Analisis de Sentencia 327 y 591
Analisis de Sentencia 327 y 591
Analisis de Sentencia 327 y 591
DEL 2016
A. ANALISIS CONCEPTUAL
I. IDENTIFICACION DE LA PROVIDENCIA
CORTE CONSTITUCIONAL
SENTENCIA C-327 del 22 de junio DEL 2016 (Expediente D-11058)
MAGISTRADA PONENTE GLORIA ETELLA ORTZ DELGADO.
IV. PARTES
SUJETOS ACTIVOS: Z Y X.
SUJETO PASIVO: C: Corte
VI. TESIS.
RAZONES DE LA SENTENCIA
Procederemos a explicar la TESIS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL, la cual
establece que no viola el bloque de constitucionalidad.
Mediante auto del 30 de octubre de 2015 la demanda fue admitida por el cargo de
violación de los artículos 93 de la Constitución y 4.1 de la Convención Americana
de Derechos Humanos, he inadmitido respecto de los cargos presentados por
violación del preámbulo del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales
y Culturales, el artículo 6 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el
artículo 11 de la Constitución y el precedente establecido por la sentencia C-133
de 1994, por incumplir con los requisitos de claridad, suficiencia, especificidad y
certeza. A su vez, se otorgó a los demandantes un término de 3 días para que
corrigieran la demanda, término que venció en silencio, por lo que, en esos
aspectos, la demanda fue rechazada.
Los precedentes constitucionales establecen que la vida, como valor, tiene una
protección proporcional frente al alcance y contenido de los derechos sexuales y
reproductivos, el derecho a la vida, el derecho a la salud, el libre desarrollo de la
personalidad y la autonomía de las mujeres. También, es importante advertir que
en principio el valor de la vida y el ejercicio de estos derechos no se
encuentran en colisión salvo cuando se trata del ejercicio del derecho
fundamental a la interrupción voluntaria del embarazo. Sin embargo, en estos
casos, la Corte ha señalado con precisión que el derecho a la vida, en la
medida en que está en cabeza de una persona humana, merece una
protección reforzada que, sin ser absoluta, permita que se superen los
obstáculos que impiden una protección efectiva, real e integral de otros
derechos. De la misma manera, permite concluir que el derecho a la vida no es
absoluto y también admite ponderación cuando se encuentra en conflicto con otros
derechos o valores como en el caso del derecho a morir dignamente.
A su vez, indican que el aparte demandado “permite que sea tratada a la persona
humana como objeto, ya que la vida no inicia con la concepción, retirando así la
dignidad de todo humano concebido. Igualmente, sostienen que a partir del
artículo 93 de la Constitución, los tratados internacionales prevalecen en el orden
interno, así cuando “el Código Civil establece que la existencia principia con el
nacimiento, no con la concepción, profana el mandato supranacional, del
Pacto de San José de Costa Rica”, ya que éste garantiza el derecho a la vida
desde la concepción, por lo que el Estado tiene la obligación de protegerlo desde
ese momento.
De otra parte, plantean que si bien la Corte Constitucional ha dicho que el derecho
a la vida se garantiza desde el nacimiento, su análisis no surtió un control de
convencionalidad y no tuvo en cuenta los tratados de derechos humanos, por lo
tanto el cargo debe ser conocido por la Corporación Igualmente, indican que la
Corte ha dicho que no existe un mandato expreso en la Constitución que indique
que la vida humana comience desde la concepción, y lo anterior viola las normas
internacionales, en su concepto, el deber del Estado es la garantía del derecho a
la vida desde la concepción, y el reconocimiento del embrión o cigoto como sujeto
de protección por ser persona, en concordancia con la norma convencional, que
es más garantista
Los demandantes también señalan que las generaciones futuras son aquellas
personas que existirán y deberían beneficiarse de los derechos de tercera
generación, es decir, los relativos al ambiente sano “pero desde la perspectiva de
la interpretación constitucional del artículo 11 estos individuos futuros, carecen de
personalidad jurídica, al no ser personas”. Sostienen que aun cuando son
individuos futuros y no tienen personalidad jurídica, la Corte Constitucional ha
declarado exequible la mayoría de los tratados y convenios de protección
ambiental, lo que garantiza derechos “pero si no son personas, ni tiene derechos,
no son nada jurídicamente hablando, son tratados de derechos humanos sin
efecto útil, el derecho que no es útil no tiene fuerza vinculante”.
A su vez, indican que el aparte demandado “permite que sea tratada a la persona
humana como objeto, ya que la vida no inicia con la concepción, retirando así la
dignidad de todo humano concebido” Igualmente, sostienen que a partir del
artículo 93 de la Constitución, los tratados internacionales prevalecen en el orden
interno, así cuando “el Código Civil establece que la existencia principia con el
nacimiento, no con la concepción, profana el mandato supranacional, del Pacto
de San José de Costa Rica”, ya que éste garantiza el derecho a la vida desde la
concepción, por lo que el Estado tiene la obligación de protegerlo desde ese
momento.
Los demandantes también señalan que las generaciones futuras son aquellas
personas que existirán y deberían beneficiarse de los derechos de tercera
generación, es decir, los relativos al ambiente sano “pero desde la perspectiva de
la interpretación constitucional del artículo 11 estos individuos futuros, carecen de
personalidad jurídica, al no ser personas Sostienen que aun cuando son individuos
futuros y no tienen personalidad jurídica, la Corte Constitucional ha declarado
exequible la mayoría de los tratados y convenios de protección ambiental, lo que
garantiza derechos “pero si no son personas, ni tiene derechos, no son nada
jurídicamente hablando, son tratados de derechos humanos sin efecto útil, el
derecho que no es útil no tiene fuerza vinculante”
A su vez, indican que el aparte demandado “permite que sea tratada a la persona
humana como objeto, ya que la vida no inicia con la concepción, retirando así la
dignidad de todo humano concebido Igualmente, sostienen que a partir del artículo
93 de la Constitución, los tratados internacionales prevalecen en el orden interno,
así cuando “el Código Civil establece que la existencia principia con el nacimiento,
no con la concepción, profana el mandato supranacional, del Pacto de San José
de Costa Rica” que el Estado tiene la obligación de protegerlo desde ese
momento. De otra parte, plantean que si bien la Corte Constitucional ha dicho que
el derecho a la vida se garantiza desde el nacimiento, su análisis no surtió un
control de convencionalidad y no tuvo en cuenta los tratados de derechos
humanos, por lo tanto el cargo debe ser conocido por esta Corporación [6].
Igualmente, indican que la Corte ha dicho que no existe un mandato expreso en la
Constitución que indique que la vida humana comience desde la concepción, y lo
anterior viola las normas internacionales [7]. Así, en su concepto, el deber del
Estado es la garantía del derecho a la vida desde la concepción, y el
reconocimiento del embrión o cigoto como sujeto de protección por ser persona,
en concordancia con la norma convencional, que es más garantista
Los demandantes también señalan que las generaciones futuras son aquellas
personas que existirán y deberían beneficiarse de los derechos de tercera
generación, es decir, los relativos al ambiente sano “pero desde la perspectiva de
la interpretación constitucional del artículo 11 estos individuos futuros, carecen de
personalidad jurídica, al no ser personas” Sostienen que aun cuando son
individuos futuros y no tienen personalidad jurídica, la Corte Constitucional ha
declarado exequible la mayoría de los tratados y convenios de protección
ambiental, lo que garantiza derechos “pero si no son personas, ni tiene derechos,
no son nada jurídicamente hablando, son tratados de derechos humanos sin
efecto útil, el derecho que no es útil no tiene fuerza vinculante
“(i)El parámetro de control del asunto previamente examinado haya sido una
norma integrada al bloque de constitucionalidad en sentido estricto; (ii)los
pronunciamientos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos hayan
variado radicalmente y de forma clara el sentido de tal norma; (iii) la nueva
interpretación resulte compatible con la Constitución Política; (iv) ofrezca un mayor
grado de protección a los derechos, que el otorgado por la Constitución; (v) se
integre a la ratio decidendi de las decisiones de la Corte Interamericana de
Derechos humanos; y (v) sea uniforme y retirada”[3
El Ministerio de Salud y Protección Social, el Ministerio de Justicia y de Derecho,
el ICBF y De justicia solicitan que se declare la constitucionalidad de la expresión
demandada, pues en su criterio no viola el artículo 4.1 de la Convención
Americana. Todos los intervinientes hacen referencia a la jurisprudencia
consolidada de la Corte Constitucional que establece la distinción entre la
protección de la vida como interés estatal y las protecciones que se desprenden
del derecho a la vida. En este sentido, consideran que se trata de dos temas
diferentes y que la determinación de la existencia jurídica de la persona al nacer
no implica un desconocimiento del derecho a la vida. Así, consideran que la
distinción en el nivel de protección de la vida como valor y como derecho responde
a una ponderación frente a la protección de la autonomía reproductiva en
concordancia con la sentencia C-355 de 2006. De otra parte, algunos
intervinientes refieren la decisión de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en el caso Artavia Murillo y Otros (Fertilización in vitro) vs. Costa Rica
como fundamento de la constitucionalidad de la norma ya que estableció el
alcance del artículo 4.1 en el entendido de que la vida antes de nacer no exige una
protección absoluta porque deben ponderarse con otros derechos que merecen
protección.
En conclusión, aun cuando en los dos casos se alega una violación al derecho a la
vida por consagrar la existencia legal después del nacimiento, la Corte en
la sentencia C-591 de 1995[] no estudió la norma integrante del bloque de
constitucionalidad a partir de un cargo que propusiera la violación del deber de
proteger el derecho a la vida desde la concepción como una obligación
internacional que se deriva de la Convención Americana. Es decir, no analizó el
artículo 90 del Código Civil en comparación con dicho parámetro de
constitucionalidad, que es diferente al que utilizó en la mencionada sentencia. De
acuerdo con lo anterior, la Corte verifica que no se configura el fenómeno de la
cosa juzgada material frente a la demanda presentada en esta ocasión, ya que no
se constata el segundo requisito planteado, es decir, que se presenten las mismas
razones o cuestionamientos analizados en el fallo anterior, lo cual incluye el
referente del bloque de constitucionalidad.
3. Los artículos 9, 44, 93, 94, 102 y 214 de la Constitución establecen el mandato
constitucional que ordena la integración material de ciertas normas y principios
que no hacen parte formal de la Carta Superior como parámetro del control de
constitucionalidad de las leyes[66]. Esta integración, es lo que la jurisprudencia de
esta Corporación ha denominado el bloque de constitucionalidad[67].
VIII. METODO
SISTEMATICO
B. ANALISIS CRITICO
C - 591 DE 1995
1. ANALISIS CONCEPTUAL
Artículo 90: La existencia legal de toda persona principia al nacer, esto es, al
separarse completamente de su madre.
"La criatura que muere en el vientre materno, o que perece antes de estar
completamente separada de su madre, o que no haya sobrevivido a la separación
un momento siquiera, se reputará no haber existido jamás.
Artículo 91: La ley protege la vida del que está por nacer. El juez en consecuencia,
tomará, a petición de cualquier persona, o de oficio, las providencias que le
parezcan convenientes para proteger la existencia del no nacido, siempre que crea
que de algún modo peligra.
Artículo 93: Los derechos que se deferirían a la criatura que está en el vientre
materno, si hubiese nacido y viviese, estarán suspensos hasta que el nacimiento se
efectúe. Y si el nacimiento constituye un principio de existencia, entrará el recién
nacido en el goce de dichos derechos, como si hubiese existido al tiempo en que se
defirieron. En el caso del inciso del artículo 90 pasarán estos derechos a otras
personas, como si la criatura no hubiese jamás existido
Los demandantes consideran que las normas acusadas desconocen los artículos
1, 2, 5, 11, 12, 13, 14 y 94 de la constitución Afirman los demandantes que, de una
interpretación armónica de la constitución, se puede inferir que el constituyente se
inclina a reconocer que todo ser es persona desde el momento mismo de su
concepción.
XIII. PARTES
¿Los artículos del código civil violan el derecho a decir que somos personas al
momento de ser nacidos ya que adquirimos personalidad jurídica?
XV. TESIS.
1. La directora del ICBF María Ocampo: reconoce que la existencia legal de un ser
humano comienza con su nacimiento, no implica la negación del derecho a la vida
o la protección de esta. Prueba de ello es que el legislador ha creado un sin
número de normas que tiene por objeto proteger al que esta por nacer.
3. La Corte Constitucional dijo: que no existe una sola norma de la cual pueda
sacarse tal conclusión, ya que el código civil establece que la existencia legal de
las personas comienza en el momento del nacimiento, por ese motivo la corte
constitucional explico que no se está violando ningún derecho y en los artículos se
especifica persona y no ser humano, ya que apenas fuera persona adquiría
personalidad jurídica al nacer. Al estado Colombiano le compete únicamente el
establecimiento de la existencia en su forma legal ratio decidenti.
XVII. METODO
EXEGETICO
No aplica
1. ANALISIS CRITICO