Diferencia Entre Didáctica General y Específica

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DIFERENCIA ENTRE DIDÁCTICA

GENERAL Y ESPECÍFICA

MODELOS PEDAGÓGICOS Y MEDIACIONES DIDÁCTICAS

VIVIANA ASCANIO
CORPORACION UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA
Diferencia entre didáctica general y específica

Formación del profesorado y didácticas específicas en la Educación Básica

Xosé M. Souto González


Universitt de Valencia
Souto, X.M. (2014). Formación del profesorado y didácticas específicas en la
Educación Básica. Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado,
17 (1), 33-56. DOI: http://dx.doi.org/10.6018/reifop.17.1.198831
Fecha de recepción: 6 de noviembre de 2013
Fecha de revisión: 18 de noviembre de 2013
Fecha de aceptación: 8 de enero de 2014
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La calidad de la Educación Primaria depende de múltiples factores, uno de los más


importantes es la formación de docentes. Por lo que se requiere contar con un docente
creativo, que posea un conocimiento amplio y profundo de lo qué, cómo y cuándo debe
enseñar; con un manejo apropiado de estrategias de enseñanza y aprendizaje, de
procedimientos e instrumentos de evaluación, y con una clara comprensión de lo que
significa su trabajo de aula, tanto en el ámbito del desarrollo individual y grupal de los
estudiantes, como del impacto social de la labor educativa, capaz de vencer limitaciones
y obstáculos y de llevar a cabo una práctica docente que satisfaga las expectativas del
sistema educativo y de la sociedad en general. Por esta razón, el proceso de formación
de docentes es tan importante que se le brinda la atención y reflexión que merece.
Uno de los aspectos básicos de la preparación de docentes lo constituye el proceso
mismo de formación, en el cual la aplicación de determinadas estrategias didácticas
contribuye a construir y apropiarse de formas de trabajo que posteriormente, sirven de
referencia a los docentes para organizar su propia práctica pedagógica, al constituirse,
estas estrategias en “modelos” que tienden a ser reproducidos.
El profesorado que ha asumido la necesidad de adoptar nuevas estrategias educativas se
enfrenta habitualmente a resistencias e incomprensión social. Cada vez que se propone
orientar la enseñanza de las ciencias sociales hacia la reflexión y el conocimiento de los
problemas que nos afectan colectivamente se suceden las críticas amplificadas por los
medios, reclamando la "buena y vieja historia de siempre", la de Felipe II y Lepanto.
También se expresa indignación porque los alumnos ahora no aprenden nada porque
nada se les enseña: ya no memorizan, como antaño, los nombres de ríos, cabos, o los
afluentes del Duero por la izquierda. Y lo peor es que este tipo de prejuicios se instala
también entre los responsables de la educación.
Entre muchos docentes existe la convicción de que son necesarios nuevos aprendizajes,
porque la sociedad actual es muy diferente a la de generaciones anteriores, pero deben
enfrentarse a la resistencia social a admitir cambios en el modelo. Algo se ha avanzado:
se han formulado competencias básicas para orientar la enseñanza obligatoria en
numerosos países, incluido el nuestro. Nuevos aprendizajes implican otras formas de
enseñar, y para poder enseñar de una manera diferente es necesario que las profesoras y
profesores tomen conciencia de sus propias teorías implícitas sobre la enseñanza, el
aprendizaje y el conocimiento escolar del área de las ciencias sociales. Convertir en
objeto de reflexión los instrumentos que intervienen en el proceso de enseñanza que
habitualmente no se cuestionan.
Ser profesor es una profesión que requiere un aprendizaje reflexivo (Schön, 1983) para
obtener resultados que se plasmen en la práctica profesional. Es necesario aprender a ser
profesor, de la misma manera que es necesario aprender a ser médico o electricista. Los
mejores resultados en cualquier profesión se logran con aprendizaje explícito y la ayuda
más o menos directa de otros profesionales.
La investigación en educación no goza del mismo reconocimiento social que la que se
realiza en otros campos de conocimiento. Las causas son complejas y variadas; unos
conjuntos de ellas están relacionadas con la representación social sobre la educación
mencionada antes. También existe cierta responsabilidad en el divorcio actual entre el
profesorado de secundaria y los departamentos universitarios de educación que, hasta el
año 2010, no tenían la menor relación con la formación del profesorado de secundaria.
En los departamentos de didáctica se ocupaban únicamente de la formación inicial de
maestros de educación infantil y primaria. La investigación educativa se centraba, bien
en esta etapa educativa, bien en la educación no formal como la didáctica del
patrimonio, y sólo marginalmente en la enseñanza secundaria. El profesorado de
secundaria ha mantenido tradicionalmente mayores relaciones con los departamentos de
las facultades en las que se había formado, ignorando (e incluso despreciando) en gran
medida las aportaciones de las ciencias de la educación. El resultado ha sido un divorcio
entre teoría y práctica, entre departamentos de didáctica y profesorado. Es más frecuente
que el profesorado de ciencias sociales conozca la historiografía actual que las
investigaciones sobre enseñanza de la historia. Bastantes profesores de secundaria que
se preocupan por su formación como geógrafos, historiadores o expertos en historia del
arte, no se cuestionan si su manera de enseñar es la más adecuada para lograr el mejor
aprendizaje; incluso puede parecerles irrelevante dedicar tiempo y esfuerzo a leer sobre
educación.
No se consideraría un buen músico al que interpreta un único concierto durante toda su
vida. Tampoco al que trate de componer un concierto para piano sin sentarse jamás al
teclado. La teoría y la práctica deben ser inseparables para la formación de los mejores
profesionales. Se debe superar el aislamiento de aquellos departamentos universitarios
de educación que en gran medida han ignorado lo que sucede en las aulas de secundaria,
y el de los profesores de secundaria que nunca se han preocupado en leer publicaciones
didácticas de su área, como Íber o Enseñanza de las Ciencias Sociales. La mejor
práctica educativa es la que se sustenta en una buena teoría; la mejor teoría es la que
nace de la reflexión sobre la práctica.
Con la implantación del nuevo master de educación secundaria, y a pesar de todas las
deficiencias que han acompañado su puesta en marcha, estamos ante una situación
nueva que debemos aprovechar para contar con mejores profesores. El objetivo es
diseñar una formación que familiarice al alumnado con la teoría y la investigación
didáctica y se complemente con unas prácticas escolares en los centros de secundaria.
Que llegue a ser mejor o peor va a depender de todos los que participamos en esa tarea
(profesorado universitario, de secundaria y estudiantes de maestría).
Conclusión

Todos los profesores y profesoras debemos adquirir una buena fundamentación teórica
de cómo se producen los procesos de aprendizaje. La psicología cognitiva ha
investigado estos procesos desde hace casi un siglo, con rigor y seriedad, y no podemos
ignorar sus aportaciones, aunque como cualquier conocimiento científico es siempre
provisional, y no dogmas revelados. Trabajos pioneros como los de Piaget o Vygotsky,
han cimentado unos principios sobre los que se asientan las mejores pautas educativas
actuales: pocos profesores imaginan ya al alumnado como "páginas en blanco" sobre las
que "escribir" conocimientos acabados que debe memorizar y repetir; por el contrario,
hoy es casi un lugar común concebir el aprendizaje como un proceso dialéctico en el
que se confrontan las ideas, opiniones y estereotipos previos y los nuevos datos o
argumentos racionales, y que la mayoría de las personas modificamos nuestros puntos
de vista cuando nos resultan de alguna utilidad y ayudan a explicar la realidad de
manera más eficiente que nuestras posiciones de partida.
Los mejores profesores son los que se preocupan en reflexionar sobre su trabajo, tratan
de documentarse y conocer e incorporar otras experiencias educativas, al tiempo que
aprenden a dudar de lo que hacen mientras lo están haciendo. Una buena formación
didáctica asentada sobre bases teóricas sólidas y en la reflexión de la práctica, en la
práctica y para la práctica educativa, constituye el conocimiento más relevante que se
debe adquirir para aprender la profesión de profesor.
Bibliografía

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%C3%ADculo-715971-1-10-20140521%20(1).pdf
https://es.slideshare.net/1carlosigna/didactica-general-didacticas-especificas
http://didacticaisae2016.blogspot.com/2016/03/didactica-especial.html

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