Basalla (2011) Cap. 1 y 2

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1.

DIVERSIDAD, NECESIDAD Y EVOLUCIÓN

DIVERSIDAD

Durante siglos ha intrigado a la humanidad la rica y asombrosa


diversidad de formas de vida que pueblan la Tierra. ¿Por qué hubie-
ron de surgir seres vivos como los pararnecios o los colibries, las se-
cuoyas y las jirafas? Durante muchos siglos, los creacionistas propor-
cionaron la respuesta a esta cuestión. Aflrmaban éstos que la diversidad
de la vida era resultado y expresión de la generosa naturaleza de Dios:
en la plenitud de su poder y amor, Dios optó por crear la maravillosa
variedad de seres vivos que hallamos en el planeta.
A mediados del siglo XIX, y especialmente tras la publicación de
El origen de las especies de Darwin en 1859, la explicación religiosa
de la diversidad se vio desafiada por una explicación científica. Según
esta nueva interpretación, tanto la diversificación de la vida en cual-
quier momento dado como la aparición de nuevas formas vivas en el
tiempo eran resultado de un proceso evolutivo. En apoyo de las teo-
rías de Darwin, los biólogos procedieron a identificar y nombrar más
de un millón y medio de especies de flora y fauna, y han explicado
esta diversidad por medio de la variabilidad reproductora y de la se-
lección natural.
Sin embargo, ha solido pasarse por alto o darse como obvio otro
ejemplo de diversidad de formas en la Tierra: la diversidad de cosas
realizadas por manos humanas. A esta categoría pertenece «el vasto
universo de objetos utilizados por la humanidad para hacer frente al
mundo fisico, para facilitar la relación social, para deleitar la fanta-
sía, y para crear símbolos significativos». 1

l. Thomas J. Schlereth, Material culture studies in America, Nashville, 1982, p. 2.


14 LA EVOWCIÓN DE LA TECNOLOGfA DIVERSIDAD, NECESIDAD Y EVOWCIÓN 15

Como no pueden identificarse con precisión especies diferentes entre da que explique la diversidad del ámbito orgánico puede ayudamos
los objetos de manufactura humana, resulta difícil obtener un recuen- a explicar la variedad de cosas creadas. Esta empresa tiene sin embar-
to preciso de los diferentes tipos de cosas artificiales. Puede alcanzar- go sus riesgos, pues como advertía el poeta e. e. cummings,* «el mun-
se una muy tosca aproximación a esta cifra utilizando el número de do de lo hecho no es el mundo de lo nacido». 2
patentes concedidas como indicador de la diversidad del mundo de Hemos de acercarnos con precaución a la metáfora evolutiva por-
objetos creados. Sólo en los Estados Unidos, desde 1790 se han con- que hay muchas diferencias entre el mundo de lo hecho y el de lo na-
cedido más de 4,7 millones de patentes. Si se considera a cada una cido. Uno es resultado de la actividad finalista humana, Y el otro re-
de estas patentes como equivalente de una especie orgánica, puede de- sultado de un proceso natural aleatorio. Uno produce un objeto físico
cirse que la diversidad tecnológica es tres veces mayor que la orgáni- estéril, el otro un ser vivo capaz de reproducirse. Quiero subrayar que
ca. Aunque defectuoso en diferentes aspectos, este intento de medir no me propongo establecer una correspondencia unívoca entre estos
la diversificación comparada sugiere que la diversidad del ámbito tec- ámbitos tan distintos entre sí. En la argumentación y análisis que si-
nológico se aproxima a la del ámbito orgánico. guen a utilizar selectivamente la metáfora o con. la
La variedad de las cosas hechas resulta tan asombrosa como la de pectativa de que esta metáfora nos dé una comprenstón de la histona
los seres vivos. Considérese la gama que va desde los útiles de piedra de la tecnología de otro modo inalcanzable.
a Jos microchips, de los molinos de agua a las naves espaciales, de las La naturaleza de la metáfora y su papel en este libro precisan una
chinchetas a los rascacielos. En 1867, Karl Marx se sorprendió al co- aclaración adicional. Las metáforas no son ornamentos arbitrariamente
nocer que, como muy bien puede ser, en Birmingham, Inglaterra, se superpuestos al discurso por fines poéticos. Las metáforas o analo-
producían quinientos diferentes tipos de martillos, cada uno de ellos gías están en el núcleo de todo pensamiento analítico y crítico amplio.
adaptado a una función específica en la industria o la artesanía (fig. Sin metáforas, la literatura sería árida, apenas existirían la ciencia Y
1.1). ¿Qué fuerzas condujeron a la proliferación de tantas variantes la filosofía, y la historia se reduciría a una narración de acontecimien-
de este antiguo y común instrumento? O, de forma más general, ¿por tos. Los historiadores han confiado desde antiguo en las metáforas
qué hay tantos tipos diferentes de cosas? para la interpretación del pasado, especialmente las metáforas orgáni-
Nuestros intentos por comprender la diversificación en el mundo cas que invocaban el nacimiento, crecimiento, desarrollo, madurez, sa-
artificial, o incluso por apreciar su riqueza, se han visto lastrados por lud, enfermedad, senectud y muerte. Desde aproximadamente el siglo
la suposición de que las cosas que hacemos son meramente otros tan- pasado, los especialistas en la historia de la ciencia y la tecno!ogía han
tos instrumentos que nos permiten hacer frente al entorno natural y recurrido de forma rutinaria a una potente metáfora política, la de
satisfacer las necesidades vitales. La sabiduría tradicional sobre la na- revolución, para explicar los acontecimientos en estas áreas. Así, al
turaleza de la tecnología ha subrayado habitualmente la importancia sugerir que se emplee la teoría evolutiva en la comprensión del cam-
de la necesidad y la utilidad. Una y otra vez se nos ha dicho que, a bio tecnológico no estoy introduciendo la metáfora en un campo que
lo largo de la historia, los tecnólogos han proporcionado a las perso- nunca hubiera conocido antes esta noción; antes bien, estoy introdu-
nas los objetos útiles y las estructuras necesarias para la supervivencia.
ciendo una metáfora nueva e instando a una seria consideración de
Como la necesidad y la utilidad por sí solas no pueden explicar
sus implicaciones más amplias.
la variedad y novedad de cosas creadas por el ser humano, hemos de
Pido al lector que me conceda la misma indulgencia que ha tenido
buscar otras explicaciones, especialmente unas que puedan incorpo-
con aquellos que escriben acerca de revoluciones científicas e indus-
rar las suposiciones más generales sobre la significación y metas de
la vida. Esta búsqueda puede facilitarse aplicando la teoría de la evo-
lución orgánica al mundo tecnológico. • Poeta norteamericano (1894-1962) cuya obra aparece caracterizada por el uso de
arcaísmos, supresión de mayúsculas y acentuación, y otros procedimientos similares.
La historia de la tecnología, una disciplina que estudia la inven-
(N. del e.)
ción, producción y usos de objetos materiales, se beneficia de la apli- 2. e. e. cummings, «pity this busy monster manunkind», en Poems, 1923-1954 (Nue-
cación de la analogía evolutiva como instf}lmento explicativo. Una teo- va York, 1954, p. 397.
16 LA EVOWCIÓN DE LA TECNOLOG(A DIVERSIDAD, NECESIDAD Y EVOWClÓN 17

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fiGURA 1.1. Diversidad de artefactos reflejada en las formas de martillos utilizados de sillador; N, martillo de herrar caballos (dos imágenes). A la derecha: A, cabeza de mar-
por los artesanos rurales ingleses. A la izquierda: A, 8, C, O, E, martillos de piedra de tillo utilizado para sacar clavos; B, martillo picudo de pizarrero; C, hacha listón; O, azue-
albaftil utilizados para romper, cortar, cuadrar y pulir la piedra; F, O, martillo de carpin- la de clavar de tonelero, utilizada en barricas; E, punzón para manteca, utilizado para abrir
tero con cabeza reforzada; H, cabeza curva de martillo, utilizada para proteger la super- Ycerrar envases de manteca; F, combinación de catador de queso y martillo; G, martillo
ficie de la madera aJ clavar un clavo; J, martillo general de carpintería; K. martillo recto de aftlasierras y montasierras; H, martillo de tapicero y talabartero; J, K, martillos de zapate-
herrero; L, martillo bola, un martillo general en uansformkiones metálicas; M, martillo rc. Fuente: Percy W. Blandford, Country crajt tools, Newton Abbot, 1974, pp. 49, 55.

2.-a.u..u...
18 LA EVOLL"CIÓ'< DE LA TECNOWGÍA DIVERSIDAD, l"ECESIDAD Y EVOLUCIÓS 19

triales. Al igual que no se considera responsables a los historiadores carretas y carros, bicicletas, automóviles, aviones y naves espaciales.
de la ciencia y la tecnología de todos los aspectos de la similitud entre En cada uno de estos casos, los humanos, como el cuervo del cuento
la revuelta política y el cambio científico, tecnológico e industrial ra- de Esopo, utilizan la tecnología para satisfacer una necesidad apre-
dical, no se me deberá reprender por no establecer paralelismos entre miante e inmediata.
todos los rasgos de los mundos artificial y natural. Si la tecnología existe primordialmente para surtir a la humanidad
En un sentido mi uso de la metáfora difiere del de la mayoría de en sus necesidades más básicas, hemos de determinar precisamente cuá-
los historiadores: éstos utilizan las metáforas implícitamente y a me- les son estas necesidades y qué complejidad tecnológica se precisa para
nudo de forma inconsciente; en este libro hago un uso explícito y cons- satisfacerlas. Cualquier complejidad que vaya más allá de la estricta
ciente de las mías. Aunque nuestra elección -y concepción- de las satisfacción de las necesidades podría considerarse superflua y debe
metáforas puedan diferir, compartimos la misma meta: comprender explicarse por otros motivos distintos a la necesidad.
el pasado. Al supervisar las necesidades y técnicas esenciales para los seres
humanos, un comentador moderno podría preguntar: ¿necesitamos
automóviles? A veces se nos dice que los automóviles son absoluta-
NECESIDAD mente esenciales, pero el automóvil tiene apenas un siglo de historia.
Los hombres y mujeres conseguían llevar una vida plena y feliz antes
Una conocida fábula de Esopo es especialmente relevante para la de que Nikolaus A. Otto inventara en 1876 su motor de combustión
consideración de la tecnología, la diversidad y la necesidad. Érase una interna de cuatro tiempos.
vez, escribió Esopo, un cuervo a punto de morir de sed que se posó La indagación de los orígenes vehículo propulsado con motor
sobre un alto jarro parcialmente lleno de agua. Una vez y otra inten- de gasolina revela que no fue la necesidad lo que impulsó a sus inven-
taba beber de él, estirando y tensando su cuello, pero su corto pico tores a completar su tarea. El automóvil no se desarrolló en respuesta
no podía alcanzar la superficie del agua. Tras fracasar en un intento a una grave crisis internacional relacionada con el caballo o a la esca-
de volcar la pesada vasija, el pájaro desesperó de saciar alguna vez sez de caballos. Los líderes nacionales, pensadores influyentes y edi-
su sed. Entonces tuvo una brillante idea. Viendo unos guijarros suel-
torialistas no estaban demandando una sustitución del caballo, ni tam-
tos en las inmediaciones, el cuervo empezó a lanzarlos en el jarro. A
poco los ciudadanos de a pie esperaban ansiosamente que algunos
medida que las piedras desplazaban el agua, aumentaba su nivel. Pron-
inventores llenaran alguna vez la grave necesidad social y personal del
to, el cuervo pudo beber hasta la saciedad. Moraleja: la necesidad es
transporte motorizado. De hecho, durante la primera década de vida,
la madre del ingenio. Los comentadores modernos han desarrollado
de 1895 a 1905, el automóvil fue un juguete, un capricho para los que
este mensaje elogiando a aquellos individuos que, colocados en situa-
podían permitirse comprarlo.
ciones aparentemente imposibles, no desesperan, sino que usan el in-
El camión fue aceptado aún más lentamente que el automóvil. El
genio y el talento para inventar nuevos instrumentos y máquinas que
resuelven el dilema, satisfacen las necesidades biológicas y contribu- éxito del transporte militar por camión en la primera guerra mundial,
yen al progreso material. unido a una intensa presión por parte de los fabricantes de camiones
La creencia en que la necesidad desencadena el esfuerzo inventivo Y del ejército después de la guerra, determinó el desplazamiento del
es una creencia constantemente invocada para explicar la mayor parte carro tirado por caballos y, en fecha posterior, del ferrocarril. Pero
de la actividad tecnológica. Los seres humanos tienen necesidad de el camión no fue creado para superar las obvias deficiencias del tiro
agua, y por lo tanto cavan pozos, encauzan ríos y corrientes y desa- por caballo y por máquina de vapor. Como sucedió con los automó-
rrollan la tecnología hidráulica. Necesitan refugio y defensa, por lo viles, la necesidad de camiones surgió después, y no antes, de inven-
que construyen casas, fortalezas, ciudades e ingenios militares. Nece- tarlos. En otras palabras, la invención de los vehículos dotados de mo-
sitan alimento, por lo que cultivan plantas y domestican animales. Ne- tores de combustión interna dio lugar a la necesidad de transporte
cesitan moverse con facilidad, por lo que inventan barcos, carruajes, motorizado.
20 LA EVOWC!ó:-; DE LA TEC:-.JOLOGiA DIVERSIDAO, NECESIDAD Y EVOI.L'CIÓ'\1 21

Como los coches y camiones automóviles aparecieron al final de Para indagar los orígenes de esta maravillosa invención, no es ne-
un siglo repleto de una actividad tecnológica intensa, podrían cqnsi- cesario explorar el ámbito natural. Con la excepción de unos microor-
derarse malos ejemplos en los que basar una argumentación. Quizá ganismos, ningún animal se impulsa a sí mismo por medio de un con-
si se identificase un invento anterior, un invento que no coincidiese junto de ruedas orgánicas girando libremente en los ejes. El origen de
con la innovación tecnológica deliberada y difusa y su creencia aso- la rueda ha de buscarse entre las cosas artificiales.
ciada en el progreso material, podría aislarse más fácilmente la nece- Antes de la introducción de la rueda, los objetos pesados y volu-
sidad que lo produjo. La rueda promete ser precisamente este invento. minosos eran movidos mediante trineos, plataformas de madera con
o sin patines. Se utilizaban rodillos cilíndricos (troncos lisos) coloca-
dos debajo del vehículo para facilitar el movimiento de las planchas,
La rueda y se cree que estos rodillos inspiraron la invención de la rueda.
Sea cual sea su fuente de inspiración, las ruedas hicieron su inicial
Popularmente concebida como uno de los inventos más antiguos aparición en el cuarto milenio a.C. a lo largo de una amplia zona si-
e importantes de la historia del género humano, la rueda se considera, tuada entre los ríos Tigris y Rin. Los hallazgos arqueológicos actuales
junto con el fuego, como el mayor logro técnico de la edad de piedra. indican que los vehículos con ruedas fueron inventados en Meso pota-
En las tiras cómicas y los dibujos animados, se presentan las ruedas mía y de ahí se difundieron a Europa noroccidental en un espacio de
de piedra y el fuego como creaciones parejas de los prehistóricos mo- tiempo muy corto. Las primeras ruedas eran o discos sólidos de ma-
radores de las cavernas. Esta conocida presentación, que apareció por dera cortados de una misma tabla, o bien modelos compuestos de tres
vez primera en el siglo XIX, está actualmente ilustrada en la tira có- piezas de madera talladas con forma redondeada y unidas con abra-
mica de antes de la era cristiana. zaderas.
Los más versados en la historia temprana de la cultura humana Una lectura estricta del registro arqueológico sugiere que los pri-
saben que los orígenes del fuego y de la rueda no se remontan al mis- meros vehículos con ruedas eran utilizados para fines rituales y cere-
mo período. El fuego se ha utilizado al menos durante un millón y
moniales. Las primeras ilustraciones muestran que se empleaban para
medio de años, mientras que la rueda tiene más de 5.000 años de anti-
transportar efigies de deidades o personas importantes. Los más anti-
güedad. Sin embargo, incluso a este nivel de comprensión histórica,
guos restos de transportes con ruedas se encuentran en tumbas; estos
existe la tendencia a emparejar ambos sucesos, colocándolos en una
vehículos, enterrados con el fallecido como parte de una ceremonia
categoría especial situada más allá de todos los logros humanos. Por 1
religiosa de entierro, han salido a la luz en varios lugares del Oriente
ejemplo, cuando el distinguido historiador de la economía David S.
Próximo y Europa.
Landes evaluó recientemente la significación del reloj mecánico, con-
Los vehículos enterrados con los muertos eran a menudo del tipo
cedió que <mo se podía incluir en un mismo grupo con el fuego y la
utilizado en el campo de batalla. Por tanto, los usos ritual y ceremo-
rueda)),' y por tanto merecía una categoría inferior.
Cualquiera que sea el grado de conocimiento histórico, la mayoría nial de la rueda estaban estrechamente ligados a su uso en la guerra.
de las personas opinan que el uso del transporte rodado es señal de Las necesidades militares ejercieron una poderosa influencia en el de-
ci\ilización. Ambos se consideran tan estrechamente ligados que el pro- sarrollo posterior de los vehículos de ruedas. Por ejemplo, la eviden-
greso experimentado por una cultura se ha juzgado de acuerdo con cia pictórica y física avala la idea de que el «carro de combate)) con
la medida en que ha explotado el movimiento rotativo para el trans- cuatro ruedas y la carreta de Mesopotamia fueron utilizados desde muy
porte. Mediante este estándar, el hecho de no conocer la rueda basta Pronto como plataformas móviles desde las cuales podían lanzarse ja-
para situar a una cultura lejos del mundo civilizado. balinas. La innovadora rueda de radios, que exigía un alto nivel de
artesanía, fue utilizada primero en carretas de combate durante el se-
3. David S. Lmdes. Revolutton in time: c/ocks and the making ofthe modern world, gundo milenio a.C. para crear vehículos ligeros y rápidos que pudie-
.._ ambridge, Mass., 1983, p. 6. ran ser fácilmente maniobrados durante la batalla .
22 LA EVOWCIÓN DE LA TECNOLOGÍA DIVERSIDAD, NECESIDAD Y EVOUJCIÓN 23

Además de los usos rituales y militares, la rueda también se utili-


zaba en el transporte de bienes. Aunque esta tercera función no está
registrada directamente en las primeras muestras arqueológicas, supo-
nemos que los vehículos con ruedas podrían ser -y fueron- utiliza-
dos para fines más mundanos en una fecha temprana. La evidencia
documental de carros para el transporte de productos agrícolas, como
heno, cebollas o juncos, data del 2375 al 2000 a.C., cerca de mil años
después de la aparición inicial de la rueda. Sin embargo, este retraso
temporal puede reflejar simplemente la naturaleza ritual, ceremonial
y militar de gran parte de nuestra evidencia arqueológica. A pesar de
la falta de pruebas sólidas de la función de transporte de los vehículos
con ruedas en los primeros tiempos, puede afirmarse que el aspecto
utilitario de la rueda era primario y que la necesidad de transportar
-
productos agrícolas fue la fuente de la invención del carro y la carreta.
Nuestra presentación de la rueda y de sus usos se ha limitado a
una zona geográficamente relativamente pequefia. La historia de la
rueda en el resto del mundo está por escribir. Vehículos con ruedas
aparecieron en India durante el tercer milenio y en Egipto y China du-
rante el segundo milenio a.C. En cuanto a Asia suroriental, África sub-
FIGURA 1.2. Figura de barro con ruedas elaborada por los aztecas (México). Las fi-
sahariana, Australasia, Polinesia y América del Norte y del Sur, las guras animaJes con aplicación del principio de la rueda y el eje se encuentran en toda
personas de estas amplias zonas consiguieron sobrevivir, y en mu- Mesoamérica. Datan desde aproximadamente el 300 d .C. hasta la llegada de los espa-
chos casos prosperar, sin ayuda de la rueda. Hasta la época moderna i'loles en el siglo XVI, un período en que no habla transporte rodado en la región. Fuente:
no se introdujo en estas tierras el movimiento rotativo para fmes de Stuart Piggon. The eor/iest wheeled transpon, lthaca, Nueva York, 1983, p. 15. Neg.
0.0 326744; por gentileza del Depanamento de servicios bibliotecarios del Museo Ame-
transporte.
ricano de Historia Natural.
Especialmente interesante es el caso de Mesoamérica (aproxima-
damente México y América Central). Aunque el transporte rodado era
desconocido hasta la llegada de los españoles, los mesoamericanos ha- ventar independientemente la rueda primero? Y ¿cómo explicar el flo-
cían objetos de miniatura con ruedas. Desde los siglos IV a xv d.C., recimiento de las culturas azteca y maya con sus logros en las artes
se crearon figuras de barro de diversos animales dotados de ejes y rue- y las ciencias?
das para hacerlos móviles (fig. 1.2). Se desconoce si estas figuras eran La respuesta a estos interrogantes es simple. Los mesoamericanos
juguetes u objetos votivos; sin embargo, independientemente de su fi- no utilizaron veh1cu1os con ruedas porque no era factible hacerlo da-
nalidad, muestran que el principio mecánico de la rueda era perfecta- das las características topográficas de su tierra y la fuerza animal de
mente comprendido y aplicado por personas que nunca la pusieron que disponían. El transporte rodado depende de caminos adecuados,
en uso para el transporte de bienes. un difícil requisito en una región caracterizada por densas junglas y
¿Cómo explicar esta no explotación de un invento comúnmente con- un paisaje accidentado. Thmbién se necesitaban grandes animales de
siderado como uno de los dos logros técnicos mayores de todas las tiro capaces de arrastrar pesados vehículos de madera, pero los me-
épocas? Si suponemos que se trata de un pueblo cuyo desarrollo inte- soamericanos carecían de animales domesticados que pudieran utili·
lectual estaba tan estancado que no fue capaz de hacer un uso prácti- zar para estos fmes. Los hombres y mujeres de México y América Cen-
co de la rueda, ¿cómo explicar el hecho de que fuera capaz de in- tral hacían largos recorridos, y a través de un accidentado terreno,
24 LA E\IOLLTIÓ:-.l DE LA TECNOLOGÍA DIVERSIDAD. NECESIDAD Y 25

llevando cargas en la espalda. No era necesario construir caminos para cesidad humana universal. Ha concluido con la concepción de la
estos porteadores humanos. da como una invención cultural cuya significación e impacto han sido
Puede aportarse un caso incluso más convincente contra la supe- exagerados en Occidente. Aunque este examen no pretende minorar
rioridad y aplicabilidad universal de la rueda volviendo a su lugar de la importancia real de la rueda en la tecnología moderna, plantea se·
origen en el Oriente Próximo. Entre los siglos m y XII d.C., las civili- rías dudas sobre su uso como criterio para evaluar otras culturas.
zaciones del Oriente Próximo y norte de África abandonaron el trans- Situando el transporte rodado en una perspectiva cultural históri·
porte con vehículos rodados y adoptaron una forma más eficiente y ca y geográfica más amplia, se desprenden tres ideas: primera, que los
rápida de mover bienes y personas: sustituyeron al carro y la carreta vehículos con ruedas no se inventaron necesariamente para facilitar
por el camello. Este deliberado rechazo de la rueda en su misma re- el movimiento de bienes; segunda, que la civilización occidental es una
gión de origen duró más de mil años. Tuvo su fin sólo cuando las prin- civilización centrada en la rueda que ha llevado el movimiento rota ti·
cipales potencias europeas, extendiendo sus esquemas imperialistas al vo en el transporte a un elevado estado de desarrollo; y, tercera, que
Oriente Próximo, reintrodujeron la rueda. la rueda no es una invención mecánica singular, o útil, para todo el
El camello como animal de carga fue preferido al transporte roda· mundo en todas las épocas.
do por razones que resultan evidentes cuando se compara el camello
con el típico vehículo tirado por bueyes. El camello puede transportar
más, ir más rápido y viajar más lejos, con menos alimento y agua, Necesidades fundamentales
que el buey. Los camellos de carga no necesitan ni caminos ni puen·
tes, pueden ir campo a través y vadear ríos y torrentes, y dedican toda La indagación de las relaciones entre necesidad e invención ha re·
su fuerza a llevar la carga, sin desperdiciarla en acarrear el peso muer· velado que la necesidad es algo relativo. Una necesidad para un pue·
to de una carreta. Cuando se comparan el camello y el buey, resulta blo, generación o clase social puede carecer de valor utilitario, o pue·
sorprendente que primero llegara a adoptarse la rueda en esta región. de ser un lujo superficial para otro pueblo, generación o clase social.
En el Oriente Próximo, una gran parte de la carga de bienes siempre :\1ientras los europeos promovían enérgicamente el transporte roda·
era llevada por animales de carga. El sesgo en favor de la rueda llevó do, los nororientales abandonaban su experimentación con la rueda,
a los estudiosos occidentales a infravalorar la utilidad de los animales y los mesoamericanos adaptaban el movimiento rotativo a figuras de
de carga y sobreestimar la contribución de los vehículos de ruedas en barro. La historia de la recepción y uso comparado de la rueda podía
los años anteriores a que el camello sustituyó a la rueda. repetirse en relación a otras llamadas necesidades de la vida moderna.
Cuanto más conocemos sobre la rueda, más claro resulta que su Lejos de satisfacer necesidades universales, obtienen su importancia
historia e influencia han sido distorsionadas por la extraordinaria aten· en el seno de un contexto cultural o sistema de valores específico.
ción que se le prestó en Europa y Estados Unidos. La idea occidental Esto plantea la sospecha de que pudiera ser factible despojarse de
de que la rueda es una necesidad universal (tan crucial para la vida las falsas necesidades, las necesidades triviales a las que nos hemos
como el fuego) tiene un origen reciente. El fuego, y no la rueda, fue acostumbrado, para establecer un núcleo de necesidades fundamenta·
el precioso don que Prometeo robó a los dioses y concedió a la huma. les propias de los seres humanos de toda época y lugar. Estas necesi·
nidad. De forma similar, el fuego, y no la rueda, fue tradicionalmente dades universales proporcionarían suelo firme en el que basar la com·
descrito como agente civilizador en las artes literarias y visuales de la prensión de la cultura, incluida la tecnología.
cultura occidental. No fue hasta finales del siglo XIX y comienzos del Según los antropólogos funcionales y los sociobiólogos, todo as·
XX cuando los escritores populares acerca de la tecnología elevaron pecto de la cultura, material y no material, puede asociarse directa·
a la rueda al primordial lugar que ocupa hoy. mente a la satisfacción de una necesidad básica. En su opinión, la cul-
Esta historia de la rueda comenzó como una búsqueda de un ade· tura no es más que la respuesta de la humanidad a la satisfacción de
lanto tecnológico significativo que se produjo en respuesta a una ne· sus necesidades nutritivas, reproductoras, defensivas e higiénicas. Sin
26 LA DE LA TECNOLOGÍA DJVERSIDA.D, 'IECESlDAD Y E\OLUCJÓ'>.; 27

embargo, los críticos de la teoría biológica han propuesto varios con- cen instrumentos para hacer otros instrumentos, o transmitan los co-
rraargumemos sólidos. Algunos han señalado que fenómenos centra- nocimientos técnicos a sus descendientes.
les en la cultura humana, como el arte, la religión y la ciencia, tienen Así las cosas, es erróneo vincular el uso de herramientas por los
muy débiles vinculaciones con la supervivencia humana. Igualmente, animales con la tecnologia humana por medio de una curva de transi-
la agricultura y la arquitectura, que supuestamente pueden vincularse ción uniforme. Incluso los instrumentos más primitivos y toscos pro-
a la necesidad de alimento y de cobijo, tienen manifestaciones sólo ducidos por lo:;; humanos suponen una considerable previsión y un ni-
remotamente explicables por la necesidad biológica. La empresa agrí- vel de mentalidad que los diferencia de los más sofisticados ins-
cola moderna, por ejemplo, está motivada por muchas más cosas que trumentos creados por los animales. Como indicó Karl Marx, el peor
por el interés en proporcionar alimento a la humanidad; un rascacie- arquitecto es superior al mejor animal constructor de nidos o colme-
los no es simplemente una estructura destinada a proteger a las perso- nas porque sólo los humanos son capaces de idear estructuras en su
nas de las variaciones climatológicas. imaginación antes de levantarlas.
Algunos estudiosos afirman que el lenguaje es el rasgo más im- los animales existen y se desarrollan sin el fuego o los utensilios
portante de la culmra, y que es el lenguaje, y no la biología, lo que de piedra más simples. En tanto en cuanto somos animales, en el pla-
determina nuestra definición de lo que consideramos necesario o útil. no geológico de existencia, también podríamos vivir sin ellos. Por su-
En su opinión, la necesidad no es algo que la naturaleza impone a la puesto, sin tecnología no podríamos ni ocupar ni ... isitar muchas re-
humanidad, sino una categoría conceptual creada por elección cultu- giones del planeta que actualmente habitamos. Ni podríamos hacer
ral. Ambos grupos de críticos reconocen las presiones materiales exte- la mayoría de las cosas que hacemos en nuestra vida cotidiana. Pero
riores en la cultura; sin embargo, estas presiones se consideran remo- podríamos sobrevivir, y la supervivencia es lo que tenemos presente
tas y de menor importancia cuando se comparan con la inmensa gama cuando preguntamos por el nivel de complejidad necesario de una tec-
de posibilidades culturales abiertas a la humanidad. la necesidad bio- nología para satisfacer nuestras necesidades básicas.
lógica opera negativamente y en límites extremos. Determina lo que Como la tecnología no es necesaria para satisfacer las necesidades
es imposible, no lo que es posible. animales de las personas, el filósofo Ortega y Gasset define la tecno-
Otro enfoque crítico a las teorías de la cultura basadas en las nece- logía como la producción de lo superfluo. Ortega indica que la tec-
sidades fundamentales previas evalúa el papel de la tecnología en el nología era tan superflua en la edad de piedra como lo es hoy. Como
reino animal. Sus partidarios concluyen que no es necesaria tecnolo- el resto del reino animal, también nosotros podríamos haber vivido
gía alguna para satisfacer las necesidades animales. Esta afirmación sin el fuego y sin herramientas. Por razones aún oscuras, empezamos
se prueba observando el reino animal en el que se satisfacen las nece- a cultivar la tecnología y en el proceso creamos lo que ha llegado a
sidades vitales sin intervención de la tecnología. Al contrario que en conocerse como la vida humana, la buena vida o bienestar. La lucha
la fábula de Esopo, en la vida real los pájaros no consiguen el agua en pos del bienestar ciertamente entraña la idea de necesidades, pero"
recurriendo a complejas estratagemas tecnológicas. Los pájaros y otros estas necesidades están cambiando constantemente. Una vez la nece-
animales no cavan pozos o construyen canales, acueductos u oleoduc- sidad motivó la construcción de pirámides y templos, y en otra inspi-
tos. La naturaleza les proporciona agua, alimento y abrigo directamente ró el movimiento por la superficie de la Tierra en vehículos autopro-
sin estructura artificial alguna. Por supuesto, algunos animales utili- pulsados, viajes a la Luna, y la incineración e irradiación de ciudades
zan palos, piedras y hojas como instrumentos primitivos para recoger enteras.
alimento y como armas para defenderse, pero la conducta instrumen- Cultivamos la tecnología para satisfacer nuestras necesidades per-
tal animal es tan rudimentaria y limitada que apenas puede compa- cibidas y no un conjunto de necesidades dictadas por la naturaleza.
rarse con la tecnología de las culturas humanas más simples. No hay Según el filósofo francés Gaston Bachelard, la conquista de lo super-
animales que utilicen el fuego, ni animales que creen rutinariamente fluo nos da un mayor estímulo espiritual que la conquista de lo nece-
nuevos instrumentos, mejoren instrumentos de antiguo diseño, utili- sario porque los humanos son creaciones del deseo, no de la necesidad.
28 LA EVOLUC!Ót'i DE LA TECI'óOLOGÍA DIVERSIDAD. t"ECESIDAD Y EVOWCION 29

Una necesidad percibida coincide a menudo con una necesidad ani- derno con pocos precedentes en la Antigüedad. Aristóteles, que escri-
mal, como la exigencia de nutrirse. No obstante, no hemos de perder bió mucho sobre cuestiones biológicas, hizo poco uso de analogías
de vista el hecho de que los humanos han elegido actualmente un me- mecánicas en su explicación del mundo orgánico. No fue hasta el Re-
dio tecnológico excesivamente complejo de satisfacer necesidades bá- nacimiento cuando los pensadores europeos empezaron a establecer
sicas. En vez de confiar directamente en la naturaleza para la supervi- paralelismos entre lo orgánico y lo mecánico. Esta asociación de lo
vencia, hemos ideado las técnicas totalmente innecesarias de la que hasta entonces se habían considerado elementos dispares fue re-
agricultura y la cocina. Estas técnicas son innecesarias porque las plan- sultado de la aparición de una multitud de nuevos instrumentos tec-
tas y animales son capaces de crecer e incluso desarrollarse sin la in- nológicos y de la aparición de la ciencia moderna.
tervención humana, y porque el alimento no ha de ser procesado por Inicialmente, el flujo de las analogías orgánico-mecánicas fue de
el fuego antes de ser apto para el consumo humano. La agricultura la tecnología a la biología. Las estructuras y procesos de los organis-
y la cocina no son prerrequisitos para la supervivencia humana; sólo mos vivos se describían y explicaban en términos mecánicos. A me-
se vuelven necesarias cuando optamos por incluirlas en nuestra idea diados del siglo XIX, se registró un movimiento metafórico en direc-
de bienestar. ción opuesta. La contracorriente metafórica tuvo una imponancia
Los humanos tienen una relación diferente de la de los animales decisiva; por vez primera, el desarrollo de la tecnología se interpretó
con el mundo natural. La naturaleza mantiene simple y directamente mediante analogías orgánicas.
la vida animal. Para los humanos, la naturaleza sirve de fuente de ma- El crecimiento industrial generalizado, la capacidad del geólogo
teriales y fuerzas que pueden ser utilizados en prosecución de lo que para establecer la antigüedad de la Tierra, y la aparición de la teoría
ellos optan por llamar en cada caso su bienestar. darviniana de la evolución facilitaron la aplicación de las analogías
Como los recursos naturales son variados, y como los valores y orgánicas al ámbito tecnológico. Este nuevo tipo de metaforización
gustos humanos difieren de una cultura a otra, de una época a otra tuvo sus efectos más notables y duraderos en la literatura y la antro-
y de persona a persona, no nos sorprendería hallar una enorme diver- pología. Los usos literarios de la metáfora orgánico-mecánica pueden
sidad en los productos de la tecnología. Los artefactos que componen estudiarse adecuadamente en los escritos de Samuel Butler, y los an-
el mundo artificial no constituyen una serie de soluciones directas a tropológicos, en la obra del general Augustus Henry Pitt-Rivers (nom-
los problemas generados por la satisfacción de las necesidades bási- bre original, Lane-Fox). Ambos hombres vivieron en la Inglaterra vic-
cas, sino que son manirestaciones materiales de las diversas formas toriana y ambos estuvieron profundamente influidos por El origen de
que hombres y mujeres han elegido a lo largo de la historia para defi- las especies de Danvin.
nir y mantener su vida. Vista de este modo, la historia de la tecnolo- En su novela utópica Erewhon (1872) y en ensayos como «Darwin
gía es una parte de la mucho más amplia historia de las aspiraciones among the machines>) (1863), Samuel Butler analizaba caprichosamente
humanas, y la plétora de cosas artificiales es producto de mentes hu- la idea de que las máquinas se desarrollaron de forma notablemente
manas repletas de fantasías, anhelos, metas y deseos. El mundo artifi- similar a la evolución de los seres vivos. Sus ideas inspiraron las fanta-
cial mostraría mucha menor diversidad si operase prioritariamente bajo siosas novelas evolulivas populares de la ciencia-ficción de los siglo<;
las constricciones impuestas por las necesidades fundamentales. XIX y xx, en las que máquinas en rápida evolución superan y sustitu-
yen a los humanos, cuyo desarrollo evolutivo se ha estancado. La in-
fluencia de Butler también puede apreciarse en los modernos ensayos
ANALOGÍAS especulativos que predicen o el advenimiento de una nueva relación
simbiótica entre humanos y máquinas, o la superación de la humani-
Explicar la diversidad de los artefactos mediante una teoría de la dad por rormas tecnológicas nuevas capaces de autorreproducción,
evolución tecnológica exige comparar los organismos vivos y los ins- como robots y ordenadores.
trumentos mecánicos. Este pensamiento analógico es un fenómeno mo- Los victorianos, orgullosos de sus logros industriales, fueron así
JO LA EVOLUCIO."i DE LA TEC."iOLOGÍA DIVERSlDAD, !\ECESIDAD Y EVOLLCION Jl

advertidos por Butler de la conveniencia de detenerse y contemplar Las especulaciones evolutivas de Butler, presentadas en un tour de
las más amplias implicaciones del cambio tecnológico. Las máquinas, force literario, le permitían expresar su ingenio y talento, su ambigua
decía, han experimentado una serie de transformaciones muy rápidas, respuesta a los progresos de la tecnología y la ciencia, y sus críticas
desde el simple palo de nuestros antepasados a la máquina de vapor a las proposiciones teológicas y filosóficas. Pitt-Rivers, un oficial del
de la actualidad. Este desarrollo en la dirección de una mayor com- ejército que luego dedicó su vida a la etnología y la arqueología, abordó
plejidad plantea la posibilidad de la adición de un reino mecánico, com- la evolución tecnológica de forma totalmente diferente. Su aceptación
puesto por todas las formas de vida mecánica, a los reinos animal y del evolucionismo de Darwin y Herbert Spencer derivó de su experien-
vegetal existentes. cia militar y del deseo de catalogar, clasificar y mostrar su colección
La identificación de las máquinas como nueva clase de seres vivos personal de armas e instrumentos primitivos.
permitiría a los victorianos ordenarlas en géneros, especies y varieda- En 1852, al asignársele la comprobación de nuevos rifles para el
des, sugería Butler, y pasar de este ejercicio de clasificación a la cons- ejército británico y la preparación de un manual de instrucción para
trucción de un árbol evolutivo que ilustrase las conexiones entre las su uso, Pitt-Rivers se interesó por la historia de las armas de fuego.
diversas formas de vida mecánica. La teoría de Darwin, por tanto, es A lo largo de su investigación, cobró conciencia de la modificación
perfectamente compatible con el reino animal. La historia de la tec- gradual y progresiva del diseño de las armas de fuego, que había de-
nología está repleta de ejemplos de máquinas que cambian lentamen- terminado la creación de rifles cada vez más potentes y precisos. Apro-
te con el tiempo y sustituyen a antiguos modelos, de estructuras resi- ximadamente por esta época empezó a reunir una colección de arte-
duales que subsisten como partes de mecanismos mucho después de factos prehistóricos y a investigar los restos desterrados en las Islas
haber perdido sus funciones originales, y de máquinas implicadas en Británicas y Europa septentrional. Su contacto con estos diversos ar-
una lucha por la supervivencia, si bien con la ayuda de los humanos. tefactos le llevó a considerar la mejor forma de organizarlos para su
El criador de plantas o animales que practica la selección artificial, estudio y eventual exposición. ¿Debían disponerse geográficamente se-
eligiendo ciertos especímenes para su propagación, está haciendo pre- gún su lugar de origen, o bien había un esquema de clasificación más
cisamente lo que hacen el constructor de máquinas y el industrial con provechoso?
la vida mecánica cuando planean una nueva empresa tecnológica. La historia natural ofrecía una modalidad de sistema clasificato-
A los escépticos que replicaban que no puede decirse que las má- rio: el ordenamiento linneano de los reinos animal y vegetal en géne-
quinas vivan y evolucionen porque son incapaces de reproducirse, Bu- ros, especies y variedades. En este sistema, la forma era más significa-
tler respondía que en el reino mecánico la reproducción opera de dife- tiva que la geografía. Como había mostrado que los estudios
rente modo. La propagación de la vida mecánica depende de un grupo
taxonómicos podían revelar grandes y fundamentales verdades sobre
de instrumentos fértiles, denominados máquinas-herramienta, capa-
la naturaleza de los seres vivos, Pitt-Rivers decidió ignorar las dimen-
ces de producir una gran variedad de máquinas estériles.
siones geográficas, temporales y culturales de los artefactos, seguir la
Pero una cuestión más apremiante que la reproducción, advertía
pista de la historia natural y ordenar su colección en una serie de se-
Butler, es la naturaleza de las futuras relaciones entre la humanidad
cuencias compuestas de formas estrechamente emparentadas.
y la máquina. Como las máquinas son más potentes, precisas, seguras
La afirmación de Spencer de que toda la historia de la vida se ca-
y versátiles que los humanos, y como las máquinas cambian rápida-
mente ante nuestros ojos, los humanos no pueden evitar pasar a un racterizaba por un desarrollo de lo simple a lo complejo, de lo homo-
segundo plano en un mundo dominado por la tecnología. Por supuesto, géneo a lo heterogéneo, inspiró a Pitt-Rivers a convertir a estos en prin-
podríamos intentar poner freno a la evolución mecánica, pero ello sig- cipios rectores de su ordenación de los artefactos. Lüs colocó así en
nificaría la destrucción de toda máquina e instrumento, de toda pa- secuencias que empezaban por el instrumento, arma o utensilio más
lanca y tornillo, de toda pieza de material moldeado. Como no pode- simple y progresaban gradualmente hasta el más complejo. Este mé-
mos detener el progreso mecánico, hemos de resignarnos, advertía todo era algo más que una forma cómoda de imponer orden a los va-
Butler, a aceptar' el estatus de siervos de nuestros superiores. riados productos de la cultura material. Como se pensaba que cada
32 LA EVOLLCIÓ:-.l DE LA TECNOLOGÍA
DIVERSIDAD. NECESIDAD Y EVOLI:CIÓ:"-1 JJ
artefacto se había originado como una idea en la mente de su creador
ESC\JDO
original, las secuencias reunían los aspectos materiales e intelectuales
de la vida. La serie progresiva y continuada de artefactos afines servía
de prueba de la evolución de la cultura humana desde su estado más
primitivo hasta las etapas superiores de la civilización.
Pitt-Rivers limitó sus labores de recopilación y clasificación a los
artefactos preindustriales, y deliberadamente evitó la dificultad de tratar
PALO
con los productos más complejos y sofisticados de la tecnología vic-

-
toriana. Su enfoque en la cultura primitiva derivaba de la creencia de
que el estudio de los más simples artefactos revelaría los procesos de
pensamiento de los hombres y mujeres prehistóricos y demostraría cla-
ramente la naturaleza progresiva de la cultura material. Sin embargo
-responderían los críticos modernos-, no puede identificarse lo pri-
mitivo con lo prehistórico: no tenemos derecho a suponer que la cul-
tura de los aborígenes australianos modernos tenga algún parecido con
la cultura del paleolítico. Pitt-Rivers y otros antropólogos evolutivos 1=- e=-"""
del siglo XIX responderían que en cualquier momento de la historia ")=- O=- -
las muchas sociedades dispersas por la Tierra reflejan las diferentes
etapas evolutivas por las que ha pasado toda cultura humana. Creían i
que cada cultura seguía un único y amplio curso de cambio evolutivo
con desviaciones sólo menores. Si los aborígenes australianos utiliza- '
¡
ban instrumentos de piedra, entonces estaban precisamente en la mis-
ma etapa de desarrollo cultural que había alcanzado el hombre del pa-
leolítico cientos de miles de años antes.
Dadas estas suposiciones sobre la evolución cultural y los artefac- >J -j

tos, Pitt-Rivers no se interesaba particularmente en recopilar especí-


menes raros o exóticos para su colección. Thmpoco se interesaba en
datar con precisión sus artefactos y ubicarlos en un contexto cultural
"'tt,,
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específico. En vez de esto, buscaba las formas que llenaban los huecos
de las secuencias existentes o que podían utilizarse para iniciar nuevas
secuencias (figs. 1.3 y 1.4). El criterio dominante en cada caso era lo
bien que encajaba este espécimen entre otros dos de una secuencia;
es decir, cuánto contribuía al establecimiento de una transición conti-
nuada. Thnto en los reinos orgánico como tecnológico, los vacíos de una
FIGURA 1.3. Evolución de las armas de los aborigenes australianos. Los bastones de
secuencia representaban eslabones ausentes que podían cubrirse even- guerra, bumerangs, lanzas, arpones y escudos fueron ordenados por Pitt·Rivers de for-
tualmente. Si parecía que había más carencia de vínculos artificiales
que orgánicos era porque la colección y clasificación de plantas y ani-
males se había extendido durante siglos, mientras que la organización
y análisis de las cosas artificiales no había hecho más que empezar.
34 LA EVOLUCIÓ'\1 DE LA DIVERSIDAD, l'ECESIDAD) EVOU..:CIÓN 35

sempeñaran mejor sus funciones. En consecuencia, el cambio de los


,.;::':') ¡/), artefactos se dirigía a lo largo de un camino progresivo, aun cuando
,, "-J
\ __,' j
v los artesanos fuesen totalmente inconscientes de las implicaciones de
largo alcance de las ligeras mejoras que habían introducido. Al satis-
facer una necesidad inmediata, inadvertidamente habían contribuido
) í.)
:J ·. !J . ' .
.

' - a fomentar el progreso técnico.


Para un observador moderno, resulta extremadamente fácil reba-
tir las ideas de Pitt-Rivers como una superentusiástica y acrítica apli-
cación del darvinismo a la cultura material. Hemos de recordar que
Pitt-Rivers testimonió de primera mano el inmenso éxito de la teoría
de Darwin en biología y que conoció personalmente a algunos de los
amigos del maestro. Resulta comprensible que desease hacer su con-
tribución a la difusión de la doctrina evolucionista. Por otra parte, los
antropólogos e historiadores del siglo XX han rechazado la creencia
de que el progreso tecnológico unilineal sea el rasgo distintivo de la
cultura humana, y han demostrado la falacia de suponer que las cul-
turas de los pueblos prehistóricos y los pueblos primitivos actuales sean
fllil R·\ 1.4. Historia e\oluti\'a del martillo, desde la primera piedra toscamente for- virtualmente idénticas. Estas críticas actuales, que desafían seriamen-
mada 111 al gigantesco marullo de vapor de 1842 ( 14} de James Nasmyth. Esta secuen- te elementos clave de las teorías de Pitt-Rivers, han sido ampliamente
evoluti;a de un instrumento de mano fue preparada por el personal del
divulgadas. Son menos conocidos los aspectos originales y perdura-
Ylu;eo Na..:ional de los Estados L01do; para <<ind1car cómo la meme humana ha llega-
do a cieno<. logm> del conodmiento que han sido hitos del progresO•>. Siguiendo el eJem- bles del enfoque de Pitt-Rivers.
plo de (fig. 1.3). los •<especímenes están di>puestos en orden de grado de En una época en que los estudios culturales eran eminentemente
dc,arrollo, independientemente de la raza, lugar o epoca>>. Fuente: Walter Hough, descriptivos, si no cabalmente de anticuario, Pitt·Rivers ofreció una
,, Synopuc Series of Objects in the L mted States National M useum ll!u>trating the His· base teórica para la integración de los logros intelectuales y tecnológi-
r,1ry of Proceedings oj the L'nited States .\'arional ."'fuseum, 6ü. Washing-
ton. D.C. 192.2, art. 9, p. 2. lám. 16.
cos. Un artefacto era algo más que un objeto inerte rápidamente crea-
do para satisfacer una necesidad. Era un residuo supen..iviente de la
mente humana que lo concibió. Contrariamente a muchos de sus con-
Pitt-Rivers tenía cuidado en no forzar la defensa de la evolución temporáneos, Pitt-Rivers creía que el cambio tecnológico no se conse-
tecnológica o establecer analogías de largo alcance entre los organis- guía mediante una serie de grandes saltos no relacionados hacia ade-
mos vivos y los objetos materiales. Por ejemplo, pensaba que era per- lante de unos pocos inventores heroicos. Más bien, la forma de un
misible justificar su interés en el armamento y en Jos orígenes de la artefacto modificado se basaba en la de un predecesor anterior. A panir
actividad bélica vinculándolos con la lucha darviniana por la existen- de aquí se seguía la idea de que todo artefacto podía disponerse en
cia. Pero los humanos utilizan armas en su lucha; las propias armas una secuencia, que estaba interconectada con otras secuencias y que,
no luchan por sobrevivir. Ni las armas u otros artefactos son capaces si se siguiesen retrospectivamente en el tiempo, convergerían, lleván-
de reproducción. Adelantándose a estas objeciones, Pitt-Rivers intro- donos a los restos de los primeros artefactos humanos.
dujo la idea de selección inconsciente. A lo largo de la historia, sin
premeditación o intención, los humanos habían seleccionado los arte-
factos más aptos para ciertas tareas, habían rechazado los menos ap-
tos y modificado gradualmente los restantes artefactos para que de-
36 LA EVOLCCJÓN DE LA TECNOLOGIA D!\'ERSIDAD, 'IECESIDAD Y EVOLUCIÓ!>O 37

CAMBIO ACL'MULATIVO tico en el que tiene lugar una reacción en cadena que acelera con·
siderablemente el ritmo de la actividad inventiva.
Butler y Pitt-Rivers no eran en modo alguno representantes de la Ogburn no hizo intento alguno por contrastar esta teoría altamen·
concepción dominante de la naturaleza del cambio tecnológico. La ex- te abstracta, determinando si estaba en consonancia con un cuerpo
plicación evolutiva, o continua, que adoptaron era mucho menos acep- suficiente de datos empíricos. Por contraste, su colega sociólogo S. C.
tada que la interpretación revolucionaria o discontinua. Según esta úl- Gilfillan, en los años treinta, escribió dos tratados sobre la invención
tima, los inventos surgen de forma plenamente desarrollada de la mente -el primero ofreciendo una sociología de la invención, y el segundo
de inventores con genio. En esta teoría heroica de la invención, se ig- un detallado estudio centrado en la evolución del barco, desde su ori-
noran o relativizan las pequeñas mejoras de la tecnología, poniéndose gen como tabla flotante hasta los modernos buques con motor Diesel.
todo el acento en la identificación de los logros mayores de personajes Gil filian fue resueltamente opuesto a cualquier teoría del cambio
concretos -por ejemplo, la máquina de vapor de James Watt, o la tecnológico que asignase los inventos a lo que llamaba «inventores ti-
desmotadora de algodón de Eii Whimey. tulares>>, aquellos encerrados en la mitología popular de la invención.
No mucho después de que Darwin publicase El origen de las espe· Adhiriéndose al modelo darviniano, escribió acerca del «continuo in-
cies, Karl Marx, un gran admirador del naturalista inglés, demandaba diviso de la realidad inventiva>>, 4 culpando al lenguaje, las costumbres
una historia crítica de la tecnología escrita con criterios evolutivos. Creía y las convenciones sociales por fragmentar el continuo en una serie
que esta historia revelaría lo poco que la Revolución industrial debió de inventos. discretos identificables.
a la obra de inventores individuales. La invención es un proceso so- la prueba de la teoría de Gil filian se encuentra en su segundo vo-
cial, decía Marx, basado en la acumulación de muchas mejoras me· lumen. Según él, el barco comenzó corno una plancha hueca impulsa-
nores, y no en los esfuerzos heroicos de unos pocos genios. da a mano. Cuando los primeros marinos se pusieron de pie en sus
Durante la primera mitad del siglo XX, la concepción heroica de piraguas y constataron que el viento que chocaba contra su indumen-
la invención fue desafiada por tres estudiosos norteamericanos taria aumentaba la velocidad de su embarcación, se inventó la vela.
-William F. Ogburn, S. C. Gil filian, y Abbott Payson Usher-, quie· Reconstruir toda la historia de la navegación a vela a partir de este
nes propusieron teorías del cambio tecnológico basadas en el darvi· punto, utilizando una perspectiva evolutiva, es relativamente sencillo.
nismo. Ogburn, sociólogo y el autor más influyente de los tres, co· Sólo la embarcación movida a motor trastorna aparentemente el flujo
menzaba por definir el invento como combinación de los elementos continuado. Gil filian superaba este obstáculo situando los orígenes del
culturales existentes y conocidos para formar un nuevo elemento. El barco de vapor en el imperio bizantino. Un barco de guerra movido
resultado de este proceso es una serie de pequeños cambios, la mayo· por paletas propulsadas por tres parejas de bueyes aparece en una ilus-
ría de ellos patentables, pero ninguno de los cuales constituye un cor· tración de comienzos del siglo VI d.C. La embarcación a paletas utili-
te tajante con la cultura material anterior. zando la fuerza de un buey o caballo evolucionó posteriormente de
Ogburn afirmaba que en todos los pueblos puede hallarse un por· forma regular. Durante el siglo XVIII, europeos y norteamericanos sus-
centaje fijo de individuos con una capacidad inventiva superior. Como tituyeron la fuerza animal por el vapor para hacer girar las ruedas de
la población crece en cualquier país, el número de inventores poten· paletas. la cuestión no era máquina de vapor versus vela, sino el uso
ciales aumenta proporcionalmente. Si sucede que estos inventores na· de la máquina de vapor versus los bueyes y caballos para impulsar un
cenen una cultura que proporciona formación tecnológica e incentiva barco de ruedas con paletas.
la novedad, entonces han de surgir numerosas invenciones. Inicialmen· Gilfillan concede que puede haber aproximadamente una docena
te, el ritmo de la innovación es lento mientras se crea una reserva de de inventos marítimos que podrían considerarse imprevistos por cuanto
invenciones. La acumulación posterior de novedades estimula la in·
novación porque ha aumentado el número de elementos disponibles 4. S. C. Gilftllan. Thesociology ofinrention, 1935; reimp. Cambridge, Mass., 1970,
a combinar. Pronto las novedades acumuladas alcanzan un punto CrÍ· P. 24.
38 LA EVOLUCIÓ}I" DE LA TEC:-.OLOGÍA DIVERSIDAD. NECESIDAD Y EVOLUCIÓ'I 39
l
1

no tuvieron un precedente conocido o notorio. H antiguo barco de centrales en la tesis de Usher. Estos actos son tan importantes para
paletas movido por bueyes es una anomalía de este tipo. Dado que los inventos mayores, o estratégicos, como para los menores. La sínte-
el desarrollo del barco exigía la acumulación de cientos de miles de sis acumulativa de invenciones individuales menores produce eventual-
invenciones menores, Gil filian no se inquieta por las pocas mente las invenciones estratégicas mejor conocidas de la historia. Pero
nes que parecen contradecir su punto de vista evolutivo. Afirma que el proceso no es ni automático ni está predeterminado. Una mera acu-
las anomalías pueden explicarse si reconocemos que el proceso acu- mulación de invenciones no garantiza que vaya a producirse un cam-
mulativo no siempre tuvo lugar en público, con la construcción de em- bio tecnológico. La clave es siempre el acto intuitivo del inventor por
barcaciones de tamafio reaL Los progresos graduales pueden haberse el que se eligen determinados elementos, combinados de forma inno-
conseguido en una serie de esbozos aproximados, dibujos formales o vadora, y se engarzan en una solución.
modelos antes de probar los resultados en un barco de tamañ.o natu- Los actos de intuición pueden ser probados por los psicólogos, pero
ral. De este modo pueden dispensarse las invenciones imprevistas en la mayoría de las veces son inexplicables. Introducen el papel de las
la evolución del barco y mantenerse la curva continua de cambio de facultades mentales en el proceso de invención y por su presencia in-
Gilfillan. dican precisamente en qué punto pueden entrar en juego las fuerzas
Sin embargo, el historiador de la economía Abbott P. Usher consi- económicas. Cuando se sientan las bases (segunda etapa) y se revisa
deró excesivamente mecanicistas las teorías de la invención formula- críticamente la solución (cuarta etapa), la intervención económica suele
das por Ogburn y Gilfillan. En ellas se describía a los inventores como ser efectiva. Por otra parte, los actos de intuición (tercera etapa) no
meros instrumentos de un proceso histórico rígidamente predetermi- responden a la influencia económica. Pertenecen al ámbito psicológi-
nado. Subrayando el carácter social de la invención, y llamando la aten- co, no al económico.
ción sobre los efectos acumulativos de las pequeñas mejoras, ambos Aun cuando Usher abordase el estudio del proceso inventivo como
habían ignorado la importancia dt: los esfuerzos e ideas originales del historiador de la economía, su teoría iba más allá de una explicación
inventor individual. Nos querían hacer creer -decía Usher- que cuan- económica o social estricta. Subrayando los aspectos psicológicos de
do se alcanza el número critico de elementos nuevos, la invención apa- la invención, destacó la idea de que la aparición de una novedad debe
rece automáticamente, sólo con una pequeña ayuda del inventor. abordarse en un contexto más amplio. Los economistas y los historia-
Por ello, Usher proponía el enfoque de sin tesis acumulativa de la dores de la economía que estudian actualmente la invención no siguen
invención, un enfoque que modificaba la explicación continua y la en- los pasos de Usher acerca de la importancia de los actos de intuición.
riquecía con los hallazgos de la psicología de la Gesta/t. La teoría de Sin embargo, muchos de ellos aceptan su idea de inspiración darvi-
Usher contenía cuatro premisas: niana de que el progreso técnico es el resultado del cambio acumulativo.
1. Percepción del problema: se reconoce un modelo incompleto
o insatisfactorio que necesita corrección.
2. Formulación del marco: se reúnen los datos relacionados con UNA TEORÍA MODERNA DE LA EVOLUCIÓN TECNOLÓGICA
el problema.
3. Acto de intuición: se encuentra la solución al problema me- Mi repaso de los anteriores intentos por explicar el cambio tecno-
diante un acto mental no predeterminado. Este acto va más lógico mediante el uso de un modelo evolutivo ha sentado las bases
allá del acto de habilidad normalmente esperado en un profe- Para una consideración de la teoría que voy a desarrollar en esta obra.
sional experto. El estudio de Butler y Pitt-Rivers reveló que los artefactos, como las
4. Revisión critica: se analiza y revisa por completo la solución Plantas y las formas de vida animal, pueden ordenarse en secuencias
(introduciendo posibles refinamientos gracias a nuevos actos cronológicas continuas. Sin embargo, no puede construirse una teoría
de intuición). tnoderna de la evolución tecnológica sobre la evocación del darvinis-
Los actos de intuición que resuelven esencialmente el problema son mo para los fines de la sátira literaria y social (Butler) o sobre hipoté-
40 LA E\'OlUC!Ó]'; DE LA TEC:"!OLOGiA

ticas cadenas de armas primitivas afines (Pitt-Rivers). Es igualmente


insatisfactorio limitar la elección de los ejemplos ilustrativos a un úni-
co campo tecnológico (Gilfillan), o proseguir un enfoque altamente
teórico e ignorar los detalles técnicos de un cambio tecnológico (Og-
burn), Por ello, mi teoría va a apuntalarse en todo su desarrollo por
detallados estudios concretos de artefactos tomados de diversas tec-
nologías, culturas y épocas históricas.
Butler, Pitt-Rivers, Gilfillan, Ogburn y Usher subrayaban la acu-
mulación temporal de pequeñas variaciones que finalmente desembo-
2. CONTINUIDAD Y DISCONTINUIDAD
caban en nuevos artefactos. Usher, introduciendo los «actos de intui-
ción>> en el proceso intuitivo, llamó la atención hacia el papel de la INTRODUCCJÓ:\
creatividad individual, pero siguió convencido de que los principales
inventos resultaban de la síntesis acumulativa de una serie de inventos Un gran sector del público actual cree que el cambio es disconti-
menores. En la teoria acumulativa de la invención, el cambio es lento nuo y depende del esfuerzo heroico de genios individuales, como Eli
e inevitable, y queda poco espacio para las innovaciones radicales de Whitney, Thomas A. Edison, Henry Ford, y Wilbur y Orville Wright,
individuos dotados. Mi teoría de la evolución tecnológica reconoce los quienes inventaron individualmente las máquinas e instrumentos que
cambios mayores, a menudo asociados a inventores individuales, así constituyen la tecnología moderna. Según esta opinión, los inventos
como los cambios menores realizados a lo largo de un período consi- son el producto de personas superiores que deben poco o nada al
derable. Por ello, acepto los períodos de rápido cambio tecnológico pasado.
y las épocas de estabilidad relativa. la más reducida comunidad académica que se interesa por las cues-
Cualquiera que propugne la naturaleza consciente del cambio tec- tiones de la historia de la tecnología y de la ciencia rechaza esta expli-
nológico debe reconocer, y explicar, la popularidad de la concepción cación y la considera simplista, porque reduce el complejo desarrollo
discontinua alternativa. Hay muchas personas que opinan que la tec- tecnológico a una serie de grandes inventos que entran bruscamente
nología avanza a saltos de un gran invento a otro cuando el genio in- en escena. Sin embargo, algunos historiadores han ofrecido formula-
ventor crea una multitud de maravillosas invenciones mediante un mero ciones más sofisticadas de la explicación discontinua, no basadas en
esfuerzo mental. En esta obra estudio las fuentes de esta creencia, exa- la contribución de heroicos inventores. Estos teóricos encuentran la
minando las ideas e instituciones relevantes de la civilización occiden- clave en la naturaleza supuestamente revolucionaria del cambio cien-
tal que fomentaron su origen y desarrollo. tífico.
Por último, mi teoría de la evolución tecnológica, al contrario que
cualquiera de las anteriores, está arraigada en cuatro conceptos am-
plios: diversidad, continuidad, novedad y selección. Como ya hemos- CIENCIA. TECNOLOGiA Y REVOLUCIÓN
trado, el mundo artificial contiene mucha mayor variedad de cosas que
las necesarias para satisfacer las necesidades humanas fundamenta- Los trabajos recientes en historia y filosofía de la ciencia han ten-
les. Esta diversidad puede explicarse como resultado de la evolución dido a favorecer el carácter discreto del cambio científico. Esta pers-
tecnológica porque existe una continuidad; la novedad es una parte pectiva deriva en definitiva del estudio de la aparición de la ciencia
moderna en los siglos XVI y XVII. Desde la Revolución francesa, la obra
integrante del mundo artificial; y opera un proceso de selección en la
de Copérnico, Galileo, Kepler y Newton ha sido denominada con el
elección de nuevos artefactos para reproducción y adición al cúmulo de
término revoluciOn, una metáfora política que implica una ruptura vio-
cosas artificiales. El resto del libro está dedicado a un análisis minu-
lenta con el pasado y la implantación de un nuevo orden.
cioso de las ramificaciones teóricas y técnicas de estos cuatro conceptos.
l
42 LA EVOLVCIÓt\ DE LA TEC\OlOGiA CON-IINUIDAD Y DISCONTI!'<UIDAD 43

La metáfora política se aplicó no sólo al advenimiento de una nueva la Antigüedad o las catedrales y la tecnología mecánica (molinos de
forma de estudiar la naturaleza, sino también a cualquier cambio sus- viento, bombas de agua por rueda, relojes) de la Edad Media? ¿Cómo
tancial en la ciencia. De ahí la referencia a las revoluciones astronómi- si no podríamos explicar los muchos logros brillantes de la antigua
ca, química y biológica del pasado; a las revoluciones iniciadas por tecnología china?
Harvey, Bacon, Darwin, Mendel o Einstein; o a las revoluciones que El advenimiento de la ciencia moderna no puso fin a empresas que
han tenido lugar en el siglo XX en el ámbito de la física cuántica, la fueron primariamente tecnológicas; las personas siguieron consiguiendo
astrofísica y la biología molecular. triunfos tecnológicos no basados en conocimientos teóricos. Muchas
Las revoluciones científicas asumen una especial importancia para de las máquinas inventadas durante la Revolución industrial inglesa
el estudio del cambio tecnológico cuando se sitúa a la tecnología en tenían poco que ver con la ciencia de la época. La industria textil, en
una posición subordinada con respecto a la ciencia. Esta situación suele el núcleo del crecimiento económico del siglo XVIII, no fue resultado
tener lugar cuando se define erróneamente la tecnología como la apli· de la aplicación de la teoría científica. Las invenciones de John Kay,
cación de la teoría científica a la solución de problemas prácticos; así, Richard Arkwright, James Hargreaves y Samuel Crompton, cruciales
si la tecnología no es más que otro nombre para designar la ciencia para el aumento de la producción textil, debían más a las prácticas
aplicada, y si la ciencia cambia por medios revolucionarios, también artesanales anteriores que a la ciencia.
el cambio tecnológico debe ser discontinuo. Sólo durante la segunda mitad del siglo XIX empezó a tener la cien-
Por supuesto, la ciencia y la tecnología han interactuado en mu· cia una influencia considerable en la industria. Los desarrollos en quí-
chos puntos, y los modernos instrumentos clave no podrían haberse mica orgánica hicieron posible la producción sintética a gran escala
producido sin la comprensión teórica de los materiales y fuerzas na· de tinte, y el estudio de la naturaleza de la electricidad y el magnetis-
rurales proporcionados por la ciencia. No obstante, la tecnología no mo sentó las bases de la luz y corriente eléctricas y de la industria del
es la sierva de la ciencia. transporte. El siglo XX testimonió una expansión ulterior de las tec-
La tecnología es tan antigua como la humanidad. Existía mucho nologías de base cientifica. Pero a pesar de la influencia de las nuevas
antes de que los científicos comenzaran a recopilar los conocimientos teorías y datos científicos, la tecnología moderna supone mucho más
que pudieran utilizarse en la transformación y control de la naturale· que la aplicación rutinaria de los descubrimientos realizados por los
za. La manufactura de útiles de piedra, una de las más primitivas tec- científicos. En la industria moderna, la ciencia y la tecnología son par-
nologías conocidas, floreció cerca de dos millones de años antes del tícipes paritarios, realizando cada una de ellas su singular contribu-
advenimiento de la mineralogía o la geología. Los creadores de cuchi- ción al éxito 'de la empresa en la que están implicadas. Sin embargo,
llos y hachas de piedra tuvieron éxito porque la experiencia les había incluso en la actualidad no es en modo alguno excepcional que un in·
enseñado que ciertos materiales y técnicas arrojaban resultados acep- geniero idee una solución tecnológica que defina la comprensión cien-
tables, mientras que otros no. Cuando tuvo lugar el tránsito de la pie- tífica actual, o que la actividad ingenieril abra nuevas vías a la investi-
dra al metal (la primera evidencia de la transformación del metal data gación científica.
de aproximadamente el ano 6<XXJ a.C.), los primeros trabajadores del La cuestión del cambio discontinuo en la tecnología fue reavivada
metal siguieron, igualmente, fórmulas de naturaleza empírica que les por Edward W. Constant en su libro The origins of the turbojet revo-
proporcionaban el cobre o bronce que buscaban. Hasta finales del si- lution (1980). Basándose en la obra de Thomas S. Kuhn, The strnctu-
glo XVIII no fue posible explicar los procesos metalúrgicos simples en re of scientiflc revolutions (1962), Constant afirma cj_ue había una dis-
términos químicos, e incluso hoy día subsisten procedimientos en la continuidad entre los motores turborreactores, la principal fuente de
moderna producción de metales cuya base química exacta se desconoce. propulsión en aviación desde la segunda guerra mundial, Y los anti-
Además de ser más antigua que la ciencia, la tecnología, no auxi- guos motores con propulsión por pistón (fig. 2.1). El turborre1ctor,
liada por la ciencia, es capaz de crear estructuras e instrumentos com- que no tiene ni pistón ni cilindro ni propulsor, no fue el resultado evo-
plejos. ¿Cómo podría explicarse si no la arquitectura monumental de lutivo de la mejora continua del motor con propulsión por pistón.

1
l
44 LA EVOLUCIÓ:-1 DE LA TEC'\JOLOGiA \ DISCONllNl'ID.-\0 45

de tecnólogos de turbinas de vapor y agua. En términos de Constant,


la revolución tecnológica llegó a ser «el compromiso profesional o de
una nueva comunidad emergente o de una comunidad redefinida con
una tradición tecnológica nueva». 1
Dos suposiciones cruciales subyacen en la explicación de Constant:
'
1
que la tecnología es primordialmente conocimiemo; y que la comuni-
1
dad de tecnólogos es la unidad fundamental a estudiar en el cambio
tecnológico. Estas suposiciones merecen ser exploradas.
t A pesar de su carácter aparentemente revolucionario, el turborreac-
tor no fue una máquina sin antecedentes. El turborreactor pertenece
a una tradición de doscientos anos de antigüedad de desarrollo de tur-
binas, que incluye las turbinas de agua, las bombas de agua a turbina,
las turbinas de vapor, las turbinas de -gas de combustión interna, los
supercargadores con motor a pistón y los turbosupercargadores. Nin-
guna de estas turbinas tiene pistones o cilindros, sino una rueda de
turbina con aletas o cangilones que, cuando son accionados por el agua,
vapor o gases calientes, hacen que la rueda gire rápidameme. Por ello,
FttiUR.<\. 2.1. Diagrama de E. W. Constant que ilustra la relación entre artefacto y teo- al nivel del artefacto, dos siglos de continuidad han prevalecido en la
ría en los antecedentes del motor a turborreacción. La principal corriente técmca, pre- familia de las turbinas, con variados usos y fuentes de energía.
)entada en el centro, pasa de la maquina de \apor, a las turbinas de de combus- El artefacto -y no el conocimiento científico y la comunidad tec-
tión de gas interna, alturborreactor. En el extremo derecho se vinculan a esta corriente nológica, ni los factores sociales y económicos- es lo central en la
principal las turbtnas de agua y las bombas de turbina, y en las columnas inmediata-
mente adyacentes a la central se indica la influencia de la teorías físicas relevantes. Re- tecnología y el cambio tecnológico. Aunque la ciencia y la tecnología
.::uérdese que estas contribuciones teóricas se manifiestan en la forma de alguna nove- supongan procesos cognitivos, su resultado final no es el mismo. El
dad tangible cuyos antecedentes son anteriores a la teoría. A pesar de la existencia de producto final de la actividad científica innovadora suele ser una for-
red en las producciones, Constant convencido de que el turborreactor era mulación escrita, el articulo científico, que anuncia un hallazgo expe-
un adelanto re\olucionario y no evolutivo. Fuente: Edward W. Constant 11, The orígins
of the turbojet revo!ution, Baltimore, 1980, p. 4.
rimental o una nueva posición teórica. En contrapartida, el producto
final de la actividad tecnológica innovadora es típicamente una adi-
ción al mundo artificial: un martillo de piedra, un reloj, un motor
Constant opina que la revolución del turborreactor merece este eléctrico.
nombre, porque el turborreactor es un sistema holista que tiene El historiador Brooke Hindle ha afirmado que, en tecnología, el
cedentes tecnológicos, pero difiere radicalmente de éstos; el diseño del artefacto ocupa una posición superior a la de los artefactos en la cien-
turborreactor y su incorporación a la aviación exigía la aplicación de cia, la religión, la política o cualquier otra empresa intelectual o so-
teorías científicas avanzadas en aerodinámica; y el turborreactor fue cial. En cada momento, la tecnología está íntimamente ligada a lo fí-
creado por un pequeño grupo de hombres que no formaban parte de sico v. lo material·, los artefactos son tanto el medio como el fin de
la comunidad convencional de especialistas en motores de aviación. la tecnología. El objeto físico tridimensional es tanto una expresión
De todos estos factores, Consrant subraya la importancia de la de la tecnología como una pintura o una escultura expresión de las
ción de una nueva comunidad de tecnólogos asociada al
tor. Esta nueva comunidad no coincidía ni con la comunidad tradicio- \. Edward W. Con'>tant. The oj1he /Urhojel rerolution, Baltimore, 1980.
nal de técnicos en motores de aviación ni con la más antigua comunidad p. 19.
46 LA EVOU:CJÓN DE LA TECNOlDGiA CONTINUJDAD Y 47

artes visuales. El artefacto es un producto del intelecto y la imagina- de millones. Estos útiles constituyen los artefactos más antiguos, di-
ción humana y, como con cualquier obra de arte, nunca puede susti- fundidos y numerosos existentes en la actualidad. La mayoría de las
tuirse plenamente por una descripción verbal. veces, los instrumentos se creaban mediante técnicas de cincelado y
El carácter central del artefacto para la comprensión de la tecnolo- fraccionamiento que, realizadas por artesanos expertos, producían un
gía es un elemento clave de la teoría evolutiva aquí desarrollada. En útil instrumento en un período relativamente corto -unos minutos
este capítulo, así como en el resto del libro, el artefacto es la unidad u horas. Por este procedimiento se producían hachas, azuelas, mar-
de estudio primaria. Los artefactos son tan importantes para la evolu- tillos, cuchillos y raspadores de todo tipo. El período neolítico, que
ción tecnológica como las plantas y animales para la evolución or- comenzó hace unos ocho mil años, testimonió la introducción de la
gámca. agricultura, la domesticación de animales y la alfarería, así como la in-
troducción de útiles de piedra pulidos, realizados por el laborioso pro-
ceso de percutir y amolar la piedra hasta darle la forma y acabado
ESTUDIOS DE CASO RELACIÓN A LA CONTINUIDAD deseados. El amolado, en particular, exigía días o semanas de trabajo;
sin embargo, su resultado eran instrumentos idóneos para el amarti-
Dada la primacía del artefacto en el estudio de la tecnología, la llado y desbaste.
naturaleza continua del cambio tecnológico puede comprobarse utili- Cualquiera que fuera la técnica utilizada, la forma de los útiles de
zando estudios de artefactos específicos para mostrar precisamente piedra cambió muy lentamente durante su largo período de uso. Des-
cómo algunos artefactos claves -como la máquina de vapor, la des- de mediados del siglo XIX, numerosos arqueólogos han identificado
motadora de algodón o el transistor- surgieron de forma evolutiva y datado paciente e ingeniosamente útiles que, a ojos no expertos, pa-
a partir de sus antecedentes. Los siguientes ejemplos de cambio técni- recían ser de tamaño, forma y material muy similar. Tan pronto como
co ilustran la hipótesis evolutiva, a pesar del hecho de que inicialmen- se dispuso esta evidencia arqueológica en orden cronológico, su rasgo
te parecían ser excelentes candidatos para apoyar la explicación dis- más notable fue la perfecta continuidad que se mantenía durante cientos
continua contraria. de miles de años a medida que las sucesivas oleadas de las diferentes
culturas humanas practicaban la fabricación de útiles de piedra.
En el estudio de los útiles de piedra es vana la búsqueda de saltos
Útiles de piedra discontinuos a formas totalmente'nuevas. Las duraderas formas de estos
artefactos persistieron incluso cuando se realizó el radical cambio de
Los artefactos más antiguos supervivientes son los útiles de pie- la piedra al cobre y al bronce. Tradicionalmente, se ha asociado la pie-
dra. Se encuentran al inicio de la serie de artefactos interconectados, dra con el primitivismo y el metal con la civilización. Como material
ramificados y continuos, configurados por el esfuerzo humano deli- para crear instrumentos, la piedra tiene muchas debilidades. Aunque
berado. Las ramas individuales de la serie pueden haberse detenido se obtiene y transforma fácilmente, la piedra es menos duradera que
en callejones sin salida, pero la corriente más amplia de artefactos no el metal y se moldea menos fácilmente. La forma de un útil de piedra
se ha roto nunca. Con toda su complejidad, el mundo tecnológico mo- está más determinada por la naturaleza de su material que la forma
derno no es más que la manifestación final de un continuo que se re- de un útil metálico. Este último puede dotarse virtualmente de cual-
monta al origen de la humanidad y a los primeros artefactos dotados quier forma exigida por la tarea planteada. El instrumento de metal
de forma. Los útiles de piedra pueden no suponer una prueba crucial es menos frágil, y por tanto tiene menos probabilidades de romperse.
en favor de la tesis evolutiva, pero proporcionan la mejor ilustración Si se rompe o desgasta, puede ser fundido y reproducido.
de la continuidad operativa en un largo período. Alguien no familiarizado con la historia posterior de los instru-
Durante al menos dos millones de años, hombres y mujeres de to- mentos podría concluir a partir de esta comparación que la aparición
das las partes de la Tierra crearon útiles de piedra, cientos de miles del metal anunció una nueva era en la creación de útiles. Mas, por el
48 LA EVOU:CION DE LA TECNOLOGIA CO''TI'IC!DAD) DISCOXfl:-.JUtDAD 49

contrario, predominó la continuidad. Los primeros útiles de metal te- sa manipulación. Poco después de su llegada a Georgia, Whitney co-
nían como antecedentes más próximos prototipos de piedra. Eventual- menzó a trabajar en un medio para acelerar el proceso. Tras haber ob-
mente surgían nuevos instrumentos de metal, pero el peso de la tradi- servado cómo los esclavos separaban manualmente la fibra de la se-
ción de la tecnología de la piedra ejerció una duradera influencia en milla, imaginó una máquina que pudiese duplicar el movimiento de
la forma de estos útiles. Esta influencia se aprecia en la forma de Jos sus manos. A los pocos días había construido un modelo de desmota-
útiles modernos más conocidos, como el hacha, el martillo y la sierra, dora que había de cambiar para siempre el cultivo de algodón en el Sur.
y también se aprecia en los instrumentos eléctricos y neumáticos, que Sólo los estudios más eruditos sobre \Vhitney mencionan el hecho
conservan los principios y movimientos de las primeras realizaciones de que las desmotadoras mecánicas de algodón ya tenían amplio uso
de piedra. en el Sur en la época de la visita de Whitney. Esta.'. máquinas eran ca·
Este ejemplo de continuidad es expresivo, aunque es susceptible paces de limpiar el algodón de f:bra larga, o Sea !stand, una planta
de crítica. Alguien podría decir que estos útiles de piedra deben su no- de limitado crecimiento pero con una fibra fácilmente extraible de su
table estabilidad al hecho de que en una temprana etapa de su evolu- semilla negra. Gracias a la existencia de estas desmotadoras, el inven-
ción adquirieron la mejor forma posible para la función que iban a tor no tuvo necesidad de salvar la gran distancia existente entre loor-
desempefíar, y por tanto no cambiaron. Aun si esto no fuera así, po- gánico dedos tirando de fuertes fibras adheridas a la
dría defenderse la exclusión de los útiles de piedra de esta lista de estu- y lo mecánico. Este paso se había llevado a cabo mucho antes en la
dios ilustrativos sobre la base de que representan una anomalía por India, donde se había producido la primera tela de algodón varios si-
ser tan antiguos y simples. Para los críticos que exceptuasen los útiles glos ames de la era cristiana.
de piedra, voy a presentar pruebas más convincentes de la continui- La desmotadora india se utilizaba donde se cultivaba y procesaba
dad tecnológica, basadas en máquinas relativamente complejas, crea- el algodón de fibra larga. A comienzos del siglo Xtl, la máquina era
das por famosos inventores de la época moderna, en vez de artefactos conocida por los artesanos italianos como manganello; apareció en
anónimamente elaborados en la época prehistórica. una ilustración china del siglo XIV; y en el siglo XVIII, fue descrita en
la Enc):clopédie de Dideror. En 1725 se introdujo en Louisiana desde
Levante la desmotadora de rodillo, y en 1793 estaba ya establecida en
La desmotadora de algodón los culrivos de algodón del Sur, donde la conoció Eli Whitney.
El desafío de Whitney era crear una desmotadora que limpiase el
Una investigación del desarrollo continuado de una máquina com- algodón de fibra cona. Su invención consistía en un cilindro rotatorio
pleja puede comenzar provechosamente por la desmotadora de algo- de madera con filas regularmente separadas de dientes inclinados de
dón de Eli Whitney. Aunque muchos autores han escrito sobre Whit- alambre, de forma similar a los dientes de alambre utilizados en dife-
ney y su revolucionario invento, muchos menos se han aventurado a rentes instrumentos de cardado de la lana. Los dientes de la desmota-
colocar su desmotadora de algodón en una corriente continua de ar- dora de Whüney pasaban por un parapeto ranurado de metal con aper-
tefactos.
Según las historias populares de la invención, Whitney, un joven
turas lo suficientemente grandes para dejar pasar a éstos y a la fibra,
pero no a las semillas de algodón. De esta forma, las semillas queda-

de Nueva Inglaterra con gran talento mecánico, conoció por vez pri- ban atrapadas bajo el parapeto, mientras que las fibras se estiraban !
mera el algodón y sus problemas de procesamiento durante un viaje hacia arriba y se soltaban. El algodón limpio se cepillaba entonces de
a una plantación de Georgia, en el afío 1793. La fuente de los proble- los dientes por medio del segundo cilindro rotatorio, provisto de filas
mas, el algodón de fibra corta o lnland (de interior), podía cultivarse de cerdas. Como la vieja desmotadora de rodillo, la de Whitney se ba-
en la mayor parte del sur, pero sus fibras se pegaban fuertemente a saba en un conjunto de cilindros rotatorios. Al contrario que la des-
su semilla verde, haciendo difícil su limpieza. Un esclavo empleaba al motadora más antigua, la de Whitney tenía una placa ranurada (para-
menos tres horas en limpiar una libra de algodón mediante una tedio- pero) para inmovilizar las semillas mientras eran separadas de la fibra.
50 LA EVOWCIÓN DE LA TECNOLOGÍA CONTINUIDAD Y DISCONTINUIDAD 51

Esta excursión a la antigua tecnología de procesamiento del algo-


dón no pretende probar que las invenciones son inevitables, o que la
moderna desmotadora de algodón fue construida en primer lugar por
algunos artesanos indios, o que Eli Whitney eran menos agudo de lo
que habíamos llegado a suponer. La desmotadora de Whitney limpia-
ba algodón de fibra corta, algo que no podían hacer las antiguas des-
motadoras de rodillo. El reconocimiento del charka, empero, muestra
que la invención de Eli Whitney tenía antecedentes técnicos cuya es-
tructura general y elementos mecánicos fueron adaptados por el in-
ventor norteamericano para sus fines (fig. 2.2).
No todos los que habían visto las antiguas desmotadoras de rodi-
llo imaginaron cómo transformarlas en una máquina capaz de proce-
sar algodón de fibra corta; algunas personas habían intentado adap-
tar el charka al procesado del algodón lnland antes de que Whitney
viajase al Sur, pero ninguna había tenido éxito. La invención de Whit-
ney no $Ólo triunfó donde otras habían fracasado, sino que también
sirvió de punto de partida para un conjunto de artefactos completa-
mente nuevos -una serie de modernas desmotadoras de algodón. Esta
nueva serie evolutiva comenzó casi inmediatamente después de puesto
en marcha el modelo de Whitney. El amplio uso de las desmotadoras
inspiradas en la de Whitney debió tanto a su genio inventivo como a
las condiciones ambientales, sociales, económicas y políticas que fa-
vorecieron el cultivo de algodón en Norteamérica y en otros lugares.

FtOURA 2.2. (A) Una charka india, o desmotadora de algodón. La desmotadora se


compone de dos rodillos que ruedan haciendo girar la manivela del lado superior iz-
quierdo de la máquina. Cuando se introduce algodón sin limpiar entre los rodillos mó-
viles, las fibras pasan al otro lado de la desmotadora, mientras que las semillas se que-
dan atrás y caen en el contenedor de la base. (B) Desmotadora de algodón de Eli Wrutney
abierta para ser inspeccionada. En funcionamiento se cierra la tapa superior basculante
de la desmotadora, alineando el parapeto ranurado de la parte superior con los dientes
de alambre sobresalientes del gran cilindro rotatorio. El gjro del cilindro lleva el algo-
dón sin limpiar a las ranuras del parapeto, que son demasiado estrechas para permitir
el paso de las semillas. De este modo, se separa las semillas de la fibra y se acumula
en el cilindro dentado. Otro ciLindro rotatorio, no mostrado aquí, está cubierto de
cerdas que cepillan la fibra depurada del ciUndro grande. Thnto la charka como la des-
motadora de Whitney se basan en dos cilindros rotatorios activados por un manubrio.
Fuentes: (A) Edward Baines, History of the collon manufacture in Orea/ Britain, Lon-
dres, 1835, p. 66. (8) MücbeU Wilson, American science and invention, Nueva York,
1954; © renovado en l982 por Stella Adler, Victoria Wilson y Erica Spellman, p. 80.
S2 LA EVOLUCION DEL>\ TEO.-OLOGÍA CO'\JTl'\ilJ[[)AO Y D\SCONTlNUlDA[) 53

Pueden desprenderse varias lecciones de la historia de Whitney. La un comentador de la escena indmtrial inglesa, observó: «la máquina
más obvia es que la invención de la desmotadora de algodón por \Vhit- de vapor no tenía precedente ... apareció súbitamente, como
ney constituyó parte del desarrollo evolutivo de la tecnología. Menos del cerebro de ¿O bien surgió del cerebro de James Watt?
obvio resulta constatar que no todas las variantes del artefacto son de l.üs relatos populares nos dicen que el joven James Watt se inspiró
igual importancia. Algunas son simplemente inoperantes; otras son para inventar la máquina de vapor, cuando contempló el vapor que
ineficaces; Yotras son eficaces, pero tienen escasa influencia tecnoló- salia del pitón de una tetera (fig. 2.3). La fantástica leyenda queda arrui-
gica Y social. Sólo algunas variantes tienen potencial de iniciar una nada por el hecho de que cuando Watt contemplaba los vapores pro-
nueva serie de ramificaciones que enriquezca considerablemente la co- ducidos por el agua de té hirviendo ya funcionaban en Inglaterra má-
rriente de realizaciones técnicas, tener un impacto en la vida humana quinas de vapor Newcomen. Unos sesenta años separan la aparición
Y ser conocidas como «grandes inventos)> o ((puntos de inflexión en de la máquina de vapor atmosférico de Thomas Newccmen en 1712
la historia de la tecnología)>. y la realización de una máquina funcionante de tamaño natural por
El reconocimiento de la significación de la desmotadora de algo- \Vatt (1775). Para complicar más las cosas, la versión de Watt de la
dón de Whitney dependía de la creciente demanda interna v externa máquina de vapor nació de su insatisfacción ante un modelo a peque-
de algodón barato y de la limitada disponibilidad de trabaj¡dores es- na escala de una máquina Ne\\Comen que se le había pedido reparar.
clavos Y remunerados para procesar manualmente la materia prima. La máquina NC\'.I·comen utiliza la condensación del vapor para crear
En una sociedad dominada por el tejido de lana o lino, o en la que un vacío parcial bajo un pistón, que es obligado a descender entonces
hubiese libre disposición de trabajo manual barato, la máquina de por la mayor presión atmosférica ejercida sobre su superficie exterior.
Whitney no habría servido de prototipo a una multitud de desmota- Como la máquina había sido ideada para bombear agua de las minas,
doras más potentes y eficaces. En cada una de estas sociedades alter- adoptó la forma de un largo balancín pivotante con una varilla de bom-
nativas, la desmotadora de algodón hubiera sido una curiosidad me- ba unida a un extremo y una varilla de pistón al otro. Se introducía
cánica sin influencia social, económica o tecnológica. un gran pistón (de 1,50 a 1,80 m de diámetro) en un cilindro que tenía
Así, la significación de un invento no puede determinarse exclusi- conductos de admisión del vapor y el agua fría utilizada para conden-
vameme por sus parámetros tecnológicos -no puede evaluarse corno sar el vapor, y con un conducto de escape del agua usada. Una vez
si fuera una cosa en sí. Un invento se califica de ((grande)> sólo si una que la presión atmosférica hubiese hecho descender al pistón a su po-
cultura opta por valorarlo considerablemente. Igualmente, la reputa- sición más baja, y levantado la varilla de la bomba a la máxima altu-
ción de su inventor está ligada a valores culturales. En cualquiera de ra, el peso del mecanismo de la bomba hacia que descendiese el extre-
los mundos alternativos descritos, Whitney no habría sido saludado mo de bomba de la varilla, elevando el pistón y haciendo posible el
llenado del cilindro de nuevo con vapor, para repetir el ciclo (fig. 2.4).
como un inventor heroico; habría sido ignorado o a lo sumo conside-
rado un excéntrico constructor de un aparato trivial. Dos aspectos de esta máquina merecen especial atención: primero, lo
que trabajaba era el peso de la atmósfera y no la fuerza expansiva del
vapor; y, segundo, que el cilindro se calentaba y enfriaba alternati-
:\1áquinas de vapor y de combustión interna vamente a medida que se inyectaban en él vapor y agua fria.
Durante el invierno de 1763-1764, cuando Watt comenzó su repa-
ración y estudio de una máquina Newcomen a escala, .. ersiones
. La desmotadora de algodón fue la contribución tecnológica más
mayores constituían ya una fuente de propulsión en medio mundo. A
Importante para el crecimiento de la economía del sur de Norteaméri-
pesar de su extendido uso, algunos de los rasgos de la máquina New-
ca entre 1790 Y 1860. Aproximadamente por esta época, la máquina
?e vapor desempeñó un papel comparable en la economía inglesa. Al
1. Cooke-Taylor, ótado en E. P. Thompson. The mak1ng of rhe eng!rsh workmg
1gual que la desmotadora de algodón, también fue considerada un ins- c/ass. 'r:Ork, 1960, p. !90 trad. casL: La formación de la clase obrera en
trumento virtualmente carente de historia. En 1842, W. Cooke-Taylor, Inglaterra, Critica. Barcelona, 1990).
CONTINUIDAD Y DISCONTINUIDAD 55

Cmtro del

Conduelo para
bombeo en
la mina

FIGURA 2.4. Diagrama de una máquina úpica de vapor Newcomen, aproximadamen-


te de 1715. El cilindro lleno de vapor está a punto de ser enfriado por la inyección de
un chorro de agua fría en su interior. A consecuencia de esta acción, el vapor del cilin-
dro se condensa, creando un vacío parcial. El peso de la atmósfera presionando en la
superficie exterior del pistón empuja hacia abajo a éste, en el tiempo de propulsión del
motor. Cuando el pistón alcanza el punto más bajo de su recorrido, se inyecta vapor
FtOURA 2.3. Alegoría sobre la significación de la energía del vapor, aproximadamen- en el cilindro, igualando la presión en ambos lados del pistón. El peso del mecanismo
te de 1850. El vapor que sale de la tetera hirviendo inspira a James Wan a inventar la de la bomba de la mina hace rotar al vapor, levantando el pistón hasta la cabeza del
máquina de vapor, así como a concebir su papel en la creación de la civilización indus- cilindro. Nótese que las válvulas y espitas que controlan la entrada de vapor y agua
trial. Este dibujo es una excelente representación de la idea popular de que los grandes fría en el cilindro, y la salida del agua usada por el tubo de escape, son de operación
inventos son el resultado de los pasos agigantados que consiguió la inspiración intuitiva manual en esta máquina. Fuente: D. B. Banon, The Cornish beam engine, Bath, 1969,
de figuras heroicas. Fuente: Wolfgaog Schivelbusch, The railway journey, Oxford, 1980, p. 17.
p. S; Colección de pintura, The Branch Libraries, Biblioteca pública de Nueva York.
56 LA EVOLUC!Ól\' DE LA TEC:"'OLOGÍA
57
comen le disgustaron a Watt, y en el intento de remediarlos creó una
Gille investigaron el trasfondo de la máquina de vapor, llegaron a la
máquina que sustituyó a la Newcomen y preparó el camino a la mo-
conclusión de que si Newcomen no hubiera vivido, el motor atmosfé-
derna máquina de vapor.
rico probablemente se habria inventado en la primera mitad del siglo
Watt advirtió que podía incrementarse la eficacia de la máquina
XVIII.
Newcomen si se mantenía uniformemente caliente el cilindro en vez
Al igual que la desmotadora de algodón de Whitney, la máquina
de calentarlo y enfriarlo durante cada ciclo. Consiguió esto aislando
de vapor de Watt fue un invento seminal que dio lugar a una numero-
el cilindro y condensando luego el vapor en un contenedor adyacente,
sa y diversa serie de máquinas. Las máquinas de aire caliente y de com-
que se mantenía constantemente frío precisamente para este fin. Ade-
bustión interna constituyen dos de las más importantes fuentes de pro-
más, abandonó el uso de la presión atmosférica y movió primero el
pulsión derivadas de la máquina de vapor. Ya en 1759 se propuso el
pistón en una dirección y luego en dirección opuesta, aplicando pri-
aire caliente como sustituto del vapor en una máquina, pero el primer
mero el vapor a un lado y luego al otro lado del pistón. En la máquina
de Watt, el vapor en expansión funcionaba presionando el pistón. Así modelo de este aparato que funcionaba no se construyó hasta 1807.
nació la máquina de vapor de doble acción con condensador separa- En fecha posterior del siglo XIX, Roben Stirling, en Inglaterra, y John
do. Apareció en 1784 y dominó el diseño de las máquinas de vapor Ericsson, en ;..;orteamérica, diseñaron motores de aire caliente de ven-
durante los siguientes cincuenta años. ta al público. En el año 1900 el motor de aire caliente fue reemplazado
Al cambiar a Newcomen por Watt como inventor de la máquina por otra variante de la máquina de vapor, que sustituyó la combus-
de vapor, no se resuelve la cuestión de la continuidad; meramente se tión exterior del vapor o al motor de aire caliente con una combustión
cambia el foco temporal de la investigación. La cuestión que ahora interna en el cilindro. En 1791 se había patentado en Inglaterra un mo-
se plantea es: ¿apareció la máquina Newcomen en escena sin antece- tor de bombeo de combustión interna movido por trementina vapori-
dente alguno? Una vez más, la respuesta es negativa. Algunos de los zada; sin embargo, el primer modelo de producción del mundo de un
elementos mecánicos que componían la máquina Newcomen pueden motor de combustión interna fue diseñado por el inventor belga Jean
remontarse a la Europa de comienzos del siglo XVII, otros tenían su Joseph Étienne Lenoir en 1860. El motor Lenoir, alimentado por gas
origen en la China del siglo XIII y aun otros aparecieron por vez pri- de iluminación, se diseñó siguiendo muy de cerca el modelo de una
mera un siglo o dos antes del nacimiento de Cristo. máquina de vapor horizontal de doble acción. Igual que la máquina
Como una máquina Newcomen es mecánicamente más compleja de doble acción de Watt, admitía vapor por ambos lados del pistón
que una desmotadora de algodón, resulta más dificil rastrear de for- y por tanto trabajaba en ambas direcciones; la máquina de Lenoir ex-
ma sucinta sus antecedentes. Las cámaras de evacuación, bombas a plosionaba una mezcla de aire y gas en ambos extremos del cilindro
pistón, dispositivos de desplazamiento del vapor y uniones mecánicas impulsando el pistón hacia adelante y hacia atrás. Mejoras ulteriores
ocupan wdas un lugar en la prehistoria de la máquina de vapor. En del motor de gas fueron el modelo de acción única de cuatro tiempos
conjunto constituyen la (darga cadena de conexiones genéticas direc- de Nikolaus Otto, de 1876, que sinió de prototipo del motor de auto-
tas» que el historiador Joseph Needham esbozó en un ensayo titula- móvil moderno. Aunque se cambió el medio gaseoso de vapor por aire
do: <<Historia prenatal de la máquina de vapor». Tras evaluar las con- caliente y por mezclas explosivas de gasolina y aire, las configuracio-
tribuciones de los antiguos artesanos chinos, de los mecánicos helénicos nes básicas de cilindro y pistón siguieron siendo una constante.
Y de los filósofos naturales europeos, de los creadores de instrumen-
tos Y mecánicos, Needham concluía diciendo: <<Ningún hombre indi-
vidual fue "el padre de la máquina de vapor''; tampoco lo fue una El motor eléctrico
única civilizacióm). 3 Cuando los estudiosos \1aurice Da umas y Paul
Ni la desmotadora de algodón ni las máquinas que hemos consi-
3. Jmeph Needham, Clerks and craftsmen m China and /he ¡f·ést, Cambridge, 1970, derado fueron el resultado inmediato de un hito científico mayor. Por
p. 201_
ello podemos preguntarno5, ¿se produce el cambio tecnológico de for-
58 LA EVOLUC!Ól" DE LA TEC'\IOLOGiA CONTINU\DAD Y DISCOt'- Tlt"L,IDAD 59

ma diferente cuando se basa en un descubrimiento científico reciente? lindros 1). Un inventor europeo ideó un motor con <<cilindros y pistón))
¿Quizás un desarrollo científico revolucionario produce una similar electromagnéticos, árbol a vapor, rueda volante, varilla conectora,
discontinuidad tecnológica cuando se aplica prácticamente? Para com- transmisión por válvula excéntrica y varilla y válvulas Co?
probar esta posibilidad, consideremos el descubrimiento del electro- todos estos mecanismos tradicionales de la máquina de vapor, mclm-
magnetismo por Hans Christian Oersted y su aplicación en los prime- da la máquina, sólo había que añadir una caldera y un quemador para
ros motores eléctricos. completar la analogía. , .
El anuncio de Oersted en 1820 de que un conductor transmisor de Las fuerzas naturales que se aprovechaban para mover la maquma
corriente produce un efecto magnético en su inmediata proximidad sus- de vapor y el motor eléctrico eran radicalmente diferentes. Las ;eorias
citó un considerable interés en toda la comunidad científica. El des- científicas subyacentes a la actuación de estas fuentes de energm -la
cubrimiento de Oersted, que causó una gran sorpresa en el mundo termodinámica y la teoría electromagnética- eran mundos separados.
científico, había de tener una aplicación tecnológica predictible. Los Las comunidades técnicas, desde los inventores a los empresarios, in-
primeros motores eléctricos se diseñaron según dos instrumentos co- teresadas en el desarrollo y fabricación de máquinas de vapor Y moto-
nocidos: la brújula magnética y la máquina de vapor. res eléctricos, también eran diferentes; los constructores de máqui.nas
de vapor no convirtieron sus plantas en establecimientos de fabnca-
El científico danés había mostrado que un trozo de cable conduc-
ción de motores eléctricos. Los usos prácticos de las máquinas de va-
tor de una corriente eléctrica ejercía una fuerza en la aguja de una
por y motores eléctricos eran a menudo, pero no siempre, diferentes.
brújula que la hacía girar. Un físico inglés, .\1ichael Faraday, al cono-
La transportabilidad del motor eléctrico no podía ser ¡guaJada_ por la
cer esto, intentó inmediatamente cambiar el movimiento de la aguja
máquina de vapor; en contrapartida, la máquina de vapor era mmen-
por la rotación continua. El resultado fue el primer motor eléctrico. samente más potente que el motor eléctrico. Por último, los efectos
Obviamente, consiguió el movimiento rotativo continuo en un simple
sociales y económicos de la máquina de vapor y del motor eléctric?
aparato de laboratorio y no en un instrumento capaz de realizar un eran diferentes. Incluso admitido todo esto, es considerablemente evi-
trabajo útil; sin embargo, Faraday desarrolló y demostró el principio dente que prevalecía la continuidad a nivel técnico; el diseño de los
del motor eléctrico moderno. La aguja de la brújula modificada de primeros motores eléctricos debió más a los artefactos que
Faraday giraba continuamente en vez de alinearse con el campo mag- a la teoría científica. La teoría electromagnética puede haber Impues-
nético de la Tierra. to restricciones en el diseño de motores, pero no dictó que el primer
En 1831, una década después de los experimentos de Faraday, el motor eléctrico hubiese de operar en una máquina de vapor.
físico norteamericano Joseph Henry construyó un motor eléctrico ba-
sado en los mecanismos de la máquina de vapor. Un rasgo central de
las máquinas de Newcomen y Watt era un largo balancín pivotante El transistor
con un pistón unido a un extremo y la varilla de la bomba o la rueda
volante en el otro, y el nuevo motor eléctrico oscilante a vapor de Henry A primera vista, el transistor, un instrumento del que se dice resu-
también tenía un electroimán alargado y pivotante que subía y bajaba me la nueva era electrónica, también parece ser una elección ideal para
transmitiendo y cortando la corriente eléctrica. los partidarios de la concepción revolucionaria del cambio tecnológi-
En el motor de Henry no había un análogo eléctrico al cilindro- co. E( transistor fue creado inicialmente en los prestigiosos laborato-
pistón, pero otros inventores incorporaron el mecanismo de cilindro rios Bell, su invención exigió trabajos teóricos originales y experimen-
y pistón en sus motores eléctricos oscilatorios (fig. 2.5, p. 60). Charles tales en física del estado sólido, y sus creadores (John Bardeen, \Val ter
G. Page (1838), mejorando el diseño de Henry, utilizó el vapor como H. Brattain v William Shockley) recibieron el premio Nobel de física
elemento mecánico y convirtió los electroimanes en «cilindros)), dán- en 1956. hechos sugerirían que el transistor surgió de la investi-
doles la forma de bobinas huecas de alambre en las que se introducían gación científica revolucionaria, que no formaba parte de la corriente
''pistones» de núcleo de hierro cuando se transmitía energía a los ''ci- de artefactos.
60 L>\ EVOLUCJó-.; DEl>\ TEC:"'OLOGÍA COI'<T!t"L!DAD Y DISCOT'TJ:-;UDAD 61

La tesis de la continuidad parece debilitarse más por la constata-


ción de que el familiar más próximo del transistor, en términos de su
uso, es el tubo de vacío. Por encima de la función similar que desem-
peñan, los transistores y los tubos electrónicos son demasiado dife-
rentes como para afirmar que los primeros constituyen una variante
de los últimos. El transistor no tiene ni vacío, ni cápsula de vidrio,
ni red, ni cátodo calentado. A pesar de esta evidencia, una historia
altamente considerada de los dispositivos semiconductores afirma que
el transistor es uno de los vínculos de <mna cadena continua de nue-
vos instrumentos e\ectrónicos>>4 que se origina en el siglo XIX.
La búsqueda de la continuidad en el desarrollo del transistor
mienza en la década de 1870 con el trabajo de Ferdinand Braun, un
A físico alemán que descubrió que determinadas sustancias cristalinas
conducían una corriente eléctrica sólo en una dirección. En el cambio
de siglo, estas sustancias se utilizaban en rectificadores de cristal para
detectar la radiación electromagnética. Los rectificadores de cristal des-
plazaron a los anteriores detectores de ondas de radio e hicieron posi-
ble la moderna recepción de radio.
El aparato de radio de cristal. con auriculares, se convirtió en el
primer receptor de radio fiable y de uso común. Su principal compo-

4. Ernest Braun y Stuart \facdonald, Revolution in miniarure, Cambridge, 1982,


p. 1 (ha) trad. cast.: Revolunón en miniatura. Tecnos, :-.ladrid. 1984).

B FrciUR.\. 2.5. (A) Motor rotalivo de vapor de James Watt (\188). (8) \lotor electro-
magnético de vapor de Joseph Henry (1831). {C) \1owr eléctrico de vapor de com1en·
zos del siglo X!X. Estos tres motores ofrecen una expresiva ilustración de la ,;ontinui-
dad existente entre las máquinas de vapor y los primeros motores electrices. El elemento
mecánico clave en cada caso es un ;apor osc¡]ante. r-;e,.,comen introdujo el \apor
su máquina atmosferica de ida y vuelta para mover una bomba minera (rig. 2.41: Watt
modificó el mecanismo del vapor para producir movimiento rotativo en su máquina
de rotativa. La máquina de Joseph Henry, con oscilación del vapor a medida
que los electroimanes A y B se atraen alternativamente a C y D, recuerda el movimiento
de ida y vuelta de la máquina :"'ewcomen, mientras que el motor eléctrico rotativo de
como la máquina de Watt de !788, transforma el movimiento de ida y \Uelta
del vapor en movimiento rotativo. El motor eléctrico de vapor incorpora otros
elementos de la maquina de vapor -pistones, cilindros, varilla conectora. rueda-, con·
formando un \inual análogo eléctrico de la máquina de Watt. Fuentes: (A) H. W. Die·
kinson, .\fatlhew Boulton, Cambridge, 1937, lám. \'11; (B) W. James King, The del•e-
lopmenl of electrical rechnology in the 19th century: !he electrochemical ce!/ and rhe
eletromagner, WashingtOn, D.C.. 1962. p. 260; y (C) Harold l. Sharlin. The making
e of lhe electrical age, Nueva York. 1963, p. lí'4.
62 LA EVOLLCIÓ:'-1 DE LA TECNOWGÍA Y D!SCONT!NU!DAD 63

nente era un soporte que contenía un semiconductor (carburo de sili- o detector, bien conocidos por los radioaficionados, se unen al semi-
cio, sulfuro de plomo o sulfuro de molibdeno) y una pieza delgada conducton>.
y tlexible de alambre denominada «bigote de gato)>, elementos ambos El diseño general del transistor de punto de contacto recordaba cla-
introducidos por Braun en sus experimentos. Moviendo cuidadosamen- ramente los primeros detectores de cristal utilizados en la recepción
te el bigote de gato por el cristal de un equipo de radia, el usuario por radio. Por supuesto, en 1947 había mejorado extraordinariamente
podía localizar puntos sensibles que ofrecían una señal clara. Los in- la comprensión teórica del funcionamiento del detector, como tam-
convenientes del sistema eran que el ajuste correcto del bigote de gato bién la investigación de materiales en los tipos de sustancias cristali-
era cosa de ensayo y error, y que el equipo de cristal no podía amplifi- nas que se calculaba producían un efecto transistor. Además, los pri-
car la señal recibida; no obstante, el receptor de cristal utilizaba un meros detectores actuaban de rectificadores, mientras que los tran-
semiconductor para fines de comunicación. sistores actuaban de amplificadores. Pero después de reconocer todas
Las invenciones del diodo de vacío y el triodo de vacío por John estas diferencias, permanece intacta la continuidad del diseño del ar-
A. Fleming (1904) y Lee De Forest (1906) hicieron obsoleto el equipo tefacto.
de cristal en los años veinte. El nuevo tubo electrónico, un subproduc- Un transistor efectivo pod(a ser diseñado de forma diferente; no
to de la manufactura de bombillas de luz de filamento incandescente, tenía que ser de tipo punto de contacto. De hecho, Shockley inventó
amplificaba la señal de radio recibida, posibilitando el uso de altavo- posteriormente el transistor de tipo empalme, que pronto sustituyó al
ces. que los detectores de cristal quedaron relegados a los modelo original de Bell y abrió el camino a la moderna electrónica
operadores de radioaficionados y a jóvenes experimentadores intere- de estado sólido. Pero el primer transistor fue de tipo punto de con-
sados en conocer los rudimentos de la recepción por radio, la tecnolo- tacto, algo que subraya nuestra regla básica: cualquier cosa nueva que
gía del tubo de vacio se desarrolló rápidamente. aparece en el mundo de los artefactos se basa en algún objeto previa-
Aunque los receptores de cristal de juguete desaparecieron del mer- mente existente.
cado después de la segunda guerra mundial, los desarrollos de la elec- Aunque los detectores de cristal constituyeron la principal influencia
trónica durante los años anteriores a la guerra habían reavivado el in- en el diseño inicial del transistor, otras fuerzas, y en panicular el tubo
terés por los detectores de cristal para fines militares. Durante los años de vacío, también contribuyeron a su formación (fig. 2.6). Como se
treinta se había puesto de manifiesto que las longitudes de onda cor- consideraba al transistor una sustitución del triodo en un circuito, y
tas eludían a los tubos de vacío, pero no a los detectores de cristal. como los fabricantes de los tubos de vacío se aplicaron a la produc-
La implantación del radar estimuló un renovado interés e investiga- ción de transistores, los rasgos peculiares de los tubos termiónicos pa-
ción en cristales que pudieran detectar estas microondas. Los rectifi- saron al transistor. Por consiguiente, la idea del circuito integrado se
cadores de punto de contacto fueron el resultado de esta investigación, desarrolló lentamente. La práctica electrónica tradicional había subra-
mucho más sofisticados que los utilizados en los antiguos receptores yado la conexión conjunta de los diferentes componentes en un panel,
de radio. El material cristalino era germanio o sílice, y la sonda del en vez de la incorporación en una única unidad manufacturada, que
«bigote de gato» era de tungsteno. es lo que exigía el circuito integrado. Igualmente, el ejemplo de la tec-
El paso de los detectores de microondas de germanio al primer nología del tubo de vacío persuadió a los fabricantes de transistores
transistor de germanio no fue ni obvio ni fácil. Supuso el esfuerzo a considerar a los semiconductores como si fuesen lámparas de estado
científico y tecnológico de equipos de investigadores de laboratorios sólido en miniatura. Tomando así prestados elemenros de la nomen-
universitarios e industriales de todo Estados Unidos. Los esfuerzos con- clatura y funcionamiento de las lámparas, los dos puntos de contacto
centrados de estos investigadores se plasmaron finalmente en un tran- del transistor y sus conexiones eléctricas contiguas fueron denomina-
sistor utilizable en diciembre de 1947, salido de los laboratorios Bell. das, respectivamente, emisor y colector, aun cuando no tenía lugar ni
Los resultados fueron descritos en un anuncio publicado el año siguien-
te: «En el transistor, dos puntos de contacto de tipo "bigote de gato" 5. •<The tranSIStor>•, Be/! Laborawnes Record, 26 (1948), p. 322.
Y
65
64 LA EVOLLTIÓN DE LA. TECNOLOGÍA

En 1878, cuando Edison empezó a centrarse en el proyecto de crear


un sistema de iluminación eléctrica, ya había dos sistemas de ilumina-
COLECTOilA
ción en funcionamiento, muy diferentes entre si, en ciudades europeas
y norteamericanas. Uno utilizaba el gas de iluminación que se genera-
ba en una planta central de gas. Este era canalizado por debajo de
las calles de la ciudad hasta los hogares. almacenes y hoteles, y en cada
uno de estos lugares las tuberías llevaban el gas a apliques de luz indi-
vidualmente controlados en habitaciones, salones, etc. El otro sistema
utilizaba un arco eléctrico para iluminar, en el que se producía la ilu-
minación cuando dos varillas de carbón conectadas en un circuito eléc-
HLWS DE
trico se ponían en estrecha proximidad. El resultado, una intensa luz
blanca de mil bujías, era útil para la iluminación de espacios públi-
cos, como calles, fábricas, salas de baile, teatros y auditorios. La planta
generadora de electricidad para los arcos de luz se colocaba en los es-
B tablecimientos y era propiedad del consumidor de la luz, que era quien
la ponía en funcionamiento. Los arcos de luz individuales estaban co-
1-'LGLRA
El b' 2.6.d (A) Primer . . detector
. de cristal d e1 stg
· ¡o xx para uso en radiorreceptores nectados en serie, Jo que significaba que habían de encenderse y apa-
'' tgote e_ gato» esta instalado de forma que pueda fácilmente garse todos a la vez. Dados los usos públicos de los arcos de luz, esta
tocar :ualqmer _superficte del cnstal; el cristal está fijado fuertement .. po' 10, 0 ·¡¡ p d disposición no constituía necesariamente un inconveniente.
su]eclOn
t _ ·
(8) o '.b u¡o
· e;quemanco · · de un transistor de punto de contacto '" '(1959).
• 1 os
En ele
Ambos sistemas tenían sus pegas. La iluminación por gas quema-
/ansmo/'.·e! <<bJgote_de gato» se convertido en los «hilos de contacto» que tocan
J_cJe de la ho¡a germamo, &.! cristal, en dos puntos. Las referen- ba un combustible peligroso en interiores, polucionando el ambiente
de paul\as Y<<colectoras)> son residuos de la terminología inmediato con los productos de su combustión, y producía una débil
Ph"lr resultan maprop1adas para los transistores. Fuentes: (A) Vivian J. luz amarillenta de dieciséis bujías (aproximadamente equivalente a una
1r·1ps, h r > - rodw · derecrors, Londres ' 1980' p · 207·• (B) Joh n N . sh·tve. Th epro-
per res, P ysrcs, and desrgn of semi-conductor dn·ices, York . !959 • p. 1'7
bombilla actual de doce vatios). Los arcos de luz parpadeaban cuan-
1 •
do se consumían las varillas de carbón por el intenso calor, y también
emis_ión ni recolecci?n. Un similar pensamiento analógico movió a los desprendían humos nocivos. Mientras que la luz de gas era demasiado
tr_ansistores a sellar herméticamente su producto en una débil para muchos usos, el arco de luz era demasiado fuerte para las
capsula de ndno o introducirlo en un envase de metal. viviendas particulares o los despachos.
Estos sistemas estaban en funcionamiento cuando Edison decidió
crear uno basado en una lámpara eléctrica incandescente, con un fila-
El sistema de iluminación de Edison mento incandescente, que iluminase espacios domésticos y comercia-
les. Su tarea, según la describió él mismo, era subdividir el sistema de
Los grandes_ sistemas tecnológicos, como los artefactos discretos luz eléctrica para que pudiese tener usos privados y semiprivados, y
también muestran una continuidad en el cam- no sólo públicos. Dada esta meta, puede suponerse que Edison se apli-
bJO. Tiene aqm mteres la observación de Thomas Edison de que como caría a los cambios de la tecnología del arco eléctrico; por el contra-
todos los de un sistema deben ser mutuamente compati- rio, decidió producir un análogo eléctrico del sistema de iluminación
. es como una gran ma·qut·na . s·1 ¡a maquma
dbles, entonces un sistema · ·
por gas.
e con sus muy diferentes mecanismos experimenta un cambio Edison conocía bien la limitada utilidad de los arcos de luz para
evolutivo, _¿no debería estar igualmente compuesto un sistema de com- la iluminación interior. Buscando una pista para su nueva empresa eléc-
ponentes mtegrados?
66 LA EVOLLCION DE LA. TECt"OlOGIA
Cüt"Til\UDAD Y DISCOSTI'IUDA.D 67
trica, eligió la industria del gas, que obtenía el90 por 100 de sus ingre-
0 apagarse independientemente de las demás. Igual que había instala-
sos por la iluminación de espacios interiores. Esta elección le llevó a
dos contadores de gas en cada vivienda, Edison solicitó la instalación
la creación de la primera planta comercial de iluminación eléctrica,
de contadores de electricidad en su sistema. Esta petición se hizo en
inaugurada en 1882 por Edison en la Pearl Street de la ciudad de Nue-
una época en que no había medios baratos y fiables para medir la can-
va York, y a la imposición de un modelo de sistema de iluminación
tidad de electricidad consumida en un largo período. Los sistemas de
por gas a los sistemas de iluminación eléctrica de todo el mundo.
iluminación por arco de luz manejados por el propietario eran inde-
Los cuadernos de notas de Edison reflejan sus primeros pensamien-
pendientes y en ellos no habían de medirse los consumos. Con ante-
tos sobre el tema: «Objeción: Edison ha realizado una imitación exac-
rioridad sólo se había contado el gas, y en algunos locales, el agua.
ta de todo lo hecho con el gas para sustituir la iluminación de gas por
Edison también estableció comparaciones entre la presión eléctrica y
la electricidad ... no haber hecho una gran luz o una luz cegadora sino
de gas al explicar la resistencia al fluido encontrada en las conduccio-
una pequeña luz tan tenue como la de gas». 6 Para Edison, la luz elé\:-
nes eléctricas y las tuberías. Inicialmente, su bombilla eléctrica se de-
trica no era simplemente un nuevo tipo de lámpara, sino un sistema
nominó quemador, al igual que el quemador de gas, y fue ideada para
en el que la lámpara era un componente individual a integrar con otros;
producir dieciséis bujías, como el quemador de gas. Más importante
generadores, redes de conducción, contadores, apliques, interrupto-
aún Edison calculó cuidadosamente los costes que suponía la cons-
re5 fusibles v accesorios de iluminación. En la próspera industria de
manejo y mantenimiento del sistema para que el encendido
de gas doméstica podían encontrarse análogos a muchos
eléctrico pudiera competir con la iluminación de gas.
de estos componentes.
Durante los años en que Edison trabajaba en su sistema, se propu-
El núcleo del sistema de Edison era una estación central, alejada sieron sistemas de iluminación eléctrica alternativos, pero nunca sa-
de los consumidores de la luz, que proporcionaba energía a las casas
lieron de la fase teórica. Por ejemplo, en 1882 un conocido ingeniero
v establecimientos comerciales de una parte de la ciudad. Igual que eléctrico inglés ofreció un plan de iluminación doméstica basado en
gas salía de una planta central en grandes tuberías o conducciones,
el modelo de arco de luz eléctrico. Cada hogar generaría su propia elec-
Edison optó por producir electricidad en una planta generadora cen-
tricidad con una dinamo impulsada por un motor de gas. Otro esque-
tral mediante alambres de cobre. El teléfono, el telégrafo, el arco de
ma, más complejo, proponía la instalación de baterías de almacena-
luz y el cableado de emergencias por incendio iban tendidos en postes
miento en cada vivienda. Una estación generadora central cargaría las
de superficie, pero Edison colocó estas conducciones eléctricas bajo
baterías a alto voltaje durante el día. Por la noche, la estación sumi-
tierra, comentando: «¿Y por qué?, tampoco se levantan las tuberías
nistraría energía al encendido eléctrico, mientras que las baterías do-
de agua y gas mediante postes)).¡ Es más, para conseguir el derecho
mésticas proporcionarían energía de bajo voltaje para la iluminación
legal a enterrar sus conducciones bajo el pavimento, se obligó a Edi-
doméstica. Edison rechazó el plan de baterías para almacenamiento
son a integrar su Edison Electric Iluminating Company bajo las dis-
de alto voltaje, emparentándolo con un sistema de gas, propuesto un
posiciones regulatorias de la industria del gas del Estado de Nueva York.
tiempo antes, en el que se bombeaba el gas a alta presión mediante
Sólo se permitía excavar las calles de la ciudad a las compañías de gas.
baratas tuberías de pequeño diámetro y se almacenaba en un depósito
Muchas eran las semejanzas. En el sistema eléctrico de Edison,
en las casas, donde se utilizaba a inferior presión. Creía que el alto
como en el sistema de iluminación de gas, las luces estaban conecta-
voltaje suponía tantos peligros para las viviendas particulares como
das de forma que las instalaciones individuales pudiesen encenderse
el almacenamiento de gas de alta presión.
Edison trabajó con las limitaciones de las posibilidades físicas al
6. Thomas A. Edimn, citado en Harold C. Passer, «The electric light and gas light: elaborar los detalles de su proyecto; sin embargo, las leyes científicas
mnovallon and continuity in economic history,, Exploralions in Entrepreneurial His- por sí solas no dictaron el diseño general de todo su sistema. En la
!Or>. 1 (1949), p. 2.
selección y montaje de los componentes del sistema, Edison tuvo siem-
-;. lbrd., p. 3.
pre presente la tecnología y la economía de la iluminación de gas.
68 LA EVOLLCION DE LA rl::Ct\OLOG!A CONT!!'VUIDAD Y 69

Para los observadores actuales, el sistema de Edison parece ser la El tránsito de los primeros naturfactos a Jos primeros artefactos
forma obvia de hacer las cosas. El historiador sabe que esto no fue se pierde en la penumbra de la época prehistórica. Podemos especular
siempre así. Ciertamente, la solución de Edison no parecía obvia a sus sobre este proceso, pero no documentarlo con detalle. Sin embargo,
contemporáneos que eran buenos conocedores de los aspectos cientí- hay artefactos más recientes cuyo desarrollo a partir de un naturfacto
ficos y técnicos de la iluminación eléctrica. Éstos pensaban que, en sí puede rastrearse. Uno es una invención norteamericana arquetípica
el mejor de los casos, se había involucrado en una obstinada empresa del siglo XIX: la alambrada.
y, en el peor, era un loco que buscaba Jo imposible, o un impostor. Con la excepción de los útiles de piedra, la alambrada es el más
Constituye un tributo al genio de Edison el que, al desarrollar su simple artefacto que estudiaremos en este capitulo. Se compone de va-
esquema de electrificación, tuviese la audacia e imaginación para es- rios hilos largos de alambre entrelazados a lo largo de los cuales se
tablecer analogías entre dos tecnologías tan dispares como el gas de disponen perpendicularmente a intervalos regulares trozos de alam-
iluminación y la electricidad. Además, el hecho de que hubiese senti- bre más cortos. Los extremos vistos de menor longitud se disponen
do la necesidad de buscar estas analogías es evidencia adicional en apo- en ángulo para transformarlos en puntas afiladas o púas. Cuando el
yo del modelo de cambio tecnológico continuado. El ejemplo de ilu- alambre se cuelga de postes, las púas se proyectan a ambos lados de
minación de Edison ha mostrado que cada nuevo sistema tecnológico la verja sirviendo de obstáculo al ganado cautivo que pueda querer
surge de un sistema anterior, igual que cada nuevo artefacto discreto escapar fuera de la parcela, o para el ganado libre que quiera alimen-
sale de los artefactos anteriores. tarse con los pastos protegidos dentro de la alambrada. Es una barre-
ra sencilla, barata y muy efectiva.
La facilidad con la que puede hacerse la alambrada ha llevado al
La alambrada historiador de la tecnología D. S. l. Cardwell a sugerir que bien
dría haber sido inventada mucho antes del penúltimo cuarto del siglo
Suponiendo que cada nuevo artefacto se basa en cierta medida en XIX, quizás en la antigua Grecia. Podemos cuestionar la idea de alam-
un artefacto anterior afín, debemos afrontar la cuestión del origen de brada en la antigua Grecia y adelantar su fecha de aparición al Rena-
la primera cosa creada. ¿Cuál fue su modelo? Aunque no había arte- cimiento, cuando por vez primera se practicó el tendido de alambre
factos anteriores por entonces, una multitud de naturfactos pudieron a gran escala, pero incluso este cambio no invalidaría la idea de Card-
servir de modelo para iniciar el proceso de evolución tecnológica. Ha- we\l de que un tan simple artefacto, fabricado con trozos de alambre
bía rocas, piedras, guijarros, palos, ramas, astillas, hojas, conchas, hue- enrollados, pudo haberse producido mucho antes de lo que sabemos.
sos, cuernos y multitud de otros objetos naturales, cuyo peso, estruc- la invención de la alambrada no dependió seguramente del progreso
tura, textura, forma y material los convertían en idóneos como del conocimiento científico ni del perfeccionamiento de algún proce-
instrumentos naturales para diversas tareas. Esta reconstrucción his- so tecnológico complejo y preciso. ¿Por qué apareció, pues, por vez
tórica es, por supuesto, especulativa, pero está avalada por la eviden- primera en la I'\orteamérica del siglo XIX? O, más específicamente,
cia desenterrada por arqueólogos y prehistoriadores que han estudia- ¿cuáles fueron las condiciones dominantes que llevaron a tres hom-
do la cultura material de nuestros más remotos ancestros. Han hallado bres a inventar la alambrada en DeKalb, Illinois, en 1873?
piedras con formas naturales que muestran signos de desgaste indica- los primeros colonizadores de Norteamérica trajeron consigo ideas
tivos de que fueron utilizadas como mstrumentos por los primeros ho- tradicionales inglesas y europeas sobre cómo construir una verja para
mínidos. La continuidad de formas t'rltre el instrumento hallado y d la delimitación de sus explotaciones agrícolas. En la mayoría de los
instrumento al que se ha dado forma deliberadamente es tan fuerte casos, estas verjas eran de piedra o madera, dos materiales muy ase-
que, en muchos casos, diírdl separar un artefacto de un natur- quibles en las primeras colonias. Mientras los asentamientos y la agri-
facto. Lo que hay que tener es que los utile:. de predra no en- cultura se limitaron a la orilla atlántica, el vallado no resultó proble-
traron eu sruo muy lemamentc. mático, pero en el siglo XIX la nación se extendió a las praderas y
70 LA l::VOLUCJO!'> DI:: LA TEC>.;OLOGIA. CONTit\L!DAD ) DISCOt\Tll"LILJAu 71

llanuras occidentales. Los granjeros emigrantes hallaron que allí lama-


dera era escasa y cara, y que sus pastos necesitaban protección ante
los rebaftos de ganaderos que se desplazaban libremente en busca de
alimento. De este modo, el vallado se convirtió pronto en una preocu-
pación primordial del granjero. Entre 1870 y 1880 los periódicos de
la zona dedicaban más espacio a cuestiones de vallado que a las cues-
tiones políticas, militares o económicas.
Los prohibitivos costes de los cercados de madera retrasaron con-
siderablemente la expansión hacia el oeste. En 1871, el Departamento
de Agricultura de los Estados Unidos calculó que el coste conjunto
total de las cercas del país igualaba a la deuda nacional, y la factura
anual de reparación para su mantenimiento superaba la suma de to-
dos los impuestos federales, estatales y locales. Dada la desesperada
necesidad de cercas alternativas razonablemente baratas, se probaron
varios tipos nuevos. 2.i Sección de un esqueje de naranjo Osage, tambien conocido ..:omo bob
d'arc. Las púas tienen una longitud aproximada de 1,2 cm y están >eparadas por una
Una de las alternativas de más éxito, bien conocida en Europa pero distancia de 2,5 o 3 cm entre s1. las púas de una tira de alambre moderno tienen una
no muy utilizada desde entonces en Norteamérica, era la fila de seto. longitud de 1,2 cm y e5tan colocadas a intervalos de 12 cm.
En una región en la que el ganado libre amenazaba Jos pastos, la efec-
tividad de las filas de seto aumentaba cuando se utilizaban para for-
setos, incluso los setos tan duros y útiles como el naranjo Osage, crea-
marlas plantas con espinos. Se plantaban zarzas, cactus, rosas y fal-
ron su propio tipo de dificultades. Tenían un lento desarrollo, no po-
sas acacias, pero el naranjo Osage parecía ser la mejor planta para fines dían ser movidos fácilmente, proyectaban sombra a los pasos adya-
de cercado. centes, usurpaban un valioso espacio de plantación y constituían un
El naranjo Osage, o bois d'arc como lo llamaron los primeros co- refugio para malas hierb'!,S, parásitos e insectos.
merciantes franceses, es un árbol más bien corto con prominentes es- Cualesquiera que fuesen sus inconvenientes, el seto de espino, y
pinos en sus ramas. Puede cultivarse como arbusto alto, y si se plan- especialmente el bois d'arc, fue el naturfacto que sirvió de modelo al
tan muy juntos en doble fila, y se podan para estimular el crecimiento inmensamente exitoso alambrado, que pronto había de cercar todo el
de su parte inferior, el naranjo Osage se convierte en tres o cuatro anos Oeste (fig. 2.7). que una «cerca viviente)>, el naranjo Osage era
en una «cerca viviente» que resiste la incursión de vacas, caballos y una <(alambrada viviente)). La verdad de esta afirmación puede apre-
cerdos. Como el naranjo Osage era natural de la región oriental de ciarse mejor observando de cerca una rama de naranjo de Osage. Las
Texas y las partes meridionales de Arkansas y Oklahoma, pero podía largas y robustas púas, todas ellas de igual longitud, están dispuestas
crecer en climas más fríos, sus esquejes se propagaron por Texas y Ar- perpendicularmente a la rama a intervalos regulares y la rodean uni-
kansas y sus semillas se procesaron en estas zonas para ser transporta- formemente en espiral. Así, el diseño y la regularidad mecánica del
das por barco a los estados de la llanura. Durante las décadas de 1860 alambrado artificial estaba prefigurada en la forma natural del naran-
y 1870, el cultivo de naranjos Osage se convirtió en una industria prós- jo Osage.
pera, aunque modesta. Sólo en 1860 se enviaron al norte 3.524 hl de Además de las filas de seto, en las zonas del Oeste escasas en ma-
semillas. Esto bastó para producir 300 millones de plantas o unos dera se había utilizado el cercado con alambre liso. El alambre eraba-
97.000 km de seto. rato de adquirir, transportar e instalar; no producía sombra y no al-
Durante un tiempo, se consideró al seto de impenetrables y espi- bergaba parásitos; y podía cambiarse fácilmente a otro:. límites de
nosos naranjos Osage la solución al problema del cercado. Pero Jos cercado. Desgraciadamente, ofrecía escaso obstáculo al ganado. que
72 LA EVOLLCI0:-1 DE LA TECNOLOGIA COt"Tlr-;UD.-\D 't: [)JS<. OSTI'ICIDA.D 73

rutinariamente lo rompía aun cuando se uniesen varias filas a los pos-


tes. La cerca definitiva, parecía, había de ser una que combinase los
mejores rasgos del alambre y de las «cercas vivientes)>, l. f. 6LIDIU
Wlrll·r .. us
Esta combinación era aparentemente la que tenía en mente Michael
IS7,114.
Kelly en 1868 cuando patentó un tipo de cerca mejorado (n. 0 de pa-
tente 74.379). «Mi invento -escribió- {confiere] a las cercas de alam-
bre un carácter similar a la del seto de espinos. Prefiero denominar í\\,\
la cerca así creada "seto de espino".>> 8 Kelly utilizó una sola fila de ,
alambre dotada de «púas» metálicas con forma de diamante a inter-

valos de 15 cm. La Thorn Wire Hedge Company se fundó en 1876 para '
fabricar el invento de Kelly, pero para entonces el alambrado de De-
Kalb, Illinois, había llegado a dominar el mercado de las cercas.
La cerca de Kelly era una de las varias docenas de cercas provistas
de púas o pinchos inventadas, y en algunos casos patentadas, entre
1840 y 1870. Ninguno de estos esfuerzos anteriores se plasmó en un ...
producto comercial utilizado en granjas antes de 1873. Por ello, el ho-
nor de inventar la alambrada se reserva a los tres ciudadanos de De- ílb \1
Kalb que idearon, produjeron y vendieron las primeras cantidades con-
siderables de cercas de alambre.
La ciudad de DeKalb, ubicada en el extremo de la llanura, era un
lugar idóneo para encomrar hombres interesados en el diseño de nue-
vas cercas. Los granjeros y mecánicos de DeKalb conocían bien la ne-
Cesidad de cercados baratos y eficaces en las amplias regiones sin ár-
boles del Oeste y estaban dispuestos a sacar partido de cualquier
innovación que prometiese satisfacer esta necesidad.
En la feria del condado de DeKalb de 1873, Henry M. Rose exhi-
FIGL"R·\ 2.8. de la patente de la alambrada de Joseph F. Glidden (!3"74) y de
bió un dispositivo que podía conectarse a las cercas de alambre plano la cerca de púas de Michael Kelly (1868}. La cerca de Kelly, ilustrada en la parte in fe.
existentes para impedir que el ganado las rompiera. El aditamento con- rior, en dos riras de alambre entrelazadas, que forman un cable e[] d que >e
sistía en una pieza de madera, un cuadrado de 2,5 cm y de unos 5 m púas metalica,; planas (fig. 6). El alambre de Glidden. uno de los tipos de alam-
de longitud, en el que se introducían clavos largos de forma que sus bTada fabricado; más conoddos, ;e compone de un cable de dos alambre' enrollados,
que incorpora púas de alambre rewn;idas a intenalos regulares (fig. lll}. La fig. 1 muestra
afiladas puntas sobresaliesen de su superficie (n.0 de patente 138. 763).
el alambre de Glidden ...:onectado a una palomilla que puede girarse para apretar la cer-
El accesorio para cercas de Rose llamó la atención de tres hombres ca cuando se destensa. Fue me: Henr) D. McCallum y T. The w1re
que habían visitado la feria: Jacob Haish, un maderero de origen ale- that jenced the H-ést, Norman. Okla., 1965. frente a la p. 81.
mán, Isaac L. Ellwood, un comerciante de ferretería, y Joseph F. Glid-
den, un granjero. Cada uno abandonó el puesto de Rose convencido brada. Tras conseguirlo, promovieron la fabricación a gran escala de
de que podían crear una cerca mejor integrando las púas en la alam- alambrada; Glidden y Ellwood unieron sus fuerzas en una fábrica y
Haish levantó una fábrica rival (fig. 2.8).
!l. .le%e S. James, Early Umted States barbed patents, Mary.,.,ood. IIL, \966, En 1874, la industria de alambrada producm 4.530 kg del nuevo
p. 3.
cercado. La a la de alambrada fue tan favorable
74 LA EVOWC!Ót" DE LA TEC:'>IOLOGiA CONT\NliJDAD Y DISCONT!t-:LJDAD 75

que en unos años este producto se transportaba desde las fábricas por hemos estado analizando'? La prueba final de la tesis de la continui-
lores en vagones de tren: 271.800 kg en 1875, 5.826.939 kg en 1877, dad será un intento de responder a estas cuestiones, fijándonos de cerca
y 36.466.500 kg en 1880. en una máquina fantásüca, que no se ha fabricado -y probablemen-
los inventores de DeKalb conocían bien el cercado con seto, y Haish te no podría fabricarse- en el mundo real.
tenía un especial interés por reutilizar el bois d'arc. En 1881 recordó La heroína de 1984, de George Orwell, es una joven que trabaja
su anterior vinculación con aquella planta: en el Departamento de Ficciones del Ministerio de la Verdad. Con una
lla\-e inglesa en sm aceitosas manos, se encarga del mantenimiento de
A finales de los años sesenta y comienzos de los setenta, la plantación de las máquinas escritoras de novelas que fabrican narraciones popula-
esquejes de sauce y naranjo Osage estaba en su punto álgido. Yo había res para las masas. Orwell no describe con detalle esta fabulosa má-
recibido un envío de semillas de naranjo de Osage desde Texas, surtiendo quina, pero Jonathan Swift, de cuyos Viajes de Gulliver (1726) tomó
a algunos de mis clientes con estas semillas a un precio de 5 S por libra prestado Orwellla idea, presentó una descripción verbal del mecanis-
... Me había pasado por la cabeza [en otro tiempo] plantar semillas de mo, explicó su funcionamiento e incluso ofreció a los lectores una ima-
naranjo Osage y cuando estuviese suficientemente crecido cortarlo y tren-
gen de la máquina.
zarlo en cercas de alambre y tabla, utilizando los espinos para impedir
Los '1-Üjes del capitán Lemuel Gulliver le llevaron al país de Laga-
la penetración de ganado. 9
do, donde le dieron un paseo por la academia de artes y ciencias. Allí,
en la sección de aprendizaje especulativo, se le enseñó una máquina
La alambrada fue un invento extraordinario que revolucionó el cer-
capaz de escribir libros sobre cualquier tema. Con poca mteligencia,
cado en Norteamérica y otras partes del mundo, facilitó la migración
habilidad o conocimiento, un operador podía escribir libros de filoso-
hacia el Oeste, introdujo los frutos de la Revolución industrial en la
fía, literatura, política, derecho, matemáticas y teología. La máquina,
granja y tuvo un profundo efecto en las industrias agrícolas y ganade-
que tenía la forma de un cuadrado de unos seis metros, estaba com-
ras, así como en la guerra y las prisiones. Aunque de concepción sen- puesta de cubos de madera (o Hdadost> como los llamó Swift), en cuya
cilla, apareció en una etapa tardía de la historia de los artefactos. Es superficie había fichas de papel pegadas. Estas fichas tenían todo el
un ejemplo moderno del proceso por el que un naturfacto se transfor- vocabulario del lenguaje de Lagado, una palabra en cada una de las
ma en artefacto, y muestra que incluso el más simple de los artefactos caras de los cubos. Éstos estaban uniformemente unidos entre sí por
tiene un antecedente. La alambrada no fue creada por hombres a los alambres o varillas, de forma que presentaban una combinación alea-
que se les ocurrió retorcer y cortar el alambre de una determinada ma- toria de palabras cuando se giraban. El giro se conseguía por medio
nera. Se originó en el deliberado intento de copiar una forma orgáni- de manubrios de hierro, o levas, que salían de los extremos del chasis
ca que funcionaba eficazmente como repelente del ganado. de la máquina. La ilustración que acompaña al texto de Swift descri-
be un artefacto mecánicamente imposible, pero que constituye una
aproximación (aunque con menos cubos y manubrios) a lo que había
La máquina de escribir libros descrito el autor.
Para escribir un libro, el «a u ton> colocaba a un ayudante ante cada
Si los artefactos de la cultura material surgen de otros artefactos, una de \a5 manivelas. A una señal del autor, los cuarenta ayudantes
o en algunos casos especiales de naturfactos, ¿de dónde proceden las giraban simultáneamente los cubos al menos noventa grados, presen-
máquinas imaginarias que encontramos en los mundos fantásticos crea- tando así un nuevo grupo de palabras en la superficie de la máquina.
dos por escritores y artistas? ¿Son puro producto de la imaginación Treinta y seis de estos ayudantes examinaban entonces este surtido alea-
artística o pueden incluirse en la corriente de cosas producidas que torio de palabras, buscando las frases con sentido que pudieran haber
aparecido por azar. Estas frases eran copiadas por los restantes asis-
9. Hemy D. y Frnnce5 T. McCallum, The wire that fenced the U'ést, Okla., tentes, se giraban de nuevo las manivelas y se repetía el proceso hasta
1965, p. 23. que las frases o expresiones escritas llenaban varios folios. A partir
76 LA EVOWCIÓN DE LA TECNOLOGfA CONTINUIDAD Y DISCONTINUIDAD 77

de éstas el autor escribiría un libro. El inventor de este aparato, seguro


Pillee .V. Pan.m. de que la mecanización de la escritura de libros había de enriquecer
a la humanidad, estaba buscando fmanciación pública con la que cons-
truir quinientas máquinas de este tipo para usarlas por todo el país.
La presentación que hace Swift de la máquina de Lagado era cla-
ramente satírica. Con ella ridkulizaba la idea de que el azar o acci-
dente regfan la creatividad individual y que las máquinas pudiesen imi-
tar la acción de la mente humana. Con todo, queda por resolver el
problema de los orígenes del fantástico artilugio de Swift.
Algunos historiadores de la literatura han vinculado la máquina
de escribir libros con las calculadoras matemáticas mecánicas cons-
truidas en el siglo xvu. Sin embargo, estas calculadoras, con sus en-
granajes, discos calibrados y agujas registradoras, son muy parecidas
a los mecanismos de relojería y están muy lejos de Jos inverosímiles
cubos rotatorios de Swift. Lo cierto es que algunas de las primeras
calculaporas eran activadas por pequeñas manivelas de metal. Otros
autores han sugerido que Swift, con la intención de satirizar los inten-
tos contemporáneos de crear un lenguaje universal, no hizo más que
añadir un conjunto de ejes a los bloques con palabras impresas que
solían aparecer en los libros escritos por los defensores de un medio
de comunicación universal. Esta segunda explicación del origen de la
máquina de Swift no es convincente por varias razones. Los bloques
se presentaban en dos dimensiones, no en tres, y no hay indicación
de que las palabras impresas en los bloques del lenguaje universal es-
tuvieran pensadas para desunirse y para unirse en otras superficies,
reordenándolas. Sin embargo, hay varios antecedentes artefactuales de
la máquina de Swift que se han pasado por alto -a saber, los bloques
de alfabeto para niños, que pueden manipularse para formar palabras
simples (fig. 2.9).
Los bloques cúbicos de madera o ébano con diferentes letras del

FIGURA 2.9. (A) Máquina de escribir libros de Lagado. Cada cuadrado de la ilustra-
ción representa un cubo cuyas superficies están cubiertas con palabras. Un giro del eje
presenta un nuevo su nido de palabras que pueden contener una o dos frases significati-
vas. Obsérvese que se espera que los cubos giren en dos ejes perpendiculares entre sí
{!). Swift no ofreció explicación para la solución de este problema mecánico. (B) Blo-
ques de letras para niilos. Muy conocidos en la Inglaterra isabelina, son los anteceden-
tes probables de los cubos de la máquina de escribir libros de Lagado. Fuentes: (A) Le-
mue! Gulliver [Jonatllan Swift), 1hrvels into severo/ remole nations ofthe world, Londres,
1726, p. 74; (8) Hugh Plat, The jewel house of art and nature, Londres, 1653, p. 42.
78 LA EVOWCIO:-; DE LA TEC:'-.OLOGÍA

alfabeto grabadas en su superficie eran utilizados en la Inglaterra isa-


belina para enseñar a los niños el ABC. Durante el siglo XVII, estos
r
1
deliberadamente, su deuda con un antecesor. La primera desmotado-
ra de algodón de Whitney tenia un gran parecido con la charka india,
79

juguetes educativos cobraron nuevo relieve cuando el filósofo John Loc- 1


pero esta semejanza se perdió rápidamente cuando la máquina se de-
ke recomendó dar a los niños «dados y juguetes con ... letras impre- sarrolló hasta alcanzar su forma moderna. Pocos advierten que los
sas»1'1 para que pudieran aprender el alfabeto mientras jugaban. En rasgos más importantes de la forma, estructura y tipo de fabricación
el siglo XVI!! se utilizaban palabras enteras escritas en trozos de papel del automóvil moderno derivaron de la bicicleta, y que los primeros
y pegadas a trozos de madera o «dados); para enseñar a escribir. Es- automóviles eran poco más que bicicletas de cuatro rueda5
ws artefactos educativos constituyen el trasfondo del invento de la má- Ford llamó «cuadriciclo)) a su invento- propulsados por motor de
quina de escribir libros de Swift. gasolina. Igualmente. pocos tienen presente que Jos modernos relojes
Haciendo uso de la imaginación, Swift cogió bloques de letras, pegó digitales comparten con los relojes mecánicos más antiguos un pecu-
palabras a su superficie y las unió mecánicamente para que pudiesen liar modo de medir el tiempo división de un intervalo temporal
generar frases al azar. Igual que el niño ordenaba los cubos para escri- en unidades discretas iguales o pulsos. Una obertura realiza esta fun-
bir palabras, la máquina ordenaba los cubos de palabras para formar ción en un reloj mecánico, y un cristal vibrador de cuarzo la desempe-
fragmentos de frases. Los bloques alfabéticos no sólo proporcionaban ña en el reloj digital. Aunque esta división en pulsos no es la única
un elemento mecánico idóneo para el aparato de Swift, sino que tam- manera de contar el tiempo, fue la primera forma exitosa de hacerlo,
bién contribuían a la sátira al subrayar el infantilismo de la invención y la que a la postre ha perdurado.
de Lagado. La pérdida u ocultación de antecedentes ha tenido lugar en wda
Incluso en este ejercicio de imaginación literaria, Jonathan Swift la historia; la creación del mito del inventor heroico, empero, se limita
estuvo influido por cosas realmente existentes en el mundo material. principalmente a los últimos 300 afíos. Antes del siglo XVIII, los in-
Y lo que sucedió con la máquina de escribir libros también sucede con ventores no conseguían fácilmente un reconocimiento especial por
todos lo.s artilugios mecánicos, sean creación de autores de ciencia- contribuciones. La historia de la tecnología anterior es sustancialmente
ficción o el sueño tecnológico de ingenieros e inventores. Como su con- anónima, recordándose sólo algunos nombres destacados.
trapartida en el mundo real, las máquinas fantásticas siguen la regla El período de amplios cambios sociales y económicos que deno-
del desarrollo continuo. minamos Revolución industrial llevó a muchos inventores a conoci-
miento y aclamación del público. Se les otorgó reconocimiento por ha-
ber concebido ingeniosas máquinas que fomentaban el progreso en el
ÜRÍGENES DEL ARGUviENlD DE LA DISCONTINUIDAD
ámbito económico, social y cultural. Elevado al estatus del líder mili-
tar o político, el inventor del siglo XIX fue presentado como un héroe
A pesar de la evidencia en sentido contrario, hay un considerable romántico que combatía la inercia social y se enfrentaba a las podero-
apoyo a la idea de que los inventos son el resultado de cataclismos tec- sas fuerzas naturales para revertir a la humanidad los beneficios de
nológicos revolucionarios producidos por genios individuales. Las fuen- la tecnología.
tes de esta concepción son tres: la pérdida u ocultación de los antece- Durante esta época, Samuel Smiles escribió libros que celebraban
dentes cruciales; la presentación del inventor como héroe; y la confusión la vida y esfuerzos de los ingenieros ingleses, creando así un género
entre cambio tecnológico y cambio socioeconómico. literario ampliamente reproducido: la biografía popular del inventor.
Dada la naturaleza de la tecnología y el cambio tecnológico, tanto Las primeras exhibiciones industriales internacionales, empezando con
el inventor como el público pueden olvidar, y en ocasiones suprimir la exhibición del Palacio de Cristal de 1851, presentaron la maquina-
ria y sus productos para instrucción y diversión del gran público. Un
10. John Locke, Sorne thoughts concerning education, Londres, 1699, pp. 272-273 escritor de la época pudo decir, en la revista norteamericana Christian
(ha; trad. cast.: Pensamtentos sobre la educación, Akal, Madrid, 1986).
Examiner (1869), que mientras que todos los poetas, filosófos Y teólo-

l
i.
80 LA EVOWC!Ól'< DE LA TEC!"OLOGÍA CO:-JTl'iUlDAD Y DISCONTINC!DAD 81

gas tenían una fuerte tendencia a ser (<mediocres y pequeños)), todos proceso de patente, se identifica singularmente a una patente con su
los inventores eran «heroicos y grandes;>. 11 Obviamente, no era esta inventor y se borran sus asociaciones con los artefactos existentes. Todo
época propicia para menospreciar la singularidad de la hazaña del in- el derecho de patente se basa en el supuesto de que un invento es una
ventor. Como los actos heroicos suelen estar vinculados a re\-"Dlucio- entidad discreta y nueva, que puede atribuirse al individuo que los tri-
nes, las explicaciones evolutivas del cambio tecnológico no tenían un bunales consideran su legítimo creador. Así, el sistema de patentes con-
gran atractivo. vierte la corriente continua de artefactos en una serie de entidades di-
El nacionalismo también desempeñó un gran papel en el manteni- ferenciadas.
miento de la creencia decimonónica de que el desarrollo era esencial- En una sociedad capitalista, el titular de una patente está en posi-
mente discontinuo. Las mismas exhibiciones que glorificaban el pro- ción de utilizar ésta para conseguir un beneficio financiero personal.
greso industrial, y a los hombres que lo hacían posible, se utilizaban Como de lo que se trata es de dinero, estatus social y gratificación del
para medir el crecimiento industrial relativo de las naciones mediante Yo, los contendientes en una disputa de patente a menudo pugnan sin
un sistema de premios que distinguía a los países con mayores logros toda la limpieza deseable para preservar su derecho a la originalidad.
industriales. Por vez primera en la historia, los logros tecnológicos se Samuel F. B. Morse, por ejemplo, negó tenaz y falsamente haber apren-
incluían en la determinación del estatus de una nación en el mundo. dido algo decisivo para el desarrollo del telégrafo eléctrico del físico
La tecnología se convertía en un factor en las relaciones y rivalidades Joseph Henry. Eli Whitney, en el proceso de obtención de la patente
internacionales. de su desmotadora de algodón, afirmó que nunca había visto la des-
Dada esta amalgama de la tecnología con los intereses y el presti- motadora de rodillos perfeccionada que había ideado para intentar lim-
gio nacionales, el orgullo patriótico dictaba la escritura de historias piar el algodón de fibra corta (sin embargo, no declaró que nunca ha-
chovinistas de invenciones, que atribuían las más importantes a com- bía conocido la antigua desmotadora charka que, sin duda, le influyó).
patriotas y pasaban por alto las obras de los inventores de otros paí- Incluso Thomas A. Edison no estuvo lejos de hacer pretensiones du-
ses, por dotados o influyentes que pudieran ser. Se desarrolló así una dosas cuando solicitó el reconocimiento del invento del cinematógra-
extraña situación en la que los inventores heroicos de un país apenas fo. Estos disimulos son resultado de un sistema que intenta imponer
eran reconocidos en otro lugar. Por poner un conocido ejemplo, el «in- discontinuidad en un fenómeno esencialmente continuo.
venten> de la luz eléctrica incandescente es sir Joseph \V. Swan en In- Al otorgar una patente, el gobierno hace algo más que dar a su
glaterra, Thomas A. Edison en Norteamérica, y A. N. Lodygin en Ru- titular un derecho legal a explotarla. Una patente otorga reconocimiento
sia. De forma similar, la afirmación rusa de que A. S. Popov inventó social a un inventor y distorsiona la medida de su deuda con el pasa-
la radiotelegrafía es dispmada por aquellos que designan a Guglielmo do, fomentando la ocultación de la red de lazos que lle'ian a artefac-
como su inventor. En suma, la estrechez de miras limita el tos anteriores y afines.
reconocimiento de la obra anterior realizada por tecnólogos de otros La fuente última de la explicación revolucionaria del cambio tec-
países, centra la atención en la aparición de invenciones de novo por nológico es la confusión de la tecnología con sus ramificaciones socia-
el esfuerzo solitario de compatriotas heroicos y favorece el enfoque les y económicas, algo que se ilustra adecuadamente con el apelativo
revolucionario del cambio tecnológico. de (<Revolución industrial». Ésta, a comienzos del siglo XIX, signifi-
El sistema de patentes es otro desarrollo moderno que ha contri- có una serie de inventos cruciales que transformaron la industria. Se
buido al apoyo y propagación de la tesis de la discontinuidad. Las pa- suponía que la revolución había tenido lugar primero en la tecnología
tentes constituyen medios legales por los cuales las sociedades indus- y luego se había difundido a la industria. Esta idea persiste en el uso
triales recompensan y protegen a los innovadores tecnológicos. En el moderno de expresiones como ((Segunda revolución industrial)), y ({ter-
cera revolución industriab>, aludiendo a los cambios fundamentales
11. John C. K1mball, citado en John F. Kasson, Civilizing the machine, Nueva York, de la industria producidos por la introducción de la electrónica y los
19!6, p. 153. ordenadores. ün segundo significado, que tiene una más amplia vi-

l
6 - ' ' " " 1,\
82 LA CVOWCIÓN DE LA IJ:.Cr>;OLOGÍA CO!'-Tli'UDAD ): DJSCO'\TI'iLIDAD 83

gencia, define la Revolución industrial como una alteración fundamen- autogeneradora y automotivante. Dada la charka, no estaba predeter-
tal de la sociedad producida por la tecnología. Es en este sentido en minado que la desmotadora de algodón hubiese de aparecer en 1793.
el que Friedrich Engels utilizó el término (1845) cuando escribió que Las fuerzas sociales, culturales, económicas y técnicas que crearon la
una revolución había «cambiado toda la estructura de la sociedad de necesidad de una mejor forma de limpiar la fibra corta se reunieron
la clase media» en Según la primera definición, el cam- en el sur de J'.iorteamérica durante la última década del siglo XVIII.
bio tecnológico-industrial es revolucionario; según la segunda, lo re- Un entorno alternativo en el que el algodón no fuese un tejido desea-
volucionario son los cambios sociales y económicos. Como en la prác- ble, o en el que fuese abundante el trabajo barato, no hubiera alenta-
tica actual se han fusionado estas dos definiciones, no siempre está do la búsqueda de nuevas técnicas de obtención de algodón. Un in-
claro qué es lo que ha experimentado una revolución. ventor con talento y un antecedente son condiciones necesarias, pero
Los cambios industriales de finales del siglo XVIII y comienzos del no suficientes, para crear una innovación con amplias repercusiones
siglo XIX fueron realmente revolucionarios en la forma en que afecta- sociales y tecnológicas. La nueva desmotadora de algodón no tuvo que
ron a la vida y fortuna de la gente de Inglaterra. Con todo, las máqui- basarse necesariamente en la charka. Podría haberse ideado Uil<1 des-
nas, y los motores de vapor que las movían, eran el resultado de cam- motadora que funcionase según principios mecánicos diferentes a los
bios evolutivos en la tecnología. Por otra parte, las consecuencias de la máquina de Whitney. La continuidad requiere un antecedente
económicas y sociales de estos desarrollos tuvieron tan largo alcance artefactuaL pero no determina que sólo un artefacto pueda desempe-
que transformaron el orden social. fiar el papel de antecedente cuando lo' individuos buscan una solución.
Los cataclismos en el ámbito social y económico se han interpreta- En la mayoría de los casos, el antecedente será uno existente en
do con demasiada frecuencia erróneamente como cambios revolucio- el ámbito tecnológico general en el que se busca la innovación. Whit-
narios de la tecnología. La implantación de la primera sociedad in- ney se basó en la charka, y lo5 creadores de la alambrada se inspiraron
dustrial en Inglaterra fue un cambio de tal magnitud que desbordó en las cercas de espino; sin embargo, los inventores del motor eléctri-
la continuidad tecnológica en la que se basaba y ayudó a perpetuar co recurrieron a la tecnología de la máquina de .. apor en busca de orien-
la idea de que la tecnología avanza a saltos de un gran invento a otro. tación, y Edison se inspiró en el campo de la iluminación de gas para
La confusión entre la tecnología y sus consecuencias unió los mi- desarrollar su modelo de un sistema de iluminación eléctrica.
ros de los inventores heroicos, las ideas de progreso material, naciona- Los requisitos funcionales han tenido siempre una gran influencia
lismo Y el sistema de patente, y aumentó la explicación discontinua en la elección del antecedente apropiado, y como la funcionalidad pue-
del cambio tecnológico. Sólo un estudio minucioso de tos artefactos de cruzar las fronteras tecnológica5 establecida5, el antecedente puede
puede demostrar la insuficiencia de esta perspectiva y la relevancia de no <>er siempre el que inicialmente parece má<> obvio. Este fue el caso
la tesis de la continuidad. con la invención de la segadora mecánica (1780-1850).
En las primeras segadoras mecánicas, que no tuvieron éxito, se in-
remaba duplicar el movimiento oscilante de la guadaña al cortar las
CONCWSIÓN espigas o imitar la acción de esquileo de las tijeras o cizallas. La sega-
dora McCormick, que llevó la siega mecánica a gran escala a las gran-
Al evaluar las implicaciones más amplias de la tesis de la continui- jas norteamericanas, utilizaba una hoja de 5ierra (dentada) oscilato-
dad hemos de tener cuidado en evitar la implicación de que los inven- ria para serrar las cafias. La máquina de McCormick copiaba la acción
tos son inevitables, o de que la corriente de artefactos es totalmente de la muy antigua hoz de mano, cuya hoja de sierra se utilizaba en
movimiento de serrado para cortar las cañas. En cada caso, un arte-
12. Friedrich Engels. The condition of the ..-orking cfass in England, trad. in2L
facto sirvió de modelo al mecanismo de corte: cizalla, tijeras, hoz. A
\\'.O. Henderson y W. H. Chaloner, Oxford, 19il, p. 9 (hay también trad. la postre, la elección más obvia, la cizalla, resultó ser la menos útil
La de fa clase obrera en Inglaterra, Critica, Barcelona, 19i8). para hacer frente a las necesidades funcionales de una segadora mecá-
84 LA EVOLLCIÓ"J DE LA TE.CNOLOGIA

nica, y la más primitiva, la hoz, abrió el camino a la mecanización


de la cosecha.
La evidencia de la continuidad arte factual presentada en este capí-
tulo no niega el hecho de que un Whitney, Watt o estu-
viese insatisfecho con las soluciones técnicas existentes y buscase otras
nuevas. Hemos subrayado aquí la naturaleza continua de esta búsque-
da; en los dos capítulos siguientes analizaremos los aspectos psicoló-
gicos, intelectuales, sociales, económicos y culturales de la búsqueda
de una novedad por el tecnólogo. Para que se dé el cambio evolutivo, 3. NOVEDAD. 1: FACTORES PSICOLÓGICOS
la novedad ha de hallar una forma de afirmarse en medio de la conti- E INTELECTUALES
nuidad.

INTRODUCCIÓN

la diversidad que caracteriza a los objetos materiales de cualquier


cultura. es una prueba de que allí donde hay seres humanos hay nove-
dad. Si esto no fuera así, la imitación estricta seria la norma, y cada
cosa nueva sería una réplica exacta de algo existente. En un mundo
así, no evolucionaría la tecnología; la gama de objetos materiales se
limitaría a los primeros naturfactos utilizados por los primeros hom-
bres y mujeres.
Si aceptamos la tesis de una diversidad artefactual universal, he-
mos de reconocer que en algunas culturas se dispone de una mayor
variedad de artefactos que en otras. En un e.xtremo se encuentran los
Estados Unidos, donde actualmente se otorgan unas setenta milpa-
tentes anuales, y en el otro extremo se encuentran los aborígenes aus-
tralianos o los nativos de la cuenca amazónica, cuyo escaso arsenal
de instrumentos y utensilios apenas ha cambiado en varios siglos.
¿Cómo explicar las diferencias en el ritmo de producción de nue-
vos tipos de cosas? Y ¿cómo podemos identificar la fuente de la nove-
dad en cualquier cultura? No resulta fácil responder a estas preguntas.
El estudio de la innovación está plagado de datos, teorías y especula-
ciones confusos y contradictorios. Como no hay consenso sobre cómo
surge la novedad en el mundo occidental moderno, no podemos espe-
rar encontrar directrices fiables para la comprensión de la actividad
innovadora en nuestro pasado, y menos aún en la historia de culturas
radicalmente diferentes a la nuestra.
Generalmente se acepta sin discusión que el proceso de innovación
supone la interrelación de factores psicológicos y socioeconómicos. Un

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