TP 1 Histo Terminado

CATEDRA VERTICAL de HISTORIA de la ARQUITECTURA – UNL – FADU
Titular Arq. Carlos M. Reinante - JTP Arq. Meinardy
PREGUNTA DISPARADORA.
Los términos autoconciencia, autorreflexión, capitalismo, industrialización, estado, secularización

(antiguo y nuevo régimen), arte, entre otros; son conceptos que utilizan los autores para referir a la
construcción de la modernidad. En función de ello explique qué valores alcanzan y que sentido
asumen. Textos a utilizar: 1) “Itinerarios de la modernidad. Corrientes de pensamiento y tradiciones
intelectuales desde la Ilustración hasta la posmodernidad”. Casullo, Nicolás y otros. Eudeba. Buenos
Aires 2001. 2) “Respuesta a la pregunta ¿Qué es el iluminismo?”. Kant Immanuel. Traducción Jorge
Dotti.
La modernidad es una condición de la historia que surge de los pensadores en Europa, entre los siglos
XVII y XVIII. En un significado más abstracto y amplio, Nicolas Casullo dice que la modernidad es una
“particular condición de la historia”, y el hombre accede a ella por medio de distintos caminos:
hallazgos científicos, avances tecnológicos, revoluciones industriales; que lo hacen consiente de una
modernización de la historia y del mundo.
Hacia entonces, las representaciones bíblicas, con su Antiguo y Nuevo Testamento, designaban que es
el mundo, que es Dios, que es el hombre y que es el acontecer histórico. A partir de la modernización
de la historia y del hombre, se plantea una severa crítica al mundo estatuido que genera, en términos
del pensamiento, la extinción del mundo de Dios, sobre la que Nietzsche va a reflexionar; esa muerte
que se gesto en principio como critica a los dogmas de la iglesia, a la superstición, como critica al
mito. El mundo en sí mismo, continua Casullo, no existe. Se produce una modernización cultural
acelerada debido a la caída de una vieja representación del mundo regida por lo religioso; y al
surgimiento del nuevo pensamiento moderno, el proceso de secularizarización del mundo, que hace
consciente que “el mundo es la representación que nos hacemos de él”, una representación en base a
la razón y la razón en base a lo científico técnico, por lo tanto plantea la posibilidad de
AUTORREFLEXION que posee el hombre mediante la cual puede utilizar la razón para identificar el
verdadero conocimiento. El verdadero problema se funda no en Dios, sino en el hombre; en su
posición, en su actitud, en la crítica y en la verdad. La modernidad es ese discurso a la crítica, que la
Ilustración planteará como perpetua “critica a la crítica”, como permanente critica al conocimiento
dado.
El iluminismo es, para Kant, la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad. Con la
expresión “minoría de edad” refiere al hecho de necesitar la guía de otras personas; con la expresión
“autoculpable” refiere a falta de valor y decisión de las personas para pensar y actuar por sí mismas.
Los seres humanos prefieren seguir siendo menores de edad por pereza y cobardía, ya que es muy
cómodo tener algo o a alguien para que resuelva sus problemas.
El ilustrado cree en la razón, capaz de lograr el triunfo epistemológico en el territorio social, de lo

político, de las ideas, de las posiciones. Por tal razón Forster señala a la religión, al estado y a la
GRUPO
Granton Gastón – Farabollini Guido – Laurel Matías – Menendez Arturo – Zabala Jimena
inquisición como enemigos de la ilustración, porque estos llevaban a siglos de ignorancia. El siglo XVIII
implica una pedagogía universal, que luche contra el particularismo, el hombre es humanidad, donde
todos son iguales, ante la naturaleza, ante Dios y ante la posibilidad de conocer y ser libres.
El hombre empieza a entender que la historia se puede construir, dice Casullo, que se modifica
continuamente y que somos protagonistas de ella, razón por la cual, se constituye como inacabable:
mientras exista el hombre, la historia seguirá cambiando.
Afirma Kant, son muy pocos aquellos que, a través de un trabajo personal del espíritu, logran
abandonar la minoría de edad y a la vez, caminar con paso seguro. En cambio, es posible que un
público se ilumine a sí mismo, alcanzando la mayoría de edad solo si existe libertad de pensamiento;
pues entre las masas siempre habrá hombres que después de haberse liberado, podrán difundir a los
demás el espíritu de la ilustración.
El pensamiento de la ilustración también trabajará en las ideas de sentimiento, de patria y de amor.

Surge así, a finales del siglo XVIII, y de las fisuras que deja la ilustración, un nuevo pensamiento: el
romanticismo, que busca observar la realidad de otro modo. A ello Fosrter aclara, no es cierto que el
romanticismo sea un movimiento antimoderno, sino que su modernidad se encuentra en el momento
en que se plantea una nueva concepción del yo, en un viaje hacia su imaginación, lo inconsciente,
hacia el interior del yo. Refiriendo al romanticismo Casullo dice que es un movimiento que también es
hijo de las luces de la razón donde el clasicismo y el romanticismo comparten la crítica y
desmitificación de la naturaleza.
También, la ilustración ubica a la historia como componente principal para los proyectos del futuro.
Los hombres entienden su capacidad de diseñar la marcha de los acontecimientos y de hacer historia,
como una conciencia que emerge en ruptura con lo ya establecido, pero que lo conoce y lo
comprende; tiene en cuenta al pasado para dejar de lado los vicios de esas épocas, como una realidad
que hay que transformar. Un comprender la historia autoconsciente que determine el camino hacia
un futuro mejor, un futuro donde el científico del siglo XIX es el héroe del progreso, donde se valora a
la ciencia como liberadora, que es capaz de desmitificar la naturaleza y tamizar los discursos para
dejar solo la verdad. Desde esta idea se puede identificar a la ciencia como propulsor para la
industrialización de la sociedad, a partir de los avances tecnológicos y el capitalismo como propuesta
de sistema económico que posibilite la autonomía del individuo, pero dejando en segundo plano la
igualdad en la sociedad.
Se contraponen dos posturas de ilustrados, la de Voltaire y la de Rousseau, en cuanto a la libertad y la

igualdad respectivamente. Para el primero, la emancipación general de la sociedad es un proceso muy
lento y tal vez nunca pueda llegar a darse en su totalidad, por ello, un filósofo ilustrado es quien debe
guiar y dirigir hacia la ilustración. Para el segundo, es necesaria una democracia de masas, donde el
poder sea consumado a partir de una voluntad general, que se logre una construcción común donde
no haya delegación. A partir de esta dualidad, es posible percibir la tensión q hay entre los conceptos
de autonomía e individualidad, se plantea la dificultad de unión entre la búsqueda individual y los
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objetivos universales. Por esta razón, Forster identifica dos concepciones divergentes: una “ilustración
inconclusa”, que se determina como la nueva dominación del mundo a partir de la racionalización
científica; una “ilustración libertaria”, que entiende la nueva concepción del hombre a partir de su
autonomía, poniendo en primer plano el pensamiento crítico como nueva forma de entender el
mundo.
Se pregunta Forster, ¿qué nos queda a nosotros de esas palabras, del significado de esas palabras?
Todas estas palabras han sido trilladas hasta el hartazgo y con esto se pierde su real significación.
¿Qué es para nosotros el progreso, la equidad, el concepto de autonomía? Palabras que hoy en día tal
vez son pronunciadas sin siquiera saber en qué contexto y por qué razón, con qué fin fueron creadas,
ayudando así al deterioro de su significación. Los sueños ilustrados creían posible construir una
sociedad sostenida sobre el principio de la igualdad natural de los hombres, "todos los hombres
somos iguales", "todos los hombres tenemos los mismos derechos". Estas palabras tienen un
momento de surgimiento, tienen que ver con conflictos sociales, con una época extraña como fue el
siglo XVIII, donde los pensadores sabían que sus ideas encarnaban o iban a encarnar en el movimiento
real de la historia. Hoy ya no se pude utilizar dichas palabras como conceptualmente la utilizaron los
ilustrados, porque con el devenir del tiempo, se va deteriorando su significado; así como nacen (en un
determinado contexto), también se van disolviendo.
Explica Kant, una época ilustrada sería aquella en la ya todos los hombres fuesen capaces de dirigirse
a sí mismos sin la guía de otros, y en definitiva hubiesen llegado a la mayoría de edad. Pero
obviamente todavía falta mucho para ello, y por lo tanto vivimos en una época de ilustración.
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