Potencialidades Locales y Regionales y La Promoción de Proyectos de Inversión Locales Cónsonos Con Las Potencialidades Regionales

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POTENCIALIDADES LOCALES Y REGIONALES Y LA PROMOCIÓN DE

PROYECTOS DE INVERSIÓN LOCALES CÓNSONOS CON LAS


POTENCIALIDADES REGIONALES

El desarrollo local y regional en Venezuela, relacionado con las


potencialidades regionales donde aparece como una nueva forma de actuar en el
nuevo contexto de globalización en el crecimiento económico y el desarrollo
estable para superar los problemas más críticos que pueda confrontar la
economía, con un proceso sólido y una eficiente administración de los recursos
públicos, donde haya la utilización de instrumentos que faciliten las estrategias de
desarrollo nacional, regional y local.

Se debe concebir al desarrollo como un proceso multidimensional


compuesto por grandes transformaciones de las estructuras sociales, de las
aptitudes individuales y de las instituciones, así como la aceleración del
crecimiento económico, la reducción de las desigualdades y la erradicación de la
pobreza, creando al menos un entorno favorable capaz de dar a los individuos y a
las colectividades posibilidades reales de potenciar una vida productiva conforme
a sus necesidades e intereses.

En Venezuela el sector petrolero es el motor fundamental del crecimiento


económico del país, por ser el primer contribuyente en la generación del producto
interno bruto nacional. Cada proyecto que involucre al sector petrolero requiere
por ley un aporte adicional al desarrollo de las potencialidades de la región
receptora, moviéndose en dos direcciones, en la mitigación de los potenciales
impactos negativos que este tipo de actividad pueda tener en la zona y la
promoción del desarrollo regional sustentable.

Las metas de todo programa de desarrollo debe consistir en incrementar


las oportunidades que se ofrecen a los individuos, aceptando el crecimiento como
eje impulsor del desarrollo humano, sumado a otros grandes objetivos como la
reducción de la pobreza, el acceso a los servicios básicos y la elevación del nivel
educativo. El desarrollo local no dispondría de un cuerpo teórico propio o
autónomo en las “teorías del desarrollo”, existen diversas formas del mismo.

Como consecuencia de ello, aumentan los factores a tener en cuenta para


el desarrollo de los territorios y crece la incertidumbre acerca de su futuro
económico. Varios son los instrumentos de ley que obligan al estado venezolano a
fomentar el desarrollo integral del país. Así por ejemplo, el Artículo 5 de la Ley
Orgánica de Hidrocarburos impone la obligación de apoyar obras destinadas a la
dotación y mejora de servicios públicos y a la diversificación de la actividad
productiva. “Las actividades reguladas por esta ley estarán dirigidas a fomentar el
desarrollo integral, orgánico y sostenido del país, atendiendo al uso racional del
recurso y a la preservación del ambiente”. Bervejillo señala que “las
transformaciones actuales pueden ser analizadas como una simultaneidad de
aspectos que llevan a una desterritorialización y reterritorialización, reconociendo
que los sistemas globales determinan desplazamientos en algunos territorios, pero
a su vez, se confirma la territorialidad, en un sentido fuerte, como factor decisivo
para el desarrollo de países y regiones. Los territorios aparecen, en algún
momento cuestionados y reafirmados, como ámbitos y sujetos del desarrollo”.

El desarrollo local y regional aparece como una nueva forma de actuar en


el nuevo contexto de globalización, desafiando las sociedades planteando
términos de insertarse de manera competitiva, capitalizando al máximo las
posibles capacidades, en una nueva manera de comprender y construir un país.
Los ingresos que se reciban se inclinarán a financiar salud, educación, inversión
productiva, entre otros de manera que se logre una apropiada vinculación del
petróleo con la economía nacional, todo ello en bienestar del pueblo. En términos
más generales: es un proceso de concertación entre los agentes que interactúan
en un territorio determinado para impulsar la participación permanente, creadora y
responsable de cada ciudadano, un proyecto común de desarrollo, implica la
generación del crecimiento económico, equidad, cambio social, cultural,
sustentabilidad ecológica, enfoque de género, calidad, equilibrio espacial y
territorial, con el fin de elevar la calidad de vida de cada familia que vive en ese
territorio, implicando una visión de mediano y largo plazo, con acciones al corto
plazo, que permitan el avance de manera gradual hacia la concertación de los
agentes locales con agentes regionales, nacionales, la construcción de un nuevo
estado democrático y descentralizado. Al reconocer que la realidad es diversa en
cada región, se recupera el valor de las particularidades, potencialidades e
identidades territoriales.

Los proyectos de inversión del sector petrolero se presentan como una


gran oportunidad de crecimiento económico y mejora en la calidad de vida de la
región donde éstos se ubiquen. Por una parte, es de esperar que el proyecto
propiamente dicho pueda generar oportunidades de trabajo y expansión de la
actividad económica, aun cuando es posible que se produzcan efectos colaterales,
principalmente ambientales y sociales, que impacten negativamente la región. El
desarrollo local y regional se transforma en un instrumento necesario para la
gestión nacional y las experiencias de gobernabilidad, que se dan sobre territorios
determinados en una construcción social... ‘‘Precisamente debido a que la
economía es global, los gobiernos nacionales no tienen suficiente poder para
actuar sobre los procesos funcionales que conforman sus economías y sus
sociedades”.
Hoy en día el que un territorio indistintamente de su dimensión espacial no
cuente con información eficiente sobre su dinámica económica, lo coloca en franca
desventaja y a merced de que se aprovechen indebidamente de él; los sistemas
de cuentas regionales son un instrumento colaborador en la superación de esas
disparidades. No saber cuál es el producto interno bruto de una entidad ni tener
cocimiento sobre cómo se genera y distribuye el ingreso en esos territorios, es sin
duda alguna una causa clave del fracaso de las políticas gubernamentales.

El que se genere un plan de desarrollo regional en Venezuela y no se mida


adecuadamente, es seguir cometiendo los errores de los planes anteriores. La
elaboración de planes y con ellos de políticas sumergidas todavía en las
estadísticas y caracterizaciones de muestra nacional, estarán perseguidos por la
ineficiencia; cada política debe sostenerse en realidades locales para promover
encadenamientos productivos.

El desarrollo local es visto como una política compensatoria, como una


respuesta a las dinámicas globales, esta propuesta se adquiere con el propósito
distinto a la articulación compleja de la sociedad contemporánea creciendo desde
un punto de vista endógeno, para obtener recursos externos, exógenos
(inversiones, recursos humanos, recursos económicos), así como mejorar la
capacidad de control del excedente que se genera en el nivel local. Es por ello
que, en el marco del Plan Siembra Petrolera, la Junta Directiva de PDVSA acordó
por obligatoriedad de destinar el 10 % del monto de los proyectos petroleros al
desarrollo de obras de vialidad, educación, salud, infraestructura de servicios
básicos y economía social el área de influencia de dichos proyectos , donde los
mismos deben dejar aportes no sólo de mitigar los impactos negativos posibles de
los proyectos de inversión sino promover el desarrollo local a partir de las
potencialidades de cada región, requiriendo de evaluación de condiciones con o
sin el proyecto.

Finalmente, hay que decir que uno de los objetivos del desarrollo es
generar riqueza en un territorio con el fortalecimiento de las empresas existentes,
la atracción de nuevas empresas las inversiones, integración, diversificación de la
estructura productiva, el mejoramiento de los recursos humanos, del territorio, la
coordinación de programas y proyectos.

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