Analisis de Sentencia 327 y 591

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PROGRAMA DE DERECHO

CORPORACION UNIVERSITARIA AMERICANA

ANALISIS JURISPRUDENCIAL SENTENCIA 327

DEL 2016

ESTUDIANTES: EILEEN SEQUEIRA JARABA

KEVIN DIAZ SEQUEIRA – JOSE BUSTAMANTE TIRADO

A. ANALISIS CONCEPTUAL

Demanda de inconstitucionalidad contra el artículo 90 del código civil de


forma parcial

z y x, presentaron demanda de inconstitucionalidad, contra la expresión del


artículo 90 del código civil” principa al nacer. Violación del artículo 4.1 de la
convención americana

ARTICULO 90. EXISTENCIA LEGAL DE LAS PERSONAS. La existencia


legal de toda persona principia al nacer, esto es, al separarse
completamente de su madre.

La criatura que muere en el vientre materno, o que perece antes de estar


completamente separada de su madre, o que no haya sobrevivido a la
separación un momento siquiera, se reputará no haber existido jamás”.

I. IDENTIFICACION DE LA PROVIDENCIA

CORTE CONSTITUCIONAL
SENTENCIA C-327 del 22 de junio DEL 2016 (Expediente D-11058)
MAGISTRADA PONENTE GLORIA ETELLA ORTZ DELGADO.

II. HECHOS RELEVANTES

Z Y X demandan el artículo 90. porque presuntamente está violando el bloque de


constitucionalidad. existencia legal de las personas frente a la protección de
la vida desde la concepción y los tratados internacionales sobre derechos
humanos. y el artículo 90: preceptúa es que “principa al nacer”

III. ASPECTO JURIDICO CONSIDERADO

¿El derecho que es objeto del debate?


DERECHO A LA VIDA.
DERECHO A LA PERSONALIDAD JURIDICA.
¿Es que si el ser humano se considera persona desde el momento de la
concepción?

IV. PARTES

SUJETOS ACTIVOS: Z Y X.
SUJETO PASIVO: C: Corte

Corte Constitucional. Ante quien se demanda la norma acusada. —EL ESTADO

Z Y X: Son los DEMANDANTES


V. PROBLEMA JURIDICO

Problema jurídico planteado en la sentencia:

¿La determinación del artículo 90 del Código Civil de la existencia legal de la


persona a partir del nacimiento viola el derecho a la vida reconocido por el artículo
4?1 de la Convención Americana de Derechos Humanos que hace parte del
bloque de constitucionalidad?
¿Cuándo comienza la existencia legal de toda persona?
¿La existencia legal de las personas comienza con el nacimiento o desde la
concepción?

¿Vulnera el deber de protección de la vida desde la concepción?

Se está violando el bloque de constitucionalidad, cuando de acuerdo a lo que


afirman los demandantes infringe el artículo 4.1 de la convención Americana de
los derechos humanos.

Se debió reconocer que ya la sentencia C-591 de 1995, había resuelto el


problema planteado y había d decretado constitucional o sea exequible los
artículos 90.91, 92, 93 del código civil colombiano, por lo tanto, hace tránsito al
fenómeno de cosa juzgada?

VI. TESIS.

En ejercicio de la acción pública consagrada en el artículo 241 de la Constitución


Política, los ciudadanos Z Y X presentaron ante la Corporación demanda de
inconstitucionalidad contra el artículo 90 (parcial) del Código Civil.
Que viola el artículo 4.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos
(Convención Americana o CADH),

El preámbulo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y


Culturales, el artículo 6 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
Los artículos 11 y 93 de la Constitución y el
El precedente establecido por la sentencia C-133 de 1994 de la Corte
Constitucional.

LA CORTE CONSTITUCIONAL: Dijo que NO violaba el bloque de


constitucionalidad, porque no viola ninguna de las disposiciones
mencionadas, que por lo tanto el ARTICULO 90 DEL CODIGO CIVIL ES
EXEQUIBLE O SEA CONSTITUCIONAL.

La Procuraduría General de la Nación solicita que se declare la inexequibilidad de


la expresión “nacer” y se reemplace por la de “con la concepción”. Para la Vista
Fiscal, la norma desconoce la jurisprudencia de la Corte Constitucional que
establece la protección de la vida desde la concepción, así como una lectura
sistemática de otras disposiciones del Código Civil. En su concepto la norma viola
la Convención Americana que estatuye la protección del derecho a la vida desde
la concepción. De otra parte, señala que el precedente fijado por la sentencia del
caso Artavia Murillo y Otros (fertilización in vitro) vs. Costa Rica de la Corte IDH no
es aplicable a este caso ya que no cumple con los criterios establecidos por la
Corte Constitucional para que un asunto que ya fue fallado se reabra a partir de
una interpretación sobreviniente de la Corte IDH, como considera que sucede en
este caso.

VII. EXPLICACION DE LA TESIS

RAZONES DE LA SENTENCIA
Procederemos a explicar la TESIS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL, la cual
establece que no viola el bloque de constitucionalidad.
Mediante auto del 30 de octubre de 2015 la demanda fue admitida por el cargo de
violación de los artículos 93 de la Constitución y 4.1 de la Convención Americana
de Derechos Humanos, he inadmitido respecto de los cargos presentados por
violación del preámbulo del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales
y Culturales, el artículo 6 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el
artículo 11 de la Constitución y el precedente establecido por la sentencia C-133
de 1994, por incumplir con los requisitos de claridad, suficiencia, especificidad y
certeza. A su vez, se otorgó a los demandantes un término de 3 días para que
corrigieran la demanda, término que venció en silencio, por lo que, en esos
aspectos, la demanda fue rechazada.

Los precedentes constitucionales establecen que la vida, como valor, tiene una
protección proporcional frente al alcance y contenido de los derechos sexuales y
reproductivos, el derecho a la vida, el derecho a la salud, el libre desarrollo de la
personalidad y la autonomía de las mujeres. También, es importante advertir que
en principio el valor de la vida y el ejercicio de estos derechos no se
encuentran en colisión salvo cuando se trata del ejercicio del derecho
fundamental a la interrupción voluntaria del embarazo. Sin embargo, en estos
casos, la Corte ha señalado con precisión que el derecho a la vida, en la
medida en que está en cabeza de una persona humana, merece una
protección reforzada que, sin ser absoluta, permita que se superen los
obstáculos que impiden una protección efectiva, real e integral de otros
derechos. De la misma manera, permite concluir que el derecho a la vida no es
absoluto y también admite ponderación cuando se encuentra en conflicto con otros
derechos o valores como en el caso del derecho a morir dignamente.

Los ciudadanos señalan que el aparte acusado, al establecer que la existencia


legal de toda persona principia al nacer, desconoce de forma directa el artículo 4
de la Convención Americana de Derechos Humanos, que establece que toda
persona tiene derecho a la vida y que este derecho debe protegerse desde la
concepción.

Para los demandantes, el reconocimiento de la existencia legal desde el


nacimiento implica que “la concepción se tiene como si no otorgará derechos,
en especial el derecho a la vida, que es lo que reconoce de forma expresa la
Convención Americana de DDHH”

A su vez, indican que el aparte demandado “permite que sea tratada a la persona
humana como objeto, ya que la vida no inicia con la concepción, retirando así la
dignidad de todo humano concebido. Igualmente, sostienen que a partir del
artículo 93 de la Constitución, los tratados internacionales prevalecen en el orden
interno, así cuando “el Código Civil establece que la existencia principia con el
nacimiento, no con la concepción, profana el mandato supranacional, del
Pacto de San José de Costa Rica”, ya que éste garantiza el derecho a la vida
desde la concepción, por lo que el Estado tiene la obligación de protegerlo desde
ese momento.

De otra parte, plantean que si bien la Corte Constitucional ha dicho que el derecho
a la vida se garantiza desde el nacimiento, su análisis no surtió un control de
convencionalidad y no tuvo en cuenta los tratados de derechos humanos, por lo
tanto el cargo debe ser conocido por la Corporación Igualmente, indican que la
Corte ha dicho que no existe un mandato expreso en la Constitución que indique
que la vida humana comience desde la concepción, y lo anterior viola las normas
internacionales, en su concepto, el deber del Estado es la garantía del derecho a
la vida desde la concepción, y el reconocimiento del embrión o cigoto como sujeto
de protección por ser persona, en concordancia con la norma convencional, que
es más garantista

Los demandantes también señalan que las generaciones futuras son aquellas
personas que existirán y deberían beneficiarse de los derechos de tercera
generación, es decir, los relativos al ambiente sano “pero desde la perspectiva de
la interpretación constitucional del artículo 11 estos individuos futuros, carecen de
personalidad jurídica, al no ser personas”. Sostienen que aun cuando son
individuos futuros y no tienen personalidad jurídica, la Corte Constitucional ha
declarado exequible la mayoría de los tratados y convenios de protección
ambiental, lo que garantiza derechos “pero si no son personas, ni tiene derechos,
no son nada jurídicamente hablando, son tratados de derechos humanos sin
efecto útil, el derecho que no es útil no tiene fuerza vinculante”.

A su vez, afirman que el reconocimiento de la persona se da desde la especie y


por eso tiene el derecho a la vida y como el cigoto es parte de la especie humana
plantean que es persona y goza de esta protección, Por lo tanto, para ellos, el
reconocimiento de la persona desde el nacimiento desconoce que la vida inicia
desde la concepción, como fue determinado por la Corte Constitucional en la
sentencia C-133 de 1994

De acuerdo con lo anterior, el argumento central de la demanda se dirige a


concluir que la existencia de la vida y la existencia de la persona legal
deberían ser equiparables, pues su diferenciación viola el artículo 4 .1de la
Convención Americana, que protege la vida desde la concepción, y por lo
tanto el bloque de constitucionalidad, por vía del artículo 93 de la
Constitución.

A su vez, indican que el aparte demandado “permite que sea tratada a la persona
humana como objeto, ya que la vida no inicia con la concepción, retirando así la
dignidad de todo humano concebido” Igualmente, sostienen que a partir del
artículo 93 de la Constitución, los tratados internacionales prevalecen en el orden
interno, así cuando “el Código Civil establece que la existencia principia con el
nacimiento, no con la concepción, profana el mandato supranacional, del Pacto
de San José de Costa Rica”, ya que éste garantiza el derecho a la vida desde la
concepción, por lo que el Estado tiene la obligación de protegerlo desde ese
momento.

Los demandantes también señalan que las generaciones futuras son aquellas
personas que existirán y deberían beneficiarse de los derechos de tercera
generación, es decir, los relativos al ambiente sano “pero desde la perspectiva de
la interpretación constitucional del artículo 11 estos individuos futuros, carecen de
personalidad jurídica, al no ser personas Sostienen que aun cuando son individuos
futuros y no tienen personalidad jurídica, la Corte Constitucional ha declarado
exequible la mayoría de los tratados y convenios de protección ambiental, lo que
garantiza derechos “pero si no son personas, ni tiene derechos, no son nada
jurídicamente hablando, son tratados de derechos humanos sin efecto útil, el
derecho que no es útil no tiene fuerza vinculante”

Los ciudadanos señalan que el aparte acusado, al establecer que la existencia


legal de toda persona principia al nacer, desconoce de forma directa el artículo 4
de la Convención Americana de Derechos Humanos, que establece que toda
persona tiene derecho a la vida y que este derecho debe protegerse desde la
concepción. Para los demandantes, el reconocimiento de la existencia legal desde
el nacimiento implica que “la concepción se tiene como si no otorgará derechos,
en especial el derecho a la vida, que es lo que reconoce de forma expresa la
Convención Americana de DDHH

A su vez, indican que el aparte demandado “permite que sea tratada a la persona
humana como objeto, ya que la vida no inicia con la concepción, retirando así la
dignidad de todo humano concebido Igualmente, sostienen que a partir del artículo
93 de la Constitución, los tratados internacionales prevalecen en el orden interno,
así cuando “el Código Civil establece que la existencia principia con el nacimiento,
no con la concepción, profana el mandato supranacional, del Pacto de San José
de Costa Rica” que el Estado tiene la obligación de protegerlo desde ese
momento. De otra parte, plantean que si bien la Corte Constitucional ha dicho que
el derecho a la vida se garantiza desde el nacimiento, su análisis no surtió un
control de convencionalidad y no tuvo en cuenta los tratados de derechos
humanos, por lo tanto el cargo debe ser conocido por esta Corporación [6].
Igualmente, indican que la Corte ha dicho que no existe un mandato expreso en la
Constitución que indique que la vida humana comience desde la concepción, y lo
anterior viola las normas internacionales [7]. Así, en su concepto, el deber del
Estado es la garantía del derecho a la vida desde la concepción, y el
reconocimiento del embrión o cigoto como sujeto de protección por ser persona,
en concordancia con la norma convencional, que es más garantista

Los demandantes también señalan que las generaciones futuras son aquellas
personas que existirán y deberían beneficiarse de los derechos de tercera
generación, es decir, los relativos al ambiente sano “pero desde la perspectiva de
la interpretación constitucional del artículo 11 estos individuos futuros, carecen de
personalidad jurídica, al no ser personas” Sostienen que aun cuando son
individuos futuros y no tienen personalidad jurídica, la Corte Constitucional ha
declarado exequible la mayoría de los tratados y convenios de protección
ambiental, lo que garantiza derechos “pero si no son personas, ni tiene derechos,
no son nada jurídicamente hablando, son tratados de derechos humanos sin
efecto útil, el derecho que no es útil no tiene fuerza vinculante

A su vez, afirman que el reconocimiento de la persona se da desde la especie y


por eso tiene el derecho a la vida y como el cigoto es parte de la especie humana
plantean que es persona y goza de esta protección [11]. Por lo tanto, para ellos, el
reconocimiento de la persona desde el nacimiento desconoce que la vida inicia
desde la concepción, como fue determinado por la Corte Constitucional en la
sentencia C-133 de 1994[12].

De acuerdo con lo anterior, el argumento central de la demanda se dirige a


concluir que la existencia de la vida y la existencia de la persona legal deberían
ser equiparables, pues su diferenciación viola el artículo 4 de la Convención
Americana, que protege la vida desde la concepción, y por lo tanto el bloque de
constitucionalidad, por vía del artículo 93 de la Constitución.

De otra parte, señala que el único pronunciamiento de la Corte Interamericana de


Derechos Humanos sobre el artículo 4.1 es el caso de Artavia Murillo y Otros
(fertilización in vitro) vs. Costa Rica y pasa a explicar su contenido. No obstante,
plantea que la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha determinado requisitos
específicos que deben cumplir las sentencias de la Corte IDH para ser
consideradas en el análisis de constitucionalidad. En este sentido, cita la sentencia
SU-712 de 2013, reiterada en la sentencia T-516 de 2014 que indica que “`los
tratados deben ser interpretados de manera coherente y sistemática, no sólo con
otros instrumentos internacionales sino con la propia Constitución´ e instituyó
como un criterio relevante las similitudes o diferencias de contexto fáctico y
jurídico en el que se desarrolló el caso a la hora de emplear una sentencia de la
Corte Interamericana como criterio hermenéutico”[34], así, se señala el deber de
tener en cuenta la arquitectura institucional de cada Estado y el contexto en el que
se inserta. Adicionalmente, cita la sentencia C-500 de 2014, en la que se reiteran
los criterios para establecer cuándo una norma convencional hace parte del
bloque de constitucionalidad y se pronuncia sobre la posibilidad de que un asunto
que ya fue fallado se reabra a partir de una interpretación posterior de la Corte IDH
siempre que:

“(i)El parámetro de control del asunto previamente examinado haya sido una
norma integrada al bloque de constitucionalidad en sentido estricto; (ii)los
pronunciamientos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos hayan
variado radicalmente y de forma clara el sentido de tal norma; (iii) la nueva
interpretación resulte compatible con la Constitución Política; (iv) ofrezca un mayor
grado de protección a los derechos, que el otorgado por la Constitución; (v) se
integre a la ratio decidendi de las decisiones de la Corte Interamericana de
Derechos humanos; y (v) sea uniforme y retirada”[3
El Ministerio de Salud y Protección Social, el Ministerio de Justicia y de Derecho,
el ICBF y De justicia solicitan que se declare la constitucionalidad de la expresión
demandada, pues en su criterio no viola el artículo 4.1 de la Convención
Americana. Todos los intervinientes hacen referencia a la jurisprudencia
consolidada de la Corte Constitucional que establece la distinción entre la
protección de la vida como interés estatal y las protecciones que se desprenden
del derecho a la vida. En este sentido, consideran que se trata de dos temas
diferentes y que la determinación de la existencia jurídica de la persona al nacer
no implica un desconocimiento del derecho a la vida. Así, consideran que la
distinción en el nivel de protección de la vida como valor y como derecho responde
a una ponderación frente a la protección de la autonomía reproductiva en
concordancia con la sentencia C-355 de 2006. De otra parte, algunos
intervinientes refieren la decisión de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en el caso Artavia Murillo y Otros (Fertilización in vitro) vs. Costa Rica
como fundamento de la constitucionalidad de la norma ya que estableció el
alcance del artículo 4.1 en el entendido de que la vida antes de nacer no exige una
protección absoluta porque deben ponderarse con otros derechos que merecen
protección.

La Procuraduría General de la Nación solicita que se declare la


inexequibilidad de la expresión “nacer” y se reemplace por la de “con la
concepción”. Para la Vista Fiscal, la norma desconoce la jurisprudencia de la
Corte Constitucional que establece la protección de la vida desde la
concepción

En relación a si es COSA JUZGADA, cosa juzgada tanto en una dimensión


negativa como positiva, en la sentencia C-228 de 2015[42] se estableció que“(…)
la cosa juzgada tiene una función negativa, que consiste en prohibir a los
funcionarios judiciales conocer, tramitar y fallar sobre lo ya resuelto, y una función
positiva, que es proveer seguridad a las relaciones jurídica

En relación con la cosa juzgada constitucional, la jurisprudencia de este Tribunal


ha considerado que la misma puede ser formal o material. Se tratará de una cosa
juzgada constitucional formal cuando[47]: “(…) cuando existe una decisión
previa del juez constitucional en relación con la misma norma que es llevada
posteriormente a su estudio...” MATERIAL. Cuando se trata de una norma con
texto normativo exactamente igual, es decir, formalmente igual[49]. Este evento
hace que “... no se pueda volver a revisar la decisión adoptada mediante fallo
ejecutoriado...”[50]”

Si este Tribunal ha resuelto la exequibilidad de una norma que con posterioridad


es nuevamente demandada, debe analizarse cuál fue el alcance de la decisión
previa, con la finalidad de “(…) definir si hay lugar a un pronunciamiento de fondo
o si por el contrario la problemática ya ha sido resuelta, caso en el cual, la
demanda deberá rechazarse de plano o, en su defecto la Corte emitirá un fallo en
el cual decida estarse a lo resuelto en el fallo anterior.” [54]

En conclusión, aun cuando en los dos casos se alega una violación al derecho a la
vida por consagrar la existencia legal después del nacimiento, la Corte en
la sentencia C-591 de 1995[] no estudió la norma integrante del bloque de
constitucionalidad a partir de un cargo que propusiera la violación del deber de
proteger el derecho a la vida desde la concepción como una obligación
internacional que se deriva de la Convención Americana. Es decir, no analizó el
artículo 90 del Código Civil en comparación con dicho parámetro de
constitucionalidad, que es diferente al que utilizó en la mencionada sentencia. De
acuerdo con lo anterior, la Corte verifica que no se configura el fenómeno de la
cosa juzgada material frente a la demanda presentada en esta ocasión, ya que no
se constata el segundo requisito planteado, es decir, que se presenten las mismas
razones o cuestionamientos analizados en el fallo anterior, lo cual incluye el
referente del bloque de constitucionalidad.

La corte considero que no operaba el FENOMENO DE LA COSA JUZGADA,


MATERIAL.

ENTRA LA CORTE A ESTUDIAR SI ESTA VIOLANDO EL BLOQUE DE


CONSTITUCIONALIDAD.

3. Los artículos 9, 44, 93, 94, 102 y 214 de la Constitución establecen el mandato
constitucional que ordena la integración material de ciertas normas y principios
que no hacen parte formal de la Carta Superior como parámetro del control de
constitucionalidad de las leyes[66]. Esta integración, es lo que la jurisprudencia de
esta Corporación ha denominado el bloque de constitucionalidad[67].

De este modo, se entiende que el parámetro del control de constitucionalidad de


las leyes no sólo comprende la Constitución sino también un conjunto de
principios, normas y reglas que provienen de otras fuentes y que tienen la misma
jerarquía que ésta. Lo anterior, hace que la normativa Superior sea mucho más
amplia que el texto constitución

En otras palabras, la Corte estableció que la protección de la vida, como valor, no


es absoluta ya que esto conllevaría al sacrificio integral de los derechos
fundamentales de las mujeres. De ahí que la vida como valor tenga una protección
proporcional cuando se encuentra en tensión con los derechos sexuales y
reproductivos en los casos relacionados con el derecho a la interrupción voluntaria
del embarazo de los que trató la sentencia C-355 de 2006[138]. En consecuencia,
es importante reiterar la línea jurisprudencial de esta Corporación que ha dado
plena aplicación a este precedente.

42. Así pues, la Corte ha protegido en sede de revisión el derecho fundamental a


la interrupción voluntaria del embarazo en casos de violencia sexual,
malformaciones incompatibles con la vida, peligro para la salud de la mujer y
derecho a la información en relación con los derechos sexuales y reproductivos.
En todos los casos, al tutelar los derechos fundamentales de las mujeres y aplicar
el marco constitucional que sentó la sentencia C-355 de 2006[139] también ha
utilizado la ponderación y los principios de proporcionalidad y razonabilidad, lo
cual a su vez reitera la diferencia en el grado de protección que merece la vida
como valor y el derecho a la vida bajo los parámetros constitucionales. Veamos.

La línea jurisprudencial trazada por la Corte ha sido pacífica y reiterada en afirmar


que la jurisprudencia proferida por organismos internacionales, y en este caso en
particular por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sirve como criterio
interpretativo relevante que se debe tener en cuenta para fijar el alcance y
contenido de los derechos y deberes que se encuentran consagrados en el
ordenamiento jurídico interno, en razón al mandato según el cual los derechos
fundamentales deben ser interpretados de acuerdo con los tratados de derecho
internacional de derechos humanos.

No obstante, esta Corporación también ha dicho que el alcance de estas


decisiones en la interpretación de los derechos fundamentales debe ser
sistemática, en concordancia con las reglas constitucionales y que además
cuando se usen precedentes de derecho internacional como criterio hermenéutico
se deben analizar las circunstancias de cada caso particular para establecer su
aplicabilidad.

Este marco constitucional que aplica los principios de proporcionalidad y


razonabilidad en la protección de los derechos cuando se encuentran en tensión
con otros valores constitucionales no es exclusivo al reconocimiento de la
autonomía reproductiva de las mujeres como un derecho fundamental.

Este ejercicio de ponderación también ha sido aplicado por esta Corporación


frente al derecho a la vida, al admitir el derecho a morir dignamente o la eutanasia.
Por lo tanto, la vida como valor y como derecho no es absoluto y se admite que
tenga una protección proporcional frente al alcance y contenido de otros derechos
o valores en juego. Lo anterior, no implica una violación del deber de protección
del valor de la vida o del derecho a la vida, sino que reconoce que éstos se
encuentran sujetos a los principios de proporcionalidad y razonabilidad.

VIII. METODO

SISTEMATICO

IX. SALVAMENTO DE VOTO

Tres magistrados hacen salvamento de voto, en el sentido que manifestaron que


la corte ha debido inadmitir la demanda de inconstitucionalidad porque ya había
fallado sobre ese tema en la sentencia 591 de 1995

B. ANALISIS CRITICO

En nuestro concepto la CORTE CONSTITUCCIONAL DEBERIA RECONOCER,


LA EXISTENCIA LEGAL DE LAS PERSONAS DESDE LA CONCEPCION Y NO
DESDE EL NACIOMIENTO.

De acuerdo a la interpretación que le da La corte no viola el derecho a la vida,


considera que la vida se protege desde el vientre de la madre.

La Procuraduría General de la Nación solicita que se declare la inexequibilidad de


la expresión “nacer” y se reemplace por la de “con la concepción”. Para la Vista
Fiscal, la norma desconoce la jurisprudencia de la Corte Constitucional que
establece la protección de la vida desde la concepción, así como una lectura
sistemática de otras disposiciones del Código Civil. En su concepto la norma viola
la Convención Americana que estatuye la protección del derecho a la vida desde
la concepción. De otra parte, señala que el precedente fijado por la sentencia del
caso Artavia Murillo y Otros (fertilización in vitro) vs. Costa Rica de la Corte IDH no
es aplicable a este caso ya que no cumple con los criterios establecidos por la
Corte Constitucional para que un asunto que ya fue fallado se reabra a partir de
una interpretación sobreviniente de la Corte IDH, como considera que sucede en
este caso.
PROGRAMA DE DERECHO

CORPORACION UNIVERSITARIA AMERICANA

ANALISIS JURISPRUDENCIAL SENTENCIA

C - 591 DE 1995

1. ANALISIS CONCEPTUAL

Sentencia Tipo: C, lo cual quiere decir que es una sentencia de CONTROL DE


CONSTITUCIONALIDAD.
X. IDENTIFICACION DE LA PROVIDENCIA

Corte constitucional: sentencia C -591 de 1995, del 7 de diciembre de 1995


Magistrado Ponente: Dr. JORGE ARANGO MEJÍA
Expediente: D-973

XI. HECHOS RELEVANTES

A y B, en uso del derecho consagrado en los artículos 40, numeral 241 y 6 de


la Constitución, presentaron Demanda de Inconstitucionalidad, en contra de los
artículos 90, 91, 93 del código civil (son las normas acusadas)

Artículo 90: La existencia legal de toda persona principia al nacer, esto es, al
separarse completamente de su madre.
"La criatura que muere en el vientre materno, o que perece antes de estar
completamente separada de su madre, o que no haya sobrevivido a la separación
un momento siquiera, se reputará no haber existido jamás.

Artículo 91: La ley protege la vida del que está por nacer. El juez en consecuencia,
tomará, a petición de cualquier persona, o de oficio, las providencias que le
parezcan convenientes para proteger la existencia del no nacido, siempre que crea
que de algún modo peligra.

Artículo 93: Los derechos que se deferirían a la criatura que está en el vientre
materno, si hubiese nacido y viviese, estarán suspensos hasta que el nacimiento se
efectúe. Y si el nacimiento constituye un principio de existencia, entrará el recién
nacido en el goce de dichos derechos, como si hubiese existido al tiempo en que se
defirieron. En el caso del inciso del artículo 90 pasarán estos derechos a otras
personas, como si la criatura no hubiese jamás existido

1. El 16 de junio de junio de 1995, se admitió la demanda.


2. Se fijó en lista para que los ciudadanos pudiesen intervenir de acuerdo a lo
dispuesto en el 242, numeral 1, y 7 de la C.N, y concordante con el inciso
segundo, del decreto 2067 de 1991.
3. Se remitió la demanda al PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, PRESIDENTE DEL
CONGRESO, AL PROCURADOR NACIONAL, para que se rindiera el concepto.

XII. ASPECTO JURIDICO CONSIDERADO

Los demandantes consideran que las normas acusadas desconocen los artículos
1, 2, 5, 11, 12, 13, 14 y 94 de la constitución Afirman los demandantes que, de una
interpretación armónica de la constitución, se puede inferir que el constituyente se
inclina a reconocer que todo ser es persona desde el momento mismo de su
concepción.
XIII. PARTES

Sujeto activo A (Demandante)


Sujeto pasivo B (Demandado)

Corte Constitucional. Ante quien se demanda la norma acusada. —EL ESTADO

XIV. PROBLEMA JURIDICO

¿Realmente se denigra el derecho a la vida?

¿Los artículos del código civil violan el derecho a decir que somos personas al
momento de ser nacidos ya que adquirimos personalidad jurídica?

El problema radica en la inconstitucionalidad de los artículos 90, 91, 93 del código


civil del sujeto activo A (DEMANDANTE), al no reconocer que el ser humano es
persona desde su concepción, ahí en esa situación se están desconociendo una
serie de derechos que son esenciales en la dignidad humana entre ellos el
principal derecho a la vida; Las normas acusadas crean una desigualdad entre el
concebido y el nacido, que no tiene razón de ser. Ya que ambos individuos de la
especie humana tienen derecho a la vida y al reconocimiento de su existencia. La
contraparte sujeto pasivo B (DEMANDADO) la corte responde que no existe una
sola norma de la cual pueda sacarse tal conclusión. Y da explicación de los
artículos 1, 2, 5, 11, 12, 13, 14 y el 94 de la Constitución Política, donde el
preámbulo menciona la vida y habría que valerse de complicados razonamientos
para establecer una relación con el comienzo de la existencia legal y cuanto este
implica, en temas como el de la capacidad de goce, el estado civil, etc.

XV. TESIS.

1. La Directora del instituto colombiano de bienestar familiar llamada María


Cristina Ocampo dijo: NO
2. El ciudadano Gonzalo Suárez dijo: NO
3. El procurador general de la nación dijo: NO
4. La corte constitucional dijo: NO

Se da entender que NO SON INEXEQUIBLES LOS ARTICULOS 90, 91, 93 DEL


CODIGO CIVIL

XVI. EXPLICACION DE LA TESIS

1. La directora del ICBF María Ocampo: reconoce que la existencia legal de un ser
humano comienza con su nacimiento, no implica la negación del derecho a la vida
o la protección de esta. Prueba de ello es que el legislador ha creado un sin
número de normas que tiene por objeto proteger al que esta por nacer.

2. El ciudadano Gonzalo Suarez: la existencia biológica comienza con la


concepción. Prueba de ello que la legislación otorga una serie de garantías al
nasciturus, tanto para prevenir los daños que se le puedan causar como para
reprimirlos. Por lo tanto, no les asiste razón a los demandantes al afirmar que con
las normas acusadas se desconocen los derechos del que esta por nacer.

3. La Corte Constitucional dijo: que no existe una sola norma de la cual pueda
sacarse tal conclusión, ya que el código civil establece que la existencia legal de
las personas comienza en el momento del nacimiento, por ese motivo la corte
constitucional explico que no se está violando ningún derecho y en los artículos se
especifica persona y no ser humano, ya que apenas fuera persona adquiría
personalidad jurídica al nacer. Al estado Colombiano le compete únicamente el
establecimiento de la existencia en su forma legal ratio decidenti.

4. En el articulo 42 de la constitución política Colombiana se establece el estado


civil de una persona con relación a sus derechos y deberes, por consecuente no
es razonable hablar de deberes de un naciturus – ratio decidenti, NO esto es
Obideter Dicta.

5. El articulo 90 y 93 del código civil Colombiano define a la persona desde un


ámbito jurídico, desde el cual pueda contraer obligaciones y no pretende hacerlo
desde un marco biológico – ratio decidenti

XVII. METODO

EXEGETICO

XVIII. SALVAMENTO DE VOTO

No aplica

1. ANALISIS CRITICO

La corte constitucional fallo en derecho no decretando la inconstitucionalidad de


los artículos demandados o acusados, ejerciendo el control de constitucional, de
acuerdo con las razones que le sirvieron de base para su decisión están ajustadas
a la constitución. Lo cual indica que fue una decisión acertada, puesto que
resuelve y aclara la existencia desde el lado jurídico, dejando claro la protección
del estado colombiano que goza en naciturus aun que este no posee derechos de
una persona, resultando un tanto confuso para la interpretación o llegando a
contradecirse.

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