Fernando Cuperman

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6

FERNANDO CUPERMAN

LA MAGIA DEL LENGUAJE

Me parece una oportunidad interesante para hablar del lenguaje.


Las palabras, a veces son solo palabras, pero están relacionadas con las representaciones
inconscientes.
Cuando, hace muchos años, estudie el metamodelo del lenguaje, que es una manera de
preguntar de la PNL que te llevan de la estructura superficial a la profunda del lenguaje, o sea que
era lo que mentalmente se representaba esa persona y, decía, que sabíamos que llegábamos a
ese punto porque habíamos llegado al índice referencial. En ese tiempo, que se estudiaba con el
libro de “la estructura de la magia II”, en ningún lado de ese libro decía que era el índice de
referencia.
Este índice de referencia era como una imagen, muy rápida. Tiempo después entendí que había
como un pensamiento inconsciente de que era muy rápido y un pensamiento consciente que es
muy lento.
Si pregunto “¿Qué hiciste hoy desde que te despertaste hasta ahora?”, o si puedes recordar que
hiciste hoy desde que te despertaste hasta ahora, según el nivel de exigencia que tengas te vas a
decir que: “Que sí, que no, o que más o menos”. Pero cada vez que yo hago esa pregunta, el
inconsciente que siempre responde, manda una línea de imágenes muy rápidas donde, por
ejemplo, uno ve qué desayunó, qué almorzó, qué hizo a la tarde; y se puede apreciar también,
que a veces, pasan en diferentes direcciones, pero es una línea muy rápida de imágenes.
Así que cada vez que alguien nos dice algo, nos aparece una imagen en la cabeza, ejemplo gato,
auto, casa…en seguida pasa una imagen muy rápida que responde a los sustantivos concretos,
que son estas palabras que refieren a personas, cosas o animales.
Hay otras palabras que son sustantivos abstractos, y estos hacen que concurran muchas
imágenes a nuestra mente que no están definidas. Por ejemplo, si pensamos en salud, libertad,
comunicación, nos van a venir muchas imágenes (así que lo común es que nuestros ojos se
muevan para todos lados para hacer diferentes representaciones que nos acerquen más o menos
a ese concepto.
El tema del índice referencial es que nuestros estados de ánimo, así como nuestro sistema
inmune y demás, responden mucho a estas imágenes que son muy rápidas, aunque nuestra
consciencia no le preste atención.
Así que, si hablo de un caballo, solo por nombrarlo probablemente pase una imagen de un
caballo y si hablase de un caballo corriendo es probable que tuvieses como una pequeña película
de un caballo corriendo.
La cuestión con estas imágenes es que se ven igual cuando uno pregunta, cuando afirmamos o
cuando negamos. Así que, si alguien nos dice que, si puedes imaginar un caballo corriendo,
probablemente digamos que sí. Si alguien lo afirmara y dijese que “seguro puedes ver un caballo
corriendo, lo puedes estar imaginando”, probablemente veamos pasar casi el mismo caballo que
con la pregunta. Incluso si alguien nos dijera, “no te imagines a ese caballo corriendo”, veríamos
pasar más o menos el mismo caballo.
Con lo cual, a esa parte del cerebro que está en la parte prefrontal, se representan las cosa tanto
cuando nos preguntan algo o nos preguntamos algo, cuando afirmamos y cuando negamos.
Lo mismo que pasa con estas imágenes inconscientes, pasa con el sonido. Por ejemplo, si
alguien nos dice: “no te estés diciendo tu nombre mentalmente ahora”, lo más probable es que
nos digamos nuestro nombre mentalmente. O si alguien te dijese “no estés sintiendo ahora mismo
tu respiración”, lo más probable es que, aunque no estuvieses interesado en eso hasta ese
momento, puedas sentir tu respiración.
Esto genera como toda una lógica del lenguaje, a la cual respondemos con nuestro razonamiento,
y toda una lógica de las representaciones que este lenguaje genera a las cuales respondemos
anímicamente.
Nuestro cerebro emocional responde más a estas imágenes, aunque sean muy rápidas, que a lo
que entendemos. En PNL se dice que tenemos un auditivo interno, que tenemos la capacidad de
recordar cualquier cosa que hayamos escuchado y de combinarlo y de volver a escucharlo.
En estos días de cuarentena, muchas personas tomarán el propósito de escucharse a sí misma y,
probablemente, habrán sentido la dificultad de tenar la mente en silencio porque nuestro
pensamiento esta opinando todo el tiempo. Y cuando opina, opina en lenguaje, lo llamamos
dialogo interno. Es una de las formas que tenemos de pensar.
Este dialogo interno, las cosa que nos vamos diciendo durante el día, van generando diferentes
imágenes y entre esto que nos decimos y el tono en que nos decimos esto, generamos estas
imágenes que hacen que nuestro sistema inmune, nuestros estados de ánimo vayan más para
arriba o más para abajo.
Hable antes de la negación, de la palabra No y de cómo representa igual las cosas. Al igual que si
alguien te dice “no sientas tu respiración”, la sientes, de la misma manera si alguien te dice “no
tengas pánico” o “no tengas angustia”, lo más probable es que nos lleve a representar más ese
estado. Con lo cual, a pesar de que la lógica del lenguaje este correcta, el efecto que nos
produce, el efecto que tiene cuando alguien nos lo dice es que aumenta el estado de pánico o de
ansiedad.
Además de la palabra NO, quería llamar la atención sobre la palabra TRATAR e INTENTAR.
Cuando usamos los verbos, estos aparecen en nuestra imagen mental como una foto o como una
película, por ejemplo, “el gato camina” se suele ver como una foto y “el gato caminando” suele
verse como una película. Así mas o menos funciona el lenguaje.
Cuando usamos los verbos en gerundio y usamos la primera persona “YO”, nos metemos adentro
de la escena. Si usamos los verbos en gerundio utilizando las terceras personas (él o ella) se ve
una imagen más enfrente. Si digo “el caballo está corriendo”, probablemente veas al caballo
corriendo, si te digo “no te imagines al caballo corriendo”, probablemente también veas al caballo
corriendo, si te digo “puedes estar sintiendo tu respiración”, probablemente conectes la conciencia
ahí, la estés sintiendo, y si te digo “no sientas ahora tu respiración”, probablemente también las
estés sintiendo.
Pasa con las películas que uno las puede ver de a fuera o de adentro. Si digo “ella está
caminando por la playa”, me voy a imaginar a una persona caminando por la playa, y si digo
“estoy caminando por la playa”, lo voy a ver como si estuviera yo en ese momento caminando por
la playa. Si digo “el caballo está corriendo”, probablemente veras al caballo corriendo. Si digo “el
caballo está intentando correr”, ¿Qué ves? Probablemente aun caballo haciendo el intento, pero
sin correr. O si digo “el caballo está tratando de correr”, probablemente pase lo mismo.
Así que, si nos asustamos, o nos preocupamos o estamos ansiosos o tristes o angustiados y nos
decimos mentalmente “no me quiero angustiar”, “no quiero estar triste”, “no me quiero preocupar”,
probablemente eso aumente la sensación de angustia, tristeza o preocupación. Esto es lo que
ocurre con el lenguaje, está construido de manera lógica y correcta desde el lenguaje, pero
genera inconscientemente representaciones de miedo de que uno no puede salir de esa
situación.
Este es un problema para cualquier persona en la misma comunicación con un otro para, por
ejemplo, ayudarlo con su estado de ánimo. Si a un apersona que está ansiosa se le dice “no
estés ansioso”, solo incrementara su ansiedad.
La fórmula lingüística consiste en que debemos aceptar cualquier estado, por desagradable que
sea. Jung decía “todo lo que negamos nos domina”. El problema con estos estados es que el
pensamiento positivo tampoco parece ayudar porque si les dices a alguien que está enojado
“Tranquilízate”, y se enoja más, tanto como si le dices “no te enojes”. El truco hipnótico por lo cual
esto funciona, es que al aceptarlo con un verbo en indicativo siempre lo pone en una foto. O sea,
si le decimos a una persona “te preocupaste”, “te enojaste”, “te angustiaste”, o a nosotros mismos
“me angustie”, “me enfade”, hace que la imaginación genera una foto de esa situación, no una
película. Que tiene esto de importancia, cuando queremos que la sensación de algo sea intensa,
lo hacemos una película y cuando queremos anestesiar esa sensación lo volvemos una foto. Por
ejemplo, el vaso didáctico. Les pido que piensen en algo que hayan bebido hoy que no haya sido
mate y, por un momento, como si fueran actores o actrices tomen el objeto con el cual bebían eso
con la mano y mientras la mano esta quieta, hay 3 niveles en el cerebro que saben que hay una
fantasía. Ahora si vamos moviendo el líquido dentro del vaso, o de la taza, vamos a ir recordando
cuanto pesaba, que temperatura tenia, de que material era el objeto y esa sensación permite
armar toda la matrix del recuerdo…donde estábamos, que había delante nuestro, si había más
gente en ese lugar, como era el sonido en ese momento, y si detenemos el vaso, la sensación
comienza a desaparecer y todo el recuerdo comienza a verse más borroso.
Esto ocurre porque cuando algo está en movimiento nuestro cerebro de reptil no puede discernir
si es real o no, y por las dudas responde como si fuera real.
Así que te invito a hacer esta prueba. Si estas asustado, te digas “me asuste, y me puedo ir
serenando y sintiendo más tranquilo”. Si estás enojado, te digas “me enoje, y como tantas veces
en la vida se me va a ir pasando y después me voy a ir sintiendo seguro, tranquilo”. O si estoy
ansioso, “estoy ansioso y también se me puede ir pasando y puedo ir respirando tranquilamente y
volviendo a mi centro”. Y de casi cualquier cosa podemos utilizar el lenguaje mental para ponerlo
en foto, aceptándolo, utilizando la Y para conectarlo con la idea siguiente, así queda asociado y
diciendo en gerundio los verbos a los cuales hacemos referencia de cómo nos queremos estar
sintiendo. Estos verbos en gerundio, si los utilizamos para hablar a otra persona o a nosotros
mismos, nos ponen adentro de una película. De esta manera es muy fácil recuperar sensaciones.
Vamos a hacerlo por un momento. Uno de los problemas a los que nos enfrentamos desde la
PNL en una de su técnica que es el anclaje, es hacer que la persona recupere un estado positivo
con mucha intensidad.
Así que voy a necesitar que uses la voz de tu pensamiento (solo pensarlo, no hace falta decirlo en
voz alta ya que el pensamiento por sobre la voz es más rápido y llega más fácilmente al
inconsciente), para irte diciendo unas cosas que te voy a ir indicando. Por ejemplo, “¿te puedes
estar representando momento en un lugar que te guste mucho?, puedes estar eligiendo la época
del año y la hora del día que más te guste para estar ahí y estar haciendo eso que te gusta estar
haciendo cuando estas en ese lugar y , tal vez, puedas ir respirando como en esos momentos, u
oliendo o escuchando lo que vas escuchando cuando estás allí, además de ir viendo lo que estás
viendo en esos momentos y en la medida en que todo esto esté ocurriendo como en una película,
donde estás haciendo eso que tanto te gusta, es probable que puedas ir recordando cómo era
que te estabas sintiendo en ese momento, por lo cual este debe ser uno de tus recuerdos
favoritos, y si estando en esa fantasía puedes estar tocando algo de lo que tocabas en ese
momento, o moviendo algo o moviéndote como en ese momento, es probable que estés pudiendo
recuperar más del estado.”
Y esto es porque el uso de los verbos en gerundio genera ver estas películas que hacen que el
cerebro reptil nos permita conectar con esos estados de ánimo, con esas sensaciones.
Aun cuando usáramos la palabra NO y dijéramos tal vez no estas recordando completamente lo
agradable que eso era, lo estés recordando igual. Por eso la cuestión con los estados anímicos,
que cuando decimos que No, los aumentamos y cuando los aceptamos (con verbo indicativo
simple) la imagen inconsciente que esto genera hace que el estado negativo pase de muy
negativo a tendencia cero.
Si hiciésemos punto o coma en ese momento, por ejemplo “me preocupé” y paráramos ahí, tal
vez seguiría pensando en ese tema y, a lo mejor, podría volver a preocuparme en otro momento.
Si me digo “me preocupe y me puedo ir centrando, alineando y conectando con todos mis
recursos para este momento”, puedo pasar de un estado a otro más conveniente para transitar
este momento.
Ya creo que muchos queremos pasar de estos estados negativos a otros que nos convengan
más, sobre todo cuanto más difícil es la situación y mejor es el estado en que podemos encararla
más recursos tendremos y más posibilidades tendremos de, no solo de sentirnos bien, sino de
utilizar mejor nuestra mente.
Así que entendemos que una formulación mucho más eficaz para cualquier estado negativo que
se tenga, sería decir lo que estar sintiendo “me pasa esto y quiero estar sintiéndome de este otro
modo para poder estar atravesando mejor esta situación y diciendo de qué modo te quieres estar
sintiendo”. Erikson, psiquiatra norteamericano, utilizaba el lenguaje de esta manera y lo llamaba el
principio de utilización y lo usaba para todo tipo de estados negativos (usted está preocupado y
se puede ir tranquilizando y serenando / usted se enojó, y probablemente habrá momentos en los
que se vaya tranquilizando y se vaya sintiendo tranquilo y seguro). Erickson utilizo esta técnica
para sus dolores más intensos por la polio. Al aceptarlo y ponerlo en una foto conseguía que su
estado fuese del intenso dolor a más cerca de cero, y después se decía como se quería estar
sintiendo. Porque como la regla de funcionamiento del inconsciente es el desplazamiento, está
yendo todo el tiempo de una idea a la otra, podemos pensar conscientemente hacia donde
queremos dirigir nuestro inconsciente.
Entre estos fenómenos que produce el lenguaje había un fenómeno llamado la búsqueda
transderivacional. Erickson pensaba que, si pensábamos algo que no éramos capaces de
encontrar la representación en nuestro banco de memoria, nuestro hemisferio derecho, la parte
creativa de nuestra corteza prefrontal derecha generaba una imagen para representar eso. Es
decir, si alguien hablaba de un canguro de color anaranjado con rayas violetas, probablemente la
gente fuera a su hemisferio derecho a representarse ese canguro, creamos una imagen.
Esa imagen hace que podamos ir a nuestro hemisferio derecho que tiene otras particularidades
que el izquierdo. En ese hemisferio, hacer cambios es como hacer cambios en el mundo de los
sueños, parecen más reales.
Las otras palabras que utilizaba para hacer efectos en la imagen eran los adverbios. Los
adverbios de modo que acaban en –mente y, si yo digo por ejemplo “el elefante está caminando”
probablemente vera la película al igual que si digo “no se imaginen al elefante caminando”, pero si
digo “el elefante está caminando lentamente” probablemente el elefante camine de un modo
diferente que si digo “el elefante está caminando rápidamente” o “el elefante está caminando
alegremente” …probablemente va caminando de modos distintos.
Erickson utilizaba estos adverbios de modo para darle efectos especiales a estas películas
inconscientes que nos estábamos representando cuando decía alguna oración. Así que cuando
daba cursos decía “ustedes están aprendiendo esto conscientemente y también
inconscientemente”. Son cosas que ya saben, pero puede que algunas personas no sepan que lo
saben, pero su mente inconsciente se ha representado las cosas así desde pequeños y les ha
servido de fuente de recursos para innumerable cantidad de soluciones a lo largo de la vida.
Así que Erickson preguntaba a sus pacientes si preferían recurrir a estos recursos
conscientemente o inconscientemente, si prefieren estar cambiando su estado conscientemente,
diciéndose a conciencia (“si, me angustie y también puedo estar recuperando la respiración, en el
eje y sintiéndome de mejor humor”) o si de preferencia, preferirías que tu mente inconsciente
hiciera esto, que aceptase el estado y te llevase aun estado mejor donde puedas estar usando de
mejor manera tus recursos inconscientes y los recursos conscientes.
Por eso es que este uso del lenguaje no tiene que ver con la lógica formal con la que nos
comunicamos y cuando leía a Erickson me llamaba la atención el modo en que utilizaba el
lenguaje porque muchas veces no respetaba esta lógica. Cuando por otro lado, leía estos libros
de Erickson, viendo cuales eran las imágenes que esto me generaba, empezaba a entender
porque funcionaba este lenguaje hipnótico, como si pudiese ver lo que realmente estaba diciendo.
Como no sé qué te estás diciendo ahora y que estados te conduce eso, puedo decirte que hay
estados que hacen que el sistema inmune sea más débil y estados de ánimo que hacen que el
sistema inmune funcione mejor.
Los estados de ánimo negativos no aceptan ordenes, pero si aceptan ser liderados, por eso
cuando alguien nos quiere ordenar (“no estés preocupado, no te asustes”) lo que hace es
aumentarnos ese estado negativo. Sin embargo, los estados negativos son susceptibles de ser
liderados. El modo es primero acompasar el estado sea cual sea y reconocerlo (“me pasa esto”) o
reconocérselo a la otra persona (“te angustiaste, te preocupaste, …”). Esa sola parte ya va a
hacer que el estado vaya de lo más negativo a cerca de cero. Y decirnos además “te puedes ir
tranquilizando y mejorando tu estado y te puedes ir sintiendo mejor y puedes estar respirando
más tranquilo y seguro y puedes estar retomando tu eje y puedes estar dándote tiempo” …todo
esto que decimos en gerundio puede ser que nos lideremos o lideren a estados mejores.
Por eso no creemos en el camino dela represión referido al “no me pasa esto”, cuando eso me
pasa y tampoco el de ir directamente al de “como queremos estar” sin reconocerlo porque es muy
difícil dar esa orden y que nuestro estado de ánimo nos siga. En cambio, si nos reconocemos en
el estado de ánimo negativo y lo lideramos a como nos queremos estar sintiendo
conscientemente o inconscientemente, es muy probable que por lo menos no retroalimentaremos
nuestros estados negativos (en Argentina se dice “darse manija”). Este es un modo de utilizar el
diálogo interno.
Nuestra mente tiene algunos circuitos que son capaces de describir problemas y dificultades para
que las analicemos y pensemos con mucha precisión y avece sete mismo modo de pensar, si nos
asociamos y nos metemos en esa idea puede hacer que nos sintamos cada vez peor, pero, no
por lo que está pasando en la realidad sino por nuestro modo de pensar eso.
Hay modos de que lo podamos pensarlo de diferentes maneras y uno de ellos es hablarnos
diferente o pensarlo diferente. Cuando pensamos en la comunicación y en los modos de pensar
una estrategia mental completa requiera de la estrategia del sistema representacional y la
fisiología, el estado de ánimo. La posición que recomiendo para sentirse mal es que, en vez de
estar sentados en el eje, se derrumben (echándose hacia delante el cuerpo y que inclines la
cabeza hacia la izquierda si eres diestro, en esta posición con el pensador de Rodin es en la que
las personas se dan manija) y es fácil en esa posición deprimirse, sentirse mal, angustiarse,
preocuparse de más.

Por otro lado, si quisieras estar sintiéndote mejor mi recomendación es que por un momento te
sientes para atrás en una silla con las manos detrás de la cabeza
Que la cabeza quede detrás del pecho y que puedas relajar los hombros y en esa posición, si aún
te sientes mal te digas “me siento mal así y me quiero estar sintiendo…consciente o
inconscientemente.
Cuando cambiamos de posición favorece que nos hablemos de mejores maneras o de peores
maneras, de modos más inseguros o de modos más seguros. En general cuando estamos en el
eje o estamos hacia atrás, la voz del pensamiento…fíjate como suena. Te propongo que se
sientes para atrás y toma uno segundo para escuchar como piensas la vida desde esta
posición…y ahora te propongo que la inviertas, que te pongas en el eje, que te derrumbes de la
boca del estómago y la cabeza, te apoyes a tu izquierda y que escuches unos segundos como
suena ahí tu voz interior.
Volvemos al eje, dos respiraciones profundas con el pecho para salir del estado anterior, nos
ponemos para atrás.
Una de la magia que tiene el verbo y el lenguaje es que nos pueden desplazar en el tiempo, de
hecho, nuestra mente tiene sitios reservados para representar nuestras ideas, las imágenes de
según de que tiempo se trate. Hace años a mis hijas les explicaba que los verbos vienen en 3
televisores, uno para el pasado, una para el presente y otro para el futuro. Si digo “el elefante
caminaba” esa imagen aparece en un lugar distinto a “el elefante camina” o al “el elefante
caminara”. Yo al pensarlo me lo represento en 3 lugares distintos del espacio.
En cambio, cuando digo eso mismo en primera persona “yo caminaba”, yo camino”, “yo caminare”
…el “yo caminaba” me lo imagino más atrás, “yo camino” en el lugar y “yo caminare” más
adelante. Así que cuando me digo “hoy me preocupe un montón y mañana me quiero estar
sintiendo más seguro y tranquilo todo el día” lo que hago es estarme proyectando un futuro mejor.
Si digo “mañana no que quiero preocupar ni angustiar”, probablemente me esté imaginando un
futuro más complicado.
Hay cosas que no sabemos, que son de la situación, que seguirán ocurriendo y seguiremos
respondiendo de la mejor manera a estos eventos y pertenecen a lo que es nuestra
representación de lo que es lo externo. Ahora, el estado y la actitud con la que vamos a estar
atravesando esos momentos, eso sí es algo que podemos decidir nosotros.
El modo del lenguaje para hacer esto es que usamos el verbo en futuro y lo pensamos en primera
persona. Hoy un camino fácil de recorrer que es el del estar mal a estar bien, y otro que también
es fácil que es el del estar bien a mucho mejor. El camino difícil es el de estar mal a mucho mejor,
así que, si hoy tuve un buen día, reconocerlo y aceptarlo (“estuve tranquilo, descansé un montón,
estuve gusto, comí cosas ricas y mañana también me puedo estar sintiendo mejor y estar
disfrutando más de todo lo que estoy leyendo, o viendo en pelis”) e irme programando no solo
para dejar de estar mal y estar sintiéndome bien, sino como es para de estar sintiéndome bien a
estar sintiéndome mejor.
La actitud, a lo mejor no es el 100% de nuestro día, pero es una parte muy importante para
nuestro sistema inmune como para nuestras habilidades mentales como por nuestra experiencia
subjetiva de cómo vamos viviendo las cosas.

También podría gustarte