Luis Xvi, A La Guillotina Por Traicionar A La Revolución
Luis Xvi, A La Guillotina Por Traicionar A La Revolución
Luis Xvi, A La Guillotina Por Traicionar A La Revolución
GRANDES JUICIOS
El monarca francés fue juzgado y condenado a muerte por la Asamblea
Legislativa que antes lo había declarado inviolable y le había otorgado el
poder ejecutivo
LOS ANTECEDENTES
En lugar de unirse a la legión de nobles que a lo largo de ese año salieron del
país, incluida su propia familia, el rey abandonó Versalles y se trasladó al
palacio parisino de las Tullerías para mantenerse al frente del nuevo Estado,
controlado por una Asamblea unicameral que redobló sus esfuerzos entre la
consolidación y expansión de su poder a todo el territorio y la redacción de la
primera Constitución francesa.
lealtad.
En medio de un intenso debate sobre el futuro del rey, que para el sector
jacobino más radical liderado por Maximilien de Robespierre debía morir
para que Francia viviese y para el moderado Georges-Jacques
Danton debía ser juzgado para legitimar así el poder del nuevo poder
ejecutivo, los girondinos se alienaron con Danton para crear dos comisiones
que debían determinar si se podía juzgar al rey, quién debía hacerlo y qué
cargos debían imputársele.
La comisión de juristas determinó que Luis XVI podía y debía ser juzgado por
numerosos cargos, ya que se daba por revocada la inmunidad que recogía la
Constitución y que la Convención Nacional era el marco para hacerlo, como
institución legítima para dotarse a sí misma de unas funciones judiciales
extraordinarias.
EL JUICIO
Luis Capeto rechazó todos los cargos y aseguró desconocer todas las pruebas
que le presentaron en una suerte de vista previa. Negó que fuese suya la
firma de diversos documentos que también tenían su sello y que el cofre
hallado en las Tullerías fuese de su propiedad. Asimismo, solicitó que se le
permitiese contar con uno o varios abogados para afrontar su defensa. No
obstante, el depuesto monarca sabía que la sentencia estaba dictada de
antemano, como dejó escrito: “No espero convencer a los diputados ni
tampoco conmoverlos. Solo ruego que no se recurra a peroraciones tocantes
a mi dignidad”.
Robespierre fue el encargado de desmontar el argumento de
Cerrado el juicio oral sin más testigos que los propios diputados ni más
pruebas que las presentadas en la primera vista, la Convención Nacional
acordó que el 15 de enero se llevaría a cabo la primera votación sobre la
culpabilidad de Luis Capeto de los cargos presentados.
LA SENTENCIA