La Iglesia y Su Propósito-La Premisa, La Palabra de Dios
La Iglesia y Su Propósito-La Premisa, La Palabra de Dios
La Iglesia y Su Propósito-La Premisa, La Palabra de Dios
Heb 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada
de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos,
y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Nuevamente, entonces, cristo y la palabra deben permanecer unidos para que sea viva
y eficaz.
¿La palabra puede ir separada de cristo? Si, pero no sería viva y eficaz. La palabra
por si solo no es más que un libro con buenos consejos y buenas intenciones, pues un
hombre sin cristo pueda ponerla en práctica y le sería útil para vivir bien en este
mundo, tendría sabiduría y buen entendimiento, la Biblia por si sola es un excelente
libro. Nada más.
Heb 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada
de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos,
y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
No es cierto hermano, que cuando la palabra te fue predicada y cristo fue revelado a
través de la escritura sentiste como su filo iba penetrando tu alma y tu espíritu e
inevitablemente sentiste como tu maldad era confrontada y derrotada por su amor y
su gracia, no es verdad que su filo cortó el pecado de tu vida y aparta a tus enemigos
cuando asechan contra ti porque no hay arma forjada que prospere contra ti si la
espada de Dios está contigo y la utilizas para ganar cada una de tus batallas.
Heb 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada
de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos,
y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Cuando la palabra, revela a cristo como el salvador, aquel cuyo poder puede
transformar el corazón de piedra y hacer uno de carne sensible su voluntad, entonces
se vuelve esa arma poderosa que penetra hasta partir el alma y el espíritu. ¿Por qué
uno llora cuando la palabra de Dios te está transformando? Porque abres los ojos, te
das cuenta que cuando todos te abandonaron, cristo estuvo contigo, el no se fue, él
estaba ahí, te das cuenta que cuando te equivocaste y todos te juzgaron, cuando todos
te señalaron el no levanto ninguna piedra, cuando todos te rechazaron, él te extendió
los brazos, cuando el mundo dijo que no tenías ningún valor él te dijo tu eres mi hijo
y con amor eterno te he amado, cuando el ser que más amás decidió odiarte el ser que
menos amabas te amó desde la eternidad. Eso mi amado hermano… mi nada
hermana… penetra el alma... y el espíritu…
Entonces te comparas con uno de los dos ciegos que estaban en la calle mendigando
para que alguien se compadeciera y les diera un poco de nada….porque las limosnas
que recibían no aliviaban su dolor, su soledad, su rechazo, eran pobres sin esperanza,
muertos entre los vivos... pero cuando escucharon que cristo venia… clamaron a él y
cristo se compadeció, no les dio monedas, les devolvió la vista y con su vista, les
devolvió la vida.
Sal 34:6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias.
Sal 34:7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende.
Jesucristo, Dios hecho carne, usando su poderosa espada de dos filos… quitó las
escamas que me tenían cegado… ahora puedo ver… veo sus ojos llenos de amor…
¿Qué fue lo primero que vio aquel hombre al recibir la vista?... luz… y en esa luz…
los ojos de Jesús, mirándolo con amor… ¿Qué hicieron aquellos hombres después de
eso? Le siguieron, lo mismo que ahora hago yo, seguirle y cuando mis días terminen
aquí en la tierra, le seguiré en el cielo dándole gracias por la eternidad, su espada me
devolvió la vista, su amor me devolvió la vida.
Mat 20:29 Al salir ellos de Jericó, le seguía una gran multitud.
Mat 20:30 Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que
Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de
nosotros!
Mat 20:31 Y la gente les reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más,
diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
Mat 20:32 Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga?
Mat 20:33 Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos.
Mat 20:34 Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron la
vista; y le siguieron.