.

Los objetivos de las sesiones de asesoría en estas circunstancias son:


 Facilitar un ambiente para que la persona pueda hablar con libertad.
 Manejar la ansiedad o la angustia que han podido sentir sin saber qué hacer con
un resultado positivo.
 Utilizar las ideas y ejemplos del usuario, para rescatar los aspectos positivos de
su situación y así reducir la angustia.
 Clarificar las ideas del usuario, para que el mismo finalice la sesión con la mayor
tranquilidad posible.
 Orientar al usuario para que pueda ajustar su estilo de vida a su nueva condición.
 Pautas que facilitan la asesoría y apoyo a las personas que llegan en esta
situación: a continuación se presentan algunos aspectos que se deben conocer y
considerar para facilitar la asesoría y el apoyo a la persona que llega con un
resultado VIH, sin haber recibido asesoría pre-prueba:
 Ser contenedor de las emociones y reducir la angustia de la persona con
VIH: conviene que el profesional de la salud esté convencido de las
alternativas que propondrá a la persona con VIH. Esto implica dominar
la información sobre el VIH y saber que seguramente se enfrentará a la
angustia, el enojo o depresión de las personas con VIH.
a. Características comunes en estas personas con VIH

 Crisis por otros motivos: es común que lleguen en estado de


crisis, cuyas causas aparentes son diferentes o sin relación directa
con la seropositividad. Muchas veces estas crisis son motivadas
por la partida de un ser querido, la pérdida del trabajo, cambio de
domicilio, etc. Estas situaciones actúan como detonadores de la
angustia e impulsan a las personas con VIH a buscar ayuda.
 Para las personas con VIH que ya han consultado a diferentes
profesionales y aún niegan su seropositividad, es posible que
tengan niveles más elevados de psicopatología; aunque puede
ocurrir que estén cercanos a reconocer su situación.
 Negación a largo plazo: en ocasiones la persona no se puede
enfrentar a la crisis de la seropositividad y desarrolla un período
de negación prolongado en el que la persona con VIH se
mantiene sin cambiar sus hábitos de vida, incluso perjudicando
su salud o la de otros.
 Tendencias destructivas y autodestructivas exacerbadas:
producto de la negación, pueden provocarse cambios extremos
en el ánimo de la persona con VIH. Puede pasar de un estado
depresivo a la sensación de omnipotencia e incluso de
agresividad hacia otras personas, objetos, etc., o presentar
conductas autodestructivas como el aumento de la ingesta de
alcohol, tener accidentes corporales, golpes, fracturas, cambio en
su ritmo de descanso, sueño y alimentación.
 Percepción de la realidad debilitada: la persona se siente confusa
y sin claridad sobre qué hacer ante la situación. A estas personas
se les puede ayudar señalándoles las emociones negativas que
está sintiendo (ejemplo: que se le ve deprimido o que está
agrediendo su entorno); esto le permitirá reflexionar sobre su
estado.
 El papel del asesor es sugerir ideas desde una lógica que rompa
la confusión para facilitarle el discernimiento y la toma de sus
decisiones propias.
 Necesidad de información: la información adquiere más peso en
la medida en que logra superar el bloqueo. Debe incluirse la
información sobre el cambio a prácticas saludables.
b. Característica frecuente en personas que han recorrido varias
fuentes de información:
Son aquellas personas con VIH, que ante un diagnóstico de VIH positivo,
recorren varios lugares y especialidades buscando diferentes opiniones y
respuestas, en estas personas es común observar que:
 Exigen al personal la solución de su problema y son
excesivamente demandantes.
 Son poco conciliadores o comprensivos, a veces se tornan
intolerantes.
 Generalmente manejan la información de manera parcial.
 Desconfían mucho de quienes lo rodean.
 Tienden a desafiar a otras personas, especialmente al personal de
salud.
 Tienden a culpar a otros de su situación.
c. Característica en personas con nula información:

 Su nivel de confianza suele ser adecuado.


 Son colaboradores.
 Están desorientados.
 Asimilan lentamente la información a causa del bloqueo.
 Depositan en el personal que los atiende la posibilidad de obtener
información y orientación.
d. Principios metodológicos: a través de las entrevistas el asesor, deberá
tratar de identificar una serie de aspectos que facilitarán el proceso
de asesoría.
En el caso de que el asesor se vea incapaz de manejarlo, deberá remitir a
la persona a los servicios de salud mental:
 Detectar cómo, cuándo y por qué la persona con VIH se enoja, se
angustia, se niega o se deprime.
 Incrementar en la persona con VIH el principio de realidad
(darse cuenta de cuál es su situación).
 Dejar que la persona con VIH proponga sus propias alternativas.
 Permitir a las personas con VIH asumir responsabilidad y
conciencia. Hacer uso de la esperanza en su justa medida.
 Tomar una actitud empática hacia la persona con VIH, no
juzgarlo, ni llegar al paternalismo.
 Valorar las condiciones reales, internas o externas, para poder
evaluar alternativas y tomar decisiones.
 Lograr la asimilación y comprensión en la persona con VIH de la
información transmitida.
 Mantener la importancia de establecer cambios en los hábitos y
prácticas. Este es un proceso que lleva largo tiempo.
 Ayudar a la persona con VIH a lograr congruencia entre lo que
piensa, siente y hace.
 Tratar los temas de forma directa y natural, especialmente
cuando se trate de sexualidad y con especial respeto cuando se
trate de una persona con orientación sexual distinta de la
heterosexual.
 Proponer a la persona con VIH que elabore un plan mínimo de
trabajo, marcándose objetivos a corto plazo, para poder valorar
su propia evolución.
 Marcar tiempos para cumplir las metas, de modo que la persona
con VIH pueda comprobar su avance médico psicológico; esto lo
va a motivar a continuar cambiando hábitos. Es importante tener
claro que estos principios metodológicos implican un manejo de
lo que es intervención en crisis y debe ser tratado por un personal
idóneo de salud mental. Si este tipo de intervenciones fueran
llevadas a cabo por otro profesional, debe de haber recibido un
entrenamiento en profundidad.
ESTRUCTURA GENERAL DE UNA SESIÓN
a. Apertura:

 Presentación: el asesor debe presentarse con su nombre y cargo. Se le da la


oportunidad al usuario de que se presente. Sin embargo, se respeta si toma la
decisión de no hacerlo. A partir de este momento, es importante promover un
clima de confianza. Si el usuario llega con el resultado y ya lo conoce, se
recomienda dejarlo que inicie el diálogo y que marque la dirección de la
entrevista.
 Consigna: cuando al usuario le cuesta iniciar el diálogo, la pregunta ¿en qué
podemos servirle?, suele funcionar como consigna para introducir la sesión.
Se sugiere usar el plural para transmitir al usuario el mensaje que cuenta con
un equipo para apoyarlo. No obstante, es preciso que el asesor tenga presente
que la ayuda real depende en gran medida de la disponibilidad del usuario a
darse y a utilizar los servicios de apoyo con los que dispone.
 Es importante señalarle al usuario, con claridad pero sin brusquedad, que se
le acompañará a reflexionar sobre inquietudes y posibles alternativas, pero
que la decisión final la toma él.
b. Desarrollo:

Abierta la sesión, se sugiere desarrollar los siguientes puntos:


 Permita que el usuario hable, tratando de identificar qué necesita, qué le
preocupa, qué lo atemoriza, en qué aspectos está bien o mal informado, etc.
 Determine qué conoce y posteriormente complete la información que
maneja el usuario. Generalmente, una buena información tiende a disminuir
el nivel de incertidumbre del usuario; sobre todo cuando se acompaña de
alternativas de solución.
 Equilibrar las ideas negativas del usuario con ideas positivas. Es importante
facilitar la reflexión acerca de aspectos positivos que tiene en su vida
(familia, amistades, trabajo, planes de futuro, etc.). El asesor, si conoce de
casos previos, puede a manera de ejemplo y sin violar la confidencialidad,
mencionárselos al usuario, anotando que cada situación y cada reacción es
particular y única. Esto puede mostrar que la mayoría de las ocasiones los
temores superan a lo que ocurre en la realidad.
c. Reflexión.

En estos primeros momentos, el usuario va a necesitar de toda la orientación posible


por parte del personal de salud, ya que en su confusión no va tener la claridad
suficiente para tomar las decisiones más adecuadas. Hay que ayudar al usuario a que
reflexione sobre los diferentes caminos que puede tomar durante el proceso de
aceptación, teniendo en cuenta las posibles reacciones:
 Falta de claridad. Tras recibir la notificación de un resultado positivo, los
pensamientos que va a tener la persona, van a ser muy variados y por lo
general negativos, por lo que el proceso de asimilación se hace un poco más
lento.
 Peregrinaje. Debido a la confusión y buscando respuestas, en este primer
momento, la persona puede comenzar a recorrer diferentes lugares de
atención como parte del proceso de asimilación.
 Falta de ubicación. Si aún no ha sido capaz de reconocer su seropositividad,
la persona en su desorientación va a acudir a lugares de atención que no son
los adecuados.
 Claridad para diferenciar el origen del malestar. Es frecuente que el usuario
pueda confundir un malestar psicológico con el generado por un malestar
físico, por lo que es conveniente que aprenda a diferenciarlos a fin de que
su estado mental no afecte su bienestar físico.

 Optimizar. Conforme el usuario vaya reconociendo más sobre su realidad,


tendrá la oportunidad de aprovechar sus condiciones de vida y de sus
capacidades personales.
d. Cierre.

 Es recomendable que al finalizar la sesión, se le ofrezca al usuario la


posibilidad de tener nuevas entrevistas, como parte del proceso de
acompañamiento y comprensión; esto ayudará a que la persona asuma su
situación.

ASESORÍA DE SEGUIMIENTO
Son aquellas sesiones que tienen lugar posteriormente a la asesoría en que se entrega un resultado
positivo. Los objetivos de esta asesoría son:
 Crear un medio de comunicación libre de crítica.
 Afrontar las dificultades que se vayan presentando.
 En caso de recibir el usuario la terapia antirretroviral, asegurar la adherencia al
tratamiento, seguimiento médico y estilo de vida saludable.
 Explorar los miedos que puedan surgir por el tratamiento. Como inicio de una etapa
nueva de su vida, el miedo puede aparecer y es importante identificarlo y
normalizarlo.

Algunas recomendaciones de trabajo para la asesoría de seguimiento:


1. Escuchar lo que dice y no se dice, así como observar.
Es importante estar atento al lenguaje verbal y no verbal usado por el usuario. Si se
está identificando algo importante en la comunicación no verbal, se puede escoger
decir que otros usuarios en situaciones similares a las suyas han pensado o sentido
igual o diferente a él, con el fin de que el usuario abra el contenido o el sentimiento
que se manifiesta en la comunicación no verbal.
2. Identificar preocupaciones mediatas e inmediatas y ayudar al usuario en el
manejo de estas.
Es deber del asesor, como ya se ha dicho, trabajar desde el punto de vista del
usuario, ayudándolo a encontrar respuestas adaptativas para su momento de crisis.
Recordar que se debe partir de hechos concretos y no de supuestos, ya que estos
últimos inhiben la discusión libre y la exploración de la verdadera naturaleza de las
preocupaciones del consultante.
3. Suministrar la información que se requiera acerca de la infección por VIH, de
manera completa y suficiente.
El desconocimiento de la realidad trae unas consecuencias individuales y colectivas
más serias que el enfrentarse a la verdad, por más dura que esta sea. El consultante
tiene el derecho a conocer lo relativo a su condición en todos los aspectos de su vida,
la cual deberá ser suministrada de manera cuidadosa y en el momento oportuno.
4. Existen sin embargo, aspectos de información en los que no se puede
comprometer el equipo de trabajo.
Acerca del VIH hay mucho aún por comprender y averiguar, y tanto el usuario como
el asesor deben conocer las limitaciones del saber científico actual y aprender a
manejar esa incertidumbre, que puede ser generadora de ansiedades para el asesor, el
usuario, la pareja y la familia.
5. Valorar el impacto psicológico y emocional que las preocupaciones actuales
tienen en el usuario.
Aunque el asesor no sea un especialista en alguno de los campos de la salud mental,
debe siempre estar atento a las reacciones psicológicas actuales y potenciales que el
usuario pueda desarrollar en el futuro. Aquí cobra una gran importancia el trabajo en
equipo multidisciplinario, sobre el cual el asesor debe apoyarse.
Hay que reconocer que todos los miembros del equipo no poseen las mismas
habilidades para medir este impacto. Por lo tanto, la comunicación y discusión
permanente dentro del equipo de las situaciones de cada uno de los usuarios,
reforzará al asesor en su trabajo y manejo de la situación, permitiéndole una
intervención adecuada en el campo de las situaciones psicosociales que el usuario
enfrenta.
6. Valorar el comportamiento del usuario en busca de déficit neurológico o
manifestaciones psiquiátricas propias de la infección por VIH/sida.
Uno de los problemas de esta patología es su tendencia a atacar tempranamente el
SNC (destrucción de la glía e infecciones cerebrales) produciendo una encefalopatía
progresiva que se traduce en sintomatología de carácter demencial de variada
intensidad.
7. El asesor debe estar atento a la aparición de signos y síntomas de esta condición
ya que ellos impiden o dificultan la consecución de las metas propuestas en la
asesoría, al comprometer la capacidad de juicio, raciocinio y comprensión del
usuario.
La demencia debe ser reconocida de manera temprana pues existen alternativas
terapéuticas para este grupo de usuarios, las cuales deben implementarse a la mayor
brevedad posible.
8. Por otro lado, la enfermedad por sí misma, o la posibilidad del diagnóstico
pueden reactivar patologías mentales preexistentes, las cuales deben recibir una
inmediata atención por parte del equipo multidisciplinario, con miras a
proteger al individuo o al grupo social.
Es deber de asesor, la detección temprana y eficiente de estas condiciones para poder
hacer una referencia oportuna al especialista adecuado.
9. Alentar y ayudar al usuario a tomar sus propias decisiones, basado en todos los
hechos posibles y a manejar su propia vida, hasta donde las circunstancias lo
permitan.
Uno de los mayores inconvenientes observados en el marco de la asesoría, es la
tendencia por parte del usuario a no asumir sus propias responsabilidades o el
manejo de su vida. Se torna dependiente y manipulador de los terapeutas. Forma
pues parte importante de la asesoría, la necesidad que el usuario reasuma el control
de su vida, de su tratamiento, de su auto-cuidado y obviamente, de las conductas de
riesgo en las que pueda incurrir en el futuro.
10. El reasumir el control de la existencia
Tiene la consecuencia comunitaria inaplazable de que el usuario no necesite
vigilancia externa para evitar la dispersión de la epidemia o la reinfección personal,
sino que estos mecanismos de control puedan ser establecidos desde el interior de su
propia persona.
11. Identificar los mecanismos y vías de actuación que el usuario ha tenido en el
pasado, para hacerle frente a los problemas.
No es raro que el usuario haya manejado vías ineficaces o desadaptativas de solución
de conflictos en su vida anterior.
INTERVENCION PSICOLÓGICA EN UNA UNIDAD DE CUIDADOS
INTENSIVOS
Una Unidad de Cuidados Intensivos es un área de cuidado y tratamiento altamente especializada
dentro del ámbito hospitalario.

Los pacientes que ingresan en ella debido a que se encuentran en una situación crítica que puede
llegar a suponer un riesgo vital, permanecen continuamente monitorizados con el objetivo de
conocer en todo momento su estado y poder actuar rápidamente en las situaciones que así lo
requieran. De ello se encargan los diversos profesionales sanitarios que componen el personal de
una UCI: Médicos Especialistas en Anestesia o en Cuidados Intensivos, Enfermería, Auxiliares de
enfermería y Sanitarios o Celadores.

Además, existe una comunicación continua entre los responsables de la UCI y el resto de servicios
del hospital, ya que los pacientes requieren, además del mantenimiento global de su estado, la
intervención de distintos especialistas provenientes de otros servicios (traumatología, neurología,
nefrología, neumología,…)

Principales respuestas psicológicas relacionadas con el ingreso en


una UCI
Los pacientes que ingresan en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pueden manifestar
diversas alteraciones psicológicas, consideradas generalmente como respuestas a la situación que
vive el paciente en este tipo de unidades. Destaca la ansiedad, el estrés y la desesperación como los
principales desórdenes afectivos manifestados por los pacientes críticos ingresados en una UCI,
siendo su necesidad primaria la sensación de seguridad (Hewitt, 2002).

Además, se ha evidenciado que las vivencias experimentadas por los pacientes durante su estancia
en la UCI pueden exacerbar los sentimientos de ansiedad producidos por la intervención y,
consecuentemente, disparar las anomalías psicológicas conocidas como “síndrome de cuidados
intensivos” (Scott, 2004), cuyos síntomas consisten en una fluctuación de los niveles de conciencia,
pobre orientación, ilusiones y alucinaciones, anomalías en el comportamiento que incluyen
agresión, pasividad y negativismo y alteraciones de la memoria (Hewitt, 2002; Hughes et al, 2005),
los cuales pueden llegar a incrementar la duración de la estancia hospitalaria.

Los mecanismos patogénicos del síndrome/delirio UCI todavía no se comprenden bien y continúa
siendo un problema controvertido. Sin embargo, el desarrollo del síndrome parece depender de una
compleja interacción entre los problemas psicológicos previos de los pacientes, el trauma
psicológico infligido por la enfermedad, el estrés inducido por el ambiente, y el tratamiento y
cuidado de la UCI.

Entre los estresores más habituales, el dolor es considerado el principal estresor, seguido de la
dificultad para descansar y los sistemas de intubación, lo cual limita la comunicación y la capacidad
de comer, y añade estrés a las privaciones ya experimentadas por los pacientes. La percepción de
pérdida de control es otro de los estresores relevantes.

Esta falta de independencia puede generar angustia y sensación de desamparo, y podría ser
considerada la principal causa de inestabilidad psicológica en este contexto. Por último cabe reseñar
que los pacientes refieren que entre los estresores más importantes se encuentra la percepción de
pérdida del estado natural de libertad de movimiento. Otros autores han identificado la falta de
información como un estresor importante dentro de este contexto.

Muchos pacientes consideran que no están recibiendo explicaciones sobre el tratamiento y no saber
qué va a pasar se convierte en un estresor, por lo que los autores consideran que cuando los
pacientes se encuentran conscientes y bien adaptados prefieren conocer y participar en todas las
decisiones del equipo médico.

Resumiendo, las intervenciones deben ir dirigidas hacia el alivio del dolor de los pacientes y la
promoción de una atmósfera en la que sea posible el descanso, con menos luces, ruido y las
menores interrupciones posibles.

Respecto a la falta de control de sí mismo, consideran que se debe ofrecer asistencia psicológica a
los pacientes, así como una mayor cantidad de información sobre el tratamiento por parte de un
equipo multidisciplinar, que les permita participar y sentirse involucrados en el proceso.

Por último, no debemos olvidar, en este contexto, la importancia de valorar a los familiares y
amigos de los pacientes como un recurso en la prevención de estas alteraciones, ya que pueden
ayudar a mantener la orientación de los mismos durante su estancia en la UCI. No obstante,
también pueden verse afectados por la situación, por lo que sería conveniente realizar una
valoración de sus necesidades y alteraciones psicológicas con el objetivo de proporcionarles un
apoyo adecuado que les permita ofrecer este tipo ayuda a los pacientes.

La situación que vive el paciente ingresado en una UCI, hace evidente la necesidad de la
implementación de programas de atención psicológica destinados a la atención integral del paciente
crítico, lo cual incluye también la asistencia a sus familiares o cuidadores primarios, durante el
periodo crítico de la enfermedad que motiva su ingreso en una unidad de cuidados intensivos, así
como durante el posterior proceso de recuperación.

Del mismo modo, se pone de manifiesto la necesidad de proporcionar un apoyo psicológico al


equipo terapéutico que se encarga del cuidado de los pacientes críticos.

En el caso de estos pacientes programados, el ingreso hospitalario tiene lugar con anterioridad a la
intervención quirúrgica, siendo positivo que tengan la oportunidad de expresar sus dudas acerca de
los pasos que se van a seguir, antes de que se realice la misma, lo cual se verá facilitado en base a
la relación empática establecida previamente con el profesional en atención psicológica.

Además, también será positivo para los cuidadores primarios que se les informe de ciertas
cuestiones que les permitan situarse y tener cierta sensación de control, como duración estimada
aproximada de la intervención, si recibirán información por parte del equipo de cirugía al finalizar
la misma, ubicación de la UCI dentro del hospital, si recibirán información del responsable de la
unidad tras el ingreso y estabilización del paciente, etc.

En este momento en que los niveles de ansiedad suelen ser elevados debido a la preocupación
generada por la inminente intervención quirúrgica, será beneficioso tanto para el paciente como
para el cuidador primario un entrenamiento en técnicas de relajación junto con la práctica de la
respiración diafragmática, ya que estos ejercicios no requieren un elevado grado de concentración,
que puede resultar difícil de conseguir en esta situación.
Tras la práctica de estos ejercicios, se recomendará al cuidador primario que los ponga en práctica
durante el tiempo de espera de la intervención. Mediante la información recopilada acerca del perfil
del paciente y el cuidador primario, la valoración de sus necesidades, grado de comprensión, etc., se
podrá realizar un informe que ayude al equipo de profesionales de la UCI a enfocar la información
que les irán proporcionando posteriormente.

Durante el ingreso en la UCI, podemos diferenciar tres momentos o situaciones:


 El momento del Ingreso en la UCI es un momento crítico dado que el paciente pasa a
una sala aislado de su entorno habitual, aislamiento del que participa el cuidador primario
dado que deja de tener la relación continuada con el enfermo. Podemos diferenciar dos
tipos de ingresos con características diferentes:

A. Ingreso Programado:

Tras la estabilización del paciente en la unidad, el/los anestesiólogos de guardia


informan a los cuidadores primarios de su situación actual así como de las normas de
funcionamiento de la unidad, los horarios de visita, etc.
Es importante en este momento de acogida de los cuidadores primarios estar atentos
a sus necesidades y su capacidad de comprensión y asimilación de información,
puesto que dado que sus niveles de estrés se ven incrementados tras el tiempo de
espera durante la intervención, pueden verse afectados, por lo cual puede resultar
beneficioso acompañar la información verbal de un folleto escrito que les ayude a
recordar lo que se les ha explicado previamente.
Estos cuidadores primarios se beneficiarán de información referente a cómo van a
ver al paciente durante el horario de visita, ya que ver a un ser querido intubado, con
multitud de cables provenientes de aparatos desconocidos para ellos, con tubos de
drenaje, etc. puede suponer un gran impacto.
Nuevamente basado en la relación empática establecida, se facilitará la expresión
emocional de los cuidadores primarios, poniéndose en práctica de nuevo un
entrenamiento en técnicas de relajación que ayude al cuidador a controlar su nivel de
ansiedad.
En este momento los cuidadores primarios ya conocen la relajación muscular
progresiva, y han tenido la ocasión de ponerla en práctica, aunque volverá a
realizarse de un modo guiado por el profesional en atención psicológica para
profundizar en el aprendizaje de la técnica.
Considerando esta situación como un evento estresante susceptible de convertirse en
traumático, se llevarán a cabo técnicas preventivas con el objetivo de evitar el
posterior desarrollo de un trastorno de estrés postraumático (TEPT), el cual es
frecuente en este tipo de ambiente, tanto en pacientes, como en cuidadores primarios.
A este respecto, el desahogo del estrés por incidentes críticos (DEIC), descrito
inicialmente por Mitchell (1983), y otros modelos de desahogo psicológico, como el
debriefing (DP), han llegado a reconocerse como intervenciones semiestructuradas
diseñadas para reducir la angustia inicial y prevenir el desarrollo de secuelas tardías
(como el TEPT) después de acontecimientos traumáticos, radicando su mecanismo
de acción en la facilitación del procesamiento emocional a través de la ventilación y
normalización de las reacciones y la preparación para posibles experiencias futuras.
Otros objetivos consisten en la identificación de los individuos que pueden
beneficiarse de un tratamiento más formalizado y ofrecerles tal tratamiento junto con
apoyo inmediato.
B. Ingreso No Programado:

En este caso no ha habido oportunidad de mantener un contacto ni con el paciente ni


con los cuidadores primarios previo al ingreso en la unidad, por lo que no contamos
con el conocimiento de su perfil previo.
Las recomendaciones en estas circunstancias serían similares a las indicadas en el
caso de ingresos programados comentadas anteriormente. No obstante, dada la
situación de emergencia vivida por estos cuidadores primarios, será necesario llevar a
cabo una intervención psicológica en crisis cuyo objetivo se centre en la
estabilización de los cuidadores y la progresiva concienciación y asimilación de la
nueva situación, para lo cual se realizará un seguimiento de los cuidadores.
La intervención en crisis estaría centrada en apoyar, potenciar y asesorar a la víctima
(en este caso a los cuidadores primarios) en sus esfuerzos de adecuación psicológica
y afrontamiento de las nuevas situaciones y demandas que van surgiendo a raíz de
los cambios producidos por la situación vivida.
En estas situaciones de crisis se deben reconocer dos fases que son: intervención de
primera instancia, que en la práctica se denomina primeros auxilios psicológicos y la
intervención en segunda instancia concebida más bien como terapia multimodal en la
crisis. Ambas son importantes para determinar una eventual solución a la crisis.
En cuanto los primeros auxilios psicológicos, buscaremos por un lado proporcionar
apoyo, permitir que la persona hable para proporcionar una atmósfera en la que el
temor y la ira puedan expresarse, reforzando la seguridad en la persona, que sólo esté
consciente de su propia debilidad durante la crisis. En segundo lugar, reducir la
probabilidad de conductas autodestructivas durante la crisis. Y en tercer lugar,
proporcionar enlace con fuentes de apoyo que permita una adecuada atención
continuada más allá del momento de crisis en el que se interviene.

Durante la estancia en la UCI


Durante la estancia en la UCI del paciente, el cuidador primario tiene restringidas las visitas, de
modo que únicamente tiene la posibilidad de verle a través de una ventana en una ocasión al día y
de entrar en la unidad para tener un contacto más cercano en otra ocasión diaria. Por este motivo
cobra mayor relevancia el momento de la información que diariamente proporcionan los
anestesiólogos de guardia acerca del estado del paciente y de su evolución, ya que es el único
momento en que los cuidadores reciben este tipo de información, la cual debe ser clara, honesta y
adaptada a las necesidades y capacidad de comprensión y asimilación del receptor de la misma, las
cuales habrían sido evaluadas con anterioridad en el caso de los ingresos programados y deberían
ser evaluadas en los no programados.
Además, resulta de especial importancia procurar ofrecer una información carente de
inconsistencias o contradicciones entre los distintos profesionales que cada día ven a los cuidadores,
ya que esta situación genera una sensación de no saber qué está pasando realmente en los mismos.

En este período se llevará a cabo una intervención con los cuidadores destinada a favorecer la
reducción de sus niveles de distrés emocional (ansiedad, preocupación, desesperanza, confusión,
miedo, ira,…) mediante técnicas psicológicas específicamente desarrolladas para la atención de
cada problema concreto, lo cual ayudaría a mejorar su capacidad de atención durante las visitas con
los anestesiólogos de guardia y facilitaría la relación entre ambos.

Esta intervención se focalizará en los problemas particulares manifestados por cada cuidador
primario, aunque su objetivo fundamental, mediante la aplicación de técnicas basadas en modelos
cognitivos de intervención se centraría en el establecimiento de unas expectativas adaptadas y
realistas sobre la situación, para lo que será necesario detectar creencias irracionales, pensamientos
automáticos negativos, anticipaciones, etc. y promover una reestructuración cognitiva.

En el caso de pacientes muy graves en los que sea previsible su fallecimiento, se trabajará con sus
cuidadores primarios el duelo anticipado. En cuanto a los pacientes ingresados en estas unidades,
cuando se encuentran conscientes, la intervención se centrará en favorecer la orientación tempo-
espacial, así como en el control de sus niveles de ansiedad, intentando focalizar su atención en su
proceso de recuperación.

En este caso, la intervención a nivel cognitivo se encontrará más limitada, dado que tanto el propio
estado del paciente, así como la medicación empleada en este tipo de unidades, tienden a dificultar
el procesamiento de la información debido a los niveles fluctuantes de conciencia que experimenta.

Es por ello, que dependiendo de la situación concreta de cada paciente, se implementarán técnicas
que requieran una menor elaboración cognitiva (relajación), o se llevará a cabo una intervención
psicológica más específica, en los casos en que sea posible, centrada en la atención de los posibles
trastornos adaptativos que puedan aparecer, con el objetivo de facilitar el ajuste del paciente a su
situación, para lo cual será necesaria la aplicación de técnicas de reestructuración cognitiva.

Alta de la UCI
El Alta de una Unidad de Cuidados Intensivos se da, fundamentalmente por dos razones. O por el
traslado a una sala hospitalaria, o por el desahucio del paciente. El traslado a una sala hospitalaria
puede percibirse, tanto por el paciente como por el cuidador primario, como un paso negativo
debido al abandono de un ambiente que, aunque agresivo, es considerado seguro, puesto que en él
se realiza un control más exhaustivo de la situación del paciente y se detectan con mayor rapidez las
posibles complicaciones que puedan aparecer. Por ello, en este caso el objetivo de la intervención
irá destinado a preparar al paciente y a su cuidador primario para el traslado, tratando de
focalizarles en los aspectos positivos del mismo (supone un paso positivo en el proceso de
recuperación dado que dejan de considerarse necesarias las medidas de control continuo empleadas
en esta unidad, permite a los cuidadores permanecer con el paciente en la sala, se reduce el riesgo
de contraer infecciones propias de este tipo de ambiente, etc.).

Así mismo, será de gran importancia que en el momento del alta de la unidad se proporcione una
información acerca de las características de la sala a la que va a ser trasladado, la evolución
previsible del paciente en la sala, qué problemas podrían aparecer y qué tendrían que hacer en tal
caso, etc. De este modo se potenciaría la implicación de pacientes y cuidadores en el proceso de
recuperación.

En el caso del desahucio del paciente, cabría remarcar la importancia de mantener a los cuidadores
primarios adecuadamente informados acerca del previsible mal pronóstico del paciente (en los casos
en que es posible anticiparlo), y asegurarse de que lo han comprendido, pues ello, como se ha
comentado anteriormente, facilitará la posterior elaboración del duelo.

En los casos en que haya sido posible, ya se habrá comenzado a trabajar en este momento el duelo
anticipando de los cuidadores primarios, quienes recibirán durante todo el proceso el apoyo
psicológico necesario y realizando un seguimiento del mismo en sus diferentes fases.

Tras el alta de la UCI


Una vez trasladados a la sala de cuidados generales, el paciente y su cuidador primario han de
adaptarse a la nueva situación, y en este sentido, será positivo realizar un seguimiento que refuerce
las estrategias puestas en funcionamiento durante las fases previas de intervención. En el caso de
los pacientes, se llevará a cabo en este momento la técnica del debriefing (terapia psicológica breve
para intervención en crisis) como una medida preventiva del TEPT.

Así mismo, al igual que es beneficioso preparar a pacientes y cuidadores para el traslado a la sala,
también lo será prepararles para el alta hospitalaria y la vuelta a casa, para lo cual, vuelve a resultar
esencial la información, que en este momento se encontrará más relacionada con cuestiones acerca
de las actividades que se pueden y no se pueden hacer, qué pautas de alimentación son
recomendables, de qué modo puede intervenir el cuidador primario para facilitar el proceso,
posibles complicaciones que pueden aparecer, qué aspectos hay que valorar para considerar que una
complicación precisa una asistencia al hospital para el control de la misma, etc.

Además, se realizará una evaluación de las estrategias y recursos disponibles en su ambiente con el
objetivo de detectar aquellos factores que pudieran obstaculizar o dificultar la progresiva adaptación
al entorno habitual y proporcionar el apoyo más adecuado a cada situación.

ASESORÍA EN SITUACIONES ESPECIALES


A. Asesoría para pruebas rápidas del VIH:
Cada vez son más los centros y organizaciones que utilizan las pruebas rápidas de
detección de anticuerpos del VIH. Estas pruebas pueden dar el resultado en
solamente unos minutos, en lugar de una o dos semanas, como ocurre con las
pruebas ELISA. No obstante, en el caso de resultado positivo en estas pruebas
rápidas, se requiere la confirmación del resultado.
En la actualidad, esta confirmación se hace en primer lugar con otra prueba rápida en
el momento y, en caso de que el resultado no sea concluyente, se da como
indeterminado y se haría otra confirmación con pruebas ELISA. Nos encontramos
entonces con dos diferencias fundamentales entre el método rápido y el tradicional,
que habrá que tener en cuenta a la hora de ofrecer la asesoría.
En primer lugar, es posible que la persona obtenga el resultado de manera casi
inmediata. Por lo tanto, las asesorías pre-y post-prueba van a tener lugar en una
misma sesión, con sólo unos minutos de diferencia. Es algo que se debe remarcar en
la asesoría pre-prueba, de manera que la persona sepa que se va a enfrentar al
resultado en breves momentos.
Es posible que esta circunstancia cree ansiedad en la persona durante el tiempo de
espera. Es aconsejable mantener una conversación pausada durante esos minutos, que
puede aprovecharse para asegurarse de que ha comprendido bien toda la información
que se le ha dado en la asesoría pre-prueba, que entiende las implicaciones de un
resultado tanto positivo como negativo y que está preparada para recibir el resultado.
Una vez que se cuenta con el resultado, se debe pasar a la asesoría post-prueba. Por
otra parte, cabe la posibilidad, contrariamente a la prueba ELISA, de que el paciente
reciba un resultado indeterminado, si se ha obtenido un resultado positivo en la
primera prueba y uno negativo en la confirmación, con lo que habría que hacer una
confirmación con ELISA.
Esta confirmación tardaría al menos una semana, por lo que el paciente deberá recibir
un resultado indeterminado mientras tanto. Esta indeterminación seguramente le
cause ansiedad, pues se verá en una incertidumbre mayor que la que tenía antes de
realizarse la prueba.
En este caso, la asesoría deberá ser explicando adecuadamente que no se trata de un
resultado positivo, sino que, por muy diversas circunstancias, el resultado no ha
podido concretarse y se deberá confirmar con un tipo de prueba específico para este
tipo de casos. Se deben discutir adecuadamente las posibilidades de transmitir el
virus a otras personas y las estrategias de prevención que puede seguir (sexo seguro,
no donar sangre o plasma, el uso de las inyecciones, etc.)
B. Asesoría pre-prueba a mujeres embarazadas:
En los últimos años, se ha avanzado mucho en la prevención de la transmisión
madre-hijo mediante medicamentos y otras intervenciones. Estas intervenciones se
apoyan de modo sustancial en la identificación de mujeres embarazadas con VIH.

La asesoría y prueba voluntaria, es por consiguiente un componente esencial de los


programas de prevención de esta forma de transmisión:
1. Objetivos de la asesoría pre-prueba en embarazadas:
 Prevenir la transmisión de la infección de madres VIH, positivas a sus
hijos.
 Promover los beneficios de la realización de la prueba de VIH, para la
embarazada, su producto y pareja sexual.
 Promover los beneficios de realizarse la prueba del VIH, en los
primeros tres meses y en el último trimestre de embarazo, para
disminuir la posibilidad del período de ventana.
 Crear un ambiente favorable para la aceptación de la prueba de VIH,
para las embarazadas y su pareja.
2. Contenido de la asesoría:
Los riesgos de transmisión del VIH al producto, cuando se recibe y no se
recibe tratamiento con ARV. A la embarazada se le debe informar que el
tratamiento para la reducción de la transmisión madre-hijo, ha demostrado
gran eficacia para evitar la infección del producto. La tasa de transmisión se
reduce desde un 25-35%, cuando no se recibe ninguna intervención, hasta
menos de un 1% con un tratamiento adecuado, explicando que este beneficio
depende de lo oportuno que sea el diagnóstico y tratamiento:
 Necesidad y ventajas de que ambos, embarazada y su pareja, se
realicen la prueba de VIH. Los estudios han indicado que, para las
mujeres que resultan positivas en las clínicas de control prenatal,
existen grandes ventajas si se realizan las pruebas conjuntamente con
su pareja. Si las mujeres realizan las pruebas solas, o sus parejas se
niegan a participar en el proceso de asesoría y prueba voluntaria
(APV), es difícil para la mujer aprovechar completamente los
beneficios del APV. Probablemente, tendrán dificultades para tomar
decisiones sobre las prácticas sexuales más seguras, la planificación
de su futuro y el de sus familias, el acceso a la asistencia y el apoyo y
la adopción de decisiones sobre la alimentación y de su hijo.
 Necesidad de compartir el resultado. En los casos en que únicamente
sea la mujer la que se realice la prueba, una cuestión que precisará
asesoramiento sensible, dado que es el hecho de compartir los
resultados con el padre del bebé/su pareja y con los miembros de la
familia cercanos, puesto que las intervenciones para reducir la TMI,
pueden implicar decisiones como cambiar la alimentación del
lactante y tomar TAR, y ambas cosas harán difícil no revelar un
resultado seropositivo.
A. Asesoría post-prueba, a mujeres embarazadas con resultado de VIH
positivo:
Como ya se ha señalado, la entrega de un resultado de VIH positivo es una situación
cargada de emociones para el paciente. En el caso de las embarazadas, esta carga
suele ser mayor, dado que adicional al estrés que le genera el saberse infectada, se
agrega el temor de que el niño nazca con la infección.
Se sugiere que el asesor en estas circunstancias sea una persona muy bien capacitada
e informada sobre este tema, acerca lo que se debe hacer, a quién y a dónde referir la
embarazada, etc. Si el asesor desconoce a profundidad lo que debe hacer, se le
recomienda buscar apoyo en otros miembros del equipo de salud:
 Orientación para el acceso oportuno a tratamiento.
 Reforzar la información sobre los riesgos de la transmisión del VIH al
producto y cómo las nuevas terapias reducen este riesgo.
 Asesorar a la embarazada sobre los cuidados que debe proporcionarle al
recién nacido para evitar la transmisión de la infección (tratamiento
profiláctico, controles de laboratorio, importancia de evitar la lactancia
materna, vacunas, etc.).
 Orientar a la gestante sobre la importancia de un seguimiento con
ginecología, infectología, trabajo social, salud mental, adherencia al
tratamiento, etc.
 Asesorar sobre los métodos de planificación.
B. Asesoría post-prueba, a donantes de sangre con resultado de VIH
positivo:
Por ley, a todo donante de sangre se le debe realizar la prueba de VIH, sin embargo
existe un número importante de donantes que no están totalmente informados y
sensibilizados de que la sangre que donó, antes de ser transfundida, será analizada
para investigar la presencia de agentes infecciosos, cuyo modo de transmisión es el
sanguíneo.
En términos generales, los donantes son personas que se sienten sanas y consideran
que no han estado expuestas al riesgo de adquirir VIH, por lo que un resultado
positivo conlleva un impacto emocional muy fuerte.
Estudios realizados, han revelado que los síntomas depresivos tanto en varones como
mujeres, de este colectivo fueron sustancialmente más elevados que el
correspondiente a las muestras de poblaciones representativas. Para ofrecer el
asesoramiento en estos casos se debe orientar sobre:
 Ventaja que implica entrar en control tempranamente (prevención de la
transmisión y beneficios de la atención especializada, antes que la infección
se encuentre más avanzada).
 No volver a donar, ni sangre ni órganos.
 Importancia de informar sobre las donaciones anteriores.
C. Asesoría en caso de abuso sexual, con intercambio de fluidos
corporales:
Eventualmente el asesor tendrá que atender casos en que ha ocurrido abuso sexual,
en menores o adultos, y a pesar de que en nuestro país el riesgo es bajo, existe la
posibilidad de infección por el VIH. En estas circunstancias y cuando la víctima hace
contacto con los servicios de salud en las primeras 72 horas, el asesor debe realizar lo
siguiente:
 En caso de menores de edad, los padres o el tutor deben ser orientados sobre
los riesgos de transmisión del VIH.
 Aconsejar la realización de la prueba de VIH y seguir las recomendaciones
del especialista de enfermedades infecciosas en cuanto tratamiento
profiláctico.
 Se les dará orientación y la evaluación de cada caso, para considerar la
profilaxis y el seguimiento.
 Informar sobre las prácticas de riesgo y medidas de prevención futura.
 Referir al usuario a la clínica de tratamiento antirretroviral que le
corresponda.
 Referir al usuario a la policía, de forma que interponga la correspondiente
denuncia.
D. Asesoría a personal de salud con exposición ocupacional al VIH:
Estas exposiciones van acompañadas con frecuencia de un elevado nivel de estrés en
la persona expuesta; especialmente si se sabe que el paciente, origen o fuente, es una
persona con VIH o que mantiene prácticas de riesgo.
Esta ansiedad trasciende a los compañeros, jefes, parejas sexuales, familiares, etc.
El asesoramiento en estas circunstancias debe incluir:
 Necesidad de realizarse las pruebas iniciales cuanto antes.
 Orientación en prácticas sexuales seguras.
 Tratamiento si es necesario.
 Énfasis en la adherencia.
E. Asesoría a personas usuarias de drogas:
Las personas usuarias de drogas, deben recibir orientación sobre los riesgos de
infección o reinfección por conductas de riesgo, bajo efectos de sustancias que
alteran la mente, así como sobre las prácticas para minimizar el riesgo de infección o
reinfección por VIH.
Asimismo, se debe facilitar información sobre los centros de rehabilitación,
especialmente si esta rehabilitación va a ser un requisito para el inicio de la terapia
antirretroviral. En el caso de usuarios de drogas inyectables, se les debe insistir en la
importancia de no compartir jeringas con otros usuarios y de utilizar únicamente
material estéril para las inyecciones.
F. Asesoría a niños menores de edad:
Se trata de una asesoría muy delicada, especialmente si se trata de niños de menos de
10 años. Por lo tanto, se recomienda que se haga por personal específicamente
entrenado para ello. En el caso de los menores de edad es importante tener en cuenta
que, aunque rige el principio de la confidencialidad, toda atención médica a menores
de edad debe hacerse con el consentimiento de los padres.
Por lo tanto, los padres van a tener que conocer el resultado de la prueba. Asimismo,
la asesoría debe hacerse en presencia de los padres, aunque podrá solicitárseles que
se retiren en un momento determinado, quedando a su discreción la decisión. Los
niños más cercanos a la adolescencia, pueden necesitar asesoría sobre temas
sexuales, incluyendo la necesidad de evitar comportamientos de riesgo. Si un niño
tiene un resultado positivo, se debe recomendar la asesoría y prueba de VIH al resto
de miembros de la familia.
G. Asesoría a niños en situación de riesgo:
Cada vez son más los niños afectados por la epidemia. Además de aquellos que ya
viven con el VIH, también están afectados los niños con uno o ambos progenitores
infectados con VIH o que han muerto a causa de sida. Estos niños tienen necesidades
especiales, como superar el trauma emocional de ver a sus padres enfermos o incluso
morir, discriminados por otros adultos, o las preocupaciones derivadas de su mal
estado de salud.
Dada la especial vulnerabilidad de este colectivo, así como la especificidad de sus
circunstancias, es conveniente solicitar el apoyo de personal experto en la materia.
H. Asesoría a personas mayores de 50 años:
El proceso de asesoría para este grupo es el mismo que el del resto de las personas,
sólo que hay ciertos aspectos específicos a tomar en cuenta.
Las personas mayores de 50 años pueden desconocer sobre el VIH, su prevención y
sus formas de transmisión y se les debe explicar con especial detalle. Además, es
posible que necesiten especial concienciación sobre el uso del condón, pues puede
que lo vean únicamente como un método anticonceptivo que ya no necesitan en sus
relaciones sexuales.
CUESTIONARIO # 4

Investigue:
1- ¿Cuánto tiempo tarda en aparecer el sida en las personas infectadas con el VIH?

2- ¿Cuál es la infección oportunista que afecta con más frecuencia a las personas
infectadas con el VIH y puede causarles la muerte?
3- ¿Cómo se transmite la infección por VIH?
4- ¿En qué líquidos corporales se encuentra el VIH?
5- ¿Cuán pronto después de la exposición al virus se puede detectar la infección por
VIH?

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