Fernando Cuperman
Fernando Cuperman
Fernando Cuperman
Por otro lado, si quisieras estar sintiéndote mejor mi recomendación es que por un momento te
sientes para atrás en una silla con las manos detrás de la cabeza
Que la cabeza quede detrás del pecho y que puedas relajar los hombros y en esa posición, si aún
te sientes mal te digas “me siento mal así y me quiero estar sintiendo…consciente o
inconscientemente.
Cuando cambiamos de posición favorece que nos hablemos de mejores maneras o de peores
maneras, de modos más inseguros o de modos más seguros. En general cuando estamos en el
eje o estamos hacia atrás, la voz del pensamiento…fíjate como suena. Te propongo que se
sientes para atrás y toma uno segundo para escuchar como piensas la vida desde esta
posición…y ahora te propongo que la inviertas, que te pongas en el eje, que te derrumbes de la
boca del estómago y la cabeza, te apoyes a tu izquierda y que escuches unos segundos como
suena ahí tu voz interior.
Volvemos al eje, dos respiraciones profundas con el pecho para salir del estado anterior, nos
ponemos para atrás.
Una de la magia que tiene el verbo y el lenguaje es que nos pueden desplazar en el tiempo, de
hecho, nuestra mente tiene sitios reservados para representar nuestras ideas, las imágenes de
según de que tiempo se trate. Hace años a mis hijas les explicaba que los verbos vienen en 3
televisores, uno para el pasado, una para el presente y otro para el futuro. Si digo “el elefante
caminaba” esa imagen aparece en un lugar distinto a “el elefante camina” o al “el elefante
caminara”. Yo al pensarlo me lo represento en 3 lugares distintos del espacio.
En cambio, cuando digo eso mismo en primera persona “yo caminaba”, yo camino”, “yo caminare”
…el “yo caminaba” me lo imagino más atrás, “yo camino” en el lugar y “yo caminare” más
adelante. Así que cuando me digo “hoy me preocupe un montón y mañana me quiero estar
sintiendo más seguro y tranquilo todo el día” lo que hago es estarme proyectando un futuro mejor.
Si digo “mañana no que quiero preocupar ni angustiar”, probablemente me esté imaginando un
futuro más complicado.
Hay cosas que no sabemos, que son de la situación, que seguirán ocurriendo y seguiremos
respondiendo de la mejor manera a estos eventos y pertenecen a lo que es nuestra
representación de lo que es lo externo. Ahora, el estado y la actitud con la que vamos a estar
atravesando esos momentos, eso sí es algo que podemos decidir nosotros.
El modo del lenguaje para hacer esto es que usamos el verbo en futuro y lo pensamos en primera
persona. Hoy un camino fácil de recorrer que es el del estar mal a estar bien, y otro que también
es fácil que es el del estar bien a mucho mejor. El camino difícil es el de estar mal a mucho mejor,
así que, si hoy tuve un buen día, reconocerlo y aceptarlo (“estuve tranquilo, descansé un montón,
estuve gusto, comí cosas ricas y mañana también me puedo estar sintiendo mejor y estar
disfrutando más de todo lo que estoy leyendo, o viendo en pelis”) e irme programando no solo
para dejar de estar mal y estar sintiéndome bien, sino como es para de estar sintiéndome bien a
estar sintiéndome mejor.
La actitud, a lo mejor no es el 100% de nuestro día, pero es una parte muy importante para
nuestro sistema inmune como para nuestras habilidades mentales como por nuestra experiencia
subjetiva de cómo vamos viviendo las cosas.